Está en la página 1de 21

Descubre la aplicación Serie After y prepárate

para una experiencia de lectura 360º.

Descarga gratuitamente la aplicación en tu dispositivo móvil,


sigue los símbolos del infinito que encontrarás repartidos a lo
largo de las páginas de After y prepárate para vivir la historia
de Hardin y Tessa en primera persona.

Fotos, videos, pistas de audio, listas de música y otras sorpresas


que te harán disfrutar aún más de la experiencia After.

pInternacional

After 2 parte 1 Colombia.indd 1 10/12/14 10:59


After 2 parte 1 Colombia.indd 2 10/12/14 10:59
1

Anna Todd

After. En mil pedazos


(Serie After, 2)

Traducción de
Vicky Charques y Marisa Rodríguez

After 2 parte 1 Colombia.indd 3 10/12/14 10:59


Título original: After we Collided

© Anna Todd, 2014


La autora está representada por Wattpad.
Publicado de acuerdo con el editor original, Gallery Books, una división de Simon &
Schuster, Inc.
© por la traducción, Vicky Charques y Marisa Rodríguez (Traducciones Imposibles), 2014
© Editorial Planeta, S. A., 2014
Avda. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (España)
www.editorial.planeta.es
www.planetadelibros.com

Primera edición: noviembre de 2014


ISBN: 978-84-08-13523-4

Editorial Planeta Colombiana S. A.


Calle 73 No. 7-60, Bogotá

Primera impresión (Colombia): febrero de 2015

ISBN 13: 978-958-42-4319-5


ISBN 10: 958-42-4319-5

Impreso por:

Impreso en Colombia - Printed in Colombia

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema


informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico,
mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito
del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra
la propiedad intelectual.

After 2 parte 1 Colombia.indd 4 10/12/14 10:59


A todo el que lea esta novela,
con todo mi amor y mi gratitud

After 2 parte 1 Colombia.indd 5 10/12/14 10:59


After 2 parte 1 Colombia.indd 6 10/12/14 10:59
2

Prólogo

Hardin

No siento el asfalto helado bajo mi cuerpo ni la nieve que me cae enci-


ma. Sólo noto el agujero que me desgarra el pecho. Me arrodillo deses-
perado viendo cómo Zed arranca el auto y sale del estacionamiento con
Tessa en el asiento del acompañante.
Nunca lo habría imaginado, ni en mis peores pesadillas habría pen-
sado que podría sentir un dolor semejante. El dolor de la pérdida, lo
llaman. Jamás había tenido nada ni a nadie de verdad, jamás había sen-
tido la necesidad de tener a alguien, de hacer a alguien completamente
mío, de aferrarme a alguien con tanta intensidad. El pánico, el puto
pánico que me da perderla, no entraba en mis planes. Nada de esto en-
traba en mis planes. Iba a ser coser y cantar: me la tiraba, me ganaba un
dinero y el derecho a restregárselo a Zed. Punto pelota. Sólo que no fue
así. La rubia con faldas largas que hace listas interminables de tareas
pendientes se me fue metiendo bajo la piel hasta que estuve tan loco
por ella que ni yo mismo me lo creía. No me di cuenta de lo enamorado
que estaba de ella hasta que me encontré vomitando en el baño después
de haberles enseñado a los cafres de mis amigos la prueba de su virgini-
dad robada. Fue horrible y lo pasé fatal..., pero eso no me impidió ha-
cerlo.
Gané la apuesta pero he perdido lo único que ha conseguido ha-
cerme feliz en la vida, además de todas las cosas buenas que me hizo
ver que yo tenía. La nieve me está atravesando la ropa y me gustaría
culpar a mi padre por haberme pasado su adicción; me gustaría cul-
par a mi madre por haberlo aguantado demasiado tiempo y haber
ayudado a crear a un niño de tarados; y también culpar a Tessa por
haberme dirigido la palabra alguna vez. Demonios, me gustaría cul-
par a todo el mundo.

