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I Ejercicios
1 Numeros primos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.1 Números primos 14
1.2 Primos gemelos 14
1.3 Primos de Mersenne 15
1.4 Primos de Sofia y cadenas de Cunningham 15
1.5 Conjetura de Goldbach 16
2 Divisores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2.1 Divisores consecutivos 20
2.2 Números amigos 20
2.3 Perfectos y binarios 21
2.4 Números deficientes, abundantes y perfectos 22
2.5 Congruentes con modulo 42 23
II Soluciones
1 Soluciones Numeros primos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.1 Numeros primos 28
1.2 Primos gemelos 29
1.3 Primos de Mersenne 30
1.4 Primos de Sofia y cadenas de Cunningham 31
1.5 Conjetura de Goldbach 32
2 Soluciones Divisores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.1 Divisores consecutivos 33
2.2 Números amigos 34
2.3 Números perfectos 35
2.4 Números deficientes, abundantes y perfectos 36
2.5 Congruentes con módulo 42 37
III Cuentos
1 El amor de una mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3 Emanuel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
4 Kroshnak . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
5
Prologo
Programación Recreativa es una obra que con originalidad combina problemas y
cuentos; en esta combinación se ve la mano del autor que nos propone la elabo-
ración de un tejido particular entre dos componentes. Por un lado los ejercicios,
ejemplos y aplicaciones acerca de números primos, divisores, números especiales,
secuencias, criptografía y problemas misceláneos; agrupados como Parte I proble-
mas. Esta parte del libro da cuenta de elementos e ideas provenientes de un mundo
abstracto corporizadas en esos problemas y constituyen productos de la compleja y
no siempre evidente belleza de las relaciones en la aritmética de números enteros,
relaciones estas, que estructuran el edificio de la matemática. Es importante destacar
que estos ejercicios no sólo son mostrados como curiosidad matemática, sino que
también tienen un aterrizaje en las Ciencias de la Computación a través de la expre-
sión en programas en lenguaje C++. El tejido que muestra el libro se enlaza, por
otro lado, en la parte 2 “Cuentos” constituida por dos narraciones, de muy buena
factura, que nos relatan situaciones cotidianas aparentemente alejadas de un razona-
miento abstracto. Lo interesante de la visión del autor es que en la ingeniosa trama
que elabora establece un hilo de Adriadna que puede recorrer el laberinto formado
por este aparente alejamiento entre las dos partes del libro; que vinculan el razona-
miento abstracto de la aritmética de los números enteros con un mundo cotidiano,
no siempre satisfactorio, que sabemos incompleto. Y es ese hilo el que nos ayuda
y nos hace desencriptar el mensaje del texto y que es el descubrimiento de Gödel
que encuentra incompletud también en la formidable y armónica construcción de
la aritmética de números enteros. Entonces si bien conocemos que en nuestro mun-
do humano no siempre la verdad se cumple o se demuestra; veamos también que
en algo tan perfecto como ciertos aspectos de la matemática podemos encontrar
incompletud.
Es de notar la cercanía entre la literatura y la informática; en el sentido de que un
producto informático también es un relato", escrito en un lenguaje con su sintaxis
y gramática particular, que dice algo respecto a una historia real o ficticia (virtual);
muy parecida a una novela o a un cuento o en general un producto literario.
Ing. José Humberto Paganini
6
Introducción
Cuando era niño, antes de ir a la cama me gustaba visitar la basta biblioteca de mi
padre, un poco aburrido de la ciencia ficción, genero que siempre me fascino, co-
mense a explorar otras áreas de la biblioteca, encontré así, un sector donde habían
libros dedicados a la matemática, entre ellos unos con problemas lógicos y matemá-
ticos, El Mula de Nusradin, El hombre que Calculaba, Matemáticas e Imaginación,
entre otros y autores como Martin Gardner. Me apasiono el genero, eran problemas
exquisitamente presentados.
Siendo aun un niño intente crear mis propios desafíos que se los presentaba a fami-
liares y amigos, debo reconocer que sin mucho éxito. Este libro es un primer intento
en revertir esa situación.
Luego, en mi carrera docente intentaba motivar a los alumnos a encarar el aprendi-
zaje como una tarea recreativa, entretenida y apasionante, me complacía ver que en
algunos de ellos se despertaba el placer por adquirir conocimientos y destrezas divir-
tiéndose. En realidad el descubrir que aprender es una tarea placentera y divertida.
Siendo aficionado a la matemática tengo una colección de libros sobre el tema,
de cada nueva lectura surgía siempre algún problema que luego era publicado en
mi blog personal o mis cuentas en redes sociales, luego de un tiempo pensé en
hacer una recopilación de algunos de los problemas y crear un libro con ellos. Este
compendio es el resultado, espero que sea de su agrado y les de algunas horas de
diversión.
Se trata de problemas lógico-matemáticos a los que se propone abordar desde la
practica de la programación. En todos los casos se ofrece el código fuente en C++
de una solución que da respuesta al desafío.
El objetivo de este libro no es académico sino de esparcimiento y recreación mental,
sin embargo espero que sirva para el desarrollo de habilidades y mejor comprensión
y dominio de la programación, puede servir como apoyo y soporte a docentes tanto
del área de matemáticas como de computación.
Apunta a atrapar al lector en base a el desafío y reto mental que representa cada
uno de sus problemas, también a introducirlo en algunas de las cuestiones mas
interesantes y curiosas de la matemática.
También incluí en cuatro cuentos inéditos con ilustraciones, la idea es que estos
cuentos sean un descanso entre problema y problema, se tratan de historias que
tienen como tematica subyacente algunas de las cuestiones tratadas en el libro.
Este libro surge como un intento de compensación por mi imposibilidad de concu-
rrir a cumplir con mi obligación laboral por problemas de salud, razón por la cual
todos los derechos y regalías son donados a la UNJU - Universidad Nacional de
Jujuy - Facultad de Ingeniería.
Espero que les guste el trabajo y los disfruten tanto como yo disfrute hacerlo.
