Está en la página 1de 204

Paquete tecnológico para el cultivo del hule en México

Compiladoras:
Marisela Cristina Zamora-Martínez
Rocío Sánchez Colín
Bertha Patricia Zamora Morales
María Cecilia del Carmen Nieto de Pascual Pola

CENID-COMEF
Libro Técnico Núm. 13 ISBN: 978-607-37-0918-7
Agosto de 2017
DIRECTORIO INSTITUCIONAL

SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL,


PESCA Y ALIMENTACIÓN

M.A. José Eduardo Calzada Rovirosa


Secretario

Lic. Jorge Armando Narváez Narváez


Subsecretario de Agricultura

Mtra. Mely Romero Celis


Subsecretaria de Desarrollo Rural

LDE. Ricardo Aguilar Castillo


Subsecretario de Alimentación y Competitividad

Lic. Marcelo López Sánchez


Oficial Mayor

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS

Dr. Luis Fernando Flores Lui


Director General

Dr. Raúl Gerardo Obando Rodríguez


Coordinador de Investigación, Innovación y Vinculación

M. C. Jorge Fajardo Guel


Coordinador de Planeación y Desarrollo

Mtro. Eduardo Francisco Berterame Barquín


Coordinación de Administración y Sistemas

CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DISCIPLINARIA EN CONSERVACIÓN Y


MEJORAMIENTO DE ECOSISTEMAS FORESTALES

Dr. Rogelio Flores Velázquez


Director

2
Paquete tecnológico para el cultivo de hule
en México

3
Créditos Editoriales

Edición: M. en C. Marisela Cristina Zamora-Martínez

Cuidado de edición: M. en C. Marisela Cristina Zamora-Martínez

Diseño: Silvia Onodera

La cita correcta es: Zamora-Martínez, M. C., R. Sánchez C., B. P. Zamora M. y Ma.C.del C.


Nieto de Pascual P. (Comp.). 2017. Paquete tecnológico para el cultivo del hule. Libro Técnico
Núm. 13. Cenid-Comef, INIFAP. Coyoacán, Ciudad de México. México. 188 p.

No está permitida la reproducción total o parcial de esta obra, ni la transmisión de ninguna


forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, por registro u otros me-
dios, sin el permiso previo y por escrito a la Institución.

Derechos Reservados © 03-2017-120812330900-01

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias


Progreso No. 5, Barrio de Santa Catarina, delegación Coyoacán. CP. 04010 Ciudad de
México.
Teléfono (55) 3626-8700 exts. 301, 705 y 302

Primera Edición 2017

Editado en: Graphx, S.A. de C.V. Tacuba 40-205, Col. Centro


delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México, C.P. 06010

ISBN: 978-607-37-0918-7

4
Paquete tecnológico para el cultivo del hule en México

Dr. Victor Javier Arriola Padilla


Investigador titular C. Programa Sanidad Forestal y Agrícola
Cenid-Comef-INIFAP
Dr. Gilberto Chávez-León
Investigador titular C. Programa Manejo Forestal Sustentable y Servicios Ambientales
Cenid-Comef-INIFAP
M. en C. Víctor Hugo Díaz Fuentes
Jefe del Campo Experimental Rosario Izapa
Centro de Investigación Regional-Pacífico Sur- INIFAP
Dra. Florencia T. A. García Campusano
Investigadora titular C. Programa Plantaciones y Sistemas Agroforestales
Cenid-Comef-INIFAP
Dra. Adriana Rosalía Gijón Hernández
Investigadora titular C. Programa Sanidad Forestal y Agrícola
Cenid-Comef-INIFAP
M. en C. Antonio González Hernández
Investigador titular C. Programa Manejo Forestal Sustentable y Servicios Ambientales
Cenid-Comef-INIFAP
M. en C. José Miguel Hernández Cruz
Investigador titular C. Programa Cultivos Industriales Perennes
Campo Experimental Huimanguillo, CIR-Golfo Centro- INIFAP
Dra. María Cecilia del Carmen Nieto de Pascual Pola
Investigadora titular C. Programa Manejo Forestal Sustentable y Servicios Ambientales
Cenid-Comef-INIFAP
M. en C. Elías Ortiz Cervantes
Investigador titular C. Programa Plantaciones y Sistemas Agroforestales
Campo Experimental El Palmar, CIR-Golfo Centro- INIFAP
Dr. Ramiro Pérez Miranda
Investigador titular C. Programa Manejo Forestal Sustentable y Servicios Ambientales
Cenid-Comef-INIFAP
Biól. José Francisco Reséndiz Martínez
Investigador titular C. Programa Sanidad Forestal y Agrícola
Cenid-Comef-INIFAP
Dr. Martín Enrique Romero Sánchez
Investigador titular C. Programa Manejo Forestal Sustentable y Servicios Ambientales
Cenid-Comef-INIFAP
M. en C. Marisela Cristina Zamora-Martínez
Investigadora titular C. Programa Manejo Forestal Sustentable y Servicios Ambientales
Cenid-Comef-INIFAP
Dra. Bertha Patricia Zamora Morales
Investigadora titular B. Programa Plantaciones y Sistemas Agroforestales
Cenid-Comef-INIFAP
M. en C. Liliana Elizabeth García Valencia
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
QFB. Elena Isabel Hernández Flores
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Biól. Brenda Lizeth Islas Trejo
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Biól. Ana Gabriela López Espinosa
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Ing Agrónoma Iris Marley Pérez Gálvez
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Ing. Jocelyn Zitlalxóchitl Pérez García
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Biól. Rocío Sánchez Colín
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Pas. Ing. Agrónomo Perla Esmeralda Sánchez Galindo
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Biól. Brenda Torres Huerta
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Econ. Lourdes Velázquez Fragoso
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP
Pas. Biól. Xóchilt Rubí Villagómez Ramírez
Prestadora de Servicios Profesionales
Cenid-Comef-INIFAP

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias

Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Conservación y Mejoramiento de Ecosistemas Forestales


5
Ciudad de México agosto 2017
6
Presentación

El hule natural e s obtenido del árbol Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg., especie endémica de
las selvas tropicales de la Amazonia que se ha introducido, principalmente, en el continente asiático y en algunas
partes de América Latina, entre ellas México; su látex es la materia prima esencial para la fabricación de
un gran número de artículos de uso cotidiano, y su importancia en el desarrollo económico mundial es
primordial. En el caso específico de México, existen paquetes tecnológicos completos para cada una de
las etapas de su proceso productivo.
En este contexto, la presente obra está dirigida a los técnicos, plantadores y productores que integran el
Sistema-Producto Hule, ya que se describe el procedimiento para la propagación de los clones (semilleros,
viveros y jardines de multiplicación); asimismo, se detallan los métodos para el establecimiento de la plantación
y las prácticas adecuadas de manejo y cosecha, además de los costos correspondientes a cada actividad.
También, incluye un estudio financiero para evaluar la viabilidad de las plantaciones, con el propósito de
orientar a los productores en la toma de decisiones para minimizar riesgos en su inversión.
Con la finalidad de que los sitios seleccionados para el establecimiento de plantaciones garanticen
un buen crecimiento y producción, se llevaron a cabo evaluaciones de la aptitud de los terrenos para el
desarrollo del cultivo, esta información se deriva de un muestreo realizado en los estados de Veracruz,
Oaxaca, Chiapas y Tabasco durante el otoño de 2016.
Además, contiene la caracterización morfológica y molecular de los clones recomendados para México, ya
que se recomienda que su selección se efectúe mediante un programa de investigación y validación.
Finalmente, se presenta una guía de las principales plagas y enfermedades que afectan al cultivo y se
detallan los procedimientos para identificar y controlar las tuzas en las plantaciones, ya que pueden causar
pérdidas importantes, por lo que es importante una adecuada y oportuna atención.
Esta publicación es el producto del proyecto: “Actualización y transferencia de un paquete tecnológico
para el cultivo del hule [Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.] en el trópico húmedo mexicano”,
financiado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa),
a través del componente Innovación Agroalimentaria 2016 y fue desarrollada durante ese año por
investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).

7
Contenido

Introducción................................................................................................................................................................. 1
La importancia del hule en la sociedad........................................................................................................................ 2
El contexto mundial del cultivo del hule....................................................................................................................... 3
Superficie sembrada................................................................................................................................................ 3
Plantaciones en desarrollo.................................................................................................................................. 3
Plantaciones en etapa productiva....................................................................................................................... 4
Países productores............................................................................................................................................. 4
Características de las unidades de producción.................................................................................................. 5
Rendimiento y Volumen de producción por país (a nivel mundial)..................................................................... 6
Precios................................................................................................................................................................ 6
Destino de la producción.................................................................................................................................... 7
Análisis del contexto mundial del cultivo de hule......................................................................................................... 9
Referencias......................................................................................................................................................... 10
El contexto nacional del cultivo del hule en México..................................................................................................... 12
Superficie sembrada................................................................................................................................................ 12
Plantaciones en desarrollo................................................................................................................................. 12
Plantaciones en etapa productiva....................................................................................................................... 12
Características de las unidades de producción.................................................................................................. 15
Organización productiva..................................................................................................................................... 16
Rendimiento y Volumen de producción por estado............................................................................................ 18
Precios................................................................................................................................................................ 18
Destino de la producción.................................................................................................................................... 18
Referencias......................................................................................................................................................... 19
Análisis del contexto nacional del cultivo..................................................................................................................... 20
Introducción........................................................................................................................................................ 20
Análisis económico............................................................................................................................................. 20
Supuestos........................................................................................................................................................... 21
Consideraciones finales...................................................................................................................................... 24
Referencias......................................................................................................................................................... 25
Zonificación potencial para las plantaciones de hule en el Trópico Húmedo Mexicano.............................................. 27
Introducción ....................................................................................................................................................... 27
Requerimientos ambientales.............................................................................................................................. 28
Clima................................................................................................................................................................... 28
Suelo................................................................................................................................................................... 28
Topografía.......................................................................................................................................................... 29

8
Criterios para la identificación de áreas potenciales para el establecimiento de plantaciones de hule............. 29
Proceso de Análisis Jerárquico (AHP) y combinación lineal ponderada............................................................ 30
Zonificación potencial en Veracruz.................................................................................................................... 30
Zonificación potencial en Oaxaca...................................................................................................................... 32
Zonificación potencial en Chiapas..................................................................................................................... 33
Zonificación potencial en Tabasco..................................................................................................................... 34
Referencias........................................................................................................................................................ 35
Uso de imágenes satelitales para la detección de cultivos de hule............................................................................ 37
Introducción....................................................................................................................................................... 37
Clasificación de imágenes................................................................................................................................. 37
Validación de resultados.................................................................................................................................... 38
Análisis de imágenes satelitales, clasificación y evaluación de clasificación supervisada................................ 38
Obtención y procesamiento de imágenes satelitales......................................................................................... 38
Evaluación de la clasificación supervisada........................................................................................................ 39
Distribución del hule en el municipio Uxpanapa, Veracruz................................................................................ 39
Distribución del hule en el municipio San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca..................................................... 39
Distribución del hule en los municipios Catazajá, La Libertad y Palenque, Chiapas......................................... 40
Distribución del hule en el municipio Huimanguillo, Tabasco............................................................................. 41
Referencias................................................................................................................................................. 43
Clones recomendados para el establecimiento de plantaciones de hule................................................................... 45
Referencias........................................................................................................................................................ 45
Caracterización morfológica de 12 clones de hule..................................................................................................... 46
Introducción....................................................................................................................................................... 46
Caracterización morfológica de los clones recomendados para Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas......... 46
Referencias........................................................................................................................................................ 51
Caracterización molecular de 10 clones de hule........................................................................................................ 52
Introducción....................................................................................................................................................... 52
Genotipificación de diez clones de Hevea brasiliensis mediante Análisis de Disociación de Alta Resolución
(HRM)................................................................................................................................................................ 52
Referencias........................................................................................................................................................ 56
Propagación de planta injertada................................................................................................................................. 58
Introducción....................................................................................................................................................... 58
Época de colecta de semilla.............................................................................................................................. 58
Semilleros para propagación de plantas patrón................................................................................................ 59
Época de siembra.............................................................................................................................................. 60
Método de siembra............................................................................................................................................ 61
Viveros............................................................................................................................................................... 62
Selección de planta............................................................................................................................................ 68
Fertilización........................................................................................................................................................ 68
Control de maleza.............................................................................................................................................. 71

9
Plagas................................................................................................................................................................ 72
Enfermedades.................................................................................................................................................... 76
Estructura de costos........................................................................................................................................... 81
Referencias........................................................................................................................................................ 88
Establecimiento de jardines de multiplicación......................................................................................................... 90
Producción de injertos........................................................................................................................................ 90
Injerto en café.................................................................................................................................................... 94
Injerto en verde.................................................................................................................................................. 97
Recorte y arranque............................................................................................................................................ 100
Tocón desarrollado............................................................................................................................................. 105
Estructura de costos.......................................................................................................................................... 105
Referencias........................................................................................................................................................ 108
Índice de sitio, crecimiento y productividad................................................................................................................. 109
Introducción................................................................................................................................................... 109
Características edáficas y productividad....................................................................................................... 109
Referencias.................................................................................................................................................... 113
Establecimiento de la plantación................................................................................................................................. 114
Época de siembra.............................................................................................................................................. 114
Selección del terreno......................................................................................................................................... 114
Preparación del terreno...................................................................................................................................... 115
Trazo del terreno................................................................................................................................................ 116
Hoyadura............................................................................................................................................................ 117
Manejo de la plantación en etapa preproductiva.................................................................................................... 118
Establecimiento de coberteras o cultivos intercalados.................................................................................... 118
Podas................................................................................................................................................................. 121
Fertilización........................................................................................................................................................ 123
Control de maleza.............................................................................................................................................. 125
Referencias........................................................................................................................................................ 127
Cosecha.................................................................................................................................................................. 128
Equipo de cosecha............................................................................................................................................. 128
Control de plagas y enfermedades del tablero de pica...................................................................................... 129
Pica y recolección.............................................................................................................................................. 133
Aplicación de estimulantes de la producción..................................................................................................... 137
Manejo de la producción en campo................................................................................................................... 140
Recolección de látex.......................................................................................................................................... 140
Producción de hule............................................................................................................................................ 141
Beneficio de la producción................................................................................................................................. 141
Estructura de costos........................................................................................................................................... 143
Referencias........................................................................................................................................................ 147
Insectos asociados al cultivo de hule en plantaciones comerciales de México...................................................... 148

10
Introducción........................................................................................................................................................ 148
Insectos que se alimentan del tronco................................................................................................................. 148
Insectos defoliadores......................................................................................................................................... 158
Referencias........................................................................................................................................................ 163
Tuzas asociadas al cultivo de hule en plantaciones comerciales de México.......................................................... 165
Introducción........................................................................................................................................................ 165
Determinación de la identidad taxonómica........................................................................................................ 166
Área de distribución............................................................................................................................................ 168
Estimación de la abundancia y evaluación de daños......................................................................................... 169
Recomendaciones para la prevención y combate de tuzas............................................................................... 170
Referencias........................................................................................................................................................ 171
Enfermedades del cultivo de hule en plantaciones comerciales de México........................................................... 172
Introducción........................................................................................................................................................ 172
Enfermedades en el cultivo de hule................................................................................................................... 172
Control químico de enfermedades..................................................................................................................... 175
Referencias........................................................................................................................................................ 178
Consideraciones finales.............................................................................................................................................. 180
Agradecimientos.......................................................................................................................................................... 181
Índices de cuadros...................................................................................................................................................... 182
Índice de figuras.......................................................................................................................................................... 184

11
12
Introducción
Un paquete tecnológico es un conjunto de procesos e insumos que se utilizan para generar un producto;
permite la correcta aplicación de los recursos y el cumplimiento de las metas operativas y económicas de
un cultivo.
Dada la importancia que ha adquirido el cultivo y producción de hule en México, se han desarrollado publicaciones
para productores y prestadores de servicios técnicos que contemplan aspectos técnicos, científicos y
tecnológicos aplicables en el ámbito nacional.
En el 2009, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) promueve
el “Proyecto Trópico Húmedo”, que incluye al cultivo del hule, el cual tiene como objetivos dar
asistencia técnica e incentivos para investigación, apoyar la construcción de viveros y jardines clonales
para el establecimiento y mantenimiento de nuevas plantaciones.
En el 2011, como parte del Programa Estratégico para el Desarrollo Sustentable de la Región Sur - Sureste
de México: Trópico Húmedo se publicó un documento intitulado “Paquete Tecnológico del Hule (Hevea
brasiliensis Müll. Arg.) Establecimiento y Mantenimiento Preoperativo” (Ortiz, 2011), en el que se describen las
condiciones agroclimáticas y características que requieren los sitios donde se pretenda hacer la plantación;
también incluye los clones recomendados por estado; se detallan las actividades para preparar el terreno
y las labores culturales que deben realizarse para un buen establecimiento de la plantación, así como las
tareas que se llevan a cabo durante el mantenimiento del cultivo y cómo se deben ejecutar; se presentan
las características dendrométricas de los árboles, el equipo y acciones para iniciar el aprovechamiento;
finalmente, desglosa los jornales y costos para cada una de las etapas del sistema de cultivo.
Para el 2015, en México había 29 066 ha de plantaciones comerciales de H. brasiliensis (hule), distribuidas
en los estados de Veracruz, Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Puebla. En ese mismo año, se cosecharon
22 849 ha, lo que equivale a 79 % de la superficie plantada. Asimismo, la producción fue de 64 913 t,
con un rendimiento de 2.8 t de látex por ha. Veracruz fue el principal productor y la entidad con mayor área
de plantaciones (SIAP, 2015).
Desde el año 1981, el país tiene una balanza comercial deficitaria de los productos derivados de látex, lo cual
le significa una salida de dólares (52.1 millones de dólares) (FAOSTAT, 2012), debido a las importaciones
de artículos de látex y a su prácticamente nula exportación. Entre 1981 y 2011 (30 años), la balanza
deficitaria aumentó 3.7 veces. Con un mercado que crece cada día, esta situación se puede aprovechar como
una oportunidad para desarrollar con mayor intensidad el establecimiento de plantaciones de H. brasiliensis.
Al respecto, existe factibilidad agroecológica para incrementar su número en Veracruz, Oaxaca, Chiapas y
Tabasco; empero, es indispensable la implementación de verificaciones de campo de dichas condiciones,
así como la realización de estudios socioeconómicos en las diversas regiones clasificadas con aptitud
óptima para el desarrollo de H. brasiliensis, ya que la suma de ambos aspectos es fundamental para la
elección de las localidades que ofrezcan las mejores oportunidades para el desarrollo exitoso del
Sistema Producto Hule.
La actualización y complementación del paquete tecnológico del 2011 que se documenta, pretende dar a
conocer las áreas con potencial productivo para el cultivo en los cuatro principales estados productores de
hule; describir las actividades técnicas, el material y la estructura de costos que se requieren para llevar a
cabo el establecimiento de jardines de multiplicación, la propagación de planta, el establecimiento, manejo
y cosecha del cultivo.
Con base en lo anterior, los productores y prestadores de servicio técnicos podrán llevar a cabo de
forma adecuada el establecimiento, mantenimiento y cosecha del cultivo del hule, si toman en cuenta las
recomendaciones y sugerencias contenidas en esta publicación; asimismo, tendrán una noción sobre el
capital necesario para ejecutar las actividades antes mencionadas.

1
Importancia del hule en la sociedad
Rocío Sánchez Colín, Marisela Cristina Zamora-Martínez,
María Cecilia del Carmen Nieto de Pascual Pola, Bertha Patricia Zamora Morales
El árbol del hule, Hevea brasiliensis, cuyo nombre proviene de la palabra hyévé o hevé, que significa “árbol
que llora” o “lágrimas de árbol”, es originario de las planicies del Amazonas y la Orinoquia, se encuentra
en estado silvestre en Bolivia, Perú, Colombia y en las regiones del Matto Grosso y Marrano en Brasil
(Compagnon, 1998).
Su látex es un producto forestal no maderable útil por sus características físicas. ya que retiene el aire,
repele al agua, no conduce con facilidad la electricidad, es de larga duración y su principal atributo es su
elasticidad; por ello, es usado en los procesos de fabricación de las industrias mecánica, aeronáutica,
médica, textil, farmacéutica y manufacturera, de las cuales, la automotriz es la principal consumidora de
hule natural para la producción de llantas (Velarde, 2010; Ortiz, 2011).
El árbol del hule puede utilizarse para la obtención de madera cuando se lleva a cabo la renovación de
la plantación, después de 25 o 30 años; ya que es barata, se produce en grandes cantidades y por sus
propiedades es comercializada para la elaboración de muebles, revestimiento de suelos, tableros de madera
y construcción en interiores entre otros usos, lo que la hace competitiva en comparación con otras especies
forestales, cuyo costo es más elevado (Killmann y Hong, 2000).
También aporta beneficios ecológicos, ya que a través de su cultivo se recuperan áreas deforestadas
por la introducción de ganadería extensiva y el establecimiento de maíz y caña de azúcar.
Asimismo, las plantaciones capturan carbono y contribuyen al mejoramiento del suelo, propician la recarga
de los mantos acuíferos y la proliferación tanto de fauna silvestre, como de otras especies vegetales
(Aguirre y Santoyo, 2013).

2
El contexto mundial del cultivo del hule
Rocío Sánchez Colín, Marisela Cristina Zamora-Martínez,
María Cecilia del Carmen Nieto de Pascual Pola, Bertha Patricia Zamora Morales
La demanda mundial de caucho natural en 2015 fue de 12.4 millones de toneladas y se espera que aumente a
14.2 millones de toneladas en 2020, mientras que el incremento anual será de 3.7 % en los próximos 10
años (Chanchaichujit y Saavedra, 2016).
El crecimiento de la manufactura automotriz, a nivel mundial, ha impulsado la industria del hule,
particularmente, en países como China, India, Corea del Sur y regiones de América del Sur (TRA, 2010). En
el mundo, el porcentaje más alto de la demanda de látex (70 %) es para elaboración de neumáticos (SRI, 2011).
En la actualidad, Tailandia es el mayor productor de caucho natural y se espera que continúe como líder,
seguido por Indonesia y Vietnam (Chanchaichujit y Saavedra, 2016).
Los factore que impulsan el incremento o disminución en los precios del hule natural son el desarrollo
tecnológico y económico, los efectos cíclicos de la economía mundial, el clima, los tipos de cambio de la
moneda, los mecanismos de comercio del hule y la intervención gubernamental; sin embargo, existen
elementos especulativos en relación con la oferta y demanda que afectan de forma directa el precio en todo
momento (Budiman, 2002).

Superficie sembrada
En el año 2010, el área con plantaciones de hule a nivel mundial, fue de 10.5 millones de hectáreas
(Cenicaucho-Corpoica, 2013). En 2015, Indonesia presentó la superficie más grande con este cultivo (3.6
millones de ha), seguida por China (2.8 millones de ha) y Malasia (1.1 millones de ha) (Figura 1).

Fuente: International Rubber Asociación, 2015.


Figura 1. Superficie en miles de hectáreas de plantaciones de hule por país.

Plantaciones en desarrollo
El árbol del hule tiene un periodo de inmadurez que dura de seis a siete años, por lo que en ese tiempo no
produce látex. Tailandia, en 2015 tenía la mayor área con este tipo de plantaciones, seguida de Malasia y
China (Figura 2).

3
Fuente: International Rubber Association, 2015.
Figura 2. Superficie en miles de hectáreas de plantaciones en etapa de desarrollo por país.

Plantaciones en etapa productiva


En el año 2014, la superficie con plantaciones de hule en etapa productiva en el ámbito mundial fue
de 11.77 millones de ha, las naciones con mayor área fueron Indonesia (3 6 millones de ha), Tailandia
(2.9 millones de ha), Malasia (1.06 millones de ha) y China (678 148 ha), en conjunto ocupan 70 %. En
América, Brasil y Guatemala integraron el área productiva más grande (257 397 ha), que representó 2.2 %
del total en el mundo (Cuadro 1) (FAOSTAT, 2016).
Cuadro 1. Países con mayor área cosechada en Asia y América Latina en el 2014.
Área productiva
Área País
(miles de ha)
Indonesia 3 606.30
Asia Tailandia 2 915.81
(70%) Malasia 1 065.63
China 678.15
Total 8 265.89
América latina Brasil 146.55
(2.2 %) Guatemala 110.84
Total 257.39
Fuente: FAOSTAT, 2016.

Países productores
Los países más productivos en el 2014 fueron Tailandia, Indonesia, Vietnam, India, China y Malasia, que
juntos representaron 79 % de la producción total. En América, Guatemala (370 440 t) y Brasil (192 389 t)
resultaron los más importantes, aunque solo aportaron 4 % (Figura 3) (FAOSTAT, 2016).

4
La producción está expresada en miles de toneladas (t).
Fuente: FAOSTAT, 2016.
Figura 3. Principales países productores de hule en el año 2014.

Características de las unidades de producción

El látex natural se produce en sistemas a pequeña y gran escala; sin embargo, la mayoría se cultiva a
baja escala. Los sistemas de producción de los pequeños productores consisten en monocultivos o
sistemas agroforestales (Fox y Castella, 2013).
Los pequeños productores venden el látex en forma líquida, en coagulo o lo procesan en sábanas ahumadas
acanaladas y lo comercializan, directamente, a fábricas de transformación. Estas procesan el látex en
productos para exportación o de uso doméstico (Figura 4) (Fair Rubber, 2016).

Fuente: Fair Rubber, 2016.


Figura 4. Cadena productiva del látex natural.

5
Las plantaciones a gran escala son, en general, sistemas de monocultivo, de propiedad pública o
privada, las cuales venden directamente a las fábricas, o bien son propiedad de empresas que elaboran
el producto final (Fair Rubber, 2016)

Rendimiento y Volumen de producción por país


De acuerdo con el International Rubber Study Group (2017), la producción de hule en el 2016 en el mundo
fue de 12 401 000 t, la cual tuvo un incremento de 2.1 % con respecto a 2014 (12 142 000 t) y de 1 % en
relación a 2015 (12 271 000 t). En ese año, la mayor producción se registró en Asia (11 420 000 t) y en América,
la más baja (336 000 t) (Figura 5).

Fuente: International Rubber Study Group, 2017.


Figura 5. Producción de hule natural a nivel mundial, en los años 2014, 2015 y 2016.

Con base en datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura
(FAO), en 2014 Guatemala y México obtuvieron los rendimientos más altos a nivel mundial (Figura 6)
(FAOSTAT, 2016).

Precios
International Rubber Study Group (2017) registra para 2016 que el precio de las hojas de goma ahumada
de látex (RSS) y el hule técnicamente especificado (TSR20) disminuyó con respecto a 2014, 19 % y 24 %
respectivamente; mientras que tuvo un incremento de 5 % y 0.6 % en relación al 2015 (Cuadro 2).

6
Fuente: FAOSTAT, 2016.
Figura 6. Rendimiento de látex en el 2014 en los principales países productores de Asia y América.

Cuadro 2. Precio del látex de la calidad RSS3 y TSR20 a nivel mundial correspondiente a los años 2014,
2015 y 2016.
Precio Precio Precio
Calidad 2014 2015 2016
USD t-1 USD t-1 USD t-1
RSS3 (hojas de goma ahumada) 1 957 1 560 1 641
TSR 20 (Caucho técnicamente especificado) 1 710 1 370 1 378
Fuente: International Rubber Study Group (2017).

Destino de la producción
En todo el mundo, el hule natural se utiliza en la producción de diversos artículos, entre los que destaca,
principalmente, la elaboración de llantas (67 %); además se usa en las industrias automotriz, del calzado,
adhesivos y línea médica (Figura 7) (Aguirre y Santoyo, 2013).

7
Fuente: Aguirre y Santoyo, 2013.
Figura 7. Usos del hule por industria manufacturera a nivel mundial.

8
Análisis del contexto mundial del cultivo de hule
Rocío Sánchez Colín
La región del Sudeste Asiático presenta la mayor área con plantaciones de hule. En 2015, Tailandia fue el
principal productor con 4.5 millones de toneladas, que representan 35.7 % del total en el mundo; asimismo,
fue el exportador más importante de productos de hule, como látex concentrado, ahusado acanalado (RSS)
y caucho compuesto (LMC International, 2014).
Respecto al consumo en 2015, China sobresale, ya que utiliza alrededor de 40 % del total, el cual es usado
para la producción de llantas (80 %) que se exportan a Estados Unidos de América; además juega
un papel relevante en el incremento de la producción de hule, ya que ha financiado la expansión del
área de plantaciones en Camboya, Laos, Myanmar y Vietnam; estos países aportaron aproximadamente
10 % de la producción global (Krungsri, 2016).
En el año 2013, los principales importadores de hule fueron China, Malasia y China Continental; los cuales
adquirieron en conjunto 71 % de la producción mundial; aunque China y Malasia son productores directos, también
son grandes consumidores. Bélgica y Estados Unidos de América le siguen en importancia, aunque
en menor proporción (Figura 8) (FAOSTAT, 2016).
La producción y consumo de látex, a nivel mundial, ha tenido un incremento en los últimos 10 años y la
tendencia en cuanto a cantidad es similar, lo que lleva a suponer que la demanda está cubierta; sin embargo,
en los años 2010 y 2016 el consumo fue superior a la producción (Figura 9).
El hule sintético se produce y consume más que el natural; por ejemplo, en el 2016 sus valores fueron de
14 822 000 t y 14 936 000 t, respectivamente, mientas que al látex natural correspondiron 12 401 000 t y
12 600 000 t (IRSG, 2017).
Lo anterior puede deberse a que, en el Sudeste Asiático factores como el suelo, el clima, la competencia
con otros cultivos y la disponibilidad de la mano de obra al momento de la cosecha posicionan al hule
sintético por delante del natural en buena parte de sus aplicaciones; asimismo, el hule sintético SBR representa
45 % del consumo mundial y su principal consumidor es el sector productor de neumáticos (Industriall
Global Union, 2013).

Fuente: FAOSTAT, 2016.


Figura 8. Principales países importadores de hule en el 2013 a nivel mundial.

9
La producción y consumo están expresados en miles de toneladas.
Fuente: International Rubber Study Group, 2017.
Figura 9. Producción y consumo de hule a nivel mundial en el periodo 2006 - 2016.

En los últimos años, la industria global del hule natural tuvo una caída continua de precios, en respuesta a
los siguientes factores (Krungsri, 2016):
1) Retraso en el crecimiento de la demanda, ya que cerca de 75 % de la producción se utiliza para producir
neumáticos de coche, y el crecimiento de la industria automtriz es de 2 a 4 % por año. El consumo de
caucho fue de 12.1 millones de toneladas en 2015.
2) La expansión del área de plantación en muchos países asiáticos (especialmente, en Camboya, Laos,
Myanmar y Vietnam (CLMV) favorece que la producción exceda a la demanda, pese a que la última se ha
duplicado con respecto a la de 10 años atrás. La oferta en 2015 fue de 12.3 millones de toneladas.
3) China ha desarrollado tecnología para que el hule sintético sustituya al natural, sobre todo en la producción
llantas, por lo que su consumo se ha expandido en los últimos 10 años y en la actualidad represente 60 %
del total utilizado.

Referencias
Aguirre R., C. E. y H. Santoyo. 2013. El cultivo del árbol del hule (Hevea brasiliensis Muell Arg.): avances y retos en la gestión de la
innovación. Colección Trópico Húmedo. Universidad Autónoma de Chapingo. Texcoco, Edo. de Méx., México. 134p.
Budiman, A. 2002. Recent developments in natural rubber prices (techreport, FAO). In: Consultation on Agricultural Commodity Price Problems.
Rome, Italy.115 p.
Chanchaichujit J. and J. F. Saavedra R. 2016. Using simulation tools to model renewable resources. The case of the Thai Rubber
IndustryPalgrave-Macmillan. Cham, Switzerland. 156 p.
Confederación Cauchera de Colombia (Corpoica). 2016. Boletín económico abril. Bogotá, Colombia. 8 p.
Compagnon, P. 1998. El caucho natural, biología, cultivo, producción. Consejo Mexicano del Hule CIRAD-CMH. Tabasco, México. 701 p.
Corporación Centro Nacional de Investigación para el Caucho Natural - Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Cenicaucho
- Corpoica). 2013. Modelo Productivo para el cultivo del árbol de caucho natural en la Orinoquía. Colombia. 146 p.
Fair Rubber Association. 2016. An overview of sustainability issues and solutions in the rubber sector. Aidenviroment, London. UK. 25 p. http://
www.aidenvironment.org/wp-content/uploads/2016/10/Rubber-study-FRA.pdf. (24 de julio de 2017).
Fox, J. and Castella, J. (2013), Expansion of rubber (Hevea brasiliensis) in mainland Southeast Asia: ¿What are the prospects for smallholders?
The Journal of Peasant Studies 40(1): 155-170.
Killmann, W. y L.T. Hong. 2000. El caucho, el éxito de un subproducto agrícola. Unasylva 201(51): 66-72.

10
Krungsri. 2016. Thailand industry Outlook 2016-2018: Rubber Industry. Disponible en https://www.krungsri.com/bank/getmedia/1d1b8758-
8da1-44e3-af42-962b0b9f7506/IO_ Rubber_ 2016_EN.aspx (17 de julio de 2017).
Industriall Global Union. 2013. Conferencia Mundial del caucho: 23-24 abril. Budapest, Hungría. 29 p. http://www.vdsz.hu/files/73/401/report_-
world_rubber_conference_spanish_cover. pdf (14 de julio de 2017).
International Rubber Association. 2015. Global Supply and Demand of Natural Rubber. Shanghai, China. http://www.shfe.com.cn/content/2015-
528-en/tianjlt-liqy.pptx (24 de julio de 2017).
International Rubber Study Group (IRSG). 2012. Estadística trimestral de la industria mundial del caucho natural. Boletín abril-junio 2012.
[Internet] http://www.rubberstudy.com/documents/WebSiteData.pdf. (17 de julio de 2017fecha de consulta).
International Rubber Study Group (IRSG). 2017. Resumen estadístico de la situación mundial del caucho. Boletín abril - junio 2017. http://
www.rubberstudy.com/documents/WebSiteData_Aug2017.pdf (30 de julio de 2017).
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura - Estadística (FAOSTAT). 2016. Cultivos y productos de ganadería.
http://www.fao.org/faostat/es/#data/TP (12 de diciembre de 2016).
Ortiz C., E. 2011. Paquete Tecnológico del Hule (Hevea brasiliensis Muell Arg.) Establecimiento y mantenimiento preoperativo. Campo
Experimental El Palmar. CIRGOC-INIFAP. Tezonapa, Veracruz, México. 20 p.
Rubber Development Department of Sri Lanka. 2017. Rubber Cultivation Details. Sri Lanka. http://www.rubberdev.gov.lk/web/index.
php?option=com_content&view =article&id=107&Itemid=117&lang=en. (14 de julio de 2017).
Sri trang agro-industry public company Limited (STA). 2011. Annnual Report 2011. Disponible en: https://investor.sritranggroup.com/ar.html
(07 de julio de 2017).
Thai Rubber Association (TRA). 2010. The rubber situation in 2011: Tra president view. http://www.thainr.com/en/message_detail.php?MID=136
(24 de junio de 2017).
Velarde K., N.G., T. Vázquez Z., D. Del Catillo, T. y L. L. Mattos C. 2010. El cultivo de la Shiringa en Madre de Dios, Perú. Instituto de
Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP). Puerto Maldonado, Madre de Dios, Perú. 60 p.

11
El contexto nacional del cultivo del hule en México
Rocío Sánchez Colín, Marisela Cristina Zamora-Martínez,
María Cecilia del Carmen Nieto de Pascual Pola, Bertha Patricia Zamora Morales
El cultivo de Hevea brasiliensis se introdujo a México en 1882 a los estados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas,
cuando compañías inglesas y holandesas establecieron las primeras plantaciones en los municipios de
Tezonapa, Veracruz; Tuxtepec, Ojitlán y Santa María Chimalapa en Oaxaca; y en la hacienda Zanjón Seco
en Chiapas (Martínez, 1986).
El país presenta áreas con potencial productivo alto para establecer plantaciones, principalmente, en los
estados de Oaxaca (11 988 ha), Veracruz (11 229 ha), Chiapas (10 628 ha), Guerrero (1 595 ha) y Tabasco
(388 ha) (INIFAP, 2012).
La industria del hule ha contribuido al desarrollo económico del país, ya que en 2015 representó 0.6 % del
Producto Interno Bruto Manufacturero, con una tasa de crecimiento del empleo manufacturero de 1 % y
para el periodo 2013-2015, periodo en el que generó 4 991 empleos (Inegi, 2015).
Además, el hule natural es materia prima indispensable para la elaboración de casi 50 000 artículos diversos, entre
los que sobresalen las llantas, cámaras de llantas, bandas transportadoras, mangueras, empaques, soportes,
globos y guantes (Ortiz, 2011).

Superficie plantada
De acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2015 había en
México 29 066 ha de plantaciones comerciales de Hevea brasiliensis, las cuales se distribuían en los
estados de Veracruz, Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Puebla.

Plantaciones en desarrollo
Este tipo de plantaciones provienen de tocones a raíz desnuda cultivados en piso, o en bolsas de polietileno
por un lapso de alrededor de seis años. La plantación se establece, inicialmente, con 476 árboles ha-1; de
ellos, se pierde de 10 a 15 % de por efecto de factores abióticos y por la eliminación de árboles suprimidos,
por lo que permanecen aproxímadamente 400 individuos ha-1. Para obtener desarrollos óptimos y
buenos rendimientos, desde el inicio de la producción se deben aplicar prácticas de cultivo adecuadas
y oportunas (Ortiz, 2011; Rojo et al., 2011).
En 2015, existían 6 218 ha de plantaciones en desarrollo, distribuidas en Veracruz (3 198 ha), Chiapas
(1 690 ha), Oaxaca (1 273 ha), Tabasco (50 ha) y Puebla (7 ha) (Figura 10).

Plantaciones en etapa productiva


Se trata de una plantación en etapa de aprovechamiento, generalmente entre el sexto y séptimo año de
establecimiento, cuando los individuos tienen un perímetro de 45 cm (14.3 cm de diámetro a la altura
de 1 m, a partir de la unión del injerto) y su corteza un grosor mínimo de 6 mm. El inicio del aprovechamiento
sucede cuando de 40 % a 50 % de los árboles poseen las medidas indicadas (Ortiz, 2011).

12
Fuente: SIAP, 2017.
Figura 10. Porcentaje de la superficie
ocupada por plantaciones en
desarrollo de hule por estado.

Se considera el criterio de circunferencia mínima (45 cm), debido a que el aprovechamiento en tamaños
inferiores a ese valor puede ocasionar debilitamiento en los troncos, lo que dificulta su engrosamiento
(Compagnon, 1998).
La producción de una plantación comercial de hule se estima en toneladas de hule por hectárea por año,
ya que su equivalente diario depende de factores como el tipo de clon, edad de la plantación, sistema de
pica, condiciones ambientales, horarios de pica, aplicación de estimulante, entre otros (Rueda et al., 2016).
En 2015, en el país habían 22 849 ha de plantaciones en etapa productiva, distribuidas en Veracruz (11 765 ha),
Tabasco (4 238 ha), Chiapas (4 115 ha), Oaxaca (2 706 ha) y Puebla (25 ha) (Figura 11).
La superficie con plantaciones comerciales de hule en 2015 fue de 29 066 ha, distribuidas en 40 municipios
pertenecientes a Veracruz (14 963 ha), Chiapas (5,805 ha), Tabasco (4,288 ha), Oaxaca (3,979 ha), Puebla
(32 ha) (SIAP, 2015) y recientemente en Jalisco (35 ha) (figuras 12 y 13) (Rueda et al., 2016)

13
Fuente: SIAP, 2017.
Figura 11. Porcentaje por estado de la superficie con
plantaciones de hule en etapa productiva.

Fuente: Rueda et al., 2016; SIAP, 2017.


Figura 12. Superficie de las plantaciones comerciales
de hule por estado.Fuente: SIAP, 2017.

14
Figura 13. Superficie plantada con hule de los municipios productores más importante por estado.

Características de las unidades de producción


Con base en datos derivados del Informe de Operación - Proyecto Estratégico Trópico Húmedo (UTE,
2013), el cual se basa en la información recopilada de 1 080 productores de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y
Tabasco, las unidades de producción presentaron las siguientes características (Cuadro 3):
1. Las plantaciones de hule son, en promedio, de seis hectáreas; sin embargo, en Chiapas la media es de
11.2 ha.
2. La superficie con plantaciones en producción, en promedio, es de cuatro ha, excepto Chiapas que
presenta una media de 4.62 ha.
3. Los productores con menor superficie de plantaciones se localizan en Oaxaca.
4. Los productores poseen tanto plantaciones en desarrollo como en producción, en promedio 77 %
de ellas corresponden a esta última. Cabe señalar que en Oaxaca existe muy poca superficie con
plantaciones del primer tipo, cuyo promedio es de 0.1 ha.
5. En general, los productores tienen cuatro hectáreas en producción y dos en desarrollo.
6. En Chiapas y Veracruz hay mayor posibilidad de incrementar la superficie plantada, porque los
productores tienen, en promedio, alrededor de 20 ha de superficie cultivable, pero solo utilizan 56 %.
7. La superficie con plantaciones en desarrollo, en promedio, es de 2.1 ha, aunque Chipas presenta en
promedio 6.56 ha.
8. La superficie que poseen los productores es del orden de 16 ha.
9. Las plantaciones en etapa productiva representan 77 % del total plantado.

15
Cuadro 3. Perfiles de las unidades de producción de hule en el sur-sureste de México.
Estado Estadístico SP SD SPla ST PPr PTP
Chiapas Media 4.62 6.56 11.17 21.19 58.77 56.30
(n=208) D.E. 4.49 8.87 11.13 19.91 39.25 29.62
Oaxaca Media 2.73 0.10 2.83 8.28 97.79 47.44
(n=300) D.E. 1.90 0.43 2.00 6.91 9.52 30.06
Tabasco Media 4.23 1.58 5.81 13.90 78.80 64.07
(n=104) D.E. 3.21 2.11 4.06 15.49 26.09 35.53
Veracruz Media 4.04 1.66 5.70 19.30 71.72 44.57
(n=468) D.E. 8.23 4.94 12.60 46.06 35.04 30.27
Total Media 3.80 2.16 5.97 16.08 77.15 49.50
(n=1080) D.E. 5.97 5.58 9.87 32.52 33.37 31.26
D.E. Desviación estándar; SP: superficie de hule en producción (ha); SD: superficie de hule en desarrollo (ha); SPla: superficie de la plantación de hule; ST:
superficie total que posee el productor (ha); PPr: proporción de la plantación en producción; PTP: proporción de la superficie total que posee el productor con
plantaciones de hule.
Fuente: UTE (2013)

Organización productiva
El Sistema Producto es la interacción de agentes y actividades económicos que intervienen en un proceso
productivo, desde la actividad primaria hasta la oferta al consumidor final; incorpora los procedimientos de
empaque, industrialización o transformación que son necesarios para la comercialización en mercados
internos y externos. Incluye, además, el abasto de insumos y equipos relevantes, así como todos los servicios que
afectan, de manera significativa, a dichas actividades; por ejemplo, la investigación, capacitación
y la asistencia técnica.
El Comité Sistema Producto es la entidad ejecutiva de diseño e implementación de la estrategia de
fortalecimiento del sistema; es convocado y regulado por la autoridad, y tiene como principal característica
la representatividad y la capacidad efectiva de corresponsabilidad en el logro de las metas y objetivos
planteados en su propia estrategia de desarrollo (Sagarpa, 2005).
El Plan Rector es el documento que da dirección a las acciones del Comité, las cuales están encaminadas a
fortalecer la cadena de valor; asimismo, caracteriza a los participantes, define las estrategias que permitan
el consenso del Sistema e identifica los proyectos que las concreten (Sagarpa, 2005).
El Plan Rector del Sistema Producto Hule (Sagarpa,2005) tiene como objetivos generales: i) identificar los
factores que determinan la competitividad de cada eslabón del sistema producto hule, para plantear
acciones que garanticen la consolidación de todos los participantes como unidades económicas rentables
en el largo plazo; ii) impulsar un proceso que fomente las actividades productivas y de desarrollo social en el
ámbito de las diversas regiones del medio rural y diversificar la actividad productiva en el campo.
Los objetivos específicos se listan a continuación:
• Fomentar e impulsar el desarrollo integral de las regiones huleras del país.
• Contribuir a mejorar los sistemas de producción.
• Promover y apoyar el desarrollo de las actividades relacionadas con la investigación.
• Fortalecer la coordinación de acciones a través de la participación de las instancias.
Asimismo, pretende que todos los participantes del sistema producto (proveedores de insumos, productores,
comercializadores y agroindustriales) logren un crecimiento en los primeros cinco años, y en los 10
siguientes alcancen el desarrollo agroindustrial, comercial y tecnológico a la par de los estándares mundiales,
a fin de participar en el mercado global, evitando la sobreexplotación de los recursos naturales y degradación del
ambiente (Sagarpa, 2005).

16
La cadena agroindustrial de producción y procesamiento del hule se integra por tres etapas: la primera, es la
agropecuaria o primaria que tiene como productos finales: hule en forma sólida, hule seco o líquido; la segunda, es
el beneficio primario que consiste en el deshidratado para producir hule granulado o laminado, o la
centrifugación y agregado de sustancias químicas estabilizantes para obtener látex en estado líquido; y la tercera,
es el procesamiento industrial para la elaboración de llantas, globos, calzado, guantes, impermeables, productos
medicinales, etcétera (Figura 14) (Aguirre y Santoyo, 2013).
En el caso de México, participan en la primera fase unos 7 000 pequeños productores ejidatarios y una pequeña
parte de plantaciones a gran escala, algunas de ellas vinculadas a los beneficios. En la segunda etapa se integran
beneficios privados, asociados o no a las organizaciones de productores y pequeñas empresas
que producen hule seco laminado. La relación entre los miembros de la segunda y tercera etapa, se restringue
a sus funciones como ofertantes y demandantes. Las industrias consumidoras están integradas en la Cámara
Nacional de la Industria Hulera, en la que predominan las grandes empresas productoras de neumáticos, en
cuanto al volumen de demanda; pero, también participa un gran número de pequeñas empresas dedicadas
a la manufactura de diversos productos (Figura 14) (Rojo et al., 2011).
La Cámara Regional de la Industria del Hule y Látex del estado de Jalisco participa intensamente en la
Cadena Productiva Hule; por una parte, con empresarios procesadores ubicados en Guadalajara y por otra, con
una intervención importante que busca la relación entre productores e industria, mediante la promoción del
establecimiento de nuevas plantaciones en la costa de Jalisco (Aguirre y Santoyo, 2013).
Dado el potencial de plantación, la disponibilidad de tecnologías y la oportunidad económica que el cultivo
del hule representa, es indispensable ejecutar un plan de acción que involucre a los productores, las
empresas procesadoras, institutos de enseñanza e investigación y al Gobierno. El primer paso debe ser
crear consciencia entre los planificadores y tomadores de decisiones del país acerca del hule y su potencial como
una importante fuente de empleo y de prosperidad en el medio rural (Aguirre y Santoyo, 2013).

Fuente: Rojo et al (2011); Aguirre y Santoyo (2013).


Figura 14. Cadena productiva de producción y
procesamiento de hule en México.

17
Rendimiento y Volumen de producción por estado
En el año 2015 se cosecharon 22 849 ha, lo que equivale a 79 % de la superficie plantada. La producción
fue de 64 913 t, con un rendimiento de 2.8 t ha-1 de látex. Veracruz fue el principal productor y el que
presentó mayor rendimiento (Cuadro 4) (SIAP, 2016).
Cuadro 4. Superficie total y cosechada, producción y rendimiento del cultivo de hule por estado
correspondiente al 2015.
Superficie total Superficie Producción Rendimiento
Estado
(ha) cosechada (ha) (t) (t ha-1)
Veracruz 14 963 11 765 37 215 3.16
Chiapas 5 805 4 115 13 062 3.17
Tabasco 4 288 4 238 8 442 1.99
Oaxaca 3 979 2 706 6 071 2.24
Puebla 32 25 123 4.90
Total 29 066 22 849 64 913 2.84
Fuente: SIAP (2016).

Precios
El valor de la producción en el año 2015 se calculó en 809 millones de pesos, los estados con los registros
más altos fueron Veracruz (368 millones de pesos) seguido por Chiapas (291 millones de pesos) y Tabasco
(100 millones de pesos) (Cuadro 5).
Cuadro 5. Valor de la producción por estado productor de hule correspondiente al 2015.
PMR* Valor producción**
Ubicación
($ t-1) (PMR t-1)
Chiapas 22 308 MXN 291 millones
Oaxaca 7 922 MXN 48 millones
Puebla 7 100 MXN 870 miles
Tabasco 11 862 MXN 100 millones
Veracruz 9 890 MXN 368 millones
Total - MXN 809 millones
* Precio Medio Rural (PMR). Pago al productor en venta de primera mano en su parcela o en la zona de producción, por lo que no debe incluir los beneficios
económicos que a través de Programas de Apoyo a Productores puedan otorgar el Gobierno Federal o Estatal, ni gastos de traslado y clasificación cuando el
productor lo lleva al centro de venta.
**Valor obtenido por medio del producto del (PMR) y las toneladas producidas.
Fuente: SIAP (2016).

El precio del látex en México es menor comparado con el de Malasia; tan solo en el 2015 su costo por
kilogramo fue de $12.17 (FAOSTAT, 2016), 51 % menos del alcanzado en Malasia ($ 25.07) (The Statistics
Portal, 2017).

Destino de la producción
El látex puede ser preservado y concentrado para su comercialización como látex concentrado (látex
líquido), coagulado o transformado en diversos tipos de hule seco como: láminas secadas al aire, láminas
ahumadas, hoja crepe, hule granulado y hule técnicamente especificado (TSR, por sus siglas en inglés)
(Andrade, 2005).
Los pequeños productores de hule en México realizan el beneficio del hule por medio de procesos rústicos o
artesanales. El término beneficiado se refiere a todas las actividades que se requieren para la transformación

18
del látex extraído del árbol, o de los diferentes productos de su coagulación con el propósito de obtener una
materia prima utilizable por la industria manufacturera (ASOHECA, 2009).
Las agroindustrias que comercializan el hule, en general, son de dos tipos en función de su tamaño, volumen
de producción, mercados, controles de calidad, así como de los problemas que cada uno de ellos enfrenta
a continuación, se describen brevemente:
Beneficiadoras pequeñas. Están constituidas por menos de 15 socios, quienes son productores de hule
que acopian entre 300 y 400 t. El principal problema que enfrentan es el uso productos químicos en
el manejo de la materia prima, lo que ocasiona daños a la maquinaria y endurece el hule coagulado,
además de reducir su elasticidad; por lo tanto, implica un mayor gasto de energía para procesarlo. La
comercialización se lleva a cabo con empresas fabricantes de balones en Jalisco y Estado de México; en el
caso del hule granulado, con empresas llanteras. El producto en láminas, lo venden a intermediarios de
la Ciudad de México y de León, Guanajuato, para la industria del zapato (Aguirre y Santoyo, 2013).
Grandes comercializadoras. Presentan una capacidad de proceso superior a las 3 000 t anuales. Para
la transformación de la materia prima cuentan con equipo y maquinaria moderna para garantizar
que el hule técnicamente especificado cumpla con los estándares de calidad requerido por la industria
final. La totalidad del hule procesado se clasifica como de calidad HEM-20, el cual es un producto con
especificaciones técnicas y de calidad acorde a las normas mexicanas. Sus clientes principales son: la
industria llantera, la que elabora jarcería y la industria del calzado (Aguirre y Santoyo, 2013).

Referencias
Andrade C., L. A. 2005. Diseño básico de una planta procesadora de látex de caucho natural para diferentes capacidades de producción.
Tesis de Ingeniería química. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga, Colombia. 159 p.
Aguirre R., C. E. y H. Santoyo. 2013. El cultivo del árbol del hule (Hevea brasiliensis Muell Arg.): avances y retos en la gestión de la
innovación. Colección Trópico Húmedo. Universidad Autónoma de Chapingo. México. 134p.
Asociación de Reforestadores y Cultivadores de Caucho del Caquetá (ASOHECA). 2009. Sangría y recolección del caucho natural. Ficha
técnica. 13 p. http://www.asoheca.org/imagenes/Fichastecnicas/FICHATECNICADESANGRIAYRECOLECCIONDELLATEX.pdf
(25 de enero de 2017).
Compagnon, P. 1998. El caucho natural, biología, cultivo, producción. Consejo Mexicano del Hule CIRAD-CMH. Tabasco, México. 701 p.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 2015. Sistema de clasificación industrial de América del Norte, México (SCIAN).
Aguascalientes, Ags., México. 588 p.
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). 2012. Potencial productivo de especies agrícolas de
importancia socioeconómica en México. México, D. F., México. Publicación Especial Núm. 8. 138 p.
Martínez C., F. 1986. El hule en México. Ediciones Copilco. México, D.F., México. 113 p.
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura - Estadística (FAOSTAT). 2016. Cultivos y productos de ganadería.
http://www.fao.org/faostat/es/#data/TP (12 de diciembre de 2016).
Ortiz C., E. 2011. Paquete Tecnológico del Hule (Hevea brasiliensis Muell Arg.) Establecimiento y mantenimiento preoperativo. Campo
Experimental El Palmar. CIRGOC-INIFAP. Tezonapa, Veracruz, México. 20 p.
Rojo M., G. E., R., Martínez R. y J. Jasso M. 2011. El cultivo del Hule en México. Universidad Autónoma Indígena de México / Colegio de
Postgraduados. Campus Montecillo. Texcoco, Edo. de Méx., México. 231 p.
Rueda S., A., J. T. Sáenz R., H. J. Muñoz F., G. Ramírez O. y A Molina C. 2016. Guía técnica para el establecimiento y manejo de plantaciones
del cultivo de hule (Hevea brasiliensis) en Jalisco y Nayarit. Campo Experimental Centro Altos de Jalisco. Tepatitlán de Morelos,
Jal., México. Folleto Técnico Núm. 2. 52 p.
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). 2017. Anuario estadístico de la producción agrícola. Resumen de cultivos 2015.
http://infosiap.siap.gob.mx/aagricola_siap_gb/icultivo/ index.jsp (23 de febrero de 2017).
The Satistics Portal. 2016. Price for Malaysian rubber from 2013 to 2030. https://www.statista.com/statistics/469630/rubber-price-forecast/
(14 de julio de 2017).
Unidad Técnica Especializada en Gestión de la Innovación (UTE-Innovación). 2013. Informe de operación 2012. Proyecto Estratégico Trópico
Húmedo. CIESTAAM – Universidad Autónoma Chapingo. México. Texcoco, Edo. de Méx., México. 190 p.

19
Análisis del contexto nacional del cultivo de hule
Georgel Moctezuma López, Elías Ortiz Cervantes, José Miguel Hernández Cruz,
Víctor Hugo Díaz Fuentes y Lourdes Velázquez Fragoso

Introducción
El trópico húmedo mexicano reúne las condiciones agronómicas, climáticas y de suelo para las plantaciones
de hule, las cuales ofrecen un buen potencial productivo y condiciones de mercado favorables para
los productos derivados del látex.
La producción de hule se concentra en cuatro estados: Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz; recientemente
se incorporó Puebla a la producción de látex y se están realizando trabajos de introducción de la
especie de interés en Jalisco.
Durante el 2014 se registró la mayor producción de látex con 73 720 t, y Veracruz sobresalió con 37 214 t, lo
que significa que, prácticamente, la mitad de la producción se concentra en esa entidad. Respecto a la superficie
plantada, el dato que se consigna como el más alto corresponde a 2016, con 30 177 ha; nuevamente, Veracruz
tuvo 51.2 % de dicha área.
Con relación al rendimiento medio por hectárea, el más bajo, a nivel nacional, es de 1.25 t ha-1 y el más elevado
de 3.24 t ha-1 (SIAP, 2016), lo que puede explicarse por la tecnología y entre ella, los paquetes tecnológicos
generador por el INIFAP, que contribuyen en 2.6 veces al aumento del indicador de rendimiento. Cabe
señalar que el SIAP (2016) asienta datos por estado, en los cuales Chiapas y Puebla alcanzaron cifras
de 6.13 t ha-1 y 5.05 t ha-1 en 2014 y 2013, respectivamente; mientras que el promedio general nacional en
30 es de 1.98 t ha-1.
México presenta una balanza comercial deficitaria de los productos derivados del látex desde el año
1981, lo cual significa una salida de dólares (52.1 millones de dólares) para el país debido a las fuertes
importaciones de artículos de látex y a su prácticamente nula exportación. Entre 1981 y 2011 (30 años),
la balanza deficitaria aumentó 3.7 veces. Con un mercado que crece cada día, esta situación se puede
aprovechar como una oportunidad para desarrollar con mayor intensidad el establecimiento de plantaciones
de Hevea brasiliensis.

