Está en la página 1de 27
RONALD SYME LA REVOLUCION ROMANA Prélogo de JAVIER ARCE Traduccién Antonio Blanco Freijeiro CRITICA BARCELONA : { ile pot 1 pathy ig Sf nd ja pice alot ag per aaaghe ee Bp Soups ayn ay dw doe Lt, Capitulo XXIV _ ELPARTIDO DE AUGUSTO re a fo 2 Vic? Los modestos orfzenes de In faceién de Octaviano se ponen wy fi manifiesto en los nombres de sus_micmbros fundadores, y sus poste- *\, niores refuerzos se han sefialado alguna que otra vez. Crec! le- ¥ mente en nim ios, hasta que, al fin, despojando a Antonio, no sélo engullé al. & , Sino que -republicanos y pudo disfrazarse de partido nacional. Mis de seteci te cacion de obtener | pujados por la \ esia imponente suma, segun afirmaba Augusto con orgullo, no menos | de ochenta y tres habfan desempefiado ya el consulado o fueron pre-| miados més tarde con aquella distincién suprema.! lores. Ni Ta medida ni las personas eran tan escandalosas como. se dio’ entender entonces y después. César conservé las.distinciones. nfama ar més tarde, durante el e no sélo era indiferente, i vita ly ncluso hostil al nacimiento y a la crianza. ———_ mas de los mil miembros. 1. Res Gestae 25, 4 LA REVOLUCION ROMANA da, Octaviano y Agripa Nevaron a cabo la depu. De los «elementos indignos», unos doscientos wh \ e | publica fue restaura tirarse, haciéndoles sentir la presién moral Pere racién del 28 a. C. .. || fueron inducidos a re so" | tinente.? : ; El verdadero caracter de Ja purga, declarada con tanta gravedad elogiada con tanta ingenuidad por los historiadores, NO escaps a los ” buenos observadores de entonces. Habia una razon muy precisa para reducir la némina del senado. Mas de trescientos senadores se habfan pronunciado por Antonio y por la Reptiblica a raiz del golpe de Esta- do del 32 a. C. Algunos se arrepintieron en seguida, uniéndose al gru- po de aquellos renegados que alcanzaron altos cargos, Craso, Ticio y M. Junio Silano. Otros, perdonados después de la victoria, conserva- ron su rango y su posicién, como Sosio y Furnio.’ Escauro y Cn. Cin- na no fueron especialmente favorecidos; Escauro, como otros republi- anos y pompeyanos, no llegé nunca al consulado, y tampoco Cinna antes de que pasasen treinta afios. Pero algunos murieron o desapare- cieron. No se vuelve a ofr hablar del consular L. Gelio Poplicola, ni de otros tres almirantes de Antonio en la batalla de Accio.* » Haefan falta nobiles para adornar el senado de una Republica re- | nacida; habia demasiados novi homines por en medio. Gracias a la clemencia y a la generosidad de que se hacfa alarde, algunos de los partidarios menores de Antonio pudieron ser autorizados a conservar el rango senatorial, por lo menos nominalmente. Tan pronto como el censo se hiciese ptiblico, lo perderian, si habian perdido sus fortunas. | Después de Accio, varias ciudades de Italia sufrieron castigo por sus simpatias antonianas, y sus tierras fueron confiscadas a favor de los | veteranos.* Las fincas de trescientos senadores, 0 mas, infieles 0 des- carriados, no iban a ser graciosamente eximidas por respeto al rango | de sus duefios: los magnates locales del partido de Antonio en las ciu- } dades de Italia tenfan también enemigos locales. f 2. Dion, 52, 42, 1 ss.; VeLevo, 2, 89, 4: «senatus sine asperitate, nec sine seve- Fitate lectus» (el senado fue depurado sin brusquedad, pero no sin rigor), 3. C. Sosio figuré entre los XV viri sacris faciundis que supervisaron los Jue- gos Seculares enel 17a. C. (ILS 5050, Ifnea 150). C. Furio, junto con una persona misteriosa, Hamada C. Cluvio (PIR?, C 1204), fue elevado por adlectio al rango consular en el 29 a. C, (Dion, 52, 42, 4), 4, Concretamente M. I Insteyo, Q, Nasidio y M. Octavio, La verdad es que pocos cénsules de la época triunviral i i inci SEDmeSn ae iral adquieren relieve en el Principado. spd rinals, pr onlawent gusponbdn [oe Operon See ance, 02” WL PARTIDO De AvGLSto 427 — mimero de las victinas de te pupa Pettene, arta triste clase de los senadores incapaces de toe io dennis, la alta asamblea expulsd ahora CL probate Mantener su pos. | i eet ICTS Iie Ci 9 poco SAMOS. carentes de titilos de Pletas Vucin ef mn ea | jn ‘eios a La causa cesarizna y de Prolectores en lay Wiis noes IN. Que. | vic ee i \ es en cambio, los miembros del pattido cesaria jo, hombres a quienes Ia aventura, la intriga Jos habfan proporcionado las ripidas remune al HO Y TOs