Jahir Imanol Romero Gómez

Porque en el evangelio la justicia de Dios se

revela por fe y para fe; como está escrito:
Mas el justo por la fe vivirá
 Ushanan-Jampi
Enrique López Albújar

Romanos 1:17
En el serrano pueblo de Chupan, el tribunal de los yayas, implacable consejo de ancianos encargados de
impartir justicia, condenaba por ladrón reincidente a Cunce Maille, indio puro de mirada desafiante, rebelde,
auto suficiente que, aunque explico el motivo de su ultimo robo, no logro probar su inocencia.
El fallo no pudo ser peor, se le expulsaba de su pueblo para siempre, debía alejarse de su choza, de su madre,
de sus tierras, de sus costumbres, es decir, se le condenaba casi a una muerte en vida. Si volvía se le aplicaría el
ultimo remedio, el Ushanan-Jampi, es decir se le pondría a disposición de la justicia del pueblo.
La naturaleza rebelde de Cunce Maille solo soporto un mes y furtivamente una madrugada regreso a ver a su
madre, pero fue visto por emisarios de los yayas y al salir fue perseguido a balazos, el ágil Cunce logro subir al
campanario del pueblo, se defendio con su carabina y de certeros balazos mato a doce pobladores incluidos un
yaya.
Preocupados se reunieron los pobladores al mando de los yayas y decidieron proponerle algo a Cunce una
tregua, que baje se le reconocería su valor y se le dejaría ir, pero con la condición de que no volviera jamás.
Cunce Maille entendió que no podía estar hay para siempre, él no quería abrazos ni chacta, el pidió que
vinieran todos los yayos desarmados y que esten a 20 pasos de distancia, cuando estaban a punto de bajar del
campanario Facundo sorprendió a Cunce y empezaron un violento forcejeo, ya en el piso Facundo empezó a
gritar ¡ya está!¡ya está!¡Ushanan-Jampi! Al decir eso Cunce golpeo a facundo y le corto la lengua lo golpeaba,
los pobladores del pueblo lo atacaron de una apuñalada y una apedreada le hicieron soltar el cuchillo que tenia
en la mano con las pocas fuerzas que le quedaban se dirigió a la casa de su madre, su madre intento de
detenerlos, pero la turba era mas fuerte ella vio como lo empezaron a descuartizar, después se le ato una soga al
cuello y se le arrastro por todo el pueblo.
Seis meses después aún se podía ver intestinos decorando la casa abandonada de los Maille.