1.- el nacimiento del constitucionalismo: La Gran Bretaña (1688-1776)
En esta primera etapa de la historia constitucional comparada, se destaca el período
que abarca desde principios del siglo XVII hasta la emancipación de las colonias americanas. Un evento crucial en este contexto es la "Gloriosa" revolución de 1688. Durante esta revolución, se establecen dos principios fundamentales en el derecho público británico, que siguen vigentes en la actualidad: el "rule of law" o Estado de derecho y la soberanía del Parlamento, que incluye al rey junto con las Cámaras de los Lores y los Comunes. La revolución de 1688 dio lugar a la primera monarquía constitucional del mundo, basada en el consentimiento de la nación representada por el Parlamento. Aunque la monarca conservaba poderes ejecutivos y legislativos significativos, requería la aprobación del Parlamento para muchas de sus acciones, incluida la aprobación de leyes y la imposición de impuestos. Este sistema político también introdujo mecanismos para la rendición de cuentas, como el "impeachment", que permitía responsabilizar a los miembros del ejecutivo por su conducta. Además, se destacó la independencia del poder judicial y la protección de los derechos individuales, incluyendo el hábeas corpus, la libertad de petición, el derecho a portar armas y la libertad de prensa. Estos derechos se incluyeron en la Declaración de Derechos de 1689. A pesar de esta revolución política, se mantuvo la monarquía, aunque con un enfoque más constitucional y una separación de poderes más clara. Los revolucionarios de 1688 buscaban un rey fuerte, pero con la necesidad de cooperar con el Parlamento en muchas decisiones. A lo largo del tiempo, se produjeron cambios no escritos en el sistema político británico, como las "convenciones constitucionales", que transfirieron gran parte del poder político real al Gabinete y, especialmente, al Primer Ministro. Esto llevó a una parlamentarización creciente de la monarquía constitucional. Se destaca la influencia del liberalismo inglés del siglo XVII en este proceso, que buscaba equilibrar aspectos racionales e históricos en la política. También se mencionan dos modelos constitucionales: el monárquico-constitucional y el monárquico-parlamentario, que jugaron un papel importante en la historia constitucional comparada. Este período se caracterizó por el establecimiento de un sistema parlamentario de gobierno, un sistema bipartidista y la consolidación de principios como el "imperio de derecho", la soberanía del Parlamento y la separación de poderes.
2. El constitucionalismo revolucionario: Estados Unidos, Francia y el mundo
hispánico (1776-1814) La segunda etapa del constitucionalismo, que abarca desde 1776 hasta 1814, se caracteriza por ser una fase intensa y revolucionaria en la historia constitucional. Comprende tres eventos significativos: la independencia americana en 1776, la Revolución francesa en 1789 y las Cortes de Cádiz. La guerra de Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto bélico que Durante este enfrentó período, a las los textos Trece Colonias constitucionales británicas originales en Estados del en América Unidos Norteycontra Francia el se basaron principalmente Reino en elOcurrió de Gran Bretaña. iusnaturalismo racionalista, entre 1775 que se reflejó y 1783, finalizando con en documentos la derrota como la Declaración debatalla británica en la Independencia de Yorktown de ylos Estados la firma Unidos,delaParís del Tratado Declaración de Derechos de Virginia y la Declaración francesa de 1789. Estos documentos hicieron referencia al estado de naturaleza, el pacto social, los derechos naturales e inalienables del hombre y la soberanía del pueblo o de la nación. En los Estados Unidos, el iusnaturalismo se combinó con el respeto por la tradición británica del common law, lo que resultó en la Constitución de 1787 y la adición del Bill de Derechos en 1791. Estos documentos reconocieron la libertad religiosa, de expresión, de prensa, el derecho de reunión, el derecho a portar armas y garantías procesales, incluyendo el "debido proceso legal". El modelo estadounidense desarrolló una república basada en la soberanía popular y la separación de poderes, lo que llevó al sistema presidencialista de gobierno. La Constitución fundó un Congreso bicameral, un poder ejecutivo encabezado por el presidente y un poder judicial con un Tribunal Supremo. Se incorporaron mecanismos de control, como el veto (oposición ante leyes) presidencial y la responsabilidad penal del presidente ante el Congreso. La Constitución de los Estados Unidos enfatizó