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Resumen
Se hizo una colecta de muestras de maíz y, al mismo tiempo, se aplicó una encuesta
sociodemográfica rápida en 116 hogares de la región de Tlaxiaco de la Mixteca
oaxaqueña, con el objetivo de entender, con base en la dinámica de los hogares, los
sistemas locales de producción de maíz y mediante la caracterización morfológica,
determinar la variación fenotípica. En esta región el sistema milpa sigue desarrollándose
con más de dos especies juntas (85% de los casos), y el maíz es el eje principal, con
colores de grano blanco, amarillo, rojo, azul o negro y pinto. Como sistema
socioeconómico sigue adaptándose a las actuales condiciones y para ello recurre a
migración. Las razas mas definidas y conservadas en la región son Mixteco, Chalqueño y
Cónico y diferentes complejos interaciales. Aunque, el agricultor los diferencia por color de
grano, algunas características de grano, días a floración y altura de planta.
Palabras clave: Conservación, familias campesinas, razas de maíz, sistema milpa.
28
Introducción
El maíz es el cultivo más importante en México, desde el punto de vista social, cultural y
económico, se siembran aproximadamente 8.5 millones de hectáreas anuales, y
particularmente en el estado de Oaxaca, se siembran más de 500 mil hectáreas
(SEIDRUS, 2009). Dada esa importancia, el mejoramiento genético de maíz ha sido y es
una de las líneas de investigación agrícola con mayor historia (más de 50 años),
consistencia y dinamismo en innovaciones tecnológicas. El modelo técnico-económico de
generación, difusión y adopción de las variedades mejoradas de maíz, es repetido por
varios fitomejoradores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y
Pecuarias, del Colegio de Postgraduados, Universidad Autónoma Chapingo y Universidad
Agraria Antonio Narro, entre otras (Mejía y Molina, 2002: Espinoza et al., 2003; Rincón et
al., 2004; Márquez, 2008). A pesar de ese esfuerzo institucional nacional, la mayor
proporción de superficie sembrada de maíz se siembra con maíces nativos o criollos; es
decir, la mayoría de los agricultores no utilizan variedades mejoradas (Guillén-Pérez et al.,
2002); aunque esto no es exclusivo de México sino de Latinoamérica (Morris y López,
1999).
Por otro lado, desde la época precolombina el agricultor ha conservado y mejorado sus
poblaciones cultivadas de maíz (Piperino y Flannery, 2001; Benz, 2001); un ejemplo es la
generación de la diversidad de razas mexicanas de maíz (Wellhausen et al., 1951); en las
últimas décadas se sigue documentando que los agricultores realizan selección y
conservación de sus variedades locales o nativas (Louette y Smale, 2000: Soleri et al.,
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2000). Además las evidencias indican que la diversidad de maíces mantienen cierta
relación con los rasgos socioculturales de la comunidad (Perales et al., 2005).
Desde finales de los 60, principios de los 70 y hasta el año 2005 se han realizado
diversas colectas de maíz en la mixteca oaxaqueña. Una de las colectas más grandes
(220 muestras), se realizo entre 2004 y 2005 por el Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Aragón et al., 2006) en la cual se observó la presencia
de las razas Chalqueño, Cónico y una raza local denominada Mixteco, tres razas nativas
de la Mixteca. La última fue reportada previamente por Wellhausen et al. (1951) como una
variante de la raza Cónico. Sin embargo, según las apreciaciones visuales de Aragón et
al. (2006), en la región Mixteca se pueden diferenciar fenotípicamente hasta 27 razas.
Aunque, no se han realizados estudios más detalladas al respecto y poco se ha estudiado
la dinámica de las población de maíz en el sistema milpa. Por lo tanto, se requiere un
trabajo más específico para cuantificar, en términos poblacionales, la diversidad genética
inter e intraracial en las parcelas de los agricultores. Así, se planteo este trabajo con el
objetivo de conocer las condiciones generales sociodemográficas asociadas al cultivo del
maíz y determinar la diversidad fenotípica de las poblaciones cultivadas en la región de
Tlaxiaco, Oaxaca.
Materiales y métodos
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migrantes, uso de mano de obra para las actividades agrícolas, el tipo de tracción
utilizada para las labores del suelo, número de lotes de semillas que el agricultor identifica
como diferentes (variedad nativa), la superficie sembrada con cada variedad o población
nativa de maíz y las asociaciones con otras especies de la milpa. Se aplicaron 116
encuestas que permitieron conocer la dinámica general de la familia alrededor del cultivo
de maíz. El total de encuestas estuvo determinado por la facilidad otorgada por las
familias para donar una o más muestras de maíz, la disposición a responder a un
cuestionario y que realizaran siembras de maíz a más de 2000 m de altura.