tenepados | Y I audacin sin es. | TacTOnes de una e dar oan sonatitt. alucionarn — . eva oscuridad del nacimiento o el origen Provine! Jos. Cierto nimero de los grandes mariseales plebeyos habia su pido: Salvidieno, traidor a su amigo y jefe: Cuanidio, por su fide. dad Antoni ; Saxa, muerto por los partos: Ventidio, de muerte ural. Si por SU buena fortuna © por un mejor empleo de la traivién hubiesen sobrevivido, hubiesen tenido sitial de honor entre los gran- ges ancianos del Nuevo Estado, honrados por el Princeps y por el se- nado, aclamados en puiblico y odiados en privado, hwy Un grupo bastante nutrido de sus iguales tenfa reservadas nue prendas y recompensas, empezando por Agripa y Tauro, de ante \ dos desconocidos los dos."La Augusta y depurada asamblea que reci- |] bié dé manos del lider de Italia a la Reptiblica restaurada no desmen- tfa su origen, ni puede eludir un paralelo histérico. Era una coleccién |\ formidable de hombres de semblantes duros, enriquecidos por la gue- || may la revolucién. ~ No busquemos aqui un atisbo de reaccién republicana. Los sena- dores sabfan el verdadero propésito de la adopcién por Augusto de formas y frases republicanas; sabjan la ironfa encerrada en el contras- fe manifiesto entre Dictador y Princeps. El partido cesa e instalado en el poder y se quedaba para mantener su dominio en futuro; Después del asesinato de César, los intereses contraidos evita- ton los disturbios y alcanzaron el acuerdo del 17 de marzo. Los intere- 8s adquiridos eran ahora mds amplios, mds tenaces y mis fuertemen- ‘© organizados. El capital se sabia seguro. Un partido oath i bos Ope, MUY grande y muy homogéneo. cana Cicer ere /ptimates (defensores de 1a propiedad y del or ial, hasta ipliaba Valientemente el término a partir del orden sei Ms a 2 Car a todas las clases de la sociedad sin excluir a Jos libertos.° L HANG No eran obs- cu si quaeris, innume: 2 ; Pro blici, sunt qui nile Sestio 97: «quis ergo iste optimus quisque? piel : ili pul S, neque enim aliter stare possemus; sunt pt icipes consill p' Pa Wy ~ G ©, Tan, ; Logesbamnh é& Ae, LA REVOLUCION ROMANA 428 icer6n era propaganda de circun: : en el alegato de Ciceron er . ‘Cunstancias . bie ideologia, se habia convertido en realidad tangible, como resi do de una violenta redistribu lel poder y de la propj Ulta. Fr cibis garantias a las que correspondia con gy Confian za en el gobierno. Mejor acogida que la restauracién de las fo, -constitucionales la tuvo la implantados despiadadamente por todos los partidos en jg lucha por el poder tras el asesinato de César, y aumentados atin mas Por Oc. taviano para financiar su guerra contra Antonio.’ Los despojos de la victoria y las contribuciones del Oriente insuflaban ahora nueva Vida ala economia de Italia. Los especuladores y los banqueros que habjan sostenido con sus fondos, de buen grado o por fuerza, el golpe de Es. tado, y obtenido como recompensa Jas propiedades de 2 los vencidos, se benefi in ahora del Principado; la tierra subié répidamente de valor.’ Pero el nuevo régimen era algo mds que una coalicién de ven- tajistas que invocaba la ley y el orden para proteger sus fortunas. Y asi, muy lejos de haber una reacci6n durante el Principado, las conquistas de la revolucién iban a ser consolidadas y ampliadas; lo que habia comenzado como una serie de actos arbitrarios iba a continuar como un proceso sostenido, guiado por la mano firme de una administracién nacional. eorum sectam sequuntur, sunt maximorum ordinum homines, quibus patet curia, sunt municipales rusticique Romani, sunt negoti gerentes, sunt etiam libertini opti- mates, Numerus, ut dixi, huius generis late et varie diffusus est; sed genus univer sum, ut tollatur error, brevi circumscribi et definiri potest. Omnes optimates sunt Qui neque nocentes sunt nec natura improbi nec furiosi nec malis domesticis impediti» (De quién esté compuesta la clase de los hombres de bien? Son, si quieres saberl, una cantidad inmensa; y de no ser asf, nuestra sociedad no podria sostenerse. Son bs dirigentes del senado, son los que siguen a sus principes, son los hombres pertene- cientes a los drdenes més elevados, a los que la curia esté abierta, son los romanes de los municipios y de las campifias, son los gestores del comercio, son incluso los libertos. Los representantes de este grupo, como he dicho, estén distribuidos eo 9 amplio espectro, pero