I
Ejercicios
1 Numeros primos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.1 Números primos
1.2 Primos gemelos
1.3 Primos de Mersenne
1.4 Primos de Sofia y cadenas de Cunningham
1.5 Conjetura de Goldbach
2 Divisores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2.1 Divisores consecutivos
2.2 Números amigos
2.3 Perfectos y binarios
2.4 Números deficientes, abundantes y perfectos
2.5 Congruentes con modulo 42
11
“Me dijo que hacia 1886 había discurrido un sistema original de numeración y
que en muy pocos días había rebasado el veinticuatro mil. No lo había escrito,
porque lo pensado una sola vez ya no podía borrársele. Su primer estímulo,
creo, fue el desagrado de que los treinta y tres orientales requieran dos signos
y tres palabras, en lugar de una sola palabra y un solo signo. Aplicó luego ese
disparatado principio a los otros números. En lugar de siete mil trece, decía
(por ejemplo) Máximo Pérez; en lugar de siete mil catorce, El Ferrocarril;
otros números eran Luis Meleán Lafinur, Olimar, azufre, los bastos, la ballena,
el gas, la caldera, Napoleón, Agustín de Vedia. En lugar de quinientos, decía
nueve. Cada palabra tenía un signo particular, una especie de marca; las últi-
mas eran muy complicadas. . . Yo traté de explicarle que esa rapsodia de voces
inconexas era precisamente lo contrario de un sistema de numeración. Le dije
que decir 365 era decir tres centenas, seis decenas, cinco unidades: análisis
que no existe en los “números” El Negro Timoteo o manta de carne. Funes no
entendió o no quiso entenderme.”
Desde hace unos miles de años los números primos han atrapado la atención de
la humanidad especialmente de matemáticos y filósofos. Una de las principales
razones es la fascinación que produce su irregular distribución a lo largo de la recta
numérica. Los números primos aparecen esparcidos hasta ahora sin orden aparente,
encontrándose algunos agrupados y abundantes y otros muy espaciados y escasos.
Son un desafío para el intelecto humano ya que parecen escapar a todo intento
de deducir y establecer leyes sobre ellos pues no parece existir ninguna regla que
determine su ubicación entre los demás números naturales.
La computación como ciencia ha ayudado en mucho a la comprensión de los núme-
ros primos y a su búsqueda, y se ha valido de ellos para lograr entre otras cosas y
como ya dije anteriormente comunicaciones y almacenamiento de información mas
seguros.
Como dice Don Zagier, sorprenden tanto la evidente falta de orden y reglas que
rijan a los números primos, pero también se intuye que algo aun escapa al entendi-
miento humano, personalmente creo que posiblemente aun no podamos vislumbrar
estas reglas, pero que si existen.
Lo que inicialmente fue una curiosidad con el devenir de los años y la evolución de
las comunicaciones y la tecnología se convirtió en la piedra angular de la seguridad
informática. Los números primos hoy son imprescindibles para garantizar cierto
grado aceptable de fortaleza en los sistemas de codificación de la información y
las comunicaciones. Existen muchos y muy variados proyectos de investigación
que buscan desde métodos para determinar la primalidad de un numero hasta la
búsqueda de nuevos y mas grandes números primos.
14 Capítulo 1. Numeros primos
En esta sección del libro nos enfrentaremos con los primos, alguno de los problemas
planteados esta basados y famosos y conocidos problemas como la Conjetura de
Goldbach.
Mn = 2n − 1
Mn = 2n − 1
Con n primo
Para p = 2:
2x2 + 1 = 5
Que también es un número primo.
1 Marin MersenneMarin Mersenne ( 1588 – 1648) fue un filósofo francés del siglo XVII que
Recibieron ese nombre por la matemática francesa Sophie Germain 2 quien a pe-
sar de la oposición de sus padres y las dificultades presentadas por una sociedad
sexista, ganó su educación de libros extraídos de la biblioteca de su padre y de co-
rrespondencia con famosos matemáticos como Lagrange, Legendre y Gauss. Por los
prejuicios contra su sexo, no pudo establecer una carrera en matemáticas, por lo que
trabajó independientemente a lo largo de su vida.
En matemáticas, una cadena de Cunningham es una sucesión de números primos
(p1, ..., pn) en la cual se cumple que cada término es igual al doble del anterior más
uno:
pi + 1 = 2pi + 1
pi + 1 = 2pi − 1
4 = 2+2
6 = 3+3
8 = 3+5
10 = 3 + 7
12 = 5 + 7
14 = 3 + 11
Todo numero compuesto tiene divisores, son algo así como los bloques de cons-
trucción de cada numero, especialmente los números primos que vendrían a ser las
formas únicas de bloques con las que se arman las otras.
Como dice el matemático polaco Leopold Kronecker 1 “Dios ha creado los nú-
meros naturales, el resto es obra del hombre” y si bien fue dicha en un contexto
diferente, hasta se podría decir que mas teológico que matemático, expresa mi pen-
samiento, considerando los divisores, se clasificaron los numeros, por ejemplo en
1 Leopold Kronecker (1823 - 1891). Matemático y lógico que defendía que la aritmética y el
análisis deben estar fundados en los números enteros prescindiendo de los irracionales e imaginarios.
20 Capítulo 2. Divisores
físico suizo.
2.3 Perfectos y binarios 21
Tabit ibn Qurra 3 descubrió una fórmula con la que podían se podían hallar números
amigos:
Decía el sabio árabe que si se cumplían las condiciones siguientes:
p = 3 ∗ 2n−1 − 1
q = 3 ∗ 2n − 1
r = 9 ∗ 22n−1 − 1
1 + 2 + 4 + 5 + 10 + 11 + 20 + 22 + 44 + 55 + 110 = 284
1 + 2 + 4 + 71 + 142 = 220
6 = 1 + 2 + 3 28 = 1 + 2 + 4 + 7 + 14
496 = 1 + 2 + 4 + 8 + 16 + 31 + 62 + 124 + 248
Hay dos cuestiones interesantes sobre los números perfectos que actualmente no
tienen respuesta.
1. ¿Existen infinitos números perfectos?
2. ¿Existen números perfectos impares?
Si convertimos un numero perfecto a binario y observamos su representación bi-
naria notaremos algo muy especial, ya que en todos los casos aparecen una cierta
cantidad de unos seguidos de otra cierta cantidad de ceros. La cantidad de unos es
un número primo, la cantidad de ceros es un número par y la cantidad de ceros es
igual a la cantidad de primos - 1.
Números perfectos
Unos Ceros Decimal Binario
2 1 6 110
3 2 28 11100
5 4 496 11111000
7 6 8182 1111111000000
Los números Primos de Mersenne están íntimamente relacionados con los números
perfectos. En efecto Euclides demostró que si M es un número primo de Mersenne, Los números natu-
entonces M ∗ (M + 1)/2 es un número perfecto. Asímismo, Euler demostró en el En rales fueron clasi-
el siglo XVIII que todos los números perfectos pares son de la forma M ∗ (M + 1)/2. ficados por prime-
No se conocen en la actualidad números perfectos impares, y se sospecha que no ra vez como defi-
existe ninguno. cientes, perfectos
o abundantes por
Nicómaco de Ge-
Ejercicio: Números deficientes, abundantes y rasa en su Introduc-
perfectos tio Arithmetica.