After 2 parte 1 Colombia.indd 7 10/12/14 10:59


Pero no puedo. Lo he hecho yo solito. La he destrozado a ella y tam-
bién lo que teníamos.
Sin embargo, haré lo que haga falta, sea lo que sea, para compensar
mis errores.
¿Adónde irá ahora? ¿Podré volver a encontrarla?

After 2 parte 1 Colombia.indd 8 10/12/14 10:59


Capítulo 1

Tessa

—Tardó más de un mes —sollozo mientras Zed termina de contarme


cómo empezó lo de la apuesta.
Se me revuelve el estómago y cierro los ojos en busca de alivio.
—Lo sé. No paraba de salirnos con excusas y de pedir más tiempo, y
rebajó la cantidad que iba a percibir. Era muy raro. Todos pensamos
que estaba obsesionado con ganar, con demostrar algo o vete tú a sa-
ber, pero ahora lo entiendo. —Zed hace una pausa y estudia mi expre-
sión—. No hablaba de otra cosa. El día que te invité a ver una película
se enloqueció. Después de llevarte a casa me regañó y me dijo que me
alejara de ti. Pero me lo tomé a broma porque pensaba que estaba bo-
rracho.
—¿Les contó... les contó lo del arroyo? ¿Y todo... lo demás? —Con-
tengo la respiración. La lástima que veo en sus ojos es toda la respuesta
que necesito—. Dios mío. —Me tapo la cara con las manos.
—Nos lo contó todo... Con pelos y señales... —dice en voz baja.
Permanezco en silencio y apago el teléfono. No ha dejado de vibrar
desde que salí del bar. No tiene ningún derecho a llamarme.
—¿Dónde está tu nueva residencia? —pregunta Zed. Estamos cerca
del campus.
—No vivo en una residencia. Hardin y yo... —Apenas si puedo ter-
minar la frase—. Me convenció para que me fuera a vivir con él hace
una semana.
—No. —Zed alucina.
—Sí. Es un... Es un... —tartamudeo, incapaz de encontrar la pala-
bra adecuada para su crueldad.
—No sabía que hubiera llegado tan lejos. Creía que después de en-
señarnos..., ya sabes, la prueba... volvería a la normalidad, a estar con

After 2 parte 1 Colombia.indd 9 10/12/14 10:59


una chica distinta cada noche. Pero desapareció. Apenas le hemos visto
el pelo, excepto la otra noche, cuando vino a los muelles a intentar con-
vencernos a Jace y a mí de que no te contásemos nada. Le ofreció a Jace
un montón de dinero para que mantuviera la boca cerrada.
—¿Dinero? —digo.
Hardin no podría ser más rastrero. La cabina de la camioneta de
Zed se hace más pequeña con cada repugnante revelación.
—Sí. Jace se limitó a reírse, claro está, y le dijo a Hardin que no iba
a contarte nada.
—¿Y tú? —pregunto recordando los nudillos magullados de Har-
din y la cara nueva de Zed.
—No exactamente... Le dije que, si no te lo contaba él pronto, lo
haría yo. Salta a la vista que no le gustó la idea —dice señalando su
cara—. Por si te hace sentir mejor, creo que le importas de verdad.
—No le importo y, aunque le importara, lo mismo da —replico
apoyando la cabeza en la ventanilla.
Hardin ha compartido con sus amigos cada beso y cada caricia, to-
dos los momentos que hemos pasado juntos. Mis momentos más ínti-
mos. Los únicos momentos de intimidad de mi vida resulta que no lo
han sido.
—¿Quieres que vayamos a mi casa? No va con segundas ni nada por
el estilo. Puedes dormir en el sofá hasta que... decidas qué vas a hacer
—me ofrece.
—No. No, gracias. ¿Puedo usar tu teléfono? Me gustaría llamar a
Landon.
Zed señala con un gesto de la cabeza hacia su celular, que está sobre
el tablero, y por un momento me pregunto cómo habrían sido las cosas
si no hubiera rechazado a Zed por Hardin después de la hoguera. Nun-
ca habría cometido todos estos errores.
Landon responde al segundo timbre y, tal y como esperaba, me dice
que vaya a su casa. No le he contado lo que ha pasado, pero él es así de
amable. Le doy a Zed la dirección de Landon y permanece en silencio
mientras atravesamos la ciudad.
—Va a venir a buscarme por no haberte llevado con él —me dice.
—Te pediría disculpas por haberte metido en esto..., pero lo cierto
es que te lo has buscado —replico con sinceridad.

