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INDICE
PRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................4

RETIROS DE PENTECOSTÉS
Retiro para Niños y Preadolescentes……………………………………………………………………..5
Retiro para Catequistas………………………………………………………………………………..…..13

RETIROS PREVIOS AL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA


Retiro para Niños………………………………………………………………………………………..….20
Retiro para Papás y Padrinos…………………………………………………………………………….24

RETIROS PREVIOS AL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN


Retiro para Preadolescentes…………………………………………………………………………...…30
Retiro para Papás y Padrinos…………………………………………………………………………….36

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE TODOS LOS SANTOS


Propuesta de celebración…………………………………………………………………………………42

CELEBRACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS


Tema para Niños y Preadolescentes…………………………………………………………………….44

RETIROS DE ADVIENTO
Retiro para Niños y Preadolescentes……………………………………………………………………49
Retiro para Catequistas……………………………………………………………………………………54
Retiro para Papás……………..…………………………………………………………………………….61

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PRESENTACIÓN DEL SEGUNDO SUBSIDIO DE LA COMISIÓN DIOCESANA DE CATEQUESIS
DE NIÑOS Y PREADOLESCENTES

“Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28,19).

Que la paz y la alegría de Cristo resucitado esté en nuestros corazones para que movidos por el Espíritu
Santo, vayamos a proclamar la Buena Nueva del Evangelio a toda creatura, de manera especial a los
niños y preadolescentes de nuestras comunidades parroquiales.
A través de estas líneas me permito presentar a mis hermanos Sacerdotes y Diáconos, Hermanas
Consagradas y Catequistas, el segundo Subsidio que la Comisión Diocesana de Catequesis de Niños y
Preadolescentes ha preparado para este ciclo pastoral 2023.
La catequesis pertenece por derecho propio al gran proceso de renovación que la Iglesia está llamada a
realizar para ser fiel al mandato de Jesucristo de anunciar siempre y en todas partes su Evangelio (Mt
28,19).
La catequesis “persigue el doble objetivo de hacer madurar la fe inicial y de educar al verdadero discípulo
por medio de un conocimiento más profundo y sistemático de la persona y del mensaje de Nuestro Señor
Jesucristo” (Catechesi Tradendae 19).
Invito a todos los agentes de pastoral, de manera especial a los consagrados y catequistas, a que
aprovechen al máximo este subsidio, fruto del esfuerzo y dedicación de los miembros de esta Comisión
Diocesana. En este subsidio encontrarán los elementos necesarios para seguir alimentando y
desarrollando la fe de nuestros niños y preadolescentes, para que su vida cristiana se vaya configurando
cada vez más con Cristo.
“En la tarea de la evangelización la catequesis participa, según su propia naturaleza para que la fe pueda
ser alimentada constantemente y en consecuencia se traduzca en un estilo de vida que debe caracterizar
la existencia del discípulo de Cristo” (Directorio para la Catequesis 1).
El presente material será de gran ayuda para catequistas, padres de familia, padrinos, pero de manera
especial para los niños y preadolescentes que se preparan para recibir la Eucaristía o la Confirmación.
En el subsidio que ahora se les ofrece, encontrarán los elementos necesarios para su reflexión y
profundización sobre Pentecostés, la Eucaristía, la Confirmación, así como para vivir la Solemnidad de
todos los Santos, la conmemoración de todos los fieles difuntos y la vivencia del Adviento como tiempo de
preparación para la celebración de la Navidad.
Mi gratitud y reconocimiento a los miembros de la Comisión Diocesana de Catequesis de Niños y
Preadolescentes por el esfuerzo realizado para ofrecer a la Diócesis estos dos subsidios tan valiosos en
este año 2023. Que el Señor los bendiga y recompense.
Esperando que este segundo subsidio sea valorado, aprovechado y utilizado por nuestros catequistas y
catequizandos, así como por los padres de familia, consagrados y demás agentes de pastoral, los bendigo
de corazón.

+ MONS. JOEL OCAMPO GOROSTIETA.


Obispo de Ciudad Altamirano

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INTRODUCCIÓN

Queridos Sacerdotes, Diáconos, Religiosas y Catequistas:

Los sacramentos de la iniciación cristiana constituyen una unidad, porque «ponen los fundamentos
de la vida cristiana: los fieles, renacidos en el Bautismo, se fortalecen con la Confirmación, y son
alimentados en la Eucaristía» En efecto, es necesario reiterar que «somos bautizados y
confirmados en orden a la Eucaristía. Esto requiere el esfuerzo de favorecer en la acción pastoral
una comprensión más unitaria del proceso de iniciación cristiana» (NDGC 70).
La Comisión Diocesana de Catequesis de Niños y Preadolescentes de la Diócesis de
Cd. Altamirano, se alegra en presentar, el segundo subsidio correspondiente al año 2023, que es un
instrumento de apoyo, que quiere responder a la tarea que tiene la Iglesia en la Evangelización de
los niños que se están preparando al sacramento de la Eucaristía y Confirmación, de sus
catequistas, padres de familia y padrinos.

Este subsidio está distribuido de la siguiente manera:


 Retiros de Pentecostés. Este primer bloque contiene dos temas, uno para los niños y
preadolescentes y otro para los catequistas.
 Retiros para el sacramento de la Eucaristía y Confirmación. Es un momento
privilegiado para sensibilizar y concientizar a niños y preadolescentes, papás y padrinos,
sobre la importancia de los sacramentos que se van a recibir.
 Día de todos los Santos. Se propone que los niños y preadolescentes marchen por las
calles vestidos de santos, manifestando el amor de Dios en la Santidad.
 Fieles Difuntos. La muerte no es el fin, Cristo es la vida, por eso recordamos con
cariño a nuestros seres queridos que ya fallecieron.
 Retiros de Adviento. Es un tiempo especial que la Iglesia nos propone para
prepararnos a celebrar el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Esperamos que este material catequético sea de ayuda y contribuya en la evangelización.

Atte. La Comisión Diocesana de Niños y Preadolescentes.

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RETIRO DE PENTECOSTÉS PARA NIÑOS Y PREADOLESCENTES
TEMA: SERÁN MIS TESTIGOS
OBJETIVO: Los niños y preadolescentes de la Diócesis de Ciudad Altamirano, a través de la
oración, reflexión y meditación de la Palabra de Dios, acogen el regalo
del Espíritu Santo dado en Pentecostés para ser testigos del amor de
Dios.
AMBIENTACIÓN:
-Imagen de una paloma (Espíritu Santo).
-7 lenguas de fuego con los nombres de los dones del Espíritu Santo.
.Letreo con el nombre del tema.
-Custodia.
-Flores y veladoras.
-Post-it.
BIENVENIDA: Les damos la más cordial bienvenida a esta gran fiesta de Pentecostés con la
cual los cristianos clausuramos la pascua. Con alegría nos disponemos a participar y acoger el
regalo del Espíritu Santo. Juntos decimos: “Ven, Espíritu Santo y haznos tus testigos”.
CANTOS DE ANIMACIÓN AL ESPÍRITU SANTO: Ya llegó, es como un río, mi Dios está vivo,
baja el río, no hay Dios tan grande como tú.
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (de San Agustín)
Todos: En el nombre del Padre…
Catequista: Espíritu Santo,
Todos inspíranos, para que pensemos santamente.
Catequista: Espíritu Santo,
Todos: incítanos, para que obremos santamente.
Catequista: Espíritu Santo,
Todos: atráenos, para que amemos las cosas santas.
Catequista: Espíritu Santo,
Todos: fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.
Catequista: Espíritu Santo,
Todos: ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. Amén.
I. VEMOS LA REALIDAD
-Cada uno de nosotros tenemos a una o varias personas que nos aman mucho, que nos cuidan,
que recuerdan nuestro cumpleaños y nos dan regalos.
Imagina que estás en la playa, que tienes muchas ganas de entrar al mar y nadar en la orilla, al
saber que tus papás te están cuidando, entras al agua, juegas, nadas y te diviertes, porque sabes
que en caso de que necesites ayuda, siempre va a estar alguien para auxiliarte cuando sea
necesario.

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-Anota los nombres de cuatro personas que siempre te ayudan y cuidan.
Responde a la pregunta: ¿Quién es el Espíritu Santo?
-Se hace un plenario para compartir sus respuestas.
-Coméntales que el Espíritu Santo es llamado también el Espíritu de Dios o el Espíritu de Jesús y
que Él fue enviado como regalo para nosotros el día de Pentecostés, es decir 50 días después de la
Resurrección de Jesús y que nos quiere tanto como esas personas que hemos recordado.
II. ILUMINACIÓN
Lectura del libro de Hechos de los Apóstoles 1, 4-5.8
En una ocasión en que estaba reunido con ellos les dijo que no se alejaran de Jerusalén y que
esperaran lo que el Padre había prometido. «Ya les hablé al respecto, les dijo: Juan bautizó con
agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días.». Pero recibirán
la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria y hasta los extremos de la tierra.». Palabra de Dios.
Respondemos:
¿Cuál es la promesa que Jesús les hace a sus discípulos?
¿Qué sucede en los discípulos al recibir el Espíritu Santo?
¿De qué manera nos ayuda la fuerza del Espíritu Santo para ser testigos de Jesús?

La promesa del Padre: El Espíritu Santo.


El libro de los Hechos de los Apóstoles, escrito por el evangelista Lucas, comienza con la promesa
que Jesús Resucitado hace a los apóstoles poco antes de dejarlos para volver definitivamente al
Padre: recibirán la fuerza del Espíritu Santo para que sean mis testigos. Todos los cristianos hemos
recibido el Espíritu Santo como regalo en el bautismo, por eso, cuando el cristiano descubre a
través de Jesús lo que quiere decir ser hijo de Dios, descubre también que está enviado a construir
el reino de Dios y ser testigo de él en el mundo.
Jesús ordenó a sus Apóstoles, que esperaran la Promesa del Padre, de la cual tantas veces les
habló (Hech 1, 4-5; Lc 24, 49). Les aseguró: Les conviene que yo me vaya, para que venga a
ustedes el Espíritu Consolador: Jn 16, 7. Tan necesario es el Espíritu Santo, que hasta conviene
que Jesús nos deje. Voy a enviar sobre ustedes la Promesa de mi Padre. Permanezcan en la
ciudad, hasta que sean revestidos de Poder desde lo Alto. La Promesa no es algo, sino Alguien, el
mismo Espíritu Santo, que Jesús glorificado da, como río de agua viva, a los que creen en él (Jn 7,
37-38).
Para qué es prometido el Espíritu Santo.
 Nacer y hacernos criaturas nuevas animadas con el mismo Espíritu de Dios (Jn 3, 3; 2 Cor 5,
17).
 Cambiar nuestro corazón. Sólo el Espíritu Santo cambia nuestro corazón (Ez 36, 26).
 Ser revestidos de la Fuerza de lo Alto (Lc 24, 49).
 Ser testigos de Cristo Jesús (Hech 1, 8).

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 Guiarnos hasta la verdad completa y la verdad nos haga libres (Jn 8, 32; 16, 13).
Cumplimiento de la promesa: Pentecostés.
“Al llegar el día de Pentecostés estaban todos juntos en el mismo lugar. Y sucedió que de repente
sobrevino del cielo un ruido como de viento huracanado que invadió toda la casa en la que estaban.
Se les aparecieron lenguas como de fuego que se distribuían y se posaban sobre cada uno de
ellos. Y todos se llenaron del Espíritu Santo” (Hch. 2, 1-4).
Pentecostés: Cincuenta días después de la Resurrección del Señor (Pascua), mientras los
apóstoles estaban en oración, recibieron al Espíritu Santo y perdieron todos sus temores e
ignorancia, adquiriendo una gran decisión y conocimiento para predicar la doctrina de Cristo. De
esta misma manera el Espíritu Santo puede transformar nuestra vida haciéndonos sus testigos y
apóstoles.
La fuerza del Espíritu Santo para ser testigos: Dones y frutos.
El profeta Isaías anuncio que el Espíritu de Dios, traerá a quién es fiel, siete preciosos regalos o
dones (Is 11, 2).
Don de Sabiduría, Entendimiento, Fortaleza, Consejo, Ciencia, Piedad y Temor de Dios.
Cuando correspondemos con docilidad a sus inspiraciones, produce en nosotros frutos
innumerables como son:
Caridad, Gozo Espiritual, Paz, Paciencia, Magnanimidad, Bondad, Benignidad, Mansedumbre, Fe,
Modestia, Continencia, Castidad.
III. COMPROMISOS
-Pregunta a los niños y preadolescentes qué aprendieron hoy y pide que lo compartan con los
demás.
-Posteriormente se les entregará un post-it en el cual escribirán las acciones concretas que
realizarán para ser testigos de Jesús Resucitado.
IV. CELEBRACIÓN
Catequista: En este momento vamos a serenar nuestro cuerpo, dejar de pensar en todo
aquello que nos preocupa, todas las cosas que inquietan nuestro corazón y que es mejor ponerlas
en las manos de Dios, para dejarnos tocar por su amor, para sentir su presencia en este momento
de adoración, para aprovechar y platicar con Él de todo cuanto nos pasa: las cosas buenas y
también aquellos momentos no muy agradables.

Se expone el Santísimo mientras se canta: Dios está aquí.

Dios está aquí que hermoso es


Él lo prometió donde hay dos o tres
Quédate Señor, quédate Señor,
Quédate Señor, en cada corazón
Quédate Señor, Quédate Señor, quédate Señor en mí.

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El Espíritu de Dios se mueve,
Se mueve, se mueve,
El espíritu de Dios se mueve,
Dentro de mi corazón.

Tú hermano deja que se mueva,


Se mueva, se mueva,
Oh hermano deja que se mueva
Dentro de tu corazón.

Catequista: Cristo, presente en el Santísimo Sacramento, está aquí, para alimentarnos con su
amor. Nosotros, confiados en que Él nos escucha, le platicaremos todas nuestras inquietudes,
todos aquellos momentos en los que nos hemos alejado de su amor, esos momentos en que, por
miedo, por evitar que los demás se burlen de nosotros, hemos preferido callar o evitar dar
testimonio de nuestra fe en Jesús.

Vamos a quedarnos junto a María, la Esposa del Espíritu Santo, y contemplándola vamos a tratar
de imitar su docilidad a las inspiraciones del Dulce Huésped de su alma.

Todos: Mamá María, enséñanos a orar. Quédate con nosotros para que podamos recibir el
Espíritu Santo con las mismas disposiciones interiores con que tú lo recibiste el día de pentecostés.

VEN AHORA

Todos: Ven ahora, Santo Espíritu, deseamos tu presencia. Llévame al silencio


y muéstrame la gloria de Dios.

Catequista: Jesús, antes de subir al Cielo, prometió que nos enviaría el Espíritu Santo.

Todos: Él dijo: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo y seréis mis testigos”.

Catequista: Ven, Espíritu Santo, y enciende nuestros corazones.


Todos: con el fuego de tu Amor.
Catequista: Escuchemos la Palabra de Dios.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. 2, 1-4
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y
aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de
ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les concedía que se expresaran. Palabra de Dios.

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Momento de reflexión:
El Espíritu Santo ha estado desde la creación hasta el día de hoy con nosotros. El Espíritu Santo es
la tercera persona de la santísima trinidad. Fuimos bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu santo. El Espíritu santo poso sobre Jesús el día de su bautismo y en los apóstoles el día
de pentecostés y en nosotros el día de nuestro bautismo. Procuren ser siempre miembros vivos de
la Iglesia y esfuércense por ser servidores de cristo que vino a servir y no a ser servido. Con su vida
deben de dar siempre ejemplo de la verdad, honestidad del Evangelio.

Canto: Yo os daré la fuerza de mi Espíritu

Yo os daré la fuerza de mi Espíritu,


seréis mis testigos, venceréis el miedo,
porque yo os daré la fuerza de mi Espíritu.

El mensaje de Jesús no lo podían comprender,


pero antes de ir al Padre la promesa hizo Él.

Llegado Pentecostés, reunidos en un lugar,


se oyeron truenos y vientos y en fuego se vino a dar.

Catequista: Vamos a pedir con todas nuestras fuerzas la venida del Espíritu Santo sobre
nosotros para que nos transforme y podamos ser como el Señor espera de nosotros. (A medida que
se van pidiendo los dones, mientras el lector explica en qué consiste cada don, un catequista sale a
colocar una llama junto al dibujo del Espíritu Santo y todos cantan: Espíritu Santo ven).
Catequista: Ven, Dulce Huésped y danos el don de SABIDURÍA.
Todos: Para que podamos gustar de Dios. Ven Espíritu Santo.
Catequista: El don de SABIDURÍA nos permite ver las cosas como Dios las ve. Gustar de las
cosas del cielo, saborearlas. Valorar las cosas en su justa medida. Con este don se alcanza una
visión superior de las cosas terrenas para juzgarlo a la luz de Dios.
Todos cantan: Espíritu Santo ven, ven.

Espíritu santo, ven, ven (3)


En el nombre de Jesús.

Acompáñame, condúceme, toma mi vida.


Santifícame, transfórmame, ¡Espíritu Santo ven!

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Resucítame, conviérteme, todos los días.
Glorifícame, renuévame, ¡Espíritu Santo, ven!

Fortaléceme, consuélame de mis pesares


Resplandéceme, libérame ¡Espíritu Santo ven!

Ilumíname, inspírame, cuando decaiga


Aniquílame, consúmeme ¡Espíritu Santo ven!

Catequista: Ven, Maestro del alma y danos el don de ENTENDIMIENTO.

Todos: Para que podamos comprender la Palabra de Dios. Ven Espíritu Santo.

Catequista: El don de ENTENDIMIENTO convierte la fe en algo espontáneo y nos comunica


luces e ilustraciones para descubrir el verdadero sentido de la palabra divina de la Biblia, los
misterios de la fe.

Todos cantan: Espíritu Santo ven.

Catequista: Ven, dador de vida y danos el don de CIENCIA.

Todos: Para que siempre veamos las cosas como Dios las ve. Ven Espíritu Santo.

Catequista: El don de CIENCIA nos ayuda a ver a Dios en las maravillas de la creación y en el
dolor. Con él se llega a comprender el sentido divino de las cosas creadas y se ve con más
exactitud y claridad las verdades de la religión. Nos hace ver las cosas con la mirada de Dios.

Todos cantan: Espíritu Santo ven, ven.

Catequista: Ven, dador de Amor y danos el don de CONSEJO.

Todos: Para que comprendamos siempre qué debemos hacer. Ven Espíritu Santo.

Catequista: El don de CONSEJO nos enseña a buscar y a dar consejo conforme a la voluntad
de Dios. El alma sigue las inspiraciones de Dios y pone en práctica lo que es la voluntad de Dios. El
alma se orienta bien y sabe orientar a los demás. Es una luz mediante la cual el entendimiento
práctico ve y juzga con acierto lo que debe hacer y los medios a emplear.

Todos cantan: Espíritu Santo ven, ven.

Catequista: Ven, defensor y danos el don de FORTALEZA.

Todos: Para que tengamos la fuerza que necesitamos. Ven Espíritu Santo.

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Catequista: Por el don de FORTALEZA el Espíritu Santo nos ayuda a resistir ante las
tentaciones y nos impulsa para emprender nuevas metas en el camino hacia la santidad. Ayuda a
luchar con constancia. Nos da fuerza y valor para vencer todas las dificultades.

