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Los pasivos y el capital son dos componentes clave en el balance de una empresa que

se utilizan para financiar sus operaciones y actividades. Aunque ambos se encuentran en


el lado derecho del balance, representan fuentes de financiamiento distintas y tienen
diferencias fundamentales:

1. Pasivos:
 Los pasivos son las obligaciones financieras de la empresa, es decir, las
deudas y compromisos que la empresa ha contraído con terceros, como
proveedores, prestamistas, empleados, y otros.
 Los pasivos se dividen generalmente en dos categorías: pasivos corrientes
(o a corto plazo) y pasivos no corrientes (o a largo plazo). Los pasivos
corrientes son deudas que se espera pagar en un plazo de un año o
menos, mientras que los pasivos no corrientes son deudas a largo plazo
con un vencimiento más allá de un año.
 Ejemplos de pasivos incluyen cuentas por pagar, préstamos bancarios,
bonos emitidos, salarios y beneficios acumulados, impuestos por pagar,
entre otros.
 Los pasivos representan una obligación de pago, y la empresa debe
destinar recursos futuros para liquidar estas deudas.
2. Capital:
 El capital, también conocido como patrimonio o equity, representa la
inversión de los propietarios en la empresa. Es la diferencia entre los
activos y los pasivos, y representa la participación de los propietarios en el
valor residual de la empresa después de pagar todas las deudas y
obligaciones.
 El capital puede incluir varias categorías, como capital social, utilidades
retenidas, aportaciones de los propietarios, y otros elementos relacionados
con la inversión de los dueños.
 A diferencia de los pasivos, el capital no representa una obligación de
pago; en cambio, es una fuente de financiamiento de la empresa y está
disponible para respaldar sus operaciones y actividades.
 Los propietarios tienen un interés en el capital de la empresa y pueden
obtener rendimientos a través de dividendos o incrementos en el valor del
capital.

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