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Tesis Andrea Marino
Tesis Andrea Marino
Andrea Marino
y marzo de 2008. La segunda población estudiada fue la del Parque Nacional Monte León,
enero, marzo y abril de 2008. Los beneficios derivados del agrupamiento se midieron en
estructura del hábitat y el nivel de riesgo de depredación. Las hembras bajo riesgo de
depredación por pumas invirtieron más tiempo en la vigilancia, en detrimento del tiempo
dedicado a la alimentación, que las hembras del sitio libre de depredadores. A su vez, las
grupo mientras que este efecto estuvo ausente en la población libre de depredadores.
Estos resultados indican que los guanacos son capaces de percibir niveles de riesgo
modelaron variables de la organización social del guanaco para poner a prueba hipótesis
costa de Santa Cruz: Refugio de Vida Silvestre La Esperanza y SOMU, San Pablo de
Valdés, Reserva Provincial Cabo Dos Bahías, Parque Nacional Monte León y Reserva
Provincial El Payén (Payunia). Se llevaron a cabo entre dos y cinco relevamientos en cada
sitio. Dichos relevamientos se realizaron durante los años 2006, 2007 y 2008. Se observó
que los grupos familiares fueron de mayor tamaño en estepas herbáceas que en estepas
grupos familiares entre sitios con depredadores y sitios libres de los mismos. Asimismo, la
proporción de individuos en grupos familiares grandes (>6 adultos) fue mayor en estepas
que en sitios libres de los mismos. No obstante, las diferencias en los valores medios de
presentando las poblaciones migratorias grupos de mayor tamaño que las sedentarias. La
preferencia a escala de microhábitat (m2) de los pumas por las estepas arbustivas para el
detectaron preferencias. A su vez, los pumas prefirieron las crías pequeñas frente a los
por presentar una mayor tasa de encuentro potencial con el depredador que las categorías
más agregadas. En conjunto, estos resultados sugieren que los guanacos que habitan
This thesis is focused on the study of guanaco anti-predator strategy and its
relationship with habitat attributes that could affect vulnerability to puma predation.
Firstly, anti-predator benefits and competition costs of group living were studied through a
predation-risk levels. Regarding the costs of group living, within-group aggression rate and
its relationship with group size was considered as an indicator of interference competition
level. Guanaco females under predation risk allocated more time to vigilance and less to
foraging activities than the females from the predator free population. Moreover, under
predation risk, females showed a significant reduction in vigilance effort as group size
increased whereas in the predator free population this effect was absent. These results
indicate that guanacos are capable of perceive contrasting levels of predation risk, and to
adjust their individual behavior in accordance. Within-group aggression rate increased with
group size when groups were located in shrublands but this effect was insignificant in
grasslands, suggesting that the more heterogeneous distribution of forage in the former
habitat type enhances group-living costs. Subsequently, major variables of guanaco social
Family group size was larger in grasslands than in shrublands, and the proportion of
individuals in large family groups (>6 adults) was higher in grasslands than in shrublands
what was expected, mean family group size was similar between predator-exposed and
predator free populations. Differences in mean group sizes were relatively small, indicating
low plasticity of this variable within and between populations. Regarding non-territorial
groups (all males and mixed groups), the migratory nature of the populating was the only
factor that explained the observed variation, with migratory populations showing larger
groups than sedentary ones. The proportion of the population found in main social units
was correlated with population density and primary-productivity indicators, which also
non-territorial groups was observed in higher density and higher primary productivity
was conducted. Al patch scale, pumas showed a strong preference for shrublands for
consuming carcasses whereas open habitats were avoided. However, at a landscape scale
there were no evident preferences among open and closed habitats. Also, pumas
consumed young chulengos twice as expected due to their availability in the population.
Availability estimation of different population categories (young, adult males and adult
females), accounting for their relative abundance and grouping patterns, suggests that
those categories less clumped in space may be more vulnerable to puma predation due to
increased potential encounter-rate with predators. All together, these results suggest that
because vegetation cover favors stalking and stealth but because of behavioral aspects of
guanacos that inhabit this type of habitats. Future studies will allow to understand the
A las instituciones…
A toda la gente…
A los guanacos…
Capítulo 1
Introducción General
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Capítulo 1
anatomía, fisiología y comportamiento de las presas (Endler 1986, Flueck 2000, Strauss
la evolución de los sistemas sociales de los ungulados (Jarman 1974, Wilson 1975). La
al. 2003, FitzGibbon 1990, Kunkel, et al. 1999, Quinn & Cresswell 2004). Estos factores
Las presas exhiben estrategias variadas para reducir el riesgo de depredación, que
van desde evitar ser detectadas por el depredador, escapar ante el ataque, hasta
adoptadas por una especie están estrechamente relacionadas con características propias
de la presa, como el ambiente que habita o el balance entre la reducción del riesgo de
como estrategias de caza y tamaño corporal relativo a la presa. Por ejemplo, los
pasar desapercibidos y así evitar ser detectados por el depredador. En general son
crípticos y solitarios, o forman grupos pequeños (Jarman 1974). Por el contrario, los
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Capítulo 1
que generalmente implican reducir el éxito del ataque una vez que son detectados por el
acompañada de llamadas de alarma que amplifican el beneficio para los individuos vecinos
aumenta al aumentar el número de presas agregadas como así también, para algunas
Wilson 1975). Estos beneficios anti-depredatorios son entendidos como los principales
individuo. Éste puede expresarse en términos de tiempo y energía que se resta de otras
del acceso a alimento o hábitat de calidad. Por esta razón, al relajarse la presión de
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Capítulo 1
(Blumstein & Daniel 2002). Asimismo, y dado que para los depredadores en general las
tasas de éxito de los ataques son bajas, los ataques fallidos resultan en oportunidades de
aprendizaje para las presas (Flueck 2000). En este proceso dinámico entre depredador y
esperable que las presas respondan a los cambios en riesgo percibido alterando su
después de que los depredadores han sido eliminados por factores antrópicos aumenta la
vulnerabilidad de las presas ante posibles recolonizaciones por parte de los mismos
(Berger 1997).
Entre los métodos disponibles para detectar cambios asociados con la pérdida de
depredadores, se considera que el comparativo es uno de los mejores (Dobson & Murie
1987, Hayes & Jenkins 1997). Los estudios comparativos sobre poblaciones de la misma
selección natural ha delineado las decisiones individuales que resultan en los patrones
comparaciones ínter-específicas (Caro 1998, Lott 1991). Sin embargo, pocas especies
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Capítulo 1
zonas boscosas (Raedeke 1979) y sus poblaciones pueden ser sedentarias o presentar
guanaco se denomina poliginia por defensa de recursos (Franklin 1983, Raedeke 1979).
En este sistema los grupos familiares están compuestos por un macho adulto que defiende
un territorio en el que se alimentan una o más hembras con sus crías del año. En las
poblaciones sedentarias, las unidades básicas de la organización social son los grupos
familiares, los grupos de solteros y los machos solitarios, mientras que en las poblaciones
migratorias también se pueden observar grupos mixtos (Franklin 1983, Saba 1987). Los
ocasionalmente hembras (Saba 1987), y los grupos mixtos están compuestos por todas las
categorías poblacionales (Puig & Videla 1995). El depredador natural del guanaco es el
puma (Puma concolor) (Bank & Franklin 1998, Bank, et al. 2002, Cajal & López 1987,
Fernández 2007, Iriarte, et al. 1991, Wilson 1984), aunque recientemente se han
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Capítulo 1
vegetación y los accidentes del terreno para acercarse a sus presas antes de atacar (Bank,
et al. 2002, Hornocker 1970, Husseman, et al. 2003). Por esta razón se espera que la
depredación percibido por éstas últimas. Mientras que las estepas arbustivas favorecerían
un mayor acercamiento del depredador sin ser detectado, las estepas herbáceas por ser
comparativamente más abiertas representarían un riesgo menor para las presas. En las
las estepas herbáceas abiertas. Si bien la depredación por pumas es el principal factor de
mortalidad en algunas poblaciones (Bank, et al. 2002) y ha sido citada como uno de los
1985), hasta el momento no se han realizado estudios comparativos que permitan conocer
Estado de conservación
Tanto el guanaco como el puma son dos especies clave en los ecosistemas áridos y
de consumir tanto presas nativas como exóticas y sus hábitos generalistas le permiten
alternar entre las mismas según su disponibilidad (Fernández 2007, Novaro & Walker
2005). Por esta razón, este depredaor no sólo tiene el potencial de producir un efecto
presas nativas (Novaro & Walker 2005). Debido a su tendencia de depredar sobre el
ganado ovino, para mediados del siglo 20 el puma había sido practicamente extirpado de
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Capítulo 1
gran parte de la Patagonia (Bellati & von Thüngen 1990). Recientemente, el puma ha
abundante base de presas que constituyen las especies exóticas, como el ciervo colorado
(Cervus elaphus) , la liebre europea (Lepus europaeus) y el ganado (Novaro, et al. 1999).
estepa patagónica desde finales del Pleistoceno (Markgraf 1985) por lo que ha co-
típico de los ecosistemas áridos mediante una mayor eficiencia digestiva y una menor tasa
de ingesta que los rumiantes verdaderos (San Martín & Bryant 1988). En la Patagonia las
guanacos (Puig 1995) a través de la degradación del hábitat por sobrepastoreo (Cunazza,
et al. 1995, Raedeke 1979), la competencia con el ganado ovino por el alimento (Baldi, et
al. 2001) y la caza indiscriminada (Baldi, et al. 1997). En respuesta a la drástica reducción
estos animales (Baldi, et al. 1997). Mientras que durante los últimos años en algunas
sugerido que la depredación por pumas podría ser la responsable (Novaro & Walker
depredación por pumas, y de aquellas que pudieran estarlo en el futuro, así como para
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Capítulo 1
El objetivo general de esta tesis fue estudiar aspectos del comportamiento anti-
depredatorio del guanaco, y su relación con características del hábitat, que puedan afectar
riesgo de depredación. ¿Son capaces los guanacos de percibir la reducción del riesgo en
hábitat?
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Capítulo 1
grupos de mayor tamaño? ¿Esta respuesta está influenciada por la densidad poblacional
4. Describir los patrones de selección de guanacos por parte de los pumas en términos de
¿Los pumas seleccionan a los guanacos en términos de clases de sexo o edad? De haber
y libres de depredadores, como base de un programa a largo plazo que permita integrar
posibles consecuencias que podrían tener estas decisiones individuales a nivel poblacional.
cuenta los costos y los beneficios de las estrategias anti-depredatorias en los distintos
resultados a nivel individual, y desde el nivel poblacional se intentó explorar si los patrones
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Capítulo 1
situaciones, tales como múltiples depredadores con distintas estrategias de caza (Berger
1991, Childress & Lung 2003, Kunkel & Pletscher 2000) o el dimorfismo sexual de las
presas, el cual se espera que afecte la vulnerabilidad y por lo tanto los patrones de
selección de presas (Kunkel & Pletscher 2000, Mech, et al. 2001). Entre los desequilibrios
(Novaro & Walker 2005). Como el rango de distribución del guanaco es tan amplio,
han estado libres de los mismos por varias décadas, con el consecuente potencial para
son escasas, ofrecen la oportunidad de realizar estos estudios sin los potenciales efectos
introducidos, que ocurren usualmente en los campos privados. Para alcanzar los objetivos
de esta tesis se utilizaron datos obtenidos en cinco áreas protegidas distribuidas entre el
Esperanza y SOMU, en la zona de Puerto Lobos (LE-SOMU); San Pablo de Valdés (SP) y
Reserva Provincial Cabo Dos Bahías (C2B), en la provincia de Chubut; Parque Nacional
Monte León (ML) en la provincia de Santa Cruz; y Reserva Provincial El Payén (Payunia),
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Capítulo 1
PAYUNIA
LOBOS
LE-SOMU
SP
C2B
ML
Patagonia
Argentina
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Capítulo 2
Capítulo 2
Comportamiento Individual
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Capítulo 2
encuentra con la cabeza en alto mirando alrededor) es uno de los comportamientos anti-
que se aproxima a una distancia segura para poder escapar. Sin embargo, la vigilancia
usualmente es incompatible con la obtención del alimento por lo que los individuos
depredador (FitzGibbon 1990, Hilton, et al. 1999, Krause & Godin 1996). Dado que una
and Dill 1990, Fortin et al. 2004), los individuos deben llegar a una solución de
la vigilancia. El balance de tiempo entre estas actividades estará afectado por el estado
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Capítulo 2
cada individuo tiene una probabilidad menor de ser la víctima en un ataque (i.e. efecto de
incluso pueden cooperar para defenderse o agredir al mismo. Una correlación negativa
que esta relación refleja la disminución del riesgo de depredación percibido al aumentar el
tamaño de grupo (Lima & Dill 1990, Pulliam & Caraco 1984). Esta estrategia, comúnmente
llamada “efecto del tamaño de grupo” sobre la vigilancia, se basa en que de esta manera
los individuos pueden dedicar menos tiempo a la vigilancia y más a otras actividades sin
individuos en el grupo.
vigilancia individual al aumentar el tamaño de grupo (Lung & Childress 2007, Rieucau &
Giraldeau 2008, Roberts 1996), la asociación negativa entre vigilancia y tamaño de grupo
el efecto del tamaño de grupo sobre la vigilancia individual refleja la competencia por el
2008, Fortin, et al. 2004, Lima & Bednekoff 1999, Rieucau & Giraldeau 2008). A medida
que aumenta el tamaño de grupo, cada individuo tiene que invertir mas tiempo en
disponible para la vigilancia anti-depredatoria. Como los grupos más grandes consumen
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Capítulo 2
los parches de recursos más rápido y tienen que trasladarse mayores distancias para
Chapman 2000, Janson 1988, Snaith & Chapman 2008). Entonces, la reducción en el
competencia intra-especifica por interferencia, la cual puede incluir peleas breves sobre
al. 2005) pero este efecto no ha sido estudiado en ungulados. Aunque no consideró las
interacciones agresivas, Jarman (1974) propuso que la distribución más homogénea de los
ítems de alimento (al comparar pastos con arbustos) tendría una fuerte influencia en los
Actualmente, está ampliamente aceptado que los herbívoros que forman grupos
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Capítulo 2
que la naturaleza de este compromiso esté influenciada por la estructura del hábitat
selección natural ha delineado las decisiones individuales que resultan en los patrones
está limitado por el número de hembras a las que puede tener acceso, es esperable que la
del guanaco, se observó que los machos en grupos familiares vigilan significativamente
más que las hembras en los mismos grupos (Marino & Baldi 2008). En contraste, se
1974). Por esta razón, las hembras adultas son presumiblemente la categoría poblacional
más adecuada para poner a prueba hipótesis sobre los efectos de la competencia y el
estructura del hábitat afectan los costos y beneficios de la vida en grupos para las
hembras del guanaco y así poder hacer predicciones cualitativas sobre las diferencias
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Capítulo 2
vigilancia individual.
por interferencia.
los principales promotores del efecto del tamaño de grupo sobre la vigilancia individual
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Capítulo 2
tamaño de grupo.
con la de los pastos, potencia la competencia por interferencia entre los miembros del
de los items de alimento en las estepas herbáceas es más homogénea que en las estepas
arbustivas.