la clase en su Conjunto, para que no haya error, ¥ definir en pocas palabras: son hombres de bien todos los que no hace! Por naturaleza no son daftinos, ni malvados, ni tarados por dolencias pe! 7. Supra, p. 346, ri 8. Sueronio, Divus Aug. 41, 1. srsonales)- | LA REVOLUCION ROMANA 428 Cicerén era propaganda de Circunstang; fa convertido en realidad tangible, ae Osim, jstribuci6n del poder y de la propiedag \ tite habia disfrazado y a veces reprimido gf , v4 Re- manifiestamente, aunque no fran er day m aunque No fran que en el alegato de ple ideologia, se hab: do de una violenta ptiblica aristocratica dinero; el nuevo régimen era, < te, plutocratico. Fee. 7 = te, plutocté a pine alae ori El capital recibio gara q pondia con gu ei za en el gobierno. Mejor acogida que la restauracién de las fo, constitucionales la tuvo la abolicién de los impuestos directos en ita. °~ Jia, implantados despiadadamente por todos los partidos en la lucha \ por el poder tras el asesinato de César, y aumentados atin mds Por Oc. taviano para financiar su guerra contra Antonio.’ Los despojos de a victoria y las contribuciones del Oriente insuflaban ahora nueva Vida ala economia de Italia. Los especuladores y los banqueros que habjan sostenido con sus fondos, de buen grado 0 por erza, el golpe de Es. tado, y obtenido como recompensa las propiedade: S vencidos, se beneficiaban ahora del Principado; la tierra subi6 répidamente de valor.’ Pero el nuevo régimen era algo mas que una coalicién de ven- tajistas que invocaba la ley y el orden para proteger sus fortunas. Y asi, muy lejos de haber una reacci6n durante el Principado, las conquistas de la revolucién iban a ser consolidadas y ampliadas; lo que habia comenzado como una serie de actos arbitrarios iba a continuar como un proceso sostenido, guiado por la mano firme de una administracién nacional. eorum sectam sequuntur, sunt maximorum ordinum homines, quibus patet curia, sunt municipales rusticique Romani, sunt negoti gerentes, sunt etiam libertini opti- mates, Numerus, ut dixi, huius generis late et varie diffusus est; sed genus univer sum, ut tollatur error, brevi circumscribi et definiri potest. Omnes optimates sunt qui neque nocentes sunt nec natura improbi nec furiosi nec malis domesticis impediti» (- sets 33. Por lo menos para empezar cf. [LS 2687. Para la evolucién ulterior ha a problemas dificiles relativos a estos puestos, cf. J. Lesquier, L'armée d’Egypte d'Auguste @ Dioclétien (1918), 119 ss. (526%) 34. Por ejemplo, «praef. eq. pro leg.» (ILS 2677); «tr. mil. pro legato y la inscr. citada més arriba. hee por bs 35. Suetonto, Vitellius 2, 2; ILS 335 (Magius). La dedicatoria, tarraconenses, hace suponer que Magio fuese procurator en Espaiia. 36. Estranon, p. 618, cf. PIR', p. 472. ‘al 37. TAcrro, Agr. 4, 1 (los abuelos de Agricola). " tienes mitch cae on The. Lom os POG tran e}-o| tele puacedrs) § Vike» Peon, As, Nor 4 HLVARTIDO DE AUGUSTO 435 fe, Tule tueron Recin y Noérico, iC a au primer Rohemaddor fue Coponio, caballero ron rete tamilia de Vivoli; _ ¥ e1UN Momento de emergencia, Cirene ee gobernatdl por un oficial Ccuestre.” Ninguna de estas provincias a eomparnble a Kgipto, ni albergaba legiones Tomunas; pero el pre- Foto de Fgipto enconttd sus iguales Y paralelos en los aiios centrale: - gobierno de Augusto, cuando un par d \ Jegidos part el mando de la Guardia’ é rrtgntes de la carrera ccuestre, que podfa culminar Fgipto 0 en el mando de la Guardia, eran dos pue: 1 Roma, creados por Augusto hacia el final de su fectus qnnonae tenfa a su cargo el abastecimiento de alimentos de la capital; y el praefectus vig t i ilum, al mando de cohortes compuestas en [ su mayorfa por esclavos liberados, era el Tesponsable de los servicios policiales y de la seguridad contra disturbios e incendios.” El virrey de Egipto, desde su alto cargo, podia mirar por encima del hombro a un simple procénsul de Creta o de Chipre; y el prefecto de la Guardia sabfa el poco poder que se encerraba en el cargo yen el \ bas. py - waindo Judea fue aMexionada u ino de una « si \ e caballeros romanos fueron |] Pretoriana. Escalones menos im- |} + ren el gobierno de (sw Stos administrativos |, ee = \ Principado. El prae- (! _ a Ans: O era nuevo y revolucionario. nitas de f . Un hecho patente, pero oscurecido por las pretensiones en prejuicios. La nobleza antigua de Roma, patricia o