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Velarde Torres Erandi Nina

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Sobre si Rafael Sánchez Mazas fue fascista
La Falange Española fue un partido de corte fascista cuyo principal teórico Rafael Sánchez
Mazas es el personaje central en la cuasi novela “Soldados de Salamina”. El fascismo del
siglo XX fue una ideología política de extrema derecha, caracterizado por la exacerbación
del nacionalismo y discursos de odio.
El objetivo del presente es exponer por qué España no tuvo condiciones óptimas para
el triunfo de la Falange y el papel que jugó Sánchez Mazas en la política y su relación con
la teoría fascista, con base en la obra de Javier Cercas y Eric Hobsbwam.
En la década de 1890 se gestaron movimientos de derecha radical, cuya retórica
consistía en sentimientos de intolerancia. Los principales aportes de este fascismo temprano
fueron escritos por intelectuales pertenecientes a la pequeña burguesía, tal fue el caso de
Rafael Sánchez Mazas. Cercas en Soldados de Salamina lo expone como el primer fascista
de España, a pesar de que su nacimiento fue en 1894.
Debido a las Reformas Borbónicas (1875-1931), la política española consistió en una
pugna ideológica entre monarquistas y republicanos; la burguesía y pequeña burguesía que
tenía tiempo para cultivarse tuvo acceso a las nuevas corrientes ideológicas del resto de
Europa y fue como empezaron a desplazarse ciertas vanguardias. Es importante destacar que
las condiciones de España, estaban lejos de ser las de Italia y Alemania, países en los cuales
sí pudieron gestarse regímenes fascistas.
Soldados de Salamina ofrece una visión muy reducida sobre quién fue Sánchez
Mazas, dado que en un primer momento pareciera que la historia de un hombre fascista es
poco relevante, mientras que el desenlace resulta un intento casi desesperado por el autor
para humanizarlo, así como la explicación de la involuntariedad de sus acciones debido a la
confusión política del momento. La novela girará en torno a esclarecer qué sucedió en el
fusilamiento del Collel, los amigos del bosque y aquel soldado que le perdonaría la vida al
falangista por todos conocido.
No es mentira que España tenía las condiciones óptimas para que pudiese gestarse
un movimiento fascista, ya que la sociedad mostraba desencanto con el régimen, la clase
obrera comenzaba a organizarse con base en ideologías comunistas, anarquistas y
socialdemócratas, incluso la presencia de un líder demagogo como Primo de Rivera quien
ganaría popularidad a partir de discursos sobre superación y unidad nacional.
Bajo este esquema, el fascismo resultaba una buena vía para la reestructuración de
cualquier nación que se encontrase en crisis, no obstante, el movimiento carecía de bases

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