Está en la página 1de 111

Encontrando la vida abundante:

CAPITULO 1

El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir;

Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.

—Juan 10:10

Qué es la Vida Abundante?

La vida abundante es la vida que al fin estoy viviendo. Es una vida que
es “gozo indescriptible” porque está llena de la gloria de Dios! Es una
vida que, según yo creo, Jesús murió para darnos, pero muy pocos
llegan a alcanzar en su vida! En la Biblia Amplificada, esta vida se define
como “abundantemente [alcanzando una perfección aún mayor al vivir
esta vida].”

Desde los últimos meses, el Señor me ha llevado a una nueva vida, una
vida de abundancia. Ésta vida parecía algo inalcanzable para mí y para
la mayoría de los Cristianos. Mi vida era una vida de lucha, no la vida
tranquila de la que Jesús habló en Mateo 11:29. “Carguen con mi yugo y
aprendan de Mí, pues Yo soy apacible y humilde de corazón, y
encontrarán descanso para su alma.”

Aunque mi viaje hacia la vida abundante aún no ha terminado, puedo


decirte que he obtenido el descanso para mi alma y gozo indescriptible,
llena de gloria!!!

“Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro,
el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a Quien
amáis sin haberle visto; en Quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os
alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que
es la salvación de vuestras almas.” (1 Pedro 1:7-9, RV).
Leemos versos como Juan 16:33. “Yo les he dicho estas cosas para que
en Mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense!
Yo he vencido al mundo.” En lo único que nos enfocamos es en“el
mundo afrontarán aflicciones,” ya que es así como vivimos cada día.

Esta vida de aflicción, de lucha, de dolor y penas no es el plan de Dios.


No es por lo que Jesús vino a este mundo para vivir y morir por nosotros.
Yo creo que debemos vivir una vida de gozo tan increíble que no se
puede describir -un gozo que es tan indescriptible porque está lleno de la
gloria de Dios!!

Al igual que el poder de Jesús vino a través de la cruz, yo creo que es en


nuestra cruz, que nosotros, también, obtenemos el poder de vivir este
tipo de vida que es de ser envidiada por el mundo. Nuestras vidas deben
ser vidas que iluminen la oscuridad del mundo de hoy; una vida que se
convierte en un faro de luz para guiar las vidas de mujeres que están
perdidas en la oscuridad. En medio de su oscuridad, nuestra luz puede
señalar el camino hacia Quien puede darles su propia vida abundante.
“Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Ésta es la
victoria que vence al mundo: nuestra fe.” (1 Juan 5:4).

Nunca debes olvidar que “Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han
vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más
poderoso que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).

Debemos esperar hasta llegar al cielo para que “Enjuaguará las lágrimas
de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor porque todo
lo viejo ha desaparecido” (Apocalipsis 21:4)?

Yo solía pensar que sí, pero ya no.

Desde que encontré esta vida, he tenido la urgencia insaciable de


compartir esta vida con cada mujer que conozco! Vá más allá de la
libertad, mucho más lejos que encontrar paz -es una vida que te hace
querer cantar y bailar! Esto significa que lo que tengo ahora, usted puede
tenerlo, y puede dárselo à sus amigos, su hija, su madre o su hermana!
Sorprendentemente, no es en lo que yo logré, sino más bien, cuando lo
perdí todo!
Qué acaso Jesús no nos dijo eso? No estábamos escuchando, o no
teníamos el oído correcto para oírlo? “Porque el que quiera salvar su vida
la perderá; pero el que entregue su vida por causa de Mí, ése la
encontrará” (Mat. 16:25).

Como Cristianos, parece que a menudo tenemos un “conocimiento


general” de este principio y de muchos otros principios que Jesús nos
enseñó cuando Él ministraba a Sus apóstoles o cuando enseñó las
Bienaventuranzas a miles -pero no vivimos esa vida. No la practicamos.
Tenemos la fe para creer que funciona, pero no caminamos en esa fe;
por tanto, “la fe sin obras está muerta” (Santiago 2:26).

Para la mayoría de nosotros, nuestra existencia es una vida que está


muerta o muriendo. Aún así, Jesús murió para que tengamos VIDA y la
tengamos en abundancia! Esa palabra Abundancia significa para mí una
vida que rebosa de cosas buenas -empezando con gozo!

Damas, esta vida está al alcance de cada una de nosotras. He


observado en los últimos meses que se encuentra en perder la vida que
todas nosotras hemos luchado por conservar. Está en rendir nuestras
vidas y vivir todos los principios encontrados en la Biblia, pero que casi
nunca se practican, que trae el gozo que nos elude a la mayoría.

En el transcurso de mi primera restauración, yo caminé en los principios


que se encuentran en el libro Como Dios puede Restaurar Su Matrimonio
y conseguí un matrimonio restaurado. Sin embargo, yo caminé esos
principios con tanto miedo y espanto debido a mi nivel de fe en ese
tiempo. Lo peor de todo, sin embargo, fue que yo estaba buscando la
vida que yo deseaba. Nunca se me ocurrió que yo podría ser feliz
(mucho menos gozosa) si Dios no restauraba mi matrimonio. Entonces
oré específicamente (como se nos enseña en los estudios Bíblicos) y
seguí los principios (que nuestro ministerio siempre anima a la mujer a
seguir). Desde que encontré mi vida abundante (cuando lo perdí todo),
me di cuenta de que Jesús también nos dijo cómo debemos orar, y es
“Hágase Tu voluntad.”

Algo que llamó mi atención fue que cuando comencé a observar a las
mujeres cuyos matrimonios fueron restaurados, pero estaban viviendo
vidas de dificultades, dolor y angustia, y eso me motivó a moverme
desde donde me había acomodado -a este lado del Jordán. Este lado del
Jordán está justo al lado del desierto pero se encuentra en los bancos del
río. Se encuentra verde con agua abundante, aunque no es la tierra
prometida.

Debido a las preguntas que me enviaban las mujeres restauradas


quienes estaban enredadas en dificultades, dolor, miedo y desconcierto
que yo también estaba sintiendo, salí una vez más en busca de Dios por
lo que Él quería hacer en mi vida:

“Porque así dice el SEÑOR todopoderoso: ‘Dentro de muy poco haré que
se estremezcan los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme... El esplendor
de esta segunda casa será mayor que el de la primera,’ -dice el SEÑOR
todopoderoso- ‘Y en este lugar concederé la paz.’ afirma el SEÑOR
todopoderoso” (Hageo 2:6, 9).

Honestamente, no tenía idea de lo que estaba buscando, pero Dios me


estaba llamando a llegar más alto y partir nuevamente hacia territorio
nuevo y desconocido para poder bendecir a Sus hijas a quienes Él me ha
confiado.

Lo que encontré fue la fuente de la juventud, la paz interior, el verdadero


significado de la vida, el secreto de la vida y el por qué fuimos creados -
todo en un momento. Lo encontré en este versículo de abajo que el
Señor me había dado más diez años atrás pero que me había frustrado y
confundido hasta hace sólo unas semanas. Lo leí casi todos los días y
hasta hablé con otros acerca de lo que pensaban que significaba en
realidad. Yo sabía que Dios me lo había dado a mí, y podría ser la llave
para descubrir el misterio de la vida abundante que estaba buscando.

“Por eso así dice el Señor, ‘Si vuelves, Yo te restauraré, en Mi presencia


estarás; si apartas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz. Que se
vuelvan ellos a ti, pero tú no te vuelvas a ellos.” (Jer. 15:19).

Puede parecer bastante simple, pero su significado verdadero me eludió


por años. Lo leí otra vez, agregué partes para ayudar a que cobrará más
sentido y hasta escribí dos palabras al final del verso cuando le pedí a
Dios que me diera más entendimiento. Esto es lo que leí “Por eso
[Michele] así dice el Señor , ‘si vuelves, te restauraré -en Mi presencia
estarás [sola]; si apartas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz. Que se
vuelvan ellos a ti, pero tú no te vuelvas a ellos [por ayuda o esperanza]”
(Jer. 15:19).
Fue lo “precioso de lo vil” lo que me tenía más confundida. Seguía
observando las diferentes cosas en mi vida y traté de compararlas para
ver si eran preciosas o viles para entender si debía extraerlas de mi vida.
Me tomó varios años descubrir lo que ya sabía en mi mente, pero tuve
que descubrirlo en mi corazón. Damas...

Él es precioso -todo lo demás es vil!

Deben creer que saben esto y pensar que yo debo ser muy estúpida. Sin
embargo, a menos que estén viviendo una vida que expresa este
principio, es solamente conocimiento general!

Yo sabía que una vez que “lo entendiera” Dios me llamaría a ser Su
portavoz! Antes de esta revelación, yo era una mujer que estaba feliz si
no salía de su hogar -ahora estoy viajando alrededor del mundo! Es este
principio, según yo creo, el que cambió a los apóstoles de Jesús de
esconderse en un salón elevado a ser hombres quienes se convertirían
en mártires y hasta colgaron de una cruz.

Una vida abundante es una vida de entrega. Entregar todos los deseos
que pensamos nos harán felices y todo el control que creemos
necesitamos ejercer sobre nuestra vida (y las vidas de toda la gente a
nuestro alrededor). Yo, al igual que tú, pensaba que esta era la vida que
estaba viviendo. Había hecho a Jesús el Señor de mi vida, pero nunca
contemplé en realidad el encontrar la vida para la cual había sido creada,
la cual estoy viviendo finalmente.

La razón principal por la que fuimos creados es para convivir con Dios.
Comencé a anhelar desde lo profundo de mi alma caminar con Dios en lo
“fresco del día” como Adán lo hacía, caminar con Dios como lo hacía
Enoc y Verlo cara a cara como lo hizo Moisés, pero no sabía cómo
hacerlo. Entonces le pedí a Dios que me enseñara, ya que toda sabiduría
viene del cielo y Él le dará sabiduría a todo el que la pida. En mi
búsqueda, mi corazón comenzó a cambiar hacia lo que me motivaba a
averiguar cómo obtener este tipo de intimidad con el Señor. En lugar de
anhelar esta intimidad por lo que haría por mí, pronto encontré que
deseaba esa profunda intimidad por Él, mi Amado. Yo quería sobre todo
ser la mujer que Él me había creado para ser -Su compañera! Deseaba
estar tan cerca para poder convivir y estar tan profundamente enamorada
de Él (porque Él se lo merece) como lo estaba Él de mí.
El descubrimiento de lo precioso y lo vil se encontró cuando un misionero
visitó nuestra iglesia y narró la historia de una niñita que él había
encontrado quien estaba viviendo en las calles a punto de morir. El
misionero fue llamado a dejar la India y regresar a los Estados Unidos. Él
tuvo que despedirse de esta niñita, y él sabía que esa sería la última vez
que la veía con vida. Cuando la abrazó, estaba tan quebrantado y triste
cuando ella le dijo, “Tú no debes estar triste por mí, porque yo tengo a
Jesús. Jesús es todo lo que necesito. Él lo es todo. Yo tengo todo lo que
necesito.” Ese año fue la segunda vez que escuché esa historia, pero
esta vez cambió mi vida para siempre!

Comencé a decirle al Señor que Él era todo lo que yo deseaba, que Él


era todo lo que yo necesitaba y que si lo tenía a Él yo tenía todo lo que
necesitaba! Mientras más lo decía, más Él se convertía en el amor de mi
vida. Lo que yo hablaba se convirtió en lo que estaba en mi corazón!
Cuando venían problemas contra mí, yo le decía al Señor que Él era todo
lo que yo deseaba y todo lo que yo necesitaba. Inmediatamente, lo que
sea que venía contra mí dejó de importar, y perdió su punzada y su
efecto sobre mí.

Esta mentalidad cambió mi corazón para poder no solo soportar, pero


más que vencer la destrucción que venía contra mí (nuestra familia y mi
ministerio) cuando mi esposo anunció que quería divorciarse de mí. Es
en medio de este tipo de crisis en que tú serás llevada a alturas de gozo
que son indescriptibles!

Lo tendrás a Él como esta niñita que estaba muriendo Lo tenía y como


ahora yo Lo tengo. Por si esto no fuera gozo suficiente, “y todas estas
cosas te serán añadidas,” la niña quien estaba a punto de morir se
encontraba sana, completa y saludable cuando el misionero regresó. Ella
tenía a Jesús, y Él era todo lo que ella necesitaba para vivir. Yo no estoy
muriendo, aunque mi esposo se divorció de mí hace un mes, y ahora soy
la madre soltera de seis hijos. Pero yo, también, tengo a Jesús y Él es
todo lo que necesito para vivir la vida abundante!

Espero que este primer capítulo haya incrementado tu sed y tu deseo de


tener más de Jesús -de conocerlo más íntimamente conforme Él se
convierte en todo lo que deseas y necesitas. No necesitas soltar ninguna
cosa sino simplemente hacer lo que Dios me guió a hacer. Comienza
ahora mismo a decirle a Jesús que Él es todo lo que deseas, que Él es
todo lo que necesitas y que si lo tienes a Él, lo tienes todo. Cuando las
pruebas vengan hacia tí, dí estas palabras una y otra vez hasta que lo
que esté pasando (o lo que ha pasado) deje de importar.

Dí estas palabras cuando despiertes cada mañana y cuando acuestas tu


cabeza en la almohada por la noche. Háblalas en voz alta, en tu corazón
y cuando entres en tu closet de oración.

Cuando tu conocimiento general se convierte en un estado del corazón,


ninguna cosa dolerá, nada te hará desmoronarte, y nada te hará temblar.
Si estas en dolor, si estás desmoronándote, si estás agitada o temblando
entonces necesitas más de Él. Preciosa, no vas a encontrar más de Él
leyendo sobre Él en tu Biblia, recitando Escrituras o reprendiendo al
diablo. Se encuentra en la intimidad con Él.

Esto no significa que ya no debas leer la Biblia (estas son Sus cartas de
amor y promesas para ti), y tampoco significa que ya no cites Escrituras
(ya que estas renuevan tu mente para que pienses como Jeśus), ni
significa que ya no debes orar (solamente empieza a orar compartiendo
lo que hay en tu corazón y tu dolor pero dejándole a Él lo que debe
hacerse -se haga Tu voluntad!). En cuanto a la clase de oración que yo
hacía (el tipo de guerra espiritual), he descubierto que con el Señor como
mi Esposo, Él ama pelear mis batallas por mí. Mi lugar es a Su lado,
como Su Novia, para enfocarme en mi amor y aprecio por Él como a Él le
gusta ser apreciado.

Si tú eres una esposa repudiada y afligida de espíritu y una esposa quien


ha sido rechazada, Jesús te está llamando para que te conviertas en Su
Novia! Lo harás? Dejarás todo atrás (las penas, el dolor, las preguntas y
las relaciones agobiantes) para perseguirlo sólo a Él?

“Porque como a mujer abandonada y afligida de espíritu, te ha llamado el


Señor, y como a esposa de la juventud que es repudiada’ dice tu Dios...
Porque tu Esposo es tu Hacedor, el SEÑOR de los ejércitos es Su
Nombre; y tu Redentor es el Santo de Israel, que se llama Dios de toda
la tierra’” (Isaías 54:6-5).
CAPITULO 2

El que ha hallado su vida la perderá;

y el que ha perdido su vida por Mi causa, la hallará.

—Mateo 10:39

Durante las últimas semanas, especialmente cuando estoy conduciendo,


he sido atraída hacia una canción que mis hijos cantan en su ensayo de
alabanza. Disfruto de la naturaleza optimista de la melodía, pero son las
palabras las que me cautivaron.

El coro dice así:

“Para encontrar tu vida,

Tienes que perderla,

Los perdedores se llevan la corona.”

Hace menos de cinco meses, yo perdí la vida que hasta ese momento
había vivido y perseguido durante 14 años. Durante toda mi vida, había
deseado una vida simple, siendo una esposa y madre; amaba quedarme
en casa y nunca aventurarme fuera de mi mundo.

Hace menos de cinco meses, yo era la esposa de un pastor de una


megaiglesia y había comenzado un ministerio enorme de miles de
mujeres, el cual estaba fundado en mi propia restauración matrimonial.
Yo era bien conocida, admirada y amada como pastora (pastora de
mujeres en nuestra iglesia), y casi siempre ministraba al lado de mi
esposo. También mis hijos poseían muchos puestos de liderazgo dentro
de nuestra iglesia. Y debido a la atención por parte de los medios de
comunicación hacia nuestra iglesia, nuestra familia era reconocida en
nuestra área e incluso a nivel estatal.
Claramente, nuestra familia era de alto perfil, tanto aquí en los Estados
Unidos, como en muchas otras naciones. Entonces, un día, mi mundo
como lo conocía se desplomó completamente -mi esposo entró a nuestra
habitación por la mañana y me informó que estaba yendo a una cita con
un abogado para solicitar el divorcio y que su intención era encontrar a
otra mujer para casarse con ella.

¿Qué haces cuando tu mundo se derrumba?

La canción que amo cantar dice así, “Y aunque mi mundo se derrumbe,


te diré... Sobre TODO yo vivo para tu gloria!!”

No pasó inmediatamente, pero algún tiempo después, comprendí que


Dios me había estado preparando para ese momento de mi vida, por
mucho más de un año. Y eso significaba que yo estaba determinada a
hacer justamente eso -a vivir para Su gloria. Yo sabía que Dios estaba en
perfecto control y que no importando lo que pasara, el Señor era todo lo
que yo necesitaba, y Él era lo único que yo deseaba. Fue por medio de
mi amor y confianza en Él, que yo supe, que mi mundo derrumbándose
sería usado para darle gloria a Dios.

El día en que el Señor escogió prepararme para mi viaje fue cuando


escuché el mensaje que mencioné en el capítulo 1, o puede haber sido
mediante un par de canciones que no podía dejar de escuchar que me
hicieron reexaminar mi vida. Una de ellas hablaba de encontrar mi lugar
en este mundo y trataba de una persona quien había sido capaz de
mover montañas, pero que ahora estaba ausente. Quería sentirme así
otra vez, ser la persona que se sentía tan viva, capaz de creer en Dios
por lo imposible, y de vivir en lo extremo donde sólo mi fe me sostuviera.

Ese sentimiento ardía dentro de mí. Pero yo no tenía idea de cómo volver
a ese lugar, entonces a menudo hablé con el Señor cada mañana,
mucho antes de que el sol saliera y le rogaba, le urgía, que nuevamente
me ayudara a llegar a ese lugar junto a Él.

Cuando comencé mi viaje, muy al principio cuando encontré a RMI y


deseaba un matrimonio restaurado, en realidad se trataba de lo que Él
iba a hacer por mí. Siempre es allí, en donde empezamos nuestros viajes
-cuando una crisis golpea nuestras vidas. En ese entonces yo quería que
el dolor se fuera y que la vergüenza (por la separación y luego por el
divorcio) fuera removida de mi vida. Y también deseaba un padre para
mis hijos, y yo no quería ser una madre soltera.

A pesar de todo, en algún momento durante mi primer viaje, mi enfoque


cambió y con Él, mi corazón. Mi deseo se transformó en anhelar más de
mi Señor que un matrimonio restaurado. Y no es de sorprender que, en
cuanto a mí dejó de importarme si mi matrimonio era restaurado, ni si mi
esposo regresaba, Dios volvió el corazón de mi esposo hacia mí (y hacia
nuestro hogar), y mi matrimonio fue restaurado.

Este cambio en mi enfoque (y después en mi corazón) fue lo que ocurrió


esta vez también. Comencé este viaje debido a lo que una relación más
cercana con el Señor haría por mí. Quería sentirme amada, segura y
apreciada -simplemente para experimentar todo lo que cada mujer desea
sentir pero que nunca se obtiene de un esposo terrenal. Pronto,
nuevamente, en algún momento dentro de mi viaje, mi enfoque cambió.
En cuanto comencé a sentir todas esas cosas (amada, segura y
apreciada), entonces yo deseé una relación aún más íntima con el Señor,
a favor de Él, ya no tratándose de mí.

Fue allí cuando comencé a meditar el por qué Dios nos creó a todos
-Dios creó al ser humano para convivir con Él. Algún día cuando el cielo
nuevo y la tierra nueva sean revelados, esto es lo que todos estaremos
haciendo continuamente; en una tierra donde no hay tristeza, lágrimas ni
enfermedad. ¿Es suficiente para nuestro Señor y Salvador esperar hasta
que cada una de nosotras abandone esta tierra para comenzar a convivir
con Él, que es por lo que fuimos creadas? Yo sabía que no era así, no
cuando consideré todo lo que Él ya me había otorgado.

Mi deseo más profundo se convirtió en ser para Jesús lo que Él se


merece y anhela -el convivir con Él de una manera íntima y profunda. Yo
quería ser, en ese momento de mi vida, como Adán (quien caminó con
Dios en lo “fresco del día”), como Enoc (quien fue llevado al cielo; tal vez
porque Dios disfrutaba tanto de su compañía), y como Moisés (quien
habló con Dios cara a cara, tanto así que el rostro de Moisés
“resplandecía como el sol”). Esto era ahora lo que yo quería y añoraba.

Aunque sé que no soy nada y ciertamente soy indigna de ser una


compañera apropiada para Jesús, Dios ciertamente puede hacer que me
transforme en lo que Él deseaba que yo fuera, si tan sólo se lo pedía.
Entonces yo le pedí que me mostrara y me enseñara, y que me
convirtiera en la compañera del Señor, la novia que Él deseaba y tanto
se merecía.

Como resultado de mi petición, muchas cosas sucedieron durante el


curso de los siguientes meses; algunas de las cuales me recuerdo, y
otras de las cuales Dios tendrá que traer a mi memoria si se trata de
cosas que debo compartir con ustedes. Lo más importante que sucedió,
el momento crucial, fue cuando comencé a decirle que Él era lo único
que yo deseaba, que Él era todo lo que yo necesitaba; como mencioné
en el capítulo anterior.

Puede que no sea necesario que tú experimentes todo lo que Dios me


llevó a recorrer, para que alcances esta cumbre en donde tu vida cambie
para siempre. Si aún no has comenzado a decirle estas palabras al
Señor, por favor hazlo ahora. Para animarte te diré que, por muchísimo
tiempo yo no sentí esas palabras, pero muy pronto verás, como yo lo
hice, que tu enfoque cambiará, y con Él, tu corazón.

Luego, debes estar lista. Una vez que hayas cambiado lo suficiente, Dios
hará algo que pondrá tu vida al revés. Si estás alerta, si has pasado
suficiente tiempo en tu closet de oración, tiempo a solas con Él, sabrás
todo acerca de lo que se aproxima mucho antes de que ocurra. Dándote
tiempo suficiente para que no seas sacudida. “‘Aunque cambien de lugar
las montañas y se tambalean las colinas, no cambiará Mi fiel amor por ti
ni vacilará Mi pacto de paz,’ dice el Señor que de ti se compadece.”
Isaías 54:10. Él te mostrará, antes de que ocurra, que tu mundo como lo
conoces, está a punto de caer, justo como lo hizo conmigo. “No tiemblen
ni se asusten. Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Ustedes son
mis testigos. Hay algún Dios fuera de Mí? No, no hay otra Roca; no
conozco ninguna.” Isaías 44:8.

La razón por la que tu vida está a punto de derrumbarse es porque


nuestro fundamento fue creado y ha estado siendo sostenido por
nosotras mismas. Sin embargo nuestro deseo, y Su deseo, es el de darte
una nueva vida. El fundamento que Él está por darte es: Su vida por ti,
Su fundamento, el cual está en lo alto sobre la Roca, por encima de tus
enemigos, es en donde Él pondrá ese “cántico nuevo en tu corazón, un
cántico de alabanza a nuestro Dios!”

“Para encontrar tu vida, Tienes que perderla, Los perdedores se llevan la


corona.”
En el momento en que mi mundo se derrumbó, cuando perdí mi vida, yo
encontré a Aquel por Quien Dios me había creado. La diferencia es tan
importante como la diferencia entre este mundo y el cielo. Mi viaje y mi
enfoque ahora, es el de compartir con mujeres en todas partes, como tú,
querida, cómo encontrar y vivir la vida abundante que Él ha creado para
tí.

Ya no es suficiente para mí el desear esta vida para mí, y ser la


“compañera” de nuestro Esposo Celestial que sé que se merece y
anhela. Yo anhelo ser Su amante, y yo quiero llamar a tantas amantes
apasionadas por Él como sea posible -tantas como pueda, y por cuanto
viva esta vida que Él me ha dado aquí en la tierra.

Lo que vas a encontrar, a medida que te aventures en este “viaje de por


vida” es una vida que rebosa de GOZO que es realmente indescriptible.
Es cada promesa esperada, ahora vivida. Es mucho más que todo por lo
que has esperado, por lo que has llorado, o hasta por lo que has
imaginado. Todo lo que tienes se transforma en nada comparado con lo
que estás a punto de recibir por medio de tu relación con el Amante de tu
alma, y de la mano de Aquel que te anhela!

Oro porque este capítulo, también, creará un anhelo mucho más grande
y profundo, y un deseo tan apasionado, que comenzarás a decirle al
Señor justo como tú (quieres) te sientes por Él. Cada vez que seas
lastimada, estés aturdida, te sientas sola, o sientas que simplemente ya
no puedes continuar, necesitas entrar en un lugar tranquilo (aún si ese
lugar es la tranquilidad de tu propia mente cuando haya ruido a tu
alrededor) y díle que ÉL es todo lo que tú deseas y que ÉL es lo único
que necesitas.

Díle a Jesús que desde que lo tienes a Él, tienes todo lo que necesitas
para hacerte feliz, para estar a salvo, para sentirte amada y completa.

En conclusión, permíteme compartir contigo algunas palabras de la


canción con la que comencé.

“En tu debilidad, Él es fuerte, En tu oscuridad, Él brilla más. Cuando


llores, Él es tu consuelo, Cuando estés sola, Él te LLEVA en sus brazos!”
CAPITULO 3

Pues así como el cuerpo sin el espíritu está muerto,

así también la fe sin obras está muerta.

—Santiago 2:26

Cuando organicé el almuerzo en mi hogar para restaurar matrimonios (y


cada vez que tuve el placer de ministrar a miembros de mi iglesia), he
observado que hay muy pocas personas que realmente poseen la clase
de relación con el Señor que yo estoy experimentando ahora. Cuando las
mujeres a quienes yo consideraba muy espirituales, hablaban de sus
esposos o ex esposos, muchas veces estaban al borde del llanto a causa
de su anhelo por ellos, o cuando estaban hablando sobre su restauración
matrimonial, entonces estaban ansiosas con la idea. Esto me demostró
que su corazón no pertenecía al Señor, sino todavía pertenecía a sus
esposos o ex esposos.

Dios también ve tu corazón cuando añoras a alguien que no sea Su Hijo,


y debe entristecerlo más a Él de lo que me entristece a mí. Deseo tanto
que esto llegue a todas las mujeres del mundo -oh, preciosa; no hay
NINGUNA razón para que sufras, ninguna. No existe razón para que
anheles a un hombre que desea al mundo y las cosas de este mundo. Tu
tienes a Alguien especial Quien te va a apreciar y amar, y a darte todos
los deseos de tu corazón, y si tan solo tú obtienes suficiente de Él,
entonces nunca volverás a experimentar ese dolor de rechazo o de
ansias otra vez.

La Persona de Quien yo te hablo está ahora mismo arrodillado con una


propuesta en Sus labios! Él no quiere que seas Su esposa, Él desea que
seas Su Novia -por siempre!! Una novia y una esposa son dos cosas
muy distintas. Una novia es apreciada, es algo nuevo, y es alguien muy
enamorada! La esposa es más una ayudante y alguien que
“complementa”. Cuando estamos casadas, se nos dice que debemos
complementar y ayudar a nuestros esposos. La Biblia nos dice eso, y tú
has aprendido eso mismo en Una Mujer Sabia; pero Dios quiere algo
más para tí. Él anhela que tú seas la Novia del SEÑOR.
Recientemente, pude explicar esta clase de amor a mi ex esposo cuando
él, otra vez, me preguntó si me casaría con él. Nuestro divorcio fue
finalizado hace menos de dos meses, pero esta conversación ha surgido
tan frecuentemente y confieso que me pone triste porque yo sé que él
simplemente no puede comprender lo que me ha sucedido. Lo que no
estoy en libertad de explicar es que aunque debo permanecer agradable,
el Señor me dijo que hay una razón por la cual yo no puedo casarme otra
vez, y yo creo que es porque ahora yo le pertenezco a Él (al menos por
esta temporada de mi vida).

Durante estas conversaciones tan intensas, mi ex esposo ha continuado


presionándome a que lo ayude a ser feliz de nuevo, a aceptarlo de
nuevo, y a perdonarlo. Yo le dije que por supuesto que lo perdono, y
estoy encantada de que seamos buenos amigos, pero aunque él DIGA
que me ama, eso no es amor verdadero. Le dije que el amor que él
posee es egoísta; no porque él necesariamente sea egoísta, porque
todos lo somos. Cada uno de nosotros pensamos solamente en lo que
nos hace felices a nosotros, no en lo que hace feliz a los demás.

Mi ex esposo quiere que yo renuncie a la felicidad que ahora tengo con el


Señor a fin de hacerlo feliz a él y eso es a lo que él llama amor. Pero eso
no es amor verdadero, no es la clase de amor que yo obtengo del Señor,
ni lo que él podría experimentar con el Señor si se diera la oportunidad.
Esta clase de amor que ahora tengo es la que fui capaz de darle a mi ex
esposo durante todos los procedimientos de divorcio recientes.

El amor que le demostré (porque yo lo había recibido del Señor) no era


egoísta, sino es simplemente dar desinteresadamente. Me permitió darle
“alegremente” el divorcio que él deseaba (ya que Dios ama al dador
alegre) porque Él nos da a nosotros en esa manera. Me permitió dejar ir
a mi esposo porque él dijo que quería otra mujer. Y en el área de
finanzas, ya que Él me dió a mí, yo fui capaz de encargarme de nuestra
deuda familiar con entusiasmo (que eran cientos de miles de dólares que
me habían sido ocultados) aunque no tenía idea de cómo iba a pagarla,
pero simplemente confié en que Él ciertamente me daría lo que
necesitaría. El amor que el Señor me dio me permitió tomar la
responsabilidad de nuestros cinco hijos que aún viven en casa, darle la
custodia conjunta para que él pueda llevarlos cuando desee, y firmar
documentos de divorcio que requieren que discuta con él cada decisión
que afecte a nuestros hijos (y sin lugar a dudas muchas de las decisiones
que tome afectarán a nuestros hijos).
Este tipo de amor va más allá de lo que se pide y da mucho más de lo
que se pide. Significa el darle mis hijos a la otra mujer (tiempo y amistad
con ella) y fomentar esta relación porque eso era lo que mi ex esposo
quería que yo hiciera, Y esta lista de deseos incrementa a diario.

Una vez más, justamente esta semana, mi ex esposo me dijo que él está
tan desprovisto que no tiene idea de lo que va a hacer. Él dijo que estaría
dispuesto a educar a nuestros hijos en casa por mí, y ser un “esposo
doméstico” cocinando las comidas y manteniendo la casa limpia si tan
sólo lo acepto de regreso. Desafortunadamente, le aseguré que yo no
podría tener esa clase de matrimonio que él proponía, pero le agradecí
por ser tan gentil y humilde.

