Está en la página 1de 4

INTRODUCCIÓN

Vivimos en una época de cambios vertiginosos, donde la modernización y la globalización


han transformado drásticamente la forma en que vivimos y nos relacionamos. En este
contexto, los jóvenes enfrentan desafíos únicos en la construcción de su identidad. En las
siguientes diapositivas, explicaremos cómo estos cambios afectan a la juventud y su
búsqueda de identidad en un mundo en constante evolución.

DES.IDENTIDAD- DES.HABITACIÓN
Uno de los efectos más evidentes de la modernización global es la pérdida de identidad y
singularidad. Las fuerzas globales han llevado a la des-identificación de las personas,
haciendo que la cultura y las experiencias sean cada vez más homogéneas. Un ejemplo de
esto son los centros comerciales globales, que presentan diseños y ofertas idénticas en todo el
mundo, anulando la singularidad de las ciudades. Esta uniformidad puede hacer que los
jóvenes se sientan desapegados de sus raíces culturales y sociales, lo que plantea preguntas
importantes sobre quiénes son y dónde encajan en este nuevo mundo globalizado.

Un ejemplo de centros comerciales globales con diseños idénticos es la cadena de centros


comerciales "Westfield". Westfield es una de las principales marcas de centros comerciales a
nivel internacional y se caracteriza por ofrecer experiencias de compra muy similares en
diferentes ubicaciones de todo el mundo.

Por ejemplo, el "Westfield Stratford City" en Londres, el "Westfield Garden State Plaza" en
Nueva Jersey, y el "Westfield Sydney" en Australia, todos comparten características de diseño
y una variedad de tiendas y restaurantes que son prácticamente idénticos. Estos centros
comerciales son conocidos por su arquitectura moderna, tiendas de lujo y experiencias de
compra similares, lo que refleja la uniformidad en la oferta de bienes y servicios en el entorno
de compras globales. Este fenómeno ejemplifica cómo la modernización global puede llevar
a la pérdida de singularidad y diversidad en la experiencia de compra en todo el mundo.

Estética Postmoderna y Ciudades


La estética postmoderna ha remodelado nuestras ciudades de manera que parecen clónicas y
asépticas. Los espacios urbanos de todo el mundo están adoptando una apariencia similar, lo
que les hace ubicuos y desprovistos de singularidad. Esto puede hacer que los jóvenes se
sientan como si vivieran en un entorno sin historia ni identidad. Al mirar imágenes de
diferentes ciudades, es difícil distinguir entre ellas, lo que refleja la uniformidad impuesta por
la modernización global.

Un ejemplo tangible de cómo la estética postmoderna ha remodelado nuestras ciudades es la


proliferación de rascacielos de vidrio y acero en áreas urbanas de todo el mundo. Desde
Nueva York hasta Dubái, vemos una tendencia en la arquitectura de edificios que comparten
características similares: fachadas de cristal reluciente, líneas limpias y minimalistas, y una
sensación de aséptica modernidad. Esta uniformidad arquitectónica puede hacer que las
ciudades se sientan intercambiables y desprovistas de singularidad
COMODIFICACIÓN DE LA CULTURA:
En este mundo moderno, la cultura se ha vuelto altamente comercializada. La cantidad de
signos y símbolos a menudo supera la profundidad de significado. Los jóvenes se enfrentan a
la comodificación de la cultura, donde los productos de consumo y las experiencias se
valoran más que la autenticidad cultural. Un ejemplo de esto es el rápido cambio de modas y
objetos de consumo. Las tendencias de moda vienen y van con una rapidez asombrosa, lo que
puede llevar a una búsqueda constante de satisfacción simbólica."

Un caso evidente de la comercialización de la cultura y la búsqueda constante de satisfacción


simbólica se encuentra en la industria de la moda rápida. Marcas como Zara son conocidas
por su capacidad para producir y lanzar nuevos diseños en un tiempo récord. Las tendencias
de moda cambian de una temporada a otra, a menudo impulsadas por las redes sociales y las
celebridades. Lo que era popular hoy puede ser obsoleto en cuestión de semanas.

Los jóvenes se ven bombardeados con productos de consumo que les dicen qué es lo que
deben tener y usar para estar a la moda. Esta constante rotación de modas puede llevar a una
búsqueda incesante de satisfacción simbólica a través de la adquisición de ropa y accesorios
que a menudo carecen de profundidad cultural o significado. La moda se ha vuelto un
ejemplo destacado de cómo la comercialización y la rapidez de cambio pueden influir en la
percepción de identidad y autenticidad en el mundo moderno."

