Está en la página 1de 7

egunda Guerra Mundial

Desde septiembre de 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Isabel y su hermana
permanecieron en el castillo de Balmoral, Escocia, hasta la Navidad de 1939, cuando se
mudaron a Sandringham House en Norfolk.34 De febrero a mayo de 1940, residieron en Royal
Lodge, hasta que fueron trasladadas al castillo de Windsor, donde permanecieron la mayor
parte de los siguientes cinco años.35 La sugerencia del destacado político lord Hailsham36 de que
las princesas fueran llevadas a Canadá fue rechazada por la madre de Isabel, quien declaró:
«Las niñas no se irán sin mí. Yo no voy a dejar al rey. Y el rey nunca se irá». 37 En Windsor, las
princesas realizaron pantomimas en Navidad en ayuda de la Queen's Wool Fund —el Fondo de
Lana de la Reina—, que adquirió los hilados necesarios para confeccionar prendas militares. 38
En 1940, con catorce años, realizó su primera emisión de radio para el programa de
la BBC Children's Hour, donde declaró:39
Estamos tratando de hacer todo lo posible para ayudar a nuestros valientes marineros, soldados y pilotos,
y también estamos tratando de llevar nuestra propia parte del peligro y la tristeza de la guerra. Sabemos,
cada uno de nosotros, que al final todo estará bien.39

La princesa Isabel como subalterna segunda honoraria del


Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres en frente de una ambulancia del ejército, 1945.
En 1943, a la edad de dieciséis años, realizó su primera aparición pública en solitario en una
visita a la Guardia de Granaderos, de la que había sido nombrada coronel en jefe el año
anterior.40 A medida que se acercaba su 18.º cumpleaños, fueron modificadas las leyes para que
pudiera actuar como uno de los cinco consejeros de Estado en el caso de incapacidad de su
padre o por ausencia del mismo en el extranjero, como ocurrió cuando visitó Italia en julio de
1944.6 En febrero de 1945, ingresó en el Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres como Second
Subaltern (teniente segunda) honoraria con el número de servicio 230873.41 Se formó como
conductora y mecánica,42 y fue promovida a Junior Commander (capitán) honoraria cinco meses
después.43
Durante la guerra, se desarrollaron planes para sofocar al nacionalismo galés al afiliarse Isabel
más estrechamente con Gales.44 Los políticos galeses promovieron la propuesta de que se
convirtiera en princesa de Gales en su 18.º cumpleaños. La idea fue apoyada por el ministro del
Interior, Herbert Morrison, pero fue rechazada por el rey porque consideraba que era un título
que pertenecía únicamente a la esposa del príncipe de Gales. Además, este último siempre
había sido el heredero (por lo general, el hijo mayor del soberano) e Isabel era solo la heredera
legal y podría ser reemplazada en la línea de sucesión si el rey tuviera un hijo. 45 En 1946, fue
incluida en la comunidad galesa Gorsedd de Bardos en el Eisteddfod Nacional de Gales.46
Elizabeth (primera a la izquierda) en el balcón del Palacio
de Buckingham junto a su familia y Winston Churchill el 8 de mayo de 1945.
En el final de la guerra, en el Día de la Victoria en Europa, Isabel y su hermana se dispersaron
entre la multitud de forma anónima para celebrar en las calles de Londres. Más tarde, dijo en
una entrevista: «Les preguntamos a nuestros padres si podíamos salir y ver [la celebración] por
nuestra cuenta. Recuerdo que estábamos aterrorizadas de que fuéramos reconocidas...
recuerdo las filas de personas desconocidas uniendo sus brazos y caminando por Whitehall,
todos fuimos simplemente invadidos por una marea de felicidad y alivio».47 Dos años más tarde,
hizo su primera gira por el extranjero cuando acompañó a sus padres al sur de África. Durante el
recorrido, en una emisión especial a la Mancomunidad de Naciones el día de su vigésimo primer
cumpleaños, prometió: «Declaro ante ustedes que mi vida entera, ya sea larga o corta, será
dedicada a nuestro servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos
pertenecemos».48