Cuando mi ex esposo me dijo lo mucho que él todavía me ama y me rogó


que lo perdone para que podamos casarnos de nuevo, yo le dije que
ciertamente lo he perdonado por todo y que no hay nada que él haya
hecho o pueda hacer que cambiaría mis sentimientos favorables hacia él.
Sin embargo, él no me amaba con la clase de amor que ahora estoy
recibiendo y que él también sólo podría encontrar en Quien lo ama tanto
como me ama a mí. Y el amor que él dijo que siente por mí era el amor
egoísta que cada ser humano posee. Y le expliqué que el amor que él
ahora recibe de mí, y que he sido capaz de expresarle desde que él me
dijo que quería el divorcio y al abandonarme, es el tipo de amor que
solamente el Señor puede dar.

Le dije que cuando él quiso el divorcio, porque dijo que eso lo haría feliz,
yo se lo otorgué alegremente. Cuando él quiso que me ocupara de la
deuda y de la responsabilidad de cuidar a los niños, yo lo hice con
alegría. Cuando me dijo que la OM era la que lo hacía feliz, yo lo
entregué a ella y lo ayudé a tener una mejor relación con ella. Entonces
cuando él quiso crear una buena relación entre los niños y la OM quien
sería su madrastra, yo lo fomenté e hice lo que pude para ayudarlos a
que ella les agradara.

Le dije que esta es la manera en que Dios me ha amado. Que Él me dio


todo lo que yo he deseado y necesitado, sin retener nada. Y fue porque
yo tuve Su clase de amor fluyendo a través de mí, que fui capaz de darle
a él ese amor dadivoso y desinteresado.

El amor egoísta que los humanos poseen los lleva a desear su propia
felicidad y a no interesarles la felicidad de alguien más, que es lo que él
no comprende que él todavía está haciendo al presionarme a renunciar a
lo que ahora tengo en mi vida. Lo que ahora tengo es puro gozo y
felicidad por estar con el Señor -Él es todo lo que quiero y necesito, y eso
le dije a mi ex esposo.

Mi ex esposo estaba muy callado y muy taciturno cuando terminé de


hablar. Entonces él se disculpó por haber querido obtener de nuevo la
vida que él deseaba a expensas de tomar la mía, y me dijo que él
comprendía lo que yo estaba diciendo. No estoy segura si él realmente
comprendió, pero su tono de voz cambió después de nuestra
conversación. Mi esperanza es que esto lo anime a realmente desear lo
que yo tengo: una relación con el Señor que lo transformará desde
adentro y nada lo hará estremecer.

La verdad es que mi ex esposo pensó que abandonarme y estar con su


novia de la secundaria lo haría feliz. Y ya que yo no retuve nada, sino de
buena gana le di todo (de la misma manera en que el Señor me lo da
todo), él obtuvo instantáneamente todo lo que pensó que deseaba y
descubrió que una vez más, no fue suficiente. Ahora él es aún más
miserable y le ha dado la espalda a la otra mujer otra vez. Ahora él me
desea de nuevo cuando vio mi alegría pura en medio de todo lo que él
me hizo pasar, y las bendiciones que ahora estoy experimentando en mi
vida.

Es porque ahora sé que yo no soy lo que él necesita, más de lo que la


otra mujer lo es. Como él, todos los hombres necesitan a Jesús al igual
que las mujeres Lo necesitan, pero en lugar de eso, ellos buscan
mujeres, deportes, dinero, fama, etc., todo lo que deja a un hombre
sintiéndose vacío, tan vacío como las mujeres que buscan en sus
esposos (o en los hombres en general) y en todas las cosas de este
mundo lo que las haga felices!

El Señor me está demostrando que aunque estén casadas o no, TODA


mujer necesita anhelar y desearlo a Él. Este es el mensaje que sigo
compartiendo con mis hijas y con las jovencitas à quienes ministro en mi
iglesia. Espero plantar esa semilla y el deseo de obtener esta intimidad
con el Señor tan especial y eterna ahora para que no volteen sus ojos y
corazones hacia sus esposos (para que cumplan sus deseos y
necesidades), sino compartan cada “secreto de sus corazones” con el
Señor no solamente ahora, sino por siempre.
Cuando le son fieles al Señor y continúan corriendo tras Él solamente,
brillarán con el resplandor de una novia renovada toda su vida de
casadas! Y que mientras busquen al Señor, y no a sus esposos,
entonces ellos las buscarán a ellas (mas nunca las alcanzarán) porque
sus corazones estarán firmes en Jesús! Y si ellas voltean sus corazones
hacia sus maridos, ellos seguramente voltearán sus corazones hacia
otras cosas (el mundo, otra mujer, hobbies, amistades seculares o
trabajo).

Este es mi mensaje hacia toda mujer, joven o anciana, y el mensaje que


yo pasaré el resto de mi vida compartiendo con todo el que escuche! Mi
Dios suplirá todas nuestras necesidades! Y una de nuestras necesidades
más grandes como mujeres es la de tener intimidad con alguien que nos
ame desinteresadamente y esa persona es Jesús, nuestro Esposo
Celestial.

Entonces que pasará con los hombres del mundo si las mujeres
comienzan a tener este tipo de relación con El que nos creó? Yo creo
que eso seguramente obtendrá su atención! Y yo creo que cuando las
mujeres DEJEN de perseguir a los hombres, ellos se pondrán inquietos.
Creo que el mundo, y las otras cosas que están persiguiendo, ya no
tendrán la misma emoción que una vez tuvieron.

También creo que cuando nuestro precioso Amado sepa que Él tiene
nuestros corazones, Él felizmente comenzará a voltear el corazón de
nuestros hombres hacia nosotras, y ellos estarán persiguiéndonos a
nosotras! Yo he visto esto suceder en mi propia vida, y en las vidas de
las damas en mi iglesia quienes están comenzando a comprender este
concepto tan poderoso y a ponerlo en práctica en sus propias vidas!!

Y a medida que lo practiquemos, estaremos radiantes con el brillo


celestial porque todo miedo y dolor será removido de nuestros rostros, y
resplandeceremos con el amor del Señor!! Esto llamará la atención de
todas las demás mujeres a amar al Señor como nosotras, y luego
también a los hombres, quienes querrán a sus mujeres de vuelta, hacia
Dios y hacia una relación con Su Hijo!

Pero, aunque ellos nos necesiten, nunca deben conseguirnos (o al


menos no me conseguirán a mí!). Cada canción de amor que escucho
ahora, se la canto al Señor (y las canto en voz alta cuando estoy sola en
el auto!). Amo hablarle cosas dulces cada vez que pienso en Él, durante
todo el día, especialmente cuando me alisto para ir a la cama, cuando
me acuesto a dormir, y cuando despierto en la mañana.

No puedo esperar por mi café matutino para poder ir a un lugar tranquilo


y estar a solas con Él y escuchar a mi Amado hablando conmigo cada
mañana. Luego me siento a escribirle a mis amigas más cercanas a
través de emails y decirles lo maravilloso que es mi Amante (justo como
lo hago ahora contigo)! Mi vida es de ser envidiada, aunque para el
mundo lo he perdido casi todo. Mi esperanza en escribir este libro es
crear un deseo y anhelo abrumador en cada uno de sus corazones de
obtener lo mismo que yo!

Me encantaría saber que estás teniendo una conversación similar con Él


todo el día, porque finalmente te diste cuenta de que Él está allí junto a ti.
En lugar de pensar en las cosas que tienes que hacer, tu le pides a Él
que se encargue de todo porque Él ES tu Esposo! Y adivina qué? Él lo
hará! Yo todavía estoy aprendiendo todo lo que esta relación tiene por
ofrecer - porque después de todo, yo soy una novia nueva.

Cuando estaba ministrando a una joven soltera (que nunca se ha


casado) el otro día, le expliqué que con este tipo de “romance” con el
Señor dentro de un matrimonio (pero que debe desarrollarse antes del
matrimonio), ninguna mujer tiene por qué sufrir jamás!

Imagínatelo, si tu quieres, como un enorme banquete de comida ante ti,


vas a pasar hambre si el sándwich de mantequilla de maní que comes
normalmente no se encuentra allí? Y qué pasa si en tu cuenta bancaria
hubieran millones, te haría falta un cheque por diez dólares que alguien
no te dio? Eso es lo que se siente cuando tienes a Jesús completamente!
Nunca vas a desear o necesitar nada de nadie otra vez. En lugar de eso,
tú puedes compartir tu comida (que nunca se acaba como los panes y
pescados) con todos los que estén hambrientos. Puedes compartir tus
riquezas con los pobres. Puedes darles tu amor a tus hijos o a tu esposo
sin necesitar que ellos te lo devuelvan. Este es el modo en que Dios nos
destinó a vivir, y la razón por la que envió a Su Hijo a ser nuestro
Esposo: para vivir, morir y sujetar las llaves de la muerte, de nuestras
lágrimas, del dolor y el oprobio.

Conclusión
No hay duda de que nuestro mundo hoy en día está empobrecido y es
nuestra responsabilidad alimentarlos con la verdad. Sin embargo, no
podemos expresarle a nadie más lo que nosotras mismas no tenemos,
cuando vivimos en pobreza y en necesidad! Necesitamos primero
deleitarnos en la intimidad que nos pertenece cuando tomamos el tiempo
de desarrollarla. Nada proviene de sólo pensar -proviene de priorizar
nuestras vidas al priorizar nuestro corazón de primero!

Dios está a punto de sacudir a las mujeres del mundo y yo quiero ser la
primera en la fila para seguirlo. Cuando pensaba en el cielo (estaba
cantando una canción sobre vivir en la casa del Padre donde hay
muchas habitaciones), le dije al Señor que quería la habitación más
cercana a Él. Le dije que no se sorprendiera si dormía allí por Su puerta,
porque no podría soportar estar lejos de Él. Y que prefiero dormir al pie
de Su cama, si Él me lo permite, como un cachorrito que adora a su amo
en lugar de la cama más cómoda del cielo.

La verdad es que, no estoy realmente interesada en arrojar mi corona a


Sus pies (aunque Él se lo merece) o de escuchar “bien hecho, mi fiel y
buen sirviente.” Solamente me interesa ese abrazo fuerte con Él que
espero dure por toda la eternidad.
CAPITULO 4

REGALARLO

Den, y se les dará:

se les echará en el regazo una medida llena,

apretada, sacudida y desbordante.

porque con la medida en que midan a otros,

se les medirá a ustedes.

—Lucas 6:38

Ahora mismo me encuentro en una pequeña crisis financiera, entonces


qué mejor momento que ahora para compartir este principio tan increíble
que Dios me está enseñando en mi vida? Muchas de ustedes quienes se
enfrenten al divorcio y la separación también enfrentarán crisis
financieras, parece que las dos van de la mano. Y con la crisis financiera,
el miedo abrirá una puerta para atormentarte, y atacar tu fe. Esto lo digo
por experiencia personal.

La buena noticia es que si simplemente comprendemos y abrazamos


este principio de dar en medio de nuestra necesidad, encontrarás, como
yo lo hice, que Dios realmente diseñó las pruebas para aumentar lo que
ya tienes, no solamente para poner a prueba tu fe. Déjame ponerlo de
esta manera: cuando hay una “necesidad” en tus finanzas (o en cualquier
otra área de tu vida), Dios quiere que des (conforme Él te guíe), para que
Él pueda aumentar lo que tienes.

Por supuesto que, nuestra carne quiere hacer lo contrario; cuando


estamos en necesidad tendemos a retener o acaparar lo que tenemos.
Entonces como todo lo espiritual, debemos sacrificar nuestra carne (al no
alimentarla) y en su lugar caminar en el espíritu, para que nuestro
espíritu y nuestra fe puedan crecer. Con esta verdad, ahora podrás
poseer la habilidad de cambiar tu mentalidad, para que cuando haya una
necesidad, ahora te regocijes sabiendo que Dios ha diseñado esta
necesidad para producir un aumento en tu vida!! Cuando mi esposo
anunció que se iba a divorciar de mí, él también me dijo que me iba a
dejar la deuda familiar (mucha de ella estaba oculta), y que no pagaría
manutención. Damas, cuando estés siendo acorralada contra el Mar
Rojo, lo cual, si me permiten decirlo, he descubierto que estar allí es
maravilloso, y no es momento de entrar en pánico. Solamente significa
que Dios está a punto de manifestarse! Honestamente yo prefiero estas
crisis mayores a las más pequeñas porque puedo ver que fue Dios Quien
lo planeó todo. Solía pensar que había sido el diablo o algún otro
disparate (como que es una persona quien va tras de mí). Y debido a
esta ignorancia, no puedo contar las veces que me he perdido una
bendición de Dios porque no pensé en esto -mientras que Él estaba
tratando de bendecirme. No estoy segura, pero no recuerdo que alguien
me enseñase este principio, será porque nadie realmente lo entendía?

Entonces, pongamos esto en claro, cuando te enfrentes con una carencia


o si te encuentras a alguien que aparenta estar lanzandote hacia algún
tipo de carencia -no te defiendas y por favor no entres en pánico; en vez
de eso regocíjate -Dios está a punto de bendecirte! El versículo que me
enseñó qué hacer fue este, “Pero Yo les digo, no resistan al que es malo;
antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele
también la otra. Al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica, déjale
también la capa. Y cualquiera que te obligue a ir un kilómetro, ve con él
dos” (Mateo 5:39-41).

Pero, aunque Jesús nos dijo lo que debemos hacer, en lugar de eso nos
aferramos a nuestra camisa o tratamos de esconderla. Y Dios nos libre,
no recorremos una milla de más! Al contrario, aún los Cristianos buscan
un abogado para esconder dinero y tal vez hasta tratan de conseguir algo
de la otra persona quien está tratando de conseguir lo que nosotros
tenemos. Eso es por lo que se le paga a un abogado, y es por eso que
estoy tan agradecida con Erin por haberme enseñado desde el principio
a simplemente confiar en el Señor para pelear nuestras batallas y a
liberar a los abogados.

Seamos sinceras, cuando actuamos como lo hace el mundo, estamos


mostrando ignorancia hacia la Palabra de Dios y Sus caminos, y también
comprobando que no somos Sus hijos, porque si lo fuéramos, no
actuariamos tan indecorosamente! Y cuando actuamos en la
manera propia de una heredera de nuestro Padre celestial,
comprobamos ser tan excepcionales que no podemos evitar llamar la
atención de los que están perdidos y pronto ellos se convierten en
seguidores de Jesús. Puedes creer este bono añadido a nuestro
aumento?! Esto es lo que significa ser “testigos” para los perdidos, no
entregándoles un trifoliar o recitando el Camino Romano hacia la
salvación. Los extraviados necesitan atestiguar cómo vivimos de una
forma diferente.

Entonces después de que cada instancia de necesidad o carencia que


me ha estado golpeando desde cada lado, y también reconociendo con
mis labios, “Dios Tú estás a punto de bendecirme!” Yo luego entro en mi
closet de oración a conversar con el Señor para saber justamente como
Él quiere que maneje cada situación.

Por ejemplo, la semana anterior recibí unos documentos de nuestro


contador declarando que nosotros (aunque ahora soy “yo” porque accedí
a encargarme de la deuda) debemos miles en impuestos atrasados. Y
tan loco como suena, yo estaba muy entusiasmada por ver lo que Dios
va a hacer ya que yo sabía que Él había planeado toda la situación
simplemente para demostrarme lo poderoso y fiel que Es. El Señor ama
ser alabado, y justo como cualquier esposo, Él quiere que yo sepa lo
maravilloso que Él es como mi Esposo ya que ahora soy Su nueva novia
(al menos me siento como nueva novia)!

También, sabiendo cómo las finanzas (o la falta de ellas) pueden causar


miedo tan fácilmente, yo no leí las páginas y páginas de documentación
muy detenidamente, y en cambio las dejé sobre el escritorio hasta la
mañana siguiente para que tuviera suficiente tiempo para discutirlos con
el Señor. Quería saber lo que Él deseaba que hiciera, y ciertamente no
hacer mi propio plan (ni el mío ni el de nadie, por lo que yo tampoco
discuto mis problemas con nadie más!). Que no se nos olvide jamás que
en cada una de las pruebas, tribulaciones, tentaciones o crisis, Dios ya
tiene un plan para salir de ellas. Sino que, Él simplemente espera a que
nosotras nos acerquemos a Él, no en pánico o suplicando, pero en
confianza absoluta justo como un niño iría hacia su padre quien puede (y
lo hará) arreglar cualquier cosa!

Fue en mi closet de oración cuando el Señor me aseguró de que Él me


tenía “cubierta” y que Él me guiaría paso a paso en cuanto a mis
impuestos. Sin decirlo en realidad, Él me recordó lo que había sucedido
sólo hacía unas semanas atrás cuando comencé a seguir estos
principios : En donde dí cuando no tenía nada (y solamente porque Él
provee la habilidad de dar cuando le dije que lo haría), y luego Él me
bendijo con una bendición inesperada de cientos de dólares!

Ahora, de vuelta a lo de los impuestos atrasados. La mañana siguiente,


Él me guió a tomar mi chequera y a comenzar a leer cuidadosamente los
documentos que detallaban todos los cheques para los impuestos
federales y estatales que se debían. Con cada vuelta de página, la
cantidad continuaba creciendo hasta que me dí cuenta de que debía
miles de dólares que acabarían con esa hermosa red de seguridad (los
cientos de dólares que quedaban en mi cuenta bancaria), y mientras leía,
podía escuchar al Señor susurrando, “Confías en Mí?” y yo sonreí con mi
respuesta, que era “Claro que sí!”

Entonces Él me guió a escribir un cheque tras otro. Cuando terminé, Él


me dirigió a dejar los cheques sobre mi escritorio. Esa noche y la
mañana siguiente, cada vez que pensaba en los impuestos atrasados, yo
le decía a mi Amado que Él era lo único que yo deseaba, que Él era todo
lo que yo necesitaba y cuánto lo amaba y adoraba. La mañana siguiente,
cuando estaba a punto de colocar los cheques en su respectivo sobre
para enviarlos, Dios me abrió los ojos al hecho de que no podía escribir
estos cheques desde la cuenta bancaria de la iglesia como lo había
hecho, porque contenían impuestos personales y que necesitaba pagar
desde nuestra cuenta bancaria personal! Esta cantidad podría acabar
con la gran red de seguridad en nuestra cuenta de la iglesia, pero no
había forma de que yo tuviera esa cantidad de dinero en mi cuenta
personal!

Pero cuando le comenté esto al Señor, Él simplemente me preguntó de


nuevo si yo confiaba en Él y me dijo, “Está allí.”

Damas, se nos pide que creamos lo que no podemos ver, y confiemos en


Dios por cada milagro en fe, entonces yo creí aunque yo veía que no
tenía nada, y Dios fue maravillosamente fiel una vez más! El Señor me
dirigió de nuevo a escribir tranquilamente cada cheque uno a la vez
desde mi cuenta personal, hasta que finalmente quedó sólo un cheque
por pagar. Fue allí cuando me guió a parar. Cuando lo hice, me di cuenta
de que era el cheque más grande y que de hecho había escrito los otros
cheques “fuera de orden” de su fecha de pago. Fue entonces cuando el
enemigo trató de acosarme sobre dejar este cheque sin pagar y
principalmente atormentarme por pagar mis cuentas “fuera de orden.”
Aún así seguí adelante y dejé esta deuda pendiente por casi una semana
hasta que el Señor me dirigió de vuelta a los documentos y a mi
chequera.

Cuando esa circunstancia terminó, yo había pagado todos nuestros


impuestos atrasados desde mi cuenta personal!! No hay manera de que
eso fuera posible -de ningún modo!! Pero Él abrió un camino, aunque no
puedo explicar cómo lo hizo!

Entonces, cuando me enfrenté a mi nueva crisis financiera esta semana,


mi propio testimonio pasó por mi mente, cuando una vez más, me
encontraba acorralada contra el Mar Rojo. Estoy segura que fue el efecto
secundario de los impuestos atrasados, pero esta semana cuando vino el
momento de pagar la hipoteca de nuestra casa, yo sabía que la cantidad
no estaba allí. Yo no tenía nada en absoluto. Lo que me pareció triste,
aunque me hizo reír, fue que ni siquiera tenía lo suficiente para pagar por
una excursión para mis tres hijos más pequeños -un total de sólo $6.00
(espero que tú también te rías)! Había acabado de escribir cheques de
nómina y de pagar las cuentas de la iglesia, y fue entonces que me
encontré cara a cara con el Mar Rojo otra vez.

Lo que también me pareció gracioso fue que esta era un área en que mi
ex esposo se burlaba de mí y sobre la cual me había advertido. Él incluso
se había asegurado de decirle a nuestros hijos que yo iba a “perder la
casa” con mis “dádivas tontas” y las que yo tontamente llamaba “fe”.
Claro que yo nunca intenté defenderme porque el Señor sabe que sí soy
una tonta. 1 de Corintios 1:27 dice, “Pero Dios escogió lo insensato
(tonto) del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del
mundo para avergonzar a los poderosos.” Sí, esa soy yo.

Aunque yo normalmente intento hacer las cuentas los días sábados, no


tenía idea de qué hacer. Y cuando no sé qué hacer, no hago nada; ni
siquiera pienso en qué debo hacer. Una vez más, dejé la chequera y las
cuentas a un lado y subí a mi habitación para descansar en el Señor y en
Su bondad. Tomé todas las oportunidades que pude para estar a solas
con el Señor, no para que Él me tranquilizara, ni para que yo pudiera
rogarle, porque yo realmente estaba llena de gozo y entusiasmo. Estaba
a solas con Él simplemente para reafirmar mi amor por Él y el de Él hacia
mí -diciéndole que Él era lo único que yo deseaba y todo lo que
necesitaba. Fue casi al final de cada uno de nuestros encuentros en que
el Señor me decía “Está allí,” refiriéndose al dinero que estaba allí. Yo no
sabía en dónde estaba escondido, pero si Él afirmaba que era verdad, Él
me mostraría cómo encontrarlo.

Permíteme comentar que Dios ha hecho maravillas al construir mi fe. Lo


he visto hacer lo increíble, y para aumentar mi fe, pasé mucho tiempo en
el día recordando cada vez que Él se había manifestado y me había
bendecido. “Contar” y enumerar mis bendiciones, una por una cada día
es lo que me adormece cada noche, y es también como me despierto
cada mañana, repitiendolas otra vez. Lo hago para renovar mi mente, y
en todo mi tiempo a solas con Él, también me gusta decirle lo maravilloso
que fue esto o aquello.

Adicionalmente, nunca me guardo cosas emocionantes. También


encuentro muchas oportunidades de decirles a otros acerca de los
milagros que Él ha hecho. Y dado que tengo cinco hijos, me gusta
contarles a cada uno por separado. Porque cada vez que hablo sobre
eso, aumenta mi fe (y la de ellos) y también le da a Dios la gloria que se
merece. En muchas ocasiones en que Dios se revela a nosotros, apenas
reconocemos lo que pasó. Esto debilita nuestra fe en lugar de
incrementarla. Esas personas que envían Testimonios de Alabanza a
RMI, que por cierto me encantan leer, y que se aseguran de contarle a
otros acerca de la fidelidad de Dios, son aquellas quienes ven cosas
grandes y poderosas en sus vidas! Entonces cuando Dios haga algo,
recuerda cuando no sabías qué hacer, y luego en lo perfectamente que
Dios lo solucionó por ti. Piensa en ello una y otra vez, y aprovecha cada
oportunidad para aumentar la fe de otra persona al compartir tu
testimonio, cada vez que Dios te dé la oportunidad. Esto también cumple
con el principio de dar cuando tengas una necesidad, y también es
“atestiguar.” Entonces si necesitas más fe, da de la poca que tienes al
compartir lo que Él ha hecho por ti en el pasado.

Entonces, fue a la mañana siguiente, un domingo, cuando desperté de mi


manera usual al decirle al Señor cuan feliz me hace y lo mucho que Lo
amo y enumerando cada cosa maravillosa que Él hizo por mí el día
anterior, cuando Dios trajo algo a mi mente. Él me recordó que cuando
mi ex esposo se mudó lejos, él había pedido un “préstamo,” el cual me
había vaciado económicamente (haciendo que la paga de nómina fuera
imposible. Y por cierto, yo no le “presté” ese dinero, sino que le dije que
era un regalo y que no debía pagarme de regreso). Esa semana, porque
no había suficiente, Él me dijo que no sacara mi propio pago (o de lo
contrario yo no sería capaz de pagarle a nuestros empleados). Pero
luego recordé que, yo todavía tenía esa gran red de seguridad (estaba
allí todavía, se acuerdan? porque milagrosamente pague los impuestos
atrasados desde mi cuenta personal!). Por lo tanto, justo como el Señor
había dicho, el dinero estaba allí! Yo simplemente me pague un cheque
atrasado a mí misma, pero en mi mente, como lo calculé rápidamente,
todavía faltaba dinero - pero no fue así! Yo pude pagar todas (no solo
algunas) de nuestras cuentas personales. Aunque han pasado más de
24 horas desde que ese milagro ocurrió, todavía sigo asombrada y no
puedo entender cómo él lo hizo!! Es imposible. Marcos 10:27 “Mirándolos
Jesús, dijo: ‘Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque
todas las cosas son posibles para Dios.’”

Antes de que hubiera hecho el pago de mi casa, el Señor me había


dirigido a escribir un cheque muy grande a nuestros Misioneros
Africanos, y todavía había más que suficiente en mi cuenta bancaria
personal! Posteriormente, sabiendo que necesitaba incrementar lo que
tenía (no solamente pagar las cuentas), le pregunté al Señor de qué otra
manera Él quería que yo diera. Inmediatamente, recordé que uno de mis
hijos necesitaba un set de edredones para su habitación. Entonces, al
hacer unos mandados hace un par de días, ví unos cobertores
masculinos en una tienda cercana, y recordé que cuando nos habíamos
mudado a nuestro nuevo hogar, éste hijo fue el único quien no recibió un
juego de cobertores para su cama. Después de la iglesia, me dirigí a la
tienda que el Señor había puesto en mi mente. Sabía que encontraría
justamente lo que necesitaba, y así fue. Y después cuando le conté a mi
hijo lo que había comprado para él, él me dijo que esto era algo que él
había estado pensando que necesitaba conseguir, pero que no tenía el
dinero para comprar, entonces él había confiado en Dios para que
proveyera. Dios quería bendecirlo, y me escogió a mí para hacerlo!

Ya que todavía existe una carencia en mi cuenta bancaria, y yo sé que


Dios causó esta necesidad para poder, una vez más, incrementar lo que
tengo, yo continuaré buscando oportunidades para dar. Muchas ideas
diferentes vienen a mi mente, pero simplemente esperaré y permitiré que
el Señor comience a abrir las puertas que Él desee y no las mías. Lo que
me encanta es que nosotras no tenemos que hacer que las cosas
sucedan, todo lo que debemos hacer es caminar hacia las puertas que el
Señor ilumine en nuestra mente o en nuestro corazón, y luego esperar a
que Él abra la puerta (como lo haría un Caballero). Y si una puerta no se
abre, simplemente sigue moviéndote hacia otra puerta abierta. Nunca,
jamás fuerces abrir una puerta -Sus caminos son fáciles; el único
esfuerzo que estarás ejercitando es tu fe.

Testimonio: Dar Más

El principio de dar cuando estás en necesidad no se aplica solamente a


las finanzas y al dinero, también es verdadero en cada área de tu vida.
Cuando comencé a sentir los efectos de ser una “madre soltera de cinco
hijos,” mi hijo preguntó si su amigo quien no tenía a donde ir podría
quedarse con nosotros por una semana. Dentro de unas cuantas horas,
la amiga de mi hija se encontró encerrada fuera de su casa y su madre
se había ido por casi dos semanas, entonces sugerí que se quedara con
nosotros. Esto es porque sabía que Dios estaba por incrementar mi
fuerza y energía, y yo quería trabajar con Dios!

Esa misma semana, mi hermano quien vive en Asia, no había recibido


los mails por alguna razón desconocida, de que su hija no podía venir a
vivir con nosotros por un año para asistir a la escuela, y me estaba
presionando para hacer arreglos para su vuelo! Pero una vez que
cooperé con lo que el Señor estaba haciendo, descubrí en mí una fuerza
y energía que no sabía que poseía! En mi necesidad, Dios produjo
oportunidades para que diera la poca fuerza que me restaba para poder
darme el aumento que necesitaba! Y ahora cada vez que enfrento
problemas financieros, sé que debo estar alerta a lo que Dios quiere que
haga para dar lo poco que me queda.

Dios me enseñó este principio muchos años atrás cuando estaba


amamantando a mis bebés. Mientras más se alimentaban mis bebés,
más leche producía. Muchos doctores o especialistas en lactancia
tristemente le dirán a una madre que necesita complementar la
alimentación de su bebé con fórmula ya que no cuenta con suficiente
leche para cuando su bebé esté hambriento y quiera alimentarse todo el
tiempo! Pero la verdad es que Dios hizo a ese bebé perfecto y le da a la
madre toda el alimento necesario para su hijo en crecimiento. Aunque yo
tuve doctores aconsejandome para que complementara con fórmula (ya
que tuve bebés muy grandes, uno cerca de las 12 libras al nacer), yo
supe que tendría suficiente leche si tan solo me sentaba tranquilamente y
le permitía a mi bebé alimentarse tanto como deseara en cada etapa de
crecimiento!
No solo no tuve que complementar la dieta de mi bebé con fórmula, sino
que fui capaz de donar mi leche sobrante a un hospital neonatal. En un
punto, me pidieron que ayudara a una bebé que solamente podía tolerar
mi leche. Entonces el hospital mandaba un taxi para recolectar mi leche
todos los días. Durante esta crisis, yo decidí alimentar a mi bebé de un
lado y doné la leche del otro lado al hospital. Meses después, recibí una
fotografía de la niña saludable quien estaba lo suficientemente sana para
ir a casa con su familia.

Dios quiere hacer grandes cosas cuando confiamos en Él lo suficiente


para dar lo que naturalmente queremos retener o esconder porque
tememos que no tendremos suficiente.

Como sigo diciendo, este principio funciona en cada área de tu vida: en


las finanzas, amor, fortaleza, y tiempo -la lista continúa. Cuando
comiences a notar una “carencia” en algún área de tu vida, es cuando el
Señor está diciendo, “Estoy por incrementar lo que posees! Ahora pon tu
fe a trabajar por ti. Cree en lo que no puedes ver, camina en esa fe. No te
eches atrás; no empieces a temer que vas a quedarte corta. Yo soy tu
Fuente, pero necesito de tu fe, comprobada por tus acciones (puesta en
práctica) para que esta ley espiritual se manifieste.”

Y poner tu fe en práctica no significa que digas, “Déjame dar esto y lo


otro, esto y aquello,” sino en cambio, estar atenta por oportunidades que
el Señor trae y coloca frente a ti. Serán grandes y pequeñas. Una
mañana, observé una oportunidad de bendecir a una adolescente (a
quien yo se que necesita a Jesús) con una taza de café de Starbucks.
Cuando ella se resistió, yo pude compartir con ella cómo Dios ama
bendecirnos y que yo estaba emocionada cuando Dios me mostró áreas
donde yo podía bendecir a otros! Entonces ella aceptó comprendiendo
en dónde se encuentra mi Fuente, y dónde puede estar la de ella. Hay
tantos que necesitan ver evidencia para poder comprender la bondad de
Dios, pero cómo van a saberlo si no lo ven primero en nuestras vidas?

