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1 Las ideas aquí contenidas fueron expuestas -por primera vez- en la Conferencia impartida con motivo del 33 aniversario
de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Ciudad de Guatemala, 22 de agosto de 2007.
Las notas de aquella conferencia y algo más, se convirtieron en este ensayo.
Se precisa indagar en la amenaza y en el Pero se trata de realidades complejas
Estado, desde una idea de crisis. Pero tam- en las cuales hubo una poderosa mezcla de
bién, debemos indagar en un cierto sentido factores: un régimen con recursos de poder,
de oportunidad. Esta puede verse desde dos con sólidas alianzas internas y que gozaba
perspectivas. Por un lado, lo internacional: de un poderoso aliado internacional. Una
el triunfo del Partido Republicano, en no- guerrilla mal equipada, con escasos recursos
86 viembre de 1980, en las elecciones para la provenientes del exterior y con una estrategia
presidencia de Estados Unidos. Con el aliado que hizo más énfasis en el triunfalismo que
mayor, los perpetradores alcanzaron un cierto en campañas militares. Un campesinado que
sentido de impunidad asegurada: no serían se levanta contra sus opresores, animado por
amonestados o perseguidos por lo que suce- los cambios que se habían gestado en el agro
diera. El segundo aspecto relacionado con guatemalteco, la politización de parte de par-
la oportunidad me parece que tiene que ver tidos políticos permitidos por los regímenes
con la geografía de las poblaciones víctimas, militares y la iglesia católica y el contacto con
como lugares aislados. Combinado con años los líderes rebeldes. Tales, me parece, son los
de manejo de un poder absoluto, no era difícil hilos con los cuales debemos escribir estas
que los perpetradores se cuestionaran ¿Quién historias.
se acordará de Río Negro, San Francisco, Las
Dos Erres? La oportunidad filtra tendencias de La tarea está allí y nos corresponde a
más larga duración que dieron forma a la cri- nosotros contar lo que sucedió. De esa mane-
sis. También, la idea de oportunidad permite ra, nuestra disciplina, eso que llamamos so-
entender los muchos momentos en los que ciología o ciencias sociales, se acercará más a
aquellos eventos pudieron haber tomado un sus orígenes: a ser capaz de contar de la vida
rumbo diferente. y la muerte, el sufrimiento de los seres huma-
nos.
Incluir aquí, dimensionándolos, a la religión
y al racismo. La religión jugó un papel, no sólo
como elemento propagador de la ideología de Tesis número uno
los rebeldes, sino también, como fundamento El Estado de Guatemala respondió,
de las razones de los perpetradores. En una con actos de genocidio, a una rebelión
tradición que se extiende –contemporánea- indígena y campesina
mente- a las ideas de la contrarrevolución de
1954, cuando nuevamente la religión jugó un El estudio y la comprensión de la rebelión
importante papel. Pero también el racismo. indígena y campesina en el altiplano asesta
Si bien es cierto que el racismo ha sido par- golpes fulminantes a una interpretación que
te consustancial de la formación del Estado, presenta a los “pobrecitos indios” presas de
los guatemaltecos no estábamos programados la manipulación de una “banda de estalinis-
desde el siglo xix para matar a otros. El ra- tas” obcecados, los “hijos de rígidas socieda-
cismo juega un papel, pero a la par de otros des eclesiásticas”, la “gesta de los cristianos
factores. Combinado con esta idea de crisis revolucionarios”. Enfocados como víctimas
histórico-social, es como tiene un efecto ex- inocentes en el enfrentamiento entre el ejér-
plosivo.
cito y los insurgentes, los pueblos indígenas, a los indios; ellos no la quisieron; y es verdad
sujetos principales de la rebelión, terminan que éstos han aportado la parte esencial de
siendo borrados. Esta tesis se halla en Entre los combatientes y de los muertos, los jefes
dos fuegos, de D. Stoll (1993); y, en La guerra y los que han decidido fueron casi siempre
en tierras mayas, de Yvon Le Bot (1992).2 En ladinos; la estrategia, los objetivos y la lógica
síntesis, éstos se adscriben a la idea resumida de la lucha revolucionaria no eran los de los
por Le Bot, de que: “la lucha armada provo- indios” (Le Bot, 1992: 288). Pensar que un 87
có… un baño de sangre…” (292). Del conjun- grupo de sacerdotes españoles, teólogos de
to de la obra de éstos académicos únicamente la liberación, fueron capaces de incendiar el
ha cobrado intensidad el debate entre D. Stoll altiplano guatemalteco es un verdadero dispa-
(1999) y Arturo Arias (2001) (2001a), a pro- rate. En la explicación de Le Bot, el conflicto
pósito del libro del primero sobre Rigoberta pasa de efecto a causa. Pero no una causa,
Menchú.3 Al leer los eventos desde esta in- sino de aquel tipo de causas que tienen res-
terpretación (hubo guerra porque hubo rebel- puestas para todo. Es causa que no hubiera
des), los revolucionarios lo son todo. Pero en solución al problema político, es un freno a la
los episodios revolucionarios los revoluciona- modernización (¿?), y causa de la propagación
rios llegaron a ellas. Se encontraron con ellas, del racismo. No hay violencia, conflicto, hay
y en los mejores casos, lograron colocarse al unos que decidieron alzarse frente a otros, y
frente y triunfar. éstos les mataron. En Le Bot, la generalidad
sirve para enmascarar. Otra de las “explicacio-
Aquella rebelión indígena y campesina fue nes” que salen de este canasto de sastre es la
la base de la guerra que por aquellos años se crítica a la organización revolucionaria: verti-
vivió en aquella región del país. Lo que para calismo, ausencia de consulta, impaciencia,
Le Bot termina generalizado como “la vio- militarismo, autoritarismo, imposición, volun-
lencia”, “el conflicto”: “El conflicto no hizo tarismo, populismo, centralización, homoge-
avanzar la solución del problema político gua- nidad, instrumentalismo, jerarquía, ¿se dice
temalteco; puso un freno a la modernización algo nuevo en esta descripción de la guerrilla
comunitaria e infundió por toda la sociedad la latinoamericana? Probablemente no. Resul-
violencia obsesiva del poder ladino; la tenta- ta que si el mecanismo explicativo funciona
tiva de los teólogos de la liberación por trans- tan bien, no cabe duda que esta vanguardia,
mutar una dinámica de emancipación en afán cristiana, en la que estaban los “curas espa-
de revolución terminó en un callejón sin sali- ñoles”, pero tremendamente achacosa, como
da” (Le Bot, 1992: 297). En otra parte dirá: la pinta Le Bot, fue la que le prendió fuego al
“…haber desencadenado el mecanismo que altiplano guatemalteco.