Este don es el que hizo a los mártires tan valerosos para confesar a Jesucristo; el que infunde
aliento e intrepidez a los misioneros; el que conforta a los cristianos para sufrir con resignación y
entereza las grandes cruces, las pruebas de la vida.

Todos cantan: Espíritu Santo ven, ven.

Catequista: Ven, Consolador y danos el don de PIEDAD.

Todos: Para que podamos tratar a Dios como Padre. Ven Espíritu Santo.

Catequista: El don de PIEDAD nos hace ver a Dios como Padre; nos da un respeto amoroso
para con nuestro Padre y entusiasmo por nuestros deberes de hijo. El que posee este don no sólo
evita el pecado mortal o venial, sino que se siente inclinado y movido a honrar y dar culto a nuestro
Señor, a darle gusto, a conversar con Él.

Todos cantan: Espíritu Santo ven, ven.

Catequista: Ven, Tercera Persona de la Santísima Trinidad y danos el don de TEMOR DE


DIOS.
Todos: Para que nunca ofendamos al Señor. Ven Espíritu Santo.
Catequista: El don de TEMOR DE DIOS nos da el sentido de la trascendencia y de nuestra
pequeñez para que así respetemos a Dios y huyamos de ofenderle. Es el temor a ofenderle. Este
temor nace del amor.

Todos cantan: Espíritu Santo ven, ven.

Todos: Secuencia al Espíritu Santo


Ven Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido.
Luz que penetras las almas, fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestros esfuerzos.
Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego.
Gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del alma si Tú le faltas por dentro.
Mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo.
Lava las manchas. Infunde calor de vida en el hielo.
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Doma el espíritu indómito. Guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito.
Salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

Bendición con el Santísimo Sacramento.

V. MEMORIZACIÓN
“Recibirán la fuerza del Espíritu Santo y serán mis testigos”

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RETIRO DE PENTECOSTÉS PARA CATEQUISTAS

TEMA: LA ALEGRÍA DE RECIBIR EN PENTECOSTÉS, LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

OBJETIVO: Los catequistas de la Diócesis de Ciudad Altamirano, en un ambiente de alegría,


oración, reflexión y meditación de la Palabra de Dios, conocen y reciben los frutos del Espíritu
Santo, renuevan su compromiso personal y comunitario, con el fin de ser signo del Reino de Dios.

LEMA: Celebrando con alegría pentecostés, recibimos los frutos del Espíritu Santo.

AMBIENTACIÓN: Imagen del Espíritu Santo, dones y frutos, lema, una vela
encendida, globos rojos y frases del Espíritu Santo.
“Donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad” 2 Cor 3, 17.
“Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les
enseñará todo y les recordará lo que les he dicho." Jn 14, 26.
“No apaguen al Espíritu, no desprecien lo que dicen los profetas” 1 Tes 5, 19-20.
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios” Rom 8, 14.
“Si ahora vivimos según el Espíritu, dejémonos guiar por el Espíritu” Gal 5, 25.

BIENVENIDA: Sean bienvenidos catequistas, nos da mucha emoción compartir con ustedes
la llegada del Espíritu Santo sobre la Iglesia que somos cada uno de nosotros los bautizados.

CANTOS DE ANIMACIÓN:
Ya llegó ya llego el Espíritu Santo https://www.youtube.com/watch?v=jFMCsnB-Jl0
Ven Espíritu de Dios https://www.youtube.com/watch?v=A2dUJVHBRpU

Oración inicial
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vamos a pedirle al Espíritu Santo que venga a nosotros, que nos llene de su presencia, que nos
purifique, nos renueve y sobre todo nos ayude a tener este encuentro con él, el día de hoy.

Nos sentamos y escuchamos el siguiente canto que nos ayudará en este momento para invocar al
Espíritu Santo.
Canto: Ven Espíritu Santo Jesed
https://www.youtube.com/watch?v=uXBPwdbSvLg

O este canto: https://youtu.be/7-FOcZeXZgg

De pie vamos a hacer la secuencia a dos coros, del lado izquierdo es el coro 1 y el lado derecho
coro 2:

Coro 1: Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre;

Coro 2: Don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Coro 1: Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro
trabajo,

Coro 2: Brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Coro 1: Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.

Coro 2: Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando
no envías tu aliento.

13
Coro 1: Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas,

Coro 2: Infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el
sendero.

Coro 1: Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia,

Coro 2: Dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.

Juntos hacemos esta consagración al Espíritu Santo


Recibe ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este
día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de
mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón. Yo me abandono
sin reservas a tus divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones. ¡Oh
Santo Espíritu! Dígnate formarme con María y en María, según el modelo de nuestro amado Jesús.
Gloria al Padre Creador, Gloria al Hijo Redentor, Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

I. VEMOS LA REALIDAD

Cada año en la fiesta de Pentecostés recordamos la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y
sobre cada uno de nosotros, cada año es renovar la acción y presencia del Espíritu Santo en la
Iglesia. Celebrar Pentecostés para cada uno de nosotros catequistas, es recordar nuestra labor,
nuestro trabajo y reflexionar si es impulsado, animado por el Espíritu Santo, y sobre todo reconocer
si nos sentimos parte de esta gran tarea y servicio que realizamos dentro de la Iglesia.

Ahora es momento de conocer los frutos que son regalos que Dios nos da para nuestro bien
espiritual, para estar fortalecidos en todo momento. En el N° 1832 del Catecismo de la Iglesia
Católica nos dice que: «Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu
Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: «caridad, gozo,
paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia,
castidad» (Gal 5,22-23).»
Vamos a formar 12 equipos y cada uno reflexionará sobre un fruto, y un integrante pasará a
mencionar lo que reflexionaron y porque es importante pedir ese fruto. (El equipo presentará un
signo que haga visible ese fruto del Espíritu Santo, mientras otro integrante comparte la reflexión
grupal).
II. ILUMINACIÓN
 LOS DOCE FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO EN PENTECOSTÉS
Estos frutos son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se
desarrollen. Necesitamos de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.
Escuchemos la Palabra de Dios Gál 5, 22-23
En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad,
bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo. Estas son cosas que no condena ninguna
Ley. Palabra de Dios.

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1º AMOR. Es el primero de los frutos del Espíritu Santo, fundamento y raíz de todos los demás.
Siendo Él, la infinita caridad, o sea, el Amor Infinito, es lógico que comunique al alma su llama,
haciéndole amar a Dios con todo el corazón, con todas las fuerzas y con toda la mente y al prójimo
por amor a Dios. Donde falta este amor no puede encontrarse ninguna acción sobrenatural, ningún
mérito para la vida eterna, ninguna verdadera y completa felicidad. Es lógico, también, que la
caridad sea un dulcísimo fruto, porque el amor de Dios, es alcanzar el propio fin en la tierra y es el
principio de esta unión en la eternidad.
2º ALEGRÍA. Es el fruto que emana espontáneamente de la caridad, como el perfume de la flor, la
luz del sol, el calor del fuego, da al alma un gozo profundo, producto de la satisfacción que se tiene
de la victoria lograda sobre sí mismo, y del haber hecho el bien. Esta alegría no se apaga en las
tribulaciones crece por medio de ellas. Es alegría desbordada.
3º P A Z. La verdadera alegría lleva en sí la paz que es su perfección, porque supone y
garantiza el tranquilo goce del objeto amado. El objeto amado, por excelencia, no puede ser otro
sino Dios, y de ahí, la paz es la tranquila seguridad de poseerlo y estar en su gracia. Esta es la paz
del Señor, que supera todo sentido, como dice San Pablo (Fil. 4,7) pues es una alegría que supera
todo goce fundado en la carne o en las cosas materiales, y para obtenerla debemos inmolar todo a
Dios.
4º PACIENCIA. Siendo la vida una permanente lucha contra enemigos, visibles e invisibles y contra
las fuerzas del mundo y del infierno, es necesaria mucha paciencia para superar las turbaciones
que estas luchas producen en nosotros, y para encontrarnos en armonía con las criaturas con que
tratamos, de diferente carácter, educación, aspiraciones y a menudo dominadas por ideas fijas de
todo tipo.
5º LONGAMINIDAD. Este fruto del Espíritu Santo, confiere al alma una amplitud de vista y de
generosidad, por las cuales, ésta saber esperar la hora de la Divina Providencia, cuando ve que se
retrasa el cumplimiento de sus designios y sabe tener bondad y paciencia con el prójimo, sin
cansarse por su resistencia y su oposición. Longanimidad es lo mismo que gran coraje, y gran
ánimo en las dificultades que se oponen al bien, es un ánimo sobrenaturalmente grande en
concebir y ejecutar las obras de la verdad.
6º BENIGNIDAD. Es disposición constante a la indulgencia y a la afabilidad en el hablar, en el
responder y en el actuar. Se puede ser bueno sin ser benigno, teniendo un trato rudo y áspero con
los demás; la benignidad vuelve sociable y dulce en las palabras y en el trato, a pesar de la rudeza
y aspereza de los demás. Es una gran señal de la santidad de un alma y de la acción en ella del
Espíritu Santo.
7º BONDAD. Es el afecto, que se tiene en beneficiar al prójimo. Es como el fruto de la benignidad
para quien sufre y necesita ayuda. La bondad, efecto, de la unión del alma con Dios, bondad
infinita, infunde el espíritu cristiano sobre el prójimo, haciendo el bien y sanando a imitación de
Jesucristo.
8º MANSEDUMBRE. La mansedumbre se opone a la ira y al rencor, se opone a la ira que
quiere imponerse a los demás; se opone al rencor que quiere vengarse por las ofensas recibidas.
La mansedumbre hace al cristiano paloma sin hiel, cordero sin ira, dulzura en las palabras y en el
trato frente a la prepotencia de los demás.

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9º FIDELIDAD. Mantener la palabra dada, ser puntuales en los compromisos y horarios, es virtud
que glorifica a Dios que es verdad. Quién promete sin cumplir, quien fija hora para un encuentro y
llega tarde, quien es cortés delante de una persona y luego la desprecia a sus espaldas, falta a la
sencillez de la palabra, sugerida por Jesucristo e induce a los demás a la incertidumbre en las
relaciones sociales.
10º MODESTIA. La modestia, como lo dice su nombre, pone el modo, es decir, regula la manera
apropiada y conveniente, en el vestir, en el hablar, en el caminar, en el reír, en el jugar. Como
reflejo de la calma interior, mantiene nuestros ojos para que no se fijen en cosas vulgares e
indecorosas, reflejando en ellos la pureza del alma, armoniza nuestros labios uniendo a la sonrisa la
simplicidad y la caridad, excluyendo de todo ello lo áspero y mal educado.
11º CONTINENCIA. La continencia mantiene el orden en el interior del hombre, y como indica
su nombre, contiene en los justos límites la concupiscencia, no sólo en lo que atañe a los placeres
sensuales, sino también en lo que concierne al comer, al beber, al dormir, al divertirse y en los otros
placeres de la vida material. La satisfacción de todos estos instintos que asemejan al hombre a los
animales, es ordenada por la continencia que tiene como fin, el amor a Dios.
12º CASTIDAD. La castidad es la victoria conseguida sobre la carne y que hace del cristiano templo
vivo del Espíritu Santo. El alma casta, ya sea virgen o casada [porque también existe la castidad
conyugal, en el perfecto orden y empleo del matrimonio] reina sobre su cuerpo, en gran paz y siente
en ella, la inefable alegría de la íntima amistad de Dios, habiendo dicho Jesús: Felices los limpios
de corazón, porque verán a Dios.
III. COMPROMISO
En un momento de silencio reflexiona ¿Qué frutos del Espíritu Santo reconoces en tu persona?
¿Qué fruto necesitas?
Se les repartirá una hoja blanca en la cual escribirán el fruto que le pedirán al Espíritu Santo y el
cual se comprometen a ponerlo en práctica en su vida diaria y en su servicio de la catequesis.

IV. CELEBRACIÓN
Momento de adoración al Santísimo.
Lugar previamente acondicionado, altar, custodia, frutos del Espíritu Santo, Cirio pascual, velas y
oraciones para cada participante.
ADORACIÓN
Canto para exponer el Santísimo.
Jaculatorias.
En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado…el corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
Sagrado Corazón de Jesús… en ti confío.
La fiesta de Pentecostés es la oportunidad de vivir intensamente la presencia de Dios en nuestras
vidas, a través de sus dones y frutos.
Jesús en su infinito amor por cada uno de nosotros, no nos deja solos, prometió que vendría el
Paráclito a acompañarnos en nuestra misión de catequistas, por eso en este momento con más
intensidad pedimos su presencia.

16
Hacemos juntos esta oración (de rodillas).
Todos: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de
tu amor. Envía Señor tu Espíritu y todo será creado, Y se renovará la faz de la tierra. Oh Dios, que
llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el
mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro
Señor. Amén
Canto Ven Señor y lléname
https://www.youtube.com/watch?v=vQzexjetJqo
Escuchemos la Palabra de Dios
Hechos 2,1-20
"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y
aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de
ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les concedía que se expresaran. Estaban de paso en Jerusalén judíos piadosos, llegados
de todas las naciones que hay bajo el cielo. Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada
uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados y se decían, llenos de
estupor y admiración: «Pero éstos ¿no son todos galileos? ¡Y miren cómo hablan! Cada uno de
nosotros los oímos en nuestra propia lengua nativa. Entre nosotros hay partos, medos y elamitas,
habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia, Panfilia, Egipto y de la
parte de Libia que limita con Cirene. Hay forasteros que vienen de Roma, unos judíos y otros
extranjeros, que aceptaron sus creencias, cretenses y árabes. Y todos los oímos hablar en nuestras
propias lenguas las maravillas de Dios.». Todos estaban asombrados y perplejos, y se preguntaban
unos a otros qué querría significar todo aquello.» Pero algunos se reían y decían: « ¡Están
borrachos!» Entonces Pedro, con los Once a su lado, se puso de pie, alzó la voz y se dirigió a ellos
diciendo: «Amigos judíos y todos los que se encuentran en Jerusalén, escúchenme, pues tengo
algo que enseñarles. No se les ocurra pensar que estamos borrachos, pues son apenas las nueve
de la mañana, sino que se está cumpliendo lo que anunció el profeta Joel: Escuchen lo que
sucederá en los últimos días, dice Dios: derramaré mi Espíritu sobre cualesquiera que sean los
mortales. Sus hijos e hijas profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños
proféticos. En aquellos días derramaré mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas y ellos
profetizarán. Haré prodigios arriba en el cielo y señales milagrosas abajo en la tierra. El sol se
convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes de que llegue el Día grande del Señor. Y todo el
que invoque el Nombre del Señor se salvará." Palabra de Dios.
Así como los apóstoles con María santísima, que estaban reunidos esperando la llegada del
Espíritu Santo, así nosotros nos encontramos llenos de alegría para llenarnos de su presencia.
Cada uno con la vela que se nos entregó pasará al cirio pascual a encenderla para pedir al Espíritu
Santo que derrame en nosotros sus dones, sus frutos para seguir en esta misión que nos ha
encomendado.
Juntos hacemos esta oración pidiendo los dones al Espíritu Santo.

¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo
sepa, con el don de Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las
terrenas.

Que sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza de la verdad
cristiana.
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Que, con el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y
salvarme.

Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el


camino de la salvación.

Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo
verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado.

Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea
misericordioso con el prójimo.

Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los
mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado.

Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de
unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la
bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.

Escuchamos este canto: los siete dones del Espíritu Santo

https://www.youtube.com/watch?v=23XYH9n9MMc

Momento de silencio para contemplar a Jesús Eucaristía.

De pie hacemos esta oración pidiendo los frutos del Espíritu Santo.

ORACIÓN PARA PEDIR LOS FRUTOS

Espíritu de Caridad, haznos amar a Dios y a nuestros semejantes como tú quieres que los amemos.
Espíritu de Gozo, otórganos la santa alegría, propia de los que viven en tu gracia.

Espíritu de Paz, concédenos tu paz, aquella paz que el mundo no puede dar.

Espíritu de Paciencia, enséñanos a sobrellevar las adversidades de la vida sin indagar el porqué de
ellas y sin quejarnos.

Espíritu de Benignidad, haz que juzguemos y tratemos a todos con benevolencia sincera y rostro
sonriente, reflejo de tu infinita suavidad.

Espíritu de Bondad, concédenos el desvivirnos por los demás, y derramar a manos llenas, cuantas
obras buenas nos inspires.

Espíritu de Longanimidad, enséñanos a soportar las molestias y flaquezas de los demás, como
deseamos soporten las nuestras.

Espíritu de Mansedumbre, haznos mansos y humildes de corazón, a ejemplo del Divino Corazón de
Jesús, obra maestra de la creación.

Espíritu de Fe, otórganos el no vacilar en nuestra fe, y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas
de Cristo, e iluminados por tus santas inspiraciones.

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Espíritu de Modestia, enséñanos a ser recatados con nosotros mismos, a fin de no servir nunca de
tentación a los demás.

Espíritu de Continencia, haznos puros y limpios en nuestra vida interior, y enérgicos en rechazar
cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la gracia.

Espíritu de Castidad, concédenos la victoria sobre nosotros mismos; haznos prudentes y castos;
sobrios y mortificados; perseverantes en la oración y amantes de ti, oh Dios del Amor hermoso. Así
sea.

Escuchemos este canto


https://www.youtube.com/watch?v=1YWIzKwlGhk

Jaculatorias

Hemos renovado la presencia del Espíritu Santo en nosotros, tengamos siempre presente estas
oraciones para ser fortalecidos en todo momento.

Agradecemos a Jesús por la oportunidad de estar en este retiro, por llenarnos de sus dones, de sus
frutos.

Terminamos haciendo esta oración


Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo
decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de
Dios, bien de las almas y mi propia santificación. Espíritu Santo, dame agudeza para entender,
capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia
para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar.

Reserva del Santísimo


Canto: https://youtu.be/1eVmXkhDU84

Agradecimiento por haber participado en este bello momento con el Espíritu Santo.