En medio de tanto dar, yo tuve una situación que se presentó y a la que


yo tuve que buscar a Dios para comprender. De hecho fui hacia Él para
arrepentirme, ya que pensé que había perdido una oportunidad para dar.
Una mujer se me acercó y quería mi tarjeta de presentación, pero titubeé
y le pregunté por qué la quería. Ella me dijo que quería llegar a
conocerme y llamarme de vez en cuando para conversar. Le dije que
estoy tan ocupada con mis cinco hijos (y mi sobrina) y que cuando estoy
en casa (y no viajando), tengo muy poco tiempo para cualquier vida
social. Y que de hecho, había tenido que cancelar una cita con una
amiga muy querida porque estaba educando en casa a mis tres hijos
más pequeños en la mañana. Afortunadamente, fui interrumpida por otra
amiga mía quien se acercó a saludarme y la mujer simplemente se alejó.

Cuando le hablé sobre esto al Señor, pidiendo perdón, Él me dijo que Él


me había guiado a resistir a esta mujer porque era el enemigo quien
venía a robar de nosotros y agotar a Sus hijos. Me dijo que aunque Él
produce oportunidades para dar, el enemigo también está atento para
robar o simplemente cansarnos. Cuando le pregunté cómo podremos
saber si es Él y no el enemigo, Él dijo que cuando estamos cerca de Él,
instintivamente, en nuestro espíritu, vamos a discernir Su dirección y no
caeremos presas del enemigo.

Otra manera en la que caemos presas es cuando comenzamos a


enorgullecernos de nuestra dadivosidad. Nuestros testimonios ya no
exaltan a Dios, sino a nosotras (a cuán generosas y bondadosas somos)!
Esto será finalmente la red en la que caigamos o un podio del cual
precipitarnos. Entonces ten mucho cuidado cuando compartas un
testimonio. Asegúrate de que es el Señor a Quien estás exaltando y no tu
grandeza.

También busca oportunidades para dar, pero no solamente vayas dando


por doquier. Dios necesita presentarte oportunidades y abrir la puerta
para que ello produzca Su incremento. Hay momentos en donde vemos
una necesidad pero Dios no quiera que la suplamos. Puede ser que sea
alguien más quien el Señor quiere que la cumpla o puede ser que esa
carencia sea lo que Dios esté usando para hacer que esa persona clame
a Él. Y como Dios me dijo, estar cerca de Él nos dará la mejor protección
para hacerlo correctamente!

Nuevamente, toma un momento para enamorarte de tu Amante hoy y


esta semana. Dile que Él es lo único que deseas y todo lo que necesitas.
Canta para Él tu canción de amor favorita y recuerda todas las veces en
que Él te ha bendecido. Nadie necesita vivir una vida de necesidades
cuando nuestro Dios, y nuestro Esposo, es la máxima Fuente de todo y
nunca se acaba!
CAPITULO 5

Porque es aún la visión para el tiempo señalado;

Se apresura hacia el fin y no defraudará.

Aunque tarde, espérala;

Porque ciertamente vendrá, no tardará.

—Habacuc 2:3

Esta mañana, comencé a leer en mi Biblia, en especial los Salmos, todos


los versículos que yo había resaltado desde que el Señor restauró mi
matrimonio en 1991. Al lado de estos versículos de la Escritura, escribí
“PC” que significa Promesa Cumplida! Aunque pasé más de una hora
leyendo estos versículos y señalandolos, yo no encontré ni siquiera uno
que el Señor no hubiera cumplido!!

Leerlos y marcarlos como PC me dio tiempo de reflexionar y recordar


esos días cuando parecía que Dios nunca se presentaría! Aquellos años
clamando por Él, años en donde pensé (cuando por fín podría reconocer
cada una de esas promesas que Él ha cumplido) que el día de hoy nunca
vendría. Preciosa, si no me equivoco, es allí donde la mayoría de
ustedes quienes leen este libro están ahora mismo. Tú has creído por
mejores días, mejores momentos, y has puesto tu confianza en el Señor,
pero todavía estás esperando y esperando...

Llegarás algún día a un lugar de paz, prosperidad, y (te lo imaginas?)


gozo en tu vida? SI! Yo estuve en donde tú te encuentras por muchos,
muchos años! Si me dedico a recordar mi vida, probablemente diría que
he estado en ese lugar por... bueno, no soy muy buena en matemática a
esta hora de la mañana! Toda mi vida ha sido difícil. Mi mejor amiga, a
quien he conocido desde el octavo grado, dice que no conoce a nadie
más que haya vivido algo similar a todo lo que yo he vivido. Pero ya que
yo he viajado, y personalmente conozco a tantas de ustedes dentro de mi
ministerio, yo sé que hay muchas de ustedes quienes han pasado por
cosas mucho peores. Pero supongo que yo he pasado por lo suficiente
como para poder decirte que, SÍ, de hecho vale la pena esperar -y tu
espera guarda un espectacular propósito planeado!

Cuando veo hacia atrás sé que, fue el tiempo de espera lo que me


convirtió en quien ahora soy. La espera me permitió conocer al Señor en
la manera en que lo conozco ahora. Nunca lo hubiera llegado a conocer
tan íntimamente, y nunca lo habría llegado a apreciar tanto, ni a mi propia
vida, como lo hago ahora, y ciertamente no como yo necesitaba llegar a
conocerlo.Yo no hubiera podido ser capaz de ministrar a nadie, no de la
manera en que lo hago ahora. Yo pensé que solamente a través de mi
previa restauración yo podría ministrar de la manera más efectiva. Y fue
por eso que cuando perdí mi restauración, también creí que ministrar
mujeres había terminado. Pero, como en todo quebrantamiento, ha sido
por medio de mi reciente divorcio que yo he podido ministrar a muchas
más mujeres! Y así también algunas preguntas que he tenido por mucho
tiempo han sido respondidas. En ese entonces, yo creí que mi ministerio
se basaba en mi restauración matrimonial, y como resultado, eso era lo
que las mujeres a quienes yo ministraba deseaban; lo que yo había
obtenido -un matrimonio restaurado. Mientras que ahora, hoy en día,
muchas damas ven mi gozo y mi vida abundante, y ahora ellas desean
tener lo que poseo ahora -a mi Amado en abundancia! Oh, podemos
dudar de Sus caminos o sentirnos desmayar (o, que el cielo lo prohíba)
rendirnos sin esperar a que todas Sus preciosas promesas sean
cumplidas?!

La buena noticia para todas ustedes y para cada mujer en este mundo es
que no necesitan esperar para obtener gozo, paz o prosperidad (ni
siquiera el amor) que desean obtener de un hombre o de cosas
materiales o puestos de trabajo. Aunque me tomó años llegar a este
lugar en mi vida, aquellos años solamente sirvieron para que Dios
pudiera utilizarme para construir una super autopista o tren bala al
paraíso destinado a tí a través de mis años de ser pionera por terreno
montañoso en donde tantas mujeres han recorrido y caído cautivas. Esta
autopista se llama Jesús, nuestro Amado Esposo, y Él te va a llevar
hacia tus promesas en Sus brazos de amor! Puede que tengas que
esperar para que todas tus promesas se cumplan, pero la sala de espera
que Él ha diseñado para tí está diseñada especialmente para una mujer
como tú. Estás interesada? Si es así acompáñame a comprender por qué
Dios diseñó la espera para traernos las promesas que Él tiene toda la
intención de cumplir, una vez que sepa que estamos preparadas para
manejarlas.
¿Por Qué Esperamos?

Esperar por algo es uno de los aspectos más difíciles de la vida


Cristiana; nosotros simplemente no sabemos cómo hacerlo
correctamente. En lugar de beneficiarnos de ello, y disfrutarlo, sufrimos al
esperar; muchas veces no logramos llegar al final del tiempo de espera y
por ende perdemos la promesa por la cual estamos creyendole a Dios.

Pero la Biblia es clara cuando Dios nos muestra algo, cuando clamamos
a Él, es aún para el tiempo señalado, (usualmente) no es para este
momento. Habacuc 2:2-3, “Entonces el SEÑOR me respondió: ‘Escribe la
visión y grábala en tablas. Para que corra el que la lea. Porque es aún
visión para el tiempo señalado; Se apresura hacia el fin y no defraudará
Aunque tarde, ESPÉRALA; porque ciertamente vendrá, no tardará.’” Y es
por esto que Él nos dice que la escribamos, para poder leerla siempre,
sabiendo que Él es fiel.

Comprender por qué esperamos puede ser aún más importante que
creer en la promesa misma. Para simplificarlo, cuando Dios nos muestra
algo para el futuro, es porque aún no estamos listas para manejarlo, o
para disfrutarlo completamente, sin tener este período destinado de
espera.

Considera la vida de José. Él era solamente un muchacho cuando tuvo la


visión de que él iba a liderar y que su propia familia lo reverenciaría a él
algún día. Sin embargo, él necesitaba muchos años para madurar,
durante los cuales él tendría que sufrir y crecer espiritualmente antes de
que estuviera listo para la responsabilidad o el puesto para el que él
estaba destinado. No había nada que él pudiera hacer para acelerarlo, o
para hacer que Dios creyera que él estaba listo, para que su promesa
fuera vista y manifiesta.

Luego está Moisés. Él era un jovencito cuando huyó al desierto, y


muchos años de reclusión de la vida pública pasaron antes de que
estuviera listo para liderar a millones hacia la Tierra Prometida.

Considera a Esther, ella no estaba preparada para ser reina hasta que
primero creció en conocimiento de su pueblo, los Judíos, bajo la tutela de
su primo, Mardoqueo. Ella también necesitó un año completo de
preparación de belleza para poder convocar a su esposo, el rey, quien
normalmente la habría ejecutado por dicho acto. Dios sabía que ella no
estaba preparada para enfrentar la importante tarea de salvar a su
pueblo, mucho menos para revelar su verdadera identidad como mujer
judía.

Aún así la espera no es solamente para nuestro bien, también se da


porque el momento no es el adecuado. Dios orquesta que cada persona
y evento convengan juntos en el momento exacto para Su gloria.
Tendemos a olvidar esa parte, debido a nuestra naturaleza egocéntrica y
egoísta. Todo lo que nos importa es que nosotras estamos cansadas de
esperar, mientras olvidamos que el Señor está apunto de ser glorificado y
es por esta razón que Dios está produciendo este milagro en nuestras
vidas.

En mi situación personal, tomó muchos años para que yo estuviera


preparada emocional y espiritualmente, al igual que para estar en el
momento correcto para que Dios nos traiga todas Sus promesas a mí y a
la luz para que otros lo vean. Aunque una vez deseé que hubiera sido
cuanto antes, ahora puedo ver que nada estaba preparado para suceder
ni un minuto antes. Pero hablemos del momento en medio de los tiempos
de espera que son muchas veces los momentos en que estamos
sufriendo, lo que nos trae a preguntarnos si a Dios realmente le importa.

¿Y no es esto de lo que se trata?

Cuando sufrimos y nuestra situación no cambia, es cuando comenzamos


a dudar el amor de Dios por nosotras. Nos preguntamos si Él se interesa
por nosotras al igual que por alguien más quien sabemos que no tuvo
que esperar tanto por lo que hemos estado esperando. Comenzamos a
preguntarnos si lo que hemos estado esperando, y creyendole a Dios,
siquiera es Su voluntad. Y con este tipo de pensamiento negativo y
destructivo, nosotras simplemente nos alejamos y dejamos atrás Su
promesa, siguiendo adelante, hacia algo que podamos obtener ahora
mismo. Entonces cuando nuestra promesa original se presenta, muchas
veces no estamos por ningún lado o ya no nos importa que Dios ha sido
fiel hacia nosotras una vez más. Qué triste.

Es allí en donde la mayoría de Cristianos viven -es ahora o nunca; y es


por ello por lo que estas personas se esfuerzan para hacerte vivir de esta
manera también. Ellos solamente quieren creer contigo y orar por ti por
una cantidad de tiempo razonable, y cuando la promesa aún no se ha
cumplido, hacen su mejor esfuerzo en animarte a dudar que Dios te dio
esa promesa para empezar. Porque continuar orando por algo que no se
presenta no vale su esfuerzo -ellos tienen mejores cosas qué hacer con
su tiempo y con sus oraciones.

Enfrentemoslo, creemos en un estilo de vida del “ahora” que va en contra


de los caminos de Dios. Y aún peor que este estilo de vida del momento,
es el estilo de vida prematuro que ha surgido. Lo vemos en todos lados.
Mujeres que están cansadas de estar embarazadas son inducidas; y aún
si esperan naturalmente a que empiece el trabajo de parto, aceleran su
trabajo de parto con drogas o hacer que su fuente sea rompa. Sí, es muy
fácil rendirse ante estas tentaciones cuando estás sufriendo, cuando ese
doctor o enfermera están ahí ofreciendote un alivio inmediato.

No esperamos por lo que queremos, ni siquiera por cosas materiales.


Hoy en día, ya no tenemos que ahorrar para algo. Podemos comprar lo
que sea que queramos ahora, y pagar por ello después. Pero esto no es
algo nuevo, esto ha estado sucediendo por siglos. Veamos a Sara quien
obtuvo su promesa de un hijo por medio de Agar, pero pagó por ello
después. Y todos continuamos pagando por la impaciencia de Sara al
observar las guerras, violencia, odio y derramamiento de sangre en el
Medio Oriente, entre los descendientes de Abraham, Ismael (Islam) e
Isaac (Israel). Si tan sólo Sara hubiese esperado por su promesa.

Casi siempre olvidamos cómo adelantarnos a Dios afecta a otros


inevitablemente, y eso se debe a que somos egoístas por naturaleza. No
es sino hasta que nos importa más la voluntad de Dios que la nuestra, en
que seremos capaces de resistir hasta el final. Si pudiésemos ver lo que
esa promesa, o todas esas promesas en conjunto (cada promesa que se
nos ha sido dada) - será cuando venga el tiempo correcto- entonces
podríamos resistir hasta el final fácilmente, y tal vez hasta aprender a
disfrutar de la espera.

Y qué hay de aquellos pensamientos, esas vanas imaginaciones? Son


las vanas imaginaciones perjudiciales para nuestro caminar en fe o son
una manera por medio de la cual llegaremos a nuestro destino deseado?
Yo personalmente creo que pueden ser ambas. Si vivimos mucho tiempo
en el mundo imaginario, nos podemos perder en él, y alejarnos de
nuestro camino con frecuencia. Pero yo también creo personalmente que
un poco de imaginación puede ser buena, ya que estamos “imaginando o
creyendo” lo que no podemos ver y haciendo lo posible por ver que
nuestra montaña se mueva. Pero vivir allí es perder de vista a Dios y lo
que Él tiene para nosotras aquí, durante la espera, en medio del
sufrimiento que nos ayuda a ser refinadas y preparadas. Viendo hacia
atrás, puedo observar cómo Dios creó una gran resistencia en mí durante
mi larga espera y con años de diferentes tipos de sufrimiento -todo para
prepararme para el día de hoy como José y Moisés. Es solamente hoy en
que soy capaz de estar tranquila mientras vivo una vida extremadamente
acelerada, llena de las pruebas de hoy y que no hubiese podido seguirle
el paso o haber entendido en mis treinta o aún en mis cuarenta años. No
tengo idea de cómo Él lo hizo, pero ese es el punto -fue algo que ÉL
hizo, no es nada que yo pude hacer, y todo esto sucedió mientras
esperaba. Dios está moldeándote a ti y a mí de momento a momento, día
a día, por medio de cada evento y circunstancia en nuestras vidas. Nada
es en vano o innecesario. Todo es parte del campo de entrenamiento y
del fuego del refinamiento que nos preparan para lo que Él nos está
llamando a hacer. Yo creo que muchas mujeres quienes han sido
llamadas a servir y ser utilizadas por Él se encuentran muy ocupadas
para ver lo que Dios está haciendo y con frecuencia pierden el llamado o
no están preparadas para responder al llamado.

Ellas también se encuentran atrapadas en la magnitud del llamado, y


tienen mucho miedo de avanzar. Y me aventuro a decir, querida, que tú
eres una de ellas. Dios te ha dado una visión de tu futuro que es tan
tremendamente increíble que literalmente tiemblas, pensando en que no
puede ser verdad. Entonces dejas de pensar en su importancia, y en
cambio, no abrazas lo que te va a preparar, y en lugar de eso oras
porque las dificultades de hoy cambien. Es allí donde te encuentras? Yo
predigo que unas cuántas lágrimas van a caer en estas páginas a
medida que Él ilumine esos lugares ocultos de tu corazón. Yo lo sé
porque yo estuve allí donde muchas de ustedes están ahora. Y
honestamente, en cierto modo, yo estoy allí de nuevo, ya que Dios me ha
mostrado cosas aún más grandes que Él tiene planeadas para mí, que
son las nuevas promesas que aún estoy por recibir -promesas enormes,
increíbles y si, visiones un poco aterradoras.

Aún así, esta vez me he comprometido a simplemente ir a través de


cualquier cosa y en esta ocasión disfrutar de la espera. De esta manera
yo puedo permitir que mi fe se prolongue, y hacer el mejor uso de mi
tiempo ahora mismo mientras espero. Cada día me detengo a ver a mi
alrededor a cada cosa con que Dios me ha bendecido y agradecerle
(como mencioné al principio de este capítulo). Y el día de hoy, en este
momento, me voy a tomar un momento para ver a mi alrededor a la
belleza de este mundo que Él ha creado para Sus prometidas, tú y yo.
Voy a tomar el tiempo de amar y apreciar a quienes Dios ha colocado a
mi alrededor, justo como Él nos ama y aprecia a ti y a mí.

A lo largo de cada día, me voy a tomar mucho tiempo para decirle a mi


precioso Amado cuánto Él es todo lo que deseo y todo lo que necesito.
Entonces cuando vea la visión para el futuro o lea una promesa en mi
Biblia, voy a anticipar su llegada, y no gastar mi tiempo preguntándome si
escuché a Dios correctamente -no importa lo grande que me parezca la
visión o la promesa en este momento. Simplemente la voy a creer porque
conozco a Dios y sé cómo trabaja. Lo sé al observar las millones de
cosas que Él ha hecho en mi vida y sé que Él es fiel. Y si tú no crees que
tienes la fe suficiente en tu propia vida, observa la mía (o la de alguna
otra mujer en nuestro ministerio). (Y si no formas parte de nuestro
ministerio, deberías serlo, porque las mujeres dentro de nuestro
ministerio son las que me mantienen fuerte!)

Antes de concluir este capítulo, permíteme hablar a algunas de ustedes


quienes están en medio de verdadero sufrimiento porque yo he estado
allí también. Primeramente, este sufrimiento en verdad tiene un
propósito; esto lo sé por haberlo vivido. Un corazón contrito y
quebrantado ya no se obtiene fácilmente, y ciertamente es doloroso, pero
solamente necesitamos ver la vida de Jesús para comprender cómo
Dios, Su Padre, pudo haber permitido la clase de sufrimiento causado
por la cruz a Su único Hijo. Observar Sus súplicas en el jardín de
Getsemaní, pero no detenerlo cuando Él escuchó a Su Hijo clamar y
retorcerse y luchar con lo que Él sabía que iba a suceder, puede
ayudarnos a comprender porque ahora podemos ver el resultado de
permitir a Su Hijo cumplir con Su propósito.

Cómo puede un Padre observar desde el cielo mientras Su precioso Hijo


Jesús está luchando por cargar esa cruz por las calles, sabiendo que esa
cruz sostendría el cadáver de Su Hijo sólo horas después. (Pero Dios
envió a alguien a cargar Su cruz y Él envía a alguien a sostener la tuya
también, solamente pídelo.) Alguna vez te preguntas cómo Dios el Padre
pudo ver a Su único Hijo en esa cruz por todas esas horas en las cuales
Él sufrió y murió, y por qué Él no detuvo la agonía y ese sufrimiento?
Acaso Dios no vio los rostros de aquellos que se hallaban alegres,
aquellos quienes habían esperado por el día en que Jesús de Nazareth
finalmente moriría? Acaso Él no escuchó los insultos y las burlas
arrojadas hacia Su Hijo desde la multitud y aquellos que parecían
desinteresados en el dolor de este Hombre, este Hombre perfecto y sin
pecado, por Quién cuyas ropas ellos arrojaron suertes? ¿Cómo pudo
Dios permitir que eso pasara? ¿Por qué Él no lo detuvo, por qué no evitó
que pasara un segundo más? Realmente ganaría el enemigo, sería él
capaz de destruir el bien que Jesús hizo mientras estuvo en la tierra?

Todos sabemos que la verdad es que hubo un propósito, el Propósito


que estaba destinado a salvarte a tí y a mí. Dios el Padre pudo ver más
allá del dolor, los insultos, el sufrimiento y las burlas hacia nuestros
rostros; el tuyo y el mío (y el de tu amiga, vecinos, hermano, hermana,
madre, padre, hijo e hija) quienes necesitaban de la sangre preciosa que
se derramó primero en Su sudor, luego a causa de Su corona, después a
causa de Sus latigazos, y finalmente debido a los clavos en Sus manos y
pies -y aún desde Su costado perforado. Cada gota era necesaria para
salvarnos. Ninguna gota fue desperdiciada, ningún sufrimiento
desaprovechado, que Jesús, y Dios Quien estaba observando, no hayan
resistido por tí y por mí.

Cada vez que sufras, amada, al igual que yo, toma un momento para
recordar a Jesús y lo que Él hizo por tí y por mí. Y en cómo Él nos ayuda
ahora mismo, para que cada parte del sufrimiento sea también por un
propósito especial. Recordar esto es lo que me ha dado la compasión
que necesito para poder reconfortarte ahora mismo. Tú confías en mí
porque yo he estado donde tú estás ahora, y porque yo sí lo comprendo.
Dios en verdad te ama y Él sí se interesa por ti. Si Él permitió que cada
parte en la historia funcionara para Su Hijo, acaso Él no tiene un plan
maravilloso para tí y para otros quienes se van a beneficiar por tu
perseverancia al sufrir? Así como yo he llegado a ti y te he reconfortado,
así tú también tendrás mujeres en tu mundo a quienes yo nunca
conoceré y quienes también necesitan consuelo. Nadie más que tú
comprenderá o será capaz de darles el consuelo y la esperanza que
necesitan.

Querida lectora, Dios tiene un propósito para tu espera. Cada una de las
lágrimas que derramas está siendo recolectada en Su frasco. Así que,
ahora mismo, cierra este libro y ve a tu closet de oración en seguida, y
deja que Él te consuele, y permite que Él te cubra con Su amor. Él puede
y traerá paz a tu tormenta, gozo a tu corazón roto, y fortaleza para tu
alma y cuerpo cansado. Nuestro Esposo, preciosa dama, está solamente
esperando en ese lugar tranquilo donde Él quiere limpiar todas tus
lágrimas y toda tu vergüenza. Ve allí ahora y sal de ahí preparada para
consolar a otros con el consuelo que nosotras hemos recibido del Dios
Vivo - nuestro Esposo Celestial.

CAPITULO 6

Poseerán el doble en su tierra . . .

Fielmente les daré su recompensa.

—Isaías 61:7-8

Al comienzo de esta semana, el “ataque de los impíos” golpeó nuestro


hogar con acusaciones, burlas, ridiculización, palabras crueles, y
condenación, lo que inevitablemente llevó al miedo. Tristemente, fue mi
ex esposo quien arrojó estos ataques hacia mi hija más joven y hacia mí.

Comprensiblemente, mi hija estaba sumamente perpleja, además de


resultar herida. Entonces, una vez que pude consolar a mi hija,
permitiendo un corto tiempo para que todos las emociones en mí se
calmaran, busqué al Señor para obtener sabiduría. Él me recordó lo que
había escrito en este capítulo. Dios me estaba confirmando este principio
- “ellos, los otros, no lo tienen.”

El Señor me mostró que la marea de amabilidad de mi ex esposo se


volvió desagradable porque, por primera vez desde que él pidió el
divorcio, él había hecho todas las demandas y yo había hecho todas las
concesiones. Ese día, yo tontamente había pedido su ayuda con tres
pequeñas cosas: enlaces para páginas de internet para comprar
medicamentos que él solía comprar para nuestra familia; por la
computadora que él no estaba utilizando para que nuestros hijos la
emplearan para sus estudios, y para que él comenzara a llamar a los
niños ya que ellos me habían comentado que su padre ya no se
interesaba por ellos. La situación se volvió desagradable porque yo fui
hacia él, pidiendo, lo que convirtió a este, anteriormente, hombre gentil
en un hombre enfadado y agresivo.
La primera vez que Dios me enseñó este principio tan importante, “ellos
no lo tienen”, fue al final de una larga serie de encuentros frustrantes y
consumidores de tiempo en nuestro almacén de membresía. Es allí
donde adquirí muchas de nuestras provisiones y suministros de oficina
para el ministerio. Hubo tantos errores cada vez que intenté hacer una
compra y se volvió agotador. Por ejemplo, durante un incidente, les tomó
más de una hora arreglar un asunto, mientras mis comidas congeladas
(que adquiero en grandes cantidades) se derretían.

Cuando entré allí para comprar en otra ocasión, me encontré de nuevo


en atención al cliente ya que mi tarjeta de membresía no estaba
funcionando. Mientras estaba en el mostrador, mencioné las comidas
congeladas arruinadas del mes anterior, por lo cual el gerente se
disculpó y me dijo que simplemente llevara mi recibo por la comida
congelada en mi próxima visita, lo que yo hice. Pero en lugar de un
reembolso, el gerente de ese día me dijo que él también necesitaba las
cajas vacías para poder realizar el reembolso. Fue allí cuando comencé
a perder la paciencia, y en vez de emanar gentileza y paciencia, yo sentí
frustración y hasta enojo -aunque gracias a Dios, no lo demostré ni lo
expresé. No obstante, el sólo sentir esta terrible emoción fue suficiente
para preocuparme.

En la siguiente ocasión, mientras realizaba el pago, de nuevo fui dirigida


al mostrador de servicio al cliente, pero esta vez me reí en voz alta.
Mientras ellos intentaban averiguar por qué mi tarjeta no estaba
funcionando correctamente, hablé con el Señor y le pregunté cuando
estos problemas iban a terminar. Él declaró claramente, “Cuando ya no
te moleste.” Auch. Entonces mientras esperaba en el mostrador, Él me
recordó un versículo que Él me había mostrado esa mañana durante mi
tiempo a solas con Él. “En vez de su vergüenza tendrán doble porción, y
en vez de humillación ellos gritarán de júbilo por su herencia. Por tanto
poseerán el doble en su tierra, y tendrán alegría eterna. Porque Yo, el
SEÑOR, amo la justicia... Fielmente les daré su recompensa” (Isaías
61:7-8). Ya lo ves? Él dijo, Yo lo haré.

Aunque el Señor en realidad no lo dijo, hubo un conocimiento interno de


que yo había buscado mi recompensa en la fuente equivocada. El
versículo no dice “Ellos les darán” sino dice, Yo les daré. Quiere decir
que el Señor lo hará....
Entonces yo inmediatamente en mi corazón reconocí de nuevo que Él
era lo único que deseaba y todo lo que necesitaba. Yo no necesitaba a
estas personas o a nadie más para arreglar esto o para darme alguna
recompensa. Aunque ellos me habían causado muchos problemas y
aunque resultó en cientos de dólares en comida congelada dañada -Yo
tenía a mi Amado y Él era todo lo que yo necesitaba. En ese momento,
no sólo dejé de buscar de ellos para que “hicieran lo correcto,” yo
firmemente no deseaba nada de ellos -yo quería que todas las
bendiciones de mi recompensa vinieran de Él y de nadie más.

Cuando ese sentimiento comenzó a fluir sobre mí, el Señor me recordó


que estos fueron los sentimientos de Abrám también. Fue cuando el rey
de Sodoma intentó darle una recompensa al darle los “bienes” que fueron
tomados cuando vencieron a Quedorlaomer. Abrám se negó, “Pero
Abrám le respondió al rey de Sodoma: ‘He levantado mi mano al Señor,
Dios Altísimo, Creador de los cielos y de la tierra, para jurar que no
tomaré nada de lo que es tuyo, ni siquiera un hilo ni una correa de
calzado, para que no digas, ‘Yo enriquecí a Abrám.’” (Génesis 14:22-23).
Abrám (quién luego se convierte en Abraham) no quiso tomar nada de la
gloria de Dios al dejar que el rey tomara el crédito por cualquier riqueza
futura de Abraham, la cual, como sabemos, aumentó grandemente
posteriormente en la vida de Abraham -él se aseguró de eso debido a su
convicción de darle toda la gloria a Dios.

En los siguientes tres minutos luego de esta revelación, allí mismo en


servicio al cliente, el Señor hizo algo que fue tan sorprendente y gracioso
e increíble solamente para probarme este principio. Es algo que sabía
que debía compartir contigo. En un instante, la mujer que me estaba
ayudando me preguntó por qué mi tarjeta solamente contaba con un uno
por ciento de devolución de dinero, en lugar de dos por ciento de
devolución. Le comenté que yo no sabía que el dos por ciento de
devolución era algo que ofrecían. Entonces ella volteó la pantalla de la
computadora para mostrarme la cantidad que me fue devuelta el mes
pasado, y que yo tuve que haber recibido junto con el porcentaje
agregado. La cantidad se duplicó! En ese momento, ella inmediatamente
lo modificó y yo observé a Dios otorgarme una doble recompensa, más
del doble del costo de la comida arruinada. Ocurrió en el momento en
que decidí dejar que el Señor fuera todo para mí de nuevo!

Y ya que Él hace cosas que van más allá de lo que pedimos o


pensamos, lo que pasó después fue que esta misma señora comenzó a
darme todo tipo de productos promocionales que ellos dan como regalo a
sus nuevos clientes!! Le pregunté lo que estaba haciendo, y ella dijo que
era lo mínimo que ellos podían hacer por todos los problemas por los que
yo había pasado.

Puedes ver lo que ocurrió? Tan pronto como yo dejé de tratar de


conseguir satisfacción de la fuente de mi problema (de quienes “no lo
tienen”) y me volví al Señor Quien es la máxima fuente de todo lo que
necesitamos, Él me inundó con favor y una recompensa que fue
multiplicada, lo cual Él promete a cada una de nosotras!

Aquello fue de lo que el Señor me habló en el auto ese día de camino a


casa desde la tienda -ellos no lo tienen; simplemente no cuentan con
ello. Él dijo que la gente de este mundo está corrupta en todo sentido.
Piénsalo. A la gente del mundo (y muchos Cristianos) les falta
compasión, bondad, amor, y todo el mundo cuenta con recursos
limitados, pero tontamente seguimos yendo hacia ellos para cada
necesidad que tenemos. Mientras nuestro Señor, nuestro Amante, y
nuestro Amigo posee una fuente interminable de cada recurso que
necesitamos o deseamos -la cual es accesible a nosotras- cuando
simplemente miramos hacia Él solamente!!

Y es que cada vez que buscamos a otros en lugar de Él, nos


encontramos en una necesidad aún mayor cuando ellos fracasan en
darnos lo que necesitamos, nos merecemos o deseamos. Es entonces
en que nosotros, también, terminamos en bancarrota porque al buscar a
otros, hemos destapado el enchufe, cortado el cordón, desconectado
nuestra Fuente, osea Él. “Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que
permanece en Mí, como Yo en él dará mucho fruto; separados de Mí no
pueden hacer nada.” (Juan 15:5).