Matrimonio

En el Palacio de Buckingham posando en una fotografía


tomada después de su boda. Retratados se encuentran su esposo Felipe, algunos familiares y
otros invitados, 1947.
Conoció a su futuro esposo, el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, en 1934 y lo volvió a ver
en 1937.49 Después de otra reunión en el Britannia Royal Naval College en julio de 1939, —con
tan solo trece años— se enamoró de Felipe, hijo de los príncipes Andrés de Grecia y Alicia de
Battenberg, y comenzaron a comunicarse por cartas.50 Se casaron el 20 de noviembre de 1947
en la abadía de Westminster. Ambos son sobrina y tío en tercer grado por parte del
rey Christian IX de Dinamarca y primos terceros por parte de la reina Victoria. Antes del
matrimonio, Felipe renunció a sus títulos griegos y daneses, se convirtió de la ortodoxia
griega al anglicanismo y adoptó la denominación de teniente Felipe Mountbatten, tomando el
apellido de la familia británica de su madre.51 Justo antes de la boda, fue designado duque de
Edimburgo y recibió el tratamiento de Su Alteza Real.52
El matrimonio no estuvo exento de polémicas: Felipe no poseía capacidad financiera, provenía
del extranjero (a través de un súbdito británico) y tenía hermanas que se habían casado con
nobles alemanes relacionados con los nazis.53 Marion Crawford escribió: «Algunos de los
consejeros del rey no lo creían suficientemente bueno para ella. Era un príncipe sin hogar ni
reino...».54 Si bien la madre de Isabel se opuso inicialmente a la relación,55 más tarde le dijo al
biógrafo Tim Heald que Felipe era un «caballero inglés».56
Recibieron 2500 regalos de boda provenientes de todo el mundo,57 aunque Gran Bretaña aún no
se había recuperado de la devastación de la guerra. Isabel, incluso, necesitó de cupones de
racionamiento para adquirir los materiales para su vestido de novia, diseñado por el
modisto Norman Hartnell58 en satén de color marfil y decorado con hilo de plata, bordados de tul
y 10 000 perlas blancas importadas directamente de América.59 Su ramo de orquídeas blancas y
de mirto, extraído del arbusto que había plantado la reina Victoria tras su boda, fue depositado
en la tumba del soldado desconocido, acto que su madre había realizado también en 1923.60
Tras la ceremonia religiosa, se ofreció una comida a los invitados en el palacio de Buckingham. 59
En la Gran Bretaña de posguerra, no era aceptable que las relaciones alemanas de la familia del
duque de Edimburgo fueran invitadas a la boda, incluyéndose a sus tres hermanas. 61 Una de las
notables ausencias fue Eduardo, el antiguo rey, que no fue invitado, mientras que su hermana,
la princesa María, se ausentó por problemas de salud. Ronald Storrs afirmó que no concurrió en
protesta por la exclusión de su hermano.62
La ceremonia estuvo oficiada por el arzobispo de Canterbury y el de York. 63 Se contó con la
presencia de ocho damas de honor, entre ellas la prima de Isabel, Margaret Rhodes. La boda
tuvo más de 2000 invitados y la radio BBC transmitió en vivo la celebración. El primer ministro
Winston Churchill definió el festejo como «un toque de color en el duro camino que debemos
recorrer». Michael Parker, amigo y secretario privado de Felipe, declaró que «[Felipe] se aburría
terriblemente con todas las obligaciones de la realeza, todos esos compromisos formales y
apretones de manos... No era lo suyo».64

Isabel y Felipe en 1950.


Isabel dio a luz a su primer hijo, el príncipe Carlos, el 14 de noviembre de 1948, menos de un
mes después de que Jorge VI emitiera una patente real, la cual permitía a sus hijos utilizar el
tratamiento y título de príncipe o princesa.65 La pareja tuvo una hija en 1950, la princesa Ana.66
Después de la boda, la pareja real residió en Windlesham Moor cerca del castillo de Windsor,
hasta el 4 de julio de 1949,57 cuando se instalaron en Clarence House, en Londres. Durante
repetidas ocasiones entre 1949 y 1951, el duque de Edimburgo fue destinado
al protectorado británico de Malta como oficial de la Marina Real. Tanto él como su esposa,
vivieron de forma intercalada, durante varios meses, en la aldea maltesa de Gwardamangia,
en Villa Guardamangia y en la casa alquilada del tío de Felipe, lord Mountbatten. Sin embargo,
sus hijos permanecieron en el Reino Unido.67

Reinado
Sucesión y coronación
Artículo principal: Coronación de Isabel II del Reino Unido
Isabel II y el duque de Edimburgo. Retrato oficial de la coronación, junio de 1953.

Ceremonia de coronación de Isabel II.

