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Bacterias

Son organismos unicelulares procariontes, esto quiere decir que están formados por una sola
célula carente de núcleo. Su ácido desoxirribonucleico (ADN) se encuentra libre en el
citoplasma y no tienen organelos, como las mitocondrias, cloroplastos o aparato de Golgi. A
pesar de su sencilla organización celular, cuentan con una pared celular (capa de polisacáridos)
que envuelve la célula proporcionándole rigidez y protección. Son tan pequeñas que es
imposible verlas a simple vista, solamente cuando llegan a agruparse formando colonias es
cuando las podemos reconocer.

Bacterias (concepto 2)

Las bacterias son organismos procariotas unicelulares, que se encuentran en casi todas las
partes de la Tierra. Son vitales para los ecosistemas del planeta. Algunas especies pueden vivir
en condiciones realmente extremas de temperatura y presión. El cuerpo humano está lleno de
bacterias, de hecho, se estima que contiene más bacterias que células humanas. La mayoría de
bacterias que se encuentran en el organismo no producen ningún daño, al contrario, algunas
son beneficiosas. Una cantidad relativamente pequeña de especies son las que causan
enfermedades.

Las bacterias son microorganismos que pueden tener distintas formas. Pueden ser esféricas,
alargadas o espirales. Existen bacterias perjudiciales, llamadas patogénicas, las cuales causan
enfermedades; pero también hay bacterias buenas. Por ejemplo, en nuestro sistema digestivo,
en el intestino, tenemos bacterias que son muy necesarias para que nuestro cuerpo funcione
correctamente. Lo más sorprendente sobre las bacterias es que en nuestro cuerpo tenemos 10
veces más células bacterianas que células humanas. Las bacterias también son muy
importantes para la biotecnología.

Hongos

Son organismos que tienen células con núcleo (eucariontes) y que requieren de otros seres
vivos para obtener su alimento (son heterótrofos). Sus células poseen una pared gruesa de un
compuesto (polisacárido) llamado quitina, el cual les provee rigidez y resistencia. La quitina
también es el principal constituyente del exoesqueleto de los artrópodos. La mayoría de los
hongos son pluricelulares y sus cuerpos están constituidos por filamentos tubulares
microscópicos, denominados hifas, que se ramifican y entrecruzan. Un conjunto de hifas se
conoce como micelio. Lo que vemos sobre la superficie con diversas formas y a veces con
“sombrerito” y que también llamamos hongos son los órganos reproductivos de uno de los
grupos.

Hongos (concepto 2)

Los hongos. Los hongos son muy importantes porque descomponen los restos de seres vivos,
regenerando las sustacias inorgánicas que necesitan los vegetales para la fotosíntesis. Algunos
son útiles para el ser humano (setas comestibles y hongos productores de antibióticos) y otros
pueden ser muy peligrosos, como las setas venenosas y hongos que producen enfermedades.
Sus células no se separan después de dividirse, por lo que forman cadenas de células más o
menos ramificadas. Estas cadenas o filamentos se denominan hifas y el conjunto de hifas de un
hongo micelio. El micelioes el cuerpo vegetativo del hongo, puede no llamar tanto la atención
como las setas, pero representa la mayor parte del hongo. El micelio de algunos hongos puede
ocupar la extensión de varios campos de fútbol y conectar las raíces de muchos árboles, tanto
es así que se han utilizado para suministrar fármacos a varios árboles a la vez.

Las setas son los órganos

reproductores de los hongos o cuerpos fructíferos. Están cargados de esporas.

Estas esporas son células que regeneran un organismo pluricelular completo, no tienen nada
que ver, a pesar del nombre, con las esporas producidas por protoctistas que eran formas de
resistencia. En ocasiones la parte central del micelio que produce setas muere y es
reemplazado al año siguiente por las hifas que crecen en los bordes, creando los famosos
corros de hadas con setas en la periferia de un círculo. En los hongos más simples, como los
mohos, el cuerpo fructífero consiste solo en una hifa con una forma esférica en el extremo del
tamaño de una cabeza de alfiler.

