Rodríguez Risco, Gonzalo - Dramatis Personae

DRAMATIS PERSONÆ
_______________________
de
Gonzalo Rodríguez Risco
09/12 (Versión Temporada Nueva York -- Cherry Lane Theatre / Castellano)

Copyright © 2007 por Gonzalo Rodríguez Risco
gonzalo.rodriguez@aya.yale.edu
www.gonzalorodriguezrisco.com
PERSONAJES
Lucas, treinta y cinco años.

Juan, veinticinco años.
Marla, treinta años.
Un actor interpreta a:
Anton
Garabato
Hombre
Marco
Una actriz interpreta a:
Esposa
Prostituta
Mujer
ESPACIO
Lima, Perú
TIEMPO
Comienzos de los 90's.
REFERENCIA HISTÓRICA
Los eventos de esta obra teatral son ficticios.
Sin embargo, también son una recreación imaginaria y

amalgamada de dos eventos reales en la historia del Perú:
El bombardeo de Tarata (16 de Julio de 1992) en el que el
grupo terrorista Sendero Luminoso detonó una bomba
que mató a 24 personas y destruyó cientos de viviendas; y
la crisis de los rehenes de la embajada de Japón (17 de
Diciembre de 1996) en la que los invitados a una fiesta en la
residencia del embajador Japonés fueron tomados como
rehenes durante 126 días por miembros del Movimiento
Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). Los rehenes fueron
liberados por la milicia peruana durante una operación
conocida como Chavín de Huantar.
Los constantes apagones, las bombas, los toques de queda,
los racionamientos de alimentos, todos fueron reales.
NOTAS
Los escenarios y vestuarios son realistas y contrastan con el

mundo imaginario de los escritores.
Las transiciones entre las escenas deben ser rápidas y

fluidas. No se requiere ningún gran cambio de escenario o
vestuario.
PRODUCCIONES
La versión en original de “Dramatis Personae” se presentó

en el Langston Hughes Festival of New Plays en Yale
S c h o o l of Drama, dirigida por Becca Wolff con las
actuaciones de Brian Hastert, Luke Robertson, Ashley
Bryant, Gamal Palmer y Brooke Parks. La jefa de escena
fue Jessica Barker (New Haven, 2007).
La primera versión en castellano de la obra se estrenó en

Lima en Casa Espacio Libre, dirigida por Diego La Hoz, con
las actuaciones de Paco Caparó, Franklin Dávalos, Omar
Del Águila, Camila Maclennan y Claudia Sacha (Lima,
2008).
Una nueva versión en inglés de "Dramatis Personae" se

estrenó Off-Broadway en el Cherry Lane Theatre de Nueva
York, producida por The Playwrights Realm (Katherine
Kovner, Directora Artística, Stephanie Ybarra, Directora de
Producción) el 7 de Octubre de 2010. Fue dirigida por Erik
Pearson, con escenografía de Michael Locher, vestuario de
Amy Clark, luminotecnia de Burke Brown, música y diseño
de sonido de Nathan A. Roberts, utilería de Katherine
Akiko Day. El jefe de producción fue Kellen McNally. La
jefa de escena fue Joanne E. McInerney y la asistente de jefa
de escena fue Jessica Barker. Contó con las actuaciones de
Felix Solis, Gerardo Rodríguez, Liza Fernandez, Bobby
Moreno y Laura Esposito (Nueva York, 2010).
Pasamos de luces normales a oscuridad completa,
como si hubiera ocurrido un apagón inesperado.
Un momento, luego:
ESCENA 1
Sesión creativa # 1
Luces en el departamento de Lucas. Casi no hay

muebles. Varias velas apagadas puestas sobre mesas
y sillas. Una ventana grande al fondo. Algunos
paneles de la ventana están rotos y varios trozos de
vidrio están dispersos por el suelo.
Lucas y Juan están ordenando el departamento y

barriendo mientras que Marla recoge libros por las
esquinas, los agita cuidadosamente, los sopla para
quitarles el vidrio pulverizado y los pone en una pila,
lejos de los escombros.
JUAN
Tuve que usar el baño de una librería hace algunos días. Últimamente, son los
únicos lugares en esta ciudad en los que te dejan cagar sin pagar... No hay un
letrero de “Sólo para Clientes”... Por supuesto que tienes que comprar
cualquier libro que quieras leer mientras... En fin, yo entré nomás. Sin un libro.
Había un graffiti en la pared, detrás del water: Frases escritas con plumón
negro que decían algo como: “JESÚS ES EL SEÑOR, CRISTO ES EL REY,
VOLVERÁ. ACEPTA A JESUCRISTO COMO TU SALVADOR O RESÍGNATE A
LA PERDICIÓN”. Alguien había tachado la palabra “Jesús” con un lapicero
negro, y la había reemplazado por “Papá Noel” y “la perdición” se convirtió en
“No recibir regalos”. Eso me pareció gracioso... Acepta a Papá Noel como tu
salvador o resígnate a no recibir regalos. Me recordó a mi madre.
Aparentemente el religioso volvió después y escribió, con el mismo plumón:

“CUANDO TE BURLAS DEL SEÑOR, TE BURLAS DE LA UMANIDAD”, sin
hache. El otro tipo también regresó y reemplazó “Señor” con “Papá Noel” y
puso la hache. También dibujó una carita feliz torcida.
Después vino un tercer tipo, y con un lapicero rojo puso comentarios por todos
lados, todos ellos dirigidos al fanático religioso, cosas como: “Tu mente
simplona vomita frases de la Biblia porque te programaron para no pensar” o
“¿Cómo puedes forzarme a aceptar a un salvador que me amenaza con la
perdición?¨. Su letra era pequeña, muy precisa, estilo obsesivo compulsivo.
Marla se corta el dedo con un vidrio. Luego de quitar

la esquirla con mucho cuidado, se chupa el dedo y
sigue organizando los libros.
Gonzalo Rodríguez Risco / Dramatis Personæ -2-
Luego llegó un cuarto tipo, les juro que esto es verdad, y su único comentario a
esta improvisada discusión teológica fue utilizar un lapicero azul para dibujar
dos senos pequeños con los pezones parados y escribir la palabra: “Tetas”.
A ese tipo lo quiero conocer. O crear.
Sonríe.
“Tetas”.
Mira a Lucas y Marla.
Eso es todo.
Marla deja uno de los libros a un lado.
Juan y Lucas casi han terminado de barrer. Marla

toma un recogedor y los ayuda.
MARLA
Cuando una mujer se corta el dedo picando zanahorias, tiene un pensamiento
súbito, inesperado: Está atrapada en un vacío, en un matrimonio interminable,
sin sentido. Al mismo tiempo, y con la misma claridad, sabe que su única salida
es a través de un acto de violencia pura. Entonces se acerca a Anton, ese es el
nombre de su esposo, y mientras que él habla y habla, ella lo apuñala hasta
morir. Él no sospecha nada porque nunca la mira; es como si la esposa se
hubiera transformado en un objeto en esta casa, en una sombra... Y así
comienza.
JUAN
Acabas de sangrar en ese libro, ¿nos vas a matar?
MARLA
No sé... Depende. ¿Qué opinas de mi historia?
JUAN
Es brillante. Genial.
MARLA
Me gusta que sea tan extrema... Que un acto brutal, violento, se haya
convertido en la única salida para esta mujer.
JUAN
¿Por qué no se va?
MARLA
Eso es lo que estoy diciendo, Juan: Porque no hay otra opción. Él tiene que
morir.
Lo que aún no sé es por qué.
Listo. Eso es todo.
Miran a Lucas.
Él niega con la cabeza.
JUAN
Para variar.
MARLA
(a Juan:)
¿Así que vas a escribir sobre Grafiti?
JUAN
No, sobre el tipo que lo dibuja, el--
MARLA
“¿Tetas?”
JUAN
Ese podría ser su nombre.
LUCAS
Cuando llegué a casa después de la explosión y vi lo que quedaba de mi
ventana, pensé: ¿Y si hubiese estado parado ahí cuando ocurrió? Todo es por
azar, ¿no? Quién vive y quién muere. Quién llega tarde al vuelo que después
se estrella en el océano... Quién se sale de la autopista antes de que el puente
colapse. Nunca hay una opción, y cuando la hay, la decisión no es nada fácil...
Depende de la muerte, y a ella no le importa nada.
No es una historia. Sólo estoy pensando en voz alta.
Una pausa. Luego:
JUAN
¿Tienes cerveza?
LUCAS
En la cocina... Aunque debe estar tibia, porque la luz recién llegó hace poco.
JUAN
Ya veremos...
Juan sale.
MARLA
¿Qué opinas? ¿Tengo una historia?
LUCAS
Tienes un momento. Ahora escríbelo.
MARLA
¿Y tú? ¿Nada?
LUCAS
Por algo lo llaman “estar bloqueado”.
JUAN
(Desde fuera:)
¡Malditos apagones! Odio la cerveza tibia.
MARLA
¿Por qué no empiezas un diario? Puedes escribir sobre la bomba, los rehenes--
LUCAS
No me gustan los diarios. Me recuerdan a Ana Frank.
¿Y no deberías ser tú la que escribe sobre los rehenes?
MARLA
¿Sería lógico, no? Pero no puedo.
¿Tú podrías?
LUCAS
Probablemente no.
Juan entra.
JUAN
Creo que tu leche ya se convirtió en queso.
LUCAS
Carajo... La acabo de comprar.
MARLA
¿Dónde consigues leche?
LUCAS
El bodeguero es mi “fan”. Si quieres te compro un par de botellas la próxima
vez.
JUAN
A ver, Marla, ¿qué hace la esposa después de matar al tipo?
MARLA
Aún no estoy segura... Pero no creo que sea nada grande... Tal vez limpia el
cuchillo y sigue preparando la cena.
JUAN
Es un comienzo fuerte. Me gusta.
MARLA
Voy a escribirlo y traigo algo la próxima vez.
(Mira Lucas:)
Y me gustaría escuchar tus comentarios.
Lucas está mirando por la ventana.
JUAN
¿Lucas?
MARLA
¿Cuándo vas a reparar la ventana?
LUCAS
Cuando termine todo.
Marla se le acerca.
MARLA
Gracias por dejar que nos reunamos en tu depa... Sé que es peligroso. Pero
aunque no pueda escribir sobre mi ex y todo este asunto de los rehenes,
prefiero estar cerca.
LUCAS
Claro.
Marla se encoge de hombros. Marla y Lucas miran

por la ventana.
JUAN
Bueno, mis queridos... Tengo que llegar a mi casa antes del toque de queda y
escribir un comercial para comida de perro, o no se qué mierda, así que... ¿Para
cuando quedamos?
MARLA
¿Qué tal el próximo viernes?
JUAN
Prefiero el domingo.
Tengo mucho trabajo--
Apagón súbito.
Puta madre. ¿De nuevo?

