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BIBLIOTECA CENTRAL !
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11-
L B R o S
EDICIONES
Traslation from the English language edition:
Proofs /rom THE BOOK by Martin Aigner, Günter M. Ziegler
Copyright © Springer-Verlag Berlin Heidelberg 1998,2001,2004
Springer is a part of Springer Science+Business Media
All Rights Reserved
ISBN: 84-95599-95-3
Depósito legal: M-25.892-2005
Impreso en España
Nunca hubiéramos soñado con el éxito que ha alcanzado este libro mientras
preparábamos su primera edición en 1.998. Ha sido traducido a una gran can-
tidad de idiomas y contamos con las respuestas entusiasmadas de muchos lec-
tores que han aportado sugerencias interesantes para su mejora, adendas y
nuevos temas, que nos podrían mantener ocupados aún unos cuantos años.
En esta tercera edición aparecen dos nuevos capítulos, el primero acerca de las
identidades de Euler para particiones y el segundo sobre diferentes estrategias
de barajar un mazo de naipes. Hemos incluido a lo largo del libro algunas
mejoras, como el método de Calkin, Wilf y N ewman en la enumeración de los
racionales, y en un capítulo independiente tres demostraciones de las series de
Euler. Por ahora, eso es todo.
Expresamos nuestro agradecimiento a quienes han apoyado este proyecto en
los últimos cinco años y cuya implicación ha marcado la diferencia en esta
nueva edición. Gracias a David Bevan, Anders Bjorner, Dietrich Braess,
John Cosgrave, Hubert Kalf, Günter Pickert, Alistair Sinclair, y Herb Wilf.
_____________________________ 1
Sobre
índice temático ________________________
1
Seis demostraciones de la
infinidad de números primos 3
2
El postulado de Bertrand 7
3
Los coeficientes binomiales
casi nunca son potencias 13
4
Representación de enteros
como suma de dos cuadrados 17
5
Cualquier anillo de división finito
es un cuerpo 23
6
Algunos números irracionales 27
7
Tres veces Jr2/6 35
rr (¿--\:).
pElP' k;:O:O P
p~X
1 2 n n+l La suma en el interior del paréntesis es una serie geométrica de razón ~, con
Escalera superior para f (t) = t lo cual sabemos que
1f(X)
Pk
logx <
Pk -1
k=l
por tanto
lr(X) k +1
logx < -k- = 1f(x) + l.
k=l
De todos es sabido que log x no está acotado, y por tanto concluimos que 1f(.T)
tampoco está acotado, así que existe un número infinito de primos. O
Na,b = {a + nb : n E Z}.
Cada conjunto Na,b es una progresión aritmética infinita en los dos sentidos.
Un conjunto O <;;; Z es abierto si, o bien O es vacío, o si para todo a E O
existe algún b > O tal que Na,b <;;; O. Es evidente que la unión de abiertos
es un abierto. Si 0 1 , O 2 son abiertos, y a E 0 1 n O 2 con Na,b 1 <;;; 0 1 Y
N a,b2 <;;; O 2 , entonces a E N a,b 1 b2 <;;; 0 1 n O 2 . Por tanto, podemos concluir
que la intersección finita de abiertos es abierto. Así, esta familia de conjuntos
abiertos induce una topología en Z.
Nótese que se verifican las afirmaciones siguientes:
Ahora, si lP' fuera finito, entonces UpElP' No,p sería unión finita de cerrados
(por (B)), y por lo tanto, cerrado. En consecuencia, {1, -1} debería ser un
conjunto abierto, lo que contradice (A). O
donde nuestra notación - aquí y en lo que sigue - quiere decir que el pro-
ducto se toma sobre todos los primos p ~ x. Demostraremos este hecho por
inducción sobre el número de estos primos. No está tomada del trabajo origi-
nal de Erd6s, pero también se debe a él (véanse sus apuntes en el margen), y
es realmente una demostración tomada de El Libro. En primer lugar, nótese
que si q es el mayor número primo con q :::; x, entonces
p = p Y 4q - 1
:::; 4x - 1
.
p<:;x p<:;q
m+l<p<:;2m+l
rr P <
ya que
< 2n _
pk
2(~
. pk
- 1) = 2,
y es un entero. Aún más, los sumandos se anulan siempre que pk > 2n.
De e:) contiene p exactamente
veces. Por tanto, la mayor potencia de p que divide a (2:) no es mayor que 2n.
En particular, los primos p > V2ií aparecen en e:)
a lo sumo una vez.
Más aún, - y esto, según Erd6s, es la clave de la demostración - ¡los pri- Ejemplos tales como
mos p que satisfacen ~n < p :::; n no dividen a (2:)! De hecho, 3p > 2n G~) = 23 . 52 . 7 . 17 . 19 . 23
implica (para n ~ 3, Y por tanto p ~ 3) que p y 2p son los únicos múltiplos G:) = 23 . 33 . 52 . 17 . 19 . 23
de p que aparecen como factores en el numerador de ~~i, mientras que en el (~~) =24 . 3 2 . 5 . 17· 19 . 23 . 29
denominador hay exactamente dos factores p. ilustran que primos "muy pequeños"
Ahora ya podemos estimar e:). Para n ~ 3, utilizando una estimación de p < ffn pueden aparecer elevados a
las potencias más grandes en (2:), que
la página 12 para la cota inferior, obtenemos
factores primos "pequeños" que verifi-
n
can ffn < p ::; ~n aparecen a lo
-42n -< (2n)
n
<
-
2n p p
sumo una vez, mientras que factores en
p-:;.ffn
el hueco ~n < p ::; n no aparecen.
(5) Asumimos ahora que no hay ningún primo p con n < p :::; 2n, de modo
que el segundo producto en (2) es 1. Substituyendo (1) en (2) obtenemos
y de aquí, para n ~ 50 (y por tanto 18 < 2V2ií) obtenemos de (3) y (4) que
1 n
30 10g2 n +1
primos entre n y 2n.
Esta estimación no es excesivamente mala: el "verdadero" número de primos
en ese rango es aproximadamente del orden de ni log n. Esto se sigue del
"teorema! de los números primos," que dice que el límite
. #{p ~ n : p es primo}
l1m
n--+oo ni log n
existe, y es igual a 1.
Este famoso resultado fue demostrado por primera vez por Hadamard y de la
Vallée-Poussin en 1896; Selberg y Erd6s dieron una demostración elemental
(sin utilizar herramientas de análisis complejo, aunque larga y complicada) en
1948.
En lo que se refiere al teorema de los números primos parece que aún no se ha
dicho la última palabra: por ejemplo, una demostración de la hipótesis de Rie-
mann (véase la página 41), uno de los problemas no resueltos más importante
en matemáticas, nos proporcionaría una mejora importante para el teorema de
los números primos. Pero también para el postulado de Bertrand podrían es-
perarse mejoras sustanciales. De hecho, el siguiente problema, de Opperman
(1882), está aún sin resolver:
Existe un método muy sencillo pero efectivo para estimar sumas utilizando
integrales (tal y como ya se vio en la página 4). Para estimar los números
armónicos
n 1
Hn = I:: k
k=l
logn,
n
El postulado de Bertrand 1
.
H - -
n
1
n
n-l 1
= ~ - >
~ k
in 1
-- dt
t
= log.n
'
k=l 1
n
iD tiene como suma :s (~) =
k=O
2n
1 @
. ,.
es slmetnca: (n)
k = (n)
n-k .
1 1
1 2 1
1 3 3 1 De la ecuación funcional (~) = n-~+l C;,::l) se deduce fácilmente que, para
1 4 6 4 1 todo n, los coeficientes binomiales (~) forman una sucesión que es simétrica y
1 5 10 10 5 1
1 6 15 20 15 6 1 unimodal: se incrementa hasta la mitad, de manera que los coeficientes bino-
1 7 21 35 35 21 7 1 miales centrales son los más grandes de la sucesión:
Triángulo de Pascal
[1] P. ERD6s: Beweis eines Satzes von Tschebyschef, Acta Sci. Math. (Szeged) 5
(1930-32), 194-198.
[2] R. L. GRAHAM, D. E. KNUTH & O. PATASHNIK: Concrete Mathematics.
A Foundationfor Computer Science, Addison-Wesley, Reading MA 1989.
[3] G. H. HARDY & E. M. WRIGHT: An lntroduction to the Theory ofNumbers, fifth
edition, Oxford University Press 1979.
[4] P. RIBENBOIM: The New Book of Prime Number Records, Springer-Verlag, New
York 1989.
Existe un epílogo del postulado de Bertrand que conduce a un bonito resul-
tado sobre coeficientes binomiales. En 1892 Sylvester reforzó el postulado de
Bertrand de la siguiente manera:
n) = n(n-1) .. ·(n-k+1)
(k (n 2' 2k)
k!
tiene siempre un factor primo p > k.
Sin perder de vista esta observación, volvamos a otra de las joyas de Erd6s:
¿cuando es (~) igual a una potencia mJl.? Es fácil ver que existen infinitas
soluciones para k = R = 2, es decir, para la ecuación (~) = m 2 . De hecho,
si G) es un cuadrado, entonces también lo es ((2n;1)2). Para ver esto, sea
n(n 1) =2m2. Se sigue que .
(2n - 1)2((2n - 1)2 - 1) = (2n - 1?4n(n - 1) = 2(2m(2n - 1))2,
y de aquí
C ~ 1)2)
2n
= (2m(2n _ 1))2.
con mcd( u, v) = 1.
Falta por demostrar que v = 1.
Si no es así, entonces v
contiene un dividor primo p. Puesto que mcd( u, v) = 1, p ha de ser un divisor
primo de aOal ... ak-l Y por tanto es menor o igual que k. Por el teorema
de Legendre (ver página 8) sabemos que k! contiene a p elevado a la potencia
¿i>ll
-
4p J. Ahora estimamos el exponente de p en n( n - 1) ... (n - k + 1).
Sea i un entero positivo, y sean b1 < b2 < ... < bs los múltiplos de pi que
1.
hay entre los factores n, n - 1, ... , n-k + Entonces bs = b1 + (3 - 1 )pi,
Y de aquí
(3 - l)pi k -1,
lo cual implica
s < lk;lJ+1 < l;J+1.
Los coeficientes binomiales casi nunca son potencias 15
Afirmamos que (n-i 2)2 =} (n-i 1 )(n-i 3 ). En caso contrario, sea b = n-i 2
y n - i 1 = b - x, n - i3 = b + y, donde 0< Ixl, Iyl < k. De aquí
b2 =(b-x)(b+y) ó (y-x)b=xy,
[1] P. ERD6s: A theorem of Sylvester and Schur; J. London Math. Soco 9 (1934),
282-288.
[2] P. ERDÓS: On a diophantine equation, J. London Math. Soco 26 (1951),
176-178.
[3] J. J. SYLVESTER: On arithmetical series, Messenger of Math. 21 (1892), 1-19,
87-120; Collected Mathematical Papers Vol. 4,1912,687-731.
1 +0
2 2
1
1 +1
2 2
¿ Qué enteros se escribir como suma de dos cuadrados? 2
3 ??
2 +0
2 2
4
Esta pregunta es tan antigua como la teoría de números, y su solución es un
2 +1
2 2
5
clásico del área. La parte "difícil" de la respuesta es comprobar que todo
6 ??
número primo de la forma 4m + 1 es suma de dos cuadrados. G. H. Hardy
7
escribió que este teorema de los dos cuadrados de Fermat "es considerado,
8
con toda justicia, como uno de los más bellos de la aritmética." Sin embargo,
9
una de nuestras demostraciones de El Libro es bastante reciente.
10
Comencemos con algunos preliminares. En primer lugar, hemos de distinguir 11
el primo P = 2 de los primos de la forma P = 4m + 1 Y de los primos de
la forma P = 4m + 3. Todo número primo es de uno de estos tres tipos. En
este punto, se puede observar (siguiendo la idea de Euclides) que hay infinitos
primos de la forma 4m + 3. En efecto, si hubiera sólo un número finito,
podríamos tomar el mayor de ellos y llamarlo Pk. Haciendo
Nk := 22 . 3 . 5· .. Pk - 1
• x == -x es imposible si pes
• x == x es equivalente a X2 == 1. Esta ecuación tiene dos soluciones, x = 1
Y x = P - 1, lo que da lugar a la clase de equivalencia {1, p - 1}, con dos
elementos.
11 x == -x es equivalente a x2 == -1. Esta ecuación puede no tener solución
o tener dos soluciones distintas, xo, p - xo. En este último caso, la clase
de equivalencia es {xo,p - xo}.
Para p = 11 las clases de equivalencia El conjunto {1, 2, ... ,p - 1} tiene p - 1 elementos y lo hemos dividido en
son {1, lO}, {2, 9, 6, 5}, {3, 8, 4, 7}; 4-uplas (las clases de equivalencia de cardinal 4), más uno o dos pares (las
para p = 13 son clases de cardinal 2). Para p - 1 = 4m + 2 existe sólo el par {1, p - 1} Y
{1,12},{2,11,7,6},{3,10,9,4}, el resto son 4-uplas y, por tanto, 8 2 == -1 (mod p) no tiene solución. Para
{5, 8}: el par {5, 8} proporciona las p - 1 = 4m debe haber un segundo par que contiene las dos soluciones de la
dos soluciones de 3 2 == -1 mod 13. ecuación 8 2 == -1 que estamos buscando. .O
Mencionemos aquí que para todos los números primos existen soluciones de
X2 + y2 == -1 (modp). De hecho, hay l~J + 1 cuadrados distintos X2 en Zp,
en tanto que hay l~J + 1 elementos distintos de la forma -(1 + y2). Como
Zp tiene p elementos, estos dos conjuntos son demasiado grandes para ser
disjuntos, y deben existir x e y tales que x2 == -(1 + y2) (modp).
Lema 2. Ningún número n = 4m + 3 es suma de dos cuadrados.
Ahora que sabemos que los de la fonna p = 4m -1- 3 son " nos
ocuparemos de las "buenas" propiedades de los primos de la fonna
p = 4m -1- 1. Presentamos el resultado clave previo al teorema principal.
Proposición. Todo número primo de la forma p = 4m -1- 1 es suma de dos
cuadrados, es decir, se puede escribir como p = x2 -1- y2 para ciertos números
naturales x, y E N.
Presentaremos dos demostraciones de este resultado, ambas elegantes y sor-
prendentes. En la primera se combinan hábilmente el "principio del palomar"
(que ya hemos empleado "de pasada" antes del Lema 2; en el capítulo 22 se
pueden encontrar más ejemplos), y los argumentos "modulo p". La idea se
debe al matemático noruego, especialista en teoría de números, Axel Thue .
• Demostración. Consideremos los pares (x', y') de enteros que verifica que
O :::;; x', y' :::;; yIP, es decir, x', y' E {O, 1, ... , l ylPJ}. El número total de pares
de este tipo es (l ylPJ -1- 1)2. Utilizando la estimación lx J -1- 1 > x para
x = yIP, vemos que hay más de p tales pares. Por tanto, para cualquier s E Z,
Para p = 13, lv'PJ = 3 considera-
es imposible que todos los valores x' - sy' generados por los pares (x', y') mos x', y' E {O, 1, 2, 3}. Para s = 5,
sean distintos módulo p, de donde se deduce que para cualquier s hay dos la suma x' - sy' (mod 13) toma los si-
pares distintos guientes valores:
y'
(X',y'), (X",y") E {O,1, ... ,lJPj}2 O 1 2 3
x'
O O 8 3 11
tales que
x' - sy' =:: x" - sy" (modp). 1 1 9 4 12
2 2 10 5 O
Restando se tiene que x' - x" =:: S(y' - y") (modp). Si definimos 3 3 11 6 1
También sabemos que x e y no pueden ser ambos cero, ya que los pares (x', y')
Y (x", y") son distintos.
Sea s una solución de S2 =:: -1 (mod p), cuya existencia está asegurada por el
Lema 1. Como x2 =:: s2y2 =:: _y2 (mod p) hemos construido
T:= {(x,y,z)ES:Z>O}
a los puntos de S\T, que satisfacen z < O. Como f cambia los signos de
T x - y y de z, manda los puntos de
f U := {(X,y,Z)ES:(X-y)+z>O}
a los puntos de S\U. Obsérvese que no pueden existir puntos de S tales que
u (x-y)+z = Oyaque,enesecaso,setendríap = 4xY+Z2 = 4xy+(x-y)2 =
(x + y)2.
¿Qué se obtiene del estudio de f? La principal observación es que, como f
envía los conjuntos T y U a sus complementarios, también intercambia los
puntos de T\U con los de U\T. Por tanto, hay el mismo número de puntos
en U que no están en T que puntos en T que no están en U - por tanto, T
y U tienen el mismo cardinal.
Los hechos (1), (2) Y (3) proporcionan la parte "si" del teorema.
que es congruente con 1 (mod4). Todos sus factores primos son mayores
que Pk y, según el hecho (4) de la demostración precedente, no tiene factores
primos de la forma 4m + 3. Por tanto, M k tiene un factor primo de la forma
4m + 1 que es mayor que Pk.
Concluimos con dos observaciones:
11' Si a y b son dos números naturales que son primos entre sí, entonces hay
infinitos números primos de la forma am+b Cm E N) - este es un famoso
(y difícil) teorema de Dirichlet. De forma más precisa, se puede demostrar
que la cantidad de números primos P :S x de la forma P = am + b viene
dada de forma muy aproximada si x es grande por la función 'Pea) lo~ x,
donde cp(a) denota el número de primos relativos con a que son menores
que a. (Esto es una mejora sustancial del teorema de los números primos,
que tratamos en la página 10.)
11' Esto quiere decir que los números primos para a fijo y b variable aparecen
esencialmente en igual cantidad. Sin embargo, por ejemplo para a = 4, se
puede observar una sutil, pero perceptible y persistente tendencia a "más"
primos de la forma 4m + 3: si observamos un valor de x grande al azar, es
probable que haya más primos P :S x de la forma P = 4m + 3 que de la
forma P = 4m + l. Este efecto se conoce como "desviación de Chebyshev";
véase Riesel [4] y Rubinstein y Sarnak [5].
Sabemos que las clases de equivalencia son una partición de R*. Ahora agru-
pamos los elementos del centro Z* y denotamos por Al, ... , At las clases de
equivalencia que contienen más de un elemento. Por nuestra suposición, sabe-
mos que t 2: 1. Como IR* 1= IZ* 1+ ¿;~=1 IAk 1, hemos probado la llamada
fórmula de clases
n
q -1 = q-l+
¿ t n
q -
1
(1)
nk -1'
k=l q
(3)
dln
Aquí viene la observación crucial: los coeficientes de los polinomios ePn (x)
son enteros (esto es, ePn(X) E Z[x] para todo n) y además el término indepen-
diente es o bien 1 ó -1.
Verifiquemos con cuidado esta afirmación. Para n = 1 tenemos 1 como única
raíz, y por tanto ePI (x) = x -1. Ahora procedemos por inducción, suponiendo
que ePd(X) E Z[x] para todo d < n, y que el término independiente de ePd(X)
es 1 ó -1. Por (3),
(4)
e j n-e
dondep(x)= ¿PjX , ePn(x) = ¿akxk, conpo=1opo=-1.
j=O k=O
26 Cualquier anillo de división finito es un cuerpo
Puesto que -1 = poao, vemos que ao E {1, -1}. Supongamos que ya sabe-
mos que ao, al, ... , ak-1 E Z. Calculando el coeficiente de Xk a ambos lados
de (4) obtenemos
k k
di n di n, dfnk, d#n
rr
Concluimos que en Z tenemos las relaciones de divisibilidad
qn -1
y cfJn (q) I qnk _ 1 . (5)
Ya que (5) se verifica para todo k, deducimos de la fórmula de clases (1) que
pero esto no puede ser. ¿Por qué? Sabemos que cfJn(x) = IJ(x - A) donde A
recorre todas las raíces de xn - 1 que tienen orden3. Sea A = a + ib una de
esas raíces. Como n > 1 (ya que R ::J Z) tenemos A ::J 1, lo cual implica que
la parte real a es menor que 1. Ahora 1>:1 2 = a 2 + b2 = 1, Y de aquí
Iq - a - ibl 2 = (q - a)2 + b2
q2 _ 2aq + a 2 + b2 = q2 - 2aq +1
> (porque a < 1)
Iq - ¡.ti > Iq - 11 y también Iq - >:1 > q - 1 se verifica para todas las raÍCes de orden n. Esto
implica
A
lo cual significa que cfJn(q) no puede ser un divisor de q - 1, que es una con-
tradicción y pone fin a la demostración. O
Jr2 es irracional y
n!be = n!a
para todo n 2: O. Pero esto. no puede ser cierto, ya que la parte derecha de la
igualdad es un entero, en tanto que la parte izquierda, con
I(
bn. 1 + I1
1.
+ I2.1 + ... + In.1)
y una segunda parte
1 1 1 )
b ( n+l + (n+l)(n+2) + (n+l)(n+2)(n+3) + .,.
28 Algunos números irracionales
PAn J. LIOUVILLE. ¿Por qué es irracional e 2 ? ¿Qué se puede deducir de e2 = %? Según Liouville,
deberíamos escribir esta igualdad como
On prouve dans les éléments que le nombre e J base des logarithmes
népériens, n'a pas une valenr rationnelle, Gn de'Tait, ce me semble,
ajouter que la melle m~thode pro uve aussi que e ue peut pas etre ra-
cine d'une équation du second degré a coefficients rationne1s, en sarte
be = ae- 1 ,
que l'on ne peutpas avoir ae+ ~ = e, a étantun entier positifetb, e,
des entiers positifs négatifs. En effet, si l'on remplace dans eette
DU
_a(_l_ _
71+1
e
(71+1.)2
1 _(71+1)3
1 _ ) ___71+1
a_ (1-~)
71 oo' -
< O.
Para demostrar que é es irracional, nos armamos de valor para suponer que
é = ~ es racional, y escribimos esta igualdad así:
be 2 = ae- 2 .
Podríamos intentar multiplicar por n! para algún 71 grande y agrupar los su-
mandos no enteros, pero esta idea no produce ningún resultado útil: la suma
2n 1 2n 1
de los restantes términos sería b : para el lado izquierdo y (_1)n+la :
para el lado derecho, y ambos serían grandes si 71 se hace grande.
