El Cambio Sin Esfuerzo - Andrew Wommack

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FÁCIL
CAMBIO
ANDREW WOMMACK
Contenido
Introducción
Capítulo 1 Comienza por dentro

Capítulo 2 Medita la Palabra
Capítulo 3 Dios hablando
Capítulo 4 Transformado
Capítulo 5 Convertir el alma
Capítulo 6 Sujeto a duda
Capítulo 7 Una situación de crisis
Capítulo 8 "No te rindas"
Capítulo 9 Una palabra más segura
Capítulo 10 Lee con tu corazón
Capítulo 11 La semilla
Capítulo 12 Comprensión
Capítulo 13 Arraigados y establecidos
Capítulo 14 Persecución
Capítulo 15 Mi revelación
Capítulo 16 ¡Ahogado!
Capítulo 17 Menos
Capítulo 18 El proceso de crecimiento
Capítulo 19 Vida y poder
Recibe a Jesús como tu Salvador
Recibe el Espíritu Santo
Introducción
Cambio sin esfuerzo, parece imposible. Sin embargo, eso es lo que

la Palabra revela acerca de cómo funciona el reino de Dios.
La mayoría de las personas ven el cambio como un proceso difícil,

doloroso y laborioso. Para su forma de pensar, se necesita una gran
cantidad de esfuerzo para cambiar sus pensamientos, acciones y
circunstancias. Debido a esto, el cambio es algo a lo que se resisten.
Es difícil cambiar las rutinas, las tradiciones y los problemas de larga
data. Las personas se atascan en rutinas, formas de pensar y hacer;
por lo tanto, solo existe una resistencia natural hacia el cambio.
En este libro, quiero compartir contigo algunas verdades de la

Palabra de Dios que pueden transformar totalmente la forma en
que entiendes y abordas el cambio. Si recibe estas verdades en
su corazón y las aplica a su vida, podrá ver cambios en su vida sin
esfuerzo.
Si bien muchas personas no reconocen su necesidad de cambiar,

otras son muy conscientes y tienen un fuerte deseo de cambiar.
Si estás enfermo, probablemente desees caminar con salud. Si
está en la pobreza, es probable que quiera experimentar más de
la provisión financiera de Dios. Es posible que te des cuenta de
que te gustarían ciertos cambios en tu vida externamente.
Sin embargo, todo verdadero cambio comienza internamente.
Comienza con lo que hay dentro de ti.
El 31 de enero de 2002, el Señor me habló de una manera personal

y poderosa. Me dijo que había estado limitando lo que Él quería
hacer en ya través de mi vida debido a mi mezquindad de
pensamiento. Esta palabra literalmente sacudió mi mundo, así que
pasé una semana más o menos meditando sobre esto hasta que
se convirtió en una revelación en mi vida. Luego reuní a mi

personal y les dije de lo que Dios me había condenado, diciendo:
"No sé cuánto tiempo tomará cambiar la imagen que está dentro
de mí. Puede tomar una semana, un mes, un año, cinco años, no
lo sé. ¡Pero voy a cambiar y comenzaremos a ver un aumento!"
Recuerdo que en una semana, las cosas empezaron a suceder tan
rápido que
simplemente me asombró.
Antes de que tuviera tiempo de escribir una carta, enviarla a

nuestra lista de correo y recibir una respuesta (que normalmente toma
al menos tres meses), vimos un gran aumento financiero.
Todo lo que había cambiado estaba dentro de mí: mi
actitud, pensamientos y expectativas. Aparte de eso, no estábamos
haciendo nada diferente. Sin embargo, inmediatamente
establecimos récords durante tres meses seguidos en recibos de personas.
Esto fue antes de que saliera mi carta sobre este tema, antes de que
¡La gente tuvo la oportunidad de escuchar lo que Dios me había
dicho y responder! Cuando cambié por dentro, inmediatamente todo
en mi vida comenzó a cambiar por fuera. Este ejemplo es solo uno
de muchos que he experimentado personalmente. El cambio externo
comenzó a manifestarse en el exterior cuando comencé a cambiar la
forma en que
pensamiento en el interior.
Si quieres ver un cambio exteriormente, tiene que empezar en el

en el interior. De eso se trata este libro: cómo empezar a cambiar
por dentro. Si puede cambiar la forma en que piensa, la forma en
que es por dentro, entonces verá un cambio en el exterior... sin
esfuerzo.
Capítulo 1
Comienza en el interior
La Palabra de Dios revela claramente que como piensas en tu corazón, así

eres.
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.

Proverbios 23:7
Si no puede, o debería decir que no cambiará por dentro, entonces no verá

cambios por fuera. Puedes orar, rogar a Dios y hacer que otras personas
intercedan por ti todo lo que quieras. Incluso podrían ponerte las manos
encima hasta que te quiten todo el cabello de la parte superior de la cabeza,
pero no verás cambios en tu vida externamente hasta que cambies
internamente.
Mucha gente dice: "Pero deseo cambiar. He hecho todo lo que sé, pero
parece que las cosas son siempre las mismas". La Palabra de Dios es
verdad. Tal como piensas en tu corazón, así eres tú. (Proverbios 23:7.) Esta
es una ley de Dios. Romanos 8:6 confirma esta verdad, revelando que:
Tener una mente carnal es muerte; pero el ocuparse espiritualmente

es vida y paz.
Antes de ofenderse por mis palabras, resentirse y estar en

desacuerdo con lo que estoy compartiendo, considere esta verdad. Por
supuesto, todos tienen un bache en el camino de vez en cuando, ya sea que
estén caminando con el Señor o no. Vivimos en un mundo caído y tenemos
un enemigo que viene contra nosotros. No todos los problemas son el
resultado directo de algo defectuoso en nuestro interior. Sin embargo, si su
la vida en general está cayendo en espiral, si nada funciona y los

problemas son todo lo que parece experimentar, entonces debe
detenerse y considerar que tal vez su hombre interior necesite
algo de trabajo.
¿QUÉ HAS PLANTADO?
Las personas generalmente responden a circunstancias y

situaciones difíciles culpando a alguien o algo más. "Es el
color de mi piel. Es mi origen familiar. Yo estaba en
desventaja”. Ellos culparán a cualquiera. “Esta persona me
maltrató. Es mi empleador el idiota, no yo".
Siempre es culpa de alguien más.
Sin embargo, la Palabra deja en claro que tu experiencia, tu

entorno, todo acerca de ti, es básicamente el resultado de tu forma
de pensar. Como piensas en tu corazón, así son las cosas. Cuando
piensas en pensamientos espirituales, obtienes vida y paz. Cuando
no lo haces, obtienes la muerte. (Romanos 8:6.) Puede que no te
guste eso. Puede que estés diciendo: "No, eso no es cierto", pero
lo es.
Si fuera a tu casa a ver tu jardín, no lo haría

han tenido que estar contigo en el principio cuando sembraste
las semillas para saber lo que has plantado. Todo lo que tendría
que hacer es observar las plantas que están creciendo. si tienes maíz
creciendo allí, sembraste maíz. Si hay guisantes, sembraste
guisantes. Puede afirmar que alguien más entró y plantó algo
en su jardín que no tenía la intención.
Sin embargo, en última instancia, es su responsabilidad cuidar y
proteger su jardín. Lo que crece allí es lo que has plantado o lo
que has permitido que se plante allí.
Así como esto es cierto en el ámbito natural, es cierto en el

Reino espiritual. Todo lo que está creciendo en el jardín de

tu vida es lo que has plantado o permitido que se plante en tu
corazón. Antes de que realmente puedas ver el cambio, debes
dejar de usar excusas y de culpar a alguien y a todos los demás
por lo que está mal en tu vida. Tienes que dejar de decir: "Es
sólo el destino", o "mala suerte", o "nunca me funciona nada".
Las Escrituras revelan que según pienses en tu corazón, así
serás. (Proverbios 23:7.) Si piensas espiritualmente, tus
pensamientos producirán vida y paz. (Romanos 8:6.)
EL CONOCIMIENTO DE DIOS
2 Pedro 1:2 corrobora aún más el principio de que la vida de

tus pensamientos produce una cosecha en el ámbito natural,
cuando dice:
Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento

de Dios, y de Jesús nuestro Señor.
Muchas personas quieren que la gracia y la paz les sean

multiplicadas. Desean paz en su vida y oran por ella. Incluso
pueden estar pidiendo a otras personas que les ayuden a
conseguirlo. En realidad, están buscando que la paz venga
externamente, desde fuera de ellos, a sus circunstancias.
Estas palabras en 2 Pedro 1:2 revelan que la paz viene
a través del conocimiento de Dios.
La paz en tu vida no es la ausencia de problemas o

circunstancias desafiantes a tu alrededor. El tipo de paz
de Dios está allí incluso en medio de una tormenta. Reside
en el interior. Luego, eventualmente, esa paz en tu interior
comenzará a cambiar tus circunstancias en el exterior.
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad

nos han sido dadas por su divino poder, por medio de la
conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria
y virtud.
2 Pedro 1:3
Este versículo dice que el divino poder de Dios (tiempo pasado)

ya nos ha dado todas las cosas. La mayoría de la gente quiere
que Dios simplemente venga con Su poder desde afuera hacia
adentro. Ellos oran, "¡Oh Señor, extiende Tu poderosa mano y tócame!"
Están esperando que Dios envíe un relámpago espiritual
para golpearlos y luego, BOOM, sean sanados, prosperados,
liberados o lo que sea que necesiten. Sin embargo, esta escritura
dice que todas las cosas que pertenecen a la vida ya la piedad
provienen del conocimiento de Dios. Esto incluye sanidad,
prosperidad, liberación, gozo, paz, éxito en los negocios, buenas
relaciones y cualquier otra cosa.
Todo lo que pertenece a la vida ya la piedad viene a través
del conocimiento de Dios. Esto significa que el cristiano nacido de
nuevo ya tiene la paz de Dios en su espíritu. A medida que
renuevan su mente sobre quiénes son y qué
tienen en Cristo, atraen esa paz a su experiencia.
La experiencia dominante de tu vida es un reflejo de la forma en

que piensas por dentro. (Proverbios 23:7.)
En lugar de buscar que un cambio ocurra externamente en todos y
en todo lo que te rodea, lo primero que debes hacer es reconocer
que el cambio comienza en tu interior. Esto ocurre de acuerdo con
el conocimiento de que
tienes de Dios. (2 Pedro 1:2-3.)
LA REALIDAD
Esta es una verdad simple que estamos descubriendo, pero

es profunda. De hecho, la mayoría de la gente lo extraña porque
es muy simple, pensando, No, debe ser más complejo que eso.
Mi realidad actual no puede ser sólo el resultado de no pensar bien
las cosas. La Palabra de Dios es verdad. Puedes cambiar cualquier
circunstancia en tu vida al obtener la perspectiva de Dios y comenzar
a pensar en Sus pensamientos. Algunas personas llaman a esto por
diferentes nombres, pero creo que esto es lo que la Biblia llama fe.
La fe es simplemente ver las cosas desde la perspectiva de Dios.

Cuando alguien te hace algo, en lugar de simplemente reaccionar
en el ámbito natural y físico, basado en tus emociones, la fe
considera: "¿Qué dice la Palabra de Dios?"
Así que tomas una escritura como Efesios 6:12, que dice que no
estás luchando...
... contra sangre y carne, sino contra principados, contra

potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este
mundo, contra la maldad espiritual en las alturas.
En lugar de simplemente enfocarse en el hecho de que una

persona ha presionado su botón caliente, debido al conocimiento de
Dios que tiene a través de Su Palabra, reconoce que el diablo puede
hablar a través de las personas y usarlas para ir en su contra. En lugar
de solo ver las cosas en lo natural, tienes una perspectiva diferente
debido al conocimiento de Dios.
Piensas diferente por dentro. Te das cuenta de que tu lucha no es
realmente con esa persona que está enfadada contigo,
sino con el que resiste a Dios que está dentro de ti.
Debido a esto, eres capaz de responder a estas situaciones de
manera diferente a como lo hacen otras personas. Te das la vuelta
y amas a las personas que están en tu contra en lugar de
entrar en contienda, y produce resultados diferentes. Todo esto

comienza contigo pensando diferente.
Podría darte cientos de testimonios de mi vida y

las vidas de otros que han experimentado personalmente esta
verdad. Esta es la realidad. El mundo está lleno de personas que
quieren un cambio en sus circunstancias, pero pocos reconocen
que el cambio comienza en su interior.
LOCURA
En cada uno de nuestros Seminarios de Verdad del Evangelio, le hablo a

la gente acerca de nuestros colegios bíblicos. Durante mis comentarios, a
menudo pregunto: "¿Cuántos de ustedes se dan cuenta de que hay más?
¿Cuántos de ustedes desean más y quieren un cambio en su vida?" No
es raro ver que entre el ochenta y el noventa por ciento de la multitud
responda. La mayoría de ellos son cristianos—creyentes llenos del Espíritu
—que reconocen que es necesario que haya un cambio en
sus vidas. No están satisfechos con el lugar donde están y
quieren algo más.
Después de que todas estas personas admiten: "Sí, quiero un

cambio", vuelvo y pregunto: "¿Qué vas a hacer para lograr el cambio?
¿Qué va a ser diferente?" Una de las definiciones de la locura es
hacer lo mismo una y otra vez, y esperar resultados diferentes. Si
quieres que algo cambie en el exterior, entonces vas a tener que
empezar cambiando algo en el interior. No se puede mantener el
mismo proceso de pensamiento interno y cree que sus

circunstancias externas cambiarán. ¡Eso, por definición, es una
locura! En primer lugar, debes cambiar en tu corazón. Entonces
tendrás que dar algunos pasos para cooperar con ese cambio. El
cambio no va a venir de afuera. Comienza por dentro. Si quieres
un cambio en tu vida, entonces vas a tener que hacer algo diferente
en tu
espíritu.
En el momento en que menciono esta verdad, instantáneamente encuentro

resistencia porque la gente tiene miedo de cambiar. De hecho, he conocido a
personas antes que estaban en situaciones terribles y miserables, pero se
habían adaptado a ellas. Sabían que podían sobrevivir. Puede que no haya sido lo
que querían, su sueño o su meta, pero habían estado en su situación durante mucho
tiempo. Sabían que podían sobrevivir y tenían miedo de fracasar si intentaban
cambiar su realidad.
Si ese es usted, una de las cosas que debe suceder para efectuar un cambio en su
vida es que tendrá que llegar a un lugar donde esté enfermo y cansado de estar
enfermo y cansado. Tienes que llegar realmente a un lugar en el que digas: "Voy a
hacer lo que sea necesario para ver que estos cambios externos ocurran en mi vida.
Voy a empezar a cambiar mi forma de pensar. Voy a empezar a tomar algunos
riesgos".
A menos que esté dispuesto a hacer estas cosas, nunca verá este cambio externo.
"¿CUÁNTO TIEMPO?"
La Biblia relata la historia de cuando la ciudad de Samaria fue rodeada y sitiada

por el ejército asirio. (Ver 2 Reyes 6:24-7:20.) Los samaritanos se morían de hambre
al grado de que se estaban comiendo a sus propios hijos. El estiércol animal, que se
vendía como alimento, estaba cobrando un alto precio.
Esta ciudad sufría terriblemente por el asedio, la sequía y el hambre. El pueblo

estaba a punto de ser completamente destruido, pero no pudieron hacer nada al
respecto porque los sirios tenían a Samaria completamente rodeada.
Cuatro leprosos estaban sentados a la puerta de Samaria. mientras hablaban con

unos a otros, dijeron: "¿Cuánto tiempo vamos a estar sentados aquí?

¿hasta que muramos? Si nos quedamos aquí, moriremos. Si entramos
en la ciudad, el hambre nos destruirá. Salgamos a los sirios.
Si nos matan, vamos a morir aquí de todos modos. No tenemos nada
que perder. Tal vez nos muestren misericordia.” (Ver 2 Reyes 7:3-4.)
Entonces estos cuatro leprosos se levantaron y fueron al campamento sirio.

Resultó que el Señor ya había estado allí. Había hecho que los sirios
oyeran un ruido. Pensaron que los israelitas habían contratado a otra
nación para luchar contra ellos, por lo que huyeron aterrorizados, dejando
atrás toda su comida, animales, tiendas, provisiones, oro y plata. ¡Los
sirios habían huido para salvar sus vidas y lo habían dejado todo atrás!
Estos cuatro leprosos, que se enfrentaban al hambre unos minutos

antes, experimentaron una tremenda liberación personal. Salieron al
campamento y descubrieron comida que aún estaba caliente.
Comenzaron a comer hasta saciarse. Encontraron ropa, oro y plata.
Después de encontrar todas estas cosas, finalmente fueron ellos quienes
llevaron las buenas nuevas a la ciudad de Samaria. Se convirtieron en los
héroes que en realidad proclamaron la liberación de toda la zona. Todo
esto sucedió porque cuatro leprosos, rechazados por su ciudad, sentados
a las puertas, muriéndose de hambre, finalmente tomaron una decisión. A
pesar de que su perspectiva parecía terrible, declararon: "Tenemos que
hacer algo. Vamos a morir si nos quedamos donde estamos. Debemos ir
en alguna dirección". Así que consideraron sus opciones. Aunque esta
opción de ir al campamento enemigo no se veía muy bien, era mejor que
quedarse quieto y morir. Y debido a que hicieron algo diferente,
experimentaron una tremenda liberación.
SE NECESITA UN CAMBIO
Ahora mismo puedes estar muriendo como los cuatro leprosos. Si no

físicamente, entonces tal vez emocionalmente. Sabes que te estás
muriendo. Su matrimonio se está desmoronando. Las cosas no van bien.
Eres muy consciente de que algo anda mal. Sabes que hay más, pero
tienes miedo de dar cualquier paso porque tienes miedo de fallar. Si solo
miraras las cosas correctamente, te darías cuenta de que estás fallando
ahora. Incluso si tiene un ingreso garantizado, vive en una casa
relativamente agradable y sus circunstancias van bien, si no está satisfecho
y realizado en su corazón, entonces se está muriendo por dentro y es
necesario un cambio.
Si no te despiertas por la mañana y sientes: "Alabado sea Dios, otra

oportunidad para hacer lo que el Señor me ha llamado a hacer y marcar
una diferencia en este mundo", entonces, ya sea que te des cuenta o no,
se necesita un cambio. .
Si desea resultados diferentes, entonces tendrá que hacer algo diferente.

Seguir haciendo lo mismo una y otra vez, mientras oramos por resultados
diferentes, es una locura. Si quieres resultados diferentes, haz algo diferente.
El verdadero cambio comienza en el interior. Puedes sentarte allí y orar

para que Dios haga algo sobrenaturalmente. Mucha gente está orando
para ganar la lotería, o para que sus circunstancias cambien en alguna
otra tirada de dados. Si eso es lo que estás creyendo, no estás siguiendo
a Dios. Esa no es la forma en que Él va a suplir tu necesidad. Las
probabilidades de que eso suceda son de uno a uno. Nadie va a entrar a tu
oficina y pedirte de la nada que te conviertas en el CEO de una compañía
Fortune 500. Así no es como funciona la vida. El cambio no sucede de esa
manera. Si quieres un cambio por fuera, empieza por dentro.
Capitulo 2
Meditar en la Palabra
Recuerdo cuando la Palabra de Dios cobró vida para mí por primera vez.
Fue inmediatamente después de mi encuentro con el Señor que
cambió mi vida el 23 de marzo de 1968. La Biblia ya no era sólo un
libro sobre lo que Dios dijo. Mientras lo leía, supe que el Señor me
estaba hablando directamente a mí. Simplemente me enamoré de
la Palabra. Cuando lo estudié, el Señor me impartió verdades. yo
Podía decir que el cambio estaba ocurriendo en mi vida.
Recuerdo un caso cuando el Señor me habló y me dio una visión de

lo que quería hacer a través de mí. Él ya había impactado mi vida y
me sentí llamado al ministerio. Estaba en mi habitación en casa, y
todavía soltero en ese momento. Vi en mi corazón algunas de las
cosas que Dios quería hacer en mi vida. Mientras me arrodillaba junto
a mi cama y oraba con mi Biblia abierta frente a mí, me sentí abrumado
al pensar en ver ojos ciegos abiertos, oídos sordos escuchando,
personas resucitadas de entre los muertos.
todo tipo de milagros. Sabía que Dios me había llamado a enseñar

Su Palabra y que la vida de las personas cambiaría.
Siendo un joven de dieciocho años, oraba por todos
estas cosas.
Luego recuerdo haber tenido una especie de visión de muchas

cosas diferentes que sucedían, incluso yo ministrando a la gente
en la televisión, tal como lo hago ahora. Vi estas cosas y supe que
iban a suceder. Sin embargo, yo era un introvertido. Ni siquiera podía
mirar a una persona a la cara y hablar con ella. ¿Cómo iba a estar un
pueblerino introvertido de Texas en la radio o la televisión?
Seguramente no me habría elegido para esa responsabilidad.
"¿CÓMO HAGO ESTO?"
Así que ahí estaba yo, viendo en mi corazón una visión de

todas estas cosas que Dios me estaba llamando a hacer, viendo la
absoluta imposibilidad de todo en el ámbito natural. Estaba
arrodillado junto a mi cama, orando y preguntando: "Señor, ¿cómo
llego de donde estoy a donde sé que me estás diciendo que debo
ir? Parece una distancia tan grande, y no No tengo una pista para
correr. No sé cómo llegar allí. ¿Cómo hago esto?
Mientras oraba, abrí los ojos y miré. Había mi Biblia abierta sobre la
cama frente a mí. Cuando
Lo vi, escuché al Señor decir: "Si tomas Mi Palabra y meditas en
ella día y noche, entonces Mi Palabra te enseñará".
usted todo lo que necesita saber. Mi Palabra lo cambiará todo".
Sé que suena muy simple, pero si no hubiera sido tan simple, ¡no
habría podido conseguirlo! Tomé esa palabra como la dirección
de Dios para mí. Desde ese momento en adelante, simplemente
me derramé en la Palabra de Dios. No pensé en todas las cosas
que tenían que suceder para que esa visión se hiciera realidad.
No seguí preguntando: "Señor, ¿cómo supero mi timidez? ¿Cómo
obtengo el dinero? ¿Cómo
¿Supero esto y hago aquello?" Simplemente me olvidé de
todos esos problemas y me sumergí durante largos períodos de
tiempo en la Palabra de Dios. Hasta el momento en que me casé,
pasaba entre diez y dieciséis horas al día estudiando la Palabra.
y aprendiendo las verdades de
Dios. Mientras tomaba la Palabra de Dios y meditaba en ella día
y noche, comenzó a cambiarme.
Dios no hace acepción de personas. Si pones Su Palabra primero

lugar en su vida y medite en él constantemente, lo cambiará.
JOSUÉ
Eso es lo que Dios le dijo a Josué que hiciera. Estaba a

punto de asumir el papel de liderazgo de Moisés. Ahora, si te
detienes y lo piensas, Moisés sería un acto difícil de seguir. Josué
debe haber estado luchando con esta nueva asignación y
preguntando: "Dios, ¿qué debo hacer? ¿Cómo dirijo a esta gente?"
El Señor le dijo a Josué: "De la misma manera que estuve con

Moisés, estaré contigo. Donde sea que pisen tus pies, te daré
esa tierra". (Ver Josué 1:3,5.) Dios le dio a Josué varias
promesas, las cuales están registradas en Josué 1:1-7. Luego
continuó, diciendo:
Este libro de la ley no se apartará de tu boca.
Josué 1:8
Ahora, en este tiempo todo lo que la gente tenía eran los

primeros cinco libros de la Biblia, los que Moisés había escrito.
Hoy porque tenemos las escrituras completas, creo
que en lugar de "este libro de la ley", podemos decir, la
Biblia, la Palabra de Dios...
. ..no se apartará de tu boca; sino que de día y de noche

meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a
todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y luego
tendrás buen éxito.
Josué 1:8
Comencemos al final de este versículo y trabajemos hacia atrás. La mayoría

la gente quiere ser próspera y tener buen éxito. Sin embargo,

me parece sorprendente que la gran mayoría de las personas
pasen por alto la primera parte de este versículo. Pasarán su
tiempo de oración pidiéndole a Dios que "por favor prospere mi
negocio, por favor haga que mi matrimonio tenga éxito, por favor
sane mi cuerpo", pero no harán lo que dice la Palabra. Josué 1:8
revela que la forma de obtener prosperidad y buen éxito en cada
área de tu vida es tomar la Palabra de Dios y meditar en ella al
grado que sature lo que piensas, lo que hablas y cómo lo haces.
Actuar. Cuando la Palabra de Dios literalmente comience a
controlar su vida, prosperará y tendrá un buen éxito físico,
emocional, relacional y financiero, en todas las áreas.
Soy la prueba viviente de esta verdad. Esto es exactamente lo que es mi vida.

basado en.
ENFOCANDO TU ATENCIÓN
Usted puede estar pensando, pero Andrew, tengo un trabajo.

No puedo meditar en la Palabra día y noche. O puede estar
diciendo: "Tengo dos o tres niños en casa. Estoy constantemente
corriendo de un lado a otro, haciendo esto y aquello. No puedo
simplemente sentarme allí leyendo mi Biblia y no prestar
atención a lo que sucede". adelante con mis hijos". La mayoría
de la gente no cree que literalmente puedas meditar en la Palabra
de Dios día y noche. Piensan que esta es una demanda
totalmente impracticable. No entienden la verdadera definición
de meditación. La meditación es simplemente enfocar tu atención
en algo hasta el punto de que nunca deja tu conciencia.
La preocupación es meditación. Es solo meditación sobre

algo negativo o malo. Sean cuales sean sus demandas diarias,
cuidar a los niños, hacer mandados, limpiar la casa,
llevar a sus hijos a lugares, preparar la comida: ha pasado días

realizando todas estas actividades, mientras que en
al mismo tiempo tu mente estaba fija en pensar, ¿Cómo estoy?
vas a pagar por esto? ¿Qué vamos a hacer? ¿Mi cónyuge está
corriendo alrededor de mí? estan con alguien?
¿Nos dirigimos hacia un divorcio? Fuiste capaz de hacer todas las
cosas que necesitabas hacer, pero tu mente todavía estaba preocupada por
esas otras cosas.
En su carrera, podría estar haciendo cualquier tipo de trabajo que

haga, pero en su mente todavía puede estar pensando: ¿Cómo va a
funcionar esta situación? Podrías estar sentado allí
trabajando, pero tienes algo más que ocupa tu mente.
Estás preocupado por este tema día y noche. Si eres honesto,
probablemente ha habido momentos en que ciertos problemas te han
molestado hasta el punto de soñar con ellos. Experimentas una noche
de sueño irregular porque tu mente aún estaba enfocada, ¿Qué voy a
hacer?
¿hacer? ¿Cómo voy a salir de esta situación? Eso es preocupación,
que es una forma de meditación.
La parte de ti que se preocupa es exactamente la misma parte de ti

que medita. La meditación solo se enfoca en cosas positivas.
Si tienes hijos en casa o estás trabajando, no está bien que te sientes

a estudiar la Palabra dieciséis horas al día. Esto es no ser fiel a tu
familia, jefe o empleador, a las responsabilidades que te han sido
asignadas. Pero puede tomar un pasaje de las Escrituras, leerlo y luego
meditar en él el resto del día y la noche mientras
atendiendo a sus responsabilidades. Puedes estar pensando en la

Palabra de Dios y considerando, ¿Cómo se aplica esto a mí? mientras
realiza sus actividades diarias.
"¡CREER!"
La semana pasada estaba estudiando el relato del rey Josafat que se

encuentra en 2 Crónicas 20. El rey Josafat había sido fiel al Señor y
lo había servido, pero tres naciones
salió en su contra. Los ejércitos de estas tres naciones se unieron
en lo que pareció, al rey Josafat, ser una fuerza abrumadora. Parecía
que no había forma de
él y su gente para ganar. Entonces Josafat construyó una
plataforma, reunió a todo el pueblo y se dirigió a ellos. Se
puso de pie en la plataforma, levantó sus manos al cielo frente a
toda la gente y comenzó a orar. Él dijo: "Dios, no tenemos ninguna
ayuda, ningún poder, contra esta gran multitud que ha venido
contra nosotros. Nuestra única ayuda está en Ti. Estamos parados
aquí. Te estamos esperando. Dios, te necesito que hagas algo!" (Ver
2 Crónicas
20:12.)
Al final de la oración del rey Josafat, un profeta se puso de pie y

profetizó: "Ni siquiera tendrás que luchar en esta batalla. Por la
mañana, reúnanse. Saldrán y encontrarán que ya se ha ganado".
(Véase 2 Crónicas 2:17.) Después de esta declaración del profeta...
.. .Josafat se puso en pie y dijo: Oídme, oh Judá, y vosotros

habitantes de Jerusalén; Creed en Jehová vuestro Dios, y
estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
2 Crónicas 20:20
Josafat pronunció poderosas palabras de fe, diciendo: "¡Creed

en la palabra de Dios!" Se levantaron muy temprano a la mañana
siguiente y salieron al encuentro de estos tres ejércitos que venían
contra ellos. No solo dijeron que ellos
creyó a Dios; lo probaron actuando en su fe y poniendo a los

cantantes al frente. (Véase 2 Crónicas 2:21.)
Mientras meditaba en este pasaje de las Escrituras, pensé: ¡Qué

milagro! Algunas personas leen las historias bíblicas como si
realmente no hubieran sucedido, o tal vez creen que estos
eventos realmente sucedieron, pero le sucedieron hace tanto
tiempo a otra persona tan lejos que simplemente no se conectan.
No se limite a leer la información de la Palabra de Dios, empiece
a pensar en ella. Considere, ¿qué pasaría si estuviera en la
posición de Josafat? ¿Cómo hubiera sido decirles a los soldados
que se pusieran atrás y pusieran el coro al frente? ¿Cómo debe
haber sonado cuando cantaban, "Alabado sea el Señor, porque
para siempre es su misericordia" en su camino para encontrarse
con los tres ejércitos (2 Crónicas 20:21), más de un millón de
personas armadas hasta la empuñadura? Estos pensamientos
son el comienzo de la meditación.
Una cosa es leer un pasaje, pero otra cosa es profundizar y

meditar en él. Leí esos pasajes de las Escrituras una y otra vez
durante dos o tres días. Volvería a los mismos pasajes y pasaría
entre treinta minutos y una hora leyendo, buscando referencias
cruzadas y reuniendo información. Luego pasaba tiempo meditando
sobre lo que había leído durante el día. Estaba en un avión
viajando a un Seminario de la Verdad del Evangelio. Mis ojos
estaban cerrados, pero estaba pensando en el gran paso de fe que
fue para Josafat, y cómo Dios lo recompensó.
TODO LO QUE NECESITA
Efectivamente, cuando el pueblo de Judá subió a la colina y miró,

estos tres ejércitos que se habían alineado contra ellos se habían
vuelto uno contra el otro. Dos de ellos habían accedido a matar al
tercero. Entonces, después de que acabaron con ese ejército, ellos
empezaron a matarse unos a otros. Las últimas dos personas

en pie se mataron entre sí. Entonces, cuando los ejércitos de Judá
llegaron a la colina, miraron y no había nada más que cadáveres.
Encontraron tanto oro, plata y ropa que toda la nación de Judá tardó
tres días en recoger el botín.
La mayoría de la gente lee una historia bíblica como esa y con ligereza
decir: "Oh, hubo una victoria por confiar en Dios", pero puedes
ordeña este pasaje por tremendas verdades. Aquí estaba
Josafat, su vida y su reino parecían estar a punto de ser extinguidos.
En medio de eso, clamó a Dios. El Señor le dio una profecía. Él lo
creyó, y menos de veinticuatro horas después de que comenzó a
confiar en Dios, lo mismo que parecía que sería la destrucción de la
nación resultó ser una de las mejores cosas que jamás hayan
sucedido. El pueblo de Judá ni siquiera tuvo que levantar una espada.
Salieron y juntaron mucho botín, y Josafat lo dedicó todo al templo.
Antes de ese momento, otras personas habían entrado y robado todo
el oro y la plata del templo.
Por la fe en la palabra que Dios le había dado,

Josafat vio que esta situación que parecía que iba a ser su
destrucción se convirtió en lo mismo que Dios usó para suministrar
los recursos necesarios para restaurar el templo. ¡Resultó genial!
Durante días después de leer este pasaje, solo medité en esas

escrituras, pensando en cómo esas verdades se aplicaban a mi vida
y algunos de los problemas que enfrentaba que hacían que pareciera
que podría ser el final de Andrew Wommack Ministries. En lugar de
preocuparme por mis circunstancias, comencé a pensar que de la
misma manera que Dios actuó a favor de Josafat, Él podría hacerlo
por mí.
La situación que parecía que podría destruirme, podría
muy bien resulto ser una de las mejores cosas que me ha

pasado.
A medida que meditas en la Palabra, surge la fe. Muchas

personas pierden este aumento en la fe porque leen la Palabra,
pero no la meditan. Todos los que lean esto pueden no ser
capaz de pasar mucho tiempo en la Palabra pero todos
pueden meditar en ella día y noche.
Independientemente de cuáles sean tus circunstancias o

problemas, nunca estás a más de una palabra de Dios de
distancia de la victoria absoluta. El Señor sabe exactamente
dónde estás y cómo llevarte a donde se supone que debes estar.
Todo lo que necesitas es la más mínima instrucción, una
impartición de la sabiduría de Dios. ¡Todo lo que necesitas es una palabra
Capítulo 3
Dios hablando
Dios no se retuerce las manos y se pregunta cómo puede solucionar

una situación para usted. Hay una solución simple para cada persona.
Nuestro mayor problema es nuestra incapacidad para escuchar la voz
de Dios. La forma en que sabemos lo que Dios está diciendo es a
través de Su Palabra. Si nos metiéramos en la Palabra de Dios y la
meditáramos, el Señor nos hablaría. Él podría darnos sabiduría y
dirección.
Trato con todo tipo de personas en todo el mundo. Varían mucho en

la madurez. Muchos de ellos asienten con la cabeza y me dicen:
"Sabemos que esta es la Palabra de Dios y tiene nuestras
respuestas". Dicen eso porque saben que es lo que se supone que
deben decir, pero en un sentido práctico, la mayoría de la gente
realmente no cree que pueda resolver sus problemas en el trabajo,
en el hogar, en cualquier lugar, con la Palabra de Dios.
SABIDURÍA E INSTRUCCIÓN
En Proverbios, capítulo 1, Salomón describió por qué escribió el libro

que seguiría:
conocer sabiduría e instrucción; percibir las palabras de

entendimiento; Para recibir instrucción de sabiduría, justicia,
juicio y equidad; Dar sutileza a los sencillos, al joven
conocimiento y discreción.
Proverbios 1:2-4
Salomón dijo que el libro de Proverbios estaba destinado a dar

sabiduría a los sencillos y entendimiento a los que no tienen. Luego

habló sobre el bien de esta sabiduría.
y la comprensión te traerá y el mal te ayudará a evitar. Solo las
verdades contenidas en el libro de Proverbios te instruirán sobre todo
tipo de cosas.
El don de un hombre le hace lugar y lo lleva ante los grandes

hombres.
Proverbios 18:16
Este versículo no está hablando solo de tus talentos y

habilidades. Literalmente, está hablando de un regalo, un regalo dado
a una persona. El lado negativo de esta verdad es un soborno. Es
fácil comprender cómo un soborno puede afectar a las personas y
cambiar las cosas. Sin embargo, los obsequios también tienen un
tremendo potencial de influencia positiva.
Otro proverbio dice:
Echa fuera al escarnecedor, y se acabará la contienda; sí, la

contienda y el oprobio cesarán.
Proverbios 22:10
He aplicado esto en mi propio ministerio. Cuando haya problemas

entre las personas, acude a la persona que es la raíz de ello. Eche
fuera al escarnecedor, la persona crítica que está agitando todo, y
cesarán las contiendas, las contiendas y los reproches.
REPRESENTACIÓN PERFECTA
A través de la Palabra de Dios, puedes aprender a tratar con la

gente. Puedes adquirir sabiduría si eres un jefe, un empleado o
un vendedor.
Si usted es padre y está luchando con sus hijos, hay una gran
cantidad de información en la Biblia. Todavía tengo que
encontrarme con un problema en la vida para el cual la Palabra
de Dios no proporciona una respuesta. Y si tomas esta Palabra,
meditas en ella y pones este conocimiento dentro de ti, entonces el
Espíritu Santo, en el momento apropiado, acelerará las cosas para ti
y te mostrará qué hacer.
Dios me habla de esta manera. Esto es lo que hace que mi vida

funcione. Lo que ha cambiado mi vida es mi amor por la Palabra de
Dios.
A veces he enfrentado críticas de personas que dicen: "Amas la

Palabra de Dios más de lo que amas a Dios". ¡Yo no separo los
dos! Jesús es el Verbo hecho carne que habitó entre nosotros. (Juan
1:14.) Cuando me refiero a la Palabra, no me refiero solo a un libro
físico. Podría arrancar una página de la Biblia, incluso un libro
completo, pero no ha cambiado la Palabra de Dios. Las palabras
contenidas en
la Biblia representan perfectamente el corazón de Dios.
Cuando leo la Palabra, no estoy leyendo un libro acerca de Dios.