2 Soluciones Divisores . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.1 Divisores consecutivos
2.2 Números amigos
2.3 Números perfectos
2.4 Números deficientes, abundantes y perfectos
2.5 Congruentes con módulo 42
28 Capítulo 1. Soluciones Numeros primos
1
2 #include < s t d l i b . h>
3 #include <iostream >
4 #include <math . h>
5
6 using namespace std ;
7
8 i n t sumaDivisores ( i n t ) ;
9 i n t tipoNumero ( i n t ) ;
10
11 i n t main ( i n t argc , char ∗argv [ ] )
12 {
13 i n t limite , tipo ;
14 i n t d e f i c i e n t e s =0;
15 i n t perfectos =0;
16 i n t abundantes=0;
17
18 l i m i t e = a t o i ( argv [ 1 ] ) ;
19
20 f o r ( i n t numero=1; numero <= l i m i t e ; numero++ ) {
21 t i p o = tipoNumero (numero) ;
22 switch ( t i p o ) {
23 case 1 :
24 d e f i c i e n t e s ++;
25 break ;
26 case 2 :
27 perfectos ++;
28 break ;
29 case 3 :
30 abundantes++;
31 break ;
32 default :
33 break ;
34 }
35 }
36 cout << d e f i c i e n t e s << " " << perfectos << " " <<
abundantes << endl ;
37
38 r e t u r n EXIT_SUCCESS ;
39 }
40
41 i n t tipoNumero ( i n t numero )
42 {
43 i f ( sumaDivisores (numero) < numero ) {
44 return 1;
45 }
46 e l s e i f ( sumaDivisores (numero) == numero) {
47 return 2;
48 }
49 e l s e i f ( sumaDivisores (numero) > numero) {
50 return 3;
51 }
52 return 0;
53 }
54
55 i n t sumaDivisores ( i n t numero)
56 {
57 i n t sum = 1 ;
58 f o r ( i n t i = 2 ; i <= s q r t (numero) ; i ++)
59 i f (numero % i == 0) sum += ( i + numero / i ) ;
60 r e t u r n sum ;
61 }
2.5 Congruentes con módulo 42 37
3 Emanuel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
4 Kroshnak . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
41
Entrevistador: “Profesor, sus poemas y sus cuentos son muy bien cono-
cidos en el extranjero, pero creo que usted no ha escrito ninguna novela.
Si es así, quisiera preguntarle si hay alguna razón específica.”
Jorge Luis Borges:
“Yo creo que hay dos razones específicas: una, mi incorregible holga-
zanería, y la otra, el hecho de que como no me tengo mucha confianza,
me gusta vigilar lo que escribo y, desde luego, es más fácil vigilar un
cuento, en razón de su brevedad, que vigilar una novela”
Es verdad, a veces me pasan cosas extrañas, pero, ¿a quien no?. A veces veo cosas
que otros no, o escucho cosas que otros no oyen, ellos dicen que no existe, que son
alucinaciones, pero yo les aseguro son incapaces de percibir la realidad como yo lo
hago.
Yo soy mas inteligente que ellos, pero ellos no se dan cuenta, dicen que estoy loco.
Mis hijos me quieren internar, dicen que mortifico a su madre con mi “problema”,
pero es su mama quien no los deja.
A veces logro engañar a mi esposa y no tomar la medicación, esto me da un
margen de unos días, a veces solo unas pocas horas, donde vuelvo a mi mundo de
números, secuencias, relaciones, teoremas, conjeturas y sobre todo primos.
Sin embargo por lo general mi esposa se da cuenta de que logre evadir las pastillas,
luego, cuando ya estoy nuevamente controlado o como ella dice “normal”, me cuenta
por ejemplo que me pase una noche varias horas hablando del número 47 y sus
propiedades, pero cuando me contó de mis conclusiones sobre este número, estando
yo lucido, obviamente me di cuenta que mis deducciones eran completamente absurdas
y ridículas.
A riesgo de someterme a vuestro escrutinio sobre mis divagaciones matemáticas
estoy escribiendo esto luego de lograr tirar las pastillas por el inodoro.
Mientras miraba una película con mi esposa en la cama mi mente divagaba como
es su costumbre por otros temas, haciéndome perder el hilo y la continuidad del
film. Apenas comenzada la película puse pausa y me dirigí a mi mujer, quien con
infinita paciencia soporta mis interrupciones para escuchar con atención, aunque se
que muchas veces lo que le cuento no es de su interés ni conoce del tema como para
poder apreciarlo, pero siempre me escucha con el más profundo silencio y atención, y
cada vez que hace alguna observación o pregunta elige cuidadosamente las palabras y
la forma en que las utiliza, para mí estas situaciones son unos de las más profundas
pruebas de amor aún después de mas veinticinco años de convivencia.
Esta vez la reflexión que compartí con ella era, como muchas otras veces sobre
44 Capítulo 1. El amor de una mujer
jugaban con sus exoesqueletos secos, que habían quedado prendidos en la corteza de
los árboles.
-Pues bien, resulta que tuvimos suerte, -le acote- pueden pasar varios años hasta
que podamos ver ese evento nuevamente.
-Esos bichos se reproducen con una frecuencia de años que es en algunos casos de
7, 13 y hasta 17 años, como ya te habrás dado cuenta se trata en todos los casos de
números primos, pero, los biólogos se preguntaban porqué era así, según una teoría
bastante aceptada entre los expertos, la chicharra tendría un parásito cuyo ciclo vital
está intentando evitar.
-Si el parásito tiene un ciclo vital, supongamos, de 2 años -continue diciendo-,
entonces la chicharra querría evitar encontrarse con él, por lo que tendría un ciclo
vital que no fuese par. De esta manera, si el parásito tiene un ciclo vital de 3 años,
entonces la cigarra querrá evitar un ciclo vital divisible por 3, si no el parásito y la
cigarra volverán a coincidir.
-Al fin, si quiere evitar de encontrarse con su parásito, la mejor estrategia es tener
un ciclo de vida largo -dije-, que dure un número primo de años, obviamente las
chicharras no saben contar, pero es acá donde la teoría de la evolución de Darwing
entra para explicar cómo terminaron reproduciéndose a esa frecuencia.
Termine mi relato con un ¿Que me contas?. Y ella respondió nuevamente con su
mejor cara de “Que interesante” que no me terminó de convencer.
Continuamos viendo la película, esta vez tardé menos en pulsar el botón con dos
palitos en el control remoto.
-Mira -le dije-, hablando de parásitos. ¿Sabías que las hormigas tienen un parásito
que les controlan la mente?
-No -me respondio. Me respondio
Esta vez el asombro y la curiosidad en su rostro eran evidentes y sinceros. Trataría
de no defraudarla.
