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INGENIERIA CIVIL
2017
4.5.2 Difracción 25
4.5.3 Reflexión 28
4.1 INTRODUCCION
En el campo de la ingeniería de costas los efectos debidos a las ondas que se generan en el
agua son de fundamental importancia. Estas ondas son el principal factor para determinar la
geometría y composición de playas e influencian significativamente la planificación y diseño de
puertos, canales de navegación, medidas de protección de costas, estructuras y otras obras
costeras.
Las ondas proveen una importante fuente de energía para la formación de playas, clasificación
de sedimentos de fondo en la playa interior, transporte de materiales de fondo hacia la playa,
hacia la playa exterior y a lo largo de la playa, y para producir muchas de las fuerzas a las
cuales están expuestas las estructuras costeras. Cualquier intento de comprender el
complicado movimiento del agua en las áreas costeras de grandes masas de agua debe ser
precedido por una adecuada comprensión de los procesos físicos fundamentales de la
generación y propagación de las ondas superficiales. En consecuencia, para planificar y
diseñar obras costeras es esencial una comprensión de la mecánica del movimiento ondular.
Aquí se presentará una introducción a las teorías de las ondas superficiales. Por lo tanto, se
describen el movimiento superficial y de la partícula de agua, la energía de la onda y las teorías
utilizadas para explicar la transformación de la onda por efectos de la interacción con el fondo y
con estructuras. El propósito es proveer una elemental comprensión física y matemática del
movimiento ondular e indicar las limitaciones de las teorías seleccionadas.
Cuando las olas se mueven fuera del área donde están directamente afectadas por el viento,
asumen un estado más ordenado con la apariencia de crestas y valles definidos y con un
ascenso y descenso más rítmico. Estas ondas pueden viajar cientos o miles de kilómetros
después de abandonar el área donde se generaron.
La energía de la onda es disipada internamente dentro del fluido por interacción con el aire de
arriba, por turbulencia en la rompiente y con el fondo en profundidades menores.
Las ondas que alcanzan las regiones costeras gastan una gran parte de su energía en la
región litoral. Cuando la onda se aproxima a la playa, la energía de la misma puede ser
disipada en forma de calor por medio del movimiento turbulento del fluido inducido por la
rompiente y a través de la fricción del fondo y percolación.
Mientras que el calor es de poca importancia, la rotura es importante puesto que afecta tanto a
las playas como a las estructuras costeras hechas por el hombre. O sea que las medidas de
protección de playas y los diseños de estructuras costeras dependen de la capacidad para
predecir la forma y el movimiento del fluido debajo de las ondas y en la confiabilidad de tales
predicciones.
En general, los fenómenos reales relacionados con las ondas en el agua son complejos y
difíciles de describir matemáticamente debido a la falta de linealidad, a las características
tridimensionales y a un comportamiento aparentemente aleatorio. Sin embargo, existen dos
teorías clásicas, una desarrollada por Airy (1845) y la otra por Stokes (1880), las cuales
describen las ondas simples.
Para aguas muy poco profundas, cerca de la zona de la rompiente, la teoría de la onda solitaria
predice satisfactoriamente ciertas características del comportamiento de la onda. Muchas otras
teorías se han publicado en la literatura, las cuales, para algunas situaciones específicas,
pueden predecir más satisfactoriamente el comportamiento de la onda que las teorías
presentadas aquí.
La teoría más elemental, conocida como la teoría de ondas de pequeña amplitud o teoría lineal,
fue desarrollada por Airy en 1845. Esta es de fundamental importancia puesto que no sólo es
fácil de aplicar sino que es confiable sobre un gran segmento de todo el régimen de la onda.
Matemáticamente, la teoría de Airy puede considerarse como una primera aproximación de
una descripción teórica completa del comportamiento de la onda.
Una descripción teórica más completa de las ondas puede obtenerse como la suma de un
número infinito de sucesivas aproximaciones en donde cada término adicional en la serie es
una corrección de los términos precedentes.
En algunas situaciones las ondas son mejor descriptas por medio de estas teorías de orden
superior, las cuales son usualmente denominadas teorías de amplitud finita. La primer teoría de
amplitud finita, conocida como la teoría trocoidal, fue desarrollada por Gerstner en 1802. Se
denomina así porque la superficie libre o perfil de la onda es una trocoide. Esta teoría se
menciona solamente debido a su interés clásico. No se recomienda para su aplicación puesto
que el movimiento predicho de la partícula de agua no es el observado en la naturaleza. La
teoría trocoidal en cambio sí predice perfiles de onda de un modo bastante preciso.
En 1880 Stokes desarrolló una teoría de amplitud finita que es más satisfactoria que la teoría
trocoidal. Aunque aquí se verán solamente las ecuaciones de primer orden (teoría lineal), el
uso de aproximaciones de orden superior se justifica para la solución de algunos problemas
prácticos.
Para las zonas de aguas poco profundas, la teoría cnoidal, originalmente desarrollada por
Korteweg y De Vries (1895), predice bastante bien la forma de la onda y los movimientos
asociados para algunas condiciones. No obstante ello, la teoría cnoidal ha recibido poca
atención con respecto a su aplicación real en la solución de problemas ingenieriles. Esto puede
deberse a las dificultades para realizar cálculos.
En el límite de la teoría cnoidal, ciertos aspectos del comportamiento de la onda pueden ser
satisfactoriamente descriptos por medio de la teoría de la onda solitaria. A diferencia de la
teoría cnoidal, la teoría de la onda solitaria es fácil de usar puesto que se reduce a funciones,
las cuales pueden ser evaluadas sin tener que recurrir a tablas especiales. En la Figura 4-1 se
pueden observar las cinco teorías más importantes en forma gráfica así como sus diferencias
de modo esquemático.
Cualquier descripción física adecuada de una onda abarca tanto su forma superficial como el
movimiento del fluido por debajo de la misma.
Una onda que puede describirse con términos matemáticos simples se denomina "onda
simple". Las ondas cuya forma o movimiento son difíciles de describir y las cuales pueden estar
compuestas por varios componentes, se denominan "ondas complejas". "Ondas sinusoidales"
u "ondas armónicas simples" son ejemplos de ondas simples puesto que su perfil superficial
puede ser descripto por una simple función seno o coseno.
Una "onda periódica" es aquella que repite su movimiento y perfil superficial a iguales intervalos
de tiempo. Una forma de onda que se mueve con relación a un fluido se denomina "onda
progresiva"; la dirección en la cual se mueve se denomina dirección de propagación de la onda.
Si la forma de una onda se mueve sólo hacia arriba y hacia abajo en una posición fija, ésta se
denomina "onda estacionaria completa" o "clapotis". Se dice que una onda progresiva es una
onda de forma permanente si se propaga sin experimentar ningún cambio en la configuración
de la superficie libre.
La teoría lineal o de Airy describe ondas puramente oscilatorias. La mayoría de las teorías de
ondas de amplitud finita describen ondas casi oscilatorias puesto que el fluido se mueve una
pequeña cantidad en la dirección de avance de la onda en cada onda sucesiva. Este
movimiento se denomina transporte de masa de las ondas. Cuando las partículas de agua
avanzan con la onda y no regresan a su posición original la onda se denomina "onda de
traslación". La onda solitaria es un ejemplo de una onda de traslación.
Es importante distinguir entre los diversos tipos de ondas que pueden generarse y propagarse
en el agua.
Una forma de clasificar las ondas es por su período T (el tiempo que tarda una onda en viajar
una distancia de una longitud de onda) o por el recíproco de T, la frecuencia f de la onda. Una
ilustración de la clasificación por período o por frecuencia es la dada por Kinsman (1965) que
se observa, con leves modificaciones, en la Figura 4-2.