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Capítulo 2
la Reserva Provincial Cabo Dos Bahías y eL Parque Nacional Monte León. Cabo Dos Bahías
Chubut (44° 55’ S; 65° 31’W) que comprende 1.700 hectáreas de estepas arbustivas y
yaoyín (Lycium chilense) y en las estepas herbáceas la flechilla (Stipa tenuis) y el coirón
poa (Poa ligularis) (Beeskow, et al. 1987). Estudios previos sobre la oferta forrajera para
los guanacos en esta reserva en los que se dividió a la misma en 5 unidades de paisaje,
indican que en las 3 unidades en las que se realizaron los muestreos para esta tesis la
temperatura media anual es 12.8 °C, 4-6 ºC en Julio y 18-21 ºC en Enero. Durante este
el área (Cévoli 2005), sugieren que la densidad observada durante este estudio se
Chubut). Como los turistas visitan la reserva frecuentemente, los guanacos están
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Capítulo 2
habituados a la presencia humana y pueden ser observados desde corta distancia sin
alimentarse en pocos segundos y no vuelven a mirar hacia el mismo a menos que éste
reserva 1, los guanacos son los únicos herbívoros de gran porte en el área, seguidos por el
muy bajas.
Santa Cruz (50° 06’S; 68° 54’ W). Originalmente dedicado a la cría extensiva de ganado
ovino, en el año 2002 fue incluido en el sistema de parques nacionales, cesándose las
actividades productivas (se retiró todo el ganado del parque) y manteniéndose las
continuación se extrajo del informe final de dicho estudio. Las estepas arbustivas están
cupressiforme) mientras que las estepas herbáceas lo están por el coirón blanco (Festuca
pallescens), Poa atropidiformis, Puccinellia sp. y Agrostis sp.. Los arbustos ocupan entre el
1
Durante el período de muestreo se observaron 3 grupos de ovejas, sumando un total de ocho individuos. Pequeños grupos
de ovejas suelen ingresar a la reserva por la línea costera donde los alambrados se encuentran en mal estado. El personal
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Capítulo 2
graminosas están dominadas por pastos (entre el 45 y el 29%). Los subarbustos siguen en
dominancia, entre el 5% en las estepas bien conservadas y el 22% en las áreas más
degradadas. Los arbustos son poco importantes en las estepas graminosas. Las praderas
dominadas casi exclusivamente por pastos (categoría que incluye graminoides como los
en los meses de invierno. Las temperaturas medias estacionales van desde 1°C en
invierno hasta 20°C en verano. Las densidades locales durante este estudio variaron entre
campos vecinos coincidente con la época de traslado de las majadas ovinas entre zonas
después de este estudio (Suárez, et al. 2009). Los pumas son comunes y el personal
técnico del parque estima que en el área habitan alrededor de 10 individuos adultos
realizaron desde un camino interno utilizado frecuentemente por los turistas y donde los
guanacos están habituados a la presencia humana. Cabe aclarar que durante los
encontraron tres (3) guanacos cazados desde la Ruta Nacional N° 3 la cual atraviesa uno
de los límites del parque. La zona afectada por esta ruta es de alrededor de 10 km2,
menos del 2% de la superficie del parque, y los animales cazados se encontraron a varios
kilómetros de los puntos de observación. Por esta razón se asumió que el efecto de la
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Capítulo 2
2.5 Metodología
abril de 2008 tres observadores realizaron seguimientos focales continuos (Altmann 1974)
Las observaciones se realizaron entre las 8:00 y las 20:30 hs. Observamos hembras y
machos adultos en grupos familiares y en grupos de solteros. Sólo los datos de hembras
en grupos familiares fueron utilizados en este análisis. El tipo de grupo se determinó por
tuvieron que ser excluidos del análisis porque el tamaño de grupo no pudo ser
determinado con precisión. Los lugares de congregación habitual de varios grupos, como
confusiones.
(marcas permanentes) o patrones resultantes del recambio anual de lana, coincidente con
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Capítulo 2
observar dos veces a la misma hembra. Los grupos familiares en estas poblaciones son
Este hecho fue confirmado observando individuos con marcas naturales, individuos con
en los mismos lugares durante días sucesivos. Además, en ML, donde no todos los grupos
fueron observados todos los días, los puntos de observación se alejaron al menos 5 km de
los utilizados el día anterior y no se volvieron a utilizar durante la misma temporada para
minimizar las chances de observar el mismo grupo dos veces. Entonces, se puede
asegurar que el 100% de los grupos observados en C2B dentro de una misma temporada
fueron grupos distintos. En ML se puede considerar que al menos el 65% (n=26) de los
grupos observados fueron independientes y el restante 35% tuvo una baja probabilidad de
observación (en promedio 110 minutos por grupo), nunca se observaron cambios en el
dividieron durante las observaciones focales. Además, avistajes sucesivos de dos o más
individuos con marcas naturales en el mismo grupo sugieren que los grupos familiares en
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Capítulo 2
marzo. Sin embargo, estas observaciones son anecdóticas debido al bajo número de
Las observaciones se realizaron con binoculares (8.5 x 44) y telescopio (60 mm) a
distancias de entre 30 y 500 m de los animales. Siempre que fue posible, dos hembras
activas, es decir que no estuvieran echadas, de cada grupo fueron observadas en forma
continua por 15 minutos o menos en los casos en que se movieron del campo visual, se
echaron o trasladaron a otro tipo de hábitat. Las observaciones que duraron menos de
Estos estados se definieron como: Vigilando (parado con la cabeza por encima de la altura
de la cruz, a menudo mirando hacia los lados pero sin masticar ni manipular vegetación),
Masticando (parado con la cabeza por sobre la altura de la cruz y masticando), Caminando
(en traslado, moviéndose entre parches de vegetación con la cabeza por encima de la
altura de la cruz), Buscando alimento (caminando con la cabeza por debajo de la altura de
rascándose, etc) (Figuras 2.1 y 2.2). El tiempo de observación fue completamente dividido
en estos estados por lo que las proporciones de tiempo dedicadas a ellos son
individuos del mismo grupo, que provocaran que uno o ambos interrumpieran su actividad
el guanaco las bajadas de orejas son la amenaza más frecuente pero un cabezazo brusco
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Capítulo 2
hacia atrás, manteniendo la garganta en dirección del contrincante y el hocico hacia arriba
Etholog 2.2 (Ottoni 2000) para calcular la proporción del tiempo de observación que el
individuo invirtió en cada estado, la tasa de vigilancia (sesiones de vigilancia por minuto) y
pasó con la cabeza por sobre la altura de la cruz, ya fuera exclusivamente vigilando,
masticando respecto del tiempo total que pasó con la cabeza por sobre la altura de la cruz
del alimento. La Tasa de Vigilancia se definió como el número de veces que el individuo
vigilancia como la duración promedio de los intervalos que el individuo focal estuvo con
proporción de tiempo caminando, ya sea con la cabeza por sobre o por debajo de la altura
hora de observación.
25
Capítulo 2
adultos. Las observaciones de hembras solas (con chulengo al pie o no) fueron
del tamaño de grupo porque los individuos más jóvenes, mayormente crías menores de 5
macho adulto, los cuales tienen tasas de mortalidad relativamente bajas comparadas con
las crías, componen el núcleo estable del grupo familiar a lo largo del año en estas
(Figura 2.1). En general se clasificaron como estepas arbustivas a los ambientes con una
cobertura de arbustos mayor o igual al 20%. Otras variables como Estado reproductivo y
Temporada también se tuvieron en cuenta. Siempre que fue posible, la hembra focal se
clasificó como “madre”, si se la observó con un chulengo lactante, “no madre”, si no había
abril). Las dos poblaciones fueron observadas durante las dos temporadas y este factor se
individual.
26
Capítulo 2
Para evaluar el efecto de las variables de interés sobre las proporciones de tiempo
dedicadas a las distintas actividades se utilizaron Modelos Lineales Mixtos (Crawley 2007),
previa transformación angular de los datos para cumplir los supuestos de normalidad y
varianza constante de los errores (Sokal & Rohlf 1995). Los efectos fijos considerados en
estos modelos fueron: número de adultos, sitio (C2B vs. ML), estado reproductivo, el
hábitat local y la temporada, así como sus interacciones con el número de adultos. Los
utilizando pruebas de t con un alfa de 0,05 (Crawley 1993). Con el objeto de dar cuenta
variación individual, la identidad del grupo se consideró como un factor aleatorio. Una vez
método de Máxima Verosimilitud Restringido (REML) se utilizó para ajustar los modelos
vigilancia, expresada como número de sesiones por minuto, se calcularon a partir de cada
observación focal. Se recurrió a la transformación logarítmica para poder cumplir con los
supuestos de los métodos utilizados (Sokal & Rohlf 1995). Las variables independientes y
los factores considerados, así como el tipo de modelos utilizados fueron los mismos que
27
Capítulo 2
análisis ya que son necesarios al menos dos individuos para registrar una interacción. Sólo
se retuvo en este análisis una observación de una hembra adulta y un macho juvenil que
función de enlace logarítmica asegura que no haya valores predichos negativos, que no
tendrían sentido biológico. El ajuste de los modelos se realizó con el software R 2.9.2
2.6 Resultados
12%) en C2B y del 28% (+DE 24%) en ML. Los efectos fijos en el modelo final para la
28
Capítulo 2
depredadores, C2B (Tabla 2.2, Figura 2.3). Las hembras en grupos pequeños invirtieron
hábitat no fue significativa, es decir que el efecto del número de adultos fue similar en
diferencias entre madres y no madres en ninguna de las poblaciones (d= -0,.22 t (64)=-
0,95 p=0,347). Con respecto al término aleatorio, las diferencias entre hembras del mismo
individuos y grupos. Fue posible seleccionar un modelo final luego de la remoción de una
ML, que pasó 14.8 minutos (100% del tiempo de observación) vigilando. La duración
promedio de estas sesiones fue mayor en ML que en C2B y disminuyó con el número de
adultos en el grupo en ML pero no en C2B (Tabla 2.2, Figura 2.4). No se observó efecto
(sesiones de vigilancia por minuto), hubo diferencias entre los sitios y entre temporadas
(Tabla 2.2, Figura 2.4). La tasa de vigilancia fue significativamente mayor en ML que en
29
Capítulo 2
alimento
definido como la proporción del tiempo invertido en vigilancia que se superpuso con la
masticación del forraje, fue en promedio del 27% (+28). Esta variable no presentó
diferencias significativas entre sitios (d= 1,31 t (68)=1,78 p=0,08). No se observó efecto del
(d= -0,15 t (65)=-1,56 p=0,12). Como los residuales del modelo mostraban cierta
solapamiento para cada categoría de tamaño de grupo (es decir de número de adultos),
logarítmicas y cuadráticas para cada sitio y para el total de los datos, con la intención de
adultos. En los 3 casos, la función cuadrática mostró los mayores valores de R2. En la
Tabla 2.3 se resumen estos resultados y se muestran las soluciones analíticas de los
adultos para el cual el solapamiento entre vigilancia y masticación es máximo (Figura 2.5).
estadísticas ya que para esto sería necesario utilizar métodos estadísticos cuya
30
Capítulo 2
El modelo final para el tiempo invertido en traslado solo contuvo las diferencias
entre sitios, mostrando que en ML las hembras observadas pasaron más tiempo
caminando que en C2B (Tabla 2.4, Figura 2.6). No hubo efecto del número de adultos en
adultos y el hábitat (Tabla 2.4). Mientras que la tasa de agresiones fue casi nula en
número de adultos en el grupo (Tabla 2.4, Figura 2.7). A pesar de que la interacción entre
el número de adultos y el tipo de hábitat no fue significativa, los eventos agresivos por
estepas herbáceas, la tasa de agresiones fue casi nula en el mismo rango de tamaños de
grupo. Los valores predichos por estos modelos –tasa de agresiones en estepas
adultos en un grupo para tener un evento agresivo por hora en estepas herbáceas. Los
grupos familiares raramente tienen más de 18 adultos, por lo cual este rango de valores
resultado, la tasa de agresiones en estepas herbáceas sigue siendo muy baja incluso en
31
Capítulo 2
agresiones entre sitios, o en el efecto del número de adultos entre sitios (Tabla 2.4).