-En realidad se trata de un hongo -comencé a explicarles-, que ataca unas hormigas,
creo que tailandesas, cuando una espora del hongo alcanza a una pobre hormiga
víctima se aloja en su cerebro y comienza a crecer, a medida que esto sucede, va
tomando paulatinamente el control de su cuerpo y su mente, atrofia sus músculos poco
a poco y la obliga a buscar el sol, es decir a subir lo más alto que pueda en algún
arbusto, una vez alcanzado ese punto, el pobre insecto es obligado, contra su voluntad
a aferrarse con sus mandíbulas a alguna hoja y quedarse allí hasta morir. De esta
manera el parásito se garantiza que desde ese lugar privilegiado sus nuevas esporas
tengan una mayor chance de dispersarse y alcanzar nuevas víctimas.
Esta vez la cara de mi esposa reflejaba una mezcla de repulsión y asombro. Ya
me conoce y sabe que no le estaba mintiendo, cuando miento ella se da cuenta
indefectiblemente.
Esta vez deje que la película termine, como de costumbre mi esposa ya estaba
dormida cuando eso ocurrió. A ella le gustan las comedias, dramas y de amor, pero
dice que también le gustan las de guerra y ciencia ficción sólo para hacerme compañía,
aunque no siempre lo logra.
Antes de dormir me puse a pensar, lo terrorífico del parásito, lo sorprendente de las
chicharras y los apasionante que puede resultar el mundo de los números, me dormí
pensando en levantarme al día siguiente y escribir todo esto, con la esperanza que
los números primos sean un parásito que luego de haberme infectado lleve con este
escrito sus esporas al mayor número de víctimas posibles.
2. La Mujer del Panadero
Estoy muriendo mientras escribo estas lineas, se que por mis venas la muerte va
apagando cada una de mis células. Espero que alcance el tiempo para terminar de
escribir mi historia.
Esta primavera debería cumplir 41 años. Mi vida paso sin mayores sobresaltos
soy un hombre común que vivió una vida común. Durante ese tiempo, hubieron dos
oportunidades en las que creí haber encontrado a la mujer ideal.
Rosana, tenia todo lo que buscaba en una mujer, menos interés por mi. O por lo
menos la primera vez que mi vida se cruzo con la suya. Tupido pelo negro y grueso,
lacio, que caía a los costados de su rostro con pesadez, su piel era trigueña y sus largas
piernas seguían con armonía la curva que su cintura y su cadera parecían empeñarse
en esforzar al máximo, en su cuello delgado e interminable se podía observar a trasluz
un suave bello aterciopelado, que se iba diluyendo al aproximarse a sus mejillas, sus
ojos eran negros, grandes y profundos, le daban a su mirada un aspecto extraño, como
si estuviera siempre pensativa.
La vida no tiene un sentido, quienes lo buscan solo pierden su tiempo, solo hay que
vivirla. Buscar la verdad de las cosas es algo que tiene a la humanidad entretenida desde
sus orígenes, incluso desde antes que los primeros homínidos intentaran comprender
los fenómenos climáticos, en el rigor estricto de las matemáticas la verdad es un bien
mezquino, en la búsqueda de la verdad hubieron quienes se apoyaron en creencias
o especulaciones por ejemplo las religiones o la filosofía. Pero hubo y hay quienes
tratan de abordar su búsqueda mediante la razón, desde tiempos de Euclides hicimos
intentos sistemáticos de inferir las reglas que rigen nuestro universo, y sobre esas
reglas construir una estructura que de sustento al saber. Pero, ¿que pasa si la verdad
no se puede comprobar?. ¿De que sirve el saber si no existe certeza?.
Kurt Godel nació en Austria, Hungria el 28 de abril, 1906, actualmente la Repú-
blica Checa. Fue hijo de un comerciante textil su madre Marianne fue la que hizo
de el lo que fue, siempre cercana a el, aun a la distancia se mantenían comunicados
mediante correo. En su núcleo de familiares y amigos cercanos lo llamaban desde
48 Capítulo 2. La Mujer del Panadero
niño Herr Warum (Sr. Por qué) debido a su insaciable curiosidad. Fue un niño feliz en
una familia de clase media acomodada.
Rosana, era estudiante en el mismo colegio que yo, un año adelantada, durante
el tiempo que compartimos en la secundaria trate infructuosamente de lograr que me
tuviera en cuenta, de llamar su atención, en esa época era yo un adolescente deportista,
destacado también en los estudios, muchas mujeres de mi edad se sentían atraídas por
mi, ella no. Cuando ella termino el cursado sus estudios perdí su rastro, mi quinto
año transcurrió monótono, termine mis estudios secundarios y ya en la universidad
busque a Rosana en cada mujer que tuve, nunca la encontré. Esta búsqueda duraría
toda mi vida. Solo unas pocas semanas al final de mis días la encontré, pero no me
quiero adelantar en este relato, solo temo no llegar a terminarlo porque como ya les
dije estoy muriendo y se que solo me quedan unos minutos.
Termine mi doctorado en matemáticas en la Universidad de Buenos Aires, luego,
la vida me llevo a lejanos países donde desarrolle mi carrera, me hice conocido, obtuve
cierta fama demostrando algunos teoremas de menor importancia, luego me empecine
en refutar a Godel, nunca lo logre, aun hoy estoy convencido que se equivoca, pero su
lógica permanece fuera de mi alcance.
Volví a mi pueblo natal, Tilcara, en el norte Argentino, lo recordaba apacible,
silencioso, con calles de tierra y empedradas, rodeado de cerros poblados de cactus.
Seguía igual, pero a la vez diferente, el progreso había echo su trabajo. Me instale
en la vieja casa de mis bisabuelos, durante unos meses estuve dedicado a restaurarla,
había acumulado unos ahorros como profesor que permitiría que me dedique por unos
años a seguir luchando contra la incompletitud de Godel.
En esos meses mi mundo fue solo un par de cientos de metros a la redonda de la
vieja casona, tenia todo lo necesario a no mas de dos cuadras de distancia, el almacén
donde me aprovisionaba de sardinas enlatadas, pan, fiambre y todo lo que compone
la dieta de un hombre que solitario, la farmacia donde comprar mis remedios, una
carnicería aunque como poca carne, un puesto de salud al que le rehuía, una peluquería
que lucia un extraño cartel que rezaba, .El peluquero de este pueblo atiende solo a
aquellos hombres que no se cortan el pelo a sí mismos", curiosamente y a pesar de
ser el único peluquero del pueblo siempre tenia su cabello correctamente recortado,
había también un ciber-cafe que me mantenía cercano al viejo mundo y un bar con
mesa de snooker donde pasaba un par de horas entre que el sol se perdía tras los cerros
hasta que la oscuridad cubría el caserío, jugaba solo, trazando trayectorias imaginarias
que no siempre las bolas consentían cumplir, perfeccione en ese tiempo bastante mi
juego, deje de pensar y calcular y le di paso a la intuición, a los cálculos no evidentes
para que rigieran mi destreza, eso me convirtió en el jugador que nunca fui, el que
quise ser ante cada derrota que sufrí con mis amigos, en todo ese tiempo en Tilcara
nunca acepte un desafío, mis partidos eran contra un jugador invisible, como en mi
contienda con el celebre matemático.
