La música que recordamos son las experiencias que vivimos.

Para todo músico, su viaje dentro de este bello mundo comenzó impulsado por el entusiasmo y la
pasión al tocar un instrumento o cantar una canción, aunque en ese momento quizá no supiera
todo lo que estaba ocurriendo dentro de la misma. Estas canciones o melodías estuvieron con
nosotros en diferentes momentos de nuestras vidas. No importa si fueron momentos tristes o
alegres, tuvieron algún impacto en nosotros y eso es lo que nos hace recordarlas.

A medida que fuimos creciendo, cuando empezamos a relacionarnos en un círculo social diferente
al que teníamos cuando éramos niños, surgieron nuevas experiencias, nuevas amistades, nuevos
amores, etc., y muchos de esos momentos fueron vividos junto a la música. Música nueva, extraña
y talvez no tan agradable para nosotros cuando éramos niños, pero ahora de adultos, varias de
esas canciones las recordamos desde nuestro corazón.

La vivimos en nuestro circulo social, junto a nuestros padres, hermanos y amigos, y por eso es que
nos gusta tanto, pero, sí hubiéramos nacido en otro punto lejano del planeta seguramente
estaríamos llorando acompañándonos de las canciones de artistas con nombres impronunciables
para nosotros, o en idiomas imposibles de entender ahora mismo.

Toda música nacida desde el corazón sería hermosa para los oídos de alguien que desee
escucharla.

Mauricio Tulcanaza