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MOLDE de CABEZA

Molde de dos tapas o de dos taseles


TASEL es cada una de las partes que conforman un molde. También se llama tasel a la línea de
división de dichas partes.
Para tomar el molde o negativo a una cabeza, no podemos hacer un molde entero, ya que al ser
una forma cerrada y tener generalmente un estrechamiento en la zona del cuello, se nos dificulta
y/o imposibilita su vaciado, limpieza y copiado. Por eso tenemos que hacer un molde de dos tapas
o taseles.

¡Cuidado con algunos detalles! En primer lugar tenemos que “emprolijar” ciertos detalles de la
pieza, como tapar los huecos que queden a la altura de la base, rellenar orificios profundos e
innecesarios como los orificios nasales y rellenar la parte posterior de las orejas. ¿Por qué? El yeso
que pudiera entrar en estos huecos u orificios sería muy delgado y facilitaría la rotura de zonas del
molde. No necesitamos hacer fosas nasales con profundidad real, con sólo sugerir una zona de
oscuridad ya logramos el efecto deseado.

Rellenando la parte de atrás de las orejas


Para dividir las dos mitades del molde necesitamos un material que sea lo más delgado posible.
Podemos usar radiografías o las clásicas chapitas.
Cómo obtener las chapitas:
Primero nos tomamos una cerveza (o dos). Luego lavamos la lata. La abrimos con ayuda de una
tijera de cortar chapa o una tijera medio baqueteada. No usen tijeras buenas, las van a arruinar.

Para que la chapa de la lata pierda su curvatura y se enderece, la agarran con una pinza y la pasan
por encima de la hornalla. Con el calor la chapa vuelve a aplanarse.

Después recortamos las chapitas en forma de rectangulitos. Para calcular el tamaño tenemos que
tener en cuenta que la chapita se tiene que hundir en la arcilla 1,5 cm aprox y sobresalir hacia
afuera unos 3 cm. Tendrían que medir unos 5cm. X 2,5 cm aprox. No tienen que ser todas
exactamente iguales, es a ojo, la variedad de tamaños también nos es útil. Luego las planchamos
ayudándonos con una herramienta plana, un cuchillo de punta redonda, por ej. para que queden
bien, bien estiraditas, sin pliegues ni rebarbas.
Taselado: ahora es el momento de definir por dónde va a pasar la división de las dos partes del
molde. Como esta división deja su marca en la pieza definitiva es necesario elegir cuidadosamente
en qué lugares nos conviene insertar las chapitas para que esta unión quede lo más disimulada
posible. En general la hacemos pasar sobre la parte de atrás del lóbulo de la oreja, o sobre el pelo
de manera que acompañe y se disimule entre las posibles texturas

Las chapitas se colocan clavándolas en la arcilla, sin forcejear mucho para evitar que queden
marcas innecesarias. Tienen que sostenerse con firmeza, que no queden flojas y movibles. Las van
superponiendo un poco entre sí, tratando de que vayan formando un solo plano que va a dividir el
volumen de la cabeza en dos partes. No tienen que ser necesariamente dos partes iguales. Al
contrario, resulta más conveniente que la parte de adelante sea más grande, ya que de esa manera
se preserva la calidad de moldeado en la zona del rostro. Si la línea divisoria se va un poco más
atrás queda mejor disimulada entre el cabello y queda más oculta a la vista frontal de la pieza.

Una vez que colocamos todas las chapitas necesitamos que nos quede una línea de borde
uniforme, para eso vamos a doblar las chapitas unas sobre otras o recortamos las salientes con una
tijera. Si fuera necesario podemos pegar con cinta adhesiva alguna chapita que se nos separa del
contorno.
Registro: Necesitamos dejar alguna marca en ese plano que forman las chapitas para que, cuando
tengamos las dos tapas del molde sepamos exactamente cómo encajan una con la otra, que no
tengan la posibilidad de moverse o desplazarse. Para eso vamos a hacer unos registros. Consisten
en poner en dos o tres lugares a lo largo del tasel unas chapitas que formen un pequeño ángulo, y
que los ángulos queden mirando todos para el mismo lado. Esto nos va a permitir que luego el
molde tenga un encastre perfecto. Una vez que colocamos todas las chapitas recortamos el
contorno, eliminamos las puntitas salientes. El tasel es lo que nos va a determinar el espesor del
molde, no puede ser menor a unos 2,5 a 3 cm

YESO: Bien, ya estamos listos para empezar a preparar el yeso.

