El Sistema Genital Femenino:

1) Órganos Genitales Externos:

a. Vulva: se encuentra entre los muslos de la mujer. Está formada por
el clítoris, la abertura vaginal y dos repliegues de piel: uno exterior
(labios mayores) y uno interior (labios menores). A partir de la
En la pubertad, los labios mayores se cubren de vello. El clítoris es en
órgano formado por tejido cavernoso que al ser estimulado entra
en erección. Es análogo del pene en el hombre y es la región genital
más sensible en la mujer. La abertura vaginal o introito conecta
con los órganos genitales internos. A través de ella nace el bebé,
ingresa el pene durante la relación sexual y se libera la sangre en el
período menstrual. El hímen es una delgada membrana que cubre
el introito y que tiene uno o más orificios por los cuales sale el flujo
menstrual y cuando se desgarra sangra. Por debajo del clítoris se
encuentra el meato urinario por donde se libera la orina al exterior.

2) Órganos Genitales Internos:

a. Vagina: es un tubo muscular elástico que comunica el útero con el
exterior, es decir, une los órganos sexuales internos con la vulva. Se
ubica en la pelvis, entre la uretra y el recto y termina en un orificio
alrededor del cual se ubican los labios mayores.
b. Útero: es un órgano musculoso y hueco que está ubicado en la
parte inferior de la cavidad pélvica. Se asemeja a una pera
invertida. Está conformado por tres capas: una externa constituida
por tejido elástico, una intermedia formada por músculos lisos y
una interna llamada endometrio. El útero o matriz es una cavidad
que tiene 7 cm de longitud y 5 cm de ancho cuyas paredes están
preparadas para recibir el ovocito fecundado y alojarlo durante su
proceso de desarrollo. Es un órgano muscular que puede aumentar
mucho su tamaño y tiene la capacidad de contraerse.
c. Ovarios: tienen el tamaño de una almendra y se ubican en la
cavidad abdominal, en la región de la pelvis uno a cada lado del
útero. En los ovarios se originan y almacenan los ovocitos y
también se producen y liberan hormonas como el estrógeno y la
progesterona.
d. Trompas de Falopio: son dos conductos que se originan cerca de
cada ovario y que se extienden hasta el útero. Luego de su
liberación, el ovocito desciende por la trompa de Falopio, también
llamada oviducto, hasta el útero.
El Sistema Genital Masculino:
1) Órganos Genitales Externos:
a. Pene: situado en la región anterior de la pelvis y en estado de
reposo es laxo y móvil. Se compone de tres cuerpos tubulares
unidos: dos cavernosos que se comunican entre sí y uno esponjoso,
esencialmente muscular, situado en la parte posterior. Este cuerpo
esponjoso termina en la punta del pene, llamada glande, que es
una de las zonas de mayor sensibilidad en el hombre. En el glande
se abre un orificio: el meato uretral, que es donde desemboca el
conducto de la uretra y por donde sale tanto la orina como el
semen. Sin embargo, como tiene una estructura que regula cada
función, la orina y el semen nunca se juntan. El pene está
recubierto por una piel elástica llamada prepucio que se puede
replegar totalmente y dejar al descubierto al glande durante la
erección. Ambas estructuras están unidas por un ligamento
llamado frenillo. Debajo del prepucio se forma una sustancia
blanquecina con un olor característico que se puede eliminar con
buena higiene. El prepucio se puede cortar y muchas veces esta
operación se realiza por cuestiones religiosas o de higiene.

b. Escroto: es una bolsa de piel dividida en su interior en dos regiones

que alojan a los testículos y su función es de protección. Tiene la
característica de encogerse cuando está expuesta a temperaturas
bajas o en casos de excitación sexual. Tiene un aspecto rugoso, con
grandes y profundos pliegues y su color es algo más oscuro que el
del resto del cuerpo. En la pubertad, su piel delgada y sensible
empieza a recubrirse de vello.