plebeya, simul | despreciar a los caballeros y a los hombres de los munie'pies, 10 ae sin embargo, no era obstdculo para el matrimonio ni nee i ° P re recibir una herencia. Un tinte reciente municipal se podia : ; 7 cen las més distinguidas de las familias nobles. El abuelo amie oy 58 a. C.) era un hombre de negocios de Placentia 7a); 38, Josero, BJ 2, 117 s.; AJ 18, 29 ss. 39. Dion, 55, 10 a, 1; también Cerdefa, MS 105), + praetorio fue nonibrala el 2.a. C. (DION, $5, # i ja de pracfecti prac eee ee de Au Guardia no 10,10); 0 bees aes a eae Escala en Egipto (Riv. 3 fan sorante Conia BENT 10, ia ; a fa tan importante Como Sn Pes del 2.0. C. El mando des — be Lilie aii LXV (1937), 2 6, 4), el cargo de a ae poco des en el 6 d. C. (Dion, 25, 26, 4). Ann. 1,7). Praefectus annonae fue C: Turranio Oy 2 (pp. 2 8., Clark). 41. Ciceron, In Pisonem, fr. 9 = Asco! desde el 6 d. C. (Dion, 55, 28, 1s cf. ~ LA REVOLUCION ROMANA 36 lio patricio se casé con una mujer de Asculum (Ascoli) 2 oa ae de Livia Drusila habia desempefiado una magistes,® al en Fundi, segtin afirmaba el irrespetuoso bisnieto a mu 2 de la em. 7.8 ~-~~ gusto estaba ansioso de impulsar el reclutamiento y Ja entrada en el | '}) senado de Ia flor de Italia, hombres buenos y ricos de las colonias y | || municipia.” Ellos eran la espina dorsal del partido de Augusto, sus | principales representantes en el plebiscito de toda Italia. Asi el Nuevo | Estado, perpetuando la revolucién, puede hacer alarde de una guar- | \'Idia legal de novi homines, oscuros 0 ilustres, animados los unos por la | concesi6n del Jatus clavus en su juventud e introducidos casi de inme- diato en el senado, y los otros lo mismo, después de una carrera mili- tar de caballeros. C. Veleyo Patérculo, de ascendencia campana y samnita, lleg6 a cuestor después de realizar el servicio ecuestre.” ‘Contempordneos y paralelos son otros dos seguidores de municipios, le Treya en el Piceno y de Corfinio en los Pelifios.? En los dias de Pompeyo la m: part Jos hombres de origen 50. ILS 212, col. Il, 1 ss.: «sane / I novo m[ore] et divus Aug[ustus avJonc[ulus mJcus et patruus Ti. / Caesar omnem florem ubique coloniarum et municipiorum bol norum scilicet virorum et locupletium, in hac curia esse voluit» (Siguiendo un pro- ceder verdaderamente nuevo, mi tio abuelo, el divino Augusto, y mi tio, Tiberio César, han querido que estuviese presente en esta curia toda la flor de las colonias ¥ de los municipios, es decir, los hombres de bien y de gran fortuna). Claudio no esti del todo en lo cierto al atribuir la innovacién a Augusto y a Tiberio; a César no podia remitirse oficialmente en busca de precedente, cf. BSR Papers XIV (1938) 6 8s. So” bre la clase de hombres a que se hace referencia, compérese la frase empleada por hermano de Ciceron (Comm. pet. 53), «equites et boni viri ac locupletes». 51. Veteyo, 2, 11, 2 (en 7 d. C.). Sobre su familia, infra, pp. 468 S- ZA 52. ILS 937 (Treia); 2682 (Corfinium): castrensibus eiusdem / Caesaris AUB” summis [eq]ufes]tris ordinis honoribus et iam / superiori destinatum ordini» Re vado a los honores militares supremos a los que el mismo César Augusto bace °° der al orden ecuestre y ya al orden senatorial). : EL PARTIDO DE AUGUSTO 439 qunicipal del senade de Roma la proporeionaban el Lacio, la Campa, Y pay leresicn que. desde Etruria se extendia hacia el es mpa- | no_y el-pais_sabino. Ahora, Provenian de toda Ite este, hi el Pi- a io, desde las estribaci nde toda Italia, en su sentido |] ® 4s amplio, i aciones de los Alpes hasta la . tacania el Bruttium. No sdlo proporcionan peas asta la Apulia, la tiguas ciudades del Lacio, en decadencia desde sees las an- Lanuvio, sino ciudades remotas ¢ insignificantes 0 apenas timing, como Aletrio en el territorio de los hérnicos, en la frontera oriental del Lacio; Treya, en el Piceno; Asisium (hoy Asfs), en Umbria: eae Larino, entre los pueblos samnitas.