LA COMPETENCIA PERFECTA

Es una situación de mercado en la que hay muchos vendedores y compradores

que ofrecen y demandan productos homogéneos, sin que ninguno de ellos tenga
poder para influir en el precio. En este caso, el precio se determina por la
interacción de la oferta y la demanda, y las empresas son precio-aceptantes, es
decir, toman el precio como un dato y producen la cantidad que maximiza sus
beneficios. Un ejemplo de mercado de competencia perfecta sería el mercado
de productos agrícolas, como el trigo o el maíz.

EL MONOPOLIO
Es una situación de mercado en la que hay un solo vendedor que ofrece un
producto único, sin que existan sustitutos cercanos. En este caso, el vendedor
tiene poder para fijar el precio, ya que no tiene competencia y los compradores
no tienen alternativas. El precio que elige el monopolista es mayor que el que se
daría en competencia perfecta, y la cantidad producida es menor. Un ejemplo de
mercado de monopolio sería el mercado de servicios públicos, como el agua o
la electricidad.

MONOPSONIO
Es una situación de mercado en la que hay un solo comprador que demanda un
producto o un factor de producción, como el trabajo. En este caso, el comprador
tiene poder para fijar el precio, ya que no tiene competencia y los vendedores no
tienen alternativas. El precio que elige el monopolista es menor que el que se
daría en competencia perfecta, y la cantidad demandada es menor. Un ejemplo
de mercado de monopsonio sería el mercado de trabajo de una empresa que es
la única que ofrece empleo en una zona geográfica.