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Jhos Brayans Sánchez Rodríguez

Corporación universitaria minuto de dios


Rectoría Santanderes / centro regional Bucaramanga
Especialización en gerencia en riesgos laborales, seguridad y salud en el trabajo

Noviembre de 2023
INTRODUCION

El presente trabajo tiene como objetivo identificar los riesgos psicosociales y su relación con el desempeño laboral, para ello se investigó en
base de datos y libros electrónicos con el fin de profundizar y conocer más sobre el tema , se buscando ampliar el conocimiento para tomar
medidas correctivas o preventivas en el campo de acción con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los trabajadores de las empresas y de
esta manera los resultados, este trabajo consta de cinco preguntas sobre los autores , modelos y normatividad vigente.
¿Cuáles son los modelos salutogenicos?

Actualmente se subraya la importancia de aquellos modelos por los cuales el hombre interactúa con su medio con posibilidades de
enriquecimiento y de desarrollo personal. Estos son los llamados modelos salutogénicos, que tienden a proveer de recursos contra la posibilidad
de enfermar y de propiciar cierta resistencia al distrés emocional generador de trastornos. Los más conocidos son el sentido de coherencia, el
patrón de resistencia o dureza personal (hardiness) y otros basados en el optimismo, la autoestima, el empeño personal, la teoría del control, etc.

- El sentido de coherencia es un constructo desarrollado por A. Antonovsky (102, 103), sobre la base de tres características fundamentales:
orientación salutogénica (dirigida a buscar indicadores del sujeto y del contexto social que favorezcan la salud y no que propicien la
enfermedad), enfoque transaccional y orientación generalizada. El origen de estos estudios tuvo lugar en observaciones de Antonovsky sobre
mujeres sobrevivientes a un campo de concentración, que a pesar de todos los rigores, conservaban una razonable salud física y mental. El lo
atribuyó a variables personales integradas en lo que luego denominó sentido de coherencia (SC). Estas mujeres con alto SC habrían desarrollado
mecanismos eficaces de adaptación. El SC resalta cómo la gente aborda el estrés en vez de insistir en el impacto negativo de los estresores.

Se refiere a una disposición (orientación) que permite encarar la vida y sus problemas de manera que se hace más fácil el afrontamiento al ver el
mundo como significativo, comprensible y manejable (102). Para Antonovsky (103) el SC no es un rasgo específico de personalidad, ni un estilo
particular de afrontamiento, es más bien una orientación global, generalizada, una habilidad para seleccionar el estilo correcto de afrontamiento
en una situación dada. No es una línea de conducta fija y preestablecida, sino más bien una estrategia general frente a los problemas y
dificultades de la vida. El pretende diferenciarlo de otros "recursos de resistencia generalizados" como la autoestima o el apoyo social, mientras
que el resultado de tales recursos es proporcionar al sujeto experiencias y situaciones favorables al desarrollo de la salud, el SC sería el
componente cognitivo resultante de tal conjunto de experiencias. Lo define (102, p. 10) como:

"...una orientación global que expresa hasta qué punto uno tiene la amplia, resistente y dinámica sensación de confianza en que los estímulos
provenientes del entorno (interno o externo) en el curso de la vida son estructurados, predecibles y manejables (comprensibilidad), los recursos
están disponibles para afrontar las demandas que exigen estos estímulos (manejabilidad) y estas demandas son desafíos que merecen una
inversión y un compromiso (significatividad)..."

Diferentes estudios han mostrado la incidencia positiva del SC sobre la salud y el bienestar: se ha encontrado que puntuaciones altas en SC
predicen mayor bienestar físico y psicológico, así como mejor habilidad funcional en las actividades cotidianas (104), también se ha reportado
una relación prospectiva con menores síntomas psicológicos (105, 106).

