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Entender cómo se interpreta será fundamental para hacer un buen uso de la carta náutica.
Recuerda que, para obtener tu titulación náutica, necesitarás saber usar ambas herramientas.
Existen imágenes geométricas del siglo XIII encontradas en Venecia, Mallorca y Génova, que
aparecieron en los libros de instrucciones de la gente de mar. En estos libros se anotaba
información de interés, como la distancia entre algunos puertos o rumbos a seguir para llegar
hasta ellos.
La primera rosa de los vientos que se encuentra documentada en una carta de navegación es la del
navegante portugués Pedro Reinel, en el año 1504. Esta tosa incluía una flor de lís marcando el
norte, en su parte superior. En años posteriores la rosa fue apareciendo en otras cartas náuticas,
extendiéndose así su uso.
Se dice que el origen del nombre proviene de la similitud con la forma de una imagen de una rosa.
Este símbolo con forma de estrella dentro de la circunferencia, sirve para identificar los distintos
puntos cardinales existentes.
En ella, se identifican los cuatro rumbos laterales, los ocho rumbos colaterales y los rumbos
colaterales, además de los distintos nombres que pueden tomar las distintas direcciones del
viento.
Su uso está muy extendido, de hecho, se encuentra en casi todos los sistemas de navegación,
incluyendo el sistema GPS (sistemas de posicionamiento global), así como NDB (Balizas No
Direccionales) y VOR (Sistemas de Rango Omnidireccional VHF)