a ella condujo, y de no haber sabido ni podi-
do contenerlo. No supo evitar esta guerra…” La explicación simplista de este fenómeno
(296). También: “…esta guerra fue impuesta ha hecho dos cosas: tomar una porción del
territorio, recortarla e introducirla en un tubo
2 Otros textos, ejemplares en la aplicación de ésta tesis
de ensayo. Hacer una correlación –si es que
son: Grenier, 1999; y Danner, 1994. así puede esto llamarse– entre el accionar del
3 En 1999, el Entre dos fuegos… fue criticado por José EGP y el genocidio. Para Le Bot (1992) y para
Santos García Noval (1999).
Stoll (1993), aquí no coinciden diversos fac- y de la profundidad y acierto de sus deci-
tores, sino sólo uno: hay accionar del EGP, en- siones históricas”4
tonces, hay masacres y genocidio. Me parece
que la realidad es mucho más compleja. Los ¿Cuál es la relación entre rebelión y geno-
dos polos no fueron la insurgencia y el ejérci- cidio en Guatemala? ¿Existió realmente una
to. Sino más bien, la población que se reve- rebelión en Guatemala? ¿O se trató más bien
88 laba y el ejército que la castigó. Finalmente, de organizaciones insurgentes que realizaban
la guerrilla no logró hacer que la combustión acciones armadas? Luego de más de dos dé-
sirviera para hacer mover el motor. Entonces, cadas de ocurrido aquel episodio en nuestra
lo importante, más allá de entender la estra- historia no podemos más que afirmar que ca-
tegia guerrillera, consiste en entender cómo recemos de muchas respuestas. Hasta ahora,
aquella estrategia prendió en las poblaciones nosotros sabemos de muertos, pero sabemos
que se volcaron a la rebelión. Finalmente, la poco de la guerra y sabemos mucho menos
interrogante acerca de cómo se dio la incorpo- de aquel levantamiento indígena y campesi-
ración de los indígenas en la guerra, es uno de no. Ignoramos sus raíces, los resortes que pro-
los elementos centrales de esta historiografía pulsaron la movilización y las formas que su
por hacerse. En un editorial, escrito a inicios desarrollo fue adoptando a lo largo de aquel
de 1984 se apuntaba lo siguiente: tiempo. Hace falta trabajar en profundidad
aquel conjunto de factores expuestos magis-
“Asistimos no sólo al enfrentamiento del tralmente por Arturo Arias (1983) en: “El mo-
indígena con el ladino poderoso, sino vimiento maya en Guatemala”.
también a la confrontación del indígena
pobre y explotado con el indígena explo- Me parece increíble cómo los estudios en
tador […] Escuchamos con frecuencia torno a lo maya en Guatemala no han podido
cómo a la luz de su experiencia, grandes ofrecer una explicación consisitente en tor-
grupos indígenas decidían con profundi- no a la participación de los indígenas en la
dad, inteligencia y lucidez el destino y guerra. Muy a pesar incluso del desafío que
el futuro de sus familias […] Los viejos estos dos intelectuales, uno francés y el otro
y los nuevos tópicos sobre los indígenas nortamericano, hace más de una década nos
–el indígena atrasado e ignorante; el in- han planteado. La clave para comprender este
dígena inocente y puro, mezcla de natu- vacío podría estar en que mucha de la produ-
ralismo y hipismo; el indígena engañado cción intelectual se ha separado de las raí-
y utilizado, hasta por la guerrilla, infantil ces de clase. También, las explicaciones en
siempre, sin capacidad de decisión o ca- torno a este pasaje de la historia se buscan
paz solamente de decisiones inmaduras- a través de entrevistas individuales, las que
siguen tan actuales ahora como quince generalmente carecen de un enfoque de aná-
años atrás. Como si los pueblos indígenas
no hubieran dado ya suficiente sangre y
pruebas ante la comunidad nacional e in- 4 IGE (Iglesia Guatemalteca en el Exilio) (1984), “Edito-
ternacional de la calidad de su madurez rial: Indígenas de Guatemala: más allá del mito”, Igle-
sia Guatemalteca en el Exilio, Año 4, No. 2, (febrero-
marzo) 1984.