La Figura 4-2 muestra el monto relativo de energía contenida en las ondas oceánicas que
tienen una frecuencia particular. De fundamental importancia son aquellas ondas referidas
como "ondas ordinarias de gravedad" y que tienen períodos entre 1 y 30 segundos.
Las ondas de gravedad reciben esta denominación ya que la gravedad es la principal fuerza de
restitución, esto es, la fuerza debida a la gravedad intenta volver el fluido hacia atrás a su
posición de equilibrio.
La Figura 4-2 muestra también que un gran monto de la energía total de las ondas oceánicas
está asociado con las ondas ordinarias de gravedad; por lo tanto las mismas son
extremadamente importantes cuando se trata del diseño de estructuras costeras y de mar
afuera. Estas ondas son generadas y desarrolladas por la acción del viento.
Las ondas ordinarias de gravedad pueden ser posteriormente separadas en dos estados:
1) Olas, cuando las ondas están bajo la influencia del viento en un área de generación.
2) Swell, cuando las ondas se mueven fuera del área de generación y no están más sometidas
a una significativa acción del viento.
Las olas están usualmente constituidas por ondas más escarpadas con períodos y longitudes
más cortos, además la superficie aparece mucho más confusa que para swell.
Este último se comporta en gran medida como una onda libre, o sea, libre de la fuerza
perturbadora que lo produjo, mientras que las olas están compuestas en cierta medida por
ondas forzadas, o sea, sobre las cuales la fuerza perturbadora está continuamente aplicada.
Los swells se caracterizan por tener un período más largo y regular que el de las olas.
Al tratar las teorías de las ondas oceánicas, se hará referencia a ellas como "teoría de olas",
puesto que es la denominación más corriente, aunque estas teorías son válidas tanto para olas
como para los swells. Normalmente las olas son las ondas más peligrosas desde el punto de
vista de la seguridad estructural de las diversas obras costeras y con las cuales se trata más
corrientemente.
La onda de menor período es una "onda capilar", ésta tiene un período de menos de 0,07 seg.,
longitud menor de 1,7 cm y una altura máxima entre 1 y 2 mm. La denominación de estas
ondas proviene del hecho que la tensión superficial es la principal fuerza de restitución de este
movimiento ondular.
U.T.N. - Facultad Regional Concepción del Uruguay CAPITULO 4: HIDRÁULICA MARITIMA
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OBRAS FLUVIALES Y MARÍTIMAS
Ejemplos de algunas ondas de más largo período son las "oscilaciones superficiales en un
recinto portuario" (oscilación portuaria secundaria), "tsunamis", generados ya sea por
terremotos submarinos o por la erupción de un volcán submarino (siendo su período desde
varios minutos hasta cerca de una hora); "mareas meteorológicas", generadas en una bahía de
dimensiones relativamente grandes por efecto de perturbaciones meteorológicas tales como
tifones, huracanes y otras; y "mareas astronómicas", generadas principalmente por la atracción
gravitacional que ejercen sobre la tierra el sol y la luna.
Estas ondas de largo período juegan un rol importante en la preservación y explotación de las
zonas costeras, así también como para la prevención de desastres.
En este apunte se verán solamente las teorías correspondientes a las ondas de corto período,
llamadas ondas ordinarias de gravedad.
Con el fin de obviar la irregularidad de las olas reales, las diversas teorías de olas suponen que
aquellas están constituidas por trenes de ondas largas, suaves y uniformes, tales como pueden
ser aproximadamente generadas en un canal de olas en el laboratorio. Los swells, lejos del
área de generación, se acercan a menudo a estas condiciones de modo tal que se pueden
aplicar las teorías para describir los movimientos ondulares y la transferencia de energía.
Diremos entonces que el movimiento de las olas es periódico, o sea que se repite a través de
períodos fijos de tiempo. En alguna posición estacionaria pasa una sucesión de crestas de olas
(o valles) a intervalos fijos de tiempo T, el período de la ola. Si L es la longitud de la ola, la
distancia horizontal entre crestas (o valles) sucesivas, tenemos que la velocidad de
propagación de la forma de la ola, C, es simplemente
C=L/T
Esta relación es válida para cualquier onda periódica puesto que está solamente basada en la
geometría. Se verá posteriormente que en muchos casos existe una relación directa entre la
longitud y el período de las olas. La profundidad también se vuelve un factor importante cuando
las olas se encuentran en aguas poco profundas.
El otro parámetro requerido para describir este simple movimiento ondular es la altura de la ola,
H, que es la distancia vertical entre el valle y la cresta, del modo en que se observa en la
Figura 4-3.
Si seguimos el movimiento de un corcho que flota sobre la superficie del agua, observaremos
que cuando pasa una ola el corcho se eleva y luego cae al mismo tiempo que se mueve hacia
atrás y hacia adelante describiendo un movimiento circular cuyo diámetro es la altura de la ola
H, y cuyo período es T. El corcho no produce un avance neto en la dirección del movimiento de
la ola. Las olas por lo tanto pueden transferir energía y cantidad de movimiento a través de la
superficie del agua, frecuentemente durante miles de kilómetros con un despreciable
desplazamiento del agua misma; el agua no se mueve junto con la forma de la ola.
Diversas hipótesis se hacen comúnmente para desarrollar la teoría de la onda simple. La lista
es la siguiente:
f) la onda particular se considera que no está influenciada por algún otro movimiento del agua.
g) el fondo es una condición de borde horizontal, fija e impermeable, lo que implica que la
velocidad vertical en el fondo es cero.
Las primeras tres hipótesis son aceptables virtualmente para todos los problemas de ingeniería
de costas.
Los efectos debido a la viscosidad y a la velocidad vertical en un fondo permeable pueden ser
medidos en algunas situaciones, pero esos efectos se pueden despreciar en la mayor parte de
los problemas ingenieriles.
En 1776 Laplace presentó el primer tratamiento satisfactorio para olas de pequeña amplitud en
aguas de profundidad arbitraria. En 1845 Airy desarrolló una teoría para olas irrotacionales que
viajan sobre un fondo horizontal en cualquier profundidad de agua.
En la deducción de esta teoría, las ecuaciones son linealizadas, por este motivo la teoría es
también conocida como teoría lineal de olas.
Si la viscosidad del agua se desprecia y si se consideran olas fuera del área de generación,
entonces no habrá pérdida ni ganancia de energía. Además, Kelvin demostró que el
movimiento ondular será irrotacional, o sea que las partículas individuales que componen el
fluido no girarán sino que retendrán su orientación original en el espacio a través del
movimiento.
En otras palabras, sin fricción interna (viscosidad), las partículas que no tienen cantidad de
movimiento angular deben permanecer sin cantidad de movimiento angular. Aunque se podría
inferir inicialmente que estas hipótesis no son correctas, el movimiento de la ola es en gran
parte (excepto cerca del fondo) considerado razonablemente como no viscoso e irrotacional.
u( x, z, t ) ( x, z, t ) (4.1)
x
w( x, z, t ) ( x, z, t ) (4.2)
z
donde t es el tiempo y las coordenadas están graficadas en la Figura 4-4. Esta es una
simplificación considerable puesto que sólo se necesita considerar el parámetro m a través de
la deducción en lugar de u y w separadamente.
u w
0 (4.3)
x z
2 2
0 (4.4)
x 2 z 2
Para representar los movimientos de la ola se requiere que la solución satisfaga ciertas
condiciones de borde. Ellas son:
1.- El fluido no debe pasar a través del fondo del mar lo que significa:
p 1 2
(u w 2 ) gz (4.6)
t 2
Suponiendo que la pendiente de la ola es pequeña, es decir, que H/L<<1, y que la profundidad
h es mucho mayor que la altura de la ola, es decir, que h/H>>1, se obtiene una solución en la
cual la elevación de la superficie del agua resulta:
H 2x 2t
( x, t ) cos( ) (4.7)
2 L T
Se halla entonces que el perfil resultante de la ola es sinusoidal con un período T, longitud de
ola L y altura H.
