Está en la página 1de 40

30 Días

en Camino
Hacia la
Eternidad
30 Días en Camino
Hacia la Eternidad
Todas las Escrituras de referencia son tomadas de
la Biblia versión Reina Valera 1960.

Publicado por la
Apostolic Faith Church
International Headquarters
6615 S.E. 52nd Avenue
Portland, Oregon 97206 USA
www.apostolicfaith.org
Comenzando
tu nueva vida
como Cristiano
Por hacerte Cristiano, has tomado la decisión más
importante que hará en toda la vida. Al comenzar esta
nueva vida con Cristo, no cabe duda que tendrás mu-
chas preguntas. Y es probable que no estés seguro qué
hacer después.
Este librito fue preparado por aquellos que han
estado donde tú estás ahora. Entendemos lo que es-
tás experimentando y queremos ayudarte guiándote a
través de tu primer mes como Cristiano. En estas pági-
nas encontrarás información útil sobre una variedad de
temas aplicables a las necesidades del creyente recién
nacido.

¿Qué me sucedió?

Ya que Dios no requiere que seamos teólogos an-


tes de llegar a ser Cristianos, quizás no comprendas
completamente qué ha sucedido en tu vida. Antes de
que llegaras a Cristo eras un pecador. Una sentencia de
muerte colgaba sobre tu cabeza. Si te hubieses muerto
en esa condición, hubieses terminado en el Infierno, la
—1—
morada eterna de los inicuos. Pero Jesucristo, el Hijo
de Dios, vino a este mundo, vivió como un hombre, y
tomó tus pecados sobre Sí mismo y murió en tu lugar
sobre la Cruz. Por este sacrificio y Su resurrección de
entre los muertos, la promesa de vida eterna fue hecha
disponible para ti.
Para aceptar este ofrecimiento, tuviste que entregar
tu vida a Cristo. Cuando le diste la espalda a los pe-
cados del pasado, Cristo recompensó tu tristeza por
tales acciones con completo perdón. Un cambio radi-
cal ocurrió en tu naturaleza. Ahora los deseos por los
malos placeres de este mundo se han ido y en su lugar
está un gran deseo por más de Dios.

Entonces, ¿hacia dónde voy desde aquí?

Dios está ansioso en guiarte a más profundidad y


satisfacer tu deseo por las cosas espirituales. Mientras
le sigues, pronto descubrirás que siendo un Cristiano
entregado es tener la vida más completa.
Es vital que te comuniques con Dios regularmente.
Esto incluirá establecer un tiempo diario cuando pue-
das estar solo con Él. Traza un plan para empezar y fi-
nalizar cada día hablando con Dios y dejando que Él te
hable.
¿Por qué son tan críticos estos tiempos a solas, o de
devoción? Si tienes un amigo íntimo, lo tienes porque
hacen un esfuerzo por mantenerse en comunicación.
Sabes que si no lo hacen, en poco tiempo se apartarán.
Lo mismo va para tu relación con Jesucristo. Y ya que tu
destino eterno depende de tu conexión con Él, necesi-
tas asegurarte de que nunca te apartarás de Él. Casi sin
excepción, aquellos que han regresado al mundo dicen
—2—
que primero permitieron que su tiempo de devocio-
nales disminuyera. ¡Así que establece un patrón consis-
tente de devocionales diarias ahora mismo!

¿Cómo hago esto?

Primero, si no tienes una Biblia, necesitas obtener


una tan pronto como sea posible. Recomendamos una
Biblia con concordancia. La Biblia es la Palabra de Dios
y formará una parte necesaria de tu alimentación espi-
ritual. Encontrarás este librito útil como una base para
tu primer mes de tiempos de devocionales. Busca los
versículos dados y con oración léelos, pidiéndole a Dios
que te ayude a entender Su mensaje para ti. Cuando ter-
mines, ponte de rodillas y ora. Dios está profundamente
interesado en todo lo que te concierne, así que abre tu
corazón hacia Él y comunícate libremente con Él.
Mientras escudriñes estas páginas, cubrirás mucho
terreno. Toma tiempo para meditar en las temas abor-
dados. Si tienes más preguntas sobre algo en particular,
pregúntale a tu pastor o a otro Cristiano, o escríbenos y
haremos todo lo que podamos para ayudarte.
Si usas esta guía durante tus devocionales matutinas,
tal vez quieras empezar leyendo el Nuevo Testamento
en la noche. Termina tu lectura con una oración y ala-
banza a Dios por haber estado contigo durante el día.
Llegarás a atesorar profundamente estos tiempos espe-
ciales con el Señor.
En los meses por venir, usa las amonestaciones de
este librito para chequearte a ti mismo ocasionalmente.
Entonces mientras estés determinado a permanecer
cerca de Cristo, ¡Él te guardará hasta el día que Él te
llame a casa!
—3—
Día Uno
¿Cómo oro?
La oración eficaz del justo puede mucho. – Santiago 5:16

La oración es comunicación con Dios. ¿Cuán im-


portante es la oración? Es tan importante para tu vida
espiritual como respirar en tu vida física. Mientras que
el respirar es un proceso involuntario, la oración es algo
en que debes poner esfuerzo. Satanás tratará de evitar
que ores. Él te cansará, te distraerá y te dirá que no es
necesario. ¡Pero sí es necesario!
¿De qué modo hablas con Dios? Cada vez que sea
posible, ora en voz alta. Esto te ayuda a evitar distrac-
ciones y te recuerda que estás conversando con un
individuo real. Sé respetuoso, pero no tengas temor
de descargar tus sentimientos más profundos. Dale
gracias por lo que Él ha hecho en tu vida. Pídele que
te guíe y que te ayude a escuchar lo que Él tiene que
decir. Permítele saber que al hacer tus peticiones sola-
mente deseas Su voluntad perfecta. Ora por aquellos
que sepas necesitan salvación o que tienen otras nece-
sidades urgentes. Otra vez, alaba a Dios por responder
a tu oración y por cumplir Su Palabra.
Mientras crezcas en el Señor, verás los beneficios de
permanecer en íntimo contacto con Él a lo largo del
día. Comprenderás que aunque no puedes verlo o es-
cucharlo con tus sentidos físicos, Él es sencillamente
tan real como cualquier otro que has conocido. ¡Y verás
que Él contesta tus oraciones en formas milagrosas!

