Está en la página 1de 5

LOS GITANOS EN LA HISTORIA

El pueblo gitano, romaníes, cíngaros o rom son una comunidad o etnia originaria del
subcontinente indio que data de los reinos medios de la India, con rasgos culturales comunes,
aunque con enormes diferencias entre sus subgrupos.

Los gitanos no son una raza. Las razas no existen. Es habitual el empleo de raza gitana, raza
blanca o raza negra. Pero estos son términos equivocados, que en muchas ocasiones tienen un
sentido despectivo o racista.

Se encuentran asentados principalmente en Europa, ya que de hecho son la mayor minoría


étnica de la Unión Europea, aunque están presentes también, pero en menor proporción, en el
resto del mundo. El Día Internacional del Pueblo Gitano se celebra el 8 de abril, recordando
aquel día de 1971 en Londres donde se instituyó la bandera y el himno de la Comunidad.

Durante siglos los orígenes del pueblo gitano han sido objeto de diversas teorías y
especulaciones sin bases sólidas, entre otras cosas porque su cultura es fundamentalmente
ágrafa y no ha conservado registro histórico. La teoría más extendida afirma, basándose en
análisis genéticos y lingüísticos y a la vista de los documentos conservados, que proceden de la
región del Punjab más precisamente de zonas comprendidas entre India y Pakistán y que la
oleada migratoria comenzó hace aproximadamente 1500 años. El origen de los gitanos fue
durante siglos carne de leyenda, de misterio y de rechazo. El pueblo romaní era un pueblo
nómada. Con costumbres totalmente distintas al de la población europea. A ello se unió las
leyendas que los mismos gitanos contaban sobre su origen.

Algunos de estos mitos le daban a los gitanos un origen egipcio. Por ejemplo, esta suposición
se daba en la Edad Moderna en España. En la obra “El arenal de Sevilla”, de Lope de Vega, está
escrito que los gitanos procedían de Egipto. Pero no fue exclusivo de España. Durante siglos a
este pueblo romaní se le llamó egipcios. Empero, hay que decir que esta denominación
también se le dio durante la Baja Edad Media a bufones y vagabundos.

Las razones por las cuales se marcharon de sus pueblos natales y no regresaron nunca más aún
están por determinarse.

Aunque existen dos hipótesis principales que explicarían el por qué el pueblo gitano abandonó
su región de origen del Punjab.

En primer lugar, hay que explicar el contexto social y económico de la India. En la India existe
un sistema de castas que estructura a la sociedad. Las castas más altas tienen mayores
beneficios sociales y económicos. Las castas más bajas, por decirlo de algún modo, acaban
hundiéndose en la miseria.

El pueblo romaní estaría en las capas más bajas de la estratificación social hindú. Ello provocó
que fuera un pueblo pobre y desfavorecido. Por tanto, esa pobreza social y económica
afectaría a la mentalidad del grupo, que no vería con malos ojos emigrar en busca de mejores
oportunidades.

En segundo lugar, hay que explicar las dos principales hipótesis de la migración del pueblo
gitano: la presión provocada por distintas oleadas de invasiones y la de la esclavitud por parte
del imperio turco.
LA PRESIÓN DE LAS INVASIONES

A lo largo de la Edad Media hubo una serie de invasiones directas e indirectas que afectaron a
toda la región de Próximo Oriente, Asia Central y el norte del subcontinente indio, entre otras
regiones. Estas invasiones fueron realizadas por parte de los hunos, de los árabes y de los
mongoles.

Entre estas invasiones y la opresión social de su región de origen, los gitanos se verían
obligados a emigrar hacia occidente. Estas migraciones empezarían a realizarse a partir del
siglo X d. C. A partir de esa fecha se recogen en distintas fuentes escritas de Próximo Oriente y
de Europa la existencia de una etnia con particularidades similares a la de los gitanos.

LA ESCLAVITUD TURCA.

Otra hipótesis es la de que parte de la población romaní del Punjab fue tomada para ser
esclavizada por parte de los turcos. A inicios del siglo XI Mahmud de Gazni, sultán de los
gaznávidas, una dinastía de origen turco, ocupó la región del Punjab. Esta región entraría a
partir de entonces a estar en la órbita musulmana.

Con estas conquistas, los gobernantes apreciarían a los gitanos, los cuales poseían
conocimiento de diversos oficios como la calderería o la herrería, profesiones demandadas en
el imperio turco. Por ello, muchos gitanos habrían sido esclavizados y llevados hacia la región
de Anatolia, donde los turcos se habían asentado a partir del 1071. De allí se habrían
expandido a otras regiones.