Sin pausa, Marla saca una pequeña linterna de su

cartera y dirige a Lucas y Juan, quienes encienden
velas.
MARLA
Yo también puedo el domingo... ¿Lucas?
LUCAS
Sí.
MARLA
¿Y que tal si nos dejamos tarea? Una página.
LUCAS
¿Un tarea?
MARLA
Un reto. No podemos decir que somos un grupo de escritores si nunca
escribimos. Así que traigan lo que sea, pero por lo menos una página.
JUAN
¿Puede ser porno?
MARLA
Lo que quieras, Juan.
Un disparo.
Instintivamente, Juan y Marla se tiran al piso. Lucas

simplemente se aleja de la ventana.
JUAN
¿Siguen disparando?
LUCAS
Son tiros al aire. En el jardín.
MARLA
Aléjate de la ventana.
LUCAS
Eso me gusta...
Una página.
Otro disparo.
ESCENA 2
Lucas, solo.
LUCAS
(Al público:)
Cada vez que tengo una idea nueva, camino a la tienda de libros usados que
queda a tres cuadras de mi departamento. Parece un almacén: cerros y cerros
de libros, revistas, CDs y hasta Cassettes y discos de vinilo... Están puestos
sobre mesas con letreros para cada sección: “Novelas”, “Ficción”, “Ensayos”,
“Teatro”, “Viajes”, “Jardinería”, “Idiomas Extranjeros”, y “Misceláneos”, que
no sé lo que significa.
Hace cinco años escribí un libro. Una novela. “Ficción”. Contaba la historia de
un confundido joven que sobrevive un ataque terrorista para luego
enfermarse y morir de todas formas. No era una gran trama. Tenía muy pocas
expectativas... Y por supuesto que fue un éxito. La tercera edición tuvo que
lanzarse en menos de seis meses, la tradujeron a varios idiomas y ganó
muchos premios. De la noche a la mañana pasé de “Aspirante a novelista” a
“La nueva voz de una generación torturada por la guerra”. Sólo estoy
repitiendo lo que dijeron los críticos.
Ahora hay un ejemplar de mi libro en la sección de “Ofertas” de la tienda, en el

sótano. Una etiqueta naranja indica que casi dos años de mi vida, de su vida,
valen menos que un chocolate. La etiqueta naranja de la vergüenza. Ni siquiera
la puedes arrancar sin malograr la portada. Es la peor crítica que he recibido,
pero por lo menos es honesta.
Cada vez que tengo una nueva idea para un libro, voy a esta librería para ver
si mi antigua idea sigue pudriéndose ahí.
Estaba en la librería, mirando mi novela, preguntándome si debía firmar la

primera página y transformarla en una “pieza de colección” cuando sentí la
explosión a mi alrededor: Lunas reventando, alarmas de carro, sirenas... Gente
verdadera, real, gritando de dolor, como si los personajes de la guerra que yo
había “representado brillantemente” en mi novela hubiesen cobrado vida... El
cumpleaños del Primer Ministro fue interrumpido por un coche bomba que
destruyó parte de la pared de su casa, y rompió los vidrios de mi
departamento, en la vereda del frente... Los terroristas han tomado rehenes,
están negociando sus demandas políticas... Y yo tengo un asiento en primera
fila.
Pausa. Cambio.
Okey, acá viene la parte que no sé cómo explicar.
Tuve un hermano. Marco. Murió hace casi ocho años, poco después de cumplir
diecinueve. A veces lo veía cuando estaba escribiendo mi libro... No como un
fantasma ni una alucinación, sino como una canción que no puedes dejar de
escuchar...
Que se repite en tu mente una y otra, y otra vez, hasta que deja de tener
sentido y se convierte en estática. Un ruido molesto. Mi hermanito... Pensé que
la mejor forma de deshacerme de mi obsesión con él sería convertirlo en un
personaje y hacerlo morir. De nuevo. O dos veces...
Y funcionó. Logré que desapareciera.
Verdad. Ficción... Y luego oferta.
Ha estado en silencio por mucho tiempo, pero algo ha cambiado.
Muy pronto. De vuelta. Muriendo por darle sentido a la violencia que explota
afuera de mi ventana.
¿Cuántas veces voy a tener que matarlo?

ESCENA 3
Estudio de Marla.
Juan y Marla se visten después de tener sexo.
JUAN
¿Qué quiere decir “Marla”?
MARLA
No sé. ¿Tiene que significar algo?
JUAN
¿Nunca le preguntaste a tus padres por qué eligieron tu nombre?
MARLA
Ah, eso es fácil: Fue el nombre de mi abuela. Y de mi bisabuela... Elegir un
nuevo nombre en mi familia es como empezar un legado.
JUAN
Tal vez alguien se confundió al escribir “María” hace diez generaciones, y puso
“Marla”.
MARLA
Eso me gusta... ¿Puedo usarlo?
JUAN
Es tuyo.
MARLA
Bueno, si alguna vez tengo una hija, no va a tener mi nombre, ni el de mi
madre... Voy a ponerle fin a esa tradición.
JUAN
Qué pena. Me gusta. Marla. Siento que estoy acostándome con todo un árbol
genealógico.
Pausa. Sonríen. Se besan.
¿Quisieras tener hijos?
MARLA
(¿Estás loco?)
¿Contigo?
JUAN
En general. Y au.
MARLA
Bueno... Sí. Algún día. Por ahora no.
JUAN
¿Y Julián nunca--?
MARLA
No quiero hablar de él.
JUAN
Ya pues, Marlita, tú y yo sólo hablamos de lo que estamos escribiendo--
MARLA
¿Marlita?
JUAN
Estoy probando apodos.
MARLA
No quisimos tener hijos cuando estuvimos casados, y después nos
divorciamos, así que--
JUAN
¿Sabes si está bien?
MARLA
Tal vez deberías preguntarme si me importa.
Tiempo. Juan la mira.
Su mamá me llamó... Le dan de comer a los rehenes y nadie está siendo

torturado, así que--
JUAN
Las cosas podrían estar peor.
MARLA
O mejor... Tal vez merece que lo torturen un poco.
Es un broma.
¿Por qué quieres hablar de Julian?
JUAN
No es que quiera, pero pensé que tú--
MARLA
No. Para nada. No quiero hablar de él. No quiero escribir sobre él. Hasta Lucas
opina que es demasiado pronto.
JUAN
Ah bueno... Si cuentas con el permiso de Lucas, entonces--
MARLA
No necesito su permiso.
Es mi decisión.
Pausa.
JUAN
Tengo que irme... Ya casi es toque de queda.
MARLA
Sí.
JUAN
La semana pasada llegué con las justas.
MARLA
Tienes hasta las doce.
JUAN
Sí pues, pero me toma más de una hora llegar a mi casa--
MARLA
Puedo pagarte un taxi--
JUAN
No.
Pero podrías pedirme que pase la noche contigo.
Estoy bromeando, Marla. Ya puedes respirar.
Ella respira.
Anoche me quedé trabajando hasta tarde y pensé en llamarte. Me provocó ir

juntos a ver una película... Pero no lo hice.
MARLA
¿Porque tú y yo no salimos?
JUAN
Claro. Sí... Y porque bombardearon mi cine favorito hace unos días... Así que
sigo de luto.
MARLA
El Bolívar...
JUAN
Tenía excelente acústica. Qué pena.
MARLA
Podríamos ir a otro lado.
JUAN
Claro. Si tú y yo saliéramos.
Marla sonríe.
¿Sabes que te envidio un poco? Tienes este evento increíble, esta trama, frente
a tus ojos-
MARLA
¿Qué? ¿Lo nuestro?
JUAN
No. Julián.
MARLA
Juan, en serio--
JUAN
Ya. Okey. Yo se que tú y... Su Majestad, Lucas el Todopoderoso, creen que es
demasiado pronto, que es muy cercano. ¿Pero acaso ese no es el punto? Julián
ha sido tomado como rehén, Marla... En este momento un terrorista podría
estar apuntándolo con una pistola... ¿Y eso no significa nada?
MARLA
Prefiero no pensarlo.
JUAN
¿Porque estás obsesionada con una mujer que pica zanahorias y apuñala
esposos? Eso no tiene sentido.
MARLA
Y esto me lo dice el genio que se inventó a “tetas”.
JUAN
Es exactamente lo que intento decirte, Marla. Yo sólo tengo Graffiti pintado en
una pared, tú tienes más--
MARLA
No voy a usar a mi ex esposo para contar una historia.
JUAN
De acuerdo, no le pongas “La historia de Julián”, pero estoy seguro de que
puedes encontrar un paralelo entre él y Anton.
MARLA
¿Y qué pasa si no hay un paralelo?
JUAN
Entonces créalo. Yo lo voy a hacer en mi historia, cuando lo encuentre.
Descubre una conexión.
Tiempo. Lo mira.
¿Qué?
MARLA
A veces me sorprendes.
JUAN
¿Por qué?
MARLA
No logro descifrarte.
JUAN
Qué bueno.
MARLA
Te pones todo serio cuando hablas de mi escritura.
JUAN
Es importante para mí.
MARLA
“La historia de Julián”?
JUAN
También se me ocurrió “Las aventuras de Julián en rehenlandia”, pero me
pareció un poco insensible.
Pausa. Sonrisa. Beso.
MARLA
¿Lucas sabes que lo llamas “Su Majestad”?
JUAN
Debería hacerlo, a ver si es posible que se ponga más sombrío de lo norma...
MARLA
¿Nunca escribe?
JUAN
Ni una palabra desde que terminó su novela-- ¿Y no es gracioso como siempre
dice que tiene un “bloqueo de escritor”--?
MARLA
Quiero acostarme con él... ¿Te molestaría?
Tiempo. Piensa.
JUAN
No.
Tal vez.
Hazlo. Si me molesta te lo digo.
MARLA
¿Para qué?
JUAN
¿Dejarías de hacerlo si me molestara?
Sonríen.
Bueno, tengo que irme a casa y crear un jingle para un comercial de café.
MARLA
¿Así que no vas a escribir?
JUAN
No. Nada. No voy a poder pensar en otra cosa que no sean granos de café y
sensaciones de Moka.
MARLA
¿Nos vemos el domingo?
JUAN
Sí. El domingo. Pero tú si deberías escribir... Darle a Julián... No, perdón, a
Anton, otra oportunidad.
MARLA
Voy a intentar.
Pausa.
JUAN
Sí me molesta.
Hazlo.
MARLA
Estás mal de la cabeza.
JUAN
Sí.
ESCENA 4
Primer intento de Juan.
Juan escribe. Garabato y la Prostituta aparecen.
JUAN
No pensaba. Escribía. No discutía ni daba opinión alguna. Para el mundo era
transparente... Excepto que escribía. Todo el tiempo. En las paredes, en la
contratapa de las revistas, en los libros de la biblioteca. Un chiste o un boceto. O
un garabato. Una vez escribió “Quisiera que me conozcan como Garabato” en la
delgada espalda de una prostituta. Ella había aceptado tirárselo a mitad de
precio por la mitad del tiempo porque le pareció gracioso. Él era gracioso. Y
duró dentro de ella menos de tres minutos, así que el descuento fue bastante
justo. Había pagado por una hora, así que se pasó el resto del tiempo
acariciando sus senos. Le encantaban los senos. Suaves y redondos, como un
garabato. Alguna vez dibujó senos en la pared de un baño y le pareció la cosa
más divertida del mundo. Cuando dijo--
GARABATO
Quiero escribir sobre ti.
JUAN
Ella pensó que estaba bromeando.
PROSTITUTA
Estás bromeando.
JUAN
Y lo estaba. Pero después ella pensó--
JUAN Y PROSTITUTA
Es tarde. Puedo ducharme en casa.
JUAN
Y para su gran sorpresa, aceptó. Garabato estaba feliz. En ese momento
hubiera durado mucho más de tres minutos, pero esa oportunidad ya había
pasado, así que--
PROSTITUTA
¿Dónde?
GARABATO
En tu espalda.
JUAN
¿Por qué confiaba en este hombre que cargaba todo tipo de lapiceros y
plumones y pinceles y pinturas? No lo sabía.
PROSTITUTA
Me dan cosquillas.
JUAN
Dijo. Pero él fue muy cuidadoso... Con un plumón azul escribió:“Quisiera que
me conozcan como Garabato”.
PROSTITUTA
¿Qué escribes?
GARABATO
Tendrás que verte en el espejo.
JUAN
Pero se olvidó. Estaba en casa, tomando una ducha, después de tirar con un
viejo apestoso en la parte trasera de un camión, y sólo recordó la misteriosa
escritura cuando vio un riachuelo de tinta azul recorriendo su pierna. Salió de la
ducha, se miró en el espejo, y sólo pudo leer lo que quedaba del mensaje...
Decía:
PROSTITUTA
“Quisiera que me conozcan...”.
JUAN
Y se sintió muy triste. Por él. Ya había dejado de sentirse mal por sí misma,
era...
Era... Había dejado de sentirse mal...
Pausa. Garabato y la Prostituta esperan.
¡Mierda!
Fuerte música melosa. Garabato y la Prostituta se

