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ARTICULOS DE FE JAMES E.

TALMAGE
sería levantado, explicando que el profeta de referencia era Jesucristo, y que estaba próximo el día en que serían
desarraigados de entre los del pueblo todos los que rechazaran las palabras del Salvador.o
Habiendo comunicado su mensaje, el ángel partió. La luz dentro del cuarto pareció empezar a condensarse
alrededor de su persona y desapareció junto con él. Pero durante la noche regresó dos veces, y en cada visita
repitió lo que había dicho al principio, junto con otras amonestaciones a las que añadió advertencias relativas a
las tentaciones que acometerían al joven en el cumplimiento de su misión. Al día siguiente Moroni volvió a
aparecérsele a José, y refiriéndole de nuevo las instrucciones y precauciones de la noche anterior, le mandó que
le comunicara a su padre todo lo que había visto y oído. El joven lo hizo, y el padre no tardó en testificar que las
comunicaciones eran de Dios.
José entonces fué al cerro que le había sido manifestado en la visión. Reconoció el lugar indicado por el
ángel, y trabajando un poco desenterró una caja de piedra que contenía las planchas y otros objetos de que
Moroni había hablado. El mensajero de nuevo se puso a su lado y le prohibió sacar los objetos en esa ocasión,
diciendo que tendrían que transcurrir cuatro años antes que las planchas pudieran quedar en sus manos, y que
debería visitar ese sitio a intervalos anuales. En cada una de estas visitas el ángel instruía al joven más
cabalmente con respecto a la gran obra que lo esperaba.
No es nuestro propósito repasar aquí en detalle la vida y ministerio de José Smith; queda justificado lo que
aquí se ha dicho sobre los primeros pasos de su misión divinamente señalada en vista de la gran importancia de
la introducción de la nueva dispensación de la providencia divina, o sea la de los últimos días, mediante su
conducto. Cómo sacó las planchas de su depósito de siglos, y la traducción, mediante poder divino, y
publicación del relato como el Libro de Mormón, recibirá atención más adelante. Basta decir aquí que se han
traducido los anales antiguos; que se ha dado el Libro al mundo, y que los Santos de los Últimos Días aceptan
ese volumen como escritura.
Acontecimientos Subsiguientes: el Martirio.— Habiéndose restaurado el Santo Sacerdocio mediante la
ordenación de José Smith por aquellos que habían tenido las llaves de esta autoridad en dispensaciones
anteriores, oportunamente quedó establecida la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La
organización de la Iglesia como grupo incorporado se efectuó el día 6 de abril de 1830, en Fayette, Estado de
Nueva York, y sólo los nombres de seis personas están asentados como participantes activos. Es cierto que para
entonces más de seis se habían adherido al nuevo y sin precedente movimiento; pero en vista de que las leyes del
Estado prescribían que no menos de seis habían de participar en la incorporación de una sociedad religiosa,
solamente el número especificado formalmente participó en el paso legal; y éstos, salvo uno, eran
comparativamente desconocidos, y puede decirse ignorados. El nombre de José Smith el Profeta ya se conocía
más allá de la región donde estaba viviendo. Gozaba de una notoriedad cada vez mayor, si no de fama
envidiable. Ya había traducido y publicado el Libro de Mormón, que afirmaba ser la historia de los pueblos
aborígenes del continente occidental, particularmente una relación de los hechos de Dios con esta gente, en una
palabra, las Escrituras de lo que más tarde llegó a llamarse el Nuevo Mundo. Refiriéndose al título de este libro
es como el apelativo "Mormón", primeramente usado con escarnio, de hecho, como sobrenombre, se ha
convertido en popular designación de la Iglesia y sus miembros individuales. Empezando con el pequeño grupo
inicial mencionado, la Iglesia creció hasta contar con miles durante la vida de José Smith; y el crecimiento ha
continuado con extraordinaria rapidez y constancia hasta el tiempo actual. Mediante el hombre que fué ordenado
el Primer Élder de la dispensación de los últimos días, uno por uno se restauraron los poderes y autoridades que
poseía la Iglesia antigua. Con el desarrollo de la Iglesia, aumentó la persecución; y el efecto de la inicua
oposición alcanzó su punto culminante en el cruel martirio del Profeta y su hermano Hyrum, entonces Patriarca
de la Iglesia, el 27 de junio de 1844. Son notorios los acontecimientos que causaron y consumaron el vil
asesinato de estos hombres en Cartago, Estado de Illinois. Profeta y Patriarca fijaron el sagrado sello de su
sangre al testimonio de la verdad que valientemente habían conservado, arrostrando intolerante persecución casi
veinticinco años.
La Autenticidad de la Misión de José Smith.—Las evidencias a favor de una autoridad divina en la obra
que José Smith estableció, y la justificación de las afirmaciones que él hizo y que de él se hicieron, pueden
resumirse como sigue:
1. Se han cumplido las profecías antiguas en la restauración del evangelio y el restablecimiento de la
Iglesia sobre la tierra, por conducto de él.
2. Por ordenación y nombramiento directos, de las manos de aquellos que tuvieron la potestad en

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