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2. Bajo la excusa de restituir los valores esenciales que servían para la conducción
integral del estado, la dictadura implementó y ejecutó un “plan sistemático y
generalizado de represion contra la población civil” esto bajo el argumento y la
justificación de “erradicar la subversión y promover el desarrollo económico(…).
5. La familia Julien Grisonas estaba integrada por Mario Roger Julien Cáceres y
Victoria Lucía Grisonas Andrijauskaite, y sus hijos Anatole Boris y Victoria Eva
(supra nota a pie de página 1). El señor Julien Cáceres nació en Montevideo,
Uruguay, el 29 de abril de 1943. La señora Grisonas Andrijauskaite nació en
Buenos Aires, Argentina, el 16 de abril de 1945, y con posterioridad obtuvo la
nacionalidad uruguaya. Ambos contrajeron matrimonio el 27 de diciembre de
1968. Anatole Boris nació en Montevideo, Uruguay, el 25 de septiembre de 1972,
y Victoria Eva nació en Buenos Aires, Argentina, el 7 de mayo de 1975.
6. Mario Roger Julien Cáceres trabajó como ceramista y obrero gráfico en Uruguay,
donde también era estudiante de la Escuela de Bellas Artes. Era opositor político
y militó en el Partido por la Victoria del Pueblo (P.V.P.). Fue procesado y privado
de su libertad en la cárcel de Punta Carretas, Uruguay, de la que escapó en
septiembre de 1971 en el marco de una fuga masiva. En 1973, ante la instauración
de la dictadura en Uruguay a raíz de un golpe de Estado, se trasladó a Argentina,
donde obtuvo el estatuto de refugiado por el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR). En 1974 se reunió en Buenos Aires con su
esposa y el hijo de ambos, Anatole. Victoria Lucía Grisonas Andrijauskaite
también era opositora política y militante del P.V.P.
8. Durante el operativo, Mario Roger Julien Cáceres habría intentado escapar por la
parte trasera de la vivienda, pero fue sorprendido por las autoridades. Si bien en
un principio se planteó la hipótesis de que se habría suicidado mediante la ingesta
de una pastilla de cianuro, los tribunales nacionales han concluido que “fue
asesinado” en el marco del referido operativo, sin que a la fecha se tenga noticia
acerca del paradero de sus restos. Por su parte, los agentes detuvieron a Victoria
Lucía Grisonas Andrijauskaite.
Problema Jurídico:
Lo que se quiere es reparar el daño causado a los desaparecidos y a sus familiares ya que
fue responsabilidad Internacional de Argentina, por las desapariciones forzadas que se
dieron durante la dictadura militar. Y a su vez que se reconozca la violación de los
derechos reconocidos en los artículos 8 y 25 de la CADH con relación a los artículos 1 y
2 del mismo instrumento.
Marco Legal
Ley No. 23.49284 Ley de “punto final”: Artículo 1°- Se extinguirá la acción penal
respecto de toda persona por su presunta participación en cualquier grado, en los delitos
del artículo 10 de la Ley [No.] 23.04985, que no estuviere prófugo, o declarado en
rebeldía, o que no haya sido ordenada su citación a prestar declaración indagatoria [...],
antes de los sesenta días corridos a partir de la fecha de promulgación de la presente ley.
En las mismas condiciones se extinguirá la acción penal contra toda persona que hubiere
cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de acción política hasta
el 10 de diciembre de 1983.
Ley No. 23.52186 Ley de “obediencia debida”: Artículo 1°- Se presume sin admitir
prueba en contrario que quienes a la fecha de comisión del hecho revistaban como
oficiales jefes, oficiales subalternos, suboficiales y personal de tropa de las Fuerzas
Armadas, de seguridad, policiales y penitenciarias, no son punibles por los delitos a que
se refiere el artículo 10 punto 1[°] de la ley [No.] 23.049 por haber obrado en virtud de
obediencia debida. [...] En tales casos se considerará de pleno derecho que las personas
mencionadas obraron en estado de coerción bajo subordinación a la autoridad superior y
en cumplimiento de órdenes, sin facultad o posibilidad de inspección, oposición o
resistencia a ellas en cuanto a su oportunidad y legitimidad.
Artículo I de la CIDFP:
Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a: a) No practicar, no permitir,
ni tolerar la desaparición forzada de personas, ni aun en estado de emergencia, excepción
o suspensión de garantías individuales; b) Sancionar en el ámbito de su jurisdicción a los
autores, cómplices y encubridores del delito de desaparición forzada de personas, así
como la tentativa de comisión del mismo; c) Cooperar entre sí para contribuir a prevenir,
sancionar y erradicar la desaparición forzada de personas; y d) Tomar las medidas de
carácter legislativo, administrativo, judicial o de cualquier otra índole necesarias para
cumplir con los compromisos asumidos en la presente Convención.
Derechos consagrados en los artículos 7.1, 5.1, 5.2, 4.1 y 3 de la Convención Americana
permanecen en la actualidad, lo que determina la responsabilidad internacional del
Estado.
La Comisión argumentó que durante la vigencia de las Leyes No. 23.492 y 23.521
se “provocó una situación de total impunidad respecto de los delitos de lesa
humanidad perpetrados” contra la familia Julien Grisonas, los cuales no son
susceptibles de amnistía. Señaló que, de acuerdo a la jurisprudencia
interamericana, durante la vigencia y aplicación de dichas leyes el Estado violó
los artículos 8.1 y 25 de la Convención, en relación con los artículos 1.1 y 2 del
mismo instrumento, y del artículo I, inciso b), de la CIDFP.
La Comisión indicó que, si bien en 2011 se condenó a varios exagentes de
inteligencia del Estado por delitos cometidos en perjuicio de la señora Grisonas
Andrijauskaite, el fallo no aplicó el tipo penal de desaparición forzada,
incorporado a la legislación interna en 2011. Señaló que la CIDFP “entró en vigor
en Argentina el 28 de febrero de 1996, sugiriendo la obligación de tipificar el
delito de desaparición forzada”. No obstante, debieron transcurrir 15 años para
que se diera cumplimiento a la obligación internacional. Concluyó que Argentina,
derivado de la tipificación “tardía” del delito, violó el artículo III de la CIDFP.
La Comisión indicó el Estado no ha utilizado todos los medios para realizar con
prontitud las actuaciones y averiguaciones necesarias a fin de esclarecer la suerte
de las presuntas víctimas. En cuanto al señor Julien Cáceres, existen indicios de
que sus restos fueron trasladados al osario general del Cementerio Municipal del
Partido General de San Martín, los cuales “por más serios que sean, no dejan de
ser indicios, por lo que por sí solos no constituyen una determinación inequívoca
del destino de los restos”. Alegó que el Estado aludió a la conclusión del Equipo
Argentino de Antropología Forense (en adelante también “el EAAF”), sin
informar “si posteriormente hubo diligencias adicionales ni el motivo por el cual
el juzgado no contestó las solicitudes realizadas por el representante” a ese
respecto.
Argumentos Jurídicos:
La Comisión, por su parte, refirió que, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal,
una solicitud de interpretación “no puede utilizarse como medio de impugnación de la
decisión cuya interpretación se requiere”.