¡Este es el Señor que me escribe! Incluso algunas de estas cosas
que se dijeron hace miles de años a otras personas, Él me habla de
nuevo hoy.
"TE DARÉ CUALQUIER COSA"
El Señor le dijo a Jeremías:
Antes que te formase en el vientre te conocí; y antes de que

nacieras del vientre te santifiqué
ti, y te di por profeta a las naciones.
Jeremías 1:5
Algunas personas leen eso y dicen: "Bueno, esto fue algo escrito
específicamente para Jeremías hace más de tres mil años".
atrás. ¡Sin embargo, aquí estás emocionándote como si te lo
hubieran escrito a ti!
Puedo decirles la hora y el lugar exactos donde Dios me habló

esa palabra. Yo estaba en un apartamento en los apartamentos
Kingsley Place en Dallas, Texas, en 1973. Leí esas escrituras y
me acosté, pero no podía conciliar el sueño (que
era muy inusual para mí). Me pregunté, ¿Qué está pasando?
Entonces, de repente, la presencia de Dios se manifestó en esa
habitación. Esto sucedió poco después de que Jamie y yo nos
casáramos. Me levanté y fui a nuestra sala de estar. El Señor vino
a mí y me dijo, tal como lo había hecho con Salomón: "Te daré
todo lo que pidas". Así que le respondí diciendo: "Quiero la
capacidad de hablar Tu Palabra de manera efectiva, para que
cambie la vida de las personas". Entonces me tocó y me llevó a
Jeremías 1:5, diciendo:
Antes que te formase en el vientre te conocí; y antes que

nacieras de la matriz te santifiqué y te di por profeta a las
naciones.
Luego continuó hablándome, diciendo:
He aquí, pondré mis palabras en tu boca por fuego, y a este

pueblo por leña, y los consumirá.
Jeremías 5:14
Sí, Dios habló estas palabras a Jeremías hace miles de años,

pero también me las ha dicho a mí. Son míos. Di lo que quieras,
pero la verdad de esta experiencia es
trabajando para mi Estoy viendo el poder de Dios manifestarse.
Esta es una forma importante en que Dios me ha hablado en mi vida.

—a través de Su Palabra.
VIVO, NO MUERTO
Algunas personas dicen: "Bueno, quiero que Dios me hable

fuera de Su Palabra". No necesito eso. Realmente creo que Dios
inspiró a la gente a escribir Su Palabra. Muchos otros han dado su
vida para preservarlo. Mucha gente da por sentada la Palabra de
Dios. No lo respetan ni lo honran por lo que es: Dios hablándonos. Es
por eso que no obtienen el beneficio que yo obtengo. Créame, la
Palabra de Dios tiene todo lo que necesita para tener éxito.
Si simplemente hiciéramos lo que dice la Palabra, y meditáramos en

ella día y noche, prosperaríamos y tendríamos buen éxito. (Josué 1:8.)
La persona promedio no cree la verdad de que la Palabra de Dios

contiene todo lo necesario para el éxito. Por eso no meditan en la
Palabra de Dios de día y de noche, por eso no están prosperando y
triunfando más de lo que están.
Muchos cristianos no honran la Palabra de Dios viéndola literalmente

como Dios hablándoles. Cuando lo leen, lo hacen más por obligación
y deber religioso. No leen la Palabra esperando que Dios les hable.
Cuando abro la Palabra de Dios, literalmente la veo como si Dios me

hablara, y lo hace. Estas son palabras vivas. La Biblia está viva, no está
muerta. (Hebreos 4:12.) Hay una diferencia entre este Libro y cualquier
otro libro. Es por eso que elijo no leer mucho más. podría leer uno
u otros dos libros en un año, y eso es principalmente porque tengo

mucha gente presionándome para leer su libro.
Por lo general, estos libros han sido escritos por personas

que me agradan y sé que tienen cosas buenas que decir.
Sin embargo, mi deseo supremo es la Palabra. Todo lo que yo
la necesidad está allí mismo en la Palabra de Dios.
Un hombre se me acercó recientemente en una de mis

reuniones en California. Me dijo que realmente había disfrutado
el ministerio, que el mensaje lo bendijo y que no había
Escuché las verdades que había compartido ese día, antes.
Como era científico, me dijo: "Deberías leer este y aquel libro
sobre la ciencia y la Biblia. Entonces podrías llegar a donde
podrías llegar a la Biblia desde una perspectiva científica y
responder a todas estas preguntas, y así". adelante." Me dio
varios libros y realmente quería que yo
leerlos
LA COSA REAL
Finalmente, debido a que este hombre me presionaba tanto,

tuve que retroceder. No lo hice por enfado ni nada por el estilo.
Solo le dije: "La forma en que las personas aprenden a
reconocer el dinero falso no es estudiando todas las
falsificaciones. Hay tantas formas diferentes de falsificar dinero
que simplemente no puedes aprender todas las falsificaciones.
En cambio, las personas que están va a estar en el
Las líneas de frente para decidir qué billetes son falsos o no
reciben el real. Estudian el grano, el peso, la textura, el aspecto,
todo lo relacionado con los billetes auténticos. En el proceso,
se familiarizan tanto con lo real que pueden reconocer
instantáneamente una falsificación.
"Así es como me siento acerca de Dios y Su Palabra. Voy a

familiarizarme tanto con Dios a través de Su Palabra que no
tengo que ir a esta persona o aprender esto, eso y estas otras
cosas. Yo Voy a volverme tan
decidido, tan centrado en la Palabra de Dios, que no

tienes que tener todas estas cosas suplementarias".
Me doy cuenta de que esto es una desviación de cómo vive la

mayoría de la gente. La mayoría de la gente aboga por leer un libro
a la semana, un libro al mes o algo así. No digo que esté mal o sea
del diablo. ¡Solo digo que hay una diferencia definitiva entre el libro
de cualquier otra persona y la Palabra de Dios!
He escrito libros. De hecho, estás leyendo uno ahora mismo.

Así que es obvio que no estoy en contra de los libros. Pero
hay una diferencia entre mis libros y la Palabra de Dios. La única
razón por la que me gustan tanto mis libros es porque están
repletos de la Palabra de Dios. En realidad, mi propósito al escribir
libros es simplemente explicar verdades y compartir ejemplos
personales para ayudar a las personas a entender la Palabra de
Dios. Sin embargo, no me molestaría ni un poco si pasaras por alto
todos mis libros y solo meditaras en la Palabra de Dios día y noche.
Estarías mejor.
Toma la Palabra de Dios. Medita en él día y noche. Llegue a

donde la Palabra de Dios sea más real para usted que la
persona sentada a su lado en el autobús. Cuando estás en el
trabajo, aunque interactúes con la gente y hagas bien tu trabajo, la
verdad es que estás pensando constantemente en las Escrituras y
en lo que Dios te está hablando.
Medita en la Palabra de Dios y trata de relacionarla con diferentes
circunstancias y situaciones. Si hicieras eso, prosperarías más
accidentalmente que a propósito.
PRESTA ATENCIÓN
Proverbios dice:
Hijo mío, atiende a mis palabras; inclina tu oído a mis palabras.
Proverbios 4:20
"Atiende a mis palabras" simplemente significa prestar atención. Has

estado en la escuela antes cuando la maestra estaba allí hablando, y
aunque la estabas mirando directamente,
no estabas prestando atención a sus palabras. Las palabras le
entraban por un oído y le salían por el otro. Estabas soñando
despierto. Tu enfoque estaba en otra parte.
Del mismo modo, muchas personas pasan por los movimientos de leer
pasajes de las Escrituras sin realmente prestar atención a las palabras.
ellos están leyendo. Probablemente podría leer un capítulo
completo de la Palabra en poco tiempo y luego cerrar su Biblia tan
pronto como haya terminado. Pero si inmediatamente me acerco a ti y
te pregunto: "¿Qué capítulo estabas leyendo? ¿En qué libro de la
Biblia estaba?", ni siquiera tendrías idea. Ciertamente no podrías
decirme lo que lees. No estoy tratando de condenarte, solo quiero que
te des cuenta de la frecuencia con la que no prestas atención a Sus
palabras.
VIDA Y SALUD
Cada vez que enfatizo cuán importante y poderosa es la Palabra

de Dios, la gente siempre vuelve a mí y me dice: "He estudiado la
Biblia. He leído la Palabra. De hecho, he leído la Biblia completa y
no ha hecho que
tú me describes.” Para que la Palabra sea efectiva en tu vida,
debes hacer lo que dice Proverbios 4, que es atender a las palabras
de Dios e inclinar tu oído.
La frase "inclina tu oído" no te está diciendo que cambies la posición de tu

cabeza. Se trata de escuchar con el corazón. Está hablando de enfoque y
compromiso. Debes escuchar la Palabra de Dios con tu corazón, no solo con
tu cabeza.
Ponga una alta prioridad y valor en la Palabra de Dios. Comienza a tomar

cada una de estas palabras como una palabra directa de Dios para ti.
Atiendelo. Inclina tu oído hacia él. Entonces comenzarás a obtener los
resultados que estoy describiendo.
Hijo mío, atiende a mis palabras; inclina tu oído a mis palabras. Que no
se aparten de tus ojos; guárdalos en medio de tu corazón. Porque [las
palabras de Dios] son vida a los que las hallan, y medicina a todo su
cuerpo.
Proverbios 4:20-22
La Palabra de Dios es vida. ¡No importa cuán grave sea la situación en

la que te encuentres, la Palabra de Dios es vida y salud para toda tu carne!
Capítulo 4
transformado
Si estás luchando contra la depresión, no estás meditando

en la Palabra de Dios día y noche. Romanos 8:6 revela:
Porque el ocuparse de la carne es muerte; pero el

ocuparse espiritualmente es vida y paz.
Si tienes la muerte en cualquier forma trabajando en ti, incluyendo

depresión, desánimo, ira, falta de perdón, amargura, etc., es porque has
sembrado la muerte. No digo esto para condenarte, sino para iluminarte
y mostrarte dónde está la fuente de tu problema.
Recuerda mi ejemplo anterior cuando dije que no tengo que estar

contigo cuando plantas un jardín para ver lo que has sembrado. Todo lo
que tengo que hacer es estar allí cuando la cosecha crezca para saber
lo que has plantado. Si tienes muerte en tu vida, si estás deprimido,
desanimado, enojado o amargado, no has estado meditando en la
Palabra de Dios.
La mentalidad espiritual sólo produce vida y paz.
TOMA UNA PASTILLA GOS
Jesus dijo:
Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Juan 6:63
Dado que la Palabra de Dios es espíritu, tener una mente espiritual es ser
Palabra de Dios mentalidad. Si usted tiene la mente en la Palabra de Dios, este
producirá vida y paz.
Tú guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti

persevera, porque en ti ha confiado.
Isaías 26:3
Algunos podrían decir: "Pero he hecho todas estas cosas y todavía

tengo problemas terribles en mi vida". Diría que usted puede haber
leído la Palabra de Dios o haber escuchado a alguien más citarla,
pero no le ha prestado atención. No inclinaste tu oído ni guardaste
sus dichos en medio de tu corazón. (Proverbios 4:20-22.) Has
dejado apartar tus ojos
y centrarse en otras cosas. Si hace lo que dice la Palabra de
Dios, producirá los resultados que la Palabra dice que producirá.
Proverbios 4:20-22 revela que la Palabra de Dios será vida a los que
hallan sus dichos, y medicina a toda su carne.
Literalmente, miles de personas han venido a mí con

enfermedades en el cuerpo y me han preguntado: "¿Orarías por
mí?" Sí, rezaré por ti. Pero, ¿qué hace la persona que está orando
por todos los demás cuando
¿enfermarse? ¿Corro hacia alguien cada vez que tengo una
enfermedad que empieza a luchar contra mí? No, voy a la Palabra
de Dios. Al igual que si tienes un dolor, tomas una pastilla. Si tengo
dolor, tomo una pastilla de Gos. Tomo la Palabra de Dios.
LA SALUD FLUYE A TRAVÉS
Cada vez que tenga algún síntoma físico de enfermedad que me

golpee, me enfrentaré a ellos, los reprenderé y hablaré de mi fe.
Normalmente, eso se encargará de todo. he vivido
ahora más de cuarenta años en salud divina. Tomé un par de
aspirinas después de que me sacaron un diente y me debilité tanto
una vez después de ministrar 82 veces en dos semanas que tuve un
infección sinusal durante un par de días, pero eso es todo. no entiendo

enfermo. No creo en estar enfermo. Pero he tenido los
síntomas de la enfermedad y durarán una o dos horas. Si, después
de reprender los síntomas, no veo resultados instantáneos, entonces
tomo la Palabra de Dios. Empiezo a repasar pasajes de las
Escrituras que ya conozco, como 1 Pedro 2:24, que dice que por
Su llaga fui sanado. Es
no es lo suficientemente bueno como para citar estas escrituras
de memoria. Vuelvo y los busco de nuevo por esto.
principio. Las palabras de Dios son vida para los que las encuentran, y
salud a toda su carne (Proverbios 4:22). ¡La Palabra de Dios es
salud para tu carne!
Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su destrucción.
Salmo 107:20
Si necesito sanidad en mi cuerpo, tomo la Palabra de Dios y medito

en ella. Como estas palabras porque son vida y salud para mi carne.
Puedo incluso citar estas palabras, pero igual regresaré a mi Biblia
y las estudiaré. Como yo lo hago, la Biblia revela que:
La fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios.
Romanos 10:17
Note que el versículo no dice: "La fe viene por haber oído". No.
Está en tiempo presente. Tenemos que escuchar continuamente
la Palabra de Dios. Cuando medito en esas escrituras, remuevo la
fe que ya tengo dentro de mí. (Romanos 12:3.) Cuando empiezo a
meditar en las Escrituras, la salud fluye a través de mí.
Solo he ido unas pocas horas, máximo, durante los últimos cuarenta
años con cualquier síntoma de enfermedad en mi cuerpo. He

superado huesos rotos, hinchazón, esguinces, fiebre, malestar
estomacal y náuseas. De hecho, tengo un informe médico que dice
que tenía una enfermedad incurable. Sin embargo, a las pocas horas de
la visita de ese médico, estaba totalmente curado. He operado de
esta manera durante décadas, permitiendo que la Palabra de Dios
traiga vida y salud a mi cuerpo, y funciona.
Esto es lo que la Palabra de Dios enseña sobre sí misma. Sin embargo, la mayoría
la gente, incluso aquellos que dicen: "La Palabra de Dios es
importante", en realidad no viven como si fuera importante. No
meditan en la Palabra día y noche. Esa es la razón por la que no
tienen buen éxito y no son prósperos.
MANIFIESTO
Dios usó los primeros dos versículos de Romanos 12 para

transformar totalmente mi vida. Fue el primer pasaje de las Escrituras que
alguna vez cobró vida para mí en 1967. Estos versos me
impactaron tan profundamente que literalmente cambiaron el
curso de mi vida.
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que

presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad
de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:1-2
Eso es lo que estaba buscando en mi vida. Quería saber la

voluntad de Dios. Así que busqué la palabra "probar", y significa hacer
manifiesto a los sentidos físicos. Eso era exactamente lo que deseaba:
quería que el plan de Dios se manifestara.
físicamente en mi vida. Sabía que Dios ya tenía un plan para mi

vida. Creí eso. Simplemente no sabía lo que era.
No se manifestó a mis sentidos físicos. Creí que estaba allí, en
alguna parte. Solo quería que se manifestara. Así que durante
meses me concentré en este pasaje de las Escrituras. Quería el
resultado prometido al final del versículo dos, que manifestaría a
mis sentidos físicos lo bueno, aceptable,
y perfecta voluntad de Dios. Así que volví al verso uno y al
comienzo del verso dos para ver qué tenía que hacer para llegar a
mi final deseado.
El verso uno transformó radicalmente mi vida y me dio una

dirección totalmente nueva. Después de meditarlo durante tres
meses y medio, tuve esta experiencia donde Dios derramó Su
amor en mi vida. Esto sucedió el 23 de marzo de 1968 y
literalmente cambió el curso de mi vida. Nunca he sido el mismo
desde entonces.
Tan importante como fue esa experiencia, habría perdido la

beneficio de este encuentro con Dios si no hubiera seguido
creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios. Usted puede
estar luchando por entender eso, pensando, Oh, si tan solo
pudiera realmente encontrarme con Dios. Si tuviera una visión o
si el Señor se me apareciera, entonces mi vida nunca sería la misma.
He tenido algunos encuentros muy milagrosos con Dios, pero te
digo que no puedes vivir solo de una experiencia o emociones.
Han pasado más de cuarenta años desde que me encontré
Dios de esta manera. Si todo lo que viviera fuera una
experiencia que me sucedió hace más de cuarenta años, hoy
estaría seco, muerto y sin vida.
Ese encuentro me puso en marcha. Abrió mis ojos

y me dio una visión. Me proporcionó motivación.
Ese encuentro fue bueno, y alabo a Dios por ello, pero qué
realmente cambió mi vida fue Romanos 12:2:
No os conforméis a este mundo, sino transformaos

por la renovación de tu mente.
Esto es lo que me ha pasado: he sido transformado por la

renovación de mi mente. Tuve esta experiencia sobrenatural,
que me llamó la atención, cambió mis deseos y me hizo
moverme en una dirección diferente. Sin embargo, es la
renovación de mi mente a través de la Palabra de Dios lo que
me ha transformado completa, completa y totalmente. Atribuyo
todo el poder y la victoria que he experimentado a que la
Palabra de Dios se hizo viva y me habló.
DERRETIDO
Romanos 12:2 dice:
No os conforméis a este mundo.
La palabra griega traducida como "conformado" aquí

significa literalmente verter en el molde. No vas a salir de esta
vida de la misma manera que entraste. Llegaste siendo un bebé—
inocente, ingenuo, sin un rumbo firme ni un plan de vida.
Cuando vivas veinte, cuarenta, sesenta o más años, las
presiones de esta vida te derretirán.
Cada uno de nosotros se derretirá. Cambiarás de forma, forma
y dirección. Sin embargo, la buena noticia es que puedes elegir
en qué molde encajas.
Las presiones de esta vida tienden a tratar de obligar a

todos a caer en el molde del pesimismo del mundo. Cuando
pierdes tus sueños y metas, albergas falta de perdón y te
amargas. Ese es el molde en el que los problemas de esta
vida están tratando de forzarte. Pero no tienes que entrar en ese molde
Puedes elegir ser transformado.
La primera vez que entendí realmente este concepto fue el

día que recibí mis pedidos para enviarlos a Vietnam. Como la
mayoría de mis compañeros soldados, todavía era un
adolescente. A los diecinueve años de edad, ya había pasado
por mi entrenamiento de infantería. Todos los hombres con los
que había estado entrenando, excepto uno, recibieron órdenes
de ir a Vietnam. Inmediatamente, la mayoría de estos jóvenes
rompieron en miedo y comenzaron a llorar.
Mientras escribo esto hoy, estamos en guerra en Irak. Muchos

hombres y mujeres valientes han dado su vida por la causa de
la libertad. Cada uno tiene una historia, amados familiares y amigos.
que los extrañan, y esperanzas y sueños incumplidos.
Sin embargo, el gran volumen de sangre estadounidense
que fluyó en Vietnam supera con creces las 1.700 muertes
durante dos o tres años en Irak, que el recuento de víctimas palidece
en comparación. Aunque los coches bomba y otros peligros en Irak
son bastante malos, no es nada comparado con lo que estaba
pasando en Vietnam en el momento en que recibí mis órdenes.
Había morteros, bombas, trampas explosivas y personas con armas
de fuego acercándose a ti. Cuando te enviaron a Vietnam, sabías
que ibas a entrar en contacto con el enemigo. No eran solo algunas
de las personas de allí las que estaban recibiendo disparos. Fue
todo el mundo. Debido a esto, la gente se desmoronaba a diestro y
siniestro como maletas de dos dólares cuando recibían sus pedidos.
Después de recibir nuestras órdenes, mientras todos estos jóvenes

lloraban por toda la habitación, entró el capellán y
hizo esta declaración: "Ir a Vietnam es un fuego y te derretirá.
Pero puedes elegir en qué molde encajas".
Esto no tiene que ser una experiencia negativa que te
destruya. Puede ser una experiencia positiva.” Dios usó las
palabras de ese capellán para hablarme directamente.
RENOVA TU MENTE
Puede que no seas un soldado en medio de una zona de guerra,

pero aún tendrás presiones en tu contra en esta vida que te
derretirán. Sin embargo, puedes elegir si deseas
sé como las otras personas que se vuelven negativas, amargadas e
implacables. Tú eliges si murmurarás y te quejarás, o si dejarás que
estas cosas te lleven al Señor.
y os haga más fuertes y estables en vuestro compromiso
con Dios. ¿Cómo haces esa elección?
No os conforméis a este mundo, sino transformaos

por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál
sea la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Romanos 12:2
La palabra griega traducida como "transformado" aquí es

metamorphoo. Es la palabra de la que derivamos nuestra palabra
en inglés "metamorfosis". Un gusanito hace girar un capullo y
luego, después de un tiempo, sale una hermosa mariposa. Si
quieres ser transformado de algo espeluznante, reptante y terrenal
a algo hermoso que puede volar, necesitas metamorfosearte.
¿Quieres cambiar de ser débil, inferior y atado por todo tipo de
problemas a alguien que libera y experimenta la vida abundante de
Dios desde adentro? La Palabra de Dios revela que la manera de
hacer esto es mediante la renovación de tu mente. Debes renovar tu
mente a la
Palabra de dios.
No puedes simplemente apagar tu mente y pensar en nada.

A veces, cuando le preguntas a alguien qué está pensando,
te responde: "Nada". La verdad es que estaba
pensando en algo No puedes no pensar. Tu mente está en constante

movimiento. Incluso cuando estás dormido, tu mente subconsciente
te inspirará sueños. Ya sea que esté despierto o no, no puede
desconectar su mente y no pensar.
Todo lo que puedes hacer es elegir lo que piensas: las cosas del
Señor o las cosas del mundo.
Las cosas del mundo pueden ser simplemente cosas físicas,

naturales. No tienen que ser cosas demoníacas, clasificadas X,
clasificadas R, terribles e impías. Pueden ser cosas decentes. No
tienen que ser malos. Pero si estás ocupado con las cosas de este
mundo, nunca experimentarás esta transformación.
LA MEJOR COSA
EN EL MUNDO
Si quieres que tu mente se transforme, como una oruga

en una mariposa, la manera de hacerlo es poniendo tu mente en Dios
a través de Su Palabra. Si deseas ser vertido en el molde de Dios,
hazlo por la Palabra de Dios.
No hay otro sistema que Dios tenga establecido.
Ahora, puedes experimentar un toque de Dios. Él nos ama, y

especialmente en tiempos de crisis, podemos clamar a Él y Él nos
tocará. Algunas personas llaman a esto una epifanía. Tú
podría tener un encuentro con el Señor. Dios podría hablarte y
tocaría tu vida. Pero te garantizo que este tipo de experiencias
emocionales solo duran un período de tiempo muy corto. Nunca
podrás mantener una relación con Dios, y ciertamente no podrás ser
transformado, si tu experiencia permanece únicamente en un nivel
emocional.
Tienes que renovar tu mente. Si quieres ser

transformado a largo plazo y ver su cambio de vida, debe

ser transformado por la Palabra. Debes renovar tu mente.
Algunas personas dicen: "Eso me parece restrictivo". Para mí, es
increíble. Me encanta esta verdad porque es tan simple. Todo lo que
se requiere para la transformación es que simplemente medites en
la Palabra día y noche. (Josué 1:8.) Mantén al Señor y sus verdades
en tus pensamientos. Revíselas una y otra vez, manteniendo su
mente fija en la Palabra de Dios, no en "como se revuelve el
estómago" en la televisión. Si mantiene su mente en el Señor al
meditar en Su Palabra, entonces, sin esfuerzo, automáticamente, su
vida comenzará a cambiar.
Algunas personas realmente luchan por creer que esto es cierto. Si

ese es usted, no lo golpee hasta que lo haya probado. lo he probado yo
He pasado miles, decenas de miles, quizás incluso cientos de
miles de horas meditando en la Palabra de Dios. No hay nada que
me desafíe e inspire más que estar en la Palabra de Dios y
escucharlo hablarme. De repente, reconoceré una aplicación entre
los principios que veo en las Escrituras o en la vida de cierto
personaje de la Biblia y la mía. Dios hace una conexión directa entre
Su Palabra y mi vida. Lo más grande del mundo para mí es ver o
experimentar a Dios hablándome a través de Su Palabra.
UN SUBPRODUCTO, NO LA CAUSA
Muchos cristianos no sienten lo mismo acerca de la Palabra de

Dios. Han leído la Biblia. Puede que no lo hayan encontrado aburrido,
pero no les resultó tan estimulante como una novela.
Personalmente, creo que el tema de la Palabra de Dios supera
cualquier novela, cualquier argumento que se te ocurra. La Biblia está
llena de tantas cosas maravillosas. Sin embargo, muchos cristianos
simplemente lo leen como un libro y no se encuentran con Dios.
recibir de Él como Él quiere que lo hagan. No pueden decir

honestamente que pasar tiempo con Dios a través de Su Palabra
es lo más emocionante que han hecho.
Puedo decir con verdad que el mayor gozo y emoción que creo que
he tenido en mi vida ha venido cuando he estado a solas con Dios
estudiando Su Palabra. De repente, me conecto con el corazón de
Dios. Sé lo que Él me está diciendo a través de las Escrituras. Dios
me da una revelación directa. Puedo decir sinceramente que es lo
mejor que me ha pasado en la vida. He visto a varias personas
resucitar de entre los muertos, incluido mi propio hijo. He visto grandes
milagros y sanidades manifestarse. No digo que estos eventos no
fueran maravillosos y emocionantes. Lo fueron, pero es la Palabra de
Dios y mi relación con Él a través de Su Palabra lo que ha causado
que sucedan todas esas cosas. Han sido un subproducto, no la causa.
renovando mi
mente a la Palabra de Dios es lo que ha cambiado mi vida.
Si quieres ser transformado, la forma de hacerlo es tomando

la Palabra de Dios y meditar en ella día y noche. Medita en ello, y te
cambiará. ¡Eso sí que es emocionante!
Capítulo 5
Convirtiendo El Alma
Recuerdo vívidamente lo que estaba pasando en mi vida cuando

el Señor me mostró la importancia de Su Palabra. Acababa de
hacer un compromiso con Él. Mientras buscaba al Señor, sentí que
Él me dijo que abandonara la universidad. Esto fue durante la Guerra
de Vietnam, así que para mí seguir a Dios en esto significaba que
sería inmediatamente reclutado y enviado a Vietnam. También yo
perdería los ingresos de seguridad social que había estado
recibiendo desde la muerte de mi padre. Podía mantener este
ingreso solo mientras todavía estaba en la escuela. Así que seguir
al Señor me costó financieramente. Me envió a una zona de guerra
donde muy posiblemente podría haber sido asesinado. Más allá de
eso, todas las personas en mi vida a las que había admirado hasta
ese momento me dijeron de una forma u otra: "Esto no es Dios".
Me dijeron que esto era del diablo y que si iba a ser predicador,
entonces necesitaba obtener una educación en el seminario.
Todos me decían lo tonto que era y que mi ministerio no se llevaría
a cabo a menos que siguiera la forma prescrita de hacer las cosas.
No estaba tratando de rebelarme
contra el consejo de estas personas bien intencionadas. Solo
quería ser obediente a lo que sabía que Dios me estaba hablando
en mi corazón.
Cuando me encontré con estas escrituras en Romanos 12, Dios

me mostró que si tomaba Su Palabra y meditaba en ella, Su Palabra
lograría todo lo que necesitaba en mi vida. No puedo decirles cuánto
consuelo y dirección me dio eso en esa encrucijada crucial de mi vida.
Así que me entregué a la Palabra de Dios, y aquí estoy más de
cuarenta años después, cumpliendo la voluntad de Dios para mi vida.
Es la revelación de la Palabra de Dios que ha transformado mi vida y
ministerio, y lo mismo puede ser verdad para usted.
Los 176 versículos del Salmo 119, el capítulo más largo de la

Biblia, tratan sobre la importancia de la Palabra de Dios. Considerar
estos extractos de este maravilloso capítulo:
¿Con qué limpiará el joven su camino? cuidando de ello

conforme a tu palabra.
Salmo 119:9
Tu palabra he guardado en mi corazón, para no pecar contra ti.
Salmo 119:11
Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los escandalizará.
Salmo 119:165
RESTAURADO
El Salmo 19 también afirma la importancia de la Palabra de Dios y

cómo cambiará tu vida. Las diferentes frases en este Salmo como
"la ley de Jehová", "estatutos de Jehová", "mandamientos de
Jehová" y "testimonio de Jehová" se refieren simplemente a la
Palabra de Dios.
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma.
Salmo 19:7
En hebreo, esta palabra traducida como "convertir" aquí significa dar

marcha atrás. Muchas personas han experimentado una tragedia en
su vida. Su alma ha sido magullada, maltratada y dañada. La
persona promedio simplemente sigue cargando con este dolor. No
parecen capaces de liberarse. Por lo tanto, la mayoría de las personas
simplemente han aceptado su dolor como la forma en que se supone
que debe ser la vida.
Una de las razones por las que aceptan esto es porque así es
como el mundo, aparte del acceso al poder sobrenatural de Dios, ve
la vida. En el ámbito natural, sin Dios, eso es cierto. Eres un producto
de tu entorno. Si fuiste abusado verbal, física o sexualmente, eso te
va a marcar. Si te golpearan, te condenaran y te dijeran que no
puedes hacer nada y que no equivaldrás a nada; que muy bien podría
influir en ti por el resto de tu vida.
Sin embargo, Dios no tiene la intención de simplemente darte la

capacidad de afrontarlo. Él puede cambiarte por completo para que
sea como si esas cosas nunca sucedieran. A través de Su Palabra,
Él quiere convertir tu alma, devolverte a la condición en la que estabas
antes de que los afanes de la vida te abrumaran. (Salmo 19:7.)
Si fuiste dañado por algo o alguien, no

tener que soportar eso durante cinco, diez, veinte o treinta años.
Puedes superarlo. La Palabra de Dios convertirá tu alma y la hará
regresar a lo que Dios quiso que fuera.
SABIDURÍA
Desde la caída de Adán y Eva, nuestra existencia y

nuestro entorno han sido tan negativos y diferentes de lo que Dios
originalmente pretendía que fueran. Cuando un niño promedio se
gradúa de la escuela secundaria, ha visto
decenas de miles de brutales asesinatos en la televisión. ellos han

sido expuesto a la inmoralidad sexual y la impiedad que el Señor nunca
tuvo la intención de que la humanidad fuera cargada
con. ¿Cómo superas todo eso? La ley del Señor es perfecta, no solo es
buena. No solo es mejor que cualquier otra cosa que haya por ahí. Es
perfecto; y convertirá, restaurará, tu alma a su condición original.
Muchas personas cargan con el equipaje, heridas y dolores de años

anteriores, de todo tipo de cosas, como matrimonios anteriores, pérdidas,
decepciones y relaciones rotas. Parece que nunca se recuperan. Eso es
porque no están tomando la Palabra de Dios y usándola apropiadamente
en su vida. El Salmo 19:7 nos dice que la Palabra de Dios es perfecta.
Convertirá tu alma. Te restaurará a tu condición original prevista por Dios.
El Salmo 19:7 continúa, diciendo:
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
La Palabra de Dios hace sabios a los estúpidos, a las personas que

no piensan correctamente y cometen errores.
He escuchado todo tipo de historias de personas que tomaron

decisiones estúpidas y sufrieron por ello. Cometieron adulterio y luego
terminaron en vergüenza y desgracia.
Perdieron su trabajo, su iglesia y sus amigos. Terminaron con problemas
físicos, como el SIDA. Una y otra vez la lista de repercusiones van
desde las cosas estúpidas que hemos hecho. De vez en cuando, solo
quiero preguntarle a la gente: "¿Qué tan tonto puedes volverte y aún así
respirar?" Es increíble lo que hacen algunas personas.
Usted puede estar pensando, he hecho algunas de esas mismas cosas.

Simplemente no parece ser capaz de evitarlo. Justo aquí en el Salmo
19:7, la Palabra de Dios promete dar sabiduría a los simples.
La Palabra de Dios te hará sabio aunque hayas sido estúpido en el
pasado. No tienes que someterte a la mentira que dice: "Bueno, mi
mente no es tan brillante como la de los demás". La Palabra de Dios
acelerará tu pensamiento y te dará entendimiento.
ALÉGRATE
Muchas personas simplemente están deprimidas y derrotadas.

Parece que no pueden encontrar ninguna razón para regocijarse.
Están luchando, y dan esta razón y esa excusa diciendo: "Esto y
aquello me pasó a mí". ¿Sabes lo que dice la Palabra de Dios acerca
de los que están deprimidos y
¿derrotado?
Los estatutos de Jehová son rectos, que alegran el corazón.
Salmo 19:8
Si no estás lleno de gozo, paz y regocijo, el problema no son tus

circunstancias (1 Pedro 1:8). de elogio, se debe a que hay un vacío en
el interior que busca ser llenado. (Isaías 61:3.) No conoces la verdad de
la Palabra de Dios. Los estatutos del Señor son rectos y alegrarán tu
corazón. Si está desanimado, tome la Palabra de Dios. Empiece a hablar
las promesas de Dios para usted mismo. ¡Puedes ser feliz en un apuro!
El Salmo 19:8 continúa, diciendo:

El mandamiento de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
¿Vale la pena el esfuerzo de meditar en la Palabra de Dios para

poder ver con claridad en lugar de tener una percepción negativa que
siempre hace que cada vaso parezca medio vacío? Qué beneficio es
poder ver el lado positivo y ver un camino a través de todo. Eso es lo
que hace la Palabra de Dios.
GRAN RECOMPENSA
El temor de Jehová es limpio, eterno; los juicios de Jehová son

todos verdaderos y justos. Más deseables son que el oro, sí,
que mucho oro fino: más dulces también que la miel y el panal.
Salmo 19:9-10
La Palabra de Dios vale mucho más para mí que el oro, incluso mucho
oro fino. Para mí, la Palabra de Dios es mejor que la miel.
¿Cómo tratarías la Palabra de Dios si realmente la desearas más
que el dinero, incluso en grandes cantidades, y más que tu comida
favorita? Podrías decir junto con Job:
He estimado las palabras de su boca más que mi alimento

necesario.
Trabajo 23:12
Si fueras a buscar a Dios a través de Su Palabra de esa manera, tu

vida sería transformada.
Además, por ellos es advertido tu siervo, y si los guardas

hay una gran recompensa. Salmo 19:11
¿Cuánto beneficio sería para su vida si pudiera ser advertido antes

de meterse en un problema, seguir una relación impía, tomar el
trabajo equivocado, comprar el auto equivocado, hacer algo que
dañe su salud o tomar un camino equivocado? ¿Cuánto valdría para
ti si pudieras ver
problemas antes de que surgieran para poder tomar medidas
evasivas? Eso es exactamente lo que hará la Palabra de Dios. ¡Al
guardar la Palabra de Dios hay una gran recompensa!
SIGUE PLANTANDO
Te animo a que tomes la Palabra de Dios y centres tu vida en ella.

Medita en la Palabra día y noche. Como tu
haga, la Palabra hará que el cambio venga a su vida sin
esfuerzo. Será automático. A medida que renueve su mente a la
Palabra de Dios, usted también comenzará a probar, a manifestar a
sus sentidos físicos, la voluntad buena, agradable y perfecta de Dios.
Si no estás experimentando la abundancia y la victoria que el Señor

ha prometido, no es Dios quien ha fallado.
Orar por más tiempo y hacer más peticiones no cambiará
nada. Debes tomar la semilla incorruptible de la Palabra de Dios
y seguir sembrándola en el jardín de tu corazón.
Capítulo 6
Sujeto a duda
Te convertirás en lo que piensas. (Proverbios 23:7.) La razón por la

que la mayoría de la gente tiene los problemas que tiene es porque
no está controlando su forma de pensar. A menos que hagas algo
específicamente para mantener su mente en el Señor,
naturalmente irá a otra parte. Simplemente no hay muchas cosas
fuera de la Palabra de Dios que reflejen a Dios, señalándonos
hacia y acercándonos a Él. Sin embargo, la Palabra de Dios es pura
luz. (Salmo 19:8.) Cuando estudias y meditas en la Palabra de Dios,
cambia tu forma de pensar. A medida que cambia nuestro pensamiento,
también cambia nuestra vida. por eso debemos
llegar a donde estemos dominados por la Palabra de Dios.
Cuando Juan el Bautista tuvo dudas, Jesús le señaló la Palabra de

Dios para vencerlas. (Véase Lucas 7:18-23.)
Esto es simple, pero muy profundo. Y, sin embargo, no mucha gente
cree en esta verdad.
RESPONSABILIDAD PERSONAL
No soy uno de esos ministros que se cuela y sube al escenario

después de que la alabanza y la adoración casi han terminado.
Hablo con mucha gente antes y después de las reuniones. En
nuestras reuniones, paso dos o tres horas en el ministerio personal
a las personas de forma individual, fuera de mi predicación en el
servicio. Lo sé al tratar de primera mano con
cientos de personas regularmente que muchas personas están
luchando. Tienen dudas y miedo. El doctor les dijo que van a morir y
quieren que yo los ayude a superarlo. Quieren que agite mi mano
sobre ellos para quitarles sus miedos. Me buscan para impartir
curación para ellos. No digo que no pueda ayudar a la gente.