10

After 2 parte 1 Colombia.indd 10 10/12/14 10:59


Zed me da un poco de pena porque creo que sus intenciones eran
más nobles que las de Hardin, pero mis heridas están demasiado re-
cientes como para poder pensar en eso ahora mismo.
—Lo sé —dice—. Si necesitas cualquier cosa, llámame —se ofrece,
y yo asiento antes de bajar del auto.
El vaho sale de mi boca en bocanadas cálidas que se pierden en el
aire gélido. Sin embargo, yo no siento el frío. No siento nada.
Landon es mi único amigo pero vive en casa del padre de Hardin.
No se me escapa lo irónico de la situación.

—La que está cayendo —dice invitándome a entrar a toda prisa—. ¿Y


tu abrigo? —me riñe medio en broma. Luego parpadea perplejo en
cuanto la luz me da en la cara—. ¿Qué ha pasado? ¿Qué te ha hecho?
Examino la habitación, rezando para que Ken y Karen no estén
abajo.
—¿Tanto se me nota? —Me seco las lágrimas.
Me da un abrazo y yo me seco los ojos otra vez. Ya no tengo fuerzas,
ni físicas ni mentales, para sollozar. Estoy más allá, mucho más allá, de
los sollozos.
Me trae un vaso de agua.
—Sube a tu habitación —me dice.
Consigo sonreír, pero un instinto perverso me lleva a la puerta del
cuarto de Hardin cuando llego a lo alto de la escalera. En cuanto me
doy cuenta, el dolor que amenaza con desgarrarme reaparece con ma-
yor intensidad. Rápidamente, doy media vuelta y me meto en el cuarto
que hay al otro lado del pasillo. Me asaltan los recuerdos de la noche en
la que crucé el pasillo corriendo al oír a Hardin gritar en sueños. Me
siento en la cama de «mi habitación», incómoda, sin saber qué hacer
después.
Landon aparece a los pocos minutos. Se sienta a mi lado, lo bastan-
te cerca para demostrarme que está preocupado y lo bastante lejos para
ser respetuoso, como de costumbre.
—¿Quieres hablar de lo ocurrido? —me pregunta con amabilidad.
Asiento. A pesar de que repetir toda la historia duele aún más que
haber descubierto la apuesta, el hecho de contárselo a Landon es casi