19
RETIRO PREVIO AL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA PARA NIÑOS
LO RECONOCIERON AL PARTIR EL PAN
OBJETIVO: Los niños de la Diócesis de Ciudad Altamirano, a través
de la reflexión y meditación del pasaje bíblico de los discípulos de
Emaús, reconocen el amor de Jesús presente en la Eucaristía y se
comprometen a ser sus testigos.
AMBIENTACIÓN: Colocar la imagen de los discípulos de Emaús,
hostia y vino.
BIENVENIDA: Sean todos bienvenidos a este encuentro, Jesús nos espera con los brazos
abiertos para dialogar y reconocerle en el sacramento de la Eucaristía. Dejemos que el Espíritu
Santo nos ilumine con su sabiduría para responder con amor a su llamado.
ORACION INICIAL:
CATEQUISTA: Es tamos reunidos en tu nombre, Señor.
NIÑOS: Hazte presente entre nosotros.
CATEQUISTA: Como hiciste con los discípulos de Emaús.
NIÑOS: Calienta nuestro corazón con tu Palabra y abre nuestros ojos a la verdad, para que
sepamos dar razón de nuestra Fe e n medio del mundo en que vivimos.
CATEQUISTA: Como el pueblo de Israel.
NIÑOS: Sentimos en nosotros deseos de caminar y la tentación de volver atrás, donde está
lo fácil, lo que no exige aventura ni sacrificio.
CATEQUISTA: Como los discípulos:
NIÑOS: Nos cuesta entender tu palabra y tu mensaje, Señor. Pero llénanos de tu Espíritu y
que Él nos dé sus dones para decir, como Pedro: “Tú sabes bien todo, tu sabes que te amo”.
CATEQUISTA: O como María de Nazaret
NIÑOS: Quiero meditar en el corazón lo que ahora mi mente no logra entender, y sabes
Señor, que aquí está la esclava del Señor. Hágase en mí según tu Palabra. Amén.
I. VEMOS LA REALIDAD
Video de san Tarsicio: https://www.youtube.com/watch?v=NL-duKTHqis
Proyecta el video a los niños de este santo que ama la Eucaristía y después de ver se
comparten las siguientes preguntas:
¿Qué te llama la atención de la vida de Tarsicio?
¿Qué debemos hacer nosotros para amar la Eucaristía?
¿Qué puedo hacer para aumentar mi fe en Jesús Eucaristía?
¿Qué puedo hacer para dar a conocer Jesús en mi familia, amigos y escuela?
Se da un espacio para que los niños compartan sus respuestas

20
II. ILUMINACIÓN
Se lee el pasaje de los discípulos de Emaús: Lc 24, 13-35
"Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús, que está a unos
doce kilómetros de Jerusalén, e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido. Mientras
conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos, pero
algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Él les dijo: « ¿De qué van discutiendo por el
camino?» Se detuvieron, y parecían muy desanimados. Uno de ellos, llamado Cleofás, le
contestó: « ¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no está enterado de lo que ha
pasado aquí estos días?» « ¿Qué pasó?», les preguntó. Le contestaron: « ¡Todo el asunto de
Jesús Nazareno!» Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo
el pueblo. Pero nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron
condenar a muerte y clavar en la cruz. Nosotros pensábamos que él sería el que debía libertar a
Israel. Pero todo está hecho, y ya van dos días que sucedieron estas cosas. En realidad,
algunas mujeres de nuestro grupo nos han inquietado, pues fueron muy de mañana al sepulcro
y, al no hallar su cuerpo, volvieron hablando de una aparición de ángeles que decían que estaba
vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las
mujeres, pero a él no lo vieron.» .Entonces él les dijo: « ¡Qué poco entienden ustedes, y qué
lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No tenía que ser así y
que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?» Y les interpretó lo que se decía de él en
todas las Escrituras, comenzando por Moisés y luego todos los profetas, Al llegar cerca del
pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir adelante, pero ellos le insistieron diciendo:
«Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el día.» Entró, pues, para
quedarse con ellos. Y esto sucedió. Mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, y en ese momento se les abrieron los ojos y lo
reconocieron. Pero ya había desaparecido. Entonces se dijeron el uno al otro: « ¿No sentíamos
arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» De
inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a los
de su grupo. Estos les dijeron: «Es verdad. El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.»
Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el
pan." Palabra del Señor.

Pedagogía de Jesús
Jesús, que se hace compañero de camino, se introduce delicadamente en el
sufrimiento de los discípulos: Comienza por interesarse por ellos, los escucha,
descubre la aflicción y la angustia que hay en su corazón para responder mejor a
sus necesidades. Esta manera de actuar de Jesús encierra toda una pedagogía,
de la que podemos distinguir varios pasos:
 Interesarse por la persona, acercarse a ella: Jesús se acerca a los discípulos de Emaús
porque son sus amigos; le preocupa y le duele el sufrimiento por el que están pasando.
Quiere remediarlo, desea ayudarlos a salir de su postración. Por eso se hace compañero de
camino (FORMACIÓN).
 Dar pie a que las personas expresen sus sentimientos: Lo primero que Jesús hace es dejar
que los discípulos hablen, que echen fuera sus penas. Para ello les pregunta: “¿De qué van
discutiendo por el camino?”. Una simple pregunta que va permitir la liberación de tanta
amargura y tristeza contenidas en el alma (RECONCILIACIÓN).

21
 Establecer el diálogo: Jesús, que todo lo sabe, finge ignorancia. No se pone a dar cátedra
sobre lo sucedido, sino que deja que los discípulos hablen de sus esperanzas y de sus
desilusiones acerca de su Maestro. “¿Qué pasó?” les pregunta. Y ellos hablan del malogrado
Profeta, amado y seguido por el pueblo, perseguido y odiado por sus dirigentes, hasta
condenarlo y clavarlo en una cruz. Desde el fondo de su desilusión, los discípulos declaran:
“¡Nosotros pensábamos que El sería el que debía liberar a Israel!” (SACRAMENTO).
 Mantener el sentido de la realidad. Jesús deja que los discípulos enfrenten la dura realidad
que están viviendo. No pone ningún paliativo a sus penas. Ni consuela ni mitiga, sólo
acompaña y escucha. El discípulo Cleofás es un hombre realista; dice: “¡Pero todo está
hecho y ya van dos días que sucedieron estas cosas!”. Y porque es realista, toma en cuenta
el decir de algunas mujeres que fueron al sepulcro y volvieron hablando de una aparición de
Ángeles que decían que Jesús estaba vivo (MISIÓN).
 Apertura a aquello que nos sobrepasa. Cuando los discípulos vacían su corazón de todas las
penas, desilusiones, dudas e inquietudes que lo llenan, Jesús comienza a hablarles de “otra”
realidad que va más allá de su comprensión. En son de reproche les dice: “¡Qué poco
entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los
profetas! ¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?”.
 Enseñanza a partir de la experiencia. Jesús comienza su enseñanza a partir de lo que los
discípulos han vivido: Los momentos amargos de la Pasión, al parecer tan absurdos, tienen
una explicación en el proyecto de Dios contenido en la Escritura. Jesús les descubre el nexo
oculto entre profecía y realización, entre el Plan de Dios y las acciones de los hombres.
Entonces “les interpretó lo que se decía de él en todas las escrituras, comenzando por
Moisés y siguiendo por los profetas”. Esa misma enseñanza hace que la letra de la Escritura
se convierta en vida y que ella misma “encienda el corazón” de los discípulos.
 Suscitar y mantener el deseo de aprender. Al llegar cerca del pueblo al que iban, Jesús hace
como si quisiera seguir adelante. Ese “hizo como” es importante. Los discípulos
experimentan el atractivo de la persona y de la doctrina del Acompañante que está con ellos.
De ahí su insistencia: “Quédate con nosotros porque ya está cayendo la tarde y se termina el
día”. Sienten disiparse su tristeza y aclararse sus dudas. Su deseo no es tanto conocer,
comprender, aclarar, sino prolongar la presencia de aquella Persona que los entusiasma y
los hace sentirse diferentes. Jesús “entró, pues, para quedarse con ellos” y lo reconocieron al
partir el pan.

Sentido de la Eucaristía.
La Eucaristía es el encuentro más profundo con Jesús, que se dio a la humanidad por amor.
La Eucaristía es “fuente y culmen de toda la vida cristiana”. “Los demás sacramentos, como
también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a
ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene
todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo,
nuestra pascua” (CEC 1324).
La Eucaristía es:
-El memorial de la muerte y resurrección de Cristo.

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-Sacramento de piedad.
-Signo de unidad.
-Vinculo de amor.
-Banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda
de la futura gloria.
-Es un sacramento en el que, por la admirable conversión del pan y del vino en el Cuerpo y en la
Sangre de Jesucristo, se contiene verdadera, real y substancialmente el Cuerpo, la Sangre, el Alma
y la Divinidad del mismo Jesucristo Señor Nuestro, bajo las especies del pan y del vino, para
nuestro alimento espiritual (cf. CEC 1374).
-La Eucaristía es el mayor de todos los sacramentos

III. COMPROMISO:
-Asistir a la Santa Misa para alimentarme del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
-Visitar al Santísimo.
-Participar los jueves en la hora santa.

IV. CELEBRACIÓN
Hacemos juntos la siguiente oración:
Jesús quédate con nosotros, queremos vivir contigo. Eres Tú, Señor, nuestra única alegría y
seguridad. Señor quiero vivir siempre, cerca de Ti. Déjame entrar en tu corazón para que el mío
arda de amor por Ti. Dame la gracia de valorar y recibir dignamente el sacramento de la Eucaristía.
Amén.
V. MEMORIZACIÓN
Jesús “entró, pues, para quedarse con ellos” y lo reconocieron al partir el pan.

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RETIRO PARA PAPÁS Y PADRINOS DEL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA
TEMA: JESÚS ME ENSEÑA A ENCONTRARME CON EL MÁS PEQUEÑO
OBJETIVO: Que los padres y padrinos conozcan y vivan su fe, que asuman el compromiso
que la Iglesia pide de ellos, mediante el encuentro con Jesús Eucaristía, para fortalecer su relación
con Dios y con la vida de su ahijado.
BIENVENIDA: Sean todos bienvenidos a este retiro con Jesús, donde dejaremos que la
Santísima Trinidad hable a nuestros corazones de una manera sencilla en el silencio interior, que es
el lugar predilecto donde Dios habla.
Y en la misión que tienen los padrinos de dar un buen acompañamiento a sus ahijados; ya que ellos
se encuentran en un proceso de “encuentro personal” con Jesús Eucaristía.
ORACIÓN INICIAL:
En este momento nos preparamos para escuchar a Dios en nuestro corazón y recitamos juntos la
siguiente oración
VENGO ANTE TI, SEÑÓR
Señor, hoy vengo a dejar
mis proyectos, mi vida, mis sueños y mi libertad.
Señor, desde hoy mi felicidad será amarte
y servirte buscando hacer tu voluntad.

Recibe Señor, en tus manos la ofrenda


que hoy vengo a traerte.
Reviste con tu fortaleza mi débil pobreza
que hoy te dice sí, y nunca permitas que crea
que serte fiel sólo depende de mí,
pues llevo en vasijas de barro
el tesoro que sin merecer recibí.

Señor aquí estoy, Tú sabes como soy,


con tu gracia transforma mi alma, limpia mi corazón.
Señor, haz que en mí siempre crezca esta sed
de querer que en tus aguas profundas
pueda un día beber.

Que sea como Tú el sacrificio del amor, hasta ser


para todos, pan espiritual.
Que yo pueda ser sacramento de Amor,
que Tú seas en mí la sustancia y yo la forma.

Consuélame Señor, cuando venga el dolor.


Que no me olvide, que clavado a un madero,
fue inmolado el Amor.
Y cuando en mi obrar sólo busque brillar,
Que tu Cruz me haga ver hasta donde
yo debo llegar.
Hoy me abandono en Ti. Amén.

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I. VEMOS LA REALIDAD
¿Para qué sirve un minuto?

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida. Un
minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor,
sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua. Un minuto sirve
para escuchar el silencio.

Es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda su vida. Un minuto para un
apretón de mano y conquistar un nuevo amigo. Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en
los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la
ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.

En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser. En un
minuto se puede salvar una vida. Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo. Un
minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.

Minutos… cuantas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces
traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y
tristezas. Con frecuencia decimos “es un minuto” que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese
minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese
minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, como se espera ese minuto que nos lleva a
reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al
nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no
veremos más. Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una
huella tan profunda en nuestra vida.

Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo. Aprendamos a vivir la vida
intensamente. Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que “sí
no es hoy, será mañana”. Recuerda que tu tiempo es hoy. La vida es hoy. Que el reloj de tu vida
marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.

Se invita a los papás y padrinos a compartir las siguientes preguntas, formando equipos de cuatro
integrantes, se les dan 5 minutos:

¿A qué te lleva esta reflexión?


¿Crees que un minuto dedicado a Dios cambiaría tu vida?
¿En dónde descubro la importancia del compartir la vida con el otro?

Se comparten en plenario las respuestas.

II. ILUMINACIÓN
EL BUEN SAMARITANO (Lc 10, 25-37)
"Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: «Maestro, ¿qué debo
hacer para conseguir la vida eterna?». Jesús le dijo: « ¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees
en ella?». El hombre contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma,
con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.». Jesús le dijo: «
¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.». El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: « ¿Y
quién es mi prójimo?». Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a
Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se
marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vio,
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tomó el otro lado y siguió. Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado y
pasó de largo. Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de
él. Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal
que él traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente sacó dos monedas y
se las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.» Jesús
entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en
manos de los salteadores?» El maestro de la Ley contestó: «El que se mostró compasivo con él.» Y
Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo.»". Palabra del Señor.
Dinámica: Contemplemos los personajes de esta lectura:
En esta parábola, renueva tu compromiso de observar el camino con una
mirada misericordiosa del regalo preciado que Dios pone en tus manos.
Sacerdote: Es la persona que va camino al templo; es cumplidor de
la ley.
En éste personaje, ¿Qué mensaje te deja en tu compromiso de padrino o madrina? ¿De qué lado
caminas al acompañar a tu ahijado?
Levita: Es un Israelita de la tribu de Levi, dedicado al servicio del templo.
¿Qué observas en este personaje? ¿Cuántas veces rodeas dejando la responsabilidad de
acompañar a tu ahijado, abandonándolo a la deriva, sin importar que este lastimado, abandonado
en el camino espiritual?
Samaritano: Es una persona rechazada, y marginada frente a la sociedad; por lo tanto él
tiene otra mirada hacia los demás.
Este personaje, observa y actúa ante la necesidad del que se encontró en el camino; te das cuenta
¿que ése es el papel del padrino? de: acercase y curar, cargar y cuidar a la persona que se les ha
encomendado, y que sus sentimientos tienen que ser con el amor puro que hemos recibido de
Jesús, que es el centro de su misión.
No podemos quedarnos con nuestra experiencia del camino que hemos tenido con nuestros propios
padrinos, que tal vez, no han sido un buen testimonio. Debemos cambiar nuestros pensamientos o
maneras de concebir este compromiso. Tenemos que estar conscientes que hay unas nuevas
exigencias frente a los niños y jóvenes de la actualidad con respecto a su relación con su medio
ambiente. Preguntémonos: ¿Caminas junto a ellos o los rodeas o pasas de largo? ¿Qué tipo de
padrino soy, comprometido o de ocasión?
¿Cuál es el sentido de ser padrino dentro de los sacramentos? Esto requiere compromiso.
¿Ustedes le dan importancia de dar un consejo a su ahijado, cuando lo ven que no está por un
buen camino? ¿O seremos del que asalta, golpea, o el sacerdote, el levita, o el samaritano?
Ahora vas a pasar por este camino, como te ves en qué situación te encuentras.
Después de escuchar la palabra de Dios, nos hacemos estas preguntas y compartimos nuestra fe.
¿Qué te llama la atención de la lectura?

Saca dos gestos (acciones) de la lectura para vivir tu compromiso como padrinos y padres de
familia.

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EN SIETE CAPSULAS VEREMOS, EL SENTIDO DEL SER Y HACER PARA LOS QUE
ACOMPAÑAN EN EL CRECIMIENTO DE LA FE (PADRES DE FAMILIA, PADRINOS…):
1. Tu vida es tu curriculum
Como padrino has sido elegido por los padres o por el mismo ahijado; más que por tu relación
con ellos, por tu vida, por como vives tu fe, por el testimonio de tu lucha sincera por vivir los
principios del Evangelio. Los padrinos son personas que por su testimonio de vida podrán dar
luces al nuevo ahijado de cómo hacer para vivir como buen cristiano durante toda su vida.
¡Comienza a vivirlo!
2. Das el mejor regalo
No esperamos que nuestro padrino u madrina nos dé un regalo especial
para navidad o para nuestro cumpleaños. Padrinos el mejor regalo que
puedes darle a tu ahijado es el regalo de la fe. Acompáñalo de forma
cercana y sincera para que la vida espiritual y la relación con Jesús
Eucaristía sea siempre parte fundamental de su vida como nuevo
cristiano.
“Queridos, padres, padrinos y madrinas, si quieren que sus hijos y ahijados sean verdaderos
cristianos, ayúdenles a crecer 'inmersos' en el Espíritu Santo, es decir, en el calor del amor de
Dios, en la luz de su Palabra. Por ello, no olviden invocar a menudo al Espíritu Santo, todos los
días” (Papa Francisco, 2015).
3. No eres un padre sustituto
A veces se piensa que cuando te piden ser padrino u madrina, lo que te están pidiendo es que
en caso de que los padres fallezcan tú, te hagas cargo del pequeño. Uno no busca padrinos
para tener padres de repuesto; uno los busca para que acompañen a los padres y les animen, al
igual como lo hacen con el ahijado.
Se hacen familia espiritual y el amor y la fe los une, no una responsabilidad legal para con los
niños si es que quedan huérfanos. Obviamente el compromiso espiritual no quita que te
preocupes por el bienestar físico y material de tu ahijado.
4. Compartes lo mejor que tienes
El padrino comparte su fe; por lo tanto ha de tenerla, alimentarla y hacerla crecer. Es tu
responsabilidad el estar preparado para responder a las dudas y para acompañar en los
momentos oscuros a tu ahijado, no solo con apoyo económico y con los bonitos regalos, sino
con la Palabra de Dios, con la esperanza cristiana y con mucho amor. A los padres de los niños
y a los padrinos, así como a los familiares, el Papa Francisco les pidió: “ayudar a estos niños a
crecer bien si se les da la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús”. Pero también, “hay que darlo
con el ejemplo”.
5. Permaneces cerca
Esa es tu misión, acompañar, estar cerca. Es recomendado buscar dentro de la familia, pues es
mucho más fácil asegurar un lazo firme con el ahijado. Entre los amigos también es buena idea,
pero la intención es que sea alguien cercano, que no vea a su ahijado únicamente para las
fiestas, sino que puedan compartir el tiempo juntos, que conozca su proceso y su desarrollo
como persona y como cristiano. Es triste cuando uno le pregunta a alguien por sus padrinos de
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bautizo y ha dejado de verlos hace años. Es tanto que el Código de Derecho Canónico, en el Nº
893 &2 aconseja que el padrino de la confirmación sea el mismo que el del Bautismo. Así de
cerca.
6. Practicas lo que predicas
Estando en la parroquia me ha tocado ver personas que llegan a pedir certificados de
sacramentos para ser padrinos o madrinas de alguien. Gente que nunca ha sido vista en la
parroquia y que nadie conoce. No es que busquemos gente popular en los ambientes eclesiales,
sino que buscamos personas asiduas a celebrar su fe, comprometidas con ella y con la vida de
la Iglesia, de este modo podemos esperar que acompañe a su ahijado a misa, le explique los
sacramentos y que pongan en práctica aquello que los hace familia: la fe. Tal vez está difícil
esta parte, pero los ideales debemos cuidarlos y luchar por alcanzarlos. Procura ser tú un
padrino u madrina así.
7. Estás dispuesto a asumir la responsabilidad de forma indefinida
Los sacramentos abren las puertas del cielo al cristiano, ya es parte de la Iglesia, es hijo de
Dios y con vocación de Vida Eterna. Quien acepta ser padrino lo hace de forma indefinida,
como una muestra de amor hacia su ahijado, pero también como un servicio a Dios,
acompañando a este nuevo cristiano en su desarrollo y madurez.
Quien acepta este reto y esta responsabilidad lo hace para siempre, pues la calidad de hijo de
Dios es eterna, por lo tanto tu tarea de amor, compañía, cuidado y orientación no termina
cuando tu ahijado se hace adulto, sino que continúa por toda la vida.
III. COMPROMISO

Se les entrega una imagen del buen samaritano, para que escriban el nombre de su ahijado y
escriban las repuestas de las siguientes preguntas:

¿Cómo acompañaremos este camino de iniciación cristiana que se me esta pidiendo?