En diciembre de 1936 el rey Eduardo VIII del Reino Unido abdicó para poder contraer
matrimonio con la divorciada plebeya Wallis Simpson de Estados Unidos, convirtiendo a su
hermano menor Alberto en el nuevo monarca con el nombre de Jorge VI del Reino Unido y a su
sobrina Isabel en princesa heredera. Desde entonces, joven, pero decidida, comenzó a
configurar su imagen como futura reina. La salud de Jorge VI empeoró considerablemente
durante 1951 (se le diagnosticó cáncer de pulmón en septiembre,68 padeció una obstrucción
arterial y se le practicó una resección pulmonar)69 e Isabel pronto lo reemplazó en prácticamente
todos los actos públicos. En octubre de ese año, realizó una gira por Canadá y visitó al
presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman en Washington; en el viaje, su secretario
privado, Martin Charteris, llevaba consigo la declaración de adhesión, en caso de que el rey
muriera durante la gira.70 A principios de 1952, Isabel y Felipe partieron para una gira por
Australia, Nueva Zelanda y Kenia. El 6 de febrero de 1952, cuando apenas habían llegado a
Sagana Lodge —su residencia en este último país— y tras pasar una noche en el hotel
Treetops, recibieron la noticia de la muerte del rey.71 Felipe fue el encargado de transmitirle el
hecho a la nueva reina. Charteris le pidió que escogiera un nombre para desempeñar el cargo;
optó por Isabel, «por supuesto», según declaró.72 Fue proclamada reina y la comitiva real se
apresuró para regresar al Reino Unido,73 donde el matrimonio fue trasladado al palacio de
Buckingham.74
Con la adhesión de Isabel, parecía probable que la casa real llevase el nombre de su marido.
Lord Mountbatten pensó que se convertiría, a partir de entonces, en la Casa Mountbatten, ya
que Isabel habría tomado el apellido de Felipe tras el matrimonio. Sin embargo, la reina María y
el primer ministro británico Winston Churchill se manifestaron a favor de mantener el nombre de
la Casa de Windsor. El duque, por su parte, se quejó: «soy el único hombre en el país al cual no
se le permite dar su apellido a sus propios hijos».75 En 1953, después de la muerte de la reina
María el 24 de marzo de 1953 y la renuncia de Churchill en 1955, se adoptó el
apellido Mountbatten-Windsor para Felipe y los descendientes masculinos de Isabel que no
posean títulos reales.76
En medio de los preparativos para la coronación, la princesa Margarita informó a su hermana de
que quería casarse con Peter Townsend, un plebeyo divorciado dieciséis años mayor que ella y
con dos hijos de su anterior matrimonio. La reina les pidió que esperaran un año; en palabras de
Martin Charteris, «la reina fue naturalmente simpática con la princesa, pero creo que ella pensó
—más bien, esperó— que en un momento dado, el noviazgo terminara».77 Los políticos de alto
rango estaban en contra de la unión y la Iglesia de Inglaterra no permitía el matrimonio después
del divorcio. Si Margarita contraía matrimonio civil, tenía que renunciar a su derecho de
sucesión.78 Finalmente, decidió abandonar sus planes con Townsend.79 En 1960, se casó
con Antony Armstrong-Jones, I conde de Snowdon. La pareja se divorció en 1978 y Margarita no
volvió a casarse.80
A pesar del deceso de la reina María, diez semanas antes de la coronación, esta se celebró en
la Abadía de Westminster el 2 de junio de 1953. Antes de morir, la reina María había aclarado
que en caso de su fallecimiento la coronación no debía posponerse. Toda la ceremonia, con
excepción de la unción y la comunión, fue televisada por primera vez en la historia británica y la
cobertura fue fundamental para impulsarle popularidad al medio; el número de licencias de
televisión en el Reino Unido se duplicó a tres millones,81 y más de veinte millones de
espectadores vieron el evento en las casas de sus amigos o vecinos.82 En América del Norte,
poco menos de cien millones de espectadores vieron las transmisiones.83 Isabel lució un vestido
encargado a Norman Hartnell bordado, según sus instrucciones, con los emblemas florales de
los países de la Mancomunidad de Naciones:84 rosa
Tudor inglesa, cardo escocés, puerro galés, shamrock irlandés, zarzo dorado australiano, hoja
de arce canadiense, helecho plateado neozelandés, protea sudafricana, loto sagrado para India
y Ceilán, y trigo, algodón y yute para Pakistán.85 Fue la monarca que más tiempo ha reinado en
la historia británica. Solo otros cinco reyes y reinas han reinado al Reino Unido durante más de
cincuenta años: Victoria (sesenta y tres años), Jorge III (cincuenta y nueve
años), Enrique III (cincuenta y seis años), Eduardo III (cincuenta años) y Jacobo I (cincuenta y
ocho años).