Por tanto, es preciso estudiar la situación cuidadosamente y realizar dos pe-
queños retoques en la estrategia: en primer lugar, no tomaremos un 71 grande
arbitrario, sino una potencia de dos grande, 71 = 2m ; en segundo lugar, no
multiplicaremos por ni, sino por 2:~1' Necesitamos ahora un pequeño lema,
un caso especial del teorema de Legendre (véase la página 8): para cualquier
entero 71 2: 1, n! contiene el factor primo 2 como mucho 71 - 1 veces - la
igualdad se da si (y sólo si) 71 es potencia de dos, 71 = 2m .
Este lema no es nada difícil de demostrar: L~ J de los factores de ni son pares,
L:¡ J de ellos son divisibles por 4, y así sucesivamente. Por tanto, si 2k es la
mayor potencia de dos que satisface 2k :::: 71, entonces n! contiene el factor
primo 2 exactamente
2n
(i) Lafunción f(x) es un polinomio de laforma f(x) = ~ :~=>ixi,
n ..
donde los coeficientes Ci son enteros. 2=n
Esta expresión es un entero, ya que la parte (iii) del lema asegura que F(O)
y F(l) son enteros. Sin embargo, la parte (ii) del lema proporciona cotas
superiores e inferiores para N,
1 as 2n + l
1
1
O< N = b s2 n+l esx f(x)dx < bs 2n +l e s _ = --- < 1,
o n! n!
lo que demuestra que N no puede ser un entero, y he aquí la contradic-
ción. D
Como hemos utilizado este truco con éxito, lo ponemos en práctica una vez
más.
F(x) := bn (7f 2n f(x) - 7f2n-2 f(2) (x) + 7f2n-4 f(4) (x) :::¡= . " ),
F(O) + F(l),
que es un entero. Además, N es positivo ya que está definido como la
32 Algunos números irracionales
o< N = 7r 1 1
n
a f(x)sen7rxdx < < 1,
k
A(n) =
g
es racional (donde k,.€ > O son enteros). Haciendo .€'Pn = br se obtiene que
R A
±1 = cos br = --r
,¡n
R
Por tanto,,¡n = ±AR es un entero, con.€ ~ 2, de donde se deduce que
n I ,¡nR. Como ,¡nR I A Rse deduce que n es un divisor de A R,Yhemos llegado
a una contradicción. O
La serie de Euler.
1 1
1 := JJ_1-dXd
1- xy Y.
o o
1 J J2~)xytdXdY = L J J xnyndxdy
o o n~O n~Oo o
36 Tres veces ]f2 /6
Esta evaluación también demuestra que esta integral doble (de una función
positiva con un polo en x = y = 1) es finita. Asimismo, nótese que el
cómputo se puede efectuar al revés, de manera que la evaluación de ((2) lleva
a la integral doble J.
Le segunda manera de evaluar J parte de un cambio de coordenadas: En las
coordenadas nuevas u := yt x y v := y;x el dominio de integración es un
cuadrado de arista ~ y2, que se obtiene a partir del dominio antiguo primero
rotando 45° y después reduciendo según el factor de escala de y2. Sustitu-
yendo x = u - v e y = u + v nos da
1 1
1- xy 1- u 2 + v2 '
Para transformar la integral tenemos que reemplazar dx dy por 2 du dv, para
x
compensar el hecho de que nuestra transformación de coordenadas reduce el
1 área según el factor constante 2 (el jacobiano de la transformación; véase el
recuadro en la página siguiente). Tanto el nuevo dominio de integración como
v la función a integrar son simétricos respecto del eje u, por tanto sólo nos hace
falta calcular la integral sobre la mitad superior del nuevo dominio, y tener en
1 cuenta un factor adicional de 2. Descomponemos esta integral en dos partes
"2
de manera más natural:
u J dv )d
1- u2 + v2 u.
1
dx 1 x
Usando
J 2
a +x
2 = -
a
aretan -
1/2
a
+ e, obtenemos
J 4 J~
o
1- u 2
aretan (~)
1- u
du 2
+ 4J1 ~arctan(~)du.
u 1- u 1- 2 2
1/2
2[9(u)2]:/2 - 4[h(u)2]:/2
2g(~)2 _ 2g(0)2 - 4h(1)2 + 4h(~)2
2(~)2_0_0+4(~)2 =
2
7[6 • O
Tres veces 1T 2 /6 37
' . .
Y por tanto 1os termmos Impares ]2 + 32 + 52 + ... - L..-,k2:0 (2k+l)2 suman
1 1 1 _"\, 1
podemos efectuar una sustitución de
las tres cuartas partes de la suma total ((2). Queda por demostrar pues que variables
x=x(u,v) y=y(u,v),
1
si la correspondencia de (u, v) E T
k2:0 (2k + 1)2 8 a (x, y) E S es biyectiva y derivable
con derivada continua. En este caso,
1 es
I
11 Demostración. Como antes, podemos expresarlo como una integral doble:
1 1
J
T
f(x( u, v), y(u, v» \de
d(X,y)
u, v) du dv,
J = JJ
o o
1_ ~2y2 dx dy = L
k2:0
(2k: 1)2' donde d(x,y)
d(u,v)
es eIJ'acobiano:
Para calcular esta integral J, Beukers, Calabi y Kolk propusieron pasar a las d(x, y) = det ( ~~ dx
dv
dy
) -
.
coordenadas nuevas d(u, v) ~; dv
~
-X2
u := arccos 1
-xy
2 2 v := arccos {§/;
1
_Y2
2 2'
-xy
esto es,
p(t)
2 1 eos 2 x+sen2x 2
ese x = - -2
= 2 = eot x + 1,
sen x sen x
y podemos deducir (3) de (1) sumando m a ambos miembros de la ecuación.
Ahora ya tenemos todas las herramientas a mano, y podemos encajar las piezas
de la demostración. Usaremos que para O < Y < "i se cumple
2
eot 2 y < 1
y2 < ese y.
Ahora aplicamos esta desigualdad doble a cada uno de los m distintos valores
de x, y sumamos los resultados. Empleando (1) para el término a la izquierda
y (3) para el término de la derecha, obtenemos
2m(2m-1) 2m(2m+2)
6 6
esto es,
1["2 2m 2rn-1 1 1 1
62rn+12rn+1 < 12 + 22 + ... + m 2
2
Tanto el término de la derecha como el de la izquierda convergen a ~ para
m --+ 00: final de la demostración. O
f(t) = :b 00
"""'
1
<
100 -dt
1
= -
1
~ n2 m t2 m
n=m+1
1.644934066848226436472415166646025189218949901,
1.644933066848726436305748499979391855885616544.
Efectivamente, el sexto dígito decimal es falso (es una unidad mayor), pero
¡los seis dígitos siguientes son correctos! Y después hay un dígito equivocado
(es cinco unidades más grande), y luego hay cinco correctos. Este descubri-
miento sorprendente es bastante reciente: lo hizo Roy D. North de Colorado
Springs en 1988. (En 1982, Martin R. Powell, un maestro de Amersham, Bu-
cks (Inglaterra), no llegó a notar todo este efecto por razón de los insuficientes
recursos de cálculo que tenía entonces.) Es demasiado extraño para ser una
coincidencia. .. Fijémonos en el error de la aproximación: hasta los primeros
45 dígitos es
= 0.000000999999500000166666666666633333333333357,
1
((8) :=
6~-.
ns
n2:1
Nuestras estimaciones para Hn (ver página 10) implican que la serie ((1)
diverge, pero ((8) sí converge para cualquier número real 8 > 1. La función
zeta tiene una continuación canónica al todo el plano complejo (con un polo
simple en 8 = 1), que se puede construir mediante expansiones en series de
potencias. La función compleja que resulta es de máxima importancia para la
teoría de los números primos. Mencionaremos tres conexiones:
(1) Euler halló la identidad notable
Codifica el hecho fundamental que cualquier número natural tiene una des-
composición única (!) en factores primos; usando este hecho, la identidad de
Euler es una consecuencia sencilla de la serie geométrica
1 1 1 1
1- p-s = 1+-+-
pS
-+-
P2 s
-+",
P3 s
[1] K. BALL & T. RIVOAL: ¡rrationalité d'une infinité de valeurs de lafonetion zeta
aux entiers impairs, Inventiones math. 146 (2001),193-207.
[2] F. BEUKERS, J. A. C. KOLK & E. CALABI: Sums ofgeneralized harmonie series
and volumes, Nieuw Archief voor Wiskunde (4) 11 (1993), 217-224.
[3] J. M. BORWEIN, P. B. BORWEIN & K. DILCHER: Pi, Eulernumbers, andasymp-
totie expansions, Amer. Math. Month1y 96 (1989),681-687.
[4] S. FISCHLER: ¡rrationalité de valeurs de zeta (d'apres Apéry, Rivoal, ... ),
Bourbaki Serninar, No. 910, November 2002; to appear in Astérisque; Preprint
arXiv: math. NT /0303066, March 2003, 45 pages.
j : V(M) --+ Q,
es decir, aplicaciones lineales entre Q-espacios vectoriales. La propiedad
clave es que para cualquier relación de dependencia lineal 2:7=1 qimi = O
con qi E Q, se ha de verificar que 2:7=1 qd(mi) = j(O) = O.
Este sencillo lema será esencial para la resolución del problema de Hilbert:
Lema. Para dos subconjuntos M <;;; M' finitos de lR cualesquiera, el Q-
espacio vectorial V(M) es un subespacio de V(M'). Por tanto, cualquier
función Q-lineal j : V (M) --+ Q puede ser extendida a una función Q-lineal
j' : V(M') --+ Q tal que j'(m) = j(m) para todo m E M .
Invariantes Dehn
Para un poliedro tridimensional P, sea M p el conjunto de todos los ángulos
entre caras adyacentes (ángulos diedros), junto con el número 1T. Por ejem-
plo, para un cubo C tenemos Me = {~,1T},mientras que para un prisma
ortogonal Q sobre un triángulo equilátero obtenemos M Q = {~, ~, 1T}.
Dado cualquier conjunto finito M <;;; IR que contenga a M p , y cualquier fun-
ción Q-lineal
j : V(M) ---+ Q
que satisfaga j(1T) = O, definimos el invariante de Dehn de P (con respecto
a f) como el número real
donde la suma se extiende sobre todas las aristas e del poliedro, /!( e) es la
longitud de e, y a( e) el ángulo diedro entre dos caras incidentes a e.
Calcularemos más adelante algunos invariantes de Dehn. Por ahora, fijémonos
simplemente en que j (~) = ~ j (1T) = O tiene que verificarse para cualquier
función Q-lineal j, y por tanto
Df(C) = O,
donde D J' (Pi) = D J' (Qi) ya que Pi y Qi son congruentes. Concluimos pues
que Dj(P) = Df(Q), lo cual es una contradicción. O
j(a) := 1, j(1f) := O.
El tercer problema de Hilbert: descomposición de poliedros 49
IAEI ~V2u 1
cbs tp
IDEI ~\1'3 V2u \1'3'
Se sigue que
1 e
tp= arccos \1'3'
B
Para M := Js, 1f}, el CQl-espacio vectorial V (M) tiene dimensión
{i, arccos
2: primero, V(M) = V( {arccos Js, 1f}), ya que y i son linealmente 1f
i así que todos los invariantes de Dehn se anulan en este tipo de tetraedros!
Esto resuelve el tercer problema de Hilbert, ya que hemos construido otro
tetraedro TI; ambos tienen bases congruentes e igual altura, y D f (Td i= O.
Por el teorema de Dehn-Hadwiger, TI y T 2 no son equidescomponibles, y ni
siquiera equicompletables.
50 El tercer problema de Hilbert: descomposición de poliedros
y
Un politopo convexo en ]Rd es el cierre convexo de cualquier conjunto finito
S = {SI, ... , Sn}, es decir, un conjunto de la forma
n n
P = conv(S) := {I>'iSi:Ai20, I:Ai=l}.
i=1 i=1
Xo +x E P ~ Xo - x E P.
Sin Coxeter demostró que los axiomas de orden son suficientes para
una demostración del teorema de Sylvester-Gallai. Por tanto, puede darse
una demostración que no utilice propiedades métricas - véase también la
demostración que darnos en el capítulo 11, utilizando la fórmula de EuJer.
El teorema de Sylvester-Gallai implica directamente otro famoso resultado
sobre puntos y rectas en el plano, debido a Paul Erdos y Nicolaas G. de Bruijn.
Pero este otro resultado se verifica de manera general para configuraciones
arbitrarias de puntos y rectas, tal y como observaron Erdos y de Bruijn. En
breve veremos este resultado más general.
Teorema 2. Sea P un conjunto de n 2" 3 puntos no alineados en el plano.
Entonces el conjunto 1: de rectas que pasan por al menos dos puntos contiene
al menos n rectas .
lo cual es absurdo. D
Hay otra demostración muy breve de este teorema que utiliza álgebra lineal.
Sea B la matriz de incidencia de (X; Al,' .. , A m ). Esto quiere decir que
etiquetamos las filas en B mediante los elementos de X, y las columnas según
Al, ... , Am; además, tenemos que
si x EA
si x ti:. A.
Consideramos el producto BB T . Para x el x' tenemos (BBT)xxf = 1, ya
que x y x' están contenidos precisamente en un conjunto A i , de modo que
Rectas en el plano y descomposición de grafos 55
o 1
o 1 ;1
donde T x se define como antes. Como la plimera matliz es definida positiva
(tiene únicamente autovalores positivos) y la segunda es semidefinida positiva
(tiene como autovalores n y O), deducimos que BBT es definida positiva; en
particular, es invertible, y el rango de BB T es n. Se sigue que el rango de la
matriz B, de dimensiones (n x m), es al menos n, y concluimos que, de hecho,
n :::; m, ya que el rango no puede ser mayor que el número de columnas.
Vayamos un poco más allá y volvamos a la teoría de grafos. (Hacemos una
revisión de los conceptos básicos de teoría de grafos al final de este capítulo.)
Un momento de reflexión basta para comprobar que la siguiente afirmación es
en realidad la misma que la que enuncia el teorema 3:
Si descomponemos un grafo completo Kn en m subgrafos comple-
tos diferentes de Kn. de tal modo que cada arista esté en un único
subgrafo completo, entonces m;::: n.
De hecho, si hacemos corresponder X con el conjunto de vértices de Kn y
los conjuntos Ai con los conjuntos de vértices de los sub grafos completos,
entonces las afirmaciones son idénticas.
Nuestra próxima tarea es descomponer Kn en grafos completos bipartitos de
tal modo que de nuevo cada arista esté exactamente en uno de esos grafos.
Para ello, numeramos los vértices {1, 2, ... , n}, y unimos 1 con el resto de
los vértices. Así obtenemos el grafo bipartito completo KI,n-1 (una estre-
lla). Luego unimos 2 con 3, ... ,n para obtener una estrella K I ,n-2; al seguir
de esta manera, Kn queda descompuesto en una selie de estrellas KI,n-l,
K I ,n-2, ... , KI,I, es decir, en n - 1 grafos bipartitos completos.
¿Será posible hacerlo mejor, utilizando menos grafos? El siguiente resultado,
de Ron Graham y Henry O. Pollak, asegura que no:
Teorema 4. Si se descompone Kn en grafos bipartitos completos H I, ... , H m ,
entonces m ;::: n - 1.
Lo interesante es que, en contraste con el teorema de Erd6s-de Bruijn, nadie
ha sabido dar una demostración combinatolia para este resultado. Todas las
que conocemos utilizan álgebra lineal de una u otra manera. De todas las ideas
más o menos equivalentes, veremos la demostración de Tverberg, que puede
que sea la más transparente.
Demostración. Sean {1, ... , n} el conjunto de vértices de K n y sean
L j , Rj los conjuntos de vértices que definen el grafo bipartito completo Hj, Descomposición de K5 en 4 subgrafos
para j = 1, ... , m. A cada vértice i asociamos una variable Xi. Como Kn bipartitos completos.
está descompuesto en H I , ... ,Hm, tenemos
(1)
Xl + ... + x n O,
O (k=l, ... ,m)
tiene menos ecuaciones que variables, y por tanto existe una solución no trivial
cl, ... ,cn · Por (1) inferimos que
¿CíCj O.
i<j
Los grafos están entre las estructuras más básicas de las matemáticas. En con-
G: secuencia, pueden tener apariencia, representaciones y formas muy diversas.
De manera abstracta, un grafo es un par G = (V, E), donde Ves el conjunto
de vértices, E es el conjunto de aristas, y cada arista e E E "conecta" dos
vértices v, w E V. Consideramos únicamente grafos finitos, es decir, que V y
E son finitos.
Normalmente trabajamos con grafos simples, en los que no se admiten bucles,
es decir, aristas en las cuales los extremos coinciden, ni tampoco aristas múl-
Un grafo G con 7 vértices y 11 aristas. tiples, que tienen el mismo conjunto de extremos. Los vértices de un grafo se
Tiene un bucle, una arista doble y una llaman adyacentes o vecinos si están en los extremos de una arista. Un vértice
arista triple. y una arista se llaman incidentes si la arista tiene a ese vértice como extremo.
A continuación mostramos una pequeña galería de grafos simples importantes:
K~ K~
@I @I
Kl,l
~
Los grafos bipartitos completos Km,n
con m + n vértices y mn aristas
K 2 ,2 K 2 ,3
K 3 ,3 ~
Rectas en el plano y descomposición de grafos 57
7f6 = 654321
/ IIIII
4 ~ 7f4 = 625314
~
~ 7f3 = 265314
1 6 ~
De este dibujo obtenemos la sucesión de
permutaciones de nuestro ejemplo
~
~
~ 7f2 = 213564
7f1 = 213546
7fo = 123456
... --+ 7f-1 --+ 7fo --+ ... --+ 7ft --+ 7ft+1 --+ ... --+ 7f2t --+ ...
Aquí 7fi+t es la inversa de 7fi para todo i, y de aquí 7fi+2t = 7fi para todo i E Z.
Demostraremos que toda sucesión con las propiedades anteriores (y t 2: 2) ha
de tener longitud t 2: n.
(3) La clave de la demostración es dividir cada permutación en una "mitad
izquierda" y una "mitad derecha" de la misma longitud m = ~, y contar las
letras que cruzan la barrera imaginaria entre la parte izquierda y la derecha.
Llamaremos a 7fi --+ 7fi+1 un movimiento de cruce si una de las subcadenas
265314
que invierten el sentido contiene letras de ambos lados de la barrera. En movi- 1 6 ~
no es un movimiento de cruce.
62 El problema de la pendiente
En el transcurso de la sucesión 1To ---+ 1Tl ---+ ... ---+ 1Tt, cada una de las letras
1,2, ... ,n ha de cruzar la barrera al menos una vez. Esto implica que, si los
órdenes de los movimientos de cruce son dI, d2 , ... , de, entonces se verifica
e
L 2dí = #{letras que cruzan la barrera} ;::: n.
í=1
de longitud 1 + (d - 1) + 1 + (d - 1) = 2d.
En la sucesión infinita, consideramos un segmento finito de longitud t que co-
mienza con un toque. Este segmento está formado por subcadenas del tipo (*)
y posiblemente de otras del tipo T. Esto implica que su longitud t satisface
e
t ~ ¿2di > n,
i=l
Por otro lado, toda arista tiene dos extremos, de manera que contribuye con 2
a la suma de todos los grados. Por tanto,
2 2 (2)
Aquí escribimos el grado alIado de cada
vértice. Contando los vértices de un Esta identidad puede interpretarse como si se contara de dos maneras los ex-
grado dado, se tiene n2 = 3, n3 = O, tremos de las aristas, esto es, las incidencias entre aristas y vértices. El grado
n4 = 1, n5 = 2.
medio d de los vértices es, en consecuencia,
- 2e
d = -.
n
Ahora contamos las caras de un grafo plano de acuerdo con su número de
lados: Una k-cara es una cara delimitada por k aristas (¡hay que contar dos
veces cada arista que delimita la misma cara por los dos lados!) Sea fk el
2 número de k-caras. Contando todas las caras obtenemos
f = JI + h + fs + f4 + ... (3)
Contando las aristas de acuerdo con las caras de las cuales son lados, obtene-
mos
Hemos escrito el número de lados den-
(4)
.tro de cada región. Contando las ca-
ras con un determinado número de la- Como antes, podemos interpretar esto como si contáramos las incidencias en-
dos obtenemos JI = 1, h = 3, J4 = 1, tre aristas y caras de dos maneras distintas. Nótese que el número medio de
fg = 1, Y Ji = O en los demás casos. lados de las caras viene dado por
2e
J"
Tres aplicaciones de lafórmula de Euler 67
f h + f4 + f5 + .. .
2e 3h + 4f4 + 5f5 + .. .
y por tanto 2e 3f ~ O.
Si cada vértice tiene grado por lo menos 6, entonces (1) y (2) implican que
n n6 + n7 + ns + .. .
2e 6n6 + 7n7 + 8n8 + .. .
y por tanto 2e - 6n ~ O.
Juntando ambas desigualdades obtenemos
3n - 6 = 3e - 3f > e.
68 Tres aplicaciones de la fórmula de Euler
1. vez
Parece ser que Nonnan Steenrod fue el primero en darse cuenta de que el
apartado (A) de la proposición nos da una demostración extraordinariamente
sencilla del teorema de Sylvester-Gallai (véase el capítulo 9).
El teorema de Sylvesíer-Gallai. Dado cualquier conjunto de n 2': 3
puntos en el plano, no todos alineados, siempre hay una recta que
contiene exactamente dos de los puntos .
• Demostración. (Sylvester-Gallai vía Euler)
Si situamos el plano JR2 dentro de JR3 y cercano a la esfera unidad S2 como
indica la figura, cada punto de JR2 se corresponde con una pareja de puntos
antipodales en S2, y las rectas en JR2 se corresponden con circunferencias
máximas en S2. Por tanto, el teorema de Sylvester-Gallai dice lo siguiente:
Dado cualquier conjunto de n 2': 3 parejas de puntos antipodales en
la esfera, no todos en una circunferencia máxima, siempre hay una
circunferencia máxima que contiene exactamente dos de las parejas.
