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Un legado es el aporte espiritual, emocional y cultural, que es traspasado de padres a hijos,

sea este positivo o negativo.

Esta definición cambia completamente nuestra idea de herencia. Normalmente pensamos


solo en dejar una herencia que consiste en bienes materiales, dinero o propiedades. Sin
embargo, un legado espiritual, emocional y cultural, perdurará por generaciones. Los
padres modelan y refuerzan este legado mediante los momentos rutinarios de la vida y en
conversaciones casuales. Es por medio de esta interacción cotidiana que logramos
impactar sus vidas. Un buen legado prepara a los hijos para la vida adulta, les empodera y
les muestra el camino a recorrer. Por eso:

1. Escuche el llamado y sea obediente


Lo primero que Dios hace con Abraham es llamarlo a salir de su ciudad para vivir algo
nuevo. Esta actitud valiente bendijo su descendencia: “El Señorle dijo a Abram: «Deja tu
tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré.”(Génesis 12:
1NVI) La bendición descansa sobre un corazón dispuesto a escuchar, a tener fe en la
palabra de Dios y a dejarlo todo por seguir el camino que marcará su familia de generación
en generación.Salga de la zona de confort donde se encuentra hoy. No se gana el derecho
de celebrar un legado, hasta que se haya pagado el precio de construir uno.

2. Sea lo que Dios dice que es


Defina su identidad en Dios: “Ya no te llamarás Abram, sino que de ahora en adelante tu
nombre será Abraham, porque te he confirmado como padre de una multitud de
naciones.” (Génesis 17:4, NVI).
Reconozca que su genética viene de Abraham porque somos los hijos de la fe,
descendientes de la cruz de Cristo y por lo tanto, somos herederos de la bendición que se
originó en Abraham.
“Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son
uno solo en Cristo Jesús. Y, si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia de
Abraham y herederos según la promesa.” (Gálatas 3:28-29, NVI)

Ahora usted debe ser lo que Dios dice que es. Este es el fundamento bíblico. De este pacto
nosotros venimos: somos los hijos de la Fe, hemos creído en nuestro Señor Jesucristo.
Usted tiene dos opciones: se comporta como hispano o como un descendiente de
Abraham.Abraham podría pensar: “mi esposa es estéril, en mi naturaleza no puedo, en mi
realidad no puedo, en mi contexto no puedo”, pero Dios dice: “Tú serás el padre de una
multitud de naciones”. Ya no te llamarás “Abram”, ya no será tu nombre el que te
descalificaba, ahora eres el que Dios dice que eres. Soy el cumplimiento de los planes
divinos. Tenemos que ubicarnos, tenemos que descubrir quiénes somos, y revelarlo a la
siguiente generación.

3. Sane el dolor del pasado


No podemos heredar un buen legado a las futuras generaciones a partir del legado de dolor
que heredamos de generaciones pasadas. Por esto, siga las siguientes recomendaciones:
Corte la herencia de dolor que ha impactado a su familia en el pasado. Pase lo bueno que
ha recibido de las generaciones anteriores, y ayude a su familia a subir a un nuevo nivel.

Suelte el pasado, perdone los errores de los padres, y proyéctese hacia el futuro. Si usted no
sana los recuerdos del pasado, y no deja ir los errores del pasado, usted vivirá como esclavo
del pasado.

4. Haga que de usted nazca una nueva historia


Sea el Abraham de su familia; el primero en hacerlo diferente. Alguien tiene que levantarse
a escuchar el llamado y recibir la promesa; ese es usted. Dios lleva a Abraham a construir
algo nuevo. A partir de un solo hombre y de una mujer que no podían tener hijos, nace una
historia. Si usted solo vive en el pasado, deténgase; llegó el tiempo de escribir una historia
nueva y comenzar a ver el futuro con esperanza. No cuente la historia a partir del dolor,
sino a partir de la lección aprendida. Alguien debe ser el Abraham que dice: “el dolor ya no
impactará la siguiente generación”.

5. Inspírese en una promesa que le proyecte hacia el futuro


La promesa determina el destino. Tenga una promesa en su corazón que marque la vida de
los suyos. Dios le dijo a Abraham: “Te he confirmado como el padre de una multitud de
naciones”. Por eso, mire las estrellas de los cielos, ponga la mirada en la promesa.
Cuando yo vivo con sentido de misión, cuando vivo con el anhelo de levantarme como
pionero para dejar a mi familia y a los que vienen detrás de mí en un mejor lugar, algo
dentro de mí se convierte en pasión.

6. Viva intencionalmente transmitiendo la promesa


“Aun cuando sea anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu
poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido”.
(Salmo 71:18)
Proyecte a su familia hacia el futuro. Cuénteles lo que Dios hará, los planes que Dios tiene,
y que ha prometido. Ha sido llamado a determinar el destino de su familia, y ser una
plataforma para la nueva generación.

Piense sobre su siguiente generación. Imagine sus rostros. ¿Quiénes son los herederos de
su legado? ¿Qué cosas Dios les está jurando a ustedes que les dará a la siguiente
generación?¿Cuál es la marca que quiere dejar?

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