H
( x, t ) cos(Kx t ) a cos(Kx t ) (4.8)
2
Es de destacar que las coordenadas son tales que el eje x es positivo en la dirección del
movimiento de la ola y el eje z es positivo hacia arriba; el origen de las coordenadas se
encuentra en la superficie correspondiente al nivel del agua en reposo. Esto significa que si se
quiere calcular la velocidad orbital a 200 cm por debajo de la superficie se debe colocar el valor
z = - 200 cm en la ecuación apropiada.
g 2 2h
L T tgh( ) (4.10)
2 L
Obviamente, existe cierta dificultad al aplicar esta ecuación puesto que contiene L en ambos
lados, estando L contenida en la tangente hiperbólica tgh en el miembro de la derecha. Debido
a esta dificultad, es que se han confeccionados tablas que brindan las soluciones deseadas
para los casos más generales, ya que hay casos límites en los cuales la relación se simplifica.
La Figura 4-5 contiene un gráfico con la función tgh(2h/L) para el rango de interés.
g 2
L0 T 1,56 T 2 (4.12)
2π
Se utilizará el subíndice "o" para indicar el caso específico de olas en aguas profundas.
Lo g
C0 T (4.13)
T 2π
Se debe definir exactamente que se entiende por "aguas profundas". Esto estará gobernado
por el rango del cociente h/L dentro del cual la aproximación de la ecuación para el cálculo de
Lo, dará resultados de precisión aceptable.
Si ahora se examina el otro extremo, en donde Kh = 2h/L se hace pequeño, esto representará
las condiciones de "aguas poco profundas", en donde h es pequeña comparada con la longitud
de la ola. Si se observa la Figura 4-6, se tendrá la siguiente aproximación:
2h 2h
tgh( ) (4.14)
L L
L T ( g h) (4.15)
C ( g h) (4.16)
Wiegel fue el primero en emplear una computadora para resolver las ecuaciones anteriores y
tabuló los resultados en función de los términos h/L y h/Lo.
Figura 4-6 Transformación de las olas de Airy por efecto de la disminución de profundidd, en función de
la profundidad relativa de la ola en aguas profundas, h/Lo.
Si se sigue el movimiento de un corcho que flota sobre el agua, se observará que cuando
pasan las olas el corcho se mueve aproximadamente siguiendo una trayectoria circular con un
diámetro aproximadamente igual a la altura de la ola H.
Después de que pasa cada ola el corcho retorna casi a su posición original. Una partícula
suspendida a cierta distancia debajo de la superficie también sigue un movimiento circular
(elíptico), aunque el diámetro es menor que en la superficie. Todavía en profundidades
mayores el movimiento producido por las olas es difícilmente perceptible.
Si se analizan ahora las ecuaciones obtenidas para el movimiento orbital generado por las olas,
se verá cómo ellas se ajustan a esta experiencia.
Las ecuaciones correspondientes a las trayectorias orbitales de las partículas de agua debajo
de la ola aparecen muy complicadas en su forma general, sin embargo, las mismas son
simplemente las ecuaciones de una elipse de semieje mayor horizontal A y semieje menor
vertical B. (Figura 4-7).
Figura 4-7 Desplazamientos de las partículas de agua de su posición media, para olas en aguas poco
profundas y en aguas profundas
El movimiento elíptico de las partículas se vuelve más circular cuando las mismas se hallan
próximas a la superficie y se vuelve más aplastado para profundidades mayores.
H
A B exp( 2z / L) (4.17)
2
Se nota que en aguas profundas, las órbitas se transforman en círculos puros cuyos diámetros
son iguales a la altura de la ola en la superficie (z = 0) y dichos diámetros decrecen
exponencialmente con la profundidad. La velocidad de decrecimiento exponencial con la
profundidad depende del valor de K = 2 /L. Cuanto mayor es el valor de K más rápido es el
decrecimiento con la profundidad. Se puede apreciar que dicho decrecimiento es más
acentuado para períodos cortos que para las que poseen largos períodos.
H L H zh
A y B (4.18)
2 2L 2 h
Se debe destacar que en aguas profundas el movimiento de las partículas de agua se hace
despreciable a partir de una profundidad z = - L/2, como se puede apreciar en la Figura 4-8,
esto se desprende de un análisis de las ecuaciones correspondientes a las velocidades u y w, y
del pequeño valor de las amplitudes orbitales: A=B = H/2 . exp(- ) 0,02 H
Figura 4-8 Representación esquemática de las trayectorias de las partículas de agua bajo una ola
Utilizando la velocidad potencial para una ola progresiva que se mueve en la dirección positiva
de x, se obtiene la ecuación de movimiento de un fluido incompresible, luego de integrada y
linealizada:
p cosh K(h z )
g( ) a sen( Kx t ) g z (4.19)
cosh Kh
cosh K(h z)
p ( z) (4.20)
cosh Kh
Utilizando este factor de respuesta de presión, la ecuación se puede escribir en forma más
simple como:
p
Kp z (4.21)
p
Kp 1 (4.22)
Podría, por lo tanto, ser razonable suponer la presión como hidrostática para z positivas.
En z = -h, se tendrá:
1 p
Kp h (4.23)
cosh Kh cosh Kh
La presión hidrostática en el fondo es h
Para fases de ola (la fase de la ola se define como = (Kx - t) ) en las cuales o es negativo
(por ejemplo, cuando pasa el valle de la ola), la presión en el fondo es mayor que la hidrostática
puesto que:
h h (4.24)
cosh Kh
h h (4.25)
cosh Kh
y la presión en el fondo es menor que el valor hidrostático. El mismo razonamiento, con los
mismos resultados, puede aplicarse en cualquier profundidad intermedia. La distribución de la
presión vertical resultante se observa en la Figura 4-9 para fases de ola representativas. Dicha
figura muestra la variación continua de la presión con la fase en funcion de la profundidad z.
Aunque no existe un movimiento neto de agua por acción de la ola, ya que las partículas
regresan a sus posiciones originales, el movimiento de la ola en sí mismo constituye una
transferencia de energía sobre la superficie del mar. Es especialmente en este concepto que
las olas son importantes para las playas. El desplazamiento de la superficie de la ola de la
condición del agua en reposo otorga energía potencial a la forma de la ola. Al mismo tiempo, el
movimiento orbital del agua debajo de las olas constituye una energía cinética de la ola.
Para las olas de Airy, la energía potencial es igual a la energía cinética. Estas energías están
promediadas sobre una longitud de ola y por lo tanto son energías por unidad de área. Si Ep y
Ek representan las energías potencial y cinética, calculadas por integración sobre la
profundidad, longitud y período de la ola, entonces la energía total es:
1 1
E Ep Ek g H2 g H2 (4.26)
16 16
1
E g H2 (4.27)
8
1 T 0
P [ p( x, z, t )] u dz dt (4.28)
T 0 h
1 1
P g H2 C [1 2Kh / senh( 2Kh)] (4.29)
8 2
definiendo:
1
n [1 2Kh / senh( 2Kh)] (4.30)
2
P = E Cn (4.31)
El flujo de energía tiene las unidades de potencia, y por esa razón se lo denomina P, y se lo
llama potencia de la ola.
En aguas profundas n = 1/2 pero incrementa su valor cuando las olas se propagan en aguas de
profundidad intermedia, haciéndose n = 1 en aguas poco profundas (ver Figura 4-6).