Sin embargo, está mal que busquemos la ayuda de otro ser
humano.
Cuando Juan el Bautista tuvo dudas, Jesús no solo dijo: "Oh,

Juan. Sé cómo te sientes. Me ocuparé de esto por ti. Yo me
encargaré desde aquí". El Señor no solo agitó Su mano y entonces
Juan estuvo libre de duda y culpa.
Eso no es en absoluto lo que sucedió. Jesús remitió a Juan a la
Palabra de Dios.
Si simplemente tomara la Palabra de Dios y la usara usted mismo,

no tendría que seguir a las personas de reunión en reunión
rogándoles a otros que oren por usted. No tomes lo que digo fuera
de contexto. No estoy en contra de que alguien más ore por ti. Lleva
tiempo adentrarse en la Palabra de Dios y comenzar a ver la vida
que está en la Palabra liberada en su vida. Durante ese período de
tiempo, cuando estés sembrando la semilla y esperando que
aumente y crezca hasta el punto en que traerá libertad a tu vida, no
seas tan terco ni tan orgulloso que no vayas a buscar a alguien.
ayuda y pídales que oren por usted.
Pero no seas una de esas personas que simplemente se niegan

a asumir la responsabilidad personal. Estas personas no se
meten en la Palabra de Dios por sí mismos y dejan que los transforme, ni
¿Tienen algún plan para hacerlo en el futuro? Su vida solo está
ocupada con el trabajo, los placeres u otras distracciones. No
tienen ninguna intención de hacer de la Palabra de Dios una parte
central de su vida. Como muchos otros, intentan, en cambio,
permitir que alguien como yo u otro pastor
busquen al Señor por ellos. eso simplemente no va
trabajar.
Ahora, mientras estás en el proceso de buscar al Señor,

creciendo hacia la madurez, y haciendo que la Palabra de Dios funcione

en ti, no seas demasiado orgulloso para pedir ayuda si te encuentras
en un problema. Pero no seas alguien que ni siquiera lo está intentando,
que ni siquiera tiene el deseo de intentar entrar en la Palabra por sí
mismo. Si su vida está demasiado ocupada para estar en la Palabra de
Dios, y estás tratando de robarme el Evangelio a mí oa alguien más,
no va a funcionar.
Si te gusta ver mi programa de televisión o escuchar mi programa de

radio, me alegro. No estoy en contra del programa de nadie más, ni de
la programación cristiana en general. Ha sido una verdadera bendición
del Señor en la vida de muchas personas.
Sin embargo, si todo lo que estás haciendo es recibir
tu alimento de Dios después de que alguien ya lo haya digerido, no
vas a crecer mucho. si no lo eres
vas a tomar la Palabra de primera mano, entonces no vas a
maduro.
ABSOLUTAMENTE COMPROMETIDO
El Señor trató con Juan el Bautista cuando tuvo dudas refiriéndolo de

nuevo a la Palabra de Dios. No solo se encargó de eso por él. Él no
agitó Su mano y resolvió
el problema. Jesús le dijo a Juan que volviera a la Palabra de Dios.
Ahora bien, cuando Juan hubo oído en la cárcel las obras de

Cristo, envió a dos de sus discípulos, y le dijeron: ¿Eres tú el que
ha de venir, o esperamos a otro?
Mateo 11:2-3
Juan el Bautista fue un hombre que fue poderosamente usado por Dios.
Él es la única persona en la Biblia—Antiguo o Nuevo Testamento
—quien fue bautizado en el Espíritu Santo cuando aún estaba en
el vientre de su madre. (Lucas 1:15). Antes de que naciera físicamente,

fue lleno del Espíritu Santo. Juan era único
carácter, poderosamente ungido y bendecido por Dios.
Juan pasó treinta años en el desierto preparándose para su

ministerio. Nunca experimentó las cosas normales por las que
pasa la gente. Estaba totalmente concentrado en su vocación.
Entonces irrumpió en escena, y en seis meses hizo que no sólo la
nación judía, sino también todas las naciones que rodeaban a Israel,
se pusieran a la expectativa de la venida del Mesías. Juan vio el
avivamiento más grande que jamás haya ocurrido en la historia hasta
ese momento, posiblemente el avivamiento más grande que haya
tenido lugar en cualquier lugar. Este fue el hombre que lo empezó.
En un momento, Juan estaba absolutamente seguro de que Jesús

era el Mesías. Envió a sus propios discípulos tras Cristo diciendo:
"Él debe crecer, pero yo debo disminuir" (Juan 3:30). Los fariseos
se acercaron a Juan y trataron de darle envidia a Jesús diciéndole:
"¿No te das cuenta de que Jesús ahora tiene más discípulos que
tú? Ha bautizado a más personas que tú". En lugar de sentir
envidia, Juan respondió diciendo: “Ni siquiera soy digno de agacharme
y desatarle las sandalias”. (Ver Juan 1:24-27.) Juan conocía su lugar.
Juan sabía quién era Jesús y estaba absolutamente comprometido
con Él.
BOLA DE FUEGO SOBRE HIELO
Pero la confianza de John comenzó a flaquear después de

estar en prisión por un tiempo no especificado. Había estado en
prisión un mínimo de seis meses, posiblemente hasta dos años, esta
bola de fuego por Dios se había congelado. A John se le había
prohibido comunicarse con sus seguidores o influir en las personas.
Después de tanto tiempo, este
las dificultades comenzaron a desgastarlo.
Entonces, cuando Juan el Bautista envió a dos de sus

discípulos restantes para preguntar si Jesús era el
Mesías o si debía buscar a otro, tenga en cuenta que no era
un recién llegado al Señor quien estaba haciendo esta pregunta.
Era alguien a quien se le había respondido esta pregunta antes.
Este fue el hombre que supo sin lugar a dudas en un momento
dado que Jesús era el Cristo. Sin embargo, en medio de estas
luchas, aquí estaba dudando de que Jesús fuera el Mesías.
¿Eres tú el que debe venir, o esperamos a otro?
Mateo 11:3
¡Esto no es más que pura duda! Este fue un gran problema por
parte de Juan el Bautista porque en un tiempo había sido
absolutamente seguro de quién era Jesús. Incluso se le
había dado una señal de Dios que confirmaba que Jesús
era el Mesías prometido.
Jesús, cuando fue bautizado, subió luego del agua; y he

aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios
que descendía como paloma, y venía sobre él: Y he aquí
una voz del cielo, diciendo: Este es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia.
Mateo 3:16-17
Y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal,

como paloma, y vino una voz del cielo, que decía: Tú eres
mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Lucas 3:22
Dios le dijo a Juan que aquel sobre quien vio descender el Espíritu de Dios
en forma de paloma y permanecer sobre él
sería el Mesías. (Ver Juan 1:33.) Juan el Bautista recibió esta señal visible
cuando bautizó a Jesús en agua y el Espíritu Santo descendió en forma de
paloma. También escuchó una voz audible del cielo que decía: "Este es mi
Hijo amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3:17). Juan no solo tenía
las escrituras y el testimonio en su propio corazón, sino que también tenía
una señal audible y visible.
ESPERANZA DIFERIDA
¿Qué necesitas para poder creer? Esa es una muy buena pregunta.
Algunas personas piensan: Si yo fuera uno de los doce discípulos de
Jesús, no lucharía con la duda. Si pudiera ver una visión, si tuviera un
hormigueo tangible en mis manos, si pudiera escuchar una voz audible de
Dios, entonces
creer. John tenía cada una de esas cosas y, sin embargo, aquí estaba
dudando.
No importa quién seas o cuán fuerte haya sido tu fe, cada uno de nosotros
es capaz de dudar. Cuando te ponen en una situación negativa durante un
largo período de tiempo, la tendencia es a dudar. Las circunstancias
negativas tienden a sacarte la fe a golpes y hacen que surjan dudas.
Eso es exactamente lo que sucedió con Juan el Bautista. Había estado en

prisión durante al menos seis meses, posiblemente tanto tiempo
como dos años por este tiempo. John había sido un fanático loco delirante
de Dios. Era audaz, salvaje e intrépido. Juan pronunció juicio contra Herodes
porque había tomado la esposa de su hermano mientras su hermano aún
vivía y la había hecho su esposa. (Sec Mateo 14:3-4.) Era una alianza impía,
y Juan arriesgó todo hablando el
verdad al respecto. Con el tiempo, su audacia le costó la vida. Fue

encarcelado por eso, y luego asesinado.
Juan no tenía miedo de proclamar lo que estaba bien y lo que

estaba mal. Vivió para hablar la verdad de Dios y ver a la gente
cambiar. Una vez que entró en escena, su predicación cambió a
toda una nación en seis meses. John era un tipo con mucha energía al
que le encantaba estar en el centro de todo hablando de la Palabra de
Dios. Era un profeta de dedos huesudos. Así era Juan. Sin embargo,
ahora lo vemos silenciado y encarcelado. Claro, probablemente habló con
el
guardias de la prisión acerca de Dios, pero se le impidió físicamente
que pudiera continuar cumpliendo su ministerio.
Proverbios 13:12 revela que:
La esperanza diferida enferma el corazón.
La esperanza de Juan el Bautista era estar allí predicando el Evangelio,

preparando el camino para el Señor y volviendo a la gente a Él. Sin
embargo, simplemente no estaba sucediendo. Así que esto comenzó a
desgastarlo.
LA ERA DE LA IGLESIA
Otro factor importante que contribuyó a la duda de Juan el Bautista

fue el malentendido de lo que haría el Mesías cuando viniera.
Durante el tiempo de Jesús, la gente no tenía un claro entendimiento
de que la venida del Señor sería en dos Advientos, como lo llamamos.
La primera venida de Jesús culminó en Su crucifixión, resurrección y
ascensión. Desde entonces, ha habido este período de tiempo intermedio
de más de 2000 años que llamamos la "Era de la Iglesia". Este Dia,
los creyentes en todas partes continúan esperando la segunda

venida del Señor. (Apocalipsis 22:20.)
Todo esto fue profetizado en el Antiguo Testamento, pero todo

coincidía en la mente de la gente. Tomemos por ejemplo Isaías
61:1-2, que Jesús citó en Lucas 4, diciendo:
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido

para predicar el evangelio a los pobres; me ha enviado a sanar
a los quebrantados de corazón, a predicar liberación a los
cautivos, y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos,
a predicar el año agradable del Señor.
Lucas 4:18-19
Esta fue definitivamente una profecía del Mesías que se cumplió

cuando Jesús vino a esta tierra en Su primer Advenimiento.
Jesús hizo, estaba haciendo y más tarde haría todas estas
cosas. Él mismo declaró:
Este día se cumple esta escritura en vuestros oídos.
Lucas 4:21
Sin embargo, al comparar Lucas 4:18-19 con Isaías 61:1-2, observe

cómo el Señor se detuvo justo antes de completar el versículo 2,
que dice:
Para proclamar el año agradable del SEÑOR, y el día de la

venganza del Dios nuestro.
¿Por qué Jesús se detuvo antes de proclamar el día de la

venganza de nuestro Dios? Porque esa parte de la profecía
acerca de Él se cumplirá en Su segunda
venida, cuando traerá juicio a la tierra. Puede ver que si solo lee las
escrituras del Antiguo Testamento sin el beneficio del comentario
del Nuevo Testamento, sería fácil juntar estas cosas.
DESCONOCIDO
Todas estas profecías del Antiguo Testamento acerca del Mesías

dieron la impresión de que la primera y segunda venida de Jesús
ocurrirían como un solo evento. La gente no entendió claramente
que habría dos Advientos. Debido a esto, la gente del tiempo de
Jesús esperaba ansiosamente que el Señor no solo vendría y nos
reconciliaría con Dios, sino que también
El gobierno romano, instituir el reino de Dios, juzgar a los

impíos y gobernar físicamente sobre la tierra. Eso es lo que
estaban esperando.
Personalmente, creo que Juan el Bautista era de la misma opinión, lo

cual fue una de las razones por las que comenzó a dudar de que
Jesús fuera realmente el Cristo. En un momento, John no tuvo
ninguna duda. Escuchó una voz audible y vio una señal visible, pero
las cosas no estaban saliendo como él pensaba. Pensó que si Jesús
verdaderamente era el Mesías prometido, habría venido y destruido a
los romanos. Él pensó que Jesús habría venido y tomado
sacarlo de la cárcel. Él pensó que Jesús habría introducido el reino

de Dios y comenzado a gobernar físicamente sobre esta tierra. Esas
cosas no estaban pasando. Podrían haber pasado hasta dos o dos
años y medio desde que Juan lo bautizó, pero Jesús aún no había
hecho una declaración política. No había intentado reformar la
sociedad.
Jesús simplemente estaba hablando a individuos acerca de su
relación personal con Dios.
“La esperanza que se demora enferma el corazón” (Proverbios 13:12). Si

La esperanza de Juan el Bautista no estaba bien, esta experiencia
negativa pudo haber causado que su corazón se hundiera. Si él era
como casi todos los demás en las Escrituras, él también se preguntaba:
Señor, ¿restaurarás de nuevo el reino a Israel en este tiempo?
Hechos 1:6
Si Juan el Bautista no tenía un claro entendimiento de que iba a haber

esta Era de la Iglesia entre la primera y la segunda venida del Señor,
entonces estas circunstancias negativas podrían haber causado que
su corazón se enfermara.
Juan no estaba viendo su esperanza de que el reino de Dios se

realizara. Fue encerrado en prisión y ya no podía ministrar. Las
prisiones en aquellos días eran lugares horribles. Sin embargo, no
poder cumplir con el llamado que Dios te ha dado puede ser incluso
más frustrante y desalentador que el encarcelamiento físico. Es obvio
que todas estas circunstancias negativas trabajaron juntas para causar
que John the
Bautista para volver atrás y reconsiderar, "¿He oído de Dios
¿correctamente? ¿Lo extrañé?"
Si te encuentras en circunstancias negativas, si tu esperanza se ha

aplazado y no estás viendo que las cosas sucedan como esperabas,
también podrías caer en esta misma trampa. Jesús mismo dijo que Juan
el Bautista era el
hombre más grande que jamás haya vivido sobre la faz de la tierra
hasta este momento. (Véase Mateo 11:11; Lucas 7:28.) Juan el
Bautista fue el hombre más grande que jamás haya existido, pero
incluso él estaba sujeto a dudas. Cuando se metió en una situación
de alta presión, comenzó a dudar incluso de las cosas que
le había sido tan enfáticamente confirmado. Esto nos muestra

que cualquiera es capaz de dudar.
MANTENER EL EMPUJE
En tu vida cristiana, debes mantener tu búsqueda del Señor. No

puedes simplemente alejarte del motor y moverte por la costa. Al igual
que un avión, debe mantener ese empuje para poder mantener su
sustentación. Un helicóptero tiene la aerodinámica de una roca si
apagas el motor y las aspas dejan de girar. va a caer Debes mantener
esa potencia y sustentación para vencer la gravedad y volar.
Todos nosotros estamos sujetos a la duda. Juan el Bautista era un

hombre que había sido lleno del Espíritu Santo incluso antes de nacer.
Fue un hombre que caminó con Dios constantemente, que provocó el
mayor avivamiento en la historia del mundo. Juan tenía una señal
audible y visible de Dios y en un momento no tuvo ninguna duda
acerca de quién era realmente Jesús. Si las presiones negativas y las
circunstancias pueden hacer que alguien así, durante un período de
tiempo, dude, te puede pasar a ti.
¿Eres alguien que solo busca a Dios de vez en cuando?

¿Simplemente lo buscas cuando tu espalda está contra la pared para
que puedas recibir liberación y luego volver a tus caminos carnales?
Tenemos que estar en guardia y vigilantes. Necesitamos reconocer
que la incredulidad es como la gravedad: siempre está tirando. Nunca
se apaga. Puedes elevarte por encima de la incredulidad al aplicar el
poder de Dios en tu vida, pero no puedes simplemente apagar el
motor de la fe y marcharte a la deriva.
En el momento en que empiezas a deslizarte, estás bajando. Puedes
flotar e ir más lejos que los demás, pero en el momento en que apagas
ese poder de la fe, te diriges hacia abajo.
Si Juan el Bautista pudo dudar, tú puedes dudar. Necesitas

mantener tu enfoque en el Señor y resistir—luchar
activamente contra—la duda. (Santiago 4:7.)
Capítulo 7
Una situación de crisis
Mientras Juan el Bautista luchaba con la duda, envió a dos de sus

discípulos a Jesús para preguntarle si realmente era el Cristo.
(Mateo 11:2-3.)
Respondió Jesús y les dijo: Id y haced saber a Juan otra vez lo

que oís y veis: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos
quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y los
pobres les ha sido anunciado el evangelio. Y bienaventurado el
que no se escandaliza en mí.
Mateo 11:4-6
El relato de Lucas de este mismo evento, que se encuentra en Lucas

7:18-23, agrega un detalle menor que hace toda la diferencia en el
mundo, pero antes de profundizar en esto, me gustaría animarte a
que revises mi Vida para Today Study Bible and Commentary —
Edición de los Evangelios. Este libro de tapa dura tiene más de
seiscientas páginas que contienen los cuatro Evangelios en su
totalidad, comentarios, referencias cruzadas, notas al pie y otras
excelentes herramientas de estudio. Además de todo esto, una
característica única y muy importante es que los cuatro relatos de los
Evangelios están organizados cronológicamente, evento
por evento Esto significa que todas las escrituras en Mateo, Marcos,
Lucas y Juan con respecto a cada incidente del Evangelio se han
presentado convenientemente juntas en una página.
Esto le permite obtener una comprensión comparativa de los

Evangelios y ver las ligeras diferencias de los detalles registrados
que arrojan una importante luz adicional sobre ciertos
eventos que normalmente no vería simplemente leyéndolos separados

unos de otros. Al poner exactamente la misma historia, según lo
registrado por los diferentes autores del Evangelio, uno al lado del
otro, puedes ver diferencias notables.
Nada contradice. Simplemente agregan nueva información para pintar
una imagen más completa de lo que realmente sucedió. Ya sea
usa la Biblia de estudio y comentario Life for Today - Edición de los
Evangelios con fines devocionales y/o de estudio,
sería una inversión que vale la pena y una poderosa adición
a su cinturón de herramientas espiritual.
UNA IMAGEN MÁS COMPLETA
Después de que los discípulos de Juan el Bautista le hicieran la

pregunta a Jesús Juan, el relato de Lucas pinta un cuadro más
completo de la escena y la respuesta de Cristo al decir:
Y en esa misma hora sanó a muchos de sus enfermedades

y plagas, y de malos espíritus; ya muchos ciegos les dio la vista.
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan
las cosas que habéis visto y oído; cómo los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos
resucitan, a los pobres es el evangelio
predicado
Lucas 7:21-22
El relato de Mateo de este caso simplemente registró la

discípulos haciendo su pregunta y la respuesta de Jesús a ellos.
(Mateo 11:2-6.) Sin embargo, aquí en el relato de Lucas vemos que antes
de que Jesús respondiera a los discípulos de Juan el Bautista:
En esa misma hora curó a muchos de sus enfermedades y plagas,

y de malos espíritus; ya muchos ciegos les dio la vista.
Lucas 7:21
"En esa misma hora" implica que durante casi una hora después de que
se hizo la pregunta, Jesús no respondió a Juan el
discípulos de Bautista, pero Él realizó todas estas curaciones y milagros.
Luego les dijo a estos discípulos que regresaran y le contaran a Juan el
Bautista lo que acababan de ver y escuchar.
Esa es una gran diferencia con el relato de Mateo, donde parece que
Jesús respondió inmediatamente a su pregunta con las palabras: "Regresa
y dile lo que has visto".
y oído".
Note cuán específico fue Lucas al mencionar cada tipo de milagro que
realizó Jesús. Más adelante veremos cuán importante fue esto. Pero por
ahora, solo reconozca que Jesús pasó alrededor de una hora realizando
todos estos milagros antes de decirles a los discípulos de Juan que
regresaran y le contaran todo lo que habían visto y oído.
FUERA DEL ALCANCE DEL OÍDO
Y mientras ellos [los discípulos de Juan] se iban, Jesús comenzó a

decir a las multitudes acerca de Juan...
Mateo 11:7 (los corchetes son míos)
El relato de Luke registra esta escena de manera ligeramente diferente,

diciendo:
Y cuando los mensajeros de Juan se fueron [tiempo pasado], él

comenzó a hablar a la gente acerca de Juan...
Lucas 7:24 (los corchetes son míos)
En lugar de "mientras se iban", Jesús en realidad esperó hasta que los

discípulos de Juan el Bautista ya se habían ido.
antes de que comenzara a decir todas estas cosas elogiosas sobre

él.
Al comparar los dos relatos de Mateo y Lucas de este incidente,

podemos ver que Jesús ni siquiera respondió a los discípulos de
Juan el Bautista durante aproximadamente una hora. En lugar de
darles una respuesta directa de inmediato, lo que hizo fue salir y
abrir los ojos de los ciegos, resucitar a los muertos, sacar demonios
de la gente,
y hacer que los cojos caminen y los sordos oigan. ¡Él hizo todos
estos milagros en el período de una hora!
He visto ojos ciegos abiertos, personas resucitadas de entre los

muertos y personas saliendo de sillas de ruedas. He visto suceder
muchos milagros, pero nunca he visto todo eso suceder en el período
de una hora. He visto múltiples milagros en un corto período de
tiempo, pero el Señor levantó a la gente de entre los muertos, los ojos
ciegos se abrieron, los oídos sordos oyeron y los cojos caminaron,
todo en una hora. ¡Imagina el impacto que esto habría tenido en ti!
Entonces, después de que los discípulos de Juan el Bautista estaban fuera del alcance del oído
para que no pudieran devolverle lo que Jesús estaba a punto de
decir porque ya se habían ido, el Señor comenzó a decir
estas cosas que, al menos en mi forma de pensar, en realidad
habrían sido más beneficiosas para Juan que la respuesta que Jesús
les dio a los discípulos de Juan.
EN LOS ZAPATOS DE JUAN
Ponte en los zapatos de Juan. Eres una de las figuras centrales

de la nación. La gente buscaba en usted liderazgo.
En un momento, cientos de miles de personas dijeron que eras la
figura más importante de toda la nación.
Tenías ese tipo de seguidores. Ahora aquí estás, en
tu hora de crisis más oscura, dudando de las mismas verdades

que te convirtieron en el instrumento que Dios había usado de
una manera tan poderosa. Estás en tu punto más bajo. En prisión,
parece que te van a ejecutar en cualquier momento. (Como se vio despues,
Juan el Bautista fue decapitado - ver Mateo 14:3-12.)
Durante este bajo período de tiempo, envías un mensaje a la

persona que ha ocupado tu lugar y te ha sucedido. Este
es la misma persona a la que usted promovió y en realidad
empujó al frente. Tú eres el que atrajo a todas las multitudes, pero
luego les dijiste que lo siguieran. Reuniste a todas las personas y
luego las entregaste a
A él. En tu momento de crisis, envías a Jesús pidiendo ayuda, pero
al principio ni siquiera parecía que el Señor ayudara a tus discípulos.
Él los ignoró y realizó estos milagros. Entonces les dijo:
Id, y haced saber a Juan las cosas que habéis visto y oído;
cómo los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan
limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan,
a los pobres se les predica el evangelio. Y bienaventurado el
Lucas 7:22-23
Cuando leí por primera vez estos pasajes de las Escrituras, en

realidad sentí lástima por John. Pensé, Jesús realmente no hizo
mucho para ayudar a Juan el Bautista aquí. Piénsalo. Juan el
Bautista había sido apartado para el Evangelio desde el vientre de
su madre. No tuvo una infancia normal. No tenía esposa ni hijos. La
Palabra dice que estuvo en los desiertos hasta el día en que comenzó
su ministerio.
(Lucas 1:80.) Esto significa que había sido apartado para Dios. No
había Plan B o Plan C. Nunca había tenido ningún
otros placeres fuera de su vocación. Este hombre estaba totalmente
separado y completamente concentrado en esta misión.
desde el vientre de su madre.
¿UN GRAN ERROR?
Si Jesús no era el Cristo, entonces Juan el Bautista había

desperdiciado esta unción que estaba en su vida. Él había dicho de
Jesús:
He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Juan 1:29
Los propios discípulos de Juan habían venido y querían seguir a Jesús,

pero estaban desgarrados por su lealtad a Juan.
Juan dijo:
Él debe aumentar, pero yo debo disminuir.

Juan 3:30
Juan el Bautista envió a sus propios discípulos a seguir a Jesús.

Si Jesús no era el Mesías, entonces Juan había cometido un gran
error personal que convirtió toda su vida en un fracaso y un
desperdicio. No solo eso, sino que había tomado esta unción que
estaba sobre él y que nadie más en la historia del mundo había tenido
jamás, y envió a sus discípulos, a toda la nación y a múltiples naciones
vecinas, tras el hombre equivocado. Pudo haber sido un instrumento
del diablo en lugar del instrumento de Dios que era.
separados para ser. Esto no era solo una duda frívola de que John
el Bautista tenía. Esta fue una situación de crisis como ninguna
otra en la vida de John.
¿Cómo respondió Jesús a la pregunta de Juan, planteada por sus

discípulos? El Señor no respondió a los mensajeros de Juan al
principio, pero les dijo después de una hora de curar a la gente: "Vayan y digan
él lo que has visto y oído." Entonces, después que los discípulos

de Juan se habían ido, Jesús...
. ..comenzó a hablar al pueblo acerca de Juan: ¿Qué salisteis

a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
Lucas 7:24
Jesús estaba preguntando: "¿Qué atrajo a miles, quizás cientos

de miles, de personas al desierto para escuchar a este hombre?
¿Fueron las cañas que soplaba el viento?"
No, los juncos habían estado allí durante cientos de años y las
multitudes nunca habían venido. No era la naturaleza. No fue
porque el desierto fuera tan hermoso. Las multitudes vinieron
porque había un hombre que estaba ardiendo por Dios.
EN FUEGO POR DIOS
Si te prendes fuego por Dios, todo el mundo vendrá y te verá

arder.
Juan el Bautista era un hombre que ardía por Dios. Fue ungido por
Dios. Las palabras de Dios estaban en su boca. los
Lord le estaba dando a John un gran cumplido, reconociendo que
había atraído a grandes multitudes al desierto.
Pero ¿qué salisteis a ver? Un hombre cubierto de vestiduras

delicadas? He aquí, los que se visten lujosamente y viven
delicadamente, están en las cortes de los reyes.
Lucas 7:25
¿Fue la ropa llamativa de Juan el Bautista o los zapatos de charol

lo que atrajo a todos allí? ¿Fue su pentecostal?
peinado o sus costosos trajes que atraían a las multitudes?

No, no tenía ninguna de esas cosas. Juan el Bautista estaba vestido
con pelo de camello. Lo único que huele peor que el pelo de camello
es el pelo de camello cuando se moja.
Juan el Bautista vestía pelo de camello y pasaba la mitad de su tiempo
en el río Jordán bautizando a la gente. Así que este chico
definitivamente no era una declaración de moda.
Además de su atuendo, Juan el Bautista tenía una larga barba. Comía

langostas y miel silvestre. Podía ver su barba enmarañada con miel
con una pata de langosta desmembrada clavada en alguna parte.
Jesús simplemente estaba diciendo que no era el cabello o la ropa de
Juan lo que atraía a la gente al desierto.
Pero ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y mucho más
que un profeta. Este es el, de
de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante
de ti, el cual preparará tu camino delante de ti.
Lucas 7:26-27
Esa es una cita de Malaquías 3:1. Se entendió universalmente que

estas palabras se referían al profeta que iba a preparar el camino para
el Mesías, una posición muy alta de autoridad y liderazgo. Jesús
estaba dejando muy claro que Juan el Bautista era este hombre del
que fue profetizado en el Antiguo Testamento.
MAYOR QUE
Porque os digo que entre los nacidos de mujer no hay

mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el
reino de Dios es mayor que él.
Lucas 7:28
Jesús dijo que Juan el Bautista era más grande que cualquier
figura del Antiguo Testamento, incluidos Moisés, Elías, Eliseo,
Isaías, Jeremías, etc. Esas fueron algunas palabras bastante
poderosas, pronunciadas por un Hombre que era la figura más
importante de la nación en ese momento. .
Allí estaba Juan el Bautista, pudriéndose en prisión, sintiéndose

solo y preguntándose si a alguien le importaba. "¿Qué hay de mí?
Tuve un ministerio de seis meses, y desde entonces me he
estado pudriendo en la cárcel durante años. ¿Alguien me recuerda?
¿A alguien le importa?"
¿Cómo sería si estuvieras en la posición de John y enviaras a la

figura religiosa más popular e influyente de la nación para pedir
ayuda? ¿Cómo crees que te ayudaría si él se parara en su púlpito
y comenzara a hablar de ti? ¿Cómo te sentirías si comenzara a
decir en la radio y la televisión que eres el profeta más grande que
jamás haya existido? ¿Más grande que Abraham, Moisés o Elías,
más grande que nadie? Si estuvieras luchando como lo estaba
Juan el Bautista, probablemente encontrarías palabras muy
alentadoras pronunciadas de esta manera por esta persona
importante.
Al menos, eso es lo que pensaba. Cuando vi esta situación

de crisis en la que se encontraba Juan el Bautista y cómo el
Señor trató a sus discípulos, ignorándolos durante una hora,
sanando a estas otras personas y luego enviándolos de regreso con
ese mensaje, pensé, Dios, eso simplemente no parecen satisfacer
la necesidad. Luego, después de que los discípulos de Juan se
fueron, solo entonces comenzaste a decir todos esos cumplidos.
¿Por qué no dijiste eso mientras sus discípulos aún estaban allí?
¿No habría bendecido más a John?
Capítulo 8
"¡No te rindas!"
Cuando era joven en el ministerio y recién comenzaba,

Pastoreé una iglesia en Seagoville, Texas. Miles de
personas se alejaban de mi iglesia. Fue increíble la multitud
que no vino. yo estaba luchando
y no ver mucho suceder.
Fui a una conferencia que se estaba llevando a cabo en

Calvary Cathedral en Fort Worth, Texas. Bob Nichols era el
pastor allí, y los oradores invitados incluían todo tipo de
grandes nombres como Kenneth Hagin, Kenneth Copeland y otros. Ello
todos sentados al frente. Los dones del Espíritu Santo
fluían, y ellos profetizaban y se animaban unos a otros en el
Señor.
Había dos mil personas en el auditorio, pero nadie sabía

quién era yo. Estaba sentado justo en el centro de una de
estas largas filas de veinte o treinta asientos, justo en el centro
del auditorio. Yo era literalmente solo una mota en esta gran
multitud. Allí me sentía tan insignificante y pensaba para mis
adentros: 'Todos esos líderes están allá arriba recibiendo
palabras de aliento. Nadie en este auditorio necesita ser
alentado más que yo.' Sentí soledad y varias otras emociones
negativas. De todos modos, alguien en el frente dijo: "Ve, da la
mano a alguien y anímalo".
Conocí al pastor de esta iglesia, Bob Nichols, una vez

antes. Sin entrar en detalles, no fue un primer encuentro
muy bueno. Es solo porque Bob es una persona amable
que incluso le agradé después de esa primera reunión. Eso
no fue una buena reunión, y no es algo de lo que esté orgulloso.

Ahora, aquí estaba yo en medio del grupo de todas estas personas.
Bob Nichols se bajó de esa plataforma, se abrió paso entre toda esa
gente, se abrió camino hasta el final del pasillo y me encontró. Era
obvio que me estaba buscando específicamente. Bob empezó a
abrazarme y a decir: "No te rindas. ¡No te rindas! ¡Espera! Dios te
ama. No te rindas". Él no me conocía, o mi situación. Sabía que Dios
me había destacado entre todas esas miles de personas allí. En mi
momento de necesidad, eso realmente me bendijo y me animó.
Mientras leía la historia de Juan el Bautista, me preguntaba: ¿Por

qué Jesús no hizo algo así por Juan? ¿Por qué no dijo todas esas
cosas elogiosas acerca de que Juan era la persona más grande
que jamás había vivido en la historia hasta ese momento mientras
los discípulos de Juan estaban allí? Me parece que hubiera sido
más
beneficioso que simplemente salir y hacer algunos milagros, y
luego instruir a los mensajeros para que regresen y le digan a Juan
lo que habían visto y oído y que será bendecido si no se ofende.
Luché con esto durante años.
CONECTADO
Finalmente, un día estaba leyendo las Escrituras en Isaías. Estas

preguntas que tenía sobre Mateo 11 no fueron olvidadas, pero
ciertamente no estaban al frente de mi
mente. Mientras leía, me encontré con una profecía que era
dado al mensajero que vendría ante Jesús y prepararía Su camino.
Esto es lo que dicen estas escrituras de este mensajero que prepararía
el camino para el Mesías.
Fortaleced las manos débiles, y confirmad las débiles

rodillas Di a los de corazón temeroso: Esforzaos, no temáis;

he aquí, vuestro Dios vendrá con venganza, Dios mismo con
recompensa; él vendrá y te salvará. Entonces se abrirán los ojos
de los ciegos, y se destaparán los oídos de los sordos.
Entonces el cojo saltará como un ciervo, y la lengua del

mudo cantará; porque en el desierto brotarán aguas, y torrentes
en la soledad.
Isaías 35:3-6
De repente, el Espíritu Santo me recordó lo que Jesús

había dicho a los discípulos de Juan, y cómo había pasado una
hora haciendo milagros.
Respondió Jesús y les dijo: Id y haced saber a Juan otra vez lo

que oís y veis: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos
quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y los
pobres les ha sido anunciado el evangelio. Y bienaventurado el
Mateo 11:4-6
En un instante, el Espíritu Santo conectó estos dos pasajes

de las Escrituras para mí.
¡SÓLO CREE!
Jesús esperó para decir todas estas cosas emotivas y elogiosas sobre
Juan el Bautista hasta después de que los discípulos de Juan se
fueran. Mientras estaban presentes, la respuesta que Él les dio fue
realizar todos estos milagros ante sus ojos. Luego dijo: "Ve y dile a
Juan lo que has oído y
visto."
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios,
los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les
anuncia el evangelio.
Mateo 11:5
Básicamente, Jesús cumplió la profecía mesiánica de Isaías 35:5-6

justo frente a los ojos de los discípulos de Juan. Abrió los ojos de los
ciegos, destapó los oídos sordos, hizo saltar a los cojos y cantar la
lengua de los mudos. Estos fueron los mismos milagros que Jesús
realizó y luego les dijo a los discípulos de Juan que regresaran y le
contaran a Juan lo que habían presenciado. Todo lo que fue profetizado
sobre el ministerio del Mesías, Jesús lo cumplió en un lapso de tiempo
de una hora. Además, Él lanzó resucitar a alguien de entre los muertos
solo para que nadie pudiera pensar que se trataba de coincidencias.
En el período de tiempo de una hora, Jesús hizo todo lo que estaba

profetizado acerca de los milagros que el Mesías realizaría. Además,
añadió resucitar a alguien de entre los muertos.
Luego les dijo a los discípulos de Juan que volvieran a él y le
dijeran que había hecho todas estas cosas y que sería bendecido
si tan solo creyera. ¡Sólo cree!
DUDAS AHOGADAS
Juan el Bautista conocía las escrituras. Cuando los fariseos se le

acercaron y le preguntaron: "¿Quién eres? ¿Eres tú el Cristo?". Él
respondió: "No, yo no soy el Cristo".
Soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino

del Señor, como dijo el profeta Isaías
[Isaías]. Juan 1:23 (los corchetes son míos)
Juan citó de Isaías 40, solo cinco capítulos después de Isaías 35 que
hablaban del que vendría antes para preparar el camino para el Mesías.
La voz del que clama en el desierto: Preparaos

Vosotros, el camino de Jehová, enderezad en la soledad calzada
para nuestro Dios.
Isaías 40:3
Juan citó varios pasajes alrededor de esta parte de Isaías. En ese

entonces no tenían una Biblia como la que tenemos hoy con capítulos
y versículos. Tenían rollos de papel. Era difícil encontrar una
determinada oración o pasaje porque no estaban divididos en
capítulos y versículos.
Lo que llamamos el libro de Isaías era solo una letra. Entonces, para
que Juan el Bautista cite lo que llamamos Isaías 40, que en esa carta
estaba muy cerca de lo que llamamos Isaías 35, creo que es una
prueba positiva de que tuvo que haber leído esos versículos hasta el
punto en que estaba muy familiarizado. con ellos. Sabía lo que Dios
había profetizado que haría el Mesías cuando viniera.
Los mensajeros de Juan el Bautista pueden no haber entendido.

