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CASO

Cuando era joven, Px siempre se mantuvo un tanto aislado, incluso de sus dos hermanos y su
hermana. Durante los primeros años de escuela, adquirió una actitud de sospecha si otros niños le
hablaban. Rara vez parecía sentirse cómodo, incluso con quienes lo habían conocido desde el
preescolar. Nunca sonreía o mostraba demasiada emoción, de modo que, cuando cumplió 10 años,
incluso sus hermanos pensaban que era extraño. Los adultos decían que era “nervioso”. Durante
algunos meses de su adolescencia, se interesó en la magia y en lo oculto; leía mucho sobre brujería
y formulación de hechizos. Más tarde, decidió que le gustaría ser pastor. Pasaba muchas horas en
su habitación aprendiéndose de memoria los pasajes de la Biblia. Px nunca había estado
demasiado interesado en el sexo, pero a los 24 años, cuando aún acudía a la Universidad, se sintió
atraído por una chica en su clase. Px se dio cuenta de que su corazón dejó de latir
momentáneamente cuando la vio por primera vez. Ella siempre le decía “Hola” y sonreía cuando
se encontraban. Él no quería demostrar demasiado interés, así que esperó una tarde, varias
semanas después, para invitarla a una fiesta de Año nuevo. Ella rechazó su invitación, de manera
educada pero firme. Como le mencionó px a un entrevistador meses después, pensó que esto era
extraño. Durante el día, Mary era amistosa y abierta con él, pero cuando se la encontraba por la
noche, se mostraba reservada. Él sabía que en esto había algún mensaje que se le escapaba, y lo
hacía sentirse muy tímido e indeciso. También observó que sus pensamientos se habían acelerado
tanto que no podía ordenarlos. “Observé que mi energía mental se había reducido”, le dijo al
entrevistador, “así es que fui a ver al médico. Le dije que se me estaba formando gas en los
intestinos, y yo pensaba que eso me producía erecciones. Y todos mis músculos parecían flácidos.
Me preguntó si utilizaba drogas o si me estaba sintiendo deprimido. Le dije que ninguna de las dos.
Me prescribió unos tranquilizantes, pero yo tiré la receta”. Px era anormalmente delgado, incluso
para una persona de constitución tan ligera, y su piel tenía un color blanco pastoso. Vestido en
forma casual, se sentaba en silencio y sin moverse durante la entrevista. Su lenguaje era del todo
ordinario; un pensamiento desembocaba de manera lógica en el siguiente, y no existían palabras
inventadas. Para el verano, se había convencido de que Mary pensaba en él. Había resuelto que
algo debía estarlos manteniendo separados. Cada vez que tenía esta sensación, sus pensamientos
parecían alcanzar un volumen tan alto que se sentía seguro de que otras personas eran capaces de
escucharlos. Se negó a buscar un trabajo de verano ese año y volvió a mudarse a la casa de sus
padres, donde se mantuvo en su habitación, pensativo. Le escribió largas cartas a Mary, la mayor
parte de las cuales destruyó. En el otoño, px se dio cuenta de que sus parientes estaban tratando
de ayudarlo. Si bien le guiñaban un ojo o le daban golpecitos con un dedo para hacerle saber
cuándo ella estaba cerca, esto no ayudaba. Ella seguía eludiéndolo, en ocasiones sólo por algunos
minutos. A veces, escuchaba un zumbido en su oído derecho, que le hacía preguntarse si se estaba
quedando sordo. Su sospecha pareció confirmarse por lo que llamó en privado “un signo claro”. Un
día, mientras conducía, observó, como si fuera por primera vez, el botón de encendido del
desempañante del medallón del auto. Decía “rear def”, que para él significaba sordera del oído
derecho. Cuando avanzó el invierno y se aproximaron las vacaciones, px supo que tendría que
entrar en acción. Condujo hasta la casa de Mary para definir las cosas con ella. Mientras iba
cruzando el pueblo, las personas que dejaba atrás inclinaban la cabeza en señal de consentimiento
y le guiñaban el ojo como señal de que entendían y le daban su aprobación. La voz de una mujer,
que hablaba con claridad justo detrás de él en el asiento trasero, dijo: “¡Da vuelta a la derecha!” y
“¡Bien hecho, chico!”

Diagnóstico:

Eje I: Trastorno Esquizoafectivo o Trastorno esquizofreniforme

EjeII: síntomas moderados

Eje III:ideas delirantes por falta de la actividad social

Síntomas:amarillo

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