¿Qué herramientas de fe voy a enseñar para fortalecer la vida espiritual y humana en la vida de los
que se me han encomendado?
Hacer una lista de estas herramientas…

IV. CELEBREMOS
Se invita a todos los presentes a formar un círculo para orar juntos por sus ahijados recitando juntos
la siguiente oración:
ORACIÓN DEL BUEN SAMARITANO
Señor, no quiero pasar de lejos
ante el hombre herido en el camino de la vida.
Quiero acercarme
y contagiarme de tu compasión
para expresar tu ternura,
para ofrecer el aceite que cura heridas,
el vino que recrea y enamora.

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Tú, Jesús, buen samaritano,
acércate a mí,
como hiciste siempre.

Ven a mí para introducirme en la posada de tu corazón.


Acércate a mí,
herido por las flechas de la vida,
por el dolor de tantos hermanos,
por los misiles de la guerra,
por la violencia de los poderosos.

Sí, acércate a mí,


buen samaritano;
llévame en tus hombros, pues soy oveja perdida;
carga con todas mis caídas,
ayúdame en todas mis tribulaciones,
hazte presente en todas mis horas bajas.

Ven, buen samaritano,


y hazme a mí tener tus mismos sentimientos,
para no dar nunca ningún rodeo
ante el hermano que sufre,
sino hacerme compañero de sus caminos,
amigo de tus soledades,
cercano a tus dolencias,
para ser, como Tú, «ilimitadamente bueno»
y pasar por el mundo «haciendo el bien»
y «curando las dolencias» Amén.

Terminamos con la oración del Padre Nuestro y Gloria al Padre…

V. MEMORIZACION
“Amaras al señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda
tu mente; y amaras a tu prójimo como a ti mismo.” (Lc 10, 27)

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RETIRO PARA PREADOLESCENTES DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
TEMA: LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO, UN REGALO DE DIOS
OBJETIVO: Los preadolescentes de la Diócesis de Cd. Altamirano, reflexionan en
los dones del Espíritu Santo, como regalo de Dios para ellos, al servicio de los demás,
y así sean miembros activos en la Iglesia, con su palabra y testimonio continúen la
misión de anunciar el Evangelio de Jesús.
BIENVENIDA.
Sean bienvenidos adolescentes y jóvenes a este retiro, le llamamos retiro porque nos apartamos
de las actividades ordinarias, por eso en este día les pedimos que apaguen su teléfono, puedan
disponer su cuerpo, su mente y su corazón para encontrarnos con Aquel que nos ama, ¡¡Jesús!!
Hoy en este día quiere hacernos un regalo muy especial a cada uno de nosotros, dependerá
ahora de ti, si lo aceptas o no.
AMBIENTACIÓN
Acondicionar el lugar con telas, cordeles, poner en las columnas o laterales siete llamas grandes
con el nombre de cada don, en el centro poner una mesa con un mantel blanco, veladoras, flores y
la figura de una paloma (que nos evoca el Espíritu Santo), frente al altar poner una caja forrada
como de regalo, dentro de ella poner los compromisos que se recogieron en el retiro de padrinos,
velas para cada participante, una llama de fuego para cada participante, un recipiente con agua,
cirio.
ANIMACIÓN. Se hacen algunos cantos al Espíritu Santo.
ORACIÓN
Como oración, se hace la entronización de la Biblia. Se les pide a todos que saquen su Biblia la
mantengan en lo alto y canten <<Tu palabra me da vida>>, en ese momento entran dos jóvenes
con una veladora cada uno, enseguida entra otro joven con la Escritura en lo alto, al llegar al Altar,
se da media vuelta mirando hacia la asamblea, cuando termine el canto proclama la siguiente cita
bíblica.
Isaías 11, 2
"Sobre él reposará el Espíritu de Yahvé, espíritu de sabiduría e inteligencia espíritu de prudencia y
valentía, espíritu para conocer a Yahvé y para respetarlo. Palabra de Dios.
Ya que se ha leído, se pone la Escritura en el lugar previamente preparado, se les invita a que se
sienten, a que pongan sus manos sobre sus rodillas, con las palmas hacia arriba y que cierren sus
ojos, mientras se escucha el siguiente canto “Haz llover” (cuando termine el canto, se dejan unos
minutos de silencio).
Consagración al Espíritu Santo (todos, si es posible que se dé copia de la oración a todos)
Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este
día, para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de
mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus santas
inspiraciones. ¡Oh Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de
vuestro amado JESÚS. Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo
Santificador. Amén.

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Desde tiempos inmemorables, el agua ha sido signo de vida y pureza. Cristo, a través del Espíritu
Santo, ha concedido a este elemento signo de vida y pureza mayor. La vida como hijos de Dios y la
pureza de la santidad. Pidamos a Dios que nuestras acciones sean como el agua que brota hasta la
vida eterna. Se les invita a que vallan pasando y del recipiente con agua, mojen el pulgar de su
mano y se hagan una cruz en la frente mientras dicen en voz alta, “Espíritu Santo, purifica mi mente
y mi corazón para recibirte en mi vida” (mientras se hace un canto o se pone música de fondo).
Ya que han pasado todos se terminan repitiendo “Espíritu Santo, purifica mi mente y mi corazón
para recibirte en mi vida”.
I. VEMOS LA REALIDAD
Se divide a los adolescentes y jóvenes en dos grupos. El grupo N° 1 pasa al centro y forma un
círculo; el grupo N° 2 forma otro círculo alrededor del grupo N° 1. Cada uno tiene su pareja, al
compás de la música, empiezan a girar en direcciones contrarias. Se da una señal y se para la
música. Cuando esta pare tienen que buscar a su pareja, tomarse de los hombros y agacharse, la
última pareja que se agache, se le hará una pregunta, una vez que contesten se pone la música
nuevamente y vuelve a girar, así sucesivamente: preguntas para el juego ¿Cuántos son los
sacramentos? ¿Quién conforma a la santísima Trinidad? ¿Cuántos son los dones del Espíritu
santo? ¿Cuántos son los frutos del Espíritu santo? ¿Cuáles son los dones del Espíritu santo? ¿Qué
sacramentos imprimen carácter? ¿A qué se refiere, cuando se dice que se emplea carácter en los
sacramentos? ¿Quién es el Espíritu Santo? … Pueden hacerse más preguntas.
II. ILUMINACIÓN
Los dones del Espíritu Santo son las gracias o manifestaciones que recibimos los creyentes y que
ustedes como adolescentes y jóvenes recibirán el día de su confirmación. En el AT y en el NT el
Espíritu Santo tiene un protagonismo similar al de Dios Padre o al de Jesucristo, y se hace presente
en la vida de la Iglesia de muchas formas.
Los dones del Espíritu Santo son muchos, sin embargo los que nombramos como los 7 dones del
Espíritu Santo son el listado que los Padres de la Iglesia comentaron desde los primeros siglos, y
que están basados en una lectura de Isaías 11,2, que ya hemos escuchado.
De forma similar a los conocidos dones, hablamos de unos frutos del Espíritu Santo, que son
características humanas que podemos ejercer y perfeccionar gracias a la presencia del Espíritu
Santo en nuestra vida.
El listado de los conocidos como frutos del Espíritu Santo se toman de la carta de san Pablo a los
Gálatas: “El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,
modestia, dominio propio” Gál 5, 22-23.
Ustedes en la confirmación recibirán la plenitud del Espíritu Santo y con ellos sus 7 dones: el don
de Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios.
Don de SABIDURIA
El don de la Sabiduría nos permite conocer el plan de Dios, acercarnos a su realidad de amor y
aprender a vivirla de forma cada vez más completa. El Espíritu de Sabiduría nos facilita encontrar y
experimentar la realidad amorosa del Reino de Dios.
También conocido como <<Espíritu de discernimiento>> nos ayuda a distinguir lo que nos conduce
hacia Dios, aquellas cosas que realmente hacen referencia a él. De esta forma podemos entender
lo que nos favorece o perjudica.

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La Sabiduría es la obra del Espíritu Santo en nosotros para ver una nueva visión del mundo según
los ojos de Dios, no basada en nuestros prejuicios y limitaciones. Además, la Sabiduría trae el gusto
por la Palabra de Dios. Por tanto, la Sabiduría de Dios no tiene por qué seguir nuestros patrones:
“La locura de Dios es más sabía que los hombres y la debilidad de Dios más fuerte que los
hombres” (1 Cor 1, 24); “Cuando los entreguen, no se preocupen por lo que van a decir; pues no
serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de vuestro Padre hablando por
ustedes” (Mt 10,19-20).
Don de ENTENDIMIENTO
El don del Entendimiento, nos permite reconocer a Dios, avanzando más allá de las apariencias y
ayudando a nuestra fe. El Espíritu de Entendimiento nos da un conocimiento de los misterios de la
fe, de la verdad revelada, de la profundidad de Dios.
El Espíritu de Entendimiento ilumina nuestra mente de forma que no nos quedemos con lo
superficial. Es quien nos ayuda a comprender en profundidad la Palabra cuando la leemos o
escuchamos. Nos ayuda a reconocer a Dios en toda circunstancia.
“Les daré inteligencia para que reconozcan que soy yo el Señor; ellos serán mi pueblo y yo seré su
Dios, si vuelven a mí de todo corazón” (Jr 24,7). El don del Entendimiento nos permite acoger lo
que Dios quiere mostrarnos “Enséñame a escuchar para que sepa discernir entre el bien y el
mal” (1Rey 3,9); como les ocurrió a los discípulos de Emaús “Entonces se les abrieron los ojos y lo
reconocieron” (Lc 24,31).
Don de CONSEJO
El don de Consejo nos aporta la posibilidad de valorar entre las diferentes opiniones y caminos que
se abren para nosotros. El Espíritu de Consejo nos ayuda a distinguir lo correcto e incorrecto, lo
verdadero y lo falso para poder tomar decisiones con acierto. También el Espíritu de Consejo nos
permite aportar una palabra de ayuda a otras personas que buscan seguir la voluntad de Dios,
saber escuchar y si se nos solicita, saber orientar.
El Espíritu Santo, por su Consejo nos ayuda a crecer en la prudencia, confianza y paciencia.
Cuando lo acogemos en nuestro pensamiento, nuestros sentimientos y nuestras intenciones según
el corazón de Dios, el profeta Isaías nos lo dice “Lo inspirará el respeto del Señor. No juzgara por
apariencia ni sentenciará solo de oídas; juzgará con justicia a los adversarios, sentenciara con
rectitud a los oprimidos” (Is 11, 3-4).
El don de Consejo, nos permite conocer la voluntad de Dios, así como los caminos adecuados para
conseguirla “Bendigo al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente” (Sal 16,
7).
Don de FORTALEZA
El don de Fortaleza nos aporta el ánimo y la confianza necesaria para hacer frente a las
dificultades, para superar los obstáculos de la vida del creyente. El Espíritu de Fortaleza vence el
temor de los peligros, nos da firmeza en nuestras decisiones, aunque comparten dificultad.
La Fortaleza nos hace comportarnos como profetas, denunciando las injusticias. Es la valentía para
enfrentarse a las dificultades del día a día de nuestro compromiso como cristianos. También, la
Fortaleza nos ayuda a no retirarnos frente a amenazas y persecuciones, san Juan en el libro del
Apocalipsis 2, 10 nos dice “No te asustes lo que vas a padecer, porque el Diablo va a meter en la
cárcel a algunos de vosotros y sufriréis durante diez días. Se fiel hasta la muerte, y te daré la
corona de la vida”.

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Jesús nos prometió ser revestidos por el Espíritu Santo de fuerza “Recibirán la fuerza del Espíritu
Santo que vendrá sobre nosotros, y serán mis testigos” Hch 1, 8; “Yo les envió lo que el Padre
prometió. Por eso queden en la ciudad hasta que desde el cielo os revistan de fuerza” Lc 24, 49.
Don de CIENCIA
El don de la Ciencia nos facilita la comprensión de la creación como obra de Dios y como parte de
las señales que nos llevan a él. Nos abre a la contemplación de Dios, en la belleza y grandiosidad
de la creación.
El Espíritu de Ciencia nos aporta el sentido de gratitud ante la grandeza de la creación. La ciencia
como don del Espíritu Santo, nos permite entender como la mano de Dios está detrás de todo lo
creado, nos hace apreciar correctamente las cosas de forma que podamos encontrar en ellas las
huellas de Dios. Aún más importante, nos lleva a captar en la creación la relación profunda con el
amor de Dios.
San Pablo nos ayuda a comprender que el conocimiento de Jesucristo va ligado al don de Ciencia
cuando dice a los Efesios “Conocer el amor del Mesías supera todo conocimiento. Así se llenaran
del todo de la plenitud de Dios” 3, 19.
Don de PIEDAD
El don de la Piedad hace crecer nuestra relación con Dios, llevándonos a vivir como hijos e hijas
suyos. Al fomentar la consideración de Dios como Padre, genera un sentimiento de fraternidad con
toda la humanidad. El Espíritu de piedad nos ayuda a estar abiertos a la voluntad de Dios. Quita de
nuestros corazones la división y lo alimenta de comprensión, tolerancia y perdón.
El Espíritu Santo por el don de Piedad nos invita a construir la civilización del amor como fruto de la
comunión con Dios. Volcar este amor de Dios hacia los demás y a reconocerlos como hermanos y
hermanas.
Piedad significa ser capaces de gozar con quien experimenta alegría, llorar con quien llora, consolar
a quien esta afligido, acoger y socorrer a quien pasa necesidad. Además el don de Piedad es el que
introduce el ejercicio de la oración en nuestras vidas.
Para profundizar el significado del don de Piedad, podemos leer las siguientes citas bíblicas.
“Hermanos, acerca de los dones espirituales no quiero que sean ignorantes. Saben que cuando
eran paganos, seguían un impuso hacia los ídolos mudos. Por eso les hago notar que nadie,
movido por el Espíritu de Dios puede decir: ¡maldito sea Jesús! Y nadie puede decir: ¡Señor Jesús!
Sino es movido por el Espíritu Santo. 1Cor 12, 1-3.
El don de Piedad implica vivir para Dios.
“Porque la gracia de Dios que salva a todos los hombres se ha manifestado, enseñándonos a
renunciar a la impiedad y los deseos mundanos y a vivir en esta edad como templanza, justicia y
piedad” Tit 2, 11-12.
Don de TEMOR DE DIOS
El don de Temor de Dios nos recuerda lo pequeños que somos, la humildad que debemos tener
para permanecer y crecer con él. El temor de Dios es muy diferente del miedo. El miedo es lo
contrario a la fe y todos los dones del Espíritu apoyan y aumentan nuestra fe. Jesús insiste en que
no podemos tener miedo a Dios, Padre que nos ama y perdona siempre.

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El Espíritu de temor de Dios nos invita a abandonarnos con confianza en las manos de Dios que
nos quiere. A poner la voluntad de Dios por encima de nuestros planes personales. Cuando
apoyamos en Dios todas nuestras preocupaciones y expectativas él nos envuelve y sostiene.
El Temor de Dios es la preocupación por no tener a Dios en nuestras vidas y apartarnos de él, es la
consciencia de que necesitamos su amparo y su gracia. Nos vuelve dóciles a su voluntad y hace
brotar de nosotros el reconocimiento y la alabanza, llenando nuestro corazón de esperanza.
Para profundizar el significado del don del Temor de Dios, podemos leer las siguientes citas
bíblicas: “El principio de la sabiduría es respetar al Señor, tienen buen juicio los que lo realizan” Sal
111,10.
“Cuantos se dejan llevar del Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y no han recibido un espíritu de
esclavos, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos que nos permite clamar Abba, Padre. El
Espíritu atestigua a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Si somos hijos, también somos
herederos: herederos de Dios, coherederos con el Mesías” Rom 8, 14-17.
III. COMPROMISO
En el centro del altar hay una caja de regalo, los que serán sus padrinos desde
hace unos días se han preparado y han pedido a Dios que les conceda los
dones del Espíritu Santo, pero en especial han pedido uno para ustedes, y
como ellos se van a comprometer a cuidar, fomentar y cultivar ese don. Vamos
ahora a pasar por ese don que ellos han pedido para nosotros. (Van a ir
pasando a sacar el don que se ha pedido para ellos. Se les dará también una
vela, en ella pondrán la figura donde va escrito el don y en ella escribirán ellos a
que se comprometen como jóvenes para que ese don o fruto pueda fructificar.
IV. CELEBRACIÓN
Se hace un canto al Espíritu Santo, mientras se canta, entra alguien con un cirio y lo coloca en el
altar. Después del cirio se introduce el Santísimo para este momento de oración.
Se les invita a presentarse ante nuestro Dios tal como cada uno es y está en este momento.
Permanecemos unos instantes en silencio. Nuestra oración es sencillamente nuestra postura. Si el
corazón tiene algo que decir, que lo diga. Tiempo de silencio y oración, se pone alguna música de
fondo.
Todos: Señor, tú que fecundas la creación entera con tu aliento de vida: santifica a los que
formamos tu Iglesia con el fuego que tu Hijo ha dejado prendido en la tierra. Concede la unidad del
corazón a quienes vivimos de una misma fe, para que al unirnos podamos alabarte como la única
fuente de la que manan todos los dones.
Concédenos, adentrarnos en el silencio y en la oración para recibir en nosotros con docilidad y
alegría la fuerza del Espíritu de tu Hijo que hoy, como un nuevo Pentecostés, quiere derramarse
sobre nosotros. Amen.
Catequista. Como signo de nuestra intención de dejarnos iluminar por el Espíritu Santo para
seguir las huellas de Cristo, tomemos nuestra vela, vamos a pasar a encenderlas al cirio pascual
para recibir su luz y su calor. Van pasando, encienden su vela y regresando a sus lugares (se
puede hacer un canto al Espíritu Santo).
Una vez que todos han regresado a sus lugares. El catequista o si está el sacerdote él lo dirige. En
cada petición se les invita a que levanten su vela.
- Para vencer nuestros miedos. Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos.
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- Para esclarecer nuestras dudas. Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos.
- Para dejar atrás la angustia. Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos.
- Para ser reflejo de tu amor. Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos.
- Para ser guía que lleve hacia ti. Todos: Dios, Espíritu Santo, ilumínanos.
Una vez que la luz física ha dado paso a la luz espiritual podemos apagar nuestras velas.
Canto: Que sea mi vida la sal.
El sacerdote o catequista dice la siguiente plegaria:
- Concédenos Señor, Entendimiento; para concebir las cosas, compararlas y juzgarlas según
tu voluntad. Todos: Te lo pedimos Señor.
- Otórganos Sabiduría para ser prudentes en nuestros hechos y palabras. Todos: Te lo
pedimos Señor.
- Señor, que nuestro Consejo, iluminado por el Espíritu, ayude a nuestros hermanos. Todos:
Te lo pedimos Señor.
- Danos tu Espíritu de Fortaleza, para vencer el temor y huir de la temeridad. Todos: Te lo
pedimos Señor.
- Que el Espíritu Santo nos conceda Ciencia, como don gratuito y con ella llevar nuestras
vidas rectamente. Todos: Te lo pedimos Señor.
- Haznos Señor piadosos y misericordiosos con nosotros mismos y con nuestros hermanos.
Todos: Te lo pedimos Señor.
- Que seamos temerosos de Ti, y mostremos respeto a tu nombre y voluntad. Todos. Te lo
pedimos Señor.
Sacerdote o catequista
Señor, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, te damos gracias por este momento de especial
cercanía contigo. Gracias por nuestros adolescentes y jóvenes. Sé para ellos fuerza, luz, pureza y
sabor. Hazlos valientes para ser testigos de Cristo, para que sean callejeros de la fe. Para que su
creatividad y energía hagan presente tu palabra en los lugares donde solamente ellos llegan. Pero
también. Dios nuestro, presérvalos de todo peligro, aléjalos de los vendedores de muerte y hazlos
capaces de vencer todo mal a fuerza de bien.
Y ustedes adolescentes y jóvenes ¡No tengan miedo a abrir las puertas a Cristo y a su Espíritu!
Dios nunca abandona. Dios llena de sentido la vida de quien se deja conducir con él. Dios busca
más que tú mismo tu felicidad. ¡Atrévete como María a decir que sí, y si lo amas, síguelo!
Inclinen su cabeza para recibir la bendición.