JUEGOS Y SIMULACROS
Texto: "La cultura de los videojuegos y la simulación ha despojado la narración y la
profundidad de significado. Los jóvenes se sumergen en experiencias efímeras de simulación
y textura, donde la narración y la historia quedan en segundo plano. Es como entrar y salir del
efecto de una droga. Estas experiencias son altamente adictivas y, aunque proporcionan
entretenimiento, también plantean preguntas sobre cómo estas experiencias afectan la
identidad y la percepción de la realidad de los jóvenes.

"Un caso notorio de cómo la cultura de los videojuegos puede despojar la narración y la
profundidad de significado es el juego 'Flappy Bird' que se convirtió en un fenómeno viral en
2013. En este juego, los jugadores controlan a un pájaro que debe navegar a través de una
serie de tuberías saltando repetidamente. El juego carece de una narrativa o una historia
significativa, y la mecánica principal es extremadamente simple.
A pesar de su simplicidad, 'Flappy Bird' se volvió altamente adictivo para muchas personas,
en su mayoría jóvenes. Los jugadores se sumergieron en experiencias efímeras de simulación
y textura, donde la narración y la profundidad de significado quedaron en un segundo plano.
Era como entrar y salir del efecto de una droga, ya que los jugadores intentaban superar sus
propios récords y competir con otros.

MODOS Y CONSUMO EFÍMERO

La moda y el consumo efímero son ejemplos notorios de la modernización global. Las


tendencias de moda cambian rápidamente, y los objetos de consumo se vuelven obsoletos en
poco tiempo. Los jóvenes a menudo se sienten presionados para mantenerse al día con estas
tendencias, lo que puede generar un sentimiento de insatisfacción constante. La cultura del
consumo promueve la identificación con productos, pero esta conexión es fugaz y, a menudo,
costosa de mantener.

Un ejemplo contemporáneo de la moda y el consumo efímero en la modernización global se


encuentra en la creciente popularidad de los 'sneakers' de edición limitada. Estas zapatillas
deportivas, a menudo colaboraciones entre marcas de renombre y celebridades, se lanzan en
cantidades limitadas y se agotan rápidamente.
Los jóvenes, en particular, se sienten atraídos por estas zapatillas exclusivas, que a menudo
tienen diseños únicos y atractivos. Sin embargo, la rapidez con la que se lanzan nuevas
ediciones y la alta demanda pueden hacer que mantenerse al día con estas tendencias sea un
desafío y, a menudo, costoso. Los precios inflados en el mercado secundario pueden convertir
estas zapatillas en objetos de consumo de alto costo.

DESCONTENTO SOCIAL Y VIOLENCIA

El descontento social es una consecuencia preocupante de la modernización global. Los


jóvenes, especialmente aquellos que enfrentan dificultades para acceder al mercado laboral,
pueden sentirse excluidos y desilusionados. Esto puede dar lugar a la violencia, ya sea en
forma de protestas políticas o delincuencia. Las imágenes de manifestaciones callejeras y
jóvenes manifestantes son ejemplos de cómo este descontento social puede desencadenar
acciones disruptivas.

Un ejemplo actual de descontento social y protestas juveniles se puede ver en el movimiento


global liderado por jóvenes preocupados por el cambio climático, encabezado por la activista
sueca Greta Thunberg. Estos jóvenes se han unido en manifestaciones y huelgas escolares en
todo el mundo para exigir medidas urgentes contra el cambio climático.
Su descontento se basa en la percepción de que las generaciones anteriores no han abordado
adecuadamente el cambio climático, lo que amenaza su futuro. Las imágenes de miles de
jóvenes manifestándose en las calles, llevando pancartas y exigiendo acciones concretas, son
ejemplos claros de cómo el descontento social puede llevar a la acción colectiva y disruptiva.
Este ejemplo ilustra cómo el descontento social puede manifestarse en formas de protesta y
activismo juvenil, lo que demuestra que los jóvenes no solo son afectados por la
modernización global, sino que también están dispuestos a tomar medidas para influir en su
futuro y el del planeta.

En resumen, la modernización global ha tenido un profundo impacto en la identidad, la


cultura y las experiencias de los jóvenes en todo el mundo. Ha llevado a la pérdida de
singularidad y autenticidad en diversas áreas, desde la arquitectura urbana hasta la moda y el
consumo. Los jóvenes se enfrentan a una cultura de consumo efímero, donde las tendencias
cambian rápidamente y la conexión con productos y experiencias es fugaz

También podría gustarte