Corrido de un señor que vendía periódicos con un pie malo

Voy a cantar un corrido de un señor que vi y recuerdo,

por su estado y que vendía periódicos por el centro.

No fue ningún personaje típico de Culiacán,

de Pirata ni un Cachito, sin un nombre que olvidar.

Cuando iba yo en la secu, que estudiaba en el Galicia,

lo veía de camino a la hora de salida.

Tenía un pie muy hinchado que no entraba en el huarache,

echó de menos un ojo, blanco del otro al purgarse.

Se ponía en el Garmendia, en la que fuera su esquina,

Rubí con Miguel Hidalgo, vendiendo su mercancía.

De sombrero y pantalón que dejaba el pie a la vista,

p’a que la gente comprara o le diera su propina.

Encima de los periódicos, así no le robarían

unas cajas de cerillos que escuchaba si movían.

La gente que iba pasando cuando quería comprarle,

aun fueran nomás cerillos, le hablaba para avisarle.

Aunque no sepa su historia, ni mucho menos el nombre,

era una imagen secreta, de Culiacán ese hombre.