convierten en personajes de comercial de televisión.
HOMBRE
Hay momentos especiales en la vida... Cuando sólo estás tú y... Sensaciones de
Moka... Prueba tres nuevos y exquisitos sabores de...
MUJER
(Cantado:)
El día
Empezará
Con “Esspreso” brillará...
Sonríen. Se congelan.
JUAN
(Suspira:)
Eso funciona.
ESCENA 5
Primera muerte de Anton.
Marla escribe.
Aparecen Anton y la Esposa.
MARLA
Las zanahorias se han vuelto rojas. Algo las mancha mientras que ella pica y
pica y pica. Y él no deja de hablar al fondo, como un pésimo comercial. Bla bla
bla estoy ocupado, bla bla bla mi carrera. ¿A qué hora es la cena? La cena,
aparentemente, estará compuesta por zanahorias rojizas... Porque esta extraña
mancha sigue creciendo, como un virus. Zanahorias rojizas y pollo. Que es
todo lo que nos alcanza, tacaño hijo de puta. Lo sintoniza--
ANTON
...Si dejaras de intentar programar mi tiempo. Es mío. Y todo lo que haces es
meterte en mi camino...
MARLA
Pero deja de escucharlo cuando ve el corte en su dedo anular izquierdo, la
fuente de ese rojo intenso que ha manchado lo que solía ser un limpio
aparador de fórmica. Su sangre está manchando las zanahorias, pero ella no
hace nada más que mirarla, como si estuviera convencida de que esa mano
herida pertenece a otra persona. Y es así. Es así. Dijo que sí y ese dedo y toda la
carne que lo rodea la transformaron de pronto en una extraterrestre que es
capaz de sangrar sobre zanahorias sin darse cuenta. Sangrar es lo mejor que le
ha pasado en todo el día. O en la semana. O en el año. La esposa de Anton. No
es la mujer ideal pero es mucho mejor que Él. Dice:
ANTON
¿Vas a preparar la comida o que?
MARLA
Ella sabe que tiene que matarlo. Sabe que la única opción que le queda es
asesinar a este egocéntrico psicópata-- ¿Y por qué SIGUE HABLANDO? Como
un disco rallado--
ANTON
Tengo hambre. Aliméntame.
MARLA
Bla bla bla...
ANTON
Eres tan ciega que no ves todo lo que he hecho por ti... Porque si lo vieras me
estarías esperando junto a la puerta con mis pantuflas en la boca, maldito pará--
si...
MARLA
Quiso decir “parásito” pero las palabras no salen bien cuando a uno lo
apuñalan. Está muerto. Está muerto. Está--
ESPOSA
¿Mi amor?
Marla se detiene.
Anton muere.
MARLA
“¿Mi amor?”
ESCENA 6
Departamento de Lucas. Noche. Lucas y Marla.
Silencio.
LUCAS
¿Y?
MARLA
¿Qué?
LUCAS
¿Qué trajiste?
MARLA
Nada... ¿Esperabas un regalo?
LUCAS
No... Asumí que querías que leyera algo, así que--
MARLA
Ah... No. Sigo con la escena de Anton. Ni siquiera es un primer borrador--
LUCAS
¿El esposo asesinado?
MARLA
Sí.
LUCAS
¿Tiene algo que ver con--?
MARLA
No. Nada.
LUCAS
Es posible que se aparezca. Que no te sorprenda.
MARLA
Juan me dijo lo mismo.
LUCAS
Por algo lo dijo.
Pausa incómoda.
MARLA
¿Has escrito tu página?
LUCAS
No, pero lo he estado pensando... Siempre hay mucho ruido, con tanta sirena y
disparo... Y ahora vienen de varios canales de televisión y me ofrecen plata
para alquilar mi departamento. Quieren poner sus cámaras y filmar desde acá.
MARLA
Tienes la mejor vista.
LUCAS
Ese es el problema. No dejo de mirar por la ventana, esperando ver a los
rehenes, o a los terroristas... Tanta vida real interrumpe mi escritura.
¿Y tú piensas en tu ex--?
MARLA
No. La verdad que no.
¿Eso está mal?
LUCAS
No lo sé.
En fin, no puedo escribir.
MARLA
Bueno, todavía te quedan unos días... Y sólo es una página.
Otra pausa incómoda.
¿Cómo va tu libro? ¿Está vendiendo?
LUCAS
Sigo recibiendo un cheque cada dos o tres meses.
MARLA
Qué bueno.
LUCAS
Es menos plata que antes, pero... También van cinco años... Eso sí, mi editora
no me deja en paz... Quiere que escriba otro libro. Ah, y ahora también me ha
pedido que “guarde mis escritos”, o algo así... Borradores iniciales de mi
novela, apuntes, ideas... Quiere que las ponga en Fideicomiso con su editorial, y
que ordene que mis “escritos” sean publicados diez años después de mi
muerte... Dice que es como un seguro de regalías para mi familia...
Pero yo no tengo notas. Yo boto todo.
MARLA
Y ni que fueras a morir mañana--
LUCAS
Así que he pensado... ¿Qué pasa si empiezo a guardar mis recibos de la
lavandería o mis listas de compras? Digo, para joder a los intelectuales del
futuro.
MARLA
Qué gracioso.
LUCAS
Mi concepto de la inmortalidad: Tres latas de frijoles, arroz, un kilo de
manzanas, una tira de condones...
Sonríen.
MARLA
Por fin.
LUCAS
¿Qué?
MARLA
Nunca te veo sonreír. Es lindo.
Ella se acerca y lo besa. Es suave y corto.
Pausa.
¿No?
LUCAS
Conocí a una chica, hace como un mes... Aparentemente aún soy medio
famoso, por lo menos entre las intelectuales, estudiantes universitarias, ratones
de biblioteca... Ella me reconoció, me invitó un trago, y me pidió que le firmara
un autógrafo... En el culo.
MARLA
¿Qué--?
LUCAS
Yo hubiera pensado en la teta.
MARLA
¿O... tu libro?
LUCAS
Me hizo sentir como una estrella de rock... Así que le firmé el culo. Sólo mi
nombre.
MARLA
¿Y...?
LUCAS
Bueno, ya estaba desnuda, así que... Estábamos en la cama. En un hotel... No
quería que ella sepa dónde vivo... Y de pronto me dijo: “Quiero tirar con tu
mente... Estoy tirando con tu mente, no contigo...”
Juan ya me pidió la anécdota así que no puedes usarla. Creo que quiere que
alguien escriba en alguien más.
¿Cómo te tiras una mente?
Pausa.
MARLA
Lo siento, Lucas.
Silencio.
ESCENA 7
Juan, solo.
JUAN
(Al público:)
Cuando muera, quiero ser cremado y guardado en un recipiente sin etiqueta
junto al café... Para que a veces la gente se confunda... y se tome un poquito de
mí...
Eso sería gracioso. Me encantaría terminar como una anécdota graciosa... “¡No,
no te tomes eso! ¡Es Juan!” Ja ja ja...
No voy a sobrevivir.
No voy a ser recordado... Lucas sí.
Mi mejor amigo.
Él obtiene la inmortalidad.
Hasta obitene a la chica. A Marla.
Yo...
Cuando muera, quiero que mezclen mis cenizas con cocaína.

Eso sería un vuelo.
Sería todo un vuelo.
Departamento de Juan.
Marla aparece.
MARLA
No me importa la inmortalidad.
JUAN
¿Entonces por qué escribes?
MARLA
Es más barato que ir al psicólogo.
Tiempo.
JUAN
Me sorprende cómo haces para nunca contestar mis preguntas.
MARLA
Te acabo de contestar.
JUAN
Sí. Claro...
No esperaba verte esta noche.