11

After 2 parte 1 Colombia.indd 11 10/12/14 10:59


una liberación, y me consuela saber que al menos había una persona
que no estaba al tanto de mi humillación.
Él me escucha inerte como una piedra, hasta tal punto que no sé
qué está pensando. Quiero saber qué opina de su hermanastro. De mí.
Aunque cuando termino, salta, cargado de energía furiosa.
—¡Pero ¿qué demonios le pasa a ese tipo?! Es que no me lo puedo
creer. Yo que pensaba que casi se estaba convirtiendo... en una buena
persona... y va y hace... ¡esto! ¡Es de locos! No me puedo creer que te lo
haya hecho precisamente a ti. ¿Por qué iba a dañar lo único que tiene?
Tan pronto termina la frase, gira la cabeza alarmado.
Entonces yo también lo oigo. Alguien está subiendo por la escalera.
No son unos pasos cualesquiera, sino pesadas botas que hacen crujir
los peldaños de madera y avanzan a toda velocidad.
—Está aquí —decimos al unísono, y durante una fracción de se-
gundo me planteo esconderme en el armario.
Landon me mira muy serio.
—¿Quieres verlo?
Niego frenética con la cabeza y él se levanta a cerrar la puerta al mis-
mo tiempo que la voz de Hardin me atraviesa:
—¡Tessa!
En cuanto Landon alarga el brazo, Hardin vuela por el pasillo y lo
echa a un lado para entrar en la habitación. Se detiene en el centro y yo
me levanto de la cama. Landon se queda ahí parado, atónito; no está
acostumbrado a estas cosas.
—Tessa suerte que estás aquí. —Suspira y se pasa las manos por el
pelo.
Me duele el pecho de verlo, aparto la mirada y me concentro en la
pared.
—Tessa, nena. Escúchame, por favor. Tú sólo...
No digo nada y camino hacia él. Se le ilumina la mirada, esperanza-
do, y extiende el brazo para cogerme, pero yo sigo andando y lo dejo
atrás. Con el rabillo del ojo veo cómo la esperanza desaparece de sus
ojos.
«Te lo mereces.»
—Háblame —me suplica.
Pero niego con la cabeza y me planto junto a Landon.

12

After 2 parte 1 Colombia.indd 12 10/12/14 10:59


—No, ¡no voy a volver a hablarte nunca! —grito.
—No lo dices en serio...
Se acerca a nosotros.
—¡No me toques! —grito cuando me coge del brazo.
Landon se interpone entre nosotros y le apoya a su hermanastro la
mano en el hombro.
—Hardin, será mejor que te vayas.
Él aprieta los dientes y nos mira a uno y a otro.
—Landon, será mejor que te quites de en medio —le advierte.
Pero Landon no se mueve, y conozco a Hardin lo suficiente para
saber que está sopesando sus opciones, si vale la pena o no pegarle un
puñetazo delante de mí.
Finalmente parece decidir que no y respira hondo.
—Por favor..., danos un minuto —dice intentando mantener la
calma.
Landon me mira y mis ojos le suplican que no lo haga. Le da la es-
palda a Hardin.
—No quiere hablar contigo.
—¡No me digas lo que quiere! —le grita Hardin, y estrella el puño
contra la pared.
El yeso se hunde y se agrieta.
Pego un brinco y me echo a llorar de nuevo. «Ahora no, ahora no»,
me repito en silencio intentando controlar mis emociones.
—¡Hardin, vete! —grita Landon justo cuando Ken y Karen apare-
cen en la puerta.
«Ay, no. No debería haber venido.»
—¿Qué demonios pasa aquí? —pregunta Ken.
Nadie dice nada. Karen me mira comprensiva y Ken repite la pre-
gunta.
Hardin le lanza entonces una mirada asesina.
—¡Estoy intentando hablar con Tessa y Landon se empeña en me-
terse donde no lo llaman!
Ken mira a Landon y luego a mí.
—¿Qué has hecho, Hardin? —Su tono de voz ha cambiado. Ha pa-
sado de la preocupación al... ¿enfado? No sé muy bien cómo definirlo.
—¡Nada! ¡Demonios! —Hardin da un manotazo al aire.