Deben alimentarse de restos de seres vivos, que descomponen y transforman en sustancias


sencillas que pueden absorber. Según la relación con el organismo del que se alimentan
podemos distinguir tres grupos:

• SAPRÓFITOS: descomponen los restos de animales y vegetales para obtener materia orgánica
en forma asimilable. Desempeñan un papel fundamental en el ecosistema al contribuir a la
formación del humus del suelo. Forman parte del nivel trófico de los descomponedores

• SIMBIÓNTICOS: el micelio de algunos hongos se une a las raíces de determinados vegetales,


intercambiando nutrientes y protegiendo en algunos casos a la planta de ataques bacterianos.
Esta asociación entre hongo y planta de denomina micorriza

• PARÁSITOS: se alimentan de otros organismos causando enfermedades. Son de especial


importancia en los vegetales, donde causan cuantiosos daños a los cultivos. En los humanos
pueden producir infecciones en la piel o las uñas como el pie de atleta.

• Sombrero: parte carnosa superior. En su interior maduran y se liberan las esporas a través de
laminillas u orificios. Es la única parte que está presente en todas las setas,
independientemente de su forma.

• Pie: estructura cilindrica que permite elevar el sombrero. El cuerpo fructifero se desarrolla
dentro de una funda, cuando crece lo suficiente rompe esta funda, pudiendo quedar
fragmentos de ella adheridos al sombrero o al pie. Estos fragmentos son característicos de la
especie y facilitan su identificación. Pueden presentar diversas formas o estar ausentes alguno
o todos ellos.

• Velo: restos de la envoltura sobre el sombrero.

• Volva: restos de la envoltura en la parte inferior.

• Anillo: restos de la envoltura a media altura del pie.

Virus
Los virus son "partículas o agentes infecciosos" compuestos de ADN o ARN dentro de una
cubierta de proteína llamada cápside. Son mucho más pequeños que las bacterias, su tamaño
está entre 20 y 300 nanómetros (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro). No
se consideran organismos vivos ya que solo se pueden replicar dentro de las células vivas. Se
han descrito alrededor de 6,000 tipos de virus, pero se ha sugerido que existen millones de
tipos. Hay virus de bacterias, hongos, plantas y animales. Los más familiares son los que nos
utilizan a los seres humanos como huéspedes (alrededor de 200): de la fiebre amarilla (1901),
del resfriado común, varicela, viruela, sarampión, rabia, papiloma humano, herpes, hepatitis,
hantavirus y más recientemente, ébola (1976), VIH (1981), SRAS (2002), y coronavirus (2019).

Virus (concepto 2)

Los Virus. Seres acelulares y parásitos obligados.

Has visto que los virus no están incluidos en los cinco reinos. No pueden considerarse

como seres vivos, pues se trata de una mezcla molecular de proteínas y ácido nucleico que es

capaz de hacer copias de sí mismo, multiplicarse, pero dentro de una célula, usándola como

huésped, son parásitos obligados en células de otros seres vivos donde se reproducen a su

costa. Lo hacen en bacterias, animales, vegetales, incluso hongos, algas y protozoos; causando

estragos en las células que parasitan.

Un ser vivo realiza las funciones vitales: nutrición, relación y reproducción. Los virus no

tienen capacidad para captar ni metabolizar el alimento, no necesitan ni energía ni materia


para

su subsistencia, no realizan ninguna función de nutrición. Para realizar su propia reproducción

necesitan una célula huésped, tienen la información pero no los mecanismos para realizar

copias de sí mismos. La única función que desarrollan por sí solos es la de relación y

únicamente para encontrar e infectar células huésped.

• Constan de una nucleocapside, formada por una cubierta

protectora, llamada cápside, constituida por proteínas de

distintas formas geométricas y el ácido nucléico en su interior.

Este ácido nucléico es su material genético (ADN o ARN) capaz

de crear nuevas partículas virales. Algunos contienen una

envuelta, similar a la membrana celular, procedente de la última

célula a la que han infectado.

