En términos contables, la materialidad supone el significado que determinados
hechos tienen en la toma de decisiones de un usuario razonable y cómo su inclusión o exclusión en los estados financieros va a tener consecuencias en la evaluación de sucesos pasados, presentes y futuros, así mismo, la materialidad o importancia relativa, supone las cifras determinadas por el auditor que señalan los errores materiales en la información financiera y en determinados tipos de transacciones, saldos contables o información a revelar que son importantes para la toma de decisiones.
La materialidad es aplicada por el Auditor cuando establece los riesgos para
la realización de la auditoría y cuando conoce el efecto de un error no identificado en la auditoría, en las declaraciones incorrectas no corregidas, en los estados financieros y en la formación de la opinión sobre el informe del auditor.