Versículos Relacionados
Mateo 6:5-13; Juan 15:7; 1 Tesalonicenses 5:17;
Santiago 5:17-18; 1 Juan 5:14-15

—4—
Día Dos
Alguien está velando tus pisadas . . .
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
– 1 Pedro 5:8

Sí, has sido liberado. Esta es una carrera directa ha-


cia el Cielo. Pero eso no significa que tu enemigo ha
renunciado a la esperanza de seguir tus pisadas. ¡De
ningún modo! Satanás sabe que cada paso que des ha-
cia Jesús le hace más difícil a él atraparte. Él te desea de
regreso, y puedes estar seguro que él está trabajando
horas extras tratando de lograr su meta.
Pedro nos advierte aquí de ser sobrios y velar. Ser so-
brios significa mantener la calma. No hagas decisiones
rápidas. Si te enfrentas con una situación difícil, de-
tente y ora acerca de ella antes de hacer algo. Entonces
vela. ¿Percibes que el león rugiente está cerca? ¿Esta
situación te puede acercar a Dios o apartarte de Él?
¿Parece ser como algo que el enemigo ha trazado para
atraparte? Mantente vigilante por sus tácticas. Sabe que
él no se detendrá ante nada en sus intentos de atraparte
y devorarte.
Recuerda, Jesús está vitalmente interesado en llevar-
te seguro a través de este mundo hacia el otro. Cuándo
percibas que Satanás está ganando sobre ti, ¡clama al
Señor! Decide que no vas a aflojar tu paso o devolverte.
Aprende a dejarle rezagado al león.

Versículos Relacionados
1 Corintios 10:13; Santiago 4:7; Judas 24-25

—5—
Día Tres
¿De qué modo va a terminar todo esto?
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de
hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
– 1 Corintios 2:9

La gente algunas veces se burlará de los Cristianos a


causa de su esperanza de una vida venidera. Ellos dirán,
“¡El Cielo es un mito! ¿Por qué no renuncias a todas es-
tas cosas religiosas y sencillamente te diviertes?” Lo que
no entienden es que no hay manera más satisfactoria de
vivir que como un Cristiano verdadero. De modo que
incluso si no hubiese una vida más allá de ésta, tendría
sentido seguir a Cristo. Pero sabemos que el mismo
Jesucristo que nos ha dado esta maravillosa vida aquí
también ha prometido más por venir. Y ya que Él ha
cumplido completamente Sus promesas en esta vida,
estamos seguros que la promesa del Cielo también será
cumplida.
A través de los años, innumerables miles han en-
trado al Cielo por la puerta de la muerte. ¡Pero los cre-
yentes de nuestro día quizás tengan la oportunidad de
dejar este mundo sin morir! ¿Cómo? Las profecías en
la Biblia nos hacen saber que muy pronto el Rapto de
la Iglesia sucederá. En un momento, los creyentes ver-
daderos serán levantados con cuerpos glorificados para
encontrar al Señor en el aire. ¿Increíble? El Cristiano
que ha probado que las promesas de la Biblia son reales,
no tiene problemas en creerlo. Aquellos que se niegan
a creer, serán dejados para leerlo en los periódicos. ¡De
modo que debes estar listo y vigilante!

Versículos Relacionados
Juan 14:2-3; 1 Corintios 15:51-52;
1 Tesalonicenses 4:13-18; 5:1-6; Apocalipsis 21 y 22

—6—
Día Cuatro
¿Qué hay de mis antiguos amigos?
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque
¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas? – 2 Corintios 6:14

Como Cristiano, tienes un doble propósito. Tu


primera prioridad es hacer del Cielo tu hogar eterno. La
segunda es estimular a otros a hacer lo mismo. La gente
intentará estorbarte en ambas cosas. Ellos tratarán de
desviarte del camino al Cielo. Y muchas veces no res-
ponderán a tu testimonio como deseas que lo hagan.
Entonces, ¿qué tiene esto que ver con tus antiguos
amigos? ¡Todo! Sí, deseas desesperadamente que tus
amigos anteriores lleguen a ser Cristianos. Pero el
problema es que pasar mucho tiempo con ellos puede
traer tentaciones fuertes en tu camino. ¿Cómo puedes
conciliar este conflicto? ¡Tienes que tomar medidas!
Aclárales a tus amigos que eres Cristiano, que tu vida ha
cambiado y que no harás nada que te haga indigno del
Cielo. Si respetan tu decisión, ¡bueno! Ora para que el
Señor te use a Su manera para alcanzarlos. Pero si ellos
te persiguen o te desamparan, o te inducen a pecar, re-
tirase de ellos. Ora por ellos, pero sé muy cuidadoso en
ponerte en situaciones que podrían inducirte a arrui-
nar tu testimonio. Pues eso te impedirá el logro de am-
bos propósitos.

Versículos Relacionados
Amós 3:3; 1 Corintios 10:20-21; 2 Corintios 6:15-17;
Efesios 5:11-12; 1 Pedro 4:3-5

—7—
Día Cinco
¿Debo o no Debo?
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
– Proverbios 3:6

La vida es una serie de decisiones. Te enfrentas a


elecciones en todo, desde qué vas a desayunar, hasta
con quién te vas a casar. ¿Cómo puedes saber que estás
tomando las decisiones correctas?
Quizás no importa realmente si tienes huevos o
cereal hoy. Pero otras decisiones diarias pueden te-
ner efecto a largo plazo, especialmente cuando tienen
que ver con cosas mayores como casamiento, carrera,
o dónde vas a vivir. Lo que necesitas es alguien que
conozca todo acerca de ti y de tus necesidades, que
comprenda la situación presente y que pueda ver en el
futuro. ¡Necesitas a Dios!
¿Pero realmente a Él le importan los detalles de tu
vida? ¡Puedes estar seguro que sí Él está interesado! Él
te dará tanta dirección como estés dispuesto a seguir.
Y aquí es donde se desarrollan los problemas. Muchos
Cristianos fallan en seguir la voluntad perfecta de Dios
para sus vidas porque no le piden, o porque no están
deseosos, o son demasiado impacientes para esperar
que Él los guíe. Piensa acerca de estas tres áreas. Tú
debes pedir, debes estar deseoso y debes ser paciente.
Si hay una duda en tu mente acerca de cierta decisión,
¡mantente firme! Dale a Dios un margen de confianza
y espera hasta que Él aclare qué dirección debes tomar.
¡Recuerda, Dios nunca está confuso y nunca llega tarde!

Versículos Relacionados
Salmos 32:8; 48:14; 73:24; Isaías 58:11; Romanos 12:2;
Santiago 4:13-15

—8—
Día Seis
¡No camines solo!
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis
que aquel día se acerca. – Hebreos 10:25

Estás en una posición difícil. Satanás está gritando


en tu oído que te rinde y vuelve al pecado. Tú no quie-
res hacer eso; pero estás solo y puedes sentir que tu
determinación está flaqueando. Haces una oración, y
entonces algo te dice que te pongas en contacto con otro
Cristiano. Cuándo levantas el teléfono, Satanás se burla
de ti con, “¿Qué te pasa? ¿No puedes depender de ti mis-
mo? No hagas esa llamada, resuelve esto por ti mismo”.
¡Haz la llamada! Permite que un compañero
Cristiano sepa que necesitas ayuda. La unión hace la
fuerza, y Satanás sabe eso. Si te puede aislar, sus opor-
tunidades son mucho mayores. Aun el gran reformador
de la Edad Media, Martín Lutero, dijo que él tuvo sus
peores tentaciones cuando estuvo solo. Él había apren-
dido el valor del compañerismo con otros creyentes de
ideas afines.
Algunos quizá piensan que pueden adorar a Dios
por su cuenta y no necesitan asistir a la iglesia. ¡Pero
eso no es lo que dice la Biblia! Como Cristianos, somos
el Cuerpo de Cristo. Y ese Cuerpo es una unidad to-
tal, ¡no puñados esparcidos! De modo que aprovecha el
privilegio de ser parte de este Cuerpo. No sólo recibirás
fuerzas y ánimo, sino que también estarás en la capaci-
dad de ofrecer lo mismo a otros.