MARLA
¿Tenías otros planes--?
JUAN
No.
MARLA
¿Entonces--?
JUAN
¿Estás bien?
MARLA
Sí.
JUAN
No lo tomes a mal, pero tú nunca te “apareces” así nomás, es inesperado... Y
no es que yo viva a la vuelta de la esquina.
MARLA
Fui a ver a Lucas.
JUAN
Prefiero que no me lo cuentes-
MARLA
No pasó nada.
No está interesado... Y en realidad yo no estaba ahí por él-
JUAN
Lo sé. Es el ícono, no la persona.
Si yo fuera él me acostaría con una chica distinta todas las noches.
Pero al mismo tiempo no tendría sexo con alguien a quien respeto.
MARLA
¿Entonces tú no me respetas?
JUAN
Quisiera pensar que tú y yo no sólo tenemos sexo.
Marla sonríe.
¿Sigues tratando de entenderme?
MARLA
Pronto lo voy a lograr.
JUAN
En cuanto lo hagas empiezo a cambiar. Me gusta tenerte siempre en alerta.
Tiempo.
MARLA
¿Quieres saber por qué escribo?
JUAN
Sí. Me da curiosidad.
MARLA
Creo que es por control. Sí. Control total y absoluto sobre el destino de mis
personajes.
JUAN
¿Porque no tienes control en la vida real?
MARLA
No he dicho eso. ¿Por qué asumes que estoy diciendo eso?
JUAN
Bueno... Creo que nadie tiene el control absoluto... La vida está llena de
imprevistos, de variantes.
MARLA
Pero no nuestros personajes. Ellos tienen que hacer todo lo que queramos.
JUAN
Los míos no. Son muy tramposos.
Esto me gusta, Marla. Hablar contigo, compartir...
MARLA
No te acostumbres.
JUAN
Cuando nos conocimos, cuando te diste cuenta de que yo era el famoso “Juan”
de la dedicatoria del libro... ¿Te acercaste a mí sólo para que te presentara a
Lucas?
MARLA
¿En serio quieres saberlo?
JUAN
Sí.
MARLA
Me acerqué a ti porque me gustabas. Tú solo.
JUAN
Qué bueno.
MARLA
Pero la idea de formar este grupo de escritores sí fue para acercarme más a él.
JUAN
¿Y cómo va eso?
MARLA
No muy bien, después de lo que pasó esta noche.
La verdad es que no sé que esperada.
JUAN
Entonces...
MARLA
Entonces...
JUAN
Yo sé que definitivamente no soy un ícono... Y me pregunto por qué has
recorrido media ciudad para verme.
MARLA
Yo también me lo pregunto.
Ella lo besa. Él responde.
Realmente no lo sé, Juan.
Empiezan a desnudarse.
JUAN
Bueno, piénsalo... Pero hoy no.
Beso.
ESCENA 8
Lucas y Marco. Un sueño.
MARCO
Nada ha cambiado.
LUCAS
Lo sé.
MARCO
Vas a hacerlo de nuevo.
LUCAS
Se supone que es así.
MARCO
No. Tú lo estas causando.
Okey. Ya estoy aquí. Hazlo. Dale.

¿Qué va a ser esta vez? ¿Un accidente? ¿El azar? ¿Alguna extraña enfermedad?
Estoy esperando--
LUCAS
No eres tú, Marco--
MARCO
¿Quién más, entonces? ¿Tu otro hermano muerto? ¿Tú?
LUCAS
Te estoy inventando... Lo sabes, ¿no?
MARCO
No. No lo sé porque estoy muerto.
Debiste dejarme en paz.
LUCAS
No puedo. No pude-
MARCO
No mientas, Lucas. Te gusta ahogarte en remordimiento, disfrutas hundiéndote
en tu propia mierda autocompasiva.
LUCAS
Es tu culpa, tú me obligaste a--
MARCO
No tienes derecho a echarme la culpa.
¡Estaba enfermo! Tardaba demasiado tiempo y me dolía-
LUCAS
Por eso lo hice-
MARCO
Pero me sigue doliendo-- ¡Vete a la mierda!
LUCAS
Tengo que escribir una página.
MARCO
Ay, pobrecito... “Tengo que escribir una página...” “Alguien le puso una
etiqueta a mi libro...”
¡Yo tengo que descansar!
Deja de usarme, Lucas.
LUCAS
No puedo.
MARCO
¿Sabes qué? Quisiera ser un fantasma y perseguirte-
LUCAS
Eso haces.
MARCO
No. Yo estoy en otro lugar. En el cielo. El infierno. Tal vez soy una vaca
sagrada en India. No tengo conciencia. Y tú estás usando mi recuerdo para
inventar a tu propio fantasma... Y eso, querido hermanito, es tan triste--
LUCAS
Son las ocho.
MARCO
¿Qué?
LUCAS
El despertador.
Suena un despertador.
Lucas se despierta. Escribe.
Sin querer, Marco se convierte en el personaje.
No era el vidrio, ni el humo, ni el fuego. El problema nunca es la caída, es el

frenazo. Siempre le habían gustado los dibujos animados. La primera vez que
vio un dibujo animado americano tenía casi veinte años, y ya era demasiado
grande para verlos... Pero había crecido durante una dictadura militar que
censuró todo lo americano, así que cuando era chico los dibujos venían del
Japón...
A los diecinueve años podía pasarse mañanas enteras viendo al coyote

perseguir al correcaminos a toda velocidad por caminos y carreteras... El
coyote siempre estaba a punto de atraparlo, si tan sólo pudiera estirar el brazo
un poco más... Pero luego el correcaminos volteaba la cabeza, sacaba la lengua,
hacía “Bip” “Bip”, y desaparecía a toda velocidad, dejando atrás una nube de
polvo... El coyote exhausto, sorprendido, no giraba en una curva y salía
corriendo por el borde de la montaña. Luego se detenía a respirar, miraba
hacia abajo, y sólo al darse cuenta que estaba flotando en el aire, caía...
Marco hace el sonido del coyote cayendo.
Eso le pareció graciosísimo. Y se volvió fanático de la serie. Las cosas no existen

hasta que te das cuenta de que están ahí. El yunque no pesa hasta que está
sobre tu cabeza...
Escuchó la explosión. Vio el vidrio volando a su alrededor. Pero parecía irreal,

como un dibujo animado... Casi cómico... Luego vio una de sus piernas tirada
en el suelo, a pocos metros, y el charco de sangre que lentamente lo rodeaba. Y
comprendió. Todo había cambiado. Estaba ocurriendo lo impensable. Las
bombas habían llegado a la capital mientras que el mundo se olvidaba de girar
en una curva y se salía de la montaña. Todo estaba flotando.
MARCO
Estoy cayendo.
LUCAS
Pensó. Y murió.
Marco muere. Otra vez.

ESCENA 9
Sesión creativa # 2
Departamento de Lucas. Noche. Luz de velas. Lucas,
Juan y Marla juntos, lo más lejos posible de la

ventana.
Disparos.
MARLA
Okey. Lo admito. No me fue bien en mi matrimonio y ahora escribo sobre una
mujer que mata a su esposo... Si lo ven desde fuera, es bastante obvio que hay
un paralelo... Pero mi ex no tiene nada que ver con Anton, y yo
definitivamente no soy la esposa... Así que no viene de ahí. O de ningún otro
lado.
LUCAS
¿Entonces?
MARLA
¿Por qué lo estoy escribiendo?
LUCAS
¿No lo sabes?
MARLA
No tengo la menor idea... Pero es lo único que puedo hacer... Esta mujer
silenciosa sabe que la única forma de obtener justicia es matando a su esposo,
pero no sé por qué. No puedo convertir eso en una novela, ni siquiera en un
cuento--
LUCAS
Bueno, parece que te importa lo suficiente como para obsesionarte, y eso tiene
que significar algo. Yo recomiendo que sigas--
Un disparo afuera.
MARLA
Es que no sé cómo seguir...
Otro disparo.
Tal vez estoy--
Una ronda de ametralladora.
Sobre analizando un tema--

JUAN
¡¿En serio vamos a hablar de esto mientras nos disparan?!
LUCAS
Nadie nos está disparando-
JUAN
Hay balas por todas partes, Lucas, no tienen que apuntar.
Vamos a otro lado--
LUCAS
Ya casi es toque de queda.
Van a tener que dormir aquí.
Tiempo.
Disparo.
JUAN
Genial. Genial.
Bueno pues... Entonces ignoremos las balas y sigamos hablando de Anton...

¿De dónde sacaste el nombre, de Chéjov?
MARLA
No. Sólo es un nombre.
JUAN
Bueno, yo también pienso que deberías seguir escribiendo--
MARLA
Lo sé. Quiero seguir escribiendo, Juan, pero no sé a donde va, o si tiene
sentido... Si fuera tan simple como seguir escribiendo, no les estaría
preguntando--
JUAN
A mí no me interesa saber qué viene después, yo escribo para descubrir, para
divertirme--
MARLA
Se nota.
Tiempo.
JUAN
Gracias.
MARLA
(A Lucas:)
¿De dónde vienen tus ideas?
La historia de tu hermano, por ejemplo--
LUCAS
¿Qué sabes tú de mi hermano?
MARLA
No es ningún secreto. Todo el mundo sabe que el personaje principal de tu
novela está basado en él--
LUCAS
¿Quién es todo el mundo?
MARLA
Los expertos. Los críticos.
LUCAS
Bueno, si ellos lo dicen.
MARLA
Por eso te pregunto.
¿No es él?
LUCAS
Si todos los personajes de ficción deben estar basados en alguien real, tendrías
que preguntarte: ¿A quién serías capaz de matar para que deje de hablar?
Te obsesiona tanto el paralelo con la vida real que te olvidas que detrás de todo
se esconde la verdad.
JUAN
Y es bastante obvio, Marla. Siempre hay algo de nosotros en nuestra escritura--
MARLA
¿Así que tú eres tu dibujante? ¿Quieres escribir en prostitutas?
JUAN
No... Pero en el fondo creo que sí soy Garabato.
La gente debería conocerme... Pero no es así.