Ambas hipótesis son probables. Incluso no son excluyentes. La migración del pueblo gitano
podría haber sido una mezcla de migración por presión de las invasiones, por causas
económicas en su región de origen y el haber sido tomado por esclavos.

LOS GITANOS EN LA EDAD MEDIA

LAS MIGRACIONES

La historia del pueblo gitano en la Edad Media está marcada por las migraciones hacia Próximo
Oriente y Europa. En una primera migración llegarían hasta el Mar Caspio pasando por
Afganistán y Persia (la actual Irán). A partir de ahí habría una separación de grupos que haría
que el pueblo gitano se dispersara por diversas zonas del oeste del continente euroasiático y
del norte de África.

Algunos de los grupos se quedaron en las regiones de Turquía y Persia. Estos grupos aún
siguen viviendo en estas zonas en la actualidad. Otros grupos fueron hacia Siria y Palestina. De
ahí llegaron a Egipto y otras zonas del norte de África. En estos países y regiones formaron
pequeñas comunidades donde mantuvieron sus tradiciones y su cultura, tal y como también
sucedería en Europa.
LOS GITANOS EN EUROPA

A Europa llegarán a partir del siglo XII. Estudios genéticos han constatado la presencia de
personas de etnia gitana en el siglo XII en la región de los Balcanes. Pero será a partir del siglo
XIV cuando habrá un registro escrito de la llegada de este pueblo romaní a los estados
europeos. Empezaba la historia del pueblo gitano en Europa.

A partir del siglo XIV hay diversas menciones a los gitanos. En 1322 un pastor franciscano
recoge por escrito la presencia de gitanos en Creta. Symon Semeonis, el nombre de este
pastor, los llama "descendientes de Caín". En 1346 se mencionará su presencia en Corfú
(Grecia). En 1378 en Zagreb y la península del Peloponeso.

Ya en el siglo XV su presencia llegará hasta Europa Central y Occidental. Son mencionados en


diversos países. En 1414 se menciona la presencia de este pueblo en Basilea. En 1417 en las
regiones de Moldavia y Transilvania. Posteriormente, en 1418, se tiene constancia de su
presencia en Sajonia, perteneciente al Sacro Imperio Romano Germánico. En 1419 en Francia.
En España será 1425 la fecha "oficial" de la presencia de los primeros gitanos. Posteriormente,
también se hablará de ellos en las islas británicas, en Rusia y en los países escandinavos. Los
nómadas habían llegado a los confines del continente euroasiático.

LOS GITANOS EN LA EDAD MODERNA

LA DISCRIMINACIÓN

El pueblo gitano en la Edad Moderna estará marcada por la discriminación y la persecución. En


la Europa de la Edad Moderna no se vio bien a este grupo de población que mantenía su
propia lengua, su propia cultura y su propias leyes, entre otras cosas. A partir de finales del
siglo XV e inicios del siglo XVI empezó a nacer un sentimiento antigitano.

Empezó a verse a la etnia gitana de forma esteriotipada. Su carácter nómada, su aspecto


distinto y sus costumbres hacía sospechar a la población autóctona de ser gente en la que no
se podía fiar. A ello no ayudaba que algunos oficios del pueblo gitano estuviesen relacionados
con la adivinación. La Europa religiosa de la Edad Moderna de la Inquisición y de la persecución
de brujas en las regiones protestantes veía en esos actos sospechas de oscurantismo. Las
maldiciones gitanas eran temidas por parte de la población.

En España en el año 1499 los Reyes Católicos decretaron una pragmática donde obligaban a los
gitanos que se volvieran sedentarios y que se pusieran a trabajar en un oficio. Si no lo hacían
serían expulsados del reino de España. Fue la primera medida en contra de este pueblo gitano.

Posteriormente, siguiendo en España, se continuará con esta política. Durante los siglos XVI y
XVII se continuó con dicha política de expulsión. Recordemos que ya había experiencia con la
expulsión de moriscos y de judíos. Los prejuicios respectos a los gitanos se acrecentaban. Se les
acusó de ladrones, de herejes o de realizar hechicería. Se convirtieron en una minoría
discriminada.

El “colofón” vendría en el siglo XVIII. En 1749 tendría lugar la Gran Redada. Con Fernando VI
como rey, se dictó una orden en el que se ordenaba apresar a los gitanos. El objetivo era
extinguirlos. Pero la presión del clero y la nobleza consiguió evitar este intento de exterminio
del pueblo gitano en España.

Finalmente, con la llegada de Carlos III, las cosas se calmaron. En 1753 este rey Borbón
concedió la libertad a todos los gitanos que habían sido apresados. En 1783 devolvió al pueblo
gitano de España la libertad de elegir oficio y vivienda. También les otorgó derecho a asilo y a
ser asistidos en caso de enfermedad. Existían por aquel entonces unos 10.000 gitanos en
España. Y con esta pragmática de 1783 se les empezó a respetar legalmente.

