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Derecho a la Información y otros derechos humanos: intimidad, vida privada, honor,

imagen, voz y principio de presunción de inocencia


De igual forma las instituciones del sistema educativo deben desarrollar programas de
actividades de conocimiento, difusión y promoción del derecho a la información pública de
todos los costarricenses. ARTÍCULO 23.- El derecho de acceso a la información pública no
podrá ser ejercido cuando: 1.- La información expresamente se encuentre clasificada como
secreto de Estado, por una ley. 2.- Se comprometa la seguridad nacional, la seguridad
pública o la defensa nacional. 3.- Materias cuyo conocimiento público pueden afectar los
intereses del país en negociaciones o tratos internacionales. 4.- La que pueda poner en
riesgo la vida, la seguridad o la salud de cualquier persona, o causar serio perjuicio a las
actividades de verificación del cumplimiento de las leyes, prevención o persecución de
delitos. 5.- La que por disposición expresa de una ley sea considerada confidencial,
reservada, comercial reservada o gubernamental confidencial. 6.- Se trate expedientes
judiciales o de procedimientos administrativos que no hayan finalizado. De la misma forma
las investigaciones preliminares que por denuncia o por acto oficioso de la administración
se realicen. 7.- Los procedimientos de responsabilidad de los servidores públicos, en tanto
no se haya dictado la resolución administrativa o la jurisdiccional definitiva. 8.- La
información que tiene por finalidad prevenir y reprimir la criminalidad en el país y cuya
revelación puede entorpecerla. 9.- La información referida a los datos personales cuya
publicidad constituya una invasión de la intimidad personal y familiar. 10.- La información
protegida por el secreto bancario. ARTÍCULO 24.- La información, establecida como
confidencial, en el artículo anterior, deberá mantenerse como tal, por el plazo que las leyes
lo determinen o en ausencia de esta por el plazo de diez años.

La teoría de los límites y la teoría de la adecuación


Otro aspecto de importancia esencial en el delito culposo, es lo atinente al resultado.
Sobre el particular se ha mencionado:
Como ya se ha dicho, las acciones imprudentes solo son castigadas por imperativo del
principio de intervención mínima
del derecho penal, en la medida en que producen determinados resultados. El desvalor de
la acción (la acción imprudente)
no es, por sí, suficiente para determinar una sanción penal, es
preciso, además, que se conecte con el desvalor del resultado
(la producción de un resultado prohibido). La producción del
resultado es el componente de azar de los delitos imprudentes, porque solo cuando existe
pueden ser estos castigados,
por más que la acción imprudente sea la misma, se produzca
o no produzca el resultado. Pero esto no quiere decir que el
resultado sea una pura condición objetiva de penalidad y que
basta que se produzca, aunque sea fortuitamente, para que
la acción imprudente sea ya punible. El resultado para ser
imputado al autor de la acción imprudente, debe estar en una
determinada relación con esta y ser la consecuencia lógica
del peligro inherente o creado por la acción misma220.
Cuando se analiza lo relacionado al resultado en el delito culposo
(imprudente), lo que se quiere dejar claro, es que debe establecerse una relación directa
entre la acción desplegada, faltando al deber objetivo de cuidado
y el resultado producido. Por ejemplo, no es suficiente con que se compruebe
que he faltado al cuidado debido, maniobrando un vehículo que tiene el sistema de frenos
en mal estado, si no ha ocurrido ningún resultado dañoso, es
decir, si no he atropellado, en tales condiciones, a un peatón o no he colisionado con
ningún otro vehículo.
Por el contrario, si a causa del estado de mi vehículo, se produce el
resultado lesivo, lo que se requiere es constatar que el percance se produjo
precisamente por el mal estado de los frenos del automotor, lo que me imposibilitó frenar
y evitar colisionar por detrás a otro vehículo, acción con la cual
se lesionó al pasajero que viajaba en la parte trasera de dicho automotor, resultando
incapacitado por dos meses para sus ocupaciones habituales. A esta
relación, denominamos relación de causalidad.
220 Muñoz Conde, Teoría General del Delito., p. 58.

Censura previa
Se dispone en el articulo 29 de la Constitución Política:

"Todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y


publicarlos sin previa censura; pero serán responsables de los abusos que
cometan en el ejercicio de este derecho, en los casos y el modo que la ley
establezca."

Y se establece en el articulo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos;

"1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y


expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar,
recibir y difundir informaciones e ideas de toda Índole, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito, en
forma expresa o artística, o por cualquier otro procedimiento
de su elección.

2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no


puede ser sujeto a previa censura sino a responsabilidades
ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley
y ser necesarias para asegurar:

a) El respeto a los derechos o a la


reputación de los demás, o la
protección de la seguridad nacional, el
orden público o la salud o la moral
públicas.

b) La protección de la seguridad
nacional, el orden público o la salud o
la moral públicas.
4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a
censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a
ellos para la protección moral de la infancia y la de la
adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.

5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la


guerra y la apología del odio nacional, racial o religioso que
constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción
similar contra cualquier persona o grupo de personas, por
ningún motivo, inclusive los de raza , color, religión, idioma u
origen nacional."

De las normas transcritas, y las relaciones normativas correspondientes, dentro del


mismo contenido de la Constitución (especialmente, con los artículos l y 28), se
desprenden, entre otras consecuencias imperativas importantes:

a. Que la Libertad de Expresión no admite más limites que los


establecidos en la misma Constitución.

b. Que los limites sólo pueden establecer mediante normas de


rango legal.

c. Que la censura previa está proscrita, autorizándose en forma


excepcional únicamente en relación con los espectáculos
públicos y con los propósitos que se establecen en la misma
convención.

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