Análisis económico
El productor de hule necesita de una orientación de qué tan redituable es invertir en una plantación, ya
que este cultivo requiere de recursos monetarios al inicio del proyecto y, posteriormente, para realizar
labores agrícolas de mantenimiento durante un periodo de alrededor de seis años, antes de que las plantaciones
empiecen a rendir ingresos.
El plantador debe tener certeza de que los recursos que va a invertir tengan un retorno favorable para su
economía, para lo cual necesita contar con un marco orientador de las finanzas asociadas al cultivo
del hule.
Gittinger (1974) cita que “los proyectos son instrumentos clave del desarrollo”; bajo este señalamiento
los paquetes tecnológicos que genera el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y
Pecuarias (INIFAP) son elementos de innovación tecnológica que impulsan el desarrollo rural regional, ya
que contribuyen a lograr un mejor uso del capital y aumentan las probabilidades de éxito. Adicionalmente, el
análisis financiero es un valioso auxiliar en la toma de decisiones por parte de los productores de hule, así como
de otros actores que intervienen en su cadena productiva.

20
Los paquetes tecnológicos se integran por todo un complejo de actividades que se desarrollan para utilizar
recursos, en el caso de las plantaciones de hule, los principales son la mano de obra y el capital, con el
propósito final de obtener beneficios.

Supuestos
Las premisas que se plantean para la evaluación económica del uso de un paquete tecnológico de Hevea
brasiliensis en el trópico húmedo y subhúmedo de la región sur – sureste de México son las siguientes:
• Horizonte del proyecto. Se asume que la vida útil de una plantación de hule es de 31 años, que se dividen
en: año 0, comprende el establecimiento de la plantación; año 1 al 6, supone el mantenimiento de la
plantación; del año 7 al 31, que consiste en la producción de látex; y el valor de recuperación al año 31,
se considera con el derribo de los árboles para efectos de la venta de su madera.
• Tasa de interés. Para determinar el factor de actualización en la evaluación, se toma en cuenta como
tasa de referencia, la de los certificados de la Tesorería (Cetes). Al momento de realizar el análisis (10
abril 2017) estaban a 6.48 %; además, la tasa de inflación corresponde a la publicada por el Instituto
Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) para 2016, de 2.97 %. Al restar de la tasa de Cetes la tasa
de inflación (6.48 – 2.97 = 3.51), el resultado se redondeó a 3.5 %. En la práctica, la tasa de descuento
que más se emplea para evaluaciones sociales es la que estima el costo de oportunidad del capital; es
decir, aquélla que hará invertir todo el capital de la sociedad en proyectos con los que se obtenga el mayor
rendimiento (sin incluir el riesgo), o bien es la tasa a la cual la sociedad estaría dispuesta a sacrificarse
hoy, para consumir en el futuro (Carballo, 1975; Moctezuma, 1977).
• Rendimiento. De acuerdo a los especialistas en el cultivo del hule del INIFAP, para efectos de evaluación,
los rendimientos medios por hectárea tienen una variación de 1.00 t ha-1 a 2.28 t ha-1. En un estudio de
potencial productivo elaborado por Uresti (2012) en el trópico húmedo, se determinó un potencial medio
de las plantaciones de hule de 1.6 a 2.0 t ha-1 y en zonas específicas de 2.44 a 2.50 t ha-1
• Para la estimación de los costos e ingresos se realizan reuniones de trabajo con la participación de
Investigadores del INIFAP de las áreas técnicas y económicas, en las cuales se definió como unidad de
medida la hectárea, así se pudo homogenizar la información. Las labores de campo se determinaron a
nivel de una unidad de producción prototipo.
Los costos e ingresos se estiman con base en el paquete modificado del cultivo del hule (Ortiz, 2011a
y Ortiz, 2011b), que incluye el horizonte del cultivo de 30 años, lo que permite identificar los costos de
establecimiento y de producción, así como los rendimientos por hectárea para estimar el ingreso total,
mediante las funciones que se anotan a continuación:
1.- Producción:

Donde:
FP = Función de Producción.
Pl = Producción de látex del año seis al 30
Pm = Producción de madera en el año 30

21
2.- Ingreso:

Donde:
FI = Función de Ingreso.
Pxl = Precio del látex del año seis al 30
Ql = Cantidad de látex del año seis al 30
Pxg = Precio de la greña del año seis al 30
Qg = Cantidad de greña del año seis al 30
Pxm = Precio de la madera en el año 30
Qm = Cantidad de madera en el año 30

3.- Costo

Donde:
FC =Función de Costos.
TCI = Total de Costo de Inversión en el año 1
CFP = Costo Fijo de Producción del año uno al año 30
CVP = Costo Variable de Producción del año uno al año 30
Una vez que se tiene esta información y mediante la aplicación de la metodología de evaluación de proyectos
de tipo agrícola a largo plazo (Gittinger, 1982; Coss, 1984) se estiman los indicadores de rentabilidad:
Relación Beneficio/Costo (R B/C), Valor Actual Neto (VAN) y Tasa Interna de Rentabilidad (TIR), cuyas
expresiones matemáticas se presentan enseguida (Gómez, 1976; Moctezuma, 1977).

22
Dado que, los costos de establecimiento, de producción y los ingresos corresponden al periodo de vida
del proyecto, se transforman a valor presente con base en un factor de actualización de 3.5 % (González
y Wood, 2006. Moctezuma, 1977). Lo anterior se deduce de restarle a la tasa de los Certificados de la
Tesorería (Cetes) (6.48), la tasa de inflación (2.97) (mayo 2017).
En el Cuadro 6 se muestran los valores de los indicadores económicos generados a partir de distintas corridas
financieras. Se observa que la corrida financiera base resulta positiva en todos sus indicadores financieros; para
tener una mayor certeza de la información económica se incluyen tres análisis de sensibilidad: i) decremento
en los ingresos de 5 %, a causa de una baja en los precios de los mercados nacionales; ii) incremento en
los costos variables de jornales en 5 %, ya que este es el principal costo dentro del paquete tecnológico de
H. brasiliensis; y iii) la combinación de las dos situaciones anteriores, que se considera el caso más crítico.
Al igual que la opción base, las restantes resultaron favorables en todos los indicadores económicos.
Cuadro 6. Resultados de la evaluación financiera por medio de indicadores económicos para en la
actualización del paquete tecnológico del Hevea brasiliensis en el trópico húmedo mexicano.
Indicadores financieros Valor obtenido
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 13 %
Valor Actual Neto (VAN) $171 293.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.2
Considerando un valor de recuperación por concepto de venta de madera de hule al año 30
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 13 %
Valor Actual Neto (VAN) $180 187.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.3

1er Análisis de sensibilidad al tomar en cuenta una reducción de 5 % en el precio de venta del coágulo
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 12 %
Valor Actual Neto (VAN) $156 841.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.1
Al referir un valor de recuperación por concepto de venta de madera de hule al año 30
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 12 %
Valor Actual Neto (VAN) $165 734.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.2
2do Análisis de sensibilidad con un incremento de 4 % en los jornales
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 13 %
Valor Actual Neto (VAN) $162 614.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.1
Bajo la consideración de un valor de recuperación por concepto de venta de madera de hule al año 30
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 13 %
Valor Actual Neto (VAN) $171 508.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.2

Continúa Cuadro 6...

23
Continúa Cuadro 6...
Indicadores financieros Valor obtenido
3er Análisis de sensibilidad bajo el supuesto de una disminución del 5 % en el precio de venta del coágulo y un
incremento de 4 % en los jornales
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 12 %
Valor Actual Neto (VAN) $148 399.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.1
Con la premisa de un valor de recuperación por concepto de venta de madera de hule al año 30
Tasa Interna de Rentabilidad (TIR) 12 %
Valor Actual Neto (VAN) $157 287.00
Relación Beneficio / Costo (R B / C) 2.1

En el Cuadro 7 se presenta un resumen de los indicadores de rentabilidad para las plantaciones


de H. brasiliensis, bajo la condicionante y decisión de aceptación o rechazo.

Cuadro 7. Indicadores de rentabilidad económica para plantaciones de hule del sur – sureste de México.
Indicador Condición Indicadores mínimo y máximo Regla de decisión
RB/C ≥ 1.0 2.1 a 2.3 Se acepta
VAN ≥0 $148 399.00 a $180 187.00 Se acepta
TIR ≥ la tasa de actualización 12 % a 13 % Se acepta
Fuente: Adaptado de la Vega et al. (2012), con datos del INIFAP.
R B / C = Relación Beneficio / Costo; VAN = Valor Actual Neto; TIR = Tasa Interna de Rentabilidad.

Todas las opciones de evaluación económica por medio de indicadores financieros resultaron favorables;
por lo tanto, se aceptan.

Consideraciones finales
En la región sur – sureste del trópico húmedo y subhúmedo de México se presentan condiciones
agroecológicas, climáticas y de suelo favorables para el establecimiento de plantaciones de hule, de acuerdo
con los resultados de los indicadores de rentabilidad generados.
El estado de Veracruz es el que marca la pauta en cuanto a superficie plantada, producción de látex, así
como en la generación de recursos monetarios que contribuyen a la reactivación de la economía de las
localidades y de la región. Además, es la entidad en donde mayor valor agregado se le da al hule, ya que la
mayoría de las agroindustrias se localizan cercanas a las zonas productoras.
El INIFAP tiene una presencia destacada con los productores y cuenta con un campo experimental, El
Palmar en Tezonapa, Ver., en donde se realizan diversas investigaciones orientadas al mejoramiento
de las plantaciones de hule. Además, se está promoviendo por parte del Instituto, el establecimiento de
nuevas áreas de cultivo en los estados de Nayarit y Jalisco (municipios de Talpa de Allende, La Huerta y
Villa Purificación), así como continuar con diversos trabajos de transferencia de tecnología en Puebla para
incrementar las superficies de Hevea brasiliensis.
Las posibilidades de mercado de los productos derivados del hule son amplias, sobre todo, en lo que se
refiere a la sustitución de importaciones, lo cual contribuiría a revertir la balanza comercial del sistema -
producto, misma que, desde el inicio de la producción es deficitaria.

24
Los indicadores resultantes de la evaluación financiera son todos positivos, por lo que constituyen una
herramienta útil para la toma de decisiones de los productores,
La evaluación financiera presenta indicadores financieros positivos en todos los escenarios que se manejaron.
Lo anterior, se considera como una herramienta útil en la toma de decisiones para los productores, mediante
la cual pueden minimizar el riesgo de sus inversiones, así como de los costos de mantenimiento durante los
primeros años del cultivo; ello les dará certeza de que su actividad primaria presenta rentabilidad, además servirá
de referente para otros actores de la cadena agroproductiva del hule.
La información en extenso relacionada con este capítulo etá disponible en el Folleto Técnico Núm. 25:
Evaluación Financiera de Plantaciones de Hule Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg. en el
Trópico Húmedo Mexicano, el cual forma parte de la serie que integra la actualización del paquete tecnológico
para el cultivo del hule.

Referencias
Aguirre R., C. E. 1996. Manual para el Cultivo del Hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.). Consejo Mexicano del Hule. Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. México, D. F. México. 172 pp.
Aguirre R., C. A. y V. H. Santoyo C. 2013. El Cultivo del Árbol del Hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.): Avances y Retos en la Gestión de la
Innovación. Universidad Autónoma Chapingo. Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria
y la Agricultura Mundial. Chapingo, Edo. de Méx., México. 135 p.
Asociación Nacional del Café. 2004. Cultivo de Hule. Programa de Diversificación de Ingresos en la Empresa Cafetalera. Guatemala. 23 p.
Barrera R., A. I., J. L. Jaramillo V., J. S. Escobedo G. y B. E. Herrera C. 2011. Rentabilidad y Competitividad de los Sistemas de Producción
de Vainilla (Vanilla planifolia J.). Agrociencia 45: 625-638.
Calle P., A. y B. Luque. 2010. El Desarrollo Sostenible en la Cadena Productiva del Caucho en Colombia. Tesis. Pontificia Universidad
Javeriana. Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Carrera de Administración de Empresas. Santa Fe de Bogotá.
Colombia. 77 pp.
Carballo G., S. 1975. Aplicación de la Tasa de Rentabilidad Financiera en Proyectos Agropecuarios. Banco de México, S. A. Fondos Instituidos
en Relación a la Agricultura. México. 71 pp.
CIRAD – INIFAP – CMH. 2006. Parámetros Técnicos para la Zonificación de Áreas Aptas para el Cultivo del Hule (Hevea brasiliensis)
en México.
Compagnon, P. 1998. El Caucho Natural: biología, cultivo y producción. Consejo Mexicano del Hule A. C. CIRAD. México, D.F. 695 p.
Coss B., R. 1984. Análisis y Evaluación de Proyectos de Inversión. Editorial LIMUSA. México, D. F., México. 348 p.
De la Vega M., A., D. M. Sangermán J., J. A. García S., A. Navarro B., M. A. Damián H. y R. Schwentesius R. 2012. Evaluación Financiera de
la Reserva Cinegética Santa Ana. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas. 3(5): 1023 – 1038.
Food Agricultural Organization (FAO). 2012. Base de datos FAOSTAT. http://www.fao.org/faostat/en/#home (mayo 2017).
Gittinger, J. P. 1974. Análisis Económicos de Proyectos Agrícolas. Banco Mundial. Instituto de Desarrollo Económico. Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento. Editorial TECNOS. Madrid, España. 241 p.
Gómez O., M. 1976. Estudio para la Instalación de un Aserradero en “Torance”, Topia, Estado de Durango. Tesis Ingeniero Agrónomo en
Bosques. Escuela Nacional de Agricultura. Universidad Autónoma Chapingo. Texcoco, Edo.de Méx., México. 144 p.
González E., A. y S. Wood. 2006. Impactos Económicos de Tecnologías para el Campo Mexicano. INIFAP-Sagarpa. Ciudad de México,
México. Libro Científico Núm. 1. 411 p.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi). 2012. Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera. EMIM SCIAN
2007. Resumen anual. Ciudad de México, México. 603 p. http://internet.contenidos.inegi.org.mx/contenidos/Productos/prod_serv/
contenidos/espanol/bvinegi/productos/encuestas/establecimientos/indus_manu/resumanul_ene_jun2012/EMIM2011_S1.pdf (junio
de 2017).
Izquierdo B., H., M. Domínguez D., P. Martínez Z., A. Velázquez M. y V. Córdova A. 2011. Problemática en los Procesos de Producción de
las Plantaciones de (Hule Hevea brasiliensis Müll. Arg.) en Tabasco, México. Tropical and Subtropical Agroecosystems. Vol. 14 No.
2: 513-524.
Martínez C., F. 1996a. Gentes, Tiempo y Espacio. In:El Hule en México. Ediciones Copilco, S. A. México, D. F., México. pp. 1–19.
Martínez C., F. 1996b. Las lecciones de Historia. In: El Hule en México. Ediciones Copilco, S. A. México, D. F., México. pp 102-113.
Moctezuma L., G. 1977. Evaluación Económica de Diez Años (1967 – 1976) de Operación del Plan Puebla. Tesis de Maestría en Ciencias.
Colegio de Postgraduados. Escuela Nacional de Agricultura. Texcoco, Edo. de Mex., México. 149 p.
Ortiz C., E. 2011a. Programa Estratégico para el Desarrollo Rural Sustentable de la Región Sur - Sureste de México: Trópico Húmedo 2011.
Paquete Tecnológico del Hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.). Establecimiento y Mantenimiento Preoperativo. INIFAP. 22 p.
Ortiz C., E. 2011b. Programa Estratégico para el Desarrollo Rural Sustentable de la Región Sur - Sureste de México: Trópico Húmedo 2011.
Paquete Tecnológico del Hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.). Producción de Planta. INIFAP. 16 p.
Rojo M., G. E., R. Martínez R. y J. Jasso M. 2011. El Cultivo del Hule en México. Libro Técnico. Serie Forestal. Universidad Autónoma
Indígena de México. Colegio de Postgraduados. Campus Montecillo. Texcoco, Edo. de Méx., México. 334 p.
Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). 2011. Trópico Húmedo, Programa Estratégico para
el Desarrollo Sustentable de la Región Sur - Sureste de México. México, D.F., México. 56 p.

25
Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). 2013. Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta. Bases de Datos
1990 – 2012, Sagarpa. México. http://infosiap.siap.gob.mx:8080/agricola_siap_gobmx/AvanceNacionalSinPrograma.do (abril de 2017)
Sierra C., J. C., C. Gómez R., E. E. Sánchez B. y M. Pinilla R. 2013. Viabilidad Financiera para la Producción y Exportación de Gulupa
(Passiflora edulis Sims) Hacia el Mercado Español. Economía y Desarrollo Rural. Corpoica Ciencia Tecnológica Agropecuaria 14
(1): 17-26.
Uresti G., J., R. J. López E., D. Uresti D. e H. D. Inurreta A. 2012. Avances del proyecto Soil and Water Assessment Tool. Veracruz, México, ppt
Viesca T., C. 1986. El Hule en la Religión Prehispánica. In: El Hule en México. Ediciones Copilco, S. A. México, D. F., México. pp 21–44.
Vijayakumar K., R. 2011. La Industria Mexicana del Hule Natural. Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Programa
Estratégico para el Desarrollo Sustentable de la Región Sur - Sureste de México: Trópico Húmedo. IICA. Ciudad de México,
México. 36 p.

26
Zonificación potencial para las plantaciones de hule en el Trópico Húmedo Mexicano
Martín Enrique Romero Sánchez, Antonio González Hernández, Ramiro Pérez Miranda,
Marisela Cristina Zamora-Martínez, Brenda Lizbeth Islas Trejo y Ana Gabriela López Espinosa

Introducción

Hevea brasiliensis se caracteriza por producir látex, del cual se obtiene el caucho o hule, un polímero de alto
peso molecular muy utilizado en varias industrias, como materia prima (De Dios et al., 2015). Debido a que los
subproductos que se elaboran con este material no tienen un sustituto sintético de igual calidad, el látex
resulta ser un producto cuya importancia se ha incrementado en los últimos años (Rojo et al., 2011). Sin embargo,
el escenario global de la obtención de hule (H. brasiliensis) presenta particularidades marcadamente regionales.

Las naciones asiáticas son las que concentran la mayor producción mundial de látex, con 92 % (11 millones
420 mil toneladas) (International Rubber Study Group, 2017); aunque el envejecimiento de sus plantaciones y
las fluctuaciones del precio internacional, les ha generado problemas para incrementar su producción
(FAO, 2004). Por el contrario, América Latina pese a que no cuenta con una producción equivalente
a la de Asia, presenta un crecimiento productivo más dinámico; no obstante, solo participa en el mercado
internacional con 2.7 % (336 mil toneladas) (International Rubber Study Group, 2017).
México tiene las condiciones edáficas y climáticas óptimas para establecer plantaciones de hule en los
estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco (Rojo, et al., 2011). Sin embargo, a pesar de ese gran
potencial, en 2015 únicamente se aprovechaban 29 034.18 ha, de las cuales 51 % se localizan en Veracruz,
con cuatro zonas productoras: Uxpanapa, Las Choapas, Hidalgotitlán y Tezonapa; Chiapas ocupa el
segundo lugar, con 20 % del total de la superficie que se concentra en los municipios: Selva, Palenque y
Benemérito de las Américas; mientras que el estado de Tabasco, se ubica en tercer lugar con 15 % del área
total, distribuida en dos regiones: Huimanguillo y Macuspana; en tanto que en Oaxaca predomina la zona de
Tuxtepec, que representa 14 % del total nacional (SIAP, 2017).
En los últimos años, la evaluación de la potencialidad o aptitud de terrenos para el desarrollo de especies
arbóreas se ha realizado mediante técnicas cartográficas simples, como el método Booleano asistido con
Sistemas de Información Geográfica (SIG) (Flores y Moreno, 1994). Recientemente, en diversos estudios se
han implementado metodologías más complejas, basadas en los conceptos del Análisis de Decisión Multicriterio.
El análisis multicriterio se emplea en el área forestal para la identificación de áreas potenciales para el
establecimiento de plantaciones; por ejemplo, en Sinaloa (Bustillos, 2006). Asimismo, Olivas et al. (2007)
implementaron el Proceso Analítico Jerarquizado (AHP), al cual le integraron la combinación lineal ponderada
(WCL) en un entorno de Sistemas de Información Geográfica (SIG) para definir áreas con aptitud para el
establecimiento de plantaciones de Agave duranguensis Gentry, en el norte de México.
En los últimos años ha resurgido el interés por las plantaciones de H. brasiliensis, debido a que las
características físicoquímicas que posee su látex, aún no son superadas por los materiales sintéticos que
existen en el mercado para la manufactura de preservativos, guantes quirúrgicos, entre otros productos.
En este contexto, el sureste mexicano tiene condiciones naturales adecuadas para el desarrollo de plantaciones
de hule. Por lo anterior, es necesario realizar estudios que permitan discriminar, de manera precisa, las áreas con
mayor aptitud para su establecimiento, como parte de una estrategia para maximizar sus probabilidades de
éxito. Sobre el particular, cabe señalar que es poca la literatura disponible, y esta se remonta a principios
del siglo XXI, con estudios para determinar zonas con potencialidad para el desarrollo de plantaciones en
Tabasco (Chávez, 2001; Aceves et al., 2008), y a nivel nacional (Díaz et al., 2012).

27
Al respecto, en el presente capítulo se da a conocer la zonificación potencial para el cultivo del hule en los
estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, entidades pertenecientes al trópico húmedo mexicano.
La información en extenso sobre el particular está disponible en el Libro Técnico de la serie hule: “Potencial
Productivo para el establecimiento de Hevea brasiliensis (Wild. ex A. Juss.) Müll.. Arg. en el Trópico
Húmedo Mexicano”.

Requerimientos ambientales
El árbol del hule es una planta tropical de rápido crecimiento que prospera en una gran diversidad de
ambientes; sin embargo, requiere de una serie de condiciones ecológicas ideales para lograr un desarrollo
y rendimiento óptimos (Picón et al., 1997).

Clima
El cultivo del hule presenta buen crecimiento en los climas cálidos: cálido subhúmedo, con lluvias de verano
(Aw); cálido húmedo, con lluvias en invierno (Am) (Picón et al., 1997) y cálido húmedo, con lluvias todo el
año (Af) (Rojo et al., 2011). Los elementos del clima que inciden en su desarrollo son: la temperatura, la
precipitación y los vientos.

En Veracruz, las plantaciones se localizan en sitios con climas Aw y Am, mientras que en Oaxaca predominan
los Af y Am; en Chiapas y Tabasco, los Am y Af (Gaona, 2000; Rojo et al., 2011).
Temperatura máxima. El intervalo óptimo de temperatura máxima anual para el cultivo de hule en el trópico
húmedo mexicano oscila de 29 a 34 °C. (Rojo et al., 2011).
Temperatura media. La temperatura media anual óptima varía de 25 a 28 °C (Rojo et al., 2011)
Temperatura mínima. Las temperaturas mínimas no deben descender de los 20 °C, para considerarse
como valor óptimo (Rojo et al., 2011).
Precipitación. El intervalo óptimo de precipitación acumulada anualmente es de 1 200 a 3 000 mm. Cruz et al.
(1993) y Rojo et al. (2011) sugieren que entre 2 000 y 4 000 mm son buenas cantidades, siempre y cuando
estén bien distribuidas a lo largo del año ya que, si la precipitación se mantiene por debajo de los 100 mm
mensuales durante más de cinco meses, el inicio de la extracción del hule se retrasa alrededor de dos
años. Los valores de precipitación entre 1 400 y 2 000 mm son medianamente adecuados para el cultivo
(Aguirre, 1996; Rojo et al., 2011). Es decir, el umbral mínimo de precipitación debe ser superior a 1 400 mm
y el máximo por debajo de 4 000 mm.
La estación seca no debe superar los tres meses, mientras que los lugares con más de cuatro meses
continuos sin lluvia son marginales para el desarrollo del hule (Cruz et al.,1993); esto mismo es aplicable
para las localidades con periodos de 100 a 150 días lluviosos por año, sin una estación seca prolongada
(Rojo et al., 2011).
Otros factores climáticos que inciden en el cultivo de hule. Hevea brasiliensis es una planta de
fotoperiodo corto (Benacchio, 1982; FAO, 2007); es decir, tiene respuesta a una duración diaria de luz solar igual
o menor a 12 horas. Respecto al efecto del viento, se recomienda evitar los sitios en donde predominen
velocidades mayores a 90 km h-1 (Ortíz, 2011; Díaz et al., 2013).

Suelo
De acuerdo a Díaz et al. (2013), el hule tiene el potencial de prosperar bajo los diferentes tipos de suelos
ácidos existentes en el trópico húmedo. Los mejores para su desarrollo corresponden a los denominados Luvisol
y Acrisol. Los primeros son suelos rojos o amarillentos, aunque también presentan tonos pardos que no
llegan a ser oscuros; enriquecidos con arcilla en el subsuelo y destinados, principalmente, al uso agrícola.
Los acrisoles son ácidos, con colores rojos, amarillos o amarillos claros con manchas rojas y se caracterizan
por acumular arcilla en el subsuelo (Inegi, 2015).

28
Las características físicas de los suelos óptimos para el establecimiento de plantaciones con hule incluyen
una profundidad de uno a dos metros (Aguirre y Santoyo, 2013; Rueda y Molina, 2014). El mayor desarrollo
se obtiene con texturas franco a franco arcillosos; se deben evitar suelos demasiado arenosos, por su
baja retención de humedad y deficiente anclaje de los árboles; al igual que los suelos pesados, ya que
ocasionan un deficiente crecimiento radicular (Díaz et al., 2013). Algunos autores proponen las texturas
franco-arenosas (50 - 70 % de arena) y franco-arcillosas (50 - 70 % de arcilla) (Rojo et al., 2011; Rueda y
Molina, 2014).
Las condiciones óptimas de pH citadas en la literatura corresponden a suelos ácidos, con un pH de 4.5 a
5.5 (Díaz et al., 2013); no obstante, tolera valores desde 4 hasta 8 (Salazar et al., 2000).

Topografía
Altitud. Las mejores condiciones altitudinales se localizan en el intervalo de 100 a 400 m (Chávez, 2001) y
por cada 100 m de altitud, el periodo de madurez puede extenderse hasta por seis meses (Rojo et al., 2011).
Pendiente. La óptima es de 0 a 12 %; los sitios con valores de 12 % a 20 % son de condición media,
mientras que los superiores a 20 % son no recomendables (Aguirre y Santoyo, 2013).

Zonificación potencial para el establecimiento de plantaciones con Hevea brasiliensis


en el trópico húmedo de México
A partir de los requerimientos agroecológicos de la planta y mediante el Método de Evaluación Multicriterio, en
conjunto con Sistemas de Información Geográfica, se llevó a cabo la zonificación potencial para los estados
de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
En primera instancia, se identifican las áreas idóneas para el establecimiento de plantaciones, en función de
los requerimientos agroecológicos de H. brasiliensis, para ello se utilizó el Proceso Analítico Jerarquizado
(AHP, por sus siglas en inglés) desarrollado por Saaty (1997).

Criterios para la identificación de áreas potenciales para el establecimiento de


plantaciones de hule
La información se obtiene con base en una extensa revisión bibliográfica en diversas fuentes, tanto
documentales como digitales y de literatura gris (tesis). Las coberturas de interés se agrupan en tres
categorías: clima (temperatura máxima, temperatura media, temperatura mínima y precipitación); suelo
(profundidad, textura, edafología); y topografía (altitud y pendiente) (Cuadro 8).
Cuadro 8. Coberturas de variables agroecológicas.
Capa Escala Fuente
Temperatura mínima

Temperatura máxima 1:1 000 000 UNIATMOS

Temperatura media
Precipitación 1: 1 000 000 UNIATMOS
Edafología 1:25 000 INIFAP
Tipos de Climas 1:1 000 000 Conabio
Uso de suelo y vegetación 1:25 000 Inegi Serie V
Modelo de Elevación Digital 1: 50 000 Inegi

Se elaboran capas temáticas para caracterizar la zona de interés, y se reclasifican empleando cada uno de
los intervalos correspondientes a los requerimientos agroecológicos del hule. El procedimiento se realiza en
el programa ArcMap ESRI ArcGis 10.2.1; posteriormente, se utilizan en el Proceso Analítico Jerarquizado (AHP).

29
Proceso de Análisis Jerárquico (AHP) y combinación lineal ponderada
Las técnicas de evaluación multicriterio (EMC) para generar los niveles de aptitud para el cultivo del hule
son la conjunción del AHP y la combinación lineal ponderada (WLC, por sus siglas en inglés), cuyos criterios
continuos (factores) se estandarizan en un intervalo numérico común; enseguida se combinan mediante
un promedio ponderado. Para calcular los pesos de los criterios se utiliza una escala propuesta por Saaty
(1997), y el cálculo de las prioridades se realiza en función de comparaciones por pares, con respecto a un
criterio dado. Una vez calculados los pesos totales de las alternativas, el AHP permite evaluar la inconsistencia
del “decisor” al momento de emitir sus juicios. Cuando la medida de inconsistencia fijada para el procedimiento de
priorización supera un determinado umbral, de acuerdo con la medida propuesta por Saaty (2001) para evaluarla
(índice de consistencia o error de una matriz pareada), si es menor a 10 % (índice ≤ 0.1): la inconsistencia o error
se considera aceptable (Pacheco y Contreras, 2008).
Con base en la metodología propuesta por Cruz y Sotelo (2013) se construyen coberturas ponderadas y se
obtienen mapas de zonificación, los cuales son el resultado de operaciones booleanas entre los factores
y cada uno de sus pesos.
Los mapas generados se reclasifican con las siguientes categorías: la aptitud más alta con un potencial por
encima de 80 %, con valor 3; el potencial medio de 70 - 80 %, con valor 2; y el bajo potencial correspondiente
de 50 - 60 %, con valor de 1. Las áreas con registros inferiores a 50 %, se omiten. Finalmente, el potencial
se delimita, solo, al clima trópico húmedo y se excluyen las áreas inapropiadas para el cultivo de hule, estas
incluyen cuerpos de agua, áreas naturales protegidas, bosques, selvas y zonas urbanas.
En el Cuadro 9 se presentan los pesos de cada variable en Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
Cuadro 9. Pesos finales para cada variable por estado.
Variables Chiapas Oaxaca Tabasco Veracruz
Precipitación 0.303 0.244 0.335 0.334
Temperatura media 0.179 0.224 0.168 0.168
Temperatura máxima 0.157 0.217 0.164 0.165
Temperatura mínima 0.149 0.197 0.159 0.159
Pendiente 0.072 0.044 0.034 0.034
Altitud 0.082 0.032 0.028 0.028
Edafología 0.032 0.021 0.089 0.089
Textura 0.023 0.018 0.019 0.019

Zonificación potencial en Veracruz


La superficie total con aptitud para plantaciones de hule en Veracruz se localiza al centro y sur del estado
(Figura 15), comprende 524 833 ha, distribuidas en los niveles de aptitud Alto, Medio y Bajo (Cuadro 10).

30
Figura 15. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll.
Arg. en Veracruz.

Cuadro 10. Superficie total de aptitud para plantaciones de hule en Veracruz.


Nivel de aptitud Hectáreas
Alto 279 689
Medio 150 722
Bajo 94 422

La superficie con aptitud se divide en tres niveles: el alto (80-90 %, de zonas con desarrollo óptimo) que
se distribuye al sur de los municipios: Tezonapa e Ixhuatlán del sureste; al norte de Ángel R. Cabada; en
la zona centro de Jesús de Carranza, Hidalgotitlán, Minatitlán y Las Choapas; así como al oeste de Playa
Vicente y Santiago Sochiapan, abarca más de 279 689 ha; es decir, 53 % de la superficie total.
El segundo nivel corresponde a la aptitud media (70-80 %, de zonas con potencial óptimo), se concentran,
predominantemente, en Las Choapas y Playa Vicente, con una extensión territorial de 150 722 ha que
representan un poco más de 28 % de la superficie con aptitud. Por último y, no menos importante, la aptitud
baja (50-60 %, de zonas con potencial óptimo), integra 18 % del total, con 94 422 ha, la mayor superficie se
ubica en los municipios: Jesús Carranza, Playa Vicente, Las Choapas e Hidalgotitlán.
En función de la información que se consigna en este capítulo, se evidencia que el árbol del hule prospera
en una gran diversidad de ambientes, tal como lo señala Picón et al. (1997); por ejemplo, en el municipio
Uxpanapa predominan las zonas con aptitud baja. No obstante, de acuerdo con el Servicio de Información
Agroalimentaria y Pesquera (SIAP, 2017) ahí se concentra la mayor superficie plantada del estado,
con 4 818 ha; seguido de Las Choapas, con 3 208 ha e Hidalgotitlán, con 2 235 ha; por último, se ubica
Tezonapa con 2 120 ha.

31
Zonificación potencial en Oaxaca
Los tres niveles de aptitud óptima para las plantaciones del hule en el estado de Oaxaca se localizan,
fundamentalmente, en la parte noreste (Figura 16); sin embargo, la mejor representada corresponde
a la aptitud media, de 70 a 80 % con 438 768 ha, seguida por la aptitud alta, superior a 80 %, con 141 737 ha
(Cuadro 11).
La superficie total de zonas con potencial óptimo correspondiente al nivel alto, se concentra en los municipios
Matías Romero Avendaño, con 24 267 ha; San Juan Lalana, con 22 066 ha; y San Juan Bautista Tuxtepec,
con 16 992 ha; seguidos por Santiago Jocotepec y Santiago Yaveo, con 13 070 y 11 106 ha, respectivamente.
La aptitud media se distribuye en los municipios: San Juan Mazatlán, con 85 664 ha; Santa María Chimalapa,
con 59 629 ha; y Matías Romero Avendaño, con 44 212 ha, los cuales concentran la mayor superficie. El
potencial bajo es el menos representado; aunque, no se descarta la posibilidad de que se desarrollen
plantaciones en los municipios con esta categoría, entre ellos: San Juan Mazatlán, con 40 404 ha;
Juan Cotzocon (17 161 ha) y Santa María Chimalapa (8 544 ha).
En Oaxaca, la predominancia de zonas potenciales con nivel medio para el establecimiento de plantaciones de
hule coincide con lo citado por Díaz et al. (2012); empero, los valores que aquí se documentan son más altos.
En el 2015, se estimaba la existencia de 3 979 ha plantadas con H. brasiliensis, el municipio con una
superficie más grande era San Juan Bautista Tuxtepec (960 ha); en segundo lugar, San José Chiltepec (581 ha)
y en tercera posición, San Juan Bautista Valle Nacional (473 ha) (SIAP, 2017).

Figura 16. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müll. Arg.en Oaxaca.

32
Cuadro 11. Superficie total de aptitud para plantaciones de hule en Oaxaca.
Nivel de aptitud Hectáreas
Alto 141 768
Medio 438 737
Bajo 105 044

Zonificación potencial en Chiapas


Las zonas potenciales con aptitud para las plantaciones del hule en el estado, se localizan en las regiones
centro y sur. La superficie total es de 450 000 ha, distribuidas en los niveles de aptitud Alto, Medio y Bajo
(Cuadro 12, Figura 17).
Cuadro 12. Superficie total de aptitud para plantaciones de hule en Chiapas.
Nivel de aptitud Hectáreas
Alto 113 588
Medio 39 227
Bajo 297 186

Figura 17. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)Müll.
Arg. en Chiapas.

33
En el nivel alto se incluyen 113 588 ha; es decir, 25 % del total de la superficie con aptitud óptima, las
cuales se distribuyen, mayoritariamente, en la parte norte de la entidad. Los municipios con más área para
el cultivo de hule son Juárez (32 062 ha), Tecpatán (23 655) y Salto de Agua (19 119 ha); seguidos por
Reforma y Las Margaritas. Mientras que el resto de los municipios presentan menos de 4 000 ha.
La aptitud media cuenta con una superficie de 39 227 ha, que representa 8 % del total. Los municipios con
más superficie son: Tecpatán (5 863 ha), Palenque (4 372 ha) y Catazajá (3 913 ha).
Por último, la aptitud considerada como baja, referente a las zonas con un potencial menor a 50 %, se
ubican en la porción norte, sureste y suroeste del estado. Sobresale Tecpatán, con más de 38 622 ha, así
como: Ostuacán, Pichucalco y Ocosingo, con superficies entre 20 000 y 22 000 ha, estas constituyen 66 %
de la superficie total con aptitud.
En Chiapas, a diferencia de Veracruz y Oaxaca, el dominio de zonas con aptitud para el cultivo de hule
corresponde al nivel bajo; no obstante, son de igual importancia para el establecimiento de plantaciones
con resultados productivos.

Zonificación potencial en Tabasco


Las áreas potenciales se localizan al centro y sur del estado (Figura 18). La superficie total comprende
262 721 ha, distribuidas en los niveles de aptitud: Alto, Medio y Bajo (Cuadro 13).

Figura 18. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)Müll.
Arg. en Tabasco.

34
Cuadro 13. Superficie total de aptitud para plantaciones de hule en Tabasco.
Nivel de aptitud Hectáreas
Alto 79 672
Medio 149 204
Bajo 33 845

La superficie correspondiente al nivel alto (79 672 ha) se ubica en los municipios Huimanguillo, que concentra
más hectáreas; Macuspana, Centro y Tacotalpa que cubren 30 % de la superficie con aptitud en Tabasco.
La aptitud media equivale a 57 % (149 204 ha) del total de la zonificación potencial, y se concentra en los
municipios: Macuspana, Tacotalpa, Tenosique, y al sur de Huimanguillo. Este nivel de aptitud es el dominante
en la entidad, al igual que en el estado de Oaxaca, y coincide con las cifras documentadas por Díaz et al.
(2012); aunque las hectáreas consignadas en el presente trabajo son mayores.
El nivel bajo comprende 13 % del total del área potencial (33 845 ha); de ellas, el número más grande de
hectáreas se localizan en la parte sur del Centro, el este de Macuspana y en porciones de los municipios
Tacotalpa y Teapa.
De acuerdo con las cifras registradas en el SIAP (2017), para el 2015 había un total de 4 288 ha plantadas
con hule. El área más grande se concentraba en el municipio Huimanguillo, con 3 481 ha; seguido por
Macuspana, con 760 ha; mientras que las hectáreas restantes estaban distribuidas entre Jalapa y Teapa.
Con base en los valores que se documentan en la presente obra, los municipios con áreas potenciales
para el cultivo y desarrollo óptimo del hule en Tabasco coinciden con las zonas potenciales señaladas por
Acevez et al. (2008). Sin embargo, difieren en el número de hectáreas, el cual es menor en la publicación
antes citada. Lo anterior es atribuible al método empleado, puesto que el Proceso de Análisis Jerárquico
(AHP) considera la integración de un conjunto de requerimientos agroecológicos, que permite una mejor
representación de la variabilidad espacial de la información cartográfica, a diferencia del estudio de Acevez
et al. (2008), en el que se analizan las variables de manera independiente; por lo tanto, carece de organización,
incorporación e integración tanto de la información ambiental, como de la opinión de expertos en el tema
durante el proceso de evaluación.

Referencias
Aceves L., M., J. F. Juárez, D. J. Palma, R. López, B. Rivera, J. A. Rincón y A. R. Morales. 2008. Estudio para determinar zonas de altas
potencialidad del cultivo del hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.) en el estado de Tabasco. Tomo VIII. Sagarpa, INIFAP, Colegio de
Postgraduados, Secretaría de Desarrollo Agropecuario Forestal y Pesca de Tabasco. Tabasco, México. 32 p.
Aguirre R., C. E. y V. H. Santoyo C. 2013. El cultivo del árbol del hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.): Avances y Retos en la Gestión de la
Innovación. Universidad Autónoma Chapingo Primera ed. Texcoco, Edo de Méx., México. 134 p.
Aguirre, R. 1996. Manual para el cultivo del Hule: Hevea brasiliensis en México. Consejo Mexicano del Hule, A.C. México, D.F., México. 300 p.
Anuario Estadístico de la producción Agrícola (SIAP). 2017. Cierre de la producción agrícola por estado. http://infosiap.siap.gob.mx/aagricola_
siap_gb/icultivo/ (1 de mayo de 2017).
Benacchio S., S. 1982. Algunas exigencias agroecológicas en 58 especies de cultivo con potencial de producción en el Trópico Americano.
FONAIAP-Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Ministerio de Agricultura y Cría. Maracay, Venezuela. 202 p.
Bustillos H., J. A. 2006. Aptitud de áreas para el establecimiento de plantaciones forestales en Sinaloa. Tesis de Maestría. Colegio de
Postgraduados. Montecillo, Edo. de Méx., México. 109 p.
Chávez G., M. 2001. Potencial agroecológico del estado de Tabasco para el cultivo del Hule (Hevea brasiliensis) Muell Arg. México. Tesis de
licenciatura. Ingeniería agrícola. Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán. Universidad Nacional Autónoma de México. Cuautitlán
Izcalli., Edo. de Méx., México. 112 p.
Cruz M., A., A. Gómez A., M. Obando, R. Martínez R. y C. Muñoz R. 1993. El hule (Hevea brasiliensis). Ministerio de Desarrollo Agropecuario
y Reforma Agraria. Instituto Interamericano de Cooperación para la agricultura (IICA). Nicaragua, Managua, Nicaragua. 30 p.
Cruz B., G. M. and E. D. Sotelo R. 2013. Coupling Spatial Multiattribute Analysis and Optimization to Identify Reforestation Priority Areas.
Mountain Research and Development 33(1): 29-39.
De Dios C., O., J. M. Lesher G., M. I. Gallardo Á., R. F. Molina M. y F. Jiménez G. 2015. La importancia de la detección de la variación
somaclonal en el árbol del hule. Kuxulkab’ 21(40): 5-10.
Díaz P., G., R. A. Guajardo P., G. Medina G., I. Sánchez C., J. Soria R., J. M. P. Vázquez A., J. Á. Quijano C., F. Legorreta P. y J. A. Ruíz
C. 2012. Potencial productivo de especies agrícolas de importancia socio-económica en México. Campo Experimental Cotaxtla.
Centro de Investigación Regional Golfo Centro - INIFAP Publicación Especial Núm. 8. Xalapa, Ver., México. 140 p.

35
Díaz J., J., C. Aguirre R. y R. Rendón M. 2013. Estimación de cosecha del hule. In: Aguilar Á., J. y V. H. Santoyo C. (coords.). Estimación
de rendimientos en el sector agropecuario. México. Serie Estudios críticos del desarrollo. Universidad Autónoma Chapingo-
CIESTAAM-Miguel Ángel Porrúa. Texcoco, Edo. de Méx., México. pp. 157-170.
Flores A., E. y F. Moreno S. 1994. Potencial productivo para el establecimiento de plantaciones forestales de Pinus radiata en el Estado de
México. In: Memoria. IV Reunión Nacional de Plantaciones Forestales. INIFAP. México, D.F., México. pp. 143-150.
Gaona G., J. R. 2000. Caracterización de las áreas productoras de hule natural en México (estudio de caso: Tuxtepec, Oaxaca 1997-1998).
Tesis de Licenciatura. Geografía. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México. México, D.F., México. 149 p.
International Rubber Study Group (IRSG). 2017. Resumen estadístico de la situación mundial del hule. Boletín abril-junio 2017. http://www.
rubberstudy.com/documents/WebSiteData_June2017.pdf (28 de julio de 2017).
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 2004. Perspectivas a plazo medio de los productos básicos
agrícolas. http://www. fao.org/docrep/007/y5143s/y5143s00.htm (20 de mayo de 2017).
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 2007. ECOCROP. www.ecocrop.fao.org (mayo de 2017)
Ortíz H., E. 2011. Paquete Teconológico del Hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.). Campo Experimental El Palmar. Centro de Investigación
Regional Golfo Centro. - INIFAP. Tezonapa, Ver., México: 22 p.
Olivas G., U. E., J. R. Valdez L., A. Aldrete, M. J. González G. y G. Vera C. 2007. Áreas con aptitud para establecer plantaciones de maguey
cenizo: definición mediante análisis multicriterio y SIG. Fitotecnia Mexicana 30(4): 411-419.
Pacheco J., F. y E. Contreras. 2008. Manual metodológico de evaluación multicriterio para programas y proyectos. Instituto Latinoamericano y
del Caribe de Planificación Económica y Social, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Naciones Unidas.
Santiago de Chile, Chile. 111 p.
Picón R., L., E. OrtizC. y J. M. Hernández C. 1997. Manual para el cultivo del hule. Campo Experimental El Palmar. Centro de Investigación
Regional Golfo Centro - INIFAP. Tezonapa, Ver., México. 128 p.
Rojo M., G. E., R. Martínez R. y J. Jasso M. 2011. El cultivo del hule en México. Universidad Autónoma Indígena de México. El Fuerte, Sin.
México. 317 p.
Rueda S., A. y A. Molina C. 2014. El cultivo del hule (Hevea brasiliensis) como nueva alternativa de producción en el estado de Jalisco.
Campo Experimental Centro Altos de Jalisco. Centro de Investigación Regional Pacífico Centro - INIFAP. Desplegables
informativo Núm. 9. Tepatitlán de Morelos, Jal., México. 2 p.
Saaty, T. L. 1997. Toma de decisiones para líderes: El Proceso Analítico Jerárquico: La Toma de Decisiones en un mundo complejo. RWS.
Pittsburgh, PA, USA. 424 p.
Saaty, T. L. 2001. The Analytic Network Process. In: Saaty, T. L and L. G. Vargas (eds.). Decision Making with the Analytic Network Process.
Springer. Pittsburgh, PA, USA. pp. 1-26.
Salazar, R., C. Soihet y J. M. Méndez. 2000. Manejo de semillas de 100 especies forestales de América Latina. Centro Agronómico Tropical
de Investigación y Enseñanza. Turrialba, Costa Rica. 123 p.
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). 2017. Anuario Estadístico de la producción Agrícola. Cierre de la producción
agrícola por estado. http://infosiap.siap.gob.mx/aagricola_siap_gb/icultivo/ (mayo de 2017).

36
Uso de imágenes satelitales para la detección de cultivos de hule
Martín Enrique Romero Sánchez, Antonio González Hernández, Ramiro Pérez Miranda,
Marisela Cristina Zamora-Martínez, Brenda Lizbeth Islas Trejo y Ana Gabriela López Espinosa

Introducción
En los últimos años, las imágenes captadas con satélites y disponibles con relativa facilidad, además del
gran desarrollo y avance en los instrumentos y técnicas de observación remota, así como la existencia de
programas para el tratamiento digital permiten llevar a cabo diferentes estudios acerca de los fenómenos
que acontecen en la superficie terrestre. Actualmente, los métodos de distribución de la vegetación basados en
estas técnicas ofrecen la ventaja de abarcar superficies en el espacio geográfico para caracterizarla en lugares
poco accesibles (Anaya y Valencia, 2013).
Al respecto, las imágenes multiespectrales Sentinel-2 presentan características que resultan ser de gran utilidad,
debido a su descarga gratuita casi inmediatamente después de la fecha de toma, lo que las hacen adecuadas
para varios estudios (Mas et al., 2016). En general, brindan información importante como la medición
de las plantaciones de cultivos, detección de cambios en la zona que contribuyen en la toma de decisiones
para el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales.
Una de las aplicaciones de la percepción remota es identificar la distribución de la vegetación, ya que
tiene ventajas significativas frente a investigaciones de campo, porque posibilitan incluir grandes
extensiones de terreno, facilitan el acceso a información histórica y facilitan la caracterización de la
vegetación en zonas inaccesibles (Anaya y Valencia, 2013).
Algunas de las investigaciones que emplean técnicas de percepción remota para clasificar imágenes
multiespectrales son las que calculan un indicador de incremento de superficie agrícola, mediante el uso de
los resultados de una clasificación supervisada de imágenes Landsat 5 TM (Vázquez et al., 2013).
Otro de los métodos empleados es el ISODATA en imágenes Landsat, en conjunto con otras herramientas
para identificar cambios en coberturas boscosas (Vivas et al., 2015). Muñoz et al. (2016) utilizan en Ecuador
una clasificación supervisada sobre imágenes Landsat 7 ETM, y el método de máxima probabilidad para la
determinación de la extensión de áreas boscosas en años previos.
Las imágenes multiespectrales proporcionadas por la misión Sentinel-2 (basada en dos satélites idénticos
en la misma órbita, Sentinel-2A y Sentinel-2B) constituyen un insumo de gran utilidad para la realización
de estudios de cambio de uso del suelo, agricultura e incendios; debido a su descarga gratuita, muy poco
tiempo después de ser captadas, y a su resolución temporal y espacial (Mas et al., 2016).
Las imágenes Sentinel con distintas aplicaciones, se han utilizado en diversas investigaciones (Hill, 2013;
Van der Meer et al., 2014; Masek et al., 2015; Immitzer et al., 2016; Novelli et al., 2016).

Clasificación de imágenes
La clasificación de imágenes se refiere al proceso en el cual se lleva a cabo la asignación de pixeles a un
número determinado de clases individuales, con base en sus valores de archivo (Chuvieco, 2002).
La interpretación digital de una imagen puede dividirse en clases diferentes, de tal forma que los pixeles
que tienen propiedades espectrales similares son agrupados en la misma clase; la separación se efectúa
con métodos estadísticos o geométricos; sin embargo, la precisión de la clasificación se afecta cuando los
objetos por separar tienen características espectrales muy similares; por lo tanto, el conocimiento del área
es un requisito fundamental, así como un trabajo previo de campo para el uso exitoso de las técnicas de
clasificación de imágenes (Butler et al., 1990; Lira 2010; Calzada, 2013).

37
Validación de resultados
Toda clasificación presenta un margen de error, dado por la calidad de los datos y por el método empleado.
Por ello, para evitar cualquier estimación subjetiva, normalmente, se usa un análisis estadístico que cuantifique el
error; el método más común es la matriz de confusión (Dou et al., 2007), y los índices calculados a partir de ella,
como el índice de Kappa (Luna, 2011; Cerda y Villarroel, 2008), entre otros.
En el presente capítulo se documenta una clasificación supervisada, a partir de imágenes satelitales para
la identificación y estimación de la cobertura espacial del cultivo de hule en los municipios productores:
Uxpanapa, Veracruz; San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca; Catazajá, La Libertad y Palenque, Chiapas; y
Huimanguillo, Tabasco (Inafed, 2017).

Análisis de imágenes satelitales, clasificación y evaluación de clasificación supervisada


Los municipios incluidos en la clasificación de imágenes satelitales se listan en el Cuadro 14.
Cuadro 14. Municipios considerados en la clasificación supervisada.
Estado Municipio
Veracruz Uxpanapa
Oaxaca San Juan Bautista Tuxtepec
Chiapas Catazajá , Palenque y La Libertad
Tabasco Huimanguillo

Obtención y procesamiento de imágenes satelitales


Las imágenes multiespectrales se obtienen del portal de la Agencia Espacial Europea; y corresponden
al 20/5/2016 para los municipios: Uxpanapa, Veracruz; y San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca; mientras
que para los municipios: Catazajá, La Libertad y Palenque, Chiapas; y Huimanguillo, Tabasco se utilizaron
imágenes del 25/3/2016. El principal criterio para su selección es la cantidad de nubes presentes.
Inicialmente, se lleva a cabo una clasificación no supervisada por el método de ISODATA de la imagen con
diversos parámetros, para identificar el agrupamiento de clases. Enseguida, se usan puntos de control para
realizar la clasificación supervisada, con base en objetos. Las clases que se asignan a cada imagen se
adecuan a las necesidades de la misma, por lo que no se maneja una clasificación común, en el Cuadro 15
se listan las clases utilizadas para cada imagen.
Cuadro 15. Clases empleadas en la clasificación por cada entidad.
Número de
Estado Municipio Nombre de las clases
clases
Zona urbana, selva, suelo desnudo, pastizal, agua, hule
Veracruz Uxpanapa 7
y agricultura.

San Juan Bautista Agua, caminos de asfalto, tierra, agricultura, hule, selva,
Oaxaca 11
Tuxtepec suelo, zona urbana, vegetación acuática y vegetación

Catazajá , Palenque Selva, agricultura, vegetación secundaria de selva, suelo


Chiapas 8
y La Libertad expuesto, palma, hule, tular, zona urbana, agua.

Agua, sombras, suelo desnudo, zona urbana,


Tabasco Huimanguillo 11 pastizales, vegetación higrófila, palma, agricultura,
hule, selva alta y nubes

38
Una vez que las áreas de entrenamiento se identifican en las respectivas imágenes, se procede a la
aplicación de un algoritmo de clasificación, que corresponde al de máxima verosimilitud (Richards y Jia, 1999).

Evaluación de la clasificación supervisada


La confiabilidad de la clasificación que se muestra en esta sección se basó en el índice Kappa, que se
genera a partir de una prueba de concordancia entre la clasificación elaborada y los polígonos verdaderos
que se crean con ayuda visual de Google Earth® sobre las imágenes satelitales.

Distribución del hule en el municipio Uxpanapa, Veracruz


La clasificación supervisada tiene una precisión global de 79.99 %, con una superficie ocupada por
hule de 4 860.12 ha; es decir, 1.86 % de la total del municipio (Figura 19). En el SIAP (2017) para 2017,
se documenta a Uxpanapa con 4 818 ha plantadas con hule, que representa la mayor superficie para
dicho cultivo.

Figura 19. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll
Arg. en el municipio Uxpanapa, Veracruz.

Distribución del hule en el municipio San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca


El valor del Índice de Kappa para la clasificación supervisada es de 0.71 y el de la precisión global de 78.98 %.
Con base en la interpretación de Chuvieco (2002), los resultados corresponden con una concordancia alta,
denominada por dicho autor como moderadamente perfecta.
La superficie total del cultivo del hule comprende un poco más de 1 240 ha, equivalente a 1.3 % de la
extensión municipal. En el año 2015, las plantaciones de hule ocupaban 950 ha (SIAP, 2017); por lo tanto,
se evidencia una superficie 1.3 veces mayor. En la Figura 20 se muestra su distribución.

39
Distribución del hule en los municipios Catazajá, La Libertad y Palenque, Chiapas
La matriz de confusión para las clasificaciones del cultivo del hule en tres municipios pertenecientes al
estado de Chiapas tiene una precisión global total de 82.18 %, con un Índice Kappa de 0.80. La superficie
total clasificada es de aproximadamente 3 018 ha, distribuidas en los tres municipios; de ellos, Palenque concentra
la más grande, seguido de La Libertad y Catazajá.
Distribución del hule en el municipio Catazajá. La superficie estimada comprende un total de 33.93 ha, que
representan 0.05 % de la extensión municipal (Figura 21). De acuerdo con las cifras del SIAP (2017), hasta
el año 2015 habían 12.50 ha plantadas. Es decir, en la actualidad las plantaciones ocupan un área mayor,
con un incremento de 2.7 veces.

Figura 20. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. uss.) Müll.
Arg. en el municipio de San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca.

40
Figura 21. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A.
Juss.) Müll. Arg. en el municipio Catazajá, Chiapas.

Distribución del hule en el municipio Palenque. El cultivo de hule se distribuye en un total de 2 896.59
ha (Figura 22); a diferencia de lo que ocurría en el año de 2015, cuando el valor era 2 825 ha (SIAP, 2017).
Comparativamente, la superficie estimada es 1.02 veces superior a las cifras documentadas en los
registros oficiales.
Distribución del hule en el municipio La Libertad. La superficie total calculada para la distribución del
cultivo del hule es de 87.75 ha, equivalente a 0.04 % del territorio municipal (Figura 23). De acuerdo con el
SIAP (2017), en el 2015 habían 80 ha; por lo que a la fecha actual hay un aumento de 1.09 veces.

Distribución del hule en el municipio Huimanguillo, Tabasco


La clasificación supervisada indica una precisión global de 82.25 % y un Índice Kappa de 0.83. Los resultados
de validación para Tabasco muestran valores de concordancia elevada, lo que significa que se ajustan en gran
medida con la realidad.
Las áreas de distribución del cultivo de hule ocupan 3 584.66 ha; es decir, 0.95 % de la extensión municipal
(Figura 24). Izquierdo-Bautista et al. (2011) citan que este municipio es el mayor productor de hule en
el estado; registros previos a los aquí documentados consignan 3 481 ha plantadas, seguido de Macuspana
y Jalapa (SIAP, 2017).