Ahora pasamos a la versión dual, reemplazando cada pareja de puntos con la
correspondiente circunferencia máxima en la esfera. Dicho de otra manera, en
.. v .. vez de puntos ±v E S2 consideramos las circunferencias ortogonales dadas
por Cv := {x E S2 : (x, v) = O}. (Este Cv es el ecuador si consideramos v
" como polo norte de la esfera.)
El problema de Sylvester-Gallai nos pide demostrar:
Dada cualquier colección de n 2': 3 circunferencias máximas en S2,
no todos pasando por el mismo punto, siempre hay un punto conte-
nido en exactamente dos de los círculos.
Pero el arreglo de circunferencias máximas se puede interpretar como un grafo
plano simple en S2, cuyos vértices son los puntos de intersección de dos de
las circunferencias, y cuyas aristas los arcos de circunferencias entre los vér-
tices. El grado de todos los vértices es par, y además por lo menos 4 - por
construcción. Por tanto, el apartado (A) de la proposición nos da la existencia
de un vértice de grado 4. ¡Ya está! CJ
Tres aplicaciones de la fórmula de Euler 69
..
A(6.) = ~. ~
• • P2•
Demostración. Tanto el paralelogramo P que tiene como vértices Po, PI'
P2, PI + P2 - Po, como la retícula 'Z'} , son simétricos respecto de la aplicación
• l1li l1li
cr: X 1--+ PI + P2 - x, • • PI
• l1li
que es la reflexión con respecto al centro del segmento de PI a P2' Por tanto, Po
• • l1li
•
el paralelogramo P = 6. U cr(6.) también es elemental, y sus traslaciones con
vectores de coordenadas enteras teselan el plano. Por tanto, {PI -Po, P2 -Po}
es una base de la retícula Z2, la matriz correspondiente tiene determinante ±1,
P es un paralelogramo de área 1 y 6. tiene área ~. (Explicamos estos términos
en el recuadro de arriba.) O •
l1li
• • • • •
Teorema. El área de cualquier polígono Q ~ ffi.2, no necesariamente con- • • •
vexo, pero con vértices enteros, viene dada por
• • •
1
A(Q) = nint + 2nfr - 1, • • •
.10nde nint Y nfr son, respectivamente, el número de puntos con coordenadas • =•11 Y• = 8, •portanto
nin,
• A•= 14•
nlr
enteras en el interior yen lafrontera de Q.
70 Tres aplicaciones de la fórmula de Euler
Todo triángulo tiene tres lados, y cada uno de los eint lados interiores separa
dos triángulos, mientras que los ejr lados en la frontera sólo aparecen en un
único triángulo cada uno. Por tanto, 3(f - 1) = 2eint + ejr, y por tanto
f = 2 (e - f) - efr + 3. Además, el numero de aristas y vértices en la frontera
es el mismo, efr = njr. Estos dos hechos, junto con la fórmula de Euler, dan
f 2(e-f)-efr+ 3
2(n - 2) - nfr +3 = 2nint + nfr - 1,
y por tanto
A(Q) ~(f - 1) D
Q~...qn-l
q2 003 oon-l _____
002
ql qn
, /
/
/
/
-'- --
"""-,
Un precioso ejemplo de superficie flexi-
ble construido por Klaus Steffen: las lí- ,/'
Y-,
/\-
'
\,
-, -----.
neas discontinuas representan las aristas
no convexas en este desarrollo del po- \
liedro. Doble las líneas continuas como \,
"montañas" y las discontinuas como \
"valles". Las aristas del modelo tienen \
longitudes 5, 10, 11, 12 Y 17 unidades.
[1] A. CAUCHY: Sur les polygones et les polyedres, seconde mémoire, J. École Poly-
technique XVle Cahier, Tome IX (1813), 87-98; CEuvres Completes, He Série,
Vol. 1, Paris 1905,26-38.
[2] R. CONNELLY: A counterexample to the rigidity conjecture for polyhedra, Inst.
Haut. Etud. Sci., Publ. Math. 47 (1978), 333-338.
[3] R. CONNELLY: The rigidity of polyhedral surfaces, Mathematics Magazine 52
(1979),275-283.
[4] I. KH. SABITOV: The volume as a metric invariant ofpolyhedra, Discrete Com-
put. Geometry 20 (1998), 405-425.
[5] 1. SCHOENBERG & S.K. ZAREMBA: On Cauchy's lemma conceming convex
polygons, Canadian J. Math. 19 (1967), 1062-1071.
¿ Cuántos en ]Rd de ma-
nera que en contacto dos a es que todas las intersec-
ciones dos a dos tengan dimensión (d - 1)?
Esta es una cuestión antigua y muy natural. Sea f (d) la solución de este
problema, y anotamos f(l) = 2. Para d = 2 la configuración de los cuatro
triángulos en el margen muestra que f(2) ?::: 4. No existe una configuración
similar con cinco triángulos, ya que la construcción dual de ésta - que en
nuestro ejemplo de los cuatro triángulos conduce a un dibujo plano de K4 -
proporcionaría un dibujo plano de K 5 , algo imposible (véase la página 67).
Por tanto, tenemos f(2) 2: 4
f(2) = 4.
En tres dimensiones es fácil ver que f(3) ?::: 8. Para ello, utilizamos la confi-
guración de ocho triángulos que aparece a la derecha.
Los cuatro triángulos sombreados están unidos a un punto x por debajo del
'plano del dibujo", proporcionando cuatro tetraedros que tocan el plano desde
abajo. De manera similar, los cuatro triángulos blancos están unidos a un
punto y por encima del plano del dibujo. Por tanto, obtenemos una configura-
ción de ocho tetraedros en contacto en ]R3, esto es, f(3) ?::: 8.
En 1965, Baston escribió un libro en el que probaba que f(3) :::; 9, yen 1991 f(3) 2: 8
Zaks tuvo que escribir otro libro para establecer que
f(3) = 8.
(-l,l)T
en su interior (para algún a con -1 < a < O), mientras que el origen O queda
fuera de todos los símplices.
Ahora obtenemos una segunda copia ~2 de esta configuración reflejando la
primera respecto del hiperplano dado por Xl = X2. Esta segunda configu-
---
ración tiene al eje X2 como recta transversal, y cada símplice contiene un
segmento
S2({3) = {(X1,{3,0, ... ,0)T:-1:S;X1:S;1}
en su interior, con -1 < {3 < O. Pero cada segmento SI ( a) interseca a cada
(-1, -l)T (O, _l)T segmento S2 ({3), y por tanto el interior de cada símplice de ~1 interseca a cada
símplice de ~2 en su interior. En consecuencia, si añadimos una coordenada
(d + l)-ésima, Xd+1, Y escogemos ~ como
{conv(Pi U {-ed+1}) : Pi E ~1} U {conv(Pj U {ed+d): Pj E ~2},
: ,
, obtenemos una configuración de (d + 1) símplices en contacto en jRd+ 1. Aún
más, la diagonal
A = {(x,-x,O, ... ,Of:XEjR} ~ jRd
O 1 O 1
B= -i -1 1 O O
( -1 1 O
O -1 -1
1
O
O
O
n n
Ahora, obtenemos a partir de B una nueva matriz e en la cual cada fila de B
queda reemplazada por todos los vectores fila que pueden generarse a partir
de ella cambiando todos los ceros por +1 ó -1. Ya que cada fila de B tiene
s - d - 1 ceros, y B tiene r filas, la matriz e tiene 2 s - d - I r filas.
78 Símplices en contacto
Para nuestro ejemplo, esta matriz C es una matriz (32 x 6) que comienza
1 1 1 1 1 1
1 1 1 1 1 -1
1 1 1 -1 1 1
1 1 1 -1 1 -1
1 -1 1 1 1 1
1 -1 1 1 1 -1
C= 1 -1 -1 1 1
1
1 -1 1 -1 1 -1
-1 -1 1 1 1 1
-1 -1 1 1 1 -1
La primera fila de la matriz e repre- Sin embargo, en C no aparecen todos los (±1)-vectores, lo cual conduce a una
senta el triángulo sombreado, mientras desigualdad estricta 28-d- 1 r < 28 , Y portanto r < 2 d + 1 . Para ver esto, nótese
que la segunda fila corresponde a una in- que cada fila de C representa una intersección de semi espacios - exactamente
tersección vacía de los semiespacios. El
punto x lleva al vector como para las filas de B en el caso anterior, mediante la fórmula (*).
Esta intersección es un subconjunto del símplice Pi, que vino dado mediante
(1 -1 1 1 -1 1) la correspondiente fila de B. Tomemos un punto x E lR. d que no esté en
ninguno de los hiperplanos H j , y tampoco en ninguno de los símplices Pi. A
que no aparece en la matriz e
partir de este x obtenemos un vector con entradas ±1 que indica para cada j si
x E Ht o x E H j-. Este (±1 )-vector no aparece en C, porque la intersec-
ción correspondiente de semiespacios contiene a x, de acuerdo con (*), y por
tanto no está contenido en ningún símplice Pi. O
Q* := g(x - y) E JP;.d : x, y E Q}
en lugar de Q. No es difícil: en primer lugar, Q* es d-dimensional, convexo
y centralmente simétrico. Se puede comprobar que Q* es un politopo (sus
vértices son de la forma ~ (qi - qj)' donde qi' qj son vértices de Q), pero esto
no es importante para nosotros.
A continuación demostraremos que Q + Si Y Q + Sj se tocan si y sólo si
Q* + Si Y Q* + Sj se tocan. Para ello, observamos, siguiendo los pasos de
Minkowski, que
-{==?
I qi'
:3 qi' " qj'
I qj" E Q.. 2"1 (1
qi + Si
- qi") -_ 2"
1 (1
qj - qj") + Sj
-{==?
"Cl
qi)
::J
I qj" E Q.. 2"1 (1
I qi" ,qj) qi + qj") + Si -_ 2"1 (1
qj + qi") + Sj
-{==? :3qi) qj E Q : qi + Si = qj + Sj
se tiene que
x - Si E Q* y x - Sj E Q*,
por tanto, como Q* es centralm:ente simétrico,
y, como Q* es convexo,
Hemos demostrado que ~ (Si + Sj) está contenido en Q* + Sj para todo i. Por
tanto, para P := conv(S) obtenemos
Teorema 2. Para todo d ::::: 2 existe un conjunto S ~ {O, l}d de 2l v;: (~) dJ
d
puntos en IFt (vertices del cubo unitario d-dimensional) que determinan sólo
ángulos agudos.
En particular, en dimensión d = 34 existe un conjunto de 72 > 2·34 - 1
puntos que sólo tiene ángulos agudos.
Cualquier conjunto con muchos puntos tiene un ángulo obtuso 83
Llamamos a (i,j, k) una terna mala si esto ocurre. (Si x(i) = x(j) ó
x(j) = x(k), el ángulo no está definido pero la tema (i,j, k) es claramente
mala.)
La probabilidad de que una tema fija sea mala es exactamente (~) d: la tema
será buena si y sólo si para una de las d coordenadas f! se tiene
Esto nos deja un total de seis posibilidades malas de un total de ocho igual-
mente probables, y una tema será mala si y sólo si ocurre una de las opciones
malas (con probabilidad ~) para cada una de las d coordenadas.
El número de temas que tenemos que considerar es 3 e;;n), ya que hay e;;n)
conjuntos de tres vectores y en cada uno de ellos tenemos tres posibles vérti-
ces. Por supuesto, las probabilidades de que distintas temas sean malas no son
independientes, pero la linealidad de la esperanza (que es lo que se obtiene
al hacer el promedio entre todas las posibles selecciones, véase el apéndice)
dice que la esperanza del número de temas malas es exactamente 3 (3;;n) (~) d.
Esto quiere decir - y es en este punto cuando el método probabilístico mues-
tra su potencia - que hay alguna elección de los 3m vectores para la que hay
como mucho 3 (3;;n) (~)d temas malas, donde
EX = L p(w)X(w).
wESl
Si X e Y son dos variables aleatorias en D, la suma X +Y es también una
variable aleatoria, y se tiene que
Prob(X;::: a) = L p(w)
w:X(w)2:a
la probabilidad de que X sea mayor o igual que cierto a > O. Entonces
[1] L. DANZER & B. GRÜNBAUM: Über zwei Probleme bezüglich konvexer Korper
von P. Erdos und von V. L. Klee, Math. Zeitschrift 79 (1962), 95-99.
[2) P. ERDÓS & Z. FÜREDI: The greatest angle among n points in the
d-dimensional Euclidean space, Annals of Discrete Math. 17 (1983), 275-283.
[3) H. MINKOWSKI: Dichteste gitterformige Lagerung kongruenter Korper, Nachri-
chten Ges. Wiss. Géittingen, Math.-Phys. Klasse 1904, 311-355.
El artículo que Karol Borsuk publicó en 1933, con el título "Three theorems on
the n-dimensional euclidean sphere", tiene bastante fama porque contiene un
importante resultado (conjeturado por Stanislaw Ulam) que ahora se conoce
como el teorema de Borsuk-Ulam:
f(d) :S (1.23)d
para d suficientemente grande. Esta cota parece débil en comparación con la
conjetura "f(d) = d + 1", pero en 1993 de pronto se convirtió en razonable
cuando Jeff Kahn y Gil Kalai refutaron la conjetura de Borsuk de manera muy
sorprendente. Sesenta años tras la publicación del artículo de Borsuk, Kahn y
Kalai probaron que f(d) 2 (1.2)Vd para d suficientemente grande.
Una versión de El Libro de la demostración de Kahn y Kalai fue dada por
A. Nilli. De manera breve, y sin hacer referencia a otros teoremas, proporciona
un contraejemplo explícito de la conjetura de Borsuk en dimensión d = 946.
Presentamos una modificación de esta demostración, dada conjuntamente por
Andrei M. Raigorodskii y Bernulf WeiBbach, que reduce la dimensión hasta Cualquier símplice de dimensión d
d = 561 (y se puede llegar incluso a d = 560). El "récord" actual es d = 298, puede descomponerse en d + 1 partes,
conseguido por Aicke Hinrichs y Christian Richter en el 2002. todas ellas de menor diámetro.
86 La conjetura de Borsuk
Teorema. Sea q = pm la de un n := - 2, Y d := G) =
(2q - 1)(4q 3). Entonces existe un conjunto S <:;;; {+1, -l}d de 2 n - 2
puntos en lR d tal que cualquier partición de S en partes de menor diámetro
que S tiene, al menos,
R := {xxT:XEQ}
y
En nuestra notación, los vectores x, y, ... son vectores columna y los
vectores transpuestos x T , yT, ... son vectores fila. El producto de ma-
trices xx T es una matriz de rango 1, con (XXT)ij = XiXj.
Si x, y son vectores columna, entonces su producto escalar es
T (x,y) = LXiYi =
X ( 1 -1 -1 1 -1)
1 -1 -1 1
xx T
=
(
-1
-1
1
1
1-1
1-1
1 -1 -1 1 -1
-i) También necesitaremos productos escalares para matrices X, Y E
lR nxn que se pueden interpretar como vectores de longitud n 2 . Por
tanto, su producto escalar es
-1 1 1-1 1
(X, Y) .- L XijYij'
i,j
La conjetura de Borsuk 87
g(q) .-
partes. En consecuencia,
g(q) >
e
64q2
(27)q
16 '
P(z) = z-
( q-2
2) = (z - 2)(z - 3) ..... (z - q + 1)
(q-2)(q-3)· ...... ·2·1
Por otra parte, si z t=- O, 1 (mod q), entonces en el numerador de (*) aparece
un factor que es divisible entre q = pm. Al mismo tiempo, en este producto
faltan factores de dos clases de residuos adyacentes no nulas: uno representa a
números que no contienen ningún factor p, y el otro tiene menos factores p que
q = pm. Por tanto, hay más factores p en el numerador que en el denominador,
y el cociente resulta ser divisible entre p. . D
x
Los vectores E Q ~ {+ 1, _l}n satisfacen Xl = 1 Y x;
= 1. Por tanto, las
substituciones no cambian los valores de F y (x) en el conjunto Q. Tampoco
aumentan el grado, con lo cual el grado de F y (x) es a lo sumo q - 2.
Supongamos que exista una relación de la forma ¿YEQ' ayF y (x) = O tal
que no todos los coeficientes ay son cero. Tras multiplicar por un escalar
apropiado, podemos suponer que los coeficientes son enteros, pero no todos
ellos divisibles entre p. En este caso, para todo y E Q' la evaluación en
x := y conduce a que ayF y(y) es divisible entre p, y de aquí que haya de
serlo ay, ya que F y(y) no lo es.
j"fl'w,'lu~i¡iln 5. IQ'I está acotado por el número de monomios libres
de cuadrados en n - 1 variables y de grado a lo sumo q - 2, es decir,
por ¿¡::g (n~l).
~
4 ~ (M(x), M(y)) = 2(U(x), U(y)) + n,
M(x)
esto es,
~1
n
(U(x), U(y)) ~ -"2 + 2,
y la igualdad se da si y sólo si x e y son casi-ortogonales. Puesto que todos
los vectores U(x) E S tienen la misma longitud V(U(x), U(x)) = Iff),
la distancia máxima entre puntos U (x), U (y) E S se alcanza exactamente
cuando x e y son casi-ortogonales.
Detalles de (4): Para q = 9 tenemos g(9) :=::ó 758.31, que es mayor que
4
d + 1 = e2 ) + 1 = 562.
Con el fin de obtener una cota general para d grande, usamos la monotonía y
unimodalidad de los coeficientes binomiales, y las estimaciones n! > e( -;)n
90 La conjetura de Borsuk
(4q) ! e 4q (~) 4q
= q q!(3q)! < q e (;)q e en 3q = 4q2 (256) q.
e 27
f(d) 2 g(q)
Referencias
[1] K. BORSUK: Drei Satze über die n-dimensionale euklidische Sphiire, Fundamenta
Math. 20 (1933),177-190.
[2] A. HINRICHS & C. RICHTER: New sets with large Borsuk numbers, Preprint,
February 2002,10 pages; Discrete Math., to appear.
[3] J. KAHN & G. KALAI: A counterexample to Borsuk's conjecture, Bulletin Amer.
Math. Soc. 29 (1993), 60-62.
[4] A. NILLI: On Borsuk's problem, in: "Jerusalem Combinatorics '93" (H. Barcelo
and G. Kalai, eds.), Contemporary Mathematics 178, Amer. Math. Soc. 1994,
209-210.
[5] A. M. RAIGORODSKII: On the dimension in Borsuk's problem, Russian Math.
Surveys (6) 52 (1997), 1324-1325.
[6] O. SCHRAMM: Illuminating sets of constant width, Mathematika 35 (1988),180-
199.
[7] B. WEISSBACH: Sets with large Borsuk number, Beitrage zur Algebra und
Geometrie/Contributions to Algebra and Geometry 41 (2000), 417-423.
[8] G. M. ZIEGLER: Coloring Hamming graphs, optimal binary codes, and the 0/1-
Borsuk problem in low dimensions, Lecture Notes in Computer Science 2122,
Springer-Verlag 2001,164-175.
Ii I'"
16
Conjuntos, funciones
y la hipótesis del continuo 93
17
Aquellas maravillosas
desigualdades 1 09
18
Un teorema de Pólya
sobre polinomios 117
19
Sobre un lema
de Littlewood y Offord 123
20
La cotangente
y el truco de Herglotz 127
21
La aguja de Buffon 133
del hotel le dice: Lo siento, todas las habitaciones están ocupadas. No hay
problema, le contesta el recién llegado, cambie al cliente Cl a la habitación 2,
a C2 a la 3, a C3 a la 4, y así sucesivamente, y yo me quedaré con la 1. Ante la
sorpresa del director (que no es matemático) la idea funciona; sigue pudiendo
x alojar a todos los clientes, ¡más el recién llegado x!
Ahora está claro que también podemos alojar a un nuevo cliente y, y a otro z,
y así sucesivamente. Por tanto, al contrario que en el caso de conjuntos finitos,
puede ocurrir que un subconjunto propio de un conjunto infinito M tenga el
mismo tamaño que M. De hecho, como veremos, esta propiedad caracteriza
el tamaño infinito: un conjunto es infinito si y sólo si tiene el mismo tamaño
que alguno de sus subconjuntos propios.
Abandonemos el hotel de Hilbert y volvamos a nuestros familiares conjuntos
de números. El conjunto Z de los enteros también es numerable, ya que po-
demos ponerlo de la forma Z = {O, 1, -1,2, -2, 3, -3, ... }. Puede resultar
más sorprendente que el conjunto de los números racionales también se puede
enumerar de una forma similar.
Teorema 1. El conjunto Ql de los números racionales es numerable.
U Mn = {an, a21, a12, a13, a22, a31, a41, a32, a23, a14,··· }
n=l
exactamente igual que antes.
Detengámonos un poco más en el proceso de enumeración de Cantor de los
racionales positivos. Directamente de la figura obtenemos la sucesión
121 1 2 3 432 1 1 2 345
l' l' 2' 3' 2' l' l' 2' 3' 4' 5' 4' 3' 2' l' .,.
y después tenemos que eliminar los números repetidos, como ~ = ó %= ~. t
Hay una enumeración que es todavía más elegante y sistemática, y que no
contiene repeticiones - encontrada recientemente por Neil Calkin y Herbert
Wilf. La lista comienza de la siguiente forma:
1 121 3 2 3 143 5 2 534
l' 2' l' 3' 2' 3' l' 4' 3' 5' 2' 5' 3' 4' l'
El denominador del n-ésimo número racional es igual al numerador del
(n+ l)-ésimo. En otras palabras, la fracción n-ésima es b(n)jb(n + 1), donde
(b( n) ) n2':0 es una sucesión que comienza con
(1, 1, 2, 1, 3, 2, 3, 1,4,3, 5, 2, 5, 3, 4, 1,5, ... ).
