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Por su magnitud se considera terremoto y podría ocurrir otra mayor:
La réplica que llegó a 6,9 grados era una de las grandes que se
esperaban y vendrán más
Viernes 12 de marzo de 2010

Los sismólogos estaban preocupados por la ausencia de un sismo en torno a los 7 grados post 27 de febrero, porque era señal
de que no se había liberado toda la energía acumulada en la zona.

GABRIELA BADE Y LORENA GUZMÁN

"Es mucho mejor que haya réplicas y que se termine de liberar la energía, a que eso no ocurra. Por eso, nos preocupaba que no se
hubiera producido ninguna en torno a los 7 grados. Eso no es normal. Ahora la situación se regularizó", dice el sismólogo chileno
Raúl Madariaga.
Ayer, a las 11:39 horas, en efecto, se produjo la más grande de las réplicas del terremoto del 27 de febrero. Alcanzó los 6,9 grados
y su epicentro estuvo en la costa de Pichilemu, en la zona norte de la fractura original. Y fue tan grande que provocó una serie de 11
réplicas posteriores, todas con epicentros en lugares cercanos. La primera ocurrió 15 minutos después, y llegó a 6,7, y luego las
magnitudes fueron bajando hasta los 4,8 grados.
Definitivamente, fue un día muy movido. Desde antes del gran sismo, ya se habían registrado cuatro temblores con epicentros
cercanos a Valparaíso, Melipilla y Pichilemu, y magnitudes entre los 3,1 y los 4,8 grados.
Habrá otras sobre 7
La mala noticia es que es probable que no sea la última. Madariaga, quien es académico de la Escuela Superior Nacional de París,
está en Chile estudiando este fenómeno, y explica que lo natural para un terremoto de 8,8 grados Richter es que le sigan réplicas de
gran magnitud, sobre 7 grados. Pero en los 12 días transcurridos desde entonces, lo más fuerte estuvo poco más arriba de 6 grados.
"Eso quería decir que no se había liberado toda la energía", dice.
Por esta razón, todavía habrá réplicas que incluso pueden llegar a 7,5 grados, como estima el propio Madariaga.
Otro sismólogo que está en Chile estudiando este fenómeno, Michael Bevis, de la Universidad de Ohio, también esperaba uno entre
7,2 y 7,4 grados.
Y, como todos en esta comunidad de investigadores, dice que esto tiene para un par de meses. Y, como siempre, recuerdan que en el
año 1985 la réplica más fuerte se sintió un mes después y llegó a 7,2 grados.
Don Blakeman, analista de terremotos del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), midió ayer las réplicas del sismo principal. "Es
imposible predecir qué va a pasar en los próximos días", asegura. "Sólo podemos esperar varias réplicas de 6 grados, muchas más
de 5 y tal vez una sobre los 7 grados de magnitud en la escala de Ritcher", dijo a "El Mercurio".
"¡Esto es bastante grande!", dice con respecto al interés que ha generado este terremoto en la comunidad científica internacional.
"Muchos están midiendo y estudiando este fenómeno, que tiene características bastante particulares por su extensión e intensidad".
Y el interés no es sólo científico. Ayer, todos los ojos se volvieron a la página del USGS para saber cuántos grados habíamos
soportado esta vez. Y, en una primera instancia, el servicio informó que la magnitud del sismo de las 11:39 había sido de 7,2
grados. Antes de una hora, el organismo corrigió a la baja y decretó 6,9.
"Las magnitudes se readecuan. Primero se calcula con una estimación rápida, y luego se va ajustando en la medida en que se
conocen más antecedentes", dice Sergio Barrientos, jefe del Servicio de Sismología de la Universidad de Chile. Él explica que se
registra la información que proviene de distintos instrumentos y luego se hace un promedio.
No habrá otro sobre 8,8
La buena noticia es que ninguno de los sismos que vienen debiera superar los 8,8 del principio. Esa gran fractura de casi 400
kilómetros entre Constitución y Concepción es la que está generando los movimientos actuales. Y todo lo que se sienta desde
Quintero hasta Valdivia debería estar relacionado con ella. Si se produce otro sismo fuera de esos puntos, ya habría que buscar
otras explicaciones.
Respecto del sismo de ayer, también se trató de una fractura, pero esta vez no fue entre las placas de Nasca y Continental. Fue una
ruptura sólo de la placa de Nasca u Oceánica, que a su vez desató otro sistema de sismos como consecuencia en la misma zona.
''Hubo dos réplicas seguidas y una actuó como gatilladora de la otra. Estas son las que podían ocurrir debido a un ajuste en la
zona".

SERGIO BARRIENTOS, Jefe de Sismología U. de Chile

''Nos preocupaba que no habíamos tenido nada mayor a 6 grados. Eso quería decir que no se había liberado toda la energía".

RAÚL MADARIAGA, sismólogo

¿Temblor o terremoto?
Según la Real Academia de la Lengua Española, terremoto es una "sacudida del terreno ocasionada por fuerzas que actúan en lo

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interior del globo". No define si grande o pequeña, pero en Chile se suele hacer la diferencia. Según el sismólogo Raúl Madariaga,
no hay una escala que diferencie entre uno y otro, pero culturalmente se entiende que sobre 7 grados en Chile, es terremoto. Lo de
ayer y aunque llegó a 6,9, para él fue terremoto. "Si no hubieran tenido el antecedente del 8,8, es muy posible que hasta hubieran
suspendido el cambio de mando", comenta.
Madariaga explica que en inglés no hay una diferencia entre uno y otro. Sólo hay una palabra: earthquake, y esta designa cualquier
movimiento de tierra.
Por eso es posible que una magnitud que en Chile se lee como sismo grande, en otro país como Turquía, por ejemplo, tenga
características de terremoto, como ocurrió esta semana, donde 57 personas murieron en ese país a causa de un sismo de 6 grados.

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