Versículos Relacionados
Eclesiastés 4:9-12; Romanos 12:5; 1 Corintios 12:12-27;
Efesios 1:23; 4:14-16

—9—
Día Siete
Pruebas y Tentaciones
Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa
que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea
hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo. – 1 Pedro 1:7

“Ya que fuiste tentado a hacer eso, has pecado y has


roto tu relación con Dios”. ¿Te ha golpeado Satanás
con esta vieja mentira? Cuando lo haga, despídelo
diciéndole que no estás interesado en sus mentiras. La
tentación no es pecado. Rendirte a la tentación sí es pe-
cado. Lo que estás enfrentando es una prueba de tu fe.
Las pruebas te enfrentan cara a cara con toda clase
de tentaciones y no son fáciles de soportar. Pero si
mantienes tus ojos sobre el Señor y decides apoyarte
en Él en vez de rendirte a Satanás, triunfarás. Tu fe será
fortalecida. Y estarás mejor preparado para enfrentar
pruebas futuras.
Cuando situaciones difíciles llegan a tu camino,
es natural querer evitarlas a cualquier costo. Pero re-
cuerda que lo que quizás parece ser la salida fácil del
problema no siempre es la forma correcta. Cuando seas
tentado, el paso de menos resistencia es el de rendirse.
Y cuando Dios está tratando de enseñarte algo, es fácil
querer tomar la situación en tus propias manos y perder
el beneficio que habrías ganado. De modo que cuando
la vida parezca sombría, ¡ora! Pídele a Dios que te aleje
del pecado y que te enseñe lo que necesitas aprender.
¡Agárrate de Su mano aún más fuerte y sujétate! Él te
ayudará.

Versículos Relacionados
Hebreos 12:5-11; Santiago 1:12-15; 1 Pedro 1:6-9;
4:12-19

—10—
Día Ocho
Luchando con el rencor . . .
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará
también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis
a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas. – Mateo 6:14-15

Estás seguro que uno de tus amigos te menospreció.


O quizá tu padre te golpeó. Desde irritaciones meno-
res a abusos físicos, todos enfrentamos circunstancias
que requieren perdón. Y cada situación demanda una
nueva decisión.
El astuto enemigo de tu alma se deleitará en ayu-
darte a tener rencor. ¿Por qué? Porque él sabe que cuan-
do tú recibas el perdón, eso depende de tu perdón a
otros. Dios te perdonó cuando te salvó, y continuarás
necesitando Su perdón para decisiones imprudentes,
palabras inapropiadas, y otros errores. En cambio, Dios
espera que perdones a aquellos que te ofenden.
¿Es fácil? ¡No! La reacción natural es querer ofender
de nuevo. O quizás alguien te lastimó tan profunda-
mente que el perdón parece imposible. Entonces ¿cómo
consigues un corazón perdonador? Quizás tienes que
orar seriamente para que Dios te dé un espíritu de
perdón. Y a veces más oraciones deben ser oradas para
mantener ese espíritu perdonador.
Pero recuerda que vale la pena perdonar. Eso te li-
brará de la amargura que Satanás ataría alrededor de
tu corazón. Y eventualmente, el perdonar te ayudará a
ganar vida eterna. Haz que el instrumento de amargura
del enemigo sea inútil al buscar a Dios para un corazón
perdonador.

Versículos Relacionados
Mateo 18:21-22,35; Marcos 11:25-26; Lucas 23:34

—11—
Día Nueve
¡Mantente alerta por el camión de la
basura!
No pondré delante de mis ojos cosa injusta. – Salmo 101:3

Si miraras por tu ventana y vieras que un camión


de basura estuviera por vaciar su carga sobre tu grama
frontal, saldrías deprisa. Le harías saber al conductor
que su basura no es bienvenida en tu patio.
Satanás tiene acres de basura con la cual te quiere
enterrar. Si él puede hacerte aceptar una carga, él sabe
que él se habrá afianzado en tu vida. Ya que su meta es
tu total ruina espiritual, debes hacer un esfuerzo para
moverte con decisión cuando venga su camión.
¿De qué estamos hablando? Tus ojos, oídos y pensa-
mientos son blancos de Satanás. Diariamente te tentará
para que mires o que lees cosas que están en desacuer-
do con la santidad. Él tratará de incitarte con música
o conversaciones en tus oídos que te alejarán de Dios
y te acercarán hacia el mundo. Él intentará dirigir tus
pensamientos hacia cualquier asunto que él sabe que
afligirá a Dios y complacerá la carne. De modo que
decide que no vas a ser manchado por la basura del
diablo. Y si tienes alguna duda de que si algo es basura,
no tomes el riesgo, aléjate de él. Ora para ser sensible a
lo que es bueno y lo que es perjudicial.
Mantente vigilante porque es muy fácil llegar a
perder la sensibilidad a la suciedad, y antes de darte
cuenta estarás aceptando más y más. ¡Determina man-
tener tu vida en la santidad!

Versículos Relacionados
Salmo 119:37; Isaías 33:15; Mateo 5:29; Tito 2:12;
1 Pedro 2:11; 1 Juan 2:16

—12—
Día Diez
Cuando estés temeroso . . .
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo
soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia. – Isaías 41:10

El temor es un tirano cruel, y probablemente no de-


jará de cazarte sencillamente porque le has dado tu vida
a Dios. Pero recuerda, ¡estás en el lado ganador ahora!
Y Dios tiene las armas que necesitas para asegurar que
salgas victorioso de una lucha con este enemigo.
Así pues . . . ¿cómo luchar con el temor? Bien,
empieza por pedirle a Dios valor. Él no fallará en
proveerlo. El versículo Salmo 138:3 dice que cuando
le pedimos al Señor, Él nos da la fuerza. Busca en tu
concordancia otras citas bíblicas que tratan acerca del
valor y la confianza. Escoge uno favorito, escríbelo y
ponlo donde lo verás a menudo. ¡Encontrarás que Sus
promesas ponen firmeza en tu decisión! Trata de po-
nerte en contacto con un amigo Cristiano y explícale
lo que estás enfrentando. Pídele a ese amigo que ore
contigo y por ti. Fíjate en los éxitos que Dios da en la
batalla y dale gracias por ellos.
No siempre Dios nos libera al instante cuando vie-
ne un problema o prueba en nuestro camino. A veces
luchar es bueno para nosotros, pues si no ¿cómo po-
dremos desarrollarnos espiritualmente? De modo que
no temas a la pelea, pero recuerda que Dios promete
estar con nosotros, darnos esfuerzas y protegernos. Si
Satanás logra hacerte sentir tan temeroso que bajas tus
armas y corres, él gana. ¡No permitas que él lo haga!