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RETIRO PARA PAPÁS Y PADRINOS DEL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
TEMA: SOMOS IGLESIA PARA VIVIR EN COMUNIÓN POR LA FUERZA DEL ESPÍRITU SANTO
OBJETIVO: Los papás y padrinos de los preadolescentes de confirmación se
reúnen para orar, reflexionar, convivir y tener la vivencia de ser una Iglesia que vive
en comunión, guiada por el Espíritu Santo, para que sostenidos y entusiasmados por
Él, testifiquemos su presencia en nuestra vida ordinaria.
BIENVENIDA: Sean bienvenidos hermanos a este retiro, como su nombre lo dice es
retirarnos de nuestra vida ordinaria, para dar espacio a que el Espíritu hable, por eso les invitamos
a que podamos desconectarnos de todo aquello que nos obstaculiza en el encuentro con el Dios
de la vida y con los hermanos que viven. Como muestra de alegría nos vamos a dar un fuerte
aplauso.
ANIMACIÓN O JUEGOS: Se hacen algunos cantos al Espíritu Santo, Ya llegó, Jesús está
pasando por aquí; el amor de Dios, etc.
MATERIAL: Vendas o cuerdas para el momento de la realidad. La oración de consagración al
Espíritu Santo, plegaria (oración inicio) y la oración de (AG) reproducirla para todos. Un cirio, flores,
Biblia, mantel, custodia para el momento de la oración, signo (paloma o llama de fuego), vela para
todos. USB con cantos de adoración y animación.
ORACIÓN
Para este momento se busca un lugar tranquilo, puede ser en el templo o en el lugar del tema, solo
que se acondicione con un altar, velas, flores.
Monitor: (Se pone un canto suave al Espíritu Santo) se les invita a cerrar los ojos, a abrir las manos
como si fueran a recibir a algo y a escuchar el canto. Ya que ha terminado el canto se hace la
consagración al Espíritu Santo, (se ponen todos de pie y lo dicen a una sola voz).
Consagración al Espíritu Santo.
¡Oh, Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre lo que debo PENSAR, lo que
debo DECIR, lo que debo CALLAR, lo que debo ESCRIBIR, como debo ACTUAR, lo que debo ha-
cer para procurar TU gloria, el bien de mi prójimo y mi propia santificación. ¡Oh, Espíritu Santo!
Ayúdame a ser fiel a la gracia de Dios e inflama al mundo en el fuego de tu amor.
¡Oh, divino Espíritu Santo, Espíritu de la eterna verdad! Ilumíname; haz que conozca a Jesucristo,
que comprenda su Evangelio y la doctrina de su Santa Iglesia. A ti consagro mi mente y te suplico
aumentes en mí tus dones de Sabiduría, de Ciencia, de Inteligencia y de Consejo.
¡Oh divino Espíritu Santo, Espíritu santificador de la Iglesia y de los fieles! Guíame para hacer lo
que te agrada y dame fuerza para cumplir con los mandamientos, el precepto de la caridad y, con
los deberes de mi estado de vida. A ti consagro mi voluntad y concédeme el don de la Fortaleza y el
santo Temor de Dios.
¡Oh divino Espíritu Santo, Espíritu de la eterna verdad! Protege y aumenta en mí el preciado tesoro
de la gracia divina y líbrame de perderla por el pecado. A ti consagro mi corazón y concédeme el
don de la Piedad para que ame a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a mí mismo, por
Jesucristo, Nuestro Señor. Amen.
Monitor: Cada ser humano lleva algo dentro de si. Algo que le empuja. Algo que le mueve,
algo que le anuncia a vivir conforme a un estilo…es como su motor, la fuerza que le impulsa.

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Cualquier persona, si quiere vivir de verdad, ha de llevar en sus adentros algo que le impuse, que le
sostenga, que le anima y le haga capaz de entusiasmarse, algo que le haga vibrar e ilusionarse.
Vamos en este día a hacernos conscientes de esa presencia y a renovar nuestra opción de vivir
según el Espíritu. Si el Espíritu está presente, necesita de nuestra acogida y respuesta.
Escuchemos las preguntas que algunas personas se hacen para reconocer esta presencia.
Lector 1: ¿Es el Espíritu un pájaro? Pregunta alguien distraído. “No”, fue la respuesta grave del
maestro. Ciertamente sobre vuela nuestras cabezas y se mete en nuestras ideas, y, al aletear,
golpea las ventanas de nuestros corazones. Pero esquivará la más sofisticada escopeta, sorteará
cualquier trampa y se evadirá de la más segura jaula. Son sus mensajes de paz y de libertad
serena los provocadores del espejismo que confunde la paloma y el Espíritu.
Lector 2: ¿Es el Espíritu un fuego? Vino la segunda pregunta. “tampoco”, respondió el maestro.
Bien es verdad que es capaz de hacer saltar del asiento al cristiano acomodado derritiendo como
fuego los labios atrofiados, los sentimientos marchitos, los frenados corazones: todo lo estático y
seco. A su paso no solo quedan cenizas, que da calor y tibieza, rescoldos y resplandores y por eso,
han confundido el fuego con el Espíritu.
Lector 3. ¿Es el Espíritu un viento? Esperaba el sabio acertar con su pregunta. “Quizás”, dudo
esta vez el maestro. Pues como brisa refresca o como huracán azota. No hay muros que lo
contengan y otras veces ni se nota. Como el viento inasible se escapa entre los dedos, donde
quiera sopla y se detiene, pero tampoco es viento.
Lector 4. “¿Entonces que es el Espíritu?” “Amor”, puso punto el maestro.
(Se puede poner una música de fondo y se dejan unos minutos de interiorización) Posteriormente,
se les pide que se pongan de pie y se lee el Evangelio de San Juan 14, 15-21
"Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector
que permanecerá siempre con ustedes, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir,
porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en
ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me
verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también vivirán. Aquel día comprenderán
que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes. El que guarda mis mandamientos
después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo
también lo amaré y me manifestaré a él.»" Palabra del Señor.
Momento de meditación.
Se hace la siguiente plegaria:
Plegaria –todos-
Padre nuestro, tu nos has elegido desde el principio para que reproduzcamos en nosotros los
rasgos de tu Hijo. Nos has llamado, nos has dado tu amistad, nos has hecho participes de tu gloria
por la presencia de tu Espíritu en nuestros corazones.
Hijos e hijas tuyos son los que se dejan guiar por tu Espíritu. Ayúdanos, Padre bueno a comprender
que el Espíritu habita en nosotros; que ya no somos nuestros propios dueños, sino perfume de tu
presencia salvadora.
Haz que tengamos un mismo sentir, que vivamos en paz, para en tu, Dios del amor y de la
paz, estés en todos nosotros. Te pedimos, Padre, que derrames sobre nosotros los tesoros de tu
bondad, que tu Espíritu nos llene de fuerza y de energía hasta lo más íntimo de nuestro ser; que

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Cristo habite, por medio de la fe, en el centro de nuestra vida; que el Amor sea el aroma con que
adelantamos su presencia en el mundo. Amén.
Se termina cantando “Tan cerca de mí”.
I. VEMOS LA REALIDAD
Para mirar la realidad hacemos cuatro equipos, se hará un concurso de carreras, se pone un punto
de salida y uno de llegada, a cada equipo se le darán cuerdas o vendas, dos del equipo irán ciegos,
dos mancos, dos cojos, los demás normal. Todos los equipos estarán en el punto de salida, a la
cuenta de tres inicia la carrera, al llegar se quitaran los zapatos y tienen que volver al punto de
inicio, cuando estén los zapatos juntos se revolverán y se hará un solo montón. Ya que volvieron
todos al lugar de salida, se vuelve a contar para que a la señal vallan a la meta, se pongan sus
zapatos y regresen al punto de salida, el equipo que llegue primero gana.
Una vez que se ha realizado la dinámica, pasan al salón, se le pide a un ciego, a un cojo, a un
manco y a uno normal que cuenten su experiencia. Ya que han compartido su experiencia se
comentan las preguntas ¿Qué actitudes o valores se pusieron en juego para llegar a la meta? Si el
equipo se unió o se ayudó ¿Cuál fue la experiencia? Si a un integrante del equipo lo dejaron solo
¿Cuál fue la experiencia? ¿Qué hace falta en la Iglesia (Iglesia entendida no como estructura, sino
como bautizados) para caminar en unidad? ¿Qué rostro tendría la Iglesia, si cada uno se dejara
mover por el Espíritu Santo?
II. ILUMINACIÓN
Es el Espíritu Santo quien nos hace comprender la Palabra de Dios, es Él quien
nos ha reunido en este día en comunión y es Él quien con su fuerza nos hará
dar frutos abundantes de comunión. Recibamos con gran gozo la Palabra de
Dios y escuchemos con atención el mensaje que el Espíritu nos quiere
transmitir hoy. Se ponen de pie, demos un fuerte aplauso a la Palabra de Dios y
cantemos “Tu Palabra me da vida”.
(Entran dos catequistas que llevan dos veladoras, enseguida entra otro catequista que lleva la Biblia
abierta en lo alto, cuando llega al altar da media vuelta hacia la asamblea manteniendo la Biblia en
lo alto, cuando terminan de cantar quien lleva la Biblia hace la lectura).
Se proclama: 1Cor 12, 4-14
"Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversos ministerios, pero el
Señor es el mismo. Hay diversidad de obras, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos. La
manifestación del Espíritu que a cada uno se le da es para provecho común. A uno se le da, por el
Espíritu, palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, el
don de la fe, por el Espíritu; a otro, el don de hacer curaciones, por el único Espíritu; a otro, poder
de hacer milagros; a otro, profecía; a otro, reconocimiento de lo que viene del bueno o del mal
espíritu; a otro, hablar en lenguas; a otro, interpretar lo que se dijo en lenguas. Y todo esto es obra
del mismo y único Espíritu, que da a cada uno como quiere. Las partes del cuerpo son muchas,
pero el cuerpo es uno; por muchas que sean las partes, todas forman un solo cuerpo. Así también
Cristo. Hemos sido bautizados en el único Espíritu para que formáramos un solo cuerpo, ya
fuéramos judíos o griegos, esclavos o libres. Y todos hemos bebido del único Espíritu. Un solo
miembro no basta para formar un cuerpo, sino que hacen falta muchos." Palabra de Dios.
Una vez que se ha proclamado la lectura se sientan y se comenta la lectura, pueden ayudar las
siguientes preguntas; ¿Qué dice el texto que hemos escuchado? ¿Cuál es la frase que se me
quedo más grabada? ¿Qué me dice, que nos dice? ¿Qué frase ilumina mi vida? ¿Por qué?

38
Como Iglesia estamos llamados a vivir en comunión, a vivir en
comunidad, a vivir en el amor, y así solo será reconocida como
seguidora de Cristo y servidora de la humanidad. Por tanto la
<<Comunión>> en la Iglesia es fundamental, la Iglesia no es Iglesia si
no es comunión.
La comparación de la Iglesia con el cuerpo arroja un rayo de luz sobre la
relación íntima entre la Iglesia y Cristo. No esta solamente reunida en
torno a Él: siempre esta unificada en Él, en su cuerpo. Los creyentes
que responden a la Palabra de Dios y se hacen miembros del Cuerpo de
Cristo, quedan estrechamente unidos a Él.
La unidad del cuerpo no ha abolido la diversidad de los miembros: <<En la construcción del cuerpo
existe una diversidad de miembros y de funciones. Es el mismo Espíritu el que, según su riqueza y
las necesidades de los ministerios, distribuye sus diversos dones para el bien de la Iglesia. La
unidad del Cuerpo místico de Cristo produce y estimula entre los fieles la caridad: <<Si un miembro
sufre, todos los miembros sufren con él; si un miembro es honrado, todos los miembros se alegran
con él>>.
Por tanto, lo que nuestro espíritu, es decir, nuestra alma, es para nuestros miembros, eso mismo es
el Espíritu Santo para los miembros de Cristo, para el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia. El Espíritu
Santo es <<el principio de toda acción vital y verdaderamente saludable en todas las partes el
cuerpo>>.
En la confirmación recibimos al Espíritu Santo, autentico promotor de unidad, de comunión y de
sinodalidad. La palabra confirmación significa “unción”. En el sacramento de la confirmación, la
persona es ungida con Crisma, siendo así formada en el poder del Espíritu, de esta forma, el
sacramento de la confirmación permite a la persona que lo recibe acoger al Espíritu Santo en el
corazón y recibir sus siete dones: Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y
Temor de Dios. El don del Espíritu Santo es la fuerza interior, en que esta persona pone la gracia
de su bautismo en práctica a través de su vida y actúa como un testigo.
Así como san Pablo nos dice que en Cristo formamos un solo cuerpo y que el cuerpo está formado
por muchos miembros, así es el cuerpo de la Iglesia lo formamos todos los bautizados. No por ser
dedo es menos importante, o por ser pie es menos digno, o por ser oído no afecta, todos somos
parte esencial de este cuerpo que es la Iglesia, pero no todos lo hemos tomado enserio, o no
hemos sido conscientes de ello.
Hoy que estas aquí como papá, como mamá y padrino o madrina, debes de ser consciente que
para que éste cuerpo esté sano, necesita de cuidado, y tu como padrino conllevaras esa
responsabilidad, es decir tienes que ser el primero en conocer tu fe y vivir tu fe, porque de hoy en
adelante tú serás ejemplo y referencia para él. Al aceptar el papel de padrino o madrina, quiere
decir que usted humildemente puede ayudar a que Dios toque el corazón, el tipo de vida, y el
desarrollo de fe de su ahijado.
La referencia primera y última de esta catequesis será siempre Jesucristo, que es <<el Camino, la
Verdad y la Vida>> (Jn 14,6). Con razón san Juan Eudes decía:
<<Te ruego que pienses […] que Jesucristo, Nuestro Señor, es tu verdadera Cabeza, y que tú eres
uno de sus miembros […]. Él es con relación a ti lo que la cabeza es con relación a sus miembros;
todo lo que es suyo es tuyo, su espíritu, su corazón, su cuerpo, su alma y todas sus facultades y
debes de usar de ellos como de cosas que son tuyas, para servir, amar y glorificar a Dios. Tú eres
de Él como los miembros lo son de su cabeza. Así desea Él ardientemente usar de todo lo que hay
en ti, para el servicio y la gloria de su Padre, como cosa que son de Él>> (San Juan Eudes)
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La Iglesia como comunidad de amor>>, esta llamada a reflejar la gloria del
amor de Dios que es comunión y así atraer a las personas y a los pueblos
hacia Cristo. En el ejercicio de la unidad querida por Jesús, los hombres y
mujeres de nuestro tiempo se sienten convocados y recorren la hermosa
aventura de la fe. <<Que también ellos vivan unidos a nosotros para que el
mundo crea>> (Jn 17,21). La Iglesia crece no por proselitismo sino <<por
atracción: como Cristo atrae todo a sí con la fuerza de su amor>>. La Iglesia
<<atrae>> cuando vive en comunión, pues los discípulos de Jesús serán
reconocidos si se aman los unos a los otros como Él nos amó (Rm 12,4-13;
Jn 13, 34).
III. COMPROMISO
En la Iglesia estamos convencidos que solo en comunión y participación podremos intensificar el
proceso de evangelización nueva e integral para transformar con los valores del Reino, las
personas, comunidades y estructuras de nuestra sociedad y de nuestra Iglesia.
Se les darán dos figuras, de una paloma o de una llama de fuego, una llevará escrito <<Su ley, es
el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo nos amó>>. Esta es la ley <<nueva>> del
Espíritu Santo (Rom 8,2); la otra ira en blanco. Se les dan unos minutos de silencio para que ellos
reflexionen y escriban que don quisieran que Dios le conceda a su ahijado y a que se comprometen
como padrinos en el crecimiento de la fe de sus ahijados, la paloma o la llama que lleve la frase
escrita se la dejaran y en la figura que valla en blanco escribirán el nombre de su ahijado, el don y
el compromiso que hacen con ellos. (Cada compromiso debe de llevar el nombre del padrino y del
ahijado, las dos figuras se ocuparan en el momento de la celebración, pero la figura del compromiso
escrito las catequistas lo recogerán porque se ocupara en el retiro para niños).
IV. CELBRACION
Para este momento se expone el Santísimo, se acondiciona un altar con flores y siete velas. Una
vez que están todos, se hace un canto de adoración, se les invita a que se pongan de rodillas para
recibir a Jesús Eucaristía.
Padre nuestro…. Ave María y Gloria... se dice la siguiente jaculatoria <<Espíritu Santo fuente luz,
ilumíname>> se hace un canto (se repite 3 veces).
Se les invita a que tomen la mejor postura, se pone una música de fondo y se lee el siguiente texto.
Nuestro encuentro de hoy quiere ser expresión de aquello que pretendemos: que a pesar de
nuestras múltiples diversidades de edad, de estilos de vida, de vocación, de profesión…queda algo,
hallar el terreno común que nos permita encontrarnos. Este querer, en nuestro caso, es vivir y
trabajar por la unidad, bajo la fuerza y guía del Espíritu Santo.
Se dejan unos minutos de silencio
Catequista: El Espíritu Santo vence al miedo, de modo que donde entra el Espíritu de Dios,
expulsa el miedo. Nos hace sentir que estamos decididamente en manos del amor de Dios. Ejemplo
de esto son tantos hombres y mujeres que han dado testimonio, han mostrado su valentía, ímpetu,
franqueza a lo largo de la historia.
Todos: ¡Ven Espíritu Santo, danos fe y acaba con nuestras miedos! (se dice tres veces). Se
hace un canto al Espíritu Santo.
Tiempo de silencio

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Catequista: Hemos visto como el Espíritu Santo se presenta en la comunidad, y nosotros
hemos recibido ese mismo espíritu desde el momento en que hemos sido bautizados. Cada uno ha
recibido dones de Dios ¿qué hemos hecho con ellos? El cirio pascual ha permanecido encendido
desde el inicio del retiro, porque es la luz del Espíritu la que nos quiere iluminar, y es la luz del
Espíritu Santo la que quiere iluminar nuestra misión, de ser testigos en la comunidad, en nuestra
familia y con nuestros ahijados. Pidámosle al Señor que nos ilumine para poder ser luz y testimonio
para los demás.
Se les invita a que vallan pasando, dejen su compromiso en el altar, así como van pasando irán
prendiendo su vela (el compromiso las catequistas lo deben de recoger y guardar al final, porque se
va a utilizar en el retiro de niños) “mientras se canta <<haz llover>>”. Ya Que han terminado se
hace la siguiente oración de acción de gracias:
En ti, Señor, he puesto mi confianza, mi esperanza;
tú te has inclinado con ternura sobre mí,
has escuchado mi clamor y has acogido mi vida.
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

Señor, te bendigo y te doy gracias por el don del Espíritu;


tú me empujas a proclamar la justicia entre los hombres,
me haces capaz de decir “sí” a tu voluntad.
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

Que tu ternura, Señor, se derrame sobre mi vida;


no permitas nunca que me avergüence de ti,
quiero, Señor, dar testimonio de tu bondad.
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

Que tu Espíritu, Señor me de fuerzas;


quiero que tu verdad llegue hasta el corazón más pobre,
quiero que tu amor alcance al hombre perseguido y marginado.
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

Señor, hazme sensible a la acción de tu Espíritu;


quiero luchar por la verdad, la justicia y el amor,
quiero ser luz que conduzca a la alegría y a la esperanza.
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.

