cluir a un sindicalista o a un miembro
no colorado en relación al conflicto
del partido Comunista que se halla
proscripto.
También pensamos que todas
aquellas personas que se encuentran
en el exterior deben regresar y ser
comprendidas en la amnistía. Asimis­
mo la amnistía debe comprender a
aquellas personas que, aun siendo
miembros de agrupaciones guerrille­
ras que por medio de la violencia pre­
tendieron la destrucción de las organi­
zaciones democráticas antes de
1973, siempre y cuando no hayan co­
metido homicidios. La diferencia que
existe con los otros partidos es que
éstos desean que sí se incluya a los
que hayan cometido este tipo de deli­
tos. Nosotros con esto queremos dife­
renciar a quienes luchan contra la de­
mocracia, el que usa la violencia den­
tro de ella. Eso no quiere decir que
ésta sea la última situación, porque en
un acto de generosidad la sociedad
puede pedir un indulto. Lo que no que­
remos es que un delito, ahora quede
impune.
-Los otros partidos acusan al
suyo de representar el continuismo
de la dictadura. ¿Qué comentario le
merecen estas acusaciones?
-Yo diría que si hay un partido que
no es continuista es justamente éste,
porque nadie puede dejar de recono­
cer nuestro repudio al gobierno militar
desde febrero de 1973 hasta hoy. Con
esto queremos decir que la opción no
es continuismo o dictadura del prole­
tariado, sino que la opción es demo­
cracia plena, liberal y pluripartidista.
-¿Como encarará Uruguay el te­
centroamericano?
pesar de esta democracia, to­
A ción del grupo de Contadora, y todo
davía quedan en el Uruguay
aquel que esté en oposición con ella lo
miles de proscriptos.
estará también con nosotros, así se
-En la elección argentina también
trate del gobierno de Ronald Reagan.
hubo proscriptos ya que la señora de
Perón no estaba habilitada para pre­
sentarse como candidata. Sin embar­
go, el Partido Justicialista no por eso
impugnó las elecciones, sino que, por
el contrario, designó a su nuevo candi­
dato, el doctor Luder.
En el Uruguay, lamentablemente,
también tenemos esta situación, pero
teníamos que aprovechar este movi­
miento. De ahora en más, con la vi­
gencia de la Constitución, se resolve­
rá. Todos queríamos comicios sin ex­
clusiones, pero hubiera sido un sínto­
ma de regresión política no aprove­
char esta salida que nos presenta la
dictadura. Cuando el régimen consti­
tucional rija, no habrá más proscrip­
ciones ni arbitrariedades. Es muy difí­
cil tener toda la democracia antes que
la democracia.
-¿Se puede afirmar que Uruguay
pasará a formar parte de los Países
No Alineados?
-Nosotros hemos mantenido rela­
ciones cordiales con todos ios países.
El ingreso o no a los Países No Alinea­
dos dependerá de circunstancias aún
no definidas. No hay ninguna duda de
que el paso previo para la unión del
Tercer Mundo, es la unión de América
Latina. Este es el objetivo prioritario.
-¿Cuál será la política del gobier­
dividió simpatías entre los eternos rivales.
La participación popular fue mucho más
significativa que en las elecciones de Ar­
gentina. Los actos de cierre de campaña
de los tres partidos mayoritarios reunieron
a más de quinientos mil simpatizantes, en
una ciudad como Montevideo que supera
apenas el millón de habitantes. La ciudad
fue inundada con banderas y carteles que
colgaban de vereda a vereda, pero siem­
pre evitando pintar paredes, señales de
tránsito o lugares públicos. Más que empa­
pelada, Montevideo fue adornada de pro­
paganda política. Salvo alguno que otro
incidente, la convivencia entre los partida­
rios de las distintas fracciones fue ejem­
plar. No era extraño ver que de las ventani­
llas de un coche asomaban banderas
rojas, blancas o tricolor. Los insultos, y la
agie iión física, eran cosa poco común y a
excepción de un revuelo que se armó mi­
nutos después de conocerce la victoria de
Sanguinetti, en la avenida 18 de Julio con­
vivían todos los partidos.
Muy escasas veces Montevideo Jebe
haber recibido a tanta tente, a tantos autos,
-Uruguay debe seguir la orienta­
-Doctor Sanguinetti, ¿cómo se
piensa desmantelar el aparato re­
presivo que mantendrá todo su po­
der en este país?