El viejo que atendía el bar, una de las pocas personas con las que ocasionalmente
cruzaba algunas palabras, murió una tarde, sentado detrás del mostrador, mientras
yo jugaba uno de mis partidos siempre inconclusos. Ninguno de los presentes nos
dimos cuenta, parecía dormir como lo hacia a veces, sentado, confiado en la calidad
de gente que habita los pueblos como Tilcara. Deje mi pago en el mostrador y me
fui, no quise despertarlo, no habría podido. Al otro día me entere que había muerto
el Yaveño, como le decían. En ese momento no se me habría ocurrido pensar que la
muerte no se conformaría con el viejo, que se quedaría en Tilcara, que tenia planes.
Ahora lo se, viene por mi.
49
El bar no volvió a abrir, los hijos vinieron desde San Salvador donde habían
emigrado en busca de un futuro mejor, solo estuvieron tres días para terminar con
los ritos religiosos aunque su padre fuera, según me hizo entender en esas cortas
conversaciones que teníamos, un ateo declarado. La mujer que con el vivía decidió no
abrir mas el bar, al fin de cuentas a ella nunca le gusto que el Yaveño se pasase los
días atendiendo a borrachos y hombres solitarios, eso lo hacia un hombre triste según
su apreciación.
Con la muerte del viejo dos horas de mis días quedaron sin ocupación, siempre me
gusto la vida ordenada, la seguridad que da la rutina, tenia que encontrar una forma
de despejar la mente como lo hacia el snooker, comencé a caminar por mi pueblo, a
reencontrarme con viejos paisajes poblados por nuevas caras, ocasionalmente alguien
me reconocía y entablábamos breves conversaciones, note que en realidad no había
cambiado tanto como parecía, la gente era la misma aunque algunos jóvenes llevaran
modernos reproductores digitales de musica o teléfonos celulares, seguían siendo los
mismos jóvenes que yo fui, hace 25 años, me vi en ellos.
En una de esas caminatas vi una columna de humo que se elevaba por detrás de
un cumulo de casas todavía de adobe a flor de piel a fuerza de las lluvias de muchos
veranos. Me puse como meta llegar hasta el, ya lo había observado con anterioridad
y era puntual tanto al comenzar como al terminar, dos veces al día. Cuando llegue
al origen, mis sospechas se confirmaron, era una panadería, el cartel, despintado y
descascarado decía "Panadería Urbano", yo conocí a un Urbano, fue mi compañero,
lo recordaba como un muchacho, bajito y regordete, receloso y callado, de nariz
aguileña aunque se podía ver en sus rasgos a sus ancestros europeos, nunca había
tenido buena relación con el, era una persona resentida, siempre a la defensiva por las
constantes burlas y bromas de la que era objeto. Mi padre solía decirme, .en todo grupo
siempre hay una víctima, mira bien, si no lo encuentras la víctima sos vos", el, urbano
siempre era la víctima, era quien buscaba cuando jugábamos a las escondidas, quien
quedaba al arco en los partidos de fútbol, sobre quien se hacían las bromas, con el nos
desquitabanos de nuestras frustraciones o hacíamos demostraciones de fuerza para
impresionar a algún rival, era el objeto de toda nuestra crueldad sin arrepentimiento.
En realidad ahora me arrepiento de no haber sido mas cruel, de no haberle echo mas
daño.
Entre con la intención de reencontrarme con el. Luego de traspasar la cortina
de cintas de plástico de la entrada principal la vi, era Rosana, los años solo habían
acentuado su belleza, ahora una mujer, se notaba que había sido madre, a su natural
belleza se había sumado la que algunas mujeres adquieren luego de parir, es como un
mensaje de la naturaleza que se esfuerza en evidenciar de que se trata de una hembra
saludable en pleno estado para la procreación, con pechos firmes y anchas caderas,
todo en perfecta armonía, mi mente entrenada en matemáticas encontró en toda ella la
proporción áurea, el número de oro, en su rostro se veía serenidad, su voz calmada y
pausada me sonaba como en aquellos días de mi primavera, pero a la vez la cadencia
del otoño se dejaba oir en sus palabras.
No me reconoció. ¿Porque habría de hacerlo?, nunca se fijo en mi. Me atendió
como si de un turista se tratara, me hablo de las bondades del pan horneado con leña,
como si yo no lo supiera la escuche con atención, saboreando cada una de las silabas
que de su boca fluían, compre unos bollos y me fui, cuando salia, en la cortina de
plástico me cruce de nuevo con ella, pero una veintena de años mas joven, era obvio
que se trataba de su hija, llegaba con unos libros y carpetas en la mano, seguramente
era estudiante, mientras me alejaba caminando por la vereda, escuche un saludo donde
50 Capítulo 2. La Mujer del Panadero
la palabra “mamá” resalto sobre las otras. Si hubiera sabido el daño que mi presencia
en Tilcara ocasionaría en ese mismo instante me habría ido, hubiera huido de nuevo,
lejos, donde olvidarme de todo.
Por lo que pude leer sobre Godel y leí todo lo que encontré, hay que conocer a tu
contrincante, yo me estaba preparando para una batalla intelectual que prometía ser
dura, su infancia fue similar a la mía, nacido alemán tuvo que vivir en una sociedad
checa luego que el imperio austro-húngaro cayera al final de la Primera Guerra
Mundial, se sentía un exiliado en su tierra, tanto que cuando la Alemania nazi anexó
Austria Gödel automáticamente se convirtió en ciudadano alemán a la edad de 32
años.