Regresaron a Juan y dijeron: "Bueno, Él no respondió directamente a
nuestra pregunta si Él era el Cristo.
Sin embargo, nos hizo esperar una hora, tiempo durante el cual nos
abrió ojos ciegos y sanó oídos sordos. Las personas que no podían
hablar, hablaban, y las personas que no podían caminar, caminaban.
Luego nos dijo que volviéramos y les contáramos lo que había
hecho, y que serían bendecidos si tan solo creyeran".
Cuando le entregaron ese mensaje a Juan, creo que el Espíritu

Santo conectó lo que Isaías había profetizado sobre el Mesías y lo
que Jesús acababa de hacer. creo que el
La luz se encendió cuando Juan se dio cuenta: "¿Cómo podría yo

dudar de que este era el Mesías? Él ha realizado todo lo que la
Palabra de Dios profetizó que haría. Ningún otro hombre abrió los
ojos ciegos, destapó los oídos sordos, permitió que los cojos
caminaran, e hizo cantar las lenguas mudas:
especialmente no en el lapso de tiempo de una hora. Incluso resucitó
a los muertos". Creo que el Espíritu Santo entró como una inundación
y lavó todas las dudas de Juan el Bautista. Jesús apeló al
conocimiento de la Palabra de Juan, no solo a sus emociones.
Cuando la verdad de la Palabra de Dios ahogó a Juan las dudas del
Bautista, creo que comenzó a alabar y dar gracias a Dios.
¿VICTOR O VÍCTIMA?
Jesús no estaba deshonrando a Juan al no darle estos cumplidos

emocionales. No solo le dijo algo para sacarlo del apuro. Fue todo lo
contrario. Jesús honró tanto a Juan que se negó a darle solo una
respuesta emocional. En cambio, lo remitió de nuevo a la Palabra de
Dios. ¡Eso es poderoso!
Queremos cosas emocionales, como que alguien nos abrace y

llore con nosotros. Eso podría hacerte sentir bien temporalmente y
ayudarte a superar un obstáculo, pero no te ayudará a largo plazo.
No digo que no debamos mostrar compasión por las personas. Sin
embargo, a largo plazo, necesitas saber la verdad. Necesitas
aferrarte a la Palabra de Dios. La fe viene por oír la Palabra
de Dios. (Romanos 10:17.) La Palabra de Dios es la espada del

Espíritu. (Efesios 6:17.) Esa es el arma que usas para pelear
de la depresión, el desánimo y la desesperación. Sin embargo,
muchas personas simplemente se revuelcan en sus lágrimas,
queriendo que Dios se ponga a su nivel y los ayude diciendo: "¡Es
realmente malo!".
Un amigo mío estaba ministrando ánimo en una de nuestras

conferencias de ministros. él había llamado adelante
gente que estaba desanimada, e iba a orar por ellos. No tenías que
preguntarle a esta pareja que vino a orar si estaban desanimados. Su
lenguaje corporal tenía desánimo escrito por todas partes. Estaban
encorvados, llorando, y se veían miserables. Cuando se pararon frente
a mi amigo que estaba ministrando para la oración, él simplemente los
miró y declaró: "Así dice el Señor: 'No se sientan mal. Si yo no fuera
Dios, yo también estaría desanimado'". Cuando dijo eso, me animó. En
De hecho, pensé que era hilarante. Sin embargo, no estoy seguro de

que la pareja se regocijara tanto.
Algunos de nosotros pensamos honestamente que nuestros

problemas son tan graves que incluso Dios se retuerce las manos y
se pregunta cómo se va a ocupar de ellos. La verdad es que tu
problema no es nada comparado con Dios. Sin embargo, tantas veces queremo
bajar y llorar con nosotros, diciendo: "Sé que es tan difícil. Estoy
afligido con ustedes". Pero eso no es cierto. El Señor ya ha vencido. Él
es victorioso. Él muestra compasión y amor hacia ti si estás desanimado,
no estoy descartando eso, pero Dios es mucho más grande y tiene
mucho más para ofrecerte que solo compasión.
En lugar de conformarse con algo emocional que hará

te sientes bien hoy, pero mañana necesitarás otra dosis
emocional, lo que debes hacer es captar la verdad de la Palabra
de Dios. Ya sea que lo desee o no, levántese y comience a decir:
"Soy un vencedor en Cristo Jesús. No me importa lo que siento, lo
que alguien más haya dicho o lo que me haya sucedido. Voy a
resucitar. Soy un vencedor y no una víctima". Comienza a tomar la
Palabra de Dios y aplicarla a tu situación.
Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por

medio de nuestro Señor Jesucristo.
1 Corintios 15:57
Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.
1 Juan 5:4
Comienza a hablar la Palabra y a edificarte a ti mismo.
OJOS EN LA VERDAD
En cierto sentido, eso es lo que Jesús hizo por Juan el Bautista.

En lugar de darle todos estos elogios, lo remitió a las
profecías que él había conocido, que Dios había usado para llamarlo
al ministerio, y que habían
ponerlo en el camino correcto. En un momento, la Palabra de Dios
había motivado a John, y durante treinta años estas profecías lo
mantuvieron enfocado y encaminado. Pero en una situación de crisis, él
apartó los ojos de la Palabra y comenzó a mirar a su alrededor.
Estaba en prisión y parecía que iba a morir. Debido a esto, Juan se
desanimó.
Mientras Pedro miró a Jesús, el Autor y Consumador de su fe, caminó

sobre el agua. (Mateo 14:28-31.) Hizo algo que ninguna otra persona,
aparte del Señor, había hecho antes. Fue milagroso. Pero cuando
Pedro
apartó los ojos de Jesús y empezó a mirar el viento y las olas,
empezó a hundirse.
Juan el Bautista había apartado su mirada de la Palabra, de las

verdades que Dios había inculcado en su corazón. Él era
mirando su prisión y el hecho de que se enfrentaba a la muerte.
Parecía que este tirano, Herodes, estaba prevaleciendo y
que estaba perdiendo. Juan estaba mirando estas cosas, y había perdido
de vista lo que decía la Palabra de Dios. Jesús se refirió
devolviéndole a la Palabra, la Palabra con la que Juan estaba bien
familiarizado.
Cuando Juan volvió a la Palabra, creo que el Espíritu Santo se levantó

dentro de él. La escritura no nos dice cuál fue la respuesta de Juan, pero
sabemos que permaneció fiel hasta el final. Eventualmente, Herodes lo
decapitó.
No hubo lloriqueos, llantos o renuncias a sus creencias. Juan el
Bautista se mantuvo fuerte. Yo personalmente creo
que cuando Jesús respondió a Juan de esta manera, Juan
reconoció: "¿Cómo pude haber dudado? Esto es lo que dice la Palabra".
Independientemente de las emociones que haya sentido, volvió a pensar
en la verdad.
Esta verdad realmente me anima. Si tuviera que guiarme por mis

emociones, habría momentos en los que tendría ganas de huir. Habría
momentos en los que me sentiría con ganas de rendirme y renunciar.
Pero he aprendido a guiarme por la Palabra y no por cómo me siento.
Esta verdad me ha cambiado y ha funcionado en mi vida durante décadas.
RESUCITADO DE LOS MUERTOS
Recuerdo recibir la llamada telefónica a las 4:15 AM y estar

dijo que mi hijo había muerto. Inmediatamente nos levantamos y nos
vestimos. Tardamos una hora y quince minutos en conducir.
de nuestra casa al hospital en Colorado Springs. Vivimos tan lejos que
nuestros teléfonos celulares no funcionaban. Durante ese período de
tiempo cuando íbamos de camino al hospital, no tenía forma de controlar a
mi hijo.
Cuando recibí ese llamado, declaré: "El primer informe no es el último

informe". Hablé mi fe; entonces mi esposa y yo
asintió y oró. Llamamos a nuestro hijo de vuelta a la vida. Llevaba

muerto casi cinco horas cuando volvió a
vida. Fue absolutamente milagroso.
Desde el momento en que recibimos la llamada hasta que

llegamos al hospital y vimos que había resucitado de entre los muertos,
comencé a tener algunos pensamientos negativos y sentimientos de dolor.
y cosas asi. Acabo de alabar a Dios. Esto no es realmente para
mi crédito, es el Espíritu Santo. Ha pasado mucho tiempo
enseñándome y entrenándome. Cuando comencé a tener estos
pensamientos negativos, clamé a Dios y Él comenzó a compartir
Su Palabra conmigo. Me trajo de vuelta a las Escrituras y me
recordó las verdades. Debido a eso, la Palabra de Dios se levantó
dentro de mí y literalmente me enfrenté a esos sentimientos
negativos. No me importaba cómo me sentía.
Imagínese si alguien le dijera que su hijo está muerto. ¿Cómo te

sentirías? ¿Qué tipo de pensamientos pasarían por tu mente?
Bueno, tenía todo lo que pasaba por mi mente que probablemente
pasaría por la tuya. Pero la Palabra de Dios se levantó dentro de mí, y
por la gracia de Dios, yo
nunca habló nada contrario a lo que dice la Palabra. De hecho, cuando
comencé a alabar a Dios, mis emociones cambiaron
y comencé a estar de acuerdo con Dios. De hecho, comencé a
regocijarme y a alabar al Señor.
Comparto esto para animarte. Aunque sus emociones lo están

empujando hacia un lado, usted sabe lo que dice la Palabra de
Dios.
Puedes llegar al lugar donde la Palabra de Dios es más real para ti

que lo que sientes. Eso es lo que la Biblia llama fe.
Eso es lo que la Palabra llama madurez.
PÁRATE EN LA PALABRA
Para muchos cristianos, todo lo que el diablo tiene que hacer es darles la
más mínima pizca de emoción contraria a lo que dice la Palabra, y se
doblan como una maleta de dos dólares y se desmoronan. La Biblia dice
que si el Espíritu vive dentro de ti, tienes amor, gozo y paz (Gálatas 5:22),
pero todo lo que alguien tiene que hacer es decir la más mínima cosa para
criticarte y te desmoronas. Tal vez tu pastor no te habló mientras caminaba
por el pasillo. Se siente abandonado e ignorado. Tal vez alguien dijo algo
sobre ti o no te prestó la atención que necesitas.
Lo que sea que te haya distraído, ¡es hora de sacar el pulgar de la boca
y crecer!
Necesitamos reconocer que la Palabra de Dios es lo que se

supone que debe funcionar en nuestra vida. ¿Qué pasaría si estuvieras
en una situación de crisis y dudando de la forma en que estaba Juan el Bautista?
¿Le estarías pidiendo al Señor que te diera algo emotivo, que
apareciera un ángel, que te pusiera la piel de gallina? ¿Te gustaría que
alguien te llamara y te dijera: "Creo que eres genial"? Si está buscando
ese tipo de respuestas, está buscando en el lugar equivocado. Tienes
que ir a la Palabra de Dios.
¿Estás haciendo lo que Dios te ha dicho que hagas? Tienes un

promesa de Dios? ¿Te ha guiado a moverte en la dirección en
la que vas? Si lo ha hecho, entonces toma la Palabra de
Dios y permanecer en la fe. No importa cómo te sientas, solo
sigue haciendo lo que Dios te dijo que hicieras. No retrocedas.
Llegar a donde la Palabra de Dios se convierte en autoridad absoluta
en tu vida, y no vas a dar marcha atrás sin importar lo que
alguien haya hecho o no. Cuando usted
toma esa clase de actitud y la Palabra de Dios comienza a dominarte,
entonces vencerás la duda. Tú serás
caminando en la fe.
La fe rara vez es un sentimiento. Muy rara vez sientes esta oleada

de audacia. A veces caminarás en un don de fe.
Sin embargo, la mayoría de las veces que he visto suceder
grandes cosas en mi vida, he dado un paso de fe. Mis emociones
estaban vacilando, pero elegí no seguirlas. Decidí no estar atado
por ellos. Sabía lo que decía la Palabra de Dios, y lo ministraba de
corazón. Me paré en lo que decía la Palabra de Dios, a veces con
las rodillas temblando. Pero eso es fe.
Algunas personas piensan que la fe es la ausencia de problemas,

dudas o temores. No es. Es simplemente aprender a rechazar esas
cosas y no dejar que te controlen mientras tomas una posición en
la Palabra de Dios.
Capítulo 9
Una palabra más segura
Cuando comencé a buscar al Señor por primera vez, provenía de

un entorno que no creía que Dios hiciera milagros en la actualidad.
Me habían enseñado que no existían las visitas angelicales, la voz
audible de Dios o las unciones sobrenaturales del Señor. Esas cosas
no existían para nosotros. Cuando fui bautizado en el Espíritu Santo
y
comenzó a estudiar la Palabra bajo la inspiración del Santo
Espíritu, me di cuenta que esas cosas no pasaron con los apóstoles.
Comencé a escuchar los testimonios de otras personas y comencé
a buscar ver un ángel o que Dios me hablara con una voz audible.
Uno de los ministros a los que escuchaba mucho en ese entonces

a menudo tenía una sensación de ardor en las palmas de las manos.
Cuando ministraba a la gente, ponía ambas manos sobre ellos.
Si el ardor en su mano saltaba, entonces era una sanidad que Dios
estaba realizando. Si no saltó, sino que ardió en sus manos, entonces
era una liberación que Dios estaba trayendo. Esta manifestación
sobrenatural del poder de Dios causó una manifestación física real
que este ministro pudo percibir.
Empecé a orar y buscar al Señor por cosas como esa. Empecé a

hacerle preguntas a Dios como: "¿Por qué nunca he tenido
me pasa alguna de estas cosas sobrenaturales?"
Entonces el Señor me mostró esta verdad acerca de cómo
Jesús ayudó a Juan el Bautista a superar sus dudas. Me reveló
que la razón por la que Jesús no respondió a Juan en un nivel
emocional, sino que usó la Palabra de Dios para levantarlo fue por
el respeto de Dios por Juan el
Bautista. Es porque lo honró tanto, no porque lo honró tan

poco, que lo refirió a la Palabra. Empecé a ver que creer en la
Palabra de Dios es en realidad la forma más elevada de responder
al Señor.
Una vez que entendí esto, me volví en la otra dirección y oré: "Dios,
quiero lo mejor. Si te honra más para mí simplemente tomar Tu
Palabra y confiar en Tu Palabra que tener una visión, para que me
aceleres las Escrituras". y tiene
esa es la forma en que escucho de Ti en lugar de escuchar una
voz audible o un mensajero angelical, entonces estaré feliz de ir por
ese camino.” Así que dejé de orar por alguna manifestación especial.
Ahora, el Señor me ha dado sueños antes. Las escrituras

hablan de lo que se llama una visión nocturna. He tenido sueños en
los que realmente sentí que Dios me habló. Pero nunca he tenido lo
que la gente llama una visión abierta, donde estás despierto
y tus ojos están abiertos, pero estás viendo el reino
sobrenatural. Nunca he oído una voz audible de Dios. Nunca he
tenido la mayoría de las cosas que mucha gente dice haber visto
u oído. No los estoy desacreditando, solo digo que he aprendido a
relacionarme con el Señor a través de Su Palabra, y que
honestamente creo que eso es lo mejor de Dios.
UN NIVEL SUPERIOR
Satanás también puede aparecer en el ámbito espiritual. Puedes ver

y escuchar cosas de él que podrían desviarte. Pero si usted va a
través de la Palabra de Dios para escuchar de Dios, estará a salvo.
El diablo no puede desacreditar la Palabra de Dios. La Palabra de
Dios es la prueba de fuego para todo lo sobrenatural.
Es la forma número uno de escuchar a Dios.
Una vez más, hay un equilibrio en lo que estoy enfatizando aquí.

Es por eso que lo animo a revisar mi enseñanza titulada Cómo
escuchar la voz de Dios, para obtener información adicional. En
él, trato otros aspectos importantes de escuchar la voz de Dios que
no puedo cubrir completamente aquí.
Tienes que darte cuenta de que es posible que el Señor no haya

respondido tu oración de la forma en que lo has estado pidiendo
porque tiene algo mejor para ti. Es posible que haya querido que Él
bajara y llorara con usted, diciendo: "¡Es realmente malo!" Es posible
que haya estado pidiendo una respuesta emocional que lo hiciera
sentir mejor. Es posible que el Señor no te haya respondido de la
manera que deseabas porque Él
te ama tanto, no porque te ame tan poco. Puede ser que esté
tratando de llevarte a un nivel más alto de
madurez. Él quiere que vayas más allá de un nivel emocional y
aprendas a recibir alguna sustancia de Él a través de Su Palabra.
Al escribir Segunda de Pedro 1, el Apóstol Pedro se dio cuenta de

que estaba cerca de su muerte. Por lo tanto, sintió la urgencia de
recordar a los creyentes las verdades que había compartido con
ellos antes. Este fue su propósito al escribir esta segunda carta.
Por tanto, no seré negligente en haceros recordar siempre estas

cosas, aunque las sepáis, y estéis firmes en la verdad presente.
Sí, creo que es apropiado, mientras estoy en este tabernáculo,
despertarlos recordándolos; Sabiendo que en breve debo
despojarme de este mi tabernáculo, tal como nuestro Señor
Jesucristo me lo ha mostrado. Además, me esforzaré para que,
después de mi muerte, podáis tener estas cosas siempre en el
recuerdo.
2 Pedro 1:12-15
MANIFESTACIÓN ESPECIAL
El Apóstol Pedro continuó diciendo:
Porque no os hemos dado a conocer el poder y la

venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas
artificiosas, sino como testigos oculares de su majestad.
Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando le
fue dirigida desde la gloria excelsa una voz tal: Este es mi
Hijo amado, en quien tengo complacencia. Y esta voz que
venía del cielo la oímos, cuando estábamos con él en el
monte santo.
2 Pedro 1:16-18
Peter estaba diciendo: "Estas cosas que te estoy diciendo

no son cosas que soñé. Esto no fue algo que surgió como
resultado de comer pizza antes de acostarme. No salieron de
mi propio corazón. Estas verdades me fueron dadas por
Dios". Luego, para verificar eso, dijo: "Vimos la gloria de Dios
cuando Jesús estaba en el Monte de la Transfiguración. El
la gloria de Dios salió de Jesús tan brillante que era como el
sol. No solo eso, sino que vimos una nube venir sobre Jesús
—la nube de gloria que solía habitar el tabernáculo del
Antiguo Testamento. De esta nube salió una voz del cielo
que decía: 'Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia'".
La razón por la que Peter decía todo esto era para decirles:
"Miren, estas no son nuestras propias ideas. No soñamos
esto. Lo experimentamos. Lo vimos y lo escuchamos".
Estaba validando su mensaje, declarando, "Sé lo que estoy diciendo
es de Dios".
Esto es comparable a mi visita a su ciudad para realizar una serie de

reuniones. Podría aparecer en la televisión para anunciar estas
reuniones diciendo: '! fue arrebatado al cielo y recibió un mensaje del
Señor. Tengo un mensaje de Dios, y estaré en tu ciudad el viernes
para entregarlo. Esté allí a las 7:00 p. m. "Si anunciara nuestras
reuniones de esa manera, la cantidad de personas que asistirían
aumentaría dramáticamente. Pero si llego y digo: "Vamos a su ciudad a
predicar la Palabra de Dios. Voy a compartir con ustedes las verdades que
el Señor ha compartido conmigo", no conseguiríamos que respondiera
tanta gente como
lo haríamos si dijera: "He tenido una visión. Dios me ha dado una palabra
para esta ciudad".
Hace un par de décadas, cierta mujer afirmó tener

plumas caen del cielo en sus reuniones. Después de un tiempo,
alguien la grabó en video sacándose estas plumas de la manga. Otras
personas han afirmado que sus manos sudarán aceite de unción. Algunas
personas han afirmado que las hojuelas de oro se han manifestado en
las reuniones y que las tienen en su Biblia. De hecho, algunas personas
me han mostrado estos copos de oro diciendo: "Esto hace que la Palabra
de Dios sea mucho más real". Si se me ocurriera algo físico y tangible
como ese, muchas personas dirían: "¡Vamos a escuchar a este tipo!". Pero
cuando digo "voy a venir y compartir el
Palabra de Dios", no tanta gente está emocionada por eso.

Esa es la actitud equivocada. En realidad, escuchar a Dios a través de
Su Palabra es mejor que el polvo de oro, las plumas, el aceite de la
unción, la piel de gallina, las nubes de gloria, las visitas angelicales o cualquier cosa
más. Nada supera o reemplaza la Palabra de Dios. Necesitamos cambiar
nuestro pensamiento en esta área.
Si fueras a abrir dos puertas, una que dijera "La Palabra de

Dios" y la otra "manifestación especial", la mayoría de la gente

querría esta "manifestación especial".
ALGO MEJOR
En Segunda de Pedro 1, el apóstol Pedro estaba diciendo: "Sé que

voy a morir pronto. Quiero que recuerden estas cosas porque no
seguimos fábulas ingeniosamente inventadas. Estos no son cuentos
o historias de viejas". soñamos. Hemos visto y oído la presencia
audible y visible de Dios. Estábamos con Jesús cuando se transfiguró”.
Él está diciendo todo esto para validar y hacer que la gente reciba
como una autoridad todo lo que ha estado diciendo.
Pedro luego agregó esto en el versículo 19:
También tenemos una palabra de profecía más segura.
Pedro acababa de hablar de cómo vio a Jesús irradiar luz.

Vio que la nube de gloria de Dios lo cubrió con su sombra. Él escuchó
una voz audible del cielo que decía: "Este es mi amado
Hijo." (Mateo 17:1-9.) Había visto a Jesús levantar a Lázaro de
entre los muertos y abrir los ojos ciegos de Bartimeo. (Juan 11:43-44;
Marcos 10:46-52.) Había visto el poder del Señor sanar al cojo y
hacerlo andar (Hechos 3:6-8).
Pedro había visto todas estas cosas. Estaba contando las cosas
que había presenciado, diciendo: "Esto prueba que lo que hemos
visto y oído es real". Pero luego volvió y dijo: "Tenemos algo mejor
que todo esto". ¿Qué podría ser mejor que ver la presencia visible y
escuchar la
voz audible de Dios? ¿Qué podría ser mejor que ver a Jesús
realizar todos estos milagros?
Los versículos 19-21 dicen:

Tenemos también una palabra de profecía más segura... Sabiendo

esto primero, que ninguna profecía de la escritura es de
interpretación privada. Porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron
como fueron movidos por el Espíritu Santo.
Poniendo todo esto junto, Pedro estaba diciendo: "Tenemos algo

mejor que una representación visible de Dios, algo mejor que una
voz audible de Dios, algo mejor que todos los milagros físicos y
tangibles. La cosa más autorizada que podamos compartir contigo
para validar que la verdad es la Palabra de Dios. La Palabra de
Dios es más grande que cualquier otro medio para que escuches
de Dios". Por lo tanto, la Palabra de Dios es la forma más fuerte y
poderosa que tenemos para contrarrestar nuestros temores e
incredulidad.
HACIA ATRÁS
Esto debería ser obvio. Sin embargo, en mi trato con la gente, la

mayoría de la gente solo quiere que los rodees con el brazo y les
digas algo alentador. Quieren una notita con un chocolate tuyo. Les
gustaría esto o aquello. Tienen la Palabra con ellos, pero no les
importa lo que dice.
No dirían que esto es cierto, pero ¿se me acercan y me preguntan:
"¿Orarías por mí y me darías una palabra?"
Tendría que responder: "Bueno, tienes diez mil palabras justo

debajo del brazo, en tu mesita de noche, o donde sea que esté tu
Biblia. ¿Por qué no la abres y la usas?"
El problema es que la mayoría de la gente no honra la Palabra escrita.

de Dios la forma en que honrarían una profecía o palabra

de aliento de una persona, o alguna señal audible o visible. Eso es
al revés, y es precisamente la razón por la que tenemos tantas
dudas.
El Señor nos encontrará donde está nuestra fe. Dios ha hablado a

muchas personas a través de estos diferentes medios externos.
No estoy en contra de ellos. Conozco a muchas personas que han
experimentado estas expresiones externas, y el testimonio de lo
que escucharon, vieron y experimentaron se alinea con la Palabra. No
dudo que sea Dios. Solo digo que si eres más insistente, más deseoso de
una señal, una voz audible, una representación visible, algo milagroso
que te ayude, eso es solo una solución temporal.
Esas cosas no duran mucho. Las circunstancias cambian.

Satanás puede venir y darte señales negativas y cosas por el estilo.
Pero si tan solo acudieras a la Palabra de Dios, convirtiéndola en tu
autoridad absoluta y viéndola como Dios hablándote, entonces la Palabra
vencerá cualquier duda que tengas.
La Palabra de Dios confirmará todo lo que necesitas saber. Es
la forma más alta y mejor de escuchar a Dios.
PRUEBA FÍSICA Y TANGIBLE
Cuando uno de los discípulos del Señor, Tomás (a menudo llamado

"Tomás el incrédulo"), escuchó que Jesús había resucitado de entre los
muertos,
El respondió:
A menos que vea en sus manos la huella de los clavos, y meta

mi dedo en la huella de los clavos, y meta mi mano en su costado,
no lo creeré.
Juan 20:25
En otras palabras, "A menos que salga del reino espiritual y se

manifieste en el reino físico, no voy a creer. Necesito pruebas
físicas y tangibles / Así es la mayoría de la gente hoy en día.
Ocho días después, apareció Jesús. Thomas estaba presente

esta vez. Después de invitar a Tomás a inspeccionar Sus manos
y Su costado, el Señor le dijo:
No seas incrédulo, sino creyente.

Juan 20:27
Tomás respondió: "Señor mío y Dios mío" (Juan 20:28).

Entonces Jesús le dijo:
Tomás, porque me has visto, has creído:

bienaventurados los que no vieron y creyeron.
Juan 20:29
Jesús puso la mayor bendición en creer por la Palabra en lugar

de creer por la experiencia física.
AUMENTAR
Esto puede no sonar emocionante porque miras la Palabra

de Dios como sin vida, muerto y seco. Si esta es su
percepción, es posible que no se haya vuelto lo suficientemente
sincero y serio como para que el Espíritu Santo le acelere la
Palabra. Les digo, la Palabra de Dios está viva. es vivir es
poderoso (Hebreos 4:12.) Es la palabra profética más segura. (2
Pedro 1:19.) Una mayor bendición y unción sería liberada en tu
vida si pudieras tomar las verdades de la Palabra de Dios por fe
y decir: "Creo que esto es
Dios hablándome. Me lo ha revelado el Santo

Espíritu, y no tengo que tener tres pieles de gallina y dos visiones
para confirmarlo. Esto es lo que dice la Palabra de Dios." Si
tendrías esa actitud, y empezarías a creer y basarte
tu vida en la Palabra de Dios, experimentarías una mayor unción y
manifestación de fe a través de eso que a través de todas estas otras
cosas que la gente busca.
Dios quiere llevarte a este nivel superior. La misma razón por la que
Él puede no haber respondido a tus súplicas, llantos y súplicas por un
sueño, una visita angelical o alguien que llame tu nombre y te profetice
directamente es porque te ama mucho. Dios no quiere mantenerte en
el último peldaño de la escalera. Él quiere que des un paso más alto y
comiences a confiar en Él a través de Su Palabra.
En 1978, mi esposa y yo, y nuestros dos hijos, fuimos a California

a una Convención de Creyentes de la Costa Oeste con Kenneth
Copeland. En ese momento, estaba pastoreando una pequeña
iglesia, así que estas fueron unas vacaciones importantes para nosotros.
Juntamos todos los recursos que teníamos. Fui allí esperando saber de
Dios.
El Señor me había estado hablando acerca de hacer un cambio

en mi ministerio. Siempre había pastoreado iglesias hasta ese
momento, pero ahora el Señor me estaba hablando de comenzar a
viajar y ministrar de la forma en que lo hago actualmente. Este fue un
gran paso de fe para mí, así que fui a esta conferencia creyendo
realmente que iba a recibir una palabra profética de Dios.
Había miles de personas en esta convención. Nos sentamos

arriba en el balcón, en la sección de hemorragia nasal. Éramos
tan lejos, ni siquiera estoy seguro de que Kenneth Copeland pudiera
nos han visto desde la plataforma. Sin embargo, en mi corazón

estaba atrayéndolo y diciendo: "Estoy creyendo por una palabra.
Oh Dios, dame una profecía".
"¿POR QUÉ NO CONFÍAS EN MÍ?"
Justo en medio de mi oración y de pedirle a Dios una profecía,

Kenneth Copeland comenzó a profetizar. Estaba de pie en el escenario,
pero mientras hablaba, parecía que me estaba señalando. Me quedé
impactado. Pensé: "¡Funcionó! ¡Dios me está hablando!"
Esta profecía básicamente iba en la línea de: "Solo haz lo que te he

dicho que hagas. Te he dicho que te levantes y lo hagas. Voy a
proveer para tus necesidades. Da este paso de fe. Se avecina un
cambio. Tienes que salir de donde estás y salir a esta tierra prometida
que Dios te ha dado". La profecía también incluía algunas otras
cosas poderosas.
Todo lo que decía Kenneth Copeland coincidía exactamente,

casi palabra por palabra, con lo que Dios había dicho en mi
corazón. Estaba tan emocionado. Pensé, ¡funcionó! ¡Dios me está
hablando directamente a mí! Luego, al final de la profecía, Kenneth
dijo: "¿Escuchaste eso, Ed? Eso es para ti". Miré hacia abajo y vi a
un hombre llamado Ed parado abajo en el piso principal. Kenneth
Copeland en realidad le estaba profetizando. Mientras oraba y le
pedía a Dios una palabra, me perdí la primera parte de sus
comentarios que identificaban a Ed como el destinatario previsto.
Entonces, cuando lo escuché decir el nombre de Ed, mi corazón se

hundió. Pensé, Oh, Dios. Pensé que me estabas hablando a mí.
Entonces el Señor habló a mi corazón y dijo: "Si esa profecía

hubiera sido para Andrew Wommack, ¿habrías
has aprendido algo que no te haya dicho ya?

¿Habrías recibido alguna información nueva que no te hubiera
revelado mientras estudiabas la Palabra y orabas?”.
Respondí: "No".
"Entonces, ¿por qué no confías en Mí en lugar de tener que tener todo

de estas otras cosas? ¿Por qué no llegas a donde Mi Palabra es
suficiente?”
"¡PADRE, ESO ES!"
El Señor me estaba reprendiendo amorosamente. Aceptando

Su reprensión, dije: "Padre, ¡eso es todo! No voy a tener que tener
tres confirmaciones. Sé lo que me has dicho en mi corazón". Tomé
una decisión. Entonces, justo después de eso, dejamos la iglesia que
había estado pastoreando y comencé a viajar. Fue un gran cambio de
dirección en mi vida y ministerio.
La mayoría de nosotros no queremos simplemente tomar la

Palabra. Somos demasiado inseguros. No tenemos confianza solo
en la Palabra de Dios y en el Espíritu Santo que nos la aviva.
Queremos que todos vengan y nos den diez confirmaciones para
que no quede ninguna duda. Así no es como Dios suele obrar.
La Palabra de Dios es una palabra de profecía más segura que

cualquier otra cosa que pueda obtener. Tome la Palabra de Dios,
comience a meditar en ella, deje que el Espíritu Santo haga una
aplicación directa a su situación y luego actúe en consecuencia; ese es el
la forma más alta de fe que puedas tener. Esa es la fe basada
enteramente en la Palabra de Dios solamente. Si tomas estas
maravillosas verdades y las aplicas a tu vida, serás transformado.
Capítulo 10
Lee con tu corazón
Cuando empecé a buscar al Señor, las parábolas de Marcos

4 me impactaron profundamente. cambiaron mi
vida y me puso en un curso. De hecho, me dieron una pista para
correr. Sabía que Dios tenía planes asombrosos para mi vida y que
tenía que haber una gran cantidad
de crecimiento y cambio en mí, pero simplemente no sabía cómo
empezar. No sabía cómo llegar de donde estaba a donde veía en
mi corazón que Dios quería que fuera. Mientras lo buscaba, el Señor
me habló específicamente estas parábolas. Todavía los uso
semanalmente, y muy a menudo a diario. Se han entretejido en el
tejido mismo de mi vida.
Jesús enseñó diez parábolas sobre cómo funcionaba el reino de

Dios, todo el mismo día que ministró la parábola del sembrador.
Esta es en realidad la información más registrada en un día de la
vida de Jesús que tenemos en toda la Palabra de Dios. Puede ver
esto tomando todas las escrituras de Mateo, Marcos, Lucas y Juan,
y colocándolas una al lado de la otra cronológicamente, como están
en mi Biblia de estudio y comentario Life for Today - Edición de los
Evangelios. Es muy útil poder ver todo el Evangelio.
cuentas de un evento allí mismo en una página.
Y comenzó de nuevo a enseñar junto al mar; y se reunió con él

una gran multitud, de modo que entró en una barca y se sentó
en el mar; y toda la multitud estaba junto al mar en tierra. Y les
enseñaba muchas cosas por parábolas, y les decía en su
doctrina.
Marcos 4:1-2
En este punto, Jesús comenzó a enseñar lo que yo llamo la parábola

del sembrador:
Escuchar; He aquí, salió un sembrador a sembrar; y

Aconteció que mientras sembraba, parte cayó junto al
camino, y vinieron las aves del cielo y se la comieron. Y parte
cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; e
inmediatamente brotó, porque no tenía
profundidad de la tierra: Pero cuando salió el sol, se
quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
Y parte cayó entre espinos, y crecieron los espinos, y la
ahogaron, y no dio fruto. Y otro cayó sobre
buena tierra, y dio frutos que brotaron y crecieron; y sacaron
unos treinta, otros sesenta y otros cien. Y él les dijo: El que
tiene oídos para oír, que oiga.
Marcos 4:3-9
CUATRO TIPOS DE SUELO
Jesús contó esta parábola acerca de un hombre que salió y

sembró semilla. No cavó surcos y plantó las semillas uno
por uno. En aquel entonces, una persona cargaba una especie
de saco que contenía toda la semilla. Simplemente caminaría por
los campos, arrojando esta semilla y dejándola caer en cualquier
lugar y en todas partes. Según la parábola,
había básicamente cuatro tipos diferentes de suelo sobre los
que cayó esta semilla.
El versículo 4 revela el primer tipo de terreno al decir:
Parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y

la devoraron.
En otras palabras, la semilla ni siquiera llegó debajo de la superficie

del suelo. Los pájaros vinieron y se lo comieron antes de que echara
raíces.
La semilla comenzó a meterse debajo de la superficie del

segundo tipo de suelo, pero había demasiada roca para que
crecieran las plantas. (Marcos 4:5-6.) Había tanta piedra que no había
profundidad de tierra, así que la semilla simplemente no se produjo
adecuadamente.
El tercer tipo de suelo tenía una buena profundidad de tierra.