-Resistencia (hardiness), propuesto por S. Kobasa (107, 108). La perspectiva salutogénica y el enfoque activo y propositivo centrado en la
personalidad con comunes al SC y permiten considerarla como una realidad dinámica que establece una relación con la situación específica de
cada momento a partir del cambio y la interacción, y no solamente de la reacción pasiva a los estresores. Según Kobasa, en ella se involucran tres
dimensiones: implicación, que es la medida en la que el sujeto se involucra en las situaciones; reto, que es la medida en que el sujeto percibe que
las situaciones complicadas son una oportunidad para crecer, y control, que es la medida en que se está convencido de poder intervenir en el
curso de los acontecimientos. Para la autora, la personalidad resistente (PR.) lleva consigo menores consecuencias negativas del estrés.
Ha sido investigada en diferentes contingentes de personas (ejecutivos, inmigrantes, pacientes con artritis reumatoide, sujetos ante desastres,
choferes, médicos y enfermeras, abogados, sacerdotes, estudiantes, militares, asistentes sociales, etc.). Tiene en su base un enfoque teórico
existencial-humanista. Se ha intentado evaluar con varios instrumentos (escalas elaboradas por Bartone, Parker y Rendall, Campbell y cois, en la
década del 80) (109). Este vivir la vida a plenitud, con un sentinúento de competencia y una orientación productiva, no sólo protege al sujeto de
enfermedades y le proporciona salud y bienestar, sino que ante casos de enfermedad crónica grave o terminal, las personas con personalidad
resistente serán más sensibles al uso de medidas heroicas, lucharán contra el daño a la calidad de vida que podría provocar la enfermedad,
podrían, incluso, usar la mente como una medida heroica para la curación. Y en caso de fracaso, aceptarán con valor la muerte y dirigirán todos
sus esfuerzos para prepararse a sí mismos y a los demás a enfrentarla con optimismo (110). Diversos estudios realizados por la autora (1979) y
por otros investigadores (111-114) muestran que la PR está vinculada a una salud mejor.

Otras variables asociadas a los modelos salutogénicos son los de optimismo y autoestima. Se entiende por optimismo la inclinación a tener
expectativas favorables con la vida, lo cual ha sido relacionado con el bienestar físico y psicológico. Según Lazarus y Folkman (33) es un recurso
de afrontamiento proveedor de esperanza y posibilidades de superación de las condiciones más adversas, sea por controlabilidad, autoeficacia o
por una creencia específica de que alguien o algo va a resolver el problema. Se ha demostrado que los pacientes con optimismo tienen menos
síntomas físicos, se recuperan más rápido y mejor de problemas de su organismo. Así, por ejemplo, se le ha asociado como variable predictora a
la mejor recuperación en pacientes operados de bypass coronario (40). La autoestima, es una variable de la personalidad que indica la apreciación
y el valor que el sujeto se concede a sí mismo, es un componente afectivo de las actitudes hacia uno mismo. Ha sido tradicionalmente relacionada
con el afrontamiento de las situaciones problemáticas, y particularmente, con el estrés (115). La alta autoestima se encuentra asociada a la
sociabilidad, la motivación por el logro, el ajuste personal y los bajos niveles de ansiedad. Por otra parte, una baja autoestima está vinculada a
problemas psicosomáticos, aislamiento social, miedo al éxito, fracaso escolar, y a otros trastornos de la salud, como adicciones (40, 116). Se ha
encontrado que la baja autoestima está asociada a más síntomas (117. 118) y que ella incide en la salud mediante el desarrollo de conductas
saludables (119).
¿Cuáles con los modelos biopsicosociales?
¿Que son los riesgos psicosociales?

Son “aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo, el contenido del trabajo y
la realización de la tarea, y que se presentan con capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud del trabajador”. Lo complejidad de los
factores psicosociales se debe porque, a estas variables del entorno laboral, hay que añadir el conjunto de las percepciones y experiencias del
trabajador.

¿Cuál es la Normatividad Vigente de los Riesgos Psicosociales?

La resolución 2646 del año 2008 Por la cual se establecen disposiciones y se definen responsabilidades para la identificación, evaluación,
prevención, intervención y monitoreo permanente de la exposición a factores de riesgo psicosocial en el trabajo y para la determinación del
origen de las patologías causadas por el estrés ocupacional.

