AUTORES

Hernán Montealegre,
.-.-
abogado, poeta, cristh&,
mantiene vivas sus
inquietudes y el recuerdo
de una penosa experiencia
por Malú Sierra
Empezó a escribir poesía cuando estaba
en cuarto año de humanidades, en el Saint
George. Inmediatamente fue incluido por
Roque Esteban Scarpa en la antología El
Joven iaiirel. de la que salieron también
otros escritores, entre ellos Antonio Ava-
ria, Armando Uribe, Jaime Silva, Carlos
Ruiz Tagie. José Miguel Ibáñez.
El siguió escribiendo. Publicó su primer
libro en 1955. Ciclo en Io Tierra. “Lo más
interesante en poesía religiosa”, diJo
Scarpa. Desdeentonces sedefiniócomoun
p w t a de vena mística. En 1964 salió Cer-
cano inmensidad, también de contenido re-
ligioso. Dios, la muerte. la eternidad, eso
es lo que le preocupaba. Lo que hoy, a
pesarde todoloque le hapasado (o poreso
 7 7 ”

un mundo de cmoeión humana

mismo). le sigue preocupando.

N o se ha volcado hacia la pwsia politica
-y seríacomo para que hubieraocurrido-y
su próximo libro, que espera editar este
año, tendrá la misma temática de los ante-
riores. “Me importael sentido último de la
vida, el contacto con la muerte, el contacto
con Dios”. dice.
La inquietud religiosa ha sido una cons-
tante en la vida de Hemin Montealegre.
Tanto, que quiso ser sacerdote y durante
seis años estuvo en el seminario. Pero la
vocación no fraguó y el posible sacerdote
se hizo abogado.
Ese dia. tal vez. empezaron sus proble-
mas.

Defensor de los “enemigos” Ep

s= q.
~

No lo sup1 hasta muchos años después. e

Entretanto se sintió triunfador. “En Leyes s .
me fue muy bien. Obtuve el premio Monte- 1‘ ~ .. ..
negro al mejor alumno”, cuenta. Luego so cipo en política, y reconoce que era bas-
casó y entró al servicio diplomático. En tante individualista. Igual lo despidieron
agosto de 1970 partióa Londrescomo cón- después del golpe. por desconfianza del
SUI, y allá se dedicó a lo cultural y oisfrutó nuevo regimen y sobre todo por ser yerno
de las bondades de la carrera. Nunca parti- del abogado UP Eduardo Novoa Monreal.

