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JOSE MARIA ARGEDAS “El tayta de la

literatura indígena”
Si hablamos de un mártir que defendió a los indígenas en todo su aspecto como
sus costumbres, creencias, pensamientos y sentimientos. No puede haber otro
mejor que José María Arguedas Altamirano, quien vio el mundo indígena desde una
visión interna.

El Perú está marcado todavía por las diferencias sociales, económicas y culturales

¿Por qué sigue en pie la discriminación racial? ¿Qué pasa con la sociedad antigua
y la actual? ¿Cuál es la razón por la cual, sigue vivo vigente el racismo? ¿Somos
ignorantes y no actuamos de manera respetuosa con el suelo que nos vio nacer y
crecer?

La figura de Arguedas se alza como una voz que al leer su producción literaria nos
marca un derrotero para alguna podamos salir de los prejuicios, no sentimos blancos,
tampoco solo indígenas debemos ser peruanos una raza que tiene orgullo en sus raíces
incaicas pero también orgullos de buscar la igualdad entre todos, la libertad para ser lo
que deseamos construir y la búsqueda de la justicia que nos iguale como tal.

Su Novela “Los ríos profundos” tiene contenido indigenista; que nos demuestra
como los indios era discriminados, pero también como ellos quería hacer valer
sus derechos también nos demuestran como el personaje principal sobrevivió en
mundo plagado de odio y racismo.

En sus obras plasma sus sentimientos, inspirándose en la gran variedad de culturas


y lenguajes que posee nuestro país, tratando de cambiar al país por medio de la
literatura.

Hoy, en día la discriminación racial es uno de los mayores problemas de nuestra


sociedad, pues impide que las relaciones entre peruanos y peruanas es den de
forma horizontal y sobre la base del respeto a la diferencia y la diversidad, en ese
sentido, la discriminación profundiza la pobreza y la exclusión social de unos contra
otros, e impide la real construcción de una cultura de paz y un desarrollo basado en la
igualdad.

Las razas no existen pero si el racismo. Las razas constituyen una construcción social.
En otras palabras, -Si bien poseemos rasgos físicos diversos-, el imagínalos como razas
y atribuirles distintos valores morales, es un asunto que las sociedades de finen: no vienen
dados genéticamente.

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