Conjuntos, funciones y la hipótesis del continuo 95
Esta sucesión fue estudiada por vez por el matemático alemán Moritz
1
Abraham Stem, en un artículo de 1858, y es conocida como la "serie diatómica
de Stem." ¿Cómo se obtiene esta sucesión y, por tanto, la enumeración de
Calkin-Wilf de los racionales positivos? Consideremos el árbol binario infinito
/I~
1 2
del margen. Es fácil encontrar su definición recursiva: "2 1
(1) Todas las fracciones que aparecen en el árbol son irreducibles, es decir, si
1
r1r1r1r1r1r1r1r1
~ aparece en el árbol, entonces r y s son primos entre sí. 5"
t
Esto es cierto para el nodo y para el resto lo demostramos por inducción
hacia abajo. Si r y s son primos entre sí, tanto r y r + s como s y r + s lo son.
x
l+x x+1
Utilizamos esto para generar un árbol binario infinito (sin raíz) de la siguiente
forma:
o
1
o
1
o
~I
1
"5
Conjuntos, funciones y la hipótesis del continuo 97
y+1 1 1 1
f(x) = 1 + k(y + 1) + 1- Y¡l
Y!l + k k LxJ+1-{x}'
Por tanto, hemos determinado una bonita expresión para el sucesor f (x) de x,
encontrada muy recientemente por Moshe Newman:
La función
1
x 1----+ f(x) = LxJ+1-{x}
genera la sucesión de Calkin-Wilf
lJ---+lJ---+~J---+lJ---+.:?J---+.:?J---+.:?J---+lJ---+i!J---+
1 2 1 3 2 3 1 4 3
donde ani E {O, 1, ... ,9} para todo n e i. Por ejemplo, 0.7 0.6999 ...
Consideremos ahora la lista doblemente infinita
TI 0.aUaI2aI3···
T2 0.a2Ia22a23···
Para todo n, elegimos bn E {1, ... , 8} distinto de ann ; es evidente que esto
es posible. Entonces b = 0.b I b2 b3 ... bn ... es un número real de M y, por tanto,
debe aparecer en la lista anterior. Pero es imposible que b = Tk, ya que bk es
distinto de akk. ¡Yeso es todo! O
Continuemos un poco más con los números reales. Obsérvese que los cua-
tro tipos de intervalos (0,1), (O, 1]' [O, 1) Y [0,1] tienen el mismo cardinal.
Como ejemplo, lo vamos a comprobar para (0,1] Y (0,1). La aplicación
f: (0,1] ----+ (0,1), x 1----+ y definida por
¡
2.
2
x para ~ < x S; 1,
2.- x para 4
I
<x<- I
2'
y:= ~ <
s-x para S
I
<X - I
4'
Que los intervalos finitos e infinitos tengan el mismo cardinal puede resultar
razonable tras algo de reflexión, pero he aquí otro hecho que seguramente
resulte más contrario a nuestra intuición.
Teorema 3. El conjunto l8I. 2 de todos los pares ordenados de números reales
(es decir, el plano real) tiene el mismo cardinal que R
~ 9 ~
Caso 2. Cadena doblemente infinita de elementos distintos
J 9 J 9 f
... ~ mo -----311-- no ~ mI -----311-- nI ~ m2-----311--
9 f 9 f
no ~ mo -----311-- nI ~ mI -----311-- o
en tanto que
g: (0,1] ---+ P(N) \ {0},
define una aplicación inyectiva en la otra dirección.
Hasta ahora conocemos los números cardinales 0, 1, 2, ... , No, Y sabemos que
el cardinal c de lR es mayor que No. El paso de CQl con ICQlI = No a lR con
IlRl = c sugiere de manera inmediata la siguiente pregunta:
¿ Es c = IlRl el siguiente cardinal infinito tras No?
Por supuesto, nos encontramos con el problema de si siquiera existe el cardinal
siguiente o, en otras palabras, si NI tiene sentido. Lo tiene - daremos un
esquema de la demostración de este hecho en el apéndice de este capítulo.
La afirmación c = NI es conocida como la hipótesis del continuo. La pregunta
de si la hipótesis del continuo es cierta fue durante décadas uno de los mayores
retos de las matemáticas. La respuesta nos lleva a los límites de la lógica: Kurt
Godel y Paul Cohen demostraron que la afirmación c = NI es independiente
de los axiomas de Zermelo-Fraenkel, de la misma forma que el axioma de las
paralelas es independiente del resto de los axiomas de la geometría euclídea.
Existen modelos en los que se verifica c = NI Y existen otros modelos de la
teoría de conjuntos donde se verifica c i- NI.
A la vista de este hecho, es interesante preguntar si existen otras condiciones
(por ejemplo, del análisis) que sean equivalentes a la hipótesis del continuo.
Es natural preguntar por un ejemplo del análisis, ya que históricamente las
primeras aplicaciones importantes de la teoría de conjuntos de Cantor se die-
ron en este campo, más concretamente en la teoría de funciones complejas. A
continuación presentamos uno de estos ejemplos junto con la solución, extre-
madamente simple y elegante, encontrada por Paul Erd6s. En 1962, Wetzel
hizo la siguiente pregunta:
La segunda condición nos asegura que todas las funciones f'Y (O :S r < W1)
son distintas, y la primera es exactamente (1), lo que implica (Po) como hemos
visto anteriormente. Obsérvese que la condición f'Y (w n ) -=1=- gn (w n ) es una vez
más un argumento de diagonalización.
Para construir f'Y escribimos
f'Y(z) ca + c1(Z -wd + c2(Z - wd(z - W2)
+ c3(Z - wd(z - W2)(Z - W3) + ....
y
Comenzaremos preguntando si para cada número cardinal existe un siguiente.
Como primer paso veamos que, dado un cardinal m, siempre existe un cardi-
nal n mayor que m. Para ello utilizamos de nuevo una versión del proceso de
"Una leyenda sobre San Agustín cuenta diagonalización de Cantor.
que, mientras caminaba por una playa y Sea M un conjunto. Veamos que el conjunto P(M) de todos los subconjun-
contemplaba el infinito, vio un niño que tos de M tiene cardinal mayor que M. La aplicación que envía m E M a
intentaba vaciar el océano con una pe- {m} E P (M) demuestra que M se puede poner en correspondencia biyectiva
queña concha . .. " con un subconjunto de P(M), que es la definición de que ¡M¡ :S ¡P(M)¡.
Conjuntos, funciones y la hipótesis del continuo 105
Tras esta excursión a los números ordinales volvemos a los números cardina-
les. Sea m un número cardinal y sea Om el conjunto de los números ordinales
p tales que Ipl = m. De acuerdo con la proposición 3, existe un menor nú-
mero ordinal Wm en Om, al que llamamos número ordinal inicial de m. Como
ejemplo, w es el número ordinal inicial de ~o. Tras estos preparativos, ya po-
demos demostrar un resultado básico para este capítulo.
Proposición 4. Para todo número cardinal m existe cierto número cardinal
siguiente mayor que m .
!a
Para n = 2, tenemos al a2 :S (al 2 )2 ~ (al - a2)2 2: O, lo cual es cierto.
A continuación procedemos en dos pasos:
110 Aquellas maravillosas desigualdades
P(n) =? P(n - 1)
P(n)
<
n-l
y por tanto TI ak < An - l
k=l
Para (E), vemos que
P(n)
<
para cualquier al, ... , a n , PI, ... ,Pn positivos tales que I.:~=l Pi = 1. En
adelante, denotaremos por G la expresión de la izquierda, y por A la de la
derecha. Podemos suponer que al :s; .. , :s; ano Claramente al :s; G :s; an ,
por tanto debe existir algún k con ak :s; G :s; ak+!. Concluimos que
(1)
~ ai- G A
- -1
~P'-
i=l 2 G G '
y el segundo miembro es igual a
n n
• Demostración. Sea y una de las raíces e Yl, ... ,Yn-l las otras. Enton-
ces el polinomio es (x - y) (x - Yl) ... (x - Yn-l). Por tanto, comparando
coeficientes,
y + Yl + ... + Yn-l,
Y(Yl + ... + Yn-d + LYiYj,
i<j
y obtenemos
n-l
22 2
an-l - an -2 - Y = LY;'
i=l
n-l
< (n - 1) LY; = (n - l)(a;_l - 2a n -2 - y2),
i=l
(0,2)
o
2 2an -l 2(n - 1) n- 2 2
Y + --
n
y+
n
a n -2 - --an-l :s; O.
n
En consecuencia, y (y por tanto todos los Yi) están entre las dos raíces de la
función cuadrática, y estas raíces son precisamente nuestras cotas. D
f'(l) + 1'(-1)
xo = f'(l) f'( -1)'
y en consecuencia
'--- x) + x) (3)
j
con Oí 2" 1, (3j 2" 1 - no teniendo en cuenta un factor constante positivo que
al final se cancelará. Por tanto,
- x) + x)dx.
j
+ x) II ((3j - x)dx,
j
A = J~[
-1
(1-x 2)II(aí- x )II((3j+x) +
' J
> J
-1
1
> J
-1
1
-1) .
j
A > ~(-f'(1)f'(-1))1/2
3 .
114 Aquellas maravillosas desigualdades
ijEE iEV
Y al aplicar la desigualdad de Cauchy a los vectores (dI, ... , dn ) y (1, ... , 1),
se obtiene
nlEI ~ L d; ~ (¿ di )2 = 41E12,
n n
iEV
de donde se sigue el resultado. En el caso de la igualdad vemos que di = d j
para todo i,j, y además que di = ~ (ya que di + d j = n). Puesto que G no
tiene triángulos, de manera inmediata se sigue que G = Kn/2,n/2. O
o
atribuirla.
Sea a el cardinal de un conjunto independiente máximo A, y f3 = n-a.
Puesto que G no tiene triángulos, los vecinos de un vértice i forman un con-
junto independiente, de donde se deduce que di ~ a para todo i.
'----v,----'
di
Aquellas maravillosas desigualdades 115
¿ Qué quiere decir que la longitud total de la proyección eLes menor o igual
que 4? Veremos que eLes una unión finita de intervalos disjuntos h, ... , Jt
y, por tanto, la condición significa que C(h) + ... + C(Jt ) :::; 4, donde C(Jj ) es
la longitud usual de un intervalo.
Haciendo un giro del plano, vemos que es suficiente considerar el caso en que
L es el eje real del plano complejo. Teniendo en cuenta estos comentarios,
veamos el resultado de pólya.
L
Teorema 1. Sea f(z) un polinomio complejo de grado mayor o igual que 1 y
con coeficiente director 1. Sea e = {z E re : If(z)1 :::; 2} y sea R laproyec-
ción ortogonal de e sobre el eje real. Entonces, existen intervalos h, ... , Jt
de la recta real cuya unión recubre R y que satisfacen
De aquí se deduce que x 4 ::; (X2 + y2)2 ::; 4X2 y, por tanto, x2 ::; 4, es decir,
Ixl ::; 2. Por otra parte, todo z = x E ~ tal que Ixl ::; 2 verifica IZ2 - 21 ::; 2,
de donde se deduce que n es el intervalo 2] de longitud 4.
Como primer paso escribimos f(z) = (z - el) ... (z - en) con ek = ak +
ib k , Y consideramos el polinomio real p(x) = (x - ad··· (x - an ). Para
z = x + iy E e, según el teorema de Pitágoras
y
Como Pólya demuestra en su artículo [2], el teorema 2 es, a su vez, una con-
secuencia del siguiente resultado, debido a Chebyshev. Para que este capítulo
sea autocontenido hemos incluido una demostración en el apéndice (siguiendo
una bonita exposición de Pólya y Szeg6).
Teorema de
Todo polinomio real p( x) de grado n ;::: 1 con coeficiente director 1 verifica
1
_~';~llp(x)1 ;::: 2n - l ·
Este corolario nos deja muy cerca del resultado del teorema 2. Si el conjunto
p = {x : Ip( x) I :S: 2} es un intervalo, la longitud de P es menor o igual
que 4. Sin embargo, el conjunto P puede no ser un intervalo, como en el
ejemplo mostrado en la figura, en el que P está formado por dos intervalos.
¿Qué podemos decir sobre P? Como p(x) es una función continua, sabemos
inmediatamente que P es una unión de intervalos cerrados disjuntos 11 , h, ... ,
y que p( x) toma los valores 2 ó -2 en cada extremo de un intervalo 1j. De
aquí se deduce que hay un número finito de intervalos h, ... , ft, ya que p( x)
sólo puede tomar un valor dado un número finito de veces. Para el polinomio p( x) = x2 (x - 3) se
La maravillosa idea de Pólya fue construir otro polinomio f5( x) de grado n, tieneP = [1-V3, l]U[l+V3, ~ 3.2]
también con coeficiente director 1, Y tal que 15 = {x : 1f5( x ) I :S: 2} es un
intervalo de longitud al menos f(h) + ... + C(1t). Entonces, el corolario
demuestra que f(h) + ... + C(1t) :S: C(15) :S: 4, y hemos terminado .
Si, por el contrario, x E entonces Ir(x - d)1 :::; Ir(x)1 y, por tanto,
con
1 ........... .
Teorema. Sea p(i) un polinomio real de grado n 2': 1 con coeficiente direc-
tor 1. Entonces .
1
_~';~llp(x)1 2': 2n - 1 '
Antes de comenzar, veamos algunos ejemplos donde se da la igualdad. En
el margen se muestran las gráficas de los polinomios de grado 1, 2 Y 3 que
alcanzan la igualdad. De hecho, veremos que hay exactamente un polinomio
en cada grado que alcanza la igualdad en el teorema de Chebyshev.
(H) Dado cualquier polinomio en coseno h( {}) de grado n (es decir, tal que An
es el último coeficiente no nulo)
Demostración de (A). Para conseguir (2) a partir de (1), tenemos que expresar
las potencias (cos {})k como polinomios en coseno. Por ejemplo, de la fórmula
para el coseno del ángulo doble
se deduce que cos 2 {} = ~ cos 2{} + ~. Para hacer esto con una potencia
arbitraria (cos {}) k introducimos los números complejos mediante la relación
eix = cos x + i sen x. Los números eix son los complejos de módulo 1 (véase
el recuadro sobre raíces complejas de la unidad de la página 25). En particular,
esto proporciona la igualdad
(5)
122 Un teorema de Pólya sobre polinomios
Igualando las partes reales de (4) y (5) se obtiene, utilizando que i 4H2 =
e
i 4f = 1 Y que sen 2 = 1 - cos 2 e,
cos mJ L: (:e) (cos 19t- 4f
(1 - cos 2 'l9)2f
f?:O
(6)
-L:( n )(cOS'l9)n-4e-2(I_Cos 2 'l9)2Hl.
e?:o 4,(i +2
Por tanto, cos n'l9 es un polinomio en cos 'l9,
cos n'l9 = cn ( cos 'l9)n + Cn-l (cos 'l9)n-l + ... + Co. (7)
A partir de (6) se obtiene que el coeficiente director es
1 se verifica para
Lk2:0 (2~)
L: (:e) + L: (4,(i:2)
n
= 2 -
[1] P. L. CEBYCEV: (Euvres, Vol. l, Acad. Imperiale des Sciences, St. Peters-
burg 1899, pp. 387-469.
[2] G. PÓLYA: Beitrag zur Verallgerneinerung des Verzerrungssatzes auf rnehifach
zusarnrnenhiingenden Gebieten, Sitzungsber. Preuss. Akad. Wiss. Berlin (1928),
228-232; Collected Papers Vol. l, MIT Press 1974,347-351.
[3] G. PÓLYA & G. SZEGO: Problerns and Theorerns in Analysis, Vol. 1I, Springer-
Verlag, Berlin Heidelberg New York 1976; Reprint 1998.
En 1943, Littlewood y Offord demostraron el siguiente resultado mientras tra-
bajaban en la distribución de raÍCes de ecuaciones algebraicas:
Sean al, a2, ... ,a n números complejos con Iai I 2: 1 para todo i,
y consideremos los 2n combinaciones lineales 2:7=1 Eiai tales que
Ei E {1, -1}. Entonces el número de sumas 2:7=1 Eiai contenidas
en el interior de cualquier circunferencia de radio 1 no es mayor que
2n
e fo log n para alguna constante e > O.
Unos años más tarde, Paul Erd6s mejoró esta cota eliminando el término log n,
pero lo que aún es más interesante, pudo demostrar que esta afirmación es una
sencilla consecuencia del teorema de Spemer (véase página 151).
Para hacerse una idea de este argumento, consideremos el caso en el que todos
los ai son reales. Podemos incluso suponer que todos ellos son positivos,
cambiando ai por -ai Y Ei por -Ei cuando ai < O. Suponemos ahora que un
conjunto de combinaciones 2: Eiai está contenido en el interior de un intervalo John E. Littlewood
de longitud 2. Sea N = {1, 2, ... ,n} el conjunto total de índices. Para cada
2: Eiai ponemos 1 := {i E N : Ei = 1}. Ahora, si 1 ~ I' para dos de estos
conjuntos, concluimos que
¿E~ai - ¿Eiai = 2 ¿ ai 2: 2,
iEI'\I
El teorema de "'I""AlI""'. El tamaño de
una cóntradicción. Por tanto, los conjuntos 1 forman una anticadena, y por el cualquier anticadena de subconjuntos
teorema de Spemer hay como mucho (Ln/2J) de aquellas combinaciones. De de un conjunto de n elementos es como
la fórmula de Stirling (véase página 11) se sigue que
mucho (Ln/2J)'
para algún e > O.
una demostración para los números complejos (o, lo que es lo mismo, para el
plano ]R2). Sus demostraciones usaron de manera explícita que el plano tiene
dimensión 2, y no quedaba claro en absoluto cómo extender su resultado para
el caso de espacios vectoriales reales de dimensión finita.
Entonces, en 1970 Kleitman demostró toda la conjetura en espacios de Hilbert
mediante un argumento de asombrosa sencillez. De hecho, demostró aún más.
Su argumento es un todo un ejemplo de lo que se puede conseguir con la
hipótesis de inducción adecuada.
Unas palabras de ánimo para los lectores que no están familiarizados con los
espacios de Hilbert: No los necesitamos realmente. Ya que sólo trataremos
con un número finito de vectores aí, basta considerar el espacio vectorial
real]Rd con el producto escalar usual. He aquí el resultado de Kleitman.
Teorema. Sean al, ... , a n vectores en ]Rd, cada uno de longitud por
lo menos 1, y consideremos k regiones abiertas R l , ... , Rk de ]Rd,
de manera que Ix yl < 2 para cualesquiera x, y contenidos en la
misma región Rí.
Entonces el número de combinaciones lineales I:7=l Siai, de modo
que Si E {1, -1}, que pueden estar dentro de la unión Ui Ri de las
regiones es como mucho la suma de los k mayores coeficientes bino-
miales (~).
En particular, para k = 1 obtenemos la cota (Ln/2J).
En efecto, para n par obtenemos (n/2) sumas igual a O, (n/~-l) sumas igual
a (-2)a, (n/~+1) sumas igual a 2a, y así sucesivamente. Eligiendo bolas de
radio 1 alrededor de
(~), (r~l)' ... , G) son los k mayores coeficientes para n. Ahora la recursión
G) = (n~l) + G~;) implica que
t(n~l)+t(~~n
1,=7' 'l,=T
~ (n ~ 1) + .I (n -1)
1 (1)
itl (n ~ 1) +~ (n ~ 1),
y un cálculo fácil nos muestra que la primera expresión suma los k+ 1 mayores
coeficientes binomiales (n~ 1 ), y la segunda los k - 1 mayores.
La demostración de Kleitman sigue un razonamiento por inducción sobre n,
siendo el caso n = 1 trivial. Teniendo en cuenta (1), para el paso de inducción
sólo tenemos que demostrar que las combinaciones lineales de al, ... , a n
que están en k regiones disjuntas se corresponden de manera biyeetiva con
combinaciones de al, ... ,an-l que están en k + 1 ó k - 1 regiones.
[1] P. ERDOS: On a lemma of Littlewood and Offord, Bulletin Amer. Math. Soco 51
(1945), 898-902.
[2] G. KATONA: On a conjecture of Erdffs and a stronger form of Sperner's
theorem, Studia Sci. Math. Hungar. 1 (1966), 59-63.
[3] D. KLEITMAN: On a lemma of Littlewood and Offord on the distribution of cer-
tain sums, Math. Zeitschrift 90 (1965), 251-259.
[4] D. KLEITMAN: On a lemma ofLittlewood and Offord on the distributions oflinear
combinations ofvectors, Advances Math. 5 (1970),155-157.
[5] J. E. LITTLEWOOD & A. C. OFFORD: On the number of real roots of a
random algebraic equation 1Il, Mat. USSR Sb. 12 (1943), 277-285.
¿Cuál es la fórmula más interesante que involucra funciones elementales? En
su bonito artículo [2], cuya exposición seguiremos bastante de cerca, Jürgen
Elstrodt nos propone como un primer candidato el desarrollo en fracciones
parciales de la función cotangente:
1 00 1 1
'ircot'irX = - + (-- + --) (x E ffi.\Z).
X n=l X + n x-n
Esta fórmula tan elegante fue probada por Euler en el § 178 de su Introductio
in Analysin Injinitorum del año 1748, y ciertamente es uno de sus hallazgos
más bellos. Se puede escribir de manera todavía más elegante como
N 1
'ir cot 'irX lim "" - - (1)
N-+oo L-,¡ X + n
n=-N
pero hay que tener en cuenta que la evaluación de la suma ¿nEZ x~n es un
tanto delicada, ya que tan solo es condicionalmente convergente. Por tanto, su
valor depende del orden en que se sume. Gustav Herglotz
Deduciremos (1) mediante un argumento asombrosamente sencillo, que se
atribuye a Gustav Herglotz - el "truco de Herglotz." Para empezar, ponemos !
N 1
f(x) := 'ir cot 'ir X , g(x) := lim "" - -
N -+00 L-,¡ X + n' f(x)
n=-N
e intentamos demostrar que estas funciones tienen tantas propiedades en común
que en realidad deben coincidir.
CA) Las funciones f y g están definidas para todos los valores no enteros, y
en ellos son continuas.
Para la función f (x) = 'ir cot 'irX = 'ir ~~~ ;~ , esto es claro (véase la figura).
x
Para g(x), primero usamos la identidad _+1 x n + _1_x-n = - n }x -x 2 para reescribir
la fórmula de Euler como
1 00 2x
'ir cot 'irX ; - n=l
L
n 2 x2· (2)
Por tanto, para CA) tenemos que demostrar que para todo x ~ Z, la serie La función f (x) = 'ir cot 7TX
00 1
L
n=l
n 2 -x2
11'1
L
n=-N
x+n'
ii entonces
I
1
N 1 N+1 1
II
¡I
L
n=-N
x+1+n L
n=-N+l
x+n
1'1
1 1
gN-l (x) + -x-+-N- + -x-+-N-+-1
Por tanto, g(x + 1) = lim gN (x
N-+oo
+ 1) = lim gN-l (x) = g(x).