Esto significa que en aguas profundas las olas individuales están avanzando con la celeridad
C, la cual es el doble de la velocidad de transmisión de la energía de las olas, Cg = C n, a
menudo denominada velocidad de grupo. Si se generan cierta cantidad de olas en un canal de
olas de suficiente longitud, y si se sigue la cresta de una ola en particular, se observará que la
ola avanza hacia el frente, volviéndose eventualmente la primer ola del grupo, punto en el cual
la cresta disminuye de tamaño y eventualmente desaparece. Esto se debe a que aquella ola en
particular se encuentra avanzando más rápido que su energía. Al mismo tiempo, en la cola del
grupo de olas que se está desplazando se generan nuevas olas de modo tal de preservar el
flujo total de energía. De modo similar, en el océano, donde existen trenes de olas de longitud
limitada, una ola en particular puede "sobrepasar" el grupo de olas y su energía.
L1 L2
Nivel Medio
Bs
X1 X2
b es el ancho local del canal o distancia entre las crestas de onda refractadas entre ortogonales
adyacentes.
Kr : Coeficiente de Refracción
a 2b g 2 K h
tgh( Kh) (1 ) constante (4.35)
4 K senh( 2Kh)
Recordando que:
g g
C2 tgh( Kh) y C0
2
(4.36)
K K0
Se puede escribir:
C L K0
tgh( Kh) (4.37)
C0 L 0 K
H b0 2 cosh 2 (kh)
y (4.38)
H0 b 2 Kh senh (kh)
No es necesario utilizar las ecuaciones de estas transformaciones para efectuar los cálculos
dado que están tabuladas, pudiendo observarse en forma cualitativa en la Figura 4-6. Un
aspecto importante de estas transformaciones es que la altura de onda disminuye levemente
cuando la ola se acerca a aguas poco profundas, para luego aumentar fuertemente.
Es importante tener en cuenca que cuando las aguas se convierten en muy poco profundas, el
peralte se hace muy abrupto y deja de valer la teoría de "ondas de pequeña amplitud",
creándose afectos de "amplitud finita" que hacen diferir los resultados reales de los teóricos.
Para conocer la transformación de la altura de una onda al atravesar una región de topografía
de fondo suavemente variable, se han desarrollado métodos gráficos aproximados, que se
basan en la validez de la ley de Snell (óptica geométrica):
C2
sen 2 sen 1 (4.40)
C1
donde: 1 es el ángulo de una cresta de onda (perpendicular a una ortogonal o "rayo") al pasar
sobre una región de profundidad dada.
El crecimiento de la altura para profundidades decrecientes cesa cuando la ola rompe por no
cumplirse la teoría lineal de olas.
Si las isobatas son rectas paralelas, los cambios de dirección de incidencia (ángulo del frente
de ola con la isobata) y el coeficiente Kr pueden ser calculados, en función del ángulo de
incidencia en aguas profundas 0.
Figura 4-13 Variación de las alturas de olas por el efecto de refracción en una costa irregular
H0 ' Kr H0 (4.41)
4.5.2 Difracción
Cuando las olas son interrumpidas por islas pequeñas o rompeolas, rodean la obstrucción y
penetran detrás de la barrera. Las crestas de olas son arcos circulares con centro en el borde
de la barrera. La región frente a la estructura ser perturbada por la interacción entre las olas
incidentes y reflejadas. Las tres regiones pueden observarse en la Figura 4-14 (que representa
un caso hipotético en que no ocurre difracción) y en la Figura 4-15 que muestra la situación
real con difracción.
El cálculo de los efectos de difracción es importante para el análisis de puertos ya que los
cambios que introducen en el campo de olas pueden afectar a las estructuras construidas y
provocan problemas de sedimentación.
Una serie de investigadores han estudiado los efectos de difracción de ondas en barreras y
orificios, en base a las siguientes hipótesis:
En base a trabajos de Wiegel (1962) se han preparado diagramas de difracción, los cuales
muestran líneas de igual reducción de altura.
Existen diagramas de difracción para distintos ángulos de incidencia, para un rompeolas, tales
como la Figura 4-16.
4.5.3 Reflexión
Toda barrera que se interponga al oleaje refleja parte de la energía incidente. Una medida de la
reflexión está dada por el coeficiente Krefl, que es la relación de la altura de ola reflejada Hr con
la altura incidente Hi.
Figura 4-19 Ejemplo de refracción de olas (foto aérea e imagen Google Earth)
La energía no reflejada puede ser disipada por el obstáculo y además puede haber una
transmisión de la misma, especialmente para rompeolas.
= i + r (4.44)
Existen puntos (nodos) para los cuales el nivel de agua queda fijo en el valor medio, y otros
donde la amplitud es el doble (antinodos). En estos no se produce movimiento horizontal del
agua (la pared es un antinodo) (ver Figura 4-20).
Figura 4-20 Onda estacionaria por reflexión de olas en una pared vertical, según la teoría lineal
Figura 4-21 Coeficiente de reflexión de olas para pendientes, playas y rompeolas de enrocados, como
función del parámetro X
La metodología de Tucker, genéricamente conocida como método del cruce por el cero, es una
herramienta básica para la determinación de los parámetros estadísticos que caracterizan un
tren de olas. Se fundamenta a partir de definir la altura de ola como la diferencia de nivel
existente entre una cresta y un valle sucesivos, subyaciendo los mismos en distintos intervalos
de cruce sobre el nivel medio de la superficie libre (Figura 4-22). De esta manera, las crestas
secundarias originadas por ondas de mayor frecuencia son filtradas y no son tenidas en cuenta
durante el análisis de alturas.
Figura 4-22 Evolución de la superficie libre a lo largo del tiempo para un tren genérico de olas
Nc: número de crestas del registro. Una cresta se define como un punto sobre la superficie libre
que se mantiene instantáneamente estacionario, cayendo hacia ambos lados del mismo. Este
parámetro tiene en cuenta las crestas secundarias, incluyendo aquellas que se encuentran por
debajo del nivel medio de la superficie libre.
Nz: cantidad de veces que un registro cruza su propio nivel medio en sentido ascendente
durante el transcurso de la medición.
C: profundidad del valle más bajo, medida desde el nivel medio, en [m]
η2: varianza de las elevaciones instantáneas, la cual es una medida de la densidad de energía
de la superficie del mar, en [m2]
ηrms: elevación media cuadrática, uno de los parámetros más importante desde el punto de
vista teórico, en [m]
H1/3, T1/3: altura y período significativo del oleaje. Matemáticamente se define como el promedio
de las alturas y períodos del tercio de olas más altas del registro, en [m] y [s]
H1/10, T1/10: promedio de alturas y períodos de las Nz/10 alturas mayores, en [m] y [s]
Las estructuras costeras deben ser diseñadas para satisfacer una serie de criterios, que a
veces están en competencia entre sí, como ser la estabilidad estructural, funcionamiento
correcto, impacto ambiental, costo de mantenimiento en su vida útil, y otros criterios que ponen
a prueba la labor de diseño.
El criterio de análisis debe probar que las consecuencias económicas de daños ocasionales
son menores que los costos de inversión iniciales correspondientes a una estructura
invulnerable ante eventos extremos.
Los criterios de correcto funcionamiento tienen en cuenta el cumplimiento de los objetivos para
los cuales se construye la estructura, por ejemplo, los criterios a aplicarse a un espigón
construido para provocar la sedimentación y recuperación de una playa son diferentes de los
aplicables a un rompeolas de protección portuaria.
Las mayores fuerzas sobre estructuras son generalmente provocadas por las olas
generadas por viento, cuyas características en aguas profundas (Altura y Período
significativo, Hs y Ts) son determinadas en base a datos de intensidad y duración del viento y
fetch, y luego son propagadas analíticamente hasta la costa.
Las condiciones de olas frente a la estructura dependen críticamente del nivel de agua, por lo
que es prioritario definir un nivel (o rango de niveles) de diseño. Una dada estructura puede
estar sometida a la acción de olas no rompientes, rompientes o rotas en diferentes instantes
del ciclo de marea, e inclusive, las condiciones pueden ser diferentes a lo largo de la estructura
(espigones perpendiculares a la costa).