Es conveniente, antes de empezar, hacer una prueba del yeso. Preparan un poquitito, en un vasito
de yogur para cerciorarse que el yeso esté en buen estado, que levante temperatura, que fragüe y
endurezca bien.
Tengan a mano un balde o tacho que van a usar para limpiar los recipientes, herramientas, etc. El
contenido de ese balde lo van a ir dejando decantar para ir eliminando primero la parte líquida que
queda arriba y luego los sólidos los embolsan y los tiran en la basura. Tengan en cuenta que el yeso
les tapa mal las cañerías.
Vamos a necesitar recipientes plásticos flexibles, una esteca ancha o espátula angosta o cuchillo de
punta redonda. También un pincel medio baqueta a mano y algún recipiente con agua a mano para
enjuagar.
La primera capa de yeso la vamos a hacer coloreada. ¿Por qué? Para saber cuando estemos
picando el molde que ya estamos cerca de la copia. Vamos a usar témpera, común, escolar, o
ferrite. No usen otros pigmentos ya que pueden alterar el proceso químico del yeso.
Primero disolvemos bien el pigmento en el agua. No usen mucha cantidad. Preferentemente usen
colores rojo o naranja, son los que se notan más. El azul a veces nos confunde, no genera suficiente
contraste de color

Luego van a empezar a echar el yeso, espolvoreándolo entre los dedos, sin prisa pero sin pausa,
hasta que se formen islitas, pero no islitas que se hunden de inmediato, sino islas que
permanezcan. Mientras observamos las islas y vemos cómo la humedad del agua va subiendo por
ellas podemos golpetear suavemente la base del recipiente.

Cuando las islas ya están humedecidas, recién ahí y nunca antes, vamos a meter la mano en el yeso
y vamos a detectar con los dedos a ver si hay grumos, lo vamos masajeando suavemente entre los
dedos. La
consistencia que necesitamos es como yogur bebible, un líquido ligeramente cremoso. Cuando
saco la mano del boul los dedos tienen que quedar como pintados, cubiertos por una fina capa de
yeso que los cubra bien. Si está aguachento o vemos que la película de yeso se agrieta sobre los
dedos ¡OJO! Ese es un yeso que todavía no está a punto y quizás nunca lo esté. Lo llamamos “yeso
muerto”. Es probable que le falte yeso a la preparación, pero ya de nada sirve agregarle, ya que la
reacción química desatada ya no se puede alterar. En esos casos, lo que tenemos que hacer es
esperar un poco, volver a meter los dedos y chequear. A veces la escasa cantidad de yeso hace que
tarde más en producirse el efecto deseado. A veces nunca ocurre. Si no logramos que ese yeso
adquiera la consistencia deseada sólo nos queda desecharlo, ese yeso ya no sirve más.

Capa de calcado: Una vez que tenemos el yeso coloreado y con esa consistencia de yogur líquido,
lo utilizamos para cubrir toda la superficie de arcilla, de los dos lados, incluyendo también las
chapitas del tasel. Lo voy aplicando usando los dedos a modo de espátula, impulsando el yeso,
para que vaya cubriendo la pieza sin tener que tocarla. Para ayudarlo a meterse bien en todas las
rendijas y texturas puedo ir soplándolo. Si me es imposible llegar a algún recoveco puedo
ayudarme con un pincel, sin presionar para evitar dejar alguna huella en la arcilla.

Vamos preparando de a poca cantidad. Si no me alcanza para cubrir todo, puedo volver a preparar
yeso cuantas veces sea necesario. Si preparo mucho se me va a ir endureciendo y no me va a servir
y voy a desperdiciarlo.
Capa de espesor: Ya tenemos dos capas: la capa fina de calcado y otra que la protege. La capa
siguiente es para generar espesor en el molde. Entonces vamos a usar el yeso recién cuando toma
consistencia cremosa, de modo que lo pueda ir untando con espátula hasta darle a todo el molde,
incluyendo su tasel, un espesor mínimo de 2,5 cm. Siempre
Siempre vamos manteniendo limpio el tasel, tenemos que ver en la superficie lateral el borde de
las chapitas

Es muy importante que el tasel (la división de las dos tapas del molde) quede bien reforzado, que
tenga el mismo espesor que el resto del molde, ya que es en esa zona donde vamos a tener que
ejercer fuerza al momento de abrirlo.

Listo el molde!!!

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