Conocen a Lucas... Yo soy el segundón--
LUCAS
No es verdad.
JUAN
Lucas, soy un escritor promedio. Sé cómo contar una historia. Inicio, nudo,
desenlace. He tomado todos los talleres... Hasta podría enseñar algunos...
Pero no tengo... Eso. Ese algo que tú tienes. Siempre sonríes con orgullo cuando
lees lo que escribo... Pero yo sé que no es orgullo. Es esperanza. Siempre tienes
la esperanza de no tener que sentirte obligado a fingir que te gusta. Y te
agradezco por eso. Y a veces quiero matarte por eso mismo. Hasta lo he hecho
un par de veces... Pero tú no te diste cuenta que porque no soy tan buen
escritor.
Cada vez que leo tu novela empiezo pensando: Está bien. Hay mucho
sentimiento en esta parte. Cambiaría esa frase. Cortaría acá, o pondría detalles
de--
Y de pronto estoy en tu mente. Estoy caminando dentro de tu mente, y es

mucho mejor de lo que hubiera podido imaginar... Aunque sepa la verdad o
vea todos los paralelos, y yo conozco casi todos los paralelos... Tu forma de
contarlo es mucho más interesante.
Soy como esa chica con tu nombre en el culo... Marla también... Quisiéramos
tirar con tu mente.
Un disparo cercano.
ESCENA 10
Segunda muerte de Anton.
Marla escribe.
Aparecen Anton y la Esposa.
MARLA
Las zanahorias se han vuelto rojas. Algo las mancha mientras que ella pica y
pica y pica--
ANTON
(Interrumpe:)
Sé que a veces lloras. Tarde en la noche. Y aunque no puedo escucharlo, siento
que tu cuerpo tiembla a mi lado, y lo sé...
Te rompí. ¿No es genial? Tú eras toda una persona, un organismo viviente, y

yo te hice pedacitos.
ESPOSA
Si no me miras puedo matarte.
ANTON
Lo triste es que te gusta.
ESPOSA
Deberías morir.
ANTON
Lloras y te quedas, y lloras un poco más... Pero te sigues quedando.
MARLA
Y es verdad. Es la terrible verdad. Está atada. Tiene los ojos vendados. Es una
rehén. Puede sentir la soga apretando sus muñecas, pero siempre ha estado
ahí, y ahora se tiñe de rojo, como las zanahorias... Él dice--
ANTON
Bla bla bla--
MARLA
Ella dice.
ESPOSA
Mírame.
MARLA
Y--
ANTON
Bla bla bla--
ESPOSA
Enfréntame--
MARLA
Él dice--
ANTON
Juguetes.
Anton mira a Marla.
MARLA
¿Juguetes?
ANTON
(A Marla:)
Los demás son eso para nosotros. Juguetes. Instrumentos.
Objetos desechables...
No puedes matarme.
MARLA
Ella sí.
ANTON
Sólo si le doy la espalda. Porque si la miro no es capaz de matarme.
Pero no lo voy a hacer. Voy a seguir ignorando su dolor, y entonces...
Bla, bla... ¿bla?
La Esposa lo apuñala.
MARLA
Él muere.
Anton muere.
La esposa mira a Marla.
ESPOSA
¿Mi amor?
ESCENA 11
Sesión creativa # 2 - Continuación.
Departamento de Lucas. Más tarde esa misma noche.
Juan y Marla juntos. Lucas parado junto a la

ventana.
Escuchamos música navideña a todo volumen

sonando afuera.
LUCAS
¿Por qué están tocando esa música?
JUAN
¿Y por que mierda la tocan en Julio?
Ya detesto la Navidad... Malditos terroristas--
LUCAS
No son ellos.
La música viene de la calle.
JUAN
Ahh... Ahora yo quiero tomar rehenes.
La música se detiene.
Pausa. Esperan.
Por fin.
Lucas sigue mirando por la ventana.
Marla sigue en silencio.
Juan los mira.
Okey, esto es peor.
¿Marla?
MARLA
¿Ah?
JUAN
¿Qué pasa?
MARLA
Nada. Estoy pensando...
JUAN
¿En una historia?
¿Quieres compartirla?
MARLA
No. Ahora no.
Juan se acerca a Lucas.
JUAN
Oye Lucas, todo ese tema de la--
LUCAS
Olvídate.
JUAN
Okey.
Pausa.
MARLA
¿Qué, eso es todo?
¿Qué son? ¿Cavernícolas?
JUAN
Debe ser el espíritu navideño.
LUCAS
Okey, ya... Juan quiere meter su pene en mi cerebro--
JUAN
He hecho cosas peores.
MARLA
¿Saben qué? Ustedes son... Olvídense.
JUAN
Qué talentosa escritora, ¿no? Tan buen uso del lenguaje--
LUCAS
¿Una cerveza?
JUAN
¿Tibia? Sí.
Lucas sale.
MARLA
¿En serio estás bien?
JUAN
¿Y tú?
MARLA
¿No deberían hablar de--?
JUAN
¿Qué conseguimos hablando? ¿Me convierto en un mejor escritor?
¿Él se vuelve mediocre, como yo?
Prefiero no perder a mi amigo.
Tú sabes que no es fácil mantener una amistad con Lucas, pero tenemos un
sistema.
No hablamos.
Lucas entra con una cerveza.
Los mira.
LUCAS
¿Qué?
JUAN
Estamos aburridos. Extrañamos las balas.
LUCAS
Bueno, se me ha estado ocurriendo una idea--
JUAN
¿En serio?
LUCAS
¿A menos que tú quieras hablar de algo más, Marla?
MARLA
No... Dale, dale, por favor.
LUCAS
Tengo una vista perfecta desde esta ventada. A veces veo ráfagas de luz en el
techo de ese otro edificio... Francotiradores estirándose, o tratando de obtener
una mejor vista de la casa del Primer Ministro. Como no es posible verlos
desde abajo, los terroristas no saben que están ahí. Pero yo sí los veo. Yo veo
mucho.
El tipo que escapó hace dos días, el rehén que abandonó a su esposa... Lo vi
arrastrándose por el jardín. Vomitó en ese árbol. Por supuesto que eso no sale
en las noticias... Uno de los terroristas lo vio, un chiquillo, no tendría más de
dieciocho años...
Este niño estaba pasando por la ventana cuando vio al rehén escapándose, y se
detuvo. Miró alrededor. Levantó su pistola. Lo tenía en la mira... Luego bajó la
pistola y le apuntó con los dedos, así...
Hace la forma de una pistola con la mano.
Dispara.
Lo dejó escapar. Siguió caminando mientras el tipo desaparecía detrás de los

árboles... Simplemente lo dejó ir.
Creo que debo escribir sobre la supervivencia.

De ahí obtengo mis ideas, Marla.
Empieza la fuerte música navideña de nuevo.
JUAN
¡Puta madre!
ESCENA 12
Lucas y Marco.
LUCAS
Un gordo dejó caer su donut. Uno de esos glaseados, de los que brillan. Le
tomó casi cinco segundos decidir si debería dejarlo ahí y sacar uno nuevo de la
caja, o recogerlo. En esos cinco segundos también deseó tener un perro: Esas
aspiradoras vivientes que ladran y consumen todas las migajas (y los donuts),
y hasta lamen el piso para dejarlo limpiecito. No tenía perro, así que...
¿Hormigas? ¿Se llenaría su casa de hormigas si dejaba un donut tirado en el
piso hasta que la empleada llegara al día siguiente? ¿Y no sería eso un poco
patético? Decidió que sí, y se agachó en el quinto segundo, justo antes de que
explotaran todas las lunas de su departamento, lanzando enormes trozos de
vidrio por todos lados, fallando por unos milímetros.
Se cortó la lengua media hora después, al morder el donut. El vidrio se pega al

glaseado.
Pausa.
Marco niega con la cabeza.
Es divertido.
Yo nunca escribo cosas divertidas...
MARCO
No es honesto.
LUCAS
Por supuesto que no es honesto, Marco. No es sobre ti.
Y por lo menos no muere--
MARCO
¿Por qué quieres que lo apruebe?
LUCAS
Necesito escribir sobre algo más... No puedo hacerte aparecer sólo para
matarte una y otra y otra vez-
MARCO
Totalmente de acuerdo.
LUCAS
¿Entonces qué hago? ¿Me retiro? ¿Me alejo de todos? ¿Me convierto en uno de
esos autores misteriosos que se dedican a vender el mismo libro para siempre?
MARCO
¿Estás diciendo que si yo no hubiera muerto no serías escritor?
Tiempo.
LUCAS
No lo sé.
MARCO
Sí lo sabes. No te engañes a ti mismo.
LUCAS
Sí sería escritor.
Pero igual te necesito.
MARCO
Entonces nunca me voy a ir. Tú no lo permites.
Pero tu libro se va a seguir vendiendo.
Pausa.
LUCAS
¿Cómo así te ves igual siempre?
MARCO
Los beneficios de la muerte.
LUCAS
Durante los primeros meses, después de tu muerte, sólo podía recordarte con
la máscara de oxígeno y el suero inyectado en el brazo. Pálido y flaco. Como al
final.
MARCO
¿El final final?
Tiempo.
LUCAS
No... Pero prefiero verte así.
MARCO
No me ves.
LUCAS
¿Estás bien?
MARCO
Soy polvo, Lucas.
Silencio.
ESCENA 13
Sesión creativa # 2 - Continuación.
Departamento de Lucas, más tarde esa noche.
Lucas, Marla y Juan se sientan en un círculo,

mirándose. Están muy cansados.
JUAN
Volví a la librería para ver cómo iban el fanático religioso, papá noel y “tetas”,
pero al parecer mandaron pintar la pared de blanco, y otra gente había escrito
mensajes y números telefónicos con ofertas de sexo. No llamé. Bueno, lo
gracioso es que yo había estado tan concentrado en leer el graffiti la vez
pasada, que no me había dado cuenta de lo bajo que es el water en este baño:
es parecido a los que encuentras en los colegios de primaria, diseñados para
niños... Bueno, estaba ahí sentado, o en cuclillas, con las rodillas casi tocando mi
pecho, y pensé: Tal vez debería escribir eso... Convertirme en “garabato” por
un momento... Así que empecé a buscar un sitio entre los penes... Y de pronto
reconocí la letra de “tetas” en el techo, con el mismo lapicero azul. Decía:
“Huevos en remojo”.
Ese tipo es un genio.
Ya sé que nada de esto tiene sentido, simplemente es tardísimo y estoy muy

aburrido.
LUCAS
Sí tiene sentido.
JUAN
Exacto: Dice que paso demasiado tiempo cagando en baños públicos.
LUCAS
Lo que lees en la pared se convierte en un detonante.
“Garabato” no es el mismo tipo que escribió “tetas”. Es mejor. Más real.
JUAN
¿En serio?
LUCAS
Puede que empiece como una anécdota--
JUAN
Como hundir las pelotas en una mezcla de agua y orina.
MARLA
¡Qué asco, Juan--!
LUCAS
Pero luego se convierte en algo más.
Pausa.
JUAN
Voy a pensarlo. Gracias... Su Majestad.
Te toca, Marla.
MARLA
¿Cuánto falta para la siguiente canción?
LUCAS
Más o menos diez minutos.
JUAN
Y seguro que ahora, por joder, van a tocar “Noche de Paz”.
MARLA
No tengo una anécdota graciosa.
JUAN
Eso no importa, estamos buscando detonantes...
LUCAS
O puedes inventártelo... Simplemente no nos lo digas.
Tiempo.
MARLA
¿Has hecho eso?
¿Lucas?
JUAN
Ya te lo preguntó. Tienes que contestar.
MARLA
¿Cuándo has mentido?
JUAN
El rehén que escapó. El terrorista en la ventana. La mano con forma de pistola.
MARLA
El tipo salió en las noticias... Lo entrevistaron--
JUAN
Son los detalles, Marla. Con Lucas, siempre tienes que concentrarte en los
detalles... Okey, Lucas, ahora sí dinos la verdad: Lo viste escapar... ¿Realmente
vomitó en el árbol?
LUCAS
Sí.
JUAN
¿Había un terrorista en la ventana del segundo piso? ¿Era joven?
LUCAS
Había alguien. No sé si era joven o no.
Tiempo.
Marla hace la forma de una pistola con los dedos.
MARLA
Es imposible que hayas visto esto desde el sétimo piso.
JUAN
Exactamente.
MARLA
¿Y tú lo sabías?
JUAN
No me pareció que todo era verdad. Pero su historia me gustaba más, así que--
MARLA
¿Siempre haces esto?
LUCAS
No siempre.
Sólo intento hacer la verdad un poco más interesante.
Está basado en algo--
JUAN
Los datos exactos.
MARLA
Pero no los detalles.
LUCAS
No somos periodistas.
MARLA
Muy bien. Voy a tener eso en mente.
Me gusta esa palabra: detonante. Suena un poco irónica cuando estamos en

medio de una balacera, pero quizás ese es el punto... Apuntar la pistola, tirar
del gatillo, y observar las consecuencias.
Olvídense de Anton y de la cojuda de su esposa. Hablemos de Julián.