lisis. Así, más que interpretación de eventos queros y sus intermediarios locales. Una
históricos, esto se queda en las percepciones de las características señaladas por varios
individuales. Más contemporáneamente, a pe- testimonios afirma el carácter colectivo que la
sar que sigamos ignorando las formas en que movilización asumió en aquellas poblaciones.
guerrilleros y pueblos indígenas, al cruzarse, Así, reiteradamente, hemos encontrado evi-
dieron forma al movimiento social más grande dencia de que las comunidades se alzaban de
en la historia nacional, interesa más explicar forma colectiva. Obviamente, aquella lógica 89
las relaciones multiculturales. Ahora además, rompió presupuestos de seguridad propios de
este esfuerzo de investigación tropieza con un una organización clandestina. Esto es lo que
discurso de posguerra que premia a las vícti- queda claro en el testiominio de Pablo Ceto
mas. Entonces, se recrean historias de victi- (2006) cuando afirma:
mización y se da un paso al costado cuando
de asumirse como rebeldes se trata. “…las comunidades Popti, Chuj, Ixhil,
K’ich’e, Q’eqch’i, Mam y otras, registran
¿Qué debemos entender por rebelión? en su memoria histórica la decisión de
Se trató de un proceso de movilización a gran sus autoridades tradicionales, los Mami-
escala, durante un largo período de tiempo nes en San Miguel Acatán, los Mama’
en una gran parte del territorio nacional, que y B’aalvatztiixh en la Región Ixil, entre
hace uso de forma -más o menos intermitente- otros, de incorporarse de manera colecti-
de la violencia, en un conflicto entre grupos va y comunitaria al proyecto revoluciona-
de clase y estatus y el Estado, en relación rio como continuación de su resistencia
con la soberanía estatal, fundamentada en maya de siglos atrás, fue una decisión
reivindicaciones culturales, sociales, polí- histórica de los consejos comunitarios
ticas y económicas, cuyas mediaciones trans- mayas. Con la masiva participación in-
formaron al Estado y a la sociedad (Walton, dígena, en distintas regiones del país la
1984: 6-9, 13).5 Aquellas masas indígenas lucha revolucionaria guerrillera se insertó
del altiplano encontraron en las organizaciones en las miles de formas de la resistencia
insurgentes una oportunidad de movilizarse indígena, esta vez, en sus propias mon-
contra sus agresores más directos: los fin- tañas, barrancos, bosques y milperíos,
desarrollando frente al enemigo común,
el ejército y su política de represión y
5 La idea de rebelión permite entender aquellos proce- genocidio, la creatividad más grande, de
sos que no derivan en revoluciones sociales, tal y como indios y ladinos revolucionarios, hombres
éstas son definidas por T. Scokpol (1979) en el clásico
Los Estados y las revoluciones, en función del resultado y mujeres, para llevar al movimiento gue-
que distingue aquel proceso: las rápidas transformacio- rrillero a sus momentos más álgidos y
nes de la estructura de clases y el Estado. Las rebelio- de mayor fortaleza a finales de los años
nes pueden producir resultados no esperados, a nivel
de las estructuras sociales y políticas. Por ejemplo, el 70.”
empleo de formas más violentas de represión por parte
del Estado, o también, la transformación del régimen
político. Hay rebeliones nacionales sin resultados re-
Aunque aquel proceso dista mucho de ha-
volucionarios. El concepto se sitúa en medio entre las ber adquirido un carácter homogéneo, en cla-
protestas de corta duración, las rebeliones localizadas, ve de pensar por ejemplo que todo el altiplano
y las revoluciones sociales.
funcionó de esta forma, sí puede ser asumido Tras el fin de la era colonial, el campo gua-
como una evidencia detrás de la cual poder temalteco conoció un período muy agudo de
rastrear otros casos en los cuales las circuns- motines. Aunque nunca colocaron al régimen
tancias fueron éstas. Como caso en contrario en una posición de crisis, éstos alcanzaron
está el ajusticiamiento de Sebastián Guzmán cifras muy altas ¿Por qué aquella serie de
(EGP, 1982). eventos nunca llegó a inquietar a las élites ca-
90 pitalinas? Porque eran conflictos localizados.