Yo con sangre nativa americana, me sentía un exiliado por la cultura dominante
traída por los españoles, mi padre un indio zafrero, hoy lo digo con orgullo, fue
siempre consciente de su raza, de sus orígenes, de el aprendí eso, pero en la escuela
me enseñaban que los indios habían estado en estas tierras antes que nosotros, como si
nosotros no fuéramos los verdaderos originarios. Hoy soy consciente de mi naturaleza,
de mi origen. No siempre fue así, en mis primeros años de púber recuerdo un incidente
muy doloroso que aun hoy me atormenta, era la semana de los estudiantes, la inci-
piente primavera se dejaba ver en las erupciones de nuestros rostros y en los molles
reverdecidos, eramos un grupo de amigos y amigas del colegio que caminábamos
camino a la plaza, mientras bajábamos por la calle principal vi que mi abuela subía,
caminando lentamente, con su atuendo típico de mujer colla, con su sombrero de
lana prensada, los vivos colores de su vestido y un aguayo a modo de chal hicieron
que la reconozca de lejos, llevaba en la mano una bolsa con algunos bultos, volvía
del almacén, nos cruzamos, nuestras miradas se cruzaron, ella se dio cuenta que no
debía saludarme y así lo hizo, sabia que yo no la iba a saludar, no dejaría que mis
compañeros supieran que tenia una abuela colla. Esa noche en casa no dijo nada, como
si nada hubiera pasado, me trato con el mismo cariño que todos los abuelos tratan a sus
nietos, mientras cenábamos solo hablo para contar de los lapachos en flor, mi padre
le acomodaba el chal sobre sus hombros para que la cubriera mejor protegiéndola
del frío como siempre tratando en todos sus actos que la vida no se escapara de esa
frágil mujer. Esa noche en mi cama llore hasta que me dormí, en silencio, para que
mi hermano no se diera cuenta. Extraño a mi abuela, quisiera que ahora estuviera
conmigo, pero la muerte como el nacimiento es una faena que nos toca vivir solos.
Ya de vuelta en casa, con el pan fresco de la tarde recién comprado me prepare
unos mates, saboree el pan con ansia.
Tres veces a la semana venia a casa una señora a hacer la limpieza y volver a
su lugar las cosas que yo parecía empeñarme en desacomodar. Comencé a entablar
conversaciones con ella lo único que quería era poder llegar al grado de confianza tal
que me permitiera hacer averiguaciones sobre Rosana sin despertar sospechas, así día
tras día fui conociendo su historia. Luego que yo me fuera a estudiar a Buenos Aires,
había llegado al pueblo un Gendarme que la enamoro y le hizo una hija, seguramente
la que me cruce aquella vez en la puerta de la panadería. Cuando le dieron un nuevo
destino el gendarme se fue, la abandono, la olvido, aun embarazada. Ella lo espero,
como la amante del teniente francés, el nunca volvió, como el teniente. En un pueblo
como Tilcara la vida es difícil para una madre soltera, su padre no la hablo por
mucho tiempo, solo antes de morir le pidió perdón por su silencio según contaban los
chismorreos de viejas cuenteras.
Muchos la pretendieron en el tiempo que ella solo dedico a su hija, luego supe que
la bautizo Rosa, herencia lógica de nombre. No permitió que nadie se le acercara, por
51
años espero lo que sabia que nunca llegaría, a aquel ignoto militar, seguramente un
bruto analfabeto llegado desde alguna provincia mesopotámica. Luego sorprendente-
mente la vieron acompañada de Urbano, la persona mas horrible del pueblo, avaro,
tacaño, tosco, moldeado por años de burlas y desprecios, dueño de la despensa mas
grande del pueblo, y de varias de las casas mejores ubicadas en esa pequeña orbe.
Era incomprensible, pero en realidad yo lo entendí apenas me lo contaron, se estaba
vengando de todos los hombres, no seria de nadie, solo de la persona mas horrible del
pueblo.
Godel y Albert Einstein entablaron una amistad legendaria, solían compartir largas
caminatas, el tema de sus conversaciones aun es un misterio, Einstein solía decir que,
"su propio trabajo ya no importaba mucho, que llegaba al Instituto únicamente para
tener el privilegio de caminar a casa junto a Gödel". Cuando en la UBA me encontré
por primera vez con el teorema de incompletitud me resulto en cierto modo frustrante
leer algo que sabia que es realmente importante pero era incapaz de entenderlo, por lo
que me dedique de lleno a el, perseguía a mis profesores, con preguntas al grado tal
que algunos me rehuían, me pasaba horas en la biblioteca, me aislé, perdí contacto
con mis amigos, deje de juntarme a jugar snooker los viernes a la noche para pasarlos
con Godel, en realidad no es tan difícil entender su teorema, lo realmente difícil es
aceptar sus consecuencias. Godel se vale de los mentirosos, o sera de los veraces? Para
demostrar simplemente que nunca llegaremos a la verdad absoluta, eso es terrible, cual
es el sentido de la existencia? , Existe un dios mezquino que como a burros nos pone
una zanahoria en nuestras narices que nunca probaremos?. El plantea que no todo
se puede demostrar, es decir que la verdad es esquiva a nuestro entendimiento, que
existen preguntas que nunca tendrán una respuesta, no solo lo plantea, lo demostró,
hasta ahora de manera irrefutable, pensemos en la siguiente afirmación, .Esta afirmación
es falsa."si es verdadera, esto significa que la afirmación es falsa, lo cual contradice
nuestra primera hipótesis. Por otra parte, si la afirmación es falsa, la afirmación debe
de ser verdadera, lo cual nos lleva de nuevo a una contradicción. El tio de Alicia y
padre de gatos sonrientes y Jabberwockys Lewis Carrol lo simplifica aun mas "Yo
estoy mintiendo.". Ahora me doy cuenta, no solo a veces no podemos tener certeza de
la verdad, esa verdad depende de si misma o de su falsedad para entrar en una eterna
recursividad sin sentido un bucle inconducente que tortura y destruye las mentes.
Varias semanas después volví por la panadería, hice un habito el ir a comprar
pan, aunque tuviera que caminar algunas cuadras, nunca me gusto caminar, es tiempo
perdido. Rosana nunca se acordó de mi, eso me dolía pero de alguna manera me daba
la impunidad necesaria para tratar de acercarme a ella y lograr alguna confianza, al
principio con diálogos casuales. Como un tonto volví a enamorarme, es extraño como
el hombre es presa de esa trampa de la evolución que es el amor, la naturaleza de
mamífero nos engaña para que cuidemos nuestra prole, para que creemos un núcleo
donde los portadores de nuestros genes puedan desarrollarse protegidos, todo motivado
por los genes egoístas que nos usan, seremos simplemente nuestra genética y nada
mas que eso?.
Yo, en esos días, solo pensaba que no tenia hijos, que estaba al borde del umbral
donde mi diabetes y edad me dejarían tiempo para criar un hijo, no quería ser un cero
darwiniano, no quería ser quien rompa la cadena de ancestros sobrevivientes. Y a ese
hijo lo quería tener con ella, quería tener una hija con su belleza, fantaseaba con un
varón de sus entrañas con mi amor por el conocimiento.