Hace veinticinco días que lo tomaron de rehén, y de alguna manera he logrado

mencionarlo sólo dos o tres veces. Que no está mal para una ex esposa
despechada.
Quizás mi divorcio fue igual a todos los demás: Nos casamos demasiado
jóvenes, tuvimos constantes desacuerdos y peleas... No sé si alguna vez me
engañó, y la verdad no me importa... Una mala relación me dejó dolida,
desconfiada, y cuando conocí a un “hombre seguro”, o sea bueno, confiable,
incapaz de hacerme daño... me casé con él.
Una noche me desperté... Habíamos peleado más temprano y nos fuimos a

dormir sin hablar, dándonos la espalda... Después de un rato se me había
pasado el enojo, y estaba a punto de voltearme para abrazarlo cuando escuché
un suspiro. Muy despacio. Julián estaba llorando. Su cuerpo temblaba un poco,
y tenía la respiración entrecortada, pero al mismo tiempo intentaba
mantenerse lo más silencioso posible. No quería despertarme... Lo primero
que pensé fue: Mejor me hago la dormida. Tengo que trabajar mañana. No
quiero lidiar con un llorón... Así que me quedé en silencio, muy quieta. Y no
lloré. Al día siguiente, cuando regresó del trabajo, yo ya me había mudado.
Él no merecía que yo le haga eso. Era demasiado bueno para mí... No debió
casarse con una escritora, tiene que haberse imaginado lo egoístas, lo
egocéntricos que somos. Mírennos, estamos hablando de personajes y tramas y
sentimientos mientras que a siete pisos de distancia hay personas pasando por
algo que nosotros jamás podríamos inventarnos. Y Julián es uno de ellos, es un
rehén... Así que estoy preocupada por él. Y la única forma en la que puedo
imaginármelo en este momento es sentado en una esquina de esa casa,
llorando en silencio para no molestar a sus nuevos captores.
Así que él no es Anton, y yo no soy la esposa. Pero es muy posible que sea lo
opuesto... Eso no me gusta.
Silencio.
¿Cuánto queda?
JUAN
Cinco minutos.
MARLA
Ahora sí Lucas, son casi las cuatro de la mañana, y acabo de auto-psicoanalizarme
hasta los huesos. Me la debes.
LUCAS
¿Te la debo?
MARLA
Háblame de Marco.
JUAN
¿Vas a empezar de nuevo con eso--?
LUCAS
¿Qué quieres saber?
MARLA
Lo que sea que tú y Juan me están escondiendo.
JUAN
¿En serio, Marla? ¿Te interesa algo que tenga que ver conmigo?
LUCAS
Sí, es mi hermano. El famoso personaje es Marco.
MARLA
¿Y cuál es el secreto?
Tiempo.
LUCAS
Creo que Juan debería contarnos esta historia.
JUAN
No.
LUCAS
Por favor. Quisiera escuchar la historia de Marco.
JUAN
¿Por qué?
Tiempo. Mira a Lucas.
Prometimos que nunca--
LUCAS
Yo no cumplí esa promesa.
JUAN
(Irónico:)
¿En serio?
Pausa. Suspira.
Okey Marla, vamos a darte un poco de contexto... Yo era amigo de Marco.

Teníamos la misma edad, y él me presentó a su hermano mayor, a Lucas, casi
un año antes de que enfermara.
Una noche estábamos en una fiesta y de pronto empezó a toser sangre.

Era como un río, cayendo sobre su camisa, en el piso... Como si hubiera

comido vidrio. Alguien llamó a una ambulancia y yo llamé a Lucas. Él no tenía
idea de quién era yo.
Nos encontramos en el hospital. Marco estaba bañado en su propia sangre,

intentando respirar, pero no podía. Se estaba ahogando... Su boca se abría y se
cerraba y se abría y se cerraba, pero no salía nada...
Una enfermera hizo una traqueotomía y le puso un tubo de plástico en la

garganta, y dejó de toser. Luego lo conectaron a una máquina.
Pausa. Mira a Lucas.
Tomó un año. Maldita enfermedad. Lucas se pasaba casi todos los días con su
hermano. Yo aún estaba en el colegio, así que sólo iba una o dos veces por
semana, o los domingos... La cosa es que Marco y yo no éramos tan amigos
antes de que enfermara, pero me di cuenta de que se había acostumbrado a
mis visitas, así que seguí.
Pasó un año comiendo a través de un tubo, con una máscara de oxígeno y un

suero metido en el brazo. Siempre temblando. Quimioterapia, radiación... Y
nada. Las enfermeras y los doctores siempre estaban en huelga, así que a veces
Lucas tenía que cambiarlo. Marco cerraba los ojos, intentando imaginar que no
estaba ahí, que no olía...
Pausa.
LUCAS
Sigue.
JUAN
El ataque llegó de pronto. Su garganta se cerró y empezó a ahogarse de nuevo.
Otra traqueotomía, otro tubo, y una máquina empezó a respirar por él... Y
luego... Marco estaba mirando a su hermano cuando llegué esa noche.
Intentaba decirle algo, pero no podía... Así que... Lucas tomó su mano y me
miró. Yo fui a hacer guardia junto a la puerta. Lucas dijo: “¿Ya?”. Y Marco cerró
los ojos. Entonces Lucas lo abrazó, puso su mano en el tubo de oxigeno y
apretó. Marco empezó a moverse. Abrió y cerró la boca. Y luego dejó de
temblar. Y se quedó quieto.
Sonrió. Eso fue lo último que hizo. Sonreír.
¿Reconociste la historia?
MARLA
Es--
JUAN
Muy parecida. Pero no es la misma... Lucas y yo prometimos que nunca se lo
diríamos a nadie... Y luego él publicó un libro y se lo dijo a todo el mundo.
Excepto que todos los detalles habían cambiado, y ahora era ficción, y un best-
seller.
Hasta me tocó un pequeño roce con la inmortalidad en la primera página:

“Para Juan”.
Así que sí te tengo resentimiento, a ti y a tu fama... Excepto que en el fondo sé

que si yo hubiera escrito ese libro, no sería tan bueno.
LUCAS
Lo sigo matando. Una y otra vez.
Música fuerte: “Feliz Navidad”
Escuchan en silencio por un momento. Luego se

miran. Empiezan a cantar, moviendo sus cabezas al
ritmo de la música.
Un brillante haz de luz desde fuera de la ventana
JUAN
¡Mierda!
Una explosión. Ventanas quebrándose afuera.

Alarmas de carro. Sirenas. Ametralladoras.
ESCENA 14
Finales.
La explosión continúa por lo bajo.
Lucas y Marco.
LUCAS
¿Esto es el cielo?
¿Estoy muerto?
MARCO
Aún no.
LUCAS
Pero tú estás aquí.
MARCO
Realmente no.
Pero si estuvieras muerto probablemente no estaríamos en el mismo lugar, ¿no
crees? Después de todo, tú me mataste.
LUCAS
Te salvé.
¿Marco?
¿No te salvé?
Marla y la Esposa.
ESPOSA
Entonces... ¿Yo soy tu ex?
MARLA
De cierto modo.
ESPOSA
¿Dónde está mi cuchillo? ¿Cuándo te apuñalo?
Pensé que merecías morir.
MARLA
No, los dos...
ESPOSA
Los dos... ¿Qué, Marlita?
MARLA
Fue culpa de ambos.
ESPOSA
Por supuesto que lloraste esa noche... ¿Por que les mentiste?
Juan y Garabato.
GARABATO
Creo que poner tus cenizas en un tarro de café es tu única oportunidad.
JUAN
No, eso es un--
GARABATO
¿Un chiste? ¿Una gracia?
Aparece la Prostituta.
PROSTITUTA
¿Alguna vez has hablado con una puta?
JUAN
No, Nunca hablé...
GARABATO
Juan el graciosito... y nada más.
PROSTITUTA
Bueno, investiga un poco... Parezco la cojuda de “Mujer Bonita”.
JUAN
¿Entonces... No te parece lo de mitad de precio?
PROSTITUTA
No. Eso está bien. Él es lindo. Pero no me pongas ahí sólo porque él necesita un
lienzo viviente.
GARABATO
Hay una razón por la cual dibujo.
PROSTITUTA
No soy la pared de un baño.
GARABATO
Estamos buscando algo. Es obvio.
JUAN
¿Qué?
PROSTITUTA
Escríbelo, Juan.
GARABATO
O haz que yo lo dibuje. Descúbrelo.
Marla y Anton.
ANTON
¿Sabes que duele, no? Cada vez que me matas.
MARLA
Ya terminé. Ahora voy a convertirte en un borrador. En basura. en nada.
ANTON
Eso no va a funcionar.
MARLA
Entonces dejaré de escribir.
ANTON
Puedes intentarlo... Pero no va a ser tan fácil deshacerte de mi--
MARLA
Ya. Okey. Lo acepto.
Soy tú.
La explosión termina.
Juan, solo.
JUAN
(Al público:)
Cuando vi el haz de luz y escuché la explosión, pensé: Este es el momento en el
que voy a morir. Acabo de respirar por última vez, he dicho mis últimas
palabras. No fue nada muy poético, sólo: “Mierda”. Estoy seguro de que no
soy el único que ha dicho esa palabra al enfrentar la muerte. Hasta podría
apostar que le gana a “Veo la luz” o “Todo ha terminado”.
No morí, por supuesto. Ni siquiera salí herido. Como Lucas se había negado a
reparar las ventanas, nunca estuvimos en peligro, y además todo estaba
ocurriendo a seis pisos de distancia, así que estábamos bien... Aún así, cuando
enfrentas la posibilidad de morir... De pronto tienes la valentía de decir cosas
que nunca dirías. Cosas vergonzosas, como la verdad... Yo dije: “Te amo”.
Y ella no dijo nada.
Una vez estaba leyendo un libro de urbanidad y buenas maneras, y había un