La constitución de esta rebelión indígena Las revueltas de aquel entonces, estuvieron
y campesina fue paulatina, lenta, larvada a limitadas a localidades o apenas grupos muy
lo largo de décadas. La puerta para su com- reducidos de éstas. Así, la serie de cambios
prensión son los momentos de emergencia, políticos por las que transitó el período de la
cuando una relación de poder dual empieza a independencia, se les mantuvo lejos de los
ser evidente ante el desafío de un conjunto de micro-conflictos locales. Generalmente, és-
fuerzas sociales, políticas y militares en con- tos fueron el resultado del roce del sistema
tra del Estado. Durante aquellos períodos de tributario con los pueblos de indios. Cuando
falsa calma, cuando todo parecía asemejarse el recaudador de impuestos exigía más, a pe-
al orden burgués, la forma como las piezas sar del hambre que esto significara para los
encajaban, configurando el escenario de la vecinos. Además, no hubo un elemento arti-
revolución, no era evidente. En secreto, en culador, como pudiera ser una organización,
la “infrapolítica de los grupos subordinados” un fenómeno natural, una crisis repentina
(Scott, 1990) se preparó el terreno de la ebu- que afectara la sobrevivencia campesina, que
llición social que años después tomaría por desenmascarara a uno o más culpables con
asalto la escena. Más que el hecho duro de claridad. Más de siglo y medio hizo falta para
la decisión de una vanguardia de “encender que estas características cambiaran. Cuando
la revolución”, propongo estudiar la rebelión cambiaron, entonces, la violencia emergió con
indígena y campesina que tuvo lugar en Gua- furia. La paz que durante siglos sostuvo el so-
temala como una codificación estratégica de metimiento de las mayorías indígenas estaba
una amplia variedad y diversidad de focos, basada en el sistema de autonomía comunal
ubicados en caseríos y aldeas, y razones de campesina: el pueblo de indios. En aquel te-
resistencia que fueron incorporados por las rritorio se gozaba de terrenos comunales, con
organizaciones guerrilleras. Éstas tradujeron los que se combinaba el trabajo temporal en
aquel sentido de rebelión en formas de lucha, las fincas, como cuadrilleros. El conjunto de
tácticas y estratégicas. Me interesa ver cómo agravios sufridos por generaciones halló una
se construyó el complejo enjambre de resis- vía de salida y se conectó, además, a una
tencias. (Moore, 1978) (Foucault, 1976). En- serie de factores que lentamente fueron pre-
tonces, la pregunta clave aquí es ¿Qué cam- sentando oportunidades para ir constituyendo
bios fueron precisos para hacer que aquellos la conciencia indígena. Esto puede rastrearse
campesinos del altiplano guatemalteco, des- en varios números de La Voz del Comité de
pués de siglos de sometimiento, decidieran Unidad Campesina, órgano informativo del
a alzarse contra el Estado? ¿Por qué en ese CUC. Se trata de un sujeto que a la vez que
preciso instante? es campesino, es también jornalero temporal.
Pero aquel sistema que combinaba una cierta como fenómeno general, no existió en la reali-
seguridad comunitaria, con la explotación y el dad. Se vivieron cuatro guerras, contra cuatro
trato vil en las fincas comenzó a deteriorarse. adversarios diferentes. El Ejército entendió las
Y estalló frente al finquero. Las víctimas de la diferencias de los grupos guerrilleros.
violencia fueron los finqueros de las cercanías
¿Quién pretendía conquistar el Estado e im- Contra el Partido Guatemalteco de los Tra-
plantar el socialismo? Los campesinos, muy bajadores (PGT), realizó un sistemático tra- 91
seguramente no. Para ellos, tierra y vengar an- bajo de inteligencia en los ámbitos urbanos
cestrales afrentas era lo fundamental. y rurales. Ello permitió al ejército mantener
a raya al partido comunista de Guatemala,
Este enfoque permite ver eso que llamamos al asestarles severos golpes en los niveles de
guerra en general, o guerra de guerrillas, como dirección y de cuadros medios. Para contro-
lo que en realidad es: un conjunto de aldeas en lar a las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) en
las cuales existen ciertos niveles de organiza- el departamento de Petén, constantemente
ción y disposición para rebelarse. En aquellas hacía ajustes a la forma como las unidades
circunstancias, dicha disposición significaba militares estaban desplegadas en aquel terri-
apoyar de diversas formas e intensidades, torio. Ello estuvo a cargo de la Brigada Militar
aquel movimiento. Pero el carácter distintivo Luis García León (BM-LGL), la que contaba
era eso: aldeas y pobladores organizados. Se con el apoyo de la Base Aérea del Norte. Para
trata de cambios complejos. El decisivo, fue hacer frente a la Organización Revolucionaria
la capacidad para propagar el malestar. Ese del Pueblo en Armas (ORPA), creó un teatro
fenómeno fue el que en definitiva permitió de operaciones. El Teatro de Operaciones Sur
colocar el detonador en aquella situación de Occidental (TOSO) concentró en un mando el
suyo explosiva, larvada durante siglos. accionar de dos Brigadas Militares. Se trató
de la Brigada Militar Manuel Lisandro Barri-
En medio de la guerra, el ejército supo dar llas (BM-MLB), en Quetzaltenango; y la Base
respuestas diferentes a enemigos diversos. Militar de Tropas Paracaidistas General Felipe
Más allá del genérico objetivo de tomar el po- Cruz (BMTP-GFC), en Escuintla. Esto com-
der por medio de las armas para hacer “los prendía un área que iba del volcán Tacaná, en
cambios que el país necesita”, los insurgentes el departamento de San Marcos, hasta el de-
eran muy heterogéneos entre sí. Su definición partamento de Santa Rosa. Abarcaba el área
de las fuerzas motrices de la revolución, ele- sur de los departamentos de Quetzaltenango,
mento determinante de las zonas –geográficas Sololá, Chimaltenango y Sacatepéquez, y los
y sociales- de implantación y desarrollo, y de departamentos del Retalhuleu, Suchitepéquez
su composición, abrían profundas brechas en- y Escuintla.