La resolución 2764 del 2022 Por la cual se adopta la Batería de instrumentos para la evaluación de factores de Riesgo Psicosocial, la Guía
Técnica General para la promoción, prevención e intervención de los factores psicosociales y sus efectos en la población trabajadora y sus
protocolos específicos y se dictan otras disposiciones.

¿Cuál es el rol del gerente de riesgos laborales SST, en el contexto de los riesgos psicosociales?
Además de evaluar e identificar los factores psicosociales que requieren intervención o fortalecimiento, debe definir las necesidades prioritarias,
y de manera interdisciplinaria establecer las acciones, estrategias y los planes para su intervención. suele encargarse de definir las políticas de
atención de los factores psicosociales, aprobar los planes, destinar los recursos para su implementación, proporcionar el apoyo a las iniciativas de
mejoramiento de las condiciones psicosociales y de salud de sus colaboradores, y finalmente hacer seguimiento a los resultados y
retroalimentarlos como parte del ciclo de mejoramiento.

¿Consultar autores y aportes a los riesgos psicosociales?

Siguiendo a Cox y Griffiths (1996), hijo de los riesgos psicosociales aquellos aspectos del diseño del trabajo, de la organización, de la dirección
y sus contextos sociales y organizacionales que tienen el potencial de causar daño psicológico o físico.

Lahera y Góngora (2002) los consideran como aquellas condiciones que se encuentran presentes en una situación laboral y que están
directamente relacionado con la organización, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que poseen capacidad para afectar tanto al
desarrollo del trabajo como a la salud física, psíquica o social del trabajador.

De acuerdo con la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo de la OIT (Sauter, Hurrel, Murphy y Levi, 2012) los factores
psicosociales en el trabajo comprenden aspectos del puesto de trabajo y del entorno laboral tales como el clima y la cultura organizacional, las
funciones laborales, las relaciones interpersonales en el trabajo y el diseño y contenido de las tareas. Así también, los factores psicosociales se
extienden al entorno existente fuera de la organización (demandas familiares, tareas domésticas) y a los aspectos del individuo (personalidad,
actitudes) que favorecen la aparición de estrés en el trabajo. Cabe destacar que en la literatura existen los factores psicosociales en el trabajo, así
como los factores psicosociales de riesgo y los factores de riesgo psicosocial, y los riesgos psicosociales. Por lo que a continuación se delimita
conceptualmente cada uno de ellos

Conclusión:

Los riesgos laborales no solo son aquellos que pueden provocar un accidente o una enfermedad, sino que tienen una concepción más amplia,
incluyendo también cuestiones relacionadas con la fatiga, el cansancio, y el bienestar y adecuado equilibrio psicosocial.

De ahí la importancia en la detección de posibles factores de riesgo y las medidas preventivas a llevar a cabo para reducir estos riesgos
psicosociales derivados de la propia organización del trabajo.

Un trabajador motivado, a gusto con su trabajo, en un clima laboral agradable, no solo es más productivo, sino también más feliz, tanto a nivel
individual como grupal, creando actitudes positivas, que repercuten tanto directa como indirectamente sobre la salud y el bienestar.
Bibliografía:

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Fidalgo, V.M., Gallego, F.Y., Ferrer, P.R., Nogareda, C.C., Pérez, Z.G. y García, M.R. (2009). Acoso psicológico en el trabajo: definición. Notas
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Hochschild, A. R. The managed heart: Commercialization of human feeling. Berkeley, CA: University of California Press. Wiley; 1983.

Moreno-Jiménez, Bernardo, Galvez Herrer, Macarena, Rodríguez Carvajal, Raquel, Garrosa Hernández, Eva. Emociones y salud en el trabajo.
Análisis del constructo de “Trabajo Emocional” y propuesta de evaluación. Revista Latinoamericana de Psicología, 2010, 42,1, 63-74.

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