13

After 2 parte 1 Colombia.indd 13 10/12/14 10:59


—Lo ha arruinado todo, eso es lo que ha hecho, y ahora Tessa no
tiene adónde ir —aclara Landon.
Quiero hablar, sólo que no tengo ni idea de qué decir.
—Sí que tiene adónde ir. Puede ir a casa, que es donde debe estar.
Conmigo —replica Hardin.
—Hardin ha estado jugando con Tessa todo el tiempo. ¡Le ha he-
cho algo horrible! —explota Landon.
Karen ahoga un grito y viene hacia mí.
Quiero desaparecer. Nunca me he sentido más expuesta e insignifi-
cante. No quería que Ken y Karen se enterasen..., aunque tampoco im-
porta mucho porque no creo que quieran volver a verme después de
esta noche.
—¿Tú quieres irte con él? —me pregunta Ken frenando mi taladro
mental.
Niego débilmente con la cabeza.
—No pienso irme sin ti —salta Hardin.
Da un paso hacia mí, pero retrocedo.
—Creo que es hora de que te vayas, Hardin —dice Ken para mi
sorpresa.
—¿Perdona? —La cara de su hijo adquiere un tono de rojo que sólo
puedo describir como rabioso—. Puedes considerarte afortunado de
que venga a tu casa... ¿Cómo te atreves a echarme?
—Me ha hecho muy feliz ver crecer nuestra relación, hijo, pero esta
noche es mejor que te vayas.
Hardin da manotazos en el aire.
—Pura mierda; ¡¿a ti qué te importa ella?! —grita.
Ken me mira y luego mira a su hijo.
—No sé lo que le has hecho, pero espero que haya valido la pena
porque has perdido lo único bueno que tenías en la vida —dice aga-
chando la cabeza.
No sé si lo han dejado pasmado las palabras de Ken o si su enfado
ha alcanzado el punto máximo y luego se ha disipado como una tor-
menta, pero lo cierto es que Hardin se queda muy quieto, me mira un
instante y sale de la habitación. Nadie se mueve mientras lo oímos bajar
la escalera a buen ritmo.
El portazo retumba en la casa en silencio. Miro a Ken y sollozo:

14

After 2 parte 1 Colombia.indd 14 10/12/14 10:59


—Lo siento. Ya me voy. No era mi intención que ocurriera nada de
esto.
—No, quédate todo el tiempo que necesites. Aquí siempre eres
bienvenida —dice, y Karen y él me abrazan.
Entonces ella me coge de la mano y me la estrecha. Ken me mira
cansado y exasperado.
—Tessa, quiero a Hardin —asegura—, pero creo que los dos sabe-
mos que, sin ti, no hay nada que nos una.

15

After 2 parte 1 Colombia.indd 15 10/12/14 10:59


Capítulo 2

Tessa

Permanecí bajo el agua todo cuanto pude, dejando que ésta cayera so-
bre mí. Quería que me purificara, que me diera confianza. Pero la du-
cha caliente no me ayudó a relajarme como esperaba que lo hiciera. No
puedo pensar en nada que vaya a calmar el dolor que siento por dentro.
Parece infinito. Permanente. Como un organismo que se ha aposenta-
do en mi interior y a la vez como un agujero que poco a poco se va ha-
ciendo más grande.
—Siento mucho lo de la pared. Me he ofrecido a pagarla, pero Ken
se niega —le digo a Landon mientras me cepillo el pelo húmedo.
—No te preocupes por eso. Ya tienes bastante —repone frunciendo
el ceño mientras me pasa la mano por la espalda.
—No entiendo cómo mi vida ha acabado así, cómo he llegado a
este punto —explico mirando al frente porque no quiero ver los ojos
de mi mejor amigo—. Hace tres meses todo tenía sentido para mí.
Tenía a Noah, que nunca me habría hecho nada parecido a esto. Es-
taba muy unida a mi madre y tenía una idea clara de cómo iba a ser
mi vida. Y ahora no tengo nada. Nada en absoluto. Ni siquiera sé si
debería volver a las prácticas porque Hardin puede aparecer por allí
o tal vez convencer a Christian Vance de que me despida simplemen-
te porque sabe que puede hacerlo. —Cojo la almohada que hay en la
cama y la sujeto con fuerza—. Hardin no tenía nada que perder, pero
yo sí. He permitido que me lo quitara todo. Mi vida antes de cono-
cerlo era muy sencilla y lo tenía todo muy claro. Ahora..., después de
él..., es sólo... después.
Landon me mira con los ojos muy abiertos.
—Tessa, no puedes dejar las prácticas, ya te ha quitado bastante. No
dejes que también te quite eso —dice casi suplicando—. Lo bueno de la