Empezó a producir, pero había malas hierbas que ahogaron la
semilla e impidieron que diera fruto. (Marcos 4:7.)
El cuarto tipo de tierra produjo fruto, hasta cien veces más de la
semilla que se sembró. (Marcos 4:8.)
ESPIRITUALMENTE ABURRIDO
Después de que Jesús pronunció la parábola, sus discípulos se

acercaron y le pidieron una interpretación. Ellos pensaron que
esta parábola era solo acerca de alguien que siembra semilla y
cómo esa semilla germina y produce fruto. ellos sabían allí
tenía que ser alguna aplicación espiritual, pero ellos no sabían lo que
era. Entonces le pidieron a Jesús la interpretación de esta parábola.
También le preguntaron: "¿Por qué hablas a esta gente en
parábolas?" (Mateo 13:10.)
Él respondió y les dijo: Porque a vosotros os es dado saber

los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es
dado. Porque a todo el que tiene, se le dará, y tendrá más;
pero al que no tiene, de él se le dará
quitado incluso lo que tiene. Por eso hablo a

en parábolas: porque viendo no ven; y oyendo no oyen,

ni entienden.
Mateo 13:11-13
La gente se ha endurecido hacia Dios. Simplemente no

pueden entender la verdad espiritual porque su forma de pensar
es tan inconsistente con la forma en que Dios quiere que seamos.
Son espiritualmente aburridos.
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y sus

oídos oyeron con dificultad, y sus ojos se han cerrado; para
que nunca vean con sus ojos, y oigan con sus oídos, y
entiendan con sus
corazón, y se conviertan, y yo los sane.
Mateo 13:15
Aunque Jesús hizo esta asombrosa declaración a un grupo de

gente hace dos mil años, también es bastante descriptivo de
nuestra época. Dijo que "el corazón de este pueblo se ha
engrosado". Esto está literalmente hablando de una progresión
progresiva paso a paso hacia la insensibilidad. El corazón de una
persona no se vuelve instantáneamente en contra de Dios y se
vuelve insensible e incapaz de escucharlo. es un proceso
CÓDIGO ESPIRITUAL
Esta palabra "encerado" se refiere literalmente a la forma en

que se fabricaban las velas de cera antiguas. Tomaron una mecha y la
sumergieron en cera caliente.
Siguieron sumergiéndolo una y otra vez, poniendo capa sobre

capa de cera hasta que tuvieron una vela.
Así es como se han convertido nuestros corazones. A través

del proceso de ser dominados por las cosas de este mundo, nos
hemos vuelto espiritualmente insensibles. No estoy hablando
simplemente de cosas impías. Las cosas naturales también
pueden dominar nuestro pensamiento. Estamos tan concentrados
en toda la tragedia, las noticias, el entretenimiento, etc., que capa
tras capa nos hemos aislado del pensamiento espiritual. Vivimos y
nos movemos en un mundo físico, y no mucha gente realmente
pasa mucho tiempo en la Palabra de Dios, en comunión con Él,
dejando que su corazón escuche y aprenda cosas espirituales. Nos
consumimos tanto con las cosas físicas que después de un tiempo,
capa tras capa de negligencia se acumula y literalmente obstaculiza
la forma en que pensamos.
Así que una de las razones que dio el Señor de por qué enseñó en
parábolas fue porque los corazones de la gente se han vuelto
tan embotados. Se han "encerado asqueroso". Sus oídos son
duros para oír. Tienen ojos, pero no pueden ver. El Señor no
puede hablarle a mucha gente hoy porque son muy carnales.
No hay ninguna sensibilidad espiritual en ellos que les permita
poder recibir.
Dentro de cada persona hay una chispa. Existe el potencial

para la percepción espiritual y la recepción de Dios, pero debe
desarrollarse. Dado que la mayoría de las personas prácticamente no
pasan tiempo enfocadas en las cosas del Señor, se han vuelto
espiritualmente aburridas. Dado que no hay forma de que el Señor
pueda hablarles a esas personas, Él expone las verdades espirituales
en parábolas.
Jesús continuó diciendo que Sus discípulos tenían una unción

especial de Dios que les permitía descifrar y aprender estas
verdades espirituales. Este es el segundo propósito del Señor
hablando en parábolas. Las parábolas eran como un código espiritual.
Las verdades estaban ocultas a las personas que
no tenía oídos para oír. A los que no buscan a Dios y no tienen un

corazón para Él, las parábolas les parecen tonterías y las rechazan.
Pero a aquellos que tienen un corazón para Dios, se les ha dado el
Espíritu Santo para decodificar y explicar específicamente estas
verdades.
Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestros

oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos
profetas y justos han deseado ver las cosas que vosotros veis,
y no las han visto; y de oír las cosas que oís, y no las habéis
oído. Oíd, pues, la parábola del sembrador.
Mateo 13:16-18
"¿QUÉ SIGNIFICA ESO?"
Jesús estaba explicando que estos discípulos tenían una unción

especial. 1 Juan 2:20 dice que tú:
Tened una unción del Santo, y sabréis todas las cosas.
El Espíritu Santo se nos envía específicamente para enseñarnos

y explicarnos cosas que no podemos saber con nuestra mente
natural. (Juan 14:26; 16:13-15.) El Señor usó parábolas como
ejemplos físicos y naturales que la gente podía entender. Esta era
una sociedad agrícola en la que Él vivía, por lo que la gente estaba
acostumbrada a ver a la gente sembrar semillas.
En cierto sentido, vivían cerca del suelo. Sin embargo, había
verdades espirituales escondidas detrás e incrustadas dentro de cada
parábola que el Espíritu Santo fue dado a revelar.
Lo mismo es cierto hoy. Algunas personas preguntan, "¿Por qué la

Palabra fue escrita de esta manera? ¿Por qué el Señor simplemente no registró
todo lo que Él quería decirnos de una manera directa?" La verdad

es que no tenemos la capacidad sólo en nuestro
mentes físicas para entender las verdades espirituales que Dios
está tratando de comunicarse con nosotros, por lo que tuvo que
ponerlos en esta forma. Sin embargo, el Espíritu Santo ha sido dado
a cada uno de nosotros para explicar la Palabra de Dios.
Mucha gente viene en contra de la Palabra, criticando y diciendo:

"La Biblia es tan difícil de entender". Eso es porque la estás
leyendo con tu mente. Si está tratando de resolver las cosas solo
con su cerebro natural, entonces sí, la Palabra de Dios sería difícil
de entender. Sin embargo, la Biblia no fue escrita en tu cabeza.
Ahora, eso no significa que no sea lógico. No significa que sea
incorrecto o sin sentido. La Palabra de Dios es diferente a las cosas
naturales que este mundo nos enseña. No fue escrito para nuestra
mente carnal y natural. El Señor escribió la Palabra de Dios en
nuestro corazón.
Puedes leer la Palabra de Dios con tu corazón. Al comenzar a leer la

Palabra, es posible que no entienda con su cerebro natural todo lo que
está leyendo. Pero cuando te encuentras con algo que no entiendes,
puedes detenerte y orar: "Padre, no entiendo esto. ¿Qué significa?"
Entonces comienzas a meditar en esa escritura, abriendo tu corazón
para escuchar a Dios y diciendo desde tu corazón: "Quiero conocerte.
Quiero saber lo que Tu Palabra tiene que decir". Dios—a través de Su
Palabra—comenzará a hablarte.
LA PIEDRA ROSETTA
Tal vez ya hayas experimentado esto antes, así que sabes de lo que
estoy hablando. Puede que no seas capaz de verbalizar esta
experiencia mejor que yo, pero
reconoce que hay cosas que ahora sabes que van más allá de las
palabras que lees en una página. Es lo que Dios te habló en tu
corazón. O tal vez no hayas experimentado esto antes, por lo que
te cuesta entenderlo.
Una de las cosas más grandes de mi vida cristiana es la capacidad

tomar la Palabra de Dios y leerla con mi mente, pero al mismo
tiempo que miro las páginas, voy más allá de mi mente y dejo que
mi corazón escuche. Dios me habla.
Su Palabra cobra vida. La vida literalmente me bombea a través
de la Biblia. Si no has experimentado eso, te estás perdiendo una
de las mejores experiencias de todas.
Esta parábola del sembrador que siembra la semilla transformó

mi vida. Estas verdades que compartiré contigo durante el resto de
este libro son algunas de las verdades más fundamentales que Dios
me ha mostrado. Si el sembrador que siembra la semilla no es
una de sus escrituras favoritas, si no acaba de transformar
su vida, entonces se está perdiendo una de las claves más
importantes de la vida cristiana.
Después de que Jesús dio esta parábola, sus discípulos

preguntaron: "¿Por qué les hablas a estas personas en parábolas?"
El Señor respondió:
¿No sabéis esta parábola? ¿Y cómo, pues, conoceréis todas

las parábolas?
Marcos 4:13
Jesús estaba diciendo, "Si no entiendes esta parábola, entonces

no puedes entender ninguna de Mis parábolas. Si no puedes
entiendes la interpretación y la aplicación de esta parábola a tu
vida personal, entonces no puedes entender Mi enseñanza". En
otras palabras, esto es crítico. Lo llamo
parábola de la Piedra de Rosetta de la Biblia.
LA CLAVE
Durante mucho tiempo, los arqueólogos habían estado

excavando en Egipto. Encontraron todo tipo de jeroglíficos egipcios,
pero no tenían una llave para desbloquear el significado de esos
escritos. Nadie sabía el idioma. Había una enorme cantidad de
información registrada por los antiguos egipcios, pero todo estaba
en estos jeroglíficos que nadie sabía cómo leer.
Entonces, un día encontraron esta piedra, que más tarde se

conoció como la Piedra de Rosetta. Tenía exactamente el mismo
texto escrito en tres idiomas diferentes, incluidos los jeroglíficos
egipcios. El uso de los dos idiomas conocidos grabados en esta
piedra les permitió comenzar a comprender los jeroglíficos
previamente desconocidos. Esta piedra de Rosetta se convirtió en
la llave que abrió todo el lenguaje. Desde entonces, han podido
leer y comprender todos estos registros que los antiguos egipcios
nos dejaron en jeroglíficos.
Esta parábola del sembrador que siembra la semilla es la Piedra

Rosetta de la Biblia. Nuestro Señor estaba diciendo: "¿No
entiendes esta parábola? Si no comprendes esta parábola, ¿cómo
entenderás alguna de ellas?" Esta es la clave para comprender
todas las parábolas, todas las enseñanzas, que Jesús dio. Cristo
mismo declaró: "Esta es la clave. Si entiendes esta parábola, puedes
entender cualquiera de ellas. Si no entiendes esta parábola, no
entenderás ninguna de ellas". ¡Eso es poderoso!
Esta parábola es una enseñanza fundamental de Jesús. Es

algo que todo aquel que quiera prosperar en el reino de Dios

debe aprender. Estas son verdades fundamentales y
fundacionales en las que debemos operar y basar nuestra vida
diaria.
Si las escrituras que contienen la parábola del sembrador

que siembra la semilla (Mateo 13, Marcos 4, Lucas 8) no son algunas
de las escrituras más importantes en su vida, no son
escrituras que Dios le ha hablado personalmente, entonces esa
es una de las razones por las que no tiene una comprensión clara
de la Biblia. Esa es una de las razones por las que no sabes cómo
funciona el reino de Dios y dependes de acudir a otra persona para
pedirle ayuda. Es porque no tienes la capacidad de comprender
por ti mismo. Dependes de otras personas que se han desarrollado
espiritualmente y han aprendido a relacionarse con el Señor.
Si aceptas estas escrituras, cambiarán tu vida. Es posible que

estés diciendo: "Ya basta, me has vendido.
¡Anímate y dime estas verdades!” No es difícil entender las
cosas de Dios. Lo más difícil es hacer que la gente escuche con el
corazón.
Capítulo 11
La semilla
Jesús interpretó la parábola del sembrador para sus

discípulos, diciendo:
El sembrador siembra la palabra. Y éstos son los que están

junto al camino, donde se siembra la palabra; pero cuando
han oído, Satanás viene inmediatamente y quita el
palabra que fue sembrada en sus corazones. Y estos son ellos
asimismo las que son sembradas en pedregales; los cuales,
cuando han oído la palabra, al instante la reciben con gozo; y
no tienen raíz en sí mismos, y así duran sólo por un tiempo;
luego, cuando viene la aflicción o la persecución por causa
de la palabra, luego se ofenden. Y estos son los que son
sembrados entre espinos; los que oyen la palabra, y los
afanes de este mundo, y el engaño de las riquezas, y las
codicias de otras cosas, entrando, ahogan la palabra, y se
hace infructuosa. Y estos son los que se sembraron en buena
tierra; los que oyen la palabra, y la reciben, y dan fruto a
treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Marcos 4:14-20
Jesús estaba hablando de un hombre que tomó semilla y comenzó

a tirarla por todas partes. (Esa es la forma en que sembraban
semillas en esos días.) Cuando arrojó esta semilla, cayó en cuatro
tipos diferentes de suelo. Continuó hablando de cómo
estos cuatro tipos diferentes de suelo respondieron, ya sea que
permitieran que esta semilla germinara o no. De eso se trata la
parábola.
SIMPLE
El verdadero propósito de esta parábola no es enseñarte cómo

sembrar semillas o ser agricultor. Jesús simplemente tomó algo natural
con lo que nos podíamos relacionar y lo usó para ilustrar una verdad
espiritual. Marcos 4:14 es la clave de toda esta parábola:
El sembrador siembra la palabra.
Lucas 8:11 lo comunica de esta manera:
Ahora la parábola es esta: La semilla es la palabra de Dios.
La semilla que se está sembrando es la Palabra de Dios. Así que

toda esta parábola no se trata realmente de cómo ser agricultor y
obtener una cosecha. Esta parábola trata sobre cómo funciona el
reino de Dios, y funciona a partir de la Palabra de Dios.
La gente siempre está buscando algo más profundo y más

complejo, pero esto es tan simple que vas a tener que tener a alguien
que te ayude a entenderlo mal. Todo el reino de Dios, la vida cristiana,
tu victoria, tu éxito como creyente, es tan simple como tomar la Palabra
de Dios y sembrarla en tu corazón. Si simplemente cooperas y dejas
que la Palabra de Dios germine, cambiarás sin esfuerzo.
DECEPCIONADO Y SORPRENDIDO
Hay razones muy específicas por las que Jesús eligió usar una
semilla para ilustrar la forma en que funciona la Palabra de Dios. Eso
es porque hay una gran comparación entre la forma en que una
semilla física opera en el ámbito natural y la forma en que la Palabra
de Dios obra en nuestra vida.
En el ámbito natural, llamaríamos "loco" a cualquiera que espere

que crezca un jardín sin labrar la tierra, plantar las semillas o regar
las semillas. Si no hizo ninguna de estas cosas necesarias para cultivar
un jardín, no se sorprendería cuando un jardín no crece en su vida. Sin
embargo, en el ámbito espiritual, esto sucede constantemente.
Las personas que nunca plantaron ninguna semilla están desilusionadas y

sorprendidos de que no tengan jardín. Ellos se preguntan, ¿Por qué
no soy sanado? ¿Por qué no he sido prosperado?
¿Por qué Dios no ha contestado esta oración? ¿Por qué mis
relaciones se están desmoronando? ¿Por qué no puedo mantener un trabajo?
¿Por qué nada en mi vida parece funcionar? Han estado orando y
pidiéndole a Dios todas estas cosas, pero no han tomado Su Palabra y
las promesas que contiene y sembrado esas verdades en su vida.
Muchas de estas personas han venido a mí y me han dicho: "Oré

y le pedí a Dios que me sanara". Les he preguntado: "¿En qué
escrituras están parados para ser sanados? ¿Qué promesa o
promesas, semilla de la Palabra de Dios, has sembrado en tu vida para
producir esa audiencia?"
Han respondido: "No sé lo que dice la Palabra. Solo sé que es la

voluntad de Dios. Creo que Dios quiere sanarme". Pero no tienen una
escritura en la que apoyarse.
Ellos no tienen una promesa. No han sembrado Su Palabra en su
corazón.
LA CURACIÓN FÍSICA PROMETIDA
Hay beneficio en conocer las direcciones de las promesas en la Palabra

de Dios. Por ejemplo, Isaías 53:4-5 dice:
Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y cargó con

nuestros dolores; mas nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras
transgresiones, molido por nuestras iniquidades: el castigo de
nuestra paz fue sobre él; y con sus llagas somos curados.
Luego en Mateo 8:16-17, se interpreta este pasaje.
Cuando llegó la tarde, le trajeron muchos

que estaban endemoniados; y con su palabra echó fuera los
espíritus, y sanó a todos los que estaban enfermos, para que
se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías [Isaías], cuando
dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras
dolencias .
(los corchetes son míos)
Esta interpretación en Mateo revela que Isaías no solo estaba

hablando de un tipo de curación espiritual y emocional.
Ya que lo que Jesús hizo aquí en Mateo 8 cumplió lo que
profetizó Isaías 53, está claro que también se nos ha prometido
sanidad física a través de Su expiación.
Para obtener más escrituras relacionadas con la sanidad, consulte

mi grabación de audio titulada "Escrituras de sanidad" o el
sección titulada "¿Es siempre la voluntad de Dios sanar?" ubicado
en la parte posterior de mi libro Dios te quiere bien.
RAZÓN NÚMERO UNO
Como se ilustró en mi ejemplo anterior de Isaías 35 y 40, es

importante saber dónde se encuentran los versículos en la Biblia
porque te ayuda a entenderlos mejor y te hace más capaz de
compartir estas verdades con otras personas.
Sin embargo, me comprometeré en este punto. Es posible que no

siempre sepa el lugar exacto donde se encuentra un versículo en
las Escrituras. Es posible que no tenga la dirección memorizada. Es
posible que a veces tengas que refrescar tu memoria y buscar algo.
Pero esas verdades, esas revelaciones,
deberían ser tuyos si solo los buscas y los reclamas.
Cuando tienes síntomas de enfermedad en tu cuerpo y estás

acostado en tu cama, listo para vomitar, no es suficiente clamar a
Dios diciendo: "Sé que en algún lugar de la Biblia dice que quieres
sanar". mí." Esa no es la forma en que funciona el reino. Eso es
como una persona que no ha plantado un jardín pero está orando
por una cosecha. No va a suceder.
La razón número uno por la cual las personas no reciben de Dios es

porque literalmente no han tomado las verdades de Su Palabra y no
las han plantado en su corazón. Esta es la razón por la cual las
personas no están experimentando la victoria por la que están orando
y deseando, y rogando y suplicando que Dios les dé.
a ellos. Es por eso que el Señor usó este tipo de parábola de un
sembrador y su semilla. Él quiere que entendamos cómo funciona
Su reino. El sembrador siembra la Palabra de Dios. La semilla de
la que Él está hablando no es una semilla física. Más bien, la Palabra
de Dios es como una semilla.
Si quieres sanidad en tu vida, toma las escrituras que hablan de

sanidad y medita en ellas. Busque cada escritura en la Biblia sobre
sanidad. Estudie los ejemplos registrados donde las personas
fueron sanadas.
APRETADO, PERO CORRECTO

Proverbios 4:22 dice que las palabras de Dios son:
Vida a los que los hallen, y salud a toda su carne.
Si toma la Palabra de Dios como una semilla y comienza a

plantarla en su corazón, literalmente comenzará a liberar sanidad
sobrenatural en su vida.
El Salmo 107:20 dice que Dios:
Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su destrucción.
La Palabra de Dios te traerá sanidad y liberación.
No estoy regañando a nadie. Sólo estoy tratando de ser contundente con

esta verdad porque mucha gente se la está perdiendo a lo grande.
El reino de Dios funciona a partir de esta verdad de que la Palabra
de Dios es una semilla. Al igual que en el ámbito natural, debes
plantar semillas para producir una cosecha. No se puede tener un
bosque sin plantar muchas semillas. No puedes tener victoria en
tu vida sin que la Palabra de Dios sea plantada en tu corazón. Eso
es apretado, pero es correcto. Es simple, pero es cierto.
Así es como funciona el reino de Dios.
CALIDAD Y CANTIDAD
Si te humillas y recibes esta verdad, te dará una respuesta

de por qué no estás viendo más victoria en tu vida de la que estás
viendo. Explicará por qué no estás viendo más del poder de Dios
en acción. La persona promedio no está meditando en la Palabra
de Dios. No están gastando tiempo, tanto en calidad como en
cantidad.
del tiempo—en la Palabra de Dios. La persona promedio no tiene un buen

entendimiento de la Palabra de Dios.
Puedo dar fe de esto porque trato con miles de personas.

sobre una base regular. Casi todas las personas vienen a mí con su triste
historia. Vienen a mí llorando y quejándose.
Y sin embargo, podrías tomar su conocimiento de la Palabra de Dios y
ponerlo en un dedal, y estaría casi vacío.
No saben lo que dice la Palabra de Dios. Podrían decir: "Mi pastor dijo..."
o "Creo que la Biblia dice esto en alguna parte". ¡Eso no te va a curar! La
Palabra de Dios debe ser una revelación para ti. Tiene que estar vivo en ti.
Nunca lo será si no ha tomado las promesas como una semilla, las ha

plantado en su corazón, las ha meditado y no ha visto obrar la Palabra de
Dios.
Te estarás preguntando, ¿Por qué Dios no está respondiendo mi oración?

¡Él nos ha dado estas semillas pero no las hemos plantado!
Eso es como alguien que ora sobre su terreno y dice:
“Dios, ¿por qué no has dejado crecer este jardín?” ¡No plantaron las
semillas!
Dios ha establecido leyes naturales y no las va a quebrantar. Él también

ha establecido leyes espirituales y tampoco las quebrantará. La Palabra
de Dios nos dice que el Señor ha "enviado su palabra, y los sanó, y los libró
de su destrucción" (Salmo 107:20). A lo largo de la Palabra hay promesas
que revelan a Dios como nuestro Sanador y Proveedor y dan testimonio de
cómo Él quiere prosperarnos, pero para ver Su sanidad y provisión debes
tomar la Palabra de Dios y comenzar a sembrarla en tu vida.
Una de las razones por las que el Señor usó esta parábola acerca
de un hombre que siembra una semilla es porque el proceso de
germinación es un sistema natural, no un sistema social. Social—hecho por el hombre
Operado por el hombre: los sistemas se pueden romper o manipular.

La mayoría de nosotros hemos ido a la escuela, y muchos de
nosotros realmente no estudiamos para nuestros exámenes como
deberíamos. Pasamos el rato con nuestros amigos y esperamos
hasta el último minuto para prepararnos. Luego, la noche anterior al
examen, nos quedamos despiertos toda la noche y nos preparamos
para el examen final. Pudimos aprobar el examen, obtener una
calificación y graduarnos, pero rompimos el sistema. No aprendimos
el material. No se retiene en nuestra memoria a largo plazo. Simplemente
sorteamos las cosas para eludir. No se puede hacer eso con un sistema natural.
"¡NO ENTIENDO!"
Cierto hombre que asistía a un estudio bíblico que yo solía dar era
probablemente uno de los peores pecadores de todo el condado. Era
un borracho y un mujeriego. Hizo cualquier cosa y todo. Luego,
milagrosamente, nació de nuevo y fue bautizado en el Espíritu Santo.
Así como había servido al diablo, se dio la vuelta y ahora servía a Dios
con todo su corazón. Todos en el condado sabían lo que le había
pasado a este hombre. No podía ir a ninguna parte: a la oficina de
correos, a la tienda de comestibles o a la gasolinera.
sin que la gente reconozca la transformación. Debido a esto, tuvo

muchas oportunidades de ser testigo. Empezó a hablarles a todos
acerca del Señor. Este hombre abrió su casa y me hizo entrar para
enseñar la Palabra. Sesenta o setenta personas venían a este estudio
bíblico solo para ver el cambio en este hombre.
Este hermano tenía un celo tremendo, pero cometió algunos

errores graves porque no tenía mucho conocimiento de la Palabra.
Empezó a viajar ya dar su testimonio en muchas reuniones diferentes
además de todo lo que estaba haciendo en su iglesia. Debido a esta
apretada agenda, él
simplemente no tenía tiempo para plantar sus cultivos de la forma en que
normalmente lo hacía. Este tipo poseía tanta tierra que la

contaba en secciones. Cada sección era de 640 acres. Ahora él
no tuvo tiempo de plantar su cosecha de trigo porque estaba
demasiado ocupado dando su testimonio del Señor y siendo un
testigo para la gente. Dado que su deseo y su corazón eran correctos—
amaba al Señor, y todas estas cosas eran buenas,
este tipo simplemente supuso que Dios lo bendeciría
sobrenaturalmente con una cosecha a pesar de que no se tomó el
tiempo para sembrarla.
La temporada de trigo avanzó, y pasaron unas tres semanas

antes de que todos los demás cosecharan su cosecha. Su trigo
había crecido, ya había comenzado a dorarse y se estaban
preparando para la cosecha.
Por ese tiempo, este hombre salió y pidió prestados
$500,000 para comprar semilla de trigo. (¡Eso le dirá cuánta tierra
tenía que sembrar!) Pasó semanas sembrando trigo por valor de
medio millón de dólares solo unos días antes de que llegara la
cosecha. Pensó que Dios le daría una cosecha sobrenatural porque
había estado haciendo "la obra del Señor".
Por supuesto, esta cosecha sobrenatural no sucedió. Cuando su trigo

no creció y no lo cosechó, perdió todo este dinero. Estaba en peligro
de ir a la quiebra.
Este hombre vino a mí queriendo oración. Estaba enojado,
diciendo: "¡No entiendo por qué Dios no me dio esta cosecha!"
Tuve que decirle: "Así no funciona el reino.

Tienes que plantar tu semilla en un momento determinado y darle
tiempo para que crezca y madure. Estas son solo leyes naturales".
Él respondió diciendo: "Sé que así es como funciona. He estado

haciendo esto durante años. Pero pensé que desde que estaba en
el Espíritu que las cosas simplemente funcionarían de manera diferente".
APRENDE Y COOPERA
Este hombre solo estaba verbalizando lo que mucha gente piensa.

Piensan en el ámbito natural que estás sujeto a estas leyes
físicas y naturales, y que ciertas cosas tienen que suceder antes
de que puedan llegar los resultados esperados. Pero en el ámbito
espiritual, simplemente piensan que si son sinceros, realmente
están necesitados, y lo dicen con todo su corazón, pueden
esperar resultados positivos sin preparación.
La parábola del sembrador dice que así como hay leyes que
gobiernan cómo una semilla física, natural, tiene que ser sembrada
y germinar, hay leyes que gobiernan el reino espiritual. Una de
estas leyes es que la Palabra de Dios es una semilla. Si quieres
resultados en tu vida, debes sembrar la Palabra de Dios en tu
corazón. Si desea cierto fruto del reino en su matrimonio, relaciones,
finanzas, salud, emociones, lo que sea, tome las semillas
(promesas en la Palabra de Dios que hablan de esas cosas

específicas) y plántalas en tu vida. Si le das a esta semilla el
alimento adecuado y la cuidas como te dice esta parábola, entonces
es inevitable que coseches el fruto que deseas. ¡Esto es tan simple
que tienes que tener a alguien que te ayude a no entenderlo!
Sin embargo, la mayoría de la gente no sigue este patrón. Esperan

hasta que ya están en una situación de crisis, y luego oran queriendo
que Dios los saque por milagro. Se ofenden, se molestan y caen en
la incredulidad si no ven los resultados "correctos". Perdóname por
ser franco, pero eso es tan estúpido como el agricultor que espera
una semana para plantar su cosecha.
antes de la cosecha, al no cooperar con los recursos naturales
ley, que luego se enoja con Dios porque la cosecha no

Adelante.
No hay nada malo con las leyes naturales. Solo tienes que
cooperar con ellos. Tampoco hay nada malo con las leyes
espirituales. Solo tienes que aprender cuáles son y cooperar con
ellos.
Si quiero resultados en mi vida, debo acudir a la Palabra de Dios.

Debo tomar semillas—promesas que hablan del fruto que quiero
producir—y empezar a meditar sobre ellos. Con el tiempo, lo
que he deseado se cumple y recibo la cosecha. Esa es una
de las verdades que enseña esta parábola del sembrador.
Capítulo 12
Comprensión
La semilla produce el fruto, no la tierra. Es la Palabra la que

produce los resultados. Esta fue una de las primeras verdades
que Dios me ministró de esta parábola del sembrador que
siembra la semilla.
Ahora, el suelo tiene un papel que desempeñar. Puede

permitir que la semilla produzca todo su potencial o puede
obstaculizar, sofocar e impedir que la Palabra de Dios funcione.
Sin embargo, no es la tierra misma la que produce el fruto; es la
semilla.
SUCIEDAD
Somos el suelo. Nuestro corazón es donde permitimos que

la Palabra de Dios gobierne por completo, o podemos dejar
que la Palabra sea sofocada por los afanes de esta vida, el
engaño de las riquezas y la codicia por otras cosas. Nuestro
corazón puede endurecerse hacia Dios y no dar su
siembra un lugar para germinar. Nuestro corazón puede
afectar el crecimiento, pero es la semilla, la Palabra de Dios,
la que da fruto. Todo lo que soy es el suelo. (Génesis 2:7.)
Solo soy tierra, un lugar para que la semilla germine. Proporciono
calor y nutrientes, pero es la Palabra la que produce el fruto.
Puede que no tenga todas las cosas naturales que otras

personas tienen a su favor: la educación, los talentos, la
personalidad o la buena apariencia, pero es la Palabra de Dios
la que cambiará mi vida y la vida de otras personas a través de
mi ministerio. Dios me reveló esta verdad a través de esta
parábola, y me sigue impactando profundamente hasta el día de hoy.
Es por eso que mis programas de radio y televisión están

configurados como están. Vamos con diez o veinte segundos
bromear al principio donde presento el tema del día. Luego tenemos
diez segundos de tiempo en los que mi esposa y yo caminamos entre
los álamos temblones mientras el locutor dice: "Bienvenidos a la
Verdad del Evangelio". Y dentro de treinta segundos, estás recibiendo
la Palabra de Dios. Estoy hablando la Palabra, citando las Escrituras
y enseñando lo que dice la Palabra de Dios. He tomado este enfoque
porque el Señor me ha dado esta revelación de que no es quién soy,
cómo me veo o cualquier otra cosa natural que impactará al mundo
para Él. Es la Palabra de Dios la que cambia la vida de las personas.
El formato es el mismo en mis cartas mensuales, artículos de

enseñanza y libros. Todo lo que publico está repleto de la Palabra
de Dios. Si me pinchas, sale la Palabra de Dios.
Todo en mi vida se centra en la Palabra de Dios,
y está trabajando para dar fruto.
Esta es la actitud que enseña esta parábola. La Palabra de Dios tiene

que ser plantada en tu corazón para que cambies efectivamente. Si
sigues las instrucciones de esta parábola, encontrarás que el cambio
es tan normal y natural como cuando una semilla se planta en la
tierra y crece. Si usted
tomarías la Palabra de Dios y meditarías en ella día y noche, te
cambiaría. La Palabra transformaría tu vida.
CORAZONES
Los cuatro tipos diferentes de suelo en los que se sembró la semilla

corresponden a cuatro tipos diferentes de corazones de personas.
La Palabra de Dios tiene que ser sembrada en tu corazón. El suelo
es representativo de tu corazón. De estos cuatro diferentes
tipos de suelo, sólo uno realmente comenzó a producir frutos.
Se estima que en la mayoría de las iglesias, sólo alrededor del 25 por ciento
de la gente hace todo el dar y servir que hace que la iglesia funcione.
Las tres cuartas partes de las personas simplemente vienen, miran y
participan del ministerio que se está dando, pero no son jugadores reales
en el reino de Dios. Esto correspondería directamente a lo que esta
parábola está enseñando. Solo uno de cada cuatro tipos de personas que
tienen la Palabra sembrada en su corazón comienza a producir fruto.
He observado que sucede lo mismo en nuestra escuela bíblica.

Alrededor del 25 por ciento de las personas realmente toman la
Palabra de Dios en serio y luego salen y cambian su mundo con ella.
Ahora, muchas más personas se gradúan y salen y afectan al mundo
hasta cierto punto, pero se trata de una
en cuatro que tienen la experiencia y la enseñanza recibida en Charis Bible
College cambian su vida, y luego salen y cambian la vida de otras personas
a través de la Palabra de Dios también. Me atrevería a decir que esto es
casi lo mismo en cualquier organización. Es alrededor del 25 por ciento de
las personas las que realmente llevan la carga y hacen que las cosas
funcionen.
Aunque sólo el 25 por ciento de la semilla que se sembró en

realidad dio fruto, no fue la semilla la que
problema.
INCORRUPTIBLE
La Palabra de Dios es una semilla incorruptible.
Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de

incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para
siempre.
1 Pedro 1:23
Si siembras semillas en la tierra, a veces solo obtienes semillas malas. La

semilla se ha contaminado o se ha podrido. Para uno
razón u otra, ha perdido la vida en ella. En el ámbito natural, es
posible obtener semillas, plantarlas y que no produzcan los resultados
deseados porque la semilla era mala.
Sin embargo, en el ámbito espiritual, la Palabra de Dios es la semilla:
y es incorruptible.
La Palabra de Dios funcionará igual para cualquiera. La semilla

no era la variable en ninguno de estos cuatro casos. Era el suelo. Ahora
ese hecho es muy, muy importante.
A veces escucho a la gente decir: "Tomé la Palabra de Dios y medité en
ella. Confesé la Palabra, pero simplemente no funcionó para mí". Lo que
están diciendo es que la semilla era corruptible, que la semilla no funciona
igual para todos. Esta parábola enseña exactamente lo contrario.
La Palabra de Dios es una semilla incorruptible. Nunca es la Palabra la

que deja de funcionar. Son las personas las que no logran trabajarlo. Son
los corazones de las personas los que no permiten que la Palabra germine
y libere todo su potencial. A medida que avancemos en esta parábola,
verá algunas de las cosas que pueden impedir que la Palabra de Dios
obre en su vida, pero ahora mismo, necesita tomar esta verdad,
establecerla en su corazón y nunca desviarse de ella. eso. No es negociable.
Nunca lo cuestiones. Esto es solo un hecho real: la Palabra de Dios es
incorruptible. siempre funciona La Palabra de Dios nunca falla. Es posible
que no entendamos y apliquemos adecuadamente
eso. Es posible que no tomemos las acciones correspondientes que nos

indica. Pero la Palabra de Dios nunca falla.
INMEDIATAMENTE
Como un cristiano muy joven que acaba de empezar, esta verdad

cobró vida en mi corazón y encendió mi fe. Mientras

meditaba en esta parábola, vi y creí con todo mi corazón que la
Palabra de Dios cambiaría mi vida. Todo lo que tenía que hacer era
tomar la Palabra de Dios y meditar en ella, y la Palabra haría el resto
porque creía que la Palabra era una simiente incorruptible. A través
de esto, mi vida se ha transformado totalmente. En mis finanzas, soy
una persona totalmente diferente de lo que solía ser. Estoy caminando
en salud en mi cuerpo físico, y he visto a otras personas sanadas
milagrosamente por la Palabra en la que he meditado. En mis
emociones, soy una persona diferente debido a la Palabra de Dios.
Ha cambiado mis relaciones con la gente. Puedo rastrear todo lo

que Dios ha hecho en mi vida hasta Su Palabra.
Eso es poderoso, y es lo que esta parábola está enseñando.
El Señor describe el primer tipo de suelo en Marcos 4:15,

diciendo:
Estos son los que están junto al camino, donde se siembra

la palabra; pero cuando han oído, al instante viene Satanás,
y quita la palabra que fue sembrada en sus corazones.
Una vez que la Palabra es sembrada en este tipo de suelo, el

diablo viene inmediatamente a robar la semilla que fue plantada en
tu corazón.
Cuando algunas personas escuchan que la Palabra de Dios es

una semilla y que si simplemente toman la Palabra y la plantan en
su corazón verán resultados milagrosos, piensan: ¡Esta es la
respuesta! Todo lo que tengo que hacer es tomar la Palabra de Dios
y todos mis problemas habrán terminado. No exactamente. De hecho,
es más exacto decir que una vez que tomes la Palabra, comprométete
usted mismo a ella, y comience a meditar en ella y llegar a
conocer la Palabra de Dios por sí mismo, entonces todos sus
los problemas acaban de empezar. Puede que no te guste lo

que digo, pero es verdad.
Satanás no está realmente contra usted personalmente. El sabe que en

tuyo, eres un cero. No vas a ser una amenaza para él ni para nadie
más. No importa quién crees que eres o lo que crees que tienes,
aparte del Señor y Su Palabra, nunca vas a cambiar verdaderamente
este mundo y tener un impacto poderoso para el reino de Dios. Pero
si la Palabra de Dios alguna vez comienza a echar raíces dentro de
ti y a crecer y producir, el diablo se lo ha llevado. Satán
¡está petrificado de la Palabra! Él va a venir en contra de la

Palabra de Dios inmediatamente y tratará de robársela de su
corazón.
NO SIN LUCHA
Puede sentirse tentado a decir: "Bueno, si eso es cierto,

entonces ni siquiera entraré en la Palabra de Dios. No quiero ser un
blanco para el diablo". No digo que vayas a perder. Estoy ganando,
pero no sin luchar. Una vez que se comprometa a pararse en la
Palabra de Dios, cuando determine que la Palabra va a ser el número
uno en
tu vida, no te engañes pensando que todos tus problemas han
terminado. Apenas han comenzado. Sin embargo, si continúa parado
en la Palabra de Dios y no se rinde, será victorioso. Serás un
ganador, pero no lo será.
estar sin pelear. (1 Timoteo 6:12; Hebreos 10:32.)
Mateo 13:18-19 dice:
Oíd, pues, la parábola del sembrador. Cuando alguno oye la

palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y
arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Esto es

el que fue sembrado junto al camino.
Mateo dijo esto un poco diferente a Marcos. los

