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Financiamiento público a los partidos políticos

“México ha dejado atrás la dictadura política, pero no la dictadura


de la desconfianza”.
Dieter Nohlen

En la teoría democrática, el sistema electoral y los partidos políticos son fundamentales, y los efectos
de los sistemas electorales dependen de las condiciones sociales del país. Los partidos políticos
necesitan recursos económicos para su sostenimiento y son reconocidos constitucionalmente como
organizaciones independientes. El financiamiento público para los partidos políticos se previó por
primera vez en 1987, basándose en el número de votos obtenidos y el número de curules logradas en
la Cámara de Diputados. Este tema es fundamental en la actualidad y se vuelve a poner en el escenario
político.
El financiamiento de partidos políticos en México se ha reformado en varias ocasiones. A partir de la
reforma de 1990, se ampliaron los conceptos de financiamiento público, pero se mantuvo la
proporcionalidad con el número de votos y escaños. En 1996, se estableció la "prevalencia del
financiamiento público sobre el privado". Actualmente, la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos garantiza que los partidos políticos nacionales cuenten de manera equitativa con
elementos para llevar a cabo sus actividades y señala las reglas a las que se sujetará el financiamiento,
debiendo garantizar que los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado. El
financiamiento público para los partidos políticos se compone de las ministraciones destinadas al
sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes, las tendientes a la obtención del voto
durante los procesos electorales y las de carácter específico.
El financiamiento público para partidos políticos en México se otorga anualmente, destinando el 65%
del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización multiplicado por el número total de ciudadanos
inscritos en el padrón electoral. El 30% de la cantidad obtenida se reparte entre los partidos políticos
en partes iguales, mientras que el 70% restante se divide proporcionalmente al porcentaje de votos
obtenidos en la elección de diputados inmediata anterior. El financiamiento para campañas se
determina según los cargos a elegir, siendo el 50% o 30% del financiamiento otorgado de manera
ordinaria. El financiamiento para actividades específicas representa el 3% del monto total del
financiamiento público. El tema del financiamiento público de los partidos políticos ha sido objeto de
debate en la política mexicana.
Actualmente hay una crisis en la detentación del poder político de los partidos en México, que se
manifiesta con el desinterés y la aversión de los ciudadanos por la política. La reducción del monto de
los recursos públicos que se destinan a los partidos políticos es necesaria, así como el rediseño de
estrategias para la obtención de recursos de manera lícita. Esto es importante para recuperar la
confianza social y política en los partidos y en la democracia.

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