2) Órganos Genitales Internos:

a. Testículos: son las glándulas sexuales masculinas. Son ovoides y
están ubicados debajo del pene entre los dos muslos. Se ubican
fuera del cuerpo y la temperatura óptima para su funcionamiento
es inferior a la del resto del cuerpo. Realizan una doble función:
fabrican los espermatozoides y producen hormonas como la
testosterona. Los testículos están formados por infinidad de
pequeños conductos rodeados de tejido, los tubos seminíferos que
se unen a otros más grandes que a su vez se reúnen en el epidídimo
(un tubo estrecho y alargado, situado en la parte superior del
testículo que conecta los conductos deferentes al reverso de cada
testículo. Está constituido por la reunión y apelotonamiento de los
conductos seminíferos). Los espermatozoides comienzan entonces
el recorrido desde los tubos seminíferos en dirección al epidídimo.
Luego pasan a la vesícula seminal por los conductos deferentes (un
par de tubos musculares rodeados de músculo liso, cada uno de 35
a 45 cm aproximadamente, que conectan el epidídimo con los
conductos eyaculatorios intermediando el recorrido del semen
entre éstos) y llegan al pene a través de la próstata, donde salen
por el meato urinario.
Ovogénesis y Espermatogénesis

La Producción de Óvulos:

La ovogénesis se produce en los ovarios. En cada ovario se generan antes del

nacimiento aproximadamente 400 mil ovocitos que permanecen inmaduros hasta la
estimulación de las hormonas en la pubertad.
Antes de la ovulación, el ovocito secundario comienza la meiosis II y se libera
del ovario. Si no es fecundado en su camino por la trompa de Falopio, degenera y
muere. Si se produce la fecundación, el ovocito secundario completa la meiosis II. El
ovocito alcanza el estadio de óvulo sólo si es fecundado: esto ocurre muy pocas horas
antes de que se forme la cigota.
El Ciclo Menstrual:

En este ciclo que se repite cada 28 días se producen dos procesos: la

maduración del ovocito y la secreción de hormonas sexuales.
Las hormonas que regulan el ciclo menstrual son producidas por los ovarios y
por la hipófisis. Esta glándula segrega dos hormonas que estimulan al ovario: la FSH
(folículoestimulante) y la LH (luteinizante), mientras que los ovarios segregan
estrógenos y progesterona. La hormona FSH induce al ovario para que una vez al mes
madure un ovocito, y la LH provoca la ovulación, es decir, la salida de ese ovocito del
ovario a la Trompa de Falopio:
1) Maduración del Ovocito y secreción de Estrógenos:

Los procesos que ocurren en esta etapa determinan que en uno de

los dos ovarios madure un ovocito que será liberado aproximadamente el
día 14 del ciclo. Este ovocito junto con las células que lo rodean que le
aportan protección y nutrientes forman el folículo de De Graaf. Al mismo
tiempo, el folículo produce y segrega estrógenos que estimulan la
formación de una capa del útero llamada endometrio. La maduración del
ovocito y la producción de los estrógenos en los ovarios están reguladas
por la hormona FSH.
2) Ovulación y secreción de Progesterona:

Alrededor del día 14 del ciclo, el ovocito es liberado desde el ovario

hacia la trompa de Falopio. En ese momento se produce un pico en la
producción de la hormona LH y el folículo libera el ovocito. Este proceso se
denomina ovulación y constituye el período de fertilidad en la mujer. Luego
de la ovulación, el folículo se transforma en una estructura llamada cuerpo
lúteo, que permanece en el ovario y produce la hormona progesterona que
continúa con los cambios iniciados por los estrógenos en el endometrio
uterino. El ovocito liberado ingresa a la trompa de Falopio que lo conduce
hacia el útero. Si el ovocito es fecundado, se forma el huevo o cigota que se
implanta en el endometrio uterino y comienza su desarrollo. Si el ovocito
no es fecundado baja la concentración en sangre de las hormonas, lo que
provoca que parte del endometrio se elimine.

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La menstruación consiste en el flujo sanguíneo liberado al exterior
a través de la vagina que contiene partes del endometrio que se
desprendieron del útero. Es un proceso que suele durar entre 3 y 5 días. El
primer día de la menstruación se considera el primer día del ciclo
menstrual.