Versículos Relacionados
Salmo 56:3; Isaías 26:3; Juan 14:27

—13—
Día Once
¡Pero no me siento igual!
Porque por fe andamos, no por vista. – 2 Corintios 5:7

Cuando eres recién salvo, la emoción de haber sido


liberado te hace sentir que estás en las nubes. Pero
después de un tiempo, tus pies tocan la tierra de nuevo.
Quizás te encuentres diciendo: “¿Qué es esto? ¿Ya no
soy Cristiano? ¿Hice algo malo? Quizás no fue real.
Quizás me emocioné por nada. ¿Qué hago ahora?” Lo
que debes hacer ahora es aprender lo que significa ca-
minar por fe y no por vista.
Sí, sería maravilloso si siempre se pudiera vivir en la
cima de la montaña sin inquietudes o preocupaciones,
con gozo constante. Pero entre el día de hoy y el día
cuando entres al Cielo, tendrás que viajar a través de
algunos valles. Y en aquellos valles, a través de tormen-
tas y oscuridad, aprenderás tus lecciones más preciosas.
Aprenderás que Jesús siempre está allí, aun cuando es-
tás rodeado por neblina espesa y parece ser que has sido
abandonado. Mientras atraviesas cada valle ganarás
fuerzas que la vida en la cima de la montaña nunca po-
drá darte.
De modo que no estés temeroso cuando los sen-
timientos de gozo constante se han ido por un tiempo.
Dios te está probando. Dios te está fortaleciendo. No te
entregues a la menor duda, porque si lo haces, crecerá
y amenazará con abrumarte. Aprende a decir, “Dios,
estoy deseoso de confiar en Ti y en Tu cuidado por mí,
aun cuando no puedo sentir o ver ninguna evidencia de
Tu presencia”. Él nunca te abandonará.

Versículos Relacionados
2 Reyes 6:14-17; Salmos 23; 56:3; Mateo 14:25-31;
Hebreos 11:1

—14—
Día Doce
Separados de la multitud
Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor,
y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré. – 2 Corintios 6:17

Muchos Cristianos profesos han tratado de agarrar


al Señor con una mano y al mundo con la otra. Pero
sencillamente no funcionará. No puedes vestir como el
mundo, actuar como el mundo, hablar como el mun-
do y hacer todo lo que el mundo hace y aun ser un
Cristiano verdadero. No, ser un seguidor de Jesucristo
es renunciar al mundo y empezar una forma de vivir
revolucionaria que está totalmente al contrario a la ini-
quidad que te rodea.
Si estás pensando que esto no suena fácil, tienes
razón. Aunque el Señor te dará poder para vivir una
vida santa en este mundo, tienes que estar atento contra
la tentación de ceder. Tienes que decidir que tu prio-
ridad es el encajar con la sociedad del Cielo. Cuando
la gente te culpe o te presione para que aflojes y hagas
lo que todos están haciendo, recuerda que el camino
Cristiano no es nada de que avergonzarse. Has escogi-
do el camino de santidad, integridad, desinterés, virtud,
amor y paz. Aunque no es siempre fácil, por lo menos
sabes que estás en el camino correcto.
Mientras estés separado de la multitud, habrá dos
resultados positivos. Serás una luz para los perdidos
que están buscando un camino mejor y serás agradable
a Dios. ¡De modo que acepta el desafío y alza tu ban-
dera para el Señor!

Versículos Relacionados
Juan 17:14-16; 1 Corintios 15:33; 2 Corintios 6:14-18;
Efesios 5:11-12

—15—
Día Trece
¿Quién me habla?
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. – Juan
10:27

En la mayor parte de tu vida, no ha sido un pro-


blema saber quién estaba hablando contigo. General-
mente tenías a quien mirar y aun cuando no, las voces
importantes en tu vida fueron reconocidas fácilmente.
Entonces llegaste a ser Cristiano. Ahora hay dos
voces muy importantes en tu vida. Pero no puedes ver
las caras de ninguna de ellas, y tal vez encuentres difícil
distinguir sus voces, especialmente porque una de ellas
a menudo trata de hacerte creer que es la otra. Pues
¿quién está hablando contigo, Dios o Satanás?
¡No te desesperes! Es posible discernir entre uno y
otro, aun cuando Satanás esté imitando a Dios. Ante
todo, Dios nunca te dirá que hagas algo contrario a
Su Palabra. De modo que si estás inseguro, toma tu
Biblia. Entonces, considera los resultados de obedecer
la voz. ¿Te atraerá hacia la santidad? ¿Le aumentará o
le restará a tu servicio y relación con Dios? ¿Tiende a la
abnegación de ti mismo o a la indulgencia de ti mismo?
Considera también el tono de la voz. La voz de
Satanás puede llegar a ser irritante. Él empuja y golpea,
se reitera a sí mismo y algunas veces recurre a la intimi-
dación y a vociferar. Pero Dios usa una voz sosegada.
Él no martillea sobre Su punto o se empeña en argu-
mentos. Él guía lo Suyo con una firme pero gentil voz
de amor. ¡Y ninguno que siga esa voz alguna vez será
desviado!

Versículos Relacionados
Juan 8:44; 10:1-15; 2 Corintios 11:14; 1 Timoteo 4:1

—16—
Día Catorce
Cuando necesitas ayuda . . .
Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de recti-
tud. – Salmo 27:11

¡Tiempo de pánico! Estás enfrentando una situación


y no sabes qué hacer. ¿Dónde puedes conseguir ayuda?
El primer lugar para buscar es en la Biblia. Dios
ha prometido que Su Palabra será lumbrera a nuestro
camino. Pero quizás no puedes encontrar un versículo
que te ayude. Entonces ¿qué? Busca la ayuda de una
persona espiritual. Los ministros son un manantial
excelente de ayuda porque su responsabilidad es guiar
al pueblo de Dios. Quizás tu maestro de la escuela
dominical pueda ayudar, o busca a personas que de-
muestren que caminan cerca de Dios. Aprovéchate de
su experiencia y madurez espiritual.
Algunas veces Dios envía dirección y ayuda a través
de una reunión de la iglesia. Quizás el sermón encaja
a tu necesidad, o el verso de un canto dé la respuesta.
Quizás alguien testifique de estar pasando por una ex-
periencia similar. La literatura evangélica también pue-
de ser una ayuda. Lee los folletos y revistas impresos
por esta iglesia.
Un aviso de precaución. Asegúrate de que la persona
con quien hablas o lo que tú lees es doctrinalmente
correcto. Si buscas guía de una fuente que tuerce el
significado de la Biblia, podrías confundirte.
Dios no te ha iniciado en la senda al Cielo sencilla-
mente para dejarte sin dirección. Ora por ayuda y lee la
Palabra de Dios. Entonces busca Su dirección.