capítulo dedicado a respuestas elegantes a situaciones incómodas...
Cosas como: “¿Qué se debe hacer si una persona se tira un pedo o eructa
durante la cena?” La respuesta era nada. Ignorarlo, aunque huela feo...
Aparentemente Marla ha leído este libro, porque huele muy feo, apesta, y ella
sigue fingiendo que no ha pasado nada.
Lucas aparece.
LUCAS
Tú jamás ignorarías un pedo--
JUAN
Lo que digo es--
LUCAS
Probablemente gritarías: “¡¿Quién mierda vomitó en tu intestino?!”
JUAN
Ese no es el punto, Lucas.
LUCAS
Pregúntale.
JUAN
¿Cómo le voy a--?
LUCAS
Tal vez creyó que estabas bromeando...
Yo lo pensé.
JUAN
¿En serio?
LUCAS
Por un momento dije... ¿Se le acaba de declarar?
JUAN
¡Maldita sea!
LUCAS
O sea... Con todo y la explosión, estábamos bien. Ni un rasguño.
JUAN
¿Por qué tenía que saberlo, Lucas?
Tiempo.
LUCAS
Ya ha pasado mucho tiempo.
JUAN
Yo estaba bien así.
LUCAS
Tú siempre estás bien con todo, Juan, aunque no lo estés.
JUAN
Con eso también estoy... bien.
LUCAS
Me pareció que era momento de enfrentarlo. Y como tú nunca lo ibas a hacer--
JUAN
Me volviste a ganar por puesta de mano.
Tiempo.
LUCAS
¿Quieres que se separe el grupo?
JUAN
No sé. Pero sea lo que sea que ella quiere contigo, no puedo...
LUCAS
¿En serio la quieres? ¿La amas?
JUAN
No es nada fácil quererla. Bueno, tampoco es nada fácil quererte a ti, así que
me he convertido en un experto.
Tiempo.
LUCAS
No quiero perderte, Juan.
JUAN
¿Y Marla?
LUCAS
Ella va a escoger el grupo.
Juan asiente.
JUAN
No puedo irme, Lucas. Tú y yo somos cómplices.
Lucas lo mira.
Juan pretende ahorcarse a sí mismo. Sonríe.

¿Muy mal gusto?
Lucas no puede evitar sonreír.
LUCAS
No. Ya tocaba.
Silencio largo.
Marco no sonrió, Juan, después de--
JUAN
Yo sé.
LUCAS
¿Entonces--?
JUAN
Podemos decidir que sí lo hizo. Debió sonreír.
LUCAS
A menos que yo me haya equivocado, y--
JUAN
No nos equivocamos.
Tiempo.
LUCAS
Me gusta que sonría.
JUAN
A mí también.
Funciona, ¿no?
Juan, Garabato y la Prostituta.
GARABATO
“Papá Noel”.
JUAN
Escribió. Y--
GARABATO
“Tetas”.
JUAN
Y--
GARABATO
“Huevos en remojo”.
JUAN
Pero nunca escribió.
PROSTITUTA
¿Dolor? ¿Enfermedad? ¿Agonía? ¿Muerte?
GARABATO
No.
PROSTITUTA
Son parte de la vida, cariño.
GARABATO
¿Y?
PROSTITUTA
Tal vez deberías escribir “Trauma”.
GARABATO
“M-A-R-L-A”.
PROSTITUTA
Ja ja.
JUAN
Y luego-
PROSTITUTA
“Sexo”, escribe “sexo”.
JUAN
Escribió--
GARABATO
“Tirar”.
JUAN
Dibujó--
PROSTITUTA
Aj... ¡Garabato!
GARABATO
Es gracioso.
PROSTITUTA
Escribe sobre el amor.
JUAN
Intentó--
PROSTITUTA
Supervivencia.
JUAN
Intentó--
PROSTITUTA
Inmortalidad.
GARABATO
¿Eso es con “n” y “m”?
Tu pierna es muy corta.
PROSTITUTA
Sólo escribe la verdad.
GARABATO
L-A V-E-R-D-A-D.
PROSTITUTA
No. No está bien.
JUAN
¿Qué quieres de mí?
PROSTITUTA GARABATO
¡La verdad! La verdad...
GARABATO
¿Puede ser graciosa?
PROSTITUTA
Y el dolor. El reconocimiento del dolor.
GARABATO
Esa palabra me gusta: “Reconocimiento”.
PROSTITUTA
Estás tan cerca...
Garabato sigue dibujando.
Lucas, solo.
LUCAS
(Al público:)
Había un muchacho en el techo. Parecía joven, yo diría que tenía dieciocho
años. Tal vez menos. Había estado patrullando toda la noche. Una que otra vez
cantaba al ritmo de las canciones navideñas. Debe haber sabido que era un
blanco fácil para los francotiradores, pero no parecía importarle. Si le
disparaban, sus camaradas matarían a los rehenes... Por supuesto que nunca
imaginó que la explosión vendría desde dentro de la casa, desde un túnel
construido por los militares en menos de veinticinco días. Habían terminado el
trecho final, el que estaba debajo de la casa, mientras tocaban “Noche de Paz”
y “Blanca Navidad” a todo volumen. Pésima selección de música, pero efectiva.
No los escucharon llegar.
Los rehenes lo sabían. Durante días habían recibido mensajes codificados en

botellas de agua y vendajes, pidiéndoles que estuvieran listos para el ataque
final... Estaban todos juntos, en otro cuarto, cuando explotó la bomba.
El chico saltó del techo y cayó sobre su pierna derecha, y aunque debo haber
imaginado el ruido de sus huesos rompiéndose en mil pedazos, sólo me bastó
con ver su cara...
No gritó, y no sé cómo, pero logró arrastrarse por el jardín sin que lo noten,
mientras que los militares mataban a todos sus camaradas...
La última vez que vi tanto dolor tuve la posibilidad de detenerlo. Y lo hice.

Pero esta vez no. No había nada que pudiera hacer.
Marla aparece.
MARLA
¿Así que el chico que saltó del techo es Marco?
LUCAS
Es una versión de Marco en la cual no me puedo inmiscuir.
MARLA
Debe estar muy adolorido.
LUCAS
Sí, pero está vivo.
No me toca decidir eso por él.
¿Qué opinas?
MARLA
Creo que tienes un momento. Ahora escríbelo.
Tiempo.
Lucas, siento mucho lo que pasó con tu hermano... Sé que lo quisiste mucho.
LUCAS
Tal vez deberías llamar a la policía.
MARLA
Ese sería un enredo interesante.
LUCAS
No. Es un poco predicible... Probablemente me pondría a llorar, y tú tendrías
que ignorarme.
Marla sonríe.
¿Y ahora qué?
MARLA
No sé que hacer con Juan.
LUCAS
Es un buen tipo.
MARLA
Exactamente. Es demasiado bueno. Necesito alguien que me desafíe. Alguien
que no llore en silencio, y que me mande a la mierda cuando me lo merezca.
Lucas sonríe.
Tú no. Tú estás peor que yo.
LUCAS
Es verdad.
Tiempo.
MARLA
¿Qué ocurre ahora?
LUCAS
Supongo que arreglaré la ventana.
Marla, sola.
MARLA
(Al público:)
Estaba viendo un reportaje sobre el ataque militar contra los terroristas cuando
lo vi aparecer a él, a Julian. Estaba caminando con otros tres rehenes,
intentando no pisar el cuerpo destrozado de un terrorista. Su camisa blanca
estaba manchada con sudor y sangre, tenía una cicatriz sobre la ceja, y por
alguna extraña razón, llevaba puesta una corbata azul que le regalé una
Navidad. Su rostro no tenía expresión. Miró la cámara por un momento, y
luego siguió caminando.
Pensé en llamarlo cuando fue liberado, pero no sabía qué decirle... Oye, Julián,
la próxima vez no llores, la próxima vez dime que cierre la boca y que te
respete... ¿Por qué tenías que ser tan bueno?
Lo siento, Julián.
Pude haber dicho eso.
Juan aparece.
JUAN
La corbata.
MARLA
¿Qué?
JUAN
Te la inventaste.
MARLA
Sí tenía una corbata puesta.
Pero yo no se le regalé por Navidad.
JUAN
Estás mejorando.
MARLA
Aprendí del maestro.
JUAN
Gracias.
MARLA
¿Por qué? ¿Acaso te llamas Lucas?
Juan se ríe.
No deberías dejar que te trate así.
JUAN
Lo sé, pero te hace feliz. Te sientes poderosa, fuerte.
MARLA
No significa que tú siempre tengas que ser la víctima.
JUAN
No te preocupes, si te pones muy difícil puedo picar zanahorias y apuñalarte.
Es una broma. No eres Anton.

MARLA
¿Estás seguro?
JUAN
Okey, tú eres tan Anton como yo soy Garabato... No significa que vayamos
por ahí dibujando en la gente o esperando a ser apuñalados. Nunca es tan
literal.
MARLA
Es verdad.
Sabes bastante.
JUAN
Sí... Sé bastante.
Así que, nosotros...
MARLA
Hablemos. Por teléfono. Por un tiempo.
JUAN
Okey.
Marla sonríe sorprendida.
¿Sigues intentando entenderme?
MARLA
Casi me he rendido.
JUAN
Qué bueno.
Último beso.
MARLA
No me amas.
JUAN
No.
Lucas, solo.
LUCAS
(Al público:)
Esta mañana volví a la librería, y vi que alguien por fin compró mi libro. Pasé
más de media hora buscandolo entre montañas de libros de auto-ayuda y
antiguas novelas de ciencia ficción, pero había desaparecido.
¿Por qué sigues aquí?