tre ellos. La implementación de la estrategia
de la guerra popular prolongada (o revolucio- Contra el EGP, diseñó una estrategia basada
naria), en su componente militar y político, en Fuerzas de Tarea (FdT). Esta manera de
de masas, relaciones con movimientos y orga- conducir las operaciones militares, implicó un
nizaciones sociales, diferían de organización cambio en la estrategia militar. El mando, el
a organización. Eso que se llama “la guerra” despliegue, el apoyo de servicios y el apoyo
aéreo fueron modificados. El Estado Mayor La Comisión de Esclarecimiento Histórico,
designaba a los jefes de las fuerzas de tarea, empleando el marco conceptual y jurídico es-
quienes contaban con un Estado Mayor. En tablecido en la Convención para la Prevención
el despliegue se empleaban batallones orgá- y Sanción del Delito de Genocidio (de diciem-
nicos de distintas zonas militares, durante bre de 1948), (CEH-III, 1999: 314-316) con-
largos períodos de tiempo en la realización de cluyó que los pueblos indígenas, que sufrieron
92 operaciones. Sobre el apoyo aéreo se ejercía actos de genocidio fueron: maya-q´anjob´al,
un control más directo, desde el mando de la y maya-chuj, en los municipios de Barillas,
Fuerza de Tarea. Nentón y San Mateo Ixtatán, de departamen-
to de Huehuetenango, donde el 3.6% de la
Entre 1981 y 1982, se crearon cinco FdT: población fue aniquilada y el 80% tuvo que
Iximché, que cubría Chimaltenango, Sacate- desplazarse (CEH-III, 1999: 395-416); Maya-
péquez, el este del departamento de Sololá y ixil, en los municipios de Santa María Nebaj,
el sur del departamento de El Quiché (CEE-III, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul, del de-
1999: 307-309); Gumarcaaj, con la cual se partamento de Quiché, asesinando alrededor
cubría el sur y el centro del departamento de del 15% del total de habitantes, arrasando
El Quiché (CEH-III, 1999: 309, 310); Tigre, el 70% de las aldeas y provocando el despla-
en el municipio de Ixcán, al norte del depar- zamiento del 60% de la población (CEH-III,
tamento de El Quiché (CEH-III, 1999: 312- 1999: 326-359); Maya-k´iche´, en el muni-
314); Xibalbá, que cubría los departamentos cipio de Zacualpa, departamento de Quiché,
de Alta y Baja Verapaz (CEH-III, 1999: 311); donde la población fue diezmada en un 11%
y, Zacualpa, que cubría el departamento de (CEH-III, 1999: 377-394); maya-Achi, en el
Huehuetenango (CEH-III, 1999: 310-311). municipio de Rabinal, departamento de Baja
En los 18 meses en que se detalla la informa- Verapaz, donde un 15% de la población fue
ción de las masacres cometidas por Fuerzas asesinada (CEH-III, 1999: 360-377).
de Tarea, de junio de 1981 a diciembre de
1982; se revela que el 57% del total de ma- La comparación de los resultados (en térmi-
sacres cometidas a lo largo de la guerra en nos del genocidio) creo que sirve para ilustrar
cinco departamentos (El Quiché, Huehuete- lo que sucedió. Debemos de dejar de ver la
nango, Chimaltenango, Alta y Baja Verapaz) guerra como un fenómeno homogéneo y más
fueron cometidas por Fuerzas de Tarea en bien entender la evolución diferenciada de re-
aquel tiempo. 51% cuando el dato se com- giones, las que juegan un papel en su relación
para con el total de masacres cometidas en con otras. De esa forma, en 1981 se libraban
todo el país a lo largo de la guerra. 7.5% del cuatro guerras contra cuatro adversarios dife-
total de masacres a lo largo de la guerra son rentes. En su enfrentamiento contra uno de
atribuibles a la fuerza de tarea Xibalbá; 5% a estos adversarios el Estado cometió genocidio.
la FT-Tigre; 15% a la FT-Gumarcaaj; 15% a la La pregunta entonces es ¿Por qué allí y no
FT-Iximché; y 9% a la FT-Zacualpa. Aproxima- en otras zonas? La clave de aquellas diferen-
damente ocho de cada diez masacres come- cias, en torno a la geografía del genocidio en
tidas entre 1981 y 1982 en aquellos cinco Guatemala, no está en los líderes rebeldes y
departamentos fueron perpetradas por fuerzas sus ideas, sino en la relación entre el tipo de
de tarea (346 de 454). campesino y los territorios. Es esto lo que de-
bemos desentrañar. Es esto lo que está detrás entender más bien las dinámicas regionales,
de las diferencias entre la misma organiza- la organización económica en el territorio, su
ción, que también tuvo resultados diferentes articulación con la economía nacional y su re-
de territorio en territorio6. lación con el Estado y el régimen político. Ver
conjuntos articulados de corredores geográfi-
Aquí la pregunta es ¿qué fue el altiplano cos y demográficos. De cómo se pasó de las
para el Estado de Guatemala? Es el lugar de zonas periféricas de colonización campesina, 93
los pueblos de indios. Y de las repercusiones a áreas de frontera y a zonas más ricas, lo que
de esta respuesta se hallan –me parece- las se concretó en la presencia –no creo que se
diferencias entre los resultados de ORPA y haya llegado a tener el control, o eso es algo
EGP. A pesar, reitero, de la capacidad mili- que hay que indagar a fondo- en el corredor de
tar –superior en los primeros, de acuerdo a la ruta interamericana que conecta la Ciudad
conclusiones preliminares desde mis investi- de Guatemala con Huehuetenango.
