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La parasitología estudia la relación existente entre los organismos

parásitos y sus huéspedes, relación que se caracteriza por la asociación de dos


o más especies en donde un individuo puede vivir fuera o dentro de otro como
medio de supervivencia, pudiendo o no causar daños a su hospedador; estos
individuos parásitos ...
La mayoría de los parásitos humanos fue heredada de otros hospederos, y han
sido transferidos a la nueva especie junto a cierta divergencia genética. Existen
excepciones: los plasmodios de la malaria parasitan al humano y a simios,
oxiuros del género Enterobius y piojos del género Pediculus y Phthirus parasitan
sólo al humano y simios antropomorfos.
Las características según el grupo al cual pertenezca el parasito, son muy
heterogéneas, y conocer morfología, ciclo biológico y hábitos de vida son
esenciales para realizar un diagnóstico acertado.
Palabras Clave
Parasitología, Parásitos, Hospedador, ciclo biológico, parasitismo, Protozoo,
Ectoparásito.
CLASIFICACION DE LOS PARASITOS:
Hay tres clases importantes de parásitos que pueden provocar enfermedades en
los seres humanos: protozoos, helmintos y ectoparásitos.
protozoos
son organismos unicelulares microscópicos que pueden ser de vida libre o de
naturaleza parasitaria. Son capaces de multiplicarse en los seres humanos, lo
cual contribuye a su supervivencia y también permite que se desarrollen
infecciones graves a partir de tan solo un organismo. La transmisión de
protozoos que viven en el intestino humano a otro ser humano generalmente
ocurre por la vía fecal-oral (por ejemplo, alimentos o agua contaminados o
contacto de persona a persona). Los protozoos que viven en la sangre o tejidos
humanos se transmiten a otros seres humanos mediante un artrópodo vector (por
ejemplo, por la picadura de un mosquito o jején).
Los protozoos infecciosos para los seres humanos pueden clasificarse en cuatro
grupos según su modo de movimiento:
 Sarcodinos, o amebas, p. ej., Entamoeba
 Mastigóforos, o flagelados, p. ej., Giardia, Leishmania
 Cilióforos, o ciliados, p. ej., Balantidium
 Esporozoos, organismos cuya etapa adulta no es móvil,
p. ej., Plasmodium, Cryptosporidium

Helmintos

Los helmintos son organismos grandes multicelulares que por lo general se


observan a simple vista cuando son adultos. Al igual que los protozoos, los
helmintos pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. En su forma
adulta, los helmintos no pueden multiplicarse en los seres humanos. Hay tres
grupos importantes de helmintos (helminto deriva de la palabra griega para
“gusano”) que son parásitos humanos:
 Gusanos planos (platelmintos): incluyen los trematodos (duelas) y cestodos
(tenias).
 Gusanos de cabeza espinosa (acantocéfalos): las formas adultas de estos
gusanos residen en el tracto gastrointestinal. Se cree que los acantocéfalos
son una forma intermedia entre los cestodos y los nematodos.
 Gusanos cilíndricos (nematodos): las formas adultas de estos gusanos
pueden residir en el tracto gastrointestinal, la sangre, el sistema linfático o
tejidos subcutáneos. Por su parte, los estados inmaduros (larvas) pueden
provocar enfermedades por infección de diversos tejidos corporales.
Algunos consideran que los helmintos también incluyen los gusanos
segmentados (anélidos); los únicos importantes desde el punto de vista
médico son las sanguijuelas. Cabe señalar que esos organismos no se
suelen considerar parásitos.
Ectoparásitos
Aunque el término ectoparásitos puede incluir en un sentido amplio a los
artrópodos hematófagos, como los mosquitos (porque dependen de la sangre de
un huésped humano para alimentarse y sobrevivir), este término suele tener un
sentido más restringido que se refiere a organismos como garrapatas, pulgas,
piojos y ácaros, que se adhieren a la piel o escarban en ella y permanecen allí
durante períodos relativamente largos (p. ej., entre semanas y meses). Los
artrópodos son de por sí causantes importantes de enfermedades pero son aun
más importantes como vectores, o transmisores, de muchos patógenos diferentes
que, a su vez, producen una enorme morbilidad y mortalidad por las
enfermedades que provocan.

El nombre científico de un parasito se compone del nombre del género y


el de la especie. El nombre de género y subgénero se inicia con mayúscula,
después se suele anotar el nombre del autor que por primera vez lo descubrió
y denomino, después de una coma se anota el año de la descripción original.
Células procariotas
Los procariontes son organismos microscópicos que pertenecen a los dominios
Bacteria y Archaea, dos de los tres dominios principales de la vida
Puntos más importantes:

 Los procariontes son organismos unicelulares que pertenecen a los dominios


Bacteria y Archaea.
 Las células procariontes son mucho más pequeñas que las eucariontes, no tienen
núcleo y tampoco organelos.
 Todas las células procariontes están rodeadas por una pared celular. Muchas
también presentan una cápsula o capa viscosa hecha de polisacáridos.
 Los procariontes con frecuencia tienen apéndices (protuberancias) en su
superficie. Los flagelos y algunos pili se usan para la locomoción,
las fimbrias ayudan a la célula a adherirse a las superficies y los pili
sexuales se usa para el intercambio de ADN.
 La mayoría de las células procariontes tienen un solo cromosoma circular.
También pueden tener fragmentos de ADN circular más pequeños
llamados plásmidos.