* i y De las lejanias del Apenino y de las arcaicas tribus sabélicas emer-|’ gen las extrafias formas de los «monstruos municipales»,* incitados |, por la ambicion y la codicia, 4 quienes el apoyo de un protector hace! salir a la luz del dia, portadores del atuendo, y del pretexto, de la viral tud antigua y de la independencia viril; pero con demasiada frecuen- cia, rapaces, corrompidos y serviles con el poder. Ruisticos en sus mo- \ dales y en su modo de hablar, sus nombres. extrafios eran una burla para la arist ja romana, cuyos origenes sabinos 0 etruscos, aun- que cor dos y aceptados, habjan quedado en su.mayoria decente- mente enmascarados hacfa tiempo, asimiléndose a las formas latinas de su nomenlatura, Algunos eran advenedizos recientes, enriqueci, dos por el asesinato y la rapifia. Otros procedian de la aristocracia an- tigua del pafs, de familias dindsticas y sacerdotales cuyos orfgenes se |} remontaban sin interrupcin a dioses y héroes; o por lo menos ou | largo linaje de magnates locales, unidos por lazos de sangre y au ttimonio a sus pares de otras ciudades, y fieramente orgullosos de su cuna. La ciudad o la regién de algunos estén atestiguadas; en otros casos el nombre de familia, por su raiz 0 su terminacion, tues su rigen no latino. Uno incluso leva un praenomen ee neon Con gentilicia como Calpetanus, Mimisius, Viriasius Y ee 49) proba- biege2: El magistrado de la moneda P. Betilieno Baso (BMC, Emp, ee mente procede de una familia del municipio de Aletrio, cl. 7° YS ILS 937; Asis, 947, cf, 5346; Histonium, 9155 Larinum, ¢ a $2 loscabecillas de 4. «Municipalia illa prodigia», como Hamaba Floro (2, Msurgentes itdlicos. Hamar en su enorme Sat esd: P Pacuyo Esceva, de Histonio (ILS 915) 8° BAS® TF oq pirutiae prone” oe ° «Scaevae et Flaviae filius, Consi et Didia podria estar emparen- tags Didia Decuma, hija de Barbo, de Larino (Cl Son esta familia, 440 LA REVOLUCION ROMANA ca podrian pretender descender de un tronco puramente latino. Un nombre inolvidable, que supera a todos como prodigio de nomencla- tura, es el de Sex. Sotidius Strabo Libuscidius, de Canusio.” Nunca se habfa ofdo hablar antes en el senado, ni siquiera en Roma, de estos oscuros personajes, portadores de fantdsticos nom- bres. Eran los primeros senadores de sus familias, y en algunos casos iltimos, sin perspectivas del consulado, pero votos seguros Para el mblea restablecid 0 na de toda Itali | p al alvio Otén, hijo de un caballero ro- | mano, vastago de una cepa antigua y dindstica de la Ferento etrusca, leg6 a senador con Augusto.** P. Vitelio, de Nuceria, se distinguié ‘como procurator de Augusto; sus cuatro hijos entraron en el senado.” | Vespasio Polién, de una familia muy respetable de Nursia, en los rin- | cones de Sabina, sirvié en la milicia como oficial ecuestre;® su hijo | Ilegé a senador, su hija se cas6 con el recaudador de impuestos T. Fla- | vio Sabino. El futuro estaba con estas familias. Te res de la tradicién de los mariscales de las guerras revolucionarias, aunque sin imponer en los Fasti una sucesién de nombres forasteros 56. Apenas puede haber duda acerca de [M]amius Murrius Umber (ILS 8968). EI gentilicium de C. Calpetanus Statius Rufus (P/R?, C 236) apunta a un origen etrusco (ScHutze, LE, 138). Post(umus) Mimisius Sardus procedia con seguridad de Asis, de una familia de magistrados municipales, ILS 947, cf. 5346; el primer consul ___ de nombre terminado en «-isius» es C. Calvisius Sabinus (39 a. C.). En cuanto a P. Viriasius Naso (JLS 158; 5940), el cénsul mds antiguo con un nombre de este tipo es Sex. Vitulasius Nepos, cos. suff. 78 d. C., que probablemente proviene del pais de Los Vestini (ILS 9368, cf. CIL IX, 3587). T. Mussidius Pollianus (ILS 913) puede ilustrar los nombres acabados en «-idius». 57. ILS 5925. Tiene dos gentilicia. Cada uno de ellos se encuentra en Canusio y en ninguna otra parte: «Sotidius», CIL IX, 349 y 397. «Libuscidius», ibid., 338, 348, 387, 6186). 58. Sueronio, Otho I, 1: «oppido Ferento, familia vetere et honorata atque €X principibus Etruriae» (de la ciudad de Ferento, de familia antigua y distinguida, des- cendiente de principes de Etruria). Un miembro més antiguo de la misma, CIL FP, 2511 (67 a.C.). 59. Suetomio, Vitellius 2, 2, 60. Suetonio, Divus Vesp. 1,3. ; fennel coy TA CF - Gow month > Stone Stor AS YP [eshte ey Por y e fy z . Provo Hs in’ Neg ee Loh te te bas He Tee EL PARTIDO DE AUGUSTO 441 pid y frecuente. M. Vinicio era hijo de un caballero de la colo- an de Cales, P. Sulpicio Quirino no estaba emparentado con la an- ia casa patricia de Tos Sulpicios; pertenecia al municipium de La- tiga L. Tario Rufo, «infima natalium humilitate», probablemente io. me 4 . nn ee dia del Piceno. Los origenes de M. Lolio y de P. Silio se desco- pecen sempen . Un novus homo desempeiié el consulado, como colega de Qu pio, en el 12 a. C.