Lucas y Marco.
MARCO
Porque tú sigues trayéndome... Me usas. Mi muerte. Tu culpa. Soy como
gasolina para tu ficción.
LUCAS
No puedo parar.
MARCO
Deberías hacerlo, Lucas... No soy tu única fuente. Por ejemplo, ¿sabías que
antes de enfermarme me metía a tu cuarto a leer tus cuentos? Eran muy
buenos, me gustaban mucho.
LUCAS
No. No lo sabía-- Espera un momento, no es posible que yo sepa eso.
MARCO
Lucas, déjate llevar. Miéntete a ti mismo, tal vez funcione.
LUCAS
De acuerdo. Te gustaban mis cuentos.
MARCO
Quisiera leer el siguiente.
Tiempo.
Marco y Lucas empiezan a hacer algo que hacían cuando

Marco estaba vivo, tal vez un juego, o algún tipo de
competencia entre hermanos.
LUCAS
Digamos que te dejo ir... ¿Qué pasa entonces?
MARCO
Bueno, en un mundo perfecto empezarías por perdonarte a ti mismo.
Pero este mundo no es nada perfecto, así que--
LUCAS
Nunca te irás.
MARCO
No. Pero es posible que me desvanezca un poco.
LUCAS
De acuerdo.
Marco sonríe.
Cuéntame de ti.
¿Tenías enamorada?
MARCO
No... Había una chica que me gustaba, y era mi amiga, pero...
Karen. Era linda.
LUCAS
¿Y nunca--?
MARCO
¿Cómo voy a saberlo?
LUCAS
Podríamos decir que sí.
MARCO
Ya... Eso me gustaría.
Silencio.
Lucas mira a Marco, como despidiéndose para

siempre.
LUCAS
Lo siento mucho, Marco.
MARCO
Yo también, hermanito.
Pero por lo menos uno de los dos sobrevive.
Marco empieza a desvanecerse.
Oye... Sobre mi muerte...
LUCAS
¿Sí?
MARCO
Podrías haber apagado la máquina--
LUCAS
Lo sé. No te obsesiones con el pasado.
MARCO
Pobre Karen. Se le veía tan triste en mi funeral.
Última Sesión Creativa.

Departamento de Lucas. La ventana ha sido reparada.
Lucas, Juan y Marla.
El Hombre y la Mujer los miran.
JUAN
Es visual, pero al mismo tiempo es estático. Como congelado en el tiempo.
Pero no es una foto--
LUCAS
Ya dilo, Juan.
JUAN
Una Novela Gráfica.
Lo miran.
LUCAS
¿Un comic?
JUAN
No. Sí. Pero es como un cómic con delirios de grandeza. Tengo un amigo en la
agencia que es un excelente dibujante, así que hemos estado hablando de
Garabato y la Prostituta, y me hizo unos bosquejos. Se ve genial.
LUCAS
Me encantaría verlos.
JUAN
¿Y tú?
LUCAS
Casi termino mi página.
JUAN
¿Algo nuevo? Dime que es algo nuevo.
LUCAS
No... Hasta ahora sólo sé que la última linea es--
MARCO Y LUCAS
Paz.
LUCAS
Puntos suspensivos.
MARCO Y LUCAS
Silencio.
LUCAS
Punto final.
Tiempo.
JUAN
Creo que lo mío es un dibujo en la espalda de la prostituta. Una imagen que lo
conecta todo. Es--
MARCO
Marco.
JUAN
Alguien. Una persona. Ya lo voy a descifrar.
Pausa.
Miran a Marla.
MARLA
Nada.
JUAN
¿Qué pasó con Anton y la Esposa?
MARLA
Lo he dejado ahí.
Creo que tengo que tomar un descanso.
ESPOSA
Tiene que lidiar conmigo.
LUCAS
¿Un descanso? ¿Del grupo? ¿De escribir?
MARLA
Sólo un descanso.
Pausa.
LUCAS
Bueno, no te demores mucho, Marla, o vas a terminar como yo... No es tan
interesante ser famoso por una sola novela.
MARLA
Lucas, debes haber escrito mucho más--
LUCAS
Oye, ¿sabías que Marco se metía a tu cuarto a leer tus cuentos?
LUCAS
¿Qué?
JUAN
Le prometí que nunca te lo iba a decir, ¿pero qué va a hacer ahora? ¿Jalarme las
patas?
LUCAS
Es posible.
JUAN
Una vez me dejó leer ese de los ataúdes que flotaban... Era su favorito.
¿Estás bien?
LUCAS
¿Por qué le gustaba el cuento de los ataúdes?
JUAN
Creo que le pareció una buena forma de morir.
Entonces... ¿Cuando leemos tu página?
MARCO
Ahora.
LUCAS
Pronto. Muy pronto.
JUAN
Bueno, si me dan un par de semanas probablemente podría traer unos cuantos
dibujos...
(a Marla:)
¿Y tú? ¿Cuánto crees que dure este descanso?
MARLA
No sé. Los llamo.
JUAN
Marla--
MARLA
Juan. Reúnanse ustedes dos. Yo estoy bien.
¿Acaso no era así antes?
LUCAS
Ya sé cómo termina.
JUAN
No va a ser lo mismo.
MARLA
Tal vez sí.
LUCAS
Ya sé cómo termina.
Silencio.
Escriben.
MARLA
Sabe que todo ha terminado. Puede sentirlo. El vacío. La violencia concentrada.
Lo escucha llorar en las noches y se pregunta por qué se queda... Y se queda, y
se queda...
JUAN
Ella lo había estado esperando durante veinticinco noches. Como una vigilia.
Una bomba a punto de estallar. Todos hablaban de bombas y rehenes y
terroristas, pero a ella no le importaba. Estaba ocupada comprando plumones,
pintura, lapiceros... Rojo. Azul. Negro. Verde. Morado... Y cuando por fin
apareció, ella le preguntó: “¿Dónde estabas?”, y él le dijo: “Me fui a una fiesta,
pero no me dejaban salir. Todo el tiempo tocaban villancicos.”
MARLA
Llora en silencio, pero se queda...
LUCAS
Iba a morir. Muy pronto. Y sabía que iba a sufrir antes de morir, pero ahora no
estaba sufriendo. Estaba volando. Flotando en el cielo. Besando a Karen bajo
de las escaleras. Sonriendo... Se acercaba el final y él estaba sonriendo.
MARLA
Y mientras su cuerpo tiembla y sus ojos no paran de llorar, como todas las
noches, todas las noches de esta vigilia interminable... Ella se voltea hacia él... Y
le dice...
LUCAS
En su sueño, mi hermano no tenía agujas clavadas en los brazos, y podía
respirar sin ayuda.
JUAN
Ella le pidió que escribiera “dolor”. Que dibujara “dolor”.
MARLA
Ella le dice...
JUAN
Garabato había visto morir a un amigo.
Escribió: “La muerte no es pacífica. Huele feo.”
Ella le dijo: “Dibújala, Garabato.”
Y él dibujó... A Marco.
“¡Me dan cosquillas!”
¿La muerte da cosquillas?
“Sí. Eventualmente.”
MARLA
Ella le dice... “¿Mi amor?” Y él no responde nada.
LUCAS
Sintió la explosión, y los gritos, y las sirenas... Pero eran como un eco, un triste
residuo de esa vida de la que por fin podía escapar... Y luego sintió una ola, y
lentamente se fue alejando, más alto, hacia el cielo...
MARLA
Porque ambos saben que es demasiado tarde.
LUCAS
Estaba flotando, desapareciendo, cuando se apagaron las luces, y todas las
máquinas que lo mantenían vivo dejaron de funcionar... Y luego...
MARLA
Ella se queda. Él se queda.
LUCAS
Nada.
JUAN
La muerte da cosquillas... Es verdad.
LUCAS
Paz...
MARLA
Los dos siguen ahí.
LUCAS
Silencio.
Las luces bajan lentamente.
FIN DE LA OBRA

Rodríguez Risco, Gonzalo - Dramatis Personae

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DRAMATIS PERSONÆ

09/12 (Versión Temporada Nueva York -- Cherry Lane Theatre / Castellano)

Lucas, treinta y cinco años.

Una actriz interpreta a:

Comienzos de los 90's.

Los eventos de esta obra teatral son ficticios.

Sin embargo, también son una recreación imaginaria y

Los escenarios y vestuarios son realistas y contrastan con el

Las transiciones entre las escenas deben ser rápidas y

La versión en original de “Dramatis Personae” se presentó

La primera versión en castellano de la obra se estrenó en

Una nueva versión en inglés de "Dramatis Personae" se

Luces en el departamento de Lucas. Casi no hay

Lucas y Juan están ordenando el departamento y

Aparentemente el religioso volvió después y escribió, con el mismo plumón:

Marla se corta el dedo con un vidrio. Luego de quitar

A ese tipo lo quiero conocer. O crear.

Mira a Lucas y Marla.

Marla deja uno de los libros a un lado.

Juan y Lucas casi han terminado de barrer. Marla

Listo. Eso es todo.

Él niega con la cabeza.

No es una historia. Sólo estoy pensando en voz alta.

Una pausa. Luego:

Lucas está mirando por la ventana.

Marla se encoge de hombros. Marla y Lucas miran

Puta madre. ¿De nuevo?

Sin pausa, Marla saca una pequeña linterna de su

Instintivamente, Juan y Marla se tiran al piso. Lucas

Ahora hay un ejemplar de mi libro en la sección de “Ofertas” de la tienda, en el

Estaba en la librería, mirando mi novela, preguntándome si debía firmar la

Okey, acá viene la parte que no sé cómo explicar.

Verdad. Ficción... Y luego oferta.

Ha estado en silencio por mucho tiempo, pero algo ha cambiado.

¿Cuántas veces voy a tener que matarlo?

Juan y Marla se visten después de tener sexo.

Pausa. Sonríen. Se besan.

¿Quisieras tener hijos?

Tiempo. Juan la mira.

Su mamá me llamó... Le dan de comer a los rehenes y nadie está siendo

Anoche me quedé trabajando hasta tarde y pensé en llamarte. Me provocó ir

Pausa. Sonrisa. Beso.

Primer intento de Juan.

Juan escribe. Garabato y la Prostituta aparecen.

Pausa. Garabato y la Prostituta esperan.

Fuerte música melosa. Garabato y la Prostituta se

Primera muerte de Anton.

Aparecen Anton y la Esposa.

Departamento de Lucas. Noche. Lucas y Marla.

En fin, no puedo escribir.

Otra pausa incómoda.

¿Cómo va tu libro? ¿Está vendiendo?

Pero yo no tengo notas. Yo boto todo.

Ella se acerca y lo besa. Es suave y corto.

¿Cómo te tiras una mente?

Cuando muera, quiero que mezclen mis cenizas con cocaína.

No esperaba verte esta noche.

¿Sigues tratando de entenderme?

Esto me gusta, Marla. Hablar contigo, compartir...

Ella lo besa. Él responde.

Realmente no lo sé, Juan.

Lucas y Marco. Un sueño.

Okey. Ya estoy aquí. Hazlo. Dale.

Lucas se despierta. Escribe.