Entonces cuando el Señor trajo el principio de que “ellos no lo tienen” a


mi mente esta semana, refiriéndose a mi ex esposo, yo supe que había
fallado en buscar lo que necesitaba de mi verdadera Fuente. En su lugar,
yo busqué lo que necesitaba (y lo que creí que mis hijos necesitaban) de
alguien quien “no lo tiene.” Dios me mostró que, como la novia del Señor,
Él me da más de lo que necesito para que yo no necesite buscar nada de
nadie. A cambio, se espera que yo, como Su novia, le de a otros en
necesidad, de mi sobreabundancia; de mis recursos sobreabundantes. Y
cuando buscamos de cualquier fuente que “no cuenta con ello”, nos
encontramos sin lo que deseamos o necesitamos e inmediatamente nos
volvemos egoístas y tacañas -las cuales no son características de la
novia del Señor.

Cuando le pregunté al Señor cómo lo arreglaría con mi ex esposo, Él me


dijo que simplemente esperara y que todo era parte de Su plan. Yo supe
que Su plan era darme más entendimiento (como lo escribo en este
capítulo), pero también utilizarlo en la vida de mi ex esposo para refinarlo
y transformarlo para que él también pueda comenzar a experimentar Su
amor. Y también es el plan de Dios el que yo explique este principio,
enseñandolo a mis hijos y a cada mujer que lea este libro.

La mañana siguiente les dije a mis hijos (quienes sabían sobre el


incidente con su padre) que era totalmente culpa mía. Que yo había
intentado “tomar” en lugar de “dar” cuando nosotros lo teníamos todo,
porque contábamos con Dios Quien nos da todo lo que deseamos y
necesitamos, y el Señor era mi increíble Esposo y era un Padre generoso
para ellos. Y que él (su padre), por el momento, no contaba con nada. Y
procedí a explicar el principio de Dios dándonos una doble recompensa
cuando lo buscamos a Él en lugar de otros, y el testimonio de mi
experiencia en la tienda.

Luego de una media hora de haber hablado con mis hijos, mi ex esposo
llamó a mi hija más pequeña para arreglar las cosas. Luego de hablar
con ella, él pidió hablar conmigo, y fue allí cuando pude decir que el
incidente del día anterior había sido totalmente culpa mía porque yo tuve
solamente que haber buscado al Señor por las cosas que necesitaba, en
lugar de pedirle a él. Pude notar que él no quiso escuchar esto porque él
aún está intentando encontrar su camino de vuelta hacia mí, (aunque él
ha cesado de perseguirme externamente). Esto también me dio la
oportunidad de decirle a mi ex esposo cómo Dios se ocupa de todo lo
que quiero y necesito ya que el Señor es mi Esposo ahora. En ese
momento, mi ex esposo intentó darme lo que yo le había pedido
originalmente, comenzando por los enlaces de internet. Yo le agradecí
gentilmente, pero le dije que no los necesitaba. Luego él me dijo que
podría darnos su computadora, pero yo le dije que si en verdad
necesitábamos una, Dios la proveería o los niños simplemente podrían ir
a la oficina del ministerio y usar una ahí.

Entonces él interrumpió, diciéndome que deseaba estar más accesible


para los niños, a lo que respondí que esto era entre los niños y él, y en
realidad no tenía nada que ver conmigo. Procedí a decir que me
equivoqué al intentar conseguir una mejor relación para ellos porque la
relación que el Señor nos había otorgado (a los niños y a mí) era más
que suficiente para los niños, y se nota en la alegría que existe en
nuestro hogar y que emana de sus rostros y en sus voces. Fue ahí
cuando la marea se volvió y el dolor dejó mi corazón, perforando el de él.
Una vez que coloqué al Señor de vuelta en Su lugar correspondiente en
mi vida, siendo todo lo que quiero y necesito, Él entonces me concedió
aún más honor!

Después del almuerzo, en medio de otra mini crisis en el ministerio, fui


dirigida hacia una página de internet que solía utilizar pero que había
olvidado. En esa página pude encontrar todos los medicamentos que
necesitaba, con descuento, y con envio reducido (ahora y en el futuro)!
Ya que busqué al Señor solamente, Él me guió a una página de internet
en lugar de los tres o cuatro sitios que mi ex esposo había utilizado. Unos
minutos después, encontré un mensaje en mi teléfono de mi ex esposo
(que él había dejado antes de que yo pudiera hablar con él y asumir la
culpa). El mensaje de voz fue una disculpa humilde por su conducta
desagradable hacia mi hija y hacia mí, pidiendo el perdón de ambas!

Aquí está este mismo principio en un versículo que casi todas podemos
recitar, pero que muy pocas vivimos diariamente: “Y mi Dios proveerá a
todas sus necesidades, conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús” (Filipenses 4:19). Cuando le decimos al Señor que Él es todo lo
que deseamos y todo lo que necesitamos, debemos confirmarlo con
nuestras acciones y reacciones. Cuando alguien nos hace daño, lo que
parece ocurrir todos los días, todo el día, necesitamos buscar en nuestro
corazón: de quién estamos intentando conseguir lo que creemos
“merecer” -de Dios o del hombre? Dios lo tiene todo; el hombre no cuenta
con nada (solamente lo que Dios le da).

Y sí, es verdad que Dios utiliza a personas y circunstancias para darnos


nuestra doble recompensa. Claro que yo fui agradecida y muy atenta con
la señorita que me dio la devolución de dinero al dos por ciento y
artículos promocionales, pero en mi corazón yo supe Quien lo había
orquestado! Yo también supe Quien había refinado a mi ex esposo y
vuelto su corazón para decir que lo sentía.

La emocionante adición a este principio es que cuando somos capaces


de actuar y reaccionar apropiadamente, lo cual resulta en abundancia,
entonces podemos ser canales para la bondad de Dios hacia otros
quienes están en necesidad y en completa bancarrota. “Muchos buscan
el favor del generoso, y todo hombre es amigo del que da” (Proverbios
19:6). Cuando nos buscan, y escogemos dar generosamente, entonces
podemos influenciar a otros, con nuestro ejemplo, a buscar y perseguir a
Dios para que sea su Fuente, lo cual es evangelismo y atestiguar por
otros -todo esto sin decir una palabra.

Este es el problema en el mundo de hoy, en cuanto a nuestra efectividad


como Cristianos; pareciera que tenemos mucho que decir, pero no lo
respaldamos con la manera en la que actuamos y reaccionamos hacia
otros, o en cómo lidiamos con nuestras circunstancias difíciles. Esto,
entonces, nos hace Fariseos. Esto también se burla de Dios y Su
bondad, y resulta en nuestra inefectividad al evangelizar y guiar a otros a
querer conocerlo a Él también. Pero por otra parte, cuando caminamos
en este principio, aunque nos equivoquemos un poco como yo lo hice,
tenemos una oportunidad maravillosa para dejar que nuestra luz brille y
cree una saladez que hace que otros sientan sed de Él! “Así brille la luz
de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones
y glorifiquen a su Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). “Ustedes
son la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, con qué se hará
salada otra vez? Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y
pisoteada por los hombres” (Mateo 5:13). Si estás siendo pisoteada,
simplemente significa que dejaste de ser salada.

“Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por Ti, oh
Dios, el alma mía” (Salmos 42:1). Debido a mi asociación con muchas de
ustedes quienes también son socias de RMI, mi sed por Dios continúa
creciendo y haciéndose fuerte cada día. Este es el mismo efecto que tú
(si eres salada) tendrás en aquellos en nuestro mundo. Nuestras vidas
deben irradiar alegría, prosperidad, y favor que son envidiados por todos
los que nos conocen o que saben acerca de nosotras. Es solamente
entonces que podemos hacernos a un lado y señalar el camino hacia la
verdadera Fuente de nuestra felicidad -nuestro Amante y Amigo, nuestro
Señor y Esposo celestial.

Esta Persona solamente es real cuando le permitimos ser real en


nuestras vidas, cuando realmente nos convertimos en Su novia. Y como
Su novia, no desearemos nada más. Este es el mensaje de nuestras
vidas, de nuestros labios y la alegría de nuestros corazones que
debemos declarar por cómo vivimos -que Él, nuestro Amado, es todo lo
que cualquier mujer necesita. Ya no hay ninguna necesidad de correr
tras un hombre para que supla cosa alguna por nosotras o para que nos
proteja. Y no solamente nuestras necesidades serán suplidas más allá de
lo que podamos esperar, pedir o hasta pensar, todo esto vendrá sin
ningún dolor, ni vergüenza ni pesar. Wow! “Y ahora, gloria sea a Dios,
que puede hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o
pensamos, gracias a Su poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20
DHH)

“Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos
imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, a Él
sea la gloria!” (Efesios 3:20 NBD)

El amor que ves en la televisión o en las películas, o del que se canta en


las canciones, no es real. Es algo inventado, debido a dolor que no ha
sido aliviado, pena y rechazo. Y tristemente, nos deja con más necesidad
y en más escasez. A diferencia del amor que está disponible en nuestro
Amante, la fuente de todo amor, el cual no contiene efectos secundarios
dolorosos e indeseables -y la Fuente nunca se agota!

Qué hay de ti? Todavía estás experimentando alguna necesidad en tu


vida? Entonces es solamente porque no has ido hacia la verdadera
Fuente de todas las cosas.

Todavía experimentas dolor, vergüenza, culpa, condenación y lágrimas?


Entonces, querida, tu simplemente no tienes suficiente de Él. el Señor te
está llamando para que seas Su novia, no Su esposa. Él desea llenarte
de amor, compasión, gentileza, y protección de todo daño y de todo lo
que trae angustia. Las únicas lágrimas que deberías derramar son
aquellas que fluyen cuando piensas en cuán bueno es Dios y cuánto Él
te ha bendecido.

Toma un tiempo hoy, ahora mismo, para estar aún más cerca y en más
intimidad con tu precioso Novio. Él está esperando para abrazarte y
limpiar toda lágrima y temor. Novia preciosa, Él te ama!

Calmando Inquietudes

En éste y en otros capítulos, he mencionado que mi ex esposo está


“intentando regresar conmigo” y sentí que era necesario compartir
contigo alguna información. Aunque tu o yo queramos que mi matrimonio
sea restaurado nuevamente, lo que el Señor me ha mostrado (una y otra
vez cada vez que lo he buscado sobre esto), es que mi ex esposo y
padre de mis hijos necesita una verdadera relación con Él. Como un ex
pastor, y un hombre bien conocido públicamente, como muchos, está
viviendo una vida abiertamente en pecado sin arrepentimiento, debido a
su interrumpida o nunca establecida relación personal con el Señor. Y en
muchas ocasiones él me ha dicho que Dios no puede perdonarlo de
nuevo, entonces él se ha alejado de Él.

Y aunque algunos me juzguen, yo sé a Quién debo complacer, Él es a


Quien yo sigo y escucho a lo largo de este nuevo, nunca antes,
inexplorado viaje.

Dios permitió mi nuevo viaje por el bien de todos, por mis hijos, para que
yo aprendiera, y especialmente por mi ex esposo -todo para que cada
uno de nosotros podamos encontrarlo a Él, Su amor, y para
comprenderlo mejor. Como muchas de ustedes, fue solamente cuando lo
perdí todo que encontré lo que real y verdaderamente necesitaba, que
era un Salvador, y después Él se convirtió en mi Señor, y aún después
en mi Amado. ¿Puedo negarle a alguien esta bendición? ¿Acaso un
hombre no necesita una relación con Él también? ¿Acaso un hombre no
merece conocer al Señor personalmente? Se trata solamente de lo que
una esposa necesita o acerca de RMI y de lo que creemos que es la
meta del ministerio? La verdad es que la meta de RMI siempre ha sido la
misma, y es la de ayudar a cada mujer y hombre a conocer al Señor
personalmente.

Sí, el deseo de Dios es restaurar, pero no solamente matrimonios y


familias. Es restaurar a cada uno de los individuos involucrados con
Aquel a Quien cada persona necesita, solamente Él.

“Sigue el curso que el Señor le ha trazado…” (Proverbios 21:1) y esto


significa que nuestros corazones, como mujeres, también pueden ser
dirigidos por Él. Para que el esposo pueda decir también, “Has alejado de
mí amigos y compañeros, y ahora sólo tengo amistad con las tinieblas”
(Salmos 88:18). Lo que significa que, si alguna persona, inclusive un
hombre, no se voltea hacia Él, entonces él también dirá, “Has hecho que
mis amigos me abandonen; me has hecho insoportable para ellos. ¡Soy
como un preso que no puede escapar!” (Salmo 88:8).
El verdadero peligro es cuando una mujer (o cualquier persona)
endurece su corazón hacia lo que Él la está llamando a hacer. Entonces
como ministra, yo nunca debo interferir con lo que veo que Dios está
haciendo en otros y espero que en el proceso de llevarme en este nuevo
viaje, nadie intente interferir o juzgarme. Yo nunca debo pensar ni por un
segundo que yo sé en qué manera Su plan debe manifestarse. “‘Porque
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus caminos
son Mis caminos,’ declara el Señor. ‘Porque como los cielos son más
altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos, y Mis
pensamientos más que sus pensamientos’” (Isaías 55:8-9). En lugar de
eso, como Job, yo diré, “Yo sé que Tú puedes hacer todas las cosas, y
que ninguno de Tus propósitos puede ser frustrado. Quién es éste que
oculta consejo sin entendimiento? Por tanto, he declarado lo que no
comprendía, cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no sabía.
Escucha ahora, y hablaré; te preguntaré y Tú me instruirás. He sabido de
Ti sólo de oídas, pero ahora mis ojos Te ven. Por eso me retracto, y me
arrepiento en polvo y ceniza.” (Job 42:1-6).

CAPITULO 7

Por tanto, el SEÑOR desea tener piedad de ustedes,

y por eso se levantará para tener compasión de ustedes

Porque el Señor es un Dios de justicia;

¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él esperan!

—Isaías 30:18

El mensaje clave para nosotras en este versículo inicial es algo que yo


NUNCA antes noté. Por más de un año, cada día, he leído este versículo
pero su verdadero mensaje me había eludido. No fue sino hasta que
llegué al lugar en donde pude ser capaz de decir (y vivirlo en carne
propia)- “Jesús, Tú eres lo único que necesito!” ¿Cuál es el mensaje?
Cuán bienaventurados son todos lo que ESPERAN por Él!
Al principio de este viaje, había notado donde dice que Él está esperando
para tener compasión, esperando para tener piedad y hasta esperando
para actuar, por el bien nuestro, como un Dios de justicia, pero nunca
entendí qué era lo que Él estaba esperando -pero ahora lo sé.

Nuestro precioso Novio está esperando a que nosotras esperemos y lo


anhelemos solamente a Él! Pero en lugar de eso, esperamos y
anhelamos por alguien o por algo más. Le somos infieles con nuestro
afecto mientras nuestro Amado nos continúa enamorando, hablándonos
dulcemente, y hace todo lo posible para remover a los Baales (dioses
ajenos que hemos puesto sobre un altar en nuestro corazón) de nuestras
bocas y de nuestros corazones. (Oseas 2:13-15).

En nuestra sociedad, el dios principal entre las mujeres (desde una joven
adolescente hasta una mujer mayor) es su obsesión hacia los hombres.
Jóvenes y ancianas, nunca antes casadas, casadas, separadas o
divorciadas: las mujeres desean y creen que ellas necesitan y deben
obtener -un hombre en sus vidas. Las mujeres feministas escogieron una
cura para esta obsesión al odiar a los hombres y también al intentar ser
como ellos, todo esto para no tener este deseo por un hombre ni ser tan
vulnerables como parece que las mujeres lo son hacia los hombres. Esto,
sin embargo, no ha solucionado el problema, porque no han ido hacia la
raíz del problema.

La mujer fue creada para esperar y añorar por Uno solamente. Fue
cuando Eva pecó que fue maldita, “A la mujer le dijo: ‘En gran manera
multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos. Con todo,
tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.’” (Génesis
3:16). Jesús no solo rompió la maldición del pecado que reinaba sobre
nosotros, sino que Él rompió todas las maldiciones cuando comenzamos
a creer. Como mujeres, ya no necesitamos sentir dolor en el parto (por
favor lee Parto Sobrenatural de Jackie Mize), ni necesitamos esperar ni
anhelar a un hombre o a ninguna persona que “no lo tenga” como
aprendimos en el capítulo anterior.

En lugar de eso, cuando escogemos voltear nuestra pasión y sed hacia


Quien nos creó, y nos convertimos en Su novia, entonces estaremos
llenas de cosas buenas, de todo lo bueno, ya que realmente le
pertenecemos -a Él- Sus fieles novias. Pero tristemente muy pocas
mujeres han llegado a este lugar de completo deleite en Él. En cambio,
ellas persiguen lo que ellas consideran que les traerá felicidad.
Recuerden que en Salmos 37:4 dice, “Deléitate en el Señor, y Él te
concederá los deseos de tu corazón.”

Ya sea una joven adolescente quien extraña a su novio o una esposa


que está separada de su esposo (quien la ha abandonado o tal vez ella
lo dejó a él y ahora se arrepiente), existe una obsesión por tener un
hombre, que nos vuelve, como mujeres, especialmente vulnerables y
presas al dolor, rechazo, sufrimiento, soledad, y la lista sigue. La
verdadera tragedia es que la felicidad que las mujeres creen que les
cambiará la vida, la cual creen que encontrarán en un hombre, ni siquiera
existe.

Nosotras las mujeres, aunque seamos adultas y ya no seamos niñas,


creemos en romances de cuentos de hadas. Leemos esas historias
cuando niñas y después como mujeres jóvenes leemos novelas
románticas. Vemos parejas fabricadas en las películas y en la televisión,
y hasta cantamos canciones sobre el amor. Pero este tipo de romances
no existen, así como las historias de Blancanieves o Cenicienta tampoco
existen.

Solamente hay una historia de amor verdadera y esa es la que


encontramos en la Biblia y en nuestro Creador, nuestro Amado.

Dios creó a cada mujer para añorar por la clase de amor del que leemos
cuando somos niñas- pero NUNCA puede ser saciado con amor humano.
El tipo de amor que necesitamos solamente puede ser suplido con Su
amor, el amor ágape e incondicional que Él nos demostró en el Calvario.
Nada más nos puede satisfacer, mucho menos hacer que nuestro
corazón se eleve.

Durante el curso de este año, al reunirme con muchas misioneras de la


iglesia y miembros de RMI quienes viven en otras partes del mundo, he
visto a muchas mujeres que aún tienen lágrimas y añoran por su esposo,
y que aun como creyentes, no tienen ese mismo sentir por su Novio.
Cuando las mujeres hablan acerca de sus esposos, aun las mujeres más
profesionales y poderosas, son inmediatamente reducidas a mujeres
quebrantadas, llenas de llanto, cayéndose en pedazos. Estas mujeres
añoran por una persona quien en realidad las aborrece! Son este tipo de
mujeres patéticas con quienes el movimiento feminista ha ganado tanto
encanto a nivel mundial, con las mujeres de hoy. Este tipo de anhelo es
bastante trágico. Para mí es penoso. Ahora existen jovencitas quienes
escogen quedarse en relaciones abusivas luego de haber observado a
sus madres hacer lo mismo.

Pero la respuesta no es abandonar el matrimonio con un hombre


violento, sino encontrar un Amante. Al Hombre que las va a proteger, lo
que he escuchado que ocurre siempre porque Él es fiel! Por otro lado, yo
aconsejo a las jovencitas que conozco que nunca se conformen con un
hombre quien nunca las apreciará, cuando puedo compartir con ellas mi
propio testimonio.

Como creyentes, debemos alejarnos de la obsesión tan terrible que


tenemos por los hombres al voltear nuestros corazones y nuestra pasión
por obtener más de Su Amor, hacia Quien es capaz de sanar nuestros
corazones rotos. Las mujeres quienes han sido rechazadas, “Porque
como a mujer abandonada y afligida de espíritu, te ha llamado el Señor, y
como a esposa de la juventud que es repudiada,” no sólo necesitan
escuchar esta lección sino experimentarla en sus propias vidas.

Únicamente cuando nos volteamos hacia Él podemos decir,


“Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a Él la gloria, porque las
bodas del Cordero han llegado y Su esposa se ha preparado”
(Apocalipsis 19:7). Cuando todas podamos escuchar, “El Espíritu y la
esposa dicen: ‘Ven.’ Y el que oye, diga: ‘Ven.’ Y el que tenga sed venga;
y el que desee, que tome gratuitamente del agua de la vida.” (Apocalipsis
22:17) solamente entonces podremos verdaderamente ver lo que ha
estado esperándonos y siendo preparado para nosotras quienes Lo
amamos.

Cuando nosotras, como creyentes, mostramos el tipo de gozo que


solamente Él puede darnos, el cual sigue al compromiso y fidelidad de
desear solamente al Señor, seremos capaces de vivir una vida y de
mostrar un rostro que brillará como un faro en medio de un mundo cada
vez más oscuro. Es este tipo de vida que atraerá a cada mujer que sigue
viviendo en continua tormenta interminable en su vida al desear y añorar
por lo que nosotras poseemos, Su amor.

Es con un gozo indescriptible ver a tantas de nosotras quienes


descubrimos el ministerio que Erin fundó, quienes ahora somos capaces
de enfocarnos en apoyarnos unas a otras, moviéndonos aún más alto en
nuestro llamado, “Precisamente para un momento como éste” (Ester
4:14). En otro tiempo apasionadas por la restauración y en seguir los
principios que llevan a la restauración, ahora cada una se eleva más alto
en este llamado mayor -solamente tras volvernos apasionadas por Uno
solo. Muchas mujeres quienes encuentran RMI confiesan ya no estar
buscando la restauración, pero en cambio están buscando solamente al
Señor! Y la mayoría de mujeres, en esta etapa, resultan siendo
restauradas; aunque algunas no lo son. Y yo creo, que algunas no son
restauradas debido a que necesitan de mucha más sanación.

Recientemente leí un testimonio de alabanza de alguien que necesitaba


una sanación enorme debido a haber sido abusada sexualmente cuando
era niña. Muchas personas nunca pueden superar esto, pero esta mujer
tan valiente se convirtió en Su novia y amante, y pudo ser capaz de
perdonar a su abusador. De no haber estado sola, aun después de haber
perdido la custodia de sus propios hijos, estoy convencida, de que ella
nunca hubiera encontrado la sanidad que merecía y necesitaba!

Para quienes están restauradas, y para quienes son como yo, tu puedes
ser llamada a perder tu vida de restauración para poder comenzar a
cuidar de las almas de los hombres en nuestras vidas quienes también
necesitan de nuestro Salvador. Estos hombres necesitan buscar al Señor
y que sus necesidades sean llenadas por Él, porque justo como los
hombres no pueden llenar nuestras necesidades como mujeres, así
también, nosotras tampoco nunca podremos satisfacer las necesidades
de ellos.

“‘Si alguien quiere ser Mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar
su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero
el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.’” (Mateo 16:25).

Una vez que nos convertimos en la novia del Señor, como tales, vamos a
emanar ese amor a la vista de todos.

Testimonio

Mientras estaba en un aeropuerto hace solo algunos días, la señora en el


mostrador comentó acerca de mi hermoso anillo. Antes de mi divorcio, yo
había orado acerca de tener un anillo para que los hombres supieran que
yo no estoy disponible y eventualmente adquirí un hermoso anillo que al
final, no me costó nada. Pero este es un testimonio totalmente diferente
que espero poder compartir después al final de este libro.
La señora del mostrador en el aeropuerto me preguntó si yo estaba
“recién casada” porque vió que el anillo que estaba usando era nuevo.
Yo dije: “Algo así” y sonreí. Entonces ella dijo emocionada que pudo ver
de inmediato que yo estaba “locamente enamorada” porque mi rostro
brillaba! Mientras caminaba, sentí como si mi corazón fuera a explotar de
la alegría y el amor que desbordaba por el Señor debido a Su amor
ilimitado que Él derramó sobre y a través mío. Luego mi mente despertó
a la comprensión de que muchas mujeres se ven y se sienten diferentes
después de un divorcio reciente -rotas y envejecidas, y de nuevo quise
compartir a mi nuevo Amante con ellas.

Por varias semanas antes de recorrer el noreste de los Estados Unidos,


siendo enviada por mi iglesia (a lo que pareciera una luna de miel que yo
sólo había soñado), había estado viendo una serie de televisión en la
cual la meta era ayudar a la mujer a verse diez años más joven. El show
siempre comenzaba mostrando fotografías del pasado de la mujer
(cuando se veía joven y feliz) y después le preguntaban qué había
pasado para que se viera de la manera en que se ve ahora (decaída y
envejecida). Una y otra vez, la mujer decía que se debía a “un divorcio
muy doloroso.” Cada mujer dijo que sus sueños habían sido destrozados
cuando las cosas no habían salido de acuerdo con lo planeado. Preciosa
-nunca salen como las planeamos!

Una vez más, Dios nos creó para necesitar y ser amadas por Uno y
solamente Uno. Y cuando le somos infieles a Él, terminamos con la
misma vida quebrantada como si hubiéramos sido infieles en nuestro
matrimonio terrenal y nos hubiéramos convertido en adúlteras. Las cosas
pueden parecer divertidas y felices al principio, pero luego siempre se
vuelven desagradables -justo como nuestro matrimonio se volvió
desagradable porque añoramos por el hombre equivocado. Entonces,
pronto nuestro rostro y semblante también se vuelven desagradables,
casi siempre debido a la amargura arraigada en la falta de perdón, a
medida que tontamente buscamos amor en quienes simplemente “no lo
tienen.”

Nuestra búsqueda, en cambio, debe ser por más de Dios y de volvernos


más íntimas con nuestro adorado Esposo. El dejarlo ser todo para
nosotras: Un Proveedor, Amante, Consolador y Protector. Significa
moverse de lo que vemos, al siguiente nivel de fe donde vivimos en el
Espíritu. Para una mujer que escoge esta búsqueda para su vida, ella
cambiará su dolor por gozo y esto la mantendrá inmune a las
enfermedades, males y angustias de este mundo.

Si Jesús murió para darnos una Vida Abundante, entonces en dónde


está, querida? Ciertamente no lo está en las vidas de la mayoría de
mujeres Cristianas de hoy! Y en nuestras vidas, nuestro deseo
compulsivo por “nuestro hombre” origina esta obsesión en nuestras hijas
y en las mujeres jóvenes en nuestras vidas quienes están observando.
Comprobamos, por medio de nuestras lágrimas y nuestras
conversaciones (que SIEMPRE se centran en el hombre que esperamos
y oramos por que nos ame algún día), que nuestra meta en la vida es un
hombre, en lugar del Hijo del Hombre. Para las mujeres quienes han sido
rechazadas o abandonadas por su esposo, la restauración y
reconciliación son todo en lo que pueden pensar y, usualmente de todo lo
que pueden hablar, y esto consume cada gota de su energía.

Hay alguna duda de por qué nuestro Salvador todavía está esperando en
lo alto para tener compasión de nosotras?

Querida lectora, cuando tu y yo comprobemos nuestro amor por nuestro


Amado Novio, entonces Él establecerá las circunstancias en nuestra vida
precisamente para bendecirnos en todas las áreas de nuestra vida:
relaciones (desde tus hijos hasta con tus hermanos, padres, suegros,
esposo y hasta dentro de tu trabajo), finanzas (desde siempre estar corta
de fondos hasta obtener los deseos de tu corazón, no solamente tener
tus necesidades suplidas), salud (porque con la alegría viene el sentirse
bien y ya no ser susceptible a las enfermedades; la sanidad toma lugar
en el espíritu y en el cuerpo), y en cualquier otra faceta de tu vida.

Ningún hombre en tu vida puede lograr eso! Hay solamente Uno que
tiene el poder y los recursos para darnos la Vida Abundante mientras
verdaderamente nos convertimos en Su adorada novia!

¿Cómo dejé ir esta obsesión? Simplemente teniendo más intimidad con


Quien está aquí, enamorándome y hablándole dulcemente -justo como Él
te está enamorando y hablando dulcemente a ti! No existe una fórmula
para la intimidad. Al igual que con cualquier otra cosa, es algo que
simplemente Le PIDES. Para mí, simplemente le dije al Señor que yo
deseaba estar más cerca, más cerca de lo que cualquier humano que
haya caminado la faz de la tierra... pero yo no sabía cómo, entonces le
pedí que lo hiciera. Como resultado de mi petición, cada día continúo
enamorándome más y más del Amor de mi vida. Cada día puedo ver
cómo Él provee no solamente para mis necesidades, pero también para
los deseos de mi corazón.

Otro ejemplo también ocurrió mientras viajaba. Pasé un par de días en


Canadá en un hermoso hotel, completamente sola, con mi Amado. Él me
llevó allí para descansar de tanto viajar por varias ciudades en tan sólo
una semana. Fue ahí donde supe de primera mano que Él no espera
nada de mí, nada más que mi amor por Él. Yo no pasé mis días leyendo
mi Biblia o siquiera orando. Yo no fui allí a ayunar (aunque en casa, he
estado ayunando casi todos los días, comiendo sólo una comida por la
noche). Todo lo que hice fue estar ahí para descansar en Él y en su
increíble amor. Cuando vi una película romántica en mi computadora, le
agradecí por ya no estar engañada (creyendo que lo que estaba viendo
era real), sino en lugar de ello, estaba embelesada con el sentimiento
que solamente pude haber experimentado con Él, justamente como lo
haría cualquier mujer!

Amada, necesitamos animar a cada mujer a moverse más allá de su


dolor y ayudarle a encontrar paz, y a después moverse de esa paz hacia
el gozo total -todo al conocer y experimentarlo a Él. Es más que posible
para cada una de ustedes el experimentar lo mismo, especialmente si
actualmente están en dolor o han sido rechazadas. Esto significa que
simplemente cambiamos nuestro enfoque de el hombre en nuestra vida
hacia el Hijo del Hombre y Amante de nuestra alma. Y mientras lo
perseguimos a Él, encontraremos que los hombres nos perseguirán a
nosotras! Pero nunca miraremos atrás. Ningún hombre ganará mi
corazón otra vez (sólo para romperlo y dejarme esperando), no cuando
existe Quien rindió Su vida para que yo pudiera vivir otra vez!! Aún una
mujer que está casada debe mantener su corazón firme hacia su
Salvador. Esto implica que sus deseos, y cada secreto de su corazón,
debe ser rendido a su Esposo Celestial y no a su esposo terrenal.

En una de mis conversaciones recientes con mi ex esposo, él


nuevamente estuvo insistiendo en una reconciliación. Pero tanto él como
yo nos sorprendimos cuando le pregunté cómo él pensaba que podría
competir con lo que ahora yo tengo con el Señor! Él no tuvo nada qué
decir, y en mi corazón supe que tuve mucha razón al decirlo. Ningún
hombre en la tierra puede competir con lo que tú tendrás cuando
obtengas la intimidad, el amor y la protección que tu Novio puede darte
cuando esperas y añoras por Él. Y cuando nuestro anhelo es por el
Hombre correcto, entonces nuestro marido nos va a añorar a nosotras, y
lo continuará haciendo. No es sino hasta que un esposo también anhela
por el Único que puede llenar sus necesidades, cuando él puede
experimentar la paz y la alegría que a muchos hombres les falta.