Versículos Relacionados
Salmos 37:37; 48:14; 119:105; Filipenses 1:6

—17—
Día Quince
El poder de la alabanza
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para
con vosotros en Cristo Jesús. – 1 Tesalonicenses 5:18

Sí, está ahí mismo en blanco y negro. Dad gracias


en todo. ¡No encontramos licencia en la Biblia para ele-
gir y seleccionar por cuales circunstancias de la vida le
daremos gracias a Dios! Las experiencias que vienen
a nuestros caminos no son manzanas en una canasta
en la que podemos separar y decir, “Ésta es buena. Le
daré gracias a Dios por ésta, pero no por ésa”. Y tomé-
monos un paso más adelante. El escritor de este versí-
culo en Tesalonicenses no está diciendo que cuando las
pruebas finalizan, damos gracias. No, debe suceder ahí
mismo mientras está la presión. ¡No esperes hasta que
sepamos el resultado!
Pero no te desanimes y digas, “¡Eso es impo-
sible!” Recuerda, has colocado tu confianza en el
Todopoderoso. Y como un hijo de Dios, nada llega a tu
vida por accidente. Piensa en las palabras en Romanos
8:28, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien”. Cuando reconozcas el alcance
de esas palabras, empezarás a ver posibilidades para
alabanza en cada situación. ¿Pruebas? Dios las puede
usar para enseñarte a que te apoyes en Él. ¿Tristeza?
Puede darte nueva simpatía por otros que lastiman.
¿Estrés? Quizás Dios quiere que aprendas que cuando
la vida está llena de presión, Su fuerza está disponible.
Lo que hace que una experiencia sea estimable es
lo que Dios puede hacer a través de ella. De modo que
dale gracias a Dios en los tiempos buenos, y dale gra-
cias cuando lleguen los problemas. ¡Hay poder en la
alabanza!

Versículos Relacionados
Salmos 34:1; 35:28; Hebreos 13:15
—18—
Día Dieciséis
Enderezando los agravios
Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa
ante Dios y ante los hombres. – Hechos 24:16

No hay nada como el sentimiento de saber que tus


pecados han sido perdonados. Tú regocijas en la reali-
zación de saber que si murieras hoy, podrías enfrentar
a Dios en paz. Pero ¿qué hay acerca de enfrentar a tu
compañero? ¿Qué hay de aquellos que de algún modo
has lastimado? ¿Tienes alguna responsabilidad en co-
rregir los agravios del pasado?
Sí, Dios espera que revises tu vida y que hagas resti-
tución en cada caso que puedas. “¿Qué? ¿Quieres decir
que tengo que devolver aquella llave inglesa que tomé
prestada de un vecino hace años? ¿Quieres decir que
tengo que pagar aquella ventana a que le hice un hoyo
de un balazo? ¡Seguramente no tengo que regresar a
mi antiguo jefe y decirle que puse más horas de las que
realmente trabajé! ¿Y decirle a mi patrón actual que
le robé un teléfono antes de que fuera salvado? ¡Él me
despediría!” ¿Quieres ir al Cielo? Entonces haz como
Dios te guíe en esta área.
¿Qué clase de testimonio sería para un pecador si
dices que Dios te ha hecho una persona honesta ahora,
pero no, no vas a pagarle el dinero que le robaste? Te
llamaría un hipócrita, y ¿a quién podría culpar? Cuán
mejor sería ir a verlo y darle el dinero mientras le dices
cómo el Señor te salvó. No sólo estará tranquila tu con-
ciencia, sino que le habrás dado también un testimonio
poderoso del Cristianismo.

Versículos Relacionados
Levítico 6:2-5; Ezequiel 33:14-15; Mateo 5:23-24;
Lucas 19:8

—19—
Día Diecisiete
Quedándose en la cima
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome
aliento vuestro corazón. – Salmo 31:24

Ya sabemos que vas a tener algunos días malos. ¡Pasa


a todos! Entonces ¿cómo puedes quedarte en la cima
cuando el desaliento y los acontecimientos se ponen
difíciles? Afortunadamente, Dios no te dejó sin una
respuesta. De hecho, Él nos dio la respuesta dieciséis
veces en la Biblia. Chequea la declaración, “Esfuérzate”,
¡aparece dieciséis veces! Aparentemente Dios quiere
impresionarte con el mensaje, ¡no permitas que el des-
aliento te venza!
Pero vamos a lo específico. Si estamos desalentados,
necesitamos hacer algo para alentarnos. Podemos em-
pezar por pedirle ayuda a Dios. Podemos seguir ade-
lante alabándole por amarnos. Podemos decir, “Gracias,
Señor”, porque Él ha prometido efectuar todas las cosas
para nuestro bien. Tenemos que creer que Él puede y
que nos ayudará a vencer.
Trata de conseguir una concordancia y encuentra
los lugares donde la palabra, “Esfuérzate”, ocurre. Canta
un himno favorito. Predica un sermón fuerte a ti mis-
mo sobre la base del coraje. Haz una declaración en voz
alta de que no estarás desalentado, e inmediatamente
da gracias a Dios por algunas bendiciones. Imagínate
que ves a Cristo orando por ti en el Cielo. Él está, tú lo
sabes. Ve a Hebreos 7:25.
De modo, si te encuentras en uno de estos tiempos
de desaliento, no te quedes ahí. Dios está extendiendo
Su mano. ¡Agárrala y Él te ayudará!

Versículos Relacionados
Isaías 41:10; Filipenses 4:13; 1 Pedro 5:7

—20—
Día Dieciocho
Yendo más profundo . . .
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adul-
terada, para que por ella crezcáis para salvación. – 1 Pedro 2:2

Un bebé saludable recién nacido está hambriento, y


así es un Cristiano saludable recién nacido. Es tan au-
tomático el que un Cristiano nuevo desee más de Dios
como lo es para un bebé recién nacido desee la leche. Y
Dios satisface aquella hambre. Cada día tendrás nuevas
experiencias de enseñanzas las cuales te ayudarán a sa-
ber más de cómo vivir como un Cristiano.
Además de las lecciones diarias, Dios tiene dos
experiencias más definitivas para ti. Junto con la sal-
vación, éstas hacen el fundamento para tu vida Cristia-
na. Cuando Dios te salvó, Él perdonó todos los pecados
que habías cometido. Y Él ha estado ayudándote a vivir
victoriosamente.
La siguiente experiencia es llamada santificación.
Debido a que Adán y Eva pecaron, todos nacimos con
una naturaleza pecaminosa. Cuando Dios te santifica,
Él cubre de nuevo tu corazón con la Sangre de Jesús, y
saca aquella naturaleza pecaminosa. Él hace tu corazón
santo y limpio. Entonces tu corazón está listo para reci-
bir el bautismo del Espíritu Santo. Cuando recibes esta
experiencia, el Espíritu Santo viene a morar en ti. Él te
da poder para testificar a otros, y te enseña, te guía y te
conforta.
Con estas tres experiencias, tienes las herramientas
para servir a Dios y resistir más efectivamente a Sa-
tanás. Mantente deseando más de Dios. Ora para que
Él te haga un recién nacido hambriento. Entonces Él
satisfará aquella hambre.