% Pero después de eso, el perfodo medio ¢ ado de Augusto ofre muy pocos nombres nuevos, salvo los de un passienus y un Caecina, inconfundibles por su desinencia no latina. En sus tiltimos afios, sin embargo (4-14 d. C.), se produce un fenéme- no significa avance renovado de novi homines, militares en su mayor parte. El Piceno, como era de Sperar, proporcion6 soldados: 61, TActro, Ann, 3, 48, Lanuvio est sélo a cinco millas de Velitrae. 62. No hay testimonio seguro, pero él compré grandes fincas en el Piceno (Pu- wo, NH 18, 37). Hay estampillas de anforas de Tario Rufo en los museos de Este y de Zagreb (CIL V, 8112"; III, 12010); sobre Tarios en Dalmacia, ibid., 2877 s.; en Istria, ibid., 3060. 63. P. Silio Nerva era hijo de un senador de la generacién anterior, de rango pretorio (P-W III A, 72). En cuanto a Lolio, habfa Lolios del Piceno (tales como Palicano), y de Ferentino, en el Lacio, ef, esp. ILS 5342 ss. (zde la época de Sila?), gue muestran a un A. Hircio y a un M. Lolio como censores de aquella ciudad. Sobre |a posibilidad de que Lolio fuese realmente de extraccién noble, adoptado por un novus homo, ef. B. Groaa, P-W XIII, 1378, sobre la misteriosa relacién con la casa de Mesala (TActto, Ann, 12, 22). 64. Se trata del poeta E. Valgio Rufo, de origen ignorado. El suegro de P. Ser- vilio Rulo (tr. pl. 63 a. C.), duefio de grandes propiedades en el Samnio (De lege “graria MM, 3, cf. 8), no era un Valgio, sino un (Quincio) Valgo. 65. L. Passienus Rufus, cos. 4 a. C., y A. Caecina (Severus), cos. suff. 1 a. C. ann. ép. 1937, 62). Passienus es el primer cénsul con un nombre de ese tipo, casi ‘aticipado sin embargo por Salvidienus. Tampoco habja habido un cénsul con un sombre terminado en «a» desde el etrusco M. Perperna, cos. 92 a. C. No cabe con- Hurar a qué rama de Ja gran gens de los Caecina, de Volterra, pertenece este perso- Naje, Aparte de estos dos hombres (y de Quirinus y Valgius) hay en todos los afios ue Van del 15 a, C. al 3d. C. muy pocos cénsules que no sean de familias consulares, ‘Smeros seis novi homines no pertenecen a una categorfa repentina y escandalosa, acendencia de D, Laelius Ballus (cos. 6 a. C.) era senatorial, L. Volusius Satur- Sinus (coy, suff. 12a. C.) procedfa de una antigua familia pretoria, L. Aclius Lamia 05.34.) era muy respetable, nieto de un hombre que habia sido equestris ordinis Princeps, Nada concreto se sabe sobre el origen de Q. Haterius, CG Caelius y Qa cus, cOnsules sufectos en 5, 4y 2a. C, Caelius podrfa proceder de Tisculo, LXIV, 269 5, 442 1A REVOLUCION ROMANA edian de una comunidad oscar de aquetli te blecito conocido en los antes del crimen, pry porcioné ahora a Roma dos consules.”” Ovo sarninitie fue M, Papio Miitilo (cos. suff. 9 d. C.). de una antigua casi dindsticn, Los oltog cOnsules de esta época, aunque su lugar de origen no esté dentitiendo, son con seguridad de extraceién municipal. Estos hombres eran representavos: de la Italia de Augusto, mu chos de ellos de la Italia cuyo nombre, nacién y scntimientos se ha: neado hacia poco en guerra contre Roma, Pero Malia ahora * los dos Popeos proc gidn.® Larino, un pue’ bian a Negaba hasta los Alpes, abarcando también la Cisalpina. A la riqueza de los antiguos territorios clruscos y de Campania, al coraje militar del Samnio y del Piceno, se sumaba ahora cl vigor lozano del norte, La Italia mas nueva de todas, la Italia Traspadana, con renombre ya en las letras latinas, habfa mandado hijos suyos al senado de César, Muy a principios del Principado, cinco o seis hombres parecen comenzar su carrera senatorial, procedentes de las ciudades de Verona, Patavium (Padua), Brixia (Brescia), Pola y Concordia.” Personas excelentes, sin duda, y bien provis les, Pero Augusto quedaba decepcionado a veces, precisamente cuan- do tenfa todas las razones para esperar el tipo ideal de senador: la poca aficién del orden ecuestre a la vida ptiblica y a la politica (la sempiterna quies, tranquilidad) resultaba ser a menudo demasiado fuerte. Habfa una antigua y reputada familia entre los pelifios, los Ovi- as de bienes materia. 66. C. Popeo Sabino y Q. Popeo Segundo, cos. y cos, suff. en el 9d. Cy ef. ILS 5671; 6562 (Interamnia Praetuttianorum), 67. C, Vibio Péstumo (cos. suff. 5 d. C.) y Vibi ito (cos, suff. 8 d. C.) pro- cedian con seguridad de Larino (CIL IX, 730); s0 bros anteriores de esta familia, Cicero, Pro Cluentio, 25 y 165. 