Las alturas de ola derivadas de análisis estadísticos o de cartas sinópticas para representar
eventos extremos son usualmente las significativas (Hs). Hs o H1/3 es el promedio del tercio
superior de olas más altas (a veces se calcula como 4 veces la desviación standard del nivel
del agua).
En una primera aproximación, es posible interpretar a la superficie libre instantánea como una
superposición de infinitas ondas simples, cada una originada a partir de diversascondiciones de
viento en entornos espaciales y temporales particulares. De esta manera el oleaje puede
definirse como la suma de un gran número de procesos estadísticamente independientes y en
consecuencia, se manifiesta como una variable de carácter aleatorio.
Si el ancho espectral del conjunto de ondas simples que componen la superficie libre es
reducido, es decir que poseen un periodo o frecuencia temporal similar, es posible demostrar
matemáticamente que la función de probabilidad especializada para una altura de ola particular
adopta la siguiente forma, conocida como la distribución probabilística de Rayleigh:
Donde H corresponde a la altura de ola y Hrms es el valor medio cuadrático según se presenta
a continuación:
Vale destacar que la altura de ola se define usualmente despreciando aquellas de menor
magnitud y alta frecuencia, que se acoplan sobre las de mayor dimensión. Este concepto se
traduce en el filtrado de las frecuencias más altas del espectro que compone el oleaje.
H10 = 1,27 Hs = 2.03 Hm: promedio del 10% de olas más altas (4.47)
Cabe destacar que en aguas poco profundas, donde comienzan a desencadenarse los
procesos de ruptura, la distribución de alturas de ola se aparta de la estimación indicada por
Rayleigh debido a la transferencia de energía que desencadena dicho fenómeno. Por esta
razón, la metodología no debe ser implementada en tales casos.
Los procesos de transformación de olas son muy sensibles al período de las mismas, por lo
cual la distribución de la energía según la frecuencia provee de información muy valiosa en
ciertas circunstancias. Los parámetros principales que se obtienen en el análisis espectral son
la altura Hmo, que normalmente corresponde a la altura significativa, y el período de pico Tp,
que se puede relacionar con el período significativo.
donde mo es el momento cero o área bajo la curva de densidad de energía, y se relaciona con
la altura de la ola significativa: H(1/3) 4 mo
En la Figura 4-24 se puede apreciar un espectro típico para oleaje proveniente de dos
orígenes diferentes (con dos períodos pico distintos)
Figura 4-24 Forma del espectro de energía para un estado bimodal genérico de oleaje.
Sin embargo, las condiciones económicas del proyecto en muchas circunstancias impiden la
ejecución de mediciones de campo, por lo cual las condiciones de oleaje deben obtenerse
utilizando los métodos semiempíricos de pronóstico retrospectivo recomendados por el Shore
Protection Manual (S.P.M.), que se describen más adelante. Las condiciones de olas en aguas
profundas son luego trasladadas a la costa mediante métodos de cálculo de la propagación
que tengan en cuenta la refracción y shoaling (bajío), y posiblemente la difracción de las olas.
De acuerdo a la envergadura del problema, pueden utilizarse los métodos manuales explicados
en el S.P.M. o modelos matemáticos adecuados.
Las condiciones de olas de diseño deben ser fijadas para diferentes niveles de agua, y, si
corresponde, en distintos sectores a lo largo de la estructura. Si la profundidad es tal que la
rotura de olas no limita la altura de las mismas, se debe considerar la condición de olas no
rompientes, para la cual la altura de diseño se obtiene utilizando un criterio estadístico.
Para estructuras rígidas (por ejemplo tablestacados) se utiliza como altura de diseño H1, para
estructuras semirígidas (celdas efectuadas con tablestacas) se usa un valor entre H1 y H10, y
para estructuras flexibles (rompeolas de piedras o elementos sueltos y enrocados) se puede
utilizar un valor entre H5 y Hs, dado que el daño en estas últimas es normalmente progresivo
(no instantáneo) y la estructura deja de cumplir su función sólo después de un período extenso
de impacto de olas. La selección de la ola de diseño es influida por el grado de daño estructural
tolerable, y los costos de reparación asociados en su vida útil, así como por el grado de
confiabilidad de los datos de base utilizados para el cálculo del oleaje.
a. Olas Rompientes
Se asume comúnmente que una estructura está sometida a la acción de olas rompientes
cuando su profundidad de diseño ds (medida desde el nivel de diseño) es tal que ds<1.3 H,
donde H es la ola de diseño.
El punto de rotura puede estar un poco antes de la posición de la estructura. La relación entre
la distancia de rotura xp y la altura de rotura Hb depende de la pendiente de la playa m
(vertical/ horiz.) (Galvin, 1969):
La relación entre la profundidad y altura de rotura db/Hb no es realmente 1,3, sino que
depende de la pendiente de playa y el peralte de la ola incidente Hb/(g T²), como se muestra
en la Figura 4-29. La curva corresponde al límite superior de dispersión de los datos
medidos, mientras que las curvas corresponden a los límites inferiores para cada pendiente.
La Figura 4-30 puede utilizarse para determinar la altura de rotura Hb correspondiente a una
ola de la cual se conoce su peralte y altura no refractada Ho' en aguas profundas. Esta altura
es igual a la existente en aguas poco profundas, dividida por el coeficiente de shoaling, o sea,
la altura de ola correspondiente en aguas profundas si no se hubiese refractado a lo largo de su
propagación.
Hb = ds / ( - m p), (4.54)
donde = db/Hb no puede ser directamente evaluada hasta que no se conoce Hb. El ábaco de
la Figura 4-31, derivado de (4.53) y (4.54), utilizando los valores de de la Figura 4-29, permite
determinar directamente Hb dados la profundidad de diseño en la estructura ds, la pendiente m
y el período de la ola T (nótese que Hb/ds no es lo mismo que Hb/db).
Puede observarse que a mayor período se obtiene una mayor altura de ola de diseño, por lo
cual el máximo valor posible se puede calcular para ds / (g T²) = 0 o bien T = .
En el caso de que se quiera conocer la altura de ola en aguas profundas que genera la ola
rompiente de diseño puede utilizarse el gráfico de la Figura 4-32, que es una modificación de la
Figura 4-30.
El coeficiente de refracción debe evaluarse por separado para obtener la altura de ola real en
aguas profundas.
2
Figura 4-32 Indice de altura rompiente Hb/Ho versus “peralte” Hb/(gT )
c. Olas no rompientes
En general para calcular la altura de ola en aguas poco profundas tanto en casos rompientes o
no, debe evaluarse el coeficiente de refracción correspondiente.
La técnica habitual para ello es generar juegos de olas en aguas profundas, caracterizados por
su dirección, altura y período, en lo posible con una frecuencia de ocurrencia o recurrencia
asociadas, y determinar para cada juego los coeficientes de refracción y shoaling
correspondientes, para así obtener las condiciones en el sitio de implantación de la estructura.
La profundidad del lecho frente a la estructura puede incrementarse debido a la erosión local
provocada por tormentas intensas, aumentando entonces la altura de ola de diseño si se
consideran condiciones de rotura.
En el caso de una pared vertical, un criterio general para estimar la erosión al pié de la
estructura causada por procesos de corta duración, es considerar que la profundidad máxima
de erosión es igual a la altura de la máxima ola que puede ser soportada sin romperse por la
profundidad original de agua al pié de la pared.
a. Ondas Monocromáticas
La altura vertical desde el nivel medio del mar hasta la cual se alza una ola incidente sobre una
estructura (Run-up R), determina la altura máxima de la misma si no se permite su sobrepaso
(overtopping). La nomenclatura se presenta en la Figura 4-33.
