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Monición

Celebramos hoy la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Y la palabra de Dios nos
invita a el amor misericordioso de Dios, manifestado en Cristo, simbolizado en su Corazón.

El libro del Deuteronomio dice que Dios es un enamorado. El amor del enamoramiento es
totalmente gratuito. Así de generoso es el corazón de Dios.

Históricamente, Israel no ofrecía títulos que merecieran amor tan grande: era un pueblo
numéricamente insignificante, que vivió largas etapas de su historia esclavizados.
Precisamente por eso, porque necesitaba ser amado para liberarse y crecer como pueblo,
Dios lo eligió y los amó.

En la Carta del apóstol San Juan nos invita el amor generoso del padre; todo Jesús es
revelación de Dios al mundo y lo sigue amando sin medida. La elección de los discípulos es
sumamente reveladora. Jesús manifiesta su misión fundamental: revelar que Dios sigue
amando con amor humanizado. “Corazón de carne”, a los discípulos y a la humanidad

El evangelio de San Mateo, nos dice está oración, que es una confesión de fe, nos revela la
experiencia de Dios como padre que vive en Jesús. Se hace humanidad viviente en Jesús,
que ama “aliviando a los cansados y agobiados”. La revelación se vuelve más transparente
al afirmar “Soy tolerante y humilde de corazón. Esta “humildad y tolerancia” no son pasiva.
Encierran el empeño para llevar descanso a los fatigados y fortaleza a los agobiados. Jesús
no vino a fabricar yugo que oprime a las personas. La celebración de Sagrado Corazón de
Jesús salió Sangre y agua, es signo realista se un amor hasta entregar “la última gota de su
sangre”. La sangre derramada sigue siendo el testigo más fuerte del amor.

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