Los años y el sedentarismo me hicieron un hombre obeso, mi sobrepeso era en
realidad un problema menor hasta que la reencontré, decidí entonces recuperar en
52 Capítulo 2. La Mujer del Panadero
lo posible un estado saludable. Comencé a ser mas ordenado en mis comidas, y las
caminatas a la panadería se comenzaron a notar. Pronto estaría listo para decirle quien
era yo, que había vuelto, que había recorrido el mundo, que tenia una par de metas en
la vida y que ella era parte de mi destino.
No hizo falta que le dijera quien era este extraño cliente que todas las tardes,
puntual como el humo de su chimenea llegaba a comprare el pan aun caliente. Poco
a poco fuimos acercándonos, con inocentes comentarios comencé a usar mi vieja
técnica de impresionar y seducir, fui adentrandola en temas lógicos y matemáticos
con observaciones y enigmas que ella gustaba resolver, me había puesto un apodo
.el hombre de los acertijos", apelativo que me gustaba solo porque venia de ella, de
otra persona me hubiera molestado sobremanera, aunque ya le había dicho mi nombre
que no le trajo ningún recuerdo. A veces estaba en la panadería Urbano, su marido, el
tiempo transcurrido desde la adolescencia habiame camuflado lo suficiente para que
tampoco me reconociera, la celaba, no le gustaba que hablara con los clientes, ella era
su tesoro mas preciado. Siempre sentía su ojo vigilante, creo que sospechaba algo de
mis intenciones, no era tonto, sabia que tenia un bien codiciado.
Godel era soberbio y provocativo, creía que existía una conspiración para que la
humanidad no pudiera conocer algunos de los manuscritos del genial Leibniz, en una
conversación con el economista Menger se produjo el siguiente dialogo:
- ¿Y quién podría tener interés en destruir los manuscritos de Leibniz?
- Pues está claro: los que no quieren que el ser humano sea más inteligente.
- ¿Por qué no censurar, entonces, al irreverente librepensador Voltaire?
- ¿Acaso alguien en el mundo se ha vuelto más inteligente leyendo a Voltaire?
Rosana, pronunciar su nombre me gusta, me deleita, comenzó a contarme cosas
cada vez mas intimas, me decía que su marido no la dejaba en paz, que la controlaba
todo el tiempo, que en las noches ya en la cama matrimonial, me duele solo pensar que
dormían juntos, comenzaba a preguntarle sobre su día, al principio de manera inocente,
luego se daba cuenta que lo que en realidad quería era encontrarle inconsistencias en
su relato, para confirmar que ella le era infiel o que por lo menos estaba interesada en
otro hombre, la acosaba con inquisiciones para saber con quien había hablado, de que,
por qué se había puesto aquella blusa que dejaba entrever su figura, o buscaba en ella
olores que la delataran. Durante el día se aparecía sorpresibamente por la panadería
para controlarla, tenia emisarios que le contaban de cada movimiento de ella, había
tejido todo un sistema de vigilancia.
Finalmente sucedió, una tarde, mientras me alcanzaba el pan, su mano tomo la
mía, lo supe al instante, lo había logrado, la había seducido. Ahora las metas eran
otras, primero lograr que me ame, luego quedarme con ella, arrebatársela a Urbano.
Lentamente fue creciendo el amor de ella hacia mi, el mio ya era grande, aun así se
hizo mayor.
El nunca la dejaría ir, todo eso ya lo había pensado en mil noches de insomnio.
Tenia todo calculado, cuando ella finalmente me amara, nos escaparíamos, nos iríamos
a Europa a cualquier pequeño pueblito como Tilcara, todos los pueblos se parecen,
nunca mas sabría de nosotros, tomaríamos pocas cosas, solo lo necesario para viajar
livianos, en menos de una semana estaríamos fuera de su alcance solo ella, su hija y
yo.
El tiempo transcurrió, rápido, como pasa el tiempo que disfrutamos, solo se hacían
interminables las horas que no estaba a su lado, ahora compraba el pan a la mañana
y a la tarde, cuando urbano se iba a San Salvador para traer mercadería o hacer sus
negocios no nos separábamos. La gente comenzó a hablar, eso nos dio miedo pero
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puerta de la casa también estaba abierta y dejaba que la luz del interior dibujara un
trapecio en la angosta vereda y la empedrada calle, entre, el silencio era aterrador, solo
el leve tic-tac de un viejo reloj de pared marcaba como un metrónomo, con implacable
precisión, los tiempos de ese terrible desenlace, echos que iban sucediendoce como
fotogramas de una vieja película en celuloide.
De pronto al entrar a la habitación de ellos vi a urbano sentado en usa silla con
las manos colgando sin fuerzas, a los costados, de su sien un grueso hilo de sangre
llegaba hasta el cuello, en el piso un cuchillo y un revolver, de su mano derecha caían
lánguidas y escasas gotas de sangre sobre el piso, luego la vi, Rosana, tendida sobre en
el suelo, semi desnuda, aun en la muerte era hermosa, estaba ya sin vida, un charco de
sangre oscura y viscosa se filtraba por entre las maderas del piso. La había matado con
el cuchillo, para ser mas cruel, los hombres cuando matan con odio tratan de causar
dolor, a mi me enveneno, solo quería matarme. Luego el se suicido de un disparo,
no quería sufrir, quería irse lo mas rápido posible. Tres muertes, un asesino, no es
Urbano, el solo actuó como el verdadero asesino se lo ordeno, el amor es solo una
trampa, nuestra naturaleza nos hace caer en ella, la pasión nos domina, la razón cede.
Trato de pensar, que debo hacer, luego de verificar por tercera vez que Rosana
esta ya sin vida busco la forma de pedir ayuda, no puedo gritar, la fuerza me esta
abandonando, la vida se me escapa, lo siento, busco el teléfono para pedir ayuda,
lo encuentro y una voz impersonal me atiende, insiste con el saludo, callo y pienso,
decido colgar, no quiero ayuda, voy a dejar que este universo siga su curso según la
decisión de Urbano, no quiero cambiarlo, voy a morir, voy a dejar que el veneno siga
inundando mi sangre, no quiero vivir sin ella. Pienso en mi abuela, pienso en Godel,
pienso en Rosana y en una vida que no fue.
3. Emanuel
Mientras esperaba ser atendida la madre de Ema se secó la frente con un pañuelo, el
local estaba abarrotado de gente, tenia el numero 154, de pronto uno de los vendedores
presiono un pulsador y en la marquesina que colgaba del techo un 94 de letras rojas
formadas por leds se transformó en 95.
-Dale Ma, vamos a la heladería de enfrente -insistió Ema.
Y, aunque la madre, tenía el mismo deseo que el hijo, temerosa que llegara su
turno y perderlo le respondió.
-Después que nos atiendan vamos. Si perdemos el turno vamos a tener que volver
a la tarde.
El niño, ya cansado del gentío, el calor y el continuo parloteo de la gente le hizo
la siguiente propuesta.