Continuando con la evolución de la Mancomunidad de Naciones


Véase también: Mancomunidad de Naciones

La reina Isabel con el primer ministro australiano Robert


Menzies durante su primera visita a Australia en 1954.
A lo largo de su vida, fue testigo de la transformación progresiva del Imperio británico a
la Mancomunidad de Naciones. En el momento de su ascensión al trono en 1952, su papel
como jefe nominal de varios Estados independientes ya se encontraba establecido. 86 Entre 1953
y 1954, la reina y su marido se embarcaron en una gira de seis meses alrededor del mundo,
convirtiéndose en la primera reina de Australia y Nueva Zelanda en visitar estos países. 8788
Durante el recorrido, las multitudes que se acercaban eran inmensas; se calculó que tres
cuartas partes de la población australiana observaron pasar a Isabel.89 A lo largo de su reinado,
ha realizado numerosas visitas de Estado a otros países, en especial a aquellos pertenecientes
a la Mancomunidad de Naciones, lo que la llevó a ser la monarca que más ha viajado en la
historia de Reino Unido.90
En 1956, el primer ministro francés Guy Mollet y el primer ministro británico Anthony Eden,
debatieron sobre la posibilidad de incluir a Francia en la Mancomunidad de Naciones. La
propuesta nunca fue aceptada, y al año siguiente Francia firmó los Tratados de Roma, que
establecían la creación de la Comunidad Económica Europea, precursora de la Unión
Europea.91 En noviembre de 1956, Reino Unido y Francia invadieron Egipto en un intento
fallido por recuperar el canal de Suez. La polémica se desató cuando lord Mountbatten declaró
que la reina se opuso a la invasión, al tiempo que Eden negó tal afirmación y finalmente dimitió
dos meses después.92
La ausencia de un mecanismo formal en el Partido Conservador para la elección de un líder
significaba que, tras la dimisión de Eden, le correspondía a la reina decidir quiénes integrarían la
comisión para formar el nuevo gobierno. Eden recomendó a Isabel que lo consultase con lord
Salisbury (el lord presidente del Consejo). Lord Salisbury y lord Kilmuir (el lord canciller)
consultaron al Gabinete, a Winston Churchill y a los legisladores del Consejo de
Administración del Comité 1922; como resultado, Isabel nombró a su candidato
recomendado: Harold Macmillan.93
En 1957, la crisis de Suez y la elección del sucesor de Eden llevaron a la primera gran crítica
contra la reina. En una publicación editada y producida por lord Altrincham,94 él la acusó de
«haber perdido el contacto».95 Altrincham fue denunciado por varias figuras públicas y agredido
físicamente por un miembro del público enfadado por sus comentarios.96 Seis años después en
1963, Macmillan dimitió y recomendó a la reina de designar como primer ministro al conde
Home, consejo que siguió.97 También sería otra vez el blanco de las críticas por el
nombramiento del primer ministro con el asesoramiento de un pequeño grupo de ministros, o
solo uno de ellos.97 En 1965, los conservadores optaron por un mecanismo formal para la
elección de un líder, lo que la eximió de participar.98

Sentada junto a Philip en los tronos del parlamento canadiense,


1957.
En 1957, Isabel realizó una visita de Estado en representación de la Mancomunidad de
Naciones a los Estados Unidos, donde se dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En la misma gira, inauguró la vigésimo tercera sesión parlamentaria de Canadá, convirtiéndose
en el primer monarca de ese país en realizarlo.99 Dos años más tarde, volvió a visitar Estados
Unidos como representante de Canadá.99100 En 1961, realizó una gira
por Chipre, India, Pakistán, Nepal e Irán.101 Durante una visita a Ghana el mismo año, desestimó
los temores acerca de su seguridad, a pesar de que el presidente Kwame Nkrumah, quien la
había reemplazado como jefe de Estado, era un blanco para los asesinos.102 Harold Macmillan
escribió: «La reina siempre ha sido absolutamente decidida... Es impaciente con la actitud que
toman hacia ella como si fuera... una estrella de cine... de verdad tiene "el corazón y el
estómago de un hombre"... ama el deber y lo que significa el ser una reina». 102 En 1959, junto al
presidente Dwight D. Eisenhower, inauguró oficialmente la vía marítima del San Lorenzo,
sistema de esclusas, conductos y canales que permite a los buques oceánicos viajar desde
el océano Atlántico hasta el lago Superior.103
Sus embarazos de los príncipes Andrés y Eduardo en 1959 y 1963 respectivamente, fueron las
dos únicas ocasiones en las que la reina se ausentó en las ceremonias de apertura de las
sesiones parlamentarias del Reino Unido.104 Además de cumplir con sus actos tradicionales,
también instituyó nuevos hábitos. Su primer paseo real, rodeada por miembros del público en
general, tuvo lugar durante una gira por Australia y Nueva Zelanda en 1970. 105

Isabel (izquierda) con la primera dama estadounidense Pat Nixon,


1970; el presidente Richard Nixon queda tapado tras Isabel; les acompaña el primer ministro
británico Edward Heath.
Las décadas de 1960 y 1970 estuvieron marcadas por una aceleración de
la descolonización de África y el Caribe. Más de veinte países se independizaron del Reino
Unido como parte de una transición planificada hacia un gobierno autónomo. En 1965, sin
embargo, el primer ministro de Rodesia, Ian Smith, autoproclamó la independencia pese a la
oposición de los movimientos de los negros, retirándola de la Mancomunidad de Naciones.
Aunque la reina despidió a Smith en una declaración formal y la comunidad internacional aplicó
sanciones contra Rodesia, el régimen de Smith perduró por más de una década. 106

También podría gustarte