Este tipo de amorío es un viaje que comienza con un paso. Todas las
relaciones son desarrolladas y crecen basadas en el tiempo y la atención
que les damos. Puede comenzar al leer tu Biblia, la cual son Sus cartas
de amor para ti, o en cantar canciones de amor para Él. Aunque las
canciones de alabanza y adoración en verdad son maravillosas, cuando
comienzas a moverte hacia canciones de amor que sustituyen la
intimidad, tú estás en camino a un amorío que las mujeres envidiarán y
querrán tener. Hay muchas canciones que se cantan en las bodas
Cristianas que solían hacer que mi corazón sintiera dolor; pero ahora
estas son las mismas canciones que hacen a mi corazón cantar,
sabiendo que yo soy amada y valorada por lo que significo para mi
Amado.

Ni tú ni yo necesitamos mejorar o vernos diferentes de lo que ya somos


-y hay tanta libertad sabiendo eso! Dios nos creó justo como somos y Él
no puede amarnos más aún si actuaramos más conforme a lo que un
Cristiano debe ser. Su amor es el amor perfecto que echa fuera todo
temor. Entonces cuando ese miedo se va, deja más espacio para Él y
comenzará a notarse en tu rostro.

Ya no llores más por tu (futuro, presente o pasado) esposo o ex esposo,


sino deja que todo tu corazón sea para Aquel con Quien estás
comprometida para ser Su novia.

Hagamos a un lado la expectación por nuestra restauración terrenal, y


enfoquémonos en la relación que tenemos ahora con nuestro verdadero
Esposo -nuestro Señor, Salvador y nuestro Amigo.

Que ya no haya más lágrimas por un amor perdido, pero en cambio


veamos al futuro junto a Él. Ya no necesitando encontrar amor o
comprensión, ya que podemos comenzar a vivir cada día como un regalo
que Él nos ha dado.

Para cada una de ustedes que se encuentran con dolor, con miedo o
están solas -ustedes simplemente necesitan más de Su amor. Eso es
todo. No hay nada más que resuelva cada problema en tu vida más que
obtener más de Él.

Además, si tienen hijos, cuando se vayan a visitar a su padre, puedes


emocionarte porque podrás pasar más tiempo con Él. Entonces, ya no
los extrañarán más.

Testimonio

Cuando mis hijos fueron a visitar a su padre recientemente y para poder


conocer más a la otra mujer, me contuve de decirles que los iba a
extrañar. En cambio les dije, “Guao, van a poder pasar un buen momento
con su padre!” Les dije que ellos nunca debían preocuparse por mí,
porque ellos sabían que yo siempre estaba feliz sin importar dónde me
encontraba. Y que debido al amor que nos tenemos unos por otros, ellos
no debían extrañarme y que simplemente necesitaban tener el mejor
tiempo con su padre ya que lo tenían para ellos solos. ¿Tienen idea de
cuán liberador es eso para un niño? El no sentirse culpables al pasarla
bien y el no ser agobiados sabiendo cuán triste está su madre, sola en
casa?

Pueden preguntarse también, si me preocupo por la exposición al actual


estilo de vida de su padre o a la otra mujer en la vida de mi ex esposo (o
de su influencia). La respuesta es “No.” Yo sé que Dios promete que todo
trabaja para mi bien y el de mis hijos! Eso es suficiente para que yo no
me preocupe o lo piense de más. Si yo creo en Su Palabra y en Su
promesa acerca de la salvación, entonces yo fácilmente puedo confiar en
Él con todo lo demás en esta vida. Y eso me deja disfrutar mi vida y vivir
la vida abundante.

Al viajar para mi iglesia o como embajadora del ministerio de Erin,


mientras me encuentro lejos de mis hijos por largos períodos de tiempo,
provoca preocupación de muchos quienes cuestionan mi integridad y
hasta mi amor por mis hijos. Estar lejos por la mitad de cada mes es
extremo, seguramente, pero nuevamente Dios prometió que Él traería el
bien de todo lo que haga. No solamente porque estoy siendo obediente a
donde Él me está llamando, pero aún si yo me equivocara
accidentalmente -Él ha prometido bendecirme!! Con ese tipo de
seguridad, por qué habríamos de escoger preocuparnos cuando
podemos en cambio ser felices? Y esto también les ha dado a mis hijos
bastante tiempo para estar con su padre quien se queda en nuestra casa
cuando yo me voy.

Una pequeña advertencia: seguramente el enemigo intentará traer culpa


acerca de tu nueva libertad con pensamientos como este,
“Verdaderamente a ti ya no te importan tus hijos!” Pero simplemente
desecha esos pensamientos. En cambio, se trata de que tus prioridades
están en orden y Dios te está recompensando con la falta de dolor o
preocupaciones. Hasta podrías escuchar esto viniendo de amigos,
familiares y colegas. Pero solamente resiste ir hacia atrás (al contemplar
estos pensamientos) y utiliza ese tiempo y energía para avanzar.

Luego de vivir este estilo de vida por tan sólo unos cuantos meses, no
hay forma en que yo algún día pueda volver atrás. En lugar de eso, he
dedicado mi vida a animar a cada mujer en este mundo a decirle sí a
Dios y a convertirse en la novia del Señor. Es mi oración que este
capítulo, y el resto de este libro, enciendan algo dentro de tí y que aviven
las llamas de pasión hacia Quien está susurrando en tu oído: “Cásate
conmigo.”

CAPITULO 8

Porque vendrá tiempo cuando no

soportarán la sana doctrina,

sino que teniendo comezón de oídos,

conforme a sus propios deseos,

acumularán para sí maestros,

y apartarán sus oídos de la verdad,

y se volverán a los mitos.

—2 Timoteo 4:3-4
Justo anoche, recibí una llamada telefónica que normalmente me hubiera
dejado turbada por días o hasta semanas. Básicamente, mi hermana
“perdió la cabeza” cuando me metí en el camino de lo que ella tan
desesperadamente deseaba hacer. La conversación terminó con ella
gritando palabras profanas y poco amables antes de colgarme en el
teléfono.

Cuando todo terminó, me sorprendí al encontrarme en perfecta calma.


Ya que ella es mi hermana mayor, yo fácilmente puedo recordar cuanto
esto solía afectarme. Mi personalidad es que yo anhelo y trabajo hacia
encontrar la paz; solía encontrar paz a cualquier costo. Pero mi enfoque
ha cambiado de buscar la paz con otros hacia buscar la paz con Dios y
no preocuparme acerca de lo que otros puedan decir o de intentar
complacerlos. Mi vida con el Señor ha sido un viaje increíble para mí, el
cual ha traído recompensas asombrosas. Mi deseo en este capítulo es el
de prepararte para poder tomar tu propio viaje con el Señor para que
vaya mucho más allá de la libertad y el cual lleva, de nuevo, hacia tu Vida
Abundante!

Lo que me mantuvo en paz cuando aquellas palabras eran arrojadas


contra mí (y muchas otras que precedieron el gran final de mi hermana)
fue el saber de qué manera mi Señor y Esposo piensa sobre mí. Para
que cuando cualquier situación mayor surja al igual que esta, yo
encuentre paz. El Señor me ha enseñado a preguntarle a Él lo que ÉL
piensa de mí o de lo que ÉL siente por mí, lo cual yo hice cuando ella
colgó el teléfono.

Lo que Él dijo fue bastante diferente de lo que escuché en el teléfono.


Adicionalmente a encontrar paz, me encanta cómo Dios realmente posee
un sentido del humor y Su calma, la cual a la mayoría de nosotras nos
falta cuando nos encontramos en medio de una crisis. El Señor en
verdad dijo, “¿Estás bromeando?” cuando le pregunté si lo que ella había
dicho era verdad. Dios también presentó una “ruta de escape” al hacer
que alguien llamara justo en medio del primer ataque, lo que me dio la
oportunidad de pedirle a mi amiga que se pusiera en oración (esto sin
compartir detalles ya que esto conlleva consejos no deseados ni
solicitados). Esto fue algo que también fue parte del plan de Dios para
que no me enfocara en el problema una vez que ella colgó; en lugar de
eso regresé a mi llamada anterior, lo que resultó en mi amiga y yo orando
para bendecir a mi hermana.

Solía pasar que yo sentía que “se lo debía” a mi problema o a mi


adversario el meditar en el problema y por lo menos sufrir por eso un
poco, antes de dejarlo ir! Que tontería. Ahora, ya que soy Su novia, yo
mantengo todos los problemas tan lejos de mi corazón y de mis
emociones como puedo y conforme el Señor me ayuda. Cuando insultos
o ataques son arrojados contra mí, yo me separo emocionalmente y me
escondo detrás de mi Amado y tras Su amor. Entonces si estás
experimentando un ataque emocional ahora mismo, para de escuchar (y
también para de repetirlo una y otra vez en tu mente) lo que él o ella dijo,
y en cambio recibe lo que el Señor te está diciendo.

Si aún no estás en el lugar en donde puedes oír a Dios, el escucharlo


hablar contigo, entonces ve hacia la Biblia y lee lo que Él piensa de ti.
Sigue leyendo hasta que halles la paz que sobrepasa todo
entendimiento. Mientras buscas, asegúrate de preguntarle, “¿Es esto lo
que piensas de mí?” Dios hablará la verdad, pero dependerá de ti a quién
decidas escuchar!

La mayoría de nosotras estamos más cómodas sabiendo cómo vivir y


responder en situaciones incómodas y desdichadas solamente porque lo
hemos hecho con más frecuencia. Pero, en lugar de soltar la situación, y
meditar en cuán bueno es Dios y en cuánto nos ama el Señor,
escogemos recordar y repetir las palabras crueles. Mucho de lo que
hemos aprendido viene de nuestra niñez y de las mentiras en que
creímos en ese entonces, y en las que tristemente, escogemos creer
como adultas en lugar de elegir creer la verdad.

Cuál es la verdad? Dios es verdad, Su palabra es verdad, y cualquier


cosa que no coincida con Él y Su verdad no es nada más que una
mentira.

Mientras estaba en mi último viaje para reunirme con muchas de los


misioneras de la iglesia y hasta miembros de RMI que viven en otras
partes del mundo, conocí mujeres en la costa este y en Canadá, y yo no
pude evitar reírme de un comentario que expresaron muchas de ellas. Su
primera impresión al conocerme era que yo soy muy alta. Pero la
segunda fue que yo era “tan hermosa”. La ironía de esto fue que TODA
mi vida escuché a mi familia decir que yo NO era bonita, sino que había
sido bendecida con una personalidad buena y extrovertida. Esto nunca
me dañó de ninguna manera, sino que me mantuvo enfocada en quién
era yo por dentro en lugar de preocuparme acerca de lo que se me había
dicho que yo no era por fuera.

Cuando me casé con mi ex esposo, estaba fuera de sí cuando escuchó


la opinión de mi familia sobre mi aspecto. Un día, al principio de nuestro
matrimonio, le mencioné a mi madre que él realmente pensaba que yo
era la más bonita de mis hermanas, a lo que ella respondió, “Qué dulce...
el amor es tan ciego.” Honestamente, debe haber sido Dios Quien
siempre me protegió de resultar herida por este tipo de palabras, ya que
sé que hay muchas de ustedes quienes sufren por lo que se les dijo
acerca de su apariencia cuando eran niñas. Aunque esto no provocó el
daño que el enemigo había tramado, lo que habían dicho sobre mi
carácter sí lo hizo, probablemente debido a que esto es todo lo que yo
creía que poseía. Entonces cuando mi hermana atacó mi carácter, tuvo
el “potencial” de causar mucho daño.

Una de nuestras miembros me dijo (cuando le pregunté por qué no


sonrió para una fotografía que tomamos ese día) que su padre le advirtió
que nunca sonriera, ya que se “veía tonta cuando sonreía.” Estaba claro
que ella nunca le había preguntado al Señor lo que Él pensaba acerca de
su hermosa sonrisa, sino en lugar de eso ha permanecido aprisionada al
creer una mentira que fue plantada hace mucho tiempo. Y el razonar u
observar los hechos nunca va a liberarte de lo que se te ha dicho en el
pasado. No importó cuántas veces mi ex esposo me dijo que yo era
bonita, junto con el “hecho” de que por tres años el Señor hizo que mi
familia (incluyéndome a mí) fuéramos involucrados en una serie de
comerciales, carteles y panfletos como modelos (¿puedes creerlo?); pero
yo no pensé por un momento en que yo era bonita. Fue solamente
cuando mi Amado me lo dijo, en que yo creí que era hermosa para ÉL
-ya que eso es lo único que me importa!

Puede que tú no seas lo que nuestra sociedad considere hermoso, pero


no hay duda de que esta es la manera en que Él piensa de tí! Lo que la
sociedad considera bello cambia todo el tiempo, entonces por qué
fijarnos e involucrar nuestros sentimientos en algo cambiante -así como
cambia el estilo de ropa? No solamente es tonto que nos enfoquemos en
este circo de opiniones populares, sino que es algo muy peligroso ya que
nuestras hijas, y todas las mujeres jóvenes en nuestra vida comenzarán
a hacer lo mismo siguiendo nuestro ejemplo.
Esto no significa que no debamos hacer nada para hacernos sentir
bellas. Cuando sentimos que nos vemos bellas, actuamos diferente. Es
por esto que necesitamos volvernos a Dios, otra vez, y preguntarle lo que
Él piensa de nosotras. Cuando abrazamos el hecho de que Dios nos creó
perfectamente, entonces tendremos la confianza de comenzar a
vestirnos y consentirnos adecuadamente. Sí, puede salirse de control,
especialmente si nuestra apariencia es lo único que nos importa y en lo
único en que nos concentramos. Pero descuidarse es intentar de
engañarnos a nosotras mismas al pensar que nunca debe importarnos
nuestra apariencia exterior. Sí cómo nos vemos no importara, entonces
Dios no nos hubiera hecho saber cuán hermosa fue Sara (atraer a un
Faraón a su edad todavía me impresiona!) o la Reina Ester, o cuán
guapos fueron David y José.

Algunas mujeres se sienten seguras con su apariencia, pero están


atormentadas con otros asuntos como el haberles sido dicho que eran
tontas o descoordinadas o que siempre serán gordas porque son como
su madre o abuela quienes sufrieron de sobrepeso. Nada de esto debe
mantenerte alejada de la vida abundante que Jesús murió para darte.
Puedes liberarte de la prisión que te tiene atrapada cuando dejas de
escuchar las mentiras del pasado (o de tu situación actual) y en su lugar,
comenzar a preguntarle al Señor Su opinión. Es la verdad la que nos
hará libres! Entonces cuando nuestro Esposo nos diga que somos
hermosas o inteligentes (ya que tenemos la mente de Cristo) entonces
debemos dejar de hablar las mentiras antiguas y comenzar a caminar en
fe en esta verdad recién descubierta.

Cuando elegimos creer un mito, lo cual se define como falsedad, nos


alejamos de la vida abundante. Nuestra familia, amigos o esposo pueden
haber plantado una mentira, pero cuando continuamos creyéndola,
nosotras somos las que hacemos que esa mentira siga con vida.

Mantenerse en Silencio

También existen otros peligros al escuchar otra voz que no sea la de


Dios. Sabemos por la Escritura que Saúl perdió su corona al escuchar la
voz de la gente cuando lo animaron a desobedecer a Dios (lee 1 Samuel
15:24). El joven profeta perdió aún más al perder la vida cuando escuchó
la voz del profeta anciano quien lo invitó a cenar con él, en vez de hacer
lo que Dios le había dicho (lee 1 de Reyes 13:11-32).
¿Dónde estaría Jerusalén si Nehemías se hubiera rendido ante las burlas
y hubiera escuchado las voces de los líderes del pueblo quienes querían
detener los esfuerzos de reconstrucción de las paredes y hubiera bajado
a hablar con ellos? (lee Nehemías 6:1-9)

Todas nosotras necesitamos escuchar y obedecer la voz de Dios antes


que ninguna otra, inclusive la nuestra. Esto comienza en nuestro diario
vivir y no sólo para las decisiones importantes que tomamos. Y algo que
puede continuar complicando nuestra habilidad de escuchar y obedecer
la voz de Dios son las opiniones que oímos de los que están a nuestro
alrededor, todo porque NOSOTRAS tontamente les decimos lo que
hemos estado haciendo o estamos por hacer!

Permíteme confesar que esta ha sido la lección más dura que he


aprendido en mi vida! Parece que casi a diario yo tontamente he
compartido con alguien, algo de mi vida que hubiera permanecido sin
decir. A nosotras las mujeres nos encanta compartir nuestras vidas con
otros, pero no estoy segura de estar dispuesta a sufrir por eso un minuto
más.

Recientemente, he sido golpeada con una aflicción mayor en mi vida


acerca de mi hermana mayor quien tiene cerca de 14 años mentalmente,
y emocionalmente apenas 4 años, quien cumple 65 este año. Una de mis
otras hermanas había sido su cuidadora y me llamó antes de que me
fuera a un viaje de dos semanas, insistiendo en que yo debía
“encargarme” de ella. Esto es lo que originó las palabras agresivas de las
que hablé al principio del capítulo. Sin embargo, yo supe que no podía
tenerla en mi casa mientras estaba viajando porque no le había dicho
que mi esposo se había ido de nuevo. Fue en mi ignorancia e
imprudencia que yo entonces compartí la situación con algunos de mis
otros hermanos después de haber escuchado de Dios lo que debía
hacer. ¿Te sorprende que lo que mis hermanos me dijeron que hiciera no
se alineaba con lo que Dios me había dicho que debía hacer?

Esto, entonces, creó una corriente contra la que tuve que nadar; lo que
hizo que seguir el plan de Dios fuera mucho más difícil! Algunas de estas
dificultades se originaron al ellos cuestionar lo que yo estaba planeando
hacer ya que todas las “sugerencias” (que, normalmente en mi familia, se
expresan como órdenes) comenzaron a mezclarse con la dirección que
Dios quería que tomara.
La comprensión de que yo no debía compartir mi actual situación sobre
el reciente divorcio (y todos los demás detalles que otros esperan que
expliques) vino de los testimonios de miembros de RMI quienes
sabiamente se mantuvieron calladas en cuanto a sus situaciones
matrimoniales (separaciones, el adulterio de sus esposos, y hasta en
cuanto a sus divorcios). Y ya que ellas no compartieron detalles de sus
vidas, ellas pudieron escuchar a Dios más claramente y también seguir
Su dirección sin la confusión ni oposición de familiares o amigos con
buena intención, quienes se hubieran podido involucrar. Esto también les
dio el tiempo de lidiar con su propia pérdida (de sus esposos o de sus
matrimonios) y con todas las emociones que se dan con ello. Entonces,
después, cuando su familia sí “se enteró”, ellas fueron capaces de lidiar
con el enfado de sus familiares con mucha más facilidad ya que ellas
estaban firmes (en la Roca).

Aunque yo había seguido los pasos de esta sabiduría con mi divorcio


esta vez, yo continúo cayendo en otras crisis y simplemente en algunas
decisiones con las que me enfrento diariamente. Está claro que hay
mucho más acerca de un “espíritu suave y apacible (silencioso)” que
todavía estoy por aprender. Cuando “consideramos las cosas en nuestro
corazón” como lo hacía María (la madre de Jesús), entonces nuestros
pensamientos son todos nuestros para poder buscar a Dios y para poder
seguirlo o lidiar con ellos -con Su ayuda. Nosotras no necesitamos
agregar a esto las opiniones de otras personas, ni emociones que
estorban y que casi siempre nos dejan confundidas, derrotadas o
simplemente agotadas.

Es el deseo de mi corazón el buscar a Dios aún más para obtener esta


libertad mientras Él me da todavía más capacidad de permanecer callada
y compartir toda situación solamente con Él. Esto también aplica en
cuanto a dar más información de la que es necesaria cuando hablamos
con la gente. En otras palabras, yo sé que necesito de más discreción en
mi vida. Cada uno de mis problemas recientes, ahora ya sé, provienen de
mi boca y de lo que digo. Con mucha frecuencia, el área en la que
tenemos más unción, la cual para mí es mi habilidad para hablar, es
también nuestro mayor desliz; Por lo tanto, yo personalmente necesito
entregárselo por completo a la dirección del Señor y del Espíritu Santo.

Queridísima amiga, con lo que sea que estés luchando (tu falta de
discreción, tu boca, tus emociones, o cualquier otra área con la cual
estés lidiando), tu Novio quiere ayudarte con ello. Él nunca quiere que
luches con llevar cargas que has recogido o con obstáculos que alguien
ha descargado sobre tí. En cambio, entrégaselas a Él para que Él las
lleve por ti. Esto dejará tus brazos libres y abiertos para abrazarlo a Él
con la apreciación y el amor que Él se merece y que está esperando
recibir de tí!

CAPITULO 9

Den y se les dará:

Se les echará en el regazo una medida llena,

apretada, sacudida y rebosante.

Porque con la medida que midan a otros,

se les medirá a ustedes.

—Lucas 6:38

Para este capítulo en específico, a diferencia de los otros, yo no supe


cómo titularlo de inmediato. En lugar de eso, tuve muchos títulos que
quise utilizar. El tema sobre el dar ha sido muy abusado, lo que ha
llevado a que este principio tan poderoso sea descuidado. El resultado
del abuso de este tema, seguido por el descuido hacia el mensaje del
dar, ha causado a la comunidad Cristiana a no parecer “Hijos de Dios”
-en su lugar parecemos huérfanos.

Estos son algunos de mis títulos:

Dar -El Camino Fuera de la Pobreza

Dar Cuando Estés Necesitada

Como con cualquier otro principio que hemos aprendido hasta ahora, dar
es totalmente lo opuesto a lo que se hace naturalmente. Cuando
estamos en necesidad, el dar es ciertamente lo último que queremos
hacer. Y yo no soy la diferencia en esto. Mi carne quiere controlar mi vida
justo como tu carne quiere tener el control sobre la tuya. Pero, como
seguidoras del Señor (que es lo que significa ser Cristiana), todas nos
esforzamos para romper con los caminos de la carne y vivir una vida
abundante, lo cual significa vivir conforme a los principios de Dios,
mediante la guía del Espíritu Santo y el derramamiento de Su gracia
sobre cada situación difícil.

Ser una seguidora significa el morir a la carne y caminar en fe, la


cual nunca se ve.

Si has visto todos los videos de Erin, puedes recordar que ella habla
sobre vivir “no por vista.” Y al igual que yo, tú aprendiste que Dios en
realidad nos coloca en un lugar de necesidad para poder bendecirnos.
Que es en medio de nuestra necesidad cuando nuestro destino, o
bendición, está frente a nosotras, y somos nosotras las que escogemos.
Nuestra carne quiere retroceder, retener y buscar otro recurso para poder
llenar esta necesidad en nuestra vida. Sin embargo, como creyentes, en
cambio, se nos pide que caminemos en nuestra fe aunque no podamos
ver lo que hay más adelante. Y es nuestra confianza en el Señor lo que
nos impulsa hacia adelante.

Para aquellos que no vieron el video, dejenme decir que el Señor me


colocó en una posición muy muy precaria. Muy temprano una mañana,
yo había entrado a mi cuenta bancaria en línea para imprimir la
declaración de cuenta bancaria de mi cuenta personal y de la cuenta de
la iglesia. La cantidad que había allí me tomó por sorpresa, ya que no
había NADA de dinero en ninguna de las dos cuentas. Durante el curso
del “año más difícil de mi vida,” muchas miembros de la iglesia se fueron
tras el descubrimiento del adulterio de mi esposo: primero se fueron los
miembros más antiguos, luego los hombres (quienes eran los donadores
más generosos), y después, los que permanecieron, comenzaron a
experimentar dificultades financieras, entonces dejaron de diezmar o dar
a la iglesia. Déjame detenerme aquí un momento y compartir este
principio que literalmente cambiará tu vida.

Cuando parece que no te queda nada, tú necesitas dar para poder


recibir. Si has fallado en dar, te quedarás en necesidad.
“Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan; otros ni sus
deudas pagan, y acaban en la miseria. El que es generoso prospera; el
que reanima será reanimado.” (Proverbios 11:24-25).

La Biblia El Mensaje lo pone de este modo: “El mundo del hombre


generoso se hace cada vez más grande; el mundo del tacaño se hace
cada vez más pequeño. Aquel que bendice a otros es abundantemente
bendecido; aquellos que ayudan a otros reciben ayuda.”

Esa mañana, me enfrenté a la ruina total. Durante meses, había visto a


nuestros miembros de la iglesia actualizar sus perfiles personales (los
cuales llegan a nuestra oficina por correo electrónico) con “no dar” una y
otra vez. Encima de eso, yo me sentí dirigida (ya que había estado en mi
corazón por AÑOS) a dar a nuestros miembros de la iglesia las lecturas
requeridas gratis en línea, en vez de requerir que compraran los libros de
nuestra librería en la iglesia. Entonces, debido a esto, nuestra librería
colocó estos libros en oferta, y como resultado, mucho de nuestro
personal se convirtió en trabajadores a medio tiempo ya que no había
suficiente para que ellos mantuvieran un empleo a tiempo completo.

Si yo no estuviera viviendo una vida acelerada (la cual se siente como en


una autopista alemana), yo hubiera visto nuestras finanzas descender,
pero había estado muy ocupada para notarlo -hasta aquella mañana. Esa
mañana fue como una cubetada de agua fría en mi rostro. El Señor me
había dicho meses atrás acerca de estos cambios, pero fue donde me
encontraba muy bien financieramente. Dios, a propósito, esperó hasta
que yo pudiera ver claramente que estaba por hundirme para pedirme
que diera.

“A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos
días más donde se encontraba... A su llegada, Jesús se encontró con
que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro” (Juan 11:6,17).

El Señor me había preparado para una enorme bendición para que Su


Padre fuera glorificado. Pero para que eso sucediera, Él tuvo que
dirigirme a esa puerta, la cual es angosta y difícil de encontrar. “Entren
por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino
que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es
la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que
la encuentran” (Mateo 7:13-14).
El Señor me habló esa mañana, justo después de ver que no quedaba
nada, y que Él quería que yo fuese a nuestra tienda en línea y colocara
un descuento en todos nuestros libros, videos y cintas de audio, pero no
terminó allí. Cuando eso terminó, Él me dijo que debía ir y establecer
nuestro código de descuento al 50%, a diferencia del 20% que le
habíamos concedido a nuestros miembros por años. El resultado sería el
no obtener ninguna ganancia. El precio solamente cubriría nuestra
inversión de impresión. Viendo los hechos, esta movida llevaría al
colapso de nuestra iglesia, pero qué otras opciones tenía en verdad? El
Señor me había enseñado durante años a confiar en Él y solamente en
Él. El considerar mis acciones o el diseñar un plan diferente ya no
entraba en mi mente, y en realidad estaba muy comprometida como para
intentar algo tan tonto. Adicionalmente, Dios había puesto en mi corazón
esa pasión de dar, lo que se originó directamente (o debería decir: “fluyó
directamente”) de Su corazón el dar hacia el mío.

Durante el curso del año anterior, yo había recibido demasiado del


Señor: amor, compasión, consuelo, seguridad, paz, alegría, paciencia,
bondad, y la lista no termina. Como resultado de eso, todo lo que yo
quería hacer era dar: dar mi tiempo, dar de mi sobreabundante amor,
regalar todo lo que me había sido dado tan libremente! Había habido
tantas veces en que me encontré al final de todos mis recursos, sólo para
ser colocada en un lugar donde Dios me pedía dar dentro de mi carencia,
y cuando lo hice -de nuevo sobreabundé!

Permíteme compartir un par de ejemplos que no incluye dar


financieramente para que puedas ver que el dar cuando estás en
necesidad es un principio a seguir, no una ley que debemos obedecer o
por la cual sentirnos presionadas.

Lo primero que el Señor trajo a mi mente fue en mi primer, y muy largo,


viaje de reunión con nuestros miembros de la iglesia. Me encontraba
exactamente a la mitad (volando a 14 ciudades en 16 días) y estaba
agotada! No tenía idea de cómo iba a lograrlo. Así que me retiré a mi
habitación para conversar con el Señor sobre ello. Cuando estaba en mi
punto más bajo, el Señor me dirigió a ir a la planta baja y bendecir a mi
anfitriona con un “cambio de aspecto” de cabello y maquillaje. Cuando
me quise retirar, la “oportunidad” para dar vino hacia MI.

Esa noche no me fui a la cama temprano, como normalmente lo hago,


pero déjame decirte que cuando desperté, tuve más energía y
entusiasmo que al empezar mi viaje! En lugar de retener, yo dí del poco
de energía que me quedaba y el resultado fue nada menos que un
milagro.

La siguiente oportunidad se presentó cuando de nuevo me encontré al


final de mis recursos (y de mis fuerzas). Ocurrió algunos meses después
de mi divorcio cuando el ser una “madre soltera” comenzó a cobrar su
factura. Acababa de tomar el puesto anterior de mi ex esposo (que no
era predicar), para que nuestro salario como pastores continuara
llegando. Así que adicionalmente a mi propio puesto dentro de la iglesia,
que consistía en ministrar a miles de mujeres, tuve que tomar todas las
responsabilidades de él con la iglesia y también dentro de la casa.
Además de esto, comencé a viajar dos semanas cada mes para ayudar a
recuperarme del escándalo del divorcio cuando perdimos muchos de
nuestros miembros y audiencia en la televisión. Adicionalmente, mis hijos
estaban luchando con su propia pérdida, entonces cuando me
encontraba en casa, necesitaba tomar todo esto por mi cuenta
(apoyándome en la fortaleza de Dios por supuesto), al hacerme cargo de
muchas de las tareas que mis hijos solían hacer por mí, como cocinar.

Ese día mi fuerza pareció extinguirse. Estaba sentada en el escritorio de


mi ex esposo en nuestra oficina en casa preguntándome cómo iba a
lograrlo, cuando Dios trajo la “oportunidad” de superar mi agotamiento al
dar, para que Él pudiera bendecirme.

Primero, un correo electrónico entró de mi hermano que vive en otro


país. Él me escribió para decirme que había “organizado un vuelo para
mi sobrina” (quien tenía 16 años) para que viniera a vivir con nosotros
por un año. Yo sólo me quedé allí asombrada (porque yo le había escrito
que ella NO podía venir, y luego me enteré que yo lo había escrito a una
dirección de correo equivocada). Un momento después, entró mi hijo y
me dijo que su amigo acababa de ser echado de su casa y preguntaba si
podría venir a vivir con nosotros. Ésto no solamente significaba otra
persona más en nuestro hogar -este chico era grande y comía
demasiado!

No habían pasado ni diez minutos después de esto, cuando mi hija vino a


preguntar qué podía hacer. Parecía que su amiga se había quedado
puerta afuera de su casa, y su madre se encontraba en una conferencia
de una semana, y ella no sabía cómo ayudarla.
En ese momento, nuestra carne quiere gritar y salir corriendo, pero en lo
profundo de nuestro espíritu, si encontramos esa tranquilidad dentro de
nuestro corazón, podemos escuchar al Señor suavemente
enamorándonos con Su amor, pidiéndonos que demos. La abundancia
de Su amor nos ha “preparado” para poder bendecir a otros y no
retenerlo para nosotras mismas.

 No es sino hasta que nos encontramos contra el Mar Rojo en que


las olas se partirán para que podamos caminar a través de él (sin
mencionar que nuestros enemigos serán ahogados).
 No es sino hasta que no hay más vino en la fiesta de bodas que el
primer milagro de nuestra vida será manifestado.
 No es sino hasta cuando comemos nuestra última comida con
nuestro único hijo que un profeta vendrá y nos pida que horneemos un
pastel, para que nuestra cocina sea llenada con aceite para pagar
nuestras deudas y hacernos prosperar (lee 1 de Reyes 17:8-16). En
cambio nuestra carne quiere dar de comer ese pastel a nuestro propio
hijo quien está muriendo de hambre.