Un gran número de variables actúa en la determinación del run-up, como ser la forma y
rugosidad de la estructura, la profundidad al pie y la pendiente del fondo frente a la misma, y
las características de la ola incidente.
Para tener en cuenta la diferente rugosidad del modelo y la realidad, en la Figura 4-35 se
presentan curvas de ajuste de los valores de R por efectos de escala.
Figura 4-34 Runup (alzamiento) de ola en una pendiente impermeable cuando ds/Ho’ = 0 (pendiente
frente a la estructura = 1V:10H)
Figura 4-35 Corrección del runup (alzamiento) por efectos de escala entre la realidad y los modelos
utilizados para obtener los coeficientes de cálculo
b. Ondas Irregulares
Rp / Rs (ln P) / 2 (4.55)
Cuando una ola impacta en un rompeolas, su energía puede ser reflejada, disipada o
transmitida a través o sobre la estructura. La forma en que se reparte la energía de la ola
depende de sus características, la profundidad de agua, tipo de rompeolas y geometría de la
estructura.
La transmisión de la energía debe ser minimizada para prevenir el ingreso de olas al puerto, y
debe ser estimada para el diseño de estructuras de protección.
En la Figura 4-37 se presentan curvas de diseño para rompeolas verticales delgados y anchos.
Estas figuras se han tomado como ejemplo del S.P.M., en el que también se presentan
metodologías para evaluar la transmisión de olas por sobrepaso (overtopping).
Figura 4-37 Coeficiente de transmisibilidad en rompeolas anchos y angostos con paredes verticales
2
(0,0157<ds/(gT ) <0,0793)
Pequeños valores de Smáx indican una gran dispersión (olas en el área de generación => Smáx =
10). Para ondas con cortas distancias de decaimiento (después de la generación) se considera
Smáx = 25, mientras que para swell (ondas largas) con grandes distancias de decaimiento y
selección, que llegan prácticamente en forma unidireccional, Smáx = 75.
La dispersión de energía por dirección se muestra en la Figura 4-38 para distintos valores de
Smáx. La forma en que Smáx varía por refracción a lo largo de la propagación de la ola depende
de su valor en aguas profundas y de la dirección de incidencia respecto de la costa (asumiendo
isobatas paralelas), tal como puede observarse en la Figura 4-39.
En el S.P.M. se presentan diagramas de difracción para aberturas de distinto ancho, para baja
y alta dispersión direccional, del tipo de la Figura 4-41. Para olas reales incidentes con ángulos
diferentes de 90° se procede igual que para monocromáticas, considerando la abertura de
ancho proyectado equivalente.
Figura 4-38 Curvas acumuladas de energía relativa de ola respecto al azimuth desde la dirección
principal de avance
Figura 4-39 Cambios en el parámetro de concentración direccional Smáx debido a la refracción de olas
en aguas poco profundas
Figura 4-40 Difracción de olas con dirección aleatoria (reales) e incidencia normal a un rompeolas
semi-infinito
Figura 4-41 Difracción de olas con dirección aleatoria (reales) e incidencia normal a una boca portuaria
de ancho B/L = 1,0
Las olas del mar son generadas por la acción del viento soplando sobre su superficie. Las olas
son más altas y más largas (o sea, de mayor período), cuanto mayor es la intensidad del
viento, o si el mismo sopla durante un período de tiempo mayor o sobre una distancia más
larga.
La zona sobre la cual el viento actúa sobre el agua y genera olas se llama zona de generación;
su longitud se denomina fetch o longitud del fetch, como se muestra en la Figura 4-42.
Cuando las olas generadas por el viento salen de la zona de generación y se propagan como
swells, lo hacen en la llamada zona de decaimiento, debido a que su altura decae por la
pérdida gradual de energía.
Para permitir el crecimiento de la altura de las olas generadas a partir del mar en estado de
reposo, el viento debe soplar continuamente. En la Figura 4-43, arriba, se muestra el
crecimiento de la altura significativa de las olas en función del tiempo para una velocidad del
viento U = 10 m/s y distintas longitudes de fetch (o distintas ubicaciones). La altura significativa
Hs se define como la altura promedio del tercio de las olas más altas de un registro.
La Figura 4-43, abajo, muestra la distribución espacial de la altura significativa para varios
instantes de tiempo.
Figura 4-43 Crecimiento de las olas por fetch y duración del viento
El tiempo necesario para que las olas alcancen el desarrollo pleno bajo la acción de un viento
de velocidad U y para un dado fetch se llama duración mínima. En nuestro ejemplo, para U =
10 m/s, y F = 10 km, es tmin = 1,8 hs.
La Figura 4-43, arriba, indica que el crecimiento de la altura de ola puede verse limitado por la
longitud del fetch para una duración del viento dada, en forma completamente análoga a lo que
ocurría con la duración del viento. La longitud de fetch necesaria para el pleno crecimiento de
las olas bajo la acción de un viento de velocidad y duración dadas se denomina longitud
mínima del fetch, o fetch mínimo.
A continuación se seguirán los lineamientos del método propuesto por el CERC (Shore
Protection Manual), basados en una adaptación del método SMB.
donde:
U* = velocidad de corte (el esfuerzo de corte es f U*²)
zo = rugosidad de la superficie
representa los efectos de estabilidad del aire
L= una escala de longitud asociada a los procesos de mezcla y que es dependiente de la
diferencia entre la temperatura del aire y el agua, DTas.
Figura 4-44 Capa límite atmosférica sobre las olas del mar
Para poder predecir el crecimiento de las olas, se debe conocer DTas, U* y zo (el cual es
dependiente de U*). Las curvas de crecimiento de olas que se verán dependen de la velocidad
del viento equivalente observada en z = 10 metros de altura, para estabilidad neutral de la
atmósfera. Por lo tanto, las velocidades del viento observadas deben corregirse para tener en
cuenta el efecto de los otros factores, tal como se describe a continuación:
a. Corrección de estabilidad
Si los vientos no fueron medidos a 10 m de altura, la velocidad del viento puede ser ajustada
mediante la siguiente aproximación:
La corrección puede ser muy importante. Si DTas es desconocido, y se desea una estimación
conservativa, se recomienda asumir que RT = 1,1
Figura 4-45 Factor de amplificación RT, que tiene en cuenta los efectos de diferencia de temperatura
aire-mar DTas
Si no se dispone de datos de viento sobre el agua (que es lo habitual), pueden usarse datos
medidos en tierra (normalmente en aeropuertos), siempre que sea cerca del mar.
Es posible trasladar datos de viento sobre tierra a viento sobre el agua, si los mismos son
resultado de los mismos gradientes de presión, y la diferencia principal se debe a la rugosidad
de la superficie. Una corrección aproximada para tener en cuenta este efecto, fue dada por
Resio y Vincent para datos de aeropuertos alrededor de los grandes lagos de Norteamérica,
definiéndose un factor RL que puede estimarse con la Figura 4-46.
Si el anemómetro se halla ubicado adyacente al mar, los vientos que soplan desde el mar no
necesitan ajuste. Es importante tener en cuenta que otros autores presentan ajustes que son
contradictorios con este, probablemente debido a diferentes condiciones de experimentación y
de rugosidad del suelo, por lo que hay que tener en cuenta que el grado de incertidumbre en el
coeficiente es importante.
Además, si el fetch es corto (menor que 16 km), se considera que el efecto de rugosidad de
superficie no se desarrolla totalmente, aconsejándose utilizar un factor RL = 1,2 por seguridad.
Figura 4-46 Factor de corrección RL, de la velocidad sobre el agua UW, respecto de la velocidad sobre la
tierra UL (land)
Si no están disponibles datos de velocidad del viento medidos, los mismos pueden estimarse
mediante cartas de presión.
