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EMILIA: ¿Cómo estás?

ALDANA: Pasó demasiado tiempo. Sentate. ¿Querés tomar algo?

EMILIA: Sí, gracias.

ALDANA: Yo tomé vino blanco.

EMILIA: Si, ya veo.

ALDANA: Probá, esta bueno, te va a gustar.

EMILIA: No gracias.

ALDANA: ¿Estás segura?

EMILIA: De verdad.

ALDANA: Llamé a tu padrastro y me dijo que te iba a gustar. ¿Qué querés tomar?

EMILIA: Voy a tomar un café.

ALDANA: ¿Todo bien?

EMILIA: Si, ¿y vos? ¿Todo bien?

ALDANA: Si.

EMILIA: Tenés un peinado nuevo.

ALDANA: Si. Parezco más vieja ¿no?

EMILIA: No tanto. Seguís igual de joven.

ALDANA: Sí, es difícil perder estos cachetes. Quería parecer más señora, que me tomaran mas
en serio. Así que me corté el pelo, pero es un desastre.

EMILIA: No. está bien. De todas formas, la vejez llega muy rápido.

ALDANA: ¿Si?

EMILIA: No conozco a nadie que quiera parecer más grande.

ALDANA: ¿Y vos? ¿Tus exposiciones? ¿Va todo bien?

EMILIA: Van bien. Van bien.

ALDANA: Contá.

EMILIA: Es un poco… es un poco complicado, la organización y todo… la promoción, los


periodistas…

ALDANA: El precio de la fama. Ví muchos admiradores en tu página.

EMILIA: Sobre todo, lesbianas…

ALDANA: Te lo buscaste. Ví tus últimos cuadros

EMILIA: ¿Si?
ALDANA: Si. Estoy alucinada. Es nuevo, pero auténtico. Soy pésima explicándolo, pero… te voy
a comprar uno en cuanto tenga plata.

EMILIA: Deja, te regalo uno.

ALDANA: No, te lo voy a pagar.

EMILIA: No.

ALDANA: Si. Insisto. Incluso puedo pagarte en especies. Es un chiste. Un poco malo… pero un
chiste…

EMILIA: Es gracioso. ¿Y vos, cómo estás?

ALDANA: Bien. Sigo con los nenes. Ahora, con los de 6 años. Acabo de empezar, pero es genial.
Ellos también están empezando. Durante las vacaciones tengo un grupo de apoyo. Para los que
tienen dificultades. Son mis preferidos. Son casos muy especiales, pero son mágicos. Es
gratificante cuando progresan. La paso genial. Están los que te ponen a prueba y te desafían,
pero es apasionante.

EMILIA: Es lo que querías, ¿no?

ALDANA: Si, eso creo.

EMILIA: Está bien.

ALDANA: Si, es genial. Salvo que te absorbe, ya no tengo tiempo para mí.

EMILIA: ¿No salís?

ALDANA: Si salgo, con otros profesores. Vamos a bailar, a comer… pero… vuelvo casi siempre
sola. Además, estoy sola.

EMILIA: ¿No tenés novio?

(ALDANA dice que no con la cabeza)

EMILIA: ¿No? ¿Novia?

ALDANA: Tuve aventuras tontas pero… nada concreto. De todas formas, me cuesta… me
cuesta engancharme.

EMILIA: Te entiendo. La vida en pareja es difícil.

ALDANA: ¿Y vos qué tal? ¿Seguís con la chica que estuvo en casa?

EMILIA: ¿Lise?

ALDANA: Si.

(EMILIA asiente con la cabeza)

ALDANA: ¿Sos feliz?

EMILIA: Si.

ALDANA: Entonces, bien. ¿Es buena?

EMILIA: Si, es buena.


ALDANA: No sé por qué, pero me la imagino cocinando para cuando volvés y trayéndote flores
a la mañana.

EMILIA: Si, es su estilo. También está la nena, Aude. La quiero mucho.

ALDANA: Es verdad, tiene una nena. Estaba embarazada hasta las cejas. ¿Cuántos años tiene?

EMILIA: Tres. La quiero mucho, nos llevamos muy bien. Hacemos tonterías juntas, y le enseño
cosas. Lise nos reta.

ALDANA: Que bueno.

EMILIA: Dos nenas en la casa es mucho. Es mi familia.

ALDANA: ¿Y sexualmente? ¿Te gusta?

EMILIA: Es…

ALDANA: ¿Un desastre?

EMILIA: Un desastre no, pero es…

ALDANA: ¿Es aburrido?

EMILIA: No sé, ALDANA. No sé. No es como con vos.

ALDANA: Te extraño. Extraño que ya no nos toquemos. Que ya no nos veamos. Que no nos
respiremos. Te deseo. Todo el tiempo. Y a nadie más. Extraño todo. Pero esto lo extraño
mucho. Dejame tocarte.

EMILIA: Pará.

ALDANA: No me digas que no te gusta, no te voy a creer. Es imposible que no lo extrañes.


¡Tocá!

EMILIA: ¡Pará! No puedo.

ALDANA: Perdoname, no sé. No sé. No puedo evitarlo.

EMILIA: Te perdono.

ALDANA: ¿No querés volver a verme?

EMILIA: No.

ALDANA: ¿No me perdonaste?

EMILIA: Claro que sí.

ALDANA: ¿Ya no me querés?

(EMILIA dice que no con la cabeza.)

ALDANA: ¿Estás segura?

EMILIA: Ahora estoy con alguien. Ya lo sabés. Pero siento un amor infinito por vos. Siempre lo
voy a sentir. Toda mi vida.

ALDANA: Perdoname. Ya me conocés. A veces lloro sin motivo.


EMILIA: Si, te conozco muy bien.

ALDANA: Siempre me pasa.

EMILIA: Lo sé. Siempre estás llorando.

ALDANA: Andate cuando quieras.

EMILIA: Si.

ALDANA: De verdad. Ya no te voy a molestar más.

EMILIA: No me molestas. Bien, me voy.

ALDANA: Andate. Andate.

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