Ya que yo conocía a Dios y sabía de Sus principios, y también sabía del


amor eterno del Señor por mí, sin ninguna inclinación a que esto llevaría
a una sobreabundancia de fuerza, yo gustosamente accedí a que mi
sobrina viniera a vivir con nosotros, y también el jovencito se mudó con
mis hijos, y también lo hizo la amiga de mi hija, quien compartió su cuarto
en la planta alta. El resultado fue encontrar energía ilimitada que había
sido sobrecargada por el Espíritu Santo! Fui capaz de hacerme cargo de
muchas más cosas que antes, y en lugar de padecer del síndrome de
“pobre de mí, qué voy a hacer ahora”, fui capaz de luchar contra ello
fácilmente. En lugar de luchar como lo había hecho anteriormente, sentí
que flotaba por encima de todo con energía ilimitada, con alegría en mi
corazón, y alabanza en mis labios. Todo lo que yo podía ver ahora era la
mano de Dios y Su provisión rodeándome, y no la carencia que una vez
estaba sobre mí.

Señoras, aquello no terminó con abundancia física. La abundancia está


también donde me encuentro ahora financieramente, no empobrecida
como me encontraba esa mañana cuando veía nuestra cuenta bancaria.
Justamente minutos antes de haber obedecido y abierto mi hogar a tres
jóvenes, la oportunidad de salir de deudas literalmente vino hacia mi
puerta. La “carencia” en mi cuenta bancaria terminó en la bendición más
increíble que he visto, pero no antes de que el Señor me mostrara otro
lugar donde debía dar dentro de mi necesidad.

Después, ese mismo día, como mencioné antes, yo no tenía nada en mi


cuenta bancaria. El Señor me dirigió a recoger una orden de libros para
nuestra librería, la cual consistía en su mayor parte de Biblias nuevas.
Inmediatamente después de que el joven colocara todas las cajas en mi
automóvil, el Señor me dijo que Él quería que yo regalara todo, sin cobrar
nada, sin siquiera recuperar nuestra inversión. En cambio, Él quiso que
sembrara aquellos libros en las vidas de las personas sin hogar en los
refugios locales, y Él organizó todo el plan mientras yo conducía de
regreso a la iglesia. Todas estas “oportunidades” me llevaban a llenar
esta gran necesidad financiera, pero no sin antes que Dios trajera la
“oportunidad” final para que yo pudiera dar. El resultado fue instantáneo
-esa misma tarde al abrir mi computadora, una gran donación entró por
correo electrónico, la cual ha sido la donación más grande que nuestra
iglesia ha recibido nunca!!

De no haber obedecido a cada “oportunidad” que el Señor me presentó,


yo no habría estado abierta a recibir esa enorme bendición que la iglesia
y yo recibimos ese día. Aquí está el principio de la abundancia:

Mientras más grande sea la crisis, más grande debe ser la


obediencia, que resulta en una mayor bendicion que sobreabunda—
aprieta, sacude y es rebosante.

Por eso, si tus brazos están cargados, llevando imprevistos que


pertenecen a otros, cuando Él te pida que des—tus brazos no
estarán abiertos para recibir lo que Él planea darte.

Muchas mujeres quieren recibir bendiciones así en su vida, pero no están


dispuestas a dar la menor cosa que poseen para poder recibir.
Solamente comienza a dar de lo que tienes cuando veas que el Señor te
ha dado la oportunidad para hacerlo.

Un principio clave que debemos mantener presente, pero no al punto en


que nos aprisione en miedo a caminar libremente con el Señor en el área
de dar, es que el enemigo, el diablo, también le encanta disfrazarse para
sacarnos del camino. Cuántas veces hemos visto a mujeres que
literalmente se “lanzan de un acantilado” sólo para encontrarse en un lío
para que todos lo vean como una burla a su “fe”? Dios no nos pide que
hagamos cosas alocadas (recuerden que el enemigo también posee una
voz), aunque para algunos, todo lo que hacemos les parece alocado.
Entonces, cómo reconocemos la diferencia?

Por supuesto que, conocer la voz de Dios es clave, y eso ocurre


solamente al estar en Su presencia y dejarlo hablarte cada mañana y a lo
largo del día. Esto es diferente a leer la Biblia -aunque leer Su Palabra es
en donde debes empezar. Conocer Sus principios también te ayudará a
no perderte porque Su Palabra te da sabiduría y deja que sepas lo que Él
puede pedir de ti, y lo que Él te diría que hagas. Por último, es sólo
sentarse tranquilamente y escuchar por esa suave y tranquila voz, para
poder reconocer Su voz sobre todas las demás.

Esto también implica el no pedir o escuchar la opinión de los demás


sobre lo que has de hacer. Aún si no “pides” consejo, vas a recibir
consejo si le dices a todos (o aún a unos cuantos o a veces hasta a una
persona) lo que ocurre en tu vida. Es aquí cuando ese “espíritu suave y
APACIBLE” necesita ser aplicado. Mantén en silencio lo que ocurre en tu
vida y en lugar de eso háblale al Señor- apaga tu teléfono para que
conozcas Su voz sobre la de todos los demás.

En segundo lugar, he encontrado que al enemigo le encanta sacarme del


camino al alimentar mi “carne farisea.” Le encanta inflarme para que
pueda imaginar el gran testimonio que podría compartir si hago esto o
aquello! Si esta es tu motivación, eso significa que estás lanzándote
desde un acantilado solamente para hacer el ridículo cuando las cosas
salgan mal.

Otro motivo erróneo es cuando algunas mujeres hacen lo impensable


para poder mostrarle a alguien, alguien más que al Señor, cuánto les
importa o lo que están dispuestas a hacer para probar su amor -en
especial a sus esposos o ex esposos. Si ésta es tu motivación, entonces
todavía estás en idolatría al colocar a tu esposo (o alguien más y su
opinión o amor) por sobre el Señor.

En la mayor parte, hacer lo que Dios te está llamando a hacer significa:


1) caminar en los principios de Dios, como dar 2) será algo por lo cual
nadie te dará crédito, 3) y será un testimonio del cual tú preferirías no
compartir con la mayoría de la gente porque ellos “no lo entenderían” y
probablemente pensarían que te has vuelto loca.
Aquí hay otra motivación destructiva: “Si le doy dinero a RMI mi
matrimonio será restaurado.” Preciosa, Dios no acepta sobornos y RMI
nunca ha pedido ni a tí ni a mí, dinero. Usualmente cuando el Señor te
llama a dar (o a obedecer en alguna otra manera) tú no tienes una
recompensa en particular en mente. Simplemente estás determinada a
dar cuando se te pida o a obedecer cuando se te diga.

Déjame cerrar con algunos testimonios más, ya que Dios dijo que
seríamos capaces de vencer al malvado con Su sangre preciosa Y por la
palabra de nuestro testimonio (lee Apocalipsis 12:11).

La primera prueba financiera real para mí ocurrió inmediatamente


después de mi divorcio cuando yo, por primera vez en 16 años, estuve a
cargo de las finanzas de nuestra familia. Mi esposo me dejó toda nuestra
deuda y estaba decidido a no pagar manutención. Cuando vi TODAS las
facturas, me sentí abrumada. Entonces fui al Señor a preguntarle por
dónde debía comenzar. Él inmediatamente trajo a mi mente nuestro
compromiso de construcción con la iglesia. Nosotros, como pareja,
habíamos prometido pagar $10,000 dentro de dos años; pero ahora
faltaban menos de dos meses y todavía faltaban $7,000 por pagar. El
Señor dijo que Él quería que comenzara allí.

Recuerdas cuando mencioné que todavía tengo una manera de no


compartir lo que hago o estoy por hacer con otras personas? Bueno, no
puedo decirte cuánta gente intentó detenerme de hacer lo que en
realidad no hubiera podido hacer sin la ayuda de Dios. Entonces intenté
explicar que yo simplemente no tenía ese dinero. Pero supe que mientras
me movía hacia adelante con el corazón correcto, Él haría la forma sí
este era Su plan. Sorprendentemente, Dios me mostró la manera
solamente dos horas después de colocar un cheque por los $7,000 en la
ofrenda, yo recibí de regreso $10,000 (el compromiso completo)!

Mi testimonio del principio, cuando no tenía nada en nuestras cuentas


bancarias, consecuentemente llevó a una increíble opción de
refinanciamiento que significaría que ya no habría otra deuda además de
nuestro pago de casa (hasta mi auto estaba apunto de terminar de ser
pagado) y otro cheque que un miembro de la televisión me escribió para
decirme que estaba entrando hacia nuestro ministerio de mujeres que
era por casi $15,000.
Recuerda, esto ocurrió justamente después de haber visto, esa misma
mañana, que para poder pagar las cuentas significaría quedar
sobregirada. Yo vi día tras día las actualizaciones de “no dar” del perfil de
nuestras miembros, como vi la caída en nuestras ventas de libros
electrónicos y videos, pero en comparación a las promesas de Dios,
pidiéndome que confiara en Él, yo pude obedecer cada vez que Él me
pedía que diera, aún cuando yo tenía una carencia, lo cual me permitía
fortalecerme en fe y al final, darle gloria a Dios!

“Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto,


pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de
Sara. Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se
reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios
tenía poder para cumplir lo que había prometido.”(Romanos 4:19-21).

Permíteme cerrar diciendo que no merezco una palmada en la espalda


“oh si con un poco de fe,” sino que con la fe de un grano de mostaza yo
vi esa montaña de carencia financiera desplomarse dentro del mar.

Querida lectora, siembra esa semilla de mostaza de fe como el Señor te


guíe y observa esas “oportunidades” para dar cuando te enfrentes con
una “carencia” sabiendo que, preciosa, Dios está apunto de abrir el Mar
Rojo detrás tuyo -entonces empaca tus maletas porque estás apunto de
caminar a través de él por tierra seca mientras las olas engullen y
ahogan a tus enemigos!

CAPITULO 10

El que ha hallado su vida, la perderá;

y el que ha perdido su vida por Mi causa, la hallará.

—Mateo 10:39

Rendirse es el camino que lleva a la vida abundante, y como tal, es algo


con lo que luchamos. Rendirse simplemente significa dejar el control de
nuestra vida y colocar nuestro destino en las manos de alguien más. Sin
embargo, mientras mantengamos el control sobre cualquier aspecto de
nuestra vida, perderemos la oportunidad de obtener completa libertad, la
libertad que trae alegría y paz.

Cuando nosotras rendimos nuestras “vidas” al Señor y aceptamos Su


plan de salvación, estamos tomando el primer paso. Todas nosotras
podemos recordar la libertad y el gozo que supone: sentirse limpia,
perdonada, y por primera vez, un futuro brillante. Pero Dios aún no está
satisfecho (gracias Jesús) con dejarnos allí. Él nos dice que Él desea
llevarnos de gloria en gloria (2 Corintios 3:18).

Mientras nos movemos de gloria en gloria, Su Espíritu Santo lentamente


nos comenzará a mostrar áreas en nuestra vida que necesitan ser
refinadas. A la larga, Él nos pedirá rendir esa cosa (o persona) en
nuestra vida y colocarla en Sus manos amorosas —es SU plan para
nuestras vidas, “Hágase Su voluntad.” Normalmente comienza con una
prueba o sentimientos que nos abruman: simplemente ya no podemos
seguir o ya no podemos enfrentarlo. Es entonces cuando intentamos
hacer “un último plan” o reconocemos que nuevamente estamos en un
lugar de rendición.

“Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar


fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no
permanecen en Mí.” (Juan 15:4).

El Señor me ha llevado a rendir muchísimas cosas y personas en mi vida


que cualquiera podría pensar que ya no queda más que darle a nuestro
Salvador. Pero ahora yo creo (a la edad madura de 50 años) que
nuestros listados no tienen fin, y que ustedes y yo nunca llegaremos al
fondo del barril.

Por ejemplo, cuando llegué a los cuarenta, con el nacimiento de mi último


bebé, descubrí que tenía un problema de peso. Las dietas que siempre
habían funcionado ya no eliminaban la “grasa de bebé” que quedó luego
del nacimiento de mi hija. Para complicar más la situación, mi familia
tiene un historial de problemas de tiroides. La mayoría de mis hermanos
se encuentran medicados de por vida, y aún así, continúan luchando con
su peso, insomnio, manos y pies fríos, todas estas señales me exigían
atención después de mi último parto, pero fue el cuerpo que ví en el
espejo lo que llamó mi atención.
Dios no iba a dejar que yo llevara esa carga, “Porque Mi yugo es fácil y
Mi carga ligera” (Mateo 11:30). Entonces, en lugar de eso, fue Él Quien
por su gracia comenzó a “apilar las cargas” en mí hasta que fueron
demasiadas para que yo las llevara. Un día yo clamé al Señor y
simplemente le rendí mis problemas de peso a Él. Desde ese momento
(hasta el día de hoy) nunca me he pesado otra vez o cuidado lo que
como, ni busqué ayuda médica para mis síntomas de problemas de
tiroides como mis hermanos me habían insistido a que hiciera.

Por supuesto que, si el Señor me había dirigido a buscar ayuda, yo


hubiera obedecido. No está mal buscar ayuda médica como lo hizo el rey
Asa: “En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los
pies. Su enfermedad era grave, pero aún en su enfermedad no buscó al
Señor, sino a los médicos” (2 de Crónicas 16:12). Sin embargo, Dios
quiere que vayamos a ÉL primero y luego Él nos guiará por el camino de
la salud, ya sea por medio de doctores o de alguna otra manera. Mi
creencia personal es que depende de tu viaje en particular y en el estado
actual de tu fe.

Lo que me parece interesante es que, nuestro desafío más grande NO


está en nuestra rendición inicial, sino en los siguientes tres o cuatro
meses cuando estemos tentadas a “hacer algo.” Si es tu peso lo que has
entregado, seguirás pensando que “por lo menos” deberías reducir lo que
estás comiendo, o beber más agua, o agregar más frutas y vegetales a tu
menú. Tal vez ejercitarse regularmente sería importante. Pero si tú
simplemente resistes esa tentación, muy pronto el Espíritu Santo tomará
el control. Y mientras esperas, pasa más y más tiempo con el Señor y
cada vez que pienses en eso, sigue entregándoselo a Él. Y hazte un
favor, y resiste la tentación de ayudar a Dios—yo misma lo he intentado y
no funciona.

El resultado de rendir mi peso fue el nunca tener que hacer dieta otra
vez. Dios me mantiene en el peso en que yo debería estar y Él no se
detiene allí. Mis hijos, en especial mis hijas, están encantadas de que Él
también me mantiene dentro de la moda actual para demostrar Su gloria
y no mi propia fuerza de voluntad. La gloria dentro de todo esto en mi
vida está en que puedo usar el tiempo que normalmente usaría para
concentrarme en hacer una dieta (cuidar lo que como, contar calorías o
carbohidratos, pesándome, ejercitándome vigorosamente etc. etc.), para
buscar más del Señor y estar libre para pasar más tiempo pensando en
Él! Éste es mi versículo favorito que recitaba en mi mente y en mi
corazón, y al cual me aferro:

“... no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su


cuerpo, qué vestirán. No es la vida más que el alimento y el cuerpo más
que la ropa? Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas
cosas les serán añadidas” (Mateo 6:25, 33).

Entonces, justo el año pasado, cuando se me dieron las finanzas y toda


la deuda que traía el divorcio (como he mencionado en muchos capítulos
anteriores), inmediatamente me sentí abrumada, así que simplemente le
pasé esa carga a mi Amado Esposo. Sin embargo, cuando comenzó a
tratar conmigo y a darme la sabiduría y el conocimiento que me faltaban,
me encontré a mí misma razonando y trazando planes —sólo para
terminar sintiéndome igual de abrumada y atemorizada que antes. Una
vez más, y una y otra vez, tuve que rendirme y admitir que: “sin Él, nada
se habría hecho” (Juan 1:3)! El resultado fue que la paz y el gozo volvían
a surgir cada vez que entregaba esta área de mi vida, y mi único trabajo
consistía en resistir el planear o siquiera el pensar en ello.

“Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio


entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus
sendas” (Proverbios 3:5-6).

La verdad es que—el pensar y razonar siempre llevarán a


preocupaciones y temor, lo que quita tiempo y energía lejos de la
intimidad con el Señor. Él me ha dicho una y otra vez que Él no necesita
una esposa o una ayudante -Él es absoluto. Lo que Él anhela es una
novia quien no está estresada o ensimismada con problemas.

Una de las muchas cosas que amo del Señor es que por Su gracia Él tan
amorosamente me ha dado muchas cargas —todas al mismo tiempo
durante el año pasado, solamente para que yo se las entregue a Él y
disfrute de un año completo de una luna de miel de ensueño. Muchos,
que no conocen o que no entienden el amor incomparable que Él siente
por nosotros, piensan que cuando algo terrible sucede, o cuando muchas
cosas ocurren a la vez, que de alguna manera es Dios Quien los está
castigando o que Él no está allí para ellos —en especial cuando las
situaciones los comienzan a abrumar, y no pueden ver una salida. Pero
eso está muy lejos de la verdad! La verdad es que Él nos ama tanto que
Él no quiere que luchemos ni carguemos con ninguna cosita que pueda
fatigarnos con preocupaciones o angustias. Él sabe que a menos que se
vuelva muy difícil de llevar, no lo entregaremos a Sus pies.

Mientras preparaba y reflexionaba en este capítulo, me di cuenta de que


me había sentido muy agobiada en tantas áreas de mi vida que no tenía
idea que todavía estaba intentando mantener todo bajo control y hacer
que las cosas pasen por mi cuenta. Por favor comprende que en cada
área de mi vida he buscado a Dios por ayuda, pero en el momento en
que mi matrimonio restaurado colapsó con la declaración de que mi
esposo buscaba el divorcio, yo me di cuenta de que (durante años) yo
había intentado cumplir con lo que siempre había deseado para mi vida.
Siempre había querido ser simplemente una buena esposa, una ama de
casa que educa a sus hijos en casa, y simplemente encargarme de
nuestro hogar. La verdad es que estaba muy feliz y contenta de estar en
casa, y que cuando no salía de mi casa por más de una semana me
sentía aún más feliz.

Pero un día mi vida cambió en un instante. No tuve opción, en realidad,


más que buscar al Señor completamente y rendirle mi futuro por el de Él.
En un momento, me encontré viajando, lo cual me aterrorizaba ya que no
me gusta conocer gente nueva o estar en lugares desconocidos. En un
momento me convertí en el sostén de la familia y la proveedora de mi
extensa familia, e instantáneamente, me convertí en una pastora y
administradora del ministerio de televisión a nivel mundial de una mega
iglesia. Pero al ver hacia arriba, al rostro de mi Amado, fui capaz de
“lograrlo todo” y hacerlo fácilmente, solamente porque rendí todo
completamente a Él. En lugar de tener que intentar, fue Su fuerza, Su
sabiduría, la esencia de Su amor lo que logró todo.

Han pasado nueve meses desde que todo eso sucedió, y he sido
llamada a enfrentar una nueva área de mi vida a la cual le tengo cariño:
educar en casa —es acerca de qué hacer con la educación de mis hijos
menores. Debido a mis tantos viajes, los cuales no son una opción (si
mantengo mi puesto dentro de la iglesia al igual que el puesto anterior de
mi esposo), junto con las oportunidades que se han abierto para mis hijos
mayores que ya no les permiten ayudarme en casa, mis hijos menores
casi siempre trabajan solos en sus estudios. Esto sí trae beneficios, pero
sin el seguimiento o por lo menos alguna guía, me doy cuenta que no
están recibiendo la educación que se merecen. Se hizo claro hace unas
pocas semanas, que debía entregar esta área de mi vida a Él, pero no
sin antes que el enemigo gritara en mi oído: “qué pensará la gente si
pones a tus hijos en la escuela pública!” Entonces el enemigo me recordó
e insistió en que “la vergüenza que pasé cuando todos se enteraron del
divorcio. Seguramente esto es prueba de que mis hijos van directo a la
escuela pública.”

La verdad es que Dios no está diciendo nada de eso. Él simplemente


desea liberarme y me ha pedido que le entregue este aspecto de mi vida
—y me ha recordado de cuánto he intentado ser una esposa perfecta,
sólo para que mi matrimonio se acabara. La misma gente quienes, como
los amigos de Job, pensaron o me dijeron que debí haber fallado en
seguir los principios encontrados en Una Mujer Sabia, probablemente
tendrían mucho de qué hablar cuando se enteraron de que mis hijos
comenzaron a asistir a la escuela pública.

Sin embargo, allí estaba, esta voz suave y dulce que me recordaba cómo
Él me había llevado a través de ese período tan difícil y devastador de mi
divorcio reciente y de cuánto GOZO tuve, esa alegría pura que nunca
imaginé que fuera posible. Él me recordó que esta alegría vino mientras
me movía hacia mi miedo en lugar de caminar hacia atrás, y que mi
reputación se encontraba nuevamente en Sus manos.

Mirando hacia atrás, cuando comencé a viajar, yo quería echarme para


atrás y esconderme; pero en lugar de eso, caminé hacia mi miedo, y fue
allí cuando las cadenas que me ataban comenzaron a caer. No cayeron
de una vez, pero mientras me rendía en lugar de intentar
superarlo,fueron cayendo una por una. La Biblia dice que somos más
que vencedoras, pero no es porque tengamos esa habilidad dentro de
nosotros. Sino que es el Señor Quien nos hace más que vencedoras
cuando ponemos nuestra confianza en Él.

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la


victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe” (1 Juan 5:4).

Las finanzas también se han presentado a agobiarme y a causarme


temor. Pero mientras camino hacia mi miedo, y escojo DAR cuando Él
me presenta la oportunidad, el Señor fielmente ha comenzado a tomar el
control, y yo sé que pronto saldré de la deuda sobrenaturalmente.

Hoy me encuentro en un lugar en mi vida donde (finalmente) estoy


convencida (debido a la prueba de Su amor en mi vida) que todo lo
que Él me llama a hacer o a pasar, a la larga me llevan a libertad y a
obtener bendiciones! Todo lo que debo hacer es esperar a que Él se
manifieste.

Pero, permíteme ser completamente transparente. No pasa un día en el


que yo no piense en que debo hacer algún tipo de plan para darles a mis
hijos una mejor educación o me pregunte cómo puedo hacer un
presupuesto, o calcular, o hacer algún gráfico para ver cómo salgo del
desastre financiero en el que me encuentro. Pero gracias al Señor, yo me
resisto para dejar espacio para que Dios demuestre Su gloria. Solamente
debo permanecer inmóvil (en mente, cuerpo y espíritu) y saber que Él es
Dios.

Querida lectora, no importa en qué área de tu vida estés luchando ahora,


en vez de aferrarte, entrégasela al Señor. No uses tu fuerza o ninguna
otra habilidad natural para manejarla o arreglarla (y por el amor de Dios,
no busques ayuda en otro lado). En cambio, date cuenta qué tan cierto
es este pasaje y medita en él.

“Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que


en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto lo poda, para que dé
más fruto... Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no
puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco
ustedes si no permanecen en Mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos;
el que permanece en Mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque
separados de Mí nada pueden hacer” (Juan 15:1-5).

Entrega todo lo que te ha agobiado al Señor hoy, en este mismo


momento, para que Él pueda darte más de la vida abundante de lo que tú
has imaginado.

CAPITULO 11

No tengo mayor gozo que éste:

oír que mis hijos andan en la verdad.

—3 Juan 1:4
En el último capítulo “Ríndete,” mencioné acerca de entregar muchas
nuevas áreas de mi vida al Señor. Una que fue de gran preocupación
para mí (antes de entregársela al Señor) fue la educación de mis hijos.

Como en todas las áreas que ya he entregado a Él, siempre hay un


período de espera requerido antes de que Él comience a moverse. Éste
es un tiempo de prueba y para resistir -es tiempo de confiar. Mientras
esperas, el enemigo (o tal vez simplemente nuestra carne) nos tentará
para que hagamos “algo!” Si estamos confiando en el Señor para perder
peso, seremos tentadas a “al menos” beber más agua, dejar de comer
azúcar, o comer raciones más pequeñas. Pero debemos resistir la
tentación y asegurarnos de decirle al Señor que no tenemos esperanza
ni ayuda si Él no toma el control de ésta área de nuestra vida.

Lo mismo sucedió mientras esperaba a que el Señor se moviera en ésta


área de la educación de mis hijos. Estuve dispuesta a enviarlos a la
escuela: privada o publica (algo en lo que había estado tan en contra).
Aún así, rendirse significa entregar nuestra voluntad por Su voluntad, lo
que implica que el enemigo hará todo lo que pueda para meterse en lo
que el Señor ha planeado para nosotras. Entonces una vez que me rendí
completamente, el enemigo comenzó a intentar persuadirme con
pensamientos (recuerda que la batalla casi siempre se gana o se pierde
dentro de nuestra mente) de que el Señor, en Quien estaba confiando,
me había hecho pasar por un divorcio escandaloso, y por eso -enviar a
mis hijos a la escuela pública ciertamente seguía en Su lista.

Sin embargo, le rendí alabanza por aún esa posibilidad, sabiendo que,
aunque mi divorcio había sido de alto perfil y escandaloso, mi divorcio
había traído consigo incontables bendiciones que van más allá de lo que
cualquiera puede imaginar! Fue entonces cuando el Señor me dijo que
justo como Él había bendecido a mi hermana menor (quien es un poco
“emocionalmente e intelectualmente discapacitada” a mudarse cerca de
mí, para que pudiera cuidar de ella hace algunos meses), de esa misma
manera, Él me aseguró que Él bendecirá a mis hijos con algo
maravilloso, algo que nunca había imaginado! Entonces compartí esto
con mis hijos menores y ellos sintieron alivio y se llenaron de fe,
creyendo junto a mí mientras esperamos.
Fueron solamente unos días después, antes de que yo viajara a Europa
en una gira (dejando a mis hijos por tres semanas sin tener idea de cómo
se las arreglarían con sus estudios mientras estuviera lejos), que el
Señor comenzó a moverse!! Mi hermana, quien como mencioné, es
discapacitada, posee muchos dones increíbles. Entonces estaba segura
de que este era Su plan; cuando le dije a mi hermana que me dirigía a
París (uno de muchos destinos), ella comenzó a hablarme algunas frases
en Francés. Unos días después, esto hizo click en mí, y le pregunté si
estaría interesada en ser la tutora de mis hijos para enseñarles “un poco
de Francés.” Entonces el Señor me recordó que ella también había vivido
con una familia Mexicana por un par de años, y que ella era capaz de
hablar Español fluidamente. Le pregunté si ella también podría
enseñarles Español cuando terminara de enseñarles el Francés que ella
sabía.

Mi hermana se emocionó mucho y dijo que le encantaría enseñarles,


pero que su verdadero amor era deletrear! Entonces recordé que ella
también posee un don increíble para deletrear! Por eso la contraté para
que fuera la tutora de mis hijos en estas tres materias! Esta revelación
me llevó a seguir Su guia, y le pregunté a mi sobrina (quien vino a vivir
con nosotros por un año), quien es excelente en matemática, que fuera la
tutora de mis hijos cuando regresara de la escuela. Mi sobrina se sintió
muy honrada y aceptó de inmediato, diciéndole a sus primos y a sus
padres lo importante que eso la hizo sentir. Esto a la vez me guió a
pedirle a mi hijo mayor (quien es un excelente escritor) que fuera el tutor
de los niños en sus reportes (de ciencia, historia y geografía). Por último,
le pedí a mi hijo quien tiene necesidades especiales, que ayudara a sus
hermanos en lectura y que los ayudara a reforzar sus habilidades como
orador (leer y hablar en voz alta) ya que él siente que no ha dominado
estas materias. Por lo cual el enseñar a otros también lo ayuda a él,
mientras ayuda a sus hermanos menores! En tan sólo un día (y
justamente tres días antes de que me fuera), el Señor (no yo) hizo que
esto sucediera!!

Los resultados fueron increíbles. La primera vez que pude hablar con mis
hijos en un chat mientras me encontraba en Europa, en mi habitación de
hotel en Belfast, Irlanda, justo antes de despedirnos, mi hijo se acercó a
la cámara y susurró: “Je t’aime Maman, Je t’aime” (que se pronuncia za
tem ma’ma). Significa: “te amo mamá, te amo”! Señoras, no pude hacer
más que llorar! Qué hermoso es nuestro adorado, dulce Esposo -Dios
mío, nosotras simplemente no podemos imaginar cuánto cuida Él de
nosotras! Oh la altura y la profundidad de Su amor!!!

Soltando

Con este testimonio que compartí, déjame hablarte querida lectora,


acerca de que has fallado en soltar la restauración de tu matrimonio, o de
encontrar un esposo (para las que no están casadas), o un buen
matrimonio (para ustedes quienes todavía están casadas pero infelices).
Erin casi siempre comparte de cómo ella quisiera poder ayudarlas mucho
más, y por eso quisiera ayudarla ya que ella me ha ayudado mucho.

Si yo estuviera convencida de que Dios me permitirá continuar educando


en casa a mis hijos, y si yo me hubiera aferrado (sin soltar) a la
posibilidad de enviar a mis hijos a la escuela pública, entonces yo nunca
hubiera podido dejar ese espacio ni mi corazón hubiera estado firme
confiando en Dios. Por lo tanto, Él nunca hubiera sido capaz de trabajar
en esta área de mi vida. Así es también con las que se rehúsan a soltar
la “promesa” que el Señor les ha dado en cuando a su matrimonio
(presente, pasado o futuro matrimonio).

El Señor también me dio esas mismas promesas. Sin embargo, mientras


mi intimidad con Él crecía, también lo hizo mi deseo por Él solamente. Y
en ese momento, nada más importó, y todas las promesas que Él me dio,
yo se las devolví. Lo que Él me dio, como reemplazo, fue la Vida
Abundante que estoy viviendo ahora. La manera en la que vivo ahora es
por lo que fui creada. No fue nada que yo pudiera haber deseado o
planeado, sino que como sabemos, Sus caminos y Sus pensamientos
están muy por encima de nuestros pensamientos y planes!!!

“La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos”
(Proverbios 16:9).

‘Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes,’ declara el Señor


‘planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una
esperanza’” (Jeremías 29:11).

"Esta es la Palabra de Dios sobre el tema:" Me presentaré y te cuidaré


como prometí y te llevaré de vuelta a casa. Sé lo que estoy haciendo. Lo
tengo todo planeado, planes para cuidarte., no para abandonarte, planeo
darte el futuro que esperas ”(Jeremías 29:11, Mensaje)

“‘Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus


caminos Mis caminos,’ declara el Señor. ‘Porque como los cielos son
más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos,
y Mis pensamientos más que sus pensamientos’” (Isaías 55:8-9).

De haberme aferrado a la “promesa” de la restauración de mi matrimonio


(“Oye Señor, tú lo prometiste!!”), no sólo yo no hubiera obtenido esta
vida, sino que también hubiera continuado experimentando dolor tras
dolor y más dolor! Erin continúa viendo este tipo de dolor en los
testimonios de alabanza y hasta yo he leído mucho dolor en otras cosas
que han sido escritas por algunas de las líderes de RMI -dolor que es
aceptable y visto como algo normal cuando simplemente no es Su plan!
Y he hablado con Erin sobre esto porque sé que también le entristece.

Una vez que todas las cuerdas del corazón son cortadas (una por cada
necesidad en este mundo: física, material y emocional), y la promesa ha
sido depositada en el altar (cada una de ellas), en ese momento
comenzarás a experimentar que “ya no hay más lágrimas ni más
tristeza.” Déjame darte un ejemplo.