N-+oo
(C) Tanto f como 9 son funciones impares, lo cual quiere decir que tenemos
1 I f(-x) = -f(x) y g(-x) = -g(x) para todo x E ffi.\Z.
i
l' La función f obviamente tiene esta propiedad, y para ver que 9 también la
tiene basta observar que 9N (-x) = -gN (x).
1
Las últimas dos afirmaciones constituyen el truco de Herglotz: Primero vemos
l' que f y 9 satisfacen la misma ecuación funcional, y en segundo lugar que
h := f - 9 se puede extender de manera continua a todo IR..
1I
'
li (D) Las dos funciones f y 9 satisfacen la misma ecuación funcional:
1 f(~)+f(X!1)=2f(x) y g(~)+g(xtl)=2g(x).
Fórmulas de adición:
1:
1 sen(x + y) = senx cosy + cosx seny Para f (x) esto se sigue de los teoremas de adición para el seno y coseno:
cos(x + y) = cosxcosy - senxseny
===} sen(x + ~) = cos x 7T [COS 1r2X _ sen 1f2X ]
-_. 1
3'. + n
2
+ 1
--;-c;---
x+I
2
+n 2 (-x +-12n+ x + 2n1)
+1
.
Ahora examinaremos la función
1 ¿oo__ 2x )
h(x) = f(x) - g(x) = JrcotJrX - ( -x - . (3)
n 2 - x2
n=l
Llegados a este punto, ya sabemos que h es una función continua en ffi.\Z que
satisface las propiedades ¿Qué le pasa en los valores enteros? A
partir de los desarrollos del seno y del coseno, o aplicando dos veces la regla
de l'Hospital, hallamos que x3 x7
sen x =x- 3T + 5T -
::r;5
7! ± ...
x cosx - senx
lim (cotx
x->O
-~)
X
lim
x->O xsenx
o,
y por tanto también
Pero puesto que la suma L~=I n}::x 2 en (3) converge a O si x -----+ O, tenemos
de hecho que lim h( x) = O, Y por tanto por la periodicidad que
x->O
. Para acabar nuestra historia, veremos de qué manera trató Euler - unos años
más tarde, en 1755 -la serie (4). Empezamos con la fórmula (2). Al multi-
plicar (2) por x y poner y = JrX encontramos para Iyl < Jr que
130 La cotangente y el truco de Herglotz
ycoty
1- 2 000
n-l
y2
-7f2-n-2
1
-1-_-(-y-)--;'-2 .
7rn
1 - 2 L-,
~ ( 1
7f2k
~
L-, n 2k
1 )
y
2k
,
k=l n=l
e iy + e- iy éy e- iy
cosy sen y =
2 2i
lo cual conduce a
eiy + e- iy e2iy +1
y cot y iy ~y
eiY - e- iy e 2iy - 1
Ahora sustituimos z = 2iy, Y obtenemos
z eZ + 1 z z
ycoty = ---
2 e Z -1
-2 + e z -1
(6)
Por tanto, todo lo que nos hace falta es una expansión en serie de potencias de
la función e'=-l; nótese que esta función está definida y es continua en todo lPI.
(para z = O usamos la serie de la función exponencial, o de manera alternativa
la regla de l'Hospital, lo cual nos da el valor 1). Escribimos
(7)
z
La cotangente y el truco de Herglotz 131
De nuestra tabla de los números de Bemoulli obtenemos así otra vez la suma
;2
L = ~2 del capítulo 6, y además las relaciones darÍus perrpída~
commodiori modo
00 1 6917'112
¿
n=l
n 12 = 638512875'
5
El número de Bemoulli BlO = que proporciona el valor de ((10), parece
6 6'
bastante inofensivo, pero el siguiente valor B 12 = - 26i310' que necesitamos
para ((12), contiene el número primo bastante grande 691 en el numerador.
Euler había calculado unos cuantos valores (( 2k ), pero sin darse cuenta de
la conexión con los números de Bemoulli - sólo la aparición del extraño
primo 691 le puso sobre aviso.
Dicho sea de paso, puesto que ((2k) converge a 1 si k ---+ 00, la ecuación (9)
nos dice que los números IB 2k I crecen muy deprisa - algo que no es evidente
a la vista de los primeros valores.
iCios Potefiarum ipfius;r artificio
Por otra parte, sabemos muy poco sobre los valores de la función zeta de continuare licuit, quod adjurud,
R ".
Riemann en los enteros impares k 2: 3; véase la página 41.
La página 131 de la "Introductio in
Analysin Infinitorum" de Euler del año
[1] S. BOCHNER: Book review of "Gesammelte Schriften" by Gustav Herglotz, Bu- 1748
lletin Amer. Math. Soco 1 (1979), 1020-1022.
[2] J. ELSTRODT: Partialbruchzerlegung des Kotangens, Herglotz-Trick und die
Weierstraj3sche stetige, nirgends differenzierbare Funktion, Math. Semesterberi-
chte 45 (1998), 207-220.
[3] L. EULER: lntroductio in Analysin lnfinitorum, Tomus Primus, Lausanne 1748;
Opera Omnia, Ser. 1, Vol. 8. In English: lntroduction to Analysis of the lnfinite,
BookI (translated by J. D. Blanton), Springer-Verlag, New York 1988.
[4] L. EULER: lnstitutiones calculi differentialis cum ejus usu in analysifinitorum ac
doctrina serierum, Petersburg 1755; Opera Omnia, Ser. 1, Vol. 10.
Se dice que un noble francés, Georges Louis Leclerc, Conde de Buffon, pro-
puso el siguiente problema en 1777:
es la de que la
una de las lineas?
Hd
~~ / ,\ t
es decir, el número 2Jj'! debería ser una aproximación de H. Quizás el expe-
\ d
I ,
rimento más largo (y exhaustivo) fue llevado a cabo en 1901 por Lazzarini,
quien supuestamente llegó incluso a construir una máquina para lanzar una
I
aguja 3408 veces (con ~ = ~). Se encontró con que la aguja cruzaba una lí- "
""'-- . ----- ,/
,/
P = PI + P2 + P3 + ...
(Los sucesos en los cuales la aguja cae exactamente sobre una línea, o con
un extremo en una de ellas, tienen probabilidad cero; por tanto, pueden ser
ignorados a lo largo de la discusión del problema.)
Por otro lado, si la aguja es corta, entonces la probabilidad de obtener más
de un cruce es cero, P2 = P3 = ... = O, Y de aquí se obtiene E = p: la
probabilidad que buscamos es precisamente el número esperado de cruces.
Esta reformulación del problema es extremadamente útil, ya que ahora puede
utilizarse la linealidad de la esperanza (véase la página 84). Escribiremos E (e)
para el número esperado de cruces que se obtienen al lanzar una aguja recta
de longitud e. Si esta longitud es e = x + y, y consideramos por separado
su "parte de delante", de longitud x, y su "parte de detrás", de longitud y,
entonces obtenemos
E = ce,
por la linealidad de la esperanza. ¡Para este resultado ni siquiera importa si los
segmentos de recta están unidos de manera rígida o flexible!
La clave para la solución de Barbier al problema de la aguja de Buffon es
OOO(JO considerar una aguja que sea una circunferencia perfecta e de diámetro d,
cuya longitud es x = dlr. Si se lanza esta aguja sobre un papel pautado,
produce siempre dos intersecciones.
La circunferencia puede aproximarse mediante polígonos. hnagínese que
junto a la aguja circular e lanzamos un polígono inscrito Pn , y otro polígono
La aguja de Buffon 135
o
o
Pero también podríamos haberlo hecho utilizando cálculo. La clave para ob-
tener una integral "sencilla" es considerar en primer lugar la pendiente de la
aguja. Supongamos que la aguja cae formando un ángulo a con la horizon-
tal, con a variando en el intervalo O :::; a :::; ~. (Ignoraremos el caso en el
que la aguja cae con pendiente negativa, ya que este caso es simétrico al de
la pendiente positiva y tiene la misma probabilidad.) Una aguja que cae con
ángulo a tiene altura f!. sen a, y la probabilidad de que cruce una de las líneas
horizontales separadas por una distancia d es Ji s':ina. De aquí obtenemos la
probabilidad calculando la media sobre los posibles valores de a: /
p ~ J
1r/2
;:2(f!.[
d - ]arCSen(d/Ji)
cos a o + (7r2" - arcsen fd))
[1] E. BARBIER: Note sur le problhne de l'aiguille et le jeu dujoint couvert, J. Mat-
hématiques Pures et Appliquées (2) 5 (1860), 273-286.
[2] L. BERGGREN, J. BORWEIN & P. BORWEIN, EDS.: Pi: A Source Book, Springer-
Verlag, New York 1997.
[3] G. L. LECLERC, COMTE DE BUFFON: Essai d'arithmétique morale, Appendix
to "HistoÍre naturelle générale et particuliere," Vol. 4, 1777.
[4] D. A. KLAIN & G.-C. ROTA: Introduction to Geometric Probability, "Lezioni
Lincee," Cambridge University Press 1997.
[5] T. H. O'BEIRNE: Puzzles and Paradoxes, Oxford University Press, London 1965.
111 :
,11,
22
El principio del palomar
y el doble recuento 139
23
Tres teoremas famosos
sobre conjuntos finitos 151
24
Barajando el mazo 157
25
Caminos, retículas
y determinantes 167
26
La fórmula de Cayley
para el número de árboles 173
27
Completando cuadrados
latinos 179
28
El problema de Dinitz 185
29
Identidades y biyecciones 191
Esto es tan evidente que no hay nada que demostrar. En el lenguaje de las
aplicaciones el principio dice lo siguiente: sean N y R dos conjuntos finitos
tales que
INI = n > r = IRI,
y sea f : N ---+ R una aplicación. Entonces existe algún a E R tal que
If~l(a)1 2: 2. Es posible incluso escribir una desigualdad más fuerte: existe "El palomar a vista de pájaro"
algún a E R tal que
(1)
En efecto, en otro caso tendríamos If~l(a)1 < !f: para todo a y, por tanto,
n = L If~l(a)1 < r!f: = n, lo que es imposible.
aER
1.
Consideremos el conjunto 1,2,3, ... , 2n y tomemos
n + 1 cualesquiera.Entre ellos hay dos que son primos entre sí.
De nuevo, esto es evidente. Debe haber dos números consecutivos, y por tanto
primos entre sí.
Ahora démosle la vuelta a la afirmación.
,1
de longitud n + 1, o ambas.
En esta ocasión la aplicación del principio del palomar no es inmediata. Aso-
ciemos a cada término ai el número ti, que es la longitud de la sub sucesión
creciente más larga que comienza en ai. Si ti 2': m + 1 para algún i, en-
tonces tenemos una subsucesión creciente de longitud m + 1. Supongamos,
por tanto, que ti S; m para todo i. La función f : ai f----+ ti, que transforma
{al, ... , amn+l} en {1, ... , m} nos dice, según (1), que existe algún valor
s E {1,. " ,m} tal que f(ai) = s para ":' + 1 = n + 1 términos ai. Sean
j' I
aj1' aj2' ... ,ajn+1 (JI < ... < jn+l) tales números. Analicemos dos térmi-
nos consecutivos aji' aji+1' Si aji < aji+1 obtenemos una subsucesión de
longitud s que comienza en aji+1 y, por tanto, una sub sucesión creciente de
El lector puede divertirse demostrando longitud s + 1 que comienza en aji' lo que es imposible, pues f (aji) = s. De
que para mn números la afirmación ya esta forma obtenemos una subsucesióndecreciente ajl > ajz > ... > ajn+l
no es cierta. de longitud n + 1. O
No es tan sencillo demostrar que dim(K 5 ) = 4; para valores mayores de n, 7rl: 1 2 3 5 6 7 8 91011 12 4
de forma sorprendente, la dimensión de Kn sigue siendo 4 hasta n = 12,
7r2: 2 3 4 8 7 6 5121110 9 1
en tanto que dim(K13) = 5. Parece que dim(Kn ) es una función bastante
7r3: 3 4 11112 910 6 5 8 7 2
extraña... pero no es así. Cuando n tiende a infinito, dim(Kn) es, de hecho,
una función bien conocida - y la clave para encontrar una cota inferior es el 7r4: 4 1 210 91211 7 8 5 6 3
principio del palomar. Veamos que Estas cuatro permutaciones represen-
tan K1 2
(2)
Como hemos visto que dim(Kn ) es una función monótona con respecto a n,
es suficiente demostrar (2) para n = 22P + 1, es decir, tenemos que demostrar
que
Supongamos, por el contrario, que dim(Kn ) :S p, y sean 7rl, ... ,7rP las per-
mutaciones que representan a N = {1, 2, ... ,2 2P + 1}. Ahora utilizamos
el resultado sobre sub sucesiones monótonas p veces. En 7rl existe alguna
sub sucesión monótona Al de longitud 22P - + 1, que puede ser creciente o
1
i=l i=l
Doble recuento.
Supongamos que tenemos dos conjuntos finitos R y e y un subconjunto
S ~ R x e. Decimos que p y q son incidentes siempre que (p, q) E S.
Si r p denota el número de elementos incidentes a p E R, y cq denota el
número de elementos incidentes a q E e, entonces
I: c q• (3)
qEC
De nuevo, no hay nada que demostrar. La primera suma clasifica los pares
de S de acuerdo con su primera componente, en tanto que la segunda clasifica
los mismos pares de acuerdo con su segunda componente.
Podemos dibujar el conjunto S de una manera útil. Consideremos la matriz
A = (a pq ),la matriz de incidencia de S, cuyas filas y columnas se correspon-
den con los elementos de R y e, respectivamente, donde
apq={~
si (p, q) E S
e 1 2 3 4 5 6 7 8 si (p,q) tJ. S.
R
1 1 1 1 1 1 1 1 1
2 1 1 1 1 Con esta definición, r p es la suma de la fila p-ésima de A y c q es la suma de
3 1 1 la columna q-ésima. Por tanto, el primer término de (3) suma los elementos
4 1 1 de A (es decir, cuenta los elementos de S) por filas, en tanto que el segundo
5 1 término los suma por columnas.
6 1 El siguiente ejemplo terminará de aclarar esta correspondencia. Pongamos
7 1 R = e = {1, 2, ... , 8}, Y escogemos S = {(i,j) : i divide aj}. Se obtiene
8 1 la matriz del margen, en la cual sólo mostramos los unos.
El principio del palomar y el doble recuento 143
donde el error en cada sumando al pasar de lTJ a Tes menor que 1. Como
la última suma es el n-ésimo número armónico Hn, obtenemos la acotación
Hn -1 < t(n) < Hn que, junto con las estimaciones para Hn de la página 11
nos proporciona
logn-l < Hn-l-.!. < t(n) < Hn < 10gn+1.
n
Hemos demostrado un resultado notable: aunque t( n) es totalmente errática,
la media t( n) se comporta muy bien: difiere de log n en menos de l.
I 6
Sea G un grafo simple finito y sean V y E los conjuntos de sus vértices y
aristas, respectivamente. Ya definimos en el capítulo 11 el grado d( v) de
un vértice v como el número de aristas que tienen a v como extremo. En
el ejemplo de la figura, los vértices 1,2, ... ,7 tienen grados 3,2,4,3,3,2,3,
respectivamente.
2<Q :(] 3 7
Casi todos los libros de teoría de grafos comienzan con el siguiente resultado
(con el que ya nos encontramos en los capítulos 11 y 17):
Como ejemplo, el grafo del margen tiene 5 vértices, no contiene ningún 4-ciclo
y tiene 6 aristas. Es sencillo demostrar que si el número de vértices es 5
entonces el número máximo de aristas es 6 y que, de hecho, éste es el único
grafo de 5 vértices con 6 aristas que no contiene ningún 4-ciclo.
Pasemos ahora al problema general. Sea G un grafo con n vértices y sin nin-
gún 4-ciclo. Como antes, denotamos por d( u) el grado de u. Ahora hacemos
doble recuento en el conjunto 8 de pares (u, {v, w } ), donde u es adyacente
a v y a w, de forma que v -1- w. En otras palabras, contamos las veces que
aparece
Sumando en u se tiene que 181 = I:uEV (d~u)). Por otra parte, todo par
{v, w} tiene como mucho un vecino común (debido a la ausencia de C4 ). Por
tanto, 181 :s; G), y se concluye que
o
2: d(u)2 :s; n(n - 1) + 2: d(u). (5)
uEV
A continuación, como es típico en esta clase de problemas extremales, aplica-
mos la desigualdad de Cauchy-Schwarz a los vectores (d(Ul)"'" d(u n )) y
(1,1, ... ,1), de donde obtenemos
y, según (5),
o
IEI2 - ~IEI-
2
n (n - 1) :s; O.
4
Resolviendo esta ecuación de segundo grado obtenemos el siguiente resultado,
debido a Istvan Reiman.
El principio del palomar y el doble recuento 145
(6)
Vl x+ V2 Y + V3 Z = °
W1X + W2Y + W3Z = O.
Como v y w son linealmente independientes, sabemos que el subespacio de
soluciones tiene dimensión 1 y, por tanto, que el vecino común [u] es único.
Nos preguntamos ahora cuántos vértices tiene Gp , y hacemos otra vez doble
recuento. X contiene p3 - 1 vectores i= O. Como cualquier subespacio de
dimensión uno contiene p - 1 vectores i= O, deducimos que X tiene un total
de p:~; = p2 + p + 1 subespacios de dimensión uno, es decir, G tiene p
n = p2 + p + 1 vértices. De forma similar, cualquier subespacio de dimensión
dos contiene p2 - 1 vectores i= O y, por tanto, P:~ll = p + 1 subespacios de
dimensión uno.
Nos falta por determinar el número de aristas de Gp o, lo que es equivalente
gracias a (4), los grados de los vértices. Según la construcción de G p , los
vértices adyacentes a [u] son las soluciones de la ecuación
(7)
@ Para dos filas cualesquiera Vi, Vj hay exactamente una columna con un 1
en ambas filas (la columna conespondiente al único subespacio generado
por Vi, Vj).
y esta expresión no puede superar a ni, la cantidad total de cadenas. Por tanto,
se concluye que
n
~ k!(n - k)! ~mk
.L.- mk < 1, o .L.- < 1.
n.I k=O G)
k=O
Invitamos al lector a comprobar que la Reemplazando los denominadores por el coeficiente binomial mayor se ob-
familia de todos los subconjuntos de tiene
~ elementos, cuando n es par, y las
dos familias de todos los subconjuntos
de n;-l elementos y de todos los sub-
es decir,
conjuntos de n~l elementos, cuando n
es impar, son las únicas anticadenas que y hemos terminado la demostración. o
alcanzan el tamaño máximo.
Nuestro segundo resultado es de naturaleza completamente distinta. De nuevo
consideramos el conjunto N = {1, ... , n}. Decimos que una familia F de
subconjuntos es unafamilia entrecruzada si dos conjuntos cualesquiera de F
tienen al menos un elemento en común. Es casi inmediato que el tamaño
de la mayor familia entrecruzada es 2n-l. Si A E F, el complementario
AC = N\A tiene intersección vacía con A y, por tanto, no puede estar en F.
De aquí se concluye que una familia entrecruzada contiene como mucho la
mitad de los 2n subconjuntos de N, es decir, IFI :S: 2n-l. Por otra parte, si
consideramos la familia de todos los conjuntos que contienen un elemento fijo,
por ejemplo la familia Fl de todos los conjuntos que contienen all, entonces
IFll = 2n- 1 , y el problema está resuelto.
Pero ahora nos hacemos la siguiente pregunta: ¿De qué tamaño puede ser una
familia entrecruzada F si todos los conjuntos de F tienen el mismo número de
elementos, digamos k? Llamaremos a tales familias familias k-entrecruzadas.
Para evitar situaciones triviales, suponemos que n ;::o: 2k, ya que en otro caso
dos conjuntos de tamaño k cualesquiera tienen intersección no vacía, y no hay
nada que demostrar. Recuperando la idea anterior, consideramos la familia Fl
de todos los subconjuntos de k elementos que contienen al 1. Es evidente
que los conjuntos de Fl se obtienen añadiendo al 1 todos los subconjuntos de
(k - 1) elementos del conjunto {2, 3, ... ,n} y, por tanto, IFll = (~=i). ¿Se
puede mejorar esto? No - y esta es la afirmación del teorema de Erdos-Ko-
Rado.
k (n - 1) 1 (n - 1)! (n - 1)
IFI :s; k! (n _ k)! = (k - 1)! (n - 1 - (k - 1))! = k _ l ' D
Finalmente nos ocupamos del tercer resultado, que puede ser presentado, con
bastante fundamento, como el teorema básico más importante de la teoría de
conjuntos finitos, el "teorema del matrimonio", demostrado por Philip Hall
en 1935, Con él comienza lo que hoy se conoce como teoría de empareja-
mientos, con amplias aplicaciones, algunas de las cuales se mostrarán a conti-
nuación.
154 Tres teoremas famosos sobre conjuntos finitos
La los cumpleaños
Escogemos n personas al azar, por ejemplo los asistentes de una clase o de La tarjeta de visita de Persi Diaconis
un seminario. ¿Cuál es la probabilidad de que todos cumplen años en días cuando era mago. En una entrevista pos-
diferentes? Con las simplificaciones usuales (el año tiene 365 días, no hay terior dijo: "Si dices que eres profesor
variación estacional, no hay gemelos), esta probabilidad es en Stanford, la gente te trata con respeto.
Si dices que te dedicas a inventar trucos
de magia, no te quieren presentar a su
hija."
158 Barajando el mazo
rr (1- ~).
n-l .
p(n,K) =
i=l
usando las cotas para los números armónicos obtenidas en la página 11. Por
tanto, la respuesta al problema del coleccionista es que en promedio se habrán
de seleccionar aproximadamente n log n bolas.