El borde del camino se refiere a un lugar donde muchas
personas han caminado. En otras palabras, la tierra ha sido
compactada y compactada. En lugar de poder hundirse en el
suelo, germinar y echar raíces, la semilla simplemente quedó en
la superficie. Al igual que un pájaro vendrá y comerá semillas arrojadas
tierra compactada, por lo que Satanás inmediatamente roba
la Palabra de las personas que no tienen la Palabra de Dios en
su interior. Si la Palabra no penetra y se mete dentro del corazón
de una persona, el diablo viene inmediatamente y le roba esa
Palabra. De los cuatro tipos diferentes de personas que el Señor
describió en esta parábola, este es el único grupo al que Satanás
tuvo acceso total. El diablo podría simplemente robar la Palabra
de este primer tipo de persona.
Note lo que revela el versículo 19:
Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende,

viene el malo, y
arrebata lo que fue sembrado en su corazón.
En otras palabras, la comprensión es lo que permite que la

semilla se hunda dentro de ti. La comprensión permite que la
Palabra penetre en tu corazón. Es la puerta que permite que la
Palabra entre en tu vida. Si no hay entendimiento, entonces la
Palabra nunca va a germinar. Entonces la Palabra de Dios debe
ser hablada de tal manera que sea fácil de entender.
LA PUERTA
Estoy asombrado de cómo algunas personas han tratado de hacer

la Palabra tan difícil. De hecho, he oído hablar de algunos predicadores.
que piensan que ayuda a su entrega a perseguir todo tipo de tangentes,

y profundizar en el hebreo y el griego. Por supuesto, hay un lugar para
este tipo de cosas. los uso
yo mismo a veces. Pero algunas personas han hecho la Palabra tan
complicada e intelectual que la persona promedio no puede entenderla.
Jesús hizo todo lo contrario. En esta misma parábola que

estamos viendo, Él habló de algo que todos entendieron
fácilmente. Eran una sociedad agrícola. Cada uno de ellos había
sembrado semillas. Vivían en este reino. Jesús tomó algo muy
simple con lo que la gente podía relacionarse y lo usó para enseñar
la Palabra.
Sin embargo, veo personas todo el tiempo que piensan que es una
señal de su inteligencia si pueden usar palabras que nadie entiende.
Hablan de tal manera que hay que ir a consultar un diccionario o
creerle a Dios para una interpretación para poder entender lo que
han dicho. Algunas personas realmente piensan que este es un gran
ministerio. Yo creo que es justo lo contrario. Si realmente entiende
algo correctamente, entonces debería poder explicarlo de una manera
que cualquiera pueda entender.
No sé si lo logré, pero sin duda es uno de mis objetivos. Muchas

personas han escrito y dicho que hago la Palabra de Dios tan simple
que pueden entenderla. También mencionaron que hay otras personas
que no pueden entender. Necesitamos presentar la Palabra de Dios a
las personas de una manera que puedan entender.
El entendimiento es la puerta que permite que la Palabra entre en tu

corazón. Si no hay entendimiento de su parte, entonces la Palabra les
será robada inmediatamente. Satanás vendrá y se lo llevará. Las
únicas personas que el diablo puede
robar la Palabra sin ningún esfuerzo son las personas que no

entienden. Debes entender la Palabra para recibirla.
DIGERIR TU ALIMENTO
Como ministro de la Palabra de Dios, el Apóstol Pablo

también entendió esto. Él dijo:
A los débiles me he hecho débil, para ganar a los débiles; a

todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a
algunos.
1 Corintios 9:22
Trato de hacer lo mismo de lo que habla Pablo, especialmente

cuando estoy ministrando en otro país o cultura. He estado por toda
Europa, hasta Centroamérica y ciertos países de África y Asia.
Cuando entro en una cultura diferente, trato de usar ilustraciones
que son específicas para su situación. Hago todo lo que puedo en un
intento de que la gente entienda.
No entender la Palabra es como poner comida en tu boca, pero

tú no puedes masticarla ni tragarla.
Simplemente permanece en la boca, sin llegar nunca al interior,
donde puede comenzar a digerirlo. Literalmente podrías morirte de
hambre con comida en la boca si de alguna manera u otra nunca la
consigues dentro de ti.
Hay muchas personas que han escuchado la Palabra de Dios, pero

no la entienden. Escuchan las escrituras, pero no tienen ni idea de lo
que significan. No hay comprensión espiritual en el interior. Por lo
tanto, la Palabra no libera nada de su vida, nada de su alimento en la
vida de ellos.
La sabiduría es lo principal; adquiere, pues, sabiduría, y sobre

todo lo que adquieras, adquiere inteligencia.
Proverbios 4:7
No solo tienes que tener la información correcta, sino que tienes que
tener suficiente comprensión para poder aplicarla y ponerla en
práctica en tu vida.
SATANÁS ROBA
Aquí es donde mucha gente lo extraña. ¿Es usted alguien que puede
escuchar a alguien ministrar y le suena bien, pero dentro de los treinta
minutos o una hora más tarde, ni siquiera puede decirle a otra persona
de qué estaba hablando la persona? No sacaste nada de eso. Ocurrió
una de dos cosas: o el ministro no está ministrando correctamente, o
usted no
tener el entendimiento para poder tomar esas verdades y
ponlos en tu vida. Satanás te roba la Palabra al
el momento en que sales por la puerta trasera de la iglesia. Esa no
es una buena situación.
Necesitas llegar a donde tienes entendimiento de la Palabra de Dios

en tu vida. Esto no sucede solo
una lectura casual de la Biblia, o simplemente escuchar el
mensaje de alguien. Tienes que concentrarte en ello.
Hace aproximadamente un mes, estaba enseñando exactamente

estas mismas verdades en un tiempo de devoción con mis
empleados. Estaba enfatizando cuán importante es la Palabra de
Dios. Debido a eso, algunas personas dijeron que les gustaría un
programa de lectura de la Biblia. Así que ahora tenemos un
programa de lectura de la Biblia por el que están pasando nuestros
empleados. La semana pasada, han estado leyendo algunas escrituras en
el barrio de Éxodo 30. Las escrituras hablan de las vestiduras de los

sacerdotes, la forma en que se construiría el tabernáculo, los colores
de esto y aquello, y todo tipo de cosas que la mayoría de la gente
realmente no encuentra interesantes. Mientras leía esto, no pude
evitar pensar que algunos de mis empleados probablemente se
aburrirán de leer esto porque no les parece emocionante. Simplemente
lo leerán sin pensar en ello, y probablemente no lo entenderán.
Cuando no entendemos la Palabra, Satanás simplemente roba esa
verdad de nuestra vida.
TODA ESCRITURA ES ÚTIL
Mientras leía esta porción de las Escrituras, Éxodo

30:12 me llamó la atención:
Cuando tomes la cuenta de los hijos de Israel por su cuenta,

entonces cada uno dará a Jehová en rescate por su alma,
cuando los cuentes; para que no haya entre ellos plaga,
cuando los cuentes.
Ahora, ese versículo puede no parecerle significativo, pero no

hay versículos insignificantes en la Biblia. 2 Timoteo 3:16 dice:
Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,

para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
Cada escritura puede beneficiarnos. Sólo tenemos que reducir la velocidad

—quizás incluso parar—y pensar en lo que estamos leyendo.
Mientras meditaba en Éxodo 30:12, me di cuenta de que esta era

la llave que abre 2 Samuel 24 y 1 Crónicas 21.
David había contado al pueblo sin cumplir con los requisitos de

Éxodo 30:12 y vino una plaga de parte de Dios. Si no entiendes
esta verdad de Éxodo 30:12, leerás esos otros dos capítulos y
Me pregunto, Dios, ¿por qué enviaste una plaga sobre el

pueblo? Entonces pensarás, Dios es tan difícil de entender.
Eso es porque no tomas las escrituras y meditas en ellas hasta que
las entiendes.
Puedes leer la Biblia, pero como no es algo que realmente te

interese en este momento, puedes dejarlo
entrar por un oído y salir por el otro. Si haces esto, Satanás vendrá
y robará el beneficio. O puede declarar por fe: "Toda la Escritura...
útil para enseñar (y) redargüir (2 Timoteo 3:16). Hay algo que debo
aprender en cada versículo". Puede tomar esa escritura, abrir su
corazón, meditad en él, y que venga el entendimiento. Una vez que
encajas las piezas, Satanás no te lo puede robar.
La comprensión espiritual te permite conectar los puntos.

No solo tiene piezas de información inconexas, sino que puede
unirlas de tal manera que comiencen a tener sentido y comiencen
a funcionar en su vida.
La comprensión viene de dentro. Es algo que surge de tu espíritu.
El Espíritu de Dios lo vivifica para
a nosotros.
Este principio es cierto a través de todas las edades. Tomemos, por

ejemplo, los ministerios de niños. La verdad es la verdad. No enseñas
a los niños verdades diferentes a las que enseñas a los adultos, pero
tienes que llegar a ellos en un nivel diferente de comprensión. Podrías
decir las cosas más profundas, pero si los niños no entienden lo que
les estás diciendo, entonces Satanás les robará esas verdades.
inmediatamente. No puedo dejar de enfatizar lo importante que es la

comprensión para las personas de todas las edades.
Capítulo 13
Arraigado y establecido
Cuando comencé en el ministerio, pensé que todos los resultados

dependían de mí. Pensé que si solo ministraba la Palabra correctamente,
cada persona que se sentara bajo mi ministerio sería totalmente
cambiada. Así que puse un tremendo esfuerzo en buscar al Señor,
asegurándome de entender la verdad correctamente y de ser claro y
ungido al decirla.
Luego, a fines de la década de 1970, hice un circuito de seis

estudios bíblicos a la semana en tres estados diferentes (Oklahoma,
Nuevo México y Colorado). Yo enseñaría exactamente la misma verdad
en cada uno de estos estudios bíblicos, tratando de mantener a
la gente creciendo al mismo ritmo y en la misma página
espiritualmente. Predicaría con todo mi corazón y vería a una
persona con una enfermedad incurable recibir la Palabra y ser totalmente
sanada y liberada. Sin embargo, la persona sentada a su lado se
quedaría dormida en el estudio y no sacaría nada de eso.
Una persona se vería aburrida hasta la muerte, mientras que la
siguiente cambiaría su vida por la revelación que estaba recibiendo.
Después de un tiempo, mi mente veloz como un rayo comenzó a

darse cuenta de que no podían ser mis esfuerzos los que producían
estos resultados diferentes. Todas estas personas estaban sentadas
en el mismo servicio y escuchando exactamente las mismas palabras.
Todo de mí era igual, sin embargo, una persona se transformó
mientras que otra se durmió. Uno fue sanado mientras que el otro
estaba aburrido. ¿Cómo es posible que todas estas cosas estén
sucediendo desde el mismo ministerio de la Palabra? Entonces
comencé a darme cuenta de que no es la Palabra que hablo, sino que es la cond
corazones de las personas que marcan la diferencia.
Personalmente he sido testigo de este primer tipo de persona que

Jesús describió. He predicado con todo mi corazón, pero la Palabra de Dios
me entra por un oído y me sale por el otro. Es como si este tipo de persona
no tuviera corazón ni comprensión de la Palabra en absoluto. Dejé de tomar
eso como algo personal. me he dado cuenta de eso
no es la forma en que hablo, es solo la forma en que la gente escucha.
¿DÓNDE ESTÁ TU ENFOQUE?
¿Es usted una de esas personas que dicen: "Nunca obtengo nada de los
mensajes en la iglesia". Esto puede no ser culpa de
la persona que está hablando. Podría ser la forma en que está
escuchando, o debería decir, no escuchando. Puede que tenga que ver
con si estás abriendo o no tu corazón y si realmente deseas conocer esas
verdades.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque

ellos serán saciados.
Mateo 5:6 ¿Describe esto la manera en que usted ve la

Palabra:
Más deseables son que el oro, sí, que mucho oro fino: más dulces
también que la miel y el panal.
Salmo 19:10
Si llegas a donde quieres saber la verdad de la Palabra de Dios más de

lo que anhelas la comida, más de lo que deseas la riqueza, la obtendrás.
El problema es que la mayoría de nosotros solo queremos esto de vez en
cuando. Tal vez una vez a la semana o una vez al mes tengamos una
pequeña punzada de deseo durante cinco o diez minutos en los que nos
gustaría entender y ser
operando más espiritualmente, pero luego nos ocupamos con

todo lo demás en la vida y ese deseo se desvanece. Si esa es la
forma en que eres, nunca vas a tener este entendimiento. Dios
no es quien determina la condición de tu corazón, eres tú.
Básicamente se reduce a dónde está tu enfoque. Si estás

enfocado en el Señor, y tienes hambre y lo buscas, serás
saciado. (Mateo 5:6.) Pero si usted es uno de este primer tipo
de personas representadas en esta parábola, el
La palabra de Dios simplemente no significa nada para ti.
Puedes escucharlo y se ha ido antes de que siquiera lo pienses.
Parece que no puedes retener la Palabra de Dios. No es hora
de que ores y le pidas a Dios que hable más fuerte. Es hora de
que cambies tu corazón y comiences a enfocarte en las cosas
del Señor.
PASOS PROGRESIVOS
En Marcos 4:16-17, Jesús habla de este segundo tipo de

persona que escucha la Palabra de Dios.
Y éstos son asimismo los que se sembraron en pedregales;

los cuales, cuando han oído la palabra, al instante la reciben
con gozo; y no tener raiz
en sí mismos, y así duran sólo por un tiempo;
después, cuando viene la aflicción o la persecución por
causa de la palabra, luego son ofendidos.
Ahora, antes de que miremos específicamente a este segundo

tipo de persona que escuchó la Palabra de Dios, permítanme
hacer otra declaración: Esta parábola también describe pasos
progresivos hacia la fecundidad. El Señor describe claramente
cuatro tipos diferentes de corazones de personas y cómo la
Palabra de Dios interactúa con su corazón para producir fruto (o no).
Creo que también estaba describiendo cuatro etapas diferentes

hacia la fecundidad.
Primero, pasas por una etapa en la que escuchas la Palabra de

Dios pero tu corazón no está puesto en ella. No estás buscando las
cosas de Dios. La Palabra entra por un oído y sale por el otro. Ese
es el primer tipo de persona.
El segundo tipo de persona se entusiasma con la Palabra, pero

no tiene raíz en sí mismo. El resultado final es que tampoco dan
frutos.
VIVIR DE OTROS
El tercer tipo de persona se entusiasma con la Palabra y echa

raíces. La Palabra de Dios comienza a germinar y comienza a
producir vida en ellos, pero luego se distraen con las cosas de este
mundo.
Y las preocupaciones de este mundo, y el engaño de las

riquezas, y las codicias de otras cosas, entrando, ahogan la
palabra, y se hace infructuosa.
Marcos 4:19
El cuarto tipo de persona es el que realmente nutre y cuida la

Palabra de Dios. Se concentran en ello y no se distraen con las
cosas de este mundo. Así que producen una cosecha abundante.
Y estos son los que se sembraron en buena tierra; los que

oyen la palabra, y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y
a ciento por uno.
Marcos 4:20
Aunque genuinamente nací de nuevo cuando tenía ocho años, era

un niño típico. Durante la iglesia, me enfocaba en mis amigos en la
iglesia y en lo que íbamos a hacer después del servicio, así que
realmente no meditaba en la Palabra de Dios y dejaba que entrara
en mi vida. Leo mi Biblia todos los días, pero de alguna manera u
otra simplemente no penetró. Supongo que lo hizo hasta cierto
punto. No me metí en muchos de los pecados y otros problemas
que mucha gente tiene, así que no estoy diciendo que no tuvo
ningún efecto. Sin embargo, no tuvo el efecto que debería haber
tenido en mi vida. Era como si la Palabra entrara por un oído y
saliera por el otro, tal como esta primera persona descrita en la
parábola. No entendía la Palabra, y no me estaba impactando.
Luego tuve esta experiencia con el Señor el 23 de marzo de

1968 y me entusiasmé con la Palabra de Dios. No creo que
hayas visto a nadie más entusiasmado con Dios y Su Palabra que
yo. Pero hubo un período de tiempo en que esa Palabra no estaba
arraigada dentro de mí. Vivía de la revelación de otras personas, de
sus enseñanzas acerca de la Palabra, y no de mi propia relación
personal.
A pesar de que estaba emocionada y que estaban
sucediendo grandes cosas en mi interior, todavía no había mucho
fruto en mi vida.
HUMO Y ESPEJOS
Yo estaba en esta segunda etapa cuando el Señor usó esta parábola

para realmente hablar en mi vida. Fue justo cuando Jamie y yo
nos casamos en octubre de 1972. Antes de nuestra boda, y luego
después, el Señor hizo de esta enseñanza sobre el sembrador una
revelación en mi vida.

con gozo.
Marcos 4:16
Ahora, me relacioné específicamente con eso. Después

de tener esta experiencia el 23 de marzo de 1968, me enamoré
perdidamente del Señor. La Palabra de Dios se hizo poderosa en
mi vida. Estaba tan emocionada por eso. No podía abrir la Biblia
sin escuchar a Dios hablarme directamente a través de las
Escrituras. Aunque estaba emocionado por eso, también estaba
frustrado. Podía ver en mi corazón el potencial y lo que Dios
quería hacer en mi vida, pero no lo veía por fuera. Como había
frustración y yo no estaba realmente
dando fruto, comencé a relacionarme con este segundo tipo
de persona que el Señor describe en esta parábola.
Este segundo tipo de persona se entusiasma con la Palabra de

Dios y la recibe con alegría, pero se frustra cuando no la ve dar
fruto.
Con el tiempo, he observado una tendencia entre muchas personas

a ser superficiales. Algunas de estas personas pueden ser muy
demostrativas exteriormente, pero todo en su vida es exterior. No
hay ninguna profundidad en su vida personal. No entiendo todas
las razones de esto, pero lo veo en mi trato con la gente. Algunas
personas son simplemente superficiales.
Todo tiene que ver con lo externo. No tienen mucha profundidad en
el interior.
He visto a muchas personas en mis reuniones emocionarse tanto

con la Palabra de Dios que es fácil pensar: Esto es maravilloso.
¡Están totalmente transformados! Pero me he dado cuenta de que
con algunas personas todo es espectáculo y nada. Todo es humo
y espejos. No hay ningún compromiso real en
su corazón
Así que a lo largo de los años, he llegado a un lugar donde

disfruto ver a personas que claramente están siendo impactadas
por la Palabra. Se toman un tiempo para pensar realmente y
deliberar al respecto. Por supuesto, hay quienes se emocionan
tanto que se ponen de pie, gritan y saltan en su silla mientras estoy
predicando. Eso también está bien, pero me gusta observar a
aquellos que están siendo deliberados y pensando en la Palabra. Les
toma un poco de tiempo antes de que realmente se comprometan. A
veces estas personas que están tan emocionadas al principio nunca
dejan que la Palabra tome
raíz en el interior de ellos. Hay un período de arraigo en la
Palabra que es necesario para que puedas producir fruto.
DOS TERRARIOS
Mi maestra de sexto grado puso tierra en dos vasos grandes idénticos.

frascos llamados terrarios. Luego, como parte de nuestro proyecto de
clase, plantó semillas de tomate en ambos el mismo día. Los puso en
el mismo lugar en nuestro salón de clases, para que recibieran la
misma cantidad de luz. Los regó exactamente igual todos los días. La
única diferencia era que un terrario tenía unas ocho pulgadas de tierra
y el otro solo una.
Mi maestro nos hizo preguntas como: "¿Qué semilla crees que va

a crecer? ¿Cuál crees que producirá fruto?" Para mi sorpresa, la
semilla de tomate que estaba solo en una pulgada de tierra brotó
primero. Probablemente tenía un pie de altura antes de que la otra
semilla de tomate comenzara a empujar hacia arriba sobre el suelo.
De un vistazo, uno pensaría que la planta en la pequeña cantidad
de tierra estaba mejor. Pero cuando solo tienes una pequeña
cantidad de suciedad,
esa planta tiene que poner toda su energía en crecer por encima del
suelo porque no tenía espacio para las raíces.
No había suficiente tierra para echar raíces, así que la vida que
estaba en esa semilla todo fue vertical sobre el suelo. Se veía bien al
principio.
Para muchas personas, todo se trata de apariencias. Realmente no

les importan los resultados a largo plazo. Son pensadores a corto
plazo. Escuchan un mensaje sobre la curación y se emocionan
diciendo: "¡Lo tengo! Nunca tendré otro problema". Piensan que es
maravilloso y lo demuestran mucho. Sin embargo, realmente tiene
que haber un
período de tiempo en el que tomas esas verdades que has aprendido
y, por mucho que te hayan emocionado, deja que echen raíces en
tu interior.
La semilla que solo tenía una pulgada de tierra creció hasta casi un pie
de altura antes de que la otra comenzara a sobresalir del suelo. Pero
en un período de tiempo muy corto, debido a que no había suficientes
raíces para sostener el crecimiento, la planta en una pulgada de tierra
comenzó a ponerse pálida y luego blanca. Terminó cayéndose y
encogiéndose. Murió porque no tenía un sistema de raíces para
sostener el crecimiento.
La semilla de tomate que comenzó mucho más lentamente sobre
el suelo, por lo que pudimos ver, creció hasta convertirse en una planta
completa. Tuvimos que poner una estaca allí para sostenerlo, ya que
comenzó a producir muchos tomates.
tiiimmmeee
A través de ese experimento, aprendí una lección: una semilla debe,

antes que nada, crecer bajo tierra. Tiene que empezar a producir raíces
antes de producir frutos.
En el ámbito espiritual, a muchas personas no les gusta la raíz.

escenario. No les gusta dejar que una verdad de la Palabra de Dios

eche raíces en su interior y se establezca en su corazón. Solo quieren
saltarse todo esto y llegar directamente a la fruta lo más rápido
posible. Por lo tanto, no tienen
mucha profundidad en su vida. Su corazón no está totalmente
comprometido con esa verdad que recibieron. Puede parecer que
están creciendo más rápido que los demás, pero al final,
no pueden sostener su crecimiento. Se marchitan y mueren a la
primera pequeña dificultad que se presenta. La Palabra no va a
producir fruto en su vida.
Si quieres ser alguien que realmente produce fruto y ve la Palabra

de Dios obrar, no va a suceder de la noche a la mañana. No puedes
calentar tu milagro en el microondas. Toma tiempo. Hay semilla,
tiempo y cosecha. En realidad, a veces es semilla, ttiiimmmmiii, y
luego cosecha. Toma un período de tiempo.
Tienes que dejar que la Palabra de Dios permanezca arraigada en

tu interior. No puedes dar marcha atrás. Debes seguir cavando y
buscando una mayor revelación. No se limite a tomar la revelación
superficial de lo que dice la Palabra de Dios. Regrese a esas
escrituras y pregunte: "Señor, ¿he recibido todo lo que necesito saber
de esta escritura? Por favor, muéstrame más". Debes dejar que esa
Palabra eche raíces en tu interior.
El no permitir que la Palabra de Dios eche raíces en el interior es

probablemente la razón número uno por la que las personas no
ven un mayor fruto manifestado en su vida. Simplemente no le están
dando tiempo.
Mucha gente conoce una escritura como 1 Pedro 2:24, que dice
que por Su llaga fuimos nosotros sanados. Pasan cinco minutos
pensando en ese pequeño concepto y
concluir: "Lo tengo. ¡Ahora debo ser sanado!" No, necesitas meditar en
esa escritura y luego meditar en esa escritura un poco más. Pasa días,
semanas, meses y años enfocándote en esa verdad y aplicándola a tu
vida hasta que esté tan arraigada y establecida en tu interior que nada
pueda sacarla.
PROFUNDIDAD DE LA RAÍZ
Cuando era niño, vivíamos en un vecindario, pero nuestro jardín

todavía tenía un tamaño de poco más de medio acre. Teníamos
veintitrés árboles de nuez en nuestro jardín. Cada año, algunas de las
nueces se caían, las pisaban o encontraban una forma de hundirse en el
suelo. Luego germinarían y comenzarían a producir una planta. Mi trabajo
consistía en arrancar estos diminutos árboles de nuez que comenzaron a
crecer.
Como la mayoría de los niños, no quería perder el tiempo arrancando

estas plantitas. Debemos haber tenido cientos de ellos por todo ese
lugar. Veía uno, pero no quería dejar de jugar para levantarlo, así que
esperaba hasta que fuera lo suficientemente alto como para que mis
padres pudieran verlo desde el interior de la casa. Cuando lo hacían,
decían: "Andy,
tienes que salir y arrancar ese árbol de nuez".
Ese es el tiempo que esperaría.
Sin embargo, aprendí bastante rápido que si permitía que un árbol de nuez
alcanzara un pie de altura, habría alrededor de tres pies de raíces debajo
del suelo. Había tres veces más crecimiento debajo del suelo que sobre el
suelo. Si esperaba hasta que el árbol de nuez tuviera un pie de altura para
tirar de él, tendría que conseguir una pala y desenterrarlo. Estaría tan bien
enraizado que no podría arrancarlo. Si quería sacar esos árboles de nuez
de la manera más fácil, tenía que tirar de ellos cuando tenían
aproximadamente una pulgada de alto. Entonces podría agarrar
ellos y sacarlos.
Es de la misma manera con la semilla de la Palabra de Dios.

A Satanás le encantaría llevarte a donde no tienes ninguna raíz
profunda en tu vida. Entonces él puede venir contra ti y simplemente
robar la Palabra. Quiere arrancarlo antes de que se eche raíces.
Sin embargo, si cultiva un buen sistema de raíces, será
capaz de resistir a pesar de todos los problemas, pruebas y dificultades
que vienen en la vida.
Muchas personas son como este segundo tipo de terreno que el

Señor describió. No pueden dar fruto. No es porque no estén
entusiasmados con la Palabra de Dios. No es
porque no les encanta. Ellos lo aman. Es que no se han
tomado el tiempo de dejar que la Palabra arraigue dentro de
ellos.
capitulo 14
Persecucion
La parábola que Jesús dio en Marcos 4 sobre el sembrador que siembra

la semilla es una de las enseñanzas más fundamentales de la Biblia.
En Marcos 4:13, el Señor dijo que si no entiendes esta parábola, no
puedes entender ninguna de las otras. Este pasaje es la llave que abre
la revelación de importantes verdades fundamentales que usará
todos los días por el resto de su vida cristiana. Es realmente así de

importante.
Jesús estaba usando la ilustración de un hombre sembrando

semillas que caían en cuatro diferentes tipos de suelo. El reino de Dios
es igualmente. La Palabra de Dios es la semilla que se debe sembrar
en nuestra vida para que dé buenos frutos. La Palabra de Dios es lo
que trae el cambio.
La Palabra de Dios nunca es la variable. tiene el mismo potencial

en la vida de cada persona. Lo que hace que la Palabra
produzca de otra manera no es la semilla misma, sino el tipo de
suelo en el que se encuentra. Esta parábola ilustra
cuatro tipos diferentes de corazones. La Palabra de Dios tiene el
mismo potencial para producir en la vida de cada persona, pero la
diferencia en la fecundidad está relacionada con la forma en que
respondemos a la Palabra. Esta parábola revela que en realidad sólo hay uno
tipo de respuesta que permitirá que la semilla de la Palabra de Dios
produzca plenamente su fruto.
SIN REVOLUCIONES PEQUEÑAS
Sigamos mirando al segundo tipo de persona que escuchó la Palabra:


con gozo; y no tener raiz
en sí mismos, y así perduran, pero por un tiempo:
después, cuando viene la aflicción o la persecución por
causa de la palabra, luego son ofendidos.
Marcos 4:16-17
Cuando el Señor me mostró este pasaje de las Escrituras y me

realmente comenzó a tener un gran impacto en mi vida, todavía
estaba en una iglesia denominacional que estaba en contra de
todo lo que creía. Reconocieron que había tal
algo como el bautismo en el Espíritu Santo y el hablar en lenguas,
pero argumentó que es el menor de todos los dones y no es
realmente válido para nosotros hoy. No enfatizaron estas
verdades, y ciertamente no enfatizaron la justicia y la gracia.
Estaba en una situación en la que la Palabra de Dios que
escuchaba era constantemente perseguida.
Mi buen amigo Joe, quien tuvo un gran impacto en mi vida,

sirvió en un momento como ministro asociado de Kenneth
Copeland. Incluso viajó con él por un tiempo. Solía asistir a las
reuniones de Kenneth en Fort Worth, Texas, cuando alquilaba el
Auditorio Will Rogers. Ese lugar podía albergar hasta 3.500
personas. Recuerdo a Kenneth confesándose y agradeciendo a
Dios que ese lugar estuviera lleno cuando solo tenía doscientos
de nosotros sentados al frente. Estaba tan verde en mi fe y carecía
de entendimiento de la Palabra, que no me di cuenta de que él
estaba hablando de su fe. Me imaginé que él sabía algo que yo no
sabía, y que tal vez había algunos autobuses en camino o algo así.
No sabía mucho entonces, pero iría allí y escucharía

Kenneth Copeland habla la Palabra de Dios acerca de la justicia.

Me entusiasmó tanto que volvería a esta pequeña iglesia
denominacional y predicaría las mismas cosas que había escuchado.
Esto no estaba causando un pequeño revuelo.
La gente estaba siendo sanada, liberada y puesta en libertad.
Sucedían cosas buenas, pero el liderazgo de la iglesia estaba en
contra de lo que estaba haciendo. Pensaron que era inexacto en
comparación con su interpretación de las Escrituras.
Entonces, por eso, me criticaron.
OFENDIDO
Note que esto es exactamente lo que dice Marcos 4:17. El suelo

pedregoso tiene:
No tienen raíz en sí mismos, por lo que duran sólo por un

tiempo; luego, cuando viene la aflicción o la persecución por
causa de la palabra, luego se ofenden.
Esto está describiendo a personas que estaban entusiasmadas

con la Palabra cuando la escucharon, y actuarían de acuerdo con ella
hasta cierto punto, pero no tenían raíz en sí mismos. Cuando
comenzaron a llegar las aflicciones, las persecuciones y las críticas
contra la Palabra, se ofendieron.
La palabra "ofendidos" aquí no significa que dejaron de creer o

renunciaron a la Palabra. No renuncié al hecho de que Dios todavía
sana hoy, que el bautismo en el Espíritu Santo y el hablar en lenguas
es válido, y que los milagros eran de Dios. Todavía creía en estas
verdades, pero me ofendí, lo que significa que perdí mi entusiasmo y
entusiasmo por estas verdades. El fuego que tenia por estos
las verdades se enfriaban por las críticas que estaba recibiendo.
Necesitas reconocer que Satanás no tiene que hacerte

repudiar totalmente la Palabra por la que estás creyendo. Si él

puede llevarte a un punto en el que eres cauteloso y tienes miedo de
hablar, donde estás herido y ofendido y ahora no eres tan entusiasta
como solías ser, entonces lo ha logrado. Si el diablo puede ponerte
en ese modo, puede impedir que la Palabra de Dios obre en tu vida.
Aquí es exactamente donde estaba cuando el Señor me mostró

esta verdad. Oía hablar a Kenneth Copeland, me emocionaba
mucho con la Palabra que había oído y luego volvía a predicar
verdades como la justicia, la fe y la gracia en esa iglesia
denominacional. Durante una semana o dos, sería realmente
poderoso. Entonces recibiría tantas críticas que
Me volvería introspectivo. Todavía creía en las mismas verdades y
trataba de decirlas y enseñarlas en las clases que
estaba liderando, pero simplemente no estaba obteniendo los
resultados que tenía antes. No había ningún fruto viniendo de la Palabra.
"NO TU REVELACIÓN"
Esto sucedió con tanta frecuencia que comencé a reconocer el ciclo.

Oiría hablar a Kenneth Copeland y estaría bien durante una semana
o dos. Entonces llegaría a donde estaba tratando de decir y hacer
las mismas cosas que había presenciado de Kenneth Copeland, pero
simplemente no estaba obteniendo resultados. Así que tendría que
regresar y obtener mi próxima dosis de Kenneth Copeland. Esto
sucedió de manera constante. Cuando comencé a ver que me estaba
quedando sin energía, supe que la próxima vez que me levantara para
enseñar no iba a ser tan poderosa como antes. Llegué a donde
esperaba este ciclo. No entendía por qué estaba pasando, pero lo vi
pasar tantas veces y pude reconocerlo venir.
Mientras estudiaba este versículo de las Escrituras, el Señor me habló

yo. Él dijo: "El problema es que las verdades que estás
diciendo no son su revelación. Son de Kenneth Copeland.

Simplemente estás diciendo cosas que has oído decir a otra persona".
Antes de que Dios me dijera esto, me levantaba y enseñaba diciendo:
"Escuché a este hombre Kenneth Copeland decir..." y lo citaba. ...
Hablaba sobre lo que enseñaba usando sus ejemplos, sus ilustraciones
y sus chistes. La gente estaba siendo bendecida porque yo estaba
compartiendo la verdad, simplemente no era mi verdad. Cuando el
Señor me mostró esto, una luz encendido dentro de mí, me di cuenta
de que por eso no podía mantener y mantener el equilibrio, por eso
estaba arriba y abajo, a veces entusiasmado con la Palabra, y otras
veces preguntándome ¿Qué está pasando? no tenía raíces en mí
mismo, vivía de
revelación de otra persona. Fue una buena revelación, pero no fue

mía.
Recuerdo el sábado por la noche cuando el Señor nos mostró esto

a Jamie ya mí. Lo discutí con ella, decidí y declaré: "De ahora en
adelante, no voy a decir 'fulano de tal' o citar a alguien más y decirle a
la gente cuál es su revelación". De hecho, puede ver mi
programa de televisión, escuchar por radio o leer mis libros, pero esta
es la primera vez que me escuchan o me ven mencionar
alguien como Kenneth Copeland de esta manera. Realmente, solo
estoy hablando de él a modo de testimonio. Eso es porque me escapé
por completo de citar lo que alguien más tenía que decir. A partir de
ese momento, la Palabra de Dios empezó a ser algo personal para mí.
Tomé la decisión de que me mantendría firme sin importar quién

viniera en contra de la revelación de que Dios me había estado hablando. yo
iba a guardar esa Palabra en mi corazón. Iba a enraizarlo y ponerlo
a tierra en mi interior.
Marcos 4:17 realmente me ministró cuando vi que el

las aflicciones y persecuciones que padezco vienen por

causa de la Palabra. No vienen por ti o por mí personalmente.
Es por la Palabra. La Palabra de Dios tiene poder en ella.
Cuando comienzas a hablar la Palabra, Dios usa Su Palabra
para traer convicción a las personas. La Palabra comienza a
presionarlos y motivarlos a cambiar. Si la persona no quiere
cambiar, entonces tiene que hacer algo con esta convicción que
está sintiendo, que percibe que viene de ti. Puede que no sean
capaces de separar mentalmente esta convicción y comprenderla,
pero esta
es realmente lo que está pasando. Pueden pensar que es con
usted con quien están molestos, y entonces es usted a quien
critican, pero lo que realmente están haciendo es criticar la
Palabra de Dios que viene a través de usted. Es por causa de
la Palabra que vienen la aflicción y la persecución. La gente
está tratando de resistir y anular esta Palabra que has hablado
y que ha traído convicción a su vida.
AVIVAMIENTO O DISTURBIOS
Hablando en verdad, la Palabra de Dios traerá un

avivamiento o un alboroto cada vez. Eso es lo que
experimentaron Jesús y los primeros apóstoles. (Hechos
17:6; 19:1-41.) No todos respondieron bien al Señor.
Cuando los discípulos de Jesús se le acercaron y le dijeron:
"¿No sabes que ofendiste a esta gente?" Jesús respondió:
"Déjalos en paz. Si son de Dios, lo superarán. Todo árbol que
mi Padre no ha plantado será desarraigado". (Mateo 15:12-14.)
Cristo no tomó las cosas personalmente.
Cada vez que Jesús hablaba, provocaba un avivamiento o un

motín. Sus discípulos hicieron lo mismo cuando salieron y
ministraron. Es ingenuo e incorrecto que pensemos que si
caminamos en amor todos nos amarán. (Mateo
10:16-42.) Jesús advirtió: "Si me persiguen, me
te perseguirán". Necesitas reconocer que cuando

comienzas a pararte en la Palabra sin compromiso, comienza
a liberar su poder. Cuando comienzas a declarar: "Esto es lo
que dice la Palabra de Dios y esto es lo que estoy creyendo
por. No me importa si va en contra de nuestra tradición o la
forma en que la gente ha hecho las cosas, esto es lo que dice la Palabr
La Palabra de Dios comenzará a presionar a la gente. O se
arrepentirán y te amarán por eso, o saldrán y te criticarán por
eso.
Una vez que entendí esto, marcó una gran diferencia en mi

vida. Cambió totalmente mi expectativa y me permitió continuar
con Dios. Cuando comencé a recibir críticas, persecución y
aflicción, simplemente reconocí que
esto es lo que hará la Palabra de Dios. La Palabra de Dios
dividirá y separará a las personas. (Mateo 10:34-36.)
"¡QUEDARSE EN EL CAMINO!"
Este mismo amigo mío, Joe, realmente me ayudó a comenzar

en el ministerio Tuvo una influencia muy poderosa en mi vida.
Recuerdo haber asistido a una de sus reuniones en un hotel
donde me llamó frente a todos los asistentes. Joe me dio una
profecía que me ha ayudado hasta el día de hoy, diciendo:
"Te veo como un corredor en una pista. Estás corriendo

alrededor de esta pista y estás liderando el grupo. Estás
corriendo la carrera y haciendo un buen trabajo. Pero la gente
en las tribunas te está gritando. Te están diciendo que lo estás
haciendo todo mal. Te están diciendo que deberías estar
haciendo esto y haciendo aquello. Te veo saliendo de la pista,
subiendo corriendo a las gradas y discutiendo con los
espectadores. Incluso si ganas la discusión, vas a perder la
carrera. Quedarse en el camino. Vuelve a la carrera. Olvida el
tribunas!"
Cuando el Señor habló eso a través de Joe, fue muy

descriptivo de dónde estaba yo en ese momento. Desde entonces,
esa ha sido una palabra que me ha mantenido en el camino
durante casi cuarenta años. No estoy seguro de hacer todo a la
perfección. Todavía estoy verde y creciendo. Puede que esté mejor
dentro de cinco o diez años, si el Señor se demora, pero la razón
por la que sigo corriendo la carrera es por las Escrituras y las
palabras como las que Joe me habló, donde Dios me ha mostrado
que no deje que las críticas de otros la gente roba la Palabra de mi
corazón.
Si me ofendo y empiezo a ser tímido para decir la verdad por lo

que la gente tiene que decir, la Palabra de Dios
dejará de actuar y producir en mi vida. Tomé la decisión hace
casi cuarenta años de que no iba a permitir que eso sucediera.
He estado tratando de ser audaz y dejar que la Palabra de Dios
me gobierne y me domine en lugar de las opiniones de los
hombres. Ahora se ha convertido en un hábito y un estilo de vida
para mí. Soy así debido a las Escrituras que se han arraigado y
crecido en mi vida. Puede que no esté haciendo todo a la
perfección, pero me estoy moviendo en la dirección correcta
debido a mi convicción de la Palabra de Dios.
Capítulo 15
mi revelación
La parábola del grano de mostaza es otra parábola que Jesús les

dijo ese día.
Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es

semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y
sembró en su campo; la cual a la verdad es la más pequeña
de todas las semillas; es la mayor de las hierbas, y se hace
árbol, para que vengan las aves del cielo, y aniden en sus
ramas.
Mateo 13:31-32
Esta parábola se encuentra en el mismo capítulo y se dio en el

mismo contexto y en el mismo día que se dio la parábola del
sembrador que siembra la semilla.
Recuerdo uno de mis primeros días como soldado

estadounidense en Vietnam. Yo estaba de guardia en el cuartel
mientras el resto de la gente pasaba por lo que se llamaba "la
cámara CS". Era una cámara de gas y nos estaban enseñando a
ponernos las máscaras. Estaban usando el equivalente al gas
lacrimógeno, que no causa ningún daño duradero, pero sí duele
y pica en ese momento. Es una larga historia, pero tuve una
experiencia muy negativa con eso cuando estaba en el
entrenamiento básico. Sin exagerar, casi muero.
Pidieron un voluntario en el desayuno la mañana de este

"entrenamiento" programado. Una cosa que aprendes muy
rápido en el ejército es nunca ofrecerte como voluntario para nada.
Nueve de cada diez veces, ha cometido un error si lo hace.