2.7 Discusión
en la vigilancia, dedicando entre 0 y 80% del tiempo de observación a esta actividad. Bajo
riesgo de depredación las hembras mostraron mayores tasas de vigilancia y una relación
las hembras en pares). Esta reducción resultó de sesiones de vigilancia más cortas en los
relativamente bajos en C2B, sugiere que los guanacos son capaces de percibir la
disminución del riesgo en ausencia de pumas, y que la significancia funcional del efecto
del tamaño de grupo está relacionada con la respuesta anti-depredatoria. Los guanacos de
una población de baja densidad con alto riesgo de depredación por pumas, ubicada en el
32
Capítulo 2
potenciado en ambientes cerrados (Marino & Baldi 2008). Durante este estudio en
antílopes (Childress & Lung 2003, Hunter & Skinner 1998, Lung & Childress 2007) pero no
de bibliografía sobre otros mamíferos reveló que la pérdida del efecto del tamaño de
encontraba cerca del pico de productividad anual mientras que C2B se encontraba en
plena estación seca (ver descripción de los ciclos fenólogicos en Capítulo 3).
Adicionalmente a las altas densidades encontradas en C2B, la estación seca implica menor
disponibilidad y calidad de forraje, sugiriendo que los guanacos en C2B estarían expuestos
densidades menores a las observadas durante este estudio (44 vs. 59 guanacos.km-2)
(Cévoli 2005). Si bien es probable que durante este estudio los guanacos de C2B también
33
Capítulo 2
Bajo el supuesto de que en C2B la competencia es más intensa que en ML, la hipótesis de
Es esperable que la calidad del hábitat y el tamaño del área de acción co-varíen
con el tamaño de grupo, y que interactúen con los costos asociados al agrupamiento
(Snaith & Chapman 2008). La falta de control del tamaño y calidad del territorio en este
estudio, y del tiempo que cada individuo dedicó a la rumia-descanso -una vez que
completan el rumen los guanacos deben echarse para procesar el alimento (De Lamo,
competencia por agotamiento de recursos a nivel intra grupal. Sin embargo, aún si este
del agrupamiento.
34
Capítulo 2
poblaciones y la similitud de resultados entre los dos sitios estudiados sugiere que el
riesgo de depredación no tiene efecto sobre las interacciones agresivas dentro del grupo.
Sin embargo, la estructura del hábitat sí tuvo un efecto significativo sobre éstas. La tasa
de agresiones fue casi nula cuando los grupos estuvieron alimentándose en estepas
La distribución parchada de los arbustos parece jugar un rol fundamental dado que los
pudimos observar claramente que los individuos focales estaban masticando pastos luego
de meter la cabeza dentro de un arbusto, a veces incluso usando las patas delanteras para
abrirse paso entre las ramas (la composición de la dieta de los guanacos de C2B y ML se
bióticos para pastos con bajos niveles de defensas anti-herbívoro (Pazos, et al. 2007).
Entonces, aunque los guanacos no estén alimentándose de ellas, las plantas leñosas
actúan como “puntos calientes” (hot-spots) conteniendo altas densidades de pastos entre
heterogénea. Esta distribución parchada del forraje en las estepas arbustivas parece ser el
35
Capítulo 2
uno o ambos miembros, hasta consecuencias más extremas (Huntingford & Turner 1987,
Sansom, et al. 2008). Durante el verano patagónico, incluso las heridas más pequeñas,
de animales vivos, se puede extender desde una pequeña herida que progresivamente se
facilitando infecciones bacterianas letales (Lane & Crosskey 1995). En los cérvidos también
más grandes, mediada por interacciones agresivas con consecuencias drásticas (Clutton-
Brock, et al. 1982), como así también en canguros (Blumstein & Daniel 2002), indicando
que estos costos derivados de la vida en grupos podrían ser comunes a los herbívoros
sociales.
un tamaño de grupo óptimo o de equilibrio pero, como resaltaron Pulliam and Caraco
sea un mal predictor de los costos asociados. Asumiendo que los beneficios anti-
36
Capítulo 2
depredatorios y los costos de las interacciones agresivas son los principales determinantes
del tamaño de grupo, se pueden derivar algunas inferencias cualitativas sobre la dirección
de las diferencias en los tamaños de grupo entre escenarios contrastantes. Por ejemplo,
como en las estepas arbustivas los costos de interferencia son relativamente altos y
aumentan rápidamente con el tamaño de grupo, pero son casi nulos en estepas
herbáceas, se podrían esperar grupos más grandes en las últimas. En contraste, como los
han estado ausentes por mucho tiempo, grupos más pequeños podrían esperarse en
poblaciones sin depredadores para minimizar los costos de competencia. Por otro lado, si
la tasa de ingesta está limitada por el tiempo de manipulación que requieren los items de
alimento, sincronizar las sesiones de vigilancia con las de masticación permitiría optimizar
el uso del tiempo en función del tamaño grupal. Si bien los resultados son preliminares, el
a las hembras en grupos familiares maximizar este solapamiento, y que este máximo
este umbral la vigilancia sería más costosa por que reduciría el tiempo disponible para la
cruz, mientras el individuo busca el siguiente bocado sin levantar la cabeza para vigilar. No
obstante, serán necesarios análisis más detallados para evaluar la significancia de las
En resumen, los patrones individuales observados muestran que las hembras son
37
Capítulo 2
hábitat están entre los principales determinantes del balance entre costos y beneficios de
1
Este Capítulo fue publicado en 2010 como “Costs and benefits of sociality differ between female guanacos living in
38
Capítulo 2
Figuras y Tablas
39
Capítulo 2
a) b)
c)
40
Capítulo 2
a) b)
d)
c)
e)
Figura 2.2. Categorías poblacionales: a) hembra adulta preñada en traslado (Foto: Alejo Irigoyen);
b) madre vigilando y chulengo; c) enfrentamiento entre macho alfa y macho periférico; d) hembra
adulta con cría de la temporada e hija del la temporada anterior; e) macho territorial luego de
corrida (Fotos: Florencia Siri)
41
Capítulo 2
7
vigilancia (datos transformados)
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Figura 2.3. Valores predichos para la proporción de tiempo invertido en vigilancia en función del
número de adultos en el grupo, en en el sitio de alto riesgo de depredación ML (círculos negros y
línea continua) y en el sitio libre de depredadores C2B (círculos blancos y línea discontinua). Datos
transformados, cada punto corresponde a la observación de un individuo.
42
Capítulo 2
a.
28
20
(segundos) 16
12
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
b.
2.5
(sesiones/minuto)
Tasa de vigilancia
1.5
0.5
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Número de adultos en el grupo
Figura 2.4. Valores predichos para a) tasa y b) duración de las sesiones de vigilancia en función del
número de adultos en el grupo, en el sitio de alto riesgo de depredación ML (círculos negros y línea
continua) y en el sitio libre de depredadores C2B (círculos blancos y línea discontinua). Datos re-
transformados a la escala original, cada punto corresponde a la observación de un individuo.
43
Capítulo 2
a.
0.5
0.3
0.2
0.1
0.0
0 2 4 6 8 10 12 14
Número de adultos
b.
0.5
Solapamiento entre vigilancia y
manipulación del alimento
0.4
0.3
0.2
0.1
0.0
0 2 4 6 8 10 12 14
Número de adultos
Figura 2.5. Proporción del tiempo invertido en vigilancia durante el cual el individuo fue observado
masticando en función del número de adultos en el grupo, a) para el total de los datos y b)
discriminado por población (ML: círculos negros y línea continua; C2B: círculos blancos y línea
discontinua). Cada punto corresponde al promedio de los individuos observados en grupos con el
número de adultos correspondiente
44
Capítulo 2
4
Tiempo invertido en traslado
(datos transformados)
-1
0 4 8 12 16
Figura 2.6. Valores predichos para la proporción de tiempo invertido en traslado en función del
número de adultos en el grupo, en el sitio de alto riesgo de depredación ML (círculos negros, línea
continua) y en el sitio libre de depredadores C2B (círculos blancos, línea discontinua). Datos
transformados
45
Capítulo 2
20
18
Interacciones agresivas/hora
16
14
12
10
8
6
4
2
0
-2
0 2 4 6 8 10 12 14 16
Figura 2.7. Valores predichos para la tasa de agresiones (número de interacciones agresivas por
hora de observación) en función del número de adultos en el grupo, en estepas arbustivas (círculos
blancos, línea continua) y en estepas herbáceas (círculos negros, línea discontinua). Cada punto
corresponde a la observación de un grupo.
46
Capítulo 2
N° Número medio
Disponibilidad
Riesgo de Densidad local individuos N° grupos de adultos en
Sitio relativa de Tipos de Hábitat Temporada
depredación (guanacos/km2) observados observados grupos familiares
forraje
±DE
Mosaico de Reproductiva
estepas
C2B Nulo 55-60 Baja Post- 65 32 6,06 ± 2,5
arbustivas y
herbáceas reproductiva
Mosaico de Reproductiva
estepas
ML Alto 12-21 Alta Post- 73 40 7,98 ± 4,7
arbustivas y
herbáceas reproductiva
Tabla 2.2. Parámetros estimados, errores estándar (EE), grados de libertad para el término del
error (g.l.) y probabilidad de t (pr. t). (*) indica los términos seleccionados en el modelo final. Los
parámetros para los factores son las diferencias entre el nivel de referencia y el nivel
correspondiente, y representan los interceptos de los modelos. Los parámetros para las variables
(número de adultos) son las pendientes de las rectas de regresión para el nivel de referencia. Para
los términos de interacción, los estimadores son las diferencias entre las pendientes del nivel de
referencia y el nivel de interés. Los niveles de referencia considerados son: estepas herbáceas en
C2B.
Factores Est. EE g.l. pr. t Est. EE g.l. pr. t Est. EE g.l. pr. t
Constante
1,96* 0,41 68 <0,001 0,44* 0,05 68 <0,001 2,08* 0,25 65 <0,001
(E. herbáceas en C2B)
Diferencias entre
interceptos
Sitio (ML) 1,59* 0,05 68 0,002 0,17* 0,05 68 0,001 0,80* 0,34 65 0,021
Tipo de Hábitat:
E. arbustivas 0,40 0,24 65 0,107 0,00 0,05 64 0,970 0,24 0,15 65 0,116
Variables
Número de adultos 0,02 0,05 68 0,694 -0,01 0,01 64 0,327 0,00 0,03 66 0,882
Diferencias entre
pendientes
Número de adultos en
-0,14* 0,07 68 0,041 0,01 0,02 67 0,363 -0,11* 0,05 65 0,029
ML
Número de adultos en
-0,09 0,08 64 0,275 0,02 0,02 62 0,317 -0,08 0,05 64 0,130
E. arbustivas
47
Capítulo 2
Tabla 2.3. Coeficiente de determinación R2 de las funciones ajustadas y número de adultos que
maximizó cada función cuadrática.
Lineal 0,34
C2B Logarítmica 0,18
Cuadrática 0,68 5,95
Lineal 0,01
ML Logarítmica 0,01
Cuadrática 0,26 6,82
Lineal 0,10
Total Logarítmica 0,01
Cuadrática 0,54 6,23
Tabla 2.4. Parámetros estimados, errores estándar (EE), grados de libertad para el término del
error (g.l.) y probabilidad de t (pr. t). (*) indica los términos seleccionados en el modelo final. Los
parámetros para los factores son las diferencias entre el nivel de referencia y el nivel
correspondiente, y representan los interceptos de los modelos. Los parámetros para las variables
son las pendientes de las rectas de regresión para el nivel de referencia. Para los términos de
interacción, los estimadores son las diferencias entre las pendientes del nivel de referencia y el
nivel de interés. Los niveles de referencia considerados son: estepas herbáceas en C2B.
Constante
0,97* 0,11 70 <0,001 -2,81* 0,88 60 <0,001
(E. herbáceas en C2B)
Tipo de Hábitat
E. arbustivas 0,16 0,18 65 0,389 3,70* 0,81 60 <0,001
Variables
Número de adultos en E.
0,01 0,06 64 0,874 -0,19 0,25 59 0,456
arbustivas
48
Capítulo 3
Capítulo 3
Organización Social
49
Capítulo 3
ecológicos, han sido motivo de investigación durante décadas (Gerard, et al. 2002). El
poblaciones de una misma especie, y entre distintas especies (Jarman 1974, Pulliam &
tamaño de los grupos sociales (Brashares & Arcese 2002, Jarman 1974). Jarman (1974),
en su análisis de la estructura social de los antílopes, propuso que los ramoneadores (i.e.
mordidas sucesivas pero no alteran su dispersión original. Por lo tanto, los animales que
dispersión del alimento, mientras que los ramoneadores son forzados a aumentar
incrementa. Jarman propuso que como consecuencia de este proceso, los pastadores son
capaces de formar grupos de mayor tamaño que los ramoneadores y que entonces, los
50
Capítulo 3
costos de competencia a nivel individual son los responsables de imponer el límite superior
del tamaño de grupo (Jarman 1974). Mientras que esta visión asume un ajuste adaptativo,
Gerard (2002) sugiere que la variación en los tamaños de grupo resulta de una propiedad
emergente. El autor afirma que los grupos de ungulados son unidades no permanentes y
poligínico por defensa de recursos. Las principales unidades sociales en este sistema son
machos solteros en las poblaciones sedentarias y grupos mixtos en las migratorias) y los
machos solitarios (Franklin 1983). En contraste con los grupos familiares, los individuos en
los grupos no territoriales presentan una cohesión relativamente baja y los grupos se
fusionan y fisionan continuamente (Franklin 1983, Raedeke 1979). El tamaño de grupo del
guanaco varía dentro y entre poblaciones (Puig & Videla 1995) pero hasta ahora no han
habido estudios comparativos que identifiquen los factores ecológicos responsables de esa
variación.
depredatoria.
51
Capítulo 3
referencia.
espera encontrar
52
Capítulo 3
herbáceas
Predicción 3.1: una relación positiva entre el tamaño de grupo y los indicadores de
densidad local
53
Capítulo 3
Reserva Provincial Cabo Dos Bahías (C2B) y al Parque Nacional Monte León (ML) fueron
detalla a continuación.