Las diferencias de presión en la atmósfera tratan de ser balanceadas por el movimiento del
aire, desde las zonas de alta presión a las de baja. Sin embargo, el gradiente de presión está
siempre en un equilibrio aproximado con la aceleración producida por la rotación de la tierra. El
viento geostrófico se define asumiendo que existe un equilibrio exacto, y está dado por
1 p
Ug (4.60)
a f n
donde:
= latitud
p
= gradiente horizontal de la presión atmosférica
n
El viento geostrófico sopla paralelo a las isobaras, con la baja presión hacia la derecha mirando
en la dirección en que el viento está soplando, en el Hemisferio Sur.
Para computar el viento geostrófico se puede utilizar la Figura 4-47, que es una solución
gráfica de la ecuación (4.60). Para ello se debe tener una medida del gradiente de presión
sobre el área, el cual se mide en grados de latitud (para isobaras separadas 3 o 4 grados), y
también se debe determinar la latitud del fetch. Una vez determinado Ug, puede obtenerse
U(10) por medio del gráfico de la Figura 4-48, multiplicando Ug por el factor de corrección Rg.
En el caso de utilizar cartas de isobaras para calcular la velocidad del viento, se debe estimar el
fetch y duración que corresponden al mismo. La confiabilidad de las estimaciones se deteriora
cuando las desviaciones de la dirección de las isobaras (y de la velocidad), excede de 15
grados, por lo que esta desviación define el área de acción o fetch (ver Figura 4-49 C).
Otras posibilidades de limitación del fetch se dan cuando existen discontinuidades o frentes
(Figura 4-49 A y B), o por la presencia de la costa (Figura 4-49 D).
Para estimar la duración del viento, se analizan cartas de isobaras consecutivas (usualmente
espaciadas 6 horas), cada una de las cuales se considera representativa de las condiciones
existentes desde 3 horas antes a 3 horas después de la hora de la carta. Si las condiciones de
dirección no varían en más de 15 grados, y las velocidades no varían en más de 2,5 m/s, se
considera que la duración del viento es la suma de los intervalos consecutivos de ambas
cartas, y así sucesivamente.
En el caso limitado por fetch, los parámetros que se requieren son F y UA. La altura espectral
de olas Hmo, que representa la energía del tren de olas y es igual a 4 veces la varianza de la
superficie libre, y el período de pico del espectro de energía Tm, se determinan usando las
siguientes expresiones:
g Hm 0 / UA 1,6 10 3 g F / UA
2 2
(4.61)
g Tm / UA 0,2857 (g F / UA )(1/3)
2
(4.62)
g t / UA 68,8 (g F / UA )(2/3)
2
(4.63)
donde Ts 0,95 Tm, y t es la duración mínima. La altura espectral es una buena aproximación
de la altura significativa Hs en aguas profundas. Las ecuaciones anteriores son validas hasta la
condición de mar completamente desarrollado:
g Tm / UA = 8,134 (4.65)
g t / UA = 71500 (4.66)
Para ello puede utilizarse el gráfico de la Figura 4-52, que permite obtener la altura y período
de olas generadas por una dada velocidad del viento UA, en función del fetch y de la duración.
La condición que genera la menor altura de ola (punto más a la izquierda en el gráfico) es la
limitante a adoptarse, y el valor mayor debe descartarse.
Figura 4-52 Curvas de predicción de altura significativa y período de ola en función de la velocidad del
viento, longitud de fetch (km) y duración (hs)
Es importante destacar, para quien disponga de versiones anteriores del método SMB, que el
denominado "método del fetch efectivo", que reduce el fetch en el caso de reservorios, lagos o
bahías estrechos y de dimensiones pequeñas (fetch corto), no debe utilizarse con el método
SMB revisado que se ha presentado aquí, sino que es más representativo tomar la longitud
del fetch en línea recta hasta el punto de interés.
Si se desea predecir la altura y período de olas generadas por vientos soplando en aguas poco
profundas, pueden utilizarse las siguientes fórmulas:
g t
537(g T / U A )(7/3) (4.69)
UA
Figura 4-53 Curvas de predicción de altura sig. y período de ola en función de la velocidad del viento,
longitud de fetch y duración (agua poco profunda)
El oleaje generado por el viento puede ser también calculado aplicando el método
recomendado por el U.S. Army Corps of Engineers (USCOE) en la publicación EM 1110-2-
1100 Parte II, Capítulo 2, “Meteorology and Wave Climate“, Abril 2002 Cambio 1 (31 Julio
2003). Este método brinda resultados similares a los obtenidos mediante la aplicación del
tradicional procedimiento recomendado por el Shore Protection Manual (USCOE, 1984), que
también puede utilizarse para verificación.
a) Aguas profundas:
Hay tres situaciones en las cuales los métodos simplificados de predicción de olas pueden
proveer resultados precisos.
La primera de ellas es cuando el viento sopla con una dirección esencialmente constante,
sobre una distancia (fecth – alcance) por un tiempo suficiente como para alcanzar un estado
estacionario de oleaje, limitado por el fetch.
El tiempo requerido para que las olas crucen un fetch de longitud X bajo un viento de
velocidad u hasta estar limitadas por fetch es el siguiente:
X 0.67
t X ,u 77.23 * 0.34
0.33
u g
Este valor puede utilizarse para determinar si las olas en una situación particular pueden
categorizarse como limitadas por fetch o no.
La formulación del método de cálculo del crecimiento de las olas con el fetch es la siguiente:
Período de Pico:
1
gT p gX 3
0.651 2
u* u*
Siendo:
u*2
CD
U 102
Donde:
C D = Coeficiente de Arrastre
Período de Pico:
gTp
2.398 x 10 2
u*
La ecuación que permite calcular el crecimiento del oleaje con la duración del viento es la
siguiente:
3
gX 3 gt 2
5.23 x 10 *
u *2 u*
donde t es la duración del viento. El fetch estimado con esta ecuación puede ser substituido
en la fórmula de crecimiento del oleaje con el fetch para obtener estimaciones de la altura y
período de ola limitados por duración.
c) Fetch angosto
Diversos estudios sugirieron que la profundidad del agua modifica el crecimiento del oleaje
debido a efectos de fricción de fondo y percolación que reducen la altua alcanzada. Sin
embargo, estudios recientes (Jensen 1993) indican que para condiciones de crecimiento
limitado por fetch en aguas poco profundas, las leyes de crecimiento son similares a las de
aguas profundas para las mismas velocidades del viento.
g
1
gT p gX 3
0.651 2
u* u*
Para bajas profundidades se limita la altura de ola máxima a 0,6 veces del tirante de agua.
El límite superior asintótico provee información sobre las condiciones de mar plenamente
desarrollado en función de la velocidad del viento.
Figura 4-54 Curvas de predicción de altura significativa en función de la velocidad del viento, limitada
por la longitud de fetch
Figura 4-55 Curvas de predicción de periodo de ola en función de la velocidad del viento, limitada por la
longitud de fetch
Figura 4-56 Curvas de predicción de periodo de ola en función de la velocidad del viento, limitada por
su duración
Las olas que se propagan fuera de la zona de generación decrecen en altura pero adquieren
gran periodicidad durante dicha propagación. Esto se debe a la naturaleza aleatoria o irregular
de las olas del mar. Primero, las olas están formadas por la superposición de distintos trenes
de olas que se propagan en direcciones diversas. Estos trenes continúan propagándose en sus
respectivas direcciones cuando abandonan la zona de generación.
Si se observa a lo largo de una dirección en particular, el número de trenes de olas que alcanza
el punto de observación decrece a medida que la distancia a la zona de generación aumenta.
Este fenómeno se denomina dispersión angular.