A continuación necesitaremos estimar la probabilidad de que haya que selec-
cionar un número de bolas significativamente mayor que n log n. Si Vn denota
el número de selecciones necesarias (Vn es la variable aleatoria cuyo valor es-
perado es E[Vnl ~ n log n) entonces, para n 2 1 Y e 2 O, la probabilidad de
tener que seleccionar más de m := In lag n + en1bolas es
Barajando el mazo 159
i
J-
Ti = (2,3, ... ,i,1,i+1, ... ,n),
para 1 :::; i :::; n. Después de barajar una vez, el mazo aún no será aleatorio, y
de hecho habrá que barajar de esta forma muchas veces hasta que sí lo sea. La primera carta a un sitio aleatorio
1\1
Una sucesión típica de barajes según esta estrategia podría ser (para n = 5):
1
2
3
4
5
I~
I
I
I
I
I
I
I
I
2
3
4
1
5
I~
I
I
I
I
3
2
4
1
5
1\
I
I
I
I
I
I
I
I
2
4
1
5
3
I~I
I
I
I
I
I
I
I
I
2
4
1
5
3
I
I
I
I
I
I
I
I
4
1
5
3
2
II~
I
I
I
¿De qué manera podríamos expresar matemáticamente que el mazo es "casi
aleatorio"? Un medida bastante severa del grado de aleatoridad con la que
han dado los probabilistas ella "distancia de variación". Para definirla, em-
pezamos fijándonos en la distribución de probabilidad de las n! ordenaciones
diferentes del mazo, o de manera equivalente de las nl diferentes permuta-
ciones (J E <5 n que dan lugar a estas ordenaciones.
160 Barajando el mazo
E(id) 1,
E( 1T) O en caso contrario,
y la distribución unifonne U dada por
donde Oi(S) := ¿7rES Oi(1T). Es claro que O ::; 1101 - 0211 ::; 1. En lo
que sigue, interpretaremos "ser casi aleatorio" como "tener una distancia de
variación pequeña a la distribución unifonne." En nuestro caso, la distancia
de variación entre la distribución del inicio y la unifonne es casi 1:
1 3 2 4
2
3
4
T1
todo el proceso el orden de las cartas por debajo de ella es totalmente uni-
forme. Por tanto, después de que la carta n haya ascendido hasta arriba y se
haya vuelto a insertar, el mazo está distribuido uniformemente; la única pega
es que no sabemos exactamente cuándo pasa eso (pero el director del casino
sí).
Sea ahora Ti la variable aleatoria que cuenta el número de veces que se baraja
hasta que haya por primera vez i cartas por debajo de la carta n. Por tanto,
tenemos que determinar la distribución de
T = T 1 + (T2 - Td + ... + (Tn _ 1 - T n- 2 ) + (T - Tn-d.
Cada sumando corresponde a un problema del coleccionista: Ti - T i - 1 es el
tiempo hasta que la carta de arriba se inserta en un posible lugar por debajo de
la carta n. Por tanto, también es el tiempo que tarda el coleccionista desde que
adquiere el cromo (n - i)-ésimo hasta el (n - i + 1)-ésimo. Sea Vi el numero
de cromos comprados hasta que el coleccionista tenga i cromos diferentes.
Entonces
162 Barajando el mazo
Esta última conclusión se sigue del siguiente lema, sencillo pero crucial.
Lema. Sea Q : <5 n --------+ lR cualquier distribución de probabilidad que define
un proceso de barajar Q*k con una regla de detenciónjuertemente uniforme
cuyo tiempo de detención es T. Entonces, para todo k 2 0,
U(5) = Prob[X E 5] = ~.
n.
Q*k(5) = Prob[Xk E 5]
I:: Prob[Xk E 5 /\ T = j] + Prob[Xk E 5 /\ T > k]
j9
U(5) (1- Prob[T > k]) + Prob[Xk E 5 I T > k]· Prob[T > k]
U(5) + (Prob[X k E 5 I T > k]- U(5)) . Prob[T > k].
Por tanto,
IQ*k(5) - U(5)1 :S Prob[T> k]
ya que
Prob[Xk E 5 I T > k] - U(5)
es una diferencia de probabilidades, y su valor absoluto es como mucho l. O
01 1 1
O 1 1 01 1 Una mezcla por imbricación
01 2 1
O 2 I~ 11 3
1 3 I~ 11 4
1 4 1
11 3 IX 01 2
1 5 11 4
11 5
1
11 5
En efecto, si se parte el mazo cogiendo las t cartas superiores con la mano
derecha (O :::; t :::; n) y las n - t cartas restantes con la izquierda, entonces
hay (~) maneras de entrelazar las dos manos, y todas ellas generan permuta-
ciones distintas - excepto que para cada t hay una posibilidad de obtener la
permutación identidad.
No está claro qué distribución de probabilidad se debería asignar a las mezclas
por imbricación - no hay una respuesta única, ya que los aficionados y los
profesionales barajarán de manera diferente. Sin embargo, el modelo que ex-
pondremos a continuación, que fue desarrollado primero por Edgar N. Gilbert
y Claude Shannon en 1955 (entonces en el mítico departamento de "Matemá-
ticas de la Comunicación" de los laboratorios Bell), tiene algunas ventajas:
164 Barajando el mazo
n+l
2"" si n = id,
Bric(7I"):= ~~ si n consiste de dos sucesiones crecientes,
{
en caso contrario.
o1 1 1 O:=1==1====:1 1 1
01:=: : : 4====:1 ~ O1 4 1 :=1==2====:
112 I~ I 1~:=1==3====:
11 3 1 1 2 I~I 4
11 5 1 11 5
1 1
3
.
l. :=1=5====:
L-......."-----'
Cuando esto suceda, las cartas del mazo habrán sido ordenadas según los
números binarios bk bk-l ... b2 bl. donde bí es el bit que la carta ha adquirido
en la i-ésima mezcla por imbricación inversa. Como estos bits son totalmente
aleatorios e independientes, esta regla de detención es fuertemente uniforme.
En el siguiente ejemplo para n = 5 cartas, necesitamos T = 3 mezclas inver-
sas hasta parar:
0001 4 001 4 01 1 1 1
0011 2 011 2 1 01 4 1 1 2
0101 1 -<f--- 011 5 I-<f---ll 2 I-<f---I 3
1011 5 101 1 1 11 3 1 1 4
1111 3 111 3 1 11 5 1 1 5
(3) El tiempo esperado T hasta parar usando esta regla de detención se distri-
buye como en la paradoja del cumpleaños, para K = 2k: ponemos dos cartas
en la misma caja si tienen la misma etiqueta bk bk- 1 ... b2 h E {O,1}k. Por
tanto, hay K = 2k cajas, y la probabilidad de que una caja contenga más de
una carta es
k d(k) Por ejemplo, para n = 52 cartas, las cotas superiores dadas por el teorema 2
1 1.000 son d(10) ~ 0.73, d(12) ~ 0.28, d(14) ~ 0.08 - con lo cual, k = 12
2 1.000 tendría que ser "suficientemente aleatorio" para fines prácticos. Pero en la
3 1.000 práctica no barajamos 12 veces - ni hace falta, como muestra un análisis más
4 1.000 detallado (véase al margen). El análisis de las mezclas por imbricación es parte
5 0.952 de un debate actual y muy vivo acerca del significado de "suficientemente .
6 0.614 aleatorio". Diaconis [4] puede servir de guía de los últimos acontecimientos.
7 0.334 ¿Es importante este análisis? En efecto, lo es: aún después de tres buenas
8 0.167 mezclas por imbricación de una baraja de 52 cartas, el mazo parece bastante
9 0.085 aleatorio ... pero no lo es. Martín Gardner [5, capítulo 7] describe algunos
10 0.043 impresionantes trucos de cartas basados en el orden escondido en tal mazo.
La distancia de variación después de k
mezclas por imbricación, según [2]
d(k) [1] D. ALDOUS & P. DIACONIS: Shuffling cards and stopping times, Amer. Math.
Monthly 93 (1986), 333-348.
[2] D. BAYER & P. DIACONIS: Trailing the dovetail shuffle to its lair, Annals Applied
Probability 2 (1992),294-313.
[3] E. BEHRENDS: Introduction to Markov Chains, Vieweg, Braunschweig/
1 7 10 Wiesbaden 2000.
[4] P. DIACONIS: Mathematical developments from the analysis oi riffle shuffling,
in: "Groups, Combinatorics and Geometry. Durham 2001" (A. A. Ivanov, M. W.
Liebeck and J. Saxl, eds.), World Scientific, Singapore 2003, pp. 73-97.
[5] M. GARDNER: Mathematical Magic Show, Knopf, New York/Allen & Unwin,
London 1977.
[6] E. N. GILBERT: Theory oi Shuffling, Technical Memorandum, Bell Laboratories,
Murray Hill NJ, 1955.
¿ Suficentemente aleatorio?
Lo esencial de las matemáticas es demostrar teoremas - y por tanto, a ello se
dedican los matemáticos: demuestran teoremas. Pero, a decir verdad, lo que
realmente quieren demostrar, por lo menos una vez en su vida, es un lema:
como el de Fatou en análisis, el lema de Gauss en la teoría de números o el
lema de Bumside-Frobenius en combinatoria.
Ahora, ¿qué convierte una afirmación matemática en un verdadero lema? En
primer lugar, debería ser aplicable a una gran variedad de circunstancias, in-
cluso a problemas sin conexión aparente. En segundo lugar, la afirmación
debería ser completamente obvia - una vez vista. Al lector hasta le podría
dar una leve envidia: ¿por qué yo no he observado esto antes? Y por último,
en un nivel estético, ¡tanto el lema como su demostración deberían ser bellos!
Aquí veremos un ejemplo de razonamiento matemático de estas característi-
cas, un lema de recuento que apareció por primera vez en 1972, en un artículo
de Bemt Lindstrbm. Aunque en ese entonces pasó desapercibido, en 1985 se
convirtió de golpe en un clásico, cuando Ira Gessel y Gerard Viennot lo re-
descubrieron y demostraron en un artículo maravilloso cómo puede aplicarse
a una gran diversidad de difíciles problemas de enumeración combinatoria.
donde (J" recorre todas las permutaciones de {1, 2, ... , n}, y la signatura de (J"
es 1 ó -1, dependiendo de si (J" es el producto de un número par o impar de
transposiciones.
Ahora construimos un grafo, más exactamente un grafo bipartito dirigido con
pesos. Este grafo tendrá vértices Al, ... ,An representando las filas de M,
Y vértices El, ... ,En para las columnas. Para cada par (i, j) dibujamos una m1l
flecha de Ai a E j , Y le damos el peso mij (véase la figura).
En términos de este grafo, la fórmula (1) tiene la siguiente interpretación:
m nn
€II El segundo miembro es la suma ponderada (con signo) sobre todas las
familias de caminos disjuntos en vértices desde A = {Al, ... , An} hasta
B = {El, ... , En}. Tal familia Po- viene dada por los caminos
168 retículas y determinantes
L w(P).
P:Ai--+Bj
w(P) = rrn
i=l
w(Pi ), (2)
@ Sea io el mínimo índice tal que Pio tiene un vértice en común con algún
otro camino.
@! Sea X el primero de tales vértices en el camino P io '
@! Sea jo el mínimo índice (jo> i o) tal que Pjo tiene el vértice X en común
con Pio'
Construimos la nueva familia 1TP = (Pi, . , . ,P~) de la manera siguiente:
@! Sea P~ = Pk para todo k =1- io, jo.
@ El nuevo camino Pio va de Aio a X pasando por P io ' Y a continuación
sigue a Bo-(jo) a lo largo de P jo . De manera similar, Pjo va desde Ajo
hasta X a lo largo de P jo y sigue hasta Bo-(io) a lo largo de Pio'
Claramente 1T(1TP) = P, ya que el índice i o, el vértice X, y el índice jo son
los mismos que antes. En otras palabras, al aplicar 1T dos veces volvemos a
los caminos Pi de antes. Ahora, ya que 1TP y P usan exactamente las mis-
mas aristas, tenemos ciertamente que W(1TP) = w(P). Y por último, puesto
que la nueva permutación (JI se obtiene componiendo (J con la transposición
(io, jo), deducimos que sign 1TP = -sign P , y hemos terminado la demos-
tración. D
det(PQ) = ~)detPz)(detQz),
z
Pil
Pik donde Pz es la submatriz (r x r) de P cuyas columnas están indexadas por el
conjunto Z, y Q z la submatriz (r x r) deQ cuyas filas están indexadas por Z.
Sean al < az < ... < a n y bt < b2 < ... < bn dos sucesiones
de números naturales. Se pide calcular el determinante de la matriz
M = (mij), donde mij es el coeficiente binomial (~i).
J
~~
(D G) m familias de ~3
)
3
,)
"Caminos en retículas"
172 Lu:rrunu,,'. retículas y detenninantes
[1] l. M. GESSEL & G. VIENNOT: Binomial determinants, paths, and hook length
formulae, Advances in Math. 58 (1985), 300-321.
[2] B. LINDSTRÓM: On the vector representation ofinduced matroids, Bulletin Lon-
don Math. Soco 5 (1973), 85-90.
Una de las fórmulas más bellas de toda la combinatoria enumerativa es la del
número de árboles etiquetados. Consideramos el conjunto N = {1, 2, ... ,n}.
¿Cuántos árboles diferentes podemos construir usando estos vértices? Sea T n
su número. La enumeración "a mano" nos da T 1 = 1, T 2 = 1, T 3 = 3 Y
T4 = 16, Y mostramos estos árboles a continuación:
1
•
3 3 3
1 2 1 212 1 2 1 2 1 2 1 2
343 4 3 4 3 4 3 4 3 4 3 434
1 2 1 2 1 212 1 2 1 2 1 2
3 4 343 4 3 4 3 4 3 4 3 434
Nótese que consideramos árboles etiquetados. Por tanto, aunque solamente Arthur Cayley
hay un árbol con tres vértices en el sentido de isomorfismo de grafos, al marcar
el vértice interior con 1, 2 ó 3 obtenemos tres árboles etiquetados distintos.
Para n = 5 hay tres árboles no isomorfos (sin etiquetar):
5
Para el primer árbol es claro que hay 5 etiquetados diferentes, y para el se-
gundo y tercero hay %l = 60 etiquetados - con lo cual n
= 125. Esto ya
tendría que ser suficiente para conjeturar que T n = nn-2, y este es precisa-
mente el resultado de Cayley.
Esta fórmula tan bella da lugar a demostraciones igualmente bellas, que usan
gran variedad de técnicas algebraicas y combinatorias. Esbozaremos tres de
ellas antes de presentar la demostración que hasta la fecha sigue siendo la más
bonita de todas .
• Primera demostración (Biyección). El método más clásico y directo es en-
contrar una biyección del conjunto de todos los árboles con n vértices con otro
174 La fórmula de Cayley para el número de árboles
conjunto del cual se sabe que tiene nn-2 elementos. De manera pode-
mos pensar en el conjunto de todas las sucesiones ordenadas (al, ... , a n -2)
con 1 ::; ai ::; n. Por tanto, queremos codificar unívocamente a cada árbol
T por una sucesión (al . .. ,an -2). Tal codificación fue hallada por Prüfer, y
aparece en la mayoría de los libros sobre teoría de grafos.
AquÍ queremos presentar otra demostracÍón por biyección, encontrada por Jo-
yal, que es menos conocida pero de igual elegancia y sencillez. Para ello, no
consideramos solamente árboles t con vértices en N = {l, ... , n}, sino tales
árboles junto con dos vértices distinguidos, el extremo izquierdo O y el ex-
tremo derecho O, que pueden coincidir. Sea In = {(t; O, O)} este nuevo
Los cuatro árboles de T2 conjunto. Entonces, claramente, IInI = n 2 T n .
Nuestra meta es por tanto probar que IIn I = n n. Ahora, hay un conjunto cuyo
tamaño sabemos que es nn, el conjunto NN de todas las aplicaciones de N
en N. Podemos pues probar nuestra fórmula si encontramos una biyección
entre NN y 4,.
Sea 1 : N ------+ N cualquier aplicación. Dibujando flechas de i a l(i), pode-
mos representar 1 como un grafo dirigido J. a
Por ejemplo, representamos la aplicación
7 4 9
1-------tl---~lO ~
1= ( ~
2
5
3
5
4
9
5
1
6
2
7
5
8
8
9
4
l~ )
M
ii
= ( n ~/ n ~\ -1
.
)
,
-1 -1 n~1
y un cálculo fácil muestra que det M ii = n n- 2 . D
176 Lafónnula de Cayley para el número de árboles
1 2 1 2 1 2 1 2
KL:~II
34 3 4 3 4 3 4 3 4 3 4 3 4
Por ejemplo, T4,2 = 8 para A = {l, 2}
Consideremos un tal bosque B con A = {1, 2, ... ,k}, y supongamos que 1 es
adyacente con í vértices, tal y como se ilustra en el margen. Suprimiendo ell,
los í vecinos, junto con 2, ... , k, dan lugar a un vértice cada uno en las com-
ponentes de un bosque de k - 1 + í árboles. Ya que podemos (re)construir B
1 2 3 k fijando primero í, después eligiendo los í vecinos de 1, y a continuación el
•
~
bosque F\l, tenemos que·
Tn,k = L
n-k (
n ~ k ) T n - 1,k-1+i (1)
.=0
para todo n 2: k 2: 1, donde definimos To,o = 1 y Tn,o o para n > O.
Nótese que To,o = 1 es necesario para asegurar Tn,n = 1.
Proposición. Se verifica
T n,k = k n n-k-1 (2)
y por tanto, en particular,
Tn,k = 8
n-k (
n~
k) (k - 1 + í)(n - 1)n-1-k-i (í--;n-k-í)
nn-k _ (n - k)nn-1-k = kn n- 1- k . o
La fórmula de Cayley para el número de árboles 177
1:
G por N(Fk ) el número de árboles con raíz que contienen a Fk, y
9
2 1
G por N* (Fk ) el número de sucesiones refinadoras que acaban en Fk.
F3
Contamos N* (Fk ) de dos maneras distintas, primero empezando en un árbol, 10
yen segundo lugar empezando en Fk. Supongamos que Fl E :Fn,l contiene
a Fk. Ya que podemos borrar las k - 1 aristas de Fl \Fk en cualquier orden
posible para obtener una sucesión refinadora de Fl a Fk, vemos que
(3)
-]lo>-- _
Empecemos ahora por el otro lado. Para llegar a un Fk-l desde F k , tenemos ,/ 4
8 7
que añadir una arista dirigida desde cualquier vértice a hasta cualquiera de las
k - 1 raíces de los árboles que no contienen a a (véase la figura a la derecha,
/\l
donde pasamos de F3 a F 2 añadiendo la arista 3~... ~7). Por tanto, tenemos
n( k - 1) elecciones. De manera similar, para Fk-l podemos añadir una arista
dirigida desde cualquier vértice b a cualquiera de las k - 2 raíces de los árboles
que no contienen a b. Para ello tenemos n(k - 2) posibilidades de elección.
Continuando de esta manera, llegamos a
2
F3 ----t F2
3
1: 1
10
9
(4)
y con ello obtenemos, usando (3), la relación tan inesperadamente sencilla
Pero podemos sacar aún más partido de esta demostración. Del caso k = n de
la fórmula (4) resulta que
Ya que podemos elegir las k raíces de (~) maneras distintas, hemos vuelto a
demostrar la fórmula Tn,k = knn-k-l sin necesidad de inducción.
Veamos unos cuantos ejemplos. Supongamos las n-1 primeras filas rellenas y 4 2 5 3 1
la última vacía. En esta situación podemos completar la última fila fácilmente: 2 5 3 1 4
Cada elemento aparece n 1 veces en el cuadrado latino parcial, y de aquí
que esté ausente exactamente de una columna. Basta por tanto escribir cada 5 3 1 4 2
elemento bajo dicha columna y habremos completado el cuadrado. 3 1 4 2 5
En cambio, si sólo está rellena la primera fila, es fácil completar el cuadrado
Un cuadrado latino cíclico
rotando los elementos cíclicamente en las filas siguientes.
De este modo, mientras que en el primero de los ejemplos existe una única
manera de completar el cuadrado, para el segundo existen muchas posibilida-
des. En general, cuantas menos celdas estén rellenas de partida, más libertad 1 2 ... n-1
deberíamos tener a la hora de completar el cuadrado. n
Sin embargo, en el margen se muestra un ejemplo de cuadrado parcial en el
que sólo aparecen rellenas n celdas y que no puede ser completado, puesto que
no hay manera de rellenar la esquina superior derecha sin violar la condición
impuesta a la fila o a la columna.
Ahora, o bien h-1 2': 2 (en cuyo caso se verifica (1)) o fe-1 = 1. En el último
caso, (1) se reduce a n > 2(f! - 1) + r - f! + 1 = r + f! - 1, lo cual es cierto
porque!! ::::: r ::::: ~.
Tomemos ahora m conjuntos Aj, 1::::: m ::::: n- fe, y sea B su unión. Debemos
demostrar que IBI 2': m. Consideremos el número e de casillas en las m
columnas que corresponden a los Aj que contienen elementos de X. Existen
a lo sumo (f! - l)m celdas de este tipo por encima de la fila f! y a lo sumo
fH1 + ... + fr por debajo. De ahí que
e ::::: (f!-1)m+fH1+"'+fr.
Por otro lado, cada elemento x E X\B aparece en cada una de las m colum-
nas, y de aquí que 2': m(IXI - IBI), y por tanto (con IXI = n - h),
IBI 2': IXI-~c 2': n-h-(f!-1)-~(fH1+.·.+fr)'
e
Por tanto, la desigualdad es cierta para todo m entre 1 y n-iR - + 1, ya que
la mitad del primer miembro es una función cuadrática en m con coeficiente
principal -1. El caso que falta es m > n-iR - e + 1. Puesto que cualquier
elemento x de X está contenido en, a lo sumo, e - 1 + JC+l + ... + Jr filas,
también puede aparecer en, a lo sumo, el mismo número de columnas. De
nuevo por (1), deducimos que x está en algún conjunto Aj, de modo que en
este caso B = X, IBI = n-iR .:::: m, y la demostración queda completa. O
Por último, demostraremos el teorema de Smetaniuk.
