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HIMNOS
A LA
NOCHE
Novalis (2 mayo 1 7 7 2 - 2 5 marzo 1 8 0 1 ) nació en una conclusa. El joven de veinticinco años se propuso hacer
familia noble de Turingia. Su nombre era Friedrich von la obra del conocimiento total que no ofrecía la enciclo
Hardenberg, pero el seudónimo le pertenecía lejanamen pedia. Era excelente esgrimista y caballista. Creó la flor
te. Friedrich Schlegel fue el primer crítico que ensalzó al azul, símbolo del romanticismo que Gastón Bachelard in
adolescente de maneras elegantes y extraordinaria hermo terpretaría roja y erótica. Albert Béguin marcó al poeta
sura. Gottlob Werner, el maestro prodigioso, lo entusias nocturno con la estrella matutina. Marcel Brion lo con
mó por el camino espiritual, los metales y las piedras en cibió en la esfera musical y en el cono de hierro y dia
los descensos estudiantiles a las grutas. Por el influjo es mante de la videncia sagrada. Antes de cumplir los vein
plendente de Friedrich von Schiller se apasionó por la tinueve años, Novalis murió por su deseo inmarcesible
virtud clásica y quiso ser soldado. La muerte de su ama de integrarse a la totalidad cósmica; su lecho de tubercu
da Sophie von Kühn fue una revelación trascendental de loso fue solamente el pretexto terrenal.
la que brotaron los Himnos a la Noche, su única obra J.A.O.
III
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transfigurados de la amada. En sus ojos descansaba ¿Puedes mostrarme un corazón eternamente leal?
la eternidad —tomé sus manos y las lágrimas fueron ¿Tiene tu sol ojos amistosos que me reconozcan? ¿To
una atadura indesgarrable y refulgente. Los milenios man tus estrellas mi mano que solicita? ¿Me devuel
se trasladaron hacia la lejanía como borrasca. Llora ven el suave apretón y la palabra cariñosa? ¿Le has
ba yo en su cuello arrebatadas lágrimas por la nueva dado a Ella contorno y colores ligeros —o bien dio
vida. Era el primero y único sueño— sentí entonces Ella a tu atavío alta y querida significación? ¿Cuál
fe inalterable y eterna en el cielo de la noche y en su voluptuosidad, cuál gozo ofrece tu vida, que compen
luz, la amada. saran los arrebatos de la muerte? ¿No trae el color
de la noche todo lo que nos entusiasma? Te trae ma
iv . ! ternal y le agredeces toda tu magnificencia. Te disi
Ahora sé cuándo llegará la última mañana —cuando parías en ti misma, te desharías en el espacio sin fin
la luz ya no ahuyente la noche ni el amor— cuando si ella no te sostuviera, te envolviera para que estu
el letargo eterno y sólo un sueño inagotable y único vieras tibia, y llameante engendraras el mundo. Yo era
sea. Siento en mí el cansancio celeste. Dilatada y fa en verdad antes de que tú fueras — la madre me man
tigosa me fue la peregrinación al Santo Sepulcro apre dó con mis hermanos a habitar en el mundo, a curar
tando la Cruz. Los arcos de cristal, todos los sentidos lo con amor y que fuera un eterno símbolo visible—
indistintos, remoja en el seno oscuro del túmulo, a a plantarlo con flores inmarcesibles. Aún no madu
cuyos pies se quiebra el oleaje terrestre, quien los raban esos pensamientos divinos — aún son pocas las
probó, quien estaba sobre la montaña de los límites huellas de nuestra manifestación. Una vez muestra tu
del mundo y miró hacia la nueva tierra, en la residen reloj al fin del tiempo, cuando seas como uno de noso
cia de la noche —en verdad no retornó al sacudimien tros y llena de anhelo y fervor te apagues y mueras.
to del mundo, al territorio en que mora la luz con En mí siento el fin de tu agitación —libertad celeste,
eterna intranquilidad. venturoso retorno. Con salvajes dolores siento tu le
Arriba se construyen chozas, chozas de la paz, janía de nuestro hogar, tu resistencia al cielo antiguo
anhela y ama, levanta la mirada hasta que la bien y magnífico. Tu furor y tu cólera son en vano. La
venida de todas las horas baja hasta él en el manan cruz se yergue ardiente sin consumirse, bandera que
tial —por encima navega lo terrestre rezagado por bendice nuestra estirpe.
tormentas, pero lo que se consagró con el toque del
amor fluye suelto por trechos ocultos hacia otra co Subo peregrino
marca donde se mezcla como perfume con el amor y cada dolor
dormido. Tú despiertas, luz vivida, a los fatigados al a la voluptuosidad
trabajo, viertes vida feliz en mí —pero no me des será un aguijón.
prendes del recuerdo musgoso. Con gusto quiero to Aún poco tiempo
car las manos laboriosas, ver todo alrededor, donde y desatado estoy,
tú me necesitas, elogiar la suntuosidad de tu esplen y quedo ebrio en el seno
dor, perseguir infatigable tus hermosas obras de arti del amor.
ficio, contemplar con gusto el paso exacto de tu reloj La vida infinita oscila
poderoso y brillante —penetrar en la proporción de con fuerza en mí,
las fuerzas y las reglas del prodigioso juego de incon desde la altura
tables espacios y tiempos. Pero mi corazón secreto te miro.
permanece fiel a la noche y a su hijo, el amor pro En aquella colina
ductivo. se extingue tu brillo—
una sombra trae
la corona fría.
Oh, Amado, absórbeme
poderoso
que puedo dormirme
y amar.
De la muerte siento
el agua que rejuvenece—
bálsamo y éter
se hace mi sangre.
Vivo de día
con valor y fe
y muero de noche
en santo fulgor.