Versículos Relacionados
Juan 14:26; 17:15-17; Hebreos 13:12; Hechos 1:8

—21—
Día Diecinueve
Fe en contra de la razón
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden;
pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
– 1 Corintios 1:18

Vivimos en un mundo donde la habilidad de la hu-


manidad de razonar ha sido exaltada a los cielos. En el
último siglo hemos visto una expansión fenomenal de
los logros del hombre en las varias ciencias. Junto con
los avances ha venido un gran cambio de morales. De-
bido a estos cambios, el Cristianismo ha sido señalado
como anticuado y un obstáculo al progreso de la hu-
manidad. Los creyentes son despreciados por su “fe
ciega” y puntos de vistas conservadores.
Ahora si todos los problemas que han plagado a la
humanidad fueran solamente algunas cosas que leemos
en los libros de historia, uno podría discutir por la su-
premacía de la razón. Pero recoge un periódico y pron-
to verás que este mundo está en peor estado que jamás
haya estado. La gente dirá, “¡Todavía el hombre lo re-
solverá!” ¿Piensas así? ¡Sólo en tus sueños!
Sólo el Cristiano está situado sobre una fundación
firme—una que ha sido colocada por el Creador del
universo. Sí, nosotros creemos en un Dios que no
podemos ver. Sí, nosotros seguimos las palabras de un
Libro que tiene miles de años de edad. Y sí, nosotros
creemos en los milagros. Hemos visto vidas arruinadas
que fueron reclamadas, familias separadas que fueron
reunidas, drogadictos que fueron alivianados al instan-
te, y cánceres que fueron curados. ¿Cómo? ¿Por medio
de la razón? ¡No, por medio de la fe en Dios! Entonces,
deja que la razón tome su lugar apropiado y no te dis-
culpes por tu fe en un Dios viviente.

Versículos Relacionados
Romanos 3:3-4; 2 Timoteo 3:7-9; Hebreos 10:38; 11:1,3,6

—22—
Día Veinte
El amor es práctico . . .
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor los unos con los otros. – Juan 13:35

¿Recuerdas cómo sentiste el amor de Dios cuando


Él te salvó? Junto con sentir el amor de Dios hacia ti,
sentiste amor por otros. Extender ese amor es parte de
tu llamada Cristiana. Pero, ¿cómo extiendes el amor?
A menudo acciones pequeñas muestran el amor de
Dios mejor. Quizás un amigo está molesto y necesita
un buen escuchador. O quizás tú conoces a una perso-
na de edad que apreciaría que alguien le lleve a la tienda
o un amigo enfermo que carece de una comida. Hacer
amigos con una persona nueva en tu clase en la escuela
puede mostrar amor, y ciertamente una sonrisa puede
ayudar a un conocido desalentado.
Tus asociados verán el amor de Dios a través de
cómo actúes en la escuela o en el trabajo. ¿Eres confia-
ble? ¿Llegas a tiempo? ¿Eres honesto y paciente? ¿Tratas
de ser atento con otros? Mientras estas cosas quizás pa-
recen no tener relación, ayudan a otros a observar que
Dios está en ti.
También tu familia observa tu vida. Ellos ven el
cambio que hace la salvación en el modo que vives y
respondes a ellos. Un esposo o esposa ve el amor de
Dios en un compañero desinteresado. Los niños lo ven
en un interés consistente. Y los padres lo ven en los
niños obedientes.
Mostrando el amor de Dios lleva práctica. Mientras
más lo haces, más te darás cuenta de las oportunidades
de hacerlo de nuevo. Y se vuelve más fácil, mientras
más trabajas con él. Todos los días tenemos la opor-
tunidad de mostrar el amor de Dios a alguien. Así que,
abre los ojos y busca las pequeñas oportunidades.

Versículos Relacionados
Juan 15:12; 1 Tesalonicenses 3:12; 1 Pedro 1:22
—23—
Día Veintiuno
¿Qué sucede si tú fracasas?
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros
la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. –
Filipenses 1:6

Haces algo e instantáneamente sientes que no estaba


correcto. El Señor te reprende y sabes que Él no está
complacido. Pero el diablo lo lleva más adelante. Él te
grita en los oídos, “¡Ríndete! Mira lo que has hecho. No
puedes ser un Cristiano victorioso. ¡Mejor sería que re-
nunciaras ahora!” ¡No escuches!
Recuerda que el diablo está presto para enviarte al
Infierno. Si él puede hacer que abandones, porque hi-
ciste algo que no debiste hacer, entonces él ha ganado
una victoria. Pero el Señor quiere que vayas al Cielo.
Él es un Dios de misericordia y Él trata con cada uno
de nosotros individualmente. Él mira en tu corazón
y ve si tus motivos son correctos. Él sabe si tú tienes
un propósito honesto para servirle. También Él sabe
cuándo le estás dando lo mejor de tu esfuerzo, y Él te
empujará si no lo estás.
Es importante ir al Señor con un corazón honesto y
pedirle que te perdone. Dile que quieres asegurarte que
tu relación con Él está en orden.
Ya que somos hijos de Dios, como nuestro Padre, Él
nos corregirá y nos castigará. Trata de ser sensible a los
chequeos que indican que le has agraviado. Entonces
ponte listo a prestarle atención a Su corrección y pide
Su ayuda para hacerlo mejor la próxima vez. Él es un
Padre paciente y se regocijará sobre cada victoria que
ganes.

Versículos Relacionados
Salmo 138:8; Filipenses 4:13; Hebreos 7:25; 1 Juan 2:1;
Judas 24

—24—
Día Veintidós
¡Mi pasado no me deja en paz!
Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás,
y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. –
Filipenses 3:13-14

Una y otra vez actúan en la pantalla de tu mente. Los


fracasos, las experiencias que deseas que pudieras olvidar,
los momentos oscuros de tu pasado que ahora te llenan de
vergüenza. ¿Cómo puedes liberarte de la tiranía de ayer
sobre hoy? ¿Cómo puedes perdonarte a ti mismo por lo
que has hecho?
Ante todo, date cuenta que a Satanás le gusta actuar
como proyeccionista de memorias para los Cristianos. Se
deleita en recordar el pasado con la esperanza de que pue-
de llevarnos de nuevo a la oscuridad que dejamos atrás. Y
algunas veces le ayudamos mencionándole otra memoria
y diciendo, “Sí, eso fue malo. Vamos a pensar en éste ahora
. . .” ¡Olvídalo! Cuando él se acerca, queriendo recordar el
pasado, piense en la memoria cuando convertiste tu vida
a Dios, entonces ¡sal de la conversación!
Cuando la Sangre de Jesús te limpió de tus pecados, tu
registro fue aclarado completamente. Puedes estar seguro
que no es Dios que atormenta tu mente con los fracasos
del pasado. De modo que resiste en pensar acerca de las
cosas que no pueden ser cambiadas y concéntrate en ha-
cer tus acciones placenteras al Señor hoy.