41
Figura 22. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müll. Arg. en el municipio Palenque, Chiapas.

Figura 23. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A.


Juss.) Müll. Arg. en el municipio La Libertad, Chiapas.

42
Figura 24. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müll. Arg. en el municipio de Huimanguillo, Tabasco.

Referencias
Anaya, J. y G. Valencia. 2013. Fenología de ambientes tropicales en el marco de la Teledetección. Geofocus 13(2): 195-211.
Butler M., J., M. C. Mouchot, V. Barale y C. LeBlanc. 1990. Aplicación de la tecnología de percepción remota a las pesquerías marinas:
manual introductorio. FAO. Documento Técnico de Pesca. Núm. 295. Roma, Italia. 212 p.
Calzada I., E. O. 2013. Elementos de clasificación espectral para distintos ambientes terrestres en el corredor biológico mesoamericano-
México. Tesis de licenciatura. Ingeniería Geomática. Facultad de Ingeniería. Universidad Nacional Autónoma de México. México,
D. F., México. 115 p.
Cerda L., J. y L. Villaroel P. 2008. Evaluación de la concordancia inter-observador en investigación pediátrica: Coeficiente de Kappa. Revista
Chilena de Pediatría 79(1): 54-58.
Chuvieco S., E. 2002. Teledetección ambiental: La observación de la Tierra desde el Espacio. Editorial Ariel. Madrid, España. 575 p.
Dou, W., Y. Ren, Q. Wu, S. Ruan, Y. Chen, D. Bloyet and J.-M Constans. 2007. Fuzzy kappa for the agreement measure of fuzzy classifications.
Neurocomputing 70(4-6): 726-734.
Hill, M. J. 2013. Vegetation index suites as indicators of vegetation state in grassland and savanna: An analysis with simulated SENTINEL-2
data for a North American transect. Remote Sensing of Enviroment 137: 94-111.
Immitzer, M., F. Vuolo and C. Atzberger. 2016. First Experience with Sentinel-2 Data for Crop and Tree Species Classifications in Central
Europe. Remote Sensing 8(3), 166. doi:10.3390/rs8030166.
Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed). 2017. Enciclopedia de los Municipios y Delegaciones de México.
http://www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM07chiapas/index.html (mayo de 2017).
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 2015. Guía para la interpretación de Cartografía Edafológica. http://www.inegi.org.mx/
inegi/SPC/doc/INTERNET/EdafIII.pdf (octubre de 2016).
Izquierdo-Bautista, D., M. Domínguez-Domínguez, P. Martínez-Zurimendi, A. Velázquez-Martínez and V. Córdova-Ávalos. 2011. Problematic
in the processes of production in rubber plantations (Hevea brasiliensis) Müell Arg. in Tabasco, Mexico. Tropical and Subtropical
Agroecosystems 14(2): 513-524.
Lira C., J. 2010. Tratamiento digital de imágenes multiespectrales. Instituto de Geofísica. Universidad Nacional Autónoma de México. México, D.
F., México. 597 p.
Luna F., V. 2011. Análisis multitemporal de la dinámica en el cambio de uso del suelo rural-urbano en la región de Atlixco, Puebla. Tesis de
Doctorado. Colegio de Postgraduados. Puebla, Pue., México. 270 p.
Mas, J. F., R. Lemoine-Rodríguez and H. Taud. 2016. Tecnical note: Toward a near-real time forest monitoring system. Investigaciones Geográficas
(91): 168-175.
Masek, J. G., M. Claverie, J. Ju, E. Vermote and C. O. Justice. 2015. A Harmonized Landsat-Sentinel-2 Surface Reflectance product: a
resource for Agricultural Monitoring. https://agu.confex.com/agu/fm15/webprogram/Paper85646.html (mayo de 2017).

43
Muñoz M., J. L., E. Cuasquer F., O. Moncayo C. y D. Delgado C. 2016. Aplicación de percepción remota para la detección de cambios en la
cobertura boscosa de la reserva ecológica Mache-Chindul. La Técnica (16): 76-93.
Novelli, A., M. A. Aguilar, A. Nemmaoui, F. J. Aguilar and E. Tarantino. 2016. Performance evaluation of object based greenhouse detection
from Sentinel-2 MSI and Landsat 8 OLI data: A case study from Almería (Spain). International Journal of Applied Earth Observation
and Geoinformation 52: 403-411.
Richards, J. A. and X. Jia. 1999. Remote sensing digital image analysis. 3rd edition. Springer-Verlag Berlin Heidelberg. Heidelberg,
Germany. 363 p.
Ruíz C., J. A., G. Medina G., I. J. González A., H. E. Flores L., G. Ramírez O., C. Ortiz T., M. K. F. Byerly y R. A. Martínez P. 2013.
Requerimientos agroecológicos de cultivos. Centro de Investigación Regional Pacífico Centro, Campo Experimental Centro Altos
de Jalisco. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Libro Técnico 3. Tepatitlán de Morelos, Jal.,
México. 324 p.
Sánchez P., A. 1981. Suelos del trópico. Características y manejo. Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. San José, Costa
Rica. 632 p.
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). 2017. Anuario Estadístico de la producción Agrícola. Cierre de la producción
agrícola por estado. http://infosiap.siap.gob.mx/aagricola_siap_gb/icultivo/ (mayo de 2017).
Sotelo R., D. E., G. Cruz, B., A. González H. y F. Moreno S. 2016. Determinación de la aptitud del terreno para maíz mediante análisis espacial
multicriterio en el Estado de México. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 7(2): 401-412.
van der Meer, F. D., H. M. A. van der Werff and F. J. A. van Ruitenbeek. 2014. Potential of ESA´s Sentinel-2 for geological applications. Remote
Sensing of Enviromental (148): 124-133.
Vázquez, P., L. Zulaica y V. Ferreyra. 2013. Expansión agrícola e impactos territoriales en la Cuenca Superior del Arroyo Langueyú (Partido
de Tandil, provincia de Buenos Aires, Argentina). Geografia em Questão 7(1): 177-202.
Vivas, I., L. Rumbo, F. Paredes y F. La Cruz. 2015. Caracterización de cambios en cobertura boscosa en el estado Cojedes entre 1990 y 2008.
Revista Unellez de. Ciencia y Tecnología (33): 46-52

44
Clones recomendados para el establecimiento de plantaciones de hule
Elías Ortíz Cervantes

La calidad del material de plantación es un factor decisivo en el éxito y la rentabilidad de la misma, y tiene
que ser cuidadosamente elegido en función de las condiciones propias del sitio donde se establecerá. Los
clones recomendados por el INIFAP han sido seleccionados por su vigor, alto rendimiento y tolerancia al
daño ocasionado por la mancha sudamericana de la hoja, cuyo agente causal es el hongo Microcyclus ulei
Arx. Existe un segundo grupo de clones en proceso de liberación, los cuales pueden usarse hasta en 10 %
de la superficie nueva para el cultivo del hule, estos son: RRIM-901, PB-280, IRCA-109, PB-260, IRCA-41,
IRCA-111 y RRIC-100. Los clones de hule recomendados en México se listan en el Cuadro 16.
Cuadro 16. Clones recomendados por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y
Pecuarias para Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
Estado
Clon
Chiapas Oaxaca Tabasco Veracruz
IAN 710 Norte Todo Todo Todo
IAN 873 - Norte - Centro
GU 204 - - - Centro
RRIM 600 - - - Centro
RMI 527 - - - Centro
PB 5/63 Norte - Todo -
PB 5/51 Norte - Todo -
Fuente: Flores y Rodríguez (1992); Flores y Rodríguez (1993); Hernández (1995); Rodríguez et al. (1992); Picón et al. (1997).

El rendimiento medio anual de los clones de hule recomendados en México se muestra en el Cuadro 17.
Cuadro 17. Rendimiento medio anual por hectárea de los clones recomendados por el Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.
Clones americanos* Clones orientales
Rendimiento Rendimiento
Clon Clon
(kg de hule seco ha-1) (kg de hule seco ha-1)
IAN 710 1 891 (9) RRIM 600 1 838 (9)
IAN 873 1 887 (9) RRIM 527 1 619 (7)
GU 204 1 497 (5) PB 5/63 1 565 (7)
PB 5/51 1 497 (7)
*Los números entre paréntesis indican el número de años considerados en el promedio.
Fuente: Flores y Rodríguez (1993); Flores y Rodríguez (1992); Hernández (1995);
Rodríguez et al. (1992); Picón et al. (1997).

Referencias
Flores R., A. y R. Rodríguez, M. 1993. GU-204 nuevo clon de hule para la zona centro de Veracruz. SARH. INIA. CIRGOC. Campo Experimental
El Palmar. Tezonapa, Ver., México. Folleto Técnico Núm. 14. Área Forestal. 11 p.
Flores R., A. y R. Rodríguez, M. 1992. GU-204 Clones de hule de alta producción para la zona centro de Veracruz. SARH. INIA. CIRGOC.
Campo Experimental El Palmar. BANRURAL. FIDHULE. Veracruz, México. Folleto Técnico Núm. 2. Área Forestal. 14 p.
Hernández C., J. M. 1995. Clones de alta producción para Tabasco PB 5/51 y PB 5/63. SARH. Campo Experimental Huimanguillo. CIRGOC-
INIFAP. Huimanguillo, Tab., México. Folleto Técnico Núm. 9. 16 p.
Picón R., L., E. Ortiz C y J. M. Hernández C. 1997. Manual para la producción de hule Hevea brasiliensis Muell. Arg. Campo Experimental El
Palmar. INIFAP. CIRGOC. Tezonapa, Ver., México. Folleto Técnico Núm. 18. 103 p.
Rodríguez M., R., L. Picón R., A. Flores R., S. Ruíz A., J. M. Hernández C. y E. Ortiz C. 1992. Manual para la producción de hule natural en
el trópico cálido húmedo de México. SARH. INIFAP. CIR-Golfo Centro. Área Forestal. Folleto Técnico Núm. 6. 31 p.

45
Caracterización morfológica de 12 clones de hule
Elías Ortíz Cervantes, José Miguel Hernández Cruz y Víctor Hugo Díaz Fuentes

Introducción
Se presenta la caracterización de los 12 clones de hule [Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.]
que han tenido el mejor rendimiento, crecimiento y tolerancia a enfermedades en las condiciones del
país, durante el periodo 1982-2017. La información se basa en la descripción visual de la variación
de las características morfológicas exhibidas y el rendimiento; a partir de que en cada clon estas son distintivas.
Las consideradas para la identificación de árboles jóvenes, en estado inmaduro, son la hoja, forma de
los ciclos foliares y el tallo; En los adultos son la forma y densidad de la copa, hábito de ramificación, tallo,
color del látex, forma y color de la cubierta de la semilla.
La viabilidad de una plantación de hule depende, directamente, del material de vegetal utilizado para su
establecimiento; y el comportamiento de los clones, de su constitución genética e interacción con los factores
ambientales. El material genético seleccionado para un sitio específico responde de diferente manera cuando
se utiliza en otras localidades; por lo tanto, los clones que se recomienden para diversas regiones deben
elegirse, mediante un riguroso programa de investigación y validación de clones. Los factores ambientales
que influencian su desarrollo son: el tipo de suelo, la precipitación, velocidad del viento y temperatura; así
como, la incidencia de enfermedades.
Así, la variación clonal resulta de la magnitud del efecto del ambiente; por ejemplo, la ramificación puede
ser diferente en el mismo clon, de acuerdo a factores externos. Por esta razón, la identificación de un clon
ramificado es bastante difícil en comparación con plantas sin ramificar, tanto en bolsas de polietileno como
en campo. Por ello, para la caracterización morfológica es necesario considerar aquellas características en
las cuales el ambiente tiene menos incidencia (Mercykutty et al., 2002).
La identificación clonal del hule es relevante en aspectos como el mejoramiento y la selección del cultivo;
en la producción de materiales vegetales en los jardines de multiplicación de yemas, en viveros donde se
produce planta en bolsa de polietileno; en el desarrollo de plantaciones comerciales; para la susceptibilidad
o tolerancia a plagas y enfermedades; en plantaciones comerciales con mezcla de clones; para el trámite
de derechos legales; además en el mantenimiento y conservación del germoplasma.
La determinación visual de las características morfológicas es el método más fácil, rápido y económico para
conocer la identidad varietal, pues no se requiere de mano de obra especializada en técnicas sofisticadas
para el manejo de equipos costosos (Mercykutty et al., 2002).

Caracterización morfológica de los clones recomendados para Veracruz, Oaxaca,


Tabasco y Chiapas
Con base en los descriptores propuestos por Mercikutty et al. (2002) y los correspondientes a la UPOV
(2009), así como las directrices de esta última, se realizó la caracterización morfológica de los clones
recomendados a gran escala para los estados de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas: IAN 710, IAN-873,
RRIM-600, GU-204, PB-5/51, PB-5/63; además se incluyen los que se sugieren para emplearse a pequeña
escala (hasta 15 % de la superficie por plantar): PB-260, RRIM-901, IRCA-109, PB-280, IRCA-41 y IRCA-
111 (cuadros 18, 19 y 20).
Los descriptores y directrices de la UPOV (2009) y las fichas técnicas con los principales descriptores y
algunos resultados de investigación del material genético procedente de diversas regiones agroecológicas
de México, se muestran con detalle en el Folleto Técnico Núm. 27 ”Caracterización morfológica y molecular
de clones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.”, adjunto a este Paquete Tecnológico.

46
Cuadro 18. Caracterización morfológica de clones de hule IAN-710, IAN-873, RRIM-600 y GU-204, de
acuerdo a la metodología de UPOV (2009).
Característica Clones
Morfológica IAN-710 IAN-873 RRIM-600 GU-204
Forma del último
Hemisférica Hemisférico Hemisférica Redondeada
ciclo
Forma del folíolo Similar o
Similar o ligeramente Similar o ligeramente similar o ligeramente
central comparado ligeramente
diferente diferente diferente
con los laterales diferente
Intensidad del color
verde del haz de Oscuro Oscuro claro Medio
la hoja
Brillo del haz de
Fuerte fuerte medio Medio
la hoja
Textura del haz de Lisa o ligeramente Lisa o ligeramente Moderadamente Lisa o ligeramente
la hoja rugosa rugosa rugoso rugosa
Hoja: pubescencia
en las nervaduras
Ausente presente ausente Ausente
del envés (presente
o ausente)
Orientación del
folíolo en relación Semico erecto semicolgante semierecto Semicolgante
al peciolo
Longitud del folíolo
Largo (19-24 cm) Medio medio Medio
central
Posición de la parte
más ancha Hacia el ápice En el medio Hacia el ápice En el medio
del limbo
Forma del eje
longitudinal Convexo convexo convexo Recto
del limbo
Ondulación del
borde del Ausente o débil Ausente o débil Ausente o débil Ausente o débil
folíolo central
Forma de la base
Afilada cuneiforme afilada Afilada
del folíolo
Forma del ápice
del folíolo central; Apiculado. obtuso obtuso Aguda
excluida la punta
Porte del pecíolo Horizontal semicolgate Semierecto Semierecto
Recto o
Tronco: curvatura Recto o ligeramente
Recto Recto ligeramente
del eje curvado
curvado
Clones
Característica
Morfológica
IAN-710 IAN-873 RRIM-600 GU-204

Continúa Cuadro 18...

47
Continúa Cuadro 18...
Circunferencia
Grande Grande Medio Medio
del tronco
Color principal de la
Gris Marrón rojizo Marrón Marrón
corteza del tronco
Lisa o
Tronco: textura de Moderadamente
Ligeramente rugosa ligeramente Muy rugosa
la corteza rugosa
rugosa
Forma de la copa
Forma de escoba ovada Achatada Triangular
del árbol
Densidad del follaje
Denso medio Medio Medio
del árbol
Color del coágulo Blanco Blanco Blanco -
Hibernación del
Total Total Total Ausente
árbol
Inicio de la
Temprana Media Tardía Tardía
Hibernación
Longitud de
Media Larga Media Media
la semilla
Anchura de
Media Media Media Estrecha
la semilla
Grosor de
Medio Media Delgada Media
la semilla
Forma de la vista
Redonda Oblonga Circular Oblonga
dorsal de la semilla

Cuadro 19. Caracterización morfológica de clones de hule PB-5/51, PB-5/63, PB-260y RRIM-901, de
acuerdo a la metodología de UPOV (2009).
Clones
Característica Morfológica
PB 5/51 PB 5/63 PB-260 RRIM-901
Forma del último ciclo Hemisférica Cónica Cónica Cónica
Forma del folíolo central Similar o Similar o
Moderadamente Moderadamente
comparado con ligeramente ligeramente
diferente diferente
los laterales diferente diferente
Intensidad del color verde
Medio Medio Medio Oscuro
del haz de la hoja
Brillo del haz de la hoja Fuerte Medio Ausente Ausente o débil
Lisa o Lisa o
Lisa o ligeramente Lisa o ligeramente
Textura del haz de la hoja ligeramente ligeramente
rugosa rugosa
rugosa rugosa
Hoja: pubescencia en
las nervaduras del envés Ausente Ausente Ausente Ausente
(presente o ausente)
Continúa Cuadro 19...

48
Continúa Cuadro 19...
Clones
Característica Morfológica
PB 5/51 PB 5/63 PB-260 RRIM-901
Orientación del folíolo en
Horizontal Horizontal Semierecto Semierecto
relación al peciolulo

Longitud del folíolo central Largo (19-22 cm) Largo (18-23 cm) Medio Corto

Posición de la parte más


Hacia el ápice En el medio En el medio En el medio
ancha del limbo
Forma del eje longitudinal
Sigmoideo Sigmoideo Sigmoideo Recto
del limbo
Ondulación del borde del
Ausente o débil Ausente o débil Regular Ausente o débil
folíolo central
Forma de la base del folíolo Cuneiforme Cuneiforme Afilada Cuneiforme
Forma del ápice del folíolo
Apiculado. Apiculado. Obtuso Obtusa
central; excluida la punta
Porte del pecíolo Horizontal Horizontal Horizontal Semierecto
Recto o Recto o
Tronco: curvatura del eje Recto Recto ligeramente ligeramente
curvado curvado
Circunferencia del tronco Mediano Mediano Medio Medio
Color principal de la
Gris Gris Marrón Gris
corteza del tronco
Lisa o Lisa o
Tronco: textura de
Ligeramente rugosa Lisa ligeramente ligeramente
la corteza
rugosa rugosa
Forma de la copa del árbol Cónica Cónica Triangular Ovada
Color principal de la
Gris Gris Marrón Gris
corteza del tronco
Color principal de la
Gris Gris Marrón Gris
corteza del tronco
Lisa o Lisa o
Tronco: textura de la
Ligeramente rugosa Lisa ligeramente ligeramente
corteza
rugosa rugosa
Forma de la copa del árbol Cónica Cónica Triangular Ovada
Densidad del follaje del árbol Medio Medio Medio Denso
Color del coágulo Blanco Blanco Amarillo claro Blanco
Hibernación del árbol Total Total Total Total
Inicio de la Hibernación Temprana Temprana Temprana Media
Longitud de la semilla - - Corta (2.42 cm) Larga
Anchura de la semilla - - Ancha (2.26) Media
Grosor de la semilla - - Delgada (1.75) Media
Forma de la vista dorsal
Circular Circular Circular Oblonga
de la semilla

49
Cuadro 20. Caracterización morfológica de clones de hule IRCA-109, PB-280, IRCA-41 e IRCA-111, de
acuerdo a la metodología de UPOV (2009).
Clones
Característica Morfológica
IRCA 109 PB-280 IRCA-41 IRCA-111
Forma del último ciclo Cónica Truncado Aguda Achatada
Similar o Similar o Similar o similar o
Forma del folíolo central
ligeramente ligeramente ligeramente ligeramente
comparado con los laterales
diferente diferente diferente diferente
Intensidad del color verde del haz
Claro Oscuro Oscuro Claro
de la hoja
Brillo del haz de la hoja Fuerte Fuerte Fuerte Medio
Lisa o Lisa o Lisa o
Lisa o ligeramente
Textura del haz de la hoja ligeramente ligeramente ligeramente
rugosa
rugosa rugosa rugosa
Hoja: pubescencia en las
nervaduras del envés (presente Ausente Ausente Ausente Ausente
o ausente)
Orientación del folíolo en relación
Semicolgante Semicolgante Semicolgante Semicolgante
al peciolulo
Longitud del folíolo central Largo (15-21 cm) Largo Corto Corto
Posición de la parte más ancha
Hacia el ápice Central Hacia el ápice En el medio
del limbo
Forma del eje longitudinal
Sigmoideo Recto convexo
del limbo
Ondulación del borde del folíolo
Regular Ausente o débil Ausente o débil Medio
central
Forma de la base del folíolo Cuneiforme Cuneiforme Afilada Cuneiforme
Forma del ápice del folíolo central;
Apiculado Obtusa Redondeada Obtusa
excluida la punta
Porte del pecíolo Horizontal Semierecto Semierecto Semierecto
Recto o Recto o Recto o
Tronco: curvatura del eje Recto ligeramente ligeramente ligeramente
curvado curvado curvado
Circunferencia del tronco Grande 96.98 Medio 59
Color principal de la corteza
Gris Gris Gris Marrón
el tronco
Lisa o Lisa o
Lisa o ligeramente Moderadamente
Tronco: textura de la corteza ligeramente ligeramente
rugosa rugosa
rugosa rugosa
Forma de la copa del árbol Cónica Triangular Ovada Ovada

Densidad del follaje del árbol Medio Ralo Medio Medio

Continúa Cuadro 20...

50
Continúa Cuadro 20...

Clones
Característica Morfológica
IRCA 109 PB-280 IRCA-41 IRCA-111

Color del coágulo Blanco Blanco Blanco

Hibernación del árbol Parcial Parcial Parcial Total

Inicio de la Hibernación Media Media Media Temprana

Longitud de la semilla Media (2.5 cm) 2.31 Corta Media

Anchura de la semilla Ancha (2.5 cm) 2.12 Estrecha Media

Grosor de la semilla Media (1.8 cm) 1.81 Delgada Media


Forma de la vista dorsal de
Circular Oblonga Circular Oblonga
la semilla

Referencias
Alvarenga A. P. y Santana do Carmo C.A.F. 2008. Seringueira. Empresa de Pesquisa Agropecuária de Minais Gerais (EPAMIG). Centro
Tecnológico da Zona da Mata. Viçosa, Brasil. 892 p.
Delabarre M., A. y A. Benigno D. 1994. Rubber: A Pictorial Technical Guide for Smallholders. CIRAD, département des Cultures Pérennes
(CIRAD-CP). Montpellier, France. 151 p.
Dijkman M., J. 1951. Hevea: Thirty years of research in the Far East. University of Miami Press, FL, USA. pp. 155-177.
Flores R., A. y R. O. Rodríguez M. 1992. Clones de hule de alta producción para la zona centro del estado de Veracruz. Campo Experimental
El Palmar. Área Forestal. SARH. INIFAP. CIRGOC. Ver., México. Folleto Técnico Núm. 2. 14 p.
Flores R., A. y R. O. Rodríguez M. 1993. GU-204: Nuevo clon de hule para la zona centro de Veracruz. Campo Experimental El Palmar. Área
Forestal. SARH. INIFAP.CIRGOC Ver., México. Folleto Técnico Núm. 14. 11 p.
George P., J. and J. C. Kuruvilla (Editors). 2000. Natural Rubber. Rubber Research Institute of India. Agromanagement and Crop Processing.
Kottayam, Kerala, India. 648 p.
Hernández C., J. M. 1990. Clones de alta producción de hule para tabasco, PB 5/51 y PB 5/63. SARH. INIFAP. CIRGOC. Campo Experimental
Huimanguillo. INIFAP.CIRGOC Huimanguillo, Tab., México. Folleto Técnico Núm. 9. 16 p.
Aziz, M. Z. A., D. R. Othman, D. M. Benong and D. O. S. Huat. 1997. RRIM2000 SERIES CLONES: Characteristic and Description: Rubber
Research Institute Of Malaysia. Kuala Lumpur, Federal Territory of Kuala Lumpur, Malaysia. 67 p.
Malaysian Rubber Board. 2003. LGM Planting Recommendations 2003. Malaysian Rubber Board (MRB). Kuala Lumpur, WP Kuala Lumpur,
Malaysia Monograph No. 7. 24 p.
Malaysian Rubber Board. 2009. Rubber Plantation & Processing Technologies. Kuala Lumpur, WP Kuala Lumpur, Malaysia. 404 p.
Mercykutty, V. C., J. G. Marattukalam, C. K. Saraswathyamma and T. Meenakumari. 2002. Identification of Hevea clones. A manual. Rubber
Research Institute of India. Kottayam, Kerala, India 103 p.
Ortiz C., E. 1995. Informe Técnico de Proyecto. SARH. INIFAP. CIRGOC. Campo Experimental El Palmar. Tezonapa, Ver., México. 50 p.
Ortiz C., E. 2008. Informe Técnico de Proyectos 2008. SAGARPA. INIFAP. Campo Experimental El Palmar. Tezonapa, Ver., México. 45 p.
Unión Internacional para La Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), 2009. Árbol del Caucho, Hule. Código UPOV: Hevea, Hevea
Aubl. Directrices para La ejecución del examen de la distinción, la homogeneidad y la estabilidad. Ginebra, Suiza. 26 p.

51
Caracterización molecular de 10 clones de hule
Florencia García Campusano, Liliana E. García-Valencia, Jocelyn Pérez García y Elena Hernández Flores

Introducción
El desarrollo de herramientas que permitan la identificación rápida y precisa de especies, variedades y líneas
clonales que faciliten la evaluación y el monitoreo son de gran utilidad, tanto para la investigación asociada a
la conservación como la aplicada al mejoramiento. El uso de técnicas basadas en el ADN para identificar especies
forestales tiene el potencial de proporcionar un medio para dar seguimiento a un genotipo de interés, a
híbridos, o bien a su madera u otros subproductos, desde la plantación hasta su aprovechamiento; por lo
que, actualmente, forma parte esencial de las estrategias de conservación, manejo y mejoramiento genético.
La utilización de instrumentos de alta resolución y precisión ha hecho factible la genotipificación con diversos
marcadores, como los SNP o SSR. El análisis de disociación de alta resolución (HRM, por sus siglas en inglés)
es un método que mide la tasa de disociación del ADN de doble cadena, en ADN de cadena sencilla, como
resultado de incrementos de temperatura, lo cual posibilita discernir entre dos secuencias polimórficas.
Una vez estandarizado, el protocolo tiene el potencial de reducir, sustancialmente, los costos asociados a la
genotipificación. En este capítulo se detallan los pasos a seguir para la extracción de ADN de calidad
a partir de hojas jóvenes y maduras de Hevea brasiliensis y posteriormente la aplicación del HRM para la
genotipificación de ocho variedades muy usadas en las plantaciones de México.

Genotipificación de diez clones de Hevea brasiliensis mediante Análisis de Disociación


de Alta Resolución (HRM)
Un aspecto fundamental en el mejoramiento genético de especies vegetales reside en la identificación de
variantes con caracteres de interés, la evaluación de su distribución en las poblaciones y en analizar cómo
estos caracteres se heredan en la progenie.
Tradicionalmente, el estudio de la variación natural o inducida en plantas se basa en el análisis de caracteres
fenotípicos, como la forma o el tamaño, la productividad, la resistencia a estreses abióticos, o a plagas y
enfermedades, etcétera. Sin embargo, a través del uso de la biología molecular y el continuo desarrollo
de instrumentos de alta resolución y precisión para el análisis, se han logrado establecer nuevas técnicas
con las cuales se pueden utilizar secuencias del ADN (marcadores genéticos) para identificar, monitorear
y seleccionar estos caracteres directamente, mediante el análisis del genoma de los individuos, aun en
ausencia de un fenotipo (genotipificación) (Tester y Langridge, 2010).
En la actualidad, los programas de mejoramiento se apoyan en marcadores genéticos para dar seguimiento a
un genotipo de interés, a híbridos, productos o subproductos desde la plantación, hasta su aprovechamiento;
por lo que forman parte esencial de las estrategias de conservación, manejo forestal y mejoramiento.
Los marcadores genéticos son regiones específicas del ADN, genes u otras secuencias que se asocian a
un carácter o región cromosómica particular (Collard et al., 2005; Al-Samarai y Al-Kazaz, 2015). Son
empleados para detectar la presencia de variantes alélicas o polimorfismos en el genoma de diferentes
individuos (Collard y Mackill, 2008). Por tanto, se usan para establecer la variación entre genotipos y de
esta forma discriminar entre ellos, por lo que se utilizan como una huella genética para la identificación. Los
principales tipos de marcadores genéticos empleados se basan en patrones electroforéticos (RFLP), PCR
(AFLP, RAPD) y, en años recientes, en secuenciación genómica (SNP y SSR).
Dada la importancia económica del hule, existe amplia información respecto a potenciales marcadores
genéticos. Se utilizan, primordialmente, para obtener información precisa sobre los genes asociados a la
mejora en la producción de látex, el desarrollo de la madera, la resistencia a patógenos y su alergenicidad,
con el fin de facilitar y acelerar la identificación de las diferentes variedades para su seguimiento en el
mejoramiento genético.

52
El análisis de disociación de alta resolución (HRM, por sus siglas en inglés) es un método automatizado
analítico basado en PCR, que permite discriminar entre variantes en una secuencia de ADN, tales como SNP,
SSR o pequeñas inserciones o deleciones (INDEL), sin tener que recurrir a la secuenciación. Se emplea
con múltiples fines: genotipificación, detección de mutaciones, análisis de heterocigocidad, obtención de
huella genética, identificación de especies, mapeo de ADN y análisis de metilación de ADN, entre otros.
El HRM hace uso de fluoróforos que se intercalan en el ADN para medir la tasa de disociación del ADN
de doble cadena en ADN de cadena sencilla, mediante la detección de cambios en la señal fluorescente,
como resultado de incrementos de temperatura (Figura 26), la cual es registrada por el equipo de PCR
tiempo real. La alta resolución reside en el control preciso del aumento en la temperatura de disociación
(típicamente 0.5 °C por segundo) y la colecta de datos a muy alta velocidad (cada 0.1 segundos) (Wittwer, 2009).

En el esquema se muestra la separación de la doble cadena de ADN (dsDNA) en ADN de cadena sencilla (ssDNA) y pérdida
de la fluorescencia, como resultado de su desnaturalización a medida que aumenta la temperatura. 1) A bajas temperaturas
el ADN forma una cadena doble (dúplex). Con el aumento de la temperatura inicia la disociación y disminuye lentamente la
fluorescencia. 3) La temperatura a la cual 50 % de los dúplex se han disociado, se considera la temperatura de disociación
(Tm). 4) Mínima fluorescencia por la disociación de los dúplex en cadenas sencillas. Ilustración de Favio Luna.

Figura 26. Separación de la doble cadena de ADN (dsDNA) en ADN de cadena


sencilla (ssDNA).

El HRM como herramienta para la genotipificación se fundamenta en que cada secuencia de ADN tiene una
temperatura de disociación particular (Tm), la cual depende de su longitud, de los nucleótidos específicos
que la componen, así como del arreglo de estos a lo largo de la misma. Por ello, si se comparan dos o
más individuos que presentan una variante (polimorfismo) en una secuencia de interés, esta se refleja
en un cambio en el Tm, y puede evidenciarse gráficamente en una curva. Mientras más grande sea el
polimorfismo, mayor será el cambio en el Tm y el desplazamiento entre las curvas (Reed et al., 2007).
Con la finalidad de facilitar el análisis, a partir de los cambios de fluorescencia a distintas temperaturas,
se generan diferentes gráficos, para comparar no solo el Tm de cada secuencia, sino que también
la forma de la curva. Una vez estandarizado, la técnica es tan sensible que incluso es posible detectar
variaciones en un solo nucleótido (Figura 27).

53
A) Curva de disociación que muestra los cambios en los valores de la fluorescencia cruda con el aumento de la temperatura; en gris
se indica el intervaloo de temperatura definido en la cual se realizará el análisis. B) Curva normalizada en la cual se restan los valores
del ruido. C) Curva de la derivada negativa en la cual el Tm de cada curva se observa como un pico definido. D) Curva de diferencia
en la cual se utiliza una de ellas como referencia (y recibe el valor 0), tanto el desplazamiento en el Tm como la forma de la curva
permite discernir entre genotipos. Los valores de los datos analizados (B, C y D) se presentan como % de helicidad de acuerdo al
programa UAnalyzeSM 2.0; sin embargo, en otros programas se expresa en valores de fluorescencia relativa.

Figura 27. Análisis de curvas de disociación.

Para el análisis de HRM de hule, el primer paso consiste en la obtención de ADN de calidad a partir del tejido
vegetal. Esto, si bien es rutinario, no es trivial debido a la gran cantidad de metabolitos secundarios (y látex)
que contienen sus tejidos, los cuales interfieren con el proceso de extracción y purificación. Se estandariza
una técnica basada en CTAB (Doyle et al., 1987) que permite su obtención, tanto a partir de hojas maduras
como jóvenes. Debido a que, en las últimas la extracción resulta más eficiente se sugiere su uso, siempre
y cuando sea factible. Dado que es una técnica basada en PCR tiempo real, se requiere acceso a equipo y
reactivos especializados, lo cual se considera la principal limitante de la tecnología. Sin embargo, el HRM es una
herramienta de alta sensibilidad y precisión, con la cual, una vez estandarizada, es posible obtener resultados
en menos de tres horas, y puede ser automatizada para monitorear un gran número de muestras de
manera simultánea. Asimismo, reduce o elimina la cantidad de muestras que requieren ser secuenciadas,
y con ello se abaratan los costos (Ganopolous et al., 2012).
Finalmente, se necesita realizar el análisis gráfico de los resultados, el cual se hace empleando un programa
gratuito: UAnalyzeSM 2.0, el cual fue desarrollado por la Universidad de Utah (Dwight et al., 2012); aunque
existen alternativas que tienen un costo. El detalle de cómo llevar a cabo la extracción de ADN, el HRM y su
análisis está disponible en el Folleto Técnico Núm. 27: Caracterización morfológica y molecular de clones
de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.
La genotipificación por HRM de diez clones de H. brasilensis se muestran en el Cuadro 21. Para este fin se
proponen tres marcadores genéticos basados en pequeñas secuencias repetidas o microsatélites (SSR),
HB53, HB111 y EHB1A9 (Cuadro 22), los cuales deben emplearse en combinaciones, para discernir entre
todos los genotipos (Figura 28).

54
Cuadro 21. Clones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.genotipificados mediante HRM.
Clon Genealogía Origen
IAN 710 PB 86 x F409 Brasil
IAN 873 PB 86 X FA1717 Brasil
IRCA 109 PB 5/51 (Pb 56 x PB24) X RRIM-600 (Tjir 1 x PB 86) Costa de Marfil
PB 260 PB 5/51 (PB 56 x PB 24) x PB 49 Malasia
PB 280 PB 280 PBIG seedling Malasia
PB 312 RRIM 600 (Tjir 1 x PB 86); PB 235 (PB5/51 x PB S/78) Malasia
PB 5/51 PB 56 x PB 24 Malasia
RRIC 100 RRIC 52 x PB 86 Sri Lanka
RRIM 600 Tjir 1 x PB 86 Malasia
RRIM 901 PB 5/51 (PB 56 X PB 24) x RRIM 600 (Tjir 1 x PB 86) Malasia

Cuadro 22. Secuencias de los oligonucleótidos utilizados para discernir entre 10 genotipos de Hevea brasiliensis.
Tamaño
Id. Tipo Forward (5’-3’) Reverse (5’-3’) Cambios
(pb)
HB53 SSR CCAGCTTGAGGGAGAGTGTT TAGCAAGGAGGGAGA- 204-223 (TG)11
AAAGAG
HB111 SSR CATAGCCTCACGCTACCTCA TGGGTGAGTGGATGTTGTTC 161-190 (GT)22
EH- EST- TGGGGCATGAAAAAGCTATC AAGGTATTGCGTGCCATTTC 131-157 (AG)10C(GA)1
B1A9 SSR

El HRM para la genotipificación en plantas se ha empleado en combinación con secuencias utilizadas como
código de barras (Bar-HRM), SSR y SNP, principalmente para la identificación de especies y variedades
(Solano et al., 2015), así como para la autentificación y certificación de sus productos (Mickey et al., 2008;
Ganopolous et al., 2011; Bosmali et al., 2012); aunado a lo anterior se ha usado para la discriminación alélica de
SNP de secuencias bien caracterizadas o incluso desconocidas. De hecho, puede ser una herramienta útil
para validar ciertos marcadores para la genotipificación.
La información incluida en este paquete tecnológico representa un primer acercamiento en la implementación
del HRM para la genotipificación de clones de hule y muestra su viabilidad para lograr dicho fin. Tiene un gran
potencial como herramienta diagnóstica de apoyo que sería de ayuda para dar certidumbre respecto a los
materiales con los cuales se establecen las plantaciones, antes de realizarlas, así como de la procedencia
de los productos y subproductos obtenidos, ampliando su potencial para programas de certificación. Por
ultimo, impulsar el desarrollo de esta herramienta, en el mediano plazo, facilitaría y abarataría el costo del
seguimiento de caracteres de interés dentro de los programas de mejoramiento genético.

55
Figura 28. Combinatorias de PCR de los marcadores genéticos basados en
SSR (HB53, HB111 y EHB1A9).

Referencias
Al-Samarai, F. R., & Al-Kazaz, A. A. 2015. Molecular Markers: an Introduction and Applications. European Journal of Molecular Biotechnology.
9(3): 118-130.
Bosmali, I., I. Ganopoulos, P. Madesis and A. Tsaftaris. 2012. Microsatellite and DNA-barcode regions typing combined with High Resolution
Melting (HRM) analysis for food forensic uses: A case study on lentils (Lens culinaris). Food Research International. 46(1): 141-147.
Collard, B. C. and D. J. Mackill. 2008. Marker-assisted selection: an approach for precision plant breeding in the twenty-first century.
Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences. 363(1491): 557-572.
Collard, B. C. Y., M. Z. Z. Jahufer, J. B. Brouwer and E. C. K. Pang. 2005. An introduction to markers, quantitative trait loci (QTL) mapping and
marker-assisted selection for crop improvement: the basic concepts. Euphytica. 142(1-2): 169-196.
Doyle, J. J. 1987. A rapid DNA isolation procedure for small quantities of fresh leaf tissue. Phytochem bull. 19: 11-15.
Dwight, Z. L., Palais, R., & Wittwer, C. T. (2012). uAnalyze: web-based high-resolution DNA melting analysis with comparison to thermodynamic
predictions. IEEE/ACM Transactions on computational biology and bioinformatics, 9(6), 1805-1811.
Ganopoulos, I., Argiriou, A., & Tsaftaris, A. (2011). Microsatellite high resolution melting (SSR-HRM) analysis for authenticity testing of
protected designation of origin (PDO) sweet cherry products. Food Control, 22(3), 532-541.
Ganopoulos, I., Madesis, P., Darzentas, N., Argiriou, A., & Tsaftaris, A. (2012). Barcode High Resolution Melting (Bar-HRM) analysis for
detection and quantification of PDO “Fava Santorinis” (Lathyrus clymenum) adulterants. Food chemistry, 133(2), 505-512.
Mackay, J. F., Wright, C. D., & Bonfiglioli, R. G. (2008). A new approach to varietal identification in plants by microsatellite high resolution
melting analysis: application to the verification of grapevine and olive cultivars. Plant Methods.4(1), 8.
Reed, G. H., Kent, J. O., and Wittwer, C. T. (2007). High-resolution DNA melting analysis for simple and efficient molecular
diagnostics. Pharmacogenomics, 8(6), 597-608.

56
Solano, J., Anabalón, L. and Encina, F. (2015). Identification case of evidence in timber tracing of Pinus radiate, using high-resolution melting
(HRM) analysis. Forensic Science International: Genetics, 21, e6-e9.
Tester, M. and Langridge, P. (2010). Breeding technologies to increase crop production in a changing world. Science, 327(5967), 818-822.
Wittwer, C.T. (2009). High-resolution DNA melting analysis: advancements and limitations. Hum Mutat. 30: 857–859.

57
Propagación de planta injertada
Elías Ortíz Cervantes

Introducción
En las primeras plantaciones de Hevea brasiliensis establecidas en el sureste asiático se utilizó la semilla de
individuos procedentes de diversos jardines de propagación; sin embargo, la planta obtenida no presentaba,
cabalmente, las características de los árboles Madre. La reproducción vegetativa es el único método
que retiene dichos rasgos en la progenie, porque es un proceso asexual en el cual se carece de
intercambio de material genético.
Aunque el cultivo del hule se remonta a fines del siglo XIX, este solo se practicaba por semilla. El mejoramiento
de la producción se inició hasta el desarrollo de la técnica del injerto, por Van Helten (RRII, 2000), quien
abrió el camino a la propagación vegetativa usando yemas de árboles seleccionados por su alta producción;
dicho método consiste en añadir una yema en dormancia de un árbol deseable, sobre una planta patrón de
origen mezclado.
En la actualidad, el árbol del hule se propaga con fines comerciales de manera vegetativa por injerto de
yema, el cual inicialmente es usado para reproducir un número de individuos provenientes de un solo
individuo, conocido como clon. Entonces, la propagación ilimitada de tal clon se realiza por el injerto de
yema, mediante el uso de varetas de plantas jóvenes establecidas en jardines de multiplicación.
El injerto es una de las mayores aportaciones en el perfeccionamiento de la propagación de H. brasiliensis. El
método que se utiliza es el denominado de Forkert modificado, con las técnicas de injerto en café y en verde.

Época de colecta de semilla


El hule florece, normalmente, en los meses de marzo a agosto y la caída de la semilla ocurre cinco meses
después (agosto a enero). Se recolectan a mediados de septiembre, en octubre tienen mayor vigor (Figura 29);
por lo tanto, es el material más recomendable para el establecimiento de viveros, en México (Picón et al., 1997).
Los frutos del hule son dehiscentes, cuando maduran se secan y al abrirse, expulsan sus tres semillas a
grandes distancias; estas pierden muy rápido su viabilidad, si permanecen en el campo; por lo que deben
recolectarse diariamente y no almacenarse por más de 10 días. Las semillas viables se reconocen por su
apariencia brillosa, son pesadas (tres a cuatro gramos) y libres de defectos. Su porcentaje de viabilidad es
superior a 80 % (Figura 30).

Figura 29. Fruto del árbol del hule.

58
Figura 30. Semillas frescas de hule.

El peso depende de su tamaño, el cual difiere entre clones; como referencia, los clones IAN-710, IAN-873
y RRIM-600 tienen de 200 a 300 semillas por kilogramo de fruto. La semilla para la siembra se escoge en forma
manual, ya que deben eliminarse aquéllas que presenten agujeros, las germinadas, ligeras o que hayan perdido
su aspecto brillante (Leong et al., 1986). Las semillas se tienen que colocar inmediatamente a germinar, si
no es posible lo anterior se esparcirán en áreas frescas, bajo la sombra en capas delgadas para evitar su
calentamiento y pérdida de viabilidad. Cuando se les traslada a grandes distancias, hay que transportarlas
en sacos de yute, durante las horas más frescas del día (Hidalgo, 1986).
El material puede conservarse en pequeñas bolsas de plástico perforadas, con 10 % de aserrín húmedo o
20 % de carbón en polvo húmedo, y almacenarse en cuartos fríos a una temperatura de 7 a 10 °C. De esta
manera la semilla se conserva hasta por tres meses.
La cantidad mínima necesaria de semilla para el establecimiento de un vivero de 120 000 plantas iníciales
es de 800 kg. Se recomienda recolectar mayor cantidad, para seleccionar las más vigorosas y sanas.

Semilleros para propagación de plantas patrón


El semillero o almácigo es el lugar en donde se ponen a germinar las semillas y se obtienen las plántulas
para establecer el vivero.
Camas de germinación. Se utilizan camas elevadas de tierra suelta, arena o aserrín húmedo, de 0.20 m
de alto, 1.0 m de ancho y la longitud necesaria (Figura 31). Cada metro cuadrado de cama contiene 1 200
semillas, aproximadamente. Las camas deben construirse bajo la sombra de una plantación adulta de hule,
o bien ponerles sombra para evitar la incidencia directa de los rayos solares.

59
Figura 31. La superficie de las camas de germinación
dependerá de la cantidad de plantas por
establecer en el vivero.

Al sembrar la semilla, la parte redondeada se coloca hacia arriba y la parte angular hacia abajo, con una
separación de 0.5 cm entre ellas (Figura 32). A continuación, las semillas se cubren, parcialmente, con
tierra, arena o aserrín, solo se deja apenas visible la parte superior, sobre la cual se pone pasto seco y se
riega todos los días.
Las camas de germinación deben revisarse periódicamente para detectar el momento preciso en que inicia la
brotación, entre 5 a 10 días posteriores a la siembra, pero la máxima germinación se presenta a las
dos o tres semanas. Cuando las semillas empiezan a emitir la radícula es el momento de trasladarlas al
vivero, para transplantarlas en bolsas (Figura 33).

Figura 32. En el semillero se colocan las semillas con la parte


plana hacia abajo y la redondeada hacia arriba.

Época de siembra. La época adecuada para la siembra en los viveros es del 15 de septiembre al 15 de
noviembre, aunque este periodo se puede alargar hasta el 30 de noviembre, siempre y cuando se cuente con
semilla y agua suficiente para aplicar los riegos de auxilio.

60
Figura 33. El periodo de inicio de la germinación ocurre es
entre 5 y 10 días. después de la siembra. Las
semillas se siembran en el estado conocido
como “punto blanco”.

Método de siembra. Conviene utilizar una macana o espeque, así como una vara marcada con la distancia
a la que se va a sembrar. Con un “golpe” de macana se marcan los hoyos, en donde se colocan las semillas,
como se hizo en el semillero, a una profundidad de 3.5 a 4.5 cm, y se cubre con tierra. Las hileras de plantas
quedan rectas, si se atan hilos en estacas colocadas en los extremos del terreno que servirán de guía para
el sembrador (figuras 34 y 35).

Resiembra. El mismo día en el que se efectúa la siembra en el vivero, debe establecerse un pequeño
semillero, para que 10 días después se realice la resiembra de las fallas existentes.

Figura 34. La siembra del vivero de piso se realiza a espeque,


colocando hilos a las distancias seleccionadas.

61
Figura 35. La semilla se coloca con la radícula hacia abajo y
se cubre ligeramente con tierra suelta.

Viveros

Es un área especial donde se cultivan los materiales de siembra para su posterior trasplante al campo.
Un vivero de hule puede considerarse como una fábrica de materiales de siembra. Su objetivo es producir
materiales de siembra de alta calidad a gran escala, con altos porcentajes de prendimiento en campo, que
contribuyan a reducir el periodo preproductivo del cultivo.
Debe situarse cerca de una fuente de agua limpia (libre de contaminación), abundante y permanente para
realizar los riegos necesarios, ya sea un pozo profundo o un arroyo. No son lugares recomendables las
orillas de ríos y arroyos, ya que el nivel del agua fluctúe y se corre el riesgo de inundación (Figura 36). En
el trópico mexicano se presentan bajas precipitaciones de diciembre a mayo, por lo que se requieren riegos
de auxilio.

Figura 36. El vivero debe de contar con una fuente permanente


de agua para regar durante el estiaje, puede ser un
pozo profundo o un arroyo.

62
Se sugieren lugares accesibles y con vías de comunicación permanente. En sitios inaccesibles se dificulta
el traslado de insumos, aumentan las pérdidas de plantas por el manejo durante la extracción (bolsa y
tocones) y se incrementan los costos de producción. Es importante que el vivero esté cercano a un núcleo
de población, para tener disponibilidad de mano de obra durante las etapas críticas. Asimismo, deben
establecerse en áreas abiertas (sin sombra) y libres de enfermedades de la raíz [Rigidoporous lignosus
(Sw.) Overeem (1924), Phellinus noxius (Corner) G. Cunn. (1965) y Ganoderma philippi (Bres. & Henn. ex
Sacc.) Bres. (1932)].
Para prevenir el daño de animales nocivos, el vivero tiene que cercarse, o ubicarse en áreas donde no
exista peligro de invasión por ganado bovino, ovino o porcino. Debe establecerse cerca de un jardín
de multiplicación, que abastezca con oportunidad las cantidades necesarias de yemas; en caso de
que este no exista, lo recomendable es establecerlo y esperar al siguiente año (10 a 12 meses) para instalar
el vivero; además se sugiere, que se localice cerca de nuevas plantaciones, para evitar que se maltraten las
plantas durante su movilización, y, en consecuencia, se incrementen los costos de producción.

Vivero de piso para producción de tocones


Preparación del terreno. Es un aspecto importante, ya que si es inadecuado afectará la forma, tamaño y
calidad de la raíz, lo cual es relevante porque con frecuencia en el vivero crecen plantas con tallos torcidos
(cuello de ganso), o con diversas malformaciones de la raíz; por lo que resultan no aptos para injertarse.
Los terrenos deben ser de preferencia planos (pendientes no mayores a 5 %) y estar bien nivelados,
para evitar encharcamientos a causa de las lluvias. Respecto a los suelos, hay que cuidar que presenten buen
drenaje, alto contenido de materia orgánica y que sean profundos.
La preparación consiste en eliminar la vegetación existente mediante un “chapeo” y la extracción de los
tocones y raíces de los árboles, de forma manual o con maquinaria agrícola. Después, es necesario hacer
un subsoleo a la máxima profundidad, un barbecho y dos pasos de rastra. El segundo rastreo se hace
en sentido cruzado al primero; así, la raíz principal será recta y el arranque de los tocones será más fácil
(Figura 37).

Figura 37. Preparación del terreno.

63
Trazo y balizado. Esta actividad indica la orientación del vivero, de norte a sur y el lugar en el que se
colocarán las plántulas de hule.
Cada hectárea tiene 9 melgas (lotes) de 45 m de largo (dirección norte - sur) por 30 m de ancho y con dos
calles de 3 metros cada una, que facilitan las labores culturales (Figura 38).
En cada melga la distancia entre líneas es de 90 cm y la entre plantas de 30 cm, para un total de 43 líneas
por melga y 153 plantas por línea (bolsas de 20 x 40 cm).

En una hectárea de un vivero en bolsa (20 x 40 cm), se colocarán 26 líneas


dobles en cada melga, con una separación de 1.15 m.
Su capacidad inicial es para 110 000 plantas.
Figura 38. Arreglo topológico de un vivero en bolsa.

Distancias de siembra en vivero. La distancia de siembra varía según el tipo de material de plantación
que se desee obtener y el periodo que permanecerá en el vivero. Para tocones con yema dormida y raíz
desnuda, se sugiere sembrar a 50 x 50 cm, para tener una producción de 34 572 plantas ha-1; a 60 x 30 cm,
48 096 plantas ha-1; y a 60 x 15 cm, 96 048 plantas ha-1. El espaciamiento de 60 x 15 cm, permite una selección
más rigurosa, de hasta 50 % de las plantas de pie franco antes de injertarse (Hidalgo, 1986).
Otros arreglos con los que se han tenido buenos resultados son con líneas dobles separadas 30 cm, con
calles de 70 cm y separación entre plantas de 15 cm (70 x 30 x 15 cm); y líneas dobles separadas
30 cm, con calles de 70 cm y distancia entre plantas de 30 cm (70 x 30 x 30 cm), cuyas densidades iníciales son
de 110 000 y 55 000 plantas, respectivamente.
Si se requieren tocones desarrollados con 2.4 m de corteza café, se sugiere sembrar en el vivero a 50 x 50 cm o
a 1 x 1 m; con ellos se alcanzan densidades de 34 572 y 10 000 plantas ha-1, respectivamente. Por último, si el
vivero se dedicará a la multiplicación de yemas (jardín de multiplicación), se debe plantar a 1 x 0.5 m.

64
Traslado de la semilla. Las semillas se seleccionan en el momento que se inicia su germinación, cuando
la radícula tenga el desarrollo conocido como “punto blanco” y hasta que mida alrededor de 1 cm. Cuando la
radícula alcanza el estado conocido como “pata de araña”, ya no es recomendable su trasplante.
El transporte del material elegido se lleva a cabo en en cubetas de plástico con agua y benomyl al 0.1% (2 g por
litro de agua del fungicida Promyl 50®); con ello, las radículas se desinfectan y no se dañan, ya que se
mantienen húmedas (Figura 39).

Figura 39. Las semillas se trasladan en cubetas de plástico con


el fungicida benomyl al 0.1% (2 g de Promyl 50® por
litro de agua).

Cantidad de semilla para siembra. Para sembrar una hectárea en vivero, generalmente, se requieren
800 kg de semilla; es decir, 650 kg para la siembra y 150 kg para la resiembra. Lo anterior es considerando
una densidad inicial de 120 000 plantas por hectárea; cuando la densidad es inferior, el cálculo se hace de
acuerdo a lo propuesto por Delabarre y Benigno (1995). Dicho autor indica que, si se produce planta en
piso, por cada 100 semillas sembradas, solo se aprovechan aproximadamente 37 (Cuadro 23).
Riegos de auxilio. El sistema de riego debe ser adecuado para satisfacer la demanda de agua de la
superficie del vivero, durante los meses de diciembre a mayo, cuando se aplicará semanalmente (Figura 40).
Cuadro 23. Balance del porcentaje de éxito y cantidad de plantas que se obtienen en un vivero de piso,
según Delabarre y Benigno (1995).

Etapa Porcentaje de éxito Número de plantas (balance)

Semillas iníciales 100 -


Semillas germinadas 80 80
Plantas brotadas en campo 95 76
Eliminación de 30% (Selección) 70 53
Injertos prendidos (20% de pérdida) 80 42
Plantas útiles (12% de pérdida posterior al injerto) 88 37

65
Figura 40. El sistema de riego debe ser por aspersión y con
abundante agua.

Viveros para la producción de planta en bolsas de polietileno


Selección y preparación del terreno. Para establecer este tipo de viveros, se eligen terrenos cuya
pendiente no sea mayor a 2 % y la fertilidad del suelo sea de de mediana a alta. Es indispensable ubicarlos
en lugares donde se cuente con un riego regular, preferentemente, de aspersión que proporcione agua
suficiente para satisfacer las demandas de la planta.
La preparación del terreno incluye la limpia o eliminación de maleza, un subsoleo, un paso de arado y dos
de rastra, ya que de esto dependerá la calidad del sustrato por utilizar en las bolsas; el cual se obtendrá del
terreno mismo en que se colocarán las bolsas. Es recomendable cernir el suelo antes de llenar las bolsas
de polietileno, aunque puede obviarse esta labor, siempre y cuando la preparación haya sido la correcta y
las condiciones físicas del suelo lo permitan.
Tipos de bolsas. Se sugiere utilizar bolsas de polietileno con dimensiones de 20 cm de diámetro por 40 cm
de altura, cuya capacidad aproximada es de 8 a 10 kg de sustrato (Figura 41); el polietileno de calibre 400,
pigmentado y sin materiales reciclados en su fabricación para asegurar su duración por más de 12 meses, tiempo
estimado desde el llenado de la bolsa, hasta el traslado del material vegetativo al terreno definitivo.

Figura 41. La bolsa utilizada debe ser de 20 x 40 cm, con


fuelle, material virgen y con perforaciones
en el fondo.

66
Trazo del vivero. En un vivero de una hectárea se trazan seis melgas de 45 m de largo por 29.40 m de
ancho, dejando calles de 3 m para realizar el mantenimiento del vivero. Cada melga contendrá 26 líneas
dobles y cada línea doble tendrá 700 bolsas, lo que significa una población de 18 200 bolsas por melga. La
población total inicial con este arreglo será de 110 000 plantas.
Llenado de las bolsas. Actividad que se lleva a cabo entre los meses de mayo a julio, época con menor
riesgo de lluvias, lo cual facilita el llenado de las bolsas y mejora la calidad de esta práctica.
Lo más común en México es utilizar el sustrato del mismo terreno. Con el auxilio de hilos y una cinta métrica
se trazan las líneas de plantación, con una distancia entre ellas de 1.15 m. En cada una se marca una franja de
30 a 40 cm de ancho, sobre la cual se cava una pequeña zanja de 10 a 15 cm de profundidad, el sustrato
extraído se usará para llenar las bolsas. Así, las densidades obtenidas son del órden de 100 000 a 110 000
plantas por hectárea. Las bolsas se mantienen verticales poniendo tierra en la base, o bien con alambre
galvanizado en los costados (figuras 42 y 43).