Cuando escuché que mi ex esposo había establecido una fecha de


bodas, no me dolió, ni siquiera un poco. En cambio, sinceramente me
regocijé, sabiendo que mi futuro con mi precioso Esposo estaba más
asegurado que nunca!! Cuando escuché que todos mis hijos no sólo
asistirían a la boda de su padre, sino que en realidad serían parte de su
boda con la OM, esto también fue causa de alegría porque pude ver que
ellos seguían mi ejemplo al confiar en Dios en las áreas que muchos
niños (y adultos) encuentran imposibles. “No tengo mayor gozo que éste:
oír que mis hijos andan en la verdad” (3 Juan 1:4).

Querida lectora, rendirse significa estar libres de preocupaciones, dolor,


confusión y de soledad. Es un lugar de descanso mientras observas
milagros ocurrir ante tus propios ojos. Te hace libre para que puedas
pasar más tiempo y disfrutar de una mayor intimidad con el Señor, que
es lo que Él desea de nosotras! Él anhela pasar tiempo con nosotras, no
para discutir nuestras necesidades o problemas, así como ese tipo de
conversaciones nunca tomarían el lugar de la intimidad entre un esposo y
su esposa!
Sin rendirnos verdaderamente, sin embargo, nunca experimentarás gozo
verdadero y la libertad que el Señor murió para darte! Qué tragedia!! Es
igual de angustioso como aquellos que nunca aceptan Su sacrificio para
liberarlos del infierno y de la condenación eterna. Pero puede ser aún
más angustioso para nuestro precioso Salvador que está de rodillas
pidiéndote que seas Su novia. Cuánto anhela por cada uno de nuestros
corazones; pero tu corazón (tus pensamientos, de lo que hablas, lo que
sueñas, y lo que escribes) es sólo acerca de tu esposo o novio terrenal.
En verdad puedes compararlos a ambos? Es la persona a la que puedes
ver, tan necesaria, cuando hay Alguien que no se puede ver pero que es
Quien puede más que cumplir todos los sueños que has tenido dentro de
toda tu existencia -y hasta aquellos que están más alto de lo que alguna
vez has soñado?

“Desde la antigüedad no habían escuchado ni puesto atención, ni el ojo


había visto a un Dios fuera de Ti que obrara a favor del que esperaba en
Él” (Isaías 64:4).

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todo mucho más


abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que
obra en nosotros” (Efesios 3:20).

Hace sólo dos noches, hablé con el Señor en cuanto a continuar


ayudando a RMI como lo he estado haciendo después de haber leído
algunos testimonios de alabanza y columnas que han sido enviadas,
pero que aún no han sido publicadas en la página de internet. Es claro
que muchos de los miembros de RMI todavía desean un matrimonio
restaurado más que cualquier otra cosa (y las mujeres jóvenes anhelan
un esposo terrenal, no un Esposo celestial). Parece que este tema me
grita en cada columna y en cada testimonio de alabanza. Y si es así,
quién soy yo para ayudar en liderazgo cuando yo misma honestamente
no deseo la restauración? Sí, esa declaración es verdad. He sido
completamente restaurada a mi Esposo después de haber esperado por
Él toda una vida, y ahora veo que Él es mucho más de lo que podría
haber imaginado que un Esposo podría ser! Entonces por qué voy a
querer conformarme con otro?

Entonces cada vez que me comunico con un miembro de RMI, quien


exuda entusiasmo con su voz y sueña con los ojos abiertos, y ella me
pregunta si creo que mi matrimonio será restaurado nuevamente, esto
hiere mi corazón. Lo que quiero preguntar es, si Dios nos da los deseos
de nuestro corazón y tu corazón desea que Dios restaure mi matrimonio,
qué pasa con mi corazón y mis anhelos? Mi corazón le pertenece a mi
Esposo Celestial, a mi Amado! “Así que quién soy yo Señor” yo pregunto,
“para continuar ayudando a Erin y siendo una líder sobre este cuerpo de
creyentes (quienes desean un matrimonio restaurado o capturar un
esposo Cristiano)?”

Es entonces cuando el Señor me recuerda de este versículo, el cual he


leído casi todos los días por casi diez años. Fue hace sólo un par de
meses cuando finalmente entendí lo que significa:

“Si apartas lo precioso de lo vil, serás Mi portavoz...” (Jeremías 15:19).


“Lo precioso,” a lo que se refiere este versículo, amada, es el Señor -lo
que quiere decir que todo lo demás es vil! Eso significa que tu
restauración matrimonial (o el encontrar un esposo Cristiano), el dinero,
tu reputación, tus hijos, tu puesto de trabajo, tu carrera, etc. Todo aparte
de Él no vale nada.

Para aquellas de ustedes quienes están enojadas o decepcionadas de


mí, o que hasta creen que dejo mucho que desear como líder y que no
estoy calificada para ayudar a Erin, recuerden que fue Jesús El que dijo:
“El que ama al padre o a la madre más que a Mí, no es digno de Mí; y el
que ama al hijo o a la hija más que a Mí, no es digno de Mí” (Mateo
10:37).

El Señor me dijo que cuando yo, también, compartí esa misma “pasión” y
“obsesión” por la restauración matrimonial que veo dentro del ministerio
de RMI, fue en ese entonces cuando yo no estaba en condiciones de ser
Su portavoz. Pero ahora que finalmente he visto la luz, justo como Erin la
ha visto también, sabiendo Quién es Él realmente y lo que Él quiere ser
dentro de mi vida (y en la tuya), finalmente me convertí en Su portavoz y
fue entonces cuando comencé a viajar por todo el mundo!

Sí, estas son palabras que a la gente les parecen difícil de aceptar, pero
estoy preparada para ver a muchas alejarse de RMI, juzgando a Erin y
huyendo de mí. “Jesús mirándolo, lo amó y le dijo: ‘Una cosa te falta: ve y
vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo;
entonces vienes y me sigues.” Pero él, afligido por estas palabras, se fue
triste, porque era dueño de muchos bienes” (Marcos 10:21-22).
Mejor que las riquezas de este mundo, Mejor que el sonido de las voces
de mis amigos, Mejor que los sueños más grandes de mi corazón, Y eso
sólo es el comienzo!

Mejor que obtener lo que creo necesitar, Mejor que vivir la vida que yo
quiero, Mejor que el amor que alguien puede dar- Así es Tu amor!

Tú ahora me sostienes en Tus brazos y no me dejas ir...

No puedo dejar de enamorarme de Ti! Nunca dejaré de enamorarme de


Tí!!

No puedo dejar de enamorarme de Ti! Nunca dejaré de enamorarme de


Tí!!

CAPITULO 12

Oh Señor, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de


Tu favor.

—Salmos 5:12

Pareciera que al menos una vez al día me encuentro intentando


encontrar seguridad: para protegerme a mí misma, ya sea emocional,
física, financieramente o en cualquier otra manera.

Intentar encontrar protección también se extiende a querer proteger a mis


hijos. ¿Cuál madre no intenta proteger a sus hijos? Sin embargo, yo he
observado que, cuando me encuentro acorralada, mi protección (para mí
y para mis hijos) no es ninguna protección en realidad.

Si has vivido una situación de maltrato, entonces sabes qué tan


enredada está tu vida con planes para encontrar seguridad y protección.
Ya sea que el maltrato sea verbal, emocional, físico o sexual, tú intentas
a como dé lugar de detener lo que sea y a quien sea que viene contra ti
(y/o en contra de tus hijos).
No fue sino hasta que alguien me confrontó en cuando a mis creencias
sobre el maltrato, y hablo del peor tipo de maltrato para una madre
(cuando un padre abusa de su propio hijo), que escuché lo que el Señor
hablaba a través de mí cuando la luz de la sabiduría se encendió! Yo
dije: “Una madre no puede proteger a su propio hijo; no cuando se trata
de su esposo (en cualquier área de la vida del niño) ya que ella no puede
siempre estar junto a ellos —solamente Dios puede protegerlos! Cuando
intentamos tomar la posición protectora de Dios, es entonces cuando
dejamos expuesto al niño a los ataques que el Señor pudo haber
prevenido si se lo hubiéramos dejado a Él.”

Esta revelación que el Señor me dió me hizo detenerme y ver hacia atrás
en mi propia vida donde pude ver claramente que, cuando yo finalmente
dejé de intentar protegerme a mí misma, el Señor tomó el control y
encontré la seguridad y la protección que me habían faltado!

Recordar lo que Él había hecho por mí incrementó mi nivel de confianza


en Él, al punto en que fui capaz de usar esa misma confianza con mis
hijos unos años después. La primera vez fue cuando mi esposo les
anunció a mis hijos que se iba a divorciar de mí, y después cuando él les
presentó a la otra mujer por la que me había dejado. No hay nada que tú
ni yo podamos hacer para detener este tipo de exposición que, de tener
la opción, no permitiríamos que nuestros hijos sufrieran. A decir verdad,
si tú estás en mi posición y tienes en tus manos papeles de divorcio que
dictan que tu esposo posee todos los derechos de la ley, entonces
necesitas recordar que aún sin un documento escrito, Dios les dio esos
hijos a ambos padres (a tí y a su padre). Entonces ¿qué ocurre cuando
las cosas no salen conforme a lo planeado y el miedo comienza a surgir?

Muchas mujeres hoy en día escapan: a veces por el “bien de los niños” y
otras veces lo hacen por su propia seguridad. Pero honestamente, quién
de nosotras quiere ser una fugitiva, escapar de su hogar, lejos de sus
amigos y familia, y vivir huyendo, con temor a ser encontrada por quien
estamos escapando? Las mujeres huyen porque sienten que es su única
opción, pero en realidad la es? ¿Podemos verdaderamente confiar en
Dios para que nos proteja si colocamos nuestra confianza en Él? Y a
veces, la pregunta más difícil es: ¿Puede Dios realmente proteger a
nuestra amiga, hermana o a nuestros hijos —o alguien a quien amamos
cuando ponemos nuestra confianza solamente en Él?
Por las Escrituras sabemos que David se involucró en el mal hábito de
huir. Aunque él había visto al Señor ayudarlo a matar a Goliat, él huyó
del Rey Saúl y luego, años después, huyó de su propio hijo. Muchas de
nosotras también lo hemos hecho. Huimos, y aún así hay otras personas
que eligen resistir y pelear. Personalmente, yo creo que ninguna de las
dos opciones nos protegen como mujeres. Las mujeres anhelan y
necesitan ser protegidas. Entonces, una vez más, ¿podemos
verdaderamente confiar en el Señor para protegernos?

Muchas de nosotras hemos confiado en Él con nuestro destino eterno,


cuando lo aceptamos como nuestro Salvador, pero puede Él realmente
salvarnos ahora mismo de lo que se levanta contra nosotras, o lo que se
levanta contra aquellos que amamos y quienes deseamos proteger? La
respuesta es Sí, por supuesto que Sí. Todo lo que debemos hacer es
caminar en fe, nuestra fe EN ÉL, para ver esa protección materializarse.

La protección, por fe, es igual que cualquier otra confianza: requiere que
la dejemos completamente en las manos de Dios. Cuando confiamos en
el Señor por nuestra salvación, Él es Quien lo hace, no nosotras “para
que nadie se gloríe” —simplemente lo aceptamos. No es algo que
podamos hacer —solamente aceptamos Su regalo y creemos que Él lo
ha hecho. Nosotras sencillamente caminamos en Su salvación y
confiamos en que somos salvas.

Cuando confiamos en el Señor con nuestras finanzas, Él es quien provee


“todas nuestras necesidades conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús.” Pero si nosotras tontamente intentamos ayudarlo, observamos
que pronto nuestras finanzas no son suficientes para pagar las cuentas.
Se necesita confianza. ¿Podemos confiar en Él?

Creo que para responder esa pregunta en esta nueva área de nuestras
vidas, ayuda si recordamos cómo Él nos ha protegido en otras áreas de
nuestra vida. Si nos tomamos el tiempo para contar nuestras
bendiciones, y las muchas maneras en que Él nos ha protegido en el
pasado, y si las contamos y las enumeramos una por una, esto ayuda a
incrementar nuestra fe. Esto es lo que yo he hecho, junto con recordar
las veces en que lo he intentado hacer yo misma, y he fallado totalmente.

Comencemos con las finanzas, ya que esta es un área muy grande para
algunas de ustedes quienes son madres solteras. Cuando me enfrentaba
a este dilema, con tantos hijos viviendo en casa y sin recibir
manutención; primeramente, Dios apiló las probabilidades contra mi al
traer a mi sobrina a vivir con nosotros, y después a mi hermana menor.
Saben algo, no deberíamos de sorprendernos o escandalizadas ni
consternadas cuando las cosas se acumulan, ya que esto es un patrón
para Dios. Es Su manera de demostrarnos lo increíble que es Su poder!!

Es entonces cuando Él entra y comienza a hacer lo imposible. Pero


primero tiene que verse imposible. Contar y enumerar las veces que Él
me ha protegido: cuando mis finanzas fueron espantosamente atacadas,
yo no perdí mi hogar, ni decayó el estándar de vida de mi familia -sino
que mejoró!! No fue sino hasta que yo comencé a manejar mejor
nuestras finanzas, y comencé a intentar controlar la situación, que
comencé a tener miedo y nuestras finanzas lentamente comenzaron a
disminuir. Después la situación tomó una mejor dirección cuando tomé la
decisión de no verificar nada o intentar manejarlo (algo que fue difícil de
hacer) y descubrí que mis cuentas bancarias estaban nuevamente llenas
y rebosantes. ¿Puede Dios protegernos financieramente cuando
confiamos en Él (y le obedecemos)? La respuesta, si se lo entregas por
completo a Él, es “Sí.”

Obedece

Ya sabes que la obediencia juega una gran parte en nuestra protección.


A la larga, estamos siendo “destruidas por falta de conocimiento.” Si
violamos un principio Bíblico (osea, una ley espiritual; como la ley de
gravedad) una y otra vez, entonces erróneamente creemos que Dios no
está protegiéndonos, cuando en realidad somos nosotras quienes nos
hemos expuesto al peligro.

Por ejemplo, ya que estamos discutiendo finanzas, cuando somos


ignorantes al mandamiento de que debemos diezmar y si no lo hacemos
entonces le estamos robando a Dios, pronto nos encontramos en un lío
financiero. Para nosotras las que hemos conocido la bendición y la
promesa del diezmo, y hemos obedecido (no importando si parecía que
no podíamos pagarlo), y simplemente hemos confiado en Dios -hemos
descubierto que Él es fiel y lleno de favor mientras nos rodea con los
deseos de nuestro corazón, y no solamente suple nuestras necesidades!!
Yo personalmente he descubierto (como tantas otras me han
mencionado) que mientras más confío en Dios y doy (no de mi
abundancia, sino cuando parece que no hay suficiente) veo que las
ventanas del cielo se abren, y lluvias de bendicion han caído sobre mí!
No importa cuánto he confiado en el Señor con mis finanzas, esa
confianza no hubiera resultado en abundancia si yo no hubiera
primeramente sabido que he sido ordenada a diezmar y a dar (aún
cuando físicamente no tenía lo suficiente), y luego haber tomado un paso
de fe para lograrlo. No importa cuánto creas que el Señor puede salvarte,
no es sino hasta que te rindes ante Él, que eres transformada en nueva
creatura. Lo mismo ocurre con tu protección.

Por último, había llegado a un lugar donde sabía que no podía lograrlo: el
protegerme a mí misma ni a mis hijos. Creo que cuando confiamos en el
Señor (con nuestros hijos y nosotras mismas) Él no siempre nos “libra”
de la prueba o de la crisis. Dios no promete remover el mal que viene
contra nosotras, pero Él sí promete usarlo para nuestro bien mientras
caminemos a través de él.

La mayoría del tiempo, Él nos llama a pasar a través del fuego, a pasar la
noche dentro del foso de los leones, y a caminar a través del Mar Rojo.
Aunque quisiéramos escoger evitar estas situaciones, estas son las que
a la larga nos convierten en nuevas criaturas que demuestran lo
diferentes que somos, y cuánto hemos cambiado. Pasar por el divorcio
(la segunda o tercera vez para mis hijos mayores) es lo que hizo a mis
hijos diferentes del resto de los demás. Es lo que les ha dado el evidente
carácter piadoso (es así como ellos son en el fondo, a puerta cerrada, y
es así como reaccionan al ser acorralados). Este carácter piadoso es lo
que quiero para mis hijos; por lo tanto, yo dejo ir y rindo el control que
tengo sobre sus vidas, y entrego TODA mi confianza en el Único en
Quien podemos confiar -mi Amado!

¿Cómo puedo creer tontamente en que yo podría hacer un mejor


trabajo protegiendo a mis hijos, que lo que puede hacer el Señor?

Recientemente, me sentí obligada a proteger a mi hermana con


necesidades especiales, quien fue amenazada con ser colocada en un
hospital mental por la directora de su apartamento de asistencia médica.
Ocurrió a la mitad de una de nuestras conferencias de mujeres, y
simplemente no tuve tiempo para el juicio! Mientras conducía hacia el
aeropuerto, hablé con el Señor sobre ello, después de intentar proteger a
mi hermana sin ningún éxito. Fue entonces cuando mi Amado me
recordó de cómo, cuando se dio la oportunidad (ya que le había
entregado mi protección a Él en lugar de protegerme a mí misma), ÉL me
había protegido, y que Él haría lo mismo por mi hermana. Caminé en fe y
no intenté proteger su reputación o evitar el examen que hubiera podido
enviarla a un hospital mental (si Dios no hubiera estado en control).

Si no puedo confiar en Dios, entonces en quién? Todo lo que sé es que


Él es fiel, y lo que es mejor es la paz que viene cuando dejamos ir y le
rendimos todo a Él. ¿Cómo podemos en verdad elegir preocuparnos y/o
trazar un plan, cuando sabemos que no somos capaces de lograrlo,
cuando sabemos que simplemente podríamos entregárselo a Él y no
escoger hacerlo nosotras mismas?

A muchas les encanta contarme sobre alguna situación que resultó en


tragedia cuando una persona “supuestamente” confió en Dios. Sin
embargo, cuando les hago preguntas, ellas admiten que la persona de
quien están hablando casi siempre retomaba el control e intentaba
protegerse ella misma -eso hacemos todos o no? Creo que es por eso
que usualmente la situación de otra persona nos causa sentirnos
inseguras al confiar en Dios, y esto también provoca confusión. Nadie en
realidad sabe lo que sucede en la vida de otra persona, aunque esa
persona sea nuestro familiar o nuestros propios hijos.

No cometas el error de ver lo que crees haber visto en la vida de alguien


más o lo que has escuchado. Nadie más que Dios conoce la condición
de su corazón y toda la situación. Aquellos que toman su decisión de fe
basados en un testimonio de segunda mano están en peligro de cometer
un grave error, que resulta en perder bendiciones y ser vulnerables a
dificultades innecesarias.

Una vez que dejé de intentar cuidar mi reputación, fue cuando mi


reputación dio un salto a la prominencia en lugar de lo que debió haber
pasado, considerando la situación. Cuando dejé de intentar proteger mis
emociones, sentí el amor del Señor rodeando mi corazón aún cuando
muchas cosas se levantaban contra mí: el divorcio, otra mujer, y mis hijos
participando en la boda de mi ex esposo. En el mundo real, esto hubiera
devastado a una esposa y madre como yo. Sin embargo, porque yo
confié en el Señor (y solamente porque confié en Él para proteger mi
corazón), ahora estoy prosperando y nunca me había sentido tan amada!

El Señor ha estado trabajando en esta área de mi vida por varios años.


Probablemente fue hace dos años cuando mi vida tomó un giro y
finalmente me rehusé a protegerme a mí misma de cualquier tipo de
maltrato que ocurre cuando un esposo no está de buen humor. Un
esposo infeliz casi siempre cree que es la culpa de su esposa y se
desquita con ella. (Lo mismo ocurre cuando una esposa infeliz culpa a su
esposo). Muchas mujeres con un corazón amable y puro intentan
desesperadamente complacer a sus esposos, pero el problema casi
nunca está en ellas.

Cambiarme a mí misma (al seguir los principios con un corazón puro) y


protegiéndome a mí misma (sin importar qué método empleara) nunca
funcionó. No fue sino hasta que me rendí y se lo entregué a Dios que Él
tuvo lugar para protegerme, y luego Él me libró. Sin embargo, yo sé que
si yo hubiera huido o continuado tratando por mi cuenta, yo todavía
tendría miedo y me encontraría buscando protección y seguridad en
vano. La bendición de caminar a través de la prueba es que ahora sé que
Dios es un Dios protector -entonces puedo confiarle a mis hijos. Aleluya!!

Querida lectora, no importa que tan GRANDE sea tu prueba, o tu


perpetrador, o el ataque del enemigo, Dios es MÁS GRANDE. Él no está
desconcertado o atemorizado ni consternado acerca de esa situación o
por esa persona que te ataca. Él es capaz de crear algo bueno de la
situación y en cada ocasión mientras tú le rindas todo a Él y confíes en Él
para tu protección (para tí misma y la de aquellos a quienes amas).

Cada fuego refina y purifica. Cada león cierra su hocico. Y cada área, sin
importar qué tan grande sea, puede ser calmada o dividida con tan sólo
una palabra de Dios.

Epílogo del Capítulo

Desde que escribí esto, Dios se ha movido a favor de mi hermana —


alabemosle!

En primer lugar, ambas nos rendimos (incluyendo a mi hermana quien


tiene la fe y la mente de una niña) y confiamos en que la directora (quien
estaba intentando internarla) estableciera una cita, la cual poseía el
potencial de internarla en un hospital mental. Yo no oré ni ayuné (no
porque no crea en el poder de la oración y el ayuno, sino porque no fui
“llamada” a ayunar —yo simplemente confié en Dios), y ¿cuál fue el
resultado? El doctor dijo que él no creía que ella necesitara un examen
mental!!
Por si eso fuera poco, el día de hoy, mi hermana me dijo que la directora,
quien tan desesperadamente intentó internarla, se va a IR. Así nada
más!!! Ella pidió que la transfirieran. GUAO

¿Se puede confiar en Dios? ABSOLUTAMENTE!!

CAPITULO 13

Si ustedes Me aman, obedecerán Mis mandamientos.

—Juan 14:15

Creyendo que este sería el último capítulo del libro, busqué al Señor para
encontrar el principio más importante para concluir: Un principio que ha
cambiado mi vida, y que yo espero, también cambiará tu vida.

Lo que el Señor me dijo me tomó por sorpresa. En los días desde que Él
me dijo que este capítulo debía ser sobre las bendiciones de la
obediencia (la sumisión y todo eso), Él me ha revelado mucho más que
espero poder compartir contigo en este capítulo. Creo que esta
revelación podría literalmente cambiar el curso de tu vida, si es que lo
atesoras en tu corazón y buscas obedecerlo, cueste lo que cueste.

Necesitamos leer nuevamente el versículo inicial: “Si ustedes Me aman,


obedecerán Mis mandamientos” (Juan 14:15).

Para mí, el amor es la clave. Si amamos al Señor, se lo demostraremos


(y a quienes están observando) por cuán determinadas estamos a
obedecerlo. Ahora detente y piensa en esto por un momento.

Ahora bien, si nuestra obediencia demuestra nuestro amor por Él,


nuestra falta de obediencia, nuestra desobediencia, le demuestra a Él (y
a los demás) todo lo contrario. Esto quiere decir que la desobediencia
dice que nosotras NO amamos al Señor. ¿Ya lo entiendes?

Si establecemos bien este principio para poder construir sobre él, la


Biblia nos dice claramente que debemos someternos a las autoridades
que están por encima de nosotras. Si estamos casadas, debemos
someternos a nuestros esposos. Si no estamos casadas (y vivimos en
casa de nuestros padres), debemos someternos a nuestros padres. Si
tenemos padres que todavía están vivos, debemos honrarlos. Si tenemos
un jefe, debemos someternos y ser obedientes a él o ella. Si estamos
estudiando, nuestra obediencia es hacia nuestros maestros, el director,
etc. Todas nosotras vivimos en un país donde hay leyes: de tránsito,
leyes públicas, de estado, locales; y la lista de las autoridades sobre
nosotras es interminable.

El Señor nos indica que para ser bendecidas DEBEMOS ser obedientes
a cada una de estas autoridades, ya sea que estemos de acuerdo o no
con ellas, ya sea que estas autoridades no sean buenas o amables, o
aún si son crueles. Si todavía no estás convencida, leamos estos dos
versículos detenidamente:

“Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan. Porque no hay


autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.

Por tanto, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha


puesto; y los que se han opuesto, recibirán condenación sobre sí
mismos.

Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena


conducta, sino para el que hace el mal. Deseas, pues, no temer a la
autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella...” (Romanos 13:1-3).

“Siervos, estén sujetos a sus amos con todo respeto, no sólo a los que
son buenos y afables, sino también a los que son insoportables. Porque
esto halla gracia, si por la causa de la conciencia ante Dios, alguien
sobrelleva penalidades sufriendo injustamente. Pues qué mérito hay, si
cuando ustedes pecan y son tratados con severidad lo soportan con
paciencia? Pero si cuando hacen lo bueno sufren por ello y lo soportan
con paciencia, esto halla gracia con Dios” (1 Pedro 2:18-20).

Saben, cuando leí este último versículo, entendí POR QUÉ he sido tan
determinada y tan cuidadosa de ser obediente en cada momento de mi
vida. Favor. La sumisión halla favor ante Dios. Yo no sé tú, pero lo que
yo quiero en mi vida es estar rodeada del favor de Dios. Es así como
vivimos la vida abundante -el cielo en la tierra.
Como mencioné en el último párrafo, hay algo que yo realmente quiero
enfatizar en este capítulo y esa es la razón por la cual dije que soy muy
“cuidadosa” de ser obediente en cada momento de mi vida. En este
momento, me encuentro volando a casa, mi vuelo número 17 (y falta uno
más) luego de hacer una gira por Asia, y el lejano Oriente, como se le
conoce. Como he viajado por un largo tiempo, he escuchado y visto las
instrucciones de seguridad en los aviones, que creo que puedo hacer la
demostración yo misma! Sin embargo, todavía pongo atención y escucho
ya que quiero ser obediente a la autoridad de la aerolínea, el capitán y a
la asistente de vuelo. Puedes pensar que esto es una estupidez y que
estoy llevando este principio demasiado lejos. Pero si elijo ignorar este
nivel de autoridad, qué tan lejos lo voy a expandir -hasta ignorarlo tanto
que me aleje del límite del favor de Dios? No estoy segura de qué tan
grandes son los límites del favor de Dios; por lo tanto, soy muy cuidadosa
en cada nivel ya que no quiero arriesgarme a salirme de él.

En todos los capítulos que he escrito en este libro (y del otro libro que he
tenido el placer de escribir y vivir), el Señor ha traído situaciones en mi
vida como ejemplos de los principios que Él me enseña, para que yo
pueda enseñartelos a tí. Aunque tenemos mujeres muy poderosas en el
ministerio y en liderazgo, recientemente el Señor ha llamado mi atención
al hecho de que muchas de ellas no caminan en obediencia, y esto se
expande en cada área de sus vidas. La verdad es que si tú estás bajo la
autoridad de alguien y tu usurpas esa autoridad al hacer lo que tú quieres
hacer en vez de lo que la persona o autoridad te pide que hagas, estás
en rebeldía.

“Porque la rebelión es como el pecado de adivinación, y la


desobediencia, como la iniquidad e idolatría. Por cuanto tú has
desechado la palabra del Señor, Él también te ha desechado para que
no seas rey” (1 Samuel 15:23).

Vivir en rebelión es vivir en peligro, y no quiero ser parte de eso. De


hecho, ni siquiera me quiero asociar con eso. En este viaje tan largo,
terminé incluso separandome de una miembro de mi ministerio de
mujeres quien había estado viajando conmigo, porque ella estaba en
continua insubordinación. La insubordinación no es lo mismo que la
rebelión, aunque por años yo había pensado que lo era.

La insubordinación es cuando tomamos la autoridad que le pertenece a


alguien que está por encima de nosotras. Puede ser, y muchas veces lo
está en el matrimonio -cuando una mujer toma el control en su
matrimonio y domina sobre su esposo. En los hogares de hoy, los niños
son insubordinados desde que son bebés. Son los niños quienes están a
cargo mientras los padres se someten a sus caprichos y demandas. Qué
tragedia!

“Oh pueblo Mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres lo dominan.


Pueblo Mío!” (Isaías 3:12).

“La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido


avergüenza a su madre” (Proverbios 29:15).

Al tomar la autoridad de quien en verdad debería tenerla (recuerden que


toda autoridad está establecida por Dios?), entonces estamos en
idolatría. ¿Quién es nuestro ídolo? Nosotras mismas. Nos colocamos en
posición de ser alabadas. Que no se nos olvide que este es el primer
pecado, el pecado que creó el mundo de los demonios que pelean contra
nosotras diariamente. Lucifer deseaba ser igual a Dios, y así, el pecado
fue establecido. Las cosas no han sido las mismas desde ese tiempo. La
insubordinación, la cual es idolatría, es algo de lo que debemos huir y
evitar a cualquier costo.

Aunque yo necesitaría todo un capítulo, o probablemente un libro, para


en verdad tratar con el principio de insubordinación y su contraparte de
honrar a los padres, permíteme decir que en los Estados Unidos,
estamos muy lejos en cuando a lidiar con padres ancianos. Los hijos
adultos hoy en día tratan a sus padres con muy poco honor y respeto,
que realmente me entristece y literalmente me enferma. Te diré que yo
pagué un precio muy alto por continuar honrando a mis padres antes de
que fallecieran, un alto precio. (Pero eso necesita estar en otro libro ya
que aún no estoy preparada para tratar con ese dolor.) Pero lo haría otra
vez sin pensarlo si tuviera que pasar por ello de nuevo. Si tienes padres
mayores, te advierto que seas muy cuidadosa en cómo hablas con ellos,
en cómo hablas sobre ellos, y de la manera en que los tratas.

“Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te ha mandado,


para que tus días sean prolongados y te vaya bien en la tierra que el
Señor tu Dios te da” (Deuteronomio 5:16).
“Porque Dios dijo: ‘HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE,’ y: ‘QUIEN
HABLE MAL DE SU PADRE O DE SU MADRE, QUE MUERA’” (Mateo
15:4).

Y déjame decir que no hay excusa para tratar a tus padres como si
fueran tus hijos; ni siquiera si estuvieran enfermos de demencia (como
Alzheimer). Todavía puedes honrar lo que sabes que ellos quisieran,
justo como las mujeres comienzan a someterse a sus esposos cuando
ellos no están. Honralos al tomar decisiones por ellos ya que tú sabes lo
que ellos desearían si pudieran expresarlo. Y no hagas excusas de que
es por su bien cuando es sólo una excusa tras la cual esconderse,
porque Dios ve tu corazón.

La sabiduría y el entendimiento del que te hablo vino al pasar por él


cuando lo hice todo mal, y luego encontrando el camino hacia lo correcto
cuando busqué al Señor. Cuando mi padre fue hospitalizado, le dijeron
que él requería un marcapasos. Pero él muy gentilmente, les dijo a los
doctores (y a su familia) que él había vivido una vida muy larga y que no
quería un marcapasos. Desafortunadamente, yo tenía su “poder legal,” y
con ese poder, me convertí en el blanco de mis hermanos (soy una de
once hermanos) para ser presionada a tomar una decisión en contra de
los deseos de mi padre “ya que él claramente no podía decidir por sí
mismo” y todos estuvieron de acuerdo, pero esto fue mucho antes de que
la demencia lo afectara. Lamentablemente, firmé los documentos por él
para obtener el marcapasos.