Versículos Relacionados
Salmo 103:10-12; Miqueas 7:18-19; Hebreos 10:17

—25—
Día Veinititrés
¡Este mundo no es tu hogar!
Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo
arquitecto y constructor es Dios. – Hebreos 11:10

Abraham es una de las figuras centrales en la his-


toria del Antiguo Testamento. Debido a su ejemplo de
completa esperanza y confianza en Dios, nos referimos
a él como el padre de la fe. Haríamos bien en imitarle.
Él era un hombre rico, pero difería grandemente
de la mayoría de los hombres ricos de nuestros días.
¿Cómo? Él no estaba atado a sus riquezas. Y no mi-
raba a este mundo como su hogar. Se consideraba a sí
mismo un viajero en esta tierra, no un residente.
Probablemente fuiste criado con la expectativa
de hacer de este mundo tu hogar. Pero al llegar a ser
Cristiano, un nuevo entendimiento es manifestado. Te
das cuenta de que tienes un alma que no muere y que
quiere llegar al Cielo. Una cosa que te ayudará a alcan-
zar esta meta es empezar a pensar en el Cielo como tu
hogar. Mientras hagas esto, tus decisiones estarán basa-
das sobre esta convicción. No querrás hacer nada que te
impida llegar allá. No permitirás que llegues a estar tan
atado a las cosas materiales que tu perspectiva del Cielo
llegue a opacarse. Querrás permanecer en contacto dia-
riamente con el Cielo de modo que serás reconocido
cuando llegues. Y estarás estimulando a otros a ir allá
también.
Mientras tanto, tendrás que hacer lo mejor aquí.
Atiende fielmente a lo que necesita atención, pero ¡vive
con un deseo del Cielo!

Versículos Relacionados
Mateo 6:19-21; Colosenses 3:2; 1 Timoteo 6:7-11;
Hebreos 11:8-10,13-16; 1 Juan 2:15

—26—
Día Veinticuatro
Un Dios de misericordia y juicio
Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no
hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.
– Santiago 2:13

El gobierno de Dios tiene dos sellos distintos. Uno


es que a pesar de la jactancia vana del hombre, la jus-
ticia será repartida sobre este mundo depravado. Dios
es un Dios de juicio. El otro es esa abundante e inmere-
cida misericordia que está disponible al hombre caído.
Dios es un Dios de misericordia.
Por misericordia, has encontrado perdón de tus pe-
cados. Donde una vez enfrentaste juicio y muerte eter-
na, ahora tienes la esperanza de vida eterna. Gracias a
Dios por la misericordia.
Pero no te olvides del juicio. Sí, cuando estés débil,
si caes, hay misericordia disponible cuando humilde-
mente le solicitas a Dios por ella. Ciertamente Él te
restablecerá en tales tiempos. Pero si presumes sobre
Su misericordia y empiezas a vivir tercamente una vida
contraria a Su Palabra, estás en peligro de dejar el rei-
no de la misericordia y entrar a los salones oscuros del
juicio.
Algunos han tratado de convencerse a sí mismos de
que la misericordia y gracia de Dios cubren cualquier
cosa, y que no importa su actitud. El juicio está echado
junto con las Escrituras que lo prometen. No, necesita-
mos esforzarnos en caminar humildemente delante de
Dios, siempre agradecidos por Su misericordia, pero
nunca aprovechándonos de ella. Con esta clase de ac-
titud, sabremos de primera mano el significado de las
palabras, “y la misericordia triunfa sobre el juicio”.

Versículos Relacionados
Salmo 89:14; Efesios 2:4-5; Hebreos 9:27-28

—27—
Día Veinticinco
Compromiso y abnegación de sí mismo
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y
tome su cruz, y sígame. – Mateo 16:24

Vivimos en un mundo donde la indulgencia por sí


mismo es una actitud aceptada. Mientras la gente quizá
admire a uno que vive para otros, raramente sigue el
ejemplo, prefiriendo ser más parte de la generación del
yo.
Tristemente, esta actitud se ha deslizado en las igle-
sias. Dios es renombrado como un Padre cariñoso es-
perando derramar salud y riqueza sobre Sus seguidores
concentrados en sí mismos. Esto no es el Cristianismo
de la Biblia. Jesucristo claramente llama a Sus discípu-
los a una vida de abnegación de sí mismos y servicio a
otros. Él sabía que las tendencias del corazón humano
eran egoístas. De manera que señaló a aquellos que le
siguieron a una cruz que tenían que cargar.
¿Y qué es esta cruz? La cruz es un instrumento de
muerte. En tu vida, debe de significar la crucifixión de
ti mismo, de modo que Cristo pueda reinar supremo en
tu corazón. Una vez que Él es entronizado allí, puede
usarte en formas maravillosas. Serás un canal de com-
pasión a un mundo que está lastimado. Tú les enseñarás
el camino de la vida a aquellos que están en dirección a
una muerte eterna. Y conocerás el gozo supremo cono-
cido solamente por aquellos que han entregado sus
vidas para el Señor.
Para que esto suceda, debes decidir que tomarás tu
cruz diariamente. ¿Será fácil? No, la muerte de ti mis-
mo nunca es un proceso sin pena, pero asegúrate de
que nunca te arrepentirás de haberlo hecho así.

Versículos Relacionados
Mateo 10:38-42; Filipenses 2:4-8; 1 Juan 3:14-23

—28—
Día Veintiséis
¡Oye! ¡Está sucediendo una guerra!
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes. – Efesios 6:12

¿Comprendiste que al escoger servir al Señor te es-


tabas alistando para la batalla? Satanás no está contento
acerca de tu decisión de seguir a Cristo. Sus formida-
bles fuerzas espirituales están diariamente colocadas
contra ti, esperando recobrar el súbdito perdido de su
maestro.
¡Y la pelea puede ser intensa! El diablo sabe que un
soldado sin experiencia es más fácil de derrotar que
el guerrero habituado. Él pondrá pensamientos en tu
mente y entonces te acusará de pecar por pensar en
ellos. Él tratará de hacer la antigua vida atractiva. Él
no se detendrá ante nada al tratar de atraparte. Pero no
temas, si estás decidido a tener victoria, Dios estará allí
para ayudarte.
Debes darte cuenta de que por naturaleza tratamos
de evitar conflictos. Aun aquellos que disfrutan oca-
sionalmente de escaramuzas llegan a estar cansados del
combate extenso. Necesitamos entender que el camino
Cristiano siempre será una batalla. La intensidad quizá
varíe de día en día, pero mientras continuemos avan-
zando hacia el Cielo encontraremos resistencia. De
modo que ¡fíjate en tu mente que responderás al de-
safío y pelearás hasta que el Capitán diga que es tiempo
de bajar las armas para irte a Casa!