Sin embargo, pensé que no importaba para qué me
ofreciera como voluntario. Si me enviaran solo a luchar
contra el Vietcong, sería mejor que pasar por la cámara de gas.
Eso es lo mucho que lo odiaba.
Así que me ofrecí voluntario. Resultó que todo lo que querían

que hiciera era sentarme allí y proteger los barracones mientras
todos los demás pasaban por la cámara de gas. Funcionó muy bien.
EL SISTEMA DE RAÍCES
Mientras estaba allí sentado vigilando el cuartel, estaba leyendo y

Medité en estas escrituras en Mateo 13. Pensé en cómo el reino
de los cielos es como un pequeño grano de mostaza, una de las
semillas más pequeñas, pero cuando se siembra en la tierra, se
convierte en este gran árbol bajo cuya sombra el las aves del
cielo pueden venir y anidar.
Mientras meditaba en este pasaje, recuerdo haber pensado:

Dios, eso es lo que quiero que sea mi vida. Quiero que vivas
a través de mí tan grande que afecte a millones de personas.
Quiero ver la vida de la gente cambiada. Mientras visualizaba
esto, el Señor me habló y dijo: "Pero tu raíz es tan pequeña. El
primer pájaro que se posara en una rama haría que todo el árbol
se derrumbara. El primer soplo de aire que sople contra él lo
derribará". terminado." El Señor usó esto para pintar un cuadro de
palabras para mí.
Estaba más preocupado por todo este crecimiento sobre el

suelo, que es la forma en que la mayoría de la gente es.
Quieren algunos resultados visibles, algo físico, algo tangible.
Desean ver vidas cambiadas, personas sanadas y todo tipo de
otros frutos. Sin embargo, antes de que todo este crecimiento
pueda ocurrir sobre el suelo, la gran mayoría de
el crecimiento debe tener lugar bajo tierra en el sistema radicular.

En realidad, es el sistema de raíces el que determina qué tan
grande será la planta o el árbol sobre el suelo.
Si descuida el sistema de raíces, es posible que una planta o un

árbol crezcan por un breve período de tiempo, pero nunca
producirán frutos. No vivirá porque nunca podrá soportar
condiciones variables como el calor y la sequía. El sistema de
raíces es lo que permite que el árbol realmente produzca y sea
capaz de soportar las dificultades.
Esto es lo que el Señor me estaba hablando. Deseaba todos estos

excelentes resultados, pero no quería tomarme el tiempo para
enraizarme. Me dijo: "Ese es el gran problema con la mayoría de la
gente". Eso fue alrededor de 1970. Decidí en ese momento que iba
a ser uno de aquellos en quienes la Palabra de Dios echaría raíces.
PODER DE SEMILLA
Una vez que tomé la decisión de ocuparme de mi sistema raíz,

dejé de preocuparme en gran medida por los resultados visibles.
En cambio, me concentré en tomar la Palabra de Dios y guardarla
en mi corazón. Sabía que si mantenía la Palabra de Dios morando
dentro de mí, en lugar de dejar que entrara y saliera, literalmente
comenzaría a echar raíces en cada parte de mi ser y el poder de la
La palabra comenzaría a penetrarme. Este ha sido mi enfoque desde

1970.
Tomé la Palabra, medité en ella, extraje verdades de ella y apliqué

mi vida hacia esas verdades. Todo lo bueno que Dios ha hecho en
mi vida ha venido como fruto de Su Palabra. Esto incluye la
revelación que me ha mostrado, el llamado al ministerio que me ha
dado, las personas que he visto crecer
de entre los muertos, los ojos ciegos y los oídos sordos que he visto
abiertos, y todo tipo de otros milagros, así como la forma
Dios ha satisfecho abundantemente mis necesidades. Todo lo bueno en mi
vida ha venido cuando la semilla de la Palabra de Dios ha echado raíces en
mi corazón y ha producido fruto. Una vez que esa semilla ha echado raíces, se
solo produce. Que maravilla de verdad. No sé ustedes, ¡pero esto
todavía me emociona!
Tengo algunas rocas enormes en mi propiedad. Hay uno en el que me gusta

caminar y sentarme a veces que tiene más de cien pies de altura (con eso
quiero decir que está a más de cien pies sobre el suelo). En la parte superior
de esta enorme roca hay una pequeña grieta y un lugar donde el viento ha
arrastrado algunas hojas y escombros. Con el tiempo, se ha formado un
poco de tierra. De alguna manera, una semilla creció en lo alto de esta roca
de más de cien pies, echó raíces y ahora está creciendo un árbol de esa
grieta. Por supuesto, el árbol ha superado ese poco de tierra que está en la
parte superior de esta roca, por lo que está echando raíces más abajo y está
partiendo esta enorme roca. Hay varias otras rocas en mi propiedad que
literalmente han sido partidas en dos por una pequeña semilla que echa
raíces y crece. ¡El poder que hay en una semilla es increíble!
Una pequeña semilla de la Palabra de Dios puede destruir cualquier

enfermedad, problema emocional o problema financiero si
simplemente tomamos la Palabra de Dios, la guardamos en nuestro corazón
y dejamos que nos domine. ¡Es así de poderoso!
MEDITAR, GERMINAR, LIBERAR
Pero debes proteger esa semilla. Tienes que dejar que la Palabra eche
raíces en ti. No puedes salirte de la revelación de otra persona. No puedes
simplemente salir y decirle a la gente "Andrew Wommack dice...", eso no
va a convencer
cualquiera. Necesitas tomar lo que estoy diciendo, meditar en ello,

y que el Señor dé testimonio de ello en vuestro corazón. Una vez que
la revelación es tuya, entonces puedes salir y decir: "Dios me dijo
esta verdad. La Biblia dice en Marcos 16...", y luego decirle a la
gente directamente lo que Dios te habló. No es suficiente saber lo
que creo que dice la Palabra de Dios. ¡Tiene que convertirse en una
revelación personal para ti!
Eso es profundo. Sin embargo, es asombroso cuántas personas

realmente no tienen la Palabra de Dios arraigada en su interior.
Cuando el Señor me dijo esto por primera vez y se convirtió en

una revelación, Dios me convenció de que estaba viviendo de
la revelación de otra persona. Recuerdo haberme dicho a mí mismo:
"Eso nunca volverá a suceder. En el nombre de Jesús, será mi
revelación. Es posible que haya escuchado a alguien más decirlo,
pero voy a ir a Dios y meditar en esa Palabra hasta que germina y
suelta su vida en mí. ¡Va a ser lo que Dios me habló!”. Hay miles de
cosas que he recogido de la Palabra. Tal vez escuché a alguien más
plantar la semilla, pero se convirtió en mi revelación.
como echó raíces en mi interior.

capitulo 16
¡Ahogado!
Ahora llegamos al tercer tipo de persona que escuchó el mensaje de Dios.

Palabra y cómo respondieron a ella.
Y estos son los que son sembrados entre espinos; los que
oyen la palabra, y los afanes de este mundo, y
entrando el engaño de las riquezas, y las codicias de otras
cosas, ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Marcos 4:18-19
Además de los cuatro diferentes tipos de corazones en los que se

plantó la Palabra de Dios, esta parábola también habla de una
progresión. Primero comienzas sin tener ningún deseo por la Palabra
de Dios en absoluto. La Palabra es como el agua del lomo de un pato.
Está en un oído y sale por el otro. Esa es la primera persona.
A la segunda persona le gustó la Palabra de Dios y se entusiasmó

al respecto, pero no tenían ninguna raíz en sí mismos, así que no
se produjo el fruto.
La tercera persona es alguien que ha aprendido suficientes verdades

como para entusiasmarse con la Palabra y ha meditado en ella lo
suficiente como para que comience a echar raíces.
Hay una vida real y vitalidad saliendo de ellos. La Palabra de Dios está
comenzando a dar resultados en su vida, pero
entonces se ocupan de los afanes de esta vida, del engaño de las
riquezas, y de las concupiscencias de otras cosas, de modo que cesa
la producción de frutos.
Personalmente, siento que en mi vida he pasado por períodos de ser como el

primer y segundo tipo de persona. Creo que estoy pasando de ser como el tercer
tipo de persona al cuarto tipo, donde estoy empezando a ser productivo. Sin
embargo, todavía trato con algunas de estas mismas cosas con las que he
luchado antes. Todavía me ocupo de cosas diferentes a las que Dios realmente
me ha llamado a hacer. Creo que eso nos afecta a muchos.
BOMBARDEADOS CONSTANTEMENTE
Hoy en día, tenemos acceso a información que las generaciones anteriores

nunca tuvieron. ¿Te das cuenta de que la mayoría de las generaciones anteriores
a la década de 1950 estaban básicamente aisladas? Las noticias y la información
tardaron mucho en llegar.
Entonces, las personas vivían en estas comunidades más pequeñas, y no
tenían todas las presiones y preocupaciones de este mundo inundándolos de
la manera en que lo hacemos ahora. Hoy, si algo sucede al otro lado del
mundo, nos enteramos casi instantáneamente. Podemos encender nuestra
televisión y ver la cobertura en vivo de la misma. Es más fácil que nunca para
usted tomar literalmente los problemas de este mundo en su vida tal como se
presentan en detalle hasta el último minuto. Mientras que, en generaciones
anteriores, habría tomado semanas, o incluso un mes, averiguar qué había
sucedido y, para ese momento, la situación probablemente habría terminado, por
lo que no causó el mismo nivel de ansiedad.
preocuparse, o preocuparse, hoy vivimos crisis tras crisis en tiempo real.
Hoy en día estamos siendo bombardeados constantemente no solo por las

noticias y los problemas de este mundo, sino también por todo tipo de
entretenimiento. Tenemos una gran cantidad de televisión, películas y videojuegos.
Además, parece que en el trabajo, la gente está trabajando más duro que nunca.
americanos
son algunos de los adictos al trabajo más grandes sobre la faz de la

tierra. Las personas que trabajan cuarenta horas a la semana son la
excepción. La mayoría de los trabajadores ponen más. La gente
simplemente se está volcando en toda esta información y actividad, y
ahogará la Palabra de Dios.
Ahora, no me malinterpretes. No digo que Dios quiera que todos dejemos

la vida y entremos en un monasterio para que podamos simplemente sentarnos
allí y estudiar la Palabra las veinticuatro horas del día. Eso no es de lo que
estoy hablando. Sin embargo, estoy diciendo que meditar en la Palabra toma
tiempo. Se necesita tiempo de cantidad, no solo tiempo de "calidad", para
que la Palabra se arraigue en nuestro interior. Muchos de nuestros estilos de
vida de hoy no son propicios para que la Palabra de Dios eche raíces en
nuestra vida.
Sadhu Sundar Singh fue un cristiano poderoso que vivió en la India a

principios del siglo XX. Vio grandes milagros, incluyendo a varias personas
resucitadas de entre los muertos en un día. Este hermano tenía un ministerio
tremendo.
Alrededor de 1910, Sundar viajó en barco desde la India hasta la ciudad de

Nueva York. Le tomó uno o dos meses llegar allí debido a la forma de viajar.
Debido a esto, tenía un año de reuniones programadas en los Estados Unidos.
Se bajó del barco en la ciudad de Nueva York, pasó treinta minutos caminando
por la ciudad y luego decidió volver al barco para regresar a la India. Comentó
que no tenía sentido ministrar a la gente de América, que su estilo de vida no
permitiría que la Palabra de Dios se arraigara en sus corazones. ¡Y esto fue
hace cien años! Sin embargo, es la misma verdad de la que estamos hablando
aquí. Los afanes de este mundo, el engaño de las riquezas y las
concupiscencias de otras cosas entran y ahogan la Palabra. (Marcos 4:18-19.)
TIEMPO DE DESCANSO
El ajetreo no conduce a la espiritualidad. Tiene que haber un equilibrio en

la vida, pero la mayoría de las personas no caminan en él.
La mayoría de nosotros estamos demasiado ocupados con otras cosas además de Dios
y Su Palabra. Si le preguntaras a una persona promedio cómo está, la
mayoría de sus respuestas se centrarían en lo ocupadas que están. Cuando
me hacen esa pregunta, a veces respondo: "¡Estoy más ocupado que un
colgador de papel tapiz con un solo brazo!" Mucha gente dice: "Estoy más
ocupado que nunca". Eso es bastante típico. Sin embargo, según
Marcos 4, son ocupaciones como esta las que impedirán que la Palabra
de Dios obre en su vida y produzca fruto. Necesitas tiempo para sentarte
y sumergirte en la Palabra de Dios para que pueda liberar su poder en tu
vida.
Mucha gente habla de tener tiempos de "devoción". para ellos,

esto significa hacer una pequeña devoción de cinco minutos por la
mañana cuando se levantan por primera vez. Lo admito, hay algún
beneficio en eso. Sin embargo, si solo está tratando de exprimir cinco o
diez minutos tratando de escuchar la voz del Señor y mantener su mente
en las cosas de Dios, pero el resto del día está corriendo a un ritmo
frenético, no lo está. vas a hacer que la Palabra de Dios produzca fruto en
tu vida. Eso
toma un tiempo de inactividad.
Estad quietos, y sabed que yo soy Dios.

Salmo 46:10
Tienes que estar quieto y tranquilo tú mismo. Si me involucro mucho,

me ocupo y voy a un ritmo frenético, me toma un tiempo sentarme,
reducir la velocidad, antes de que pueda llegar a donde pueda
escuchar a Dios desde mi corazón. Solo me toma un tiempo. Si he estado
preocupado por algo durante un período de tiempo más largo, tal vez días o
semanas, y no he tenido tiempo de estar quieto y saber que Él es

Dios, entonces me toma un tiempo penetrar y atravesar esa barrera
hacia donde estoy escuchando y sintonizado con el reino espiritual.
Si he estado pasando mucho tiempo con el Señor y soy muy sensible
a Él, podría estar ocupado y ocupado con algo durante una hora, y
casi salir inmediatamente de eso y regresar directamente al reino
espiritual. Pero si han pasado días o semanas que he estado
preocupado con otra cosa, me toma algo de tiempo, no solo en
calidad, sino en cantidad, para tranquilizarme, aquietarme y permitir
que la Palabra de Dios obre en mi vida. .
Una noche vi en un sueño, "Salmos 46:10". No vi las palabras de

esa escritura, solo vi la referencia de la escritura. Aunque he
ministrado con ese versículo cientos de veces, cuando me
desperté, no podía pensar en lo que decía ese versículo para mi
vida. Entonces, lo busqué.
Inmediatamente reconocí el verso como un viejo amigo familiar,
pero sentí que debía tener algo más que decirme. Entonces, medité
en ese versículo toda la mañana.
No creo que ese verso solo esté hablando de estar físicamente

quieto. Creo que habla también de aquietar la mente y las
emociones, y hay muchas otras aplicaciones. Pero eso
tarde, decidí que literalmente me sentaría quieto durante una hora
solo para ver qué pasaba. Fue increíble. No moví nada más que mis
ojos. No me mecí en mi silla ni cambié de posición. Yo estaba tan
quieto como una piedra. Tuve un ciervo caminando justo hacia mí.
Una ardilla se subió a mi zapato. yo estaba todavía
Noté cosas a mi alrededor que no había notado antes.

Escuché el viento soplando en los árboles. Había estado soplando
todo el día, pero mi negocio me había distraído de modo que
No me di cuenta hasta que estuve totalmente inmóvil. Conté
docenas de ardillas que no había visto antes. Había
miles de hormigas que, antes de quedarme quieto, nunca me fijé.

Sucedían tantas cosas a mi alrededor que simplemente me perdía
porque estaba ocupado.
El Señor usó esa instancia para decirme que el ajetreo de este

mundo natural limita nuestra percepción del
mundo espiritual. O como dijo Jesús, los afanes de esta vida, el engaño
de las riquezas y la codicia de otras cosas, ahogan la Palabra.
Un estilo de vida en el que vas rápido y frenético todo el tiempo

impedirá que la Palabra de Dios obre en tu vida. Incluso Jesús se tomó
el tiempo. Él estaba en tal demanda ministrando
a la gente que venía a Él que Él ni siquiera
tener tiempo para comer. Así que trató de separarse a sí mismo ya
sus discípulos diciendo: "Pasemos a un lugar desierto". (Ver
Marcos 6:30-32.) Sí, Su objetivo era llegar a la gente. Sí, deseaba
tocar la vida de tantas personas como pudiera. Sin embargo,
después de que Él y Sus discípulos habían estado en este viaje misionero
gira, les estaba diciendo a los discípulos que se apartaran,
descansaran un poco y se fueran a este lugar desierto. ¿Sabes por
qué el Señor quería hacer eso? Jesús hizo esto porque Él
se dieron cuenta de que los afanes de esta vida, el engaño de las
riquezas y las codicias de otras cosas ahogarán la Palabra de
Dios.
SEPARARSE
Necesitas un tiempo en el que puedas separarte de

todas las actividades ocupadas de la vida diaria, y simplemente
pasar algún tiempo enfocado en Dios. Ahora, no necesariamente
tienes que enterrar tu nariz en la Biblia. Hasta cierto punto lo harás,
porque no puedes meditar en escrituras que no conoces. Pero si ya
has estado leyendo la Biblia, tal vez puedas ir a sentarte en el porche
por un rato y
Oren por lo que ha estado pasando durante ese día. Podrías meditar
en las escrituras que Dios te ha estado dando y pedirle que te muestre cosas.
Lo hago mucho. Construí un sendero en mi propiedad y camino por él una o

dos horas al día. Paso ese tiempo meditando en las cosas de Dios, pensando
en lo que Él me está guiando.
hacer, y meditando en las escrituras. Tenemos un pequeño columpio
en nuestro patio me gusta sentarme. No se puede ver otra casa desde
mi casa, así que me gusta sentarme y mirar las montañas. Solo miro a mi
alrededor, medito y pienso en las cosas. Ese es un momento importante.
Una de las cosas que impedirá que la Palabra de Dios obre en tu vida es
simplemente estar ocupado. Si Satanás viniera con un traje rojo con cuernos
y una horca, la mayoría de nosotros lo resistiríamos, diciendo: "¡De ninguna
manera me rendiré ante ti!" Del mismo modo, la mayoría de nosotros
rechazaría el material con clasificación X, e incluso la mayoría del material
con clasificación R, o cualquier otra cosa que sea abiertamente del diablo. Pero hay
No tiene nada de malo tener un trabajo, una carrera y una familia.
Trabajar en su trabajo y pasar tiempo con su familia son
bueno y correcto en su lugar, pero no es bueno cuando metemos tanto
en nuestra vida que nos queda muy poco o nada de tiempo para Dios y Su
Palabra. Puede estar ocupando su vida con cosas decentes, cosas que no
son inmorales en sí mismas, pero si no tiene tiempo para sentarse y
meditar en las cosas del Señor, detendrá la Palabra de Dios.
Dios de trabajar en tu vida.
En mi propia vida personal, Dios ha tratado conmigo acerca de varias

cosas. No son pecado, pero Él me ha dicho que no puedo darme el lujo de
preocuparme por ellos. No necesito otro pasatiempo. No necesito nada
más que hacer, especialmente con mi personalidad. Tengo un tipo de
personalidad compulsiva, lo que significa que todo lo que hago, lo hago para
un extremo He tenido algunos amigos que han tratado de convencerme

de que haga ciertas cosas. Lo están disfrutando y no es un problema
para ellos, pero no tengo tiempo para dedicarlo a nada más. ¡Tengo
que quedarme con lo principal, lo principal!
Desearía poder, de alguna manera u otra, hacer que la gente

entienda esta verdad porque Satanás realmente está usando esto para
obstaculizar el crecimiento personal de las personas. Él nos lleva a
estar tan ocupados que cortocircuitamos la provisión de Dios para que
cambiemos. Nos preocupamos tanto que no dedicamos tiempo a la
Palabra y al compañerismo con Dios.
Esto obstaculiza el cambio que Dios quiere que suceda.
COMUNIÓN CON DIOS
Si va a ver un cambio efectivo, la Palabra de Dios produciendo fruto en

su vida, debe comenzar a pasar una cierta cantidad de tiempo en
comunión con Dios a través de la Palabra. Tienes que tomar estas
verdades, plantarlas y guardarlas en tu corazón. A algunas personas no
les gusta eso, pero así es como funciona el reino. Esta no es
necesariamente la forma en que habríamos decidido hacerlo, pero así
es como el Señor nos dijo que opera Su reino. Ya que Él es el Señor,
funcionará de la manera que Él dice, no de la manera que tú elijas. Esto
es algo con lo que tengo que lidiar todo el tiempo. Constantemente
tengo que hacer tiempo y fuerza
yo mismo para no estar demasiado ocupado.
Aunque no tengo la tentación de salir y hacer ninguna de esas cosas

que la iglesia llama "pecado", Dios tiene que lidiar conmigo a menudo
por preocuparme tanto por el ministerio. Son las cosas relacionadas
con el ministerio las que desplazan mi tiempo para tener comunión con
Dios y estudiar Su Palabra. El Señor
ha tenido que lidiar conmigo por eso. Si puedo llegar a estar
demasiado preocupado y ocupado con el ministerio, las cosas que son buenas
y se trata de ayudar a otras personas, de modo que la Palabra de

Dios se está ahogando y obstaculizando en mi vida, ¿qué puede
pasar en la vida de otras personas que están ocupadas con seguir
sus carreras y llevar a sus hijos por toda la ciudad durante toda la
semana?
No me malinterpretes. No estoy aquí para decirte lo que puedes o

no puedes hacer. Sin embargo, quizás usted sea una de esas
personas que aman a Dios, le dan importancia a Su Palabra y
quieren ver el fruto, pero están tan ocupados con todo tipo de
cosas "buenas" que la semilla de la Palabra de Dios se está
ahogando en su vida. Muchos cristianos simplemente están
involucrados en demasiado. Constantemente están llevando a sus
hijos aquí, allá y allá, y están involucrados en todo lo que la iglesia
tiene para ofrecer. Si no tiene cuidado, ahogará la Palabra de Dios
y le impedirá ser productivo. Estas cosas no son malas, simplemente
naturales.
QUEDARSE EN CASA
Mientras estuve en Vietnam, tuve mucho tiempo libre. Yo no

era uno de los "gruñidos", tipos que estaban en el campo
constantemente caminando todos los días y enfrentándose al enemigo. Hic
ver algo de acción, y había mucho peligro asociado con estar en
esa base de apoyo de fuego. Sin embargo, en gran medida, era
aburrido estar sentado en una colina. Fui asistente de capellanes
asignado al cuartel general de la brigada. Yo estaba en el nivel de
batallón. Esto significaba que no había nadie directamente sobre
mí porque informaba a la gente a cuarenta y cinco millas de
distancia. Esta era la razón por la que tenía una gran cantidad de
tiempo en mis manos.
Con tanto tiempo de sobra, comencé a estudiar detenidamente la

Palabra de Dios hasta quince o dieciséis horas al día. Estudié la
Biblia todo el día. yo seguiría
guardia del búnker todos los días y pasan cuatro horas orando y
comunicándose con el Señor.
Después de más de trece meses de estar constantemente en la Palabra y

orando, regresé a mi hogar en los EE. UU. listo para partir.
a la iglesia y estar de nuevo con otros cristianos. Como tenía un automóvil,
me convertí en el taxista de algunos amigos más jóvenes mientras
conducíamos por toda el área de Dallas-Fort Worth. A menudo nos
quedábamos hasta la una o las dos de la mañana asistiendo a reuniones
de oración, reuniones de avivamiento e incluso reuniones de oración
nocturnas.
Aunque eso suena bien, después de regresar de Vietnam por

aproximadamente un mes, comencé a reconocer que mi sensibilidad
espiritual hacia Dios estaba disminuyendo. Mi corazón no estaba tan
enfocado en Él como antes. No estaba haciendo nada pecaminoso o
malo, pero el Señor me habló y me dijo: "Esto de ir a la iglesia todas
las noches está acabando con tu relación conmigo".
Ahora, puede que no lo entiendas. De hecho, en este momento puede

sentirse tentado a pensar que estoy en contra de la iglesia. déjame asegurarte
usted, ese no es el caso. Sin embargo, iba a la iglesia todas las noches,
siete noches a la semana. En el área de Dallas Fort Worth, siempre
había un lugar al que podías ir. Además, teníamos reuniones de oración
por la mañana y otras reuniones durante el día. Estaba tan involucrado
en hacer todas estas cosas, cosas piadosas, que estaba ahogando la
Palabra de Dios fuera de mi vida. Así que una de las cosas que el Señor
me dijo que hiciera era quedarme en casa por lo menos dos noches a la
semana.
Me instruyó específicamente que NO saliera con mis amigos a una
reunión de avivamiento, convención o reunión de oración, sino que
me quedara en casa estudiando la Palabra y teniendo comunión con
Él. Necesitaba volver al flujo de una relación personal con Dios.
MALAS HIERBAS
Todo este ajetreo es como malas hierbas que brotan por todas partes.
tallo de maíz que sembraste. El suelo solo tiene tanto alimento. Esas
malas hierbas absorberán gran parte de la humedad y los nutrientes
del suelo, lo que mantendrá
la semilla que quieres que crezca realmente produzca y dé frutos. Esto es lo
que nos pasa cuando estamos tan ocupados haciendo otras cosas. No
tienen que ser cosas malas, es solo que estamos tan ocupados con ellas
que agotan nuestra atención y energía. Realmente no tenemos tiempo para
poder concentrarnos y tener comunión con el Señor.
Honestamente, ¿te quedas dormido cada vez que intentas quedarte callado?
y estudiar la Palabra de Dios? ¿Estás tan ocupado que ni siquiera
duermes toda la noche? Muchos de nosotros estamos abarrotando
tanto en nuestras vidas, y no está mejorando la calidad de la misma.
Acabamos de estar ocupados. Ese estilo de vida tiene que cambiar.
¿Estás viendo el cambio en tu vida que deseas?

¿Está dando el fruto que sabe que Dios quiere que dé? Si no, te desafío a
que empieces a pasar una cierta cantidad de tiempo enfocándote en las
cosas del Señor. No voy a poner ciertos requisitos en este tiempo porque
puede variar de persona a persona. si vas de
no gastar tiempo para pasar treinta minutos al día enfocados en

Dios—con todo lo demás fuera de tu mente—
verá enormes beneficios. Tal vez ya hayas estado dedicando treinta
minutos al día, pero el Señor te está atrayendo más profundamente. Solo
necesita tomar la decisión de comenzar a quitar todas las cosas que
ahogan la Palabra de Dios en su vida.
capitulo 17
Menos
Solo había un suelo que realmente producía el fruto deseado. Es este

último tipo de corazón en el que se sembró la Palabra de Dios.
Y estos son los que se sembraron en buena tierra; los que

oyen la palabra, y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a
ciento por uno.
Marcos 4:20
Todos queremos ser este último tipo de suelo. Todos queremos

producir una cosecha abundante de buenos frutos. Sin embargo, el
mejor tipo de suelo no tenía más. Tenía menos.
PRIMER LUGAR
Cuando el Señor me mostró esta verdad, estaba empezando

fuera en el ministerio. Me impactó profundamente porque estaba
muy consciente de que solo era un paleto de Texas. Mi voz no es lo
que llamarías una voz para radio y televisión.
Dios escoge lo débil de este mundo para avergonzar a los
sabio. (1 Corintios 1:26-28.) Si hubiera escogido personas para la
radio y la televisión, no me habría escogido a mí.
¡Eso es seguro! Así que estaba muy consciente de todas
estas desventajas: mi voz, mi apariencia, que soy un paleto de Texas
y que no tengo el "carisma" que tienen muchas otras personas.
Debido a esto, honestamente dudaba que Dios pudiera usarme. Pero
el Señor realmente me animó a través de esta parábola.
Me mostró que era la semilla, la Palabra, la que producía el

fruto. Y la tierra que produjo lo mejor
el fruto no era la tierra que tenía más, era la tierra que tenía menos
—menos piedras, menos espinas y menos cizaña. los
el suelo realmente productivo no era el suelo que tenía más
que todo lo demás; era el suelo el que menos tenía.
Esto me dijo que no necesariamente necesitaba todos estos

talentos externos en los que la gente normalmente pone énfasis para
ser fructífero. Realmente es sólo una cuestión del corazón. Si me
librara de las piedras, espinas y malas hierbas, podría dar mucho
fruto. Solo necesitaba eliminar las cosas que ocupan mi atención y
dedicarme por completo a Dios. Si pongo la Palabra de Dios en primer
lugar en mi corazón, entonces esa Palabra producirá una cosecha
abundante en mi vida.
Esto realmente me animó. Oré: "Dios, si lo que realmente hace que

Tu Palabra sea fructífera es ser menos, entonces ciertamente puedo
ser menos. Puede que no pueda ser más, pero definitivamente puedo
ser menos. Puedo deshacerme de estas cosas que obstaculizan. yo."
Puede que no sientas que eres el cuchillo más afilado del cajón.
Puede ser muy consciente de que tiene todo tipo de responsabilidades
que otras personas no tienen. Sin embargo, puedes comprometerte
con la Palabra de Dios y meditar en ella hasta que la Palabra de Dios
eche raíces profundas en tu corazón. Puedes negarte a permitir que
cualquier otra cosa desvíe tu atención o socave la fuerza de tu
corazón que podría estar yendo hacia el Señor. Si te dedicas
completamente al Señor ya Su Palabra, la Palabra de Dios te hará
triunfar. Hará que el fruto venga en cualquier área que Él te haya
llamado y ungido para ministrar.
UN ACTIVO
El relato de Lucas dice:
Mas la que en buena tierra son los que con corazón bueno y
recto, habiendo oído la palabra, la guardan,
y llevad fruto con paciencia.
Lucas 8:15
Si te paras a pensarlo, toda esta parábola ha sido

sobre la paciencia Se trata de una semilla que se planta y luego se
recoge una cosecha. Todos los que alguna vez han tratado
Seeds sabe que hay que darle tiempo a esa semilla para que funcione.
El tiempo es en realidad un activo. Es un beneficio para un agricultor. No
es un negativo, sino un positivo.
Cuando pones una semilla en la tierra, no sabes lo que está

pasando. Pero si dejas esa semilla en la tierra, manteniéndola
regada y desyerbada, Dios la ha hecho para que con el tiempo germine
y eche raíces. La cosecha crecerá y la fruta madurará. El tiempo es en
realidad un beneficio. En lugar de mirar el tiempo negativamente, debes
verlo como un amigo.
Después de hablar de esta manera sobre el proceso de crecimiento y el

tiempo que lleva, recuerdo que uno de nuestros estudiantes de la
universidad bíblica se enojó y dijo: "No tengo diez años para
maduro. Dios me ha dicho que se supone que debo guiar a un
millón de personas al Señor. ¡Jesús regresará pronto!" Entonces, a pesar
de todas las escrituras que hablan de no poner a un novicio en una
posición de autoridad, todas las escrituras que hablan de crecimiento
con el tiempo, este hombre simplemente determinó que iba a violar todo
eso. , y que iba a
hacerlo por su cuenta. De hecho, dejó la escuela para poder seguir
adelante y cambiar el mundo en un corto período de tiempo.
Esto fue hace años, y aún no ha sucedido. Veía el tiempo como algo
negativo y tenía la actitud de "¡No puedo permitirme esperar!".
Ahora que he estado en el ministerio por más de cuarenta años, veo el

tiempo como un activo. He estado sembrando la Palabra de Dios
en mi vida durante décadas. He estado meditando en estas
verdades durante años. Todavía estoy cosechando hoy debido al
tiempo que he invertido en el reino de Dios hace décadas.
REPRODUCCIÓN Y
MULTIPLICACIÓN
Una vez que se siembra una semilla, crecerá y se multiplicará con el tiempo.
Considere el diente de león. Si tuviera que sembrar una semilla de
diente de león en su jardín, con el tiempo ese diente de león se
reproduciría y llenaría completamente su jardín. Así funcionan las semillas.
El tiempo es en realidad amigo de una semilla porque permite la
reproducción y la multiplicación.
No pienses, oh hombre, tengo que pasar tiempo creciendo,

madurando y dejando que la Palabra eche raíces dentro de mí. Ver el
tiempo positivamente. Cada segundo que pasas meditando en la Palabra
de Dios y plantando estas semillas en
tu corazón, estás iniciando un proceso que no se puede detener.
Las semillas son poderosas.
Han pasado más de veinte años desde que el Monte St. Helens
entró en erupción. Debido a la devastación, todos los científicos regresaron
luego predecían que tomaría cientos de años para que el área se
reforestara, para que los animales regresaran y para que las flores
regresaran. Ahora simplemente están sorprendidos de que las cosas estén
tan regeneradas después de solo un poco más de veinte años. Está mucho
más allá de las expectativas de todos. No entendieron el poder que está en
semillas Había tanto calor y tantos deslizamientos de tierra, pero esas

semillas estaban haciendo aquello para lo que Dios las creó.
Comenzaron a producir, y al año siguiente ya había signos de
regeneración brotando aquí y allá.
Dios ha puesto semillas en Su Palabra. Necesitamos tomar estas

semillas, plantarlas en nuestro corazón y dejarlas allí.
Si mantenemos la Palabra de Dios fresca y viva dentro de nosotros,
seguirá beneficiándonos dentro de veinte, treinta, incluso cincuenta
años, si el Señor se demora.
Así es como funciona el reino de Dios. Una vez que entiendas

este principio, puedes tomar la Palabra de Dios, sembrarla en tu vida y
mantenerla allí. En lugar de desanimarte porque se necesita tiempo
para crecer, puedes sentirte alentado. Una vez que pongas en marcha
este sistema y hayas invertido ese tiempo, la Palabra de Dios
simplemente te cambiará sobrenaturalmente. Serás cambiado sin
esfuerzo por la Palabra de Dios. Simplemente brotará y crecerá en tu
vida. Serás transformado.
Vivo en las montañas de Colorado. Hay una elevación vertical de

