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Familias campesinas y variación fenotípica de poblaciones nativas de maíz en la


región de Tlaxiaco, Oaxaca

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José Luis Chávez-Servia


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DESARROLLO, AMBIENTE Y CULTURA / VOL.1 / NÚM. 1/2011

FAMILIAS CAMPESINAS Y VARIACIÓN FENOTÍPICA DE POBLACIONES


NATIVAS DE MAÍZ EN LA REGIÓN DE TLAXIACO, OAXACA

José Luis Chávez Servia, Prisciliano Diego Flores


Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Instituto Politécnico Nacional, Unidad Oaxaca
jchavezservia@yahoo.com

Resumen
Se hizo una colecta de muestras de maíz y, al mismo tiempo, se aplicó una encuesta
sociodemográfica rápida en 116 hogares de la región de Tlaxiaco de la Mixteca
oaxaqueña, con el objetivo de entender, con base en la dinámica de los hogares, los
sistemas locales de producción de maíz y mediante la caracterización morfológica,
determinar la variación fenotípica. En esta región el sistema milpa sigue desarrollándose
con más de dos especies juntas (85% de los casos), y el maíz es el eje principal, con
colores de grano blanco, amarillo, rojo, azul o negro y pinto. Como sistema
socioeconómico sigue adaptándose a las actuales condiciones y para ello recurre a
migración. Las razas mas definidas y conservadas en la región son Mixteco, Chalqueño y
Cónico y diferentes complejos interaciales. Aunque, el agricultor los diferencia por color de
grano, algunas características de grano, días a floración y altura de planta.
Palabras clave: Conservación, familias campesinas, razas de maíz, sistema milpa.
28
Introducción

El maíz es el cultivo más importante en México, desde el punto de vista social, cultural y
económico, se siembran aproximadamente 8.5 millones de hectáreas anuales, y
particularmente en el estado de Oaxaca, se siembran más de 500 mil hectáreas
(SEIDRUS, 2009). Dada esa importancia, el mejoramiento genético de maíz ha sido y es
una de las líneas de investigación agrícola con mayor historia (más de 50 años),
consistencia y dinamismo en innovaciones tecnológicas. El modelo técnico-económico de
generación, difusión y adopción de las variedades mejoradas de maíz, es repetido por
varios fitomejoradores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y
Pecuarias, del Colegio de Postgraduados, Universidad Autónoma Chapingo y Universidad
Agraria Antonio Narro, entre otras (Mejía y Molina, 2002: Espinoza et al., 2003; Rincón et
al., 2004; Márquez, 2008). A pesar de ese esfuerzo institucional nacional, la mayor
proporción de superficie sembrada de maíz se siembra con maíces nativos o criollos; es
decir, la mayoría de los agricultores no utilizan variedades mejoradas (Guillén-Pérez et al.,
2002); aunque esto no es exclusivo de México sino de Latinoamérica (Morris y López,
1999).
Por otro lado, desde la época precolombina el agricultor ha conservado y mejorado sus
poblaciones cultivadas de maíz (Piperino y Flannery, 2001; Benz, 2001); un ejemplo es la
generación de la diversidad de razas mexicanas de maíz (Wellhausen et al., 1951); en las
últimas décadas se sigue documentando que los agricultores realizan selección y
conservación de sus variedades locales o nativas (Louette y Smale, 2000: Soleri et al.,

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2000). Además las evidencias indican que la diversidad de maíces mantienen cierta
relación con los rasgos socioculturales de la comunidad (Perales et al., 2005).
Desde finales de los 60, principios de los 70 y hasta el año 2005 se han realizado
diversas colectas de maíz en la mixteca oaxaqueña. Una de las colectas más grandes
(220 muestras), se realizo entre 2004 y 2005 por el Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Aragón et al., 2006) en la cual se observó la presencia
de las razas Chalqueño, Cónico y una raza local denominada Mixteco, tres razas nativas
de la Mixteca. La última fue reportada previamente por Wellhausen et al. (1951) como una
variante de la raza Cónico. Sin embargo, según las apreciaciones visuales de Aragón et
al. (2006), en la región Mixteca se pueden diferenciar fenotípicamente hasta 27 razas.
Aunque, no se han realizados estudios más detalladas al respecto y poco se ha estudiado
la dinámica de las población de maíz en el sistema milpa. Por lo tanto, se requiere un
trabajo más específico para cuantificar, en términos poblacionales, la diversidad genética
inter e intraracial en las parcelas de los agricultores. Así, se planteo este trabajo con el
objetivo de conocer las condiciones generales sociodemográficas asociadas al cultivo del
maíz y determinar la diversidad fenotípica de las poblaciones cultivadas en la región de
Tlaxiaco, Oaxaca.