Figura 42. Las bolsas llenas se colocan en zanjas de 10


a 15 cm de profundidad, en líneas dobles
con calles de 90 cm.

Figura 43. Arreglo de las líneas dobles de bolsas,


para evitar que las bolsas se inclinen o
caigan se calzan con tierra o se coloca
alambre recocido en los costados.

67
Trasplante. El trasplante de la semilla germinada proveniente de los semilleros deberá hacerse de la
misma forma que en los viveros de piso. Con una pequeña pala de madera se hace un orificio en el
sustrato de la bolsa, donde se coloca la semilla con la radícula hacia abajo. Se rellena el orificio con suelo
y se presiona, ligeramente. Cuando se dispone de suficientes semillas se recomienda colocar de dos a tres
semillas por bolsa, orientando las radículas hacia el centro de la misma, lo cual permitirá seleccionar la más sana
y vigorosa, a los 18 o 20 días después del trasplante. En la Figura 44 se ilustra el proceso de siembra.
Cuando se usa sustrato introducido, se trazan líneas de plantación cada 1.15 m. Después, se marca una
franja de 30 a 40 cm a lo largo de cada línea, ligeramente nivelada para la colocación de las líneas dobles
de bolsas.
Aclareos. En el caso de los viveros de bolsa con una sola semilla, el aclareo y sustitución de la planta
se ejecuta cuando las plantas abren su primer ciclo foliar (o antes) para favorecer una población
homogénea y evitar la presencia de bolsas vacías.
Injerto. Deberá efectuarse entre los cinco y siete meses después del trasplante y es deseable hacerlo con
la técnica del injerto en verde, la cual se describe en párrafos posteriores.
Material vegetativo procedente de viveros en bolsa. El material vegetativo que se obtiene de los viveros
donde se produce planta en bolsas de polietileno son individuos con brotes clonales desarrollados con
uno, dos o tres ciclos de hojas maduras, que tienen altos porcentajes de prendimiento y buen desarrollo al
establecerse en el lugar definitivo.
Ventajas de la planta producida en bolsa. Estas incluyen que la calidad genética del material de plantación
puede verificarse (clonal 100 %); se requiere menos replante (5 % o menos); puede prolongarse el periodo
de siembra y se reduce el preproductivo; y puede utilizarse menor densidad de plantación.
Las desventajas son el elevado costo de producción, el doble de una obtenida a partir de tocón; y el
transporte de la planta, también es costoso..

Selección de planta
El objetivo del aclareo es dejar las plantas más vigorosas, que, a su vez, son las aptas para ser injertadas
en el menor tiempo posible.
Después de dos meses del trasplante, se inspecciona minuciosamente el vivero y se eliminan los individuos
con hojas blancas (albinas), torcidas al nivel del suelo (cola de cochino) y con pobre desarrollo. Cuando se
tienen plantas con tallos dobles, se elimina el más raquítico al nivel del suelo (Figura 45).
A los cuatro meses se realiza un segundo aclareo, en el que se eliminan los ejemplares defectuosos
y con tallos torcidos. Las plantas con un desarrollo inferior a 40 %, en comparación con el resto de la
población deben removerse.
Fertilización. Previamente, se realizará un análisis de suelo, para identificar las posibles deficiencias de
nutrimentos. De manera general, se deben aplicar tres fertilizaciones, durante un ciclo de producción. La
primera, se realiza a los 60 días de edad, con 10 g de fertilizante compuesto 16-16-16 por planta, o 394 kg por
hectárea. La segunda y tercera adición se efectúa a los 120 y 180 días, respectivamente, en igual dosis
(Hidalgo, 1986). La aplicación puede hacerse indistintamente, en círculo a 10 cm de diámetro en cada
planta, o en banda; el fertilizante se coloca a una profundidad de dos a tres centímetros (Figura 46).

68
A-B. Hoyadura. Con una pequeña palita se hace un hoyo en el suelo de
la bolsa. C-E. Siembra. Se colocan de dos a tres semillas germinadas
orientando la radícula hacia el centro de la bolsa, posteriormente se
selecciona la más sana y vigorosa. F. Germinación. La germinación inicia
a los 8 días de la siembra, en caso de que no lleva es conveniente realizar
un riego de auxilio.

Figura 44. Siembra en bolsa para la producción de


planta en vivero.

Figura 45. Aclareos. Con la finalidad de obtener plantas


vigorosas y deseables, se realizarán al
menos dos aclareos de plantas defectuosas,
albinas y de pobre desarrollo.

69
Figura 46. Fertilización. La primera fertilización se realiza a
los 40 días de la siembra, en banda o manteado.

Programa de fertilización y fungicidas


La obtención de plantas sanas y vigorosas requiere de un programa estricto de aplicaciones de fertilizantes
foliares y fungicidas. Los productos recomendados son Bayfolán®, Manzate-D® (Mancozeb) y Daconil®
(Clorotalonil) (Cuadro 24).
Adicionalmente se deben suministrar fertilizantes disuelto en agua, como solución nutritiva al sustrato de
las bolsas. Se sugiere usar el compuesto Complex® (12-11-18 + microelementos). La mezcla se prepara
disolviendo 3 kg de Complex® en 200 litros de agua. La cantidad de producto aplicado es de 60 mL por
bolsa. Si no se dispone del producto indicado, puede sustituirse por el fertilizante compuesto triple 16 (16-16-16),
preparado a razón de 2.5 kg en 200 L de agua y la dosis es la señalada anteriormente (Cuadro 24).
Cuadro 24. Programa de fertilización y fungicidas propuesto para la producción de planta injertada en bolsa
(en verde).
Momento de la aplicación Dosis y tipo de fertilizante-fungicida por bolsa.
Después del trasplante:
Aplicación semanal de la mezcla de fertilizante foliar y fungicidas:
3 mL de Bayfolán®
1-8 semanas 3 g de Manzate-D®
3 g de Daconil®
1 litro de agua
Aplicación quincenal de fertilizante en solución:
2.5 kg del fertilizante compuesto NPK 16:16:16
Semanas 2-6
200 litros de agua
Aplicar 60 mL por bolsa
Continúa Cuadro 24...

70
Continúa Cuadro 24...
Momento de la aplicación Dosis y tipo de fertilizante-fungicida por bolsa.
Después del recorte:
Aplicación semanal de la mezcla de fertilizante foliar y fungicidas,
Dos semanas
indicada arriba.
Después del primer ciclo de hojas Aplicación quincenal de la solución de fertilizante 16-16-16
(aproximadamente 4 semanas). (60 mL por planta)
Cuando los foliolos del brote clonal
Aplicación del fertilizante compuesto NPK 16:16:16 en forma
están casi maduros (color cobrizo-
sólida (5 g por planta)
bronceado).
Cuando los brotes clonales de la planta han madurado un ciclo de hojas, también puede utilizarse el
fertilizante Complex® en forma sólida. Aplicar en el suelo 5 g por planta, alrededor de la base del tallo.
La implementación del programa de fertilización sugerido asegura un desarrollo óptimo, tanto de las plantas
patrón como de los brotes clonales, antes de llevarse a la plantación definitiva.

Control de maleza
Es importante mantener libre de malas hierbas el terreno al momento de la siembra, para lo cual se debe
realizar la primera limpia a mano o con azadón a los 20 días después de nacidas las plántulas de hule (figuras
47 y 48). En época de lluvias, se recomienda se practique cada 30 días y en secas con una periodicidad de
45 días.
Las limpias posteriores se harán cada 40 días, aunque este tiempo puede variar, pues conforme crecen las
plantas en el vivero, el área foliar impedirá el crecimiento de la maleza. El control químico consiste
en una mezcla de los herbicidas Karmex® (Diurón) y Gramoxone® (Paraquat) en dosis de 2 L y 0.5 kg,
respectivamente, disueltos en 200 L de agua. También es posible usar Gramocil® (Paraquat + Diurón)
en una proporción de 120 mL por bomba de 18 L de agua (1.5 L en 200 L de agua). Después de tres meses de
desarrollo de las plantas, la maleza existente entre las hileras de las bolsas se controla mediante mezclas de los
herbicidas Gramoxone® (Paraquat) y Karmex® (Diurón), en las dosis antes señaladas.

Figura 47. Control de maleza. Debe ser eficaz y oportuno, para evitar el
retraso en el desarrollo de las plantas.

71
Figura 48. Control de las malezas presentes entre las hileras.

Plagas
En las figuras 49 y 50 se ilustran las principales plagas que pueden afectar las plantas de hule en los
viveros. En el Cuadro 25 se resumen los principales métodos de control, que se describen a continuación.
Roedores. La tuza (Orhtogeomys hispidus J. L. Le Conte, 1652) es la plaga más común en las regiones
productoras de hule de México. Es un mamífero que durante su vida excava galerías en el suelo de hasta
250 m de longitud; se alimenta de las raíces del hule en los viveros y jardines de multiplicación, por lo que
puede ocasionar su pérdida total. Es posible controlarla mediante métodos químicos y mecánicos.
Para el control químico se aplican 30 cm3 de bromuro de metilo por galería, o se usan cebos a base de caña
de azúcar o maíz envenenados con estricnina, warfarina o sulfato de talio, que se colocan en las entradas de
las galerías.
En el caso del control mecánico, se localizan los montones de tierra húmeda y recién removida que deja el
roedor en el acceso de sus galerías; se realiza una pequeña excavación para colocar un lazo de alambre
amarrado a una vareta flexible de cafeto, la cual se sujeta a un bejuco anclado en el suelo, quedando doblada en
forma de arco; así el lazo de alambre obstruye la entrada. La tuza al intentar pasar por en medio del lazo,
corta el bejuco y la rama de cafeto se levanta cerrando el paso: atrapándola.

72
Gusano del cuerno (Erinnyis ello Linnaeus). Sus larvas miden hasta 10 cm de longitud, de color verde o
café grisáceo. Se alimentan de hojas tiernas, y si la infestación es muy severa provoca defoliaciones
serias que pueden acabar con las plantas del vivero. El adulto es una palomilla grisácea de hábitos nocturnos.
Trips (Scirtothrips dorsalis Hood). Causan severas defoliaciones en brotes tiernos en viveros y jardines
de multiplicación. Son muy comunes durante la etapa de refoliación de los árboles, lo que contribuye a la
caída de las hojas.
Hormigas (Atta spp.). Existen varias especies de hormigas que pueden afectar el follaje y el ápice de las
plantas de hule en el vivero; la más peligrosa es la hormiga arriera.
Escamas (Saissetia nigra Nietner y Megapulvinaria maxima Green). Pequeños insectos que se adhieren
a los tallos y succionan la savia de las plantas, lo que provoca su debilitamiento y marchitamiento; los individuos
muy tiernos pueden secarse.
Ácaros (Calacarus heveae Feres). Atacan las hojas tiernas, en los nuevos ciclos provoca deformaciones
y caída de las hojas, así como daños muy severos, aunque tiene muchos enemigos naturales.
Piojo harinoso (Ferrisia virgata Cockerell y Tenuipalpus heveae Baker). Insecto chupador, ataca los
brotes tiernos causando su marchitez, cuando el ataque es a los brotes terminales, los tallos se deformen
y las hojas se enrollen.
Gallina ciega (Phyllophaga spp.). Sus larvas pueden convertirse en un problema serio en los viveros; se
alimentan de las raíces de las plantas. Cuando el ataque es severo, las hojas se tornan amarillentas
y se caen, los brotes se marchitan y las plantas tiernas mueren.
Chapulines o grillos (Gryllidae) y Catarinas (Diabrotica spp.). Los chapulines, grillos y diabróticas
son plagas comunes en los viveros donde se produce planta de hule, a las que dañan en el inicio de su
desarrollo, antes de la maduración del primer ciclo de hojas de los patrones. También, inciden sobre los
brotes clonales tiernos emitidos después del descope del patrón.
Estos insectos provocan el retraso del crecimiento de las plantas, pues al alimentarse lesionan la parte
apical del epicotilo y propician la emisión de dos o más brotes, lo cual es indeseable. Los chapulines,
se alimentan de las hojas, de tal manera que solo dejan las nervaduras. Los grillos tienen actividad nocturna
y se comen los brotes tiernos, cortándolos desde el cuello de la raíz.

73
A. Tuza (Orthogeomys hispidus) es la principal plaga en plantaciones y viveros de hule, se alimenta de
las raíces de las plantas. B. El gusano del cuerno (Erinnyis ello) provoca defoliaciones muy severas que
pueden acabar con el vivero. C-D. El daño por trips (Scirtothrips dorsalis), se presenta de durante la
temporada de sequía, se alimenta de la savia y ocasiona arrugamiento y caída de las hojas, ocasiona
serios retrasos en los programas de injertación. E. Las hormigas llegan a causar serias defoliaciones
en la etapa inicial del vivero. F-G. Las escamas (Saissetia nigra Nietn. y Megapulvinaria maxima) se
presentan en vivero con daños menores.

Figura 49. Principales plagas en viveros de hule.

74
A-B. Ácaros (Calacarus heveae), el hule presenta el ataque de una gran diversidad de especies de ácaros. C.
Gallina ciega (Phylophaga sp.), afecta las raíces de las plantas del vivero. D. Los grillos (Gryllidae) atacan las
plantas recién brotadas en los viveros, provocando la bifurcación de los tallos. E-F. Piojo harinoso (Ferrisia virgata
y Tenuipalpus heveae), es una plaga de importancia secundaria, aunque puede afectar seriamente las hojas y
tallos de las plantas jóvenes de hule.

Figura 50. Plagas de menor importancia.

75
Cuadro 25. Control químico de las principales plagas presentes en viveros y jardines de multiplicación
de hule en México.
Plaga Insecticida Ingrediente activo Dosis Método de aplicación
Escarbar descubriendo el
Tuza y otros 1 tableta por hoyo de la tuza, colocar
Phostoxin Fosfuro de aluminio
roedores galería la tableta lo más profundo
posible y tapar.

1 mL por litro de
Karate® Lambdacihalotrina Aplicar abundantemente
Gusano del agua
cuando se detecten las
cuerno 1 mL por litro de
Lorsban® 70 EC Clorpirifos primeras larvas.
agua

1 mL por litro de
Perfeckthion® Dimetoato Aplicar abundantemente en el
Trips agua
Azodrin 60 WSC Monocrotophos follaje afectado por la plaga.
600 g por litro
Aplicar abundantemente en
Hormigas Sevin® 85 S Carbaryl -
los nidos.
10 g por litro de Al detectarse aplicar
Escamas, Supracid® 40
Metidiation agua abundante producto sobre las
ácaros y piojo WP
Amitraz 1.5 mL por litro hojas y tallos afectados.
harinoso Mitac® 20 EC
de agua
4 mL por litro de
Se escarban los hoyos
Gallina ciega Dursban® EC Clorpirifos agua
alrededor de las plantas y se
Lorsban® 70EC Clorpirifos 3 mL por litro de
vierte el insecticida.
agua

Chapulines, 1 g por litro de


grillos y Orthene 75® SP Acefato agua. Aplicar cuando las plantas del
diabróticas Malathion 1000 Malatión 2 mL por litro de vivero empiecen a emerger.
agua

Enfermedades
Enfermedades foliares. Varias enfermedades foliares afectan el buen desarrollo vegetativo de la planta de
hule. La más común en México es la mancha sudamericana de la hoja causada por el hongo Microcyclus
ulei (P. Henn.) von Arx. Sin embargo, también existen otras como la mancha ojo de pájaro (Drechslera
heveae (Petch) M.B. Ellis); la mancha de la hoja causada por Helminthosporium heveae Petch; y la mancha
de la hoja por Fusiccocum sp. La defoliación resulta de la acción de Colletotrichum spp., Corynespora spp.
y de Phytophthora sp.
En México no se ha detectado el mildiú pulverulento, cuyo agente causal es el hongo Oidium heveae
B.A. Steinmann, y ampliamente distribuido en los países asiáticos. En las figuras 51 y 52 se ilustran las
principales enfermedades identificadas en México y en el Cuadro 26 se reúnenn algunos productos para su
control. A continuación, se les describe brevemente.
Mancha sudamericana de la hoja [Microcyclus ulei (P. Henn.) von Arx]. Se localiza únicamente en
América Tropical y su área de dispersión abarca las selvas tropicales, desde el sur del continente en Bolivia
hasta México.
El hongo se exhibe como manchas negras en las hojas de cinco a ocho días de edad, aún pigmentadas
de rojo, y esto causa su caída prematura. Sobre las hojas maduras, aparecen manchas color verde olivo;

76
posteriormente, si no caen, se forma una costra de color obscuro sobre la cual aparecen pequeñas masas
de ascosporas que fácilmente se dispersan por el viento, el agua de lluvia y los insectos, por lo que
las lesiones pueden presentarse, también, sobre los tallos verdes, inflorescencias y frutos jóvenes.
Las plantaciones establecidas en América Tropical que utilizan clones asiáticos han resultado susceptibles
al patógeno, excepto las plantadas en zonas más allá de los 15° de latitud norte o sur, que cuentan con una
estación invernal seca, como en la región sureste de México y en la de Victoria, Brasil
El control químico se usa con éxito, principalmente, en viveros y plantaciones jóvenes, con aspersiones
semanales durante la época de alta humedad ambiental y bajas temperaturas (noviembre, diciembre y
enero). Los fungicidas comerciales utilizados con éxito son el Benomilo, Carbendazim y Tiofanato metílico,
con aplicaciones alternadas. Durante el periodo de menor incidencia, las aplicaciones pueden ampliarse
hasta cada 15 días.
Antracnosis [Colletotrichum gloeosporioides (Penz.) Sacc.]. El estado perfecto es Glomerella cingulata
(Stinem.) Spauld and Schernk. La antracnosis o mancha secundaria de la hoja ha sido registrada en
la mayoría de los países productores de hule, incluido México. Se localiza en viveros, plantaciones jóvenes
y adultas, durante los meses de marzo a septiembre. Sin embargo, se considera de poca importancia
económica (Ramakrishnan y Pillay, 1961).
Esta enfermedad se presenta en plantas bajo condiciones desfavorables para el crecimiento. En los viveros, puede
observarse cuando el suelo se inunda o bien existe cierta deficiencia de nutrientes. Se caracteriza por la presencia
de lesiones delimitadas con necrosis e hiperplasia; varían en tamaño, número y se forman en los foliolos.
Pueden ser circulares, semicirculares o irregulares y se presentan a lo largo de los márgenes o incluso en el
centro del foliolo. Son grandes, con diámetros de 1 a 5 cm, se pueden unir y cubrir gran parte de la superficie
de las hojas. Las manchas son cafés, con márgenes acuosos verdes o amarillentos. La porción central de la
mancha es ligeramente café, como papel y necrótica. Las manchas muestran estrías concéntricas, como
blancos, en ambas superficies, aunque son más notorias en el haz.
Para prevenir la enfermedad y mantener un crecimiento vigoroso, se deben evitar condiciones adversas como
anegamientos y suministrar un adecuado balance de nutrientes a la planta. En casos severos es recomendable
la aplicación de fungicidas.
El mejor método de control es evitar las condiciones extremas de humedad (inundación y sequía). Es
necesario tener un buen balance de fertilización de las plantas para mantener un crecimiento vigoroso y
prevenir la enfermedad. Los individuos jóvenes deben protegerse de las quemaduras del sol. Se sugiere el
uso de fungicidas, en caso de daños severos en viveros.
Mancha ojo de pájaro (Helminthosporium hevea Petch). La enfermedad raramente mata las plantas,
pero una ligera defoliación las debilita y retarda su crecimiento. Un ataque severo sobre plántulas por utilizar
para injerto en verde puede prolongar el periodo para alcanzar la circunferencia para la injertación, debido
a la reducción de la capacidad fotosintética, por la defoliación.
La enfermedad se presenta, principalmente, en plantas producidas en viveros, mientras que las injertadas
son menos susceptibles. Las manchas causadas se observan en forma de ojo de pájaro, con el centro
blanco y márgenes cafés, de ahí su nombre. Se registra durante los meses más cálidos (febrero a mayo) y
es más severa en suelos infértiles, de textura arenosa y con drenaje deficiente; su presencia aumenta en
condiciones de baja humedad. El exceso de luz favorece su desarrollo y las condiciones de buena humedad
reducen la incidencia.
Los síntomas varían con la edad de la hoja y el momento de la infección. Sobre hojas tiernas la enfermedad
aparece primero como pequeñas manchas café oscuro, con un diámetro de 0.2 mm; de apariencia acuosa
en contraste con el rojo brillante de los foliolos sanos. Los márgenes de las hojas o las hojas enteras, se
tornan negruzcas y retorcidas. Normalmente, las lesiones no aumentan en tamaño, pero en ocasiones las
manchas pueden unirse y el área infectada se cubre con masas de esporas de color negro. Tales foliolos pueden
caerse y dejar expuestos los peciolos.

77
En hojas de color verde claro, la enfermedad aparece primero como pequeñas manchas amarillas, después
estas desarrollan un margen angosto de color café rojizo. El centro de la lesión se vuelve blanco “papeloso”,
que en ocasiones se pierde dejando pequeños hoyos. La superficie inferior de las lesiones (envés) se
vuelve café chocolate debido a la presencia de gran número de esporas del hongo. Sobre hojas de más de dos
semanas, el daño es menor, las manchas son pequeñas y café oscuras, sin centros claros. Las hojas de más de
tres semanas son inmunes al ataque. Se pueden observar lesiones oscuras, alargadas en las nervaduras,
peciolos y brotes jóvenes.
El control de la enfermedad en plantas de vivero se realiza con mancozeb (Manzate-D®) al 0.2 por ciento.
Otro producto efectivo es el carbendazim (Bavistin®) al 0.02 por ciento. Los nuevos ciclos de hojas deben
protegerse mediante aplicaciones semanales de los fungicidas indicados.
Enfermedad de la hoja por Corynespora. El agente causal es el hongo, Corynespora cassiicola (Bert. &
Curt.) Wei que produce manchado y caída de las hojas en las plantas de vivero, aunque también ataca en
plantaciones adultas, durante la refoliación.
Las condiciones ambientales que favorecen el desarrollo de la enfermedad son el exceso de humedad,
temperaturas de 28 a 30 °C, alta humedad relativa y días nublados.
El hongo infecta a hojas tiernas y maduras, particularmente a lo largo de las nervaduras. Las hojas jóvenes
de hasta cuatro semanas son las más susceptibles a la infección por Corynespora. Inicialmente, aparece
como manchas gris oscuras, las cuales se alargan dentro de lesiones “papelosas”, circulares o irregulares,
rodeadas de un halo amarillento de 1 a 8 mm de diámetro y color gris oscuro. Las nervaduras se
decoloran con apariencia característica de “espina de pescado”. Las hojas se tornan amarillas y más
tarde caen. Son lesiones capaces de causar la defoliación, especialmente, si se sitúan sobre la nervadura
principal. El clon RRIM-600 es altamente susceptible a esta enfermedad.
Existen diferentes fungicidas para su control, se recomienda la aplicación semanal de los fungicidas benomyl
(Promyl® 0.5 kg/ha), mancozeb (Manzate-D® 1.5 a 3.0 kg/ha), tridemorfh (Calixin® 0.6 L/ha) y carbendazim
al 0.1%(Bavistin®).
Defoliación por Phytophthora. Es causada por los hongos: Phytophthora botryosa Chee y Phytophthora
palmivora Butler (Butler); aunque es más común Ph. botryosa en las áreas defoliadas. Las hojas infectadas
se caen con sus tres foliolos unidos al peciolo, sobre el que se observa una o más lesiones negras, con
manchas blancas de látex coagulado. En plantaciones adultas, los frutos infectados se vuelven negruzcos,
se deforman y no abren, aun cuando permanecen adheridos al árbol, arrugados, podridos y con las semillas.

Enfermedades de la raíz
Enfermedad blanca de la raíz es ocasionada por el hongo Rigidoporus lignosus (Klotzsch) Imazeki. Los
rizomorfos son de color blanco y están firmemente adheridos a la raíz. Son estructuras redondas, que luego
se vuelven aplanadas. Después de algún tiempo, cambia su color a café rojizo. Los cuerpos fructíferos,
generalmente, crecen en la base del árbol o tocón enfermo. La parte superior de los esporomas es color
amarillo-naranja, y la parte inferior rojiza o café. Esta enfermedad es común en viveros, es un problema
serio y se propaga con mucha facilidad. Se ha localizado en viveros de las áreas productoras de hule en México.

78
A-B. Antracnosis de la hoja, causada por el hongo Colletotrichum gloeosporoides, se presenta en las hojas, con márgenes
necróticos y manchas café oscuro. C-D. Mancha “ojo de pájaro” ocasionada por el hongo Helminthosporium heveae, se
presenta como manchas con márgenes café oscuro, con amarillamiento y caída de las hojas, tiene apariencia de ojo
de pájaro. E-F. Defoliación por Corynespora, ocasionada por Corynespora cassiicola, en el haz se presenta como manchas
irregulares anaranjadas y en el envés como manchas con apariencia de espina de pescado.

Figura 51. Enfermedades del hule en viveros.

79
A-B. Defoliación por Phytophthora, las hojas infectadas caen con los foliolos unidos al peciolo, sobre el que se
observan lesiones negras con manchas blancas de látex coagulado. C-D. La mancha sudamericana de la hoja
es el principal obstáculo para el desarrollo de plantaciones de hule en áreas tradicionales del trópico americano.
E-F. El mildiú pulverulento causado por Oidium heveae, no está reportado en México, ha causado pérdidas en las
plantaciones del sureste asiático. G. La enfermedad blanca de la raíz, causada Rigidoporus lignosus, es un problema
serio y se propaga fácilmente. Se ha localizado en viveros de México.

Figura 52. Enfermedades del hule en viveros.

80
Cuadro 26. Método de control de las principales enfermedades localizadas en viveros y jardines de
multiplicación de hule de México.
Enfermedad / agente Fungicida Dosis Método de aplicación
Manzate D ®
3 g / litro de
Antracnosis
(Mancozeb al 80%) agua
Colletotrichum Aplicar semanalmente
Daconil® 3 g por litro de
gloeosporoides
(Clorotalonil) agua
Manzate D® 3 g / litro de
Mancha ojo de pájaro (Mancozeb al 80%). agua.
Aplicar semanalmente
Helminthosporium heveae Bavistin 1 g / litro de
(Carbendazim) agua
Bavistín®
Aplicar semanalmente durante
Defoliación (Carbendazim) 1 g / litro de
la infección, alternar productos
Corynespora cassiicola* Promyl® 50 agua
químicos.
(Benomyl al 50%)
Aplicación al follaje, no aplicar
Defoliación
Alliete® 80% WP 3 g / litro de cuando se usó el insecticida
Phytophthora palmívora y
(Fosetil-Aluminio) agua dimetoato, es incompatible con
Phytophthora boryosa
fertilizantes foliares
Calixin 75® EC 0.5 kg i.a/ha
Aspersión al follaje.
Mildiú pulverulento Azufre humectable 0.2%de i.a.
Intervalos forthnightly.
Oidium heveae Bavistin® 1 g / litro de
Aplicación semanal al follaje.
(Carbendazim) agua
Manzate (Mancozeb 3 g / litro de
Mancha sudamericana de la
al 80%) agua. Aplicación semanal alternando
hoja
Promyl® 50 2 g / litro de productos de octubre a enero.
Microcyclus ulei
(Benomyl al 50%) agua.
Se aplica en árboles dañados en el
Enfermedad blanca de la raíz Collar protector con 10 g / litro de
cuello de la raíz. En vivero deben
Rigidoporus lignosus Bayleton® 25WP. agua
desecharse y quemarse.
*Por confirmar en las condiciones de México.

Estructura de costos
Costos del vivero de piso (tocón injertado). En los cuadros 27, 28 y 29 se indican los costos para el
establecimiento y mantenimiento de un vivero para la producción de 80,000 tocones injertados, en una
superficie de 2 ha.
Cuadro 27. Costos de producción para la producción de 80,000 tocones injertados.
Concepto Costo / hectárea (4)
Inversión genérica (terreno, bodega, equipo de riego, herramientas y cerco perimetral). 392 520.00
Establecimiento y mantenimiento 1 655 566.05
Total 2,048,086.05

Si el costo total para la producción de 80,000 tocones injertados es de $2 048 086.05, el costo por tocón es
de $25.60. El monto de la inversión genérica podría considerarse como una aportación del productor. Si se
eliminan los costos de inversión genérica (cerco perimetral, bodega, etcétera), el monto se reduce a
$1 655 566.05 y el costo final es de $20.69 por tocón injertado.
El arreglo de la plantación en vivero es de 70 x 20 cm, con una población inicial de 5 5000 plantas por
hectárea, para un área efectiva de 8 000 m2. Una vez, consideradas las pérdidas de planta durante el
proceso, se esperan obtener 40 000 tocones por hectárea de vivero de piso.

81
Cuadro 28. Montos de inversión genéricos para el establecimiento de dos hectáreas de vivero de piso, para
la producción de 80 000 tocones injertados de hule.
Unidad de Costo unitario Importe Total
Concepto Cantidad
medida ($) ($) ($)
Adquisición del terreno
Renta de terreno Hectárea 2 20 000.00 40 000.00 40 000
Obra civil
Bodega (3 x 4 m.) Obra 1 150 000.00 150 000.00
155 000
Tinaco Obra 1 5 000.00 5 000.00
Cercado perimetral:
Alambre de púas Rollo(300 m) 8 650.00 5 200.00
Postes Pza. 250 40.00 10 000.00
21 520
Grapas kg 8 40.00 320.00
Instalación Contrato 2 3 000.00 6,000.00
Equipo de riego
Sistema de aspersión Lote 1 160,000.00 160,000.00
176 000
Instalación Contrato 1 16,000.00 16,000.00
Subtotal 392 520.00

Cuadro 29. Costos del establecimiento de un vivero para la producción de 80 000 tocones injertados de hule.
Costo
Unidad de Importe Total
Concepto Cantidad unitario
medida ($) ($)
($)
Preparación del terreno
Chapeo del terreno Jornal 40 130 5 200.00 17 800
Barbecho y cruza Hectárea 2 2 000.00 4 000.00
Rastreo Hectárea 4 1 500.00 6 000.00
Extracción de raíces y troncos Jornal 20 130 2 600.00
Materiales e insumos:
Machete Pza. 5 50.00 250.00 1 610
Limas Pza. 12 30.00 360.00
Rastrillos Pza. 5 100.00 500.00
Bieldos Pza. 5 100.00 500.00
Semillero
Construcción de camas germinativas Jornal 100 130.00 13 000.00 36 800
Flete transporte de semilla Servicio 1 3 000.00 3 000.00
Selección de semilla previo a la
Jornal 50 130.00 6 500.00
siembra
Siembra y arrope de semilla Jornal 60 130.00 7 800.00
Selección de semilla pre-germinada Jornal 50 130.00 6 500.00
Continúa Cuadro 29...

82
Continúa Cuadro 29...
Costo
Unidad de Importe Total
Concepto Cantidad unitario
medida ($) ($)
($)
Materiales e insumos:
Semilla kg 1500 8.00 12 000.00 20 300
Fungicida Benomil 50%, para kg 10 350 3 500.00
trasplante de semilla
Carretilla Pza. 3 900.00 2 700.00
Pala Pza. 10 150.00 1 500.00
Cubo de 19 litros Pza. 20 30.00 600.00
Establecimiento del vivero
Corte de estacas Jornal 10 130 1 300.00 24 180
Estaqueado Jornal 10 130 1 300.00
Siembra de semilla pre-germinada
Jornal 150 130.00 19 500.00
(no plántula)
Aplicación de insecticidas (4
Jornal 16 130.00 2 080.00
aplicaciones)
Materiales e insumos:

Rafia kg 5 100 500.00 2 660

Insecticida Lamda cyalotrina (Karate) Bote (250


8 270.00 2 160.00
para diabróticas, grillos, gusanos, etc. mL)
Control de maleza
Control de maleza con azadón (10
Jornal 200 130 26 000.00 32 500
limpias de 20 jornales c/u).
Control de maleza con herbicida
Jornal 50 130 6 500.00
(aplicación)
Materiales e insumos:
Herbicidas (Glifosato, Paraquat, etc.). Litro 40 150 6000 7 700
Bomba aspersora de mochila de 15 L Pza. 1 700.00 700.00
Adherentes Litro 10 100.00 1 000.00
Riego de Auxilio
Riego de planta (60 días de riego x 5
Jornal 300 130.00 39 000.00
personas)
Materiales e insumos:
Gasolina Litro 1300 16 20 800.00
Aceite Litro 6 40 240.00
Empaques, teflón, pintura Lote 1 2 000.00 2 000.00
Herramientas menores (llaves,
Lote 1 2 000.00 2 000.00 25 040
desarmadores, etc.)
Fertilización
Aplicación de fertilizante al suelo Jornal 40 130.00 5 200.00 5 200
Materiales e insumos:
Fertilizante 16-16-16 (40 g por planta,
kg 4000 10.00 40 000.00 40 000
en tres aplicaciones).
Continúa Cuadro 29...
83
Continúa Cuadro 29...
Costo
Unidad de Importe Total
Concepto Cantidad unitario
medida ($) ($)
($)
Control fitosanitario
Aplicación de fungicidas + Fertilizante
Jornal 50 130.00 6 500.00 9 100
foliar
Aplicación de Rodenticidas Jornal 20 130.00 2 600.00
Materiales e insumos:
Fertilizante foliar (24-17-13 + micro
elementos), 4 litros x aplicación, 10 Litro 40 120.00 4 800.00 32 436
aplicaciones).
Fungicida Benomyl 50% (promyl 50) kg 25 350.00 8 750.00
Fungicida Mancozeb 80%
kg 64 120.00 7 680.00
(Manzate 200)
Fungicida Carbendazim 50%
kg 25 400.00 10 000.00
(Procycar)
Rodenticidas Paquete 1 506.00 506.00
Bomba aspersora de mochila de 15 L Pza. 1 700.00 700.00
Aclareos y selección de plantas
Eliminación de plantas deformes,
Jornal 20 130.00 2 600.00 3 900
albinas, dobles, etc.)
Eliminación de plantas raquíticas Jornal 10 130.00 1 300.00
Injerto
Capacitación Servicio 1 20 000 20 000.00
Injertos con éxito Injerto 80 000 4.00 320 000.00
Destape y recuento de injerto Jornal 50 130 6 500.00 360 000.00

Registro de datos (Control de injertos


Jornal 90 150 13 500.00
durante el proceso)
Materiales e insumos:
Adquisición de yemas (100 000
Pieza 120 000 1.40 168 000.00
injerto + 20 000 reinjerto)
Polietileno calibre 400 (1 kg=6 metros
kg 200 50.00 10 000.00
cuadrados)
Fungicida Benomyl 50 % kg 5 350.00 1 750.00
Etiquetas para control de injertos Millar 100 100.00 10 000.00
Parafina para etiquetas kg 5 100.00 500.00
Papelería (Cuadernos, lápices,
lapiceros, marcadores, reglas, Lote 1 1 0000.00 1 000.00 200 875.00
borradores, etc.)
Navaja para injertar Pza. 20 300.00 6 000.00
Piedra de afilar Pza. 10 150.00 1 500.00
Tijera para podar Pza. 6 120.00 720.00
Brocha Pza. 7 15.00 105.00
Serrote curvo Pza. 10 70.00 700.00
Cubo de 19 litros Pza. 20 30.00 600.00
Continúa Cuadro 29...
84
Continúa Cuadro 29...
Costo
Unidad de Importe Total
Concepto Cantidad unitario
medida ($) ($)
($)
Preparación de tocones
Preparación de tocones
Recorte del patrón Jornal 50 130 6 500.00
Aplicación de cubrecorte Jornal 35 130.00 4 550.00
Arranque de tocón (100 tocones por
Jornal 800 130 104 000.00
jornal)

Desbarbe
Jornal 80 130.00 10 400.00
(1000 tocones por jornal)
Desinfección de tocones Jornal 10 130.00 1 300.00
134 550.00
Aplicación de parafina en cortes (raíz). Jornal 20 130.00 2 600.00
Maniobra de tocones Jornal 20 130.00 2 600.00
Empaque de tocones Jornal 20 130.00 2 600.00
Materiales e insumos:
Azadones tipo mapacha Pza. 20 100.00 2 000.00
Cavadores (coa) Pza. 20 100.00 2 000.00
Rafia para paquetes de tocones kg 20 100 2 000.00
Fungicida para desinfección de 22 250.00
kg 25 350 8 750.00
tocones (Benomyl 50)
Pintura vinílica Litro 50 70 3 500.00
Parafina kg 40 100 4 000.00
Movilización, supervisión, vigilancia y administración
Encargado de vivero sueldo 12 6 000 72 000.00
Vigilante Sueldo 12 3 000 36 000.00 180 000.00
Administración sueldo 12 6 000 72 000.00
Materiales e insumos:
Gasolina Litro 1300 16 20 800.00
21 040.00
Aceite Litro 6 40 240.00
Mantenimiento de instalaciones y equipo:
Cercado perimetral Servicio 1 2 000.00 2 000.00
7 000.00
Equipo de Riego Servicio 1 5 000.00 5 000.00
Subtotal 1 202 901.00
Imprevistos (5%) 60 145.05
Total 1 655 566.05

Costos de producción de planta en bolsa


El costo total de la producción de 70 000 plantas injertadas, con dos ciclos de hojas es de $2 013 190.00 con
un costo unitario por planta de $28.76. El valor de la mano de obra considerado es de $130.00 (Cuadro 30).

85
Cuadro 30. Costos del establecimiento de un vivero epara producción de planta en bolsa.
Costo
Unidad de Total
Concepto Cantidad unitario
medida ($)
($)
Renta del terreno ha 1 35 000 35 000
Cercado perimetral 11 100
Tinaco Obra 1 1 400 1 400
Alambre de púas Rollo 5 900 4 500
Postes pieza 200 20 4 000
Grapas kg 5 40 200
Instalación Cercado 1 1000 1 000
Equipo de riego 140 000
Sistema de aspersión Lote 1 120 000 120 000
Instalación Tendido 1 20 000 20 000
Total 186 100.00
Herramientas generales 8 095
Bomba aspersora de mochila Pieza 2 850 1 700
Brocha Pieza 4 10 40
Carretilla Pieza 3 500 1 500
Cubo de 19 lt Pieza 8 25 200
Cinta métrica Pieza 1 40 40
Machete Pieza 5 50 250
Navaja para injertar Pieza 10 250 2 500
Piedra de afilar Pieza 5 45 225
Pala Pieza 10 89 890
Tijeras para podar Pieza 5 150 750
Limpia general del terreno 4 940
Chapeo Jornal 20 130 2 600
Guardarraya Jornal 6 130 780
Destronque Jornal 12 130 1 560
Preparación del suelo 4 950
Barbecho y cruza ha 1 2 000 2 000
Rastreo y nivelación ha 1 1 000 1 000
Trazo y balizado Jornal 15 130 1 950
Semillas y desarrollo de semilleros 60 780
Elaboración de camas germinativas Jornal 80 130 10 400
Adquisición de semillas kg 3 000 7 21 000
Selección de semillas Jornal 40 130 5 200
Siembra y arrope Jornal 150 130 19 500
Revisión de camas de germinación Jornal 36 130 4 680
Preparación de bolsa 563 925
Bolsa kg 2 860 60 171 600
Sustrato m 3
835 185 154 475
Continúa Cuadro 30...

86
Continúa Cuadro 30...
Costo
Unidad de Total
Concepto Cantidad unitario
medida ($)
($)
Análisis de sustrato Muestra 1 600 600
Llenado del bolsa Jornal 1,150 130 149 500
Zanjeo Jornal 275 130 35 750
Acarreo y acomodo de bolsa Jornal 400 130 52 000
Plantación 34 400
Fungicidas (benomilo) kg 16 650 10 400
Trasplante de plántula Jornal 200 120 24 000
Aclareo 39 000
Raleo Jornal 300 130 39 000
Riego de auxilio 68 900
Riegos en camas de germinación Jornal 170 130 22 100
Riegos vivero Jornal 360 130 46 800
Control de malezas 122 520
Adquisición de herbicida faena L 4 145 580
Aplicación de herbicida faena Jornal 18 130 2 340
Limpia manual de calles Jornal 520 130 67 600
Limpia manual en bolsas Jornal 400 130 52 000
Fertilización 27 300
Adquisición de fertilizante kg 2 000 8 16 000
Aplicación de fertilizante al suelo Jornal 50 130 6 500
Adquisición de fertilizante foliar kg 10 90 900
Aplicación de fertilizante foliar Jornal 30 130 3 900
Control fitosanitario 46 965
Adquisición de insecticida Foley L 5 145 725
Adquisición de insecticida karate L 1 100 100
Aplicación de insecticidas Jornal 40 130 5 200
Adquisición de fungicida benomilo kg 25 650 16 250
Adquisición de fungicida mancozeb kg 25 150 3 750
Aplicación de fungicidas Jornal 80 130 10 400
Adquisición de rodenticidas Paquete 1 300 300
Aplicación de rodenticidas Jornal 20 130 2 600
Adquisición de cubre corte L 20 57 1 140
Aplicación de cubre corte Jornal 50 130 6 500
Capacitación 30 000
Asistencia técnica Servicio 1 30 000 30 000
Injertación 587 490
Adquisición aproximada de yemas Yemas 150 000 $2.00 300 000
Adquisición de polietileno para vendas kg 180 40 7 200
Obtención de planta injertada con éxito
Planta 70 000 3.0 210 000
para pago

Continúa Cuadro 30...

87
Continúa Cuadro 30...
Unidad de Costo
Concepto Cantidad Total
medida unitario
Destape y recuento de injertos Jornal 200 130 26 000
Obtención de planta re-injertada con
Planta 16 000 2.5 40 000
éxito para pago
Destape y recuento de reinjerto Jornal 33 130 4 290
Podas 33 000
Podas de brotación de pie franco Jornal 100 130 12 000
Recorte de patrón Jornal 175 130 21 000
Obtención de plantas 58 760
Conteo y selección de plantas Jornal 117 130 15 210
Extracción y carga de planta Jornal 335 130 43 550
Combustibles y lubricantes 21 105
Gasolina L 1 500 13.57 20 355
Aceite L 12.5 60 750
Mantenimiento de instalaciones y equipo 8 560
Cercado perimetral Jornal 12 130 1 560
Equipo de riego Servicio 2 3 500 7 000
Gastos de administración 106 400
Sueldo del responsable Sueldo/ Mes 16 5 000 80 000
Papelería e imprevistos Varios/ Mes 16 1 650 26 400
Total 2 013 190

Referencias
Chee, K. H. 1969. Phytophthora leaf disease in malaya. Journal of the Rubber Research Institute of Malaya, 21 (1): 79-87.
Chee, K. H. 1990. Present status of rubber diseases and their control. Review of Plant Pathology, 69 (7): 423-430.
Chin, S. L. 1988. Establishment and maintenance of nurseries. In: RRIM training manual on rubber planting and nursery techniques, Rubber
Research Institute of Malaysia, Kuala Lumpur, Malaysia, pp. 37-53.
Debabarre, M. A. and D.A. Benigno 1994. Rubber, a pictorial technical guide for smallholders. CIRAD-CP. Montpellier, France. 153 p.
Delabarre, M. A. and J. B. Serier. 1995. L’Hévéa. Le technician d’agriculture tropicale. Maisonneuve & Larose. Paris, France. 238 p.
Dijkman, M. J. 1951. Hevea: Thirty years of research in the Far East. University of Miami Press, Miami, FL, USA. 329 p.
Edgar, A.T. 1958. Manual of rubber planting (Malaya). The Incorporated Society of Planters, Kuala Lumpur, Malaysia. pp. 92-129.
Fernando, D. M. 1955. Phytophthora leaf disease and stem die-back. Quarterly Circular, Rubber Research Institute of Ceylon, 30: 92-95.
Gómez, J. B. 1983. Physiology of latex (rubber) production. Monograph No. 8: Malaysian Rubb. Development Board.
Hafsah, B. J. 1988. Practical use of hormones in Hevea cultivation. In: RRIM training manual on rubber planting and nursery techniques,
Rubber Research Institute of Malaysia, Kuala Lumpur, Malaysia, pp. 25-36.
Hashim, I. and Taat, M.Y.A. 1985. Interaction of sulphur with soil pH and root diseases of Hevea brasiliensis. Journal of the Rubber Research
Institute of Malaysia, 33: 59-69.
Hidalgo C., H. 1986. Manual para la producción de planta injertada de hule. Campo Experimental El Palmar, SARH. INIF. CIRGOC. Tezonapa,
Ver., México. Folleto para productores Núm. 2. 26 p.
Hurov, H. R. 1960. Green bud strip budding of two to eight-month old rubber seedlings. Proceeding of the Natural rubber Conference, 1960,
Kuala Lumpur, Malaysia. pp. 419-428.
Jayasinghe, C. K., K. E. Jayasuriya and T.H.P.S Fernando. 1994. Pentachlophenol: An effective and economical fungicide for the management
of white root disease caused by Rigidoporus lignosus in Sri Lanka. Proceedings, IRRDB Symposium on Diseases of Hevea, Cochin,
India. pp. 91-97.
Kajornchaiakul, P. 1987. Corynespora disease of Hevea in Tailand. Proceedings, IRRDB Symposium on Pathology of Hevea brasiliensis.
Chiang Mai, Thailand. pp. 1-5.
Leong, W. 1988. Controlled pruning. In: RRIM training manual on rubber planting and nursery techniques, Rubber Research Institute of
Malaysia, Kuala Lumpur, Malaysia. pp. 71-76.
Leong, S. K. 1988. Propagation methods in Hevea. In: RRIM training manual on rubber planting and nursery techniques, Rubber Research
Institute of Malaysia. pp. 1-4.
Leong, S.K. and Yoon, P.K. 1988. Development of “core” stumped budding to reduce immaturity period in Hevea. Proceedings, Rubber
Research Institute of Malaysia, Rubber Growers’ Conference, 1987, Desaru, Johore, Malaysia. pp. 133-153.

88
Leong, S. K., P. K. Yoon and T. C. P’Ng. 1986. Use of young budding for improved Hevea cultivation. Proceedings, International Rubber
Conference, Kuala Lumpur, Malaysia. 3: 555-577.
López, M. R. 1983. El injerto en verde en el hule Hevea. Campo Experimental El Palmar, SARH. INIF.CIRGOC. Tezonapa, ver. Folleto Técnico
No. 1. 15 p.
Malaysian Rubber Board. 2009. Rubber Plantations & Processing Technologies (First ed.). Kuala Lumpur, Malaysia. 403 p.
Picón R., L., E. Ortiz C y J. M. Hernández C. 1997. Manual para la producción de hule Hevea brasiliensis Muell. Arg. Campo Experimental El
Palmar. INIFAP. CIRGOC. Tezonapa, Ver., México. Folleto Técnico Núm. 18. 103 p.
Rao, B.S. 1975. Maladies of Hevea in Malaysia. Kuala Lumpur. Rubber Research Institute of Malaysia.
Rodríguez, M. R. 1993. Enfermedades del hule Hevea brasiliensis Muell. Arg. SARH. INIFAP. CIRGOC. Área Forestal. Folleto Técnico. No.
20. 14 p.
Rubber Research institute of India (RRII).2000. Natural Rubber, Agromanagement and Crop Processing. (P.J. George and C. K. Jacob, ed.)
Kerala, India, India. 648 p.
RRIM. 2004. Pengeluar Benih Cantuman Muda. Brochure for Rubber Producers. Kuala Lumpur, Malaysia. 14 p.
RRIM. 1963. The advantages of green budding. Planters’ Bulletin, 67: 77-79.
RRIM. 1976. Nursery Practice and planting techniques. Planters’ Bulletin, 143: 25-49.
Ruiz A., S. 1992. Producción de tocón desarrollado de hule Hevea brasiliensis Muell. Arg. Campo Experimental El Palmar. SARH. INIFAP.
CIRGOC Tezonapa, Ver., México. Folleto Técnico No. 1. Área Forestal. 14 p.
Tan, A. M. 1988. Nursery diseases and their control. In: RRIM training manual on rubber planting and nursery techniques, Rubber Research
Institute of Malaysia, Kuala Lumpur, Malaysia. pp. 218-223.
Tan, A. M. 1990. Survey of Corynespora leaf fall disease. Planters’ Bulletin, 204: 80-85.
Yusof, A. 1988. Control of root diseases. In: RRIM training manual on rubber planting and nursery techniques, Rubber Research Institute of
Malaysia, Kuala Lumpur, Malaysia. pp. 206-217.

89
Establecimiento de jardines de multiplicación
Elías Ortíz Cervantes
Un jardín de multiplicación se establece con el propósito de producir varetas portadoras de yemas para
injertar las plantas provenientes de semilla en el vivero, mediante la técnica de “injerto café” o “injerto verde”
(Picón et al., 1997). En él están identificados los mejores clones para su multiplicación, los cuales deberán
tener características de homogeneidad, conformidad genética y sanidad.
Los criterios para la selección y preparación del terreno para establecer un jardín de multiplicación
son los siguientes:
• Fácil acceso en forma permanente y localizado cerca de un núcleo de población, para contar con
mano de obra suficiente.
• Suelo, de preferencia plano (pendiente menor a 5 %), profundo, bien drenado, con una fertilidad
natural acorde a las exigencias del cultivo.
• Disponer de sistema de riego y agua de buena calidad.
• Cercanía al sitio donde se ubica el vivero, para evitar el traslado de varetas a grandes distancias.
• Eliminar la vegetación existente y preparar el suelo con subsoleo, arado, rastra y cruza.
Para jardines de multiplicación con vareta “café” se recomienda una distancia de plantación de 1 x 1 m, que
representa una población de 8 000 plantas efectivas, ya que se descuenta 20 % del área utilizada en las
calles, linderos, etcétera (Punnoose y Lakshmanan, 2000).
En México, las distancias de plantación en el jardín son de 1 x 0.5 m, o bien de 1 x 1 m entre hileras y
plantas, respectivamente (Picón et al., 1997). La vida económica útil de un jardín de multiplicación es de 5
a 10 años, en función del ritmo de explotación y el mantenimiento que se aplique.
Se prefiere utilizar planta en bolsa para su establecimiento, si se usa tocón a yema dormida deberá
tenerse cuidado especial en la brotación de la yema injertada. Se recomienda plantar hasta el 15 de
septiembre, cuando se usa tocón a raíz desnuda, o bien hasta el 30 de noviembre, si se utiliza material en bolsa.

Producción de injertos
Para realizar el injerto, primero se limpia la base del patrón con un trapo limpio de algodón, humedecido con
una solución de binomillo al 0.01 % (2 g por litro de agua del fungicida Promyl®50). Después, se hacen dos
cortes verticales de 6 cm de longitud, separados por una tercera parte de la circunferencia del tallo. Una vez
realizados los cortes en 20 patrones, se extrae una placa con yema de la vareta portayemas de las mismas
medidas que los cortes en el patrón. La placa se sustrae mediante un corte profundo, de tal forma que salga
adherida a la corteza una delgada astilla de madera.
Cuando se tiene la placa en la mano, se hace un corte en el patrón que conecte los dos cortes verticales
por la parte superior, para despegar la corteza hacia abajo. Enseguida, se retira con mucho cuidado la astilla de
la madera pegada a la placa, sin dañar la yema. Cuando la placa está lista, se abre totalmente la corteza del
patrón, separándola con un corte y dejando solo una pequeña lengüeta de 1 cm de longitud. Esta ayuda a
asegurar la placa antes de vendar.
La placa se coloca en la parte baja de la ventana del patrón, debajo de la lengüeta, a continuación, se
asegura firme y uniformemente con una venda de polietileno de 30 cm de longitud y 1.5 cm de ancho
(grosor 0.05 mm, calibre 300). El vendado inicia en la lengüeta y las vueltas se traslapan, hasta la parte
superior del injerto. Es importante amarrar con fuerza la parte superior para evitar que se pudra la placa,
por la penetración de agua.

90
Después de 18 a 20 días de realizado el injerto se efectúa el destape; es decir, se elimina la venda de
plástico. Si la placa conserva el color verde, el injerto está vivo y para identificarlo se le coloca la venda
amarrada arriba del injerto, de lo contrario se desecha. A los 10 días del destape, se revisan los injertos, si aún
permanecen vivos puede procederse a ejecutar el recorte del patrón, el cual deberá efectuarse de 15 a 20 cm
arriba de la placa del injerto.
En la secuencia de imágenes de las figuras 53, 54 y 55 se presenta el procedimiento para el injerto del hule
en verde.

A. Al iniciar la injertación debe contarse con navajas, tijeras de podar, polietileno


calibre 300, piedras de afilar, fungicidas y manta, entre otros. B. El fungicida para la
desinfección de patrones y vareta (Promyl 50®) deberá estar bien preparado, evitar
grumos. C y D. El injertador deberá vaciar el fungicida en su cubeta y desinfectar las
varetas. E. El primer paso es el “rayado” de patrones, que consiste en realizar
dos cortes verticales separados por una tercera parte del grosor del tallo y una longitud
de 5 a 7 cm. F. Desinfectar los cortes realizados con el fungicida.

Figura 53. Preparativos para el injerto.

91
A. Apertura de ventana para el injerto. Los cortes verticales de la figura anterior, se unen por un corte transversal y
se abre la corteza un poco. B y C. Extracción de la placa. De la vareta porta yemas se extrae una yema, procurando
profundizar el corte para que una astilla de madera salga adherida a la corteza. D. Se extrae la astilla de
madera, procurando no dañar la yema. E. Se recorta la placa de la yema al tamaño requerido. F. Se inserta la placa
con la yema en la ventana del patrón (continúa).

Figura 54. Injerto en verde.

92
A. Se recorta la corteza del patrón, dejando solo una pequeña lengüeta que sostendrá a la placa. B. Se realiza el vendado con
una cinta de polietileno calibre 300, iniciando en la base del patrón, ascendentemente. C. Se recorta el excedente
de la placa, dejando al tamaño de la ventana del injerto. D. Se amarra firmemente en la parte superior para evitar la
entrada de agua. E. Se identifica el injerto, indicando el clon, fecha de realizado y nombre del injertador. F. A los 20 días
se destapa el injerto para verificarlo, si está vivo se identifica amarrando la venda a 60 cm de la base.

Figura 55. Injerto en verde.

93
Injerto en café
La técnica del injerto en café para Hevea brasiliensis se desarrolló en el año de 1916 en Indonesia, por un
horticultor llamado Van Helten en colaboración con dos productores de hule: Boden y Tass (RRII, 2000). La
primera publicación sobre este tema fue de Bodde en 1918 (Dijkman, 1951).
El injerto se lleva a cabo a partir de patrones vigorosos, sanos y con un diámetro, del cuello de la raíz
superior a 1.6 cm.
Las yemas se obtienen de las varetas cafés producidas por las plantas injertadas y establecidas en los
jardines de multiplicación. Se utilizan aquéllas que se localizan en las axilas foliares, una vez que caen
las hojas. Las varetas deben cortarse cuando el último ciclo foliar de la planta está bien desarrollado, para
favorecer el despegue de la corteza, así como altos porcentajes de prendimiento.
El grosor de las varetas portayemas tiene que ser igual al de la planta patrón, lo cual se logra con el recorte
que se hace en los jardines de multiplicación. Se pueden hacer pruebas de despegue de la corteza, antes
de cortar la vareta; esto último debe realizarse con mucho cuidado, para evitar magulladuras.
Se recomienda obtener las varetas, preferentemente, en las mañanas y utilizarlas lo más pronto posible
para evitar su deshidratación; pueden ser de diferentes medidas, aunque en general son de 1 m para
facilitar su movilización.
Cuando se manejan diferentes clones, es importante cuidar el etiquetado para su identificación.
Para realizar adecuadamente este tipo de injerto, el vivero debe tener suficiente humedad en el suelo, lo
cual incrementa el flujo de savia en la planta y facilita el despegue de la corteza.
La práctica del injerto consiste en lo siguiente:
Las varetas portayemas y los patrones se desinfectan con Benomilo al 0.1% (2 g por litro de agua del
fungicida Promyl 50®).
El injerto se realiza en el tallo principal, a 5 cm del suelo; se efectúan dos cortes verticales de 8 a 10 cm de
largo, separados 1.5 a 2.0 cm. Esta operación se lleva a cabo en 20 patrones, después se limpia el látex
que fluye con un pedazo de trapo de algodón con la mezcla de fungicida utilizada en la desinfección de la
vareta. Posteriormente, se procede a injertarlos.
Los cortes verticales se unen con un corte horizontal en la parte superior, formando una “ventana”. Se abre,
ligeramente, la corteza del tallo.
De la vareta portayemas, se selecciona la yema que se va a injertar. Con la navaja se separa una placa
igual a la marcada en la ventana del patrón. Se hace un corte profundo en la vareta, de manera que
una astilla de madera salga adherida a la corteza para proteger la yema.
La astilla se separa de la corteza, con la punta de la navaja, cuidando de no dañar la yema, se abre
totalmente la ventana del patrón y se introduce la placa entre la madera y la corteza. Se cubre con una
cinta de plástico transparente de 2.5 cm de ancho y 60 cm de largo (grosor 0.08 a 0.1 mm, calibre 400),
enrollando en espiral de abajo hacia arriba, procurando amarrar la parte superior firmemente, para evitar
que el agua de lluvia penetre y la yema se pudra. Después de 20 días, se procede a destapar los injertos,
se retira la venda y la corteza que cubre la placa injertada. Se revisa si está vivo el injerto; para ello, se hace
una ligera raspadura con la navaja en una esquina de la placa. Si el injerto está vivo, la planta se marca,
amarrándole la venda a 0.60 m de altura, y si el injerto está muerto se puede volver a injertar por el lado
opuesto. Las plantas con más de dos intentos de injerto, sin éxito se descartan.
El proceso se registra de manera rigurosa en un formato que contiene la siguiente información: nombre del
injertador, número de lote, número de melga, número de línea, fecha de injerto, clon injertado, número de injertos
realizados por día, número de injertos vivos, fecha del destape y fecha del recorte del patrón. Dicho registro

94
es importante para programar la entrega de planta injertada a los productores, así como para efectuar el
pago de los trabajadores, cuando se les paga por injerto prendido, y para seleccionar a los mejores injertadores.
En las figuras 56 y 57 se presenta, en imágenes, la metodología descrita para el injerto en café.