Teorema. Cualquier cuadrado latino parcial de orden n con a lo sumo n - 1
casillas rellenas puede completarse a un cuadrado latino del mismo orden.
• Demostración. Utilizamos inducción sobre n, siendo trivial el caso de base
n ::; 2. Partimos pues de un cuadrado latino parcial de orden n .:::: 3 con a lo
2 7 sumo n - 1 casillas rellenas. Utilizando la notación anterior, estas celdas
5 4 están situadas en r ::; n - 1 filas diferentes que numeramos SI, . .. ,Sr> Y que
contienen ah, ... ,ir > O casillas rellenas, donde ¿~=1 Ji ::; n - 1.
Según el lema 2, podemos suponer que existen más de ~ elementos diferen-
5 tes. Por tanto, existe un elemento que aparece una sola vez; es más, después
de permutar las filas (si es necesario), podemos suponer que el elemento n
aparece una sola vez, y que esto ocurre en la fila SI.
4 En el paso siguiente queremos permutar las filas y columnas del cuadrado la-
tino parcial de tal manera que, después de llevar a cabo las permutaciones,
todas las casillas rellenas queden por debajo de la diagonal- excepto para la
casilla con n, que acabará en ella. (La diagonal está formada por las casillas
(k, k) con 1 ::; k ::; n.) Veamos cómo se puede conseguir esto. En primer
" lugar permutamos la fila SI hasta la posición h. Permutando las columnas
2 7 movemos todas las casillas rellenas hacia la izquierda, de manera que n apa-
rezca como el último elemento de su fila sobre la diagonal. A continuación
• movemos la fila S2 hasta la posición 1 + h + 12, y las casillas rellenas tantas
• posiciones a la izquierda como sea posible.
En general, movemos la fila Si hasta la posición 1 + h + 12 + ... + Ji, para
4 5 • 1 < i ::; r, y las casillas rellenas tantas posiciones a la izquierda como sea
5 • posible. El dibujo de la izquierda muestra un ejemplo, con n = 7: las filas
SI = 2, S2 = 3, S3 = 5 Y S4 = 7 con h = 12 = 2 Y h = J4 = 1 se mueven
4 • hasta las filas numeradas como 2, 5, 6 Y 7, Y las columnas se permutan "hacia
la izquierda" de manera que, al final, todas las entradas excepto la 7 están
situadas por debajo de la diagonal, que se ha señalado mediante "",".
Para poder aplicar inducción, quitamos la entrada n de la diagonal e ignoramos
la primera fila y la última columna (que no tienen ninguna casilla rellena). Por
2 3 4 1 6 5 tanto, estamos frente a un cuadrado latino parcial de orden n - 1 que tiene a
lo sumo n - 2 casillas rellenas, el cual puede completarse por inducción hasta
5 6 1 4 2 3 obtener un cuadrado latino de orden n -1. Una de las muchas posibilidades de
1 2 3 6 5 4 hacerlo en nuestro ejemplo se muestra en la figura del margen. Las entradas
originales se han marcado en negrita. Éstas son ya entradas finales, al igual
6 4 5 2 3 1 que los elementos en casillas sombreadas. Del resto de las entradas, algunas
3 1 6 5 4 2 cambiarán a continuación para poder completar el cuadrado latino de orden n.
En el paso siguiente queremos mover los elementos de la diagonal del cua-
4 5 2 3 1 6
drado hasta la última columna y reemplazarlos por entradas n. Sin embargo,
Completando cuadrados latinos 183
1 2 3 6 5 4 1 2 3 6 5 4 1 2 3 6? 5 4 7
6 4 5 2 3 1 6 4 5 2 3 1 6 4 5 2 3 1
3 1 6 5 4 2 3 1 6 5 4 2 3 1 6 5 4 2
4 5 2 3 1 6 4 5 2 3 1 6 4 5 2 3 1 6
. -------.
2 7 4 1 6 5 3 2 7 4 1 3 5 6
5 6 7 4 2 .-
3
-.
1 5 6 7 4 2 3 1
1 2 3 7 5 4
.-------.
6 1 2 3 7 6 4 5
6 4 5 2 3 1 7 6 4 5 2 7 1 3
3 1 6 5 4 2 3 1 6 5 4 2
4 5 2 3 1 6 4 5 2 3 1 6
7 3 1 6 4 2 4
2 7 4 1 3 5 6 2 7 4 1 3 5 6 2 7 4 1 3 5 6
5 6 7 4 2 3 1 5 6 7 4 2 3 1 5 6 7 4 2 3 1
1 2 3 7 6 4 5 1 2 3 7 6 4 5 1 2 3 7 6 4 5
6 4 5 2 7 1Íl".. ..j;3 6 4 5 2 7 1 3 6 4 5 2 7 1 3
3 1 6 5 4 2 7 3 1 6 5 4 7 2 3 1 6 5 4 7 2
4 5 2 3 1 6 4 5 2 3 1 6 4 5 2 3 1 6 7
Uno podría pensar que tal vez se verifica X( G) = Xi! (G) para cualquier grafo,
pero nada más lejos de la verdad. Considérese el grafo G = K 2 ,4. Su número
{1,3} cromático es 2, ya que podemos usar un color para los dos vértices de la iz-
{1,2} quierda y un segundo color para los vértices de la derecha. Pero supongamos
{1,4} que nos dan los conjuntos de colores indicados en la figura.
Para colorear los vértices de la izquierda tenemos las cuatro posibilidades 113,
114, 213 Y 214, pero cualquiera de estos pares aparece como un conjunto de
{2,3} colores en la parte de la derecha, de modo que no es posible una coloración con
{3,4} lista. De aquí que Xc (G) ~ 3, Y el lector puede encontrar divertido comprobar
{2,4} que Xc (G) = 3 - ¡no hay necesidad de probar todas las combinaciones!
Generalizando este ejemplo, no es difícil encontrar grafos G en los cuales
X( G) = 2, pero Xc (G) es arbitrariamente grande. Así pues, el problema de la
coloración por listas no es tan fácil como parece a primera vista_
Volvamos al problema de Dinitz_ Un paso importante hacia la solución fue
dado por Jeanette Janssen en 1992, cuando demostró que Xc (Sn) :::: n + 1, Y
Fred Galvin dio el golpe de gracia combinando ingeniosamente dos resultados
que ya se conocían desde hacía mucho. Discutiremos a continuación ambos
resultados y veremos que implican la igualdad Xc (Sn) = n.
Nos hace falta un poco de notación. Si v es un vértice del grafo G, entonces
denotamos por d (v) el grado de v. En nuestro grafo cuadrado Sn cada vértice
tiene grado 2n - 2, ya que hay otros n - 1 vértices en la misma fila y en la
misma columna.
Para un subconjunto A c:;: V denotamos por G A el sub grafo que tiene a A
como conjunto de vértices y que contiene todas las aristas de G entre los vér-
El problema de Dinitz 187
Definición 1. Sea e
= (V, E) un grafo dirigido. Un núcleo K C;;; V es un
subconjunto de los vértices tal que
a
(i) K es independiente en G, y
(ii) para cada u ti- K existe un vértice v E K con una arista u --+ v.
f
Observemos el ejemplo de la figura. El conjunto {b, e, f} constituye un nú-
cleo, pero el sub grafo inducido por {a, e, e} no tiene ningún núcleo, ya que
las tres aristas constituyen un cíclo entre los vértices.
Ahora ya estamos listos para enunciar el primer resultado.
A(c) := {v E V: e E e(v)}.
Por hipótesis, el sub grafo inducido G A( e) tiene un núcleo K (e). Ahora colo-
reamos todos los v E K (e) con el color e (esto es posible, ya que K (c) es
independiente), y eliminamos K(c) de G y e de e. Sea G I el de G subgrafo
inducido por V\K (e) con el (v) = e (v) \ e como la nueva lista de colores.
Nótese que para cada v E A(e)\K(e), el grado exterior d+(v) se reduce al
menos en 1 (por la condición (ii) de ser núcleo). Así que d+ (v) + 1 :::; Iel (v) I
se verifica aún en el.La misma condición también se verifica para los vértices
que no pertenecen a A (e), ya que en este caso el conjunto de colores v) noe(
varía. El nuevo grafo G I contiene menos vértices que G, y el resultado se
obtiene por inducción. O
Nótese en primer lugar que el orden en el cual una mujer concreta apunta a
sus hombres está de acuerdo con sus preferencias, ya que en cada paso ella
compara al nuevo pretendiente con su pareja actual y elige a su favorito. Por
ello, si uv E E pero uv ti- M, entonces o bien u nunca se declara a v, (en
cuyo caso él encontró una pareja mejor antes de cortejar a v, lo cual implica
uy E M con y > ven N(u)), o u se declaró a v pero fue rechazado (lo cual
implica xv E M con x > u en N (v)). Pero esta es precisamente la condición
que caracteriza los emparejamientos estables. O
~~~
G = (X U Y, A), donde cualquier (i, j) E A se representa mediante la arista
ij con í E X, j E Y. En el ejemplo del margen se han sombreado las casillas
J-----t---t----
de A. 3 3
La orientación de Sn induce de manera natural una valoración en el entorno 1--+-+---+--11
N(í) = {j E XUY : (í, j) E A} de cada vértice i del grafo G = (X U Y, A): 4 4
valoramos j' > j en N (í) si (í, j) ------+ (í, j') en Sn, respectivamente í' > í en
190 El problema de
Para finalizar, vayamos aún un poquito más lejos. El lector puede haberse dado
cuenta de que el grafo Sn surge de un grafo bipartito mediante una sencilla
construcción. Tómese el grafo bipartito completo denotado por Kn,n, con
IXI = IYI = n, y todas las aristas entre X e Y. Si consideramos las aristas de
Kn,n como vértices de un nuevo grafo y conectamos dos de esos vértices si y
sólo si tienen un extremo común como aristas de Kn,n, entonces obtenemos
el grafo cuadrado Sn. Decimos que Sn es el grafo de aristas de Kn,n. Esta
misma construcción puede llevarse a cabo en cualquier grafo G, llamando al
grafo obtenido el grafo de aristas L( G) de G.
l:b7 d
G: L(G): a
En general, H se llama un grafo de aristas si H = L( G) para algún grafo G.
Por supuesto, no cualquier grafo es un un grafo de aristas: por ejemplo el
grafo K 2 ,4 que habíamos considerado antes no lo es, y para este grafo hemos
visto que X(K2,4) < XR(K2,4). Pero, ¿qué pasa si H es un grafo de aristas?
Adaptando la demostración de nuestro teorema, puede demostrarse fácilmente
e e que se verifica X(H) = XR (H) siempre que H sea el grafo de aristas de
un grafo bipartito, y el método podría arrojar alguna luz sobre la que es la
Construcción de un grafo de aristas
conjetura más importante en este campo:
Se sabe muy poco sobre esta conjetura y parece difícil, pero después de todo,
también lo parecía el problema de Dinitz hace veinte años.
[1] P. ERDOS, A. L. RUBIN & H. TAYLOR: Choosability in graphs, Proc. West Coast
Conference on Combinatorics, Graph Theory and Computing, Congressus Nume-
rantium 26 (1979), 125-157.
[2] D. GALE & L. S. SHAPLEY: College admissions and the stability ofmarriage,
Amer. Math. Monthly 69 (1962),9-15.
[3] F. GALVIN: The list chromatic index of a bipartite multigraph, J. Combinatorial
Theory, Ser. B 63 (1995), 153-158.
[4] J. C. M. JANSSEN: The Dinitz problem solved for rectangles, Bulletin Amer.
Math. Soco 29 (1993), 243-249.
[5] V. G. VIZING: Coloring the vertices ofa graph in prescribed colours (in Russian),
Metody Diskret. Analiz. 101 (1976), 3-10.
Consideremos el producto infinito (1 + x) (1 + x2) (1 + x 3) (1 + x 4 ) . .. y
expresémoslo de la forma usual en una serie Ln>o anx n , agrupando aquellos
productos que tienen la misma potencia x n. Para los primeros términos de la
serie podemos observar que
rr
k2:1
(1- xk) = 1- x - x2 + x5 + x7 - X12 - X15 + x22 + x 26 - .... (2)
Parece que todos los coeficientes son iguales a 1, -1 ó O, pero ¿es esto cierto?
y si es así, ¿cuál es el patrón?
Las sumas y productos infinitos y su convergencia han desempañado un papel
fundamental en el análisis desde la invención del cálculo diferencial, y algunos
de los más grandes matemáticos han hecho importantes contribuciones para su
estudio, desde Leonhard Euler a Srinivasa Ramanujan.
Al explicar identidades como (1) y (2), sin embargo, dejaremos de lado todas
las cuestiones de convergencia y simplemente manipularemos los coeficientes.
En la jerga matemática, se habla de series y productos de potencias "formales".
En este marco, mostraremos cómo se utilizan argumentos combinatorios para
demostrar de manera elegante identidades aparentemente difíciles.
La noción básica es la de una partición de un número natural. Llamamos
partición de n a una suma
5=5
5=4+1
5=3+2
Además, llamamos P(n) al conjunto de todas las particiones de n, y usamos 5=3+1+1
lanotaciónp(n):= IP(n)l,dondedefinimosp(O) = 1. 5=2+2+1
¿Qué tienen que ver las particiones con nuestro problema? Consideremos el 5=2+1+1+1
siguiente producto infinito de series: 5=1+1+1+1+1.
Las particiones contadas por p(5) =7
n nI . 1 + n2 . 2 + n3 . 3 + ...
1+ ... +1 + 2+ ... +2 + 3+ ... +3 +
'--v----"' ~ '--v----"'
nI n2 n3
rr ~
k2::I
1-x
= '"""' p(n)
L.
n 2::0
xn . (4)
Aún más, podemos ver a partir de nuestro análisis que el factor I!x k cor-
responde a la contribución de k a una partición de n. Así pues, si dejamos
de tener en cuenta I!x k en el producto del primer miembro de (4), entonces
k no aparece en ninguna partición en el segundo miembro. Como ejemplo,
obtenemos inmediatamente
6=5+1
(5)
6=3+3
6=3+1+1+1
6 = 1+ 1+ 1+ 1+ 1+ 1 donde Pi (n) es el número de particiones de n cuyos sumandos son todos im-
Particiones de 6 en partes impares: pares, y un resultado análogo es cierto cuando todos los sumandos son pares.
Pi(6) = 4 Ahora ya debería quedar claro cuál será el coeficiente n-ésimo en el producto
infinito I1k> 1 (1 + xk). Puesto que tomamos o bien 1, o bien xk , de cualquiera
de los factores de (3), esto significa que consideramos únicamente aquellas
particiones en las que cualquier sumando k aparece a lo sumo una vez. En
otras palabras, el producto original (1) queda expresado como
(6)
7=7
7=5+1+1 donde Pd(n) es el número de particiones de n en sumandos distintos.
7=3+3+1 Ahora es cuando el método de series formales muestra su máxima potencia.
7=3+1+1+1+1 Puesto que 1 - X2 = (1 - x)(1 + x), podemos escribir
7=1+1+1+1+1+1+1
1
7=7 1- x2k-I '
7=6+1 k 2:: 1
7=5+2
ya que se simplifican todos los factores 1 - x2i con exponente par. De este
7=4+3
modo, los productos infinitos de (5) y (6) son iguales, y de aquí que también
7=4+2+1.
lo sean las series. Hemos obtenido el bonito resultado
Las particiones de 7 en partes impares y
en partes distintas: Pa(7) = Pd(7) = 5. para todo n 2': Q. (7)
Una igualdad tan impactante como ésta requiere una sencilla demostración
mediante biyección - al menos éste es el punto de vista de cualquiera que se .
dedique a la combinatoria.
Identidades y biyecciones 193
n Al + ... + Al + A2 + ... + A2 +
~~
n1 n2 Por ejemplo,
n1 . Al + n2 . A2 + ... + nt . At. cj; lleva
A : 25 = 5+5+5+3+3+1+1+1+1
Ahora escribimos n1 = 2m1 + 2m2 + ... + 2mr en binario y hacemos lo mismo
a
para el resto de los ni. La nueva partición A' de n es entonces
A': 25= (2+1)5 + (2)3 + (4)1
Al: n = 2m1 Al + 2m2 Al + ... + 2mr Al + 2k1 A2 + .... =10+ 5 +6+4
=10 + 6 + 5 +4.
Tenemos que comprobar que A' está en Pd(n), y que cjJ : A f-----+ A' es una
biyección. Ambas afirmaciones son fáciles de comprobar: Si 2a Ai = 2b Aj,
entonces 2a = 2 b ya que Ai y Aj son impares, y por tanto Ai = Aj. De aquí
Escribimos
que Al está en Pd(n). Recíprocamente, si n = /L1 + /L2 + ... + /Ls es una
A': 30 = 12 + 6 + 5 + 4 + 3
partición en sumandos distintos, entonces invertimos la biyección agrupando como 30=4(3+1) + 2(3) + 1(5+3)
todos los /Li que contienen la misma potencia más grande de 2, y anotamos las = (1)5 + (4+2+1)3 + (4)1
partes impares con la multiplicidad correspondiente. En el margen se muestra
Yobtenemos como cj;-l (A') la partición
un ejemplo.
A:30=5+3+3+3+3+3+3+
Así, la manipulación de productos formales nos ha conducido a la ecuación 3+1+1+1+1
en sumandos impares.
Po( n) = Pd( n) para particiones que hemos verificado mediante una biyección.
Ahora procedemos al revés: damos una demostración para las particiones uti-
lizando una biyección y deducimos una identidad. Esta vez nuestro objetivo
es identificar cuál es el patrón en el desarrollo (2).
Fijémonos en
1 - x - x2 + x 5 + x 7 _ x12 _ x 15 + x22 + X26 _ X35 _ x 40 + .... 3
Teorema.
j2
proporciona esta única sucesión. Haciendo b(j) = 3 2+j para j E ;Z Y subs-
tituyendo estos valores en (9), nuestra conjetura se formula de manera simple
así:
~p(n - b(j)) = ~ p(n - b(j)) para todo n,
j par jimpar
donde por supuesto sólo consideramos j con b(j) :s: n. De modo que la
situación es la siguiente: Hemos de encontrar una biyección
y si hasta aquí ha resultado bonito, aún podemos sacar más partido de ello.
Sabemos que
Identidades y biyecciones 195
k::O:l n::O:O
Esto es, por supuesto, sólo el principio de una historia más larga que aún
no ha concluido. La teoría de productos infinitos está repleta de identidades
inesperadas con sus biyecciones correspondientes. Los ejemplos más famosos
son las llamadas identidades de Rogers-Ramanujan, denominadas así en honor
a Leonard Rogers y Srinivasa Ramanujan, en las cuales el número 5 juega un
papel misterioso:
Srinivasa Ramanujan
Todas las demostraciones mediante series formales conocidas hasta hoy de las
identidades de Rogers-Ramanujan son bastante engorrosas, y por otra parte las
demostraciones por biyecciones de f(n) = g(n) y de r(n) = s(n) se mostra-
ron escurridizas durante mucho tiempo. Este tipo de demostraciones fueron
196 Identidades y biyecciones
Por tanto, hemos demostrado el teorema de los 5 colores con listas, pero la
historia no termina aquí. Una conjetura más fuerte afirma que el número cro-
mático con listas de un grafo plano G es, como mucho, uno más que el número
cromático usual:
# ~
Caso II: X(G) = 3 =? Xc(G) :S 4
Caso III: X( G) = 4 =? Xc (G) :S 5.
{a,(3,1,2} a, (3,1, 2}
El resultado de Thomassen resuelve el caso III, y el caso 1 fue demostrado me-
diante un argumento ingenioso (y más sofisticado) por Alon y Tarsi. Además,
existen grafos planos G tales que X( G) = 2 Y Xc (G) = 3, por ejemplo el
grafo K 2 ,4 que consideramos en el capítulo sobre el problema de Dinitz.
¿Pero qué ocurre con el caso II? La conjetura no es cierta, como fue demos-
trado en primer lugar por Margit Voigt utilizando un grafo construido ante-
riormente por Shai Gutner. Su grafo, de 130 vértices, se puede obtener de la
siguiente forma. Primero consideramos el "doble octaedro" (véase la figura),
que es claramente 3-coloreable. Sean a E {5, 6, 7, 8} y (3 E {9, 10, 11, 12}
Y consideremos las listas dadas en la figura. Invitamos al lector a comprobar
que con estas listas no se puede colorear el grafo. Ahora tomamos 16 copias
202 Cinco-coloración de grafos planos
del doble octaedro e identificamos todos los vértices de arriba y todos los vér-
tices de abajo, lo que nos da un grafo con 16 . 8 + 2 = 130 vértices que
sigue siendo plano y 3-coloreable. Asignamos {5, 6, 7, 8} al vértice superior
y {9, 10, 11, 12} al vértice inferior, mientras que las listas de los vértices in-
teriores son los 16 pares (a, (3), a E {5, 6,7, 8}, (3 E {9, 10, 11, 12}. Para
cualquier elección de a y (3 obtenemos un sub grafo como el de la figura y, por
tanto, es imposible colorear con listas el grafo total.
Modificando otro de los ejemplos de Gutner, Voigt y Wirth construyeron un
grafo aún más pequeño, de 75 vértices, y tal que X = 3 Y XR- = 5, que además
utiliza sólo el número mínimo de 5 colores en las listas combinadas. El récord
actual es de 63 vértices.
El resultado siguiente demuestra que este caso es el peor que puede darse.
Este "teorema de la galería de arte" fue probado por primera vez por Vasek
Chvátal mediante un ingenioso argumento, pero la demostración realmente
bella que aquí presentaremos es de Steve Fisk.
Un museo con n = 12 paredes • Demostración. Empezarnos uniendo las esquinas de la galería mediante
n - 3 diagonales que no se intersecan entre sí, de modo que el interior quede
triangulado. Por ejemplo, podernos triangular el museo que se muestra en
el margen usando 9 diagonales. Para la demostración no importa cuál sea la
triangulación elegida.