En ti mi corazón se goza y se alegra;


con los que te buscan día y noche yo repito:
“¡Qué grande eres, Señor!”
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo. Amén.

Se les invita a que se arrodillen para recibir la bendición.


V. MEMORIZACIÓN
“Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; diversidad de ministerios, pero un mismo
Señor; diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos”.

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CELEBRACIÓN DE TODOS LOS SANTOS
MARCHANDO CON LOS SANTOS
OBJETIVO: Los niños, preadolescentes, papás y catequistas de la Diócesis
de Ciudad Altamirano se manifiestan mediante una marcha vestidos de algún santo
como una expresión de que quieren emprender con pequeños detalles su propio
camino de amor a Dios y al prójimo para ser signo del Reino de Dios.
LEMA: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”

AMBIENTACIÓN: Adornar el punto de encuentro de la marcha con todos los niños,


preadolescentes, catequistas y sus papás con el lema arriba mencionado y un camino con
imágenes, donde tenga frases o dibujos de algunas acciones que nos lleven a la santidad.
Antes de iniciar la procesión alguien comparte lo siguiente: Te cuento, en una clase de
catequesis con niños, hablando del llamado a la Santidad, un sacerdote les preguntaba a los niños
¿qué hacen los Santos? Bueno los niños se miraban unos a otros y después empezaban a ver
alrededor en la Iglesia que santos había, algunos de los santos estaban en vitral. Entonces un niño
levanto la mano rápidamente y dijo… “Los Santos son los que dejan pasar la Luz” con una gran
sonrisa el sacerdote le dijo: buena respuesta, si, así es, los santos son las personas que nos dan
ejemplo con su testimonio, por su modo de vivir, con sus actitudes, nos muestran que la Santidad si
es posible. El niño con su inocencia veía como la luz pasaba por el vitral, pero es cierto que, con el
ejemplo de amor, de fe y de esperanza a los demás, los santos son un ejemplo para seguir.
Cantamos: Para ser santo.

Llevar pancartas con algunas frases que se proclamaran por el camino:


- El Espíritu del Señor esta sobre mí.
- Ustedes son la luz del mundo.
- Ustedes son la sal de la tierra.
- Ustedes dan testimonio de mí en todo el mundo.
- La aventura de la santidad comienza con un «sí» a Dios. Juan Pablo II
- La santidad consiste en estar siempre alegres. San Juan Bosco
- La santidad consiste en hacer la voluntad de Dios con alegría. Madre Teresa de Calcuta
- Para ser santos necesitamos humildad y oración. Madre Teresa de Calcuta
 Durante la marcha se sugiere que se vallan haciendo algunas expresiones (saludarse unos a
otros, darse un abrazo, gritar: Dios te ama, regalar dulces que tengan un pequeño mensaje
sobre la santidad). Se pueden arreglar carros alegóricos y colocarles las imágenes de
algunos santos.
 Y en el punto de llega adornar con palmas, incienso, perfume y música de fondo y como se
va llegando cantamos: “Somos un pueblo que camina”.
Algunos niños comparten porque se vistieron de ese santo y al final cantamos todos el
canto: “Que sea mi vida la sal” (brotes de Olivo)

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Propósito: Ahora invita a los niños a buscar un santo que más les llame la atención,
haz un esfuerzo por aprender por qué alcanzó la santidad y cómo poder imitar las obras que
hizo para alcanzar la santidad.

NOTA: Puedes sugerir algunos o dejar que cada quién lo busque.

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CELEBRACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS
TEMA: “CRISTO ES LA NUEVA VIDA”
OBJETIVO: Los niños y preadolescentes de la Diócesis de Ciudad Altamirano
en comunidad y en un ambiente de oración, reflexión y meditación nos preparamos
a la celebración de los fieles difuntos.

LEMA: A nuestros fieles difuntos celebramos y con Cristo la vida valoramos.

AMBIENTACIÓN DEL LUGAR


Una mesa para el altar, Imagen de Cristo Resucitado, Biblia, Cirio Pascual o una vela. Frase:
“Cristo es la resurrección”. Y todo el material para elaborar el altar de los fieles difuntos que se les
pide en la sesión anterior.

BIENVENIDA
Bienvenidos sean cada uno de ustedes niños y niñas, hoy nos encontramos nuevamente como
cada semana lo hacemos, pero nuestro encuentro de hoy es especial porque vamos a reflexionar
sobre lo que celebramos el día 2 de noviembre. Hoy vamos a tener presente a todas aquellas
personas que conocimos y que ya han muerto, que ya no están con nosotros de una forma
presente, pero, viven en cada uno de nuestros corazones porque los amamos y compartieron algo
con nosotros mientras vivían en este mundo.
Vamos a hacer oración por cada uno de ellos para que Dios les conceda el descanso eterno y
desde el cielo cuiden de cada uno de nosotros.

CANTO: Entre tus manos.

1.- Entre Tus manos


está mi vida, Señor.
Entre Tus manos
pongo mi existir.

Hay que morir, para vivir.


Entre Tus manos
yo confío mi ser

2.- Si el grano de trigo no muere,


si no muere solo quedará,
pero si muere en abundancia dará
un fruto eterno que no morirá.

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ORACIÓN INICIAL:
Señor Jesús, tu que amas a los niños con especial predilección, y los pusiste como ejemplo para
los discípulos, te rogamos por todos los pequeños, que han fallecido y que están ya contigo,
tómalos entre tus brazos amorosos, y llévalos al seno de nuestro Padre para que alegre su corazón
en tu presencia.
Jesús confiamos en tu divida misericordia y en tu bondad a todos nuestros familiares y amigos que
han dejado este mundo hacia la eternidad, donde tu esperas a la humanidad entera, redimida por
tu sangre preciosa, no mires Jesús nuestra debilidad humana, sino levanta sobre nosotros tu
mirada piadosa, que nace de la ternura de tu corazón y ayúdanos a nosotros, a nuestros padres y
hermanos a caminar siempre en busca de tu mirada llena de amor.
Señor Dios, te damos gracias también por darnos la oportunidad de habernos encontrado hoy con
nuestros compañeros y catequistas, para rogar por el descanso de nuestros familiares que han
muerto y recordar con alegría tu resurrección, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

I. VEMOS LA REALIDAD
Escuchemos el siguiente cuento:
Un señor un día de todos los Santos
Él dijo: “Yo no creo que vengan las animas. No lo creo, no vienen, son mentiras, yo no tengo
tiempo, yo voy a trabajar (le dijo el señor a su esposa); yo voy a esperar a mi papá con una jícara
de enchiladas, él siempre comía ramas de guaje tierno. Eso le voy a poner en el altar”. Y así lo hizo.

Bueno, pues se fue a trabajar; trabajó todo el día, el mero día de todos Santos, el día de los
grandes, de los mayores, porque primero es el día de los chicos, dicen. Amaneció, se fue a trabajar,
estaba trabajando duro y de pronto se escuchó ruido de gente que platicaba en el camino.
Pasaban muchos, iban contentos, unos cantando, otros bailando contentos; vio que pasaban
muchos, llevaban canastas en la cabeza y cargaban chiquigüites en el hombro, todos llevaban
regalos, las ofrendas que habían recibido. Unos llevaban racimos de plátanos, manos de plátanos.

Las señoras iban cargando en la cabeza canastas con tamales; llevaban tamales chicos y grandes,
llevaban atole, lo cargaban en cántaros, lo llevaban en jarros; otros llevaban mazorcas en
mancuernas, todos iban muy contentos.

Entonces el señor pensó: “Ya veo que esas personas no son gente de verdad, porque no las
conozco; van otros señores que hace años he visto. Pobre de mi papá”, dijo, y pensó que venía su
papá. En ese momento vio venir a su papá, quien llevaba al hombro la rama de guaje tierno. Su
mamá llevaba en la cabeza una jícara de enchiladas, tapaditas, así como debe de ser, el señor se
entristeció.

“Ahora ya lo creo, todos los difuntos, todas las ánimas vienen”, dijo, y entonces los llamó: “Papá,
papá, mamá, mamá quiero hablar con ustedes, yo no creía. Dispénsenme, yo no sabía que ustedes

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venían a visitarme; ahora veo que de veras es cierto. Hagan el favor de esperarme un poco, voy a
hacer también una ofrenda grande, ahora ya sé que de veras vienen.”

“Pero nosotros no podemos —contestó el papá— yo ya me voy, nosotros ya nos vamos, pero si
quieres verme y dejarme la ofrenda, hazla, te espero en el portal de la Iglesia, allá te espero
mañana, antes de que empiece la misa.” Bueno, entonces eso fue lo que hizo el señor, regresó a su
casa. Mató puerco y pollos e hizo tamales grandes.

Puso el altar; estuvo preparando ofrenda toda la noche para que cuando amaneciera la gente fuera
a hacer el rosario, a rezarle a las ánimas de sus papás. En el momento que terminó sus
quehaceres, sintió que le dio cansancio y le dijo a su esposa: “Voy a descansar, así, tan pronto,
cuando estén ya cocidos los tamales pruébalos y avísame”.

Cuando termines despiértame, vamos a llamar al rezandero y vamos a rezarles. Voy a ir a dejar la
ofrenda allá donde me va a esperar mi papá. Y el hombre se fue a descansar a su cama; descansó
y como a la hora le fueron a hablar, pero el hombre ya no estaba con vida. Estaba muerto. Murió en
su cama. Cuando la señora vio finado a su esposo, avisó a los vecinos, a los familiares. Los
tamales y la ofrenda que se hicieron para su papá se los comieron los que ayudaron a enterrar al
difunto.

¿Qué nos dice esta historia? ¿Cuál fue el cambio que hubo en este hombre? ¿Cuál es tu
experiencia del día de muertos? ¿Quiénes de nosotros tenemos familiares que ya murieron? ¿En
sus familias que hacen para el día de muertos?

II. ILUMINACION
A continuación leemos el Evangelio Según San Mateo 28, 1-10
"Pasado el sábado, al aclarar el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a
visitar el sepulcro. De repente se produjo un violento temblor el Ángel del Señor bajó del cielo, se
dirigió al sepulcro, hizo rodar la piedra de la entrada y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el
relámpago y sus ropas blancas como la nieve. Al ver al Ángel, los guardias temblaron de miedo y se
quedaron como muertos. El Ángel dijo a las mujeres: «Ustedes no tienen por qué temer. Yo sé que
buscan a Jesús, que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado.
Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto, pero vuelvan en seguida y digan a sus discípulos: Ha
resucitado de entre los muertos y ya se les adelanta camino a Galilea. Allí lo verán ustedes. Con
esto ya se lo dije todo.» Ellas se fueron al instante del sepulcro, con temor, pero con una alegría
inmensa a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos. En eso Jesús les salió al encuentro
en el camino y les dijo: «Paz a ustedes.» Las mujeres se acercaron, se abrazaron a sus pies y lo
adoraron. Jesús les dijo en seguida: «No tengan miedo. Vayan ahora y digan a mis hermanos que
se dirijan a Galilea. Allí me verán.»". Palabra de Dios.

Dejamos un momento de silencio y volvemos a leer el texto.

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Compartimos con los niños:
¿Quiénes fueron al sepulcro? ¿Qué paso en ese momento en el sepulcro? ¿A quién buscaban las
mujeres y que les dijo el Ángel? ¿Si nosotros hubiéramos ido al sepulcro y no encontráramos a
Jesús como nos sentiríamos?
Así es, Cristo vence a la muerte, luego de tres días resucita de entre los muertos, es la gran fiesta
de la Iglesia universal. El centro de nuestra fe: La resurrección de Jesús.

PROFUNDIZACIÓN
Durante el día de muertos se celebra la vida de la persona que
ya ha fallecido, así como también recordamos los buenos
momentos que pasamos a su lado, es un momento especial
para toda la familia, especialmente para aquellos que fuimos
más cercanos a ellos.
Nuestros antepasados creían en una vida después de la muerte,
lo que la Iglesia llama resurrección, una nueva vida
que nos ofrece Jesús como acabamos de escuchar en el
Evangelio él no está aquí ha Resucitado, y no como otras
culturas o religiones que creen que uno nace nuevamente en
este mundo (reencarnación).
Para nuestros antepasados, la muerte no era la aniquilación a los seres vivos, sino un cambio de
estado, una vivencia distinta a la que transcurre entre el nacimiento y el fin. La muerte no es más
que una forma de vida diferente. Pero es gracias a Jesucristo quien al venir a este mundo y hacerse
hombre, nos hace entender esto y nos recuerda que hay un cielo, que hay una vida eterna, que
quien cree en Él, nunca morirá, que vivirá para siempre. Es claro que no nos habla de una vida
terrenal, puesto que Él también muere como hombre, más bien nos habla de esa vida eterna. Por
eso al resucitar nos demuestra que todo lo que nos enseñó es verdad.
Todos pensaban que con la muerte de Jesús ya nada tenía sentido, que no había nada más que
hacer. Las esperanzas y las ilusiones de sus amigos se habían acabado. Pero olvidaban algo muy
importante, Jesús les dijo que al tercer día iba a resucitar, es decir, volvería a la vida.
Por eso al celebrar nosotros el día de los fieles difuntos pensemos en esto: LA MUERTE NO ES EL
FIN, CRISTO ES LA VIDA. SI MORIMOS POR EL, RESUCITAREMOS CON EL., nos lo dice San
Pablo en su carta.
Creer en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento esencial
de la fe cristiana. «La resurrección de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos
por creer en ella» Y esta esperanza que tenemos para que nuestros fieles difuntos alcancen la
resurrección como Iglesia que somos estamos invitados a orar por cada uno de ellos y es la
invitación de la Iglesia en el día de fieles difuntos (cf. CEC 991).
III. COMPROMISO
Entregamos a cada niño una cruz ya sea de papel o foamy y los invitamos a escribir los nombres de
las personas que ya han fallecido.
Enseguida elaboramos el altar de fieles difuntos con los niños donde todos participen.
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IV. CELEBRACIÓN

Ya que tenemos el altar de nuestros fieles difuntos vamos a ir colocando nuestra cruz donde están
los nombres de nuestros difuntos y rezamos uno o dos misterios del rosario ofreciéndolo por el
eterno descanso de todos los fieles difuntos, para que por la misericordia de Dios puedan gozar ya
de la vida eterna.

MISTERIO GLORIOSO
LA RESURRECIÓN DEL SEÑOR.

V. MEMORIZACION
“La muerte no es el fin, Cristo es la Vida. Si morimos por Él, resucitaremos con Él”

CANTO FINAL: Yo soy el pan de vida.


1. Yo soy el Pan de vida,
el que viene a mí no tendrá hambre,
el que cree en mí no tendrá sed.
Nadie viene a mí, si mi Padre no le atrae.

Yo le resucitaré, yo le resucitaré,
yo le resucitaré en el día final. (2)

2. El Pan que yo daré,


es mi Cuerpo, vida para el mundo.
El que siempre coma de mi carne,
vivirá en mí, como yo vivo en mi Padre.

3. Yo soy esa bebida


que se prueba y no se siente sed.
El que siempre beba de mi sangre
vivirá en mí y tendrá la vida eterna.

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RETIRO DE ADVIENTO PARA NIÑOS Y PREADOLESCENTES
TEMA: ENCUENTRO CON LA TERNURA DE DIOS
OBJETIVO: Que los niños y preadolescentes de la Diócesis de Ciudad Altamirano en
comunidad, tengan la experiencia de compartir la preparación al Adviento y poder recibir a Jesús
con un corazón bien dispuesto y en esta Navidad descubrir la ternura de Dios por medio de su Hijo
Jesús.

AMBIENTACIÓN Y PREPARACIÓN DE LOS MATERIALES

 Una mesa con su mantel.


 Un cirio.
 La imagen del niño Dios, San José y la Virgen.
 Se preparan estrellas de cartón o de foamy.
 Se coloca en el centro del salón, en una mesa o en el suelo,
un mantel de Navidad, con una planta y unas velas.

BIENVENIDA
Bienvenidos niños (preadolescentes) a nuestro retiro de adviento, que como cada año, nos
encontramos en esta experiencia. Cada año, en la Iglesia recordamos con gran alegría la llegada
de un ser muy especial, recordamos que Jesús se hace uno de nosotros, y ¿Saben por qué lo
hizo? porque todos nosotros somos sus amigos y somos muy especiales para Él, por eso vamos a
prepararnos, ¿A ver quién quiere que su amigo Jesús venga a su corazón? Que venga a cada una
de nuestras familias para estar con papá, mamá y nuestros hermanos. Vamos a aprovechar este
día participando con alegría y compartiendo con los demás niños y preadolescentes de nuestra
catequesis.

ORACIÓN INICIAL

A cada invocación vamos a responder “Ven, Señor Jesús”

 Papá Dios, te damos gracias por un día más de vida y por todo lo que nos regalas,
especialmente por nuestra familia. R.

 Señor Jesús, al comenzar este tiempo de adviento, ponemos en ti nuestra confianza. R.

 Señor, fortalece nuestra espera, para saber descubrirte ya presente en nuestros corazones.
R.

 Señor, ayúdanos a descubrirte en la gente buena que pasa en nuestra vida haciéndonos el
bien. R.

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 Señor, despierta nuestros sueños y levántanos de nuestros egoísmos y aquello que no nos
hace ver las necesidades de los demás. R.

 Señor, prepara nuestros corazones, para que se conviertan en casa amable y humana en la
que Tú puedas nacer. R.

 Señor, que te esperemos y salgamos a tu encuentro, cuando llegues y llenos de alegría te


daremos el mejor de nuestros abrazos. R.

 Señor, que este tiempo de adviento nos ayude a vivir centrados en Ti y atento a las
necesidades de los que más nos necesitan. R.