Península Valdés es una de las áreas protegidas de usos múltiples más importantes
vida silvestre San Pablo de Valdés (SP), administrada por Fundación Vida Silvestre
establecimiento está ubicado sobre la costa del Golfo Nuevo ( 42°43’ S; 64°15’ W) y
costera (Figura 3.1). Las estepas arbustivas están caracterizadas por Chuquiraga sp., los
pastos dominantes son Stipa sp y Poa sp., mientras que Sporobolus rigens y Hyalis
argentea dominan los suelos arenosos (Codesido, et al. 2005). Las estepas arbustivas
presentan una cobertura de plantas leñosas que varía entre el 25 y el 30% y un estrato
herbáceo cuya cobertura varía entre el 25 y el 29% y las estepas herbáceas presentan
una cobertura de entre 70-90% (Rodriguez & Pazos 2010). La precipitación media anual
medias estacionales varían desde 8ºC en invierno a 18ºC en verano. Tres años después de
la remoción de las ovejas en el año 2003, la densidad de guanacos era de menos de 4 km-
2
pero este número se incrementó a 8.22 durante el período de estudio. Península Valdés
habido reportes de actividad (Nabte 2010). Por esta razón, se consideró este sitio como de
54
Capítulo 3
una propiedad privada de 6700 hectáreas ubicada sobre la costa del Golfo San Matías
ganadería ovina, en el año 2000 LE fue adquirida por una ONG local, Fundación Patagonia
especies con la Provincia Fitogeográfica Patagónica en la zona costera (León et al., 1998).
El Monte Austral se caracteriza por un estrato arbustivo alto (Beeskow, et al. 1995),
avellanedae), de menor porte, domina en la estepa costera. Los pastos más abundantes
son Stipa tenuis y Poa ligularis. La cobertura de arbustos varía entre el 33 y el 52% y el
estrato herbáceo, cuando está presente, tiene una cobertura de alrededor del 20%
exceptuando una zona en recuperación luego de un incendio en el año 2003 que muestra
km-2 durante el período de estudio. Los pumas, que fueron la principal causa de muerte de
guanacos entre 2002-2004 (Baldi, datos no publicados), también fueron una de las
personal).
55
Capítulo 3
Mendoza (Figura 1.1). Este estudio se realizó en una sección ubicada al Noreste de la
reserva (36º10’ S, 68º50’ W). Por no disponer de información georreferenciada sobre los
límites de la reserva, caminos u otros puntos de referencia cercanos al sitio del muestreo
Chuquiraga erinacea, Larrea divaricata, Cassia aphila, Panicum urvilleanum, Poa spp., y
Stipa spp (Puig et al., 1997). La precipitación anual promedia los 255mm, ocurriendo
principalmente durante los meses de verano, y la temperatura media varía desde 6ºC en
invierno a 20ºC en verano (Puig, Videla & Cona, 1997). La densidad local de guanacos en
masivos en la abundancia y/o distribución de individuos a lo largo del año, y que los
grupos familiares se mantienen en sus territorios todo el año (Burgi 2005). Los estudios
otoño-invierno, pero sólo en ciertos años (Marino 2009). En cuanto a Payunia, parte de la
56
Capítulo 3
3.6 Metodología
transecta que consistieron en recorrer la red de caminos de cada sitio en un vehículo tipo
pick-up, a baja velocidad (entre 20 y 30 km/h). Dos observadores parados en la caja del
vehículo fueron los encargados de detectar los grupos de animales. Ante cada grupo
y clases de edad (adultos, juveniles y crías) cuando fue posible. La composición grupal y
grupo como familiar, no territorial (solteros o mixtos) o indeterminado en los casos en que
grupo (Figura 3.6). En general, los grupos que se encuentran a menos de 400 metros
pueden clasificarse sin dificultad. Para cada observación se midió la distancia a la que se
observado, con una brújula manual. Finalmente, se realizó una descripción general de la
57
Capítulo 3
arbustivas”, que abarca estepas con coberturas variables de plantas leñosas, tanto de
incluyó ambientes con una cobertura de arbustos mayor o igual al 20%. Las “estepas
de los pastos. Este estrato cuenta con una cobertura de pastos del 70% y una cobertura
de leñosas, dominadas por el olivillo del 68% (Rodríguez, datos no publicados) (Figura
3.5d). A partir del análisis de heces recolectadas en bosteaderos de ese estrato se observó
que las principales plantas consumidas por los guanacos son pastos (Piptochaenium sp.,
Panicum sp., Poa sp.y Stipa sp.) que en conjunto conforman el 70% de la dieta mientras
que el olivillo representa sólo el 5,8% y las leñosas en conjunto no superan el 23%
(detalle en Anexo I). Esta composición dietaria se determinó para el mes de febrero, que
en la zona coincide con la época de bajo valor nutritivo de los pastos (Carrera, et al. 2000)
y cuando se espera que los guanacos incorporen más arbustos en la dieta (Puig, et al.
los items de alimento, este estrato se corresponde con la clasificación de estepa herbácea
más que con la de estepa arbustiva. En los casos en que fue posible se determinaron las
abundancia (ver 3.6.2). En estos casos, se eligió para la estimación de las variables de la
58
Capítulo 3
estructura social un único relevamiento. Es decir que para estimar las variables de la
elegir el relevamiento fue el día con mejores condiciones climáticas ya que éstas facilitan
la clasificación de los grupos en las distintas categorías sociales. A partir de los datos
continuación:
Tamaño de grupo familiar: para poner a prueba las hipótesis de esta sección se definió
como tamaño de grupo familiar al número de individuos mayores de un año de edad (no
chulengos) presentes en los grupos clasificados como familiares. Los individuos juveniles
(de entre 1 y 2 años de edad) fueron considerados como adultos debido a la dificultad
para discriminar entre las dos categorías durante los relevamientos. Se espera que la
muestreo sea relativamente baja debido a que generalmente son expulsados de los
grupos familiares entre los 4 y los 12 meses (Franklin 1983). El número de chulengos
efectos de interés. Por esta razón, el número de chulengos, expresado como proporción
59
Capítulo 3
valor se dividió por el total de adultos observados en todos los grupos familiares,
de grupo.
no sólo por que los no territoriales son evidentemente más grandes y variables, si no
también por que debido a la diferencias de intereses de los individuos presentes en ambas
categorías es posible que éstos respondan de manera diferente a las variables de interés.
Aún así, se incluye la comparación entre los tamaños de grupo de ambas categorías.
60
Capítulo 3
relevados se utilizó el método Distance Sampling (Buckland, et al. 1993). Este método se
máxima sobre la línea de marcha y que disminuye a medida que aumenta la distancia
línea de marcha es el ángulo del grupo respecto del camino, y a partir de éste y de la
cada grupo observado y en los casos en que esto no fue posible, se estimó el ángulo del
grupo respecto del camino visualmente. Para cada relevamiento poblacional realizado se
(Laake, et al. 2006). En los sitios que presentaron baja densidad y/o red de caminos
reducida, las mismas transectas se relevaron en días sucesivos hasta obtener el mínimo de
61
Capítulo 3
Estratos de vegetación. Para evaluar la influencia del tipo de hábitat a escala de paisaje
sobre las variables de interés se integró la información disponible para cada sitio en un
cuatro de los sitios relevados. Para Payunia no se contó con información a esta escala. En
la Tabla 3.1 se detallan los estratos ambientales para cada sitio y las fuentes bibliográficas
correspondientes.
los valores de 16 días sucesivos de registro. Este índice se deriva de una relación entre las
bandas del Rojo e Infrarrojo cercano, que muestra una alta correlación con la biomasa
versión mejorada del NDVI y resulta adecuada para bajas coberturas vegetales donde el
suelo tiene gran influencia en la reflectancia, como es el caso de la patagonia árida (Mohr
Bell & Siebert 2008). Como primer paso se indexaron 2 ciclos fenológicos completos, con
al menos una imagen mensual durante dos años, y se identificaron los momentos de
campo por observación directa del estado fenológico de los pastos. Las imágenes
siguiente) fueron sumadas píxel a píxel, generando un nuevo mapa donde cada píxel
representa el valor integrado del índice a lo largo de todo el ciclo. Esta medida es una
62
Capítulo 3
calculó sólo para los ciclos que abarcaron el año 2007 o parte del 2007 y del 2008. Como
los sitios difieren en la cantidad y tipo de cobertura vegetal, los valores “basales”, es decir
los valores mínimos que toma el índice durante la temporada de senescencia, difieren
entre las áreas de estudio. Para lograr una independencia de esta diferencia que permita
restaron los valores basales a los datos correspondientes a cada sitio (ver Figura 3.7). Por
otro lado, a partir del promedio de los píxeles para cada sitio, se calculó la diferencia entre
el valor máximo del ciclo (pico de productividad) y el mínimo anterior en el mismo ciclo,
como una medida adicional de productividad primaria a escala de sitio. Cabe resaltar que
este tipo de aproximación es más imprecisa y sensible a las fuentes de error asociadas a la
calcular la posición exacta de cada grupo observado. Estas posiciones fueron superpuestas
con los mapas de vegetación y de productividad en el software ArcGis 9.2, el cual permitió
correspondiente.
cinco años mostró que durante el período comprendido entre principios de octubre y fines
de febrero ocurren los partos y las cópulas, y la defensa territorial por parte de los machos
63
Capítulo 3
observaron chulengos pero sí una alta proporción de hembras preñadas, sugiriendo que
estaría desplazada hacia el verano. Por esta razón, se consideró este relevamiento como
pre-reproductivo.
Modelos locales para grupos familiares. Para identificar los factores asociados a la
variación en el tamaño de los grupos familiares dentro de cada sitio se ajustaron modelos
adecuada para datos de conteos con sobredispersión, y se utilizó una función de enlace
modelos se realizó mediante dos métodos distintos que resultaron en el mismo modelo
final para cada variable dependiente estudiada. Uno de los métodos fue el criterio de
información de Akaike (AIC), mediante el cual se eliminaron los términos que al retirarse
del modelo provocaron una disminución del AIC, en orden descendente. Es decir que
primero se eliminaron los términos que provocaron los descensos más importantes y por
64
Capítulo 3
último los menos importantes. La selección de los modelos finales se basó en la retención
de los términos cuya eliminación produjo un cambio en el AIC mayor a 2 unidades, criterio
sugerido para la selección de los mismos (Burnham & Anderson 2002). El segundo
diferencias entre los niveles de los factores de interés, lo cual es particularmente útil e
(Mundry 2011). Por ejemplo, con tamaños muestrales muy grandes, pequeñas diferencias
pueden ser estadísticamente significativas pero tener poca relevancia biológica. A su vez,
prueba de hipótesis. Por último, se optó presentar ambos resultados para que el lector
vegetación a escala de paisaje, los factores analizados tienen sólo dos niveles por lo que la
selección del modelo final en base al AIC y las pruebas de t son prácticamente
equivalentes (Mundry 2011) y resultan en exactamente los mismos modelos finales. Esto
diferencias de 2 unidades de AIC o más respecto del “mejor” modelo en cual se encuentra
métodos en estudios comportamentales (Mundry 2011). Por lo tanto, los resultados sobre
aquellas variables que mostraron algún grado de influencia, (cuya retención en los
modelos es exactamente igual bajo los dos criterios) se presentan de las dos maneras
65
Capítulo 3
para que el lector tenga toda la información disponible y pueda sacar sus propias
expresan como diferencias respecto del nivel de referencia, que es el primer tratamiento
considerado. Luego, los errores estándar estimados se utilizan para probar si esta
0,05 (Crawley 1993). La simplificación de los modelos utilizando las pruebas de t se basa
parámetros en el modelo final están estimados a partir del modelo que sólo contiene
términos significativos. Igualmente, los términos que no llegan a ser significativos bajo
este criterio pero que muestran algún grado de influencia, se incluyeron en el detalle de
los resultados. El ajuste de los modelos se realizó con el software R 2.9.2 (The R
Modelos globales para grupos familiares. Para comparar los tamaños de grupos familiares
formación de los grupos migratorios (Franklin 1983), y la distinción entre grupos familiares
y mixtos se vuelve difusa. Para poner a prueba las hipótesis de interés se ajustaron
enlace utilizadas para los modelos locales se utilizó en los modelos globales, con la
salvedad de la inclusión del sitio y del relevamiento dentro del sitio, como términos
66
Capítulo 3
aleatorios para dar cuenta de la posible dependencia de los datos provenientes del mismo
sitio y del mismo relevamiento (en los modelos locales el efecto del “relevamiento” está
ausentes en los modelos globales). Como primer paso se ajustaron los modelos fijos y se
ajustaron los modelos mixtos utilizando el parámetro Theta estimado en los modelos fijos.
interés, ya que para los modelos mixtos con distribución Binomial Negativa no es posible
calcular un valor de AIC (Crawley 2007). Es decir, en los casos en que se quiso mostrar
que un efecto considerado en las hipótesis no era significativo se mantuvo dicho término
en el modelo, con la excepción de los casos en que la correlación entre las variables
alterara la estimación de los parámetros significativos. Los efectos fijos evaluados fueron
(sedentarias vs. migratorias) y el hábitat local (estepas herbáceas vs. arbustivas), que
definieron arbitrariamente como grandes los grupos con más de 6 adultos. Este umbral se
definió en base a los valores medios de las poblaciones que mostraron los tamaños de
grupo más pequeños y teniendo en cuenta los resultados preliminares del Capítulo 2. Para
evaluar el efecto del riesgo de depredación y la estructura del hábitat sobre la distribución
67
Capítulo 3
Modelos para grupos no territoriales. Para el análisis del tamaño de los grupos no
territoriales se utilizaron modelos locales y globales similares los usados para los grupos
enlace logarítmica, con el “sitio” como factor aleatorio en los modelos globales). Una
diferencia con los modelos de grupos familiares fue que el efecto del estrato de vegetación
(escala de km2) no pudo evaluarse para los grupos no territoriales debido al reducido
territoriales. Se ajustó un modelo lineal mixto con el tipo de grupo como efecto fijo, y el
sitio y el relevamiento anidado en el sitio, como factores aleatorios para dar cuenta de la
68
Capítulo 3
territoriales (calculada respecto del total de individuos observados en grupos que pudo
determinarse su categoría social). Como los grupos no territoriales y los grupos familiares
dos categorías. Los efecto fijos considerados fueron el riesgo de depredación, el carácter
aleatorio del modelo se estructuró con el sitio y la temporada anidada dentro del sitio
(Crawley 2007).