Materiales y métodos

La región de Tlaxiaco o distrito de Tlaxiaco, según la división geopolítica estatal, se


localiza en la parte noroeste del estado de Oaxaca, entre los paralelos 16º 44’ 40’’ y 17º
29’ 06’’ de latitud norte y los meridianos 97º 23’ 19’’ y 97º 53’ 30’’ de longitud oeste con
variación de altura de 950 a 2,900 m de altitud. Comprende un espacio territorial de 35
municipios. La temperatura promedio anual varía de 16 a 22 ºC, en las zonas altas los
meses más fríos y con alta probabilidad de heladas son noviembre, diciembre, enero y 29
febrero. Las lluvias también son altamente variables durante el verano y oscilan entre 500
y 2,177 mm de precipitación anual. En el distrito, el clima varía ampliamente desde los
cálidos subhúmedos -A (w)-, semicálidos subhúmedos (A Cw) hasta los templados
subhúmedos -C(w2)-, Arellanes et al. (2006).
El maíz se cultiva junto con el frijol, calabaza, haba o chilacayote bajo los
agroecosistemas tradicionales de cultivo. La siembra temprana se realiza en hoyos
escarbados o “cazuelas” para depositar la semilla. Este método de siembra e conocido
como “cajete” y tiene como propósito que las plantas resistan la sequía hasta el inicio de
la estación de lluvias. La superficie sembrada con maíz en la región es de 24,695
hectáreas, donde el 87.6% corresponden a siembras de monocultivo o en asociación
(SEIDRUS, 2008). Los suelos predominantes son del tipo rendzinas oscuras o claras,
feozem, luvisoles o litosoles, que pueden ser desde superficiales hasta muy profundos y
de alta fertilidad.
Para determinar la diversidad fenotípica, se colectaron 156 muestras de maíz de grano
rojo, azul, amarillo, blanco y pinto, desde enero a abril de 2008, en los municipios de San
Esteban Atatlahuca, Tlaxiaco, Santiago Nundiche, Chalcatongo de Hidalgo, San Juan
Ñumi, Santa Catarina Ticua, San Miguel El Grande, Santa Cruz Nundaco, Santa Catarina
Yosonotú, San Pedro Mártir Yucuxaco, Santa Cruz Tayata, Santa María del Rosario, San
Pedro Molinos y Magdalena Peñasco, Oaxaca. San Esteban Atatlahuca y Chalcatongo de
Hidalgo fueron los municipios de donde se obtuvo mayor cantidad de muestras, 23.3 y
17.5%, respectivamente. La variación altitudinal de los sitios de colecta fue desde 2,019
hasta 2,900 msnm.
Las muestra de semilla fueron donada por las familia o bien compradas. Al momento
de adquirir las muestras se aplicó un cuestionario rápido con preguntas orientadas a
conocer el número de miembros de la familia, número y destino de los familiares