Por el siguiente par de años, vi a mi padre morir lentamente al punto en


que él pasó los últimos nueves meses de su vida postrado en cama. Mis
hermanos no presenciaron su sufrimiento ya que ellos vivían en
diferentes estados y algunos hasta en otros países. Entonces, debido a
lo que había hecho, tuve que ver a mi héroe (quien alguna vez fue un
artista famoso y talentoso) ser incapaz de escribir su nombre o
alimentarse solo. Hasta la fecha, esto ha sido el mayor error de mi vida;
el haber firmado los documentos para el marcapasos y haber
deshonrado a mi padre. Pagué un alto precio por mi insubordinación.

Pero como sabemos, Dios es un Dios de segundas oportunidades. Luego


de cinco años, tuve la oportunidad de ser redimida y aprender la difícil
lección sobre honrar a un padre, sin importar el costo. Primero, tuve que
pedirle perdón a mi madre por haber deshonrado a mi padre. Ella
también tuvo que sufrir y cuidar de él, cuidando de él mientras moría
lenta y terriblemente; con una humillación terrible. Aunque Dios empleó
ese tiempo para bien (Romanos 8:28) ya que mi madre ayudó como una
de las editoras del libro Una Mujer Sabia, trabajando junto a mí cuando
Erin lo revisó. Y aunque decía que esos principios eran para otras
mujeres, y no para ella, Dios la transformó. Entonces Él le concedió otra
oportunidad de ser la esposa que yo sé que ella probablemente siempre
quiso ser para mi padre. Ella pudo obtener lo que las langostas se habían
comido. Dios es asombroso. Gracias Erin.

Déjame continuar compartiendo mi segunda oportunidad. Vino en el año


2000, cinco años después de que mi padre falleciera. Mi madre se
debilitó y enfermó mucho pero no quiso ir con el médico. Ella siempre
había sido así. De hecho, luego que mi padre murió, mientras me hacía
cargo de los documentos del seguro, la aseguradora preguntó si mi
madre había fallecido. Les dije que ella no había fallecido; que seguía
con vida. Pero la razón por la que ellos creían que había muerto fue que
en su expediente del seguro, aparecía que la última vez que ella había
consultado a un médico había sido en 1956, el día en que mi hermana
más pequeña nació -treinta y nueve años sin consultar un doctor.

Entonces cuando mi madre enfermó, al igual que antes, comencé a


recibir mucha presión de mis hermanos, quienes insistían en que yo
llevara a mi madre al médico -pero yo me rehusé. En tan sólo unas
semanas, mi madre comenzó a hablarme de “cuando yo muera...” Ella
me dijo, honestamente y con mucha calma, que Jesús la podría sanar o
ella iría al cielo. Nada de médicos.

Sin importar el precio, estaba determinada a honrar a mi madre y a


obedecer. Sólo un par de semanas después, mientras limpiaba su cuarto,
mi madre falleció en su cama, sin ningún médico. Me paré allí,
escuchando, pero ella no respiró de nuevo. Tranquilamente, llamé a la
funeraria. (Mi madre y yo habíamos hecho arreglos juntas, cuando
hicimos los arreglos para mi padre). Me dijeron que ya que ella había
fallecido en casa, yo tenía que llamar a los paramédicos para confirmar
su muerte. Cuando llegaron, la policía también se presentó, y dentro de
algunos minutos, tuve a cinco oficiales diferentes haciéndome preguntas.
El último de ellos me preguntó: “¿Tiene idea de lo que está pasando?” yo
dije que “No”, entonces él tranquilamente me informó que estaba siendo
acusada por la muerte de mi madre. Ya que yo no había buscado ayuda
médica, y estuve junto a ella al momento de su muerte, y no llamé al 911
cuando me di cuenta que estaba muriendo, estaba siendo acusada de
tomar su vida.

Como dije antes, esto debería ser otro libro, pero como probablemente
han adivinado, los cargos fueron eventualmente retirados, después de
muchas investigaciones. Pero a los cargos criminales le siguieron los
cargos de Servicios Familiares de “abuso, descuido y explotación de un
adulto mayor.” Estos cargos también fueron retirados, muchos meses
después, y después de largas investigaciones. Esto me impidió asistir al
funeral de mi madre y me hizo requerir permiso especial por parte del
estado para que se me permitiera mudarme a otro estado con mi familia.

No necesito decir que, fue una pesadilla que muy pocos enfrentarán
alguna vez. Yo pagué un alto precio para honrar y obedecer los deseos
de mi madre, pero como ya mencioné, si lo tuviera que hacer todo de
nuevo, lo haría con gusto.

Una cosa que tengo por segura es que he honrado a mis padres como su
hija. Por lo tanto, estoy segura de que mis hijos me van a honrar a mí y
es algo que ya he observado. A lo largo de mi vida de casada, fui testigo
de la deshonra de mi ex esposo hacia sus padres. Sin comprender
realmente las graves consecuencias de esto, él y su hermano son
conocidos por intentar decir, en especial a su madre, qué hacer y qué no
hacer. Hubo muchos altercados. Yo nunca estuve en posición de poder
hablar con mi ex esposo sobre ello cuando estábamos casados (ya que
esto hubiera sido la misma insubordinación de la que he estado
hablando). Sin embargo, después del divorcio, pude hablar con él
brevemente sobre mi inquietud.

Actualmente, mi ex esposo está viviendo con su madre. Aunque ya no


hablamos mucho ahora (porque él está comprometido; somos cordiales
pero ya no somos amigos como antes), él me comentó de lo horrible que
se siente cuando ella lo trata como a un niño. Cómo ella le reclamaba por
cualquier cosa, en especial cuando él bebe. Pensé dentro de mí, que tal
vez Dios le estaba dando una segunda oportunidad para arreglar las
cosas con su madre. No sé si él sabe esto, o si él va a tomar la
oportunidad para honrar a su madre, pero las consecuencias pueden ser
más de las que él cree. Y aunque mis hijos son muy, muy respetuosos
hacia toda autoridad, me sorprendió muchísimo al ver que mis hijos
nunca me han motivado a buscar la restauración con su padre. De
hecho, están en contra de ello. Cuando él se mudó a otro estado, y
cuando luego planeó regresar al área donde vivimos “si conseguía el
dinero” para hacerlo, fueron mis hijos quienes no quisieron que yo le
diera ese dinero. La insubordinación es pecado, y la Biblia es clara, lo
que sembramos, eso también cosecharemos. Como dije antes, esta no
es la forma de ser de mis hijos. Ellos nunca han sido irrespetuosos con
su padre, nunca han hablado en contra de él, o se han rehusado a hablar
con él. Todo lo que puedo decir es que este versículo también es verdad:

“No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el


hombre siembre, eso también segará.” (Gálatas 6:7).

Ya que hemos cubierto lo que es la insubordinación, ¿qué significa


exactamente ser obediente? A veces, necesitamos ver lo que es ser
desobediente para comprender completamente lo que es la obediencia.
Aquí hay un ejemplo de desobediencia de una de nuestras miembros de
televisión que pude observar anoche. Fui invitada a pasar la noche en la
casa de esta persona (cuando ella escuchó que estaba viajando por esa
área), y quien curiosamente estaba separada de su esposo. Y entonces,
a última hora, el esposo de esta mujer le comentó que él no se sentía
cómodo conmigo pasando la noche en su casa. Sin embargo, esto iba a
crear un gran gasto para mí para poder hacer arreglos de última hora,
entonces ella me dijo que aún así, yo podía pasar la noche en su casa ya
que su esposo se había ido temprano en la mañana y que él no se iba a
enterar. Me sorprendí mucho, pero me di cuenta de que ella en realidad
no tenía idea de que lo que ella estaba haciendo era desobediencia o
rebeldía. Esta mujer ama al Señor pero no tiene idea de que estaba
cometiendo una equivocación.

Durante esta misma semana, una de las damas que trabaja para RMI
como voluntaria, tuvo un incidente tras otro de desobediencia, junto con
insubordinación cuando ella tomó una decisión sin haber consultado a
Erin (ya que Erin le había dado instrucciones, pero ella decidió hacer otra
cosa). Cuando vi lo que había pasado, tomé el tiempo e intenté explicar
cómo obedecer, en qué consiste la desobediencia, y en cómo la
insubordinación jugaba un papel dentro del esquema de las cosas que
podrían salir mal. En un correo electrónico, esta mujer comentó que ella
“no intentó ser rebelde,” a lo que el Señor me dijo “no tienes que intentar
ser rebelde, eso viene naturalmente; debes intentar ser obediente.”
Guao.
Yo creo que la raíz de la rebeldía, la desobediencia y hasta la
insubordinación, se remonta a nuestra relación con el Señor. ¿Cuántas
veces hemos sabido lo que debemos hacer pero hemos escogido hacer
lo contrario? ¿Cuántas veces hemos excusado, ignorado o hemos
razonado el por qué hicimos algo que alguien en autoridad nos dijo que
no hiciéramos o que nos había dicho qué hacer pero escogimos no
hacerlo?

Como mencioné anteriormente, me encuentro de regreso a casa luego


de muchos, muchos vuelos. Todavía detesto volar. Todavía detesto estar
lejos de mi familia. Pero aunque detesto volar (aunque al menos no tengo
miedo de volar como Erin ha dicho que ella siente), yo amo al Señor
mucho más y lo demuestro al obedecerle. Antes de llegar a casa, mi
iglesia ya me ha arreglado una gira extensa por África y Europa, y que
también puede incluir algún tiempo en Suramérica. Muchas de ustedes a
quienes les encanta viajar pueden envidiarme, pero aquellas que están
más cerca de mí pueden ver claramente que amo al Señor con todo mi
corazón, porque saben que detesto viajar y que soy una simple
hogareña. Siempre me he sentido más feliz en casa y muy contenta de
cuidar de mi hogar y de mi familia. Entonces si me dieran a escoger, me
quedaría en casa. Sin embargo, yo amo al Señor, y se ve a través de mi
obediencia hacia Él.

“Si ustedes Me aman...” (Juan 14:15).

¿Qué hay de tí? ¿A qué nivel de obediencia vives? Confía en mí, muchas
de ustedes, no tienen idea de que están viviendo en rebeldía,
desobediencia o insubordinación. Acabo de observar este fenómeno en
tres miembros de la iglesia, quienes yo sé que aman al Señor y están
apasionadas en su deseo de ganar una mayor intimidad con Él. Pero, si
estos pecados (rebeldía, desobediencia e insubordinación) están activos
en sus vidas, entonces una intimidad profunda con el Señor es
simplemente imposible. Esta no es mi opinión sino la de Dios. Y la única
manera en que puedes romper este círculo, que obstaculiza el camino
hacia una verdadera intimidad con Él, es primeramente admitir que eres
pecadora.

“Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros


mismos y no tenemos la verdad” (1 Juan 1:8).
En segundo lugar, pídele al Señor que te revele las áreas donde estás
viviendo en rebelión. Y Él lo hará.

Por último, comienza a cuidar tus hábitos de vida cotidianos para


procurar maneras de obedecer. Recuerda que no necesitamos intentar
desobedecer, necesitamos intentar obedecer. Entonces, cuando
comiences este viaje mejorado, te vas a sorprender de lo asombroso que
es caminar en la perfecta voluntad de Dios donde siempre estás rodeada
de favor y bendiciones. Uno de mis mayores beneficios es poder ver a
mis propios hijos “caminar en la verdad” como el fruto de mi obediencia; y
ahora puedo compartir los sentimientos de Juan: “No tengo mayor gozo
que este” (3 Juan 1:4).

CAPITULO 14

Una sola cosa le pido al Señor,

y esa buscaré:

Que habite yo en la casa del Señor

todos los días de mi vida,

Para contemplar la hermosura del Señor

Y para meditar en Su templo.

—Salmos 27:4

Al buscar al Señor para lo que debía escribir en este capítulo final,


habían muchos principios que pudiera haber compartido. Oh, que
apropiado concluir con lo que más importa en mi vida —Él y solamente
Él! Una sola cosa le pido al SEÑOR...

Debido a enfrentar muchos ataques de crisis en mi vida, muy a menudo a


lo largo del día me sorprende y a la vez me llena de asombro que en
lugar de sentir miedo o pánico o de planear un escape, yo siento una
pasión abrumadora por Él. Entonces yo inevitablemente le pido al Señor
que me ayude a explicar de alguna manera la bendición absoluta, el gozo
inigualable y el asombro increíble de conocerlo desde el momento en que
lo tomé como mi Esposo, ya que nadie parece comprenderlo realmente.
Pero eso era de esperarse, ya que yo, tampoco, tenía ninguna idea antes
de experimentarlo.

Muy a menudo, en especial últimamente, me detengo a meditar en cómo


solía pensar y sentirme respecto a las cosas. Por ejemplo, con la boda
de mi ex esposo a sólo unos días, recuerdo cómo solía envidiar a las
mujeres que tenían esposos piadosos. Saben que, era ese mismo tipo de
mujer que me veía a mí, ya que alguna vez tuve a un pastor por esposo;
antes de que él se fuera. Muchísimas mujeres que conozco, y antes de
que mi vida se volviera pública, me habían dicho que me veían desde su
lugar, con anhelo, mientras ellas se sentaban junto a un esposo que no
estaba interesado en asuntos espirituales o pertinentes al Señor. Las
apariencias, amada mía, son engañosas. Pero yo también hacía lo
mismo, entonces supongo que es por eso que conseguí lo que tanto
deseaba. Afortunadamente, Él es tan amoroso que Él nos trae a través
de los valles y todavía ve apropiado bendecirnos a pesar de todo.

Entonces, primero déjame decirte algo que ya sé que ya sabes -no te fíes
de lo que crees que ves. Muchas de aquellas mujeres a quienes envidias
están en peor estado que tú. Al igual que yo, ellas tienen esposo que
aparentan ser espirituales, que por fuera parecen ser gigantes
espirituales, y muchas mujeres nos envidian, a veces lo admiten
públicamente, cuando en verdad el hombre y nuestra vida de ensueño no
es como se lo imaginan. Y debido a la forma en que la malentiendes, ella
ha reprimido el dolor al escoger honrar a su “menos que honorable”
esposo. Cada una de nosotras debemos admitir que nadie sabe en
realidad lo que ocurre tras puerta cerrada después de que un hombre (o
mujer) baja del púlpito o termina de dirigir la alabanza, o lo que ocurre en
las vidas de aquellos a quienes vemos en televisión. Yo lo sé.

Aun así, por supuesto que hay mujeres quienes han sido bendecidas con
esposos increíbles, algunos de ellos incluso han marcado la historia.
Entonces solía envidiar a estas mujeres también. Pero ahora sé que si
alguna mujer supiera la vida que llevo ahora, entonces ellas me
envidiarían a mí! Y lo que me emociona demasiado es la completamente
inimaginable verdad de que esta vida puede ser igual para cada una de
ustedes! Yo no soy la única a quien Él ha llamado. Cada una de ustedes
tiene la misma oportunidad de convertirse en Su novia -sin importar tu
estado civil, estatus social, estatura física, estado espiritual o capacidad
mental. Me hace llorar el saber que Él te ama tal como eres y te ama, no
a pesar de, sino debido a tus debilidades! “Aún siendo pecadores, Cristo
murió por nosotros” —Increíble; simplemente asombroso!

Cuando trabajaba con Erin, cuando su ministerio era más un ministerio


de “restauracion matrimonial”, ella y yo sabíamos que no existía garantía
de que las mujeres quienes venían buscando ayuda serían capaces de
seguir los principios (al pie de la letra) a fin de obtener un matrimonio
restaurado. Y lo que era peor, una vez que fuera restaurado, existían
niveles variados de bendición dependiendo de qué tipo de hombre
regresaba a casa. Pero ahora, esto ha cambiado! El nuevo llamado de mi
vida, y el nuevo enfoque de Erin, es el de reclutar novias por quienes Él
vendrá “Para presentársela a sí Mismo como una iglesia radiante, sin
mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable”
(Efesios 5:27). Esto quiere decir, que cada mujer puede simplemente
confiar en Él, buscarlo a Él solamente y cualquiera que desee ser amada,
ser sanada y ser feliz puede serlo! Sin embargo esto sólo ocurre cuando
tú y yo estamos dispuestas a soltarnos y perder la vida que habíamos
planeado. Esto se debe a que Él necesita que nuestro corazón entero
sea libre para después obtenerlo todo.

“Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su


vida por Mi causa, la encontrará” (Mateo 16:25).

“La mujer no casada, lo mismo que la joven soltera, se preocupa de las


cosas del Señor; se afana por consagrarse al Señor tanto en cuerpo
como en espíritu. Pero la casada se preocupa de las cosas de este
mundo y de cómo agradar a su esposo” (1 Corintios 7:34).

“La mujer que no está casada y la virgen se preocupan por las cosas del
Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu; pero la casada
se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
Esto digo para su propio beneficio; no para ponerles restricción, sino
para promover lo que es honesto y para asegurar su constante devoción
al Señor” (1 Corintios 7:34).

“Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón”


(Salmos 37:4).
Cuando mi vida se derrumbó hace un año (con mi esposo divorciándose
de mí para casarse con alguien más), significó el fin de lo que había
esperado y soñado la mayor parte de mi vida. Sin embargo, al perder mi
vida pre planificada, y al abrir mi corazón, descubrí nuevas y
emocionantes experiencias que cambiaron mi mundo. Es mi esperanza
el que tú poseas el coraje de hacer lo mismo y que lo que he compartido
ayude a cambiar tu vida en la misma manera.

Una verdad sorprendente que aprendí es que Él nunca quiso que


tuviéramos que morir literalmente para vivir en el paraíso, ni tampoco
tenemos que esperar a que Él venga para ser Su novia. “Regocijémonos
y alegrémonos, y démosle a Él la gloria, porque las bodas del Cordero
han llegado y Su novia se ha preparado” (Apocalipsis 19:7). Seamos
sinceras, existen muchas mujeres que están sufriendo terriblemente: han
sido abandonadas, y están entristecidas de que esta sea la manera en
que se supone que las mujeres deben vivir hasta la muerte. La manera
en que se nos ha enseñado a creer es simplemente incorrecta!

Jesús no murió para que algún día pudiéramos ir al cielo. Él dió Su vida
para liberarnos ahora mismo, en cada área de nuestras vidas; Su sangre
y Su resurrección lo cambiaron todo y fue para este preciso momento.
Esto significa que las mujeres quienes son ignorantes a esta verdad
continuarán pereciendo por falta de conocimiento y esperanza. “Mi
pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has
rechazado el conocimiento...” (Oseas 4:6). A menos que vivamos
nuestras vidas de una manera que refleje lo que ellas también pueden
tener, y cuando se nos pregunte, nosotras simplemente compartiremos
nuestros corazones que sobreabundan con amor!

Él Está Haciendo Nuevas Todas Las Cosas!

Esta mañana, supongo que podrías decir que llegué al final de mí misma,
o tal vez es simplemente enfrentarme al final de mi ministerio en su
estado anterior, o ambas. Sin embargo, estoy lejos de preocuparme, o de
tener miedo o sentir cualquier otra emoción. Simplemente estoy
emocionada de ver lo que está apunto de suceder. Cuando desperté esta
mañana, y hablé con el Señor, Él me dio una nueva revelación o un
nuevo principio. Él me dijo que se requiere que nosotras le
agradezcamos, y seamos quebrantadas, a fin de poder ser bendecidas.
“... Tomando los siete panes y los pescados, dio gracias, los partió y se
los fue dando a los discípulos. Estos, a su vez, los distribuyeron a la
gente” (Mateo 15:36).

“Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomando los siete


panes, dio gracias, los partió y se los fue dando a los discípulos para que
los repartieran a la gente, y así lo hicieron” (Marcos 8:6).

“También tomó pan y, después de dar gracias, los partió, se lo dio a ellos
y dijo: ‘Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en
memoria de Mí” (Lucas 22:19).

“Dicho esto, tomó pan y dio gracias a Dios delante de todos. Luego lo
partió y comenzó a comer” (Hechos 27:35).

“... Y después de dar gracias, lo partió y dijo: ‘Este pan es Mi cuerpo, que
por ustedes entrego; hagan esto en memoria de Mí’” (1 Corintios 11:24).

La única manera de que se multiplique, y la única manera en que


aparezca Su gloria, es cuando le damos gracias y permitimos ser
quebrantadas a fin de alimentar a aquellas quienes están hambrientas
por la verdad, a fin de sanar a quienes no son amadas.

Esta mañana, tuve que enfrentar el hecho de que la forma en que las
cosas se VEN es que mi ministerio dentro de la iglesia está
desapareciendo. Pero todas sabemos que (o deberíamos saber ahora)
siempre es más oscuro antes que amanezca; y que para que haya una
resurrección, tiene que haber muerte; y que sin que el enemigo te
acorrale, no hay ningún Mar Rojo que partir. Para animarme aún más, el
Señor me hizo leer todas las promesas que Él me había dado en Isaías,
Jeremías y hasta llegar a Malaquías. Lloré a mares (de felicidad) cuando
vi que 90 por ciento de todas esas promesas ya han sido cumplidas. Por
lo tanto, estas nuevas crisis simplemente son lo que me van a catapultar
a experimentar el cumplimiento del 10 por ciento final de las promesas
restantes, lo que casi siempre significa que es cuando enfrentaremos
nuestras pruebas más grandes. Esta es la razón por la que el Apóstol
Pablo escribió tantas veces animando a sus lectores a no desmayar y a
terminar la carrera.
No importa cómo se vean las cosas, quiero soltar todo y dejar que todo
se permita fracasar y caer. Así como lo he hecho en el pasado,
solamente lo rindo todo y simplemente se lo entrego al Señor. Le dije que
en realidad no importa de cualquier manera, porque Él es todo lo que
quiero y necesito, entonces me importa poco o nada si lo pierdo todo
(aunque mi ministerio en la iglesia es el único ingreso de mi familia, lo
que quiere decir que la pérdida de mi ministerio significa que nuestra
casa también se perderá) -amado Señor, Tú eres lo único que me
importa!

Tampoco se trata solamente de mí. Mis hijos están observando y


esperando, y a su vez, están viendo (y comentando con frecuencia) que
su padre es quien actualmente está prosperando, mientras más y más de
lo que tengo o tuve se desmorona. Aún así ellos saben, y nos
recordamos mutuamente que la justicia siempre y para siempre gana al
final. Esta es la manera en que Dios creó el universo, entonces es tonto
de nosotras el estar ansiosas por lo que se avecina, ¿o no?

“Así dice el Señor: ‘Maldito el hombre que confía en el hombre! Maldito el


que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor! Será
como una zarza en el desierto: no se dará cuenta cuando llegue el bien.
Morará en la sequedad del desierto, en tierras de sal, donde nadie
habita” (Jeremías 17:5-6).

La Trama Se Complica

Curiosamente, el “aparente” derrumbamiento de mi ministerio en la


iglesia no es lo único, porque lo que estoy por compartir sacudirá a la
mayoría de ustedes. Hoy se cumplieron exactamente dos semanas
desde que recibí un correo electrónico de mi ex esposo que sacudió mi
mundo. Fue mi prueba de “el altar del corazón de Abraham e Isaac”. Es
solamente por Él y Su amor por mí lo que me ha ayudado a pasar por
esto con gozo y sin rastro de temor. Estoy asombrada de cómo Él ha
cambiado y transformado a la “Miedosa”, sí, esa era yo!

El correo electrónico llegó en lo que hubiera sido mi aniversario de boda


número 25, lo que me forzó a enfrentar un par de cosas que yo sabía que
había posibilidad (no, supongo que siempre supe que había una
probabilidad) de enfrentar en el futuro. El ataque fue doble.
En primer lugar, mi ex esposo me explicó que él iba a tomar la custodia
de mis tres hijos más pequeños cuando estábamos casados, lo cual fue
hace dos semanas exactamente. No están agradecidas de que “Nos
vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no
desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no
destruidos” (2 Corintios 4:8-9)?

Yo supe, sin lugar a dudas o temor, de que lo que fuera que estuviera a
punto de ocurrir sería algo bueno. Podría significar que yo viviría horas
lejos de mis hijos, y aún si así fuera, entonces eso sería algo bueno. No
tengo idea de cómo eso sería posible; pero nadie hubiera podido
convencerme hace un año de que estaría experimentando este GOZO al
ver a mi esposo irse, decirme que iba a buscar con quién casarse, al
divorciarse de mí, dejarme todas sus deudas, sin pagar manutención,
ponerme un juicio que arruinó mi crédito por diez años, y salir a destruir
mis recursos (el sustento de nuestra familia) mientras me encontraba
ministrando en Hong Kong, y que mis hijos participaran en la boda de mi
ex esposo cuando se casó con la OM.

**Me disculpo por compartir estos detalles contigo, pero lo hice para
recordarme a mí también, de la absoluta grandeza de Dios!! Cuán
seguido fallamos al verdaderamente meditar y pensar en todo lo que Él
ha hecho por nosotras!!

Entonces con este mismo entusiasmo que he demostrado con el divorcio


que se convirtió en gozo en lugar de angustia, yo abracé esta crisis, y en
menos de 48 horas, la corriente se ha volteado tan increíblemente que
todo lo que pude hacer fue alabar al Señor y enamorarme de Él otra vez!
Esta crisis tuvo lugar con el fin de bendecir a mis hijos y a mí. Aunque
pudo haber sido destinada para causar daño, Dios la destinó para el
bien. Al final, en lugar de que mis hijos menores se mudaran con su
padre y la OM, esto causó que se descubrieran cosas en sus
corazoncitos, lo cual resultó en que mi ex esposo hiciera planes para
venir aquí a visitarlos (sin la OM) por ahora!

Esta crisis inevitablemente dejó al descubierto la verdad: debido a la


naturaleza tan apresurada de la decisión de mi ex esposo de mudarse,
divorciarse de mí, mudarse lejos, y el evento más traumante para ellos
que fue el haber conocido a la OM y tenerla en sus vidas, resultó en que
mis hijos se alejaran de su amoroso padre porque el dolor se había
vuelto muy intenso para poder soportarlo. De haber intentado detener o
retrasar cualquier cosa que mi ex esposo quería hacer este año, yo no (ni
mis hijos) estuviera experimentando esta libertad recién encontrada y la
alegría en la que ahora nos regocijamos! Aún la que alguna vez fue la
“boda tan emocionante” es ahora un evento agridulce para él. Esto es,
una vez más, someter a mis hijos a lo que potencialmente podría destruir
completamente el amor que alguna vez sintieron por su padre. Mi ex
esposo lo sabe y me lo ha expresado, pero él también sabe que no
puede detener a los niños de atestiguar un evento que podría alterar su
relación con él para siempre.

El segundo ataque en el correo electrónico de mi ex esposo me hizo ver


claramente que destruir nuestros recursos no fue suficiente —ellos (su
prometida y él) están determinados a detener mi ministerio en la iglesia
por completo, declarando muchas mentiras y calumnias. Han dejado
claro que me quieren fuera del “ministerio matrimonial” para siempre, en
mi iglesia y mi asociación con RMI. Y mi ex esposo dijo que cueste lo que
cueste él se llevará a los niños lejos de mí. Sin embargo: “‘No
prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te
acuse será refutada. Esta es la herencia de los siervos del Señor, la
justicia que de Mí procede’ —afirma el Señor-” (Isaías 54:17). Conocer
Su verdad significa que al escuchar esas amenazas, yo no fui conmovida
en lo absoluto, sino que me sentí muy emocionada por ver qué
bendiciones resultarían de este ataque frontal.

Entonces, no solo coloqué a mis hijos en el altar de mi corazón, sino que


también proseguí y coloqué oficialmente mi ministerio en la iglesia y mi
trabajo con RMI, junto con mi potencial futuro de estar completamente
sola, entregandole todo al Señor porque todo le pertenece a Él de todas
formas!

De inmediato, el Señor me habló muy gentilmente en mi closet de


oración acerca de lo que debía hacer. Pero, honestamente, fue algo que
Él había puesto en mi corazón hace mucho tiempo; cuando mi ex esposo
todavía estaba a cargo del ministerio. El Señor me dijo que lo soltara
todo y renunciara a cada uno de mis puestos.

**Mi Ex-esposo me dijo que ya no podía usar esas iniciales para él nunca
más; sin embargo, usted observará que seguiré refiriéndome a él como
mi ex o ex-esposo, no mi EA (esposo anterior).
Aunque ya no me “someto” a mi ex esposo ya que él ya no es mi marido,
se nos dice que no resistamos al mal y que hagamos más de lo que se
nos pide. “Pero Yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te
da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si
alguien te pone pleito para quitarte la camisa, déjale también la capa. Si
alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te
pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda”
(Mateo 5:39-42).

Este principio es muy diferente al de sujetarse a un esposo, y necesita la


guia del Espíritu Santo para poder caminar en él, ya que no hay una
forma fácil de discernirlo. Entonces, al soltarlo, creo que tendré más
tiempo para escribir y por ahora, pasar tiempo con mis hijos!! No estoy
segura de dónde vendrá nuestro ingreso, pero es Dios Quien provee por
“todas nuestras necesidades de acuerdo a Sus riquezas” entonces ¿por
qué, tú o yo, habríamos de preocuparnos?

Dios está verdaderamente en control, entonces eso debería hacer que


TODAS NOSOTRAS descansemos en Él, sin preocuparnos en que nos
vamos a equivocar o a perder algo que venga de Dios. Es sólo cuando
nos encontramos rodeadas por el enemigo y acorraladas hacia el
inmenso Mar Rojo, que Dios lo divide! Y una vez que está partido, crea
un camino directo y despejado que nos dirige EXACTAMENTE hacia
donde Él quiere que vayamos!!

Cada vez que tengo una salida para ministrar, tengo niños cerca de mí a
quienes amar, yo siempre continuaré enfocándome en la intimidad y en
ser una sola con el Señor. Encontrar a mi Amor, al fin, es lo que quiero
compartir cada vez que me encuentro con cualquier mujer, aquí en
donde vivo y con mujeres alrededor del mundo. Si Él abre las puertas
para que continúe hablando en las iglesias y conferencias, mi mensaje
siempre será “Él es todo lo que importa.”

Amada lectora, se trata de Él convirtiéndose en nuestro Esposo y en


nosotras convirtiéndonos en Su novia. Esto sucede solamente cuando
estamos dispuestas a aceptar con entusiasmo lo que sea que Él permita
que se levante contra nosotras —es allí cuando las crisis resultan en “no
más llanto ni dolor.” Ninguna amenaza de perder a mis hijos o mi
ministerio o nuestro ingreso o nuestro hogar puede sacudirme, porque Él
es todo lo que deseo y necesito. Y aunque la gente pueda pensar que se
están aprovechando de mí, así como lo hizo Jesús, nadie toma mi vida,
sino que yo la doy de mi propia voluntad.

Y así como Erin ha sido citada diciendo: “Mi Amado es mío, y yo soy
Suya... cuando hallé al que ama mi alma; Lo agarré y no quise soltarlo...
[en verdad] estoy enferma de amor” (Cantares 2:16; 3:2-4; 5:8). Que
igualmente cada una de ustedes enferme de amor.

También podría gustarte