3.7 Resultados
resumen de las variables de la estructura social de cada sitio y los resultados descriptivos
interés se detallan en el Anexo II. Las estimaciones de abundancia y sus errores asociados
69
Capítulo 3
En las tres poblaciones sedentarias (LE-SOMU, SP, C2B) se observó el comienzo del
ciclo de crecimiento entre los meses de marzo y abril, con los picos de productividad entre
septiembre y noviembre, y los mínimos entre enero y marzo (Figura 3.8). La observación a
campo del estado fenológico de los pastos permitió confirmar estos resultados. En
y los mínimos en invierno. Los valores mínimos de los ciclos (valores basales) fueron
diferentes entre sitios: PAY mostró los valores más bajos mientras que C2B los más altos
diferencia de EVI), ML y PAY mostraron los mayores valores (Figura 3.9). Sumando todos
considerando la disponibilidad temporal. Para esta medida, C2B mostró los valores más
altos mientras que SP y PAY los valores más bajos (Figura 3.9).
familiares fueron más grandes fuera de la temporada reproductiva que durante esta,
70
Capítulo 3
paisaje en km2) no tuvo efecto sobre el tamaño de los grupos en ninguna de las
poblaciones estudiadas. En cuanto al hábitat local (escala de parche en m2), los grupos
fueron mas grandes en las estepas herbáceas que en las estepas arbustivas en 3 de las
poblaciones estudiadas pero esta relación no fue significativa en PAY y C2B (Tabla 3.4). El
ninguna de las poblaciones (Tabla 3.3). El tamaño de grupo no estuvo relacionado con la
Modelo global para tamaño de grupo familiar en temporada reproductiva: efecto del riesgo
hábitat local, que mostró algún grado de influencia en los modelos locales (Tabla 3.4), y el
carácter migratorio o sedentario de cada población. Según los resultados del modelo
global, los grupos fueron más grandes en estepas herbáceas que en arbustivas (Tabla 3.6,
Figura 3.10a). No se observaron diferencias significativas entre sitios con pumas y sitios
libres de depredación (Tabla 3.6). El hecho de que las poblaciones fueran sedentarias o
con errores estándar calculados a partir de 22 grados de libertad (R2 ajustado=0,24 F(2,22):
71
Capítulo 3
4,88 p.:0,018). Se observó un 20% más de individuos en grupos grandes en las estepas
herbáceas que en las arbustivas, y una mayor proporción de individuos en grupos grandes
(17% más) en sitios con depredadores que en sitios libres de los mismos (Tabla 3.7,
Figura 3.10b).
Modelos locales para tamaño de grupos no territoriales. Los tamaños de los grupos no
territoriales (solteros y mixtos) mostraron gran variación dentro de cada población (Tabla
7.3 Anexo II) y en los casos en que alguna de las variables consideradas estuvo
de grupo entre temporadas, ni relación significativa con el EVI del sitio donde fueron
explicó variación significativa de los datos (Dif= 0,30 EE=0,18 g.l.=51 z=1,6 p=0,103).
Mientras que en SP, los grupos de solteros fueron más grandes durante la temporada
reproductiva que luego de ésta (Dif= 0,75 EE=0,37 g.l.=22 z=2,0 p=0,045); en PAY el
tamaño de grupo mostró una intensa relación positiva con el EVI integrado (Dif= 6,65
territoriales fue mayor en los sitios con depredación (Dif= 0,74 EE=0,17 t(3)=4,24
72
Capítulo 3
tamaño de los grupos no territoriales (Dif= 0,03 EE=0,21 t(1)=0,12 p=0,921). Estos
efectos de correlación entre los parámetros del modelo son esperables dada la falta de un
diseño ortogonal y usual en los estudios observacionales, como en este caso en particular
dada la falta de una población migratoria sin depredadores en el set de datos. En las
poblaciones migratorias los grupos no territoriales fueron más grandes que en las
más) respecto del total de individuos en grupos no territoriales fue de 90-95% en todas
las poblaciones estudiadas por lo que se optó por no modelar esta variable.
(solteros y mixtos)
los grupos no territoriales fueron significativamente más grandes que los grupos familiares
(Tabla 3.11). Los valores retransformados predichos por el modelo comparativo indicaron
73
Capítulo 3
un promedio de 7.0 adultos para los grupos familiares y uno de 23.8 para grupos no
territoriales. La parte aleatoria del modelo muestra que la variación entre sitios fue
territoriales compuestos por 17,6 individuos. En las poblaciones migratorias esta diferencia
fue mayor prediciendo tamaños de grupo familiar similares a los de las sedentarias pero
Productividad primaria de áreas utilizadas por grupos familiares y grupos de solteros. Los
grupos no territoriales ocuparon parches más productivos (en promedio 10% más
productivos) que los grupos familiares (Tabla 3.12). En este caso las diferencias entre
sitios representaron casi el 60% de la variación en los datos (Tabla 3.12), lo cual es
consecuentemente en sus niveles basales de EVI, como fue ilustrado en la Figura 3.8.
sociales
principales categorías sociales (grupos familiares y grupos no territoriales) entre sitios con
74
Capítulo 3
Cabe destacar que la densidad local estuvo intensamente relacionada con los
3.8 Discusión
de alimento
grandes áreas y son particularmente útiles para estudiar la influencia de ésta sobre la
ecología de los ungulados (Pettorelli, et al. 2005, Pettorelli, et al. 2007). Luego de indexar
los ciclos fenológicos de los sitios de estudio se pudo observar que ML y PAY mostraron las
mayores diferencias entre los picos y los niveles basales, las cuales indicarían mayores
productividades primarias anuales que los otros sitios. Al integrar todos los valores de un
la disponibilidad temporal. Para esta medida C2B muestra el valor más alto y PAY un valor
75
Capítulo 3
proteico y digestibilidad del forraje alcanzan sus valores máximos en las etapas iniciales de
(Crawley 1983). Por esta razón se asocia al forraje de alta calidad con las etapas
tempranas del ciclo fenológico en las que las hojas nuevas dominan en términos de
Entonces, en términos relativos, ciclos con pendientes menos abruptas pero más
mientras que ciclos con pendientes más pronunciadas, es decir rápido crecimiento,
implicarían una ventana de tiempo menor para el acceso a forraje de calidad (Pettorelli, et
al. 2007). Esta descripción preliminar de los ciclos fenológicos sugiere que, si bien ML y
alimento de calidad para los herbívoros es más alta en C2B. Sugestivamente, las dos
poblaciones que presentan alta productividad anual pero una relativamente baja
disponibilidad temporal coinciden con las dos poblaciones que muestran movimientos
de los sitios de estudio, para lo cual serían necesarios estudios más exhaustivos. La
76
Capítulo 3
principalmente por la estructura del hábitat, encontrándose los grupos de mayor tamaño
en las estepas herbáceas. Las distribuciones de tamaños de grupo familiar en las estepas
grandes que las de estepas herbáceas, apoyando la Hipótesis 2 que sostiene que el
potencial para formar grupos de gran tamaño está más limitado en estepas arbustivas que
asimetría positiva y leptokurtosis más pronunciadas en las estepas arbustivas que en las
herbáceas (Tabla 7.2 Figuras 7.2 y 7.3, Anexo II). Es decir que los tamaños de grupos
estepas arbustivas. Los resultados obtenidos en esta sección son consistentes con las
obstante, si bien estos resultados concuerdan con las predicciones derivadas no son
suficientes para asegurar que el mecanismo subyacente sea el propuesto por el autor.
variación en el tamaño de grupo de los herbívoros. Esta disponibilidad suele estar asociada
77
Capítulo 3
escala espacio-temporal de este trabajo no fue posible estimar el área de acción, calidad
del territorio y la abundancia de especies preferidas para los grupos observados. Por esta
productividad primaria del parche donde fue observado el grupo es un indicador pobre de
en este estudio, por lo tanto el alcance de los resultados está restringido por dichas
evidencia que apoye la hipótesis de que una productividad más alta permite la formación
propiamente dicha sobre el tamaño de grupo familiar. Cabe recordar que el índice utilizado
estudio de telemetría realizado en uno de los sitios relevados (LE) se pudo observar que
los territorios de los grupos familiares variaron entre 1,30 y 9,19 km2 (Burgi 2005), por lo
que es probable que el píxel de 250 metros utilizado en este análisis sea poco
relación positiva entre el tamaño de grupo familiar y el tamaño del área de acción pero
sólo fuera de la temporada reproductiva, indicando que el tamaño del territorio está
78
Capítulo 3
a otras escalas antes de poder generalizar sobre sus roles como determinantes del tamaño
de grupo.
reproductiva que podría entenderse como la fase comparable del ciclo anual entre
cuenta con 3 grados de libertad por lo que serían necesarias diferencias de tamaños de
grupo relativamente grandes para ser detectadas. Por otro lado, el tamaño de grupo
la población ya que una alta frecuencia de grupos pequeños puede tener mayor peso que
unos pocos grupos grandes, aunque estos últimos representan una mayor proporción de
en grupos familiares grandes (7 adultos o más) respecto del total de individuos en grupos
familiares de cada población, se encontró que las poblaciones expuestas a altas tasas de
familiares grandes que las poblaciones libres de depredadores. Estos resultados indican
pero que no se ve reflejada en los valores medios. Por lo tanto se verificó la predicción 1.2
79
Capítulo 3
han observado valores similares (Puig & Videla 1995). Entonces, es evidente que si bien
los guanacos son capaces de percibir niveles contrastantes de riesgo de depredación, esta
tamaño de grupo como una variable dependiente si no que generalmente se investigan los
efectos del tamaño de grupo sobre otras variables (Creel & Winnie 2005). Por esta razón,
social es escasa. Una excepción es el trabajo de Creel & Winnie (2005) en el cual no se
econtró evidencia de que los cambios en el tamaño de grupo del ciervo canadiense
que éstos fueron una respuesta de forrejeo asociada al tipo de hábitat. Los autores
indican que varios estudios concluyen sobre la aumento en el tamaño de los grupos como
una respuesta a depredación pero utilizan medidas indirectas de riesgo que pueden dar
El tamaño de los grupos familiares no mostró relación con los cambios de densidad
observados dentro de las poblaciones. Y teniendo en cuenta que las densidades pueden
variar desde <1 a 60 guanacos/km2, la variabilidad relativamente baja del tamaño de los
grupos familiares es llamativa. Este resultado sugiere que los incrementos en la densidad
80
Capítulo 3
grupos familiares.
Se puede resumir entonces que, dadas las relaciones encontradas con el riesgo de
depredación y la estructura del hábitat, y la ausencia de relación con la densidad local, los
esperable que las interacciones entre sus miembros y de éstos con el territorio que
habitan, tengan implicancias en términos de éxito reproductivo para los mismos. Según
Franklin (1983), el tamaño de grupo familiar está influenciado por los nacimientos, la
dispersión de los juveniles, la pérdida de algunas hembras con sus crías en el otoño y su
sedentarias relevadas en esta sección (LE), se pudo observar que las hembras adultas en
grupos familiares se mantuvieron en los mismos territorios durante todo el año (Burgi
registraron cambios en la composición de los grupos familiares mientras que los cambios
bien estos cambios no se registraron sistemáticamente, apoyan la idea de que los grupos
81
Capítulo 3
con los resultados encontrados en estudios sobre otras especies de ungulados, como el
ciervo Axis (Axis axis), la gacela de Grant (Gazella grantti) (Gerard, et al. 2002) y el
“blackbuk” (Antílope cervicapra) (Isvaran 2007), entre otros. La estructura del hábitat
parece ser el principal determinante del tamaño del grupo familiar en los guanacos. Aún
así, es llamativa la baja variabilidad que se observa en el tamaño medio de grupo familiar,
dentro y entre poblaciones, una vez que se da cuenta de las fases de transición de las
de guanacos muestran movimientos migratorios, los grupos familiares fueron más grandes
fuera de la temporada reproductiva que durante esta, mientras que en C2B, población
los grupos migratorios parece producirse por atenuación de la territorialidad y una fusión
trasladarse fuera de los territorios. Este proceso podría explicar el mayor tamaño de los
82
Capítulo 3
Franklin (1982).
adultos atacando hembras de sus propios grupos, aparentemente para alejarlas del
En un estudio realizado sobre una población sedentaria de Tierra del Fuego, Franklin
(1983) observó una reducción del tamaño de grupo familiar en otoño, la cual adjudicó en
parte al aumento de agresiones por parte de los machos territoriales. Si los machos son
reproductivo, es posible que decidan reducir el tamaño de grupo luego de la época en que
las hembras están sexualmente receptivas y así disminuir el impacto del pastoreo sobre su
menos frecuentes y mucho más variables en tamaño que los grupos familiares (ver detalle
en Anexo II). Los tamaños muestrales relativamente pequeños y la alta variabilidad de los
datos pueden explicar la falta de detección de relaciones con las variables de interés.