16

After 2 parte 1 Colombia.indd 16 10/12/14 10:59


vida después de Hardin es que puedes hacer con ella lo que quieras.
Como si quieres empezar de cero.
Sé que tiene razón, pero no es tan fácil. Ahora todo a mi alrededor
guarda relación con Hardin, incluso me pintó el maldito auto. De al-
gún modo se ha convertido en el pegamento que mantenía mi vida en
su sitio, y en su ausencia sólo me quedan las ruinas de lo que fue mi
existencia.
Cuando cedo y asiento poco convencida, Landon me sonríe un
poco y me dice:
—Voy a dejarte descansar.
Luego me abraza y se dirige hacia la puerta.
—¿Crees que pasará algún día? —pregunto, y da media vuelta.
—¿El qué?
Mi voz es apenas un susurro cuando digo:
—El dolor.
—No lo sé... Quiero pensar que sí. El tiempo lo cura... casi todo
—­me contesta reconfortándome con su media sonrisa, ceño medio
fruncido.
No sé si el tiempo me curará o no, pero sé que, si no lo hace, no so-
breviviré.

Con mucha decisión disimulada con sus modales intachables y su bue-


na educación, Landon me saca de la cama a la mañana siguiente para
asegurarse de que no falte a las prácticas. Me tomo un minuto para de-
jarles una nota de agradecimiento a Ken y a Karen y para pedirles per-
dón una vez más por el agujero que Hardin les ha hecho en la pared.
Landon está muy callado y me mira con el rabillo del ojo mientras con-
duce, intentando animarme con sonrisas y pequeñas frases de autoayu-
da. Pero yo sigo encontrándome fatal.
Los recuerdos invaden mi mente cuando entramos en el estacio-
namiento. Hardin de rodillas en la nieve. Zed explicándome la apues-
ta. Abro la puerta de mi auto lo más rápido que puedo para meterme
dentro y escapar del frío. Hago una mueca al ver mi reflejo en el re-
trovisor. Tengo los ojos inyectados en sangre y rodeados de grandes
círculos negros con unas bolsas enormes. Parezco sacada de una

17

After 2 parte 1 Colombia.indd 17 10/12/14 10:59


película de terror. Voy a necesitar mucho más maquillaje del que
imaginaba.
Me dirijo a Walmart —la única tienda que hay abierta a estas ho-
ras— a comprar todo lo que necesito para enmascarar mis sentimien-
tos, pero no tengo ni las fuerzas ni la energía para esforzarme de verdad
con las apariencias, así que no estoy segura de tener muy buen aspecto.
Un ejemplo: llego a la editorial y Kimberly ahoga un grito al verme.
Intento sonreírle cuando salta de su sillón.
—Tessa, cielo, ¿estás bien? —me pregunta muy preocupada.
—¿Tan mala cara tengo? —digo encogiéndome de hombros, sin
fuerzas.
—No, claro que no —miente—. Sólo es que se te ve...
—Agotada. Lo estoy. Los exámenes finales casi consiguen acabar
conmigo —contesto.
Asiente y me dedica una cálida sonrisa, pero sé que no me quita ojo
de encima hasta que llego a mi oficina. Después de eso, el día se me
hace eterno, como si no fuera a acabar nunca, hasta que a última hora
el señor Vance llama a mi puerta.
—Buenas tardes, Tessa —dice con una sonrisa.
—Buenas tardes —consigo responder.
—Sólo quería que supieras que estoy muy impresionado con el tra-
bajo que has hecho hasta ahora. —Sonríe—. En realidad, haces un tra-
bajo mejor y más detallado que muchos de mis empleados.
—Gracias, significa mucho para mí —digo, y de inmediato una
voz en mi cabeza me recuerda que conseguí estas prácticas gracias a
Hardin.
—Dicho esto, me gustaría invitarte a un congreso en Seattle el fin
de semana que viene. Suelen ser muy aburridos, pero éste tratará sobre
edición digital, «el futuro ya está aquí» y todo eso. Conocerás a mucha
gente y aprenderás cosas. Voy a abrir una sucursal en Seattle dentro de
unos meses y necesito hacer contactos. —Se ríe—. ¿Qué me dices? Ten-
drás los gastos pagados y saldremos el viernes por la tarde. Puedes
traerte a Hardin si quieres. No al congreso, pero sí a Seattle —me expli-
ca con una sonrisa de complicidad.
Si supiera lo que de verdad está pasando...
—Por supuesto que quiero ir, y agradezco mucho su invitación —le

