Tormentas y Tornados

Tormentas
Argentina es uno de los países del mundo con más tormentas eléctricas. Se producen
en zonas continentales y en su mayor parte en verano, con regiones de mayor
actividad como la Puna, donde hay 130 días de descarga, frente a otras, como Buenos
Aires, con 65. La zona que comprende el norte de Argentina, Paraguay y el sur de
Brasil es una de las cuatro regiones del mundo con mayor densidad de tormentas
eléctricas.
Durante una de estas tormentas, los cielos se pueden encender y oscurecer de forma
intermitente durante horas, a veces toda la noche. Las tormentas se dan cuando se
generan descargas bruscas de electricidad atmosférica que se manifiestan en un
resplandor, aquel que conocemos como rayo, y un estruendo también llamado trueno.

Pero este espectáculo no es inocuo. Los rayos son responsables de importantes

daños en infraestructuras, pueden afectar a las instalaciones eléctricas y redes de alta
tensión, radares, antenas y también aviones e instalaciones aéreas. En los casos más
extremos, se encuentran en el origen de formación de fenómenos como tornados o
huracanes.

tornados
Aunque parezcan de película, los tornados son un fenómeno meteorológico frecuente
en muchas provincias argentinas. Si bien “El callejón de los tornados” en Estados
Unidos es el lugar que más impactos sufre por este fenómeno, en nuestro país la
región comprendida desde el Río Colorado hacia el norte, es la segunda del planeta
con más registros de tornados, y fue recientemente bautizada por la comunidad
científica como el “Pasillo de los Tornados”.
Un tornado es un violento remolino de aire que se genera en la base de una nube de
tormenta, pudiendo o no tocar la superficie terrestre o el agua. Si llega a la superficie,
puede causar daños de diferente magnitud.
para formar un tornado es indispensable la formación de una nube de tormenta. Para
eso se necesita que aire cálido y húmedo sea forzado a elevarse por un mecanismo
de ascenso, como, por ejemplo, la presencia de un frente frío. Otros factores a tener
en cuenta son la gran inestabilidad del aire y una fuerte cortante vertical del viento (es
decir, cómo aumenta y/o gira el viento a medida que subimos en las capas de la
atmósfera).
Cómo se clasifican los tornados
La Escala Fujita clasifican a los tornados según el daño causado. Un tornado EF0, el
más débil según la escala, posiblemente dañe árboles, pero no estructuras, mientras
que un tornado EF5, el más fuerte, puede arrancar edificios de sus cimientos
dejándolos descubiertos e incluso deformar rascacielos.
 Grandes tormentas y tornados de argentina
La noche de los 100 tornados
En la tarde del martes 13 de abril de 1993, las condiciones de alta inestabilidad y la
llegada de un poderoso frente frío a la provincia de Buenos Aires formaron un cóctel
perfecto para el desarrollo de tormentas severas acompañadas de decenas de
tornados. Este evento fue clasificado por los expertos como “extraordinario” y hasta
hoy, ninguna otra tormenta en nuestro país logró igualar la cantidad de tornados de
ese día.

Después de las 20 horas de ese cálido 13 de abril, comenzaron a formarse tormentas

sobre el centro de la provincia de Buenos Aires. Rápidamente se extendieron desde el
partido de Pehuajó hasta la costa Necochea y Mar del Plata.
Todo ocurrió entre las 20 y las 23 h. En total, se reportaron más de 100 tornados, que
fueron clasificados en categorías de F1 a F3. Los daños se produjeron a lo largo de
franjas orientadas de noroeste a sudeste

Al día siguiente, un panorama desolador. En Henderson, por ejemplo, el tornado fue

categoría F3 y los daños evidenciaron la furia de la tormenta.

Otro tornado de la misma categoría destruyó gran parte de la localidad de

Urdampilleta, partido de Bolívar. En Mar del Plata, la tormenta severa fue acompañada
de un tornado F2, y como consecuencia la plaza principal quedó irreconocible.

Si bien esas localidades fueron severamente dañadas, casi la totalidad del área
abarcada por las tormentas reportó daños materiales, como voladuras de techos,
daños en el tendido eléctrico y en galpones, árboles caídos o arrancados de raíz, y
anegamientos por las fuertes lluvias. Los fenómenos meteorológicos de esa noche
dejaron un saldo de 7 víctimas fatales y cientos de heridos.

La lluvia del siglo.

300 milímetros en pocas horas. Decenas de muertos y desaparecidos. 90 mil

evacuados. Cientos de autos tapados hasta el techo por el agua. Miles de casas

arruinadas. Muchos más vecinos sin luz. Todos estos datos pertenecen al 31 de mayo

de 1985. Ese día se produjo una tormenta sin precedentes en la historia climática del

siglo XX. Es el antecedente más feroz azotó a la Capital.

En aquel entonces, la terrible inundación) se producía por el desborde del Arroyo

Maldonado. Habían caído 300 mm en 36 horas. Todo un "diluvio" que provocó un

"caos urbano". En su momento se consideró la peor tragedia climática de Capital y el

Gran Buenos Aires. En agosto de ese año, el entonces intendente porteño Julio

Saguier prometió que en noventa días estará concluido el proyecto del aliviador del

arroyo Maldonado, que descargaría los excesos hídricos. Pasaron casi 30 años y las

imágenes, historias, tragedias y promesas oficiales se repiten. Faltan obras.1