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migrantes, uso de mano de obra para las actividades agrícolas, el tipo de tracción
utilizada para las labores del suelo, número de lotes de semillas que el agricultor identifica
como diferentes (variedad nativa), la superficie sembrada con cada variedad o población
nativa de maíz y las asociaciones con otras especies de la milpa. Se aplicaron 116
encuestas que permitieron conocer la dinámica general de la familia alrededor del cultivo
de maíz. El total de encuestas estuvo determinado por la facilidad otorgada por las
familias para donar una o más muestras de maíz, la disposición a responder a un
cuestionario y que realizaran siembras de maíz a más de 2000 m de altura.
Posteriormente, se realizo la siembra para efectuar la caracterización morfológica. Se
tuvieron tres sitios experimentales en terrenos de los agricultores. En San Martín
Huamelulpán se usó un terreno comunal y con ayuda de los comuneros, se caracterizaron
100 accesiones; el segundo sitio fue Santa Catarina Ticua donde se caracterizaron 50
muestras; y el último sitio fue Chalcatongo de Hidalgo donde se evaluaron 50 accesiones
en terrenos de un agricultor cooperante. El diseño fue un diseño de látice simple en todos
los casos y solo 23 poblaciones o accesiones se repitieron en los tres sitios. La
caracterización morfológica se realizo con base en los descriptores para maíz del IBPGR
(1991), y para la elección de variables a evaluar se tomó como referencia los trabajos de
Sánchez y Goodman (1992), Sánchez et al. (1993) y Herrera et al. (2000). En total se
evaluaron 18 caracteres de planta, espiga, mazorca y grano.
Para valorar la dinámica sociodemográfica de las familias campesinas, se hizo un
análisis gráfico descriptivo de las variables de interés. Por otro lado, con los datos de
caracterización morfológica de las 23 muestras repetidas en los tres sitios experimentales,
se estimaron los componentes de varianza por el método de momentos para calcular las
varianzas genotípicas (σ2g), ambiental (σ2a) y de la interacción genotipo-ambiente (σ2gxa) y
la heredabilidad en sentido amplio (H2), de acuerdo con la propuesta de Chávez et al.
(2006) y mediante las siguientes expresiones: varianza genotípica (σ2g)=(CMg–CMgxa)/rxs; 30
r, repeticiones y s, sitios experimentales; varianza ambiental (σ2a) = (CMs–CMrep.)/r;
varianza de la interacción genotipo-ambiente (σ2gxa) = (CMgxa–CMerror)/r; donde:
CM=cuadrado medio; y H2 =σ2g/(σ2g + σ2a + σ2gxa). Complementariamente, mediante la
expresión sugerida por Goodman y Pateriniani (1969), se calculó un índice de
repetibilidad (r) = σ2g/(σ2g + σ2gxa) y se consideró que los valores de r>0.5 correspondían a
las variables de mayor valor descriptivo de la variabilidad morfológica total. Por último, con
las variables seleccionadas se realizó un análisis de conglomerados de agrupación
jerárquica para cada experimento de caracterización.

Resultados y discusión

En total se visitaron 116 hogares de 14 municipios de la región de Tlaxiaco. En cuanto al


total de miembros por familia, se estimó que el 47.4% de las familias entrevistadas tienen
de 4 a 6 integrantes y le siguen de 1 a 3 con el 37.1% (Figuras 1, 2 y 3). Esto indica que
las familias tienden a disminuir el número integrantes y por consiguiente la mano de obra
disponible para realizar las diferentes actividades del cultivo de maíz, ya que en la región
Mixteca la siembra, escardas, fertilizaciones (cuando se aplica) y cosecha, se realizan de
forma manual como en cualquier otro sistema de milpa mexicano (Abasolo et al., 2001).
Más del 50% de las familias entrevistadas tienen al menos un familiar migrante nacional o
internacional y es un indicador de que la producción de maíz se ve beneficiada con las
remesas que envían los migrantes, como se ha documentado en otras regiones de la
mixteca oaxaqueña (Chávez y Velasco, 2007).

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Figura 1. Número de miembros de familia por hogar Figura 2. Porcentaje de hogares con familiares migrantes

10-12 Migración
7-9 Migración Nac. e Internac.
(9.5%) (6.0%) internacional (3.4%)
(21.6%)

Migración
1-3 nacional
(37.1%) (28.4%)

4-6
(47.4%) No migran
(46.6%)

Figura 3. Mano de obra utilizada en las prácticas agrícolas


50
Mano de obra para las prácticas de cultivo (%)

45

40

35

30 31

25
Gueza (ayuda mutua)

20
Familiar y contrata

15
Contrata
Familiar

10

Con relación a la mano de obra utilizada para realizar las actividades de la milpa, se
determinó que el 45% de los agricultores combina la contratación de mano de obra y la
disponibilidad de ayuda familiar; hecho que refleja la disponibilidad de recursos producto
del envío de remesas por sus familiares migrantes. No obstante, aun prevalece la “gueza”
o ayuda mutua entre vecinos (aprox. 30% de los casos) y consiste en que el ejidatario o
dueño de la parcela recibe ayuda de sus vecinos para realizar una actividad y él
proporciona la comida. Posteriormente, cuando el vecino necesita de ayuda entonces el
agricultor que primero recibió la ayuda va a trabajar con él en reciprocidad, todo esto sin
retribución económica. Este sistema de ayuda mutua es frecuente en los Valles Centrales
de Oaxaca donde se le llama “tequio”; aunque, comúnmente es conocida como la labor
comunitaria para una obra social o de beneficio colectivo. También, se determinó que
alrededor del 5% de los hogares contrata siempre mano de obra para realizar todas las
actividades (Figura 1).