68. L. Apronio, cos, suff. enel 8, y C. Vi sus gentilicia, ScHutze, LE, 110; 256). Tamb Q Blesio, gcos. suff. 10 dC? El origen de Lucilio Longo, cos. suff. 7d. C., no s€Conoce; quizé hijo del amigo dé Bnuto (PutaRco, Brutus 50), quizd pariente de Lucilio Hirto. ¥, 69. El monetario augusto L.Valerio Catulo (BMC, R. Emp. 1, 50) probable- mente procede de Verona, lo mismo que M. Fruticio (CIL V 3339); y Val io Nasén (CIL V, 3341) era de rango pretorio an jel 26 d. C, (TAcrto, Anno. 4, 56). Son también de notar Sex. Papinio Alenio (LS 945; Patavium); T. Trebelen? Rufo (931: Concordia); Sex. Palpelio Hister (946: Pola). Quiz& también los Vir bios Viscos, Schol. a Horac . 1, 10, 83, ef. PIR, V 108: Brixia (cf. CHL Ys Meee la familia), Ademés C, Poncio Peligno puede provenit d€ Abid pe Arg ' ncn py Auge pr ty ohh ranlbiee?. 2 Via es enh, poo Bown, rete ol Wi; Pop lpcer neh io Varrdn, cos, suff, el 12d. C. (sobre \ ft ) wl bi {> faloty, HBL PARTIDO DE AUGUSTO 443 ios.” Augusto concedis el latus clavus a4 un Ovidio, joven promete- vy, No er un comere iante advenediza, ni un soldado buscador de carrera que hubiese trepado por la escala social tras su servicio como centuri : simplemente que P, Ovidio Nasén no estaba dispuesto aeeniral pueblo ronuaino. : Hubiese podido Negara abogado, a senador de Roma, a goberna- gor de una provincia; prefirid Ser un poeta de moda, y al final le costé caro, Gracias a la resistencia de P. Ovidio, un cierto Q. Vario Gémino sduirié la distincién, recordada con orgullo en su tumba, de ser el amet senador de todos los pelifios.”' Como hemos indicado, is mismas eran parte de él; el vinculo de la unida era organico y se fortalecfa con el paso del tiempo. Los votos de con- fianza de los municipia se habfan invocado en la crisis de la guerra civil; y no se podfan olvidar en tiempo de paz. Augusto animaba a las ciudades a proponer candidatos para los cargos militares del servicio ecuestre.”” Ademas, ideé un sistema para hacer sentir su influencia en Roma: los concejales de las ciudades podrian emitir sus votos, sin ne- ®esidad de comparecer, a favor de los candidatos de las elecciones de Roma.” $i el experimento se Ilevé a cabo, fue abandonado en segui- No tanto porque era una burla, dado el verdadero cardcter de las ‘“cciones populares en Roma, como porque era del todo superfluo. 0. CE. es, di i igiiedad de la fami- iz |. esp. Ventrio). Sobre la antig L fia, Ova p. CIL IX, 3082 (L. Ovidios Ven' rio). Se Oe ita: «0b ‘edis L> (te tony Trt 4, 10, 7, confirmado por Ia inscripe ce io, R. S, Conway, The Italic Dialects 1, 246, nim. 259): teste os 932: «is primus omnium Paelign, senator / factus st et dos hones Since, fue el primero de todos los pelifios en ser hecho senador y T, 7 « - seg RM Divus Aug. 46. Quizd los tribuni militum @ populo 73, gsctipciones, v. gr, ILS 2677 (verona). UETONIO, Divus Aug. 46. nencionados -~ 444 LA REVOLUCION ROMANA La ausencia de todo sistema de gobierno Tepresentativo en]. ee arqufas de la Antigiiedad ha sido observad, 4S te. ptiblicas y monarqufas de a : ada con de, grado por los estudiosos de teoria politica, especialmente Por quello, que cifran su ideal en el gobierno del pueblo. Los romanos, Ue des confiaban de la democracia, lograron bsiuabity el €Jercicio de Ja sobe. Fanfa popular mediante una constitucién republicana que permits que todo ciudadano nacido libre optase a las magistraturas, pero Saranti. zaba que la eleccién recaeria siempre sobre los miembros dela Noble. za hereditaria. Sin embargo, el senado habja parecido un tiempo re. presentar al pueblo romano, pues era una aristocracia gobemante no estrecha ni exclusiva. La politica generosa de César y de Augusto la podfa refrendar el venerable peso de la tradicién antigua. La pro cin de novi homines no era a todas Juces un novus mos. Todo e} > mundo sabia que las familias més nobles de la aristocracia Tomana se a\ lontaban a antepasados latinos o sabinos, para no hablar de los re. ‘yes de Roma.” La oligarquia ampliada y robustecida d del nuevo régimen Trepresentaba indirectamente, pero no por eso menos poderosamente, a Roma y a Italia. En su forma, la constitucién €ra menos republicana y menos «democratica», pues la posibilidad de ser elegido no esta- ba ya abierta a todos, sino condicionada por la posesién del latus cla- vus; pero en la prdactica era liberal y progresista. Es mas, todas