Una experiencia de Dios

C u n el ujo puesto en el enigma ! miento en lac co\a\ ni a I H imprecación.
iniradnen los tiempoc. Hernin Munien- r i n d a unIrntuyacurdino~lodWlo~~iron
lepe pnrecii, definir su miindo prí)\imo &%tinu id otro miindo. inpenuo comu
en 1111puema de l Y < . I.Úyrinni villi: los texios de Ius mi%tico<:
“ \ I i boca es un 1engu;ije “Me a g r a h Señorjugar cuntign. Co-
, t)uign entender4 mi p;il,ibra! rre r
par:+que t u me persigas runriend,) y mi-
.t, ieces. s¡,, es preLiro ca. r d o la rapidez de los p i j a m .
llar. A \ece\ me parece que nu me nlcan-
y este poema c.s un largo silencio” 1 2 5 . qiie mis piec van m i s nipid?
y mi\ brazos se mueven i o n mic agili-
Sin emhargo. no hay palabra que exista dad.
enel merosilencio. porloque. poresos Adcm& te canSaF cuando me
n h i s . \e entrega dramáticamente a des-
2ubrir:il “tigre nwturnu que camina en escondo deirá%de los arboles
In sangre.‘. \ a ver interiurmente 1 s y te %ienia\ a esperamic.“
zonas en las cuales cumbre y abismo se Pureza y dulzura, ausencia de retor-
congregan en un acto que se parece al cimiento, fervor lírico lo definieron en
éxtasis. El sentido religioso se proyecta . su antigua poesia. Poco a poco, deján-
como un intento de salvación y como el dose llevar por años y leguas, por rit-
reencuentro: mos y sufrimientos, sigue buscándolo, a
.El. aese Dios que sólo haestado encon-
“Ven, mi Dios, trandoacadapaso.Y love tandistinto,
vamos juntos al mundo, tancambiado.iOquizásquiénfuecam-
vamos a amar al hombre, a traerlo biando?
hasta ti.
a colmarlo de primavera; ven, mi “Tus respuestas me llegan
Amado, cuando mis preguntas ya no me ator-
por el amor retornará el hombre a tus mentan.”
brazos infinitos” . Lo que no es poco decir y es, ai mismo
tiempo, decirlo todo. Hasta que el
Montealegre, en sus IibrosCielo en /a tiempo -la eternidad tal vez, lo pula y
lierra (1955) y Cercana inmensidad I h p i e , en un mundo nuevo que puede
(1964) busca el secreto de lo que le ro- también -y debe- estar aquí, más tem-
dea, pero I)(> acude ni al fácil hundi- prano que tarde ... A C
I HOY 2 AL 8 OE MAYO DE 1979
 En t m días tuvo que abandonarla Emba- que servía de enlace al partido comunista.
jada. LlegóaChilealos35años.sintrabajo
y bastante despistado. A I poco tiempo em-
pezó a colaborar con e l Comité Pro Paz,
defendiendo a gente en los Consejos de
Guerra. Sin parar viajaba de un extremo al
otro del país para asistir a los juicios de los
miles de personas. L a mayoría eran mar-
xistas.
“Yo no conocía de antes a ninguno de
mis defendidos; sólo los conocí en l a pri-
sión”, asegura Montealegre. Para algunas
mentalidades, sin embargo, l a lógica era:
“ S i está defendiendo a tanto marxista,
tiene que sermarxista.” Peor se poníanlas
cosas a raíz del entredicho con.la Corte
Suprema: un grupo de abogados le pidió
que ejerciera sus derechos y supervigilara
los tribunales militares, donde según dlos
se cometían .muchas irregularidades. ‘La
Corte prefuió ampararse en el estado de
emergencia, y tanto los abogados como los
detenidos perdieron la pelea.
“Se le comprobó -dijeron- que desde los
tiempos de l a Unidad hpular mantenía
contacios permanentes con el G-2 cubano,
vale decir, con el jefe de Inteligencia del
gobierno de Fidel Castro. De las investiga-
ciones practicadas entre los miembros
clandestinos del Partido Comunista, se
concluyó que Hernán Montealegre fue am-
pliamente reconocido por éstos como un
miembro más del ex partido, que siempre
trabajó en la clandestinidad.”
Entre los documentos que lo acusarían
estaban, además del Órgano del M I R y
otras publicaciones clandestinas, “un in-
forme de la Vicaría de la Solidaridad a la
Corte Suprema, elaborado por un grupo de
abogados dirigidos por Montealegre, en e l
que se ataca al gobierno de Chile por su
actuación durante el periodo de recons-
trucción nacional”. El documentoen cues-
tiónerapúblico ycualquierapodíaverloen
la secretaría de la Corte Suprema.
-Lopeorfueron los IYdiasdeiiicomuni-
caiión. Mi único contacto con el exterior
eran los golpes en la puerta en la manana.
cuando me traían l a leche aguada con un
pan: una ropa a la hora de almuerzo y una
sopa a la comida. Me llevaban a l baño p)r
tres minutos, apurándome. y de vuelta a In
pieza.
incomunicado
Dcntrode l a ~ e l d a h ~ b i a u n m u n d“Yo
o.
nosi s i las hahrían dejadon propocilo, pero
en las paredes hnbia todo tipo de in5crip
ciones dramatica5: hijos que se Jespedian
de sus madre,. dibujos de C r i m . 1c)zndai.
poema?. N u me voy a ol\idar nunca de un
acn>sticu que comenzaba: Hoy i.umpl?r
cinco i i k i s <Ir rd$. E m un pdre que le
escribia un pequeno poema a su niiita 1 le
decin que n o iba a poder estar con cllii ni
llevarle regalos. Y resulta que m i hija ma-
yor ctimplia cinco anos e l 31 de mayo. Me
emocionaba tun agudamente que nunca
pude ir mis a l l i de las tres primeros li-
neab”.
-¿Que‘ le pura a un homhre inwniuni-
<.Ud<,.
-Es un proceso sicológico de aniquila-
ción personal. porque a uno lo hacen v h i r
en In más absoluta inseguridad. L a ewn-
ciu de la incomunicación es que uno nu
sepa nada de nada. Our nu sew qué vil a
ser de su vida en el próximo minuto. Se
vive en un mundo que cada vez se hace m i s
loco. a través de sonido?. de niidos.que
ocurren mas allá de la celda. Uno se \ a
desesperando interiormente. En un mo-
menio senti que había llegado al limite de
mi aguante. Si no me hubieran sacado ese
día. hnbria empezado a patear la p e n a , a
gritar, porque cualquier xnaera mejorque
continuar en ese estado de caídaen un te-
rrible pozo anímico.
-G’.Voperdjó la fe?
-Nu. Pero perdilatranquilidaddelam~.
ditación. L a relación con Dios era una Iu-
cha pennanente, porque yo no encontraba
explicación para una 5ituaciónen In que yo
sabia que había actuado en fonna inipeca-
ble. El únicomotivo porelcualestahame-
tido en esa celda era por haber t r a b a d o
con la Iglesia. Estaba absolutamente Ih-
pio.