la supremacía de la Constitución como la norma suprema, lo que sentó las bases para la revisión judicial de las leyes, establecida en el caso Marbury versus Madison en 1803. El modelo francés, por otro lado, se plasmó en la Declaración de Derechos de 1789 y la Constitución de 1791. Esta Declaración se basó en una concepción filosófica de los derechos naturales del hombre, incluyendo la igualdad natural de todos los hombres, la igualdad ante. la ley, la libertad religiosa, de expresión, y otros derechos individuales. Estos principios se reflejaron en la Constitución de 1791, que inició una monarquía republicana con la Asamblea Nacional como autoridad principal. En España, la Constitución de 1812, conocida como la "Pepa", siguió el modelo francés de 1789-1791 en lugar del británico de 1688. A pesar de admirar ciertos aspectos del modelo británico, los liberales doceañistas se inclinaron hacia el modelo francés. La Constitución de Cádiz se basó en la soberanía nacional y la división de poderes, pero se justificó apelando a la historia medieval española. A pesar de las diferencias entre los modelos, los principios de soberanía nacional y división de poderes influyeron en la Constitución de 1812 y tuvieron un impacto significativo en Europa y América Latina durante la transición del Antiguo Régimen al Estado liberal. La Constitución de Cádiz fue especialmente influyente debido a su combinación de catolicismo, historicismo nacionalista y liberalismo radical, aunque incluyó la confesionalidad católica del Estado, lo que la diferencia del modelo laico francés. Su influencia perduró durante el siglo XIX y más allá.
3. El constitucionalismo del siglo XIX: el contraste entre Europa y América
(1814-1917) La tercera etapa del desarrollo constitucional abarca desde 1814 hasta 1917, coincidiendo con la Primera Guerra Mundial. Durante este período, el Estado Constitucional se consolidó y expandió en Europa y América, excepto en la parte oriental de Europa, donde imperios como el ruso y el otomano mantuvieron su control. Mientras que la Constitución de los Estados Unidos sirvió como referencia teórica para muchos países iberoamericanos, en Europa se alejaron de las ideas revolucionarias de 1789 y adoptaron el modelo que prevaleció en la Inglaterra de 1688. El constitucionalismo postrevolucionario europeo se basó en el acuerdo entre la aristocracia reformista y la alta burguesía. Se alejó de las ideas revolucionarias de 1789 y abrazó los principios del constitucionalismo británico de 1688. Esto incluyó la soberanía del Parlamento, derechos individuales considerados derechos positivos creados por el legislador nacional y un sistema parlamentario de gobierno. A partir de 1814, se rompió la relación que existía en el siglo XVIII entre el constitucionalismo de los Estados Unidos y el de la Europa continental. Mientras que en los Estados Unidos se consolidó una república presidencialista y federal con la supremacía de la Constitución sobre la ley, en Europa se consolidó una monarquía abierta al sistema parlamentario, basada en la supremacía de la ley sobre la Constitución, que perdió el valor jurídico. La Carta francesa de 1814, otorgada por Luis XVIII, abrió un principio monárquico que limitaba voluntariamente el ejercicio de la soberanía del rey en favor del Parlamento y jueces independientes. La Carta de 1830 revisó este preámbulo debido a la revolución de Julio, y la nueva Carta la concibió como resultado de un pacto entre el rey Luis Felipe de Orleans y el Parlamento. La revolución de 1830 en Francia también inspiró a los liberales belgas a proclamar su propio Estado constitucional. La Constitución belga de 1831 fue más avanzada que la Carta de 1830, limitando aún más los poderes del rey y estableciendo un Senado electo y un sufragio electoral más amplio. Estos tres textos constitucionales influyeron en gran medida en otros países. La Carta de 1814 sirvió de modelo para el constitucionalismo alemán, la Carta de 1830 influyó en las Constituciones españolas de 1845 y 1876, y la Constitución belga tuvo un impacto en la Constitución española de 1869. Sin embargo, en general, la monarquía constitucional se convirtió en el modelo predominante en Europa durante el siglo XIX, con diferentes sistemas de gobierno basados en convenciones y prácticas. Esto varió desde sistemas parlamentarios a sistemas antiparlamentarios y orleanistas. La Constitución francesa de 1848, que combina ideas revolucionarias con un estado democrático y social de derecho, marcó un cambio en esta tendencia y sirvió como precursora del constitucionalismo del siglo XX.