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En la región de Tlaxiaco predominan las siembras con maíz criollo de grano blanco, le
sigue amarillo, azul (negro), rojo y pinto (combinaciones rojo-blanco, negro-blanco, rojo-
blanco-azul). Entre los hogares entrevistados de 14 municipios, fue notorio que siembran
menos de 10 hectáreas con fines comerciales (4.7% del total reportada) y usualmente son
aquellos terrenos de riego. Además, sólo alrededor del 15% del total de agricultores
entrevistados manifestaron que practican el monocultivo de maíz, en tanto que el 85% lo
asocia con uno, dos, tres o hasta cuatro cultivos como frijol, calabaza, chilacayote y haba,
entre otras. En cuanto a las asociaciones de cultivos, la de mayor proporción (cerca del
45%), es la que asocia al maíz con frijol, chilacayote y calabaza. Los datos recopilados
reflejan que el sistema de policultivo milpa predomina la forma de producción en la región
de Tlaxiaco, Oaxaca (Figuras 4 y 5).
Figura 4. Hectáreas sembradas con maíz de diferente color de grano
80

70

60
Hectáreas sembradas

50

40

Comercial (blanco)*
30

32
20
Amarillo
Blanco

10
Azul

Rojo

Pinto

Figura 5. Porcentaje de agricultores que practican las asociaciones


45
Especies asocias al cultivo de maíz (% de agricultores)

40

35

30

25

20
F - Chilacayote (CH) - C

15
F - calabaza (C)

F - CH - H - C

10
No asocia

Haba (H)

Otras
F - CH
Frijol (F)

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En este trabajo, un lote de semilla o tipo de maíz, se entiende como la variante de maíz
que el agricultor siembra, maneja o distingue como diferente. Así, cuando al agricultor se
le preguntó, cuántos tipos diferentes de maíz siembra o conserva, las respuestas fueron
variadas; de los 116 hogares y jefes de familias entrevistados, más del 80% señalo que
siembra el blanco, después se destacaron los azules, amarillos y rojos, y los pigmentados
son muy preferidos para los tamales, tortillas de color y “totopos mixtecos” (tortilla tostada
y delgada), Figura 6. También hicieron notar que siembran mayor cantidad de maíz
blanco porque lo pueden vender fácilmente en los mercados locales. Así, este elemento
hace pensar que los mercados influyen, en diferente grado, en la conservación de la
diversidad de maíces nativos, tal como se documentó en el estado de México por Perales
et al. (2003). No obstante, en esta región menos del 10% de la cosecha del maíz es
destinado a la venta en los mercados locales y regularmente cada agricultor vende menos
de 200 kg; por lo que, puede asumirse que la cosecha la destinan esencialmente para el
autoconsumo.

Figura 6. Porcentaje de agricultores que siembra maíces de diferentes colores de grano


(% de cada tipo respecto 116 hogares)
90

80

70
Porcentaje de agricultores

60
33
50

Comercial (blanco)*
40

30

20
Amarillo
Blanco

10
Pinto
Azul

Rojo

Más del 75% del total de agricultores entrevistados siembran de 2 a 5 lotes de semillas
diferentes (Figuras 7 y 8). Este hecho es de relevancia ya que les ayuda a sortear la alta
variabilidad de precipitaciones durante la estación de lluvias, que en algunos sitios no
superan los 500 mm de precipitación anual.

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Figura 7. Número de lotes de semilla diferente de maíz o variedades nativas (a)

3 4
(19.8%) (12.9%)
5
(3.4%)

1
(23.3%)
2
(40.5%)

Figura 8. Tipo de tracción utilizada para realizar la remoción de suelo.

