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REFLEXION

DIVERSIDAD SEXUAL
Por Flor Janeth Montoya Martínez 175779

La diversidad sexual existe desde siempre, en todas las culturas, en todas las razas, y
en todos los tiempos. Creo que es hora de entender que no todos somos iguales por
fuera, aunque todos somos iguales por dentro. ¿Por qué será que todo lo que tiene
que ver con sexo es tabú? El sexo es lo más natural del mundo y (casi) todo el mundo
lo practica. El sexo es condenado, bendecido, temido, sobrevalorado, sublime y
animal, casual, libre, forzado, romántico, arriesgado, el sexo puede ser amor, sumisión,
pasión, deber, vicio, y mil cosas más, pero una cosa es denominador común en la
historia de la humanidad: las relaciones sexuales son algo privado y al gusto de la
pareja, por tanto, no me suena lógico opinar sobre las preferencias sexuales de los
demás.
Los seres humanos somos una combinación de genes y ellos determinan que tan
parecidos o diferentes somos unos con otros. Sin embargo, somos nosotros quienes
decidimos a quién llamaremos “normales” o no, la naturaleza determina la
combinación exacta para crear una persona de esta o aquella manera, ella decide si
serás ciego, zurdo, sordo, transgénero, genio, artista, homosexual, mujer, negro,
heterosexual, hidrocefálico, enano, hemofílico, albino, súper humano o si tendrás
síndrome de Down.
El día que la gente entienda esto, el día que se nos eduque para entender que cada
uno de nosotros somos un milagro de la creación, una combinación de millones de
partículas multicolor que dan resultados distintos, se acabará la tragedia, la
vergüenza, el rechazo, el miedo, el desamor. La homosexualidad no es una elección
por vicio, depravación, inmoralidad, degeneración o por la ausencia de Dios, uno no
se hace homosexual, uno nace homosexual.
¿Quién nos da el derecho de juzgar, menospreciar, denigrar, atacar, rechazar o
condenar a las personas que están física o mentalmente fuera de los estándares
“normales” que no le hacen daño a nadie y que más bien demandan más amor por ser
“diferentes”? Si vamos a condenar, rechazar, criticar y aborrecer actos sexuales
depravados entonces hay que hacerlo contra las violaciones, el abuso sexual, la
pedofilia, la trata de blancas, la explotación sexual de menores, los matrimonios
arreglados, pero no al amor y la preferencia sexual elegidos libremente por dos
personas del mismo género.
Y para los que alegan que la unión de dos personas tiene como fin el reproducirse
para conservar la raza humana, ¿qué haremos entonces con los estériles?
¿Es pecado entonces para los heterosexuales unirse, si no pueden tener hijos? ¿Será
pecado traer hijos al mundo para luego abandonarlos, abusarlos, violentarlos, o será
que no es pecado porque nacieron de parejas heterosexuales? Al que se ampara en
la religión, en la ética y la moral para criticar y satanizar la diversidad sexual, solo se
me ocurre pedirles escuchar a su corazón, limpio, compasivo, humano. La vida está
llena de contradicciones, la luz y la oscuridad van de la mano: “ojo por ojo, diente por
diente”, “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Usted elige cuál ley será la mejor a
seguir para el bien de la humanidad.

BIBLIOGRAFIA

• CONAPRED. (2012). Guía para la acción pública contra la homofobia.


Colección Guías para la acción pública, 1ª ed.
México. https://bit.ly/3Ub2RpZ
• OEA. (2022). Relatoría sobre los derechos de las personas
LGBTI. https://bit.ly/3SoTnqC
• OMS. (2018). La salud sexual y su relación con la salud reproductiva: un
enfoque operativo. Ginebra. https://bit.ly/3QMGVi6

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