4. El constitucionalismo de entreguerras (1917-1939)
El constitucionalismo de entreguerras, que abarcó desde 1917 hasta 1939, marcó una nueva etapa en la historia constitucional comparada. Durante este período, se observó una profunda crisis del Estado liberal que se había desarrollado a lo largo del siglo XIX, junto con su teoría subyacente. Esta crisis, influenciada por factores económicos, sociales y culturales complejos, como la aparición de movimientos obreros fuertes, comenzó a manifestarse a fines del siglo XIX, especialmente en países industrializados como Gran Bretaña, Alemania y Francia. Sin embargo, estalló de manera significativa después de la Primera Guerra Mundial, estimulada por la Revolución Soviética y la reacción inmediata del fascismo. Durante este período, muchas Constituciones se crearon como resultado de revoluciones o cambios políticos abruptos. Algunas de las más destacadas incluyen la Constitución mexicana de 1917, así como las Constituciones alemana de 1919, austriaca de 1920 y española de 1931. Estas Constituciones reemplazan viejas monarquías con nuevas repúblicas, a veces en medio de la violencia como ocurrió en Alemania. Las Constituciones de entreguerras transformaron profundamente el contenido de las Constituciones del siglo XIX, recuperando algunos principios del constitucionalismo revolucionario francés y estadounidense. Estas nuevas Constituciones dictadas tribunales responsables de garantizar la constitucionalidad de las leyes aprobadas por el Parlamento, siguiendo pautas similares a las de la Constitución estadounidense de 1787, pero con modificaciones importantes. Esto fortaleció jurídicamente todo el texto constitucional en comparación con la ley, lo que promovió la subordinación de todos los poderes públicos a normas legales, incluido el Parlamento. Además de consolidar el Estado de derecho, las Constituciones de entreguerras transformaron el Estado en un Estado democrático al combinar el liberalismo con la democracia. Esto se logró a través de la extensión de principios republicanos y la proclamación de la soberanía popular y el sufragio femenino. También se suprimieron segundas cámaras parlamentarias conservadoras y se exploraron mecanismos para combinar la democracia representativa con la directa, como el referéndum y la iniciativa legislativa popular. Estas Constituciones también establecieron las bases para un Estado social de derecho, con la influencia de sindicatos obreros y partidos socialistas. La Constitución mexicana de 1917 (Queretalo), por ejemplo, introdujo principios del Estado social que posteriormente influyeron en las Constituciones españolas de 1931 y 1978. En términos de la organización territorial del poder, mientras que la Constitución mexicana mantuvo el federalismo tradicional, las europeas, como la alemana, austriaca y española, intentaron superar los esquemas federales y unitaristas para racionalizar jurídicamente el poder público y fortalecer la función integradora del Estado. Esto influyó en las Constituciones posteriores, como la italiana de 1947 y la española de 1978. Finalmente, aunque la Constitución mexicana de 1917 mantuvo el presidencialismo, la mayoría de las Constituciones europeas de entreguerras optaron por sistemas parlamentarios de gobierno. Sin embargo, lo hicieron siguiendo el "parlamentarismo racionalizado", que detallaba explícitamente en su articulado los mecanismos de control parlamentario del ejecutivo para evitar la inestabilidad gubernamental que afectó a algunos sistemas parlamentarios del siglo XIX. PREAMBULO. - es la historia marcada de todos los que lucharon por una patria libre.