A. Los patrones deben tener un grosor superior a 1.6 cm de diámetro, lo que ocurre entre los 8 y 10
meses de edad. B-C. La vareta porta yemas debe cortarse en las primeras horas de la mañana, si va
a ser utilizada en el mismo sitio o si se va a trasladar. D. Se realizan dos cortes verticales de 8 a 10 cm
de longitud, separados a 1.5 a 2 cm, seguido de la desinfección de yemas y patrones. C. Los cortes
verticales se unen por un corte transversal y se extrae una placa de la vareta, conteniendo una yema.
D. El corte es profundo, se extrae una astilla de madera.

Figura 56. Injerto en café.

95
A. Se elimina la astilla. B. Se abre la corteza del patrón para insertar la placa. C. Se inserta la placa con la yema, puede
ser eliminando la corteza dejando solo una lengüeta (ventana abierta) o tapando la placa con la corteza (ventana
cerrada). D. Se realiza el vendado, ascendentemente. E. Se termina el injerto con un amarre firme. F. El injerto se
destapa a los 20 días de realizado.

Figura 57. Injerto en café.

96
Injerto en verde
El injerto en verde fue desarrollado por Hurov en 1960 (RRII, 2000). En este método el patrón y la vareta
son muy jóvenes (verdes). Los patrones utilizados deberán tener entre tres y ocho meses de edad, con un
diámetro de 0.5 a 1.3 cm, medido a 3 cm por encima del cuello de la raíz.

Preparación de varetas portayemas


Se preparan a partir de un jardín de multiplicación con brotes de un año de edad. Para obtener la mayor
cantidad de varetas es recomendable que las plantas tengan de tres a cuatro tallos principales. Los tallos se cortan
a la altura de 1.20 m, procurando que la poda quede 5 cm por encima de las cicatrices foliares formadas por
un ciclo de hojas, en la porción del tallo llamada comúnmente “corona” (López, 1983).
La poda del brote apical provoca la generación de las yemas en la corona, de las cuales se seleccionan los tres
a cuatro brotes más desarrollados, los cuales están listos para utilizarse después de ocho semanas, cuando ha
madurado el primer ciclo foliar.
Las yemas utilizadas se localizan en la base de la vareta, tienen una pequeña hoja rudimentaria en su
base y se les conoce, comúnmente, como “yemas de catafilo”. Se obtienen de dos a tres yemas por vareta.
Cuando existe escasez de material, se pueden emplear yemas de brotes de dos y hasta tres ciclos de
hojas maduras. Las varetas verdes presentan un buen despegue de la corteza, por lo que se obtienen altos
porcentajes de prendimiento de los injertos.
Cuando se va a injertar, la vareta debe cortarse en las primeras horas de la mañana, a partir de la unión con
la vareta gruesa. Se le quitan todas las hojas para evitar que se deshidrate y se deposita en una cubeta de
plástico con agua, cubriendo 5 cm de su base. En las figuras 58 y 59, se indican el procedimiento para la
obtención de varetas para el injerto de hule en verde.

97
A y B. Recorte del jardín de multiplicación de más de un año de edad. C. Emisión de nuevos brotes de la planta madre, dejar de
tres a cuatro por tallo grueso. D. Los jardines de multiplicación deberán tener un manejo óptimo para obtener varetas de calidad
para injertar en verde. E-F. Brotes del jardín de multiplicación utilizados para la injertación en verde, una vez que maduran
su primer ciclo de hojas, pueden utilizarse los brotes de más de un ciclo de edad cuando existe escasez de material.

Figura 58. Preparación del jardín de multiplicación para injerto en verde.

98
A. Vareta en verde con el primer ciclo de hojas maduro, lista para usarse. B. El recorte de las varetas se realiza en las primeras
horas de la mañana. C. Para la preparación de la vareta se eliminan las hojas y la punta de la vareta. D y E. Para el traslado
de la vareta a grandes distancias, se enceran las puntas y se transportan en cajas con aserrín húmedo o hieleras, para evitar
la deshidratación. F. Para la injertación local, las varetas se transportan en cubetas con agua, teniendo el cuidado
de no magullarlas.

Figura 59. Manejo de la vareta en verde.

99
Ventajas del injerto
El injerto en café tiene la ventaja de que el material injertado puede permanecer en el vivero por más de
12 meses, sin disminuir el porcentaje de prendimiento cuando se planta en el lugar definitivo. Además, el
abasto de yemas es más eficiente.
En cuanto a las ventajas del injerto en verde, se tiene mayor tiempo para realizarlo (febrero a junio), la
planta puede utilizarse el mismo año, el arranque y el empaque del tocón es más rápido y económico;
asimismo, es factible utilizar el terreno en forma intensiva.

Desventajas del injerto


Una de las desventajas del injerto en café es que la planta no se utiliza en el mismo año, ello ocasiona
gastos en el mantenimiento del vivero. El arranque y el empaque de los tocones es más laborioso, lo
cual aumenta el costo de producción; mientras que el injerto en verde requiere de injertadores con mayor
experiencia, además la programación de las actividades debe ser sin errores para obtener y usar el máximo
número de yemas.

Eliminación de plantas con injertos no prendidos


Deben eliminarse las plantas cuyo injerto no prendió después del segundo intento, ya que, en el caso de lograrse,
el prendimiento en uno posterior, las plantas tendrán tallos débiles y muy frágiles en la plantación. Lo
anterior es válido para los dos tipos de injertos.

Recorte y arranque

Tocón injertado con yema dormida y raíz desnuda


Para la producción de tocones a raíz desnuda y yema dormida se sugiere plantar a 60 cm entre líneas y
15 cm entre plantas, para obtener 90 000 plantas iníciales por hectárea. En un vivero de una hectárea se
trazan seis melgas de 45 m de largo por 29.40 m de ancho, con calles de 3 m para realizar el mantenimiento
del vivero. Una melga se conforma por 50 líneas y cada una de estas por 300 plantas; es decir hay 15 000
plantas por melga. Dicho arreglo permite una selección rigurosa, de hasta 50 % de las plantas de pie franco
antes de injertarse. En la Figura 24 se ilustra el proceso de obtención de este material.

Recorte del patrón


Cuando se va a establecer una plantación, se sugiere recortar la copa de la planta patrón ocho días antes, si se hizo
el injerto en café y cinco para el injerto verde, a una altura sobre el mismo de 10 y 15 cm, respectivamente;
se realiza un corte diagonal en sentido opuesto al injerto.
Aplicación de cubre corte y código de colores. Un día después del recorte, se cubre el corte del patrón
con pintura vinílica. Para evitar la mezcla de clones dentro y fuera del vivero, se identifican cada uno
de ellos con un color. Es importante que los productores de planta sigan un solo código de colores, para
evitar confusión de los plantadores de hule al obtener planta de diferentes viveros. Los colores que se
recomiendan se muestran en el Cuadro 31.

100
Cuadro 31. Código de colores utilizados para cada clon.
Clon Color
RRIM-600 Azul cielo
IAN-873 Rojo
IAN-710 Amarillo
GU-204 Blanco
RRIM-527 Verde bandera
PB-5/51 Azul marino
PB-5/53 Rosa

Arranque del tocón. Cuando las yemas del patrón empiezan a brotar, se considera que el tocón está listo
para el arranque, lo cual se hace de forma manual con un azadón recto y cuadrado, conocido localmente
como “mapacha”; se hace un hoyo de 60 cm de profundidad, enseguida se corta la raíz principal con un cavador
o coa, a una profundidad de 50 a 60 cm. Una vez que se saca el tocón se le podan las raíces secundarias,
dejándolas de 5 a 10 cm de largo.
Desinfección del tocón y aplicación de enraizador. Antes de plantar los tocones en campo, deben
desinfectarse con una solución del fungicida benomilo al 0.2% (4 g por litro de agua de Promyl®
50), en el que se sumergen cubriendo toda la raíz. Posteriormente, con una brocha se les aplica una
solución enraizadora a base de ácido Indolbutírico (AIB) a 1 500 ppm, se cubre la superficie de la raíz y se
dejan secar por unos instantes (Hafsah, 1988).
Empaque y traslado de tocones. Un aspecto importante para trasladar los tocones a raíz desnuda
(injertados en verde o café) es la forma en que se empacan. Para ello, se usan “troncos” de plátano
en paquetes de 30 tocones, o bien cajas de madera con aserrín hervido y húmedo (Figura 60). Así, el
material permanece por tres días, sin deteriorarse.

Figura 60. Los tocones de hule se empacan en tallos de plátano, o cajas


de madera con aserrín hervido y húmedo, cuando se trasladan
a grandes distancias.

101
Tocones injertados trasplantados en bolsa
Arreglo de las bolsas. La preparación y el arreglo de las bolsas para producir tocones injertados
trasplantados en bolsa es similar al que se realiza en la planta injertada en bolsa con dos ciclos de hojas.
Material vegetativo. Los tocones injertados se producen en los viveros de piso, los cuales, en lugar de
llevarse a plantación definitiva como tocón a yema dormida y raíz desnuda, se trasplantan en bolsas
de polietileno, donde permanecen hasta que alcanzan dos ciclos de hojas maduras.
Embolsado de tocones. En este sistema se riega primero el suelo (sustrato) de la bolsa para facilitar
el trasplante. Con una estaca puntiaguda, ligeramente, más grande que el tocón por plantar, se hace un
orificio en el suelo de la bolsa hasta 5 cm arriba del fondo. Los tocones injertados con raíces más grandes
que la bolsa, se podan para que queden bien cubiertos. Los tocones con raíces principales torcidas o muy
cortas, se eliminan.
Una vez hecho el orificio, se introduce el tocón a la profundidad requerida y se compacta el suelo firmemente.
Por último, se riega para tapar el orificio y prevenir la formación de bolsas de aire alrededor de la raíz. En
las figuras 61 y 62 se ilustra el proceso de producción.
Riegos. Las dos primeras semanas después del trasplante de los tocones es muy importante realizar,
diariamente, riegos abundantes para evitar la pérdida de plantas por deshidratación. Se sugiere colocar malla
sombra al 60%.
Podas de brotación. Se realizan podas semanales al patrón, para favorecer la brotación de la yema clonal.
Después de que la planta madure de uno a dos ciclos foliares estará lista para su trasplante en campo.

102
A. Recorte o descope del patrón, 10 cm arriba de la placa del injerto, una semana antes del arranque. B. Tocones arrancados, la longitud
de raíz principal debe ser de al menos 40 cm. C. Desbarbe de tocones, se eliminan las raíces secundarias hasta 1 cm de
longitud. D. Desinfección de tocones, con una solución del fungicida Benomyl al 0.1% (Promyl 50®, 2 g por litro de agua). E. Aplicación del
enraizador AIB (ácido Indolbutírico), a 1 500 ppm. F. Tocones listos para la siembra, pueden trasladarse a la plantación definitiva o
bien trasplantarse en bolsa.

Figura 61. Preparación de tocones injertados.

103
A. Hoyadura, con una estaca puntiaguda de 50 cm se hace un hoyo en el suelo de la bolsa. B. Distribución de los tocones
en las bolsas. C. La compactación del suelo de la bolsa se realiza firmemente para evitar bolsas de aire y la pudrición del tocón.
D. La orientación de las placas del injerto deberá realizarse hacia las calles (una línea hacia la izquierda y otra a la derecha). E. La
brotación de los tocones inicia a los ocho días, se realizarán podas continuas. F. Planta injertada con dos ciclos foliares,
lista para establecerse en la plantación definitiva.

Figura 62. Trasplante de tocones a bolsa.

104
Tocón desarrollado
Cuando las plantas están injertadas con el método en café o en verde, los tocones pueden llevarse a la
plantación definitiva, embolsarse, o bien dedicarse a la producción de tocón desarrollado con 2.4 m de
corteza café, para lo cual, hecho el descope del patrón, se permite el desarrollo del brote clonal en el
vivero de piso, hasta que el tallo alcance una circunferencia de 11 cm y una altura mayor a 2.4 m. Para
obtener tocones desarrollados se sugiere sembrar en el vivero a 0.50 x 0.50 m o 1.0 x 1.0 m. Con estos
espaciamientos, se obtienen densidades de 34 572 y 10 000 plantas por hectárea, respectivamente (Ruíz, 1992).
Al momento que el tocón alcanza las dimensiones antes indicadas, está listo para que antes de 40 días del
trasplante al lugar definitivo se pode la raíz principal a una profundidad de 60 cm; posteriormente, 10 días
antes del trasplante se descopa a 2.5 m de altura, cuidando que el corte sea en diagonal y 5 cm por arriba de
las cicatrices de un ciclo de hojas; se sella el corte con pintura vinílica y el tallo se pinta con una solución
de cal (2 kg en 100 litros de agua). En esas condiciones el tocón se puede transplantar al lugar definitivo, lo
cual se hace antes de que broten las yemas que formarán la nueva copa del árbol, después de 8 a 10 días
(Figura 63).
El material desarrollado es una buena opción para reponer fallas que ocurren hasta el segundo año de
establecidas las plantaciones definitivas.

Este material también se utiliza para el replante de plantaciones establecidas el año anterior.
Figura 63. Plantación de hule, recién establecida con tocón desarrollado de 18 meses en vivero.

Estructura de costos
La estructura general de costos se integra por el establecimiento, con un valor de $34 031.00 (Cuadro 32), en
el caso del mantenimiento del periodo preproductivo (primeros seis años) es de $46 427.00 (Cuadro 33). El
costo total de establecimiento y mantenimiento de la plantación es de $80 458.00.

105
Cuadro 32. Costos del establecimiento de jardines de multiplicación.
Precio
Unidad de Importe
Concepto Cantidad Unitario
Medida ($)
($)
Limpia General del Terreno - - - 2 100.00
Labores de limpieza Jornal 15 140.00 2,100.00
Preparación de terreno - - - 4,620.00
Preparación de suelo y apertura de cepas Jornal 25 140.00 3,500.00
Trazo y distribución Jornal 8 140.00 1,120.00
Plantación - - - 20,520.00
Adquisición de planta injertada Planta 556 30.00 16,680.00
Flete de traslado de planta Servicio 1 1,600.00 1,600.00
Maniobra de planta y acarreo Jornal 6 140.00 840.00
Trasplante Jornal 8 140.00 1,120.00
Replante Jornal 2 140.00 280.00
Control de Maleza - - - 3,480.00
Limpia de líneas Jornal 10 140.00 1,400.00
Limpia de calles Jornal 10 140.00 1,400.00
Herbicida Litro 4 100.00 400.00
Aplicación de herbicidas Jornal 2 140.00 280.00
Fertilización - - - 780.00
Fertilizante 17-17-17 (100 g/planta) kg 50 10.00 500.00
Aplicación Fertilizante Jornal 2 140.00 280.00
Labores de Cultivo - - - 840.00
Guardarraya Jornal 4 140.00 560.00
Poda de brotación Jornal 2 140.00 280.00
Control Fitosanitario - - - 1,691.00
Insecticidas Litro 1 155.00 155.00
Fungicida Paquete 1 936.00 936.00
Rodenticida Paquete 1 180.00 180.00
Aplicación de insecticida, fungicida y rodenticida Jornal 3 140.00 420.00
Total - - - 34,031.00
No se considera el establecimiento de cultivos de cobertera, ni cultivos intercalados

106
Cuadro 33. Costos del mantenimiento de una plantación de hule en la etapa preproductiva.

Precio Año 1 Año 2 Año 3 Año 4 Año 5 Año 6


Unidad de Unitario
Concepto
medida Importe Importe Importe Importe Importe Importe
($) Cantidad Cantidad Cantidad Cantidad Cantidad Cantidad
($) ($) ($) ($) ($) ($)

Control de Maleza 7 080.00 5 400.00 3 680 3 680.00 3 120.00 2 640.00


Limpia de líneas Jornal 140 18 2520 12 1 680 10 1 400 10 1400 8 1120 8 1120

Limpia de calles Jornal 140 16 2240 10 1 400 8 1 120 8 1120 6 840 6 840

Herbicidas Litro 100 12 1200 12 1 200 6 600 6 600 6 600 4 400


Aplicación de
Jornal 140 8 1120 8 1 120 4 560 4 560 4 560 2 280
Herbicida
Fertilización 1 280 1 780 2 280 2280 2780 3280
Fertilización
Kilogramo 10 100 1 000 150 1 500 200 2 000 200 2000 250 2500 300 3000
17-17-17
Aplicación Fertilizante Jornal 140 2 280 2 280 2 280 2 280 2 280 2 280
Control Fitosanitario 1 691.00 1 536
Insecticida Litros 155 1 155 0 0 0 0 0
Fungicida Paquete 936 1 936 1 936 0 0 0 0
Rodenticida Paquete 180 1 180 1 180 0 0 0 0
Aplicación
Jornal 140 3 420 3 420 0 0 0 0
agroquímicos
Podas 280 280 0 0 0 0
Podas Jornal 140 2 280 2 280 0 0 0 0
Guardarraya Jornal 140 4 560.00 4 560 4 560 4 560 4 560 4 560
10 891 6
Total 9 556 6 520 6 520 6 460
480.00

107
Referencias
Comité Nacional del Sistema Producto Hule. 2009. Plan Rector 2009. SAGARPA. Villahermosa, Tab., México. 44 p.
Compagnon, P. 1998. El Caucho Natural; Biología, Cultivo, Producción. Trad. Cecilia Vaglio Rivas, Jorge Cordera Franzen, Benoit Jobbé-
Duval. Edición en español: Consejo Mexicano del Hule y CIRAD. 701p.
De Padua Alvarenga A. y Ferreira de Santana do Carmo C.A., 2008. Seringueira. Empresa de Pesquisa Agropecuária de Minas Gerais.
Centro Tecnológico da Zona da Mata (EPAMIG). Viçosa, Brasil. 893 p.
Dijkman, M. J. 1951. Hevea: Thirty years of research in the Far East. University of Miami Press Miami, FL, USA. 329 p.
Hidalgo, C. H. 1986. Manual de producción de planta injertada de hule. Campo Experimental “El Palmar”. SARH. INIFAP. CIRGOC. Tezonapa,
Ver., México. Folleto para Productores Núm. 2. 26 p.
López M., R. 1983. El injerto en verde en el hule Hevea. Campo Experimental El Palmar, SARH. INIF. Tezonapa, Ver. Folleto Técnico
Núm. 1. 15 p.
Malaysian Rubber Board (MRB). 2009. Rubber Plantations & Processing Technologies. Kuala Lumpur, Malaysia. 404 p.
Marattukalam, J. G. and V.C. Mercykutty. 2000. Propagation techiques. In: Natural Rubber, Agromanagement and crop processing. Ed.
P.J.George and C. Kuruvilla Jacob. Rubber Res. Inst. of India. Rubber Research Institute of India, Rubber Board. Kottayam,
India. 648 p.
Picón, R. L., E. Ortiz C. y J. M. Hernández C. 1997. Manual para el cultivo del hule Müell. Arg. Campo Experimental El Palmar. INIFAP.
CIRGOC. Tezonapa, Ver., México. Folleto Técnico Núm. 18. 103 p.
Punoosse, K. I. and R. Lakshmanan. 2000. Nursery and field establishment. In: Natural Rubber, Agromanagement and crop processing. Ed.
P.J.George and C. Kuruvilla Jacob. Rubber Res. Inst. of India. Rubber Research Institute of India, Rubber Board. Kottayam,
India. 648 p.
Rubber Research institute of India (RRII). 2000. Natural Rubber, Agromanagement and Crop Processing. (P.J. George and C. K. Jacob, Ed.)
Kerala, India, India: Rubber Research institute of India. Rubber Board. India. 648 p.
Ruiz A., S. 1992. Producción de tocón desarrollado de hule Hevea brasiliensis Muell. Arg. Campo Experimental El Palmar, SARH. INIFAP.
CIRGOC. Tezonapa, Ver., México. Folleto Técnico Núm. 1. Área Forestal. 14 p.

108
Índice de sitio, crecimiento y productividad
Bertha Patricia Zamora Morales, Martín Enrique Romero Sánchez,
Marisela Cristina Zamora-Martínez y María Cecilia del Carmen Nieto de Pascual Pola

Introducción
La calidad de sitio es la base para desarrollar sistemas de clasificación de terrenos forestales de acuerdo a
su capacidad productiva. El índice de sitio es el método más utilizado en México y en otras partes del mundo
para estimar la productividad de los terrenos forestales, ya que es una expresión numérica fácil de entender
y es independiente de la densidad. Es una medida del potencial de producción de una especie forestal en
un sitio específico; así, a mejor calidad de sitio mayor producción.
En México se han generado modelos para estimar la productividad de distintas especies de coníferas y
latifoliadas de zonas templadas; sin embargo, son pocos los esfuerzos para el caso del árbol de hule (Hevea
brasiliensis); por lo que es relevante caracterizar el crecimiento de esta especie en diferentes regiones del
sureste mexicano para relacionarlo con la calidad del sitio en términos edafológicos y así poder estimar la
productividad de las plantaciones. A partir de dicha necesidad, en el Folleto Técnico Núm. 24 de la serie
hule: “Características edáficas de plantaciones de hule [Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.] y
su relación con la productividad del sitio” se hace una descripción detallada sobre los principios matemáticos
que un grupo de especialistas empleó para determinar el índice de sitio, crecimiento y productividad de
plantaciones de dicha especie, en las principales entidades federativas, en las que crece con éxito. Para ello,
se consideraron plantaciones de H. brasiliensis ubicadas en cuatro estados del sureste mexicano; en los
cuales se realizó el levantamiento de datos a través de muestreos y mediciones de variables dasométricas. Se
probaron seis modelos, de ellos, el que mejor describe la relación altura dominante – edad es el Weibull:

Excepto para las plantaciones de Chiapas, en las cuales los mejores modelos son el de von Bertalanffy:

y Schumacher:

De acuerdo a los análisis que se documentan en el folleto antes citado, la temperatura, el pH y el contenido
de humedad en el suelo están directamente correlacionadas con el crecimiento de las plantaciones de hule
ubicadas en Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz.

Características edáficas y productividad


La productividad es un concepto que describe la capacidad o el nivel de producción por unidad de superficie
de tierras cultivadas, la cual puede ser estimada para un sitio a partir del crecimiento de las masas forestales, y
la influencia que reciben estas por factores ecológicos, edáficos, climáticos y genéticos; así como de las
técnicas y tratamientos culturales para el manejo de la planta.
Bajo ese contexto, se estima que el sureste mexicano tiene las condiciones edáficas y climáticas óptimas
para establecer plantaciones de hule en los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco (Rojo et al.,

109
2011). Sin embargo, existe la necesidad de información puntual sobre las características edáficas que el
trópico húmedo del sureste mexicano ofrece para el establecimiento de plantaciones de dicha especie, ya
que la elección de un sitio con características edáficas adecuadas para el crecimiento de los árboles de hule
reducirá los costos en el manejo de la plantación.
Diversos estudios han permitido establecer que los principales factores edáficos que inciden en la productividad
son la profundidad, la textura, el pH, el porcentaje de saturación de bases y el drenaje interno (Cuadro 34)
(Rivera, 2003). Lo anterior se asocia a que el sistema radicular del hule es pivotante y radial, por lo que el suelo
debe ser profundo para favorecer la absorción de nutrimentos de las raíces laterales, además es importante
para un mejor anclaje al árbol y mejora las posibilidades de suministro de agua durante la temporada seca
(Vernou, 1980).

Cuadro 34. Requerimientos edáficos del árbol del hule considerados en cada subunidad de suelo del trópico
húmedo mexicano.
Propiedad física o Grado de severidad en la limitación
química Deseable Menor Seria Muy seria
Profundidad*(cm) ≥ 101 100 - 61 60 - 25 < 25

70 – 50% arena 90 – 71% arena > 91% de arena


Textura Franca 70 – 50% limo 90 – 71% limo > 91% de limo
70 – 50% arcilla 90 – 71% arcilla > 91% de arcilla

Deficiente o
Drenaje Bien drenado Moderado Pobre o excesivo
rápido

pH 4.5 - 5.0 5.0 – 6.0 < 4.5 y 6.0 – 6.5 > 6.5

El conocimiento de las propiedades fisicoquímicas del suelo, en particular el aporte nutrimental y su


relación con el metabolismo de las plantas, permite contar con más elementos al momento de establecer
plantaciones con H. brasiliensis, para que se desarrolle de manera exitosa, por ello hay que tener presente
que las necesidades nutrimentales del hule se basan, principalmente, en la disponibilidad de nitrógeno,
fósforo, potasio, calcio y magnesio (Vaois 1980; Jacob and Serres, 1988); pues el exceso o deficiencia de
algunos de esos elementos se traduce en problemas severos para la planta, por lo que un buen manejo
requerirá de un programa de fertilización específico.
Por la importancia que tiene la producción de hule, se han definido algunos intervalos óptimos (Chacón-Pardo,
2012) de los minerales más importantes para el correcto desarrollo de la especie (Cuadro35).
Cuadro 35. Intervalo de características físico-químicas del suelo para plantaciones de alta y baja productividad.
Plantación Alta productividad Baja productividad
Variable Intervalo Intervalo
Materia Orgánica Muerta (%) 2.33 - 3.72 1.92- 3.42
pH 4.53 - 5.01 4.60 - 5.04
Nitrógeno (mg kg ) -1
33.80 - 53.99 27.83 - 49.60
Fosforo (mg kg ) -1
2.32 - 15.98 2.01 - 11.27
Potasio (mg kg ) -1
17.51 - 51.29 13.76 - 51.29
Calcio (mg kg-1) 50.02 - 160.06 40.02 - 163.81
Magnesio (mg kg-1) 11.24 - 23.73 8.74 - 22.48
Sodio (mg kg )-1
11.25 - 21.25 10.00 - 32.50

110
La caracterización fisicoquímica de los suelos presentes en el trópico húmedo mexicano, en particular, los
ubicados en las zonas productoras de hule (cuadros 36 y 37) evidencian una amplia variabilidad, resultado
de la interacción de factores ambientales como el tipo de roca, la precipitación, la temperatura, el tipo de
vegetación y la acción de los microorganismos (hongos y bacterias) de cada una de ellas.
Cuadro 36. Intervalos mínimo y máximo de propiedades fisicoquímicas presentes en los suelos* de las
zonas productoras de hule de los estados de Chiapas y Oaxaca.
Chiapas Oaxaca
Edad de la plantación Desarrollo Producción Desarrollo Producción
Materia orgánica (%) 1.60 - 5.44 2.44 - 3.26 1.65 - 4.13 1.78 - 5.70
pH 5.03 - 5.65 5.42 - 5.62 4.56 - 5.17 4.61 - 5.18
Nitrógeno Amoniacal (mg kg ) -1
5.84 - 8.87 8.14 - 14.4 7.25 - 99.4 8.06 - 189
Nitrógeno Nítrico (mg kg ) -1
33.5 - 64.9 6.70 - 16.80 6.80 - 34.50 3.05 - 25.40
Capacidad de Intercambio
1.35 - 9.87 4.27 - 15.62 5.76 - 13.08 5.70 - 21.07
Catiónico
Potasio (mg kg⁻1) 30.0 - 150.0 32.0 - 68.0 18.0 - 62.0 16.0 - 64.0
Sodio (mg kg ) -1
4.0 - 26.0 10.0 - 63.0 2.0 - 28.0 4.0 - 14.0
Calcio (mg kg-1) 20.0 – 35.6 10.2 – 14.6 2.40 – 9.80 1.60 – 6.40
Magnesio (mg kg-1) 2.35 – 8.37 1.95 – 2.91 0.49 – 3.84 0.26 – 2.12
Fósforo (mg kg ) -1
1.71 - 3.20 1.96 - 2.59 1.33 - 5.55 0.92 - 3.64
Boro (mg kg ) -1
0.07 - 0.29 0.08 - 0.25 0.14 - 0.37 0.10 - 0.37
Fierro (mg kg-1) 10.68 - 84.14 24.65 - 80.44 9.70 - 110.98 8.68 - 58.39
Cobre (mg kg-1) 0.66 - 1.98 0.98 - 2.63 0.16 - 0.78 0.06 - 0.80
Manganeso (mg kg ) -1
5.72 - 15.59 3.10 - 15.95 2.57 - 20.61 1.63 - 22.03
Zinc (mg kg ) -1
0.16 - 1.72 0.14 - 0.49 0.22 - 1.47 0.06 - 2.50
Capacidad de Campo (%) 8.07 - 25.82 15.38 - 32.86 14.22 - 37.43 21.68 - 42.24
Punto de Marchitez Permanente (%) 3.80 - 13.11 5.61 - 13.48 7.24 - 27.87 8.88 - 28.08
Porcentaje de Carbonato de
1.68 - 1.68 1.68 - 1.68 1.68 - 1.68 1.68 - 1.68
Calcio (%)
Porcentaje de Sodio
0.23 - 3.86 0.28 - 5.10 0.13 - 1.75 0.08 - 0.91
Intercambiable (%)
Arena (%) 46 - 80 38 - 58 14 - 60 20 - 58
Arcilla (%) 6.0 - 28 8.0 - 26 14.0 - 56 20.0 - 60
Limo (%) 14.0 - 30 30.0 - 38 20.0 - 30 18.0 - 28
Franco arcilloso Francosa Arcillosa Franco arcillo
Clasificación Textural arenoso - areno - franco - franco arenosa - franco
francosa arcillosa arcillosa arcillosa
*Profundidad de 0-30 cm.

111
Cuadro 37. Intervalos mínimo y máximo de propiedades fisicoquímicas presentes en los suelos* de las
zonas productoras de hule de los estados de Tabasco y Veracruz.
Chiapas Oaxaca
Edad de la plantación Desarrollo Producción Desarrollo Producción
Materia orgánica (%) 2.04 - 7.40 2.44 - 5.21 3.15 - 5.41 3.56 - 5.07
pH 4.78 - 5.11 4.75 - 5.3 5.03 - 5.28 4.72 - 5.33
Nitrógeno Amoniacal (mg kg-1) 6.31 - 101 4.41 - 84.1 4.49 - 113 7.30 - 131
Nitrógeno Nítrico (mg kg ) -1
2.50 - 44.30 2.50 - 22.60 16.40 - 26.90 4.07 - 68.4
Capacidad de Intercambio Catiónico 4.37 - 28.37 2.81 - 26.35 1.06 - 12.35 5.39 - 9.83
Potasio (mg kg⁻ ) 1 10.0 - 58.0 6.0 - 112.0 22.0 - 50.0 16.0 - 58.0
Sodio (mg kg ) -1
10.0 - 44.0 2.0 - 60.0 6.5 - 14.0 6.0 - 18.0
Calcio (mg kg-1) 1.40 – 25.60 1.20 – 9.00 8.00 – 9.20 2.20 – 17.20
Magnesio (mg kg-1) 0.37 – 2.68 0.22 – 1.37 2.36 – 4.07 0.56 – 4.29
Fósforo (mg kg ) -1
1.02 - 2.88 1.20 - 4.64 1.86 - 20.48 1.21 - 6.21
Boro (mg kg ) -1
0.19 - 0.35 0.17 - 0.38 0.19 - 0.37 0.21 - 0.38
Fierro (mg kg ) -1
19.07 - 68.91 22.12 - 77.71 13.04 - 32.11 7.23 - 27.39
Cobre (mg kg-1) 0.13 - 3.05 0.11 - 1.86 0.55 - 1.25 0.16 - 0.89
Manganeso (mg kg ) -1
0.10 - 8.92 0.27 - 21.92 9.13 - 54.97 6.04 - 29.09
Zinc (mg Kg ) -1
0.08 - 0.48 0.08 - 0.51 0.26 - 0.71 0.20 - 1.02
Capacidad de Campo (%) 20.34 - 34.08 16.79 - 42.87 32.55 - 38.13 31.74 - 42.02
Punto de Marchitez Permanente (%) 7.41 - 23.43 7.52 - 28.21 21.32 - 27.58 19.23 - 29.94
Porcentaje de Carbonato de Calcio (%) 1.68 - 1.68 1.68 - 1.68 1.68 - 1.68 1.68 - 1.70
Porcentaje de Sodio Intercambiable (%) 0.27 - 4.38 0.16 - 8.65 0.28 - 4.91 0.33 - 1.26
Arena (%) 28 - 62 16 - 60 8.0 - 26 8.0 - 40
Arcilla (%) 12.0 - 44 8.0 - 52 42 - 62 34 - 66
Limo (%) 22.0 - 42 20.0 - 42 20.0 - 42 18.0 - 34

Franco Franco arcillo


Arcillosa - Arcillosa - franco
Clasificación Textural arenosa - arenosa -
arcillo limosa arcillosa
arcillosa francosa
*Profundidad de 0-30 cm

Con base en las propiedades fisicoquímicas de los suelos procedentes de plantaciones ubicadas en Chiapas,
Oaxaca, Tabasco y Veracruz es posible establecer que, en general, presentan valores dentro
de los intervalos óptimos documentados en la literatura para fósforo, calcio, magnesio, potasio y materia
orgánica. Solo en el caso de Chiapas sus concentraciones y porcentaje (materia orgánica) son inferiores. En el
folleto técnico de la serie hule: “Características edáficas de plantaciones de hule [Hevea brasiliensis (Willd.
ex A. Juss.) Müell. Arg.] y su relación con la productividad del sitio” se hace una descripción más
detallada de las características fisicoquímicas de los suelos de las zonas productoras de hule, en el que se
reconoce que aun cuando algunos suelos pueden carecer de las condiciones más favorables, son aceptables,
si se asume que la especie no dará su mejor producción en esos lugares, pero si se realizan los programas de
manejo y fertilización específicos para cada zona se alcanzarán rendimientos favorables.

112
Referencias
Chacón-Pardo, E. 2012. Obtención de la norma de diagnostico y recomendación integral (DRIS) para el cultivo de caucho (Hevea brasiliensis)
en la Altillanura Colombiana. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Agronomía. Bogotá, Colombia. 80 p.
Rojo M., G. E., R. Martínez R. y J. Jasso M. 2011. El cultivo del hule en México. Universidad Autónoma Indígena de México/Colegio de
Postgraduados. Campus Montecillo. Texcoco, Edo. de Méx., México. 317 p.
Vernou, P. 1980. Preparation et mise en plase des plants d´hevéa en côte dÍvore. Rev. Gen. Caout. Plast. 57 (604): 103-108.

113
Establecimiento de la plantación
Elías Ortíz Cervantes

Época de plantación
La plantación debe establecerse, preferentemente, en la época más lluviosa del año, de no ser así, y si el
material vegetal es tocón a raíz desnuda, se retrasa o anula la brotación de la yema injertada y el desarrollo
inicial del brote clonal (Picón et al., 1997).
Si se van a utilizar materiales vegetales avanzados, como plantas en bolsa con tres ciclos de hoja madura
o tocones desarrollados durante 18 meses en vivero de piso, la plantación se puede realizar a finales del
periodo de lluvias (Picón et al., 1997).

Selección del terreno


Condiciones de los predios. Los predios deben de cumplir con algunas condiciones para ser aptos para
la siembra del hule: a) no estar en terrenos bajos que se inunden durante la temporada de lluvias,
o que aflore el manto freático; b) no estar a la orilla de ríos o arroyos que cambien constantemente
de curso o se desborden; c) ubicarse dentro del área donde se puedan intercalar cultivos básicos o
perennes; d) contar con vías de acceso transitables todo el año en vehículo de motor; y e) estar cercanos a
un núcleo de población para disponer de mano de obra para todas las labores del cultivo, sobre todo con
grandes extensiones.
Drenaje del terreno. En terrenos con encharcamientos temporales deberán de hacerse pequeños drenes,
con la finalidad de evitar daños a las plantas y favorecer su desarrollo (Figura 64).

Figura 64. Drenes en terrenos con pequeños encharcamientos temporales.

114
Preparación del terreno
Después de seleccionados los terrenos, su preparación para la plantación de materiales injertados es
muy importante. Cuando son grandes plantaciones, antes se llevarán a cabo inspecciones para delimitar
bloques, caminos de acceso y carreteras.
La preparación del terreno debe iniciarse, preferentemente, durante la época de seca y concluirla antes del
inicio de las lluvias. En primer lugar, se elimina la vegetación existente, mediante formas accesibles a los
futuros productores: manual o con maquinaria agrícola. No se aconseja usar maquinaria pesada, ya que
puede destruir el suelo, al exponerlo a la compactación y erosión. Para evitar altos costos en la preparación
del terreno y manejo de las plantaciones, se prefieren los terrenos con pendiente suave o moderada y
cubiertos con gramas nativas, agrícolas o vegetación secundaria (acahuales). De acuerdo a las condiciones
iníciales, debe de tenerse en cuenta la conservación de los suelos y adoptar prácticas adecuadas a
cada situación.
En zonas de acahuales bajos, ligeros y no compactados, después de la limpia, es posible plantar
directamente, sin necesidad de laboreo con maquinaria. Al realizar la limpia del terreno se incorpora la
vegetación cortada como materia orgánica, en caso de que se opte por quemar la hierba se seguirán las
precauciones determinadas por la ley.
En terrenos ganaderos o compactados, después de eliminar la vegetación, se realiza un subsoleo con
tractor a una profundidad de 60 a 80 cm, se barbecha a una profundidad de 20 a 40 cm y se pasa la rastra
una o dos veces. En los terrenos planos la preparación consiste en un barbecho y dos pasos de rastra
(Figura 65).

Figura 65. Preparación del terreno.

115
Trazo del terreno
Se requiere contar con el terreno cercado, para ello se utilizan alrededor de seis rollos de alambre de púas de
300 m, 200 postes, 5 kg de grapas y 12 jornales por hectárea. El cercado es imprescindible para proteger
las plantaciones en desarrollo de daños ocasionados por animales domésticos, como cerdos, vacas,
borregos, etcétera.
El trazo de la plantación está determinado por la topografía del terreno, preferentemente deben elegirse
terrenos planos para disminuir los costos del cultivo. En sitios accidentados, es recomendable realizarlos en
curva de nivel y con trabajos de protección antierosiva, tales como terrazas o taludes. La finalidad de esta
actividad es colocar las plantas en forma simétrica dentro de la plantación definitiva. Para el trazo se
usa el método práctico conocido como del “triángulo rectángulo”, que emplea el triángulo rectángulo 3, 4, 5
o cualquiera de sus múltiplos. Los materiales requeridos son rafia, una cinta métrica de 50 m, estacas de 1 m,
varas rectas de 2 m, cal hidratada y un mazo de madera.
Las actividades son las siguientes: a) marcar una línea principal o base en el lindero del terreno,
preferentemente, en sentido este-oeste; b) trazar una línea perpendicular a la principal, con la técnica del
triángulo rectángulo 3, 4, 5 o cualquiera de sus múltiplos; c) trazar de la misma forma, las otras dos líneas
hasta completar el rectángulo; e) colocar estacas con una separación de 6 m entre hileras y 3 m entre
puntos, o a la distancia de plantación seleccionada; g) tirar las líneas a lo largo y ancho del polígono,
conviene orientar las calles en el sentido de los vientos dominantes de la región (norte-sur). En terrenos planos y
bien preparados pueden marcarse los puntos de plantación con cal y se usan los arreglos de plantación
cuadrados y rectangulares, para lo cual se emplea el método del triángulo rectángulo 3, 4, 5 o cualquiera
de sus múltiplos (Figura 66).

Figura 66. Trazo del terreno.

Arreglo de la plantación
Se sugiere el arreglo de plantación rectangular, con distancias de 6 m x 3.5 m y 6 m x 3 m, con densidades
de población de 476 y 556 árboles, respectivamente. Las densidades más bajas pueden emplearse con
productores que tienen grandes extensiones, en donde se hace un balance entre los costos de pica y el
rendimiento, mientras que las mayores densidades se utilizan con los pequeños productores y ejidatarios,

116
en las que debe optimizarse el uso de la tierra. Como recomendación general, se sugieren los arreglos
de plantación con áreas entre 18 y 24 m2 por planta, para tener buen desarrollo. En terrenos con alta
pendiente puede plantarse a 9 x 2.5 m y en lugares planos a ligeramente ondulados, los arreglos 8 x 2.5 m,
10 x 2.0 m, 8 x 3 m, 5 x 4 m, 6 x 3 m, 6 x 3.5 y 6 x 4 m.

Hoyadura
Las cepas se abren de 5 a 20 días antes del trasplante. El tamaño de la cepa depende del tipo de material
por plantar. Para las plantas de dos ciclos de hojas maduras, las cepas medirán 40 cm x 40 cm x 55 cm, con
la finalidad de facilitar el trasplante de los árboles (Figura 67). Las cepas se realizan manualmente, con el auxilio
de talachos, barretas, palas o cavadores, o bien en forma mecánica con barrenos de 30 cm de diámetro que se
adaptan a la toma de fuerza del tractor. En terrenos ligeros o bien preparados con maquinaria, es posible el
uso de motoperforadoras, con las que logran avances superiores a 1 000 hoyos por día.

Figura 67. Ejemplo de una Hoyadura de 40 x 40 x 55 cm.

117
Manejo de la plantación en etapa preproductiva
Elías Ortíz Cervantes

Establecimiento de coberteras o cultivos intercalados


Los cultivos de cobertera son recomendables, principalmente, para prevenir la erosión en terrenos con
pendientes pronunciadas. Esta práctica ayuda también a mejorar la fertilidad y controlar la temperatura de
los suelos, así como a suprimir el crecimiento agresivo de las malezas. El cultivo de leguminosas presenta la
ventaja de fijar nitrógeno. Aunque, pueden usarse diferentes especies de leguminosas, se prefiere emplear
kudzu tropical [Pueraria phaseoloides (Rox.) Benth.], la cual origina una cubierta vegetal espesa. Otras
opciones son Calopogonium muconoides Desv., Centrosema pubescens Benth. y Mucuna deeringiana
(Bort) Merr (Figura 68).
La cobertera más usual es el kudzú tropical (Pueraria phaseoloides), cuyas ventajas se resumen en ser
un fijador natural del nitrógeno, reduce la erosión, mantiene la humedad del suelo, disminuye los costos de
control de maleza, mejora la estructura del suelo y es forraje para ovinos.
En los terrenos mecanizables preparados previamente, es muy fácil y rápido su establecimiento. La siembra
de la cobertera se hace en los 4 m centrales de las calles de la plantación, se usan de 4 a 6 kg de semilla por
hectárea. Se siembra al voleo o en surcos separados a 1 m, colocando de 5 a 10 semillas cada 50 cm. En
el caso de terrenos que no fueron preparados con maquinaria, la siembra puede efectuarse con el terreno
limpio en forma mateada, a espeque, mediante un arreglo similar al indicado anteriormente.

En México se han usado como coberteras las leguminosas Canavalia ensiformis


(izquierda), Mucuna deeringiana (derecha) y Pueraria javánica (abajo).
Figura 68. Semillas de leguminosas.

Cuando no se dispone de semilla se utilizan esquejes de kudzu procedentes de plantaciones establecidas


en años anteriores. Para preparar los esquejes, se recolectan guías de aproximadamente 1 m de longitud
y se eliminan las 2/3 partes de las láminas foliares. Posteriormente, se hacen de dos a tres surcos, de 10
cm de profundidad en las interlíneas (calles) de la nueva plantación, se colocan las guías y se cubren con
tierra, apisonando firmemente (figuras 69 y 70).

118
Figura 69. Plantación de hule con kudzú (Pueraria javanica) como cultivo
de cobertera.

Figura 70. Plantación con nescafé (Mucuna deeringiana) como cultivo


de cobertera.

Cultivos intercalados anuales y bianuales


En los primeros dos o tres años el terreno no está ocupado totalmente por los árboles de hule y el espacio
entre líneas puede usarse para el crecimiento de cultivos intercalados, que no interfieran con el crecimiento
de las plantas de hule (Figura 71). Esto apoya a los productores a generar ingresos durante el periodo
preproductivo. Los cultivos más comunes son maíz, frijol, piña, plátano, chile, entre otros. Sin embargo,
en plantaciones de hule establecidas en laderas, se requiere tener cuidado con la erosión de los suelos y
retener humedad con la colocación de zacate seco al pie de los árboles (arrope), los rendimientos pueden
ser muy bajos y por lo tanto los ingresos no son considerables.

119
Figura 71. Maíz intercalado en plantaciones de hule en desarrollo.

Cultivos perennes intercalados


En el caso de plantaciones perennes adultas, cuando se considera la reconversión productiva de
plantaciones de cítricos y café robusta a hule, debe llevarse a cabo un manejo especial. Las distancias
de plantación coincidirán con las antiguas plantaciones; por ejemplo, para plantaciones de cítricos, donde
la siembra comúnmente es a 8 x 4 m, los árboles de hule se establecen al centro de las interlíneas y se
reduce la distancia entre plantas a 2.70 m, para lograr una densidad de 463 plantas por hectárea. En
el caso de plantaciones de cítricos establecidas a 7 x 4 m, la plantación se hace a 7 x 3 m para lograr una
densidad de 476 plantas por hectárea. Asimismo, es deseable realizar una poda a la plantación original para
favorecer el desarrollo del hule, de tal forma que se obtenga una producción durante los siguientes tres
a cuatro años, después de los cuales se elimina. (Figura 72).

Figura 72. Limón persa intercalado en plantaciones de hule en desarrollo.

120
Podas
Las podas tienen como propósito que la planta desarrolle un fuste recto, sin ramificaciones y con un
crecimiento uniforme. Asimismo, previenen el gasto de nutrimentos de la planta en la emergencia de
brotes vegetativos indeseables. A continuación se describen los tipos de podas que se aplican.
Poda de brotación. Consiste en la eliminación a ras del tallo de todos los brotes procedentes del pie franco
usado como patrón. En el caso de tocones injertados y plantados a raíz desnuda y yema dormida, deben
eliminarse, semanalmente, durante los primeros tres meses, después el periodo entre podas puede ampliarse.
Cuando se establece la plantación con materiales avanzados en bolsa, el número podas de este tipo
es más reducido y menos frecuente.
Poda correctiva. Se aplica en plantas con desarrollo de dos a tres ciclos de hojas, entre los cuatro y cinco
meses de edad; se consideran los siguientes casos (figuras 73, 74 y 75).
1. Se poda un brote lateral, cuando se presenta el desarrollo en forma de V, a partir del brote principal.
2. Se eliminan los brotes laterales ligeramente más desarrollos que el principal, cuando este
permanece activo y sin daños físicos.
3. Cuando muere el brote principal y se desarrollan múltiples brotes apicales, se deja solo el
más vigoroso.
4. Cuando crecen múltiples brotes, con retraso del apical, únicamente se deja el más vigoroso, para
sustituir al brote principal.

Se elimina el brote de la izquierda.


Figura 73. Poda correctiva en planta con desarrollo en forma de “V”.

121
Figura 74. Podas de brotación y correctiva (brotación en forma de “V”) para favorecer el
desarrollo del brote clonal.

Figura 75. Diferentes circunstancias en que deberán realizarse las podas correctivas en
plantaciones de hule en desarrollo.

122
Poda de formación. Su propósito es obtener plantas vigorosas y con buen balance de ramas, para evitar
daños por vientos (Figura 76). En función del desarrollo de los árboles, se presentan las siguientes etapas:
Poda en estadio A. Se realiza en plantas con cuatro ciclos foliares, entre los cinco y seis meses de edad.
Debe efectuarse cuando se presentan ramas laterales con hasta tres ciclos foliares de crecimiento a lo largo
del tallo principal. Se eliminan las ramas que crecen del tallo principal en el ciclo inferior, sin eliminar las
ramas de los ciclos superiores.
Poda estadio B. Se ejecuta en plantas con cinco ciclos foliares, entre los siete y ocho meses de edad. Si
hay ramas laterales con más de tres ciclos foliares a una altura superior a 1.0 m, eliminar el ciclo inferior y
se dejan las ramas de los ciclos superiores a lo largo del tallo. Se podan las ramas del ciclo inferior, cuando
haya cuatro ciclos foliares en el tallo principal. Si la planta no forma copa a una altura superior a 2.0 m,
deberá inducirse por el método de cubrimiento de la yema apical.
Poda estadio C. Se lleva a cabo en plantas con seis ciclos foliares, entre los nueve y diez meses de edad.
El procedimiento es similar al tipo B hasta la altura de 2.0 m, medidos a partir del punto de unión del injerto. Si el
objetivo final fuese la formación de copa más alta, la poda tipo B debe repetirse a la altura deseada.

Figura 76. Estadios de la poda de formación.

Fertilización
Los estudios nutricionales indican que el hule responde bien a la fertilización. Se ha observado que el
periodo de inmadurez puede reducirse hasta en un año, mediante la fertilización sistemática y prácticas de
manejo agronómico en árboles jóvenes.
Se recomienda el siguiente programa de fertilización: en el primer año, realizar la aplicación de 85 g de superfosfato
de calcio triple (SFT) mezclado con el suelo al momento de la plantación; después aplicar 100 g del
fertilizante compuesto triple 16 (16-16-16) antes del término de la temporada de lluvias (diciembre).
El segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto años posteriores, aplicar 200, 300, 400, 500 y 600 g, de Triple
16, respectivamente; en dos aplicaciones: la primera en junio y la segunda en diciembre.
Durante los primeros tres años la adición de fertilizantes se distribuye en círculo alrededor de la base de
la planta, cuyo diámetro depende de la edad. Se afloja el suelo con un azadón, a una profundidad
de 4 a 5 cm; el fertilizante se cubre con la tierra suelta para evitar su pérdida por volatilización. La primera
fertilización se aplica en un círculo de 30 cm (primer año), la segunda y tercera en un círculo de 50 y 60 cm,
respectivamente (segundo año); la cuarta a 80 cm y la quinta en círculos de 90 (tercer año). Durante la

123
primera fertilización, debe procurarse que las hojas de las plantas tengan el último ciclo de hojas maduro, de
lo contrario se pueden ocasionar quemaduras en las hojas tiernas. Las fertilizaciones subsecuentes, hasta el
inicio de la pica, se hacen al voleo en una franja de 2.40 m sobre la línea de plantación, con una limpia del terreno
previo a la aplicación y se afloja superficialmente el suelo (Figura 77).

Fuente: De Padua y Ferreira, 2008.


Figura 77. Forma de aplicación de fertilizantes durante el
periodo preproductivo.

Debido al alto costo de este importante insumo, se recomienda efectuar un análisis de suelo para identificar
las necesidades de nutrimentos, si los suelos tienen una fertilidad igual o superior a los del Valle de Tezonapa,
se sugiere no fertilizar (Picón et al. 1997). La fertilización depende, en cada caso, del nivel de fertilidad del
suelo y, generalmente, no se requiere después del sexto año, debido a que se va incorporando la materia
orgánica al suelo.
Las recomendaciones basadas en los análisis de suelos y hojas aseguran el sitio y la situación específica
de aplicación de fertilizantes. Los parámetros considerados se indican en los cuadros 38 y 39.

Cuadro 38. Fertilidad de un suelo estándar para hule.


Estándar
Parámetro
Bajo Medio Alto

Carbono orgánico (%) < 0.75 0.75-1.50 > 1.50


P disponible
<1.00 1.00-2.50 >2.50
(mg 100 g suelo-1)
K disponible
<5.00 5.00-12.50 >12.50
(mg 100 g suelo-1)
Mg disponible
<1.00 1.00-2.50 >2.50
(mg 100 g suelo-1)

124
Cuadro 39. Nutrimentos estándar en la hoja para hule.
Estándar
Parámetro
Bajo Medio Alto
Nitrógeno (%) <3.00 3.00-3.50 >3.50

Fósforo (%)) <0.20 0.20-0.25 >0.25

Potasio (%) <1.00 1.00-1.50 >1.50


Magnesio <0.20 0.20-0.25 >0.25

Control de maleza
Durante los primeros años de desarrollo de las plantaciones de hule debe evitarse la competencia con las
malezas por agua, luz, espacio y nutrimentos de lo contrario se tienen efectos adversos en el crecimiento
del árbol que prolongan considerablemente el periodo preproductivo del mismo. En la actualidad,
el costo del control de malezas es muy elevado, representa alrededor de 50 % del costo del periodo
preproductivo; por lo tanto, es más barato prevenir el dominio de las malezas. Los cultivos de cobertera
deben establecerse lo más pronto posible. Antes de sembrar la cobertera leguminosa, es importante
asegurarse de que el herbicida preemergente ha sido asperjado de manera uniforme en al área.
El control de malezas, normalmente, se realiza de dos formas: manual y químico (herbicidas), o la combinación
de ambos, dependiendo del costo y efectividad. Una vez establecido el cultivo de cobertera (kudzu),
las malezas se pierden, pero se requiere continuar con su control en las líneas. El manejo integrado de
malezas es un enfoque que implica la integración de los métodos de control manual y químico, junto con el
establecimiento del cultivo de cobertera durante el primer año.
Control químico. Se realiza con herbicidas, existen principalmente dos tipos: los preemergentes (aplicados
al suelo) y los posemergentes (aplicados a las malezas). Estos productos se usan, generalmente, mezclados
para reducir costos; las dosis recomendadas dependen del tipo de maleza presente (hoja ancha o angosta)
(Figura 78 y Cuadro 40).

Figura 78. Control químico de malezas en plantaciones de hule en desarrollo.

125
Cuadro 40. Herbicidas que pueden utilizarse para el control de malezas en plantaciones en desarrollo
de hule.
Dosis*
Producto por
Ingrediente Productos producto
Tipo de malezas bomba de Frecuencia
activo comerciales comercial por
18 L
hectárea
Dos a tres veces al año con
Glifosato Faena 3.0 L 120 mL
aplicaciones trimestrales.
Diuron + Karmex 80 + Tres a cuatro veces al año
500 g + 3.0 L 20 g + 120 mL
Malezas de hoja Paraquat Gramoxone con aplicaciones bimestrales.
angosta (zacates) Cuatro veces al año con
Paraquat Gramoxone 3 litros 100 mL
intervalos de 6 a 8 semanas.
Diuron + Tres a cuatro veces al año
Gramocil 3.0 100 mL
Paraquat con aplicaciones bimestrales
Diuron + Karmex 80 + Tres a cuatro veces al año
500 g + 3.0 L 20 g + 120 mL
Paraquat Gramoxone con aplicaciones bimestrales.
Cuatro veces al año con
Malezas de hoja Paraquat Gramoxone 3L 100 mL
intervalos de 6 a 8 semanas.
ancha (hierbas)
De acuerdo a la abundancia
2, 4-D Amina Fitoamina 1.5 L 60 mL de malezas (malezas de hoja
ancha).
Glifosato +
Faena + Ally 1.5 litros + Dirigida a las malezas, de
Metsulfuron 70 mL + 3 g
60 75 g acuerdo a la abundancia.
metil
Mezcla de
Karmex 80 + Dirigida a las malezas, de
malezas (hoja Diuron +
Gramoxone 500 g + 3.0 L 20 g + 120 mL acuerdo a la abundancia, sin
ancha y hoja Paraquat
asperjar los árboles.
angosta)
Glifosato + Faena + Dirigida a las malezas, de
120 mL +
sulfato de Sulfato de 3 L + 5 kg acuerdo a la abundancia, sin
200 g
amonio amonio asperjar los árboles.
Dirigido a las malezas
Haloxifop-
Malezas de hoja Galant 240 350 g 35 g presentes en el cultivo de
metilo
angosta en la cobertera.
cobertera de Dirigido a las malezas
Pueraria Fluazifop-butil Fusilade 400 g 40 g presentes en el cultivo de
cobertera.
Glufosinato Aplicación dirigida a los
Helechos Basta 15 SL 6.0 L 240 mL
de amonio helechos.
* Las cantidades de productos comerciales pueden variar de acuerdo a la cobertura y altura de las malezas. Por disponibilidad se sugieren los productos
comerciales indicados, aunque pueden usarse las cantidades equivalentes de ingrediente activo de otros productos comerciales.