Posteriormente, se realizo la siembra para efectuar la caracterización morfológica. Se
tuvieron tres sitios experimentales en terrenos de los agricultores. En San Martín
Huamelulpán se usó un terreno comunal y con ayuda de los comuneros, se caracterizaron
100 accesiones; el segundo sitio fue Santa Catarina Ticua donde se caracterizaron 50
muestras; y el último sitio fue Chalcatongo de Hidalgo donde se evaluaron 50 accesiones
en terrenos de un agricultor cooperante. El diseño fue un diseño de látice simple en todos
los casos y solo 23 poblaciones o accesiones se repitieron en los tres sitios. La
caracterización morfológica se realizo con base en los descriptores para maíz del IBPGR
(1991), y para la elección de variables a evaluar se tomó como referencia los trabajos de
Sánchez y Goodman (1992), Sánchez et al. (1993) y Herrera et al. (2000). En total se
evaluaron 18 caracteres de planta, espiga, mazorca y grano.
Para valorar la dinámica sociodemográfica de las familias campesinas, se hizo un
análisis gráfico descriptivo de las variables de interés. Por otro lado, con los datos de
caracterización morfológica de las 23 muestras repetidas en los tres sitios experimentales,
se estimaron los componentes de varianza por el método de momentos para calcular las
varianzas genotípicas (σ2g), ambiental (σ2a) y de la interacción genotipo-ambiente (σ2gxa) y
la heredabilidad en sentido amplio (H2), de acuerdo con la propuesta de Chávez et al.
(2006) y mediante las siguientes expresiones: varianza genotípica (σ2g)=(CMg–CMgxa)/rxs; 30
r, repeticiones y s, sitios experimentales; varianza ambiental (σ2a) = (CMs–CMrep.)/r;
varianza de la interacción genotipo-ambiente (σ2gxa) = (CMgxa–CMerror)/r; donde:
CM=cuadrado medio; y H2 =σ2g/(σ2g + σ2a + σ2gxa). Complementariamente, mediante la
expresión sugerida por Goodman y Pateriniani (1969), se calculó un índice de
repetibilidad (r) = σ2g/(σ2g + σ2gxa) y se consideró que los valores de r>0.5 correspondían a
las variables de mayor valor descriptivo de la variabilidad morfológica total. Por último, con
las variables seleccionadas se realizó un análisis de conglomerados de agrupación
jerárquica para cada experimento de caracterización.
Resultados y discusión
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Figura 1. Número de miembros de familia por hogar Figura 2. Porcentaje de hogares con familiares migrantes
10-12 Migración
7-9 Migración Nac. e Internac.
(9.5%) (6.0%) internacional (3.4%)
(21.6%)
Migración
1-3 nacional
(37.1%) (28.4%)
4-6
(47.4%) No migran
(46.6%)
45
40
35
30 31
25
Gueza (ayuda mutua)
20
Familiar y contrata
15
Contrata
Familiar
10
Con relación a la mano de obra utilizada para realizar las actividades de la milpa, se
determinó que el 45% de los agricultores combina la contratación de mano de obra y la
disponibilidad de ayuda familiar; hecho que refleja la disponibilidad de recursos producto
del envío de remesas por sus familiares migrantes. No obstante, aun prevalece la “gueza”
o ayuda mutua entre vecinos (aprox. 30% de los casos) y consiste en que el ejidatario o
dueño de la parcela recibe ayuda de sus vecinos para realizar una actividad y él
proporciona la comida. Posteriormente, cuando el vecino necesita de ayuda entonces el
agricultor que primero recibió la ayuda va a trabajar con él en reciprocidad, todo esto sin
retribución económica. Este sistema de ayuda mutua es frecuente en los Valles Centrales
de Oaxaca donde se le llama “tequio”; aunque, comúnmente es conocida como la labor
comunitaria para una obra social o de beneficio colectivo. También, se determinó que
alrededor del 5% de los hogares contrata siempre mano de obra para realizar todas las
actividades (Figura 1).
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En la región de Tlaxiaco predominan las siembras con maíz criollo de grano blanco, le
sigue amarillo, azul (negro), rojo y pinto (combinaciones rojo-blanco, negro-blanco, rojo-
blanco-azul). Entre los hogares entrevistados de 14 municipios, fue notorio que siembran
menos de 10 hectáreas con fines comerciales (4.7% del total reportada) y usualmente son
aquellos terrenos de riego. Además, sólo alrededor del 15% del total de agricultores
entrevistados manifestaron que practican el monocultivo de maíz, en tanto que el 85% lo
asocia con uno, dos, tres o hasta cuatro cultivos como frijol, calabaza, chilacayote y haba,
entre otras. En cuanto a las asociaciones de cultivos, la de mayor proporción (cerca del
45%), es la que asocia al maíz con frijol, chilacayote y calabaza. Los datos recopilados
reflejan que el sistema de policultivo milpa predomina la forma de producción en la región
de Tlaxiaco, Oaxaca (Figuras 4 y 5).