Asimismo, es esperable cierta dificultad para detectar relaciones con las variables
de estos grupos, donde la dinámica de los mismos se basa en fusión y fisión de unidades
83
Capítulo 3
sociales en el corto plazo (Franklin 1983, Raedeke 1979). Las características de este tipo
Gerard (2002) en las cuales se esperaría un aumento del tamaño de grupo al aumentar la
hipótesis de Gerard (2002) y tampoco apoya las hipótesis de Jarman (1974). El único
los grupos mixtos mientras que los de las poblaciones sedentarias son principalmente de
machos solteros. El hecho de haber considerado mixtos y solteros en una única categoría
puede haber agregado ruido extra en las comparaciones. Si ambas categorías responden
84
Capítulo 3
notablemente más grandes que los grupos familiares, y esta diferencia fue más importante
otras poblaciones de guanacos como así como también de vicuñas (Franklin 1983, Puig &
Videla 1995, Vilá 1998), y es un patrón relativamente común entre especies de ungulados
poligínicos (Jarman 1974, Rubenstein 1989). Burgi (2005) encontró una relación positiva
entre el área de acción de los grupos familiares y el tamaño de grupo en una población de
tamaño del territorio (Davies & Houston 1984) y es probablemente que éstos restrinjan el
tamaño que pueden alcanzar los grupos familiares. En contraste, estos factores estarían
tamaño relativo.
marginados a hábitats de baja calidad relativa por los machos territoriales (Franklin 1983),
en estas poblaciones los grupos no territoriales ocuparon parches más productivos que los
grupos familiares. Este resultado concuerda con las observaciones frecuentes de grandes
85
Capítulo 3
y la densidad local, las cuales estuvieron altamente correlacionadas entre sí. Dado que los
grupos no territoriales son considerablemente más grandes que los grupos familiares, si
entonces implicaría una relación positiva entre densidad poblacional y tamaño medio de
grupo. Si bien este resultado estaría de acuerdo con la predicción de Gerard (2002), el
la que se perciben los grupos genera un aumento en la tasa de fusión de grupos y grupos
Los resultados de este capítulo sugieren que la influencia del riesgo de depredación
baja, afectando los patrones de agrupamiento de los grupos familiares aunque sin
reflejarse en los valores medios de tamaño de grupo, y sin afectar el tamaño de los
grupos no territoriales.
86
Capítulo 3
Figuras y Tablas
87
Capítulo 3
LE SOMU
SP
Figura 3.1. La esperanza-SOMU (LE-SOMU), Puerto Lobos, y San Pablo de Valdés (SP), Península
Valdés, Chubut.
88
Capítulo 3
89
Capítulo 3
____Transectas
90
Capítulo 3
a) b)
c) d)
f)
e)
Figura 3.4. Estepas arbustivas: a y b) estepa arbustiva de Mata Negra (Junellia tridens), ML; c)
estepa arbustiva de Quilembai (Chuquiraga avellanedae), C2B; d)estepa arbustiva de Uña de Gato
(Chuquiraga erinaceae var hystrix), SP; e) estepa arbustiva de Quilembai (Chuquiraga avellanedae),
LE-SOMU; f) estepa arbustiva de Quilembai (Chuquiraga avellanedae), SP.
91
Capítulo 3
a) b)
c) d)
e)
f)
Figura 3.5. Estepas herbáceas: a y b) estepa de Sporobolus rigens, SP; c) estepa de Panicum
urvilleanum, PAY; d) se incluye estepa de Olivillo (Hyalis argentea) entre las herbáceas, SP; e)
estepa de flechilla (Stipa tenuis), C2B; estepa de coirón blanco (Festuca pallescens ), ML.
92
Capítulo 3
a)
b)
c)
93
Capítulo 3
Figura 3.7 Esquema de un ciclo fenólogico completo representando las distintas variables
utilizadas en el análisis. El EVI anual integrado es una aproximación del área delimitada por
la curva que describe el ciclo y el EVI basal. La máxima diferencia de EVI es la diferencia
entre el máximo valor de un ciclo y el mínimo anterior.
94
Capítulo 3
LE-SOMU ML
EVI EVI
0.16 0.16
0.14 0.14
0.12 0.12
0.10
0.10
E-07 M-07 M-07 J-07 S-07 N-07 E-08 M-08 M-08 J-08 S-08 N-08
E-07 M-07 M-07 J-07 S-07 N-07 E-08 M-08 M-08 J-08 S-08 N-08 0.08
0.08
0.06
0.06
0.14 0.14
0.12 0.12
0.10 0.10
E-07 M-07 M-07 J-07 S-07 N-07 E-08 M-08 M-08 J-08 S-08 N-08
0.08
0.08
0.06
0.06 E-07 M-07 M-07 J-07 S-07 N-07 E-08 M-08 M-08 J-08
C2B
EVI
0.16
0.14
0.12
0.10E-07 M-07 M-07 J-07 S-07 N-07 E-08 M-08 M-08 J-08 S-08 N-08
0.08
0.06
Figura 3.8 Aproximación gráfica de los ciclos fenológicos a partir del EVI promedio indexado para
los meses correspondientes al período 2007-2008 (las líneas sólo representan tendencias)
95
Capítulo 3
0.6
Productividad primaria anual relativa
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
LE-SOMU SP C2B ML PAY
Figura 3.9 Indicadores de productividad primaria anual relativa. La diferencia máxima se refiere a la
diferencia entre el máximo de un ciclo y el mínimo anterior (multiplicada por un factor de 10 con
fines ilustrativos), y el EVI anual integrado es una aproximación del área bajo la curva que describe
un ciclo
96
Capítulo 3
a.
8
1 b.
0.8
familiares grandes
0.6
0.4
0.2
0
EA sin EA con EH sin EH con
depredadores depredadores depredadores depredadores
Figura 3.10 Valores predichos por a) modelo global para el número de adultos por grupo familiar,
retransformados a la escala original de la variable (se omiten barras de error ya que los errores se
estimaron en escala logarítmica); b) modelo global para la proporción de individuos adultos
observada en grupos familiares con más de 6 guanacos adultos.
97
Capítulo 3
40
30
20
10
0
Poblaciones Poblaciones
sedentarias migratorias
Tamaño de grupo (n° de adultos)
40
b.
30
20
10
0
Grupos familiares Grupos no
territoriales
Figura 3.11 Valores predichos por a) modelo global para el tamaño de grupo no territorial (solteros
y mixtos), retransformados a la escala original de la variable; b) modelo global para la comparación
de tamaño de grupo familar y tamaño de grupo no territorial (se omiten barras de error ya que los
errores se estimaron en escala logarítmica).
98
Capítulo 3
0.7
a.
0.5
territoriales 0.4
0.3
0.2
0.1
0
0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5
EVI (anual)
0.7
Proporción individuos en grupos no
b.
0.6
0.5
territoriales
0.4
0.3
0.2
0.1
0
0 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05 0.06 0.07
Figura 3.12 Proporción de individuos en grupos no territoriales en función a) del promedio del EVI
anual integrado del año 2007 (poblaciones sedentarias: círculo negros, línea continua; poblaciones
migratorias: círculos blancos, línea discontinua) y b) de la máxima diferencia de EVI para el ciclo
2007-2008.
99
Capítulo 3
LE- Matorral de Jarilla y Dominado por Larrea divaricata y Schinus jhoenstonii, en el estrato (Escobar & Degorgue
SOMU Molle alto y Chuquiraga avellanedae en el estrato medio, en menor 2004)
proporción Prosopidastrum globosum. Prosopis alpataco, Lycium
chilensis, Acantholipia seriphioides, Chuquiraga histrix, Verbena
ligustrina, Larrea nítida, Tetraglochin caespitosum; gramíneas
perennes como Stipa tenuis, Poa Lanuginosa y Poa ligularis.
Matorral de Mata Predominan Lycium ameghinoi y Larrea divaricata en el estrato alto y
Laguna y Jarilla Chuquiraga avellanedae en el estrato medio. Especies acompañantes:
Acantholipia seriphioides, Schinus jhoenstonii, Larrea nítida,
Brachiclados liciodes; gramíneas perennes como Stipa tenuis, Poa
Lanuginosa y Poa ligularis.
100
Capítulo 3
101
Capítulo 3
102
Capítulo 3
N° Esfuerzo
Sitio Fecha Temporada Densidad (gcos/km2)+EE Repeticiones
transectas total (km)
LE-SOMU Octubre 2007 Reproductiva 9,69 + 2,06 8 NO 76,80
LE-SOMU Mayo 2008 Post-reproductiva 9,04 + 1,43 7 NO 51,05
LE-SOMU Enero 2009 Reproductiva 10,05 +2,46 6 NO 50,20
SP Marzo 2006 Post-reproductiva 3,95 + 1,14 5 3 87,00
SP Noviembre 2006 Reproductiva 5,02 + 1,78 5 3 87,00
SP Noviembre 2007 Reproductiva 9,67 + 3,04 5 3 87,00
SP Abril 2008 Post-reproductiva 8,22 + 2,89 5 2 54,20
C2B Marzo 2006 Post-reproductiva 46,78 + 9,23 5 NO 13,06
C2B Noviembre 2006 Reproductiva 42,37 + 5,32 5 3 33,40
C2B Abril 2007 Post-reproductiva 59,07 + 7,87 5 3 33,20
C2B Noviembre 2007 Reproductiva 55,20 + 10,02 5 2 23,05
C2B Mayo 2008 Post-reproductiva 61,45 + 15,45 5 NO 12,03
Estrato alto: 7,7 +2,8 4 3 72,00
ML Enero 2007 Reproductiva Estrato bajo: 16,9 +4,6 3 3 51,00
Estrato alto: 5,3 + 2,4 4 2 52,00
ML Enero 2008 Reproductiva Estrato bajo: 12,9 +3,0 4 2 44,00
Estrato alto: 34,5 + 13,3 5 NO 24,5
ML Abril 2008 Post-reproductiva Estrato bajo: 15,4 + 5,0 4 NO 23,16
Estrato alto: 5,0 + 1,42 6 NO 26,77
ML Diciembre 2008 Reproductiva Estrato bajo: 9,8 + 3,5 4 NO 23,16
103
Capítulo 3
Tabla 3.3. Simplificación secuencial de modelos locales para grupos familiares. AIC inicial
corresponde al AIC del modelo conteniendo todos los términos, el AIC nulo corresponde al
AIC del modelo que contiene sólo la media de los datos, el resto de los valores
corresponden al AIC del modelo luego de eliminar el término correspondiente.
(*) Términos retenidos en el modelo final
104
Capítulo 3
Tabla 3.4. Parámetros estimados para modelos locales de tamaño de grupo familiar
105
Capítulo 3
Tabla 3.5. Resumen de resultados de los modelos locales para tamaño de grupo familiar
Hábitat local
Temporada no Estrato
SITIO (estepas EVI Densidad
rep vegetación
herbáceas)
ML + 0 + 0 0
PAY + 0 0
LE-SOMU 0 0 + 0
C2B - 0 0 0 0
SP 0 0 + 0 0
+ efecto positivo
- efecto negativo
0 sin efecto
Tabla 3.6. Parámetros estimados para el modelo final global de tamaño de grupo familiar
(modelo Binomial Negativo)
Error
Estimador Valor de t(gl) Pr(t)
Estándar
Constante (estepas arbustivas sin
1,75 0,06 32,6 (320) <0,001
depredadores, pob. sedentarias)
Diferencias
Interacciones
Sitio 0,00
106
Capítulo 3
Interacciones
Con depredadores en estepas
-0,1 0,16 -0.7 (18) 0.479
herbáceas (depredaciónXhábitat)
Efectos Aleatorios 0,27 L, Ratio p,
107
Capítulo 3
Tabla 3.8. Simplificación secuencial de modelos locales para grupos no territoriales. AIC
inicial corresponde al AIC del modelo saturado, el AIC nulo corresponde al AIC del modelo
que contiene sólo la media de los datos, el resto de los valores corresponden al AIC del
modelo luego de eliminar el término correspondiente
Tabla 3.9. Simplificación de modelo global para grupos no territoriales. AIC inicial
corresponde al AIC del modelo saturado, el AIC nulo corresponde al AIC del modelo que
contiene sólo la media de los datos, el resto de los valores corresponden al AIC del modelo
luego de eliminar el término correspondiente
108
Capítulo 3
Diferencias
Migratorias 0,82 0,16 2,42 (3) 0,015
Sitio 0.00
109
Capítulo 3
Tabla 3.12. Parámetros estimados para el modelo de índice verde EVI de áreas utilizadas
por grupos familiares y no territoriales (modelo Normal).
Diferencias
Diferencias
Interacciones
110
Capítulo 3
111
Capítulo 3
Tabla 3.15. Parámetros estimados en el modelo de densidad local en función del EVI
integrado anual como medida de productividad primaria (modelo Normal).
112
Capítulo 4
Capítulo 4
113
Capítulo 4
prueba de su extraordinaria adaptabilidad (Logan & Sweanor 2001). Sin embargo, desde
regulación de la caza desde 1965 han permitido la recuperación de sus poblaciones y los
estudios intensivos realizados en EEUU y Canadá durante las últimas décadas permitieron
las presas más abundantes y vulnerables. Se cree que esta estrategia generalista les ha
permitido adaptarse a la gran variedad de ambientes que habitan (Logan 1983). Por otro
lado, se cree que el tamaño de las presas ha impuesto presiones selectivas en el tamaño
corporal de los pumas dando lugar a un patrón latitudinal, con los pumas y las presas de
mayor tamaño a mayores latitudes (Iriarte, et al. 1990, Logan & Sweanor 2001). Estudios
sobre interacciones entre pumas y camélidos en varias áreas protegidas del Noroeste
114
Capítulo 4
argentino mostraron que tanto guanacos como vicuñas (Vicugna vicugna) están entre las
guanaco es el único ungulado nativo y varios estudios lo han encontrado como principal
presa de los pumas en ausencia de ganado ovino (Franklin, et al. 1999, Wilson 1984), y en
algunos casos con una importante contribución a la dieta aún en presencia de ganado
Estrategia de caza
Los pumas cazan en forma solitaria, y en lugar de perseguir a sus presas por largas
Chile, Bank (1998) observó que los ataques raramente eran exitosos si la persecución
el autor observó una duración promedio del acecho de 8+-3.6 minutos, indicando que las
persecuciones son relativamente cortas y que el resultado del ataque se define en pocos
metros. Estas características de la estrategia de caza de los pumas predicen que los restos
de las presas consumidas por los mismos se encontrarán en ambientes que favorecen el
acecho, es decir que limitan la capacidad de detección por parte de las presas (Husseman,
et al. 2003)
115
Capítulo 4
funcional que predice la tasa de consumo individual de un depredador como una función
sistemas en que las presas y/o los depredadores forman grupos sociales (Fryxell, et al.