-Vamos a la heladería y yo te aviso cuando tengamos que volver, te aseguro que
no vas a perder el turno.
La madre accedió, en realidad se resignó a tener que volver otro día sin Ema.
Cruzaron la calle, entraron a la heladería y mientras el niño miraba la imágenes de
los sabores disponibles, solo observaba las fotos, no sabía leer, la mamá intentaba en
vano ver el cartel con los números rojos a través de las dos vidrieras.
Terminaron el helado y la mamá dijo.
-Vamos, volvamos a ver si no perdimos el turno.
-No mama, todavía falta -le dijo Ema-, nos quedemos acá que esta mas fresquito.
La madre no le hizo caso, lo tomó de la mano, con la otra recogió su cartera y
cruzaron. Cuando llegaron nuevamente al local, miró hacia el panel de los turnos y
vio que recién iban por el número 142. Miró a su hijo quien le devolvió la mirada con
una clara expresión de “Viste que yo tenía razón”.
Mientras esperaban Ema le explicó a su mamá.
-Es fácil mamá, hay tres empleados que atienden, el primero, el que tiene la
corbata roja, no habla mucho, dos, tres preguntas y termina de atender a una persona,
los puntitos que están en aquel reloj se prenden y apagan 190 veces; el que tiene
56 Capítulo 3. Emanuel
corbata azul, demora mas, 234 titilar de los puntos, y la chica demora siempre mas
de 300 y menos de 400, ella es la que varía mas, con eso podemos saber cuánto van
a demorar en llegar a nuestro turno. La madre lo miraba sin prestarle atención. De
haberlo hecho se habría dado cuenta que Ema había resuelto sólo el problema de
cálculo y estimaciones de promedios cosa que a ella le tomó varias clases en el colegio.
Una vez que atendieron a la madre, por suerte le tocó el muchacho de corbata
roja, emprendieron el regreso a casa. Ema estaba contento, sabía que solo existen dos
posibles comidas que prepararía mamá ese jueves pasado mediado de mes, milanesas
con papas fritas o pizza, ambas opciones estaban entre sus comidas favoritas como en
la mayoría de los chicos.
La tendencia de convertir todo en fórmulas y cálculos creció con el correr de
los años, llegó incluso en su adolescencia a ganar dinero haciendo “adivinación y
predicción” del futuro a sus compañeros de estudio, pero pronto prefirió callar y no
resaltar su habilidad.
Pasó mucho tiempo perfeccionando su capacidad de observación y de recolección
de datos, aprendió a ver relaciones entre cosas que aparentemente no la tenían, se
daba cuenta que cosas que aparentemente estaban relacionadas en realidad no tenían
vinculación alguna o era muy débil y carecía de importancia porque su incidencia era
insignificante.
Una tarde se paso varias horas observando el vuelo de las mariposas para intentar
predecir cual seria la proxima flor donde se posaria.
Su mente estaba llena de datos, algunos, más bien muchos, todavía inservibles,
pero sabía que en cualquier momento los podría necesitar.
Pergenio naturalmente un sistema de catalogación por múltiples índices, por
ejemplo, sabía el ritmo al que crecía el césped del jardín según la estación del año,
las condiciones climáticas, el ruido circundante, las plagas e incluso el tránsito sobre
él, y este dato para muchos completamente fútil lo podía encontrar según varios
criterios, desde botánicos hasta erosivos según el tipo de calzado, pasando incluso por
condiciones de temperatura y humedad.
Poco antes de cumplir los 17 conoció a Gabriela, la había visto por primera vez
en un colectivo en el que el viajaba regularmente, sabiendo que la probabilidad de
volverla a ver en una ciudad con 8 millones de habitantes tenía un margen de error
muy alto decidió bajar y seguirla para recolectar más datos que le permitan garantizar
volver a encontrarla, era una joven de su misma edad de largo pelo lacio, tez morena y
delgada figura.
Se conocieron, se enamoraron, él no usaba su habilidad con ella.
Un día, al amanecer, terminó con la fórmula que le llevó más tiempo, comenzó a
reemplazar las variables por valores, luego de un par de semanas salió de su habitación.
Tenía el resultado. Sabia el día de su muerte.
Esa noche invito a Gabriela a pasear de la mano por la plaza, la dejo en su casa
con un beso como todos los dias, regreso a su casa, abrazo a su madre y se sentó a
esperar.
4. Kroshnak
Por fin había llegado el día, Kroshnak fue nombrado Caballero de Guerra, el mayor
rango y honor en el reino. Luego de la ceremonia en el oscuro castillo de Shanarid
se dispuso a cumplir con su primer misión, se encomendó al gran Igneo Antiguo,
conocido como “Sharna Bolker” que en lengua ignita significa “el que trae la paz”.
Cabalgando en su nuevo corcel de guerra llegó al altar del desierto, cerca del
campamento Orco, hizo una reverencia ante el altar apollando una rodilla en el suelo
arenoso, allí se encontró con Lucila, la conjuradora, era un encuentro pactado, el jefe
de su clan les había encomendado la misión de recuperar la reliquia robada.
Partieron, sus corceles raudos cruzaron el desierto hasta llegar al borde del río,
donde un pantano contrastaba al desierto con sus lodazales, la niebla y los árboles
cargados de musgo, sabían que debían desmontar para entrar, era un suicidio hacerlo
con tantos lugares propicios para una emboscada.
Lucila cuyas orejas normalmente yacian plegadas sobre la nuca de pronto las erizo,
algo raro pasaba en el pantano, eran los elfos como siempre un grupo de arqueros de
caceria, ellos también llevaban un conjurador.
Lucila invoco unos conjuros que le dieron mayor resistencia, se puso a resguardo
de las flechas y bendijo el hacha de Kroshnak, le otorgó un hechizo que duplicó
su fuerza y blindó su armadura, Kroshnak, el caballero, atacó, sabía que si querían
salir victoriosos del combate el primero en morir de sus enemigos tenía que ser el
conjurador, se acercó y con una finta lo derribó, ya en el piso terminó con su vida, los
arqueros no le disparaban a él, sus flechas estaban todas destinadas a Lucila que resistia
valientemente esquivando y guarnecida detras de los árboles y la niebla, Kroshnak
volvió a atacar, eran tres arqueros uno de ellos con un troll de guerra de mascota, fue el
primero en morir y así uno tras otro con la ayuda de los hechizos y conjuros invocados
por Lucila, vencieron a la patrulla de elfos.
El hacha de doble filo aun chorreaba sangre, había costado salir victorioso, una
profunda herida en el brazo no dejaba de sangrar, sabia que la armadura y el hacha
tenían que ser reparados.
58 Capítulo 4. Kroshnak