Figura 4. Hectáreas sembradas con maíz de diferente color de grano
80
70
60
Hectáreas sembradas
50
40
Comercial (blanco)*
30
32
20
Amarillo
Blanco
10
Azul
Rojo
Pinto
40
35
30
25
20
F - Chilacayote (CH) - C
15
F - calabaza (C)
F - CH - H - C
10
No asocia
Haba (H)
Otras
F - CH
Frijol (F)
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En este trabajo, un lote de semilla o tipo de maíz, se entiende como la variante de maíz
que el agricultor siembra, maneja o distingue como diferente. Así, cuando al agricultor se
le preguntó, cuántos tipos diferentes de maíz siembra o conserva, las respuestas fueron
variadas; de los 116 hogares y jefes de familias entrevistados, más del 80% señalo que
siembra el blanco, después se destacaron los azules, amarillos y rojos, y los pigmentados
son muy preferidos para los tamales, tortillas de color y “totopos mixtecos” (tortilla tostada
y delgada), Figura 6. También hicieron notar que siembran mayor cantidad de maíz
blanco porque lo pueden vender fácilmente en los mercados locales. Así, este elemento
hace pensar que los mercados influyen, en diferente grado, en la conservación de la
diversidad de maíces nativos, tal como se documentó en el estado de México por Perales
et al. (2003). No obstante, en esta región menos del 10% de la cosecha del maíz es
destinado a la venta en los mercados locales y regularmente cada agricultor vende menos
de 200 kg; por lo que, puede asumirse que la cosecha la destinan esencialmente para el
autoconsumo.
80
70
Porcentaje de agricultores
60
33
50
Comercial (blanco)*
40
30
20
Amarillo
Blanco
10
Pinto
Azul
Rojo
Más del 75% del total de agricultores entrevistados siembran de 2 a 5 lotes de semillas
diferentes (Figuras 7 y 8). Este hecho es de relevancia ya que les ayuda a sortear la alta
variabilidad de precipitaciones durante la estación de lluvias, que en algunos sitios no
superan los 500 mm de precipitación anual.
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3 4
(19.8%) (12.9%)
5
(3.4%)
1
(23.3%)
2
(40.5%)
30
25
Porcentaje de agricultores
20
34
15
Tiene yunta y renta tractor
10
Renta tractor
Tiene yunta
Renta yunta
Otro elemento que define a estos sistemas de producción, es el uso de maquinaria en las
actividades agrícolas. Así, cerca del 30% de los hogares rentan tractor o yunta para
realizar el barbecho y/o escardas, le siguen los que tiene yunta, y los que combinan la
renta de tractor para el barbecho y uso de su yunta para las escardas. Estos últimos
casos, también los observó Reyes et al. (2005) en Xaltepec, Puebla y Álvaro Obregón,
Tlaxcala, respectivamente. En los sistemas tradicionales de la agricultura mixteca, es
común el uso de la yunta aunque tenga tractor, como pudo constatarse en
aproximadamente 2% de los agricultores de la región de Tlaxiaco (Figura 4). Otros más
puntualizan que en pendientes pronunciadas (>40%) no usan la yunta ni el tractor y todas
las actividades las realizan con sus manos.
Todo lo anterior ayuda a describir, de manera general, el sistema de cultivo del maíz en
la región de Tlaxiaco, que se caracterizó por tener de 4 a 6 miembros por familia y con
mas del 50% de hogares que tienen por lo menos un familiar migrante. Para realizar las
actividades agrícolas combina la mano de obra de su familia y contrata, pero además
aprovecha la “gueza” o trabajo de ayuda mutua, siembran de 2 a 3 lotes de semilla de
diferente color de grano y la mayor superficie sembrada es de grano blanco, también son
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Con base en las descripciones y clasificaciones realizadas por Wellhausen et al. (1951)
y de Aragón et al. (2006) de las razas en la región mixteca oaxaqueña, se procedió a
clasificar fenotípicamente en razas o complejos raciales a los grupos resultantes del
análisis de conglomerados. Así, se determinó que la raza Cónico estuve mejor
representada por las colectas CIIDIR-94 y CIIDIR-122, Chalqueño por las muestras
CIIDIR-198, CIIDIR-166 y CIIDIR-120, la raza Mixteco tuvo mayor número de
representantes CIIDIR-129, CIIDIR-131, CIIDIR-12 y CIIDIR-167; todas esas variantes
raciales son cultivadas o conservadas por agricultores que asocian de dos a tres especies
como el frijol, chilacayote y calaba; es decir, las razas se conservan bajo el sistema milpa.
También fue relevante determinar que, entre los grupos formados se localizan complejos
raciales de dos o tres razas; lo que es un indicador de la dinámica poblacional o flujo
genético entre las poblaciones de maíz sembradas en parcelas contiguas que hacen difícil
su clasificación fenotípica en una raza en particular (Figura 9).
La propuesta de complejos raciales esta fundamentada en el constante flujo de polen
entre las parcelas contiguas y por el intercambio de semilla que hacen los agricultores con
sus vecinos o con agricultores de otras comunidades o regiones. También es notoria la
preferencia y conservación de los complejos raciales entre los agricultores, ya que ellos
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deciden que lote o lotes de semilla sembrar basados en tamaños de mazorca, formas y
coloraciones de grano, de la misma manera que se ha documentado en otras regiones de
México (Louette y Smale, 2000; Brush y Perales, 2007).
Conclusiones
Referencias
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