En el resto de Europa la situación no fue muy distinta. En la mayor parte de Europa de la Edad
Moderna sufrieron represiones. La primera ley antiromaní se dio en Moravia y Bohemia en
1538. Años después, en 1541, hubo un incendio en Praga (Austria). Se les echó la culpa a los
gitanos y el archiduque Fernando I de Austria ordenó su expulsión del país. Continuando en la
órbita del Sacro Imperio Romano Germánico, en la Dieta de Augsburgo de 1555 se comentaba
que cualquiera que matara a un gitano no sería acusado de asesinato. En definitiva, se les
consideraba gente peligrosa e inferior.

Algo parecido sucedió en otros países de Europa, como Francia, Inglaterra o Portugal. Estados
modernos, pero que aún discriminaban a parte de su población. Hay que recordar que aún era
una sociedad estamental y que no todos tenían los mismo derechos. Por ejemplo, el rey Luís
XIV de Francia prohibió a los gitanos tener una residencia mediante una ley de 1660. O, en
Portugal, en el año 1685 se decretó la deportación del pueblo gitano a Brasil, entonces
territorio portugués en América.

A finales de la Edad Moderna la situación de los gitanos no era fácil. Pero todo ello mejoró
ligeramente con la llegada de los estados liberales.

Entrada la Edad Contemporánea a pesar de la mejora de derechos de las minorías étnicas,


seguía existiendo discriminación y desprecio hacia etnias como la gitana. No solo en Europa,
sino en otras regiones del mundo.

El auge de esta tendrá lugar en la Alemania nazi. Con la llegada de Adolf Hitler al poder hubo
una serie de leyes que directamente discriminaron a todas aquellas personas que se alejaran
del ideal ario.

Entre estas personas estaban los gitanos. En 1935 los nazis declararon a los gitanos como
enemigos del estado basado en la raza aria. Esto supuso el inicio del acoso y persecución a los
gitanos en el ámbito de la Alemania nazi. Situación que se agravó con la irrupción de la
Segunda Guerra Mundial, que propició que Alemania ampliara sus territorios por conquista.

Como consecuencia se produjo el porraimos. Es decir, el holocausto romaní, también llamado


el genocidio romaní. Se estima que entre 220.000 y 500.000 gitanos fueron asesinados por los
alemanes y sus colaboradores. Uno de los episodios más trágicos en la historia del pueblo
gitano.

En 1982 Alemania Occidental reconoció que la Alemania de la década de los 30 y 40 había


cometido genocidio contra el pueblo romaní. En 2011 Polonia escogió el 2 de agosto como el
día del recuerdo del genocidio romaní. Se intentaba recordar este genocidio para evitar que
vuelva a ocurrir.
LOS GITANOS EN LA ACTUALIDAD

Según los estudiosos de las etnias del planeta, los gitanos no solo siguen siendo discriminados,
sino que representan la minoría más marginada en el continente europeo.

Ya sea en Francia e Italia, como en Rumania y Bulgaria (países donde hay las mayores
concentraciones de gitanos en Europa), este pueblo sufre desalojos forzosos, además de que
no se les aplican las mismas leyes de libre circulación dentro de la Unión Europea (UE) que
funcionan para el resto de la gente.

Una de las razones es que todavía subsiste el estereotipo de que son nómadas y errantes en
caravanas, cuando en realidad ya no lo son; la mayoría de los gitanos se ha establecido hace
muchos años a lo largo del mundo.

Algunos de los grupos gitanos han pedido a la UE que haga valer sus políticas ante gobiernos
que las ignoran flagrantemente.

Las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales también han comenzado a


presionar a distintos gobiernos para que rescindan sus políticas exclusivas y permitan a los
gitanos la igualdad de derechos.

Y es que si analizamos bien el asunto, primero, más allá de actos individuales de sujetos
inescrupulosos (que los hay en todas las etnias y grupos sociales), no podemos como especie
discriminar a todo un pueblo, basados en prejuicios y estereotipos que se formaron a lo largo
de la historia.

Segundo, aunque los gitanos provienen históricamente del noroeste de la India, siglos de
emigración los han llevado a integrarse a los distintos países, especialmente los europeos, de
tal forma que se puede decir que pertenecen también a estos lugares.

Ahora con argumentos científicos, podemos asegurar que los gitanos actuales provienen tanto
de los indios como de los europeos.

Los gitanos, como el resto de los pueblos, son parte de este crisol de culturas que conforman la
humanidad, y eso es algo que debemos defender si queremos seguir siendo un planeta tan rico
y diverso.

También podría gustarte