Versículos Relacionados
2 Corintios 10:3-6; Efesios 6:10-18; 1 Timoteo 1:18-19;
6:12

—29—
Día Veintisiete
¿Estás andando en la luz?
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el
que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de
la vida. – Juan 8:12

Imagínate a ti mismo en un viaje a una tierra in-


creíblemente hermosa. Entre tú y tu meta hay un viaje
lleno de trampas, senderos confusos y bandidos vi-
ciosos. Dada una selección, ¿preferirías viajar por este
camino en oscuridad o en la luz?
¡Por supuesto querrás tanta luz como sea posible!
Bueno, tu viaje al Cielo sigue justamente este tipo de
camino. Felizmente, Jesús está allí para ser tu Luz y tu
Guía. Pero es vitalmente importante que no corras por
delante o te quedes atrás de Él. Si lo haces, te encon-
trarás viajando en una luz opaca sin protección y guía.
¿Cómo puedes estar seguro que estás andando en la
luz? Mantente cerca de Jesús por medio de la oración y
la lectura de Su Palabra. Ten compañerismo a menudo
con otros que están viajando en la luz. Mientras apren-
des más acerca de lo que significa ser un Cristiano, y
maduras espiritualmente, el Señor requerirá más de ti.
Está listo a obedecer. Si crees que sabes más que Dios,
te encontrarás corriendo por delante a la oscuridad. Y
si fallas en hacer las cosas que te han sido reveladas,
estarás quedando atrás de la luz. ¡Es mucho mejor que-
darse en unión con el Dador de la luz y evitar las tram-
pas a lo largo del camino!

Versículos Relacionados
Proverbios 4:18; Juan 12:35-36; 1 Juan 1:7

—30—
Día Veintiocho
Creciendo con Dios
Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. – 2 Pedro 3:18

¿Alguna vez has mirado a un niño estirarse mien-


tras mide su estatura? Oh, ¡cómo lucha para ser un
poquito más alto! “¿cómo puedo hacerme crecer por
mí mismo?”, él quiere saber. Un adulto sabio le expli-
caría, “¡No puedes! Crecer toma su tiempo. Pero aquí
está lo que puedes hacer: comer buena comida, hacer
mucho ejercicio y disfrutar de ser un niño. Crecerás lo
suficientemente pronto”.
Como un Cristiano nuevo, tal vez te encuentras
pensando en las mismas maneras como aquel niño.
¿Cómo puedes crecer espiritualmente? Bueno, el hecho
es que no puedes llegar a la madurez Cristiana de la
noche a la mañana. Mientras hagas lo mejor para se-
guir a Dios, Él cuidará de tu crecimiento. Su Palabra
promete, “El que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses
1:6). Está tranquilo, cuando Cristo esté morando en
ti, se está produciendo el crecimiento. Quizás no te dé
cuenta de esto, pero a la vez, ¡tampoco lo está un niño
recién nacido! ¡Y ve que tan rápido crece!
Tu parte no es complicada. Sencillamente está se-
guro de que no le pongas barreras al trabajo de Dios
en tu vida. Acepta lo que cada momento trae, bueno
o no tan bueno, como siendo justamente lo que Él ve
que tú necesites para el crecimiento en este momento.
Alimenta tu hombre espiritual a través de la lectura de
la Biblia y comunicación con Dios en oración. ¡Y re-
cuerda que vas a ser un aprendiz día a día para el resto
de tu vida!

Versículos Relacionados
Salmo 92:12; 2 Pedro 1:5-8
—31—
Día Veintinueve
¡Propagad las noticias!
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
– Marcos 16:15

Como un Cristiano nuevo, estás ansioso de decirles


a otros lo que ha pasado en tu vida. Quieres que conoz-
can el mismo gozo y paz que has encontrado sirviendo
al Señor. Pero al principio tu entusiasmo podría ade-
lantarse de tu conocimiento. Cuando la gente te acosa
con preguntas a las cuales todavía no tienes la respuesta,
lo encontrarás fácil de ser desbordado.
Ante todo, nunca tengas miedo de decir, “Yo no sé.
Sencillamente soy un creyente nuevo”. Si empiezan a
ridiculizarte por tu falta de conocimiento o por cual-
quier otra razón, saca tu arma secreta. Y ¿cuál es ésa?
Tu experiencia personal. Mientras ellos pueden refutar
tus creencias, no pueden refutar tu testimonio sin lla-
marte un mentiroso. Mientras les haces saber cómo el
Señor transformó tu vida, ¡no te sorprendas si dejan de
hablar! Justo como un testigo digno de confianza lleva
una carga significante en la corte, tu descripción de
haber pasado de la oscuridad a la luz afectará fuerte-
mente a otros.
Mientras madures espiritualmente, es crítico que
añades a tu conocimiento de modo que puedas ser un
testigo informado. Sabe por qué crees en lo que crees,
y está en la capacidad de respaldar tus creencias con
la Biblia. Un individuo armado con la Palabra de Dios
y una verdadera experiencia de renacimiento es una
herramienta poderosa en la mano de Dios para conver-
tir a otros. ¡Decide ser testigo para tu Salvador!

Versículos Relacionados
Mateo 5:14-16; Marcos 5:19-20; Hechos 1:8; 1 Pedro 3:15

—32—
Día Treinta
¡Lee el Libro!
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza
se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de
las Escrituras, tengamos esperanza. – Romanos 15:4

Las primeras semanas están detrás de ti y has tenido


un gran comienzo en tu vida Cristiana. Pero hay mucho
más que aprender. Y el estudio diario de la Palabra de
Dios es cómo se hace.
Hay muchas estrategias para estudiar tu Biblia. Trata
de seleccionar un tópico o tema y trázalo a través de
la Biblia. Analiza capítulos o libros cortos, resumiendo
los puntos principales. Salmos y Proverbios se prestan
ellos mismos a parafrasear. Tal vez disfrutes en sondear
el significado original de palabras claves. O puedes
investigar las vidas de héroes de la Biblia, tales como
Abraham, José, Daniel o Pablo. Y varía tus métodos.
Ora siempre antes de leer, pidiéndole a Dios que te
ayude a ver cómo las Escrituras que estudias se aplican
a tu vida. Aparta un tiempo específico cada día para el
estudio de la Biblia, en un lugar donde las distracciones
e interrupciones sean mínimas. Consigue una Biblia
para estudio con referencias recíprocas y una concor-
dancia. Pide a un ministro o a un amigo Cristiano que
te recomiende un Diccionario Bíblico, comentario u
otros libros. Mantén un récord de pensamientos espe-
ciales que el Señor trae a tu mente que se aplican a tu
propia vida.
Mientras avanzas en esta nueva aventura, recuerda
que quieres conocer a Dios, no solamente hechos acer-
ca de Él. Pon Sus Palabras en tu corazón, y entonces
obedece y aplica lo que aprendes.

Versículos Relacionados
Salmo 119:105; 2 Timoteo 2:15; 3:16

—33—
SP218 08/13
—34—
—35—
Publicado por la
Apostolic Faith Church
International Headquarters
6615 S.E. 52nd Avenue
Portland, Oregon 97206 USA
www.apostolicfaith.org

30 Days on the Road to Eternity SP218


—36—

También podría gustarte