En las siguientes secciones veremos la estructura de una célula procarionte,


empezando por la parte externa y moviéndonos hacia el interior de la misma.

Las células procariontes generalmente tienen forma de esferas (llamadas cocos),


bastones (llamadas bacilos) o espirales (llamadas espirilos).
_Imagen modificada de "Diagrama de la morfología bacteriana", pde Mariana
Ruiz Villareal (dominio público)_
La cápsula

Muchos procariontes tienen una capa externa pegajosa llamada cápsula, hecha
usualmente de polisacáridos (polímeros de azúcares).
La cápsula ayuda a los procariontes a adherirse unos a otros y a las varias
superficies de su entorno, y también evita que la célula se seque. En el caso de
los procariontes patógenos que han colonizado el cuerpo de un hospedero, la
cápsula o capa viscosa las protege contra el sistema inmune de este.
¿Recuerdas el experimento de Griffith en el que se demostraba la existencia de
un "principio transformador" (ADN) que podía convertir las bacterias rugosas e
inofensivas en lisas y patógenas? ¡Las bacterias lisas eran lisas (y capaces de
provocar enfermedades) porque tenían una cápsula!

La pared celular

Todas las células procariontes tienen una pared celular rígida, localizada por
debajo de la cápsula (si esta última existe). Esta estructura mantiene la forma de
la célula, protege su interior y evita que la célula reviente cuando absorbe agua.
La pared celular de la mayoría de las bacterias tiene peptidoglucano, un
polímero de azúcares y polipéptidos. El petidoglucano es inusual porque no solo
contiene L-aminoácidos, el tipo que normalmente se usa para hacer proteínas,
sino también D-aminoácidos (imágenes "especulares" de los L-aminoácidos).
Las paredes celulares de las arqueas no tienen peptidoglucano, pero algunas
tienen una molécula parecida llamada pseudopeptidoglucano, mientras que otras
están compuestas de proteínas y otros tipos de polímeros^{5,6}5,6start
superscript, 5, comma, 6, end superscript.
[Las plantas también tienen pared celular, ¿cierto?]

Las estructuras externas de la célula procarionte son la membrana plasmática, la


pared celular y la cápsula (o capa viscosa).
_Imagen modificada de "Estructura de los procariontes: Figura 2", de OpenStax
College, Biología (CC BY 3.0)_
Algunos de los antibióticos que se usan para tratar infecciones bacterianas en
humanos y otros animales actúan afectando la pared celular bacteriana. Por
ejemplo, algunos antibióticos contienen D-aminoácidos similares a los usados en
la síntesis de peptidoglucano, y "engañan" a las enzimas que construyen la pared
celular (pero sin afectar a las células humanas que no tienen una pared celular ni
utilizan D-aminoácidos para producir polipéptidos)^{5,7}5,7start superscript, 5,
comma, 7, end superscript.
[Paredes celulares: bacterias grampositivas y gramnegativas.]

La membrana plasmática

Por debajo de la pared celular se encuentra la membrana plasmática. Los


componentes básicos de la membrana plasmática son los fosfolípidos, lípidos
compuestos de una molécula de glicerol unida a una cabeza de fosfato
hidrofílico (que atrae el agua) y a dos colas hidrofóbicas (que repelen el agua) de
ácidos grasos. Los fosfolípidos de una membrana eucariota o bacteriana están
organizados en dos capas, formando una estructura llamada bicapa de
fosfolípidos.
[Ver un diagrama.]
Las membranas plasmáticas de las arqueas tienen algunas propiedades únicas,
diferentes de las de las bacterias y eucariontes. Por ejemplo, en algunas especies,
las colas opuestas de los fosfolípidos están unidas en una sola estructura,
formando una monocapa en lugar de una bicapa (como se muestra abajo). Esta
modificación estabiliza la membrana a altas temperaturas, lo que permite a las
arqueas vivir felizmente en el agua hirviendo de las fuentes termales.
[Más acerca de las membranas plasmáticas de las arqueas.]
La membrana plasmática de las células bacterianas y eucariontes (y de algunas
arqueas) está compuesta por una bicapa de fosfolípidos. Las colas de los
fosfolípidos opuestos permanecen separadas, formando dos capas.
La membrana plasmática de algunas arqueas está compuesta de una monocapa
de fosfolípidos. Las colas de los fosfolípidos opuestos se unen, formando una
sola capa.
_Imagen modificada de "Membrana de arqueas", de Fransciscosp2 (dominio
público)_

Apéndices

Las células procariontes suelen tener apéndices (proyecciones de la superficie


celular) que les permiten adherirse a las superficies, moverse o transferir ADN
entre ellas.
Los filamentos delgados llamados fimbrias (singular fimbria), como los que se
muestran en la imagen de abajo, se usan para la adhe sión: ayudan a las células a
pegarse a los objetos y superficies de su entorno.

