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OPINION CONSULTIVA OC-10/89

El gobierno de Colombia consulta si el artículo 64 facultaba a la Corte


Interamericana de Derechos Humanos a rendir opiniones consultivas a solicitud
de un Estado miembro de la OEA, sobre la interpretación de la Declaración
Americana de los Derechos Humanos del Hombre. Colombia como Estado
Miembro de la Organización tiene interés directo en el funcionamiento del
sistema americano de los derechos humanos, y por lo tanto, a la respuesta de
la opinión consultiva.
Algunos gobiernos sostienen que la presente solicitud de opinión consultiva es
inadmisible porque pide que se interprete la Declaración Americana, que no
puede considerarse un tratado según el art 64.1. Los representantes de EE.UU
estiman que esta Declaración no es un tratado y por lo tanto, la Corte no tiene
competencia según el art 64 para interpretarla.
La Corte considera que aun aceptando que la Declaración Americana no es un
tratado, esto no lleva necesariamente a la conclusión de que la solicitud del
Gobierno de Colombia sea inadmisible. El hecho de que la Declaración no sea
un tratado no significa que deba llegarse a la conclusión de que la Corte no
pueda emitir una opinión consultiva que tenga interpretaciones de la
Declaración Americana.
Cualquier consulta que se formule sobre una disposición de la Convención
como el mismo artículo 64, cumple con los requisitos de admisibilidad, la Corte
considera que es competente para rendir la consulta y por lo tanto la admite.
Para los Estados Miembros de la Organización, la Declaración Americana
constituye en relación con la Carta de la Organización, una fuente de
obligaciones internacionales. La fuente concreta de sus obligaciones en lo
que respecta a la protección de los derechos humanos es principalmente la
Convención.
La Corte decide que es competente para rendir la opinión consultiva. El artículo
64.1 de la Convención Americana la autoriza para a solicitud de un Estado
miembro de la OEA, rinda opiniones consultivas sobre la interpretación de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, dentro de los
límites de su competencia en relación con la Carta y la Convención u otros
tratados que hablen de la protección de los derechos humanos en los Estados
Americanos.
Que la Declaración no sea un tratado no significa que carezca de efectos
jurídicos.

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