Dramático despertar
Renacer
-
Cuenta aue llenar a Tres Alamo5 fue e l
verdadera fíiación poiitiia y actividad sub- paraíso.
versiva”. Que Montealegre había “de- -Abrazar a l a gente, poder conversar,

El 12 de mayo de 1976 dormía tmnquikt- ahogado.

mente en su casa. con su mujer y sus dos
hijas, cuando lo despertaron bruscamente.
L a D I N A tenía orden de detención -nadie
le dijo la causa- y se lo llevó a Cuatro
Alamos, donde durante 19 días lo tuvieron
incomunicado, sin que se le acusarade ab-
solutamente nada. Sólo un mes y medio
más tarde, cuando ya estaba en Tres Ala-
mos, en libre plática, y.cuando la presión
de l a Iglesia Católica se había vuelto dema-
siado fuerte, vino l a acusación. Según la
DINA, Montealegre tenía una casa-buzón
Y”” 1 n/ < / n i111”n ”C ,070
-
fraudado” a la lplesia v a la Drofesión de era un sueiio. Todos est& compa&?s de
priciSn. que en su mayoria eran murxi~t=.
E1mismodice:”Yopasabaaserlafigura fueron para mí seres humanos con los que
más tenebrosa y más peligrosa para l a se- renaci ...
nundad del paÍs”. -,;Y ese contacto íntimo con mur.ristas
- Seis meseiestuvo preso. %is meses que no 1,) influyó p,ilítiramenlr?
lo mairaron para siempre. “Es un shock -NO. se me coniinnóel carácter dogmá-
que nunca se va a borrar”, asegura. AI tico del marxismo. Era sólo una cosa hu-
menos por un tiempo lo anularon como mana.
abogado: tuvo que cerrar su estudio pri- El momento mas dramático fue cuando
vadoydejarlaVicarIa. Noasícomo poeta: 10 visito el cardenal. DespuCs de ponerle
el dolor propio y el ajeno le afvmaron su mil trabas. le dijeron al prelado que por
vocación literaria. Pero aún no ha escrito r m n e q de seguridad habia que devolverlo
su testimonio. a Cuatro Alamos. Pero a Montealegre na-
die le dijo de qué se trataba. Y durante
cinco días lo reincomunicaron.
Lm presiones de la Wsia cmtinuamn,
y también los comunicados de urn y otro
lado.
Los cargos eran tan graves que no po-
díansoltarlo.Asíesque la"salida"fueque
quedara libre por un decreto que liberó a
todos los presos políticos.
-En esa ocasión hubo un decreto de ex-
pulsión para trece presos y, para sorpresa
mía, yo no estaba entre ellos. Incluso el
ministro del Interior llamó a monseñor Va-
lech. dándole todo tipo de seguridad sobre
mí. En el fondo se dieron cuenta de que yo
no estaba metido en nada. El hecho de que
nomeexpulsaran,que medejaranen liber-
tad incondicional y que nunca más haya
vuelto a tener molestias, demuestra que
reconocen su error. Porque gente acusada
decosasmuchomenoresestáfueradel país
y no la dejan entrar ...
La pesadillaquedóatrás. Hoy t r a b a e n
la Academiade Humanismo Cristiano, que
preside el cardenal, y en la Comunidad
Económica Europea. Escribe una obra j u -
rídica que se llama El derecho ante las
amenazas o la seguridad del Estado y pre-
para su próximo libro de poesía.
Peroelcambio hasido profundo."Antes
yo me movía por un interés individual. La
vida era una faena cultural. Ahora es una
cosa plural.encomÚn. Y se me hasimplüi-
cado el esquema sobre qué base debe cons-
truirse la vida colectiva: democracia y de-
rechos humanos. Eso orienta en política,
en economía, en sociología. Ahora aprecio
también la necesidad de jugarse por una
causa: eso nunca lo había tenido. Jugarse
es también un elemento esencial de la vida
de Cristo: El se jugó la vida Y vivió en ese
permanente riesgo." ca