Ahora imaginemos la figura triangulada corno un grafo plano, identificando
las esquinas con sus nodos, y las paredes con las aristas.
e' Es posible que algún lector astuto haya encontrado una sutileza en nuestro
razonamiento. ¿Siempre existe una triangulación? Con toda probabilidad, la
reacción inmediata de cualquiera es: ¡por supuesto que sí! El caso es que
realmente existe, pero esto no es completamente obvio. De hecho, la generali-
zación natural a tres dimensiones (subdividir en tetraedros) no es cierta, como
se puede comprobar mediante el poliedro de Schonhardt, a la izquierda. Se
obtiene a partir de un prisma triangular girando el triángulo superior, de modo
que cada una de las caras cuadrangulares da lugar a dos triángulos con una
arista no convexa. Al intentar triangular este poliedro, uno se da cuenta de
que cualquier tetraedro que contenga el triangulo inferior también debe con-
tener uno de los tres vértices superiores. Sin embargo, el tetraedro resultante
se saldría del poliedro de Schonhardt. Concluimos entonces que cualquier
Poliedro de SchOnhardt: Los ángulos triangulación usa necesariamente algún vértice adicional.
diédros interiores en las aristas AB', Para probar que existe una triangulación de cualquier polígono en el plano,
BC' y CA' son mayores que 180 0
• convexo o no, procederemos por inducción sobre el número n de vértices.
Cómo vigilar un museo 205
tice convexo A. De hecho, tiene que haber por lo menos tres de estos vértices;
en esencia, se trata de una aplicación del principio del palomar. Otra manera
de verlo consiste en considerar el cierre convexo del polígono y observar que
todos sus vértices son también convexos para el polígono original.
Ahora nos fijaremos en los vértices adyacentes a A, a los cuales llamaremos
By C. Si todo del segmento BC está contenido en P, entonces BC será
nuestra diagonal. Si no es así, el triángulo ABC ha de contener a más vértices
de P. Deslizamos entonces el segmento BC hacia A hasta alcanzar el último A
vértice, Z, de ABC. De este modo, AZ estará contenido en P y habremos
encontrado nuestra diagonal.
Hay muchas variantes del teorema de la galería de arte. Por ejemplo, nos po-
dría interesar vigilar solamente las paredes (al fin y al cabo es allí donde se
cuelgan las pinturas), o podríamos colocar a todos los guardias en los vérti-
ces del polígono. Una variante especialmente bonita del problema (aún sin
resolver) es la siguiente:
Supongamos que cada guardia está situado en una única pared del
museo, de manera que caminando a lo largo de dicha pared puede
observar todo aquello que sea visible desde cualquier punto de esta
pared.
¿Cuántos "guardias de pared" hacen falta para vigilar el museo?
Paul Turán
Es sencillo obtener ejemplos de grafos sin un p-c1an dividiendo V en p - 1
subconjuntos disjuntos dos a dos V = VI U ... U Vp - I , con IViI = ni,
n = nI + ... + np-I, Y conectando dos vértices si y sólo si están en sub-
conjuntos distintos Vi, Vj. El grafo resultante, que denotamos Kn1, ... ,np_1'
tiene ¿i<j ninj aristas. Para un n fijo, el mayor número de aristas para tales
grafos se obtiene si los tamaños de los distintos subconjuntos son tan parecidos
entre sí como sea posible, es decir, si Ini - nj I ~ 1 para todo i, j. En efecto,
supongamos que nI 2: n2 + 2. Si cambiamos un vértice de VI a V2, obtenemos
Knl-l,n2+1, ... ,np_l que tiene (nI - 1)(n2 + 1) - nIn2 = nI - n2 - 1 2: 1
aristas más que K n1 ,n2, ... ,n p _l' Los grafos Kn1, ... ,np_l con Ini - njl ~ 1 se
conocen como grafos de Turán. En particular, si p - 1 divide a n, podemos
elegir ni = p":l para todo i, de donde se obtienen El grafo K 2 ,2,3
(
p -
2
1) (p-1
n ) 2
=
(
1- p
1) n
_1 2
2
aristas. El teorema de Turán afirma que este número es una cota superior del
número de aristas de cualquier grafo de n vértices que no contenga un p-c1an.
Teorema. Si un grafo G = (V, E) de n vértices no contiene un clan de n
vértices, p 2: 2, entonces
IEI ~ (1 -1)
- -n .
2
(1)
p-1 2
1NdT. No existe consenso sobre cómo traducir el término inglés cUque, que se utiliza para
referirse a un conjunto de vértices de un grafo G que inducen un sub grafo completo (o al propio
subgrafo). En este texto hemos optado por el término clan, que es uno de los utilizados por la
comunidad matemática de habla hispana y que recoge el significado del término original.
208 El teorema de Turán
IEI :::; (
p -
2
1) + -1(
2
1)
1 - - - (n - p + 1)2
p-1
+ (p - 2)(n p+ 1),
f(w) :S ~
2
(1 __1_)
p-1
n n 1
E(IGnl) = EX = ¿ E Xi = ¿n-d'
i=1 i=1 "
Por tanto, debe haber un clan con, al menos, ese tamaño, como habíamos
afirmado. Para deducir el teorema de Turán a partir de la afirmación utilizamos
la desigualdad de Cauchy-Schwarz presentada en el capítulo 17,
un nuevo vértice v' que tiene exactamente los mismos vecinos que v (vv' no w
es una arista), eliminamos u y dejamos el resto del grafo sin cambios.
El nuevo grafo G' sigue sin tener un clan con p vértices y su número de aristas
es
IE(G')I = IE(G)I + d(v) - d(u) > IE(G)I,
lo que contradice el carácter maximal de G.
Caso 2: d(u) 2: d(v) y d(u) 2: d(w).
En este caso duplicamos u dos veces y eliminamos v y w (como se ve en la
figura). De nuevo, el grafo G' obtenido no tiene ningún p-clan y para su
número de aristas obtenemos la relación " w
IE(G')I = IE(G)I + 2d(u) - (d(v) + d(w) - 1) > IE(G)I,
donde el -1 corresponde a la arista vw. De nuevo hemos obtenido una con- U u' u"
tradicción.
Un momento de reflexión nos convence de que la afirmación demostrada es
equivalente a que la relación e
U rv V :~ uv tj. E( G)
sea una relación de equivalencia. Por tanto, G es un grafo multipartito com-
pleto, G = Kn1, ... ,np_l' Y hemos terminado la demostración. D
[1] M. AIGNER: Turán's graph theorem, Amer. Math. Month1y 102 (1995),
808-816.
[2] N. ALON & J. SPENCER: The Probabilistic Method, Wiley Interscience 1992.
[3] P. ERDOS: On the graph theorem ofTurán (in Hungarian), Math. Fiz. Lapok 21
(1970),249-251.
[4] T. S. MOTZKIN & E. G. STRAUS: Maxima for graphs and a new proof of a
theorem ofTurán, Canad. J. Math. 17 (1965), 533-540.
[5] P. TURÁN: On an extremal problem in graph theory, Math. Fiz. Lapok 48 (1941),
436-452.
¿Qué podemos decir sobre 0:( Gn)? En primer lugar observamos lo siguiente:
sea U ~ V uno de los conjuntos independientes máximos de G, de manera
que IUI = 0:. Los vértices o:n de Gn de la fonna (UI, ... , un), Ui E U para
todo i, fonnan claramente un conjunto independiente en Gn. De aquí
y por tanto
Hasta aquí no tenemos cotas superiores para la capacidad. Para obtener tales
cotas seguiremos de nuevo las ideas originales de Shannon. En primer lugar
Comunicar sin errores 215
:\(x) = max L X v ,
CEe
vEC
y finalmente hacemos
Para ser precisos deberíamos utilizar ínfimo en lugar de mínimo, pero de hecho
el mínimo existe, porque :\(x) es continua en el conjunto compacto de todas
las distribuciones.
Consideramos ahora un conjunto independiente U <:: V de tamaño máximo
0;( G) = 0;. Asociada a U definimos la distribución Xu = (xv : v E V)
haciendo Xv = ~ si v E U Y Xv = O en otro caso. Puesto que cualquier
clan contiene a lo sumo un vértice de U, inferimos que :\(xu) = ~, yen
consecuencia, por la definición de :\ (G), que
1
:\(G) ::::; o;(G) ó
Lo que observó Shannon es que :\( G) -1 es, de hecho, una cota superior para
todo \lo; (Gn), y de aquí que también lo sea para 8 (G). Para demostrarlo es
suficiente demostrar que para cualquier par de grafos G, H se verifica
max ~ Xu ~ x~ = A(G)A(H) ,
CxD¿ ¿
uEC vED
(3)
(4)
b
u,,'~"""vu,
se considera que un es estéticamente
si, después de cortar un cuadrado de lado a, el rectángulo que queda
tiene la misma forma que el Las a, b de los lados de
a
dicho deben verificar É.a = --a
b . Definiendo la razón T := 2.,
a a
obtenemos T = oT2 1 O. Al resolver la ecuación cuadrática
se obtiene el número áureo T =
Consideramos ahora un pentágono de lado a, y sea d la LVL'iSH"<lU
d IABI a IMOI e D
a IAMI =~= IMAI =T.
= XlYl + .. , + XsYs
de dos vectores x = y = (Yl,"" Ys) en ]Rs. En esta situación,
(Xl, ... , X s ),
Ixl2 = (x, x) = xi + ... + x;es el cuadrado de la longitud Ixl de x, yel
ángulo I entre x e y viene dado por
(x, y)
COS I = Ixllyl'
Así (x, y) = O si y sólo si x y y son ortogonales.
Nuestro siguiente objetivo es obtener la cota superior 8(G) :::; O"yl para la
capacidad de Shannon de un grafo cualquiera G que tenga una representación
ortonormal especialmente "agradable". Para ello, sea T = {v(1), ... ,v(m)}
una representación ortonormal del grafo G en ]Rs, donde V(i) corresponde al
vértice Vi. Asumimos además que todos los vectores v(i) forman el mismo án-
gulo (distinto de 90°) con el vector u := ~(V(l) + ... + v(m»), o de manera
equivalente, que el producto interno
= O"T
tiene el mismo valor O" T -1 O para todo i. Llamemos a este valor O"T la cons-
tante de la representación T. Para el paraguas de Lovász gue representa al
ciclo 0 5 , la condición (v("), u) = O"T se verifica para u = OS.
Ahora continuamos con los tres pasos siguientes:
(A) Consideramos una distribución de probabilidad x = (Xl, ... ,X m ) en V,
y denotamos
(6)
1
8(G) :::; (8)
o D 1
O
O
O
1
O
1
O
1
y
para i i- j.
Puesto que aij = O siempre que ViVj tf. E, vemos que, de hecho, los vectores
v(l), ... , v(m) forman una representación ortonormal de G.
Finalmente, apliquemos esta construcción a los m-ciclos Cm para m 2 5
impar. Aquí podemos calcular facilmente p = IAmínl = 2 cos ~ (véase el
recuadro en la página opuesta). Cada fila de la matriz de adyacencia contiene
dos unos, lo cual implica que cada colunma de la matriz M suma 1 + ~. Para
la representación {v(l), ... ,v(m)} esto significa que
2 1
(v(i), V(l) + ... + v(m)) = 1+ - 1+--7r:-'
p cos -m
Comunicar sin errores 221
y de
1
(V(i) , = -
m
(1 + (cos -'m-'- ) -1) = a
Puesto que cos';;;:; < 1, la cota (9) es mejor que la cota 8( Cm) :S !J} que
encontramos antes. Nótese también que cos ~ = ~, donde T = ~+1 es la
razón áurea. De aquí, para m = 5 obtenemos de nuevo
= 5(vÍ5 + 1) = V5.
5 + vÍ5
1 ,\ ,\m-l 1
+
,\ ,\2 1 ,\
+
,\2 ,\3 ,\2
A + ,\ =(,\+,\-1)
7f
-2cos
m
es el menor de los autovalores de A.
222 Comunicar sin errores
Nótese que existen grafos finitos con esta propiedad; véase la figura, en la
que u es el político. Sin embargo, estos "molinos de viento" resultan ser los
únicos grafos con la propiedad deseada. De hecho, no es difícil comprobar
que ante la presencia de un político, únicamente son posibles grafos del tipo
de los molinos de viento.
De manera sorprendente, el teorema de la amistad no se verifica para grafos
infinitos. De hecho, para la construcción inductiva de un contraejemplo se
puede comenzar, por ejemplo, con un 5-ciclo, y añadir reiteradamente veci-
nos comunes a todos los pares de vértices que no tienen aún ninguno. Esto
conduce a un grafo de la amistad infinito (numerable) sin político. Un molino de viento
Existen varias demostraciones del teorema de la amistad, pero la primera, dada
por Paul Erd6s, Alfred Rényi y Vera Sós, continúa siendo la más atractiva .
<) v
ciclos de longitud 4 en G. Nos referimos a ello como la condición-C4 .
Veamos en primer lugar que cualesquiera dos vértices u y v no adyacentes
tienen el mismo grado d( u) = d( v). Supongamos d( u) = k Y que Wl, ... ,Wk
son los vecinos de u. Exactamente uno de los Wi, por ejemplo W2, es adya-
cente a v, y W2 es adyacente a exactamente uno de los otros Wi, pongamos Wl,
de modo que tenemos la situación representada en la figura de la izquierda. El
vértice v tiene en común con Wl el vecino W2, Y con Wi (i 2: 2) un vecino
común Zi (i 2: 2). Por la condición C4 todos estos Zi han de ser diferentes.
Concluimos que d(v) 2: k = d(u) y, por simetría, que d(u) = d(v) = k.
Para finalizar la demostración de (1), obsérvese que cualquier vértice diferente
de W2 no es adyacente ni a u, ni a v, y por tanto tiene grado k, según lo que
acabamos de probar. Sin embargo, puesto que d( W2) < n - 1, existe algún
vértice que no es vecino de W2, Y por tanto W2 también tiene grado k, y G es
k-regular.
n = k2 - k + 1. (1)
1
k
1 1) (k-1)I+J,
k+r~-svk-l = 0,
y, en particular, r 7: s y
k
~=
s-r
Ya que nI < no, estamos ante una contradicción para la elección de no.
Volviendo a nuestra ecuación, sea h ~ E N, entonces
[1] P. ERDÓS, A. RÉNYI & V. Sós: On a problem of graph theory, Studia Sci. Math.
1 (1966), 215-235.
[2] A. KOTZIG: Regularly k-path connected graphs, Congressus Numerantium 40
(1983), 137-141.
[3] A. KOSTOCHKA: The nonexistence of certain generalized friendship graphs, in:
"Combinatorics" (Eger, 1987), Colloq. Math. Soco János Bolyai 52, North-
Holland, Amsterdam 1988, 341-356.
Comenzábamos este libro con los primeros trabajos de Paul Erd6s en teoría
de números y lo concluimos con lo que posiblemente será considerado como
su contribución más importante: la introducción, junto con Alfred Rényi, del
método probabilístico. Enunciado de la manera más sencilla, dice así:
Por tanto, estamos ante un resultado de existencia. Puede ser muy difícil (y lo
es a menudo) encontrar este objeto, pero sabemos que existe. Presentamos tres
ejemplos de Erd6s (cada cuál más sofisticado) de este método probabilístico,
y acabamos con una reciente y particularmente elegante aplicación.
Para entrar en calor, consideremos una familia F de subconjuntos A i , todos
de tamaño d 2: 2, de un conjunto X finito. Decimos que F es 2-coloreable
si X puede colorearse con dos colores de modo que en cada Ai aparezcan
ambos. Es evidente que no cualquier familia de conjuntos es 2-coloreable:
consideremos por ejemplo todos los subconjuntos de tamaño d de un conjunto
X con 2d - 1 elementos. No importa cómo utilicemos dos colores para X,
habrá d elementos que reciban el mismo color. Otra observación evidente es
que cualquier subfamilia de una familia 2-coloreable tiene la misma propie-
dad. Nos interesa el mínimo m = m(d) para el cual existe una familia con
m conjuntos que no pueda colorearse con dos colores. Dicho de otra manera,
m( d) es el mayor número que garantiza que cualquier familia con menos de
m( d) conjuntos sí sea 2-coloreable.
Teorema 1. Cualquier familia que contiene como mucho 2d - 1 conjuntos de
d elementos es 2-coloreable, esto es, m(d) > 2d - 1 .
• Demostración. Sea F una familia que cumple la condición del enunciado.
Se colorea X de manera aleatoria y equiprobable con dos colores. Para cada
A E F sea EA el suceso "todos los elementos de A tienen el mismo color".
Puesto que existen precisamente dos de estas coloraciones, tenemos
Prob(EA) = (~)d-l.
Usando m = IFI ::; 2d - 1 (nótese que los sucesos EA no son disjuntos),
Concluimos que existe alguna coloración de X con dos colores que no tiene
ningún conjunto de F de un solo color. Por tanto, se verifica el teorema. O
228 La probabilidad nos lo pone fácil (aveces)
R(k,k) :s: 2k -
( k-1
2) 2k -
( k-1
3) + (2k -
k-2
3) < 22k~3.
-
(2)
Ahora lo que realmente nos interesa es encontrar una cota inferior para R( k, k).
Para ello hemos de probar que para un N < R(k, k) tan grande como sea po-
sible existe una coloración de las aristas de manera que no haya ningún Kk
azulo rojo. Aquí entra en juego el método probabilístico.
La probabilidad nos lo pone fácil (aveces) 229
11 Demostración. Tenemos R(2, 2) = 2. Por (2) sabemos que R(3, 3) :S 6, '::,::" ... :/~~~i'\" ... ::::.'
~"~ .... ", ... ~, . . ,<
Y el grafo K5 coloreado como en la figura muestra que R(3, 3) = 6. :/ ............... , .............,
Sea ahora k 2: 4. Suponemos que N < 2~, Y consideramos todas las colora-
/~.......... """",,~\.
ciones de KN, donde cada arista se colorea independientemente de azulo rojo
con probabilidad ~. Por tanto, todas las coloraciones tienen la misma proba-
bilidad, Ten. Sea A un conjunto de vértices de tamaño k. La probabilidad
del suceso A R , todas las aristas de A están coloreadas de rojo, es entonces
Tm. De aquí se sigue que la probabilidad P R de que las aristas de algún
conjunto de tamaño k estén coloreadas de rojo está acotada por
Por tanto P R < ~,y simétricamente P B < ~ para la probabilidad de que haya
k vértices con todas las aristas azules. Concluimos que PR + PB < 1 para
N < 2~, de manera que debe existir una coloración sin ningún Kk rojo ni
azul, lo que significa que K N no tiene la propiedad (k, k). O
Por supuesto, hay una importante diferencia entra las cotas inferior y superior
para R( k, k). A pesar de la sencillez de esta demostración sacada de El Libro,
en los 50 años posteriores al resultado de Erd6s no se ha hallado ninguna cota
inferior con un exponente mayor. Es más, nadie ha sabido demostrar ni una
cota inferior de la forma R(k, k) > 2( ~+E)k, ni una cota superior de la forma
R(k, k) < 2(2-E)k, para cualquier E> O fijo.
n.
que converge a Ocuando n tiende a infinito. Por tanto, (3) se verifica para todo
n ~ nI, siendo nI cierto entero positivo.
Ahora tratamos el segundo parametro, "( (G). Para el valor dado de k queremos
demostrar que no hay demasiados ciclos de longitud:::; k. Sean i un número
entre 3 y k, y A s:
V un conjunto fijo de tamaño i. El número de ciclos
de longitud i posibles en A es la mitad del número de permutaciones cíclicas
de A (ya que podemos atravesar cada ciclo en dos direcciones), y por tanto
igual a (i-;I)!. El número total de posibles i-ciclos es por tanto (7) (i-;I)!, Y
cualquier i-ciclo e aparece con probabilidad p'. Sea X la variable aleatoria
que cuenta el número de ciclos de longitud:::; k. Para estimar X usaremos dos
herramientas sencillas, pero bellas: por un lado la linealidad de la esperanza,
y por otro la desigualdad de Markov para variables aleatorias no negativas:
EX
Prob(X ~ a) :::; - ,
a
donde EX es el valor esperado de X. En el apéndice del capítulo 14 presen-
tamos un rápido repaso de estas herramientas.
Sea Xc la variable aleatoria indicatriz de ciclo e, cuya longitud es, por ejem-
plo, i. Esto es, hacemos Xc = 1 ó O dependiendo de si e aparece o no en
el grafo; por tanto, EXc = pi. Puesto que X cuenta el número de todos los
ciclos de longitud:::; k, tenemos X = :z.::: Xc, y por linealidad
EX =
k
V
~
(n) (i -i
1) 1. 1v ..
k
1 k k
2 'p":::; 2~n'p2:::; 2(k-2)n p ,
1
donde la última desigualdad se verifica porque np = n k+l ~ 1. Aplicando
ahora la desigualdad de Markov con a = ~, obtenemos
n/2 n n
X(G) ?: a(G) ?: 2a(H) > n/k = k,
ya que todos los vértices nuevos tienen 4. Utilizando la cota del número
de aristas de un grafo plano tenemos
esto es,
cr(G) 2: m 3n + 6. (4)
Por ejemplo, para el grafo completo K6 calculamos
cr(K6 ) 2: 15 - 18 + 6 = 3,
Ahora calcularemos los valores esperados E(n p), E(m p) y E(Xp ). De ma-
nera obvia, E(np) = pn y E(mp) = p2 m , ya que una arista aparece en G p si ~
Y sólo si lo hacen sus dos vértices extremos. Finalmente, E(Xp) = p4 cr(G),
porque un corte está presente en G p si y sólo si sus cuatro vértices (¡que son
distintos!) están presentes.
234 La probabilidad nos lo pone fácil (a veces)
lo cual nos da
m 3n3· (5)
P
Y ahora, el golpe de gracia: elegimos p .- ;;:, que es como mucho 1, por
nuestra suposición. Entonces (5) es
1 [4m
cr(G) 2: 64 (n/m)2 - (n/m)3
3n]
y hemos terminado. D
serie unimodal, 12
de Euler, 35
variable aleatoria, 84
diatómica de Stem, 95
vecino, 56
series de potencias formales, 191
vectores casi-ortogonales, 86
simetría central, 51
vértice, 50, 56
simetrización de Minkowski, 81
convexo, 205
símplice, 50
vértices adyacentes, 56
símplices en contacto, 75
vigilantes del museo, 203
sistema
volumen, 74
de conjuntos 2-coloreable, 227
de representantes distintos, 154