gaciones- de sus unidades militares perma-
nentes.7 Si alguna rebelión podía darse en El enconado debate que la tesis ha susci-
Guatemala ésta iba a desencadenarse en el tado se halla en relación dos asuntos de com-
altiplano. El altiplano estaba articulado a la pleja resolución: ¿Cuál era el carácter de la
economía capitalista a través de las plantacio- revolución guatemalteca? y, ¿Cuál fue el pa-
nes. Pero también, allí se fueron ensanchando pel de la vanguardia revolucionaria en ésta?
ciertos márgenes de protesta que se articula- ¿Comprendieron las élites revolucionarias el
ron entre sí. Tal y como en 1969, las propias papel del indígena en la revolución o más
FAR lo habían intuído, el altiplano era la zona bien, sus acciones desencadenaron ofensivas
de inserción más apropiada. Éstas fracasaron militares contra la población civil, que ellos
en aquel intento por implantarse allí. Otros lo nunca fueron capaces de prever? ¿Por qué la
lograron en 1972. guerrilla fue incapaz de conducir la guerra en
Guatemala? Una cuestión de profunda res-
Si sabemos que la geografía de la violencia ponsabilidad histórica.
no fue homogénea en todo el territorio nacio-
nal, me parece disparatado pensar que esa di-
ferencia se halla en las capacidades –que en- Tesis número dos
tonces serían gigantescas-, de la organización Los perpetradores del genocidio fueron
que llegó en 1972 al altiplano. Se precisa jóvenes, indígenas y analfabetos,
sometidos a un entrenamiento de corta
duración
6 Elemento que emergió de una conversación entre el au-
tor y Yolanda Colom.
7 Entrevistado número 10, Soldado del Ejército de Guate- Hasta ahora sabemos quiénes fueron algu-
mala, entrevista realizada durante 2005 (tercera sesión nas de las víctimas, cómo y cuándo murieron.
del primer año), relata un combate que se entabló con
unidades de ORPA en el volcán Tacaná: “… las FAR y Sabemos también que fueron asesinadas –en
el EGP nunca tuvieron combates como los que algunas su gran mayoría– por unidades del ejército.
unidades sostuvieron con ORPA. En una ocasión, con
ORPA se tuvo un combate que inició a las cinco de la
Algo hemos logrado reconstruir en relación
mañana y eran las tres de la tarde y la unidad no había con el alto mando de la institución militar,
podido entrar todavía al campamento de ellos.”
sus personajes más visibles. Pero hasta allí de 1996.8 A pesar de las agudas diferencias en
hemos llegado. De este punto en adelante, cuanto a la intensidad de la batalla, es posible
el camino se oscurece. Sabemos del ejérci- concebir aquel conjunto de eventos como un
to todavía en términos generales, pero no de fenómeno en tres ciclos. El que va de 1960
soldados, encuadrados en pelotones y com- o 1962 y llega hasta los primeros meses de
pañías. 1967; el que va de 1967 a 1982; y el que va
94 de 1983 a 1996. A finales de 1981, aquella
En el corazón del genocidio en Guatemala guerra alcanzó su momento más álgido.
hubo una breve, pero intensa ola de masacres Entonces, las fuerzas armadas lanzaron una
cometidas en el área rural. No se trató de un contraofensiva que arrasó con las bases de los
largo período de tiempo a lo largo del cual insurgentes. 626 masacres fueron cometidas
ocurrieran matanzas de forma gradual y dis- por fuerzas de seguridad del Estado y aparatos
persa. Se trató de una ofensiva militar a gran paramilitares (CEH-III, 1999: 252); miles de
escala ejecutada de forma relámpago por sol- personas fueron asesinadas o desaparecidas;
dados regulares encuadrados en el esquema un millón y medio tuvieron que desplazarse de
operacional de las Fuerzas de Tarea. Para ello sus comunidades de origen, buscando refugio
resulta importante rastrear dos elementos: el en distintas partes del país; dos cientos mil
tiempo y el espacio. salieron a México. 9
Aunque de forma intermitente, la guerra Antes que término jurídico, “las masacres”
atravesó treinta y seis años de la historia de fue la denominación que los guatemaltecos
Guatemala. De noviembre de 1960 a marzo le dieron a lo que estaba pasando durante
8 El punto de partida es objeto de serias discusiones. El forma: el 13 de noviembre hubiera sido posible sin
debate se cierra entre dos eventos: el alzamiento militar la revolución cubana; el 7 de febrero no. Para otros,
del 13 de noviembre de 1960 y el ataque que tuvo la guerra inicia en 1966, cuando el ejército inicia la
lugar el 7 de febrero de 1962. Un tercer elemento que matanza de más de 35 líderes de izquierda, lo que se
vendría –creo- a precisar el inicio de la guerra devendría conoce como el asesinato de los 28.
