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LICENCIATURA EN CRIMINALÍSTICA
Trabajo práctico
Presentada por:
Profesor:
LEGASPE EDUARDO
Estos conceptos, dentro de las ciencias forenses son importantes, ya que al estar las
actividades ordenadas, estandarizadas y registradas, se puede garantizar resultados fiables y
precisos en los procesos forenses, reduciendo así, la comisión de errores y ahorrando recursos
(Wanfeng, 2020)3.
El interventor es el primero que llega al lugar del hecho y notifica sobre éste al cuerpo de
criminalística. Esperando la pronta respuesta de éste, se encarga de la preservación,
protección y observación preliminar del lugar.
Una vez arribado el personal de científica, se comienza la fijación de la escena del delito con
el fin de plasmar cómo fue hallada, esta labor es realizada por el perito coordinador en
conjunto del perito fotográfico, planimétrico y videofilmación.
La fijación puede ser dividida en dos 2, fijación primaria y fijación pericial. La primera se
realiza mediante la confección de un acta escrita, la cual consta de todos los datos de cómo
fue hallada la escena, horarios de arribo, ubicación geográfica, estado de los ingresos y
aberturas, datos de los presentes y los indicios, como también con la toma de imágenes
fotográficas, videofilmaciones y la confección de un croquis; Mientras que la fijación pericial
es la documentación tomada por los especialistas antes y durante la inspección ocular
detallada del lugar del hecho. Esta última es un proceso metódico y sistemático, que debe ser
aplicado con lógica para la minuciosa recolección de potenciales elementos de prueba.
Cabe destacar que el Perito coordinador es quien realiza el acta escrita y además va a indicarle
al resto de los especialistas el orden de prioridad en la escena, es decir cómo va a realizarse la
actuación y el orden de ingreso de cada uno.
Además, el funcionario que levante y embale los indicios deberá basarse en las buenas
prácticas o procedimientos específicos de cada especialidad, eligiendo el instrumental
adecuado, que deberá ser acorde al tipo de indicio, a sus características y estado, por
consiguiente, el embalaje del indicio es individual, dependerá de su naturaleza y es importante
asegurarse que no sufran golpes, fricciones, etc. Se debe tener siempre presente que no se
deberá emplear el mismo instrumento de recolección en los sucesivos levantamientos, pues
ello podría contaminar la futura evidencia.
Llegado el momento de remitir los indicios, para que estos puedan utilizarse como elemento
de prueba deben estar individualizados con el respectivo rótulo, el cual describe la naturaleza
del elemento y para resguardar la integridad de los mismos, el funcionario debe siempre
asegurarse que estén acompañados de sus respectivas cadenas de custodia. Este último es un
documento legal fundamental para realizar la trazabilidad de cada uno de los potenciales
elementos de prueba y le va a dar valor a la prueba desde que se realiza el levantamiento hasta
presentarse en un tribunal, con el fin de evitar errores humanos voluntarios e involuntarios.
Ante la ausencia de este documento puede desestimarse como elemento de prueba.
En lo que respecta a la presencia de un cadáver en la escena del hecho, éste sólo puede ser
manipulado por el médico legista o, dependiendo el caso, puede trabajar un perito
(generalmente el perito químico) pero sólo en presencia o en conjunto con el médico.
En los siguientes casos, se puede observar el incumplimiento de estas técnicas, siendo uno de
los motivos que obstaculizan la resolución y análisis de los casos.
Caso Nisman:
Descuido de la escena del crimen: según lo analizado en base a la información obtenida,
desde que el personal ingresó al lugar del hecho hasta que finalizó la labor, no cumplió con lo
establecido por el protocolo. En primer lugar, no se aseguró el lugar del hecho permitiendo el
ingreso de personas no pertenecientes a la zona crítica. Por otro lado, el descuido fue tal que
los intervinientes pisaron charcos de sangre, lo que derivó a la contaminación de la escena.
Algunos peritos participantes no cumplían con la protección adecuada, como la falta de
empleo de guantes. Seguidamente manipularon objetos y potenciales elementos de prueba,
antes de su fijación.
Caso Mataderos y Natacha Jaitt:
En estos casos el mal accionar es evidente, y deja en claro como el no respetar los protocolos
perjudica el trabajo en el lugar del hecho.
En uno de los casos, ingresó un efectivo que no pertenecía al cuerpo criminalístico ni a la
subcomisaria encargada, esto derivó en el filtrado de imágenes y videos de la zona crítica de
la escena y del cadáver que allí se hallaba. Nadie se percató hasta que fue demasiado tarde y
lo identificaron por el reflejo en un espejo.
Por otro lado, durante un tiroteo entre efectivos policiales y delincuentes falleció un civil. Los
mismos efectivos comenzaron a patear las vainas servidas para alterar la escena, un vecino
que se desempeña como abogado advirtió esta situación y en su afán de querer preservar los
indicios, los filmó y recogió las vainas que anteriormente fueron nombradas.