Control manual de malezas. Consiste en la limpieza del cajete, el cual es un circulo de 1.5 a 2.0 metros
de diámetro alrededor de cada planta, o más cuando la leguminosa es agresiva y de hábito trepador (Figura 79).
El control manual de malezas con machete (chapeo) ha sido la opción tradicional desde el inicio del cultivo
del hule en México. El chapeo en las líneas de plantación y acolchado en la base de las plantas con maleza
seca (arrope) ayuda al inicio del establecimiento de las plantaciones.

126
Figura 79. Control manual de malezas (azadón y machete) en las líneas de plantación
cuando existe cultivo de cobertera.

Limpia de líneas. La plantación en antiguos potreros implica aportar un cuidado intenso para eliminar,
particularmente, las gramíneas que provocan un alto consumo de agua y enfermedades de las raíces. El
control manual de la maleza se efectúa mediante el uso de machete o azadón, sobre todo, en un círculo de
2 m de diámetro alrededor de las plantas; la labor se repite de cuatro a cinco veces por año (Figura 34). El
control mecánico de la maleza se recomienda en las plantaciones cuya superficie y topografía lo permitan
y que no cuenten con cobertera. Para el control químico, se sugiere aplicar dos veces por año la mezcla
compuesta de 500 g de Karmex 80 (Diuron) y 2 L de Gramoxone (Paraquat) por hectárea. Cuando
predomina la maleza de hoja angosta (pasto o zacate), se sugiere adicionar 3 L por hectárea del herbicida
Faena (glifosato). Es importante señalar que los productos anteriores deben de aplicarse cuando la corteza del
tallo de las plantas de hule son de color café, al menos en los primeros 30 cm de altura del suelo, con ello
se evita dañarlas.
La limpia de líneas y arrope consiste en la eliminación de maleza a un metro alrededor de las plantas. Para
ello se efectúan dos limpias en el primer año (octubre a abril), tres en el segundo año (julio-septiembre y
noviembre) y dos en el tercero, cuarto y quinto año (julio y octubre), mediante el cajeteo alrededor de cada planta.
Cobertera. Se considera que en una hectárea se tienen 16 líneas con una superficie de 200 m² cada una; y
se requieren seis jornales por hectárea por limpia en el primero y segundo año, en el tercero, cuarto y quinto
año solo se chapea la cobertera un metro alrededor de cada planta (cajeteo), con un jornal dos veces al año. Se
utilizan dos jornales para el arrope con los mismos residuos de la cobertera chapeada.

Referencias

Comité Nacional del Sistema Producto Hule. 2009. Plan Rector 2009. SAGARPA. Villahermosa, Tab., México. 44 p.
De Padua Alvarenga A. y Ferreira de Santana do Carmo C.A. 2008. Seringueira. Empresa de Pesquisa Agropecuária de Minas Gerais. Centro
Tecnológico da Zona da Mata (EPAMIG). Viçosa, Brasil. 893 p.
Malaysian Rubber Board (MRB). 2009. Rubber plantation and processing technologies. Malaysian Rubber Board. Kuala Lumpur, Malaysia. 404 p.
Picón R., L., E. Ortiz C. y J. M. Hernández C. 1997. Manual para el cultivo del hule Hevea brasiliensis Müell Arg. Campo Experimental El
Palmar. INIFAP. CIRGOC. Veracruz, Ver., México. Folleto Técnico No. 18. 103 p.

127
Cosecha

Elías Ortíz cervantes

Equipo para la cosecha


El material de pica necesario para la explotación de una hectárea de plantación comercial es el que se indica
a continuación:
400 Tazas de recolección
400 Soportes de alambre para tazas
400 Canalejas de lámina galvanizada de 3 x 7 centímetros
1 Marcador de consumo de corteza.
1 Cuchilla de pica descendente o Jebong
2 Brochas de 1/2”.
1 Cinta métrica de sastre o cordel
3 Cubetas de plástico (18 L).
1 Bomba rociadora para aplicar fungicidas manualmente
1 Lima de media caña (diente fino)
1 Piedra de afilar
1 Coladera de aluminio o malla de 2 mm
1 Lote de material de limpieza (jabón, cloro, fibras, etcétera)
1 Plantilla de lámina galvanizada del número 30 (banderola)
En la Figura 80 se ilustra el material de pica comúnmente usado, y en la Figura 81 se presenta la banderola,
herramienta utilizada en México para diseñar el ángulo de inclinación del tablero de pica.

Figura 80. Materiales y herramientas necesarias para la


explotación de plantaciones de hule.

128
Fuente: Delabarre y Benigno (1994).
Figura 81. Diseño de la plantilla (banderola) para marcar el
ángulo de inclinación y consumo de corteza antes
de la pica.

Recomendaciones generales para el manejo del equipo de pica


Es necesario seguir las siguientes recomendaciones para evitar la contaminación del látex:
• Para realizar la pica, generalmente, se utiliza la cuchilla de Malasia, o “cuchilla Jebong”, la cual debe
estar siempre bien afilada. Los picadores de las diferentes regiones productoras de hule en México
se han adaptado perfectamente bien a esta herramienta.
• El equipo de pica usado (cuchillas, tasas, cubetas, coladores) debe lavarse bien y tallarse con un
trapo húmedo, para prevenir la contaminación por bacterias y el deterioro del látex.
• Después del lavado, las tazas se colocan sobre el soporte en forma vertical para evitar que se
acumulen agua e impurezas.
• El tamaño de las cubetas de recolección deberá facilitar las maniobras de campo, se sugieren
cubetas hasta de 20 L de capacidad.
• Las mallas de colar sirven para separar las impurezas del látex; son recomendables las de acero
inoxidable calibre 80 o de aluminio; en caso de no contar con este tipo de material, podrá utilizarse
“malla de mosquitero”, lo más fina posible y doblada.
• Se sugieren piletas de 2 m de largo, 1.50 m de ancho y 0.50 m de profundidad. Estas dimensiones
facilitan el manejo del coágulo y lo preservan en buenas condiciones en tanto se comercializa. El
número de piletas depende de los volúmenes de producción.

Control de plagas y enfermedades del tablero de pica


La principal plaga en el hule es la tuza, que roe la raíz y destruye la planta. El combate puede ser químico o
bien directo utilizando fósforo de aluminio, cebos envenenados, gases o trampeo.

129
Debido a los antecedentes en el continente americano de la epidemia denominada “Enfermedad
Suramericana de la Hoja”, causada por el hongo Microcyclus ulei, se recomienda poner especial atención
en la detección de los primeros síntomas, para su control.
Pudrimiento mohoso. Su agente causal es el hongo Ceratocystis fimbriata, patógeno presente en otros
cultivos tales como: mango, café y cacao. Se observaa en la mayor parte de las plantaciones de hule de
México, y su grado de severidad es alto, ocasiona pérdidas en el rendimiento de hasta 20 %; provoca además,
una renovación irregular o nula en la corteza de los tableros de pica, lo que reduce de manera considerable
la vida útil de las plantaciones.
Los primeros síntomas que se manifiestan sobre los tableros de pica son en los cortes más recientes, como
manchas hundidas de color café claro, cubiertas con un micelio blanco. Después de tres o cuatro días aparecen
lesiones grandes, obscuras con presencia de tejido putrefacto. En condiciones de baja temperatura y alta
humedad relativa se desarrolla sobre las lesiones un moho de color cenizo- blanquecino, correspondiente al
cuerpo fructífero del hongo, el cual es visible a cierta distancia de los árboles (Figura 82).
Las esporas se diseminaan en grandes cantidades por las gotas de lluvia, el viento y, principalmente, por la
cuchilla de pica utilizada para la obtención del látex.
Para disminuir la incidencia de esta enfermedad, se recomienda como medida preventiva, la desinfección de
la cuchilla de pica en una solución de hipoclorito de sodio (cloro) después de efectuado el corte en cada uno
de los árboles.
Como tratamiento preventivo y curativo se recomienda la aplicación de fungicidas en los cortes
recientes, cada semana durante el periodo lluvioso del año, o quincenal en la época con menor precipitación
pluvial. Los productos que han sido efectivos en el control de esta enfermedad son los siguientes:
• La mezcla de los fungicidas con ingrediente activo Benomilo + Mancozeb, en dosis de 2 gramos + 4
gramos, respectivamente, disueltos en un litro de agua.
• Fungicidas con ingrediente activo Carbendazim en dosis de 2 gramos por litro de agua.
• Fungicidas con ingrediente activo Triadimenol en dosis de 4 gramos por litro de agua.

Figura 82. Árbol de hule en explotación que presenta alta incidencia


del pudrimiento mohoso (Ceratocystis fimbriata).

130
Gangrena rayada o raya negra. Presente en muchas regiones productoras de hule en el mundo. Las
plantaciones de hule de México no escapan a su incidencia observándose daños en toda la parte aérea de
las plantas, pero la principal afectación se localiza sobre los tableros de pica de los árboles en producción.
Los primeros síntomas se caracterizan por la aparición de pequeñas áreas necróticas en la corteza del
tallo, levemente hundidas y decoloradas que gradualmente se unen provocando la muerte de los tejidos en
regeneración. El patógeno daña también la madera causando estrías negras transversales y longitudinales,
las cuales son visibles después de retirar la corteza de la región afectaada (Figura 83).
Esta enfermedad es causada por especies del género Phytophthora: P. palmivora, P. capsici y P. citrophthora.
El hongo invade el tablero, sobre todo el área expuesta arriba del corte de pica, principalmente, durante la
época de lluvias, lo cual induce la muerte de los tejidos del árbol.
Las condiciones de alta humedad relativa, lluvia abundante y temperatura alta durante varios días consecutivos
son las condiciones propicias para la ocurrencia de la enfermedad. Para evitar los daños, se deben de aplicar
en forma preventiva algunos fungicidas específicos. Si se observan árboles con síntomas graves, se debe de
interrumpir la pica y proceder a efectuar un tratamiento curativo, mediante la remoción de tejidos de la corteza
afectada y la posterior aplicación de fungicidas eficientes.
Los productos recomendados para el tratamiento preventivo o curativo son los siguientes:
• Fungicidas con ingrediente activo Costil-Al, en dosis de 3-4 gramos por litro de agua.
• Productos con ingrediente activo Propilo carbonato, en dosis de 3-4 gramos por litro de agua.
• La mezcla de fungicidas con ingrediente activo Metal axil + Mancozeb, en dosis de 4 gramos por litro
de agua.
La adición de cualquiera de los productos antes mencionados debe de ser en forma semanal, sobre todo en
la época lluviosa del año. Se sugiere además alternar el uso de los productos, de tal forma que un mismo
fungicida no se utiliza por un periodo mayor a un mes.

Figura 83. Gangrena rayada causada por Phytophthora palmívora.

131
Parche gangrenoso. Conocida también como cáncer del tallo es causada por el hongo Phytophthora
palmivora, afecta al tablero de pica y cualquier parte del tallo, produce abultamientos y agrietamientos de los
cuales fluye copiosamente un látex con olor desagradable, y la corteza se torna de un color más obscuro de
lo normal (Figura 84).
Una medida que se sugiere para su control es raspar las zonas del tallo afectadas y asperjar en forma semanal
la mezcla de fungicidas con los ingredientes activos Metalaxil - Mancozeb, en dosis de cuatro gramos por litro
de agua.

Figura 84. Daño en el tablero de pica, ocasionado por Phytophthora palmívora.

Líber moreno. Es una alteración provocada por la asociación de factores fisiológicos que ocurren en el
interior del sistema laticífero, y se caracteriza porque después de que se realiza la pica aparecen pequeñas
zonas donde el látex no fluye y la corteza adquiere tonalidades obscuras, hasta abarcar por completo el canal
del corte de pica (Figura 85).
Esta enfermedad fisiológica se presenta cuando se utilizan sistemas de pica muy intensos (sobreexplotación);
para recuperar los árboles enfermos, se recomienda suspender la pica por periodos de uno a seis meses.

Figura 85. Síntomas del daño causado del líber moreno sobre el tablero de
pica en un árbol de hule en producción.

132
Pica y recolección
La pica es un proceso a través del cual con cortes sistemáticos controlados, se remueven tiras delgadas de
corteza (1.5 a 2.0 mm) usando una cuchilla especial denominada “jebong”. Su objetivo es cortar y
abrir los tubos de los laticíferos en los árboles picados por primera vez o remover el coágulo que bloquea los
laticíferos, en el caso de árboles bajo pica.
El mejor rendimiento de obtiene cuando la pica se realiza hasta una profundidad de alrededor de 1 mm a partir del
cambium, ya que la mayoría de los tubos laticíferos se concentra en esa zona. Una pica superficial provoca
una pérdida de producción. Para alcanzarr un rendimiento óptimo, debe tenerse cuidado especial en no dañar el
cambium al momento de realizar la pica (Figura 86).
Para reiniciar el flujo de látex en el corte de pica, es necesario cortar una pequeña fracción de corteza, con
ello el tapón de látex coagulado se remueve. El flujo de látex cesa, cuando el látex se coagula nuevamente
y se obstruyen las puntas de los tubos con pequeños tapones de hule coagulado.
La cantidad de consumo de corteza depende mucho de la habilidad del picador. Para un rendimiento óptimo,
es preferible consumir 20 a 23 cm de corteza anualmente, sobre un sistema de pica S/2 d2 sin periodo de
descanso (Cuadro 41). La remoción de más corteza no, necesariamente, incrementa el rendimiento, solo
aumenta el desperdicio de corteza.
La regeneración de corteza se lleva a cabo por la actividad del cambium. Su tasa de regeneración y duración
depende de los caracteres genéticos de la planta, de la fertilidad de los suelos, condiciones climáticas,
calidad e intensidad del sistema de pica, densidad de plantación e incidencia de enfermedades.

Fuente: RRIM (2009).


Figura 86. Sección longitudinal de la corteza del árbol del hule mostrando la profundidad
de pica.

133
Cuadro 41. Consumo de corteza (cm) de acuerdo al sistema de pica utilizado.
Consumo de corteza Consumo por pica
Sistema de pica Número de picas anuales
anual (cm) (mm por pica)
S/2 d2 (día alterno) 120-140 20-23 1.5
S/2 d3 (cada tercer día) 80-90 16-18 1.8
S/2 d4 (cada cuarto día) 65-70 14-16 2.2
S/2 d6 (Una pica por semana) 40-45 10-12 2.2

Pendiente y dirección del ángulo de pica


El corte de pica en árboles injertados debe tener una pendiente de 30-35° respecto a la horizontal. En el caso
de individuos de pié franco, el ángulo de apertura del tablero de pica es de 25°, ya que la corteza es más gruesa.
Un corte muy inclinado conduce a mayor consumo y desperdicio de corteza, cuando la pica llega a la base del
árbol; y un corte menor origina derrame y pérdida de látex. La corteza puede marcarse, anualmente, con una
plantilla (banderola). Los tubos de laticíferos en la corteza corren en un ángulo de 3-5° a la derecha, respecto
a la vertical y, en consecuencia, un corte descendente de izquierda a derecha corta mayor cantidad
de tubos laticíferos.

Apertura de tableros
La “pica o sangrado” del árbol de hule tiene como objetivo extraer el látex de forma racional y eficiente,
mediante cortes controlados y sistemáticos de la corteza, sin ocasionar daño a los tejidos para garantizar su
regeneración (cambium).
La corteza del tronco es el capital de la plantación, la viabilidad económica depende de su explotación racional
para que rinda al máximo, sin daños de importancia y se tenga una larga vida productiva.
Para iniciar la explotación del árbol. se divide el tallo en dos partes longitudinales y simétricamente
similares, cada una de estas fracciones se denomina “tablero de pica”; para trazarlos se procede como
se indica a continuación:
Los tableros se trazan en sentido este-oeste, para que estén expuestos a los rayos solares, lo cual
disminuye la humedad y la presencia de enfermedades. Con una cinta métrica o un hilo se marcan dos
puntos opuestos, el primero en el punto de unión del injerto-patrón y el segundo a 1.25 m de altura. Ambos se
unen verticalmente con una línea hecha con una regla de madera.
El trazo del ángulo de inclinación del corte de pica es de suma importancia para obtener los máximos
rendimientos. Para el trazo se usa una plantilla (banderola) de lámina galvanizada Núm. 32 que tenga un
ángulo de 30-35°, en forma descendente de izquierda a derecha. La banderola se apoya en la raya vertical
derecha ya trazada, marcándose la sema-espiral descendente.
Después, con la cuchilla de pica se hace un corte sobre la sema-espiral, sin dañar la zona del cambium
(meristemo regenerador de corteza). La parte superior de este corte se “despalma”, para que la cuchilla
pueda asentarse bien al realizar la pica (Figura 87). Por último, se hacen dos cortes de 10-15 cm de
longitud, uno en la parte superior y otro en la inferior; a estos se les denomina “tope de cuchilla” y
“canal de escurrimiento”, respectivamente.
En la porción inferior de la sema-espiral, se coloca la canaleja de escurrimiento a una distancia de 10 cm. Por
debajo de la canaleja se pone un soporte de alambre, a una distancia de 20 cm del canal de escurrimiento
sobre el que se coloca la tasa de recolección.
Se requieren de 23 jornales por hectárea el primer año de explotación para el trazo y apertura de tableros de
pica, y en el quinto año se realiza una reapertura de tableros y rectificación del ángulo de pica, para
ello se ocupan 27 jornales por hectárea.

134
Figura 87. La apertura de los tableros de pica se realiza a una
altura de 1.25 m de la unión injerto-patrón.

Pica ascendente (CUT)


Los tableros altos en árboles con tallos rectos y limpios (sin ramas) hasta una altura de 3 m pueden proveer de
áreas adicionales de corteza virgen para la pica, con altos rendimientos. En los tableros altos es posible usar
la pica descendente, para lo cual se utiliza una escalera, pero implica más carga al picador. También tiene el
inconveniente de que se formarán islas de corteza en la parte adyacente de los tableros altos y bajos, que
provoca disminución paulatina del rendimiento. Lo anterior se debe a que los tubos laticíferos y la red que forman,
se corta. A la técnica de pica ascendente se le conoce en inglés como contolled upward tapping (CUT) y
corresponde al método mejorado de los sistemas mencionados anteriormente.
Cuchilla de pica. La cuchilla utilizada tiene el filo en forma de “V” con un ángulo de 60°. La anchura de
la hoja es de 1.8 cm, doblada hacia adentro en un ángulo de 60°. La longitud de las hojas es de 10 cm
aproximadamente y curvada 30°, respecto a su mango. La cuchilla está adaptada para ajustarse a un mango
de madera, su longitud depende de la altura del corte de pica (Figura 88).

Figura 88. Cuchilla de pica ascendente importada


de Malasia

135
Apertura de los tableros altos
La pica ascendente (CUT) puede iniciar cuando se termina el tablero BI-1. El primer tablero alto (HO-1) se
abre en 1/4S, a una altura de 1.50 m del nivel del suelo y en línea con el tablero BI-1. El ángulo de inclinación
es de 45° para favorecer el flujo de látex en el corte. Se pueden obtener cuatro tableros en la circunferencia
del tallo (HO-1, HO-2, HO-3 y HO-4), los cuales se picarán hasta los 3 m de altura, cada uno dura al menos dos
años de pica.
Para abrir el primer tablero, se traza un corte vertical de 60 cm de longitud arriba del tablero inferior (BI-1). Con
una cuerda se mide la circunferencia y se dobla en cuatro partes. Una cuarta parte de la cuerda se estira a
través del tallo para marcar a la derecha un cuarto de espiral. Luego se realiza un corte vertical de 60 cm en
la corteza a la derecha del cuarto de espiral marcado. La banderola de 45° se coloca en el tallo con su borde
en línea con el corte vertical derecho y la banderola se extiende alrededor del tallo hacia la izquierda. Con el
clavo de la cuchilla normal “Jebong” se delimita el ángulo de corte a lo largo del borde superior de la
banderola. Posteriormente, se marca con la banderola el ángulo de 45° en el tallo. Se pica la corteza a lo largo
del corte marcado. Lo anterior se repite varias veces hasta que se tiene un desbaste de 2.5 cm para colocar
la cuchilla de pica ascendente. Después, se realiza un corte ascendente en la parte superior del corte del tablero
con la cuchilla CUT. Se coloca una canaleja, un soporte y una taza en el árbol. Puede usarse el marcador
de consumo de corteza cada dos meses. Inmediatamente, se aplica Ethrel 5 % en el corte de pica. Para
desarrollar la pica ascendente es necesario capacitar al personal responsable de su ejecución (Figura 89).

Mediante la aplicación de etileno en plantaciones adultas es posible incrementar


el rendimiento hasta en 100 %.
Figura 89. Tableros de pica en 1/8 de espiral ascendente.

136
Aplicación de estimulantes de la producción
Estimulación con Ethefon. Para incrementar el rendimiento de látex en plantaciones de hule se recomienda
utilizar un estimulante denominado ácido 2-cloroetilfosfónico (Ethrel), que aplicado sobre el corte de pica o
sobre la corteza, alarga el tiempo de escurrimiento de látex. El empleo de estimulantes debe efectuarse en
plantaciones que presenten árboles clonales sanos, vigorosos, bien fertilizados, con buena calidad de pica y
adecuado grosor de corteza. Los rendimientos de hule aumentan mediante la aplicación de Ethrel entre
20 y 100 %, aunque con la estimulación se reduce el contenido de hule seco (DRC) entre 2 y 7%.

Factores que influyen en la respuesta a la estimulación


El resultado de la estimulación depende de varios factores, algunos intrínsecos al árbol y otros que pueden
ser controlados. Generalmente, los clones de bajo rendimiento responden mejor que los clones altamente
productivos. Los factores que pueden ser manipulados son el tipo de ingrediente activo (i.a.), la concentración,
formulación, modo de aplicación, frecuencia y sistemas de pica.
Dilución de estimulantes. El producto comercial que existe en México es el Ethrel 240 SL, cuya concentración
de ácido 2-cloroetil-fosfónico es de 22 %. En otros países productores de hule hay presentaciones en pasta de
2.5, 5 y 10 %, que dan mejores resultados (Sivakumaran, 1983).
La cantidad de estimulante por árbol para una adecuada respuesta debe ser alrededor de 600 mg de
ingrediente activo por año. Cuando se realiza la pica en un tablero con corteza regenerada o tableros de pica en
alto, debe usarse la concentración de 5 %. Para la estimulación de tableros con corteza virgen, se aconseja
el uso de Ethrel al 1.5 y 2.5 %.
El producto comercial se diluye a la concentración deseada usando aceite vegetal o agua. Para obtener
buena respuesta esto se hace al momento de la aplicación, sobre todo cuando se utiliza agua y
agitar la mezcla constantemente hasta la aplicación a los árboles. No diluir más producto del necesario para
cada ocasión.
En el Cuadro 42 se presentan algunos ejemplos de la dilución del Ethrel 240, para la obtención de las
diluciones deseadas.
Cuadro 42. Proporciones a utilizar de Ethrel 240 (22 %) y aceite vegetal (o agua) para obtener las
concentraciones por aplicar en diferentes tipos de tableros de pica.
Concentración Proporciones
Proporción para Proporción para preparar
Requerida ETHREL 240: agua o
preparar 500 mL 1 000 mL
(%) aceite

34 mL ET22 %:
1.50 1: 14 68 mL ET22 %: 932 mL aceite
466 mL aceite

57 mL ET22 %:
2.50 1:8 114 mL ET22%: 886 mL aceite
443 mL aceite

75 mL ET22 %: 150 mL ET22 %:


3.3 1:6
425 mL aceite 850 mL aceite

113 mL ET22 %: 226 mL ET22 %:


5.00 1:4
387 mL aceite 774 mL aceite

137
Métodos de aplicación de Ethrel

La aplicación de Ethrel puede realizarse usando diferentes métodos, en función de donde se aplique el
producto: corteza, tablero, canal de corte y greña.
Aplicación sobre la corteza. El estimulante se aplica en una franja de 3 a 4 cm de corteza raspada abajo
del corte de pica, que se consumirán durante los siguientes dos meses. Se raspa la capa de corteza externa con
una herramienta con filo, evitando que el látex fluya. Se adiciona una capa delgada de estimulante con brocha.
Se aplican alrededor de 2 mL por árbol de la dilución. La máxima producción se obtiene dentro de los
primeros 10 días, después se reduce en forma gradual. Debido al trabajo invertido para la aplicación del
Ethrel, el método es poco utilizado (Figura 90).

Figura 90. Aplicación de Ethrel al 1.5% sobre la corteza


virgen raspada.

Aplicación en el tablero de pica. El estimulante se aplica en la corteza regenerada, arriba del corte de pica.
No es necesario raspar la corteza. Con base en la frecuencia de aplicación, puede hacerse en una banda de
1 y 2 cm, para cuando son suministros mensuales y bimestrales, respectivamente. Se requieren de 0.7 a 1.0 mL
de Ethrel diluido (Figura 91).

138
Figura 91. Aplicación de Ethrel al 1.5% sobre el tablero de pica.

Aplicación sobre la greña. El estimulante se aplica en el canal de corte, sin eliminar la greña. Para obtener
mejor respuesta el producto debe tocar parte de la corteza regenerada arriba del canal de corte. Se necesitan
alrededor de 0.5 mL de la formulación por árbol. Se requieren al menos 12 horas antes de la pica para que el
Ethrel sea absorbido. Este método es sencillo y económico (Figura 92).

Figura 92. Aplicación de Ethrel 2.5% sobre la greña.

Recomendaciones del uso de Ethrel


Es de gran importancia seguir las siguientes recomendaciones cuando se emplean los estimulantes de la
producción en plantaciones de hule:
• No aplicar el estimulante durante la época seca (febrero–mayo), ya que en este período ocurre el cambio
de hojas del árbol. La primera estimulación debe realizarse después del periodo de seca,
cuando inicia formalmente la temporada de lluvias.

139
• Para que tenga efecto el estimulante, se aplicará en días en que la probabilidad de lluvia sea nula.
Nunca en días lluviosos.
• No aplicar Ethrel en la corteza previamente tratada.
• Para obtener los resultados esperados, el estimulante debe de aplicarse al menos cinco horas antes
de la ocurrencia de lluvia.
• No aplicar en árboles clonales en los que se tenga un rendimiento aceptable bajo condiciones
normales (RRIM 600, RRIM 901, RRIM 921).

Beneficios de aplicar Ethrel


El principal efecto de la aplicación del Ethrel (Ethefon) es la liberación de etileno, lo que provoca un retraso
en el taponamiento de los tubos laticíferos, lo cual prolonga el tiempo de flujo del látex en cada pica. El
uso de estimulantes del flujo de látex, reduce la frecuencia de pica; por lo que, además de incrementar los
rendimientos, disminuye el consumo de corteza y la mano de obra que se utiliza en la explotación de
las plantaciones.

Manejo de la producción en campo


El látex que se obtiene por medio de la pica del árbol de hule se recolecta en tazas, cuya producción se
transfiere a cubetas tres horas después del sangrado.
El hule coagulado sobre el corte de pica (greña), así como el coagulado en la taza (quesillo) se recoge en
una cubeta, antes de hacer la pica. Normalmente, este constituye de 10 a 20 % del producto total.
El hule cosechado (látex) es muy susceptible a la acción de las bacterias, debido a su contaminación
durante el almacenaje y mercadeo.

Recolección de látex
La pica inicia con la recolección de la “greña”, que es el hule de la pica anterior coagulado en el corte del árbol.
Dicho producto se coloca en un recipiente que carga el picador fijado al cinturón para su acopio.
La pica se lleva a cabo tan temprano como sea posible por la mañana, porque antes de la salida del sol las
tasas de transpiración son bajas; de tal manera que las células del árbol están aún turgentes produciendo
mayor y rápido flujo de látex (Figura 93). Cuando se realiza la pica, las puntas de los tubos laticíferos se cortan
nuevamente y el látex fluye a lo largo del corte y gotea dentro de la taza. Después de algún tiempo, el goteo
se detiene como consecuencia de la coagulación del látex en el corte.

Figura 93. La pica del árbol del hule se realiza lo más temprano
posible para obtener los mayores rendimientos.

140
Producción de hule
Con relación al comportamiento de la población de árboles en una hectárea, se considera que del año 7 al 10
se pierden de 5 a 10 %, que corresponden a los individuos muy delgados (dominados) que no llegan a producir;
por lo tanto, quedan 400 árboles en el año de estabilización. En el Cuadro 43, se presenta una proyección de
acuerdo a la edad de la plantación del número de árboles en pica, rendimiento en gramos por árbol por pica (gap)
y rendimiento en kilogramos por hectárea por año (kg ha-1 año -1). En condiciones promedio, el rendimiento
de hule se estabiliza en el año 13, aunque se logra obtener hasta 33 % más del año 13 al año 15, con una
producción de 120 g árbol-1 pica-1.
Cuadro 43. Número de árboles, circunferencia promedio, rendimiento de hule seco por árbol (g árbol-1 pica-1)
y rendimiento de coágulo por hectárea (kg ha-1 año -1).
Rendimiento
Núm. de Circunferencia g árbol-1 pica-1 Rendimiento kg
Año
árboles promedio (cm) coágulo ha-1 año -1
Sin estimulante Con estimulante
7 280* 45 39.8 47.8 1 237
8 400 52 50.8 61.0 2 172
9 400 59 61.1 73.3 2 609
10 390 66 64.0 76.8 2 734
11 390 73 71.5 85.8 3 054
12 380 80 76.0 91.2 3 247
13 380 87 90.0 108.0 3 845
* Es 70 % de los 400 árboles que inician la producción.

Beneficio de la producción
Cosecha de látex. La recolección del hule coagulado de la pica anterior, se coloca en un recipiente que carga el
picador, después se realiza la pica, consumiendo la corteza de acuerdo al sistema de pica considerado. Se aplican
de 3 a 5 gotas de amoniaco sobre la taza para evitar la coagulación prematura del producto; posteriormente,
el operador continúa con el siguiente árbol, y realiza la misma operación.
La recolección inicia a más tardar a las 11 de la mañana. El látex de las tazas se vierte en cubetas de 18 L
que se trasladan al centro de acopio de la plantación. Después, el producto se vierte en tambores de
plástico de 200 L a los cuales, previamente, se les adicionan de 5 a 7 L de amoniaco, de acuerdo a
las necesidades del cliente. Por último, los tambores se trasladan a la bodega donde se almacen, hasta que
sean transportados en camiones a los centros de beneficio (beneficios de látex).
Cosecha de coágulo. De acuerdo a las exigencias del beneficiador, se puede producir hule coagulado en la
taza (“chipa”) o hule coagulado en piletas (ejemplo, 2.0 m x 1.0 m x 0.50 m).
En la explotación de las plantaciones de hule en México se obtienen diferentes productos: látex natural,
quesillo, coágulo (“chipa” y marqueta) y greña.
Colecta de coágulo o “chipa”. Cuando el producto es “chipa”, después de que el árbol termina de escurrir el
látex (11:00 a 12:00 de la mañana), se le adicionan dos “chorritos” de ácido acético al 2.5 % a la taza con el látex
y se mueve con un pedazo de madera, hasta lograr la coagulación. El producto coagulado puede colectarse
el mismo día o al día siguiente. Cuando se produce “chipa” se usan tazas de mayor capacidad, por si el
productor decide acumular la producción en la taza y hacer la recolecta con menos frecuencia (semanalmente),
aunque debe procurar que no se acumulen impurezas en la taza. Durante la temporada de lluvias, la
coagulación se realiza con anticipación, para evitar la pérdida del producto.
Se retiran los coágulos de las tazas y se colocan en cubetas de 18 L o rejas de plástico de 25 kg y se
llevan a los centros de acopio. El almacenamiento del coágulo se lleva acabo en un local sombreado,

141
para impedir la oxidación del hule causada por los rayos solares. Deben evitarse locales sujetos al polvo o
cualquier tipo de suciedad que contamine o perjudique la calidad del hule. (Figura 94).

Figura 94. Producción de coágulos en marqueta para su beneficio


en la producción de hule granulado (Hule Estándar
Mexicano HEM-20).

Colecta de látex y coagulación en piletas


Cuando el beneficiador exige la producción de hule en “marqueta”, el látex se recolecta sin la adición de
amoniaco. Se traslada al centro de acopio y dependiendo de la cantidad de látex se realiza la coagulación.
Por cada 10 litros de látex se agregan 15 mL de ácido fórmico al 2 % o bien 30 mL de ácido acético al 5 %.
Una vez coagulado el hule, puede trasladarse a los centros de beneficio (Figura 95).

Figura 95. Producción de Hule Estándar Mexicano HEM-20,


principal producto para la industria llantera.

142
Quesillo y greña
El hule coagulado sobre el corte de pica (greña), así como el coagulado en la taza después de la recolección
(quesillo) se recoge en una cubeta antes de hacer la siguiente pica. Normalmente, este tipo constituye de 5 a
10 % del producto total. El quesillo se obtiene solo cuando se produce látex o coágulo en marqueta.

Estructura de costos
Los costos de explotación en la etapa productiva durante 24 años (30 años de la plantación) son $371 494.00.
El costo total de producción durante la vida productiva de la plantación es de $452 272.00 (cuadros
44 y 45). Para los clones IAN-710 y IAN-873, se pueden obtener 39.14 y 51.94 toneladas de hule seco,
respectivamente durante su ciclo productivo. El costo actual de la tonelada de hule seco es de USD 1 500,
por lo que los ingresos brutos son del orden de USD 58 710, para IAN-710; y USD 77 919, para IAN-873.
Cuadro 44. Costos de producción y rendimiento anual de hule seco para los clones IAN-710 y IAN-873,
durante un periodo de 30 años, en el campo experimental El Palmar.
Rendimiento (kg de hule seco) Rendimiento (kg de hule seco)
Costos de producción
Año por hectárea anual por hectárea anual
($)
IAN-710 IAN-873
Acumulado 80 778.00 - -
7 19 512.00 850 900
8 15 509.00 1 000 1 200
9 15 141.50 1 050 1 382
10 15 141.50 1 233 1 508
11 15 141.50 1 428 1 668
12 16 821.50 1 713 1 790
13 15 141.50 1 822 1 993
14 15 141.50 2 015 3 010
15 15 141.50 2 140 3 118
16 15 141.50 2 404 3 803
17 15 141.50 1 998 3 218
18 15 141.50 1 756 2 388
19 16 821.50 1 756 2 388
20 15 141.50 1 756 2 388
21 15 141.50 1 756 2 388
22 15 141.50 1 756 2 388
23 15 141.50 1 756 2 388
24 15 141.50 1 756 2 388
25 15 141.50 1 700 2 300
26 15 141.50 1 650 2 100
27 15 141.50 1 595 2 050
28 15 141.50 1 500 1 890
29 15 141.50 1 450 1 700
30 15 141.50 1 300 1 600
452 272.00 39 140 51 946

143
Cuadro 45. Estructura de costos de producción (en pesos) desglosados a 30 años.

Unidad Costo Año 7 Año 8 Año 9


Concepto de unitario
Importe Importe Importe
medida ($) Cantidad Cantidad Cantidad
($) ($) ($)
Limpia general del terreno - - - 1 400 - 1 400 - 1 400
Limpia Jornal 140 10 1 400 10 1 400 10 1 400
Trazo y apertura de
- - - 1 400 - 280 - -
tableros
Trazo y apertura de
Jornal 140 10 1 400 2 280 -
tableros
Utensilios e implementos
- - - 3 612 - 729 - 641.5
de cosecha
Tazas Pza. 2.5 476 1 190 50 125 25 62.5
Canaleja Pza. 1 476 476 50 50 25 25
Soporte tazas kg 50 20 1 000 2 100 2 100
Cubeta plástica Pza. 40 3 120 2 80 2 80
Cuchillas de pica Pza. 250 1 250 1 250 1 250
Cinta sastre Pza. 5 2 10 0.00 0.00
Piedra de afilar Pza. 85 1 85 0.00 0.00
Lija Pza. 8 4 32 4 32 4 32
Lima Pza. 22 2 44 1 22 1 22
Colador Pza. 30 1 30 0.00 0.00
Atomizador Pza. 20 2 40 2 40 2 40
Banderola Pza. 25 1 25 0.00 0.00
Tanque 200 L Pza. 250 1 250 0.00 0.00
Marcador consumo
Pza. 30 1 30 0.00 0.00
corteza
Brocha de 1” Pza. 30 1 30 1 30 1 30
Estimulación del árbol 1 760 1 760 1 760
Ethrel pasta 10% L 1200 1 1 200 1 1 200 1 1 200
Aplicación del estimulante Jornal 140 4 560 4 560 4 560
Cosecha 9 800 9 800 9 800
Pica del árbol Jornal 140 70 9 800 70 9 800 70 9 800
Control de enfermedades
1 540 1 540 1 540
del tablero
Fungicida Promyl y
Sobre 70 2 140 2 140 2 140
Manzate
Aplicación fungicidas Jornal 140 10 1 400 10 1 400 10 1 400
Total 19 512 15 509 15141.5

Continúa Cuadro 45...


144
Continúa Cuadro 45...

Unidad Costo Año 10 Año 11 Año 12


Concepto de unitario
Importe Importe Importe
medida ($) Cantidad Cantidad Cantidad
($) ($) ($)
Limpia general del
1 400 1 400 1 400
terreno
Limpia Jornal 140 10 1 400 10 1 400 10 1 400
Trazo y apertura de
0.00 0.00 1 680
tableros
Trazo y apertura de
Jornal 140 0 0.00 0 0.00 12 1 680
tableros
Utensilios e
641.5 641.5 641.5
implementos de cosecha
Tazas Pza. 2.5 25 62.5 25 62.5 25 62.5
Canaleja Pza. 1 25 25 25 25 25 25
Soporte tazas Kg 50 2 100 2 100 2 100
Cubeta plástica Pza. 40 2 80 2 80 2 80
Cuchillas de pica Pza. 250 1 250 1 250 1 250
Cinta de sastre Pza. 5
Piedra de afilar Pza. 85
Lija Pza. 8 4 32 4 32 4 32
Lima Pza. 22 1 22 1 22 1 22
Colador Pza. 30
Atomizador Pza. 20 2 40 2 40 2 40
Banderola Pza. 25
Tanque 200 L Pza. 250
Marcador consumo
Pza. 30
corteza
Brocha de 1” Pza. 30 1 30 1 30 1 30
Estimulación del árbol 1 760 1 760 1 760
Ethrel pasta 10% L 1200 1 1 200 1 1 200 1 1 200
Aplicación del
Jornal 140 4 560 4 560 4 560
estimulante
Cosecha 9 800 9 800 9 800
Pica del árbol Jornal 140 70 9 800 70 9 800 70 9 800
Control de
1 540 1 540 1 540
enfermedades del tablero
Fungicida Promyl y
Sobre 70 2 140 2 140 2 140
Manzate
Aplicación fungicidas Jornal 140 10 1 400 10 1 400 10 1 400
1 6
Total 15 141.5 15 141.5
821.5
Continúa Cuadro 45...
145
Continúa Cuadro 45...
Unidad Año 13-18 Año 19 Año 20-30
Costo
Concepto de
unitario
medida Cantidad Importe Cantidad Importe Cantidad Importe
Limpia general del
1 400 1 400 1 400
terreno
Limpia Jornal 140 10 1 400 10 1 400 10 1 400
Trazo y apertura de
1 680 0.00
tableros
Trazo y apertura de
Jornal 140 12 1 680 0.00
tableros
Utensilios e
implementos de 641.5 641.5 641.5
cosecha
Tazas Pza. 2.5 25 62.5 25 62.5 25 62.5
Canaleja Pza. 1 25 25 25 25 25 25
Soporte tazas kg 50 2 100 2 100 2 100
Cubeta plástica Pza. 40 2 80 2 80 2 80
Cuchillas de pica Pza. 250 1 250 1 250 1 250
Cinta de sastre Pza. 5
Piedra de afilar Pza. 85
Lija Pza. 8 4 32 4 32 4 32
Lima Pza. 22 1 22 1 22 1 22
Colador Pza. 30
Atomizador Pza. 20 2 40 2 40 2 40
Banderola Pza. 25
Tanque 200 L Pza. 250
Marcador consumo
Pza. 30
corteza
Brocha de 1” Pza. 30 1 30 1 30 1 30
Estimulación del árbol 1 760 1 760 1 760
Ethrel pasta 10% L 1200 1 1 200 1 1 200 1 1 200
Aplicación del
Jornal 140 4 560 4 560 4 560
estimulante
Cosecha 9 800 9 800 9 800
Pica del árbol Jornal 140 70 9 800 70 9 800 70 9 800
Control de
enfermedades del 1 540 1 540 1 540
tablero
Fungicida Promyl y
Sobre 70 2 140 2 140 2 140
Manzate
Aplicación fungicidas Jornal 140 10 1 400 10 1 400 10 1 400
Total 15 141.5 16 821.5 15 141.5

146
Referencias
Federação da Agricultura do Estado de São Paulo. 2005. Sangrador de Seringueira: Sangria em Seringueira. Elaboração de José Fernando
Canuto Benesse e Marco Antonio de Oliveira. SENAR. Administração Regional do Estado de São Paulo, Brasil. 57 p.
International Rubber Research and Development Board.1994. Identification and treatment of diseases of Hevea brasiliensis. Brickendonbury,
Hertford SG13 8 NP, UK. 40 p.
Picón R., L. 1990. Validación de tecnología en plantaciones de hule con corteza regenerada en la región norte del estado de Oaxaca. In:
Memoria de la III Reunión Científica. INIFAP. CIFAP-OAXACA. Oaxaca de Juárez, Oax., México.
Picón R., L.1990. Validación de tecnología en plantaciones de hule con corteza virgen en la región norte del estado de Oaxaca. In: Memoria de
la III Reunión Científica. INIFAP. CIFAP-OAXACA. Oaxaca de Juárez, Oax., México.
Picón R., L. 1991. Evaluación de sistemas de explotación en árboles de hule Hevea brasiliensis con corteza virgen para la región de Tuxtepec,
Oaxaca. In: Memoria de la IV Reunión Científica. INIFAP. CIFAP-OAXACA. Oaxaca de Juárez, Oax., México.
Rubber Research Institute of India. 2000. Natural Rubber. Agro management and Crop Processing. Editors: P.J. George and C. Kirkville Jacob.
Kottayam. Kerala, India. Anaswara Printing and Publishing Company. Cochin, India. 648 p.
Rodríguez R., M. de O., L. Picón R., A. Flores R., S. Ruiz A., J. M. Hernández C. y E. Ortiz C. 1992. Manual para la producción de hule natural
en el trópico cálido húmedo. Campo Experimental El Palmar, CIR- Golfo Centro. SARH – INIFAP. Tezonapa, Ver., México. Folleto
Técnico Núm. 6. Área Forestal. 32 p.
Ruiz S., A. 1992. Aprovechamiento y manejo de plantaciones de hule en producción. Campo Experimental El Palmar, CIR- Golfo Centro, SARH
- INIFAP Tezonapa, Ver., México. Desplegable para Productores Núm. 1. División Forestal.
Picón R., L., E. Ortiz C. y J. M. Hernández C. (Compiladores). 1997. Manual para el cultivo de hule Hevea brasiliensis Müell. Arg. Sagar. INIFAP.
Consejo Mexicano del Hule, A.C. CIR- Golfo Centro. Veracruz, Ver., México. Folleto Técnico. Núm. 18. División Forestal. 103 p.
Picón R., L., E. Ortiz C. y J. M. Hernández C. (Compiladores). 1998. Manual para el cultivo de hule en el estado de Tabasco. Sagar – INIFAP,
Isprotab, Fundación Produce Tabasco Huimanghuillo, Tab., México. Folleto Técnico
Rodríguez M de O., R. 1993. Enfermedades del Hule Hevea brasiliensis Müell. Arg. Campo Experimental El Palmar, CIR- Golfo Centro. SARH
- INIFAP Tezonapa, Ver., México. Folleto Técnico Núm. 20. División Forestal. 14 p.
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos – Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. 1993. Guía para la
asistencia técnica. Área de influencia del Campo Experimental El Palmar. Área Forestal. Campo Experimental El Palmar, CIR- Golfo
Centro.I NIFAP. Tezonapa, Ver., México. 57 p.
The Rubber Board. 2007. Rubber Growers Guide. Indian Rubber Board. Kottayam. Kerala, India. 125 p.

147
Insectos asociados al cultivo de hule en plantaciones comerciales de México
Victor Javier Arriola Padilla, Zitlalli Trejo Sandoval, Cindy Manuela López Guzmán, Elías Ortiz Cervantes y
José Miguel Hernández Cruz

Introducción
Las plagas que afectan al cultivo del hule son consideradas como un factor sumamente importante en el
desarrollo de las plantaciones; una adecuada y oportuna atención a estos problemas es indispensable para
lograr la rentabilidad del cultivo. Los insectos pueden causar pérdidas importantes en las plantaciones y,
ocasionalmente, llegan a ser limitantes para la producción del hule, afectan la vida útil del árbol y la calidad
del producto, con lo que aumentan los costos y elevan el precio de la producción (Rojo et al., 2011).
Izquierdo-Bautista et al. (2011) indicaron que uno de los aspectos relevantes que se encontró en las
plantaciones de hule en Tabasco, México, es la incidencia de plagas y enfermedades. Las hormigas (Atta sp.)
representan el mayor problema y en menor medida los grillos (Grillotalpa sp.), los pulgones (Aphies sp.) y
las larvas del gusano cachón (Erinnyis ello L.)
De acuerdo con Picón et al. (1997), los insectos que son plagas en las plantaciones comerciales definitivas de
hule son el gusano de cuerno (Erinnyis ello), los trips (Scitorthrips dorsalis Hood) y barrenadores; mientras que, los
que se presentan principalmente en vivero son la catarina o doradilla (Diabrotica sp.), los grillos (Grillotalpa sp.),
los pulgones (Aphies sp.), el gusano de cuerno o primavera (Erinnyis ello), las hormigas y la gallina ciega
(Phyllophaga sp.).
Por otra parte, Cibrián (2016) indica que, entre las plantaciones comerciales, el hule es afectado por la
cochinilla rosada del hibisco (Maconellicoccus hirsutus) y termitas nido de cartón (Nasutitermes corniger y
N. nigriceps).
El presente capítulo es el resultado de inspecciones para detectar posibles plagas insectiles en los estados
de Campeche, Oaxaca, Tabasco y Veracruz durante 2016. La información en extenso relacionada con
esta sección se puede consultar en el Folleto Técnico Núm. 25 de la serie hule: “Insectos asociados
a Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg. en plantaciones comerciales en México” adjunto a este
Paquete Tecnológico.
El arreglo de las especies se hace de acuerdo con el hábito alimentario: insectos que se alimentan del
tronco e insectos defoliadores.
Las sugerencias aquí referidas se hacen de acuerdo con la literatura publicada, por lo que de ninguna
manera los autores aceptan responsabilidades técnicas o legales sobre su uso. Es recomendable que los
productores lean la etiqueta de los insecticidas antes de aplicarlo. Asimismo, deberán revisar otras opciones y
consultar con especialistas para el manejo de la plaga.

Insectos que se alimentan del tronco


Lagocheirus araneiformis (Linnaeus, 1767) (Coleoptera: Cerambycidae)
Nombres comunes: taladrador, escarabajo de antenas largas o barrenador del tallo.
Biología y morfología: Los adultos son de hábitos nocturnos, están recubiertos de vellosidad corta,
castaño-clara con manchas café- oscuro. La longitud promedio de las hembras es de 1.64 cm y su
anchura 0.69 cm en su parte más amplia, siendo los machos similares en tamaño (1.60 cm de largo y
0.72 cm de anchura) (Figura 96). Sus piezas bucales son de tipo masticador, hipognato; posee un clípeo de
borde liso y de forma redondeada, y un labro más ancho que largo; mandíbulas fuertemente esclerotizadas;
triangulares, opuestas, con diente en el ápice, palpos maxilares con tres segmentos terminados en punta y
labiales con dos ojos compuestos emarginados. El pronoto es rectangular, en el que se destacan una serie de

148
protuberancias, cinco en la parte dorsal media y un par en cada lado, la inferior de mayor tamaño (Villegas
y Belloti, 1985).

Figura 96. Adulto de Lagocheirus araneiformis (Fotografía:


Z. Trejo).

Huevo. La hembra oviposita de 140 a 160 huevos y los coloca debajo de la corteza del tallo. Son de
forma elíptica y consistencia dura, blancos inicialmente y al segundo día se tornan amarillos cuando están
próximos a eclosionar; se puede distinguir a través del corión en uno de sus extremos una mancha de color
café oscura que corresponde a las mandíbulas de la larva (Álvarez et al., 2002).
Larvas. Son ápodas (sin patas) y tienen forma de tornillo. Pueden medir hasta 37 mm de longitud, prefieren
alimentarse en la base del tallo y producen un aserrín grueso cuando penetran. El ancho de la cabeza de la
larva varía de 0.64 mm a 3.92 mm, comprimida y prognata; de color marrón oscuro y quitinizada; antenas de
dos segmentos con procesos suplementarios cortos; aparato bucal con labro libre; más ancho que largo y
clípeo más angosto, 1/3 del labro, tiene un par de setas largas en cada lado; mandíbulas fuertes, opuestas,
de forma triangular y bastante quitinizadas; palpos maxilares largos, delgados y de 3 segmentos al igual que
los labiales (Villegas y Belloti, 1985).
Pupa. Es exarata (los apéndices están libres y son visibles todas las partes del cuerpo y sus alas se están
en la parte de afuera del tórax sobresaliendo un poco del cuerpo) y se le encuentra dentro del tallo (Álvarez
et al., 2002).
Daños. Sobre plantaciones de hule en México no se tienen registros evidentes del daño. Sin embargo, de
acuerdo con Villegas y Belloti (1985) en plantas de yuca (Manihot esculenta Crantz) de Brasil la presencia
de esta especie se identifica porque, generalmente, en la base del tallo principal se observa aserrín que
expulsa la larva por la elaboración de las galerías, lo que debilita la planta y provoca su volcamiento, así
como la inhibición en el transporte de nutrientes y el favorecimiento en la entrada de microorganismos
patógenos. En caso de ataque severo, anilla y perfora los tallos. Las larvas pueden llagar a la raíz y
causar pudriciones secundarias.
Importancia. Este insecto es una de las principales plagas de yuca en Brasil. Asimismo, en ese país, afecta
a la caña de azúcar y cacao (Villegas y Belloti,1985).
Manejo. En Brasil, las principales prácticas culturales para reducir los efectos del daño por este insecto
consisten en tratar las estacas con insecticidas para evitar ataques tempranos o infestaciones durante el

149
almacenamiento, recolectar y quemar residuos de cosecha, y revisar las estacas que se van a utilizar para
la siembra, y desechar las que muestren síntomas de ataque (Villegas y Belloti, 1985).

Platypus parallelus (Fabricius, 1801) (Curculionidae: Platypodidae)


Nombres comunes: escarabajos de ambrosía, descortezador.
Biología y morfología. El macho inicia la infestación al seleccionar huéspedes susceptibles, en condiciones
fisiológicas alteradas como en árboles moribundos, recién muertos o con una alta humedad y excavan una
galería para su apareamiento (Caldera, 1997). Es un escarabajo de color café rojizo a café oscuro, mide 5.4 mm de
longitud, presenta un cuerpo alargado, cilíndrico, brillante y liso, con puntuaciones bien definidas. La frente es
plana y convexa; los ojos son pequeños y ovalados; funículo antenal de 4 segmentos, mazo antenal plano;
el primer par de patas está adaptado para excavar (Figura 97). Las espinas en el declive no son tan
prominentes y sus extremos terminan en forma redondeada (Cibrián, et al., 1995; Caldera, 1997).

Figura 97. Macho de Platypus parallelus (Fotografía: C. López)

Huevo. Se encuentran dentro de un sistema de galería único al final de una rama de la galería, son de color
blanco cremoso y con forma ovalada (Pereira et al., 2013).
Larva. Son de tipo ápodas (sin patas) y en etapas tempranas muestran un aspecto curvo, mientras que en el
último instar exhiben una forma más recta. El pronoto es más grande que la cabeza cuando las larvas
están en etapas más maduras; tienen en el dorso un patrón café en forma de cadena, el último segmento
abdominal tiene una placa quitinosa, se mueven libremente dentro de las galerías parentales. Las larvas
pupan dentro de las cámaras construidas por ellas mismas (Pereira et al., 2013).
Pupa. La cabeza de la pupa siempre queda apuntando hacia la galería de los padres. Se presentan principalmente
a finales de invierno o principios de primavera y luego se transforma en adulto (Pereira et al., 2013).
Daños. Perforan galerías en la madera expulsando al exterior los residuos, los cuales tienen forma de
astillas blancas y no de aserrín fino como en otros barrenadores ambrosiales. En estas galerías depositan
esporas de un hongo asociado a ellos del cual se alimentan, y que puede degradar la madera y
mancharla; en ciertos casos, cuando es depositado a nivel del floema y prolifera, obstruye el flujo de savia
y puede matar el árbol (Pereira et al., 2013). En muchas maderas tropicales, las infestaciones reducen
la calidad de la madera por los hongos que introducen (Cibrián et al., 1995).
Importancia. De acuerdo con Zanuncio et al. (2002) la mayoría de las especies de Platypodidae y Scolytidae
pueden ser responsables de pérdidas económicas en plantaciones forestales y áreas locales. Especies

150
como las xilomicetófagas causan manchas oscuras a causa del hongo, lo cual afecta de manera
significativa a aserraderos, puesto que la madera pierde su valor comercial, este daño puede
obstaculizar la exportación de madera, al no ser aceptada en muchos países por mostrar signos de ataque
del escarabajo de ambrosia.
Los informes sobre las pérdidas causadas por Platypodidae muestran que 90 % de la mortalidad de los
árboles y 60 % de las pérdidas de madera pueden atribuirse a los escarabajos ambrosiales. La mayoría de
estos grupos son plagas secundarias en la naturaleza porque dependen de árboles afectados por incendios
o enfermedades producto del exceso o la falta de agua (Bumrungsri et al., 2008; Zanuncio et al., 2002).
En aspectos ecológicos, P. parallelus ayuda a la descomposición de árboles muertos o en decadencia
al incorporar nutrientes al suelo. Por esta razón, especies de la familia Platypodidae contribuyen
significativamente a mantener el crecimiento vigoroso de las plantas mediante el reciclaje de nutrientes
(Zanuncio et al., 2002; Pérez et al., 2011).
Manejo. Algunas de las estrategias que se sugirieren y aplican para el manejo de estos insectos es el
derribo y troceado de árboles enfermos que sirven de hospederos con la finalidad de disminuir la humedad
y acelerar el proceso de descomposición del material vegetal, aunque es importante no almacenar material
vegetal dentro del ecosistema dado que esto puede favorecer el incremento de las poblaciones (Pérez
et al., 2011).
En árboles vivos de alto valor se pueden aplicar insecticidas de contacto sobre la corteza para evitar
infestaciones. En caso de que estén presentes se pueden suministrar productos sistémicos al suelo o
bien de contacto sobre la corteza, pero deben de estar disueltos en aceite mineral ligero para que sean
absorbidos por la corteza (Cibrián et al., 1995).