de dos procesos que hay que esclarecer: a) el momento
9 Un panorama sobre la magnitud de los desplazados y
en que aquellos militares que en vez de regresar a los
los refugiados puede leerse: “En los cuatro departa-
cuarteles, tras ser derrotados en noviembre de 1960,
mentos donde se registraron desplazamientos masi-
empiezan a considerar la guerra de guerrillas como una vos, El Quiché, Huehuetenango, Chimaltenango y Alta
opción. Un momento que debe estar fechado entre no- Verapaz, aproximadamente un 80% de los pobladores
viembre de 1960 y febrero de 1962. Me parece que el (o sea, más de 1.3 millones de personas) (dicha cifra
año 1961 fue un momento de gran importancia. Du- significó más del 17% de la población total del país
rante ese año tuvo lugar la implantación de la unidad en ese período) abandonaron, al menos temporalmen-
guerrillera que realizó el ataque de febrero de 1962. b) te, sus comunidades, principalmente a fines de 1981 y
el segundo proceso que es necesario esclarecer es el parte de 1982” (Mack, 1990: 11). El dato de los refu-
momento en que la izquierda, que empezó a ser per- giados guatemaltecos en México varia, entre los aproxi-
seguida tras la invasión de 1954, pasó de considerar madamente 50 mil, de acuerdo a las cifras oficiales de
la vía de las armas como el camino a tomar. Me parece ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
que estos dos procesos confluyen en el año 1961. Hay Refugiados) y COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda a
un hecho más que me parece que no puede quedar al Refugiados), a los 200 mil. La base de esta oscilación
margen de las fechas en las que hemos estado movién- radica en el número de personas que de forma dispersa
donos: la revolución cubana. El influjo de ésta puede cruzaron la frontera, asentándose en territorio mexi-
servir para medir el peso de los eventos que sirven como cano con o sin estatuto de refugiado. Sobre el tema
parámetros al inicio de la guerra. Lo advierto de esta ver: Aguayo (1985), Mack (1990) (1992); y, Castillo
(1999).
aquellos años. Aunque la masacre implica sual de 23). De junio de diciembre de 1981
la ocurrencia de varias ejecuciones arbitra- fueron 75, para un promedio mensual de 11
rias, en ellas regularmente ocurren otro tipo (CEH-III, 1999: 258; CEH-XIII, 1999: 228).
de hechos: desapariciones forzadas; violacio-
nes sexuales; lesiones graves; tortura y tratos Como ya adelantamos, nueve de cada diez
crueles; la destrucción de bienes de personas, masacres realizadas por fuerzas de seguri-
lo que sometió a poblaciones a condiciones dad del Estado o estructuras paramilitares, 95
de existencia que propiciarían su destrucción tuvieron lugar en cinco departamentos.10
física; el traslado por la fuerza de niños; y, la Éstos fueron: El Quiché (327), Huehuetenan-
mutilación de cadáveres, entre otros. Para los go (83), Chimaltenango (63), Alta Verapaz
guatemaltecos, el término masacre hace alu- (55), y Baja Verapaz (26). El genocidio se
sión, define y sintetiza todo este conjunto de concentró en esta pequeña porción de territo-
acciones (CEH-III: 249-252). rio, equivalente a un tercio del total nacional
(29 de 108 mil kilómetros cuadrados).
Pero hasta finales de 1981 casi nada de
esto había ocurrido. Las víctimas del genoci- Las unidades del ejército actuaron solas en
dio guatemalteco seguían aún con vida. A ini- seis de cada diez masacres. Se hicieron acom-
cios de 1983, los números estaban casi com- pañar por comisionados y patrulleros civiles
pletos. Los años del genocidio fueron 1981 en tres de cada diez. Las Patrullas de Autode-
y 1982. fensa Civil ejecutaron masacres sin presencia
de efectivos militares en un 3% del total de
Tomemos ahora en cuenta que nueve de casos. Además de estos grupos de vecinos or-
cada diez masacres fueron cometidas en cin- ganizados por las fuerzas armadas, participa-
co departamentos. Esto es: 554 de 626 ca- ban en las matanzas comisionados militares,
sos. Ocho de cada diez masacres tuvieron lu- “confidenciales”, administradores y propieta-
gar entre 1981 y 1982 en esos cinco distritos rios de fincas (CEH-III, 1999: 256).
departamentales. De diez casos de masacres,
ocho tuvieron lugar entre 1981 y 1982 para el Durante aquel año y medio que duró el ge-
caso de El Quiché (247 de 327); y nueve, en nocidio en Guatemala, la intensidad de las
los otros casos de Alta y Baja Verapaz (73 de operaciones llevadas a cabo por el ejército
81); Chimaltenango (56 de 63); y Huehuete- hace pensar que se empleó a casi la totalidad
nango (78 de 83) (CEH-III, 1999: 258; CEH- de unidades militares disponibles. El entrevis-
XIII, 1999: 228). tado número 32, Oficial del Ejército de Gua-
temala, en sesión realizada en el mes de julio
Entre junio de 1981 y marzo de 1982, 179 de 2005, cuenta cómo uno de los aspectos
masacres fueron cometidas (para un prome- previstos era –desde 1981– el incremento de
dio mensual de 18). El mismo número de ma- las tropas del ejército, lo que finalmente se
sacres que va de abril a diciembre de 1982 alcanzó en 1982.