30

25
Porcentaje de agricultores

20

34
15
Tiene yunta y renta tractor

Tiene tractor y recnta yunta

Renta tractor y yunta

10
Renta tractor
Tiene yunta

Renta yunta

Otro elemento que define a estos sistemas de producción, es el uso de maquinaria en las
actividades agrícolas. Así, cerca del 30% de los hogares rentan tractor o yunta para
realizar el barbecho y/o escardas, le siguen los que tiene yunta, y los que combinan la
renta de tractor para el barbecho y uso de su yunta para las escardas. Estos últimos
casos, también los observó Reyes et al. (2005) en Xaltepec, Puebla y Álvaro Obregón,
Tlaxcala, respectivamente. En los sistemas tradicionales de la agricultura mixteca, es
común el uso de la yunta aunque tenga tractor, como pudo constatarse en
aproximadamente 2% de los agricultores de la región de Tlaxiaco (Figura 4). Otros más
puntualizan que en pendientes pronunciadas (>40%) no usan la yunta ni el tractor y todas
las actividades las realizan con sus manos.
Todo lo anterior ayuda a describir, de manera general, el sistema de cultivo del maíz en
la región de Tlaxiaco, que se caracterizó por tener de 4 a 6 miembros por familia y con
mas del 50% de hogares que tienen por lo menos un familiar migrante. Para realizar las
actividades agrícolas combina la mano de obra de su familia y contrata, pero además
aprovecha la “gueza” o trabajo de ayuda mutua, siembran de 2 a 3 lotes de semilla de
diferente color de grano y la mayor superficie sembrada es de grano blanco, también son

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comunes las asociaciones de maíz con frijol, calabaza, chilacayote o haba en


combinaciones de dos a tres cultivos juntos, y regularmente renta tractor o yunta para
realizar el barbecho o las escardas. Es decir, prevalece el sistema milpa que requiere alta
mano de obra y esta subsidiado, en parte, por los familiares migrantes nacionales o
internacionales.
De acuerdo con los valores de repetibilidad presentados en el Cuadro 1, la altura de
planta y mazorca, días a floración femenina, longitud de la parte ramificada, número de
ramas primarias, longitud del pedúnculo y panoja de la espiga, fueron los caracteres que
describen la mayor proporción de la variabilidad estimada. Esto caracteres coinciden con
los determinados por Herrera et al. (2000) en la raza de maíz Chalqueño. También se
determinó que la varianza ambiental, en la mayoría de caracteres, fue inferior a los
valores de la varianzas genotípica y de la interacción genotipo-ambiente, lo que indica,
que los ambientes fueron más o menos homogéneos e influyeron muy poco en las
expresiones fenotípicas. Este hecho se confirma con los altos valores de heredabilidad en
sentido amplio. De esta manera podemos asumir que los caracteres descriptivos
seleccionados tienen un alto componente genotípico y son de gran valor para la
clasificación morfológica de las razas Mixteco, Chalqueño y Cónico, distribuidas y
conservadas in situ en la región de Tlaxiaco, Oaxaca.
Cuadro 1. Varianzas genotípicas (G), ambiental (E) y de la interacción GxE, heredabilidad en sentido amplio
(H2) y repetibilidad del carácter (r), en 18 variables cuantitativas.
Carácter evaluado G E GxE H2 r
Altura de planta 1 887.65 641.67 348.59 0.66 1.91
Altura de mazorca 1 004.74 290.29 295.79 0.63 1.71
Días a floración masculina 51.64 76.05 51.00 0.29 0.41
Días a floración femenina 57.08 22.00 61.87 0.41 0.68 35
Longitud de la parte ramificada de la espiga 2.90 2.93 1.89 0.38 0.60
Número de ramas primarias de la espiga 3.12 2.95 2.25 0.37 0.60
Número de ramas secundarias de la espiga 0.27 0.62 0.28 0.23 0.30
Longitud del pedúnculo de la espiga 12.80 5.45 11.90 0.42 0.74
Longitud de panoja o espiga 68.00 1.90 40.57 0.62 1.60
Longitud total de la espiga (pedúnculo más espiga) 128.18 2.48 56.12 0.69 2.19
Longitud de la mazorca 0.62 9.75 13.97 0.03 0.03
Diámetro de la mazorca -0.03 0.15 1.05 -0.03 -0.03
Número de hileras de la mazorca 0.20 0.05 3.60 0.05 0.05
Diámetro del olote -0.03 0.25 1.34 -0.02 -0.02
Diámetro del ráquis -0.14 0.13 1.95 -0.07 -0.07
Longitud del grano -0.20 0.26 1.76 -0.11 -0.10
Ancho de grano -0.06 0.24 0.89 -0.05 -0.05
Grosor del grano 0.01 0.07 0.12 0.06 0.06