• Los virus causan enfermedades contagiosas en seres

humanos, como la gripe, hepatitis B, SIDA o sarampión. En


animales, como la gripe aviar y en vegetales, como el mosaico

del tabaco.

En algunos casos encontramos virus que únicamente presentan proteínas, son los priones,

los conocerás como los causantes de "la enfermedad de las vacas locas". También existen virus

formados solo por ARN, son los viriodes, y son los responsables de algunas enfermedades en

plantas.

Las amebas:

Las amebas son parásitos intestinales que producen la amebiasis, la tercera enfermedad
parasitaria más importante en cuanto a número de contagios en todo el mundo.

Dada su relevancia, en este artículo hemos querido explicar en qué consiste, cómo se produce
esta patología y cuáles son sus principales síntomas para que podáis hacerle frente lo antes
posible.

¿Qué son las amebas?

Las amebas son un parásito intestinal del tipo Entamoeba histolytica. Son pequeños
organismos que viven en humanos y perros. Al inicio de su ciclo de vida, antes de llegar a la
fase parasitaria, se encuentran en estado latente en un quiste cubierto de quitina, una
sustancia que las protege del exterior.

Una vez consumido el quiste se liberan en el estómago produciendo la amebiasis. Estos


parásitos se alimentan básicamente de bacterias y restos de nutrientes del estómago de su
hospedador.

¿Cómo nos infectamos de ellas?

La infección por amebas está producida por la ingestión de agua y alimentos contaminados por
ellos. Éstas no son bacterias ni virus, sino otro tipo de organismos microscópicos, llamados
protozoos, que pueden vivir libremente en el agua o en la tierra o bien ser parásitos de las
personas y otros animales.

Este tipo de infección es un problema frecuente en los países en vías de desarrollo, donde las
condiciones higiénicas son precarias o inexistentes. Su incidencia en España es anecdótica, y
los casos que se confirman corresponden a inmigrantes procedentes de países tropicales o
subtropicales, o turistas que han viajado a estos países.

¿Qué es la amebiasis?

La amebiasis es la enfermedad parasitaria que producen las amebas al entrar en contacto con
el intestino de su hospedador.

La OMS estima en unos 50 millones al año los nuevos contagios de la amebiasis, en los que se
registran hasta 70.000 muertes por estos parásitos en los países menos desarrollados. Las
amebas se presentan sobretodo en países cálidos, pero cada vez más en países de climas más
fríos.

Principales síntomas de la amebiasis

La mayor parte de las infecciones por ameba son asintomáticas, es decir, no producen
síntomas. Sin embargo, aunque no haya síntomas, los quistes siguen reproduciéndose y se
considera que la persona infectada es portadora de ellos.

Los síntomas ocurren mayoritariamente cuando las amebas atacan las paredes del intestino
grueso. Este proceso recibe el nombre de colitis amebiana. El síntoma más común es un dolor
abdominal creciente. Pueden darse síntomas adicionales como diarrea con sangre o
mucosidad, deposiciones frecuentes o una desagradable y continua necesidad de ir al baño. En
un tercio de los casos, también se produce fiebre.

Disentería amebiana

En algunos casos extraños, los síntomas de colitis amebiana empeoran; se presentan fiebre,
escalofríos y diarrea intensa, con sangre y mucosidad. Esta enfermedad se llama disentería
amebiana, que a menudo conduce a una seria deshidratación (pérdida excesiva de agua en el
cuerpo).

Amebiasis hepática

Si las amebas se desplazan por vía sanguínea a otras partes del cuerpo, se pueden formar focos
de infección en distintos órganos. En el 1 por ciento de los casos, infectan al hígado, en el que
causan una dolencia llamada amebiasis hepática. Los síntomas de esta enfermedad incluyen
fiebre, dilatación del abdomen, dolor e hipersensibilidad en la zona del hígado, justo debajo de
las costillas derechas.

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