(con un promedio mensual de 19). Con todo,
1982 es el año en que más masacres se eje- 10 Guatemala cuenta con un modelo de Estado central.
cutaron, 271 en total (para un promedio men- Departamentos es el nombre que reciben las porciones
de territorio en que se da la división político territorial.
“Entonces (1981) la propuesta del Minis- o -40 reclutas se desertaron anoche; -
tro de la Defensa fue aumentar los efec- faltan 25; - que faltan diez; y así... […]
tivos del Ejército para poder soportar ese entonces ahí ya iban rebajando y rebajan-
vendaval que se vislumbraba, porque ya do. Cuando veníamos a salir de los tres
estaba muy cerca de llegar a Guatemala. meses de entrenamiento, ya salían los
El Presidente Romeo Lucas, no creyó que pelotones de 50, 55, porque ya se había
96 fuera cierto lo que se le estaba diciendo. desertado la mitad.” (Entrevistado núme-
Cuando aceptó, lo que hizo fue autorizar ro 10, soldado del Ejército de Guatemala,
una compañía de ingenieros, porque él sesión realizada en 2005, primera sesión
estaba más preocupado por las carreteras, del primer año).
y no le daba mucho crédito a la cuestión
de la guerra. Hasta ahí llegó la propues- De la mitad que llegaba hasta el día en que
ta con el Presidente. […] Cuando apare- juraban bandera y salían de aquel centro se
ce Ríos Montt se le vuelve a plantear la realizaba una selección. En la narración del
misma situación. Entonces, él autoriza el entrevistado número 10, soldado del Ejérci-
incremento. Él habla de una movilización to de Guatemala, en entrevista realizada en
parcial, ese fue el término que él utilizó, 2005 (primera sesión del primer año):
para incrementar las fuerzas militares en
más o menos un 33% de lo que había en “Aparte, aparte, bueno los que no saben
ese momento. Como se necesitaba de in- leer nada pasen para allá; los que pueden
mediato contar con soldados capacitados escribir pero no saben leer pasen para
para mandarlos a la guerra, se invitó a los acá; los que pueden leer pero no pueden
que ya habían prestado su servicio militar escribir pasen para acá y así, entonces y
a que volvieran al ejército…” ya se agarraban. Entonces decían bueno,
para Poptún vamos a mandar 200, 200,
Como todo ejército, éste se compone de entonces comenzaban a contar, vamos a
soldados y oficiales. Durante toda la guerra el ver de los que pueden leer pero no pue-
sistema de reclutamiento militar fue forzado den escribir, pues hay 70, bueno 35 pa-
y discriminatorio. Luego de su reclutamiento, sen para allá. Y de los que saben leer de
los nuevos soldados eran llevados al Centro de sexto a ver este y este, cinco pasen para
Adiestramiento de Reemplazos (CAR), ubica- allá; de cuarto, uno, dos, tres, cuatro,
do en Jutiapa. Allí transcurrirían tres meses, cinco pasen para allá; de primero taz, taz
hasta incorporarse a un pelotón. Alrededor de para allá; y estos otros tantos que saben
la mitad de los reclutados lograban escapar de escribir pero no saben leer pasen allá; ya
aquella base militar. ajustaron los 200”.
12 La fecha exacta proviene de la siguiente referencia: “El El 9 de noviembre, con la ayuda del subjefe
12 de noviembre el Ejército sacó a todas sus unidades y de la FT-Iximché y de los cinco oficiales que
las trajo para Chimaltenango porque la guerrilla estaba
a punto de declarar liberado el Altiplano. Sólo quedó el integraban su Estado Mayor, Getellá presentó
destacamento de Playa Grande y la única autoridad era al Jefe del EMG el conjunto de planes que eje-
la guerrilla”. (CEH-II: 281). cutarían las tropas bajo su mando. También,
13 El entrevistado número 35, Oficial del Ejército de Gua- se dispuso cuántos batallones y la manera
temala, en entrevista realizada en julio de 2005 evaluó
el despliegue de la Fuerza de Tarea Iximché en estos como éstos serian relevados a lo largo de las
términos: “Fuerza de Tarea daba un despliegue masivo.
Aquí estamos hablando que la Fuerza de Tarea Iximché
movilizó aproximadamente unos dos mil efectivos, con
un plan súper secreto, hecho por los mismos oficiales, 14 “allí se nombró al mando de la Fuerza de Tarea. Ya esta-
ahí no entraron especialistas ni nada. Por eso no se ban allí presentes, ya sólo se designaron allí de una vez
filtró ninguna información hacia fuera. En un día se para que empezaran a trabajar.” (entrevistado No. 31,
desarrolló tal movimiento nocturno de toda la Fuerza Oficial del Ejército de Guatemala, entrevista realizada
de Tarea que ocupó Chimaltenango, parte de Sacate- en agosto de 2005). Getellá Solórzano es egresado de
péquez, parte de Sololá y parte de Chichicastenango. la academia militar de West Point (Nueva York, Estados
En un solo despliegue. De esos puntos para arriba (al Unidos) en 1963, Getellá estudió en la Escuela de In-
norte), hasta más o menos la cuenca del río Motagua. fantería del Ejército de Estados Unidos (1974), donde
Entonces, al día siguiente el Ejército apareció por todos también realizó el curso de Comando y Estado Mayor
lados.” (1978) (Osorio, 2000).
operaciones que se planificaron (entrevistado
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