18

After 2 parte 1 Colombia.indd 18 10/12/14 10:59


3

digo sin poder disimular mi entusiasmo y el alivio que siento. Por fin
me sucede algo bueno.
—¡Genial! Kimberly te dará todos los detalles y te explicará cómo
va lo de los gastos... —prosigue, aunque yo tengo la cabeza en otra parte.
La idea de asistir al congreso alivia un poco el dolor. Estaré lejos de
Hardin pero, por otra parte, Seattle ahora me recuerda a cuando Har-
din hablaba de llevarme allí. Ha dañado todo en mi vida, incluyendo el
estado de Washington. La oficina se hace más pequeña y el aire más
denso.
—¿Te encuentras bien? —pregunta el señor Vance frunciendo el
ceño preocupado.
—Sí, sí... Sólo es que... no he comido y anoche tampoco dormí mu-
cho —le digo.
—Anda, vete a casa. Puedes acabar lo que estés haciendo allí.
—No pasa nada, puedo...
—No, vete a casa. Aquí no hay emergencias. Nos las arreglaremos
sin ti —me asegura con un gesto, y se marcha.
Recojo mis cosas y me miro en el espejo del baño. Sí, sigo estando
hecha una pena. Estoy a punto de subir al ascensor cuando Kimberly
me llama.
—¿Te vas a casa? —me pregunta, y asiento—. Que sepas que Har-
din está de mal humor. Ten cuidado.
—¿Qué? ¿Cómo lo sabes?
—Porque me ha dicho de todo cuando no he querido pasarte sus
llamadas. —Sonríe—. Ni siquiera la décima vez que lo ha intentado.
Me figuro que, si quisieras hablar con él, te habría llamado al celular.
—Gracias —le digo, y se lo agradezco también en silencio por ser
tan observadora. La voz de Hardin por el auricular habría hecho diez
veces más grande el agujero que tengo en el pecho.
Consigo llegar al auto antes de echarme a llorar de nuevo. El dolor
sólo parece ir a peor cuando no tengo con qué distraerme, cuando me
quedo sola con mis pensamientos y mis recuerdos y, por supuesto,
cuando veo las quince llamadas perdidas de Hardin en la pantalla de mi
teléfono y los diez mensajes de texto que no voy a leer.
Me recompongo lo suficiente para poder conducir y hago lo que
tanto miedo me da hacer: llamar a mi madre.

19

After 2 parte 1 Colombia.indd 19 10/12/14 10:59


Responde al primer timbre.
—¿Diga?
—Mamá —sollozo. La palabra se me hace rara cuando sale de mi
boca, pero ahora mismo necesito su consuelo.
—¿Qué te ha hecho?
Ésa es la reacción de todo el mundo. Todos veían que Hardin era un
peligro inminente. Todos menos yo.
—Yo..., él... —No consigo articular una frase completa—. ¿Puedo
ir a casa, aunque sólo sea un día? —le pregunto.
—Por supuesto, Tessa. Nos vemos dentro de dos horas —me dice,
y cuelga.
Mucho mejor de lo que me imaginaba, pero no tan cariñosa como
esperaba. Ojalá tuviera un carácter parecido al de Karen, dulce y capaz
de aceptar cualquier defecto. Desearía que fuera un poco más tierna, lo
justo para que yo pudiera tener el consuelo de una madre, una madre
afectuosa y comprensiva.
Me meto en la autopista y apago el teléfono antes de hacer una estu-
pidez, como leer alguno de los mensajes de Hardin.

20

After 2 parte 1 Colombia.indd 20 10/12/14 10:59

También podría gustarte