2007). Estudios recientes muestran que el agrupamiento de las presas reduce la tasa de
dentro de una misma especie de presa tienden a agruparse más que otras, las tasas de
encuentro relativas con el depredador difieran entre las mismas. Sin embargo, los estudios
categorías de guanacos por los pumas en Torres del Paine, Chile, donde observó una
preferencia por los guanacos juveniles (guanacos menores de 2 años) frente a los adultos,
y por las hembras frente a los machos (Wilson 1984). Si bien la preferencia por las crías
machos y hembras, otros factores deben estar implicados en esta aparente selección entre
116
Capítulo 4
4.2 Objetivos
sexos.
atacar para atraparlas en embestidas de corta distancia. Por esta razón, la vegetación
obstructiva es fundamental para que los pumas puedan reducir la distancia hasta sus
presas sin ser detectados. En ambientes muy abiertos, como estepas de pastos cortos o
117
Capítulo 4
comparación con los adultos, representan una presa que requiere menos energía de
manipulación e implica un menor riesgo de heridas para el depredador. Por esta razón los
pumas prefieren depredar sobre las crías antes que sobre los adultos.
Predicción 2: Entre los muertos por depredación, habrá una mayor proporción de
ataque exitoso y difícilmente puedan realizar ataques sucesivos sobre el mismo grupo
debido al estado de alerta de sus integrantes. Por lo tanto, la tasa de encuentro entre
depredador y presa está definida por los encuentros entre pumas individuales y grupos de
individuos de presas. Como las distintas unidades sociales varían en proporción, tamaño y
118
Capítulo 4
disponibilidad de estas categorías para el depredador está afectada por los patrones de
agrupamiento.
preferencia por los chulengos frente a los adultos. En cambio, luego de dar cuenta de la
preferencia por las crías, cazarán machos y hembras adultas según su disponibilidad.
sección 3.5. El PNML puede dividirse en dos estratos altitudinales, uno correspondiente a
la zona de meseta que se encuentra por encima de los 250 metros sobre el nivel del mar
y un estrato bajo que corresponde a la zona costera, el cual incluye cañadones y planicies
costeras (Oliva, et al. 2006). Ambos estratos presentan varias comunidades vegetales
4.5 Metodología
119
Capítulo 4
km. En los casos en que fue posible se trató de realizar una trayectoria triangular para
mismo punto sin pasar por los mismos lugares. La trayectoria se registró mediante un
condicionados por las horas de luz y los requerimientos de seguridad para los
investigadores dentro del parque. En total se recorrieron 35.8 km. Además de las
30-50 metros a cada lado del camino. Los registros de las trayectorias de estas transectas
generaron polígonos alrededor de las mismas para representar de manera aproximada las
de las comunidades vegetales en estas categorías se detalla en la Tabla 4.1. Cada vez que
120
Capítulo 4
los arbustos más cercanos se midió con una cinta métrica. Además, se trató de determinar
Causas de muerte
estereotipado: acechan a sus presas hasta acercarse a corta distancia o esperan que la
presa se acerque para poder emboscarla, no realizan persecuciones largas, y una vez
alcanzada la presa, tratan de asfixiarla o romper la parte posterior del cráneo (Husseman,
ocasiones perforaciones y/o hematomas notorios en el cráneo (Figura 4.4). Para asignar
1999, Logan & Sweanor 2001) (ningún otro carnívoro presente en el PNML tiene fuerza
suficiente para quebrar estos huesos), indicios de que la carcasa fue arrastrada varios
metros (por las marcas en el terreno y la vegetación, con frecuencia gran parte del
metros de distancia del resto de la carcasa, huellas y heces de puma en la cercanía, parte
sobre matas de más de un metro de altura lejos de laderas de las que se pudieran haber
caído y/o huellas y vegetación aplastada indicando el lugar del ataque (Kunkel, et al.
1999, Logan & Sweanor 2001). Perforaciones en los huesos del cráneo semejantes a los
producidos por los caninos de los pumas, hematomas entre los huesos craneales y la piel
(Logan & Sweanor 2001). Los pumas también presentan preferencias por determinados
121
Capítulo 4
órganos, con lo cual en carcasas frescas que aún no han sido alcanzadas por los
la cavidad torácica, es típica de los ataques de puma (Logan & Sweanor 2001). Los
cuartos posteriores también son consumidos con frecuencia, desde la cara ventral de los
mismos. Salvo en las carcasas frescas (de pocos días de muerto), donde las heridas
pueden evaluarse con relativa precisión, se consideraron muertos por depredación sólo
aquellos guanacos que mostraron huesos largos rotos o una combinación de 3 o más de
los indicadores señalados. En el resto de los casos se consideró la causa de muerte como
indeterminada. Otras causas de muerte registradas para otras secciones del parque fueron
típicamente extraen los cuartos y “lomos” del animal con cortes limpios de cuchillo, y con
relevamientos y los muertos encontrados por el personal del parque en toda el área
durante el período de estudio. Los cráneos de estos últimos, junto con la información de la
determinación de la edad
erupción y desgaste dentario de Raedeke (1979). Y se los asignó a una de las siguientes
122
Capítulo 4
frescas para determinar el sexo del individuo por observación de los genitales. En los
casos en los que es estado de descomposición impidió determinar el sexo, en los guanacos
adultos (de más de 3-4 años) se determinó el sexo por observación del tamaño y forma de
los caninos de la mandíbula (Raedeke 1979). Los machos adultos presentan caninos
relativamente grandes, de base ancha, que se desgastan rápidamente tomando una forma
hábitats abiertos y cerrados a escala de paisaje, se agruparon los píxeles relevados para
se calcularon las frecuencias esperadas para cada ambiente y se las comparó con las
observadas respectivas, mediante pruebas de Chi2 (Sokal & Rohlf 1995). A escala de
los guanacos muertos por depredación, utilizando las mismas pruebas estadísticas que
similar sólo que además de las carcasas encontradas durante los relevamientos para
123
Capítulo 4
muertos por depredación que fueron encontrados por el personal del parque durante el
por que si bien estaba registrada la causa de muerte, en varios casos no se disponía de
juveniles muertos por depredación en la muestra del estrato bajo, y se los comparó con la
por parte de los pumas, se realizó un análisis similar al anterior pero sólo teniendo en
Por último, para explorar posibles efectos de los patrones de agrupamiento sobre
unidades sociales y su composición promedio para el estrato bajo del PNML durante 2007-
asumiendo que la probabilidad de que un puma encuentre un tipo de grupo sólo depende
tienen la misma probabilidad de ser atacados. Si bien este supuesto puede ser poco
realista para las categorías de edad es más probable para los sexos ya que los guanacos
adulta y un puma estará dada por la suma de los productos entre la proporción de cada
124
Capítulo 4
Prop.de grupos familiares Prop. de machos en GF Prop. de grupos de solteros Proporción de solitarios
Donde:
N°GFs= número de grupos familiares en la muestra
N°GS= número de grupos de solteros en la muestra
N°MS= número de individuos solitarios en la muestra
N°HGFS= número promedio de hembras en grupos familiares
(N°H+N°CH+1M)GFS= suma del promedio de hembras y crías observados en grupos familiares, más el macho
territorial, como medida del tamaño de grupo promedio
Se asumió que la probabilidad de que un individuo sea macho en las categorías de solitarios y solteros fue de
1 por que no se observaron hembras en estas categorías en el estrato bajo del PNML.
4.6 Resultados
cuenta las encontradas durante los relevamientos y las encontradas por el personal del
parque. Algunos registros fueron incompletos, por ejemplo algunas carcasas cuentan con
información de causa de muerte pero no de posición geográfica y viceversa, por lo que los
fueron muertos por depredación. Las otras causas de muerte fueron caza, alambrados y
accidentes de tránsito. Cabe recordar que el esfuerzo de búsqueda fue más intenso en el
125
Capítulo 4
actividad de pumas, con el consecuente riesgo de sesgo en aporte relativo de cada causa
carcasas ya que las 11 restantes presentaban registros incompletos (Figura 4.6). Del total
4.6). En cuanto a los adultos, el 56% de los muertos fueron machos y el 44% hembras
(Figura 4.7)
este esfuerzo se corresponde con el estrato bajo (Figura 4.3) por lo que la comparación se
relevamientos las cuales fueron utilizadas para la caracterización del hábitat de consumo.
Comparando las estepas arbustivas con las estepas bajas (herbáceas o subarbustivas), los
pumas no mostraron preferencias por ninguna de ellas: estepas arbustivas n=12 (52%) y
estepas bajas n=11 (48%) (CHI2=0,074 p0.05, 1=1), frente a una disponibilidad de 55% de
herbáceas sin arbustos (CHI2=9,71 p0.05, 1=0,001), frente a una disponibilidad de 56% de
estepas arbustivas y 44% de estepas herbáceas. Al igual que a escala de paisaje, estos
126
Capítulo 4
observadas con las esperadas según la abundancia relativa en la población se observó una
intensa selección por chulengos (más del doble de lo esperado, CHI2=11.9, p0.05, 1<.001).
En cuanto a los adultos, aparentemente los pumas prefirieron los guanacos machos, casi
4.7 Discusión
arrastre de la carcasa a corta distancia) puede asumirse que las características del sitio de
consumo considerando un radio que abarque la localización probable de estos eventos son
representativas del ambiente en que se produjo el ataque (Husseman, et al. 2003). Los
resultados de este capítulo indican que los pumas en ML no mostraron preferencia por las
127
Capítulo 4
paisaje en el estrato costero, para la caza y consumo de sus presas. Teniendo en cuenta
posible concluir que los pumas no seleccionan ambientes a gran escala. Es probable que
de haber una preferencia ésta ocurra a una mayor escala que la considerada en este
estudio. Durante el período de estudio el personal del parque percibía mayor actividad de
la duración del período de estudio, exigen un esfuerzo adicional antes de concluir sobre
este tema.
arbustos particularmente altos (>2 metros). Aunque es probable que una vez muerta la
presa el puma la arrastre hasta estos arbustos conspicuos para su consumo y resguardo
de carroñeros (en los casos en que se pudo observar que la carcasa había sido arrastrada,
obstructiva para el acecho y la emboscada efectiva en la estrategia de caza del puma, así
como el menor riesgo relativo asociado a los ambientes abiertos para sus presas. Un
análisis de los sitios de consumo de cérvidos por pumas en Norteamérica sugiere que
128
Capítulo 4
riesgo de depredación asociado para sus presas, en distintas poblaciones de pumas (Bank
& Franklin 1998, Hornocker 1970, Logan & Sweanor 2001, Williams 1992).
este capítulo y la idea de que las estepas arbustivas representan ambientes de mayor
riesgo en términos de vulnerabilidad a la depredación por pumas que los ambientes con
muestra obtenida en el PNML durante el período de estudio. Los pumas mostraron una
clara preferencia por los chulengos, en particular por los individuos menores de 3 meses
de edad. Este resultado, similar al obtenido en Torres del Paine, Chile (Wilson 1984),
apoya la idea de que el menor tamaño y/o inexperiencia de las crías tienen implicancias en
hemionus) también mostraron preferencias marcadas por las crías (Hornocker 1969). Se
ha sugerido que el hecho de cazar en forma solitaria impone límites al tamaño de las
presas que un puma puede manipular, lo cual podría explicar la preferencia por los
129
Capítulo 4
Respecto de los guanacos adultos, los resultados obtenidos sobre las preferencias
de los pumas muestran que, al considerar las tasas de encuentro potenciales con machos
y hembras, la aparente preferencia por los machos se diluye y ambos sexos son
mecanismo subyacente estaría relacionado con los cambios en las tasas de encuentro con
observó que, a pesar de presentar una disponibilidad similar de machos y hembras adultos
preferencia por las hembras. Si bien el autor no encuentra una explicación para la
significativamente más que las hembras (Marino & Baldi 2008) lo cual debería resultar
podrían resultar más vulnerables pero el hecho de que éstos muestran niveles de
vigilancia particularmente altos (Marino & Baldi 2008) podría compensar la falta de
130
Capítulo 4
trabajo de Bank, 1998). En uno de los pocos estudios en que se analizaron ataques, se
pudo observar que los chitas (Acinonyx jubatus) seleccionan a las gacelas (Gazella
Thomsoni) que presentan los niveles de vigilancia más bajos dentro del grupo en el que se
encuentran, y que aquellas que muestran mayores niveles de vigilancia son las primeras
depredación diferencial por sexos en guanacos adultos sea el propuesto en esta sección.
hacia los machos tiene un efecto estabilizante mientras que la depredación sesgada hacia
las hembras puede producir dinámicas inestables, haciendo a sus poblaciones más
agrupamiento sobre las tasas de mortalidad por depredación de cada sexo podría resultar
realistas (Caro 1998). Estudios adicionales permitirán poner a prueba esta hipótesis y sus
131
Capítulo 4
132
Capítulo 4
Figuras y Tablas
133
Capítulo 4
Figura 4.1. Comunidades vegetales en el Parque Nacional Monte León (Oliva, 2006).
134
Capítulo 4
Figura 4.2. Areas relevadas para búqueda de guanacos muertos y localización de caracasas
encontradas.
Figura 4.3. Estratos altitudinales y áreas relevadas para búqueda de guanacos muertos.
135
Capítulo 4
a) b)
c) d)
e)
136
Capítulo 4
a) b)
c)
d)
137
Capítulo 4
80
70 a. Estrato alto (n total=9)
60
50
40
%
30
20
10
0
Indet. Atropellados Caza Alamabrado Depredación
80
b. Estrato bajo (n total=37)
70
60
50
%
40
30
20
10
0
Indet. Atropellados Caza Alamabrado Depredación
Adultos Chulengos
Figura 4.6. Porcentaje del total de muertos encontrados en a) el estrato alto y b) en el estrato bajo,
según causa de muerte y categoría de edad.
138
Capítulo 4
10
8
Frecuencia
0
Alambrado Atropellados Caza Depredación Indeterminados
Hembras Machos
139
Capítulo 4
Mallín
Tabla 4.2. Disponibilidades relativas teniendo en cuenta abundancia relativa y tasa de encuentro
potencial, y número de muertos por depredación encontrados en cada categoría en el estrato bajo.