Una fimbria (plural: fimbrias) es un tipo de apéndice de las células procariontes.


Estas protuberancias parecidas a pelos le permiten a los procariontes adherirse
entre ellos y a las superficies de su entorno.
_Imagen modificada de "Fimbrias de E. coli.png", de Manu Forero (CC BY
2.5)_
Los apéndices más largos, llamados pili (singular: pilus), son de diferentes tipos
y tienen diversas funciones. Por ejemplo, los pili sexuales mantienen unidas a
dos bacterias y permiten la transferencia de ADN entre ellas en un proceso
conocido como conjugación. Otros tipos de pili bacterianos, denominados pili
tipo IV, ayudan a que la bacteria se mueva en su medio ambiente^{10}10start
superscript, 10, end superscript.
Sin embargo, los apéndices más comunes para la locomoción son
los flagelos (singular: flagelo). Estas estructuras parecidas a una cola se
mueven como hélices para impulsar a las células a través de ambientes acuosos.
[¿Las células eucariontes también pueden tener flagelos?]

Las bacterias pueden tener varios tipos de estructuras superficiales. Entre ellas
están las fimbrias, protuberancias cortas que se encuentran en toda la superficie
de la bacteria; el flagelo, ubicado en la parte posterior de la bacteria y que sirve
para la locomoción; y el pilus sexual, que se usa para unirse a otra bacteria e
intercambiar material genético.

Plásmidos y cromosomas

La mayoría de los procariontes tiene un solo cromosoma circular y, por lo tanto,


una sola copia de su material genético. En cambio los eucariontes, como los
humanos, tienden a tener múltiples cromosomas en forma de bastón y dos copias
de su material genético (en cromosomas homólogos).
[¿Todos los procariontes tienen un cromosoma circular?]
De igual manera, los genomas de los procariontes por lo general son mucho más
pequeños que los de los eucariontes. Por ejemplo, el genoma de E. coli es de
menos de la mitad del tamaño del de la levadura (un sencillo eucarionte
unicelular) ¡y casi 700700700 veces más pequeño que el genoma humano!
^{13}13start superscript, 13, end superscript.
Por definición, los procariontes carecen de un núcleo delimitado por una
membrana para guardar sus cromosomas. En cambio, el cromosoma procariota
se encuentra en una zona del citoplasma llamada nucleoide.

Los procariontes suelen tener un solo cromosoma circular que ocupa una región
del citoplasma llamada nuecleoide. También pueden tener pequeños anillos de
ADN extracromosómico de doble cadena conocidos como plásmidos.
Además del cromosoma, muchos procariontes tienen plásmidos, pequeños
anillos de ADN extracromosómico ("fuera del cromosoma") de doble cadena.
Los plásmidos tienen un número reducido de genes no esenciales, se copian de
manera independiente al cromosoma celular y pueden ser transferidos a otros
procariontes en una población, lo que permite la diseminación de genes que
pueden ser beneficiosos para la supervivencia.
Por ejemplo, algunos plásmidos tienen genes que confieren resistencia a los
antibióticos que se conocen como genes R. Cuando los plásmidos con genes R
se intercambian en una población, pueden hacer que esta se vuelva rápidamente
resistente a los antibióticos. Si bien esto es beneficioso para las bacterias, este
proceso dificulta que los médicos puedan tratar infecciones bacterianas
perjudiciales.
[Más acerca del problema de la resistencia a los antibióticos.]

Compartimientos internos

Se "supone" que los procariontes no tienen compartimientos internos semejantes


a los organelos de los eucariontes y, en su mayoría, carecen de ellos. Sin
embargo, las células procariontes a veces necesitan aumentar el área de
superficie de su membrana para llevar a cabo ciertas reacciones o concentrar un
sustrato alrededor de su enzima, igual que los eucariontes. Debido a esto,
algunas procariontes tienen pliegues de membrana o compartimientos
funcionalmente parecidos a los de los eucariontes.
Por ejemplo, las bacterias fotosintéticas a menudo tienen pliegues de membrana
extensos que aumentan el área superficial para las reacciones que dependen de la
luz, de manera semejante a los tilacoides de las células vegetales. Estas bacterias
también pueden tener carboxisomas, compartimientos celulares rodeados de
proteínas en los que se concentra el dióxido de carbono para su fijación en el
ciclo de Calvin^{14}14start superscript, 14, end superscript.

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