TODOS: Al esperar el nacimiento, de tu Hijo Jesús, te pedimos que nos ayudes a estar más
unidos con nuestros seres queridos, con nuestros papás y hermanos, para que cuando llegue este
gran amigo nos vea contentos y felices, y se quede siempre con nosotros. Amén.

I. VEMOS LA REALIDAD

BREVE DIÁLOGO CON LOS NIÑOS

¿Qué vamos a celebrar muy pronto? ¿A quién esperamos y vamos a recibir? ¿Qué hacemos
cuándo recibimos a alguien en nuestra casa? ¿Cómo nos preparamos?, ¿Dónde le recibimos?
¿Qué le ofrecemos? Pues juntos lo vamos a hacer ahora y después seguiremos preparándonos
durante el Adviento para acogerle con alegría el día de Navidad.

Escuchamos el siguiente cuento:

"Martín era un humilde zapatero de un pequeño pueblo de montaña. Vivía solo. Hacía años que
había enviudado y sus hijos habían marchado a la ciudad en busca de trabajo.

Martín, cada noche, antes de ir a dormir leía un trozo de los evangelios frente al fuego del hogar.
Aquella noche se despertó sobresaltado. Había oído claramente una voz que le decía. ‘Martín,
mañana Dios vendrá a verte’. Se levantó, pero no había nadie en la casa, ni fuera, claro está, a
esas horas de la fría noche...

Se levantó muy temprano y barrió y arregló su taller de zapatería. Dios debía encontrarlo todo
perfecto. Y se puso a trabajar delante de la ventana, para ver quién pasaba por la calle. Al cabo de
un rato vio pasar un vagabundo vestido de harapos y descalzo. Compadecido, se levantó
inmediatamente, lo hizo entrar en su casa para que se calentara un rato junto al fuego. Le dio una
taza de leche caliente y le preparó un paquete con pan, queso y fruta, para el camino y le regaló
unos zapatos.

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Llevaba otro rato trabajando cuando vio pasar a una joven viuda con su pequeño, muertos de frío.
También los hizo pasar. Como ya era mediodía, los sentó a la mesa y sacó el puchero de la sopa
excelente que había preparado por si Dios se quería quedar a comer. Además fue a buscar un
abrigo de su mujer y otro de unos de sus hijos y se los dio para que no pasaran más frío.

Pasó la tarde y Martín se entristeció, porque Dios no aparecía. Sonó la campana de la puerta y se
giró alegre creyendo que era Dios. La puerta se abrió con algo de violencia y entró dando tumbos el
borracho del pueblo.

– ¡Sólo faltaba este! Mira, que si ahora llega Dios...– se dijo el zapatero.

– Tengo sed –exclamó el borracho.

Y Martín acomodándolo en la mesa le sacó una jarra de agua y puso delante de él un plato con los
restos de la sopa del mediodía.

Cuando el borracho marchó ya era muy de noche. Y Martín estaba muy triste. Dios no había venido.
Se sentó ante el fuego del hogar. Tomó los evangelios y aquel día los abrió al azar. Y leyó:

– Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estaba desnudo y me
vestiste. Cada vez que lo hiciste con uno de mis pequeños, a mí me lo hiciste.

Se le iluminó el rostro al pobre zapatero. ¡Claro que Dios le había visitado! ¡No una vez, sino tres
veces! Y Martín, aquella noche, se durmió pensando que era el hombre más feliz del mundo….

Compartimos: ¿Quién era Martín? ¿Qué hizo Martin cuando escucho la voz de que Dios iría a
verlo? ¿A quiénes ayudo Martín? ¿Cómo descubrió Martín que Dios había visitado su casa?
¿Nosotros hemos esperado a Dios algún día en nuestra casa, ha llegado?

El Adviento, es la esperanza de la venida de Dios que de muchas formas nos visita.

II. ILUMINACIÓN

Vamos a escuchar la Palabra de Dios, ponemos mucha atención y vamos descubriendo, como fue
la llegada de Jesús y quiénes se encontraron con Él (Lc 1, 26-38).
"Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de
David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el
Señor está contigo.» María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué
significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de
Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande
y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David;
gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.» María entonces dijo al
ángel: « ¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá
sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será
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llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no
podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.»
Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el
ángel." Palabra del Señor.

PROFUNDIZACIÓN
¿Qué fue lo que escuchamos? ¿Quiénes son los personajes del que nos habla la Escritura? ¿Cómo
recibió la Santísima Virgen esta noticia?
Qué bonita noticia escuchamos en el Evangelio, al igual que la Santísima Virgen, tengamos un
corazón abierto, acogedor, para que la Palabra habite en nosotros y nos ilumine el camino a seguir,
María hoy nos enseña la humildad, la ilusión, la espera, la espera paciente y la aceptación de lo que
Dios quiere de nosotros. Ella es nuestro modelo de espera, nosotros como niños y preadolescentes
en ¿Quién ponemos nuestra esperanza? Abrimos nuestro corazón para que como Martín el del
cuento acogió a Jesús en las personas que llegaron a su hogar.
Como María dejemos que esa luz de la llegada del niño Dios nos inunde, abramos nuestro corazón
para que como ella en el silencio respondamos siempre a lo que él nos quiere regalar en este
tiempo de adviento, tiempo de espera.
El adviento es la preparación a la gran fiesta del nacimiento de Jesús, hecho niño, por amor a
nosotros, un amor que no tiene ni principio ni fin, es para siempre, es el amor por excelencia, es la
ternura encarnada de Dios hecho hombre.
Este adviento los invitamos a estar en contacto con nuestro amigo Jesús con esa ternura que
quiere que seamos felices y hagamos felices a los demás, los invitamos a expresar nuestra espera
tratando de mirar a Jesús en nuestra familia, amigos, vecinos, enfermos y sobre todo en aquellos
que no tienen esperanza.
III. COMPROMISO
Entregamos a cada uno de los niños y preadolescentes una estrella, los motivamos a hacer un
compromiso que puedan realizar en bien de la familia que regalemos al niño Jesús en esta
navidad. Por ejemplo, ayudar a recoger el plato a la hora de la comida, obedecer a sus papás, etc.

IV. CELEBRACIÓN
En un espacio apropiado para la oración colocamos en el piso el mantel de navidad (si se tiene) al
centro del mantel colocamos un pequeño pesebre para el niño Jesús. Los niños entran cantando y
se colocan en círculo, alrededor del pesebre, en seguida dos niños llevan la Palabra de Dios y una
vela encendida. La colocan al lado del pesebre, entran tres niños con María, José y el Niño, lo
colocan en el pesebre, mientras se canta un villancico.

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ORACIÓN

Esta tarde, Jesús te invitamos a nuestra casa, ¡Ven!, no tardes. Tenemos muchas cosas que
contarte, también queremos escucharte a ti, porqué tu vienes a la tierra para revelarnos los secretos
de Dios Padre (extendemos nuestras manitos).

Jesús nos tienes aquí, el corazón y las manos bien abiertas para recibirte ¿Qué nos traes?

Hacemos un momento de silencio para escucharlo.

¿Qué quieres decirnos de parte de Dios tu Padre?


Hacemos un momento de silencio para escucharlo en nuestros corazones.
Nosotros le queremos responder a Jesús que viene a nacer en nosotros y le queremos hacer un
regalo cada niño pasara a dejar su estrella como regalo al niño Jesús.
Peticiones

Ahora, Jesús, queremos pedirte por nuestros amigos, nuestra familia, por el mundo. Sabemos que
siempre nos escuchas

CONTESTAMOS: VEN SEÑOR JESÚS.

1. Por los que te esperan, por los que desesperan. Todos: VEN SEÑOR JESÚS.
2. Por los que buscan, por los que no buscan. Todos: VEN SEÑOR JESÚS.
3. Por los que caminan, por los que se cansaron de caminar. Todos: VEN SEÑOR JESÚS.
4. Por los que aman, por los que estropean el amor. Todos: VEN SEÑOR JESÚS.
5. Por los que confían en ti, por los que desconfían. Todos: VEN SEÑOR JESÚS.
6. Por los que creen en Ti, por los que no creen en nada. Todos: VEN SEÑOR JESÚS.
7. Porque tú nos quieres y porque te necesitamos. Todos: VEN SEÑOR JESÚS
8. Por cada uno de nosotros los niños para que vivamos unidos a ti como familia. Todos: VEN
SEÑOR JESÚS.

. CANTO FIN: VEN, VEN SEÑOR NO TARDES.

DESPEDIDA.

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RETIRO DE ADVIENTO PARA CATEQUISTAS

TEMA: ADVIENTO LA ALEGRIA DE CAMINAR JUNTOS EN LA ESPERANZA

OBJETIVO: Los catequistas de la Diócesis de Ciudad Altamirano se encuentran para vivir la


experiencia juntos, reflexionar, meditar y compartir, teniendo como centro la Palabra de Dios y así
recorrer el camino del adviento.

LEMA: “Hacia el adviento caminamos y con Cristo nos encontramos”

AMBIENTACIÓN:

 Biblia.

 Un cirio.

 La Imagen de la virgen María.

 Velas una para cada participante.

 Mesa con pesebre grande donde entre la Biblia.

MATERIAL

 Fotocopias del material para los participantes.

 Estrellas de foamy y papel para cada participante.

 Paliacates.

 Papeletas con nombres de animales para la dinámica.

 Hojas blancas.

Preparar todo para la exposición del Santísimo. (En caso que no hubiese se puede hacer el
momento delante de un crucifijo).

BIENVENIDA

Buenos días (tardes) queridos catequistas, sean bienvenidos a este retiro de adviento, este tiempo
que nos regala la Iglesia para prepararnos para entrar a nuestra interioridad, para preparar la
venida del Señor, es preciso despejar un poco el área de nuestro corazón, siendo conscientes de lo
que nos influye del exterior y nos impide vivir en la esperanza. El adviento es un tiempo de
preparación y esperanza... por ello es necesario detenerse un momento para preguntarnos:
¿Realmente tengo razón para esperar? ¿Qué puedo esperar en medio de realidades que me

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superan? Cómo catequistas ¿Qué tipo de espera vivo y anuncio? En fin... este retiro quiere ser una
herramienta para disponer nuestro ser ante Dios en este tiempo tan especial del adviento, donde
nos viene bien retomar nuestra vocación de catequistas para ser mensajeros de alegría y
esperanza; en una sociedad con tendencias a la tristeza, depresión, desesperanza y sin sentido...
¡No podemos quedar pasivos! ¡Aún hay esperanza!

ORACIÓN INICIAL

Guía: El tiempo de adviento es un tiempo favorable, es tiempo de buenas nuevas, la Iglesia


nos propone prepararnos para la segunda venida de Jesús y conmemoramos su venida histórica,
por lo tanto ¡hay motivos para alegrarnos! Por lo cual todo nuestro entorno se engalana con luces,
regalos, e ilusiones de unión familiar, de alegría compartida, de fe viva. Es un tiempo de gracia y de
mucha esperanza, que tiene su fundamento en el amor de Dios; sin ser insensible a las realidades
de desesperanza e increencia, que se propagan por todas partes. Para disponernos comenzamos
tomando consciencia de la presencia de Dios que esta siempre con nosotros y en nosotros...

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo...

Leemos en silencio la oración que tienen en su hoja y después vamos a rezarla en voz alta a dos
coros.

¡SOMOS CATEQUISTAS, PORQUE AÚN HAY ESPERANZA!

¡Señor aquí estamos! Los catequistas siempre en camino; somos catequistas en camino, porque
aún hay esperanza...no importa que caiga la noche, porque aún estamos vivos, porque aún
parpadean nuestros ojos, porque aún late nuestro corazón.

¡Señor aquí estamos! Somos catequistas caminando en la noche porque tenemos el don de la fe, la
lámpara de la fe nos alumbra, su luminosidad nos atrae. Somos catequistas al igual que María, que
movida por el Espíritu, acogió al Verbo de la vida en la profundidad de su humilde fe, aunque
totalmente entregada al Eterno. Y, en medio del caos y la oscuridad, hay una luz, es la luz de la fe,
la esperanza y el amor que nos ilumina.

¡Señor aquí estamos! Somos catequistas con esperanza, no ingenuos, ante la deshumanización
que nos circunda, no ciegos, ante la descristianización en la sociedad, aún tenemos la audacia y
coraje para profesar una fe viva; por que aún hay esperanza.

Somos catequistas con los ojos bien abiertos, para ver la bondad originaria de todo ser humano,
porque toda persona es capaz de amar y ser amada. Somos catequistas que contemplan las
bondades y misericordia de Dios, porque aún creemos en el amor.

¡Señor aquí estamos! Somos catequistas con esperanza porque anhelamos un mañana mejor;
porque aún creemos en el ser humano, porque esperamos en Ti, que has vencido a la muerte y al

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pecado, y creemos que el poder de tu amor es y ha sido más fuerte que la muerte.

Vamos caminando... aún estamos vivos, vamos caminando... aún hay esperanza. Vamos
caminando porque tenemos un clamor dentro de nosotros: ¡Ven Señor Jesús!

Canto: Ven, ven Señor no tardes.

II. VEMOS LA REALIDAD


DINAMICA
El espacio donde se realice deberá ser amplio, para que se puedan esparcir los catequistas de
mejor forma. De no tener este espacio amplio, bastará con que puedan revolverse entre
ellos y así caminar un poco y luego buscarse.
Con anticipación se preparan papelitos con el nombre de una animal que tenga un sonido claro,
ejemplo: gato, perro, gallina, etc. Este se les entrega al momento de iniciar la dinámica. Se les invita
solo a leerlo en silencio. En seguida se vendan los ojos. Y a la cuenta de tres todos hacen su
sonido y comienzan a encontrarse en pareja.
Para agregarle un poco más de diversión, una vez que todos tengan los ojos vendados, se puede
colocar, dentro del circuito, algunos obstáculos como sillas, mesas, cajas, macetas, libros, o
cualquier objeto que dificulte el caminar.
Cuando hayan encontrado a su pareja, se quitan la venda y se les dará un montoncito de letras
sueltas con las cuales deberán formar una palabra (las letras entregadas serán las necesarias para
formar las palabras que se encuentran más adelante), formarán la palabra y la pegarán en una
hoja en blanco. Y ganará la pareja que termine en el menor tiempo. así termina el juego.
Palabras a utilizar:
TIEMPO, COMUNICACIÓN, DIRECCIÓN, SEGURIDAD, ALEGRÍA, ÉXITO, ESPERANZA,
ADVIENTO, CAMINO, VENIDA, EMMANUEL. FRATERNIDAD.

NOTA: Pueden repetir las palabras cuantas veces sea necesario, dependiendo de las
parejas que haya.

PLENARIO DE LA DINAMICA
¿Cómo te sentiste al buscar a tu pareja?
¿Qué sentiste al momento de encontrar a tu pareja?
¿En algún momento te sentiste perdido, fuera de dirección?
¿Al momento de estar a ciegas, sentiste inseguridad al caminar?
¿Te hubiera gustado que alguien te tomara de la mano y te guiara?
¿Sentiste en algún momento la necesidad de agradecerle a Dios por el don de la vista y por querer
estar junto a Él para ser protegido y guiado por Él?

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Quien coordina toma en cuenta la respuesta de los participantes.
Así, como al momento, a lo mejor sentiste la necesidad de retomar y poner más atención a los
pasos y al oído, para encontrar a tu pareja, ¿crees que el hombre necesite estar más atento y
consciente en escuchar la voz de Jesús que nos llama a convertirnos y albergarlo en el corazón,
este adviento, es eso, escuchar la voz de Dios, pero también aprender a caminar y escuchar la voz
de tu compañero catequista.
Recordemos que el que camina en el mundo, camina como ciego. Andar en tinieblas nos trae
desesperanza, angustia y falta de paz. El mundo no puede nunca dar lo que Dios nos ofrece.
La paz que da el mundo no es la Paz que Jesús nos dice que nos dará, a través del Espíritu Santo.
Es necesario entender que los tiempos son de Dios, y que nada se mueve (ni una hoja) sin su
voluntad. Siempre hay que tener paciencia y docilidad, confiando en que si caminamos junto a Él,
caminamos en la luz, y Él nos hará ver, dónde está presente el peligro, el error o la mentira, para
poder rechazarlos y enderezar nuevamente el camino, siguiendo su voz con la ayuda de la
comunidad.
III. ILUMINACION
Leemos la Palabra de Dios.

“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y
una luz les brillo. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al
segar, como se alegran al repartirse el botín. “Porque un niño nos ha nacido un hijo se nos ha
dado...” (Is 9, 1-2. 5) .

Dejamos unos momentos para interiorizar la Palabra, para que la Palabra repose en nosotros y
nosotros en ella.... volvemos a leer el texto.

PROFUNDIZACION

El pueblo que caminaba en tinieblas... entonces, no estaban estáticos estaban en camino; pero no
veían, seguramente no podían avanzar mucho... y además la oscuridad suscita el miedo, la tristeza,
y arrastra... a la depresión, a la desesperanza, al sinsentido, etc. pero a un pueblo que tiene fe, a un
grupo de catequistas que sabe a dónde va, no lo detiene la noche, ni las dificultades...

Nadie disfruta más del día que aquellos que han caminado durante la noche, muchas veces el
caminar en oscuridad o en tinieblas nos lleva a perder la esperanza, sin embargo, en este tiempo
de la esperanza, ¡hay mucho por ganar!

¡Cuantos más caídos, nos queda por alcanzar! El aquí y ahora, a veces parece que nos está
desangrando y poco a poco con tantas ideologías antievangélicas nos quita vida... Pues allí esta
nuestro reto como catequistas y como Iglesia, ¡no nos podemos quedar estáticos! como si la noche
tuviera la última palabra, tenemos un clamor que hacer, unas cadenas que liberar, unas máscaras
que eliminar, una mañana que esperar, un sol que anhelar. ¡Ven Señor! Porque la luz ha vencido a
las tinieblas.

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Porque los catequistas no podemos callar que hemos visto una gran luz, una luz ha resplandecido
sobre nosotros, y estamos alegres; eso nos cambia la vida y da sentido a nuestro caminar, a
nuestro hacer a favor del Reino.

El sentido originario del adviento era esa espera paciente y permanente del sol; el fuego de la
hoguera era como una pequeña chispa de sol que es todo fuego. El adviento nos dispone a poner
brazas en la hoguera mientras el sol no está. Cada año preparamos y recordamos una venida
histórica de Dios hecho carne. Más su Encarnación no es sólo histórica es presente y actuante, en
efecto y vida, porque se sigue entregando cada día en la Eucaristía; pero es solo el comienzo, en
comparación de la venida del amor en plenitud que nos abrazará con su fuego inextinguible, al fin
de los tiempos (La Segunda venida del Señor).

“Jesús nos enseña que nadie puede luchar en la vida aisladamente, se necesita una comunidad
que nos sostenga y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante”.
Por tanto, “los sueños se construyen juntos. Que en esta Navidad volvamos a soñar construir una
comunidad de hermanos, donde cada uno pueda vivir con dignidad, donde nos escuchemos y
dialoguemos para discernir el futuro, donde luchemos por el bien de todos en especial de quienes
han quedado marginados por distintos motivos”.
“La Iglesia crece en la medida que todos y cada uno somos capaces de asumir la misión que Jesús
nos confió, con verdadero entusiasmo y compromiso”, para ello, “necesitamos que el Adviento sea
un tiempo en que tengamos una honda experiencia de encuentro con Dios, a través de la oración,
de la meditación de la Palabra de Dios, que es un manantial inagotable de vida nueva del cual
beber”.

