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¿Cómo vencer la

inestabilidad
emocional?
«Y hará YHVH con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los
amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó. Y los entregará YHVH
delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he
mandado. Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de
ellos, porque YHVH tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te
desamparará.
(Devarim/Deuteronomio 31:4-6 | RV60 adaptada)

¿Qué representan los citados reyes? ¿por qué la Torah los nombra
por su nombre en lugar de referirse a ellos sólo como los “reyes
amorreos”?

Sehón o Sijón significa “tempestuoso” (Strong). Una tempestad es una


“tormenta grande, especialmente marina, con vientos de extraordinaria
fuerza” y también “conjunto de palabras ásperas o injuriosas”; además
de “agitación de los ánimos”, según la RAE.

Por lo cual podemos decir que este monarca está representando la


inestabilidad emocional que hace que los deseos y decisiones de una
persona vayan y vengan, como las agitadas olas del mar.
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual
da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida
con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda
del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a
otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del
Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus
caminos”.
(Santiago/Jacobo 1:5-8| RV60)

El segundo rey es llamado Og, cuyo significado es “redondo” (Strong).


esto representa a los círculos viciosos, a la zona de confort que
mantiene a la persona dando vueltas en lo mismo.

Esto se relaciona con lo anterior dado que la duda genera inestabilidad y


eso hace que no se mantengan firmes las decisiones ni las acciones para
alcanzar lo propuesto. Entonces, se termina siempre en lo mismo.

En definitiva, como queda manifiesto en el versículo sexto del citado


capítulo de Devarim, los enemigos que debemos vencer sin piedad son
el miedo paralizante (yaré) y el quebranto o desánimo (aráts).
¿Cómo hacerlo? La respuesta está en el mismo pasaje: “esforzaos (jazak)
y cobrad ánimo (amats)”.

Llamativo es que el primer verbo es aplicado en la expresión que se usa


al terminar el estudio de un libro de la Torah: (es unacostumbre) “jazak,
jazak, venitjazek” (“¡sé fuerte, sé fuerte, y nos fortaleceremos!”).

esta interesante frase tiene que ver con la retroalimentación entre lo


individual y lo colectivo. Es decir, porque el individuo se fortalece, toda
su comunidad lo hace.

Pero también, si los sabios judíos han tomado esta frase para alentar el
estudio de la Instrucción, es porque evidentemente entienden que
el “esfuerzo” del que nos habla Devarim para vencer a los enemigos
tiene que ver con el estudio de la Torah.
Ahora bien, nosotros entendemos que esto no sólo debe ser en un solo
nivel intelectual, sino llevándola al corazón primeramente por medio de
la apertura al obrar del Espíritu Santo, quien viene sólo por la fe en
Yeshúa el Mesías.

(Gál. 3:2-5)
2
Yo quiero saber sólo por esta única razón: ¿Recibieron ustedes
el Ruaj por medio de la observancia legalista de los
mandamientos de la Toráh, o por confiar y ser fieles a lo que
oyeron?
3
¿Son tan estúpidos? Habiendo empezado por el poder del Ruaj,
¿creen que pueden llegar a la meta por su propio poder?
4
¿Han sufrido tanto por nada? Si de esa forma es como piensan,
¡su sufrimiento en realidad, sí hubiera sido en vano!
5
¿Qué hay de YAHWEH, que los suple con el Ruaj y hace
milagros entre ustedes; lo hace El por causa de la observancia
legalista [Obras de la Ley] de los mandamientos de la Toráh, o
porque confiaron en lo que oyeron y son fieles a ello?[18]

Y hablando de Él, nuestro maestro nos da un ejemplo práctico de cómo


se ejercita este combate a los “reyes amorreos” cuando en los evangelios
se relata que en medio de una tempestad la barca donde viajaba con sus
discípulos se hundía mientras él descansaba.

Al avisarle sus aprendices:

“Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y


cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así
amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?”
(Mr. 4:39-40 |RV60)

Creo que hay momentos donde simplemente con la misma fe de Yeshúa


debemos decir: “¡calla, enmudece!” a las voces interiores que quieren
derribarnos (que en verdad no somos nosotros, sino la voz del adversario
alimentando nuestro ego).
Se trata de hacer callar, confiar y actuar (porque el avance en algún
momento implica acción).

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