Si las longitudes del Fetch F y de la zona de decaimiento D pueden ser determinadas, la altura
y el período de los swells pueden calcularse aproximadamente de acuerdo a las fórmulas
empíricas de Bretschneider:
0,4 Fmin
Hs [D] / Hs [F] (4.70)
0,4 Fmin D
2,0 Hs [D]
Ts [D] / Ts [F] (4.71)
Hs [F]
Existen diversos modelos globales del clima de olas del mar, calibrados con datos medidos
con satélite, entre los que pueden citarse el Modelo “UK Met. Office Global Wave Model
(UKWM)” distribuido por compañias como Oceanor (Oceanographic Company of Norway) y
el modelo WAVEWATCH III de la National Oceanic & Atmospheric Administration (NOAA) de
EEUU, los cuales pueden emplearse para generar estadísticas de olas con duración de
varias décadas en puntos marítimos cercanos a las áreas de estudio.
Estos datos son validados por mediciones de altura de oleaje obtenidas con satélites, como
el satélite GEOSAT 17-day Exact Repeat Mission (1986-89) y el Topex/Poseidon 10-day
Exact Repeat Mission (1992-98).
En la Figura 4-57 y la Figura 4-58 se presentan ejemplos de las series de datos de olas que
pueden obtenerse de estos modelos.
6 360
TORMENTA
5 315
DEL NORTE
TORMENTAS
DEL NORTE
4 270
Altura significativa de ola (m)
2 180
1 135
0 90
-1 45
-2 0
Ene-01 Feb-01 Mar-01 Abr-01 May-01 Jun-01 Jul-01 Ago-01 Sep-01 Oct-01 Nov-01 Dic-01
Hs Dirección
Figura 4-57 Ejemplo de serie de altura y periodo de ola en aguas profundas (La CEIBA – Honduras)
Figura 4-58 Ejemplo de serie de altura y periodo de ola en aguas profundas (Puerto Pirámides – Boca
del Golfo Nuevo)
Figura 4-60 Alturas de olas del huracán Mitch modeladas pasando fente a las costas de Honduras
(Fuente: Lizano (2001 y 2005))
Existen diversos sitios web donde puede visualizarse información de oleaje, como
http://www.wavewatch.com/Surf-Forecast.php y http://polar.ncep.noaa.gov/mmab/oper.html,
presentándose en la Figura 4-61 a la Figura 4-63 algunas pantallas de los sitios web
mencionados.
Fuente: http://polar.ncep.noaa.gov/waves/main_int.html
Para trasladar el oleaje desde el punto de aguas profundas hasta la zona de estudio, e
incluso calcular el oleaje generado localmente por acción del viento en cercanías de la costa,
se pueden emplear diversos modelos matemáticos de transformación de olas, como el MIKE
21 del Danish Hydraulic Institute, el SWAN un modelo de tercera generación que computa
olas aleatorias generadas por el viento en regiones costeras y lacustres, o el STWAVE
(STeady State Spectral WAVE), que se mencionará a continuación como ejemplo.
El modelo STWAVE fue desarrollado por Jane McKee Smith, Ann R. Sherlock y Donald T.
Resio del Coastal and Hydraulics Laboratory, U.S. Army Engineer Research and
Development Center, Vicksburg. STWAVE es un modelo robusto y muy flexible que simula el
crecimiento, propagación y transformación de olas sobre la costa, incluyendo los siguientes
efectos:
- Bajío;
- Difracción;
Como resultado de la aplicación del modelo se obtienen las características de las olas
(altura, período y dirección) transformadas para cada uno de los puntos de una grilla.
El modelo STWAVE opera bajo el control del Software SMS (Surfacewater Modeling
System), el cual constituye una poderosa interfaz gráfica para su utilización.
El modelo opera sobre espectros de energía de ola, o sea que representa la distribución del
oleaje tanto en frecuencia como en dirección alrededor de la dirección dominante y el
período de pico del espectro, para cada ola individual.
Este parámetro controla el ancho del espectro de frecuencia (un número menor brinda picos
más amplios y números menores brindan picos más angostos). La distribución direccional se
especifica con la dirección media y el coeficiente de dispersión direccional (nn). La energía
del espectro de frecuencia se distribuye direccionalmente en forma proporcional a cosnn(α-
αm), donde α es la dirección de cada componente espectral y αm es la dirección media
(ESE, Este, etc.)
EL objeto del estudio fue obtener los parámetros de diseño para el proyecto de la
reconstrucción del muelle, fuertemente dañado durante una tormenta ocurrida en el año
2002, como se puede apreciar en las fotos siguientes.
Las condiciones simuladas para Bahía Camarones comprenden los siguientes períodos de
pico y parámetros espectrales asociados:
Muelle de Camarones,
Antes de la Tormenta
Durante la Tormenta
Despues de la
Tormenta
Las simulaciones en esta grilla se realizaron para un nivel de marea = Nivel Medio = 2,8 m
sobre el cero SHN. La zona modelada es la siguiente:
0,0-0,5 0,05% 2,86% 4,33% 3,59% 1,21% 0,26% 0,07% 0,05% 12,41%
0,5-1,0 0,04% 3,53% 8,47% 5,13% 2,24% 0,52% 0,13% 0,08% 0,01% 20,13%
1,0-1,5 0,01% 2,04% 4,75% 2,38% 1,39% 0,54% 0,12% 0,12% 0,03% 11,37%
1,5-2,0 0,72% 1,53% 0,58% 0,25% 0,32% 0,08% 0,15% 0,06% 3,68%
2,0-2,5 0,14% 0,46% 0,22% 0,08% 0,13% 0,03% 0,04% 0,05% 1,14%
2,5-3,0 0,01% 0,08% 0,02% 0,02% 0,06% 0,01% 0,01% 0,02% 0,23%
3,0-3,5 0,01% 0,03% 0,01% 0,01% 0,01% 0,01% 0,07%
3,5-4,0 0,01% 0,01% 0,01% 0,02%
4,0-4,5
4,5-5,0 0,01% 0,01%
TOTAL 0,09% 9,29% 19,64% 11,94% 5,18% 1,84% 0,46% 0,46% 0,17% 49,07%
%
Clase Frecuencia acumulado
55-65 1,11% 1,11%
65-75 5,20% 6,31%
75-85 10,70% 17,02%
85-95 11,07% 28,09%
95-105 11,17% 39,26%
105-115 7,64% 46,90%
115-125 2,17% 49,07%
Histograma
12% 60%
10% 50%
8% 40%
Frecuencia
6% 30%
4% 20%
2% 10%
0% 0%
55-65 65-75 75-85 85-95 95-105 105-115 115-125
Clase
Frecuencia % acumulado
Puede apreciarse que las direcciones de incidencia se hallan muy concentradas en la banda
de 65º a 115º, con predominancia del rango de 75º a 105º (sólo 15º a cada lado del Este).
Con base en la estadística previa, se determinaron los períodos de retorno de las olas en la
zona de 20 m de profundidad, usando la distribución Weibull biparamétrica, resultando las
siguientes alturas de ola:
Se muestra en la Figura 4-68 el ajuste obtenido para las condiciones más desfavorables
correspondientes al SSE:
-0,5
-1,0
Yr=ln(-ln(1-P(Hs)))
-1,5
Recurrencias
(Tr(años))
-2,0
10
50
100
-2,5
500
-3,0
-1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5
Xr=ln(Hs(m)) 4,0 m 5,0 / 5,4 / 6,5 m
Las figuras siguientes ilustran resultados típicos de los modelos exterior e interior (detallado,
alrededor del área portuaria bajo estudio). Se puede apreciar la concentración de oleaje que
ocurre en la zona del cabo existente al norte del área portuaria.
En la siguiente figura se ilustra la aplicación de un modelo de este tipo para el diseño de una
marina.