las }\ clases de la sociedad, desde los s senadores a los libertos, gozaban aho- ra de un rango garantizado y de una funcién en el partido grande, trv dicioi que habfa reemplazado a la engafiosa Re- ta y conservador, era el inmovilismo, sino el cambio yla ptiblica de los nobiles. No novaci6n continuos. Se puede considerar con razén tiempo deseada unificacién de Ttali César y de Augusto; der la ciudadanfa ro: redaban los procedi ticos romanos ante: que ahora abarcabat que una teoria liberal, y la tanto a, avalan y justifican los actos de Pero no explican sus rafces y su origen. Al conce- mana y ampliar su clientela, estos gobernantes he- imientos dindsticos, junto con la ambicién, de poli- riores, utilizados desde tiempo inmemorial, pero n todo un Imperio, con exclusién de rivales. Tam 74. Vetevo, 2, 128, 1: «neque novus hic mos senatus populique est purandl quod optimum sit esse nobilissimum» (No es nueva esta costumbre del senado Y Pueblo, de estimar que el mayor valor hace la mayor nobleza). Cf. Cicer, Balbo, passim, 75. Livio, 4, 3, 1 0 ss. (discurso del tribuno Canuleyo); ILS 212 y Tacrro, Am 11, 24 (, 448 LA REVOLUCION ROMANA propésito de Augusto maltratar o retrasar a las provincias del Oeste. a aquella parte del pueblo romano que se extendfa en la lejania mis alld de los limites de Italia. : rt Augusto, perteneciente ¢1 moa. una familia anecié fiel a.su origen-en.su caracter y en s n Municipio, lumbres; |, permanec! BL ye stumbres; log cabal romanos figuraron entre sus mas inti gOS Y sus mag antiguos seguidores. En los primeros meses de su existencia, el parti. do del heredero de César contaba apenas con un solo senador, en sus primeros afios, con pocos de distincion. No hay nada més sencillo que atribuir a Augusto, tinicamente a él, la promocion _de novi homines durante el Principado. Eso es prescindir de la influencia de Sus parti. darios. El Princeps no era todo él un franco entusiasta del mérito don- dequiera que se hallase, y un indiferente a la clase, sino un burgués de pueblo, pendiente e insaciable en su admiracién de la_distincién so- cial. César y Tiberio, él Julio y el Claudio, conocfan mejor a su propia cigs y sabjan sus limitaciones. Su nombre, su ambicién y sus actos enajenaron al joven revolu- cionario el apoyo de los nobiles en su juventud. Antes de su matri- _ monio con Livia, sdlo un descendiente de una familia consular (Cn. Domicio Calvino) pertenecié al partido. Octaviano tenia una aguda conciencia de la necesidad de seguidores aristocraticos. Su ventajo- sa alianza matrimonial ujo. pronto sus efectos: Ap. Claudio Pul-* cro y M. Valerio Mesala se dejaron ganar rapidamente. ra Otis tocracia fue remisa a aceptar al autor de las proscripciones. El , Princeps se tom6 su venganza. No le importaba eliminar del senado ja un gran contingente de nobiles; pero el maestro en el arte de la /proteccidn supo atraer a su causa incluso a los nobiles més reacios; ‘y algunos, como Cn, Pis6n (cos. 23 a. C.), quizd se incorporaron a ella por patriotismo desinteresado. Las viejas familias habfan sido | diezmadas por una generacién de guerras civiles; los hijos de los i gaidos se hallaban dispuestos a hacer las paces con el dinasta mi- \litar. Augusto encamin6 todos sus esfuerzos a vincular estos nobiles j6- venes a su persona, a su familia y al nuevo régimen, y tuvo éxito en SU labor de captacién. Pero no hay que olvidar a sus primeros seguido- res, la plebe, los veteranos y los caballeros, que habfan ganado la Gue- tra de Accio, En la crisis del 23 a. C. el partido cesariano malogré los Proyectos mondrquicos de Augusto y evité la adopcién de Marcelo: & de suponer también que algunos de ellos, sobre todo Agripa, cuya P& didn atl 8 15 drone Ap, Qoudis (ove be HE ndly dude Lhd ul pume br «Proms (labs Lunlonn ¢ jbags/ EL PARTIDO DE AUGUSTO 449 itica Se impuso en aquella ocasi6n, procuraran también enfriar la ar- diente predileccion de Augusto por la aristocracia. Como el partido de César, el nuevo partido cesariano incluia ele- mentos diversos, las casas Patricias mas antiguas y los arribistas mas recientes. Pero éste era un régimen consolidado con mas firmeza que da peterogéneo de los seguidores de César, vinculado a una causa y a un programa lo mismo que a.una persona. Y lo que es mas, cualquiera que fuese el sino del Princeps, la coalicién estaba llamada a perdurar.

También podría gustarte