Total Adultos 16
140
Capítulo 5
Capítulo 5
Discusión General
141
Capítulo 5
teniendo en cuenta el alcance de los mismos, para finalmente derivar nuevas hipótesis de
contraste, si bien los patrones de agrupamiento difirieron entre sitios con y sin
reflejada los valores medios de tamaño de grupo. ¿Por qué un grupo familiar en una
población libre de depredadores tendría tantos adultos (mayormente 6) dados los costos
fenotipicamente más plásticos que otros, y que la tasa a la cual una especie perdería un
instancia, de su costo (Blumstein & Daniel 2002). En este contexto, los presupuestos de
2005, Hunter & Skinner 1998) mientras que los patrones de agrupamiento serían menos
142
Capítulo 5
acoso de los machos solteros (Cappozzo, et al. 2008) y el acceso a forraje de alta calidad
favorecería la agregación de las hembras en los territorios de los machos, aún en ausencia
(Pulliam & Caraco 1984). Es esperable que estos procesos interactúen con la habilidad
particular de cada macho para defender el territorio y mantener la cohesión del grupo, y
que finalmente impongan los límites al número de individuos que pueden convivir. Estos
Estudios más intensivos sobre los patrones de agrupamiento del guanaco permitirán poner
a prueba estas hipótesis y dar cuenta de la importancia relativa de estos factores para
que las presas que han perdido ciertos comportamientos asociados a la respuesta anti-
recolonización por parte de los depredadores (Berger 1997). En este estudio se pudo
pumas es diferente del de aquellos que no han tenido esta presión de selección por un
tiempo prolongado. Esto no implica necesariamente que sean más vulnerables o que no
143
Capítulo 5
respuesta anti-depredatoria podría ser útil para aumentar el éxito de las reintroducciones
de guanacos, en las que la depredación por pumas es una de las principales fuentes de
Los resultados obtenidos sugieren que las variables de la estructura social están
mas condicionadas por características del ambiente, como la estructura del hábitat y las
características del ciclo fenológico, que por el riesgo de depredación. Si bien hasta el
resultados.
144
Capítulo 5
sistemático de guanacos muertos al inicio de este trabajo impidió estimar el número total
animal luego de varios meses de descomposición, sugieren que el esfuerzo necesario para
del año serían más adecuados que otros. Se espera que las dificultades encontradas
Sólo pudo estimarse con una precisión aceptable la proporción de chulengos por
hembra en los relevamientos post-reproductivos (detalle en Anexo III). Esta variable, que
y dentro de los sitios. Cabe destacar que C2B que presentó durante este período una
proporción de chulengos por hembra cercana a 0.5, es decir un chulengo cada dos
manejo.
Los sitios con pumas mostraron menores proporciones de chulengos por hembra
que los sitios libres de depredadores. Cabe recordar que así como en Payunia es posible
que no todas las pariciones hayan ocurrido para la fecha considerada, en LE-SOMU al mes
de junio la mortalidad de las crías podría tener una influencia importante sobre esta
variable. Por estas razones, se considera que el alcance de este análisis es sólo
145
Capítulo 5
exploratorio y que para concluir sobre este indicador es necesario analizar la variación
guanaco y su relación con las características del hábitat para identificar posibles
evidencia disponible para otros sistemas, se pueden derivar algunas hipótesis sobre
que pueden limitar la respuesta anti-depredatoria del guanaco y aquellos que pueden
provocados por la introducción del ganado ovino hace más de un siglo se encuentran la
subsidio a los depredadores tope con altas densidades de presas exóticas (Baldi, et al.
2004, Novaro & Walker 2005). Si bien el control de depredadores es una práctica común
sobre las poblaciones de guanacos si éstas presentan densidades bajas. Este proceso,
(Novaro & Walker 2005). Las poblaciones de guanacos de baja densidad estudiadas en la
146
Capítulo 5
zona costera de Chubut durante los últimos años presentan típicamente poblaciones
(Burgi 2005), con una mayor proporción de grupos familiares, que a su vez son de menor
también por la ocurrencia de grupos más pequeños con menor capacidad de detección;
emboscada, y son el hábitat preferido por los pumas por sobre los ambientes abiertos; el
territorial como el puma ya que una población migratoria podría reducir temporalmente la
depredación por pumas sobre las tasas de incremento poblacional permitirán poner a
prueba estas hipótesis y explorar el rol de los pumas en la regulación de sus poblaciones
de presas. La información obtenida en este estudio sugiere que la estructura del hábitat,
147
Capítulo 5
En conclusión, los resultados de esta tesis apoyan la hipótesis de que los guanacos
nivel de la organización social parece ser menos flexible y estar condicionada por las
148
Anexo I
recolectadas en tres de los sitios de estudio: C2B, ML Y SP. Las muestras correspondientes
Tabla 6.1 y 6.2 REVISAR se muestra el valor promedio de los porcentajes de cada género
1
El análisis microhistológico fue realizado por Alicia Pelliza-Sbriller y Laura Borrelli en INTA Bariloche.
149
Anexo I
Tabla 6.1. Géneros vegetales encontrados en las muestras de heces de guanacos de C2B.
150
Anexo I
151
Anexo I
Tabla 6.1. Géneros vegetales encontrados en las muestras de heces de guanacos de SP.
Estepa
Estepa arbustivo-
SP Febrero 2009 Estepa Estepa arbustivo-
Estepa herbácea herbácea de
subarbustiva de arbustiva herbácea de
Sporobolus quilembai y
Género Olivillo quilembai uña de gato y
flechilla
flechilla
Alopecurus 3,75 0,74 0,00 0,00 0,00
Bromus 0,83 0,00 1,67 1,06 0,00
Festuca 0,00 0,00 0,00 0,00 0,43
Panicum 10,42 8,52 1,00 5,30 0,00
Piptochaenium 11,67 12,59 16,00 24,03 15,02
Poa 33,33 24,07 11,67 21,20 15,88
Sporobolus 4,58 7,04 3,00 4,95 3,43
Stipa 5,42 16,30 14,00 17,31 23,61
Total Gramíneas 70,00 69,26 47,33 73,85 58,37
Eleocharis albibr. 0,83 0,00 0,67 0,00 0,00
Juncus 0,42 0,00 0,00 0,00 0,00
Total
1,25 0,00 0,67 0,00 0,00
Graminoideas
Baccharis 0,00 0,37 0,00 0,00 0,00
Brachyclados 0,00 2,22 4,67 1,41 0,43
Chuquiraga 6,25 15,19 20,33 15,90 29,18
Ephedra 0,42 0,00 5,33 0,35 0,00
Hyalis 5,83 0,00 0,33 0,00 2,58
Junellia 0,00 0,37 1,00 0,00 0,00
Mulinum 2,08 0,00 0,33 0,00 0,00
Nassauvia 0,00 0,00 1,00 1,41 0,00
Prosopis 0,00 1,48 1,33 0,35 0,00
Schinus 8,33 5,93 7,33 0,71 7,73
Total Leñosas 22,92 25,56 41,67 20,14 39,91
Acaena 0,00 0,00 0,00 0,71 0,00
Arjona 0,00 0,37 0,33 0,00 0,00
Borraginaceae 0,83 0,00 0,00 0,00 0,00
Cerastium arvense 0,83 1,11 0,00 1,41 0,00
Erodium 2,08 2,22 0,00 0,00 0,00
Hierba no identif. 0,00 0,00 3,67 0,00 0,00
Perezia 0,00 0,00 0,67 0,00 0,00
Plantago 2,08 1,11 3,67 0,00 0,00
Quenopodiaceae 0,00 0,00 1,67 0,00 0,00
Rumex 0,00 0,37 0,33 0,35 0,43
Trifolium 0,00 0,00 0,00 3,53 1,29
Total Hierbas 5,83 5,19 10,33 6,01 1,72
152
Anexo II
Estadísticos descriptivos
tendencia de los individuos a agruparse ya que una alta frecuencia de grupos muy
pequeños puede tener gran influencia sobre los valores medios aunque represente una
muy baja proporción de la población. Hace varias décadas, Jarman enfatizó que el tamaño
tamaño de grupo típico. Dado que esta medida contiene valores con alto grado de
TG típico= ∑ TG2
∑TG
153
Anexo II
Grupos Familiares
Tabla 7.1. Resumen de resultados para los grupos familiares de cada sitio.
Distribución individuos en
Distribución de tamaños de grupo categorías de TG
TG medio TG
Hábitat Pumas Mediana Asimetría Kurtosis Asimetría Kurtosis
(DE) típico
Estepas
NO 5.00 5,88 (2,59) 1,36 2,94 6,88 1,31 2,00
arbustivas
Estepas
SI 7.00 6,80 (3,31) 1,11 2,35 8,45 1,16 1,44
arbustivas
Estepas
NO 7.00 7,13 (3,24) 0,86 1,02 8,56 0,26 0,09
herbáceas
Estepas
SI 8.00 8,47 (4,94) 0,75 -0,16 11,3 0,76 -0,88
herbáceas
Kurtosis negativa= distribución más aplastada
Asimetría positiva= se alarga la cola derecha
154
Anexo II
Tabla 7.3. Resumen de resultados para los grupos no territoriales de cada sitio.
155
Anexo II
16
14
12
Tamaño de grupo
10
0
Estepas arbustivas Estepas arbustivas Estepas herbáceas Estepas herbáceas
sin depredadores con depredadores sin depredadores con depredadores
TG Medio Tg Típico
Figura 7.1. Tamaño de grupo medio y tamaño de grupo típico observado en temporada
reproductiva. Barras corresponden al desvío estándar del TG medio y al límite superior del intervalo
de confianza del TG típico.
156
Anexo II
E s te p a s a rb u s tiv a s s in d e p re d a d o re s E s te p a s a rb u s tiv a s s in d e p re d a d o re s
14 0.20
0.18
Proporción de la población
12
0.16
10 0.14
Frecuencia
8 0.12
0.10
6
0.08
4 0.06
0.04
2
0.02
0
0.00
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 y
may or... 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
T a m a ñ o d e g ru p o T a m a ñ o d e g ru p o
E s te p a s a rb u s tiv a s c o n d e p re d a d o re s E s te p a s a rb u s tiv a s c o n d e p re d a d o re s
30
0.20
0.18
Porporción de la población
25
0.16
20 0.14
Frecuencia
0.12
15
0.10
0.08
10
0.06
5 0.04
0.02
0 0.00
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 y 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
may or...
T a m a ñ o d e g ru p o T a m a ñ o d e g ru p o
E s te p a s h e rb á c e a s s in d e p re d a d o re s E s te p a s h e rb á c e a s s in d e p re d a d o re s
0.20
8
0.18
Porporción de la población
7
0.16
6 0.14
Frecuencia
5 0.12
4 0.10
0.08
3
0.06
2
0.04
1 0.02
0 0.00
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 y 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
T a m a ñ o d e g ru p o m ay or... T a m a ñ o d e g ru p o
E s te p a s h e rb á c e a s c o n d e p re d a d o re s E s te p a s h e rb á c e a s c o n d e p re d a o re s
8 0.20
7 0.18
Proporción de la población
0.16
6
0.14
5
Frecuencia
0.12
4 0.10
3 0.08
0.06
2
0.04
1
0.02
0 0.00
2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 y 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
T a m a ñ o d e g ru p o m ay or...
T a m a ñ o d e g ru p o
157
Anexo II
a. b.
100% 100%
% unidades sociales
80% 80%
% de la población
60% 60%
40% 40%
20% 20%
0% 0%
LE SP C2B ML PAY LE SP C2B ML PAY
Figura 7.4. a) Porcentaje de grupos observados en cada sitio que pudieron ser clasificados en las
distintas unidades sociales y porcentaje de unidades indeterminadas, b) porcentaje del total de
individuos observados en cada sitio cuya categoría de unidad social pudo determinarse y porcentaje
de la población observada en unidades que no pudieron ser determinadas
100% 100%
90% 90%
80% 80%
70% 70%
60% 60%
50% 50%
40% 40%
30% 30%
20% 20%
10% 10%
0% 0%
LE SP C2B ML PAY LE SP C2B ML PAY
Grupos familiares Solteros y Mixtos Solitarios Grupos Familiares Solteros y Mixtos Solitarios
Figura 7.5. a) Porcentaje de unidades sociales observadas en cada sitio respecto del total de grupos
determinados, b) porcentaje de la población observado en cada categoría
158
Anexo III
En esta sección se presentan los valores promedio de chulengos por hembra para
presenta como complemento del análisis del tamaño de grupo familiar presentado en el
grupo familiar sólo se consideraron los adultos ya que es esperable que el número de
chulengos producidos en una temporada sea dependiente de las condiciones climáticas del
año previo. Si bien se presentan los valores globales para los 5 sitios, Payunia no se
consideró en el análisis por que se contó con un único relevamiento realizado en el mes
Enero y no se dispone de información sobre si para esta fecha es esperable que haya
ocurrido la mayor parte de las pariciones como en el resto de los sitios. Para el resto, los
8.2 Resultados
Las estimaciones globales de chulengos por hembra (n° total de chulengos/n° total
de hembras en la población) variaron desde 0.18 en LE-SOMU a 0.56 en SP. Los valores
159
Anexo III
libres de depredadores que en los sitios con depredadores. Se observo una disminución
libres de pumas así como en los sitios con pumas. Si bien esta relación aparentó ser
LE-SOMU 0,18 1
SP 0,52 0,05 2
ML 0,31 0,02 2
PAY 0,22 1
Error
Estimador Valor de z Pr(z)
Estándar
Constante (sin depredaores) 1,06 0,31 3,48 (298) <0,001
Interacciones
160
Anexo III
1.2
1.0
Chulengos/hembra
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
0 5 10 15 20
Figura 8.1. Número de chulengos por hembra en función del número de adultos en el
grupo, en sitios sin depredadores (círculos blancos, línea punteada) y con depredadores
(círculos negros, línea contínua)
161
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