Complejo de especies del género Xyleborus (Curculionidae: Scolytinae)


Morfología y biología. Las especies del género Xyleborus ostentan características que los hacen únicos
dentro de Scolytinae, tales como la haplodiploidia, la endogamia, la xilomicetofagía y el dimorfismo sexual;
los machos son de menor tamaño y no vuelan (Pérez-Silva y Equihua-Martínez, 2016). Sin embargo, pocos
son los estudios sobre la biología y ecología para cada especie en México.
X. intrusus, X. affinis, X. morulus y X. volvulus son un grupo de difícil separación ya que entré ellas una de las
características más evidente utilizadas son el tamaño y la coloración; sin embargo, la que se diferencia con mayor
facilidad es X. intrusus, ya que el declive elitral es más pronunciado (Wood, 1982) en comparación con X.
intrusus que es empinado y fuertemente convexo. Para mejor determinación de los insectos de este género
se debe consultar las claves propuesta por Pérez et al. (2015).
Daños. De acuerdo con Picón et al. (1997), el principal daño que ocasionan las especies de este género en
árboles de hule es la perforación del tablero de pica cuando esta labor no se ejecuta adecuadamente y
se ha dejado al descubierto la madera del árbol; su daño es fácil de identificar porque sobre el corte de pica se
acumula “polvo”, “virutas” muy finas y perforaciones del tamaño de la cabeza de un alfiler y galerías (Figura
98 A y Figura 98). Galerías.

151
Figura 98. Galerías. A. Corte tangencial y B. Corte transversal (Fotografía A y B: V. Arriola)

Manejo. Existe poca información sobre el manejo de forma específica para cada una de las especies. Se ha
recomendado para este grupo de insectos en las plantaciones de hule el uso de Paratión metílico en dosis
de 3 cm 3 por litro de agua. La aplicación se puede realizar con una bomba rociadora casera (Picón et al.,
1997). Sin embargo, el uso de este producto no es lo más recomendable debido a su alto grado toxicológico
en la salud humana y en animales de sangre caliente (mamíferos y aves).
De manera general, en las plantaciones de hule se debe derribar y destruir a los árboles atacados por
barrenadores, ya sea por incineración o fragmentación de la madera, con ello se logra se logra un secado
rápido de la madera y consecuente muerte de los insectos y hongos asociados (Cibrián et al., 1995).
Importancia. La importancia económica de las especies se concentra en los insectos xilófagos Scolytinae
(Coleoptera: Curculionidae) ya que dicho grupo destruye plantaciones completas de gran valor económico.
El sector que se ve perjudicado es el maderero puesto que la calidad de la madera pierde su valor económico
significativamente, ya que llega a estar manchada por el hongo que es introducido por el insecto en la
galería (Pulgarín, 2009; Pulgarín, 2012). En países de tradición forestal se registran diferentes Scolytinae
que matan a su hospedero o atacan madera apeada y causan pérdidas millonarias por el detrimento en la
calidad de la madera (Pulgarín, 2009). De acuerdo con Cibrián et al. (1995) algunas especies del género
Xyleborus han sido consideradas plagas de importancia económica de árboles y arbustos ya que pueden
infestar individuos sanos hasta dañar plantaciones completas.
Por otro lado, su papel ambiental es relevante ya que estos insectos se establecen sobre sus hospedantes
con dos propósitos fundamentales: el de alimentarse, insectos, y la de reproducirse, vitales en su fluctuación
poblacional. Sin embargo, la función ecológica principal de este grupo es la regulación de poblaciones
vegetales y su participación en el reciclaje de materia orgánica (Burgos-Solorio y Equihua, 2007).

Xyleborus affinis (Eichhoff, 1868) (Curculionidae: Scolytinae)


Nombres comunes: escarabajos de ambrosía, descortezador.
Biología y morfología. Las hembras se caracterizan por que en el declive elitral es gradualmente convexo,
con superficie opaca, gránulos pequeños de igual tamaño en las interestrías decliviales I y III; vestidura de
setas largas evidentes, coloración amarillenta a café rojizo; longitud de 2.0-2.7mm (Figura 99). Los machos
tienen una longitud de 1.7-2.0 mm, nunca abandonan el árbol huésped original, y su única función
es fertilizar a las hembras a su alrededor (Rangel et al., 2012; Pérez et al., 2015).

152
Huevo. Son blancos, oblongos y brillantes, varían en longitud de 0.6 a 1.0 mm. Se colocan en grupos de
dos a cuatro a lo largo de los túneles horizontales que se ramifican a lo largo de los túneles verticales
principales. En temperaturas de 29 °C, las hembras han mostrado un periodo de oviposición de entre 3 a 27
días después de la introducción en el huésped. Una hembra puede poner varias docenas de huevos,
en una galería individual puede ser mayor porque la siguiente generación a menudo ponen huevos allí
también (Sobel et al., 2015).

Figura 99. Xyleborus affinis. A. Vista lateral, B. Vista dorsal (Fotografías: Z. Trejo).

Larva. Son blancas, sin patas y ligeramente curvadas. Éstas eclosionan de 7 a 14 días a 29 °C y de 14 a
35 días a 23 °C. Se alimentan exclusivamente del hongo cultivado en el interior de las galerías. Existen tres
estadios larvales (Sobel et al., 2015).
Pupa. Inicialmente es de color blanco y se torna a color marrón justo antes de que emerjan como adultos;
tiene en promedio de 2.0 a 2.7 mm de longitud. Las pupas emergen durante un periodo de 21 a 35 días a
23 °C (Sobel et al., 2015).
Daños. El daño se detecta inicialmente por perforaciones de 0.7 mm de diámetro con aserrín en forma
cilíndrica, ocasionadas por los adultos, en la corteza externa y por la presencia de un hongo color negro que
les sirve. En ataques más avanzados se observa necrosis en la corteza externa en el área atacada. Las larvas
perforan galerías en el floema del árbol en “zig-zag”, y se distribuyen de forma agregada en áreas de 80 cm,
aproximadamente, a lo largo del fuste; en la mayoría de los casos las galerías son simples, pero algunas
pueden tener 2, 3, 4 o 5 ramificaciones (Lores y Pinzón-Florián, 2011).
Importancia. Esta especie afecta plantaciones de Cedrela odorata L. y Theobroma cacao L. debido a que
destruye del todo a la albura de las trozas en campo o en aserrío, lo que la convierte en la especie más destructiva
(Pérez-De la Cruz, 2009).
Manejo. No se tiene información específica sobre el manejo para esta especie. Por lo general se utilizan las
mismas prácticas para las diferentes especies de este género.

Xyleborus ferrugineus (Fabricius, 1801) (Curculionidae: Scolytinae)


Nombres comunes: escarabajos de ambrosía, descortezador.
Biología y morfología. Su ciclo de vida es de alrededor de un mes, por lo que presenta múltiples
generaciones por año, con estados sobrepuestos (Cibrián et al., 1995). Presenta picos poblaciones tanto

153
en época de secas (marzo-abril-mayo) como de lluvias (junio, septiembre-octubre, diciembre), aunque con
tendencia a un mayor número de organismos en periodos de alta precipitación y humedad (Rangel et al., 2012).
Las hembras son de cuerpo cilíndrico de 2 a 3.3 mm de longitud, color café rojizo (Figura 100). Declive elitral
aplanado, con pendiente moderada; estrías no impresionadas a débilmente impresionadas, punciones
moderadamente gruesas, bastante profundas, interestrías dos veces tan anchas como las estrías, superficie
lisa y brillante, en la base de la interestría 1 hay uno o dos gránulos pequeños; en la parte media del
declive en la interestría 3 tienen un dentículo prominente y puntiagudo que sirve para reconocer con facilidad
a esta especie. Sólo las hembras son capaces de volar, viven de manera comunal, haciendo galerías
multiramificadas. Penetran la madera de los árboles por medio de túneles cilíndricos mediante
galerías en diferentes planos del tronco atacado. Introducen hongos ambrosiales, que colonizan la madera
y se reproducen en ella, las estructuras de reproducción se forman en la luz de las galerías y constituyen
el alimento para adultos y larvas (Cibrián et al., 1995; Wood, 2007; Rangel et al., 2012; Pérez et al.,
2015). El macho es más pequeño que la hembra, de 1.6 a 1. mm de longitud; color café amarillento; no
vuelan debido a que no pueden desplegar sus alas y la cantidad presente es menor a la de las hembras
(Cibrián et al., 1995; Wood, 2007; Rangel et al., 2012).
Huevo. Las hembras ovipositan en las partes de las galerías, cuando las larvas emergen se alimentan de
las estructuras reproductoras del hongo (Baños et al., 2012).
Larvas. Viven libremente dentro del sistema de galerías, sin estar en nichos especiales. Son de tipo
curculioniforme de 2 mm de longitud, cuando maduran pupan en el interior de las galerías y los nuevos
adultos salen por los orificios de entrada de las madres (Cibrián et al., 1995).

Figura 100. Xyleborus ferrugineus: A. Vista lateral, B. Vista dorsal (Fotografías: C. López).

Daños. Es un insecto que puede atacar agresivamente a árboles sanos y enfermos y destruye la albura, al
introducir hongos causantes de marchitamientos vasculares como Ceratocystis fimbriata; de igual manera
infesta trocería apilada en campo, pilas de madera recién aserradas y aún húmedas, por lo cual llegan
a afectar a maderas de uso comercial, por dos razones: las galerías que es construida y el manchado de
la madera ocasionado por el hongo antes mencionado, lo que trae como consecuencia la baja calidad del
producto (Cibrián et al., 1995; Rangel et al., 2012).
Importancia. Es una de las especies más destructivas de troncos en los bosques y se considera
dentro de los 4 escolítidos más abundantes en América del Sur (Pérez et al., 2009; Rangel et al., 2012);

154
esto se debe a que poseen la capacidad de infestar a varios hospedantes y a su amplia distribución
(Cibrián et al., 1995).
Manejo. De acuerdo con Cibrián et al. (1995), en plantaciones de cacao se deben aplicar tratamientos o
eliminar los árboles o trocearías infestadas, ya que de estos podrían surgir adultos que atacar a árboles
aparentemente sano. El tratamiento consiste en el derribo del árbol, el descortezado de la trocería mayor
de 10 cm de diámetro y aplicación de insecticidas de contacto con aceite mineral. Para proteger árboles
en pie se sugiere aplicar insecticidas en aceite mineral al fuste hasta llegar a las primeras ramas. En
torcería recién cortada que se quiere proteger del ataque de los insectos, se sugiere emplear insecticidas
disueltos en agua. El tratamiento químico se debe hacer con rapidez para evitar la entrada de insectos que
transportan a los hongos manchadores.

Xyleborus horridus (Eichhoff, 1869) (Curculionidae: Scolytinae)


Nombres comunes: escarabajos de ambrosía, descortezador.
Biología y morfología. Sus características morfológicas en general son: longitud de 3.8 a 4.2 mm,
coloración de café rojiza a oscura y ampliamente pubescente. Margen anterior del pronoto subdentado (poco
evidente) y ampliamente procurvado, área anterior con asperezas evidentes y bien definidas, posterior con
puntuaciones evidentes y estrechamente espaciada, puntuaciones elitrales pequeñas, densas, impresas y
confusas y muy junta; estrías poco evidentes, intestaría 1 armada por tres o cinco (Pérez, 2014).
Daños. La presencia de aserrín que es arrojado por el orificio de entrada al expulsar las excretas que
producen las larvas al alimentarse del floema indica que existe actividad de X. horridus. Una vez que está
adentro del hospedero forman galerías no bien definidas, puesto que se presentan en ramas irregulares
en plano horizontal, mientras que, en el desarrollo del huevo y larva, lo hacen en ramas separadas. Puede
infestar árboles debilitados o derribados (López et al., 2008; Rodríguez, 1991).
Importancia. No se tiene información sobre la importancia económica y ambiental en específico para esta
especie. Sin embargo, se debe considerar la misma que la registrada para otras especies ambrosiales.

Xyleborus intrusus (Blandford, 1898) (Curculionidae: Scolytinae)


Nombres comunes: escarabajos de ambrosía, descortezador.
Biología y morfología. Estos organismos frecuentemente son encontrados en trocería recién cortada o
árboles muertos recientes. Los adultos perforan los tejidos leñosos del hospedante y se alimentan en
gran medida del hongo ambrosial que recubre las paredes de sus túneles. Los adultos jóvenes
pueden permanecer en el hospedero, y la generación sucesiva también lo hace en la misma planta huésped,
siempre y cuando el contenido de humedad sea favorable para el crecimiento de su alimento (Bright, 1968).
Adulto. Alcanza una longitud de 2.2 a 2.7 mm, coloración amarillenta o café rojiza. Margen anterior del
pronoto procurvado, mitad anterior del pronoto con asperezas gruesas y densas, mitad posterior caso lisa,
con puntaciones diminutas, escasas y esparcidas. Estrías elitrales impresas; puntaciones pequeñas y poco
profundas. Estrías bien definidas y puntaciones similares a las del área discal; interestría 2 desarmada
o con uno o dos pequeños gránulos cerca de la base, 1 y 3 armadas por de tres a seis tubérculos ligeramente
más grandes (Pérez, 2014; Pérez et al., 2015).
Huevo. Son puestos de manera libre a lo largo de la pared de la galería (Bright, 1968).
Larva. Se desplazan alrededor de la galería y se alimentan de los hongos dispuestos a largo de esta (Bright, 1968).
Daños. El insecto realiza pequeños orificios de 1 mm a 2 mm de diámetro a lo largo del fuste con presencia de
aserrín compactado proveniente del orificio, en forma de filamento o más comúnmente en forma
esparcida (Gómez, 2014).

155
Importancia económica y ambiental. Para esta especie no se tiene información específica sobre su
importancia. Sin embargo, se debe considerar la que se indica para las demás especies de Xyleborus.

Xyleborus posticus (Eichhoff, 1869) (Curculionidae: Scolytinae)


Nombres comunes: escarabajos de ambrosía, descortezador.
Biología y morfología. Los adultos de esta especie presentan un cuerpo subcilíndrico, frecuentemente
delgado; pronoto convexo anterodorsalmente y con asperezas; meso y metatibia arqueadas, aplanadas y
armadas con dientes o setas; ojos marginados. Además, presentan dimorfismo sexual, ya que los machos
son de menor tamaño que las hembras (Pérez, 2014). La hembra mide de 2.2 a 2.5 mm de longitud,
coloración café oscura, café rojiza o negra, vestidura distribuida en todo el cuerpo, setas cortas y
distribuidas ampliamente, poco densas. Margen anterior del pronoto subcuadrado o plano, mitad anterior con
asperezas densas y mitad posterior con puntuaciones casi obsoletas, presenta algunas muy
diminutas y espaciadas. Estrías elitrales poco impresas, puntuaciones moderadamente grandes y muy juntas
entre sí. Declive empinado y convexo; estrías impresas, puntuaciones ligeramente más grandes y
profundas que las del área discal; interestrías con gránulos pequeños en la base del declive y en la parte media,
setas interestriales finas, moderadamente largas (Pérez-Silva et al., 2015). El macho mide de 1.5 a 1.7 mm
de longitud, color amarillento a café rojizo; ojo muy reducido en tamaño. Pendiente anterior del pronoto
convexo, asperezas reducidas a tubérculos pequeños, cumbre indefinida, declive elitral similar al de la
hembra, pero mal formado (Wood, 2007).
Daños. No se tienen registro sobre los daños que ocasiona esta especie. Sin embargo, es frecuente que se
observen pequeños orificios de entrada sobre los troncos de árboles vivos o muertos.
Importancia. Sobre la importancia para esta especie no se tiene información. Sin embargo, se debe
considerar la que se indica para las especies de la tribu Xyleborini.
Manejo. No se tiene información en específico sobre el manejo de esta especie. Se recomienda realizar las
actividades recomendadas para otras especies de Xyleborus.

Xyleborus volvulus (Fabricius, 1775) (Curculionidae: Scolytinae)


Nombres comunes: escarabajos de ambrosía, descortezador.
Biología y morfología. Presenta un cuerpo subcilíndrico, frecuentemente delgado; pronoto convexo
anterodorsalmente y con asperezas; meso y metatibia arqueadas, aplanadas y armadas con
dientes o setas; ojos marginados. Además, se presenta dimorfismo sexual, ya que los machos son de
menor tamaño que las hembras (Pérez, 2014). Su ciclo de vida es de aproximadamente un mes, por
lo que presenta varias generaciones por año (Cibrián et al., 1995). La hembra mide de 2.1 a 2.8 mm
de largo y es más larga que ancha; de color marrón rojizo a marrón oscuro; frente convexa, superficie
gruesa, estrechamente reticulada, línea mediana débilmente marcada, obtusamente elevada del epistomal al
nivel superior de los ojos; pronoto más ancho en la base, los lados en los dos tercios basales débilmente
arqueados, convergiendo muy ligeramente hacia el margen anterior bastante redondeado; margen anterior
débilmente armado por 16 o más serraciones bajas; estrías discales, especialmente la estría 1, declive
elitral pronunciado y convexo (Figura 101) (Wood, 2007; Pérez, 2014). El macho mide de 1.4 a 1.8 mm,
de color marrón amarillento, muy similar a los de X. affinis y X. ferrugineus; pronoto con un 40 por ciento
excavado cóncavo, columna mediana en el margen anterior de pronoto mucho más largo; tubérculos en
declive presentes; no tienen alas funcionales, por ello copulan con las nuevas hembras que eventualmente
pueden salir a infestar a nuevos huéspedes (Cibrián et al., 1995). Figura 101. Xyleborus volvulus: A. Vista
lateral, B. Vista dorsal (Fotografía: A: C. López, B: Z. Trejo).
Daños. Causa daños en el xilema y floema de las plantaciones jóvenes (Lores y Pinzón-Florián, 2011).
Por lo general, se reconoce a estos organismos en árboles de apariencia sana, o debilitados, en trocería
húmeda de diferentes diámetros y tamaños o en árboles con muerte reciente (Cibrián et al., 1995). Su daño

156
principal consiste en reducir la calidad de la madera por las horadaciones que producen (agujeros
redondos sobre la corteza), así como promover el establecimiento de hongos manchadores de la madera
(Baños et al., 2012).
Importancia. Es una plaga de repercusión económica en las áreas tropicales de México por ser uno de
los escarabajos ambrosiales de mayor importancia debido a su capacidad para dañar trocería. Presenta
un intervalo de distribución amplio dado que poseen la capacidad de infestar varias especies vegetales
(Vázquez et al., 2003). Además, está involucrado en la disminución por muerte de Erythrina americana Mill.,
árbol que se usa como sombra en el cultivo del cacao (Cibrián et al., 1995)

Figura 101. Xyleborus volvulus: A. Vista lateral, B. Vista dorsal (Fotografía: A: C. López, B: Z. Trejo).

Manejo. Se recomienda el derribo y destrucción de los árboles de sombra de cacao que estén atacados
por estos barrenadores, lo que se logra por incineración o bien por la fragmentación de la madera, con
ello se propicia un secado rápido de la madera y por consecuencia la muerte de los insectos y hongos
asociados. En el aprovechamiento forestal se recomienda no dejar la trocería almacenada en el monte
por periodos largos (Cibrián et al., 1995)
De acuerdo con Cibrián et al. (2015) por la naturaleza secundaria del insecto no se recomienda ejercer
acciones de control. En patios de almacenamiento de trocería se pueden prevenir ataques mediante
la aspersión de piretroides.

Nasutitermes corniger (Motschulsky, 1855) (Isoptera: Termitidae)


Nombre común: termes nido de cartón
Biología y morfología. Las reproductoras inician nuevos nidos en los troncos, se pegan en la superficie de
la corteza, donde forman una semiesfera de cartón. Son insectos sociales y presentan diferentes castas,
tales como reproductores, soldados y obreros (Méndez, 2016).
Soldados. Miden de 3 a 4 mm de longitud, similar a Nasutitermes nigriceps (Haldeman), las hembras son
más largas que los machos, pero difiere por poseer 6 setas largas en cada segmento abdominal. La cabeza
termina en punta (Figura 102 A) (Cibrián et al., 1995; Méndez, 2016). Tiene antenas con 13 segmentos,
el tercer antenómero más largo que el resto y el segundo y cuarto más corto que el resto. Cuatro setas
en la base del naso y dos en el vertex (uno a cada lado). En vista lateral se observa elevación de forma
convexa en la base del naso, entre la elevación y el vertex la cabeza tiene una forma cóncava. Naso cónico

157
de color más claro que la cabeza y traslúcido, con 4 setas y 4-7 pelos microscópicos en el tope. Pronoto en
forma de silla de montar con 0-5 setas en la parte anterior (De Souza et al., 2013).

Figura 102. A. Soldado, B. Obrera y C. Termitero (Fotografías C. López).

Obreras. Presentan un grado de esclerotización de la cabeza de los tipos morfológicos en la casta obrera;
tienen antenas con 14 segmentos, presentan el tercer segmento antenal más corto que parece estar
fusionado con el cuarto segmento. El segundo instar de las obreras tiene segmentos más alargados. En los
otros estadios, las dimensiones del tercer y cuarto segmento de la antena son más grandes (Figura 102 B)
(De Souza et al., 2013).
Daños. En las plantaciones se observan numerosos termiteros en los árboles vivos, sin embargo, las
termitas no penetran la madera viva, se alimentan de ramas laterales ya muertas y de otros materiales que
se encuentran en el suelo. Los nidos son parcialmente esféricos y miden hasta 1 m de diámetro, son
de color café oscuro, de consistencia coriácea (Figura 102 C) (Méndez, 2016).
Importancia. Son insectos que contribuyen en el reciclado de nutrientes, su daño en árboles vivos es
mínimo, aunque puede construir sus termiteros sobre ellos y alimentarse de ramas muertas (Cibrián et al.,
1995; Méndez, 2016).
Manejo. De acuerdo con Méndez (2016) no se recomiendan acciones de manejo; sin embargo, para las
labores de pica en el hule, los termiteros pueden ser un estorbo para los productores ya que reducen el
área de corte, por lo que se recomienda removerlos con hachas o machetes sin dañar el tronco del árbol.
Asimismo, se sugiere derribarlos y tratarlos con insecticidas de contacto. En forma natural son depredados
por aves y mamíferos (Cibrián et al., 1995).

Insectos defoliadores
Atta cephalotes (Linnaeus, 1758) (Hymenoptera: Myrmicinae)
Nombres comunes: hormiga arriera, hormiga cortadora de hojas, hormiga zampopa, Chicatanas.

158
Biología y morfología. El ciclo de vida varía considerablemente dependiendo de cada especie. En general,
la reina pone huevos de los que después de 30 días eclosionan varias larvas, tardan de 10 a 60 días en
desarrollarse hasta el estadio de pupa y 4 semanas después emergen como adultos. Las colonias de Atta
son grandes pero su densidad de nidos por hectárea es menor (Figura 103 A); dentro de las colonias existen
tres castas: la reina, obreras y zánganos (Brooklyn Botanic Garden, 2001).
Huevo. La reina coloca huevos no fertilizados (haploides) que darán origen a los zánganos y huevos fertilizados
(diploides) que van a dar origen a las diferentes subcastas de obreras: exploradoras, cortadoras y
soldados. Los huevos depositados tardaran aproximadamente 10 días en eclosionar como larvas (Uriel, 2013).
Después de su desarrollo, la emergencia de los reproductores coincide con las épocas lluviosas, esto
influye en favorecer factores como la humedad y friabilidad del suelo, condiciones necesarias para que la
reina. Después de ser fecundada en el vuelo nupcial, y ya con las alas desprendidas por sus propias mandíbulas,
cava fácil y rápidamente su primera cámara donde se oculta de los enemigos naturales (principalmente
depredadores) y empieza con su nueva colonia (Fortanelli y Servín 2002).
Inicialmente, emergen pequeñas obreras que ayudan en el cuidado del hongo y la cría; a continuación,
surgen las exploradoras y cortadoras, que cosechan el material vegetal como sustrato para el hongo. A
partir del momento en que las obreras asumen estas labores, la reina se dedica a la postura de huevos
durante el resto de su vida. Después de dos a tres años de desarrollo, un hormiguero empieza a
producir las soldados (obreras mayores) última subcasta en la colonia, encargada de la defensa del nido
como prioridad (Fortanelli y Servín, 2002).
Larvas. Poseen vestigios de patas, labro corto y estrecho, mandíbulas blandas y subcónicas son alimentadas
durante 19 días exclusivamente con el hongo simbionte Leucoagaricus gogylophorus, posterior a este
tiempo se transforman en pupa exarata, inicialmente blanca, que luego se torna rojiza al momento de la
ecdisis imaginal; en promedio, la prepupa tiene una duración de 5 días y la pupa de 14 (Uribe, 2013).
Adultos. Reina: puede vivir 15 o más años, es similar a la obrera mayor excepto por la presencia de tres
ocelos bien definidos, abundante pubescencia en todo el cuerpo y la ausencia de la pilosidad abundante en
el frente de la cabeza. Espinas pronotales ausentes; espinas propodeales conspicuas y robustas. Pecíolo y
pospecíolo usualmente con cretas laterales. Cabeza, mesosoma y opistogáster pardo oscuro y una banda
café oscura alrededor de la vena costal (Fernández et al., 2015).
Macho: dura relativamente corto tiempo ya que muere después del “vuelo nupcial”. Tiene abundante
pilosidad sobre la cabeza y el mesosoma. Espinas propodeales presentes, reducidas y agudas. Pecíolo con
dos espinas laterales ligeramente curvadas hacia atrás. Usualmente de coloración más clara que la reina.
Edeago como un gancho bien formado en cada lado, el gonocoxito en vista dorsal más largo que ancho y
el ápice de los ganchos del edeago largo y delgado (Fernández et al., 2015).
Obrera mayor: cabeza casi tan larga como ancha de color pardo oscuro, lados convexos, margen superior
emarginado; frente con pilosidad abundante y densa; espinas occipitales cortas y dirigidas hacia
atrás; mandíbulas alargadas, estrechas, muy curvadas en vista lateral, borde externo sinuoso en vista frontal;
escapos simples. Espinas pronotales presentes de longitud variable, a veces engrosadas en la base. Tubérculos
mesonotales presentes. Espinas propodeales presentes, largas y dirigidas hacia atrás. Dorso del
pecíolo con protuberancias; dorso del pospecíolo con protuberancias; dorso del opistogáster liso, cubierto
con abundante pilosidad de color pardo oscuro. Pilosidad moderada sobre el cuerpo, incluyendo espinas,
pelos curvos no más largos que el máximo diámetro del ojo (Figura 103 B) (Fernández et al., 2015).
Obrera menor: cabeza casi tan larga como ancha, lados convexos, margen posterior ligeramente
emarginado; vértice usualmente con setas abundantes; espinas occipitales largas y dirigidas hacia
arriba; mandíbulas alargadas, estrechas, muy curvadas en vista lateral, borde externo sinuoso en
vista frontal; escapos de las antenas simples. Espinas pronotales presentes de longitud variable, dirigidas
hacia arriba o hacia adelante. Tubérculos mesonotales presentes. Espinas propodeales presentes, largas y
dirigidas hacia atrás. Dorso del pecíolo con protuberancias; dorso del pospecíolo con protuberancias; dorso

159
del opistogáster liso, cubierto con abundante pilosidad. Cuerpo usualmente pardo oscuro, pero algunas
veces la cabeza es más clara. Pilosidad moderada sobre el cuerpo, incluyendo espinas, pelos curvos no
más largos que el máximo diámetro del ojo (Fernández et al., 2015).
Daños. Atacan durante la época de establecimiento de las plantaciones y su daño se identifica por cortar
en forma semicircular una parte o la totalidad de las hojas de plántulas jóvenes. La actividad de estos
hormigueros se identifica por el abundante tráfico de hormigas transportando trozos de material vegetal
(Lores y Pinzón-Florián, 2011).

Figura 103. A. Hormiguero dentro de plantaciones de hule y B. Obrera menor (Fotografía: A: V. Arriola,
B: C. López).

Importancia. Las hormigas arrieras son percibidas como una de las plagas más limitantes y responsables
de grandes pérdidas económicas en las actividades agrícolas, pecuarias y silvícolas del Neotrópico ya que
influyen en diferentes aspectos de la ecología de las plantas al alterar la cantidad de luz captada por los
hospedantes y el reciclaje de nutrientes. En América son numerosas las especies afectadas y se consideran
una de las plagas más importantes ya que causan defoliación parcial o total (Uribe, 2013; Rodríguez et al., 2008).
A pesar de que destruyen algunos productos agrícolas y forestales, también protegen y cuidan a insectos
productores de mielecilla como pulgones, escamas y piojos harinosos, infiriendo en el control biológico de
estas especies. Estas pueden realizar funciones benéficas al depredar a ciertas especies plagas y aireando
los suelos (Meyer et al., 2013).
La cuantificación de los daños es escasa, en muchas regiones ciertos cultivos se descartan porque las
hormigas no los dejan prosperar, lo que pone en peligro a comunidades campesinas e indígenas que
abandonan las parcelas ante la incapacidad de controlar a las hormigas (Lores y Pinzón-Florián, 2011).
Manejo. Para el control de las hormigas arrieras, existen diferentes tipos de prácticas tales como mecánicas,
físicas, culturales, biológicas y químicas, ésta última es la más utilizada y la más dañina para el
ambiente. Además, la implementación de éstas medidas resulta en un incremento en los costos de
producción y en un impacto ambiental negativo (Uribe, 2013). Para esta especie se recomiendan las
siguientes medidas de manejo:
Mecánico: no realizar la destrucción mecánica del hormiguero, ya que se pueden destruir las cámaras más
superficiales, pero no las profundas, esto solo provoca un mal manejo por los altos costos en mano de obra
(Cibrián, 2016).
Químico: utilización de cebos, considerados de alta eficiencia, fácil aplicación y económicos, generalmente
son un compuesto de un ingrediente toxico y un atrayente. Un requisito indispensable es que el toxico sea
de acción lenta para diseminarse en los individuos de la colonia a través de la trofalaxia (mecanismo por

160
el cual se alimentas unas entre otras) (Cibrián, 2016). De acuerdo con Ortiz (2011) se recomienda emplear
Dipterex 80 PS a dosis de 800 mL en 400 L de agua.
Los ingredientes activos actualmente permitidos se basan en Avemectina (cebo trompa) e Imidacloprid
(cebo patrón ultra) ya que actúa sobre el sistema metabólico de las hormigas, bloquea la producción de
energía y ocasiona la muerte de la colonia (Cibrián, 2016).
Otro método empleado es la termonebulización que consiste aplicar la atomización por medio de calor de
un formicida disuelto en aceite diesel (ACPM) o mineral.
Biológico: el uso de los hongos entomopatógenos Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae, no tiene
validación confirmada científicamente, es posible que se tengan resultados erráticos, por lo cual se sugiere
hacer pruebas que demuestren su efectividad (Cibrián, 2016).

Erinnyis ello (Linnaeus, 1758) (Lepidoptera: Sphingidae)


Nombres comunes: gusano cachón, gusano de la yuca, gusano de cuerno.
Biología y morfología. El ciclo biológico completo dura aproximadamente entre 32 y 49 días, según
las condiciones ambientales. La copulación ocurre comúnmente durante la noche, en las primeras horas
después de la emergencia de los adultos. (Bellotti et al., 1989).
Adulto. Es una mariposa de hábito nocturno y de coloración grisácea, que presenta, en cada lado del
abdomen, 5 o 6 bandas negras. Las alas anteriores son de color gris, y las posteriores presentan una
coloración ferruginosa con bordes negros; las primeras pueden medir de 34 a 48 mm de longitud (Figura104
A). Por lo regular, los machos son más pequeños que las hembras y presentan una banda negra longitudinal
en las alas anteriores. Los adultos pueden ser monitoreados mediante el uso de trampas de luz para captura
de insectos debido a que son atraídos por ella (Bellotti et al., 1989; Álvarez et al., 2002; León et al., 2010).
Huevo. Los huevos son esféricos y relativamente grandes (de 1 a 1.5 mm de diámetro) (Figura 104 B); las
hembras los colocan de forma individual en el haz de las hojas más jóvenes, aunque también pueden ser
colocados en el envés de las hojas nuevas, y suelen tener coloración verde y a medida que se acerca a la
eclosión se tornan de color amarillo. El periodo de incubación es de 3 a 5 días (Bellotti et al., 1989;
Álvarez et al., 2002; León et al., 2010).
Larva. Exhibe una gama de colores que pueden ser verdes, amarillas, marrón, gris oscuro, negras veteadas de
rojo, blanco y anaranjado, lo que depende del tipo de alimento consumido y de las condiciones climáticas.
Las larvas pasan por cincos instares y alcanzan una longitud máxima de 10 a 12 cm (Figura 104 C) y
después pasa a los estados de prepupa y pupa (Bellotti et al., 1989; Álvarez et al., 2002; León et al., 2010).
Prepupa. Una vez completado sus cinco estadios, las larvas bajan al suelo envueltas en hojas o cubiertas por
hojarasca, o pueden estar enterradas hasta 15 cm bajo tierra, donde forman una cámara y pasan al estado
de prepupa que dura aproximadamente dos días, durante los cuales no consumen ningún tipo de alimento. La
temperatura ambiental es un factor importante para este estado para su posterior eclosión como adulto
(Bellotti et al., 1989; Moré et al., 2014).
Pupa. La pupa es de color marrón oscuro y puede medir hasta 45 milímetros de largo, por 10 de ancho.
Este estado de desarrollo dura aproximadamente de 15 a 26 díasy es entonces cuando se puede hacer
la diferenciación entre las futuras hembras y machos. En el macho el gonoporo (abertura genital) está en
el noveno segmento abdominal, mientras que, en la hembra está en el octavo segmento. Por lo tanto, la
distancia entre la abertura anal y el gonoporo se advierte en relieve, pero en la hembra es liso y más difícil de
reconocer; de igual forma la unión del octavo y noveno segmentos, donde está el gonoporo, tiene la forma
de una “V” invertida (Belloti et al., 1989; León et al., 2010).
Daños. Las larvas son muy voraces, pues llegan a defoliar completamente las plantas de hule en jardines
clonales, viveros y plantaciones; la defoliación ocurre desde arriba hacia abajo y destruyen, en principio,

161
las hojas nuevas o las más jóvenes dejando solo la nervadura central o en algunos casos solo el peciolo
sin consumir y, en casos severos de infestación, pasan a hojas de mayor edad. Este comportamiento se
verifica, en esencia, durante la época seca cuando los enemigos naturales de la plaga son menos abundantes
(León et al., 2016; Rodríguez, 2009). La intensidad del ataque varía según la edad de la planta. El gusano
puede aparecer de forma temprana, en cuyo caso es muy probable que provoque daños de consideración
sobre todo si hay una alta población de larvas (Ceballos et al., 1978).

Figura 104. Erinnyis ello: A. Hembra adulta, B. Huevo, C. Larva


(Fotografías: A y B: C. López, B y C: Z. Trejo).

Importancia. Las especies de la familia Sphingidae cumplen funciones ambientales importantes en los
ecosistemas como herbívoros, polinizadores y presas de otros animales (Moré et al., 2014). Sin embargo, E. ello
causa defoliaciones de 100%, especialmente durante los meses de enero, finales de marzo o precisamente
después del ciclo natural de defoliación-refoliación del caucho (Hevea sp.), de esta manera causa una baja
en el rendimiento del látex de 30 a 50% (León et al., 2010). Después de los 6 meses de edad, la plantación se ve
afectada por la defoliación; en ese momento es necesario aplicar métodos de control que permitan reducir
rápida y eficientemente la población de larvas (Belloti et al., 1989).
Manejo. Los principales métodos empleados para el control del gusano cachón son los siguientes:
Cultural: el objeto de este método es modificar las condiciones naturales favorables a la plaga, mediante el empleo
de prácticas culturales. En el caso de este insecto se recomienda arar la tierra inmediatamente después de
la cosecha con el objeto de enterrar las pupas a profundidad y de esta manera eliminarlas. Otra práctica
recomendada es remover las malezas, e las euforbiáceas en particular que crezcan en la plantación o en
sus alrededores, porque funcionan como hospedantes a la plaga. En el caso de ataques continuos en una
zona se recomienda la rotación de cultivos, ya que al desaparecer el hospedante más prolífero, disminuye
la población de la plaga (Ceballos et al., 1978; León et al., 2016)

162
Mecánico: este método de control consiste en la utilización de cualquier medio físico para el combate de
una plaga. Para el gusano cachón se acostumbra la recolección manual de las larvas, sobre todo en parcelas
pequeñas, y su erradicación mediante inmersión en una mezcla de keroseno y agua. También puede
acudirse a la fuerza física para matar a las larvas. Otra medida es la captura de los adultos o mariposas
mediante trampas de luz, aprovechando sus hábitos nocturnos y su atracción por la misma, aunque esta
técnica no es del todo efectiva y económica (Ceballos et al., 1978; León et al., 2016).
Químico: la aplicación de productos químicos para la destrucción de las plagas es una alternativa muy
común en la mayoría de los cultivos, pero sólo es conveniente para el combate de Erinnyis ello cuando
se confirman casos extremos de infestación de larvas en plantas jóvenes. Las aplicaciones foliares de
productos como Sevin, Dipterex, Basudin y Azodrin, en las dosis comerciales recomendadas conducen a
buenos resultados en el control de ataques severos (Ceballos et al., 1978).
Control biológico: para el gusano cachón se ha probado con gran éxito el uso de Bacillus thuringiensis
Berliner, un bacilo que ataca las larvas de lepidópteros al provocar una septicemia que las destruye. Este
biocida, que se expende en el mercado bajo los nombres comerciales de Dipel o Thuricide, está compuesto
de las esporas con las cuales se preparan soluciones de alta dilución que se aplican al follaje que consume
la larva. Para un control efectivo se deberá aplicar en dosis de 2 a 3 g/L-1 de agua, hasta 200 L por hectárea
cuando la larva está entre el primer y segundo instar (Ceballos et al., 1978).
Por otra parte, las avispas del género Trichogramma (Hymenoptera: Trichogrammatidae) han sido el
principal agente de control biológico de huevos del gusano cachón en Colombia (León et al., 2010). En
México existen empresas que se dedican a la reproducción masiva de Trichogramma spp., por lo que se
puede estudiar la opción de incluir este tipo de microorganismos para el control de la plaga en México.

Referencias
Álvarez, E., A. Bellotti, L. Calvert, B. Arias, L. Cavid, B. Pineda, G. Llano y M. Cuervo. 2002. Guía práctica para el manejo de las enfermedades,
las plagas y las deficiencias nutricionales de la yuca. Centro Internacional de Agricultura Tropical. Colombia. 120 p.
Baños, A., M. Pérez, S. Sánchez y S. Capello. 2012. Fluctuación poblacional de Xyleborus volvulus (F.) (Coleóptera: Curculionidae), en
localidades de Tabasco, México. Acta Zoológica Mexicana. 28(3): 540-549.
Bellotti, C., B. Arias y J. Reyes. 1989. Manejo integrado de Erinnyis ello (L) (Gusano cachón de la yuca) Centro Internacional de Agricultura
Tropical (CIAT). Cali, Colombia. 62 p.
Bright, D. E. 1968. Review of the tribe Xyleborini in America north of Mexico (Coleoptera: Scolytidae). The Canadian Entomologist, 100 (1):
1288-1323.
Brooklyn Botanic Garden. 2001. Control Natural de Insectos. Editorial Trillas. México. 124 p.
Bumrungsri, S., R. Beaver, S. Phongpaichit, y W. Sittichaya. 2008. The infestation by an exotic ambrosia beetle, Euplatypus parallelus (F.)
(Coleoptera: Curculionidae: Platypodinae) of Angsana trees (Pterocarpus indicus Willd.) in southern Thailand. Journal of Science and
Technology 30(5): 579-582
Burgos-Solorio, A. y A. Equihua, 2007. Platypodidae y Scolytidae (Coleoptera) de Jalisco, México. Dugesiana 14: 59-82.
Caldera, F. 1997. Diagnóstico y evaluación del impacto de insectos asociados al género Quercus L. en la Sierra Madre Oriental, en Nuevo
León, México. Tesis de Maestría en Ciencias Forestales. Universidad Autónoma de Nuevo León, Linares, NL, México. 102 p.
Ceballos, L., F. L., A. A. Romero S., A. C. Bellotti y B. Arias V. 1978. El Control de Erinnyis ello (L) gusano cachón de la yuca [conjunto
audiotutorial]. Centro Internacional de Agricultura Tropical. Cali, Colombia. 30 p.
Cibrián T., D. 2016. Manual para la identificación y manejo de plagas en plantaciones forestales comerciales. Comisión Nacional Forestal.
Universidad Autónoma Chapingo. Texcoco, Edo. de Méx., México. 229 p.
Cibrián, D., J. Méndez, R. Campos, H. Yates III y J. Flores. 1995. Insectos Forestales de México. Universidad Autónoma Chapingo. Texcoco,
Edo. de Méx., México. 450 p.
De Souza, V., O. Bailez y A. Viana-Bailez. 2013. Caste polymorphism of apterous line of the Neotropical termite Nasutitermes corniger
(Motschulsky) (Isoptera, Termitidae). Revista Brasileira de Entomología 57(3): 309–312.
Fernández, F., V. Castro-Huertas y F. Serna. 2015. Hormigas cortadoras de hojas de Colombia: Acromyrmex & Atta (Hymenoptera:
Formicidae). Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá D.C., Colombia. 350 p.
Fortanelli, J. y M. Servín. 2002. Desechos de hormiga arriera (Atta mexicana Smith), un abono orgánico para la producción hortícola. Terra
20(2): 153-160.
Gómez, D. 2014. Escarabajos de ambrosía. Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (24): 1-2.
Izquierdo-Bautista, H., M. Domínguez-Domínguez, P. Martínez-Zurimendi, A. Velázquez-Martínez y V. Córdova-Ávalos. 2011. Problemática en
los Procesos de Producción de las Plantaciones de Hule Hevea Brasiliensis Muell Arg. en Tabasco, México. Tropical and Subtropical
Agroecosystems. 14(2011): 513-524.
León M., G., A. Peraza A. y M. Y. González G. 2016. Guía de bolsillo para el reconociendo u manejo de poblaciones de la Chinche de
encaje (Leptopharsa heveae) y Gusano cachón (Erinnys ello). Corporativo Centro Nacional de Investigación para el Caucho Natural
(CENICAUCHO). Fondo de fomento cauchero. Colombia. http://cenicaucho.org/data/documents/CARTILLA-FINAL.pdf (mayo de
2017).

163
León, A., J. Beltral, y J. Campo. 2010. Enemigos naturales y manejo integrado del gusano cachón (Erinnyis ello) en el cultivo del caucho
(Hevea brasiliensis). Colombia. Corpoica: 1-25.
López, R., F. Góngora, C. Guerra y M. Garguera. 2008. Evaluación y mitigación del impacto ocasionado por los descortezadores de los pinos
(Ips: Scolytidae: Coleoptera) en Cuba. V Simposio Internacional sobre Manejo Sostenible de los Recursos Forestales. Universidad
de Pinar del Río, Pinar del Río, Cuba. 10 p.
Lores M., A. y O. Pinzón-Florián. 2011. Insectos fitófagos en plantaciones comerciales de Acacia mangium Willd. en la Costa Atlántica y la
Orinoquia Colombiana. Colombia Forestal 14(2): 175-188.
Méndez, M., J. T. 2016. Termes nido de cartón, Nasutitermes corniger y N. nigriceps. In: Cibrián T., D. (Ed). Manual para la identificación y
manejo de plagas en plantaciones forestales comerciales. Comisión Nacional Forestal. Universidad Autónoma Chapingo. Texcoco,
Edo. de Méx., México. 229 p.
Meyer, S., M. Neubauer y E. Sayer. 2013. Leaf-cutting ants as ecosystem engineers: topsoil andlitter perturbations around Atta cephalotes
nests reduce nutrient availability. Ecological Entomology. 38(5): 497-504.
Moré, M., I. Kitching y A. Cocucci. 2014. Lepidoptera: Sphingidae. Revista Biodiversidad de Artrópodos Argentinos. 4(1): 1-17.
Pereira, J., P. Putz, E. Carvalho y C. Flechtmann. 2013. Biological aspects of Euplatypus parallelus (f.) (Coleoptera, Curculionidae,
Platypodinae) attacking Hevea brasiliensis (Willd. ex a. Juss.) in São Paulo Northwest, Brazil. http://www.feis.unesp.br/cahf/home/H_
Pub/meet/fle_m129.pdf (mayo 2017).
Pérez, M., A. Equihua y T. Atkinson. 2015. Identificación de las especies mexicanas del género Xyleborus Eichhoff, 1864 (Coleoptera:
Curculionidae: Scolytinae). Insecta Mundi. 0440:1-35.
Pérez, M., J. Valdez, J. Romero, A. Equihua, S. Sánchez y A. de la Cruz. 2011. Fluctuación poblacional, plantas huéspedes, distribución y
clave para la identificación de Platypodinae (Coleoptera: Curculionidae) asociados al agroecosistema cacao en Tabasco, México.
Acta Zoológica Mexicana. 27(1): 129-143.
Pérez, S. M. 2014. Estudio del género Xyleborus Eichhoff (Coleoptera: Curculionidae: Scolytinae) en México. Tesis de Maestría en Ciencias.
Colegio de Postgraduados. Montecillo, Edo. de Méx., México. 104 p.
Pérez-De la Cruz, M., A. Equihua-Martínez, J. Romero-Nápoles, S. Soto-Sánchez, E. García-López y H. Bravo-Mojica. 2009. Escolítidos
(Coleoptera: Scolytidae) Asociados al Agroecosistema Cacao en Tabasco, México. Neotropical Entomology 38(5): 602-609.
Pérez-Silva, M, y Equihua-Martínez, A. 2016. Distinción morfológica de dos morfotipos de Xyleborus volvulus (Fabricius) 1775 (Coleoptera:
Curculionidae: Scolytinae). Entomología Mexicana 3(1): 955-960.
Pérez-Silva, M., A. Equihua-Martínez, E. Estrada-Venegas, A. Muñoz-Viveros, J. Valdez-Carrazco, J. Sánchez-Escudero y T. H. Atkinson.
2015. Sinopsis de especies mexicanas del género Xyleborus Eichhoff, 1864 (Coleoptera: Curculionidae: Scolytinae). Acta Zoológica
Mexicana 31(2): 239-250.
Picón, L., E. Ortiz y J. Hernández. 1997. Manual para el cultivo del hule Hevea brasiliensis. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias. Campo Experimental El Palmar, Veracruz. 103 p.
Pulgarín D., J. A. 2012. Scolytinae (Coleoptera: Curculionidae) asociados a dos maderas en un bosque muy húmedo premontano (Antioquia,
Colombia). Revista Facultad Nacional de Agronomía. Medellín 65(1): 6459-6466.
Pulgarin D., J. A. 2009. Insectos perforadores de las trece maderas más comercializadas en el Valle de Aburrá (Antioquia, Colombia). Revista
Colombia Forestal 12(1): 51-61.
Rangel, R., M. Pérez, S. Sánchez y S. Capello. 2012. Fluctuación poblacional de Xyleborus ferrugineus y X. affinis. (Coleoptera: Curculionidae)
en ecosistemas de Tabasco, México. Revista de Biología Tropical 60(4): 1577-1588.
Rodríguez, J., Z. Calle y J. Montoya-Lerma. 2008. Herbivoría de Atta cephalotes (Hymenoptera: Myrmicinae) sobre tres sustratos vegetales.
Revista Colombiana de Entomología 34(2): 156-162.
Rodríguez, L. 2009. Estudio de factibilidad para la producción de caucho “Hevea brasiliensis” en Quevedo, provincia de los ríos. Tesis de
Licenciatura. Universidad San Francisco de Quito. Quito, Ecuador. pp. 1-74.
Rodríguez, R. 1991. Inventario de insectos descortezadores de la familia Scolytidae en Pinus spp. del bosque. Tesis de Licenciatura.
Universidad de Guadalajara, Jalisco, México. 98 p.
Rojo, M., G. E., R. Martínez R. y J. Jasso M. 2011. El Cultivo del Hule en México. Libros Técnicos: Serie forestal. Universidad Autónoma
Indígena de México. Colegio de Postgraduados. Montecillo, Edo. de Méx., México. 334 p.
Sobel, L., A. Lucky y J. Hulcr. 2015. An Ambrosia Beetle Xyleborus affinis Eichhoff, 1868 (Insecta: Coleoptera: Curculionidae: Scolytinae).
Entomology and Nematology. UF/IFAS Extension 1-5 p.
Uribe C., S. 2013. Fóridos (Díptera: Phoridae) Asociados al hábitat de Hormigas Cortadoras de hojas (Atta cephalotes y Acromyrmex
octospinosus) y sus patrones de localización en un Bosque Seco Tropical Andino. Tesis de Maestría en Ciencias. Universidad
Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias, Escuela de Postgrados. Medellín, Colombia. 72 p.
Vázquez, L., Rodríguez, M. y M. Zorrilla. 2003. Lista de escolítidos (Coleoptera) de Cuba y sus plantas hospederas. Fitosanidad 7: 17-21.
Villegas, A. y A. Belloti. 1985. Biología, morfología y hábitos de Lagocheirus acaneifomis Linne (Coleoptera: Cerambycidae) barrenador de la
yuca en Palmira (Valle del Cauca). Acta Agronómica 35(4): 56-67.
Wood, S. L. 1982. The bark and ambrosia beetles of North and Central America (Coleoptera: Scolytinae). A taxonomic monograph. Great
Basin Naturalist Memoirs 6: 1- 1359.
Wood, S. L. 2007. Bark and ambrosia beetles of South America (Coleoptera, Scolytidae). Brigham Young University. Provo, Utah, USA. 900 p.
Zanuncio, C., M. Sossai, L. Couto. y R. Pinto. 2002. Occurrence of Euplatypus parallelus, Euplatypus sp. (Coleoptera: Euplatypodidae) and
Xyleborus affinis (Coleoptera: Scolytidae) in Pinus sp. in Ribas Do Rio Pardo, Mato Grosso Do Sul, Brazil. Revista Arvore 26(3): 387-389.

164
Tuzas asociadas al cultivo de hule en plantaciones comerciales de México
Gilberto Chávez-León, José Miguel Hernández Cruz, Elías Ortiz Cervantes

Introducción
Los principales animales vertebrados que afectan a los cultivos en México son mamíferos pequeños: ratas,
ratones, ardillas y tuzas, así como conejos, liebres y diferentes especies de aves. Los métodos utilizados para
contrarrestar los efectos causados por las plagas de roedores de importancia agrícola son de tipo químico
(95 %) y en pocos casos mecánicos, como trampas (3.5 %). Su grado de efectividad se considera
en promedio regular, con 84 %; exitoso, con 10 %; y nulo, con 6 %. Para el control de tuzas, se aplican, en
igual proporción, raticidas (fosfuro de aluminio) y otras técnicas letales, como armas de fuego, explosivos,
gases y trampas; generalmente, sin éxito (del Villar-González, 2000; Rojo et al., 2011). Esta es una
de las principales plagas que afectan a las plantaciones de hule en México, ya que al roer la raíz destruyen
tanto las plántulas, como los árboles (Ortíz, 2011); pero poco se sabe de su abundancia y de la magnitud
de la afectación, factores fundamentales para su correcto manejo.
De los productores de hule en el estado de Oaxaca, 27 % consignan daños a sus plantas de hule, en
2011 (OIEDRUS, 2012). En vivero, los problemas más frecuentes son ocasionados por roedores (semillas,
plantas jóvenes) y cérvidos (corteza, hojas tiernas); aunque la fuente no menciona cuáles son las especies de
animales involucrados (Rojo et al., 2011).
La ficha del paquete tecnológico de hule del Sistema de Información para la Reforestación (SIRE, 2017)
de manera incorrecta usa el nombre de Geomys mexicana, el cual no es reconocido como válido por
las autoridades taxonómicas, ni como sinónimo (Ramírez-Pulido et al., 2014; Ceballos y Arrollo-Cabrales,
2012). Dicho error de identificación se replica en las publicaciones referentes al cultivo del hule, por
lo que es necesario precisar la identidad de las especies de tuzas causantes de los daños, lo cual tiene
implicaciones en la conservación de la biodiversidad y de tipo administrativo, por los trámites que deben
realizarse para obtener la autorización para su control.
Lo anterior indica que existen vacíos de conocimiento que no permiten el correcto manejo de esta plaga
en cultivo de hule, entre los que destacan la falta de conocimiento sobre su abundancia y la magnitud del
daño que causan. Con la finalidad de generar información de primera mano sobre esos temas se hizo una
evaluación rápida de la incidencia de tuzas en plantaciones de Hevea en el sureste de México, con dos
objetivos particulares: a) determinar la identidad de las especies que afectan a las plantas de hule; y
b) estimar su abundancia y la magnitud del daño que causan en las plantaciones.
Las actividades de evaluación rápida se desarrollaron en ocho plantaciones ubicadas en los municipios
Palenque y Catazajá, Chiapas; Huimanguillo y Macuspana, Tabasco; y Tezonapa, estado de Veracruz
(Cuadro 46). Asimismo, la información en extenso relacionada con este capítulo se documenta en el
Folleto Técnico Núm. 22 de la serie hule: “Procedimientos de Campo para Estimar la Abundancia, Daños e
Identificar Tuzas en Plantaciones de Hule”.

165
Cuadro 46. Plantaciones de hule donde se realizó la evaluación rápida de tuzas.
Superficie Altitud
Estado Municipio Localidad Plantación Etapa Latitud Longitud
(ha) (msnm)
Rancho
Chiapas Catazajá Catazajá 40 Desarrollo 17°41’47.3” 92°01’15.1” 29
Montecristo
Predio El Hule de
Chiapas Palenque 645 ND 17°33’05.5” 91°51’00.6” 67
Rústico Palenque

Chiapas Catazajá Catazjá ND* ND Producción 17°43’03.9” 91°11’27.5” 27

Chiapas Palenque Palenque Santa Rosa 645 ND 17°34’01.9” 91°55’43.5” 46


Venustiano
Tabasco Macuspana ND ND Desarrollo 17°45’58.8” 92°15’45.1” 33
Carranza
Venustiano
Tabasco Macuspana Rovirosa ND Producción 17°45’16.2” 92°15’01.1” 16
Carranza
Venustiano
Tabasco Macuspana ND ND Producción 17°45’15.5” 92°15’12.5” 18
Carranza
Veracruz Tezonapa Almilinga ND 2 Desarrollo ND ND ND
*ND = dato no disponible.