250 pies desde el camino que corre frente a nuestra casa hasta nuestra
casa. Nuestra propiedad es tan empinada que es difícil caminar sobre
ella, especialmente en invierno con la nieve. Agregue a eso el hecho de
que nuestra altitud es de 9000 pies y realmente cuesta su respiración
escalar estas colinas. Por lo tanto, decidí construir un sendero que
"retrocediera" a través de mi propiedad para poder caminar arriba y abajo
sin perder el aliento.
Empecé a construir ese sendero simplemente usando herramientas

manuales en 1994. La mayor parte de mi propiedad es granito
descompuesto y promediaba solo diez pies por hora. Mi sendero es
de 2.5 millas de ida y vuelta. Entonces, parecía que me iba a llevar
para siempre para terminar ese camino. Trabajé en él hasta

que se completó en 2000 y todavía lo mantengo hoy.
Les cuento esta historia para hacer un punto. Ahora, cada vez
que sigo mi camino, estoy cosechando los beneficios del trabajo.
Lo hice en el '94-2000. Sí, me tomó seis años construir ese
sendero, pero lo he estado usando durante muchos años. Eso no
fue tiempo perdido. Estoy cosechando beneficios de esa inversión
de tiempo todos los días. Del mismo modo, el tiempo que dedica a
arraigar y cimentar la Palabra de Dios en usted no es tiempo
perdido. Cosecharás sus recompensas por el resto de tu vida.
capitulo 18
El proceso de crecimiento
El mismo día que Jesús enseñó la parábola del sembrador

que siembra la semilla, también dijo:
Así es el reino de Dios, como si un hombre echara semilla en

la tierra; Y debe dormir y levantarse de noche y de día, y la
semilla debe brotar y crecer, él no sabe cómo. Porque la tierra
da fruto de sí misma; primero hierba, luego espiga, después
grano lleno en la espiga. Pero cuando ha dado el fruto, en
seguida mete la hoz, porque ha llegado la siega.
Marcos 4:26-29
Aunque este es un simple pasaje de las Escrituras, es muy

profundo. Está lleno de significado. En primer lugar, dice que el
reino de Dios es como si un hombre echara semilla en la tierra.
Este es el mismo principio que en la parábola del sembrador que
siembra la semilla. La Palabra de Dios es como una semilla plantada
en la tierra de nuestro corazón.
COOPERAR Y COSECHAR
Note que el versículo 27 dice:
Y debe dormir y levantarse de noche y de día, y la semilla debe

brotar y crecer, él no sabe cómo.
Marcos 4:27
De la misma manera que plantas una semilla en la tierra y

realmente no sé qué está pasando para hacerlo crecer, así es con

la Palabra. La humanidad, con todo nuestro conocimiento, ha puesto
satélites en órbita, gente en la luna y ha enviado naves espaciales
a otros planetas. Por todo lo que la humanidad ha logrado y todo
nuestro conocimiento acumulado, no podemos fabricar una semilla.
Oh, podemos hacer algo que parezca una semilla, con el mismo
tamaño, color y químicos. Podría parecer una réplica exacta y
engañar a la gente, pero si tomas una semilla hecha por el hombre
y la plantas en el suelo, no germinará ni se reproducirá. ¿Por qué?
No hay nada de vida en él.
A pesar de todo nuestro conocimiento, la humanidad no ha podido

descifrar por qué una semilla hace lo que hace. Hace lo que hace
simplemente porque Dios lo creó de esa manera. Sin embargo,
aunque no entendamos todos los detalles, eso no nos impide tomar
semillas y plantarlas en el suelo. Hemos aprendido algunas cosas
sobre el tiempo que tarda esa semilla en germinar y producir una
cosecha.
Hemos aprendido qué malas hierbas debemos mantener
fuera. Hemos aprendido qué tipo de temperatura y cuánta agua
necesita la semilla para producir fruto. Hemos aprendido lo
suficiente sobre una semilla para poder cooperar con ella, pero
todavía no la entendemos. Sin embargo, funciona. Cada uno de
nosotros nos beneficiamos de las semillas sembradas en todo el
mundo cuando comemos nuestro pan, frutas y verduras. No lo
entendemos, pero aun así nos beneficiamos de ello.
Esto es un gran consuelo para mí. No tengo que entender

todo acerca de cómo funciona la Palabra. yo no
Tengo que entender por qué simplemente encerrándome con el
Señor, estudiando Su Palabra y escuchándolo hablarme.
hace lo que hace El hecho de que no pueda explicarlo totalmente
no me impide cooperar y cosechar los beneficios.
No tienes que ser un científico espacial, o la persona más inteligente

que existe. No tienes que entender todo para que la Palabra de Dios
funcione en tu vida. Solo comienza a sembrar la Palabra en tu corazón.
Comienza a meditar en él día y noche. La Palabra de Dios germinará,
echará raíces, brotará y crecerá por sí misma.
TODO LO QUE JESÚS PROPORCIONÓ
Dios puso vida en esas semillas. El hombre no puede entenderlo, pero

Dios habló vida en semillas físicas. Él también le ha dado vida a la
simiente espiritual de Su Palabra.
Proverbios 4:20-22 dice:
Hijo mío, atiende a mis palabras; inclina tu oído a mis palabras. Que
no se aparten de tus ojos; guárdalos en medio de tu corazón. Porque
son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.
La Palabra de Dios contiene Su vida en ella. Si tomaras Sus palabras,

Sus dichos, y los pusieras dentro de ti, entonces el tipo de vida de
Dios comenzaría a fluir a través de ti.
Encontrarías esa curación, prosperidad, alegría, paz—
todo lo que Jesús proveyó—están contenidos en la Palabra de Dios.
La Biblia no es como cualquier otro libro. Es diferente. Está vivo.
Porque la palabra de Dios es viva, y eficaz, y

más cortante que cualquier espada de dos filos.
Hebreos 4:12, [los corchetes son míos]
La Palabra de Dios está viva. Es diferente a leer cualquier otro libro,

incluso libros sobre la Biblia. La Palabra de Dios es
diferente. Hay vida en ello. Si Ud. la toma, la Palabra le dará vida

donde ha habido muerte. Da luz donde
había oscuridad. Es así de simple.
PACIENCIA
A la luz de esta verdad, no sé por qué la gente no pasa más tiempo

estudiando la Palabra de Dios. No sé por qué pasamos tanto tiempo
ocupados con todas estas otras cosas. La única explicación que se me
ocurre es que realmente no creemos. Realmente no creemos en el poder y
autoridad que está en la Palabra de Dios. Si entiendes lo que estoy

diciendo, entonces te darás cuenta de que lo más importante que
podrías hacer es simplemente tomar la Palabra de Dios y comenzar a
sembrarla en tu vida.
Dios ha creado Su Palabra como una semilla física. Da fruto de sí

mismo. Sin embargo, la Palabra no funciona hasta que
se siembra en tu corazón como una semilla no funciona hasta que se
siembra en la tierra.
Encontraron semillas en pirámides que habían estado allí durante

cuatro mil años. Estaban latentes, sin brotar nunca, porque no estaban en
el suelo. Pero una vez que se plantaron con la temperatura, los nutrientes
y el agua adecuados, comenzaron a brotar y producir plantas.
De repente, la vida que había en ellos brotó. Ese es

¡un milagro!
La Palabra de Dios ha sido registrada por miles de años. Si lo tomas y lo

siembras en tu corazón, comenzará a producir.
Pero la semilla tiene que estar en la tierra. La Palabra tiene que estar en
tu corazón para que comience a liberar esa vida. no puedes
solo léalo con sus ojos y tome un poco de verdad en su cerebro. Tienes
que ponerlo profundamente en tu interior.
Debes meditar en la Palabra hasta que literalmente eche raíces en tu
interior. Ahí es cuando comenzará a producir sobrenaturalmente.
En esta parábola, Jesús estaba diciendo que el reino de Dios es como

un hombre que toma una semilla y la pone en la tierra.
Duerme y se levanta de noche y de día. Esto implica tiempo. Hay que
ejercitar la paciencia.
ACTUAR CON FE
Si pones una semilla en la tierra, y luego sales y la desenterras todos

los días para ver si sucede algo, matarás esa semilla. Esa semilla tiene
que dejarse en la tierra por un período de tiempo. Tiene que haber fe.
Los agricultores no pueden usar
esta terminología, pero es verdad. La persona que planta la semilla
tiene que creer que la semilla está germinando, echando raíces y
produciendo. Solo tienes que dejar esa semilla allí por fe, y durante un
período de tiempo produce.
Es lo mismo con la Palabra de Dios. No puedes simplemente tomar

una promesa, plantarla y esperar cosechar de inmediato.
No puedes simplemente escuchar 1 Pedro 2:24 por primera vez,
luego confesar: "Por Sus llagas fui sanado. Lo reclamo en el nombre
de Jesús", y luego, si no eres sanado en los próximos diez minutos, ve
a desenterrar esa semilla diciendo: "Bueno, no pasa nada". Y luego, al
día siguiente, vuelves y lo vuelves a hacer. Eso no es permanecer en
la Palabra y dejar que la Palabra permanezca en usted. (Juan 15:5.)
Debes llegar a un lugar donde la Palabra sea solo una parte de ti. No
es algo que estudias un poco y luego sales y vives todo el día en
contra de eso. no soy
en contra de tiempos específicos de devoción y oración, pero

necesitas mantenerte enfocado en el Señor y Su Palabra todo el
día. No te hace bien pasar diez o veinte minutos en "modo
devoción", siendo dulce y amable y escuchando a Dios, pero
luego, una vez que terminas, vuelves a ser una piraña el resto
del día, siendo igual de malo, enojado. , y vicioso en sus
relaciones y tratos comerciales como
cualquier otra persona en el mundo. Puede que hayas plantado
la Palabra en tu tiempo de devoción, pero desenterraste esa
Palabra. No está funcionando en tu interior. No se queda en tu
corazón, y por eso, no lo verás producir. Se necesita más que eso.
No puedes simplemente considerar la Palabra de Dios durante

tu tiempo de devoción y esperar que de repente cambie tu forma
de actuar ese día. Tienes que tomar esas verdades acerca de
amar a las personas (Juan 13:34-35), poner la otra mejilla
(Mateo 5:39), y pensar mejor de los demás de lo que piensas
de ti mismo (Filipenses 2:3), y dejar eso. semilla
en tu corazón con el tiempo. Entonces, cada vez que alguien te
moleste, debes actuar con fe y dejar que esa Palabra continúe
afectándote. Debes permanecer en la Palabra y permitir que la
Palabra permanezca en ti, para que libere su poder e impacte tu
vida.
Sin embargo, muchas personas están probando la iglesia, las

líneas de oración y todo lo demás, excepto tomar la Palabra de
Dios y meditar en ella, y se preguntan por qué no están
obteniendo los resultados correctos que desean. Esta verdad es tan simp
para entender, tienes que tener a alguien que te ayude a
malinterpretarlo. Tomas la Palabra de Dios, la pones en tu
corazón, déjalo ahí, medita en él, y simplemente produce.
MANIFESTACIÓN COMPLETA
El versículo 28 continúa diciendo:
Porque la tierra da fruto de sí misma; primero la hoja, luego la mazorca,

después el maíz lleno en la mazorca.
Se necesita tiempo para que la Palabra de Dios funcione, y cuando

comienza a funcionar, al principio no obtienes la manifestación completa.
Primero está la hoja, luego la mazorca y luego el maíz lleno en la mazorca.
En otras palabras, hay crecimiento. Al igual que cuando plantas una semilla
en la tierra, no se queda allí durante una semana o un mes y luego... ¡BOOM!
instantáneamente obtienes un árbol adulto. No, hay un período de

crecimiento. Primero ves un pequeño brote que sobresale del suelo.
Entonces comienza a crecer y desarrollarse. Reconocemos
que esta es la forma en que funciona en el ámbito físico, pero muchas
personas no se han dado cuenta de que también es la forma en que funciona en
el reino espiritual.
Se me acercan personas todo el tiempo que prácticamente no han

dedicado tiempo a establecerse en la Palabra de Dios.
Me escuchan hablar sobre cómo funciona la Palabra, cómo he visto a
Dios liberarme, he visto personas sanadas y resucitadas de entre los
muertos, y otros grandes testimonios. Ellos preguntan, "¿Qué escrituras
prometen eso?" Les doy una semilla y la plantan, pero si no tienen los
mismos resultados que he descrito mañana a esta hora, entonces dicen:
"No creo que eso funcione. La Palabra no funciona". Hice exactamente lo
mismo que hiciste tú, y no funcionó para mí".
Tienes que reconocer que he estado caminando con el Señor por más
de cuarenta años. Han pasado cuarenta y dos años desde que tuve este
encuentro con el Señor, y Dios me llamó, y las cosas realmente comenzaron
a funcionar. he pasado algunos
tiempo a lo largo de los años meditando y buscando al Señor. Pero yo

no empecé a ver algunos de los resultados que estoy viendo hoy.
SIN ATAJOS
Hoy, Andrew Wommack Ministries necesita alrededor de dos

millones de dólares al mes solo para pagar nuestras cuentas y
mantener las cosas en marcha. No empecé en ese nivel. Recuerdo
la primera vez que Jamie y yo oramos juntos y acordamos una
cierta cantidad de dinero. Oramos y acordamos $250 al mes. En
ese entonces, eso pagaría nuestra renta, todos nuestros servicios
públicos y nos permitiría dar $75 al mes.
Esa era nuestra necesidad total.
Cuando nos mudamos a Manitou Springs, aquí en Colorado

área de Springs, comenzamos este ministerio y comencé a
viajar. Recuerdo que Jamie y yo acordamos $3,000 al
mes. Eso pagaría a todos mis empleados, el alquiler, las facturas de
las cintas de casete y todo lo demás. Hubo un proceso de crecimiento.
A veces, cuando hablo de los millones de
dólares que necesitamos para operar hoy, la gente piensa, voy a
tomar esas escrituras y probarlo. Luego, si no está funcionando para
ellos a esta hora la próxima semana, dicen: "Esa salud y riqueza,
nómbralo y reclámalo, habla y agárralo no funciona". Se vuelven
críticos porque no entienden que hay un proceso de crecimiento.
Hubo un proceso de crecimiento en mi vida, y habrá un proceso de
crecimiento en tu vida.
Puede que no te guste esa verdad porque solo quieres dar un salto
adelante. Quieres saltarte todos los pasos intermedios y pasar de
donde estás a la madurez completa. Puedes desear eso todo lo que
quieras. Puedes orar y rogar a Dios. Incluso puedes lograr que mil
personas estén de acuerdo contigo en oración, pero no importa. No
se puede eludir el proceso. Es
primero la hoja, luego la mazorca, luego el grano lleno en la mazorca.

Así es como funciona el reino de Dios. No hay atajos.
Personalmente, creo que en la medida en que te pongas a buscar a

Dios, podrías acelerar un poco el proceso, pero aún habrá estos
pasos, etapas y crecimiento. Puedes acelerarlo hasta cierto punto,
pero no puedes detener este proceso. No vas a pasar de no haber
visto nunca la Palabra de Dios obrar en tu vida a ver un retorno cien
veces mayor. Primero está la hoja, luego la mazorca y luego el maíz
lleno en la mazorca.
Una vez tuve un estudiante del Instituto Bíblico que era un hombre encantador.
Tenía un gran corazón y me gustaba mucho, pero había pasado la
mayor parte de su vida en hospitales psiquiátricos y tenía muchos
problemas. No tenía habilidades sociales. Decidí asumirlo como un
proyecto y verlo cambiar a través de la Palabra de Dios. Compartí
muchas cosas con él y realmente se apoderó de la enseñanza sobre la
prosperidad. Empezó a soñar en grande.
Vino a mí un día y me dio sus planes para comprar un viejo hotel de

cien habitaciones que fue parcialmente quemado con
Pensé que podríamos restaurarlo para poder usarlo como dormitorio
para los estudiantes de CBC. Él había hecho su tarea.
Había calculado el costo de comprar el edificio, sabía cuánto dinero
tendría que pedir prestado, cuáles serían sus pagos y cuánto ingreso
podría producir alquilando las habitaciones. Su plan estaba bien
pensado y quería saber qué pensaba yo al respecto.
Le dije que estaba muy contento de que empezara a pensar en ser

productivo y confiar en Dios para cosas más grandes, pero le dije que
definitivamente no era la voluntad de Dios para él en ese momento.
tiempo. Fue aplastado y preguntó qué le pasaba a su

plan.
Este hombre había vivido de los pagos del gobierno toda su

vida. Asistía a CBC en un programa del gobierno. Nunca
había trabajado en un trabajo un solo día en su vida. Nunca
antes había ganado un dólar. Sobre la base de esta parábola,
no se pasa de la semilla a la plena cosecha sin pasos
intermedios. No puedes pasar de 0 a 100 mph
instantáneamente. Eso no es aceleración. Eso es un desastre.
Entonces, felicité a este hombre por moverse en la

dirección correcta, pero dejé en claro que no podía creer por
millones de dólares hasta que creyó por un dólar. No podía
administrar un hotel grande hasta que hubiera logrado conseguir
un trabajo y ser fiel en una cosa pequeña primero. Luego se
graduó y la última vez que lo vi, tenía un trabajo y se las
arreglaba solo. No ha llegado, pero se ha ido.
Debe darse cuenta de que la semilla, el tiempo y la cosecha

son partes del proceso. Llegar a la cosecha lleva tiempo. Y el
tiempo es tu amigo, no tu enemigo.
capitulo 19
vida y poder
El mismo día que Jesús enseñó estas diez parábolas del reino,
incluida la parábola del sembrador que siembra la semilla que
enfatizaba el significado y el poder de Su Palabra, el Señor
también les dijo a Sus discípulos que subieran a la barca.
y pasar al otro lado.
Y el mismo día, cuando llegó la tarde, les dijo: Pasemos al

otro lado. Y cuando hubieron despedido a la multitud, le
tomaron como estaba en la barca. Y había también con él
otras barquitas. Y se levantó una gran tempestad de
viento, y las olas golpeaban la nave, de modo que ahora

estaba llena. Y él estaba en la parte trasera de la nave,
durmiendo sobre una almohada; y lo despertaron, y le
dijeron: Maestro, ¿no te importa que perezcamos? Y
levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Paz,
enmudece. Y cesó el viento, y hubo gran calma. Y él les
dijo: ¿Por qué tenéis tanto miedo? ¿Cómo es que no tenéis
fe? Y temieron en gran manera, y se decían el uno al otro:
¿Qué clase de hombre es éste, que aun el viento y el mar
le obedecen?
Marcos 4:35-41
Ahora recuerde, Jesús había pasado la mayor parte de este

mismo día enseñando a estos discípulos que la Palabra de Dios es
como una semilla.
Siembras esta semilla en tu corazón. La semilla tiene la vida

de Dios en ella, y no necesitas ir a otro lugar para obtenerla.
esa vida. Si quieres un árbol en tu jardín, no tienes que ir a buscar un

árbol. Solo planta una semilla, y esa semilla se convertirá en un árbol.
La semilla tiene vida en sí misma.
EL CREADOR DIJO
Así que Jesús había estado enseñando estas verdades desde varios
ángulos diferentes. Luego, ese mismo día, Él dijo en el versículo 35:
"Pasemos al otro lado". ¿Te das cuenta de lo que Jesús estaba
haciendo? Él fue el Verbo hecho carne y habitó entre nosotros. (Juan
1:14.) Jesús era la Palabra de Dios encarnada. Acababa de hablar del
poder de la Palabra. Entonces, ¿qué hizo Él? Él les dio una semilla.
Él les dio una palabra.
Jesus dijo:
Pasemos al otro lado.

Marcos 4:35
No les dijo a los discípulos: "Subamos a la barca, vayamos a la

mitad y luego nos ahoguemos. Entremos allí y seamos
abrumados por esta tormenta. Nunca vamos a llegar al otro lado".
No, Él les dio una palabra.
Este fue el Creador de ese Mar de Galilea. Él es quien creó los

cielos y la tierra y todo lo que en el reino natural venía contra ellos. El
Creador dijo: "Subamos a la barca y vayamos al otro lado". Él les dio
una semilla. Jesús les dio una palabra, y luego se dirigió a la parte
trasera del barco y se durmió.
Mientras dormía, se levantó un gran viento. una gran tormenta

se levantó y las olas golpearon contra la nave de modo que ahora estaba
completo. Debes recordar que no se trataba de un gran transatlántico,

ni siquiera de un crucero de cabina con literas debajo de la cubierta que
estaban secas y cálidas. No, esto era un pequeño bote abierto.
De hecho, he estado en un recorrido por el Mar de Galilea en lo que

llaman el "Barco de Jesús". No era la embarcación exacta que usó
Jesús, pero dijeron que era una réplica del tipo de barcos de pesca
que usaban en ese momento. Teníamos unas treinta personas en este
barco. Estaba todo abierto.
No había nada debajo de la cubierta. Si Jesús estaba en la parte
trasera de este bote dormido sobre una almohada, y el bote ahora
estaba lleno de agua, entonces eso significa que Jesús estaba
chapoteando en el agua. Estaba al tanto de lo que estaba pasando,
pero en lugar de levantarse y hacerse cargo de la situación, simplemente
se quedó dormido. ¡Eso es increíble!
NUNCA, NUNCA TU PROBLEMA
Mira cómo respondieron los discípulos a esto:
Y él estaba en la parte trasera de la nave, durmiendo sobre una

almohada; y lo despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no te importa
que perezcamos?
Marcos 4:38
Esto es muy típico, no solo de estos discípulos, sino también de la

gente de hoy. Entras en un problema y el médico te dice que te vas a
morir, el banquero te dice que te van a embargar algo, tu cónyuge te
dice que se va a divorciar de ti. Alguien te da malas noticias y de
repente empieza la depresión.
Estas tormentas vienen y vamos al Señor diciendo: "Dios, pensé que

me amabas. ¿Por qué no haces nada?
¿No te importa si perezco?" Básicamente, le damos todo a Dios
como si fuera Su culpa. Dios no es el que envió esto.
tormenta.
La religión ha causado mucha confusión en esta área al enseñar

que Dios es "soberano", lo que significa que Él controla
todo. Dicen: "Dios es quien causó o permitió tu enfermedad,
pobreza, divorcio o lo que sea". Eso no es cierto. Dios no
causó esta tormenta en Marcos 4. El Señor no controla todo.
Ahora, Jesús tenía el poder y la autoridad para hacer algo

acerca de esta tormenta. Ejerció ese poder reprendiendo al viento
y hablando al mar: "Paz, enmudece". El Señor tiene el poder, pero
no todos los problemas que surgen en tu vida son ordenados por
Dios. Él no hizo estos
problemas. Así que para nosotros decir, "Dios, ¿por qué
permitiste que esto sucediera?" Está Mal. En primer lugar, estás
imputando iniquidad y error al Señor, y necesitas detenerlo.
Dios es un Dios bueno. Él no es la fuente de tus problemas.
No vayas a Dios culpándolo y diciendo: "¿Por qué no me has
sanado?" o "¿Por qué dejaste morir a esta persona?"
Dios nunca, nunca es tu problema.
Estos discípulos en la barca comenzaron a decir: "¡Señor, despierta!

¿No te importa que perezcamos? Consigue un balde y fianza. Fila.
¡Haz algo para ayudarnos! No estás tirando de tu peso.
Si no fuera por nosotros, ya estaríamos hundidos. ¡Tú no has hecho
nada!” Suena muy similar a lo que la gente le está diciendo al Señor
hoy. “¿Por qué no me has sanado? He orado, he hecho esto y, sin
embargo, no has hecho tu parte. Señor, ¿no te preocupas por mí?"
La verdad es que Jesús había hecho su parte. Les dio a los

discípulos esa palabra. Entonces dependía de ellos tomar esa
palabra y liberar la vida que había en ella al creerla y hablarla. Pero
ellos no hicieron eso.
REPRENDIDO
Es lo mismo con nosotros hoy. La gente ora y le pide a Dios que los
sane diciendo: "Oh Señor, ¿qué pasa? ¿No me amas? ¿No has oído lo
que dijeron los médicos?
Por favor, por favor, sáname". Vamos al Señor como un mendigo
en lugar de como un hijo que ya ha recibido su herencia. En lugar
de reclamar lo que es nuestro por derecho, estamos rogando por lo
que Él pudo hacer pero no ha hecho. Pensamos que es
responsabilidad de Dios, es su turno de solucionar este problema,
cuando la verdad es que Dios ha hecho su parte.
nos dio las semillas de Su Palabra, de las cuales crecerá la
solución a nuestro problema. Él ha dado palabras que tienen vida en
a ellos. Todo lo que tienes que hacer es tomar esa Palabra, pararte
en ella y comenzar a liberar la vida que está en esa semilla: la Palabra.
de Dios.
Estos discípulos tipifican dónde está gran parte del cuerpo de Cristo
hoy. Están gimiendo, llorando y diciendo: "Señor, ¿no te preocupas por
mí? ¿Por qué no has hecho esto? ¡Por favor, tócame!" Están rogando,
suplicando y dudando de la bondad de Dios. Estos discípulos gemían
y gemían, se quejaban y se quejaban. Mira lo que hizo y dijo Jesús
cuando lo despertaron. Reprendió al viento, habló de paz al mar, y
luego se volvió hacia ellos y les preguntó:
¿Por qué tienes tanto miedo? ¿Cómo es que no tenéis fe?
Marcos 4:40
Jesús no se levantó y dijo: "Chicos, lo siento. Estaba cansado y solo

trataba de atrapar algunos guiños. Es mi culpa, los tengo".
dentro de esto. Me disculpo por no levantarme y cuidarlo. No, no dijo
eso. Jesús no los aplacó.
no se limitó a sentarse allí y aprobar su pánico, sus quejas y sus

quejas. En cambio, el Señor preguntó: "¿Por qué tienes tanto
miedo? ¿Cómo es que no tienes fe?" Estaba enojado por su
carnalidad y desilusionado por su incredulidad. Por Sus palabras,
puedes ver que Él no aprobó
de su impotencia.
Sería injusto que Jesús criticara a estos discípulos si no hubieran

podido hacer nada. Si solo fuera cuestión de que ellos despertaran
al Señor y Él resolviera
la situación, entonces Jesús debería haberse disculpado,
diciendo: "Chicos, lamento no haber estado despierto y allí para
ustedes". Pero esa no es la respuesta que dio.
En cambio, Jesús básicamente los reprendió, diciendo: "¿Por qué
están operando con miedo?"
Los discípulos pueden haber respondido: "Bueno, la mayoría de la

gente diría que estamos a punto de ahogarnos. ¿Por qué no deberíamos
estar operando con miedo?"
Si estos discípulos hubieran entendido lo que Jesús les había estado

enseñando todo el día, podrían haber hecho algo acerca de esta
tormenta. Jesús acababa de darles diez parábolas sobre el reino de
Dios. Él les había dicho que
la semilla de la Palabra de Dios contiene poder y vida. Cuando
Jesús dijo: "Pasemos al otro lado", les dio una
semilla. Él les dio Su Palabra, una promesa. Si hubieran tenido
algún entendimiento, podrían haber tomado esa Palabra y pararse
sobre ella. Podrían haber tomado su autoridad y ordenado que el
barco fuera al otro lado.
Podrían haber reprendido al viento y ordenado que las olas se
detuvieran. Jesús no aprobó su ineficacia. Él los reprendió diciendo:
"Chicos, deberían estar haciéndolo mejor que esto".
UNA ESPADA AFILADA DE DOS FILOS
Hermanos y hermanas, ¡deberíamos estar haciéndolo mejor que esto!

El cuerpo de Cristo va a Dios llorando, pidiendo ayuda y preguntándose
por qué Él no libera Su poder.
Están diciendo: "Dios, ¿qué te pasa?" Entonces organizan a otras cien
mil personas para que intercedan para forzar a Dios, para torcerle un
poco más el brazo y para
ejercer presión adicional sobre Él hasta que le hagan enviar
avivamiento, curar a esta persona, o lo que sea. ¡Eso es una ofensa al
Señor!
Orando, "Oh Dios, por favor derrama Tu Espíritu. Oh Dios, ten piedad
de nuestro país. ¡Por favor no nos juzgues!" es una ofensa a Dios. El
Señor ya derramó Su Espíritu y tuvo misericordia de nuestro país. De
hecho, Dios ya ha tenido misericordia del mundo entero porque Él puso
ese juicio sobre Su Hijo en la cruz. Jesús ya pagó el precio, en su totalidad.
La única razón por la que no tenemos un avivamiento al rojo vivo fluyendo
en la tierra no es porque Dios no haya derramado Su Espíritu, es porque
Su pueblo no está haciendo lo que Él les dijo que hicieran. Le están
pidiendo a Dios que haga lo que nos dijo que hiciéramos. Él nos dijo que
fuéramos a predicar el Evangelio y enseñar Su Palabra. (Marcos 16:15;
Mateo 28:18-20.) Nos dijo que fuéramos a sanar a los enfermos. Él nos
dijo que avanzáramos Su reino sobre la tierra. (Lucas 19:13.) Jesús nos
dio estas palabras.
La vida está en la semilla, y no estamos sembrando la semilla.
No queremos tomar tiempo para plantar la semilla en nuestro corazón,

guardándola allí y meditando en ella para que la Palabra eche raíces,
madure y dé fruto. ¡Eso es trabajo! Dios no está dormido; estamos. El
cuerpo de Cristo no está haciendo lo que Él dijo.
nosotros para hacer. Le estamos pidiendo que lo haga, y no va a
funcionar de esa manera.
¿Quieres ver el poder de Dios? ¿Quieres ver el cambio manifestado

en tu vida? Dios ha hablado Su Palabra.
Él ha liberado Su vida y poder por Sus palabras. Cada palabra que
viene de Dios es una palabra llena de fe y tiene el poder de
cambiarlo todo.
Cuando el Señor regrese al final de los tiempos, Apocalipsis 19:15

dice que saldrá de Su boca una espada aguda de dos filos con la
cual herirá a las naciones.
No creo que esté describiendo una espada física, sino que
representa la Palabra de Dios.
ESA MISMA PALABRA
Hebreos 4:12 dice:
La palabra de Dios es viva, poderosa y más cortante que

cualquier espada de dos filos.
Dios va a hablar palabras de Su boca, y esas palabras tendrán

mucha vida en ellas. La Palabra de Dios será la mayor muestra de
poder en la historia del universo, y Él nos la ha dado. El Señor
destruirá a Su
enemigos y enderezar todo por Su Palabra. Tenemos esa
misma Palabra ahora mismo.
No necesitas un árbol que caiga del cielo. Lo que tienes que hacer es
tomar la semilla que Dios te ha dado, plantarla,
y darle un poco de tiempo. Puedes cultivar cualquier árbol que
quieras. No necesitas un milagro para caer del cielo.
Lo que tienes que hacer es tomar la Palabra de Dios, plantar esa
semilla en tu corazón y dejarla crecer. ¡Entonces la vida sobrenatural
y el poder milagroso de Dios surgirán de en medio de ti!
Creo que las semillas de la Palabra de Dios que he sembrado

en ti a través de este libro no serán ahogadas sino que producirán
hasta cien veces más. ¡Amén! ¡Que así sea!
Sobre el Autor
Durante más de cuatro décadas, Andrew Wommack ha viajado por

América y el mundo enseñando la verdad del Evangelio.
Su profunda revelación de la Palabra de Dios se enseña con claridad y
sencillez, enfatizando el amor incondicional de Dios y el equilibrio entre la
gracia y la fe. Llega a millones de personas a través de los programas
diarios de radio y televisión Gospel Truth, transmitidos tanto a nivel
nacional como internacional.
internacionalmente. Fundó Charis Bible College en 1994 y desde
entonces ha establecido escuelas de extensión CBC en otras ciudades
importantes de Estados Unidos y en todo el mundo. Andrew ha producido
una biblioteca de materiales didácticos, disponible en formatos impresos,
de audio y visuales. Y, como ha sido desde el principio, su ministerio
continúa distribuyendo materiales de audio gratuitos a quienes no pueden
pagarlos.
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3300 Horas: 5:30 a. m. a 4:00 p. m. GMT
O visítelo en la Web en: www.awmi.net
Recibe a Jesús como tu Salvador
Elegir recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador es

¡La decisión más importante que jamás tomarás!
La Palabra de Dios promete: "Que si confesares con tu boca que

Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que
Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia; y con la boca se confiesa
para salvación"
(Romanos 10:9-10). “Porque todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo” (Romanos 10:13).
Por Su gracia, Dios ya ha hecho todo para proveer la salvación. Tu

parte es simplemente creer y recibir.
Ore en voz alta: "Jesús, confieso que eres mi Señor y Salvador.

Creo en mi corazón que Dios te resucitó de entre los muertos.
Por la fe en tu Palabra, recibo la salvación ahora. ¡Gracias por
salvarme!"
En el mismo momento en que entregas tu vida a Jesucristo, el

la verdad de Su Palabra se cumple instantáneamente en tu espíritu.
¡Ahora que has nacido de nuevo, hay un nuevo tú!
Comuníquese conmigo y déjeme saber que ha orado para recibir a

Jesús como su Salvador o para ser lleno del Espíritu Santo. Me
gustaría regocijarme contigo y ayudarte a comprender mejor lo que
ha sucedido en tu vida.
Te enviaré un obsequio que te ayudará a comprender y crecer en tu
nueva relación con el Señor. ¡Bienvenido a tu nueva vida!
Recibe el Espíritu Santo
Como Su hijo, tu amoroso Padre celestial quiere darte el poder

sobrenatural que necesitas para vivir esta nueva vida.
"Porque todo el que pide, recibe; y el que busca,

encuentra; y al que llama, se le abrirá... ¿cuánto más vuestro
Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?"
Lucas 11:10-13
¡Todo lo que tienes que hacer es pedir, creer y recibir!
Ore: "Padre, reconozco mi necesidad de tu poder para vivir

esta nueva vida. Por favor, lléname con tu Espíritu Santo.
¡Por fe, lo recibo ahora mismo! Gracias por
bautizarme. ¡Espíritu Santo, eres bienvenido en mi vida!”.
¡Felicitaciones, ahora estás lleno del poder sobrenatural

de Dios!
Algunas sílabas de un idioma que no reconoces subirán de tu

corazón a tu boca (1 Corintios 14:14). Al pronunciarlas en voz alta
por fe, está liberando el poder de Dios desde adentro y
edificándose a sí mismo en su espíritu (1 Corintios 14:4). Puedes
hacer esto cuando y donde quieras.
Realmente no importa si sentiste algo o no cuando oraste para

recibir al Señor y Su Espíritu. Si usted
creído en tu corazón que has recibido, entonces la Palabra de Dios
promete que lo hiciste. “Por tanto os digo: Todo lo que

pidiereis, orando, creed que lo recibiréis, y lo
tendréis” (Marcos 11:24). Dios siempre honra Su
Palabra, ¡créelo!
Comuníquese conmigo y déjeme saber que ha orado

para recibir a Jesús como su Salvador o para ser lleno
del Espíritu Santo. Me gustaría regocijarme contigo y
ayudarte a comprender mejor lo que ha sucedido en tu vida.
Te enviaré un obsequio que te ayudará a comprender y
crecer en tu nueva relación con el Señor. ¡Bienvenido a tu
nueva vida!

El Cambio Sin Esfuerzo - Andrew Wommack

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Capítulo 1 Comienza por dentro

Cambio sin esfuerzo, parece imposible. Sin embargo, eso es lo que

La mayoría de las personas ven el cambio como un proceso difícil,

En este libro, quiero compartir contigo algunas verdades de la

Si bien muchas personas no reconocen su necesidad de cambiar,

El 31 de enero de 2002, el Señor me habló de una manera personal

se convirtió en una revelación en mi vida. Luego reuní a mi

Antes de que tuviera tiempo de escribir una carta, enviarla a

Si quieres ver un cambio exteriormente, tiene que empezar en el

La Palabra de Dios revela claramente que como piensas en tu corazón, así

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.

Si no puede, o debería decir que no cambiará por dentro, entonces no verá

Tener una mente carnal es muerte; pero el ocuparse espiritualmente

Antes de ofenderse por mis palabras, resentirse y estar en

la vida en general está cayendo en espiral, si nada funciona y los

¿QUÉ HAS PLANTADO?

Las personas generalmente responden a circunstancias y

Sin embargo, la Palabra deja en claro que tu experiencia, tu

Si fuera a tu casa a ver tu jardín, no lo haría

Así como esto es cierto en el ámbito natural, es cierto en el

Reino espiritual. Todo lo que está creciendo en el jardín de

2 Pedro 1:2 corrobora aún más el principio de que la vida de

Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento

Muchas personas quieren que la gracia y la paz les sean

La paz en tu vida no es la ausencia de problemas o

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad

Este versículo dice que el divino poder de Dios (tiempo pasado)

La experiencia dominante de tu vida es un reflejo de la forma en

Esta es una verdad simple que estamos descubriendo, pero

La fe es simplemente ver las cosas desde la perspectiva de Dios.

... contra sangre y carne, sino contra principados, contra

En lugar de simplemente enfocarse en el hecho de que una

entrar en contienda, y produce resultados diferentes. Todo esto

Podría darte cientos de testimonios de mi vida y

En cada uno de nuestros Seminarios de Verdad del Evangelio, le hablo a

Después de que todas estas personas admiten: "Sí, quiero un

mismo proceso de pensamiento interno y cree que sus

En el momento en que menciono esta verdad, instantáneamente encuentro

La Biblia relata la historia de cuando la ciudad de Samaria fue rodeada y sitiada

Esta ciudad sufría terriblemente por el asedio, la sequía y el hambre. El pueblo

Cuatro leprosos estaban sentados a la puerta de Samaria. mientras hablaban con

unos a otros, dijeron: "¿Cuánto tiempo vamos a estar sentados aquí?

Entonces estos cuatro leprosos se levantaron y fueron al campamento sirio.

Estos cuatro leprosos, que se enfrentaban al hambre unos minutos

Ahora mismo puedes estar muriendo como los cuatro leprosos. Si no

Si no te despiertas por la mañana y sientes: "Alabado sea Dios, otra

Si desea resultados diferentes, entonces tendrá que hacer algo diferente.

El verdadero cambio comienza en el interior. Puedes sentarte allí y orar

Recuerdo un caso cuando el Señor me habló y me dio una visión de

todo tipo de milagros. Sabía que Dios me había llamado a enseñar

Luego recuerdo haber tenido una especie de visión de muchas

"¿CÓMO HAGO ESTO?"

Así que ahí estaba yo, viendo en mi corazón una visión de

Dios no hace acepción de personas. Si pones Su Palabra primero

lugar en su vida y medite en él constantemente, lo cambiará.

Eso es lo que Dios le dijo a Josué que hiciera. Estaba a

El Señor le dijo a Josué: "De la misma manera que estuve con

Este libro de la ley no se apartará de tu boca.

Ahora, en este tiempo todo lo que la gente tenía eran los

. ..no se apartará de tu boca; sino que de día y de noche

Comencemos al final de este versículo y trabajemos hacia atrás. La mayoría