Fenotípicamente se identificaron las razas Mixteco, Cónico, Chalqueño y Ancho, y todos


los complejos inter-raciales formados entre ellas (Figura 9). Así, en los tres sitios
experimentales fue común determinar, fenotípicamente, complejos raciales entre dos o
tres razas, y las poblaciones nativas más comunes son los conocidos como Mixtecos de
color azul o negro y diversas variantes de la razas Chalqueño y Cónico, con adaptaciones
a las limitadas precipitaciones de la región Mixteca. Aunque con menor frecuencia,
también se encontraron variantes de Ancho usados de manera cotidiana para la
preparación de pozole.

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Figura 9. Clasificación de la variabilidad morfológica-fenotípica en razas, complejos raciales y poblaciones


nativas: (a) experimento de San Martín Huamelulpán; (b) experimento de Chalcatongo de Hidalgo; y (c)
experimento de Santa Catarina Ticua, Oax., ciclo P-V 2008

36

Con base en las descripciones y clasificaciones realizadas por Wellhausen et al. (1951)
y de Aragón et al. (2006) de las razas en la región mixteca oaxaqueña, se procedió a
clasificar fenotípicamente en razas o complejos raciales a los grupos resultantes del
análisis de conglomerados. Así, se determinó que la raza Cónico estuve mejor
representada por las colectas CIIDIR-94 y CIIDIR-122, Chalqueño por las muestras
CIIDIR-198, CIIDIR-166 y CIIDIR-120, la raza Mixteco tuvo mayor número de
representantes CIIDIR-129, CIIDIR-131, CIIDIR-12 y CIIDIR-167; todas esas variantes
raciales son cultivadas o conservadas por agricultores que asocian de dos a tres especies
como el frijol, chilacayote y calaba; es decir, las razas se conservan bajo el sistema milpa.
También fue relevante determinar que, entre los grupos formados se localizan complejos
raciales de dos o tres razas; lo que es un indicador de la dinámica poblacional o flujo
genético entre las poblaciones de maíz sembradas en parcelas contiguas que hacen difícil
su clasificación fenotípica en una raza en particular (Figura 9).
La propuesta de complejos raciales esta fundamentada en el constante flujo de polen
entre las parcelas contiguas y por el intercambio de semilla que hacen los agricultores con
sus vecinos o con agricultores de otras comunidades o regiones. También es notoria la
preferencia y conservación de los complejos raciales entre los agricultores, ya que ellos

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deciden que lote o lotes de semilla sembrar basados en tamaños de mazorca, formas y
coloraciones de grano, de la misma manera que se ha documentado en otras regiones de
México (Louette y Smale, 2000; Brush y Perales, 2007).

Conclusiones

En la región de Tlaxiaco de la mixteca oaxaqueña, continua el sistema milpa, ahora con


ciertas características particulares; el maíz es el eje del sistema y son comunes las
variaciones de color de grano blanco, rojo, azul o negro, amarrillo y pinto; las labores
agrícolas son realizadas por la familia pero ahora contrata ayuda, aunque continua el
sistema de ayuda mutua “gueza”; siembran de 2 a 5 especies juntas, más del 75% de
agricultores siembra de 3 a 6 tipos diferentes de maíz; regularmente rentan tractor o yunta
y cerca del 30% de agricultores conservan su yunta.
Con relación a la clasificación fenotípica, mediante el análisis de conglomerados, se
concluye que, las razas Mixteco, Chalqueño y Cónico se mantienen en campos de los
agricultores y ameritaría diseñar una estrategia de conservación in situ. Además, se
conservan complejos raciales entre Mixteco-Cónico, Chalqueño-Mixteco, Chalqueño-
Ancho, Mixteco-Chalqueño-Ancho, Mixteco-Ancho y otras más. También es oportuno
mencionar que la diferenciación local que hacen los agricultores de cada tipo o lote de
semilla es por el color de grano y ciertas características de mazorca, y no le llaman razas.
El concepto de raza es una introducción de los conservacionistas, fitomejoradores y
curadores de los bancos de germoplasma.

Referencias
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