IV. COMPROMISO
Les entregamos a cada participante una estrella elaborada de foamy o papel, donde les pedimos
escriban ¿Qué me pide Dios cambiar en este tiempo de adviento, para vivir la esperanza? Como
catequista ¿Qué actitudes tengo que cambiar para seguir caminando juntos como comunidad?

V. CELEBRACIÓN

MOMENTO DE ADORACIÓN AL SANTISIMO

Para este momento se le ha entregado una velita a cada catequista.

MONICIÓN: Hemos reflexionado y visto que la esperanza nos tiene que mantener como
catequistas, que nuestros niños y padres de familia nos ven como esa luz que ilumina su camino en
la vida cristiana, con la alegría que nos da de seguir caminando juntos, nos disponemos para recibir
al Santísimo. Que es el Sol que nace de lo Alto, es Luz de Luz, Dios mismo que vive entre nosotros,
oculto en la humildad del pan sagrado. Él es la razón y el fundamento de nuestra esperanza en
nuestro ser de catequistas.

Canto: Ven, Señor no tardes...o alguno de Adoración

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Exposición del Santísimo

GUIA: Señor, Tú eres la luz que alumbra nuestra fe, que la sostiene y le da sentido ¡Ven
Señor! Padre Nuestro, Ave María y Gloria... Alabado sea el Santísimo Sacramento...

GUIA: Señor Tú eres la esperanza que sostiene nuestro quehacer pastoral como catequistas,
nuestras fatigas por la construcción del Reino. ¡Ven Señor! Padre Nuestro, Ave María y Gloria...
Alabado sea el Santísimo Sacramento...

GUIA: Señor Tú eres la alegría de nuestro corazón de catequista, el amor que llena de
sentido nuestra vida entregada en bien de los niños y preadolescentes. ¡Ven Señor! Padre Nuestro,
Ave María y Gloria... Alabado sea el Santísimo Sacramento.

Monición: Conscientes de la luz que hemos recibido y la esperanza que nos sostiene,
expresemos nuestras intenciones... respondemos después de cada proclamación:

TODOS: “Porque somos catequistas, mensajeros de alegría y esperanza”

 Señor, ponemos en tu corazón nuestro trabajo de cada día y hora, para que tu lo veas
agradable a tus ojos.

 Señor, que seamos mensajeros de buena nueva para toda persona que encontremos en
nuestro camino, especialmente los niños, preadolescentes y papas.

 Señor, que los padres de familia, se comprometan en el proceso de formación cristiana de


sus hijos.

 Señor, que este tiempo de gracia del adviento que estamos viviendo, nos ayude a
encontrarnos cada día más contigo.

 Señor, que nuestro ser y hacer en la catequesis tenga frutos en cada una de nuestras
familias y grupo de catequistas.

Monitor: En este momento pasamos y presentamos nuestros compromisos al Señor que


escribimos en nuestra estrella (Lo colocamos alrededor de la custodia).

Canto: Sois la semilla

Momento de silencio

MOTIVACIÓN: Así, como las notas de una melodía, ocupan silencios para distinguirse unas
de otras, ocupan pausas para intercalarse; así mismo en la vida de oración, el silencio es
fundamental. En un retiro no puede faltar ese momento de silencio orante, porque es un silencio
que no está vacío... está lleno de Dios de contenido, de amor... es la oportunidad para que Dios nos

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hable al corazón, es la oportunidad para que tu Espíritu nos hable de Dios...

Podemos poner música instrumental de fondo (Silencio orante....)

Invitamos a cada uno de los catequistas a encender su vela.

Guía: (Dirigiéndose a los catequistas y tomando en sus manos la imagen del Niño Dios
continua).

 Catequistas, ustedes son el rostro concreto del Jesús que anuncian.

 Son luz de la tierra y mensajeros de esperanza.

 Son luz en medio de la oscuridad, vayan y alumbren, con la luz de Dios


encarnado.

 No escondan su fe, es hora de alumbrar el mundo.

 Son luz para el despertar y mantener la fe de los niños y preadolescentes.

 Son luz en la confusión del preadolescente.

 Son luz en la decisión de los padres de los niños y preadolescentes.

 Son portadores de la luz del Dios con nosotros: “Emmanuel”.

Llevemos a Cristo a ese rincón del mundo, donde solo nosotros podemos llegar, porque Cristo se
fía de nosotros y nos envía... ¡vallamos y alumbremos!

Decimos juntos las siguientes frases.

 En tu nombre Señor, como catequistas seremos heraldos del Evangelio, buena nueva para la
humanidad.

 En tu nombre Señor, seremos luz para los niños, preadolescentes y padres que nos has
confiado...

 En tu nombre Señor, como catequistas seremos testigos de tu amor que nos ha cambiado la
vida...

 En tu nombre Señor, seremos catequistas, heraldos de fe y esperanza. Amén.

Reserva del santísimo.

Canto. Catequista soy.

Despedida.

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RETIRO DE ADVIENTO PARA PAPÁS
TEMA: ADVIENTO, TIEMPO DE PREPARAR MI CORAZÓN PARA RECIBIR AL HIJO DE DIOS.
OBJETIVO: Los padres de los niños y preadolescentes de la catequesis de
Ciudad Altamirano, reunidos en un ambiente fraterno, mediante la oración, la
escucha de la Palabra de Dios y la reflexión, meditan sobre la importancia de
preparar el corazón para recibir a Jesús en su venida, y así ser signos de
esperanza en nuestro tiempo.
Lema: Ven Señor Jesús y quédate en nuestros corazones.
Material: Una mesa con mantel morado, la Sagrada Escritura, Corona de adviento y lema.
BIENVENIDA: Queridos papás, nos hemos reunido para reflexionar sobre el tiempo del
Adviento, sobre la importancia que tiene el preparar nuestro corazón (pesebre) para recibir a Jesús
en nuestra vida y en nuestra familia. Les invito a que nos dispongamos a vivir este momento de la
mejor manera.
DINAMICA GRUPAL
Dos verdades y una mentira
Se trata de una actividad bastante divertida para conocerse entre todos los miembros de un grupo,
pues mientras una persona dice tres afirmaciones, el resto de los participantes tendrán que tratar de
adivinar cuál de esas tres es una mentira y cuáles son verdaderas.
Hacer que un grupo de personas adultas puedan conocerse entre sí, ya sea para un primer
acercamiento o también para afianzar aún más la confianza entre los involucrados. Pueden
participar todas las personas que se desee.
Desarrollo
Se sienta al grupo en forma de círculo o de tal forma que todos puedan verse entre sí. El moderador
puede escoger a una persona para que inicie al azar, o simplemente esperar si algún voluntario
decide hacerlo.
Ya cuando se haya decidido quién empezará, esta persona deberá decir tres cosas sobre sí
mismo (algo que pueda permitir conocerlo más, ya sea sobre sus hobbies, preferencias y gustos,
comportamiento y demás).
Dos de estas afirmaciones deben ser verdad, y una debe ser mentira. El orden en el que se dirán
estas tres afirmaciones dependerá de la persona.
Cuando ya haya dicho sus 3 frases, el resto del grupo debe tratar de adivinar cuáles son verdad y
cuál es la mentira. Para evitar un alboroto, se puede solicitar a los participantes que antes de hablar
pidan el derecho de palabra. Ya cuando se hayan adivinado las verdades y la mentira, se procede
entonces con otro participante.
ORACION INICIAL:
(Para la oración, todos hacen un círculo y en el centro se coloca la corona de Adviento. También se
da la oración ya impresa a cada uno).

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Catequista: Queridos papás, ahora les invito para que entremos en comunión con Dios por
medio de la oración. En este retiro de Adviento pidamos a Dios que nos de la gracia para preparar
nuestro corazón para el nacimiento de Jesús. Todos decimos la siguiente oración:

Tiempo de Adviento

Señor Jesucristo,
te damos gracias por el amor que nos tienes
a cada uno de nosotros durante el Adviento y siempre.
Que este tiempo sea el momento de un nuevo comienzo
para nuestra familia al iniciar un nuevo año de la Iglesia.
Muestra a nuestra familia cómo vivir en esperanza,
durante este santo tiempo de Adviento.
Ayúdanos a compartir nuestros pensamientos,
nuestras alegrías y nuestras luchas.
Que te sigamos siempre como la luz del mundo
y la luz de nuestras vidas.
Guía a nuestra familia durante este tiempo de Adviento
y enséñanos a compartir tu amor con los demás.
Ayúdanos a ser compasivos;
ser personas que miran más allá de su propia familia;
y a hacer una diferencia en la vida de los demás
con nuestras palabras y acciones.
Te pedimos tus bendiciones sobre nuestra familia
en este Día y durante todo el tiempo de Adviento.
A medida que nos dirigimos a Belén
haz que caminemos en fe, esperanza y amor.
¡Ven, Señor Jesús! Amén.

I. VEMOS LA REALIDAD
En nuestra vida cotidiana antes de realizar alguna actividad, primero
visualizamos, es decir, nos preparamos y buscamos lo necesario para realizar
dicha actividad. Ya que, muchas veces las improvisaciones no nos resultan. Por
eso para que algo nos salga bien es necesario una preparación previa.
DINÁMICA: Se hacen tres equipos con el mismo número de participantes. Posteriormente a
cada equipo se le dará una cartulina con un plumón, y se elegirá a un secretario (a).
La dinámica consiste en que, cada equipo va a proyectarse en un viaje de una semana: uno a la
playa; otro a New York; y otro a Europa. ¿Cómo preparar este viaje? Esta será la consigna para
cada equipo, recordando que solo tienen una semana de paseo en la cual tienen que prever lo
necesario: en que se van a ir, dónde van a reservar, que van a llevar, etc. Se da un tiempo
considerado para hacer este trabajo, mientras cada secretario escribe en la cartulina.
Después, cada equipo pasará a explicar cómo preparó su viaje.

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Catequista: En este ejercicio que acabamos de hacer nos dimos cuenta una vez más que es
importante la preparación. ¿Qué sentimos al momento de preparar este viaje en equipo? ¿Fue
importante la preparación? ¿Por qué? ¿Qué relación tiene esto con el Adviento? (participación).
Catequista: En efecto, el tiempo de Adviento es un tiempo que exige preparación espiritual.
Preparar nuestra vida, nuestro corazón para recibir a Jesús que nos trae la alegría, la paz, la
esperanza. Esto es lo que hay que prever a su llegada.
II. ILUMINACIÓN
Hemos dicho que el tiempo del Adviento nos invita a una preparación.
Pero, ¿Qué es el Adviento?, ¿Qué significa la corona de Adviento?
¿Cómo nos prepararnos para vivir este tiempo de esperanza?
El adviento es un tiempo de preparación para la navidad, el cual tiene una
duración aproximada de cuatro semanas. Etimológicamente, la palabra
adviento proviene del latín adventus, que significa ‘llegada’ o ‘venida’. La
llegada se refiere al nacimiento de Jesucristo, el Mesías, que se celebra el
25 de diciembre.

La corona de adviento tiene su significado. La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es
señal de que Dios es eterno, sin principio y sin fin.
El follaje: Verde es el color de esperanza y vida, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final
de nuestras vidas.
Las cuatro velas: Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una,
durante los cuatro domingos de adviento. Éstas nos van acercando paulatinamente al nacimiento
de Jesús. En este tiempo debemos ir preparándonos mejor para su nacimiento.
Ahora bien, nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios, la cual por medio de San Juan Bautista
nos hace un llamado a la conversión.
(Se lee dos veces la cita bíblica: Mt 3, 1-11)
Por aquel tiempo se presentó Juan Bautista y empezó a predicar en el desierto de Judea; éste era
su mensaje: «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está cerca.» Es a Juan a
quien se refería el profeta Isaías cuando decía: Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al
Señor; hagan sus senderos rectos. Además de la piel que llevaba colgada de la cintura, Juan no
tenía más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre.
Venían a verlo de Jerusalén, de toda la Judea y de la región del Jordán. Y junto con confesar sus
pecados, se hacían bautizar por Juan en el río Jordán. Juan vio que un grupo de fariseos y de
saduceos habían venido donde él bautizaba, y les dijo: «Raza de víboras, ¿cómo van a pensar que
escaparán del castigo que se les viene encima? Muestren los frutos de una sincera conversión,
pues de nada les sirve decir: "Abrahán es nuestro padre". Yo les aseguro que Dios es capaz de
sacar hijos de Abrahán aún de estas piedras. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y
todo árbol que no da buen fruto, será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo en el agua, y es el
camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo, - yo ni
siquiera merezco llevarle las sandalias - él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego. Palabra del
Señor.

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Encontramos a un personaje importante en el texto de Mateo que acabamos de leer, Juan el
bautista, la voz que clama en el desierto: “conviértanse, porque está llegando el reino de los cielos”.
Escuchemos ahora el mensaje del Papa Francisco:
“Para acoger a Dios no importa la destreza, sino la humildad; hay que bajar del pedestal y
sumergirse en el agua del arrepentimiento”.

La figura de Juan Bautista, “hombre alérgico a la duplicidad”.


De hecho, el texto evangélico relata que “llevaba un vestido de pelo de camello", que "su comida
era langostas y miel silvestre" (Mt 3,4) y que invitaba a todos a la conversión: "¡Conviértanse,
porque el reino de los cielos está cerca!". Es decir, “un hombre austero y radical, que a primera vista
puede parecernos incluso duro e infundir cierto temor”, y que nos lleva a preguntarnos por qué la
Iglesia lo propone cada año como principal compañero de viaje durante el tiempo de Adviento.
“¿Qué se esconde detrás de su severidad, detrás de su aparente dureza? ¿Cuál es el secreto de
Juan? ¿Cuál es el mensaje que la Iglesia nos da hoy con Juan?

En realidad, el Bautista, más que un hombre duro, es un hombre alérgico a la duplicidad. Por
ejemplo, cuando fariseos y saduceos, conocidos por su hipocresía, se acercan a él, ¡su "reacción
alérgica" es muy fuerte!

Algunos de ellos, de hecho, probablemente acudían a él por curiosidad o por oportunismo, porque
Juan se había hecho muy popular. Ellos se sentían satisfechos “y ante la llamada apremiante del
Bautista, se justificaban diciendo: ‘Abraham es nuestro padre’”.

El grito de amor del Bautista para volver a Dios


“Así, entre duplicidad y presunción, no aprovecharon la ocasión de la gracia, la oportunidad de
comenzar una nueva vida: estaban encerrados en la presunción de ser justos”,…Por eso Juan les
dice: “¡Muestren los frutos de una sincera conversión!". Se trata de “un grito de amor como el de un
padre que ve a su hijo arruinarse y le dice: ‘¡No desperdicies tu vida!’”.
De hecho, la hipocresía es el peligro más grave, porque puede arruinar incluso las realidades más
sagradas.
Por eso el Bautista -como luego también Jesús- es duro con los hipócritas, para sacudirlos. En
cambio, los que se sentían pecadores "acudían a él, confesaban sus pecados y Él los bautizaba en
el Jordán".
Es así: para acoger a Dios no importa la destreza, sino la humildad; hay que bajar del pedestal y
sumergirse en el agua del arrepentimiento.

Quitarnos las máscaras y reconocer nuestros pecados.


Juan con sus "reacciones alérgicas", nos hace reflexionar y preguntarnos si no somos también
nosotros, a veces, un poco como esos fariseos: “Tal vez miramos a los demás por encima del
hombro, pensando que somos mejores que ellos, que tenemos nuestra vida en nuestras manos,

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que no necesitamos cada día de Dios, de la Iglesia, de nuestros hermanos, y olvidamos que
solamente en un caso es lícito mirar a otro de arriba para abajo: cuando es necesario ayudarlo a
levantarse”.
“El Adviento es un tiempo de gracia para quitarnos las máscaras - que cada uno tiene- y ponernos
en fila con los humildes; para liberarnos de la presunción de creernos autosuficientes, para ir a
confesar nuestros pecados, aquellos escondidos, y recibir el perdón de Dios, para pedir perdón a
los que hemos ofendido. Así comienza una nueva vida”

Seguir el camino de la humildad


Y para iniciar una nueva vida, el camino es uno solo, el de la “humildad”:
Purificarnos del sentido de superioridad, del formalismo y de la hipocresía, para ver en los demás a
los hermanos y las hermanas, pecadores como nosotros, y en Jesús ver al Salvador que viene por
nosotros, tal como somos, con nuestras pobrezas, miserias y defectos, sobre todo con nuestra
necesidad de ser levantados, perdonados y salvados.

Con Jesús siempre podemos volver a empezar


Con Jesús siempre hay una oportunidad de volver a empezar. Nunca es demasiado tarde, existe
siempre la posibilidad de recomenzar, ¡Tengan coraje! Él está cerca de nosotros y este es un
tiempo de conversión. Él nos espera y no se cansa jamás de nosotros. Escuchemos el llamado de
Juan Bautista a volver a Dios y no dejemos pasar este Adviento como los días del calendario
porque este es un tiempo de gracia, de gracia también para nosotros, ahora, aquí”.

III. COMPROMISO
Después de escuchar la Palabra de Dios y de leer lo que el Papa Francisco nos dice respecto al
texto leído, meditemos como papás las siguientes preguntas:
(Se da media cuartilla de hoja a cada participante, en ella va a contestar las preguntas y se las van
a llevar como un compromiso personal)

1. ¿Cuál es la actitud con la que estoy llamado a vivir este tiempo de Adviento?
2. ¿Cuáles son aquellas máscaras que me tengo que quitar y arrepentirme?
3. ¿Cómo voy a preparar mi corazón en este tiempo para que Jesús lo encuentre sencillo,
arrepentido y dispuesto a recibirlo?

IV. CELEBRACIÓN
Hemos llegado al momento de la celebración, y lo haremos como fruto de nuestro
compromiso anterior encendiendo la primera vela de nuestra corona de
Adviento. Les invito para que hagamos un círculo. En medio esta nuestra corona
de adviento, centremos nuestra mirada en ella y pensemos en el compromiso que
hemos hecho, el de preparar nuestros corazones para recibir a Jesús. Hagamos
de nuestro corazón el pesebre humilde donde nazca el niño Jesús.

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ORACIÓN PARA EL PRIMER DOMINGO
LLAMADA A LA VIGILANCIA
ENTRADA: Se entona algún canto.
Catequista: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.
Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...
LITURGIA DE LA PALABRA.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 3, 2-4:
“¡Conviértanse, porque está llegando el Reino de los cielos!”… Una voz grita en el desierto:
preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”. Palabra del Señor.
(Breve pausa para meditar)
Catequista: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año
más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.
ENCENDIDO DE LA VELA.
Oración.
Catequista: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la
noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos
levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven.
Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la
alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
PADRE NUESTRO
Catequista: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...
CONCLUSION
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
V. MEMORIZACIÓN
Todos terminamos diciendo el lema: “Ven Señor Jesús y quédate en nuestros corazones”.

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11 DE NOVIEMBRE DE 2023

ENCUENTRO DIOCESANO DE
CATEQUISTAS

SEMINARIO MAYOR
CD. ALTAMIRANO, GRO.

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