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Poema N° 15 de Pablo Neruda Oncemil de Abel Pintos

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, No me gusta herir a quien amo,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. no me gusta traer el pasado,
Parece que los ojos se te hubieran volado aquí, al presente,
no me gusta sentirme ausente
y parece que un beso te cerrara la boca. cuando tú vives a mi lado.

Como todas las cosas están llenas de mi alma No me gusta matar las horas,
emerges de las cosas, llena del alma mía. sonreír si no soy feliz,
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, convertirme tan sólo
en un fantasma amante de todos,
y te pareces a la palabra melancolía. vendiéndole el alma al diablo.

Me gustas cuando callas y estás como distante. No me gusta vivir así, así...
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: Así, como si no doliera,
así, como si no estuviera
déjame que me calle con el silencio tuyo. ahogándome en palabras mudas,
con las manos duras de arañar la
Déjame que te hable también con tu silencio arena.
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada. Partido en once mil pedazos,
callándole la voz del alma a los dos,
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. asumiéndome un caso perdido.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente. No me gusta herir a quien amo,
Distante y dolorosa como si hubieras muerto. no me gusta traer el pasado,
Una palabra entonces, una sonrisa bastan. aquí, al presente,
no me gusta sentirme ausente
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto
cuando tú vives a mi lado.

No me gusta matar las horas,


sonreír si no soy feliz,
convertirme tan sólo
en un fantasma amante de todos,
vendiéndole el alma al diablo.

No me gusta vivir así.

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