Determinación de la identidad taxonómica


Es importante conocer la especie de tuza que causa daños en las plantaciones debido a las regulaciones
para su control. La mayoría de estos roedores (75%) están protegidos por la NOM-059-SEMARNAT-2010
(Semarnat, 2010), ya que tienen una distribución muy limitada en México y sus poblaciones son pequeñas.
Para aplicar métodos de erradicación se requiere tramitar un permiso que restringe o prohíbe eliminar
individuos de los taxa protegidos: SEMARNAT-08-041 “Autorización para el manejo, control y remediación de
problemas asociados a ejemplares o poblaciones que se tornen perjudiciales”; formato FF-SEMARNAT-018
(Semarnat, 2015).
Para dar cumplimiento a la autorización de recolecta, únicamente, se capturaron cuatro ejemplares: dos en
Tabasco, uno en Chiapas y uno en Veracruz, todos con trampa tradicional. El tiempo de captura fue menor
a 20 horas, ya que dos trampas se colocaron a media tarde y las otras antes de mediodía, las cuales se
revisaron en las primeras horas de la mañana siguiente (Cuadro 47).
Para identificar los especímenes capturados se realizaron dos tipos de trampeo: tradicional y con trampas
metálicas, conforme a las recomendaciones de Romero-Almaraz et al. (2007). El primero, usado por
los productores de la región de estudio, consiste en ubicar un lazo corredizo en el interior de las galerías,
sujetado a una vara flexible en el exterior que se dispara al paso del animal, que de esta manera queda
atrapado. En el segundo caso, se colocan dos trampas en alguna bifurcación de las galerías, amarradas
entre sí y, a su vez a una estaca, para evitar que la tuza se las lleve al tratar de escapar. Se cubre con tierra el
hoyo donde se ponen las trampas.
Los ejemplares capturados se sacrificaron por asfixia o metiéndolos en una bolsa de plástico que contenía
un algodón con cloroformo. Posteriormente, se congelaron para su traslado al laboratorio, en donde se
prepararon las pieles y cráneos para preservarlos. La determinación taxonómica se efectuó, con
claves dicotómicas y literatura especializada (Hall, 1981; Ceballos y Oliva, 2005). Se preservaron porciones
pequeñas de hígado en alcohol etílico al 70 %, junto con las pieles y cráneos, que se depositaron en la
Colección Nacional de Mamíferos del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México,
también se congeló una muestra de hígado de cada ejemplar para su futura identificación por secuenciación
de ADN. La recolecta científica de los individuos se efectuó al amparo de la autorización número SGPAIDGVS/

166
10088 /16 expedida por la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) de la Secretaría de Medio ambiente
y Recursos Naturales (Semarnat).
Cuadro 47. Sitios de recolecta de tuzas en áreas con cultivo de hule.
Fecha y
Tuza Fecha y hora
Estado Municipio Localidad Etapa Latitud Longitud Altitud Trampa hora de
ID colocación
captura
Zaragoza I 09/11/16 10/11/16
01 Chiapas Libertad Vivero 17°40’13.8” 91°45’5.2” 35 Tradicio-nal
Sección 16:00 07:00
Venustiano 11/11/16 12/11/16
02 Tabasco Macuspana Desarrollo 17°45’59.5” 91°15’43.8” 12 Tradicio-nal
Carranza 11:30 07:50
Venustiano 11/11/16 12/11/16
03 Tabasco Macuspana Producción 17°45’59.5” 91°15’43.8” 12 Tradicio-nal
Carranza 11:30 07:30
15/11/2016 16/11/16
04 Veracruz Macuspana Almilinga Desarrollo 18°34’40.5” 96°47’26.9” ? Tradicional
16:00 07:00

Dos de los ejemplares capturados eran hembras y los otros dos machos. En el laboratorio se les tomaron
medidas corporales antes de ser procesados para preservar su piel y cráneo.Debido a que fueron transportados
en hielera desde el sitio de captura, solamente uno se pesó, los tres restantes estaban en estado inicial de
descomposición (Cuadro 48).
Cuadro 48. Sexo y medidas corporales de cuatro tuzas capturadas en áreas con cultivo de hule.
Tuza Longitud total Longitud de cola Pata Trasera Oreja Peso
Sexo
ID (mm) (mm) (mm) (mm) (g)
01 Hembra 270 87 34 9 nd
02 Macho 299 77 43 11 nd
03 Hembra 300 73 42 8 nd
04 Macho 340 88 45 8 600
nd = dato no disponible

A partir de la revisión de las características de las medidas corporales, las pieles y los cráneos, con las
claves dicotómicas de Hall (1981) se determinó que los cuatro ejemplares recolectados pertenecen a la
especie Orthogeomys hispidus (Le Conte, 1852). Su nombre común en español es tuza crespa y en inglés
Hispid Pocket Gopher. Por su distribución geográfica, los ejemplares de Chiapas y Tabasco corresponden a
la subespecie O. h. chiapensis (Nelson y Goldman, 1929) y el de Veracruz a O. h. hispidus (Le Conte, 1852).
Se distingue anatómicamente de otras especies por su pelaje café oscuro áspero, rígido y escaso, por lo
que su piel rosada queda expuesta a simple vista (Figura 105a); los incisivos superiores tienen un
surco longitudinal en la parte media, generalmente, hacia el lado interno (Figura 105b); el tercer molar superior
es parcialmente bilofodonto; es decir, sus cuatro cúspides están unidas en parte, mediante dos crestas
transversales, con la cresta posterior más prolongada, lo que lo hace más largo que ancho, con forma de
una L invertida (Figura 105c).

167
Fotos: G. Chávez-León; a) Vista dorsal del pelaje de tuza hembra; b) Incisivos
superiores con surco medio; c) Tercer molar con forma de L invertida.
Figura 105. Características anatómicas de Orthogeomys
hispidus (Le Conte, 1852).

Área de distribución
Esta tuza es de las pocas cuya área de distribución es amplia y sus poblaciones abundantes; por lo tanto,
no se considera en riesgo (Semarnat, 2010; Vázquez et al., 2016), pero sí como plaga, al igual que todos
los roedores de su tipo (del Villar, 2000). En México, se encuentra desde el sur de Tamaulipas, la costa del
Golfo de México, hasta la Península de Yucatán, así como en Honduras, Belice y Guatemala (Figura 106).

Los puntos negros indican los sitios de recolecta de cuatro ejemplares.


Elaboró: G. Chávez-León. Fuente: IUCN (2016).
Figura 106. Distribución de la tuza crespa (Orthogeomys hispidus).

168
Prefiere los claros o aberturas del bosque, las regiones costeras arenosas y las áreas agrícolas con suelo
bien drenado. Es principalmente nocturna, pero en ocasiones se alimenta durante el día. Sus madrigueras
son galerías de hasta 60 metros de largo, una profundidad de medio metro o menos y con diámetro de
aproximadamente 10 cm. La tierra excavada la expulsa hacia la superficie, con la que se forman
montículos, generalmente, pequeños en forma de abanico con el orificio de entrada y salida en uno de sus
lados. Los nuevos se identifican por la tierra suelta y húmeda, de color más oscuro que el resto. Un solo
individuo acumula la tierra excavada en varias salidas de sus galerías, formando un conglomerado, tienen
cámaras laterales que utiliza para almacenar alimento, descansar o criar. Se reproduce durante todo
el año, con un promedio de camada de dos individuos. Cada generación tiene una duración de dos años
(Ceballos y Oliva, 2005; Vázquez et al., 2016).

Estimación de la abundancia y evaluación de daños


La abundancia de las tuzas se estimó de manera indirecta, mediante el muestreo de distancias (Buckland et al.,
2001). El método consiste en el conteo de rastros, montículos de tierra frescos, a lo largo de transectos de
100 m de longitud, con una separación entre sí de 50 m, establecidos en las diferentes etapas fenológicas
del hule (desarrollo y producción). Se registraron los rastros ubicados sobre la línea de recorrido, así como
la distancia perpendicular hacia los que estaban a ambos lados hasta 25 m. Se evitó contar dos veces el
mismo montículo o los muy cercanos entre sí, los cuales son originados por el mismo animal. También, se
buscaron plantas o árboles con evidencias de mordeduras, debilitamiento o muerte. El objetivo fue registrar,
si la plántula o árbol de hule dañado estaba vivo, muerto en pie o caído, así como su altura y diámetro.
Se visitaron 27 transectos en siete plantaciones de hule, con la finalidad de contar montículos nuevos
y su distancia con respecto al transecto, lo que indica su presencia y permite estimar de manera indirecta su
abundancia. Únicamente, se ubicaron en dos, uno en Macuspana, Tabasco, y el otro en Tezonapa, Veracruz.
En el primero, se detectaron cinco montículos y en el segundo solo dos (Cuadro 49). Estos datos son
insuficientes para estimar la abundancia de tuzas en plantaciones de hule, ya que el programa Distance
requiere de un mínimo de 40 muestras, o distancias independientes (Buckland et al., 2001). Por último, no
se observó ningún daño evidente a las plantas de hule.
Cuadro 49. Cantidad de transectos y montículos de tuza detectados en plantaciones de hule.

Superficie
Cantidad Estado Municipio Localidad Plantación Etapa Fecha Montículos
(ha)

Rancho
5 Chiapas Catazajá Catazajá 40 Desarrollo 11/11/16 0
Montecristo
Predio El Hule de
5 Chiapas Palenque 645 11/11/16 0
Rústico Palenque
4 Chiapas Catazajá Catazajá Producción 11/11/16 0
5 Chiapas Palenque Palenque Santa Rosa 645 11/11/16 0
Venustiano
3 Tabasco Macuspana Desarrollo 11/11/16 5
Carranza
Venustiano
4 Tabasco Macuspana Rovirosa Producción 11/11/16 0
Carranza
1 Veracruz Tezonapa Almilinga 2 Desarrollo 15/11/16 2

Ramírez-Pulido et al. (2014) reconocen para México cinco géneros y 16 especies de tuzas, de las que 11
son endémicas. De ellas, seis están en alguna categoría de riesgo: cuatro amenazadas, una en peligro de
extinción y una subespecie bajo protección especial (Semarnat, 2010). Orthogeomys hispidus es una
de las que tienen mayor distribución geográfica en el país, que incluye las zonas de plantaciones de
hule en la región de la Planicie del Golfo (Figura 106). No está considerada en ninguna categoría de riesgo, ni
es endémica (Vázquez et al., 2016), lo que facilita la obtención de autorización para la aplicación de
técnicas letales para su control.

169
En las zonas perimetrales de esa área se localizan otros tres taxa que pueden afectar al hule: Thomomys
umbrinus (Richardson, 1829), en el centro de Veracruz; O. grandis (Thomas, 1893), en el norte de Oaxaca
y el occidente de Chiapas; y Crathogeomys merriami (Thomas, 1893), en el límite de Veracruz con Puebla.
En la zona del Pico de Orizaba vive O. lanius (Elliot, 1905), considerada como especie amenazada en
la NOM-059-SEMARNAT-2010 (Semarnat, 2010), pero se haya en altitudes superiores a 2 400 m, en zonas
de bosque templado-frío; sus individuos son de mayores dimensiones y su pelaje es denso y lanudo
(Hefner et al., 2014).
O. hispidus es el taxon que predomina en las zonas donde se establecen plantaciones de hule, en las zonas
bajas tropicales húmedas de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas.
Por las limitaciones de tiempo y de cobertura geográfica, la incidencia estimada de tuzas fue baja (7.4 % de los
27 muestreos) y no se observaron plantas de hule afectadas. Para determinar la magnitud real de su
abundancia y de sus afectaciones como plaga es necesario realizar un estudio con una duración mínima de un
año y con una muestra representativa de las diferentes condiciones ambientales en las que se desarrollan las
plantaciones de hule en México. Posteriormente, se tendrán que probar diferentes métodos de control, con
base en un diseño experimental, a fin de fundamentar recomendaciones técnicas para eliminar o mitigar
los daños que causa dicho roedor. En la siguiente sección se hace un recuento de las técnicas que se han
aplicado desde principios del siglo XX, hasta la actualidad.

Recomendaciones para la prevención y combate de tuzas


El combate técnico a la tuza tiene una larga historia en México. Una de las referencias más antiguas es
la de Meraz (1905), quien recomienda el uso de cebos envenenados y fumigación de madrigueras, además de
redes protectoras de malla de alambre, trampas tradicionales y siembra de plantas repelentes o tóxicas,
los cuales aún se usan con algunas modificaciones. Lo anterior muestra los pocos avances o innovaciones
que se han logrado en el tema.
Los métodos usuales de exterminio de plagas de vertebrados, se dividen en letales y no letales, con sistemas
químicos, mecánicos y culturales (del Villar-González, 2000).
Los químicos incluyen venenos de ingestión, de contacto, repelentes, pastillas fumigantes, bombas de
humo (propano y oxígeno), gas butano. Se colocan o inyectan en los túneles tapando las salidas con tierra,
para causar la muerte de los animales. Una sustancia inusual que se emplea para eliminarlas es el chicle
comercial, pero no hay fundamento técnico que lo avale.
La utilización de sustancias tóxicas tiene un alto riesgo para la salud humana, animales domésticos y fauna
silvestre, que no son el objeto de este método de control; además de sus efectos residuales en el ambiente. Se
debe aplicar siguiendo las recomendaciones de un profesional en control de plagas y usar solo los
productos autorizados oficialmente.
Entre los sistemas mecánicos más empleadoss están las trampas metálicas de tenazas, llamadas coyoteras, y las
fabricadas especialmente para tuzas, conocidas como Victor Black Box, Macabee, Gophinator y Cinch.
Se recomienda colocar una o dos de ellas en las intersecciones de los túneles o bajo montículos nuevos, siempre
hay que cubrir con tierra el hoyo de entrada. Las trampas tradicionales son menos costosas y, posiblemente, más
eficientes. El trampeo no requiere de cebos. También se colocan cercados perimetrales con malla de
gallinero enterrada parcialmente, o como protección individual de plantas en forma de tubo o cesta enterrada.
Los métodos no letales recurren al uso de perros adiestrados para cazarlas; olores desagradables, como
heces de perro o gato, pescado podrido, residuos de café y naftalina colocados en el interior de las
madrigueras; ruidos fuertes; protección de depredadores (aves rapaces y serpientes) o atracción (cajas
nido o perchas) para que se establezcan en los cultivos; siembra de plantas repelentes o tóxicas, como el
ricino o higuerilla (Ricinus communis L.), el ajo (Allium sativum L.), el narciso (Narcissus spp.), la caléndula
(Calendula officinalis L.), la adelfa (Nerium oleander L.), u otros vegetales propios de la localidad. Aunque
se deben usar con cuidado, por los efectos tóxicos de la mayoría de ellas en los animales domésticos. Por

170
último, la inundación de las galerías con agua hace que las tuzas las abandonen o mueran ahogadas, pero
se requiere de una toma de agua en el sitio.
Los procesos citados no son efectivos por sí solos, tampoco si son aplicados durante corto tiempo. Los
mejores resultados se obtienen cuando se utilizan de manera combinada, simultánea y permanente;
además, se recomienda atacar las tuzas de los predios vecinos, de donde se desplazan en búsqueda
de nuevos territorios. Una alternativa es la aplicación de prácticas culturales, como la eliminación de su
fuente principal de alimentación: las hierbas.
La base del éxito para el control de poblaciones de este roedor es la constancia. Tanto los sistemas
químicos y mecánicos, como las prácticas culturales son efectivos siempre y cuando se mantengan en
uso permanente. La diferencia radica en que los químicos representan un peligro para el ambiente y las
personas que los manipulan, así como para los animales que no son su objetivo. Los mecánicos tienen el
inconveniente de su alto costo, cuando se utilizan en grandes superficies. La ventaja de las prácticas
culturales para el control de la tuza, como el deshierbe, es que pueden formar parte del manejo mismo
del cultivo y son un método preventivo.

Referencias
Buckland, S. T., D. R. Anderson, K. P. Burnham, J. L. Laake, D. L. Borchers and L. Thomas. 2001. Introduction to Distance Sampling.
Estimating abundance of biological populations. Oxford University Press, New York, NY, USA. 432 p.
Ceballos, G. y G. Oliva. 2005. Los mamíferos silvestres de México. Fondo de Cultura Económica, Comisión Nacional para el Conocimiento y
Uso de la Biodiversidad. Distrito Federal, México. 986 p.
Ceballos, G. y J. Arrollo-Cabrales. 2012. Lista actualizada de los mamíferos de México 2016. Revista Mexicana de Mastozoología Nueva
época 2:27-80.
del Villar-González, D. 2000. Principal vertebrado plaga en México: situación actual y alternativas para su manejo. Revista Chapingo Serie
Ciencias Forestales y del Ambiente 6:41-54.
Hall, E. R. 1981. The Mammals of North America. Vol I. 2nd ed. John Wiley & Sons, New York, NY, USA. 600 p.
Hafner, M. S., D. J. Hafner, E. E. Gonzáles, J. W. Demastes, T. A. Spradling and F. A. Cervantes. 2014. Rediscovery of the pocket gopher
Orthogeomys lanius (Rodentia: Geomyidae) in Veracruz, Mexico. Journal of Mammalogy, 95:792–802.
International Union for Conservation of Nature (IUCN). 2016. Orthogeomys hispidus (Hispid Pocket Gopher). In: IUCN 2016. IUCN Red List
of Threatened Species. Version 2016.3. http://www.iucnredlist.org. (6 de marzo de 2017).
Meraz, A. 1904. Destrucción de las tuzas, ardillas de tierra o ardillones y perros de las praderas. 2ª ed. Circular Número 20, Comisión de
Parasitología Agrícola, Secretaría de Fomento, México, D. F. México.11 p.
Oficina Estatal de Información para el Desarrollo Rural Sustentable de Oaxaca (Oeidrus). 2012. El cultivo de hule. Datos básicos 2011.
Oaxaca. Sistema Nacional de Información para el Desarrollo Rural Sustentable (Snidrus), Oficina Estatal de Información para el
Desarrollo Rural Sustentable de Oaxaca (Oeidrus). San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, México. 50 p.
Ortíz Hernández, E. 2011. Paquete Tecnológico del Hule (Hevea brasiliensis Müell Arg.). Establecimiento y mantenimiento preoperativo.
INIFAP, Centro de Investigación Regional Golfo Centro, Campo Experimental El Palmar, Tezonapa, Veracruz, México. 20 p.
Ramírez-Pulido, J., N. González-Ruiz, A. L. Gardner, and J. Arroyo-Cabrales. 2014. List of Recent Land Mammals of Mexico, Special
Publications of the Museum of Texas Tech University, Number 63. 69 p.
Rojo M, G. E., R. Martínez R., J. Jasso M. 2011. El cultivo del hule en México. Libros Técnicos: Serie Forestal. Universidad Autónoma
Indígena de México, Colegio de Postgraduados, Montecillo, Edo. de México, México. 317 p.
Romero-Almaraz, M. de L., C. Sánchez-Hernández, C. García-Estrada y R. D. Owen. 2007. Mamíferos pequeños. Manual de técnicas de
captura, preparación, preservación y estudio. 2ª ed. UNAM-Facultad de Ciencias, México, D.F. México. 201 p.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). 2010. NORMA Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, Protección
ambiental-Especies nativas de México de flora y fauna silvestres-Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión,
exclusión o cambio-Lista de especies en riesgo. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Diario Oficial de la Federación,
Segunda Sección, 30 de diciembre de 2010. Págs.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). 2015. Formato de Autorización para el manejo, control y remediación de
problemas asociados a ejemplares o poblaciones que se tornen perjudiciales. Disponible en: http://www.semarnat.gob.mx/sites/
default/files/documentos/documentos/tramites/ff/FF-SEMARNAT-018.pdf (07 de julio de 2017).
Sistema de Información para la Reforestación (SIRE). 2017. Paquetes Tecnológicos. Hevea brasiliensis Müell. Arg. SIRE-Conabio-Conafor-
Pronare. http://www.conafor.gob.mx:8080/documentos/docs/13/930Hevea%20brasiliensis.pdf. (28 de febrero de 2017).
Vázquez, E., Emmons, L., Reid, F. & Cuarón, A.D. 2016. Orthogeomys hispidus. Species Assessment. The IUCN Red List of Threatened
Species 2016: e.T15549A22214917. http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2016-3.RLTS.T15549A22214917.en (9 de febrero de 2017).

171
Enfermedades del cultivo de hule en plantaciones comerciales de México
Adriana Rosalía Gijón Hernández, Iris Marley Pérez Gálvez, Brenda Torres Huerta
Elías Ortiz Cervantes, Perla Esmeralda Sánchez Galindo, Xóchilt Rubí Villagómez Ramírez
y José Francisco Reséndiz Martínez

Introducción
El árbol de hule es susceptible al ataque de una gran variedad de enfermedades, que afectan la raíz, el panel
de pica, el tallo, ramas y las hojas (ANACAFÉ, 2004), la mayoría de origen fúngico, siendo responsables
cada año de pérdidas considerables en términos de producción de látex (Jaimes y Rojas, 2011).
Es así como, las infecciones por patógenos causan efectos devastadores especialmente en viveros, pero
también afectan los árboles inmaduros y maduros (Jaimes y Rojas, 2011). Las enfermedades están sujetas a
las condiciones climáticas de las zonas donde se encuentra establecido el cultivo, son regiones con altas
precipitaciones que favorecen la presencia de patógenos (Grupo Técnico Procaucho, 2012).
Las enfermedades identificadas corresponden a la época de muestreo realizada en otoño del 2016, las
cuales fueron confirmadas taxonómica y molecularmente.
Son diversas las enfermedades de origen fungoso que afectan al cultivo de hule, aquí se describen las que
por su presencia constituyeron las principales para los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
La información en extenso relacionada con este capítulo se encuentra en el Folleto Técnico Núm. 23
“Enfermedades del Cultivo de Hule [Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.]” adjunto a este
Paquete Tecnológico.

Enfermedades en el cultivo de hule


Mal Sudamericano de la hoja (Microcyclus ulei Axn.). Los síntomas de esta enfermedad dependen del
estado de maduración de las hojas y la susceptibilidad del clon cultivado (Grupo Técnico Procaucho, 2012).
Presenta lesiones circulares afelpadas de un diámetro entre 8 mm a 10 mm que se sitúan en el envés de
la hoja resultado de la esporulación de la primera fase asexual del hongo y con el tiempo va tomando una
coloración verde oliva a negra, cuando se presenta alta severidad de la enfermedad estas lesiones también
aparecen en el haz causando arrugamiento, deformación, rompimiento de los tejidos afectados hasta alcanzar la
defoliación (Aguirre, 2016; Grupo Técnico Procaucho, 2012 y Pérez et al., 2006) (Figura 107).

Figura 107. Plantas defoliadas por la infección de Microcyclus ulei.

172
Antracnosis (Colletotrichum gloeosporioides). La enfermedad puede ocurrir en cualquier etapa del
desarrollo de la planta, los síntomas iniciales se manifiestan en las hojas nuevas, brotes y frutos (Leal,
1999). Primero aparecen pequeñas manchas acuosas que se convierten en lesiones necróticas de forma
circular a irregular, de color crema oscuro a negro con bordes amarillos (Castro, 2011, Grupo Técnico
Procaucho, 2012) (Figura 108). La antracnosis puede causar la muerte de la yema terminal en plantas
jóvenes, dando lugar al necrosamiento descendente del tallo (Grupo Técnico Procaucho, 2012).

Figura 108. Síntomas de antracnosis en hule.

Muerte descendente (Lasiodiplodia theobromae). Saprófito, aunque se le considera un patógeno latente.


Se presenta como endófito en tejidos sanos de la planta, convirtiéndose en patógeno cuando el hospedero
está debilitado o estresado (Figura 109) (Picos et al., 2015)
Los síntomas producidos por este patógeno incluyen cancros, muerte descendente, gomosis, tizón de la
hoja, pudrición de raíz (Pitt y Hocking, 2009; Shahbaz et al., 2009).

Figura 109. Árboles muertos por la infección


de Lasiodiplodia theobromae.

173
Necrosis de la Corteza (Fusarium sp.). Los primeros síntomas externos son pequeños rajaduras o grietas
verticales en la corteza, a veces con leves flujos de látex que salen de hoyos provocados por
insectos barrenadores (broca), en la parte inferior del tallo por debajo del corte de pica. Posteriormente se
puede observar que la corteza dañada se despega del tronco. Masas de micelio color blanco se observan
cerca del panel de pica (Figura 110).

Figura 110. Síntomas en tablero por Fusarium sp.

Podredumbre basal (Ganoderma sp). Los arboles afectados presentan cuerpos reproductores del hongo
en la base del tronco en forma individual (Figura 111). Presentan pudrición del duramen y principalmente
de la albura por lo cual se presentan cancros de diversas dimensiones en el tallo, también causa pudrición
blanca y fibrosa de la madera y el floema es afectado y se bloquea el flujo de sustancias hacia la raíz lo
que estimula la pudrición de estas (Moreno et al., 2010). Los árboles afectados también presentan muerte
descendente y defoliación, la punta y las ramas principales se van secando paulatinamente (Moreno et al., 2010).

Figura 111. Basidiocarpos de Ganoderma sp en la base del tronco.

174
Gangrena rayada o raya negra (Phytophthora sp.). Se reconoce fácilmente, ya que se propaga en los
ejidos de la corteza, provocando la aparición de rayas o estrías oscuras a lo largo y ancho, sobre el tablero
de pica con exudación de látex, las cuales siguen hasta la parte leñosa (Figura 112). Al presentarse daños
en el tablero, el leño no solo queda expuesto, sino que se produce una deformación o un chancro que
impide el rayado (Picón et al., 1997; Grupo Técnico Procaucho, 2012) (Figura 112).

Figura 112. Estrías oscuras sobre el tablero


de pica ocasionadas por
Phytophthora sp.

Nemátodos (Aphelenchoides sp.). En árboles de hule (Hevea brasiliensis) se detectó en fuste, los síntomas
observados fueron escurrimientos de color crema a café, al realizar un corte se observó la corteza de color
rojizo y de consistencia blanda y húmeda (Figura 113), en la cual se detectaron nematodos asociados del
género Aphelenchoides, pero también se observaron hongos asociados al síntoma.

Control químico de enfermedades


En el Cuadro 50 se muestran las principales enfermedades e ingredientes activos para su posible control.

Figura 113. Sintomatología causada por


Aphelenchoides sp. en el tronco.
175
Cuadro 50. Principales enfermedades e ingredientes activos para su control.
Fungicida
Enfermedad
Nombre técnico Nombre Observaciones
(Patógeno) Dosis
(Principio activo) comercial
Benlate*** 2 g L-1 de
Benomil* Aplicaciones mensuales
Promyl agua***
durante los meses de octubre,
Cycosin*** noviembre, diciembre, enero y
Tiofanato de 2 g L-1 de
febrero***
metilo agua***
Bavistin ó 0.9 g L-1 de
Carbendazim**
Prozycar** agua **
Tiofanato 1 g L-1 de
Cercobin**
metílico** agua**
Manzate
Mancozeb** 4 g L-1 de agua*
200***

0.15 g L-1 de
Mal Suramericano Triadimefon** Bayleton* Pulverizaciones en vivero y
agua**
de la Hoja jardín clonal: semanales en el
(Microcyclus ulei) periodo lluvioso y quincenales
en el periodo seco. En hule
Triforine ** Saprol** 0,228 L ha-1** adulto: pulverizaciones
después que los foliolos
alcancen la madurez. **
Tilt** 0,075 L ha-1**
Propiconazol**

Clorotalonil** Daconil** 0,9 kg ha-1**

Fenarimol** Rubigan** 0,072 L ha-1**

Continúa Cuadro 50...

176
Continúa Cuadro 50...
Fungicida
Enfermedad Nombre
técnico Nombre Observaciones
(Patógeno) Dosis
(Principio comercial
activo)
Aplicar semanalmente
1.5 g L-1 de luego de la aparición de
Cúpricos** Cupravit• los primeros síntomas,
agua**
hasta la desaparición de la
enfermedad•
Oxicloruro 3-4 mL L-1 de Pulverizaciones semanales
Antracnosis de cobre* agua•• en vivero y jardín clonal, en
(Colletotrichum épocas de post-injertación.**
gloeosporioides)
Pulverizaciones semanales en
1.5 g L-1 de vivero y jardín clonal**
Clorotalonil** Daconil**
agua **
Se recomienda aplicaciones
semanales de junio a
Manzate 10 g L-1 de
Mancozeb** diciembre. ****
200**** agua****

3-4 g L-1 de
Cúpricos• Cupravit) • uitar los tejidos y aplicar cobre
agua••
Pudrición del tallo, aceitoso u otros cúpricos•
muerte descendente
Oxicloruro de 3-4 mL L-1 de Realizar aspersiones de
o chancro de injerto Copoxy••
cobre••• agua•• fungicidas a base de cobre.••••
(Lasiodiplodia
theobromae) 2.5-3.5 g L-1 de
Captan•• Captán••••
agua••
Benomil••• Es más efectivo cuando
0.6-0.9 g L-1 de
Benomilo•• se presentan los primeros
Promyl agua••
síntomas.••
Clorotalonil° Cloronil•• 1.5-2.5 g ha-1••
Benomil° Aplicar con una frecuencia de
Necrosis de la Corteza Benomilo•• 0.6-0.9 g L-1 de 10 a 15 días°
(Fusarium sp.) Promyl agua••
Cuando la infección es severa,
Carbendazim•• Bavistin•• 200-250g ha-1•• se deben hacer de una a dos
aplicaciones semanales.°

0.5 mL L-1 de Mezclar 10% del producto con


Tridemorph°° Calixin°°
agua°° 5% de raíces afectadas°°
Podredumbre basal
(Ganoderma sp.) 0.15 g L-1 de
Triadimefom°°° Bayleton°°°
agua**
A razón de gr i.a./planta por
Triadimenol°°° Bayfidan°°° 2.5 g°°°
absorción radicular.°°°

Continúa Cuadro 50...

177
Continúa Cuadro 50...
Fungicida
Enfermedad
Nombre técnico Nombre Observaciones
(Patógeno) Dosis
(Principio activo) comercial
Quifolatan
Esta enfermedad se controla
50 2-4g g L-1 de
Gangrena rayada Captafol^ mediante el uso de fungicidas
Heliotan agua^^ humectantes, aplicados cada
(Phytophthora sp.) 50^^ tercer día hasta que desaparece
la infección. ^
Metalaxyl^ Metalaxyl 0.5 mL L-1 de
Fosetil aluminio Técnico ^^ agua^^
Nematodo Fenamifos: Etil-3- Asperjar alrededor de la planta.
(Aphelenchoides metil-4-(metiltio) Nemacur 20 mL L-1 de ••
sp.) fenil (1-metiletil) 400 •• agua••
fosforoamidato.••

Las medidas de control o manejo para las enfermedades descritas en el documento se sugieren con
base a una revisión bibliográfica. Referente a las indicaciones sobre el uso de ingredientes activos de
fungicidas o nematicidas, se recomienda que el usuario siempre siga las indicaciones del fabricante. Los
autores no serán responsables del uso de los productos aquí mencionados técnicamente ni legalmente.
Es responsabilidad de los usuarios el uso de los mismos. Es importante que los usuarios siempre estén
asesorados por especialistas en la materia.
Fuente: *(Rojo, et al., 2011) ** (Gasparotto y Pereira 2012) *** (Ortiz, 2011) **** (Aguirre, 2016) • (Gasparotto,
et al., 1984) •• (PLM, 2012) • • • (Varela et al., 2013) • • • • (Tucuch et al., 2005) ° (Alvarado 1997; Cifuentes,
2011) °° (ASOHECA, 2009) °°° (Nieto, 1994) ^(Picón et al., 1997) ^^ (COFEPRIS. 2016).
Para mayor información se recomienda la revisión del folleto técnico “Enfermedades del cultivo de hule
(Hevea brasiliensis)”, de la serie Hule.

Consideraciones finales
Dado el papel que juega la materia prima derivada de la producción de hule [Hevea brasiliensis (Willd. ex A.
Juss.) Müll. Arg.], tanto en el mercado internacional como el nacional, el sistema productivo nacional se debe
enfocar en alcanzar los mejores niveles de productividad en el marco de los estándares internacionales;
además de, atender la demanda interna, aprovechar el potencial productivo existente y de hacer uso de la
nueva tecnología, ya que estos aspectos constituyen los principales problemas a los cuales se tiene que
hacer frente en el mediano plazo, para reposicionar la industria del hule en México.
La superficie con potencial para el cultivo del hule total calculada, para los cuatro estados con la mayor
parte de la producción, presenta factibilidad para aumentar el número de plantaciones; sin embargo, es
importante la implementación de verificaciones de campo de las condiciones agroecológicas; así como, la
realización de estudios socioeconómicos en las regiones clasificadas con aptitud óptima para el desarrollo
de H. brasiliensis, actividades fundamentales para el desarrollo exitoso del cultivo.
Los factores bióticos y abióticos que predisponen la presencia de plagas (insectos) en las plantaciones
comerciales son diferentes, por lo que es importante realizar buenas prácticas de manejo desde la etapa
de producción, hasta la extracción del hule. En los trabajos de campo realizados, durante el otoño de 2016,
no se observaron daños de consideración por los insectos identificados. Sin embargo, es relevante que se
lleven a cabo monitoreos y evluaciones para determinar el método de control y manejo, en caso de que la
incidencia aumente.

178
Las enfermedades detectadas fueron la mancha suramericana de la hoja (Mycrociclus ulei Arx), en Veracruz
y Oaxaca; antracnosis (Colletotrichum gloeosporioides Penz), en municipios de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y
Tabasco; muerte descendente, causada por Lasiodiplodia theobromae, existente en los cuatro estados, con mayor
incidencia en Tuxtepec, Oaxaca; necrosis de la corteza (Fusarium sp.), en Veracruz y Oaxaca; podedumbre
basal (Ganoderma sp.), en Tuxtepec, Oxaca; y la roya negra (Phytophthora sp.), en Tabasco y Chiapas.
Los clones recomendados para cada región productora constituyen uno de los principales factores
determinantes de la productividad del cultivo de hule, por ello es imprescindible tener la certidumbre
sobre su identidad genética y mantenerla durante el manejo del material vegetatitivo en viveros,
jardínes de multiplicación y plantaciones. Para cumplir con lo antes expuesto es necesario implementar
muestreos morfológicos y pruebas moleculares frecuentes.
Finalmente, los productores deben tomar en cuenta que: 1) la viabilidad de una plantación está influenciada
por el material utilizado para su establecimiento, ya que el comportamiento de los clones depende de su
constitución genética y su interacción con los factores ambientales; 2) una plantación con buenas
prácticas culturales puede iniciar su producción desde los 5 años; 3) el látex se debe extraer sin dañar el
tejido vascular (cambium) que permite su regeneración; para ello, es indispensable contar con material adecuado
y seguir la metodología recomendada para obtener los mejores rendimientos y reducir la probabilidad de
aparición de agentes patógenos sobre los cortes; y 4) la maquinaria, procedimientos e inversión para
transformar el látex y coagulados en materia prima útil para la industria manufacturera difiere, en función
del producto que se quiera obtener.

179
Agradecimientos
Los autores desean expresar su agradecimiento a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) por el financiamiento otorgado, a través del componente Innovación
Agroalimentaria 2016, para la realización del proyecto: “ Actualización y transferencia de un paquete
tecnológico para el cultivo del hule [Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müell. Arg.] en el trópico
húmedo mexicano”.
A los productores de hule: Ing. Pablo Flores Sarmiento, Epifanio Naranjo Zárate, Fidel Reyes Sánchez,
David Lezama Amador, Fidel Soni Hernández, Ing. Arnoldo Pérez Íñiguez, Adrián García Mendoza y Joel
Bruno Pérez; asi como a los productores de Catazajá, Palenque, Huimanguillo y Macuspana.
Al M. C. Luis Amaya Quiroz y al Ing. Genaro López Samario, por el apoyo técnico en los trabajos de campo.
A los biólogos Rocío Sánchez Colín, Germán López García y Sheyla Nallely Muñoz Belmont, a Leidy Jannete
Pat Correa, José Roberto Barrera Huescas, Reyna García Silva, Janet Rentería Bailón, Juan Luis Arellano
Ávila, Saúl Sanchez Becerril y Miguel Fernando Nazuno Pérez por su contribución en el trabajo de campo.

Referencias
Aguirre R., C. 2016. Manual del Productor de Hule Natural en México. Cedefrut. Martínez de La Torre, Ver. México. 54 p.
Alvarado, J. C., C. Nájera. 1997. Las enfermedades del cultivo de hule (Hevea brasiliensis Mull) en Guatemala. Gremial de Huleros de
Guatemala. Guatemala, Guatemala. 54 p.
Asociación Nacional del Café (Anacafé). 2004. Cultivo de Hule. Programa de diversificación de ingresos de la empresa cafetalera. Guatemala,
Guatemala. 23 p.
Asociación de Reforestadores y Cultivadores de Caucho de Caquetá (Asoheca). 2009. Ficha técnica para el manejo integrado de plagas – MIP
en el cultivo de caucho natural. Bogotá, Colombia. 8p. Disponible en internet: http://www.asoheca.org/imagenes/Fichastecnicas/
FICHATECNICADEMIP.pdf (consultada en julio de 2017).
Castro N., O. M. 2011. Caracterización de los patosistemas foliares de importancia económica en caucho (Hevea brasiliensis Müll. Arg) en
la Altillanura estructural plana del Meta (Colombia). Tesis de Maestría. Facultad de Agronomía. Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá, Colombia. 74 p.
Cifuentes A., J. F. 2011. Experiencias en los sistemas de pica en el cultivo de hule (Hevea brasiliensis Müll), en la Finca El Carmen, aldea
El Silencio, Coatepeque Quetzaltenango, Guatemala, Centro América. Universidad de San Carlos de Guatemala. Guatemala,
Guatemala. 54 p.
Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). 2016. Catálogo de Plaguicidas. Disponible en internet: http://
www.cofepris.gob.mx/AZ/Paginas/Plaguicidas%20y%20Fertilizantes/CatalogoPlaguicidas.aspx (consultada en julio de 2017).
Gasparotto, L., D. Rodrigues T. y H. Martins e S.1984. Doenças Da Seringueira. Centro Nacional de Pesquisa de Seringueira e Dendê-
CNPSD Manaus, AM. EMBRAPA, CNPSD. Circular Técnica 4. 71 p.
Gasparotto, L. y J. C. Pereira R. 2012. Doenças da seringueira no Brasil. 2.ed. Rev. Atual. Brasilia: Embrapa Informação Tecnológica;
Manaus: Embrapa Amazônia Ocidental, Brasil. 255 p.
Grupo Técnico Procaucho. 2012. Manejo Integrado de plagas enfermedades en el cultivo del caucho (Hevea brasiliensis) Medidas para la
temporada invernal. Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Bogotá, Colombia. 32 p.
Jaimes S., Y. Y. y J. Rojas M. 2011. Enfermedades foliares del caucho (Hevea brasiliensis Müell. Arg.) establecido en un campo clonal ubicado
en el Magdalena Medio Santandereano (Colombia). Corpoica Cienc. Tecnol. Agropecu. Vol. 12 (1): 65-76
Leal, F. 1999. Impactos actuales y potenciales de las enfermedades de los cultivos perennes de la amazonia y posibilidades de control para
el desarrollo sostenible de la región. Ed. Caracas, Venezuela. 191 p.
Moreno R., O., R. Velásquez V., G. Sánchez M., M. E. Siqueiros D., M. De la Cerda L. y R. Díaz M. 2010. Diagnóstico fitopatológico de las principales
enfermedades en diversas especies de encinos y su distribución en la sierra fría de Aguascalientes, México. Polibotánica.
Num 29:165-189.
Nieto P., L. E., 1994. Pudrición basal del tallo de la palma de aceite (Elaeis guineensis Jacq.) causada por Ganoderma sp. ICA. Santafé de
Bogotá, Colombia. Palmas Vol. 15 (2): 31-38.
Ortiz H., E. 2011. Paquete Tecnológico del Hule (Hevea brasiliensis Müell. Arg.). Establecimiento y mantenimiento preoperativo. Programa
estratégico para el Desarrollo Rural Sustentable de la Región Sur-Sureste de México: Trópico Húmedo 2011. INIFAP. Centro
de Investigación Regional Golfo Centro. Campo Experimental El Palmar. Tezonapa, Veracruz, México. 22p. www.inifap.gob.mx/
Documents/inicio/paquetes/hule_establecimiento.pdf (consultada en mayo 2017).
Pérez R., J. A., J. Darío B. y J Moreno. 2006. Aislamiento de cepas de Microcyclus ulei en Colombia. Revista Colombiana Forestal Vol. 9 (19).
Picos M., P. A., R. S. García E., J. León F., A. Sañudo B. y R. Allende M. 2015. Lasiodiplodia theobromae en Cultivos Agrícolas de México:
Taxonomía, Hospedantes, Diversidad y Control. Revista Mexicana de Fitopatología 33(1): 54-74.
Pitt, J.I. and A.D. Hocking (ed.), 2009. Fungi and Food Spoilage. 3rd edition, Springer New York, NY, USA. 540 p.
PLM®. 2012. Diccionario de especialidades agroquímicas Edición N° 22. México, D.F., México. 1840 p.
Rojo G., E., R. Martínez. y J. Jasso. 2011. El Cultivo del Hule en México. Universidad Autónoma Indígena de México. El Fuerte, Sinaloa,
México. 334 p.

180
Shahbaz, M., Z. Iqbal, A. Sallem and M. A. Anjum. 2009. Association of Lasiodiplodia theobromae with different decline disorders in mango
(Mangifera indica L.). Pakistan Journal of Botany 41: 359-368.
Tucuch C., F. M., A. Palacios P., R. Ku N. y E. Guzmán. C. 2005. Manejo del cultivo de mango en el estado de Campeche. Campo Experimental
Edzna, CIRSureste- INIFAP. Campeche, Camp., México. Folleto técnico. pp.33-34.
Varela F., S. E., M. Orozco S., R. I. Torres A. y G. L. Silva A. 2013. Guía técnica para la identificación y manejo de plagas y enfermedades en
cítricos. Universidad Autónoma de Tamaulipas. Tamaulipas, México. 428 p.

181
Índice de cuadros

Cuadro 1. Países con mayor área cosechada en Asia y América Latina en el 2014 4
Cuadro 2. Precio del látex de la calidad RSS3 y TSR20 a nivel mundial correspondiente a los años
2014, 2015 y 2016. 7
Cuadro 3. Perfiles de las unidades de producción de hule en el sur-sureste de México 16
Cuadro 4. Superficie total y cosechada, producción y rendimiento del cultivo de hule
por estado correspondiente al 2015. 18
Cuadro 5. Valor de la producción por estado productor de hule correspondiente al 2015. 18
Cuadro 6. Resultados de la evaluación financiera por medio de indicadores económicos para
en la actualización del paquete tecnológico del Hevea brasiliensis en el trópico
húmedo mexicano. 23
Cuadro 7. Indicadores de rentabilidad económica para plantaciones de hule del sur – sureste
de México. 24
Cuadro 8. Coberturas de variables agroecológicas. 29
Cuadro 9. Pesos finales para cada variable por estado. 30
Cuadro 10. Superficie total de aptitud para plataciones de hule en Veracruz. 31
Cuadro 11. Superficie total de aptitud para plantaciones de hule en Oaxaca. 33
Cuadro 12. Superficie total de aptitud para plantaciones de hule en Chiapas. 33
Cuadro 13. Superficie total de aptitud para plantaciones de hule en Tabasco. 35
Cuadro 14. Municipios considerados en la clasificación supervisada. 38
Cuadro 15. Clases empleadas en la clasificación por cada entidad. 38
Cuadro 16. Clones recomendados por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias para Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz. 45
Cuadro 17. Rendimiento medio anual por hectárea de los clones recomendados por el Instituto
Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. 45
Cuadro 18. Caracterización morfológica de clones de hule IAN-710, IAN-873, RRIM-600 y
GU-204, de acuerdo a la metodología de UPOV (2009). 47
Cuadro 19. Caracterización morfológica de clones de hule PB-5/51, PB-5/63, PB-260y
RRIM-901, de acuerdo a la metodología de UPOV (2009). 48
Cuadro 20. Caracterización morfológica de clones de hule IRCA-109, PB-280, IRCA-41 e
IRCA-111, de acuerdo a la metodología de UPOV (2009). 50
Cuadro 21. Clones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.) Müll. Arg.genotipificados
mediante HRM. 55
Cuadro 22. Secuencias de los oligonucleótidos utilizados para discernir entre 10 genotipos
de Hevea brasiliensis. 55
Cuadro 23. Balance del porcentaje de éxito y cantidad de plantas que se obtienen en un vivero
de piso, según Delabarre y Benigno (1995). 65
Cuadro 24. Programa de fertilización y fungicidas propuesto para la producción de planta
injertada en bolsa (en verde). 70

182
Cuadro 25. Control químico de las principales plagas presentes en viveros y jardines de
multiplicación de hule en México. 76
Cuadro 26. Método de control de las principales enfermedades localizadas en viveros y jardines
de multiplicación de hule de México. 81
Cuadro 27. Costos de producción para la producción de 80,000 tocones injertados. 81
Cuadro 28. Montos de inversión genéricos para el establecimiento de dos hectáreas de vivero
de piso, para la producción de 80 000 tocones injertados de hule. 82
Cuadro 29. Costos del establecimiento de un vivero para la producción de 80 000 tocones injertado
de hule. 82
Cuadro 30. Costos del establecimiento de un vivero para producción de planta en bolsa. 86
Cuadro 31. Código de colores utilizados para cada clon 101
Cuadro 32. Costos del establecimiento de jardines de multiplicación. 106
Cuadro 33. Costos del mantenimiento de una plantación de hule en la etapa preproductiva. 107
Cuadro 34. Requerimientos edáficos del árbol del hule considerados en cada subunidad de suelo
del trópico húmedo mexicano. 110
Cuadro 35. Intervalo de características físico-químicas del suelo para plantaciones de alta y
baja productividad. 110
Cuadro 36. Intervalos mínimo y máximo de propiedades fisicoquímicas presentes en los
suelos* de las zonas productoras de hule de los estados de Chiapas y Oaxaca. 111
Cuadro 37. Intervalos mínimo y máximo de propiedades fisicoquímicas presentes en los suelos*
de las zonas productoras de hule de los estados de Tabasco y Veracruz. 111
Cuadro 38. Fertilidad de un suelo estándar para hule. 124
Cuadro 39. Nutrimentos estándar en la hoja para hule. 125
Cuadro 40. Herbicidas que pueden utilizarse para el control de malezas en plantaciones en
desarrollo de hule. 126
Cuadro 41. Consumo de corteza (cm) de acuerdo al sistema de pica utilizado. 134
Cuadro 42. Proporciones a utilizar de Ethrel 240 (22 %) y aceite vegetal (o agua) para obtener las
concentraciones por aplicar en diferentes tipos de tableros de pica 137
Cuadro 43. Número de árboles, circunferencia promedio, rendimiento de hule seco por árbol
(g árbol-1 pica-1) y rendimiento de coágulo por hectárea (kg ha-1 año-1). 141
Cuadro 44. Costos de producción y rendimiento anual de hule seco para los clones IAN-710 y
IAN-873, durante un periodo de 30 años, en el campo experimental El Palmar. 143
Cuadro 45. Estructura de costos de producción (en pesos) desglosados a 30 años. 144
Cuadro 46. Plantaciones de hule donde se realizó la evaluación rápida de tuzas. 166
Cuadro 47. Sitios de recolecta de tuzas en áreas con cultivo de hule. 167
Cuadro 48. Sexo y medidas corporales de cuatro tuzas capturadas en áreas con cultivo de hule 167
Cuadro 49. Cantidad de transectos y montículos de tuza detectados en plantaciones de hule. 169
Cuadro 50. Principales enfermedades e ingredientes activos para su control. 176

183
Índice de figuras

Figura 1. Superficie en miles de hectáreas de plantaciones de hule por país. 3


Figura 2. Superficie en miles de hectáreas de plantaciones en etapa de desarrollo por país. 4
Figura 3. Principales países productores de hule en el año 2014. 5
Figura 4. Cadena productiva del látex natural. 5
Figura 5. Producción de hule natural a nivel mundial, en los años 2014, 2015 y 2016. 6
Figura 6. Rendimiento de látex en el 2014 en los principales países productores de Asia y América. 7
Figura 7. Usos del hule por industria manufacturera a nivel mundial. 8
Figura 8. Principales países importadores de hule en el 2013 a nivel mundial. 9
Figura 9. Producción y consumo de hule a nivel mundial en el periodo 2006 - 2016. 10
Figura 10. Porcentaje de la superficie ocupada por plantaciones en desarrollo de hule por estado. 13
Figura 11. Porcentaje por estado de la superficie con plantaciones de hule en etapa productiva. 14
Figura 12. Superficie de las plantaciones comerciales de hule por estado.Fuente: SIAP, 2017. 14
Figura 13. Superficie plantada con hule de los municipios productores más importante por estado. 15
Figura 14. Cadena productiva de producción y procesamiento de hule en México. 17
Figura 15. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss
Müell. Arg. en Veracruz. 31
Figura 16. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell. Arg.en Oaxaca. 32
Figura 17. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell. Arg. en Chiapas. 33
Figura 18. Zonificación potencial para el cultivo de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell. Arg. en Tabasco. 34
Figura 19. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell Arg. en el municipio Uxpanapa, Veracruz. 39
Figura 20. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. uss.) Müell. Arg.
en el municipio de San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca. 40
Figura 21. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell. Arg. en el municipio Catazajá, Chiapas. 41
Figura 22. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell. Arg. en el municipio Palenque, Chiapas. 42
Figura 23. Distribución de las plantaciones de Hevea brasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell. Arg. en el municipio La Libertad, Chiapas. 42
Figura 24. Distribución de las plantaciones de Hevea b rasiliensis (Willd. ex A. Juss.)
Müell. Arg. en el municipio de Huimanguillo, Tabasco. 43

184
Figura 26. Separación de la doble cadena de ADN (dsDNA) en ADN de cadena
sencilla (ssDNA). 53
Figura 27. Análisis de curvas de disociación. 54
Figura 28. Combinatorias de PCR de los marcadores genéticos basados en SSR
(HB53, HB111 y EHB1A9). 56
Figura 29. Fruto del árbol del hule. 58
Figura 30. Semillas frescas de hule. 59
Figura 31. La superficie de las camas de germinación dependerá de la cantidad de
plantas por establecer en el vivero. 60
Figura 32. En el semillero se colocan las semillas con la parte plana hacia abajo y
la redondeada hacia arriba. 60
Figura 33. El periodo de inicio de la germinación ocurre es entre 5 y 10 días después
de la siembra. Las semillas se siembran en el estado conocido como “punto blanco”. 61
Figura 34. La siembra del vivero de piso se realiza a espeque, colocando hilosa las
distancias seleccionadas. 61
Figura 35. La semilla se coloca con la radícula hacia abajo y se cubre ligeramente
con tierra suelta. 62
Figura 36. El vivero debe de contar con una fuente permanente de agua para regar durante
el estiaje, puede ser un pozo profundo o un arroyo. 62
Figura 37. Preparación del terreno. 63
Figura 38. Arreglo topológico de un vivero en bolsa. 64
Figura 39. Las semillas se trasladan en cubetas de plástico con el fungicida benomyl al 0.1%
(2 g de Promyl 50® por litro de agua). 65
Figura 40. El sistema de riego debe ser por aspersión y con abundante agua. 66
Figura 41. La bolsa utilizada debe ser de 20 x 40 cm, con fuelle, material virgen y con
perforaciones en el fondo. 66
Figura 42. Las bolsas llenas se colocan en zanjas de 10 a 15 cm de profundidad, en líneas
dobles con calles de 90 cm. 67
Figura 43. Arreglo de las líneas dobles de bolsas, para evitar que las bolsas se inclinen o
caigan se calzan con tierra o se coloca alambre recocido en los costados. 67
Figura 44. Siembra en bolsa para la producción de planta en vivero. 69
Figura 45. Aclareos. Con la finalidad de obtener plantas vigorosas y deseables, se realizarán
al menos dos aclareos de plantas defectuosas, albinas y de pobre desarrollo. 69
Figura 46. Fertilización. La primera fertilización se realiza a los 40 días de la siembra,
en banda o manteado. 70
Figura 47. Control de maleza. Debe ser eficaz y oportuno, para evitar el retraso en el
desarrollo de las plantas. 71
Figura 48. Control de las malezas presentes entre las hileras. 72

185
Figura 49. Principales plagas en viveros de hule. 74
Figura 50. Plagas de menor importancia. 75
Figura 51. Enfermedades del hule en viveros. 79
Figura 52. Enfermedades del hule en viveros. 80
Figura 53. Preparativos para el injerto. 91
Figura 54. Injerto en verde. 92
Figura 55. Injerto en verde. 93
Figura 56. Injerto en café. 95
Figura 57. Injerto en café. 96
Figura 58. Preparación del jardín de multiplicación para injerto en verde. 98
Figura 59. Manejo de la vareta en verde. 99
Figura 60. Los tocones de hule se empacan en tallos de plátano, o cajas de madera con
aserrín hervido y húmedo, cuando se trasladan a grandes distancias. 101
Figura 61. Preparación de tocones injertados. 103
Figura 62. Trasplante de tocones a bolsa. 104
Figura 63. Plantación de hule, recién establecida con tocón desarrollado de 18 meses en vivero. 105
Figura 64. Drenes en terrenos con pequeños encharcamientos temporales. 114
Figura 65. Preparación del terreno. 115
Figura 66. Trazo del terreno. 116
Figura 67. Ejemplo de una Hoyadura de 40 x 40 x 55 cm. 117
Figura 68. Semillas de leguminosas. 118
Figura 69. Plantación de hule con kudzú (Pueraria javanica) como cultivo de cobertera. 119
Figura 70. Plantación con Nescafé (Mucuna deeringiana) como cultivo de cobertera. 119
Figura 71. Maíz intercalado en plantaciones de hule en desarrollo. 120
Figura 72. Limón persa intercalado en plantaciones de hule en desarrollo. 120
Figura 73. Poda correctiva en planta con desarrollo en forma de V. 121
Figura 74. Podas de brotación y correctiva (brotación en forma de “V”) para favorecer
el desarrollo del brote clonal. 122
Figura 75. Diferentes circunstancias en que deberán realizarse las podas correctivas en
plantaciones de hule en desarrollo. 122
Figura 76. Estadios de la poda de formación. 123
Figura 77. Forma de aplicación de fertilizantes durante el periodo preproductivo. 124
Figura 78. Control químico de malezas en plantaciones de hule en desarrollo. 125
Figura 79. Control manual de malezas (azadón y machete) en las líneas de plantación cuando
existe cultivo de cobertera. 127
Figura 80. Materiales y herramientas necesarias para la explotación de plantaciones de hule. 128
Figura 81. Diseño de la plantilla (banderola) para marcar el ángulo de inclinación y consumo
de corteza antes de la pica. 129

186
Figura 82. Árbol de hule en explotación que presenta alta incidencia del pudrimiento mohoso
(Ceratocystis fimbriata). 130
Figura 83. Gangrena rayada causada por Phytophthora palmívora. 131
Figura 84. Daño en el tablero de pica, ocasionado por Phytophthora palmívora. 132
Figura 85. Síntomas del daño causado del líber moreno sobre el tablero de pica en un árbol
de hule en producción. 132
Figura 86. Sección longitudinal de la corteza del árbol del hule mostrando la profundidad de pica. 133
Figura 87. La apertura de los tableros de pica se realiza a una altura de 1.25 m de la unión
injerto-patrón. 135
Figura 88. Cuchilla de pica ascendente importada de Malasia 135
Figura 89. Tableros de pica en 1/8 de espiral ascendente. 136
Figura 90. Aplicación de Ethrel al 1.5% sobre la corteza virgen raspada. 138
Figura 91. Aplicación de Ethrel al 1.5% sobre el tablero de pica. 139
Figura 92. Aplicación de Ethrel 2.5% sobre la greña. 139
Figura 93. La pica del árbol del hule se realiza lo más temprano posible para obtener los
mayores rendimientos. 140
Figura 94. Producción de coágulos en marqueta para su beneficio en la producción de hule
granulado (Hule Estándar Mexicano HEM-20). 142
Figura 95. Producción de Hule Estándar Mexicano HEM-20, principal producto para la
industria llantera. 142
Figura 96. Adulto de Lagocheirus araneiformis (Fotografía: Z. Trejo). 149
Figura 97. Macho de Platypus parallelus (Fotografía: C. López) 150
Figura 98. Galerías. A. Corte tangencial y B. Corte transversal (Fotografía A y B: V. Arriola) 152
Figura 99. Xyleborus affinis. A. Vista lateral, B. Vista dorsal (Fotografías: Z. Trejo). 153
Figura 100. Xyleborus ferrugineus: A. Vista lateral, B. Vista dorsal (Fotografías: C. López). 154
Figura 101. Xyleborus volvulus: A. Vista lateral, B. Vista dorsal (Fotografía: A: C. López, B: Z. Trejo). 157
Figura 102. A. Soldado, B. Obrera y C. Termitero (Fotografías C. López). 158
Figura 103. A. Hormiguero dentro de plantaciones de hule y B. Obrera menor
(Fotografía: A: V. Arriola, B: C. López). 160
Figura 104. Erinnyis ello: A. Hembra adulta, B. Huevo, C. Larva (Fotografías: A y B: C. López,
B y C: Z. Trejo). 162
Figura 105. Características anatómicas de Orthogeomys hispidus (Le Conte, 1852). 168
Figura 106. Distribución de la tuza crespa (Orthogeomys hispidus). 168
Figura 107. Plantas defoliadas por la infección de Microcyclus ulei. 172
Figura 108. Síntomas de antracnosis en hule. 173
Figura 109. Árboles muertos por la infección de Lasiodiplodia theobromae. 173
Figura 110. Síntomas en tablero por Fusarium sp. 174
Figura 111. Basidiocarpos de Ganoderma sp en la base del tronco. 174

187
Figura 112. Estrías oscuras sobre el tablero de pica ocasionadas por Phytophthora sp. 175
Figura 113. Sintomatología causada por Aphelenchoides sp. en el tronco. 175

188
189
190
Comité editorial del Cenid Comef

Dr. Rogelio Flores Velázquez


Presidente

M. C. Marisela Cristina Zamora Martínez


Secretaria Técnica

Dra. Florencia Tiberia Aucán García Campusano


Dra. María Cecilia del Carmen Nieto de Pascual Pola
Dr. Martín Enrique Romero Sánchez
M. C. Georgel Moctezuma López
Vocales

Toda correspondencia relacionada a esta publicación, favor de dirigirla a:

Bertha Patricia Zamora Morales

Av. Progreso Núm. 5

Barrio de Santa Catarina

CP.04010 delegación Coyoacán, Ciudad de México

Correo-e: zamora.patricia@inifap.gob.mx

Tel. (01 55) 36268700 ext.701

191
Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Conservación y Mejoramiento de Ecosistemas Forestales

192

También podría gustarte