La Producción y el Transporte de los Espermatozoides:

La espermatogénesis requiere de alrededor tres semanas para completarse.

Una vez maduros se componen de cabeza, cuerpo y cola. En general, pueden
mantenerse activos unas 72 horas dentro del sistema genital femenino. Se desarrollan
en los testículos y pasan por el epidídimo donde ganan movilidad. El epidídimo se
encuentra por encima del testículo. Es una estructura integrada por el enrollamiento de
pequeños tubos y constituye el primer segmento del conducto espermático. El
epidídimo se continúa en el conducto deferente, un canal por el que los
espermatozoides que maduraron en los testículos inician el ascenso hacia las vesículas
seminales. Los conductos deferentes entran en la próstata para desembocar en la
uretra.
Las vesículas seminales son sacos situados debajo de la vejiga urinaria donde
se produce un líquido viscoso llamado seminal, que es parte del semen y aporta a los
espermatozoides sustancias nutritivas y de protección y facilita su desplazamiento.
La próstata es una glándula situada entre la vejiga, la uretra y el recto donde
confluyen la vía seminal y la urinaria. Esta glándula segrega un fluido viscoso y
blanquecino llamado líquido prostático. Ambos líquidos, el seminal y el prostático,
junto con los espermatozoides forman el semen, el líquido blanco y viscoso que se
expulsa a través de la uretra al producirse la eyaculación. En cada centímetro cúbico de
semen hay aproximadamente 20 millones de espermatozoides.
La eyaculación es la expulsión del semen que se produce a través de la uretra
por contracciones musculares del pene. Esto ocurre durante el coito, la masturbación y
a partir de sueños (poluciones nocturnas). No siempre una erección provoca una
eyaculación.
Las glándulas bulbouretrales o de Cowper son dos pequeñas estructuras
ubicadas debajo de la próstata que segregan un líquido que limpia y lubrica la uretra.
Esta secreción puede contener espermatozoides y puede transmitir bacterias y virus
como el VIH.
La uretra está conectada con la vejiga urinaria y con las vías genitales. Es un
conducto que atraviesa la próstata hasta llegar al final del glande, donde se ensancha,
formando el meato urinario, que es por donde salen la orina y el semen.

La Concepción:

Es el encuentro de las gametas que se fusionan dando origen a un nuevo ser

humano. Se divide en las siguientes etapas:
1) Los espermatozoides contienen en su cabeza una enzima llamada acrosina, que
los conduce hacia el ovocito y facilita su ingreso a la zona pelúcida que rodea al
ovocito y lo protege del medio.
2) Cuando un espermatozoide penetra en el ovocito, la zona pelúcida se hace
impermeable a la entrada de otros esperamtozoides y el ovocito es estimulado
para completar la meiosis y dar origen al óvulo. En cambio, si no hay
fecundación el óvulo nunca se forma.
3) El espermatozoide sufre modificaciones: la cola degenera, el núcleo se alarga y
se fusiona con el núcleo del ovocito. De esta manera el óvulo se convierte en un
huevo o cigota con 46 cromosomas.
Luego de la fecundación, el huevo o cigota comienza a dividirse en células
de igual forma, tamaño y cantidad de cromosomas formando la mórula, de
aspecto similar a una mora. Las células siguen dividiéndose, diferenciándose y
desplazándose, dando lugar a una estructura hueca que se denomina blástula. En
este estado llega a las paredes del útero donde se adhiere y se produce la
implantación o nidación. Desde la fecundación hasta la implantación transcurre
aproximadamente una semana.
El Embarazo:

Tiene una duración aproximada de 40 semanas a partir del último período

menstrual y se divide en tres etapas que abarcan 12 o 13 semanas cada una. Durante
la primera etapa la embarazada sólo siente cambios en su interior ya que no hay
muchos cambios externos. Los síntomas más significativos son el cese de la
menstruación, hinchazón en los pechos, mayor sensibilidad emocional, cansancio,
mareos, náuseas y vómitos. En la segunda etapa disminuyen las náuseas y vómitos,
aumenta el apetito y la embarazada aumenta de peso. El tamaño del útero crece, lo
que puede provocar molestias. En la tercera etapa el bebé ya es más grande lo que
implica que el abdomen de la madre crezca considerablemente. Esto trae síntomas
como dificultad para respirar, molestias y variaciones en el ritmo del sueño.
El Desarrollo de un Bebé:

La placenta es un órgano efímero que se desarrolla luego de la fecundación y

se pierde en el parto. Se conecta con la pared del útero y con el feto mediante el cordón
umbilical que posee dos arterias y una vena. Este órgano tiene la función de brindar
oxígeno y nutrientes como aminoácidos, glucosa, ácidos grasos y hormonas que el bebé
necesita para el buen desarrollo de sus órganos. Además permite la eliminación de los
productos de excreción generados por la respiración y nutrición del bebé. Luego de la
fecundación comienza también la formación del líquido amniótico, cuya función es
proteger al feto dentro del abdomen materno:

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1) Primer Trimestre: (semanas 3 a 14). Se forman todos los órganos del futuro
bebé. En el primer mes se forma la médula espinal y se diferencia la
cabeza. En la cuarta semana el corazón empieza a latir. Durante el segundo
mes comienzan a desarrollarse la cara, los brazos y las piernas. En el tercer
mes el embrión tiene el aspecto humano y pasa a llamarse feto. Las piernas
y los brazos están bien formados, se mueven con facilidad y ya puede
conocerse su sexo.
2) Segundo Trimestre: (semanas 15 a 26). El cerebro se desarrolla
notablemente y comienza a responder ante los estímulos, como los sonidos
y la voz. Se reconocen momentos de sueño y vigilia. Los ojos y orejas
terminan de formarse. La mayoría de los órganos están desarrollados y
algunos comienzan con su funcionamiento natural. La piel es muy fina y
está cubierta por un material grasoso, llamado vérnix caseoso y un vello
muy delgado llamado lanugo. En este período aumentan los movimientos.
3) Tercer Trimestre: (semanas 27 a 40). El bebé almacena grasa como fuente
de energía y el líquido amniótico disminuye. Puede oír, ver y llorar. Su
sentido del gusto se desarrolla y puede abrir y cerrar los ojos. Sus huesos se
hacen más fuertes salvo los del cráneo que permanecen. Desaparece casi
totalmente el lanugo y terminan de formarse los pulmones. En el séptimo
mes se acomoda con la cabeza hacia la pelvis de la madre.

El Parto:

Es el momento de la separación entre la madre y el bebé. Comienza cuando el

bebé desciende a la cavidad pelviana con la cabeza dirigida hacia el cuello del útero
nueve meses después de la fecundación. Los signos más frecuentes del trabajo de parto
son la ruptura del tapón mucoso que cierra el cuello del útero, el desarrollo de leves
contracciones uterinas a intervalos menores de uno cada diez minutos, incremento de
la presión pélvica con aumento en las ganas de orinar, la destrucción de las
membranas que contienen al líquido amniótico, y como consecuencia, la producción de
secreciones con sangre:
1) Fase de Dilatación: se dilata el cuello del útero y las contracciones uterinas
aparecen con una frecuencia mayor cada 3 a 15 minutos y con intensidad
creciente. La duración de este período es variable y depende de si la madre es
primeriza o no.
2) Fase de Expulsión: se rompe la bolsa que contiene el líquido amniótico y el bebé
atraviesa el canal de parto, desde el útero hacia el exterior. La expulsión es
provocada por los pujos, contracciones uterinas involuntarias e intensas. Esta
etapa puede durar desde 30 segundos a varias horas.
3) Fase de Nacimiento: la madre expulsa la placenta, las membranas del feto y el
cordón umbilical. La duración de esta etapa es de entre 5 y 30 minutos.
4) Puerperio Inmediato: finaliza dos horas después del nacimiento. En este
período la madre y el niño deben ser supervisados por profesionales, ya que es
un momento delicado y vulnerable y las probabilidades de que se presenten
complicaciones son mayores.