-A partir del primero de marzo ha­
brá un gobierno democrático que ten
drá su estatuto de seguridad como
toda nación libre. Todo aquello que
sea fuerza de represión más allá de lo
normal en un estado democrático ten­
drá que desaparecer. El manteni­
miento del orden debe estar a cargo
de las fuerzas policiales y las fuerzas
armadas se remitirán a las funciones
que su profesión les asigne.
-¿De qué forma influye la demo­
cracia argentina en los problemas
propios del Uruguay?
-Todos los países latinoamerica­
nos se interinfluyen. La experiencia
argentina nos toca muy de cerca por
su proximidad en el tiempo y en el
espacio. Basta con ver la influencia de
las modificaciones en las políticas
cambiarías tanto de Brasil como de
Argentina. Recordemos que algunas
ciudades uruguayas están apenas se­
paradas por una calle del país vecino.
En Rivera, usted cruza la calle y ya
está en otro país. Eso marca una in­
discutible identificación de los pue­
blos.
a tantos micros, a tantas ganas. Más de
trescientos mil emigrados fueron llegando
en vehículos, aviones abarcos fundamen­
talmente de la Argentina y Brasil. Faltaban
sólo dos horas para el cierre de las mesas y
aún los exiliados -por razones económicas
o políticas- estaban intentando cruzar las
fronteras. Su vuelta era doble: a la demo­
cracia y a sus familias. Con nostalgia veian
los altos edificios de oficinas y las anchas
avenidas que hasta hace diez años no es­
taban. El "paisito" ha cambiado.
Y cambió porque tras diez años de dicta­
dura, llegó la hora de despertar. Para mu­
chos, el partido Colorado puede represen­
tar un continuismo; para otros, la transición
adecuada que posibilite abandonar sin
vuelcos bruscos el sistema militar. En defi­
nitiva, es una decisión del pueblo uruguayo
y nadie mejor que ellos saben sus necesi­
dades. "Es el voto que el alma pronuncia y
que hoy sabemos cumplir" dice el himno
de la Republica, oración política con la que
juntamente, Blancos y Colorados, recibie­
ron el triunfo de Sanguinetti._ _ _ _ _ _ _ _ _
G.E.G.
ma de la deuda externa que ascien­
de a casi 6.000 millones de dó­
lares?
-Uruguay es un pequeño país, y por
lo tanto vamos a hacer lo mismo que
las otras naciones de Latinoamérica:
solicitaremos plazos de gracia para
que el país se recupere. Esos cientos
de millones de dólares que no pagare­
mos, servirán para reactivar el apara­
to productivo y de esta forma crecerán
significativamente las exportaciones.
Nosotros exportamos mil cien millo­
nes de dólares, si debe pagar casi la
misma cifra por las deudas contraí­
das, eso sólo se podrá hacer con el
hambre y la miseria del pueblo. Si Uru­
guay tiene plazos necesarios duplica­
rá sus exportaciones y pagará la
deuda.
e qué forma se juzgaran los
D excesos cometidos por las
fuerzas armadas?
-Todo aquello que sea delito militar
será juzgado por los jueces militares,
mientras que los delitos comunes se­
rán juzgados por los jueces civiles.
Para ser más concreto: si mañana se
investigara el horrible crimen de los
diputados Zelmar Michellini y Gutié­
rrez Ruiz cometidos en Buenos Aires,
y hubiera algún militar implicado, será
el juez penal ordinario el que tenga la
causa porque se trataría de un delito
común. En esto se debe hacer valer el
estado de derecho.
-¿La amnistía englobará también
a los militares que han cometido
delitos?
-No señor. Hemos dejado bien cla­
ro en las reuniones del Club Naval que
no habrá amnistía para los militares.
Ni la planteamos nosotros ni los dele­
gados de los otros partidos.
-¿No considera usted que la deu­
da externa es en gran parte ilegi­
tima?
-El destino de la deuda externa
más o menos ya está identificado.
Una gran parte de ella fue destinada a
obras públicas como, por ejemplo, la
represa de Salto Grande. Hay otro
gran porcentaje que es atribuidle a los
gastos de defensa. Después, inciden
en gran medida los malos acuerdos
financieros que realizó este gobierno,
aceptando intereses desmedidos. En
nuestro país la deuda fue investigada
en la medida de lo posible por cada
uno de los partidos, y cada uno de
nosotros tiene sus informes.
-Usted ha formulado la necesi­
dad de establecer un gobierno de
unidad nacional. ¿Cómo ve ese pa-